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B-5
Evangelios
Sinópticos
Objetivo de la Materia
Adrián Montes
Contenido
Los Evangelios Sinópticos....................................................................................................................................................3
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 2
Introducción
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 4
L os tres primeros evangelios son llamados “Evangelios Sinópticos” (del griego SYN; juntos y
OPSIS; vista, es decir “ver de la misma forma”). Las semejanzas de estos libros hace que se los
pueda estudiar juntos. A su vez poseen características propias Si bien debemos reconocer el
valor de las armonías de los evangelios tenemos que tener presente su principal limitación y es que
las mismas desprecian el propósito de cada evangelista. Carlos Morris ejemplifica esto diciendo:
“Cuando a un viudo le preguntaron por qué tenía cuatro portarretratos con cuatro distintas
fotografías de su amada esposa explicó que estas le proporcionaban juntamente las expresiones que
recordaba con más cariño. Una sola fotografía no bastaba sino necesitaba todas.”1.
Comúnmente se dice que los evangelios no son una biografía. Aunque con esto no se quiere
decir que los evangelios no tengan validez histórica. Es necesario entonces que definamos con
exactitud lo que se entiende por biografía. Sttephen Neill observa que la historia pura y
desapasionada fue una invención de finales del siglo XIX. Ni la literatura del Antiguo Testamento,
ni la del Nuevo Testamento ni las obras greco-romanas responden al modelo actual. Los escritores
de la antigüedad procuraban relatar con sumo detalle el carácter del personaje cuya biografía estaba
siendo objeto de su narración. Los biógrafos contemporáneos a los evangelistas respondían a este
estilo. A modo de ejemplo, Neill cita a Plutarco quien al comenzar su biografía de Alejandro señaló:
“… como los pintores producen un parecido por representación del semblante y la expresión del
rostro, en el cual se revela el carácter, sin preocuparse por otras partes del cuerpo, así también debe
permitírseme mirar más bien a los signos del carácter de un hombre, y por medio de ellos rastrear la
vida de cada uno, dejando para otros la descripción de las grandes gestas y batallas. 2”. La gran
diferencia consiste en que Plutarco incurrió en exageraciones y anacronismos en tanto que los
evangelistas se cuidaron muy bien de no cometer tales errores.
Asimismo, no debe perderse de vista que el objetivo de los evangelistas fue promover e
inculcar la fe en Jesucristo. Los críticos han objetado esto diciendo que los evangelios son obras
teológicas sin validez alguna en lo referente a la historia pero ¿Cómo hablar de Jesús sin tocar la
teología siendo que él afirmó ser el hijo de Dios? Por tanto debemos decir que, aunque en un
sentido secundario, los evangelios son obras de eminentes teólogos de la iglesia primitiva. Su
contenido doctrinal no invalida su veracidad histórica. Es más, la teología cristiana se fundamenta
sobre la veracidad de la historia. Recordemos las palabras del apóstol Pablo: “Y si Cristo no ha
resucitado, vana es nuestra predicación; vana también es vuestra fe. Y aun somos hallados falsos
testigos de Dios, porque hemos atestiguado de Dios que resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si se
toma por sentado que los muertos no resucitan.” (1 Co.15:14-15).
Una simple lectura de los evangelios sinópticos hace notar sus similitudes las cuales pueden
ser resumidas del siguiente modo:
1
Carlos Morris, Comentario Bíblico del Continente Nuevo, San Marcos, Miami, Unilit, 1992, pag.121.
2
Plutarco de Queronea, Vita de Alexandri, I, pag.1, citado por Stephen Neill, La interpretación del Nuevo Testamento
1861-1961, Colección pensamiento Cristiano, Barcelona, 1962, pag.320- 321.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 5
MATEO: el 42% de su contenido es material propio de este evangelio en tanto que el 58%
restante se encuentra en Marcos y Lucas.
LUCAS: el 59% se encuentra en Mateo y Marcos en tanto que el 41% restante es propio del
mismo.
Las diferencias con el evangelio según San Juan son notables si se toma en cuenta que sólo el
8% de la información es común con los restantes evangelios.
El material contenido en ellos puede clasificarse según el profesor Ernesto Ward Burch en
narraciones y discursos. La narración es el hilo conductor de la historia. Ocasionalmente aparece
algún breve dialogo y alguna breve sentencia del Señor. Intercaladamente aparecen algunos
discursos unos proclamados ante un pequeño auditorio y otros ante una multitud. Por lo general
consisten en la exposición de alguna parábola o ciertos sermones donde se tratan diversos temas o
algunos de carácter especial tal como los sermones escatológicos. Para el estudio de la vida del
Señor se emplean las porciones narrativas en tanto que para analizar su enseñanza se consideran los
discursos.
Para graficar esto el Profesor Burch sugiere el siguiente gráfico:
A esto, agrega el citado autor, hay que sumar una característica más, y es la relativa escasez
de incidentes registrados en los evangelios que estamos estudiando. En el evangelio según San
Marcos no se puede identificar más de treinta y un días según las referencias temporales. En los
restantes evangelios sinópticos la cuenta asciende a 45 días en tanto que el ministerio del Señor
debió durar algo más de 550 días.
En los pasajes paralelos hay una notable semejanza. Las pequeñas variaciones se deben al
estilo del autor. La curación de la mano seca ofrece un notable ejemplo de triple concordancia
(Mt.12:12-14, Mr.3:1-6, Lc.6:9-11).
El curso de las acciones seguido por los evangelistas es muy semejante. Lucas se apega muy
bien al relato de Marcos introduciendo un sermón semejante al denominado “Sermón Monte”
(Lc.6:17-49). A la vez omite la información contenida en los capítulos 5 al 11 de Marcos. A partir
del capítulo 10 Lucas vuelve a retomar el curso seguido por Marcos. Mateo, por su parte, también
sigue en líneas generales el curso de acción presentado por Marcos agregando intercaladamente
cierta información particular así como parábolas y sermones del Señor.
Los cuatro evangelios incluyen la siguiente información:
8) La gran comisión.
9) La ascensión.
No obstante, las diferencias son significativas. Burch agrupa del siguiente modo:
U na respuesta al problema Sinóptico fue la presentada por los críticos de las formas.
Resumidamente puede decirse que ellos partieron de la suposición de que el material incluido
en los evangelios circulaba a través de la tradición oral en pequeñas unidades o episodios que
denominaron “pericópas”. La formación y preservación de estas unidades respondió a las
necesidades de la iglesia al afrontar algún problema. O bien creaban o bien preservaban un dicho de
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 7
Jesús según la necesidad. Por esto dice McDowell “... las unidades no son básicamente testimonio
de la vida de Cristo, sino que son consideradas como creencias y prácticas de la iglesia primitiva”3.
