Está en la página 1de 143

CAPITULO 1

ESFUERZOS Y DEFORMACIONES

1.1 Fuerzas internas y externas

La figura muestra una viga sometida a una carga Q, apoyada en un extremo y


suspendida por un cable en el otro.

Este elemento está en equilibrio bajo la acción de la carga Q, gracias a las


reacciones que recibe en sus extremos representadas como R y N en el diagrama
de cuerpo libre siguiente.

Todas las fuerzas mostradas en la diagrama anterior son fuerzas externas al


elemento viga.

Separemos ahora imaginariamente el sistema en tres partes, mediante dos cortes


transversales, el primero en la viga y el segundo en el cable como se muestra en
la figura.

1
Cada una de estas partes está en equilibrio gracias a las fuerzas y momentos que
se producen en las secciones de corte imaginario. Estas acciones que aparecen
en la sección de corte, actuando en sentido contrario a cada lado de ésta, se
denominan fuerzas internas.
Para la viga del ejemplo, las acciones internas son la fuerza Cortante V y el
Momento Flector M. Para el cable, la fuerza interna es la fuerza Normal N. Estas
acciones internas se suelen referir en general como fuerzas internas o fuerzas
de sección.

Convención de signos para fuerzas internas


Para precisar el signo de las fuerzas internas, emplearemos un sistema de
referencia xyz, con el eje x coincidiendo con el eje longitudinal del elemento y con
los ejes y y z ubicados en la sección transversal. Generalmente y y z son ejes
centrales (el origen del sistema coincide con el centroide de la sección transversal)
y también son ejes principales (el producto de inercia de la sección transversal es
nulo).
En el caso mas general, pueden existir hasta 6 fuerzas internas en la sección
transversal de un elemento. La figura que sigue muestra la convención de signos
asumida como positiva para estas fuerzas internas.

2
Nótese que salvo en el caso de Vy, las fuerzas de sección son positivas cuando
siguen el sentido positivo de los ejes. El sentido positivo de Vy, asumido hacia
abajo está en concordancia con la conocida siguiente relación:

1.2 Esfuerzos
Tanto las fuerzas externas como las fuerzas de sección no actúan realmente
sobre un punto sino que en verdad lo hacen distribuyéndose sobre un área
determinada.
Por ejemplo la fuerza Q actúa sobre una región rectangular de la cara superior de
la viga, la reacción R se distribuye sobre la superficie rectangular de apoyo, la
fuerza normal N en el cable se distribuye en la sección transversal de éste y la
fuerza cortante V lo hace sobre la sección transversal de la viga.

El cociente de la fuerza y el área en que se distribuye se denomina esfuerzo.


Dependiendo de si la fuerza es perpendicular o paralela al área en la que actúa,

3
se denomina esfuerzo normal (σ ), o esfuerzo cortante ( τ ).

La unidad de esfuerzo en el Sistema Internacional es el Pascal (Pa) que se


expresa como:

1 Pa = 1 N / m²
los múltiplos más empleados y sus equivalencias son:
1 GPa = 103 MPa = 106 Kpa = 109 Pa

En el Sistema Inglés, el esfuerzo se expresa en libras (lb) o kilo libras (kips), por
pulgada cuadrada como:

1 psi = 1 libra / pulg²


1 ksi = 1 kips/pulg² = 10psi

En ocasiones expresamos el esfuerzo en Kg/cm² o Ton/m²

4
1.2.1 Esfuerzo normal (s)
La figura muestra el detalle del cable del sistema anterior.

En la sección transversal mostrada de área A, actúa la fuerza normal N,


produciendo el esfuerzo normal:

Veamos los esfuerzos que se producen en los elementos de la armadura


mostrada en la figura.

5
La barra superior esta sometida a una fuerza normal de tracción mientras que la
barra inferior está en compresión. Por tanto según la convención de signos
empleada para las fuerzas internas, la Normal de la barra en tracción será positiva
mientras que la correspondiente a la barra inferior será negativa.

Luego, el esfuerzo será positivo cuando la barra esté en tracción y negativo


cuando esté en compresión.

6
Esfuerzo de Aplastamiento (σap )
En la figura, se observa que la viga y su apoyo izquierdo, siendo cuerpos
diferentes entran en contacto en el área sombreada que se muestra.

La reacción R se distribuye en esta área de contacto, ocasionado un esfuerzo


normal que se conoce como esfuerzo de aplastamiento y se calcula como:

Dado que el esfuerzo de aplastamiento sólo puede ser de compresión, se suele


omitir el signo a cambio del subíndice “ap”.

1.2.2 Esfuerzo de Corte ( ζ )


La figura muestra la parte izquierda de una viga imaginariamente dividida en dos
por una sección transversal de área A. Una de las fuerzas que actúan en esta
sección transversal es la fuerza cortante V.

La fuerza cortante V es paralela a la sección transversal, por tanto se distribuye en


ésta produciendo esfuerzos cortantes. Estos esfuerzos varían según su ubicación
en la sección transversal, sin embargo en muchos casos sólo se calcula el
esfuerzo cortante medio:

7
Esfuerzo cortante en superficies curvas
La fuerza F mostrada en la figura se aplica sobre el bloque mediante una plancha
rígida circular.
Analicemos ahora el equilibrio de la porción cilíndrica del bloque justo bajo la
plancha. La fuerza F es equilibrada por los esfuerzos cortantes en la superficie de
contacto entre el cilindro y el resto del bloque.

Si esta superficie de contacto, en naranja en la figura, tiene un área A, entonces el


esfuerzo cortante promedio será:

8
Esfuerzo de adherencia
Cuando el esfuerzo cortante se produce en la superficie de contacto de dos
elementos diferentes, se suele referir como esfuerzo de adherencia.
La figura muestra una varilla de acero que está parcialmente contenida en un
bloque
de concreto. Cuando la varilla recibe en su extremo libre una fuerza P, el concreto
sostiene a la varilla con esfuerzos de adherencia en la superficie de contacto. Si la
porción de varilla dentro del concreto tiene una longitud L y diámetro d, la
superficie de contacto será π L.d y por tanto el esfuerzo cortante promedio se
calculará como:

Equilibrio de esfuerzos cortantes en un elemento diferencial


De un elemento sometido a cargas, tomemos un volumen diferencial que se
encuentra sometido a los esfuerzos τ1 y τ2 en dos caras paralelas al eje z como se
muestran en la figura.

Las fuerzas que actúan en las caras de este elemento diferencial serán:

Como el volumen diferencial está en equilibrio, el momento de estas fuerzas


respecto del eje z debe ser nulo, es decir:

9
sustituyendo dF1 y dF2:

de donde:

De manera similar las otras dos caras paralelas a z deben estar sometidas
también al mismo esfuerzo cortante.
Por tanto, en cualquier elemento diferencial el esfuerzo cortante se presenta
actuando en las cuatro caras paralelas a un eje (z para la figura) con el
mismo valor y acercándose o alejándose de cada arista. La figura muestra las
dos únicas formas en que puede presentarse el esfuerzo cortante en los cuatro
planos paralelos a un eje, indicándose la convención de signos.

Ejemplo: Esfuerzos normales y cortantes

10
1.2.3 Recipientes de pared delgada
En este acápite estudiaremos los esfuerzos que se producen en recipientes
cilíndricos y esféricos sometidos a una presión interna (p). Trabajaremos con
recipientes cuyo espesor (t) es muy pequeño en comparación a las otras
dimensiones.

Cilindro
El cilindro mostrado en la figura tiene un radio interior r

y un espesor t (t << r)

Separemos el cilindro en dos partes y analicemos el equilibrio en x para una de


ellas. La fuerza resultante de las presiones es equilibrada por la resultante de los
esfuerzos normales en la pared del recipiente. Como estos esfuerzos son
paralelos al eje longitudinal del cilindro, se denominan esfuerzos longitudinales
(σL).

2
La presión y el esfuerzo longitudinal actúan sobre áreas iguales a πr y 2πrt
respectivamente. Por tanto la ecuación de equilibrio en x será:

Luego el esfuerzo longitudinal será:

Consideremos ahora el equilibrio en z de la porción de cilindro que se muestra en


la figura. La fuerza resultante de las presiones es equilibrada por la resultante de

11
los esfuerzos normales en la pared del recipiente. Como estos esfuerzos son
paralelos a la circunferencia media de la sección transversal, se denominan
esfuerzoscircunferenciales (σc).

Planteando el equilibrio en z:

De donde el esfuerzo circunferencial será:

En general, en cualquier punto del cilindro se presentan esfuerzos longitudinales y


circunferenciales como se muestra en la figura.

12
Esfera
Puede demostrarse que para un recipiente esférico de radio interior r y espesor t,
en cualquier punto de la pared,

los esfuerzos en cualquier dirección son iguales a:

1.2.3 Esfuerzos en conexiones apernadas


Los elementos que conforman las estructuras y los sistemas mecánicos se pueden
conectar entre sí mediante pernos o pasadores. La figura muestra dos conexiones
en las cuales se ha empleado un perno de diámetro “d” pasando por un hueco de
diámetro “D”.

Esfuerzo de aplastamiento
Al actuar la fuerza P, los pernos y los elementos entran en contacto en una zona
de la superficie cilíndrica del agujero, apareciendo esfuerzos de aplastamiento.
Las figuras muestran a los elementos ya en contacto con los pernos luego de la
aplicación de la carga.

13
Estudiemos el diagrama de cuerpo libre de los pernos utilizados en ambas
conexiones.

Los pernos entran en contacto con los elementos en las superficies curvas
mostradas en las figuras. Sin embargo por razones de simplicidad, para el cálculo
de los esfuerzos de aplastamiento se consideran las proyecciones de estas
superficies. Para las conexiones del ejemplo los esfuerzos de aplastamiento
serán:

14
Esfuerzo de corte (cizalle) en los pernos
Analicemos ahora la fuerza cortante en los pernos, en secciones transversales
fuera de las zonas de aplastamiento.

El perno de la unión izquierda tiene como fuerza cortante la fuerza total P,


mientras que el perno de la unión derecha tiene sólo P/2. Es usual referirse a
estos casos como pernos en corte simple y pernos en corte doble
respectivamente. Para el ejemplo los esfuerzos serán:

Perno en corte o cizalle simple

Perno en corte o cizalle doble

15
Esfuerzos normales máximos
Los agujeros en las conexiones reducen el área neta de la sección transversal de
los elementos ocasionando mayores esfuerzos. Por ejemplo, el elemento que se
muestra en la figura tiene un agujero de diámetro “D” (generalmente algo mayor
que el diámetro “d” del perno). La fuerza P es equilibrada por la fuerza de
aplastamiento que recibe del perno y dependiendo de si P es de tracción o
compresión, el perno aplica la fuerza equilibrante hacia uno u otro lado del
agujero.

Separemos imaginariamente el elemento en dos partes por la sección transversal


de menor área y consideremos el equilibrio de cada una de ellas. Veamos primero
el caso de tracción.

16
La fuerza de aplastamiento actúa sobre la parte derecha aislada cuyo equilibrio es
logrado por esfuerzos normales actuando sobre el área reducida t(b-D). Por tanto
el esfuerzo normal máximo en el elemento en tracción será:

En cambio, al analizar el elemento a compresión, vemos que en la sección de


menor área, no actúa ninguna fuerza normal y por tanto el esfuerzo en esta
sección transversal es nulo.

Por tanto para el cálculo del esfuerzo normal máximo en compresión se emplea el
área neta del elemento t b, es decir:

Generalmente las conexiones se hacen empleando más de un perno, en cuyo


caso los esfuerzos se calculará considerando todas las área de contacto para
aplastamiento y todas las secciones transversales para corte.

17
Ejemplo: Esfuerzos en estructura simple 1

Ejemplo: Esfuerzos en estructura simple 2

18
1.3 Deformaciones
Las estructuras, las máquinas y en general todos los cuerpos sufren cambios en
sus dimensiones y forma por efecto de las acciones externas que reciben. En la
figura, los elementos de la armadura han sufrido cambios en sus dimensiones
longitudinales y el bloque derecho que sirve de soporte cambió de forma.

Los cambios de longitud y de medida angular se denominan deformación normal y


deformación angular respectivamente. Por ejemplo, la barra BC de la armadura ha
sufrido una deformación normal y el bloque de soporte en D tiene una deformación
angular ya que de ser un prisma recto se ha transformado en uno oblicuo.

1.3.1 Deformación normal

El cambio de longitud de los elementos, denominado deformación normal o


longitudinal, se representa por δ y se determina como la diferencia de las
longitudes final ( Lf ) e inicial ( Li ):

Si la longitud final es mayor a la inicial, el elemento se alarga y la deformación


resulta positiva; en caso de acortamiento la deformación resulta negativa.
Por ejemplo en la figura, la barra BC se alarga (δ > 0) mientras que la barra EF se
acorta (δ < 0).

