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A Lorenzo Rojas Chacón

HERMANO PROLETARIO DEL MACHETE CARTAVINO

En el silencio del tiempo,


entre los verduscos cañaverales,
entre el grito de la fábrica,
entre la peonada
de la masa trabajadora,
entre macheteros, palaneros
y los de fábrica,
entre la Casa Hacienda de los Grace y Caraballo,
explotadores americanos
de la tierra y el hombre,
principalmente andino de Ancash y Cajamarca,
traídos con engaños por enganchadores
desde su paisaje serrano,
allá por las décadas de los 20, 30, 40 y 50.
Allá en nuestro Cartavio querido,
allí nos formamos con nuestra familia proletaria,
aprendimos desde niños
juntos con nuestro hermano Juan ,
lo que es sudar a raudales
por el mísero pan,
aprendimos de papá Miguel
el sindicalismo proletario,
luchador y sin miedo
a la patronal.
Fuimos aquellos serranitos
cicatrizados en los cortes de la caña
las manos y pies,
fuimos aquellos de la inmensa masa
de lágrimas, ceniza, melaza y ron,
fuimos los niños "parchados" y llanques
que muy temprano nos quitaron el paisaje cajabambino y su olor,
nuestro cerro Chochoconday y valle de Condebamba.
En Cartavio:
El magro sueldo del obrero engañado,
obligó a unirse en el hambre
y valientemente exigió:
¡Huelga indefinida!
nos amenazaron con despidos masivos,
la masa no cedió jamás,
¡Descuenten lo que quieran!
¡Masa unida, pueblo unido!
con mítines y luchas
aprendimos que las calles eran nuestras,
aprendimos a conocer la represión,
la voz insurgente del campesino
estaba naciendo,
brotaba a diario
de los bolsillos quebrados,
los dirigentes sindicales eran los paladines de la palabra.
¡Cómo aprendíamos oratoria popular!
sin retórica ni metáforas,
eran palabras que mordían justicia.
Cada día perdían dinero,
ganábamos más unión,
al final ganamos miserias,
era y es la vida
del explotador y el explotado.
Han pasado tantos años hermano,
que el tiempo de luz no llega,
la tierra se come las palabras y luchas,
cuantas memorias se han apagado,
solo la historia es inmortal,
Cartavio es una ciudad que circula por nuestra sangre
y mi poema un bosque buscando ecos.

Lima 29-04-2021

Autor: Pedro Rojas Chacón

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