Estos autores suponen que los evangelistas más que autores fueron compiladores. McDowell
nos dice que los seguidores de esta escuela consideran que frases tales como “al otro día”, “luego”,
“más tarde” y otras por el estilo no son históricas sino simples conexiones para unir las pericópas.
La crítica de las formas, procura eliminar este marco artificial y así descubrir las unidades básicas.
Esta teoría comenzó como un estudio literario pero culminó siendo un estudio histórico que
cuestiona seriamente la veracidad de los evangelios.
A partir del siglo tercerdo d.C., los eruditos alejandrinos comenzaron a cotejar y editar los
manuscritos del Nuevo Testamento con el objeto de establecer el texto original. Con respecto a los
evangelios Sinópticos Agustín propuso la teoría de la prioridad de Mateo sobre Lucas y Marcos.
Más tarde esta labor quedó estancada debido a la paralización intelectual que sobrevino tras
la caída del imperio Romano y a la uniformidad exigida por la iglesia Católica. Las cuestiones
religiosas debían ser aceptadas sin discusión o investigación. Inclusive cualquier intento de
impugnar la traducción latina autorizada, conocida como “La Vulgata”, aun cuando esta estaba
colmada de falencias, era considerado una herejía. La Reforma cambió esta actitud y la Biblia fue
estudiada desde nuevos puntos de vista con renovado ardor.
Paulatinamente fue desarrollándose la critica del Nuevo Testamento la cual puede ser
dividida en cuatro especialidades:
La crítica de las formas debe sus orígenes a una gran revolución intelectual que tuvo lugar en
Alemania a principios del siglo XVIII. La revolución francesa promovió la autonomía del hombre,
considerándolo como un ser independiente de Dios. El filósofo Immanuel Kant propuso que el
hombre podía ser libre de las enseñanzas bíblicas aún cuando la consideró que el concepto acerca de
la existencia de Dios era muy valioso. Esto dio lugar a una nueva interpretación de las Escrituras.
Así surgió una nueva manera de considerar la Biblia. P
Primeramente se cuestionó la doctrina acerca de la inspiración sobrenatural de la Biblia.
Poco más tarde su inherrancia. Gradualmente surgieron diversos teólogos que comenzaron a
cuestionar las enseñanzas bíblicas. Herman Samuel Reimarus (1774-1778), por ejemplo, puso en
duda la valides histórica de los evangelios. Sería la obra de Friedrich Strauss (1808-1874) la que
marcaría un punto de inflexión en la teología hasta entonces conocida. En su libro “Vida de Jesús”
establece que cada vez que los evangelistas relataban algún milagro de Jesús en realidad estaban
narrando un mito. La admiración que los primeros cristianos sintieron hacia Jesús encontró su
expresión en la formación de mitos acerca de su persona. Stephen Neill dice que “En una etapa
posterior de su evolución Strauss propondría el interrogante: “¿Somos todavía cristianos?” y
respondería negativamente al menos en todo aquello que la palabra tiene un contenido tradicional” 5.
Muchos, lamentablemente, seguirían su camino.
Gradualmente se dio a entender que la comunidad cristiana creó los evangelios en respuesta
a sus intereses. La validez histórica de los relatos fue así negada por completo.
No se puede pasar por alto la influencia de Adolf Harnack (1851-1930). Este profesor
alcanzó la fama mundial a través de su obra “Historia del Dogma”. Para él Jesús no fue más que un
hombre bueno y maravilloso. No debemos creer en él como redentor. No debemos tener fe en Jesús
sino la fe de Jesús en el Padre.
Karl Ludwin Schmidt escribió en 1919 un libro titulado “El Patrón de la historia de Jesús”.
Sostenía que el evangelio de Marcos fue el primero en ser redactado. No obstante, los milagros y la
resurrección no eran considerados hechos veraces. Propuso que el patrón que une la historia son los
intereses de los evangelistas. Martín Dibelius (1883-1947) y Rudolf Bultmann (1884-1976) junto
con el anterior citado son considerados los fundadores de la critica de las formas.
5
Stephen Neill, La interpretación del Nuevo Testamento 1861-1961, Colección pensamiento Cristiano, Barcelona, 1962,
pag.25.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 9
Este resumen ha sido tomado de la obra de Johs McDowell quien señala las siguientes
coincidencias:
b) Suponen que los materiales pueden ser calificados y ordenados para así reconstruir la
tradición original.
c) Tanto Dibelius como Bultmann comparan el origen de los evangelios con la elaboración
de la tradición Rabínica, el Talmud. Sin embargo Bultaman se ve obligado a admitir que el proceso
seguido por la tradición Rabínica fue mucho más complejo.
Ya hemos notado algunos puntos débiles de la crítica de las formas pero quizás sea
conveniente enumerarlos y agregar algunos más:
1) El cristianismo es Cristo. F.F. Bruce tratando este tema dice que no debemos olvidar que
el centro del mensaje cristiano es Cristo mismo. La Crítica de la formas en su última instancia
destruye la imagen bíblica de Cristo considerándolo, en el mejor de los casos, un gran maestro.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 10
2) La crítica de las formas pone su acento sobre la tradición oral pero pasa por alto que
Mateo debió ser un testigo ocular de los hechos, que Lucas dice haberlos consultado e investigado
diligentemente y que Marcos también lo debió hacer. Por tanto, si lo que leemos en los evangelios
no es verdad, entonces ellos debieron mentir para así engañar a muchos. Esto supone un gran
inconveniente ya que, como apunta McDowell, la ética cristiana es minimizada. Las consecuencias
de esto son muy grandes:
3) Bultmann hace una distinción entre los historisch y geschichtlich. El primer término
describe algo que meramente ocurrió mientras que el segundo describe un acontecimiento histórico
que se hace significativo. A esta segunda categoría pertenece, según él, el relato de la resurrección.
¿Qué significa esto? Bien, cuando el Señor Jesús murió sus discípulos sintieron tanto la pérdida que
pronto “sintieron que estaba vivo”. Gradualmente llegaron a creer que él había resucitado. En
realidad su cuerpo seguía en la tumba pero sus entusiastas discípulos, reconociendo la grandeza de
las enseñanzas de su maestro, sentían vívidamente su presencia. Este es uno de los puntos más
ambiguos de la interpretación de Bultmann ¿Cómo un hecho histórico que en realidad no sucedió (la
resurrección) puede hacerse algo históricamente significativo?.