19
Para determinar la importancia de una deformación normal, δ , es necesario
relacionarla con la longitud del elemento en que se produce. El cociente entre la
deformación normal, δ , y la longitud inicial, Li, del elemento se denomina
deformación normal unitaria media, es adimensional y se representa con ε m o
simplemente con ε.

Ejemplo: Deformación normal

20
1.3.2 Deformación angular
El cambio en la medida de un ángulo inicialmente recto se denomina deformación
angular, se representa por y se determina como la diferencia de las medidas
inicial (π/2) y final ( αf ).

Antes después

Si la medida final del ángulo (αf) es menor al ángulo inicial (π/2), la deformación
angular, , es positiva; en caso contrario será negativa.

21
Ejemplo: Deformación normal y angular

1.4 Compatibilidad
Cuando un sistema se somete a acciones externas, sus nudos se desplazan y sus
barras sufren deformaciones.
Si todos los elementos del sistema se mantienen unidos, entonces es posible
establecer relaciones geométricas entre desplazamientos y deformaciones, las
mismas que se conocen como ecuaciones de compatibilidad.

Por ejemplo es posible relacionar los desplazamientos de los nudos i y j con las
deformaciones de la barra que los une.
Estudiemos primero el efecto del desplazamiento del nudo j (dj) en la deformación
(δ) de la barra. Esta deformación se determina como la diferencia entre las

22
longitudes final e inicial de la barra. Como el desplazamiento dj es pequeño, esta
diferencia de longitudes se puede aproximar por la proyección del vector dj sobre
el eje original de la barra. Si representamos por uij al vector unitario que va de i a j
entonces tendremos que:

Cuando el nudo i es el que se desplaza, la proyección del vector di sobre el eje


original de la barra es aproximadamente igual al valor absoluto de la deformación
pero con signo contrario. Como se ve en la figura, esta proyección ( uij . di ) es
positiva mientras que la deformación de la barra es de acortamiento, por tanto:

23
Por tanto en un caso general en el que los dos nudos se desplazan, la
deformación de la barra será

En algunos sistemas como el mostrado en la figura de abajo, es posible establecer


relaciones directas entre las deformaciones de sus elementos. Estas relaciones
constituyen también ecuaciones de compatibilidad.
Para encontrar esta relación asumimos un desplazamiento genérico del nudo B
como

y calculamos las deformaciones de las barras:

24
Sustituyendo las dos primeras expresiones en la tercera tendremos:

La figura anterior muestra el detalle de esta última relación.

El sistema que se muestra a continuación consiste de tres barras deformables que


sostienen un sólido rígido. Como veremos a continuación, las deformaciones en
las barras 1 , 2 y 3 satisfacen una ecuación de compatibilidad que resulta ser
independiente del movimiento que pueda tener el sólido rígido.

Para encontrar esta relación asumimos para el sólido rígido un desplazamiento


genérico representado por el movimiento vertical (∆y) y el giro (Φ)de su extremo
izquierdo.

25
Luego las deformaciones de las barras serán

Combinando estas tres ecuaciones obtenemos:

Como se vio, las ecuaciones de compatibilidad son relaciones puramente


geométricas y no dependen de las cargas aplicadas al sistema, ni de los
materiales empleados

26
CAPITULO 2
PROPIEDADES MECÁNICAS DE LOS MATERIALES
Cuando un sistema se somete a solicitaciones externas, sus componentes sufren
esfuerzos y se deforman. La relación entre estos esfuerzos y las deformaciones
producidas depende del material empleado y será materia de estudio en este
capítulo.

2.1 Comportamiento de materiales bajo esfuerzo normal


Estudiemos en primer lugar la relación entre los esfuerzos y las deformaciones
normales empleando un ensayo de laboratorio.

2.1.1 El ensayo de tracción


Este ensayo consiste en aplicar una carga de tracción a una probeta cilíndrica, al
mismo tiempo que se va midiendo y registrando la deformación. Las figuras
muestran la máquina de ensayo y un acercamiento de la probeta

Si se ensayan dos probetas de dimensiones diferentes pero del mismo material, al


graficar los resultados de deformación total (δ) versus carga aplicada (P),
obtenemos dos curvas diferentes

27
Estas curvas P-δ obtenidas son diferentes a pesar que ambas probetas fueron
hechas del mismo material. Por tanto estas curvas no describen sólo el
comportamiento del material, sino que también reflejan las características
geométricas de las probetas

Calculemos ahora los esfuerzos normales (σ) y las deformaciones unitarias (ε) a
partir de las fuerzas (P) y las deformaciones totales (δ) registradas en el ensayo.
Al graficar las curvas σ-ε para ambas probetas, vemos que coinciden, y por tanto,
ya no reflejan las características geométricas de las probetas sino que ahora sólo
muestran el comportamiento del material.

28
Estudiemos ahora la relación esfuerzo-deformación para un metal como el acero
dulce.

En una primera etapa de carga, la deformación crece linealmente con el aumento


del esfuerzo. La pendiente de este tramo inicial recto se conoce como Módulo de
Elasticidad. El punto A hasta donde se mantiene esta relación lineal se conoce
como límite de proporcionalidad.
Si se incrementa ligeramente la carga más allá del punto A, la relación lineal se
pierde. Sin embargo, si no se ha pasado del punto B, y se retira la carga, la
probeta recupera completamente sus dimensiones iniciales. Esta característica de
recuperación completa de forma se denomina comportamiento elástico y el
intervalo en que se produce (segmento OB en la curva) se denomina rango de
comportamiento elástico del material.
Si a partir del punto B, seguimos deformando la probeta, ésta ingresa a una zona
denominada Zona de fluencia, en que la deformación crece apreciablemente sin
que se produzca un incremento del esfuerzo. Los puntos C y D corresponden al
Inicio y al fin de la denominada Plataforma de fluencia. El esfuerzo para el cual se
inicia este fenómeno se conoce como esfuerzo de fluencia (σf).

Si seguimos incrementando las deformaciones el material entra en una zona


denominada de endurecimiento. En esta zona el incremento de deformaciones
viene acompañado de un aumento de esfuerzos, hasta llegar a un valor máximo,
denominado esfuerzo ultimo (σu). Si incrementamos aún más la deformación de
la probeta, el esfuerzo ahora disminuye y se produce una disminución apreciable
del diámetro en una zona de la probeta, adquiriendo la apariencia de un cuello de
botella. Este fenómeno se conoce como estricción y da inicio a la rotura de la
probeta. La deformación máxima (εu) que alcanza el espécimen corresponde al
instante de la rotura.

29
2.1.2 Tipos de comportamiento
La capacidad de deformación de un elemento, junto a su capacidad de
recuperación de forma, son características propias de cada material. En este
acápite se estudian estas características empleando un ensayo de tracción.
Comportamiento elástico e inelástico
Como se explicó, si una probeta se somete a un proceso de carga manteniendo el
esfuerzo por debajo del límite elástico, al retirar la carga el elemento recupera sus
dimensiones originales. Esto se puede interpretar como que el trabajo efectuado
por la carga que deformó el espécimen se almacena como energía potencial
interna en la probeta. Esta energía sirve para que durante el proceso de descarga
la probeta recupere sus dimensiones originales

En cambio si una probeta se carga más allá del límite elástico, y luego se
descarga, la probeta ya no recupera sus dimensiones originales y queda con una
deformación permanente. Este tipo de comportamiento se denomina
comportamiento inelástico y se debe a que sólo una parte del trabajo que
realiza la carga se logra almacenar como energía interna y el resto se pierde al
producir un cambio permanente en la estructura interna del material

30
Comportamiento dúctil y frágil
Algunos materiales pueden desarrollar grandes deformaciones más allá de su
límite elástico. Este tipo de comportamiento se denomina dúctil, se refleja en la
presencia de un escalón de fluencia en el diagrama σ-ε, y viene acompañado del
fenómeno de estricción. El acero dulce, el cobre y el aluminio son ejemplos de
materiales que tienen este tipo de comportamiento.

Otros materiales como el vidrio, la piedra o el concreto, tienen una capacidad


reducida de deformación más allá del rango elástico. Este tipo de comportamiento
se denomina frágil y se caracteriza porque se alcanza la rotura de manera
repentina sin presentar deformaciones importantes

31
2.1.3 Tenacidad y Resilencia
La cantidad de energía involucrada en el proceso de deformación de un elemento
es una característica propia del material, se suele expresar por unidad de volumen
y corresponde al área bajo la curva σ-ε.
La resilencia se define como la máxima cantidad de energía por unidad de
volumen que puede almacenar un material en el rango elástico y por tanto
corresponde al área mostrada en la figura.

Por otro lado, la máxima cantidad de energía por unidad de volumen que se
necesita emplear para llevar a un material hasta la rotura se denomina tenacidad
y corresponde a toda el área bajo la curva σ-ε

32
2.1.4 Fatiga
Muchos elementos de ingeniería se ven sometidos durante su vida útil a cargas
cíclicas. Cuando el número de ciclos de carga y descarga es muy grande, el
esfuerzo al que falla el material es menor al que se encontraría en un ensayo de
tracción. Esta reducción de la resistencia con el número de ciclos de carga y
descarga se aprecia en la figura y se denomina fatiga.

2.2 Módulo de Poisson


Si un elemento se somete a una fuerza de tracción a lo largo de su eje
longitudinal, en sus secciones transversales aparecen esfuerzos normales de
tracción (σx) y se observa que el elemento se alarga longitudinalmente y se acorta
transversalmente. Este fenómeno se denomina efecto Poisson y para materiales
isotrópicos y homogéneos en el rango elástico, la deformación transversal unitaria,
que es igual en cualquier dirección transversal, guarda proporcionalidad con la
deformación unitaria longitudinal. Esta proporcionalidad se expresa por medio del
denominado Módulo de Poisson (ν) que es característico de cada material.
Representando la deformación unitaria transversal por ε tran , (ε tran = εy = εz ) y la
deformación longitudinal por ε long, el Módulo de Poisson se define como:

33
Como se aprecia en la figura, si el elemento se somete a una fuerza de
compresión, entonces se acortará longitudinalmente (εlong< 0) y se expandirá
transversalmente (εtran > 0)
El Módulo de Poisson es adimensional y su valor está generalmente entre 0.25 y
0.35; por ejemplo para el acero ν = 0.30. Algunos materiales como el concreto
tienen valores bajos (0.10 – 0.15), mientras que el caucho tiene un coeficiente alto
cercano a 0.5. El máximo valor que puede alcanzar el módulo es ½.

34
2.3 Coeficiente de dilatación térmica
Los cambios de temperatura ocasionan cambios en las dimensiones de los
cuerpos sobre los que actúan. El incremento de temperatura ∆T y la deformación
unitaria que produce en un cuerpo libre (ε) se relacionan por medio del llamado
coeficiente de dilatación térmica (α) como:

El valor de α es característico de cada material. En la tabla que sigue se muestran


algunos valores.

Material α( 1/°C)
-6
Aluminio 23.3 x 10
-6
Acero 11.7 x 10
-6
Concreto 10.8 x 10

2.4 Comportamiento de materiales bajo esfuerzo cortante

Los cuerpos sometidos a esfuerzos cortantes (τ) presentan deformaciones


angulares (γ), las mismas que dependen tanto de la intensidad del esfuerzo como
del material empleado.
Aunque la relación entre τ y γ no es sencilla, para un rango pequeño de
deformaciones, existe una relación de proporcionalidad entre esfuerzos y
deformaciones que se expresa como
τ=G γ

La constante de proporcionalidad G se denomina Módulo de Rigidez o Módulo


de Corte y su valor es característico de cada material.
Como se verá en el capítulo 7, el Módulo de Corte (G), el Módulo de Elasticidad
(E) y el coeficiente de Poisson (ν), guardan la siguiente relación:

35
2.5 Esfuerzo admisible y factor de seguridad
Si un elemento fabricado de un material frágil, recibe cargas que le ocasionan
esfuerzos iguales a los de rotura del material (σu ), entonces de manera súbita se
rompe y queda fuera de servicio. De manera similar, si un elemento hecho de un
material dúctil se somete a esfuerzos iguales a los de fluencia del material (σf ),
presentará deformaciones tan importantes que quedará también fuera de servicio.
Para efectos prácticos y bajo solicitaciones simples, consideraremos que la falla
se produce cuando el material alcanza el denominado esfuerzo de falla (σfalla) el
que se toma como el esfuerzo último para un material frágil, o como el esfuerzo de
fluencia para un material dúctil.
Con el fin de lograr que los elementos y los sistemas tengan un comportamiento
adecuado, es necesario limitar los esfuerzos que reciben a valores que son una
fracción del esfuerzo de falla del material. El esfuerzo máximo que se admite,
denominado esfuerzo admisible del material (σadm) se determina como el
cociente entre el esfuerzo de falla y un valor denominado FACTOR DE
SEGURIDAD MINIMO (FS), mayor que la unidad.

Por ejemplo si los cables mostrados en la figura, están fabricados de un material


dúctil con esfuerzo de fluencia σf = 2400 kg/cm² empleando un factor de seguridad
de FS = 3, tendremos que el esfuerzo admisible para ambos será

El factor de seguridad mínimo requerido depende del tipo de material, de la


importancia del sistema y de la seguridad que se debe proporcionar.
Los esfuerzos a los que trabajan los elementos y piezas de un sistema, se
denominan esfuerzos de trabajo (σtrab), y suelen ser valores cercanos al
esfuerzo admisible, pero no necesariamente iguales. Por esta razón, cada
elemento podrá estar trabajando con un factor de seguridad que no

36
necesariamente es igual al factor de seguridad mínimo requerido, y que tendrá
que calcularse como:

Si los cables del ejemplo, tienen un área de sección transversal A=2 cm² y
soportan las cargas de 1200 kg y 1500 kg mostradas en la figura, los esfuerzos de
trabajo serán:
Para el cable izquierdo

Para el cable derecho

Por tanto los factores de seguridad de trabajo serán:


Para el cable izquierdo

Para el cable derecho

Cuando se trata de un sistema compuesto de varios elementos, la carga admisible


(Padm) se puede definir en función de la carga que produce la falla en el sistema
(Pfalla) y un factor de seguridad como:

También, como la carga que realmente actúa sobre un sistema (Ptrab), puede ser
menor que la carga admisible, el factor de seguridad del sistema será:

37
Como se ve en los ejemplos que siguen, para determinar la carga de falla o el
factor de seguridad de un sistema, es necesario investigar los factores de
seguridad en los diferentes elementos.

Ejemplo: Factor de seguridad en un sistema

2.6 Leyes constitutivas


Las relaciones entre los esfuerzos y las deformaciones de un material determinado
se suelen referir como las leyes constitutivas del material. Aunque en el intervalo
completo de deformaciones esta relación es compleja, para muchos materiales en
el rango elástico, se acepta la sencilla expresión lineal de la Ley de Hooke:

Como bajo condiciones normales de operación casi todas las obras de ingeniería
trabajan en el rango elástico, para muchos propósitos se emplea la Ley de Hooke
como relación constitutiva de la mayoría de materiales. En lo que sigue del
curso emplearemos sólo esta ley.
Para cualquier elemento de un sistema, es posible establecer una relación directa
entre la carga que recibe y la deformación que presenta conociendo sus
propiedades geométricas y las leyes constitutivas del material. La expresión que
se obtiene también suele referirse como una relación constitutiva del elemento.

38
Obtengamos como ejemplo la relación entre la fuerza P y la deformación δ que se
produce en una barra de longitud L y área transversal A, hecha de un material con
módulo de elasticidad E.

El esfuerzo normal que produce la fuerza es:

y la deformación unitaria puede expresarse como:

Sustituyendo ambas expresiones en la Ley de Hooke σ = Eε , tendremos:

Por tanto la relación buscada será:

Tanto para sistemas compuestos por varios elementos como para pequeñas
zonas de un elemento, se pueden establecer relaciones directas entre las fuerzas
y los desplazamientos. También estas expresiones se denominan relaciones o
leyes constitutivas en capítulos siguientes.

39
Ejemplo: Leyes constitutivas en
barras

40
Ejemplo: Sólidos deformables sometidos a fuerza
cortante

41
CAPITULO 3

CARGA AXIAL

Las barras que conforman las armaduras mostradas en la fotografía, reciben


fundamentalmente fuerzas normales en sus secciones transversales. Así como
estos elementos, existen también piezas de máquinas en las cuales las
solicitaciones importantes son sólo fuerzas normales.

En este capítulo estudiaremos las deformaciones y esfuerzos que se producen en


elementos linealmente elásticos sometidos a fuerzas normales.
3.1 Deformaciones y esfuerzos bajo carga axial
IEstudiemos las deformaciones que se producen en un elemento sometido a una
carga externa, P, aplicada en el centro de gravedad de la sección transversal
superior.
La figura muestra el elemento cargado y tres rodajas imaginariamente extraídas a
distancias diferentes de la carga. Si observamos la rodaja superior, vemos que
las deformaciones en la zona central son mayores que en los bordes.

En la rodaja intermedia también se notan deformaciones mayores en el centro de


la rodaja, pero la diferencia con los bordes es menos acentuada. En cambio, en la
rodaja inferior, alejada ya de la carga, observamos que las deformaciones tienen
una distribución prácticamente uniforme.
Dado que para los materiales con los que trabajamos, los esfuerzos son
proporcionales a las deformaciones (Ley de Hooke: σ = E ε ), existirá también
una concentración de esfuerzos hacia el centro en las secciones transversales

42
cercanas a la carga y una distribución de esfuerzos prácticamente uniforme en las
secciones alejadas, como se muestra en la figura que sigue.

Podemos concluir que la distribución de esfuerzos va haciéndose uniforme


conforme la sección transversal considerada se aleja de la carga. Esto se conoce
como el Principio de Saint Venant en honor al ingeniero y matemático francés
Adhémar Barré de Saint Venant (1797-1886).
En realidad las cargas no actúan puntualmente sino que lo hacen distribuidas en
determinadas áreas. Como se muestra en la figura, cuando la superficie en la que
actúa una carga es considerable, los esfuerzos se tornan prácticamente uniformes
aún en las cercanías de la carga. Por el contrario cuando el área es reducida se
producen concentraciones de esfuerzos que muchas veces suelen ser
considerables.

En este capítulo trataremos con elementos que reciben las cargas en áreas
considerables de contacto o mediante dispositivos de aplicación como el mostrado
en la figura que sigue.

43
Por tanto supondremos que en cualquier sección transversal, los esfuerzos y las
deformaciones unitarias tienen una distribución uniforme y se calculan como:

3.2 Deformaciones unitarias y esfuerzos producidos por carga axial


y cambios de temperatura
La figura muestra un elemento, sometido a fuerzas en su eje longitudinal, x, y a un
cambio de temperatura ∆T.

Como las cargas están sobre el eje x, que es centroidal, en cualquier sección
transversal encontraremos exclusivamente una fuerza normal, N(x).

Por tanto, los esfuerzos normales se calcularán como el cociente de N(x) y el área
de la sección transversal A(x). A su vez las deformaciones deberán obtenerse
sumando los efectos del esfuerzo normal y del cambio de temperatura.

44
3.3 Deformaciones normales de elementos
Veamos ahora como calcular la deformación δ que se produce en un elemento
sometido a fuerzas longitudinales y un cambio de temperatura ∆T.

Aislemos imaginariamente una rodaja de espesor "dx" ubicada a una distancia "x"
del extremo izquierdo.

45
En ambas cara de la rodaja actúa una fuerza normal. La figura muestra sólo la
fuerza normal y los esfuerzos correspondientes en la cara derecha (σ(x), N(x)).

Si representamos el área de la sección transversal con A(x), el esfuerzo normal y


la deformación unitaria quedarán expresados como:

Dado que la fuerza normal y el área de la sección transversal pueden variar a lo


largo del eje x, el esfuerzo y la deformación pueden en general, ser funciones de
x.
La rodaja, que inicialmente tenía un espesor "dx", sufrirá una deformación "dδ",
que se calculará como:

Por tanto, el alargamiento que experimenta todo el elemento ("δ") deberá


calcularse como la suma de los alargamientos de las sucesivas rodajas
diferenciales, es decir:

46
La primera integral corresponde a la deformación ocasionada por las fuerzas
normales y la segunda integral evalúa la deformación producida por el cambio de
temperatura.
Si el material es homogéneo en todo el elemento (E y α constantes) tendremos:

Si el incremento de temperatura (∆T) es constante a lo largo de todo el elemento,


entonces tendremos que:

Si además el elemento es de sección constante, área A, δ se calculará como:

donde, la integral corresponde al área encerrada por el diagrama de fuerza


normal y el eje x según se muestra en la figura.

Representando el área del diagrama de fuerza normal con Adiag, tendremos:

47
Entonces para una barra de sección constante, la deformación causada por el
efecto conjunto de la fuerza normal P y el cambio de temperatura será:

Veamos ahora el caso de un elemento de sección constante, área A, suspendido y


deformado por su peso propio, W. A una distancia x de la base, la fuerza normal
(N(x)) será igual al peso de la barra que está bajo la sección considerada.
Representando el peso específico del material con "q", tendremos entonces que
N(x) = q · (Volumen del sólido) = q · (A x) . Por tanto el diagrama de fuerza normal
será linealmente creciente con x, como se muestra en la figura.

Luego:

3.5 Esfuerzos y deformaciones en sistemas hiperestáticos


La figura muestra un sistema hiperestático sometido a cargas y a un cambio de
temperatura. Dada la naturaleza hiperestática del sistema, las fuerzas internas no
pueden calcularse empleando solamente las ecuaciones de equilibrio. Es
necesario además, considerar las características de deformabilidad de los

48
elementos y las relaciones geométricas que deben satisfacer las deformaciones
de las barras.

A continuación se plantean las condiciones de equilibrio, compatibilidad y leyes


constitutivas que el sistema debe satisfacer y se sugiere un procedimiento general
de solución.

Equilibrio.
Podemos suponer que las barras ejercen sobre el nudo cargado las fuerzas F1 ,
F2 y F3 con el sentido mostrado en la figura.

Existen infinitas ternas de valores (F1, F2, F3) que satisfacen estas ecuaciones.
Sin embargo de entre todas estas ternas, sólo existe un juego de valores que
actuando junto al cambio de temperatura, ocasiona en las barras deformaciones
que satisfacen las condiciones de compatibilidad.

49
Debemos por tanto, incluir en el problema las características de deformabilidad de
las barras y plantear las relaciones geométricas para las deformaciones.
De acuerdo a los sentidos asumidos, las fuerzas normales en las barras quedan
expresadas como:

N1 = + F1 , N2 = - F2 , N3 = - F3

Leyes Constitutivas Empleando ahora las relaciones constitutivas, podemos


expresar las deformaciones de las barras en función de las incógnitas de fuerzas,
y el cambio de temperatura, obtendremos:

Compatibilidad
Las deformaciones de las tres barras deben ser tales que el punto B se haya
trasladado a una nueva posición B’ cuya distancia a los puntos A, C y D
corresponde ahora a las nuevas longitudes de las barras. Por tanto, si trazamos

50
arcos desde A, C y D con radios iguales a las nuevas dimensiones de las barras,
estos deberían interceptarse en el punto B’.

Como las deformaciones y los desplazamientos son muy pequeños, sustituimos


los arcos por rectas perpendiculares a las barras y las tres líneas deberán
interceptarse en B’. También por razones de simplicidad las perpendiculares se
trazan desde los extremos de las barras ya deformadas, pero que aún no han
cambiado de inclinación.

Aunque aún no conocemos el valor de las deformaciones, si podemos deducir la


ecuación de compatibilidad que deben satisfacer. Para esto imaginamos un
desplazamiento genérico del nudo B: dB = (∆x, ∆y), y luego expresamos la

51
deformación de cada barra (δi) en función de las componentes del vector
desplazamiento.
Para la barra 1 tendremos:

entonces

para la barra 2:

de donde:

de manera similar para la barra 3:

es decir:

Sustituyendo las expresiones obtenidas para ∆x y ∆y en la expresión para δ2,


obtenemos la ecuación de compatibilidad buscada:

Solución del sistema y cálculo de deformaciones y desplazamientos


Para encontrar las fuerzas F1, F2 y F3 podemos ahora sustituir las relaciones
constitutivas (ecuaciones (3)) en la ecuación de compatibilidad anterior (ecuación
4). Obtendremos así una nueva relación entre las fuerzas, la que junto a las
condiciones de equilibrio (ec. (1) y (2) ), permite determinar los valores buscados.
Empleando los valores encontrados para las fuerzas, en las relaciones
constitutivas, determinamos las deformaciones de las barras y luego calculamos
los desplazamientos de los nudos. El ejemplo que sigue muestra el detalle del
procedimiento.

52
Ejemplo: Sistema Hiperestático con carga
axial

Efectos del cambio de temperatura en sistemas hiperestáticos Cuando un


sistema hiperestático sin cargas se somete a un cambio de temperatura, aparecen
esfuerzos en las barras (σ ≠ 0) y estas podrían o no deformarse dependiendo de
las posibilidades de movimiento que tengan sus extremos. Generalmente las
deformaciones de las barras ocasionan el movimiento de los nudos que no están
fijos.