4) Tuvieron una actitud extremadamente negativa hacia la validez de los evangelios. Pasaron
por alto que las evidencias arqueológicas respaldan lo sostenido en los mismos. Resulta
contradictorio que los evangelistas pudieran reproducir con tanta precisión las condiciones
imperantes en la palestina de la época de Cristo y a su vez hayan alterado la historia en detalles tan
importantes como la resurrección. Exactitud en los datos insignificantes y descuido, inexactitud o
inclusive inventiva en eventos de gran trascendencia. Tal incongruencia resulta inadmisible.
5) Se supone que el evangelio según San Marcos fue escrito aproximadamente en el año 45
d.C. y Lucas y Mateo antes del 70 d. C.. Marcos entonces escribió unos quince años después de la
resurrección. Mateo y Lucas unos treinta años después. Esto indicaría que los hechos que narraron
estaban aun muy frescos. Muchos de los protagonistas aun vivían y sus recuerdos habían sido
preservados por la iglesia. Si por el contrario los evangelios hubieran sido escritos cien o doscientos
años después la posibilidad de introducir errores o mitos hubiera sido muy grande.
6) Los críticos de las formas al calificar el origen de las tradiciones perdieron de vista el
mensaje general que presentan cada evangelio. En un sentido gráfico se ocuparon de estudiar los
párrafos despreciando el sentido general del libro. Se ocuparon del árbol perdiendo de vista el
bosque.
7) El mero hecho de que los escritores hayan tenido un fin teológico no niega la autenticidad
y precisión histórica de sus narraciones.
8) No hay lugar para el Espíritu Santo en estas hipótesis. Tratan a la Biblia como si fuera un
libro común y corriente.
6
Josh McDowell, Evidencia que exige un veredicto, II, Clie, Barcelona, 1981, pag.466.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 11
9) McDowell dice: “Se minimiza la singularidad de Jesús. Los críticos presuponen que los
escritores de los evangelios hicieron brillantes las declaraciones que se encuentran en los evangelios,
no Jesús.” 7
10) Estas teorías están íntimamente ligadas a las ideas filosóficas de la época.
Introducción
H emos visto que una de las mayores falencias de los críticos de las formas ha sido prestar
demasiada atención a los párrafos de los evangelios perdiendo de vista el evangelio en su
totalidad. Ellos consideraron a los autores de los mismos, según McDowell, “hombre de tijeras y
pegamentos”.
A partir de la Segunda Guerra Mundial resurge una antigua idea que plantea la teoría de que
los evangelistas dependieron de otros escritos. Su argumento podría ser ilustrado del siguiente
modo: “cuando un profesor encuentra dos exámenes muy parecidos, en los cuales los alumnos
emplean inclusive las mismas palabras, entonces puede presumir que se copiaron entre sí.
Esta serie de supuestos son muy antiguos. Agustín Hipona creyó, que había una dependencia
reciproca entre los evangelios y que los mismos aparecieron en el orden en que se encuentran en
nuestras biblias. Primeramente Mateo escribió su evangelio, luego Marcos lo compendió y
finalmente Lucas utilizo a ambos. Otros sostuvieron que Marcos fue el primer evangelio y que
Lucas y Mateo lo ampliaron incorporando material propio.
Más tarde hubo quien supuso que en realidad los evangelios Sinópticos se basaron en un
evangelio primitivo que se ha perdido. Este documento perdido a menudo es indentificado como el
documento “Q”. Suponen entonces que Lucas y Mateo copiaron el evangelio de Marcos pero el
material particular lo extrajeron de distintas porciones del documento Q. De este modo se explican
tanto las coincidencias como las divergencias entre los evangelios. No obstante, esto no explica
completamente las diferencias entre Mateo y Lucas de modo que argumentan que pudieron emplear
otros documentos más o bien distintas versiones del documento Q.
Todas estas conjeturas parten de la idea de que los evangelistas, sin temor alguno,
cometieron plagio. Es más, Lucas mintió descaradamente dado que su investigación debió ser muy
superficial. Se limitó a copiar a otros autores sin siquiera advertir al lector o darle el crédito
correspondiente al autor escogido. Tampoco se ha probado la existencia de un documento Q.
Admitimos que resulta tentador suponer que los evangelistas se copiaron entre si. Se copiaron entre
si y cada uno intentó mejorar el escrito del otro. A simple vista resulta una adecuada explicación o
respuesta al problema Sinóptico. Sin embargo es posible objetar cada una de estas hipótesis. Es
posible incluso demostrar que cada evangelio es un escrito original e independiente. John Wenham
en su obra “Redating Matthew, Mark and Luke, A Fresh Assault on the Synoptic Problem” (La
7
ob.cit. pag.465.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 12
redacción de Mateo, Marcos y Lucas, un fresco tratado sobre el problema Sinóptico), que
lamentablemente no se encuentra en castellano.
No resulta posible abocarnos de lleno al tema pero Wenham hace una minuciosa
comparación entre los pasajes paralelos de los evangelios de Marcos y Lucas. En aquellos pasajes
que son muy parecidos, Lucas siempre añade algún detalle menor pero significativo. Hay otros
pasajes donde las diferencias son muy apreciables. La mayoría de estos se encuentran en los relatos
de la pasión. Por ejemplo: En el evangelio de Marcos Jesús ora tres veces y en cada ocasión retornó
al grupo pequeño de discípulos que estaba con el (Pedro, Jacobo y Juan). En Lucas, en cambio, ora
una sola vez y retorna a sus discípulos (Mr.14:37-42, Lc.22:45-46).
¿Es posible que Lucas se haya copiado de Mateo? Mateo y Lucas son vinculados a través del
documento Q. Como hemos visto, teóricamente hablando, ambos siguieron el curso o bosquejo de
Marcos y le sumaron e intercalaron la información contenida en el hipotético documento. Pero hay
inconvenientes. Al comparar Lucas y Mateo se notara que ambos se apartan del orden de Marcos
pero a su vez no siguen un mismo orden. Hay quienes creen que Lucas siguió el orden del
documento Q en tanto que otros suponen que Mateo resultó más dependiente de este evangelio ¿Por
qué surge esta conjetura? Porque en la sección central del evangelio de Lucas hallamos un
alteraciones en orden seguido por Mateo. Se citan algunas enseñanzas que aparecen también en el
evangelio de Mateo pero en un contexto diferente. Las diferencias son tan notorias que todo parece
indicar que Mateo y Lucas son escritos independientes. Las distinciones son tan notables que parece
poco probable que Lucas se haya copiado del evangelio de Mateo o algún otro documento.