3.6 Efectos de montaje


Durante la construcción de estructuras o sistemas mecánicos, algunos elementos
pueden ser fabricados ligeramente más grandes o pequeños. Estas diferencias de
longitud, pueden ser exprofesamente introducidas en el sistema para contrarrestar
el efecto de las cargas, para controlar el desplazamiento de los nudos, o
simplemente pueden haber sido el resultado de deficiencias constructivas.
Representaremos estas diferencias de longitud en los elementos con ∆m.
Como veremos a continuación, estas diferencias de longitud ∆m afectan a los
sistemas de manera diferente, dependiendo si son hiperestáticos o no.

Efectos de montaje en sistemas isostáticos


La figura muestra una estructura isostática con una barra que tiene una longitud
menor que la necesaria para alcanzar el apoyo. Para efectuar el montaje
(construcción) bastará con reacomodar las barras hasta hacerlas coincidir. Esto se
logrará desplazando el apoyo C hacia la izquierda.

53
Luego del montaje, la estructura queda sin esfuerzos ni deformaciones en sus
elementos, pero con un pequeño cambio de geometría, reflejado en el
desplazamiento de sus nudos.
Veamos ahora el caso de la armadura que se muestra a continuación. La barra
horizontal se fabricó más corta en una cantidad ∆m. Para efectuar el montaje
debemos girar las barras ligeramente hasta hacerlas coincidir (como los giros son
muy pequeños, los arcos se aproximan por líneas perpendiculares). Recién al final
de esta fase de montaje, el nudo B queda construido, ya que antes no existía. A
pesar que el nudo B queda ligeramente elevado, los elementos ni se han
deformado ni presentan esfuerzos.

Luego de construída la armadura, en una segunda fase se aplican las


solicitaciones (cargas y cambios de temperatura), los nudos se desplazan y en los
elementos aparecen esfuerzos y deformaciones. En esta fase, el movimiento de
los extremos de cualquier barra es igual al movimiento de los nudos a los que se
conecta, por tanto las deformaciones de los elementos y el desplazamiento de los
nudos satisfacen relaciones geométricas de compatibilidad.

54
Así como sucedió con esta armadura, en cualquier otro sistema isostático con
elementos que tienen diferencias de longitud ∆m, no aparecen esfuerzos ni
deformaciones adicionales a los producidos por las cargas y los cambios de
temperatura.

Efectos de montaje en sistemas hiperestáticos


En la armadura hiperestática mostrada en la figura, para poder unir las tres
barras, debemos estirar la barra horizontal en una cantidad ∆m hasta hacerla
alcanzar el nudo. En esta primera fase, (denominada fase de montaje o
construcción), sólo la barra con diferencia de longitud ∆m se deforma

Luego de montada la estructura, en una segunda fase se aplican las


solicitaciones (cargas, cambio de temperatura), los nudos se desplazan y
aparecen esfuerzos y deformaciones en los elementos. Como esta fase se inicia
con las barras ya conectadas en los nudos, las deformaciones correspondientes
en los elementos, pueden expresarse en función de los desplazamientos de los
nudos.

55
Por tanto, luego de construida y cargada una estructura, la deformación total (δ)
que experimenta una barra podrá obtenerse como la suma de la deformación
inicial de montaje (∆m) y la deformación ocasionada por el desplazamiento de
sus nudos, es decir:

En esta expresión, el signo de ∆m será positivo o negativo dependiendo si la


barra fue más corta o más larga (antes del montaje) respectivamente.
Aunque en la segunda fase no existieran solicitaciones (cargas, cambios de
temperatura), los nudos sí se desplazarán. Esto debido a que las barras
deformadas en la fase de montaje, tratarán de recuperar sus dimensiones
originales y, aunque no lo logren completamente, ocasionarán el movimiento de
los nudos a los que se conectan.
Por tanto, durante la construcción de un sistema hiperestático, los elementos con
diferencias de longitud ∆m, sí ocasionan en el sistema esfuerzos y deformaciones
adicionales a los producidos por las cargas y los cambios de temperatura.
El ejemplo que sigue muestra este efecto del montaje en una estructura
hiperestática muy sencilla.

56
Ejemplo: Sistema Hiperestático con carga axial y montaje

57
CAPITULO 4

TORSION
Podemos encontrar en la práctica de la ingeniería una serie de elementos
sometidos a torsión, como por ejemplo los ejes circulares macizos de transmisión,
las vigas rectangulares que forman balcones en las edificaciones, etc.

En el presente capitulo estudiaremos los esfuerzos y las deformaciones que se


presentan en elementos sometidos a torsión. Trataremos con elementos de
sección circular o rectangular y también con barras de pared delgada.
Supondremos que el material es linealmente elástico.

4.1 Torsión en barras rectas de sección circular


Analicemos los esfuerzos y las deformaciones producidos por un momento torsor
aplicado sobre un elemento de sección circular maciza o hueca. Para ello
tracemos en la superficie exterior del elemento las circunferencias y los segmentos
rectos que se muestran en la figura.

4.1.1 Análisis de Deformaciones


Luego de aplicar el momento torsor la barra se deforma. La figura que sigue
muestra el elemento con las deformaciones ampliadas para facilitar el análisis.

58
Al observar en detalle vemos que todas las circunferencias trazadas siguen
contenidas en el mismo plano transversal al que pertenecieron antes de la
aplicación del Momento Torsor. Por tanto, podemos decir que las secciones
transversales planas siguen siendo planas luego de la deformación, es decir que
en barras de sección circular no existe el fenómeno de alabeo.
Podemos observar también que la distancia entre dos secciones transversales (“s“
en la figura) permanece constante y que los radios de las secciones transversales
permanecen rectos y no cambian de longitud.
Esto nos lleva a afirmar que no existen deformaciones lineales longitudinales ni
radiales en el elemento. En cambio, si observamos la superficie lateral de la barra,
vemos que los ángulos formados por los segmentos rectos y las circunferencias
han cambiado, indicando que la aplicación del momento torsor ha ocasionado
deformaciones angulares
Consideremos ahora un elemento diferencial de longitud dx y radio r, menor que el
radio exterior (R).
Al aplicar el momento torsor, la sección de la derecha gira respecto de la sección
izquierda un ángulo dφ y se produce la deformación angular, γ

Podemos relacionar dφ y γ por medio del arco HJ como:

por lo tanto :

59
o

4.1.2 Análisis de esfuerzos


Las deformaciones angulares producidas por el momento torsor vienen
acompañadas de esfuerzos cortantes que, en cada punto de la sección transversal
siguen la dirección perpendicular al radio respectivo “r”.
Para satisfacer el equilibrio diferencial en cada punto, deberá existir un esfuerzo
cortante en dirección longitudinal, numéricamente igual al esfuerzo en la sección
transversal. La figura que sigue muestra ambos esfuerzos.

Como se ha supuesto que el material sigue la Ley de Hooke, el esfuerzo cortante


en la sección transversal, a una distancia “r” del eje del elemento será:

Tomando ahora un elemento diferencial de área dA a una distancia r del eje del
elemento, el diferencial de fuerza será:

y el diferencial de momento torsor correspondiente:

60
Luego, integrando:

Tendremos

Luego, para un punto cualquiera de la sección ubicado a una distancia r del centro
tendremos:

Esta expresión nos muestra que, el esfuerzo cortante en un punto de la sección es


directamente proporcional a la distancia del punto al centro de la sección. Por
tanto el esfuerzo cortante será cero en el centro y tendrá un valor máximo en los
puntos más alejados de éste.

Podemos plantear también:

61
ó que:

Luego, la distribución de esfuerzos cortantes a lo largo de un diámetro para una


sección transversal circular maciza será:

Y la distribución de esfuerzos para una sección transversal circular hueca será:

Potencia
Ejes de transmisión
Es común encontrar ejes circulares de transmisión de potencia a los cuales se les
aplica un momento torsor a través de motores o máquinas.Si se define la Potencia
como el trabajo realizado por unidad de tiempo, y el trabajo generado por un
momento torsor como T.d θ , entonces:

Donde ω es la velocidad angular y f es la frecuencia


Las unidades de potencia más comúnmente usadas son los Watts, y los caballos
de fuerza (horse power).

62
1 Watt= 1N·m/s
1 hp = 550 pies·libra/s

4.1.3 Ángulo de giro debido a torsión

Hemos deducido que:

Por tanto:

Luego

Finalmente, el ángulo de torsión entre dos secciones transversales A y B se


calculará como:

En el caso en el que una de las dos secciones no pueda girar, como por ejemplo si
la sección A es un empotramiento, entonces:

Si el momento torsor es constante entre A y B, y la sección transversal también,


entonces:

63
Ejemplo: Torsión en elementos de sección circular

Ejemplo: Torsión en sistema isostático con engranajes

64
Comparación entre carga axial y torsión en barras de sección circular
Es posible hacer algunas analogías entre las fórmulas encontradas para los casos
de un elemento sometido a una carga axial P y un elemento de sección circular
sometido a un momento torsor T.

Carga axial Torsión en barras de sección circular

Rango linealmente elástico Rango linealmente elástico

Como se puede apreciar, las pendientes de las rectas de subida de las gráficas
σ vs. ε y τ vs. γ son E y G respectivamente, cumpliéndose en el rango
linealmente elástico:

Asimismo, para el cálculo de la deformación axial y el ángulo de giro en el extremo


B, hemos encontrado:

65
Si la sección transversal es constante:

Sección constante Sección constante

4.2 Torsión en barras rectas de sección no circular

Estudiaremos ahora el fenómeno de torsión en elementos de sección rectangular y


en elementos de pared delgada.
Al someter a torsión a una barra de sección no circular, vemos que sus secciones
transversales, inicialmente planas, no se mantienen planas luego de la
deformación.
Este fenómeno se conoce como el alabeo de la sección transversal.

Sección alabeada

66
El análisis de los esfuerzos y las deformaciones en el caso de secciones no
circulares es bastante complejo y escapa al alcance de este texto. Sin embargo,
es posible conocer la distribución de esfuerzos en ciertas regiones y obtener los
valores máximos como se ve en este acápite.
En la superficie exterior de la barra mostrada no existen esfuerzos cortantes, por
tanto en la sección transversal, los esfuerzos normales al borde deben ser nulos
(τ n= 0) y sólo pueden existir esfuerzos cortantes paralelos al borde (τ t).

Para el caso de una sección rectangular, el esfuerzo cortante en cualquier esquina


de la sección debe ser nulo, ya que no pueden existir esfuerzos en ninguna de las
dos direcciones normales al borde.

67
4.2.1 Analogía de la membrana
Existe un paralelo físico entre el problema de torsión y el de una membrana
sometida a presión uniforme, colocada sobre una plancha que tiene una
perforación igual a la sección transversal en estudio.

El paralelo es el siguiente:
• El esfuerzo cortante en un punto P (y, z) de la sección transversal (τ) es
proporcional a la pendiente máxima de la membrana en el punto
correspondiente. En la figura τ es proporcional a tang φ.

• El esfuerzo cortante en un punto P (y, z) tiene la dirección de la tangente


horizontal de la membrana en P. Es decir τ es paralelo a ǖ en la figura.

• El momento torsor es proporcional al volumen encerrado entre la membrana y


la superficie horizontal que ocupaba inicialmente.

68
4.2.2 Esfuerzos y deformaciones en una sección rectangular
Usemos la analogía de la membrana para estudiar la distribución de esfuerzos
cortantes en un elemento de sección rectangular, de lados a y b. La figura muestra
el elemento en torsión y la forma que toma la membrana respectiva.

En la membrana se han resaltado 3 curvas que corresponden a su intercepción


con los planos verticales que pasan por el eje y, por el eje z y por la diagonal. El
detalle de estas curvas se muestra a continuación.

Se observa que al centro de la membrana y en las esquinas no hay inclinación,


por tanto en estos puntos el esfuerzo cortante será nulo. También como α1 > α2 el
esfuerzo a la mitad del lado más largo será mayor que el correspondiente al lado
más corto. La figura que sigue muestra la distribución de esfuerzos sobre los ejes,
la diagonal y los lados de la sección.

69
Empleando la teoría de la elasticidad puede demostrarse que:

Donde c1, c2 y c3 son funciones de a/b como se muestra en la tabla siguiente:

Para T, a, b y G constantes, tendremos:

Para un elemento de sección rectangular muy alargada (a/b → ∞) podemos asumir


que c1 = c2 = 1/3 y c3 =0.74

70
Denominando ahora “t” al espesor y suponiendo que el momento torsor se
mantiene constante a lo largo de la longitud “L” del elemento, tendremos:

4.2.3 Elementos de pared delgada

Denominados también perfiles de pared delgada. Son elementos en los cuales el


espesor “ t ” de la pared es comparativamente mucho menor que las otras
dimensiones de la sección transversal.
Los perfiles se pueden clasificar en perfiles abiertos y cerrados. Estudiaremos a
continuación ambos tipos.

Perfiles abiertos desarrollables

Son aquellos que pueden transformarse en elementos de sección rectangular muy


alargada con sólo modificar la forma de la línea media de la sección.
La figura muestra la sección transversal de tres perfiles desarrollables de espesor
“t ” y longitud de línea media “l “.