¿Es posible que Mateo se haya copiado de Lucas? Mateo introdujo un gran número de
adiciones, substracciones y alteraciones en el orden que lo distinguen de Marcos. Asimismo es
notoriamente distinto en el orden seguido por Lucas. De modo que Mateo debió modificar el orden
de Q y adaptó muy libremente el evangelio de Marcos. Así se explicarían las diferencias que existen
con el evangelio de Lucas. Pero de ser así asombra la cantidad de cambios que introdujo este
evangelista inclusive en aquellos pasajes paralelos que aparecen en la obra del médico amado. Las
distinciones son tan notables que evidentemente Mateo no se basó ni en Marcos ni en Lucas.
¿Pudo Marcos haber conocido el evangelio de Mateo? Supongamos que Marcos haya
conocido el evangelio de Mateo y decidiera resumirlo. Si esto fuera así resulta muy difícil explicar
la razón por la cual excluyó tanto material del evangelio de Mateo. Por ejemplo, omite un suceso tan
llamativo e importante como lo fue el nacimiento del Señor. Otra distinción importante surge al
comparar los relatos hallados en Mateo y Marcos acerca de la muerte de Juan el Bautista. el relato
de Marcos (6:17-29) es mucho más completo que el de Mateo (Mt.14:13-15). Si Marcos se basó en
el evangelio de Mateo debería ser igual o más corto pero nunca podría ser más largo.
Un detallado estudio de los pasajes paralelos demuestra que se trata de Escritos
independientes. Las similitudes se deben por tanto a que narran la historia y enseñanzas de una
misma persona: el Señor Jesucristo.
Introducción
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 13
U n libro es fiel reflejo de la personalidad del autor. A pesar de haber sido inspirados por el
Espíritu Santo los libros de la Biblia no escapan a esta regla.
Los evangelios Sinópticos narran la vida del Señor Jesús desde tres perspectivas. Además, a
través del contenido de sus escritos, descubriremos cual es su enfoque, las ideas destacadas y
recurrentes. El autor, las circunstancias que le llevaron a escribir y sus intenciones son marcas
indelebles que separan un evangelio del otro.
Consideraremos los siguientes puntos:
1) Autor.
2) Fecha de composición.
3) Propósito.
4) Características del evangelio.
a) El autor
Tanto en el caso de este evangelio como en los tres restantes (incluyo el evangelio según San
Juan) son escritos anónimos. De hecho los manuscritos más antiguos no hacen referencia al autor. A
pesar de esto pocos han puesto en duda que fuese Mateo quien escribió el evangelio.
La evidencia externa, es decir el testimonio de creyentes que vivieron en fechas cercanas a la
redacción del evangelio, sostienen que Mateo fue el autor del mismo. Papías que vivió en los
albores del segundo siglo, por ejemplo, dice que Mateo escribió en lengua hebrea un relato sobre la
vida de Jesús. Pero el evangelio no aparenta ser una traducción así que es muy probable que Papías
estuviese equivocado. Aun así atribuye al menos un escrito a Mateo.
El testimonio interno es bien pobre pero suficiente como para brindar algunas pistas acerca
del autor. Sabemos que Mateo o Leví era un recaudador de impuestos que vivía en Capernaúm.
Siendo así no sería de extrañar el uso de muchos términos relacionados con tal profesión u oficio.
Según Ernesto Trenchard, empleó 115 vocablos que no aparecen en el resto del Nuevo Testamento y
los tales están vinculados con dinero, oro, plata, deudas, y cambios de dinero.
También describe al pueblo de Israel de aquella época. Sus prácticas religiosas, sus
costumbres y la vida bajo el domino romano son descriptas con suma precisión. De la lectura del
evangelio deducimos que el autor era un judío conocedor de la ley y respetuoso de Dios. Tal como
Zaqueo, Mateo debió sufrir el deprecio de sus compatriotas.
El testimonio unánime de la iglesia ha sido considerar a Mateo como el autor de este
evangelio. Solamente aquellos que adoptaron el método crítico de estudiar las Escrituras pusieron en
duda esto pero aun así muchos de ellos sostienen que Mateo es al menos el autor de una parte del
evangelio.
b) Fecha de composición
Los autores coinciden en señalar que fue escrito antes de la destrucción de Jerusalén (año 70
d.C.). Por tanto podemos decir que el libro fue escrito entre los años 55 y 65 d. C.
Uno de los temas salientes en el evangelio es el deseo de demostrar que Jesús es el Cristo o
Mesías. Por tanto cita constantemente a las profecías del Antiguo Testamento a fin de indicar que el
Señor era el Mesías prometido. Una frase que se reitera es: “Para que se cumpliese lo dicho por los
profetas” o expresiones similares (Mt.1:22; 2:5, 15, 17; 3:3; 4:14; 8:17; 11:9; 12:17; 13: 14, 17, 35;
15:7; 21:4, 26; 26:56; 27:9). Esta es una característica distintiva de este evangelio. Por esta misma
razón es posible señalar que este evangelio está orientado hacia los lectores judíos.
Además trata varios temas que están vinculados con este propósito:
El Mesías como Rey: según las profecías el Mesías reinaría sobre Israel. Esto es notorio en
algunas profecías del Antiguo Testamento (Dn.9:25). El libro de Mateo presenta al Señor como el
Rey soberano con derechos legales y espirituales para ocupar el trono de David. Los magos
buscaron al “Rey de los judíos” (Mt.2:2). Finalmente, las autoridades romanas, lo condenaron por
pretender ser “el Rey de los judíos” (Mt.27:11,29 Mr. 15: 2,9,12,18; Lc. 23:3,37; Jn. 18:33,39; 19:3
y 21).
El Reino de los cielos: Si Jesús era un Rey entonces es razonable que Mateo se ocupe en
explicar la naturaleza de su reino. La expresión el “Reino de los cielos” aparece en treinta y dos
ocasiones (Mt.3:2; 4:17; 5:3,10,19-20; 7:21; 8:11; 10:7; 11:11-12; 13:11,24,31,33; 13:44-45,47,52;
16:19; 18:1,3-4,23; 19:12,14,23; 20:1; 22:2; 23:13, 25:1,14). Ryrie sostiene, el Reino involucra tres
conceptos:
a) El reino universal: las Escrituras dejan bien en claro que Dios es el gobernante de todo el
universo incluyendo en esto a todos los seres creados. Él es quien designa los gobernantes y juzga al
mundo. El Señor Jesucristo dijo a Pilatos que la autoridad que él representaba le había sido otorgada
por Dios.
b) El reino davidico y mesiánico: Dios estableció un pacto con David en el cual se establecía
que el Mesías sería el gobernante del mundo (2 S.7:12-16). Implicando la supremacía política de
Israel sobre el resto de las naciones. Lógicamente esta doctrina tenía un interés especial para los
judíos de la época de Jesús. Los discípulos mismos preguntaron a Jesús al momento de su ascensión
cuando se restauraría el reino de Israel prometido en el Antiguo Testamento (Hch. 1:7). Ante tal
requisitoria el Señor se negó a declarar la fecha en que se establecería pero no negó la instauración
futura del mismo. Tampoco en esa ocasión señaló que el reino había sido transferido a la iglesia.