Estos tres perfiles pueden abrirse (desarrollarse) hasta obtener un elemento de

71
sección rectangular alargada como se muestra en la figura.

Si construimos las membranas para los tres perfiles mostrados y para el perfil
rectangular alargado correspondiente, veremos que todas las membranas adoptan
una forma del tipo parabólico en cualquier espesor “ t ” alejado de los extremos.
Por tanto, el esfuerzo cortante tendrá una distribución casi lineal en el espesor “t “,
con un valor cero en la línea media y valores máximos en los extremos.

Dada la similitud referida para la forma que adoptan las membranas, el esfuerzo
cortante máximo de un perfil desarrollable se puede obtener con la expresión
empleada para un perfil rectangular alargado. Es decir:

Y si además, el momento torsor se mantiene constante a lo largo de la longitud “L”


del elemento, el giro relativo entre sus extremos se calculará como:

72
Perfiles abiertos compuestos
Son elementos formados por varios perfiles de sección alargada, unidos de tal
manera que el perfil resultante ya no puede desarrollarse en un rectángulo único.
Empleando la analogía de la membrana veremos que, para los perfiles
componentes es posible asumir un comportamiento similar al de elementos
independientes de sección rectangular alargada.


Por tanto, la relación entre el giro y el torsor de cada perfil componente se puede
expresar como:

ó
Ya que el momento torsor “T” es resistido por la acción conjunta de todas las
partes tendremos:

y como el giro es único para todos los perfiles componentes:

Luego, el esfuerzo máximo en cada parte componente se calculará como:

ó reemplazando la expresión encontrada para φ tendremos:

73
Perfiles cerrados
Son elementos tubulares de pared delgada con sección transversal cerrada. La
figura muestra la sección transversal de 3 perfiles cerrados.

Al construir la membrana para cualquiera de estos perfiles, vemos que en cada


espesor “t“, la membrana luce prácticamente como una línea recta. Por tanto en
cada espesor el esfuerzo cortante será prácticamente constante y paralelo a la
línea media.

74
Flujo de corte (q)
Tomemos un elemento diferencial con espesor variando de “t1“ a “t2“ en un
segmento de la línea media. La figura que sigue muestra este elemento junto a las
fuerzas que recibe.

Planteando equilibrio de fuerzas en el eje X tendremos:

En general, el producto del esfuerzo cortante por el espesor es un valor constante


al que llamaremos flujo de corte y representaremos por q.
Dado que en cada espesor “ t “ los esfuerzo son paralelos a la línea media, el flujo
de corte puede interpretarse como una fuerza por unidad de longitud, que va
recorriendo la línea media con valor constante.

Es evidente que como el flujo es constante, τ será máximo donde t sea mínimo.
Planteando la equivalencia entre el torsor aplicado “ T ” y el torsor resultante del
flujo distribuido, se obtienen las siguientes relaciones:

ó y

75
En estas expresiones, Â es el área encerrada por la línea media, como se ve en la
figura que sigue.

En cuanto al giro de torsión puede demostrarse que:

donde

se evalúa a lo largo de toda la linea media

76
Ejemplo: Torsión en elementos de sección no circular

Ejemplo: Comparación de torsión: sección abierta y cerrada

77
4.3 Sistemas hiperestáticos en torsión

Como se recordará, para resolver cualquier sistema hiperestático es necesario


recurrir además de las ecuaciones de equilibrio, a las relaciones geométricas
propias del sistema (ecuaciones de compatiblidad) e incorporar las relaciones
esfuerzo deformación de los elementos (leyes constitutivas).
Luego de plantear y resolver el juego de ecuaciones de equilibrio, compatibilidad y
leyes constitutivas, el análisis de esfuerzos en las secciones transversales puede
hacerse con las expresiones presentadas a lo largo de este capítulo.

Ejemplo: Torsión en sistema hiperestático

78
CAPITULO 5
FUERZAS DE CORTANTE Y MOMENTO FLECTOR

5.1 Introducción
La figura muestra un elemento recto en equilibrio bajo la acción de cargas
perpendiculares a su eje. En cada sección transversal de este elemento, las
cargas actuantes junto a las reacciones producen un momento flector y una fuerza
cortante. Si las cargas actúan en un plano de simetría este problema se conoce
como flexión plana o flexión transversal.

En este capítulo se estudian las deformaciones y esfuerzos que se producen en


las secciones transversales de un elemento por efecto del momento flector y la
fuerza cortante. También se desarrollan procedimientos para determinar la forma
que adquiere el eje longitudinal de un elemento sometido a cargas transversales.

5.2 Características de los elementos y las cargas


Trataremos con elementos construidos de materiales linealmente elásticos tanto
para esfuerzos normales como para esfuerzos cortantes.

79
Estudiaremos elementos rectos que tienen un plano de simetría y cuya longitud es
considerablemente mayor que las dimensiones de la sección transversal.
Emplearemos el eje x para el eje longitudinal del elemento y el plano xy para el
plano de simetría como se muestra en la figura.

Las cargas actúan en el plano de simetría del elemento o simétricamente respecto


a éste.

5.3 Esfuerzos y deformaciones producidos por flexión

5.3.1 Flexión pura


Para cierta disposición de cargas, algunos tramos de los elementos que las
soportan están sometidos exclusivamente a momento flector. Este caso se suele
llamar flexión pura y nos servirá para iniciar el estudio de las deformaciones y
esfuerzos que se producen por flexión.
Por ejemplo la viga mostrada en la figura, soporta dos cargas equidistantes de los

80
extremos y tiene su tramo central (tramo BC) sometido exclusivamente a un
momento flector constante M= P.d (V= 0).

5.3.2 Análisis de deformaciones


Flexión
En la superficie de la viga del ejemplo anterior se ha trazado una cuadrícula para
observar la deformación que producen las cargas aplicadas. En esta cuadrícula se
resaltan dos segmentos longitudinales “a” y “b” para estudiar sus deformaciones
luego de aplicadas las cargas. En la figura se muestra la viga antes y después de
la aplicación de las cargas.

Analicemos una pequeña porción del tramo central de la viga sometido a flexión
pura.

81
Se aprecia que el segmento longitudinal “a” de la superficie superior se ha
acortado, al igual que todos los segmentos longitudinales de esta superficie. Es
decir en la superficie superior observamos que la deformación unitaria en x es
negativa, εx > 0.
En cambio el segmento “b” de la superficie inferior se ha alargado como también
lo han hecho todos los segmentos longitudinales de esta superficie, es decir en
esta superficie la deformación unitaria en el eje x es positiva, εx < 0.
A diferencia de los dos segmentos anteriores, existe un segmento “c” que no se
deforma, es decir εx = 0. De igual manera tampoco existe esta deformación en
toda la superficie que contiene al segmento “c” y que es paralela a las superficies
superior e inferior. Esta superficie se denomina superficie neutra y la intersección
de esta superficie con una sección transversal se llama el eje neutro de la
sección.

Vemos que las deformaciones longitudinales, εx, varían con la posición del
segmento considerado respecto de la superficie neutra. Estudiemos ahora la

82
geometría del problema para establecer la ecuación de variación correspondiente.
Observemos las secciones transversales extremas de la porción de viga en
estudio.

Vemos que las secciones transversales permanecen planas luego de la


deformación
(hipótesis de Navier) y que los planos que las contienen sólo se han inclinado
formando un ángulo dθ e intersectándose en un eje.
La distancia desde el eje de intersección de los planos que contienen las
secciones transversales extremas hasta la superficie neutra se conoce como radio
de curvatura y se denota por ρ. En este capítulo trataremos sólo con elementos
cuyas dimensiones de la sección transversal son significativamente menores que
el radio de curvatura.

El inverso del radio de curvatura se denomina curvatura de la viga

Fijemos ahora un sistema cartesiano en la sección transversal. Ubiquemos el


origen en la intersección del eje neutro y el plano de simetría y estudiemos la
deformación longitudinal que se produce en una superficie paralela a la superficie
neutra cuya posición se mide por la coordenada “y”.
En la figura que sigue se muestra la superficie neutra y la superficie en estudio
junto a dos segmentos longitudinales. El segmento AB está contenido en la
superficie neutra y el segmento CD está en la superficie en estudio. La figura
muestra los segmentos antes y después de la deformación.

83
Antes de la deformación los dos segmentos tienen la misma longitud, es decir

Luego de la deformación, el segmento , inicialmente recto, se ha transformado


en un arco de circunferencia pero conserva su longitud inicial ya que está
contenido en el plano neutro. Por tanto, su longitud inicial también puede
expresarse en función del radio de curvatura y el ángulo dθ como

Como antes de la deformación los segmentos y son de igual longitud,


podemos expresar la longitud inicial de como:

En cambio el segmento luego de la deformación, además de haber adquirido


la forma de un arco de circunferencia, se ha acortado y su nueva longitud, final

, se puede expresar en función del radio de este arco, ρ − y, y el ángulo dθ como:

Con las longitudes final e inicial del segmento, determinamos ahora su


deformación unitaria, como:

84
Es decir εx varía linealmente con la distancia medida a la superficie neutra.
Un segmento paralelo al eje neutro se suele denominar fibra de la sección
transversal. Todos los puntos de una fibra equidistan del eje neutro y por tanto
tienen la misma deformación longitudinal, que se determina también por la
expresión anterior.
La figura muestra la variación de la deformación εx para momento positivo y
negativo.

Hemos visto que el momento flector causa deformaciones longitudinales εx y por


tanto acompañando a estas deformaciones existirán esfuerzos normales a la
sección transversal σx.

5.3.3 Análisis de Esfuerzos


Conociendo la deformación unitaria a una altura “y” del eje neutro, y empleando la
Ley de Hooke, podemos ahora expresar el esfuerzo normal correspondiente como:

85
Esta expresión nos indica que el esfuerzo normal σx varían linealmente con la
coordenada “y” y es inversamente proporcional al radio de curvatura. La figura
muestra esta distribución de esfuerzos.

Del análisis hasta aquí desarrollado podemos reconocer intuitivamente la directa


relación entre el momento flector actuante y los esfuerzos normales en la sección
transversal. Podemos ver que cuando no existe un momento flector aplicado,
tampoco existirán esfuerzos normales y también podemos percibir que los
esfuerzos serán elevados en la medida que el momento flector también lo sea. A
continuación se estudia esta relación entre el momento flector actuante y los
esfuerzos normales que produce.
La sección en estudio se encuentra sometida exclusivamente a un momento
flector que, representado vectorialmente, resulta perpendicular al plano de simetría
del elemento, plano xy, y por tanto paralelo al eje z. Este momento flector se
representa por Mz.

Como estamos tratando el caso de flexión pura, las demás fuerzas internas en la
sección serán nulas, es decir:

86
Para una sección transversal los esfuerzos normales pueden interpretarse como
un sistema de fuerzas distribuidas, que debe ser estáticamente equivalente al
juego de fuerzas internas en esta sección.
Para el caso de flexión pura, la fuerza resultante del sistema distribuido debe ser
nula en la dirección x, ya que no existe fuerza normal en la sección transversal.
También la resultante de momentos del sistema distribuido, debe ser un momento
único en z, igual al momento flector actuante Mz.

Hemos convenido en instalar el sistema cartesiano ubicando el eje z sobre el eje


neutro de la sección, pero no conocemos aún la ubicación de este eje neutro.
Empleemos la equivalencia de fuerzas en x para determinar esta ubicación
La figura muestra un diferencial de área de la sección transversal, dA, junto al
diferencial de fuerza actuante sobre ella, dF=σx dA, donde:

La fuerza resultante del sistema distribuido de esfuerzos sobre toda el área de la


sección transversal, en la dirección del eje x se calculará como:

Como en la sección E y ρ son constantes, tendremos:

87
La integral constituye el momento estático del área de la sección transversal
respecto al eje z. Sustituyendo esta integral por el producto del Area de la sección
(A) por la distancia de su centro de gravedad al eje z ( y ) tendremos:

Como esta resultante debe ser igual a la fuerza normal actuante que es nula
(Rx=0) tendremos:

y además como E, ρ y A son diferentes de cero tendremos:

Es decir la distancia del centro de gravedad de la sección transversal al eje z es


nula y por tanto el eje z debe ser un eje centroidal.
Como además el eje y es un eje de simetría, los ejes y y z además de centroidales
son también principales.
Calculemos ahora el momento resultante respecto al eje z del sistema de
esfuerzos distribuidos. Un diferencial de fuerza, dF=σx dA, a una distancia “y”
producirá un diferencial de momento resultante igual a

Por tanto el momento resultante de todo el sistema de esfuerzos será:

y como E y ρ son constantes tendremos:

Como la integral constituye el momento de inercia de la sección transversal


respecto al eje z, Iz, tendremos:

88
Como este momento resultante debe ser igual al momento flector en z que actúa
en la sección transversal, Mz, tendremos:

de donde podemos expresar el radio de curvatura como:

Como se ve el radio de curvatura es inversamente proporcional al momento flector


en la sección. Por ejemplo en la viga que se muestra en el figura, el momento
flector varía desde cero en el extremo libre, hasta un valor máximo en el
empotramiento, por tanto, el radio de curvatura será máximo en el extremo libre
( ρ = ∞ ) , y variará hasta su menor valor en el empotramiento.

Hemos logrado expresar el esfuerzo normal en función del radio de curvatura


como:

Al sustituir en esta igualdad, la expresión encontrada para el radio de curvatura,


tendremos finalmente:

5.3.4 Esfuerzos máximos y módulos de sección


Como se deduce de la expresión anterior, los esfuerzos normales producidos por

89
flexión son proporcionales a la distancia al eje neutro (coordenada y). Por tanto,
los esfuerzos máximos de tracción y compresión se encontrarán en las fibras más
alejadas del eje neutro dentro de la respectiva zona de tracción o compresión.
La figura que sigue muestra dos secciones en flexión, la primera sometida a un
momento flector positivo y la segunda bajo la acción de un momento negativo. En
ambos casos se indican las distancias de las fibras más alejadas en tracción y
compresión.

También en ambos casos, los valores máximos del esfuerzo normal en las fibras
más alejadas en tracción y compresión se determinan por las siguientes
expresiones:

Estos valores máximos del esfuerzo normal, se pueden expresar también en


función del llamado Módulo de sección, S, que se define como el cociente entre
el momento de inercia de la sección Iz y la distancia a la fibra más alejada.
Dependiendo de si se trata de la fibra más alejada en tracción o compresión,
tendremos las siguientes expresiones para calcular el módulo respectivo:

Como se deduce de estas expresiones, los módulos de sección dependen


exclusivamente de la forma de la sección transversal.
Empleando las expresiones anteriores, los esfuerzos máximos de flexión se
expresan como:

En la deducción de las expresiones hasta aquí obtenidas en el presente capítulo,


se supuso la presencia exclusiva de un momento flector (caso de flexión pura). Sin

90
embargo, tal como se explica en acápites posteriores, todas las expresiones
encontradas son igualmente válidas cuando además del momento flector existe
una fuerza cortante, con la condición de que las dimensiones de la sección
transversal sean significativamente menores que la longitud del elemento.

Viga en flexión

5.3.5 Deformaciones en la sección transversal


Tal como se estudió en los acápites anteriores, cuando en una sección transversal
actúa exclusivamente un momento flector en el eje z, (Mz), se producen
esfuerzosnormales exclusivamente en la dirección del eje x. Estos esfuerzos se
relacionan con el módulo de elasticidad del material y el radio de curvatura como:

Acompañando estos esfuerzos, están las deformaciones unitarias en la dirección


del eje x, las mismas que se expresan por:

debido al efecto Poisson existen también deformaciones unitarias en las


direcciones y y z ,que se expresan como:

Como se puede notar ambas deformaciones varían con la coordenada y, es decir


con la distancia al eje neutro.

91
Debido a la deformación unitaria en la dirección del eje z, cada segmento de la
sección transversal paralelo a este eje, cambia de longitud y este cambio depende
también de la distancia al eje neutro.
Así tal como se muestra en la figura, cuando actúa un momento flector positivo,
los segmentos por encima del eje neutro crecen y los segmentos por debajo de
este eje se acortan, siendo el eje neutro el único segmento que conserva su
longitud original.
Como los segmentos de la sección transversal paralelos al eje z cambian su
longitud de acuerdo a su distancia al eje neutro, la seccion completa se curva en
su propio plano. Esta curvatura se denomina curvatura anticlástica y el radio
correspondiente se denota por ρ’.

Expresemos ahora la deformación εz en función del cambio de longitud del


segmento EF mostrado en la figura.

La longitud inicial del segmento EF es igual a la longitud final del segmento GH

92
ya que éste no cambia de longitud por estar sobre el eje neutro, por tanto:

Por otro lado, la longitud final de EF se puede expresar como:

por tanto

Se dedujo también que:

Por tanto al igualar ambas expresiones para εz , podemos relacionar la curvatura


anticlástica y la curvatura en el plano de simetría por la siguiente expresión:

5.4 Deflexiones
Flechas
La figura muestra un elemento con un plano de simetría en el que actúan cargas
perpendiculares a su eje.

93
Por efecto de estas cargas, el elemento se deforma de manera tal que cualquier
punto en una sección transversal entre los apoyos, se desplaza prácticamente
paralelo a las cargas. Estos desplazamientos se denominan las deflexiones o las
flechas del elemento. En la viga mostrada, las cargas verticales actuando en el
plano de simetría de la viga, hacen que las secciones transversales se desplacen
verticalmente. Generalmente las flechas son muy pequeñas pero en las figuras las
representaremos amplificadas para una mejor comprensión.
Antes de aplicar las cargas, la superficie neutra se encuentra contenida en un
plano horizontal; luego de la aplicación de cargas, la superficie neutra se
transforma en una superficie curva.

5.4.1 La curva elástica


Como las deformaciones verticales εy en la sección transversal son sensiblemente
menores que las deformaciones longitudinales, εx, todos los puntos de una
sección transversal tienen prácticamente el mismo desplazamiento vertical. Por
tanto, el desplazamiento de la superficie neutra permite representar el
desplazamiento de todo el elemento.
Por otro lado, como las deformaciones εz son considerablemente menores que las
deformaciones longitudinales, prácticamente no existe movimiento horizontal
dentro de una sección transversal. Por tanto, bastará con elegir una curva en la
superficie neutra como representativa de la deformación de toda la viga. Esta

94
curva se denomina la curva elástica y por simplicidad se elige como la
intersección del plano de simetría con la superficie neutra. De este modo, la curva
elástica queda conformada por los centros de gravedad de todas las secciones
transversales que forman la viga.

Matemáticamente, la curva elástica o simplemente la elástica, se representa por


su ecuación en el plano de simetría. Si representamos el eje de las deflexiones por
v, la curva elástica quedará definida por una función v(x), que dependerá también
de las cargas aplicadas y las propiedades mecánicas de la viga.

5.4.2 Ecuación diferencial de la curva elástica


La elástica es una curva plana, contenida en el plano x-v, y por tanto su curvatura
se expresa como:

En un elemento en flexión, las flechas son valores muy pequeños en comparación


a la longitud del elemento y por tanto las rectas tangentes a la curva forman
ángulos muy pequeños con el eje x.

95
Ya que el ángulo que forman las rectas tangentes con el eje horizontal es
reducido, la tangente correspondiente (dv/dx) elevada al cuadrado se puede
considerar igual a cero, es decir

Por tanto, la curva elástica puede aproximarse razonablemente bien para fines
prácticos por la siguiente expresión:

Por otro lado, se encontró que la curvatura y el momento flector en una sección
transversal, se relacionan como:

Así, igualando las dos últimas expresiones tendremos:

Esta ecuación se conoce como la ecuación diferencial de la curva elástica.

5.4.3 Determinación de la curva elástica


La ecuación diferencial de la curva elástica, se puede resolver empleando
integraciones sucesivas.
Recordemos en primer lugar que, si dos funciones tienen sus derivadas iguales,
digamos por ejemplo que si f’(x) = g’(x), entonces las funciones sólo difieren en
una constante. Así, al integrar la igualdad indicada como ejemplo, obtendríamos
f(x) = g(x) + constante.
De este modo, integrando ambos miembros de la ecuación diferencial de la curva
elástica tendremos:

es decir:

donde c1 es la constante de integración.


Como ya se indicó, las rectas tangentes a la elástica forman ángulos muy
pequeños con el eje x, y por tanto podemos aproximar la tangente de estos
ángulos por el ángulo mismo. Si representamos con θ(x) al ángulo de giro de la
curva elástica, podemos aceptar con suficiente precisión que:

96
De este modo

Finalmente integrando una vez más esta expresión podemos obtener la ecuación
misma de la curva elástica. Así:

es decir

Las constantes c1 y c2, introducidas en el proceso de doble integración se


determinan considerando las condiciones de apoyo de la viga. Por ejemplo en un
extremo empotrado tanto la flecha como el ángulo de giro son nulos. En un apoyo
simple, la flecha es nula pero el giro puede no serlo. La figura que sigue resume
algunas condiciones de apoyo que servirán para determinar las constantes de
integración.

Generalmente interesa conocer los valores máximos de las deflexiones con el fin
de no exceder ciertos límites pre-establecidos. Como ejemplo, a continuación se
determina la elástica de una viga en voladizo sometida a una carga en su extremo
libre y luego se establecen los valores máximos de la flecha y del ángulo de giro.

La figura muestra una viga en voladizo, de sección constante (EI = constante) y


longitud L, sometida a una carga P en su extremo libre. Encontraremos la
ecuación de la curva elástica empleando el sistema de coordenadas que se
muestra también en la figura.

Para obtener el momento flector como función de x, M(x), consideramos el


equilibrio de momentos del tramo AC que se muestra aislado en la figura.

97
Luego, la ecuación diferencial de la curva elástica será:

integrando una vez tendremos:

Luego de esta primera integración, si no se conoce el valor del giro en una


determinada posición, la determinación de la constante de integración se posterga
hasta después de efectuada la segunda integración.

En este caso, si es posible determinar la constante c1 luego de esta primera


integración, gracias a que conocemos que el giro es nulo en el empotramiento, es
decir θ=0 para x = L. Por tanto, reemplazando estos valores en la expresión
anterior, tendremos:

De donde

Luego

98
I
Integrando por segunda vez tendremos:

La constante c2 se determina empleando la condición de que la flecha es nula en


el extremo derecho, es decir v=0 para x = L, por tanto:

De donde

Finalmente la ecuación de la curva elástica será:

Los valores máximos del giro y la fecha, corresponden al extremo libre de la viga,
por tanto sustituyendo x=0 en las expresiones encontradas para el giro y la
elástica tendremos:

99
Ejemplo: Sistema isostático en flexión

Ejemplo: Ejemplo: Sistema hiperestático en flexión (1)

100
Ejemplo: Sistema hiperestático en flexión (2)

101
5.5 Carga transversal en barras de sección simétrica
Es frecuente encontrar elementos unidimensionales que tienen un plano de
simetría y que están sometidos a cargas simétricamente aplicadas respecto a este
plano. En cualquier sección de estos elementos se pueden presentar
exclusivamente un momento flector y una fuerza cortante, acciones que en
conjunto se denominan flexión simple.

Como se recordará, la relación para estas fuerzas internas es:

con V y M positivos como aparecen en la figura anterior

En la sección transversal se presentan esfuerzos normales σ producidos por el


momento flector M y esfuerzos cortantes τ causados por la fuerza cortante V.

Como se verá en este acápite, en la sección transversal los esfuerzos cortantes


varían en dirección e intensidad, dando lugar a distorsiones angulares que hacen
que la sección transversal ya no esté contenida en un plano luego de la
deformación.

Sin embargo para elementos de dimensiones convencionales, las distorsiones

102
angulares producidas por los esfuerzos cortantes suelen ser pequeñas y la
sección transversal prácticamente sigue siendo plana luego de la deformación. Por
esta razón se acepta que la presencia de esfuerzos cortantes no modifica
sustancialmente la distribución de esfuerzos normales producidos en flexión pura.
En este acápite se estudia la distribución de los esfuerzos cortantes producidos en
la sección transversal por la acción de fuerzas cortantes. Descubriremos en primer
lugar la presencia de esfuerzos de corte en el interior del elemento que siguen la
dirección longitudinal de éste (eje x).

5.5.1 Flujo y esfuerzo cortante longitudinal


Flujo de corte
Para iniciar el estudio usaremos como ejemplo una viga de 6 m. de longitud con
sección rectangular de base 25 cm. y altura 60 cm. Sobre la viga actúa una carga
P= 18 ton a 4 m. del apoyo izquierdo.

Aislemos ahora una porción de viga de 50 cm. de longitud en la dirección X-X,


ubicada entre dos secciones transversales distantes del apoyo izquierdo 2 m y 2.5
m respectivamente. Veamos a continuación el diagrama de cuerpo libre de esta
porción.

103
Debido a los momentos flectores en los extremos de esta porción de viga, se
producen esfuerzos normales cuya distribución aparece en la figura que sigue y
cuyos valores máximos son para la sección izquierda:

σ = (12x105 kg cm) * (30 cm) / 450000cm4 = 80 kg/cm².

y para la sección derecha

σ = (15x105 kg cm) * (30 cm) / 450000cm4 = 100 kg/cm².

Separemos ahora la porción en estudio en dos partes mediante un plano


horizontal a 15 cm por debajo de la cara superior de la viga. Encontraremos que
los esfuerzos normales en el extremo inferior de la parte aislada serán 40 kg/cm² y
50 kg/cm².