Tanto Juan el Bautista como el Señor mismo anunciaron que el reino de los cielos o el reino
de Dios se había acercado pero no que se hubiera establecido.
c) Los misterios del reino: en Mateo capítulo 13 encontramos que Cristo reveló una serie de
misterios relacionados con el reino (Mt.13:11). El término misterios quiere decir algo oculto o
secreto. Por tanto debemos señalar que el Señor en Mateo capítulo 13 manifestó aspectos del reino
que hasta entonces eran desconocidos.
d) El reino espiritual: aunque el título no es del todo apropiado, con el mismo se quiere decir
que la iglesia es la comunidad de aquellos que están bajo la soberanía del Señor (Col.1:13). Esto
evidentemente no guarda relación con el reino mesiánico sino más bien es un modo de explicar que
el creyente debe estar sujeto a la autoridad del Hijo en quien tenemos la redención de pecados.
La eclesiología también es uno de los temas tratados en el evangelio de Mateo aunque muy
escuetamente. Efectivamente Mateo es el único evangelio que menciona la Palabra “Iglesia”. Esto
guarda relación con el tema del Reino. Habiendo sido rechazado el Señor como Mesías Jesús
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 15
introdujo un nuevo un concepto hasta entonces no revelado y es que formaría un nuevo pueblo que
tendría un aspecto universal (Mt.16:18) y un aspecto local (18:17 y 20).
La selección de temas y el modo en que son tratados responden a un cuidadoso plan por parte
del autor humano. Ryrie sostiene que Mateo aporta un enfasis teológico, Marcos un cuadro
cronólogico y Lucas un fin apologético. De forma tal que el objetivo teológico consiste según el
autor nombrado en responder a las siguientes interrogantes: “(1) ¿Es Jesús de Nazareth el Mesías
del Antiguo Testamento? (2) ¿Por qué no instauró Jesús el reino prometido? (3) ¿Se establecerá eses
reino algún día? (4) ¿Cuál es el propósito de Dios para hoy? En otras palabras, Mateo está intereado
con el Rey y su Reino, con la Iglesia y su fundador”8.
Encontramos en este evangelio un esquema natural. Cada sección del evangelio culmina con
una declaración semejante a la siguiente: “Y cuando terminó Jesús estas...” la cual la encontramos
en Mt.7:28, 11:1, 13:53, 19:1 y 26:1. El carácter esquemático de este evangelio ha sido resaltado por
varios autores. José M. Martinez lo demuestra presentando cinco secciones en la cual puede
dividirse este evangelio:
1. (Cap.3-7) Empieza una sección narrativa que culmina con el sermón del monte.
2. (8-10) Una serie de relatos que culminan con un discurso del Señor.
5. (19-25) Se desencadena el desenlace final. Se agudizan los conflictos con los fariseos y
presenta un gran discurso escatológico.
Estos cinco bloques quedan enmarcados por el relato del nacimiento y de la pasión. A su vez
el evangelio puede dividirse en dos partes: la que precede y la que sigue a 16:2. En la primera Jesús
desarrolla con libertad su ministerio y las multitudes le siguen. En la segunda, por causa de los
lideres judíos, el Señor se ve obligado a buscar la privacidad y enseñar únicamente a sus apóstoles.
a) El autor
Tradicionalmente se supone que el autor de este evangelio es Juan Marcos aunque se cree
que tomó sus notas de la predicación de Pedro. El testimonio de los hermanos de la iglesia primitiva
es únanime: Papías, Ireneo, Tertuliano y Jerónimo así lo mencionan en sus escritos.
8 )
Charles Ryrie, Teología Bíblica del Nuevo Testamento, Grand Rapids, Outreach Publications, 1983, pag.28.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 16
¿Quién era este Marcos? Seguramente se tata del mismo que es nombrado en las epístolas de
Colosenses, Filemón, 2 Timoteo, 1 Pedro y en el libro de los Hechos. Es muy probable que se haya
convertido tras la predicación de Pedro porque este le llama “mi hijo” (1 P.5:13) del mismo modo
que Pablo llama a Timoteo su hijo. Su vinculación con el apóstol Pedro es narrada en el libro de los
Hechos. La casa donde la iglesia se hallaba reunida cuando Pedro fue liberado de la prisión era la de
la madre de Juan Marcos (Hch.12:35). Luego leemos que se asoció al equipo misionero encabezado
por Pablo y Bernabé. Promediando el primer viaje decidió volver a su hogar lo cual causó un gran
disgusto al apóstol. Al comenzar el segundo viaje Pablo se negó a llevarlo consigo. Bernabé, quien
era su tío, decidió ayudarlo y Pablo retomó sus giras con Silas. Más tarde Marcos se asoció con el
apóstol Pedro. Por el testimonio de este último sabemos que se encontraba con el cuando estaba en
Babilonia (1 P. 5:13). Finalmente colaboró con Pablo quien llegó a apreciar su ayuda y colaboración
(Col.4:10, Flm.23, 2 Ti.4:11).
En cuanto al testimonio interno Marcos tiene la virtud de pintar imágenes coloridas lo que
indica que el relator debió haber sido un testigo ocular de los hechos. Esto confirmaría la
participación de Pedro en la composición de este escrito. Como apuntan Bonnet y Schroeder en este
evangelio Pedro ocupa un lugar notable aunque, a su vez, se evita todo relato que resulte en una
alabanza a dicho apóstol.
Hay quienes suponen que aquel joven que casí es arrestado cuando el Señor fue crucificado
era nada menos que el propio Juan Marcos (Mr. 14:51-42). Según la tradición fue su casa la que
sirvió como aposento para el desarrollo de la última cena y también donde el Espíritu descendió
sobre la iglesia durante Pentecostés. Pero estos datos no son seguros.
b) Fecha de composición
En el comienzo mismo de este evangelio se anuncia el propósito del autor cuando dice:
“Principio del evangelio de Jesucristo.”.
El evangelio nos muestra a Jesús como el siervo sufriente (Mr.10:45). Vemos un énfasis en
el servicio del Señor más que en su enseñanza. Únicamente registra el sermón escatológico y
algunas pocas parábolas. Todo lo restante son relatos de los milagros de Jesús.
En tanto que el evangelio de Mateo está orientado hacia lectores judíos, Marcos se dirigió a
lectores gentiles. De ser así fue escrito para explicar a los gentiles porque el evangelio el Mesías fue
rechazado. Vemos en este evangelio un contraste marcado entre la popularidad del Señor y el
creciente enfrentamiento con los líderes religiosos que culmina cuando Jesús es crucificado.
También, según enseña José M. Martinez, la cruz es una sombra que se proyecta a lo largo
de todo el evangelio. Al final del mismo se demuestra que en realidad la cruz es el secreto de la
victoria. Jesús es presentado como el vencedor de Satanás, el vencedor de las enfermedades, el
vencedor de sus enemigos y el vencedor de la muerte.
Algunos creen que fue dirigido a la iglesia que se hallaba en Roma. No obstante, el sustento
para semejante afirmación resulta endeble. Se apoyan en la declaración de Pedro respecto a que
Marcos y él se encontraban en Babilonia. Interpretan que en esta ocasión, al igual que en el libro de
Apocalipsis, se le da el nombre de esta antigua ciudad a la capital del imperio Romano. No obstante,
no hay razón para asumir semejante interpretación. Bien podría tratarse realmente de Babilonia.
Newton Davies dice que es evidente que el autor hablaba por lo menos dos idiomas, es decir,
el hebreo y el griego porque el pensamiento semítico es notorio en la construcción de las oraciones y
los modismos que emplea.
En cuanto al estilo narrativo bien podemos decir que es muy pictórico y detallista. En el
relato de la tentación que es muy conciso pero añade un detalle que ilustra acerca de la soledad del
Señor durante aquellos días al decir que “estaba con las fieras”. También al relatar acerca del joven
rico que rechaza a Jesús agrega un hermoso complemento al decir que “mirándole Jesús le amó”
(Mr.10:21, obsérvese que este dato sólo podía provenir de un testigo ocular). La distribución de la
multitud en grupos sobre la hierba es un ejemplo notable interés por narrar inclusive detalles que
podrían ser calificados como insignificantes (Mr.6:39). También narra de forma muy concreta la
ocasión cuando una mujer rompió un frasco de perfume a los pies del Señor (Mr.14:3). Por tanto,
este evangelio se caracteriza por ser breve pero a su vez detallado de forma tal que se evidencia de
que el autor se debió basar en el relato de uno o varios testigos oculares.
Otra cualidad de este escrito es la franqueza del escritor. En ningún momento intenta ocultar
o disimulara la torpeza de los discípulos. Tampoco disminuye la fuerza de las palabras empleadas
por el Señor ante los fariseos.
El relato es muy ordenado. Sigue un orden cronológico aunque no se propone escribir al
estilo de un historiador como lo hace Lucas. Tampoco intenta demostrar, como lo hace Mateo, que
Jesús es el Mesías.
La pulcritud estilística no es precisamente una virtud de este escrito. Martínez dice que: “La
construcción favorita de Marcos es la parataxis, es decir, la sucesión de frases o cláusulas unidas por
la conjunción “y” (kaí).” 9. Este vocablo se repite durante 563 ocasiones.
En cuanto a la estructura del evangelio notaremos que el mismo se divide en dos grandes
secciones. El ministerio de Jesús en Galilea (1-9) y la semana de la pasión (11-16). El capítulo 10
hace de nexo entre estas dos grandes partes.
a) El autor
Lucas fue uno de los tantos compañeros de Pablo en sus giras misioneras. Poco sabemos de
él. Pablo lo llamó el “médico amado” (Col.4:14) de lo cual se deduce que era médico de profesión.
Era un hombre culto, conocedor de la literatura griega y amante de su profesión. Al describir alguna
enfermedad, Lucas suele ser más detallista que los restantes evangelistas. Además puso especial
atención en los aspectos sociales del evangelio de Cristo. Hay quienes creen que el hermano muy
reconocido mencionado por Pablo en 2 Co.8:18 es nada menos que Lucas. Podemos concluir
diciendo que Lucas fue uno de los más queridos colaboradores del apóstol Pablo y por ello sus
escritos gozaron de tanta aceptación por parte de la iglesia primitiva.
b) Fecha de composición
9
José M. Matinez, Hermeneutica Bíblica, Clie, Barcelona, 1984, pag.389
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 18
Los eruditos fijan como fecha probable de escritura entre los años 60 a 90 d. C.. Todo
depende de la fecha que se le conceda al libro de los Hechos. Quienes aceptan las teorías
documentarias por lo general se ven obligados a fijar una fecha posterior al año 70 d. C. para hacer
posible que Lucas consultara a los evangelios de Marcos y Mateo. Pero esto colocaría al libro de los
Hechos en una fecha muy tardía. Esto no es posible porque: a) El autor acompañó a Pablo en
algunos viajes misioneros y b) debería haber narrado la ejecución del apóstol Pablo.
El autor manifiesta al comienzo su intención de relatar con precisión histórica la vida y obra
del Señor Jesucristo. Para ello, como lo haría el más diligente de los historiadores, consultó a
testigos oculares de los hechos que narra.
Si en el evangelio de Juan la nota destacada es la deidad del Señor en Lucas brilla su
humanidad. Se nota en el evangelio la autoridad de Jesús ante sus enemigos. Pero en cuanto a la
Cristología de este evangelio, debemos decir que Lucas presenta al Señor como el Salvador del
mundo. Efectivamente el término salvación o salvador aparece en diecinueve ocasiones en tanto que
en Mateo y Marcos juntos aparece en solo catorce ocasiones.
El lenguaje empleado demuestra que este evangelio estaba destinado principalmente a
lectores de origen gentil.
Según J. S. Wilson dos son las características del evangelio de Lucas que lo distinguen:
Se destaca también la bondad o misericordia del Señor quizás en mayor medida que en
Mateo y Marcos. D. Guthrie señaló que mientras que las parábolas de Mateo giran en torno al reino
las de Lucas se centran mayormente en personas. Además vemos en este evangelio en especial a
Jesús acercándose a los marginados sociales tales como la prostituta arrepentida o el acercamiento a
Mateo.