Calculemos ahora las fuerzas resultantes correspondientes a los esfuerzos en


ambas caras de la parte superior aislada, consideremos como positivo el sentido
positivo del eje x. En la cara izquierda

104
y en la cara derecha

Como la parte superior está en equilibrio, las fuerzas F1 y F2 deberán estar


acompañadas de una tercera fuerza, F, que se desarrolla en la superficie de
contacto entre las partes horizontalmente aisladas. Planteando equilibrio de
fuerzas en x para la parte superior aislada:

, entonces

Esta fuerza F constituye la fuerza cortante longitudinal que actúa en la superficie


de contacto sobre la parte superior. Por el principio de acción y reacción aparecerá
una fuerza de la misma magnitud pero de sentido contrario actuando sobre la
parte inferior.
El cociente entre esta fuerza F y la longitud en la dirección x en la que se
desarrolla, se conoce como flujo de corte longitudinal y se representa por "q".

Para el ejemplo:

El producto “qx1” será la fuerza que se desarrolla en una unidad de longitud, por
tanto podemos calcular el esfuerzo cortante promedio longitudinal dividiendo esta
fuerza (qx1) entre el área en la que se desarrolla (1x25):

105
Como se vio, la diferencia de fuerzas normales en los extremos de la porción en
estudio origina esfuerzos cortantes longitudinales. Esta diferencia de fuerzas se
debe exclusivamente a que los momentos flectores en los extremos no son iguales
debido la presencia de una fuerza cortante (recuerde que V = dM / dx). Por tanto,
siempre que exista fuerza cortante, existirán esfuerzos cortantes longitudinales.

Deseamos obtener ahora expresiones para el flujo de corte y el esfuerzo cortante


en una superficie longitudinal arbitraria. La figura muestra la porción de un
elemento entre dos secciones transversales separadas una distancia “dx”. En
estas secciones extremas, los momentos flectores son M y M+dM y por tanto sus
volúmenes de esfuerzos son diferentes

Para calcular los esfuerzos en la superficie genérica ABA’B’ consideremos el


equilibrio del volumen sombreado asumiendo como positivo el sentido positivo del
eje x. En las caras izquierda y derecha de esta porción aislada, actúan esfuerzos
normales cuyas resultantes representaremos por F1 y F2 respectivamente. Como

106
en general estas fuerzas tienen magnitud diferente, el volumen aislado estará en
equilibrio debido a una tercera fuerza F:

F1+ F2 + F = 0

F1 y F2 deben calcularse por integración de los volúmenes de esfuerzos en las


caras respectivas. Al calcular F1 debemos considerar que los esfuerzos de
tracción en la cara izquierda producen fuerzas diferenciales en dirección negativa
del eje x, y que los esfuerzos de compresión producen fuerzas positivas en x, por
tanto

luego

La integral ∫ y dA constituye el momento estático (Q) respecto del eje neutro de la


zona achurada mostrada en la figura, luego

107
Para calcular la fuerza F2, debemos considerar que las fuerzas diferenciales son
del mismo signo que los esfuerzos normales que los producen, es decir

dF2= σ da
entonces:

Como F1+ F2 + F = 0

tendremos que:

Si dividimos esta fuerza longitudinal entre la dimensión “dx” en la que se


desarrolla, obtenemos flujo de corte longitudinal (q):

recordando que dM/dx = V, obtenemos finalmente:

En esta expresión q es la fuerza por unidad de longitud que actúa sobre la parte
aislada y es positiva si sigue la dirección positiva del eje x.

108
Si representamos por "s” a la longitud de la línea de contacto entre la zona
sombreada y el resto de la sección transversal, podemos calcular el esfuerzo
cortante longitudinal dividiendo la fuerza "qx1" entre el área en que se distribuye
(1xs):

Tanto el flujo de corte como el esfuerzo cortante longitudinales que se obtuvieron


para la parte aislada, se presentarán también con la misma magnitud pero con
sentido contrario actuando sobre el resto de la viga en la superficie de contacto.

Para la figura si hubiésemos aislado la porción de la derecha, habríamos obtenido


un momento estático (QD) del mismo valor absoluto que el de la izquierda (QI)
pero de signo contrario (ya que QD+ QI = 0). Por tanto habríamos obtenido así un
flujo sobre la derecha en sentido contrario.

109
5.5.2 Esfuerzos cortantes en la sección transversal
Como se vio en la sección anterior, la fuerza cortante V produce esfuerzos de
corte longitudinales. La figura muestra estos esfuerzos cortantes en una superficie
longitudinal horizontal.

Observemos lo que ocurre en un elemento diferencial en la intersección de las


superficies longitudinales con la sección transversal. Vemos que los esfuerzos
cortantes longitudinales están acompañados de esfuerzos cortantes en la sección
transversal, los mismos que por equilibrio, son de igual magnitud y con el sentido
mostrado en la figura.

Por tanto, el esfuerzo cortante en la sección transversal en el segmento horizontal


AB se calcula también como:

110
De manera similar si analizamos los esfuerzos cortantes en una superficie
longitudinal vertical de la viga mostrada en la figura que sigue, vemos que también
se presentan esfuerzos cortantes en la sección transversal, los mismos que se
calculará con la expresión anterior.

El esfuerzo cortante en los segmentos AB de las secciones anteriores varía tanto


en dirección como en magnitud. Sin embargo, en la mayoría de casos la variación
no es significativa y por tanto el valor calculado con la expresión anterior es un
valor promedio representativo del segmento.

111
5.5.2.1 Esfuerzos cortantes en la sección transversal de elementos sólidos
Analicemos primero el caso de una sección rectangular sometida a la acción de
una fuerza cortante V como se muestra en la figura.

Para calcular el esfuerzo cortante promedio a una altura “y” (línea AB)
determinamos el momento estático Q de la región sombreada:

Luego con I = bh3 /12 y s= b tendremos:

Esta expresión muestra que el esfuerzo cortante promedio del segmento AB, varía
en la sección transversal; en forma parabólica con la coordenada “y”.

112
Τ tiene valor cero para y = +- h/2 (extremos superior e inferior de la sección) y
alcanza su valor máximo τ = 1.5 V/A para y = 0 (a la mitad de la altura). Para
secciones aproximadamente cuadradas (b/h = 1) o esbeltas (b/h<1) el esfuerzo
cortante en el segmento AB no tiene una variación significativa y por tanto el
esfuerzo cortante promedio τ resulta representativo del segmento horizontal.
Para el caso de una sección circular el esfuerzo cortante promedio varía también
en forma parabólica con “y” y alcanza su valor máximo τ = 4/3 V/A para y = 0.

Como se observa, en las secciones rectangular y circular, el esfuerzo cortante


máximo se presenta sobre el eje z y tiene valores que son 50 y 33 % mayores al
que se obtiene del cociente V/A.

5.5.2.2 Esfuerzos cortantes en elementos de pared delgada


Analicemos ahora la distribución de esfuerzos en la sección transversal de
elementos de pared delgada (perfiles) sometidos a la acción de una fuerza
cortante V como se muestra en la figura. Recordemos que V es positiva si sigue
la dirección negativa del eje y.

113
Como se recordará, la sección transversal de estos elementos está formada por
paredes de espesor “t” muy pequeño en comparación al resto de las dimensiones
de la sección. Por esta razón la geometría del perfil queda definida por el espesor
“t” y la línea media de cada una de las paredes.

Analicemos los esfuerzos cortantes en un punto genérico de la sección transversal


de la viga mostrada en la figura. A manera de ejemplo, tomemos un punto “A”
ubicado en el ala superior de longitud “b” y espesor “t”.

114
Para determinar los esfuerzos cortantes medios paralelo (τ //) y perpendicular (τ ┴ )
a la línea media, empleamos dos cortes longitudinales: uno perpendicular y el otro
paralelo a la línea media respectivamente.

Estos esfuerzos cortantes pueden expresarse como:

En ambas expresiones los valores V e I son los mismos; los momentos estáticos
Q1 y Q2 tienen valores comparables (ninguno es mucho mayor que el otro) y el
valor de ”b” si es varias veces mayor que “t”. Por tanto

de donde vemos que

En general el esfuerzo cortante perpendicular a la línea media (τ┴ ) puede


despreciarse en comparación del esfuerzo cortante paralelo a esta línea (τ//). Por

115
tanto para efectos prácticos consideraremos que los esfuerzos cortantes siguen la
dirección de la línea media en toda la sección transversal.
El esfuerzo cortante τ// varía ligeramente a lo largo del espesor “t”. Sin embargo,
para elementos de pared delgada esta variación no es significativa y en lo
sucesivo representaremos este esfuerzo simplemente por τ.

Flujo de corte en la sección transversal


Acabamos de ver que en la sección transversal de un perfil delgado los esfuerzos
cortantes prácticamente siguen la dirección de la línea media; por tanto la
resultante de estos esfuerzos en un área de espesor “t” y longitud “∆l” sobre esta
línea, es una fuerza paralela a la línea media y que tiene por valor:

F = τ ( t ∆l )

116
El cociente F/∆l se denomina flujo cortante en la sección transversal, se
representa por q y como se ve a continuación, se calcula con la misma expresión
que el flujo longitudinal.

En cada punto de la línea media del perfil, el sentido del flujo en la sección
transversal, se determina definiendo primero el sentido del flujo longitudinal y
luego, pasando a la sección transversal con la condición de equilibrio de esfuerzos
cortantes

Como se verá a continuación, el flujo y el esfuerzo cortante varían a lo largo de la


linea media, ya que ambos dependen del momento estático Q.

117
Flujo cortante en un perfil delgado con sección I

Analicemos la variación del flujo en un perfil I con dimensiones de línea media “b”
y “h” y espesores t1 y t2 como se muestra en la figura.

Para determinar la variación del flujo en el ala superior usemos una sección
longitudinal perpendicular a la línea media, ubicada a una distancia “u” genérica
respecto del eje y. El rango de valores para “u” será de t2 / 2 a b/2 ; sin embargo,
ya que t2 es pequeño, podemos emplear el rango de 0 a b/2.

Calculamos primero el flujo longitudinal sobre la porción derecha aislada

118
El momento estático de la región sombreada respecto al eje z será:

Y por tanto el flujo se calculará como:

Para 0 ≤ u ≤ b/2

Como se aprecia, q varía linealmente con “u”, tomando en u = b / 2 su valor


mínimo q = 0 y en u=0 el siguiente valor máximo

Como el momento estático Q(u) de la porción aislada es positivo, el flujo tendrá el


mismo signo que la fuerza cortante V. Por tanto en el ejemplo, como V es positivo,
el flujo q también lo será.

Conocido el signo de “q”, definimos primero el sentido del flujo longitudinal, luego
pasamos a la sección transversal y obtenemos el sentido mostrado en la figura.

119
De manera similar si se analiza el tramo izquierdo del ala superior, encontramos
que ”q” también será positivo y por tanto en la sección transversal el sentido ahora
será hacia la derecha.

Para determinar la variación de “q” en el ala inferior empleamos una sección


longitudinal normal a la línea media, a una distancia “u” del eje y. Calculemos
ahora el flujo longitudinal sobre la porción derecha aislada.

El momento estático de la región sombreada será:

y por tanto el flujo se calculará como:

120
Como se aprecia, ahora el flujo es negativo. Para definir el sentido del flujo en la
sección transversal, definimos primero el sentido longitudinal de q y luego
pasamos a la sección transversal, obtendremos el sentido mostrado en la figura.

Reuniendo los resultados encontramos la siguiente distribución del flujo en las


alas:

Para estudiar el flujo en el alma del perfil empleamos una sección longitudinal
genérica ubicada a una distancia “u” del eje z. Esta variable puede tomar valores
entre + (h/2 - t1/2) y - (h/2 - t1/2), sin embargo ya que t1 es pequeño, podemos
considerar valores entre +h/2 y –h/2.

121
Calculamos primero el flujo longitudinal que actúa sobre la porción superior
aislada.

El momento estático de la región sombreada respecto al eje z será:

por tanto, el flujo en el alma se calculará como:

El flujo q varía cuadráticamente con “u” siendo siempre positivo dado que V y Q
son positivos.

Para u= h/2 el flujo q alcanza su valor mínimo, al que llamaremos q2:

y para u=0 tiene su valor máximo, q3 :

122
Como ya se explicó, para determinar el sentido del flujo en la sección transversal,
primero se establece el sentido del flujo longitudinal y luego se pasa a la sección
transversal. Se obtendrá el sentido mostrado en la siguiente figura.

La figura que sigue muestra la distribución del flujo en el alma.

123
Reuniendo los resultados de todos los segmentos estudiados, tendremos:

Observamos que el flujo es paralelo a la fuerza cortante V sólo en el alma. Esto


puede interpretarse diciendo que V es resistida prácticamente sólo por el alma.