Se da cierta prominencia a la obra del Espíritu Santo. Las alusiones al Espíritu Santo son
mucho más frecuentes que en los otros sinópticos.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 19
Las oraciones del Señor son destacadas por Lucas. Hace nueve alusiones a la vida de oración
del Señor, siete de las cuales no aparecen en los otros evangelios (3:21, 5:15-16, 6:12, 9:18-22, 9:29,
10:17-21, 11:1, 22:39-46, 23:34 y 46). Además nos ha dejado varias exhortaciones del Señor a sus
discípulos para que estos oren (11:5-13, 18:1-8; 22:40).
Las parábolas ocupan un lugar prominente. Narra 23 en total, 18 de las cuales son propias de
este evangelista. Entre ellas: la parábola del buen samaritano, el Hijo pródigo, el Rico y Lázaro, La
gran cena, la oveja perdida, la moneda perdida y el rico insensato.
Las enseñanzas del Señor en Mateo y Marcos son por lo general declaraciones públicas. En
cambio, en Lucas, en la mayoría de los casos, surgen incidentalmente. Muchas veces a partir de
preguntas a las que respondió por lo general a través de parábolas. Por ejemplo, la parábola del
buen Samaritano, fue expuesta por el Señor cuando alguien le preguntó “¿Quién es mi prójimo?”.
El estilo literario de Lucas es único. Su prolijidad al seleccionar los términos demuestra que
era un hombre culto. También se muestra sumamente reverente al hablar del Señor.
Podríamos bosquejar este evangelio de la siguiente manera:
1) Prólogo: 1:1-4.
2) Nacimiento y niñez de Juan el Bautista y Jesús 1:5 a 2:52.
3) Ministerio de Juan el Bautista 3:1-20.
4) Bautismo y tentación del Señor 3:21 al 4:13.
5) Ministerio público en Galilea 4:14 al 9:50.
6) Camino a Jerusalén 9:51 al 19:27.
7) Pasión, muerte y resurrección 19:28 al 24:53.
Mateo y Marcos.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 20
T anto Mateo y Marcos inician su relato abruptamente. Mateo comienza narrando la genealogía
del Señor así como su nacimiento. Marcos, en cambio, empieza su escrito relatando el
ministerio de Juan el Bautista. Lucas, en cambio, nos introduce a su relato a través de un sencillo
prólogo el cual es muy importante dado que presenta algunos datos concernientes a la investigación
que desarrollo a fin de redactar su tratado.
El evangelio según San Lucas es anónimo pero las evidencias internas como externas
demuestran que el médico amado, como Pablo llamaba a Lucas, fue el autor del cuarto evangelio.
Lucas era un hombre culto. Muestra de esto es el pulido uso que hace del idioma. El prólogo
de su evangelio se asemeja a las obras de los grandes historiadores griegos y prueba de ello es el
término griego “epecheiësan” (se traduce “han tomado a su cargo”, “han tratado de”, “han
emprendido”, literalmente “han tomado en mano”) que aparece únicamente aquí en el Nuevo
Testamento. Esta palabra, según nos recuerda A.T. Robertson, fue empleada tanto por Hipócrates
como por Galeno en la introducción a sus obras médicas. Este era un término común en las obras
literarias denotando intento de realizar algo, en este caso escribir la historia de Jesús. No tiene una
connotación despectiva. El término implica también lo difícil que podía resulta cierta empresa. El
apóstol Juan escribió en su evangelio: “Y hay también muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se
escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de
escribir.” (Jn.21:25). Si bien estas palabras son una hipérbole o exageración no dejan de reflejar la
dificultad que tuvieron los evangelistas al relatar la vida de Jesús.
En estos cortos versículos son sumamente interesantes y reveladores. Efectivamente este
prologo manifiesta tres puntos importantes a tener en cuenta:
Al emprender la tarea, Lucas contó con diversas fuentes de la cual seleccionó la información
que utilizaría en su escrito las cuales son:
a) Otros escritos.
No son pocos los que ven en estos versículos una alusión al evangelio según San Marcos y a
un hipotético borrador del evangelio de Mateo. Pero esto es poco probable. Seguramente se trató de
documentos redactados por cristianos piadosos que no reunieron las elevadas normas que el propio
Lucas requiriera. Sin duda el móvil de aquellos autores fue también registrar los hechos fuera de lo
común que caracterizaron a la vida del Señor Jesús. Lucas los leyó y se refirió a ellos con sumo
respeto. Consideró que trataban de cosas que eran “ciertísimas”. Escritos que repondían a lo que
ellos “habían visto con sus ojos” y además asegura que “fueron ministros de la palabra”.
b) La tradición oral.
La frase “tal como nos la enseñaron” indica que Lucas no fue un testigo ocular. No obstante
consultó a quienes lo fueron y transmitieron las enseñanzas del Señor. El término griego enfatiza en
que fue una transmisión fiable y no historias fantasiosas. Se trataba de maestros de la Palabra
privilegiados porque habían sido testigos oculares de los hechos.
Significa que por cierto tiempo, las enseñanzas del Señor, circularon en forma de tradición
oral. Esto de ningún modo afecta la veracidad del relato ya que muchos de los primeros convertidos
en Jerusalén habían sido testigos del ministerio de Cristo. La notoriedad e impacto causado por el
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 21
ministerio del Señor es reconocible, por ejemplo, en el caso de aquellos discípulos que volvían a
Emaus. Ellos dijeron: “¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en
ella han acontecido en estos días?” (Lc.24:18). Además el apóstol Pablo dijo que el Señor resucitado
se apareció en una ocasión a más de quinientos hermanos a la vez de los cuales, al momento de
escribir la epístola a los Corintios, vivían en tanto que otros habían muerto (1 Co.15:6).
Otros pasajes aluden a la tradición oral. El apóstol Pablo habló acerca de la cena del Señor
reproduciendo lo que él “había recibido” (1 Co.11:23). También cuando enseñó acerca de la
resurrección dijo hacerlo según la enseñanza que el a su vez había recibido (1 Co.15:3).
c) Su propia investigación.
El término griego que se traduce investigar quiere decir literalmente seguir una cosa
mentalmente, seguir el curso de los acontecimientos. Significa que antes de realizó una cuidadosa
investigación recurriendo a los testigos oculares y a las enseñanzas de la iglesia. Es interesante notar
que Galeno, el famoso médico griego, empleó el mismo término para referirse a la investigación de
los síntomas.
Relatos íntimos tales como la anunciación o el encuentro entre María y Elizabet
posiblemente hayan sido producto de esta investigación. La única que sabía con precisión que había
acontecido en aquellos momentos era María así que podemos imaginar a Lucas entrevistándose con
María y preguntándole al respecto.