Por tanto los valores promedio del flujo y del esfuerzo cortante en el alma se
podrán calcular como:

Estas expresiones proporcionan resultados cercanos a los valores máximos y


pueden emplearse como herramientas sencillas para estimar resultados de
procedimientos detallados.

124
Características del flujo en la sección transversal
Analicemos la relación que existe entre los flujos q1 y q2 en la intersección de las
líneas medias del alma y del ala superior (punto A).

Los momentos estáticos empleados para calcular los flujos en el punto A,


corresponden a las áreas sombreadas que se muestran en la figura.

Los tramos derecho e izquierdo del ala superior, tienen momentos estáticos
iguales que representamos por Q1. Si denotamos por Q2 al momento estático de
toda el ala superior, vemos que se verifica la siguiente relación:

Si multiplicamos ambos miembros por V / I tendremos:

y como q = V Q / I obtenemos la siguiente relación:

125
Esto se puede interpretar diciendo que el flujo total que entra al punto A (2q1) es
igual al flujo que sale del mismo (q2). De manera similar para la intersección
inferior, el flujo que entra a B (q2) es el mismo que sale de él (2q1).

En general para cualquier intersección de ramales, se verifica que el flujo total que
entra siempre es igual al flujo total que sale.

En una zona de intersección de ramales como la zona sombreada en la figura que


sigue, los esfuerzos cortantes tienen una distribución compleja, tanto en valor
como en dirección.

Por tanto los valores calculados a ejes de línea media, deben tomarse como
valores representativos de los esfuerzos justo fuera de esta zona de intersección
sombreada (τa, τb y τc).

Equivalencia de esfuerzos, flujos y fuerzas cortantes

Recordemos que el flujo de corte en la sección transversal “q” representa una


fuerza por unidad de longitud medida sobre la línea media. Integrando el flujo a lo
largo de un segmento de esta línea, obtenemos la fuerza cortante correspondiente
al segmento.

Esta integral también puede evaluarse como el área del diagrama de flujo en el
segmento de línea media correspondiente.

126
Para el perfil del ejemplo, si representamos la fuerza en cada tramo de las alas
con F1 y empleamos F2 para la fuerza en el alma, tendremos:

Como el flujo en la sección transversal fue originado por la fuerza cortante V, el


conjunto de fuerzas de todos los tramos debe ser equivalente a la fuerza cortante
de la sección.
La figura que sigue resume la equivalencia estática entre las fuerzas distribuidas
(flujo q), las fuerzas resultantes en los tramos (F1 F2) y la fuerza cortante aplicada
(V).

127
Ejemplo: Flujo de corte

128
CAPITULO 6
ESFUERZOS BAJO CARGAS COMBINADAS

6.1 Introducción

En los capítulos anteriores hemos estudiado la distribución de esfuerzos y


deformaciones producidos por carga axial, torsión, flexión y fuerza cortante
actuando independientemente. En este capitulo estudiaremos el efecto que
produce la presencia simultánea de estas solicitaciones.

6.2 Características de los elementos


El estudio se efectuará considerando que los elementos son homogéneos, que
trabajan en el rango linealmente elástico y que las secciones transversales siguen
siendo planas luego de las deformaciones. Como en capítulos anteriores, el eje x
se hace coincidir con el eje del elemento y los ejes y y z con los ejes principales y
centroidales de la sección transversal.

6.3 Carga axial centrada y flexión biaxial


Estudiaremos ahora los esfuerzos y las deformaciones producidos en un
elemento, por la acción simultánea de una carga axial P actuando en el centroide
de la sección y de dos momentos flectores My y Mz actuando en los ejes y y z
como se muestra en la figura. Este caso de acciones combinadas se conoce
también como flexo tracción (ó compresión) biaxial.

Cada una de estas tres acciones genera esfuerzos normales en la sección.


Usando el principio de superposición podemos obtener el esfuerzo normal
resultante como la suma de los tres efectos.

129
Tal como se vio en capítulos anteriores, los esfuerzos normales producidos por la
carga axial P y por el momento flector M z se calculan respectivamente como:

En cuanto a los esfuerzos producidos por el momento flector My, resulta sencillo
demostrar que, tal como se aprecia en la última figura, varían con la coordenada z
y se calculan como:

Podemos escribir esta última expresión como:

siendo a, b y c constantes.
Se puede observar que el lugar geométrico de los puntos que tienen el mismo
esfuerzo normal es una línea recta.
En particular, la recta correspondiente a los puntos sin esfuerzo (σx = 0) será el
Eje Neutro y tendrá por ecuación:

130
6.4 Flexión biaxial o asimétrica
Denominaremos flexión biaxial o asimétrica a la acción simultánea de dos
momentos flectores actuando en los ejes principales de la sección transversal de
un elemento.

Podemos tratar este problema como un caso particular del estudiado en el acápite
precedente considerando que la carga axial es cero. Por tanto, el esfuerzo normal
quedará expresado como:

Para hallar la ecuación del Eje Neutro, hacemos σx = 0 y obtenemos

es decir :

De esta expresión se deduce que el Eje Neutro es una recta que pasa por el
centroide de la sección (origen de coordenadas ).

131
Los momentos flectores aplicados My y Mz pueden considerarse como las
proyecciones de un momento único M inclinado un ángulo θ respecto al eje y .

y ó

Empleando la equivalencia anterior para el cociente Mz / My , en la ecuación del


eje neutro obtendremos:

Esta expresión muestra que el eje neutro no es paralelo al momento flector M, sino
que se encuentra entre M y el eje principal de menor momento de inercia. El eje
neutro coincidirá con la dirección de M sólo cuando Iz = Iy , como por ejemplo en
secciones cuadradas o circulares.

6.5 Caso general de carga axial excéntrica


Estudiaremos ahora los esfuerzos y las deformaciones producidos por la acción de
una carga axial actuando fuera del centroide de la sección transversal.

132
Emplearemos una carga axial P de tracción, ubicada en un punto H, cuyas
coordenadas ey y ez denominaremos las excentricidades de la carga.

Podemos trasladar la carga P hasta el centroide de la sección, acompañándola de


dos momentos de transporte como se muestra en la figura.

Para lograr la equivalencia, los momentos de transporte deben calcularse como:

Como resultado del traslado obtenemos como nuevas solicitaciones de la sección,


una carga axial centrada y dos momentos flectores; caso que ya estudiamos como
flexo tracción biaxial, y en el cual los esfuerzos se calculan con la siguiente
expresión:

En esta expresión sustituimos los momentos My y Mz por las expresiones


encontradas para los momentos de transporte en función de la carga y sus

133
excentricidades y además reemplazamos los momentos de inercia Iy e Iz en
función del área y los radios de giro de la sección y obtendremos:

ó
Para hallar la ecuación del Eje Neutro, hacemos σx = 0 y obtenemos:

Empleando esta ecuación encontramos las intersecciones del eje neutro con los
ejes y y z , las que se muestran en la figura siguiente:

Podemos ahora encontrar la distancia del centroide de la sección al Eje Neutro


(d), empleando la conocida expresión para la distancia de un punto a una recta:

134
Esta expresión nos permite hacer las siguientes observaciones respecto a la
posición del Eje Neutro en relación al punto de aplicación de la carga.

• Si el punto de aplicación de la carga (punto H ) está cercano al centroide de la


sección, es decir si tanto ey como ez son valores cercanos a cero, el valor de d
será muy grande y el Eje Neutro estará muy alejado del centroide.

• Si por el contrario, el punto de aplicación de la carga (punto H ) está lejos del


centroide de la sección, es decir si ey ó ez son valores muy grandes, el valor de d
será muy pequeño y el Eje Neutro pasará muy cerca del centroide.

135
Ejemplo: Flexión y carga axial excéntrica

6.6 Carga axial excéntrica en un plano principal

Estudiemos ahora la distribución de esfuerzos producidos por una carga axial que
actúa en un plano principal, pero excéntricamente respecto al centroide de la
sección. Supongamos una carga axial P, aplicada sobre el eje y con una
excentricidad ey , como se muestra en la figura.

Al trasladar la carga P al centroide, tendremos como fuerzas de sección a la


propia carga P y a los momentos flectores My = 0 y M z = - P ey .

136
Usando la expresión obtenida para el caso general de flexo tracción biaxial,
tendremos:

La figura que sigue muestra la distribución de esfuerzos en este caso particular,


como la suma de los efectos de carga axial centrada y flexión.

Empleando la expresión anterior encontramos como ecuación del Eje Neutro:

Esta ecuación nos indica que el Eje Neutro es una recta paralela al eje z.

Si en las ecuaciones anteriores obtenidas para el esfuerzo normal y para el eje


neutro reemplazamos las siguientes expresiones Mz = -P.ey y Iz = A k2z ,
tendremos:

El signo menos en la última ecuación nos indica que el Eje Neutro se ubica
respecto del eje z, al otro lado del punto de aplicación de la carga.

137
La figura que sigue presenta la distribución de esfuerzos y la posición del eje
neutro en una vista desde el eje z.

Como se explicó, esta distribución puede obtenerse también superponiendo los


efectos de la carga axial centrada y del momento flector como se muestra en la
siguiente figura.

6.7 Núcleo Central


El núcleo central de una sección transversal es la región geométrica formada por
todos los puntos sobre los cuales, si se aplica una carga axial, los esfuerzos
normales resultantes en toda la sección son del mismo signo que la carga
aplicada.

138
El centroide de la sección transversal siempre pertenece al núcleo central, ya que
al aplicar la carga P en este punto, los esfuerzos en toda la sección son iguales y
del mismo signo que P.
Para determinar si un punto A pertenece al núcleo central, aplicamos una carga
axial P en A, y estudiamos la posición del eje neutro. Si el eje neutro intersecta a
la sección transversal, existirá una zona con esfuerzos de tracción y otra con
esfuerzos de compresión y por lo tanto el punto A no pertenecerá al núcleo
central.

Por el contrario, si al aplicar la carga en otro punto, B, encontramos que el Eje


Neutro no corta a la sección, los esfuerzos en toda la sección serán del mismo
signo que la carga y por tanto el punto B pertenecerá al núcleo central.

Existen puntos en los cuales al aplicar la carga P, el Eje Neutro resulta tangente a
la sección, el conjunto de estos puntos se denomina el contorno del núcleo central.

139
Como el núcleo central queda perfectamente determinado por su contorno, el
procedimiento general para determinar el núcleo central consiste en asumir ejes
neutros tangentes a la sección transversal y en determinar luego los
correspondientes puntos de aplicación de carga, que son ya puntos del contorno.
La figura que sigue muestra cuatro ejes neutros tangentes a una sección
transversal genérica (EN1, EN2, EN3, EN4) y los puntos de aplicación de carga
correspondientes (A1, A2, A3 y A4) que son puntos del contorno buscado.

Para reducir el número de puntos del contorno que son necesarios para definir el
núcleo central, se usa la siguiente propiedad:

“El lugar geométrico de los puntos de aplicación de una carga axial P que hacen
que los ejes neutros pasen todos por un mismo punto, es una línea recta”. En la
figura si la carga se aplica en cualquier punto dentro del segmento A1A3 , todos los
ejes neutros se intersectarán en el punto Q.

140
Como ejemplo, encontremos el núcleo central de una sección rectangular de base
b y altura h.

Comencemos con los ejes neutros tangentes a la sección en el punto B. Como se


aprecia en la figura, los casos extremos serán los ejes neutros coincidentes con
las rectas AB y BC, a los cuales corresponden los puntos A1 y A2 de aplicación de
carga. Por tanto y como ya se explicó, para cualquier eje neutro tangente a la
sección en B, el punto de aplicación de carga P, estará dentro del segmento
A1A2.
Por tanto, el segmento A1A2 constituye un segmento del borde buscado.

Si este proceso se repite para las 4 esquinas de la sección transversal, se


obtienen cuatro segmentos que constituyen el contorno del núcleo central, que en
este caso será un rombo de vértices A1, A2, A3 y A4.

Para definir el punto A1, usemos como eje neutro la recta AB cuya ecuación es:

Recordemos que un eje neutro genérico tiene las siguientes intersecciones con los
ejes de la sección transversal:

141
De donde:

Por tanto como el eje neutro AB tiene la intersección y = - h/2 tendremos:

de este modo el punto A1 tendrá por coordenadas A1 = ( h / 6 , 0 )

Para hallar A2 usamos como eje neutro a BC cuya intersección con el eje z es:

por tanto la excentricidad buscada será:

Así, el punto A2 tendrá las coordenadas A2 = (0 , b / 6)

De manera similar determinamos las coordenadas de los otros puntos:

A3 = (-h / 6 , 0) y A4 = (0 , -b / 6)

y finalmente graficamos el núcleo central.

142
Ejemplo de núcleo central

143

También podría gustarte