La laboriosa investigación también es notable en el libro de los Hechos. Lucas no vivió en
Jerusalén durante los primeros quince años de la iglesia así que debió investigar cuidadosamente los
hechos acontecidos en ese período.
10
A.T. Robertson, Imagenes verbales del Nuevo Testamento, Tomo II, Clie, Barcelona, 1989, pag.25.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 22
Este breve prólogo tiene el valor de demostrar el estricto apego a la verdad que Lucas
impuso a su obra. Recurrió a todos los medios a su alcance para relatar con fidelidad la vida de Jesús
y más tarde los inicios de la iglesia. Sus palabras deben brindarnos las garantías necesarias para
afirmar nuestra fe se basa en el suceso histórico de mayor importancia: la vida y obra del Señor
Jesús
El precursor:
P ara favorecer el futuro ministerio del Mesías era necesario el surgimiento de un precursor quien
debía despertar los sentimientos religiosos de un pueblo cuya fe estaba adormecida. Hombre y
mujeres devotas como Zacarías, Elizabet, José, María, Simeón y Ana eran la excepción.
Desde la proclamación del profeta Zacarías el pueblo de Israel había experimentado la
opresión por parte de diversas potencias extranjeras. También el surgimiento de las sectas judías que
encontramos en los evangelios tuvieron su origen en tal período histórico.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 23
2) Zacarías y Elizabet: poco sabemos de ellos más de lo que aquí revela Lucas. Ambos
pertenecían al remanente fiel de Israel. El era sacerdote de la casa de Abías.
Elizabet era hija de Aarón lo cual quiere decir que también pertenecía a una familia de
sacerdotes. Para un sacerdote era un gran honor estar casado con la hija de otro sacerdote.
1) La fidelidad a Dios.
Comienza describiendo a Zacarías y Elizabet como “rectos delante de Dios”. Esta frase es
muy común en el Antiguo Testamento. No significaba que fueran “sin pecado” sino que su vida se
caracterizaba por la obediencia a la ley.
Además se nos dice que Elizabet era estéril y de edad muy avanzada. Estos datos realzan el
milagro que Dios habría de realizar. Para una mujer judía no tener hijos era motivo de deshonra.
Aún lo sigue siendo en algunos países musulmanes esto sigue siendo así. Recordemos a modo de
ejemplo el caso de Ana, la madre de Samuel.
Entonces le tocó en suerte a Zacarías entrar en el Santuario. Solo una vez en la vida del
sacerdote se daba esta oportunidad. El método para designar al encargado era echar suertes y esto
evitaba, según A. Bonnet y A. Schroeder, cualquier especulación entre los sacerdotes. Robertson nos
dice que la suerte afortunada era una “piedra blanca”, a lo cual puede hacer referencia Ap.2:17. Esta
ofrenda tenía lugar dos veces al día. Una a la mañana y otra a la tarde. El sacerdote debía ingresar a
quemar el incienso en el altar que estaba al fondo muy cerca del velo que separaba al lugar santo del
lugar santísimo. Mientras el sacerdote cumplía esa función, el pueblo que estaba afuera oraba. El
humo del incienso que ascendía al cielo simbolizaba las oraciones del pueblo.
En tanto que cumplía esta función se le apareció un ángel. Esta sería la primera de las
apariciones angelicales que se sucederían aquellos días. Wilcock dice que los ángeles eran muy
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 24
conocidos por los judíos debido a sus menciones en el Antiguo Testamento. No obstante, para un
pagano como Teófilo era un concepto totalmente nuevo. Esta es la razón por la cual Lucas prestó
especial al ministerio de estos seres (Lucas cita 14 apariciones, Mateo 6 y Marcos ninguna).
Entonces vemos que Zacarías fue un hombre fiel a Dios. Fiel en su ministerio y fiel en el
servicio.
2) La gracia de Dios.
La gracia de Dios es un favor concedido al hombre sin merecerlo. Zacarías estaba viviendo
un hecho emociónate. Tenía el honor de ministrar en el templo. Entonces un hecho extraordinario
aconteció. Un ángel del Señor se le apareció. Imagine estar a solas en una habitación y de pronto se
apareciese un ser de la nada. Al igual que Zacarías nos turbaríamos y llenaríamos de temor. Tal
experiencia fue compartida por muchos que vivieron una situación similar (Lc.1:29-30, Gén 28:17,
Is 6:5, Ap.1:17).
El mensaje del ángel es muy alentador para nosotros. Le dijo que “su oración había sido
oída” y Elizabet tendría un hijo. ¿Cuándo había pedido esto Zacarías?. En aquel momento no por
dos razones:
a) El ya había perdido toda esperanza de ser padre (Lc.1:18) por tanto ya no estaría orando
por tal cosa. Por esta razón podemos pensar que habría orado por esto en su juventud o cuando veía
que su esposa no quedaba embarazada.
b) A.T. Robertson explica la frase “ha sido escuchada” diciendo que el verbo griego es un
Aoristo (pasado) del indicativo en voz pasiva lo cuál es “Una especie de aoristo atemporal, “fue
oída” cuando la petición fue hecha...” (5) y ahora había llegado el momento de su respuesta.
Esto nos deja una hermosa lección para nuestras vidas. Dios contesta nuestras oraciones.
Puede contestar que no pero también puede responderla en el momento menos esperado.
Pero además el hijo de Zacarías sería un gran hombre de Dios. El carácter y la obra de aquel
niño fue descripta por el ángel señalando los siguientes puntos:
b) Sería grande delante de Dios: ser grande ante Dios no necesariamente significa ser grande
ante los hombres. En el caso de Juan podríamos decir que se cumplieron las dos cosas.
c) No bebería vino ni sidra, es decir, ninguna bebida embriagante. Esta era una de las
condiciones que imponía el voto del nazareo o nazir (Nm.6:3). Tales votos podían ser permanentes o
temporales.
d) Sería lleno del Espíritu desde el vientre de su madre: esta expresión nos recuerda los
dichos de Jeremías (Jer.1:4-5). La llenura del Espíritu es una doctrina bien desarrollada en el Nuevo
Testamento. Pero la llenura en el caso de Juan el bautista tendría las características de los santos del
Antiguo Testamento, es decir, el Espíritu Santo los dotaba para una tarea temporalmente y una vez
que la misma era cumplida se apartaba del ellos. Por esta razón vemos en algunos Salmos el pedido
(5)
A.T. Robertson, Imagenes verbales del Nuevo Testamento, Tomo II, Clie, Barcelona, 1989, pag.28.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 25
de que el Espíritu no abandone al siervo. La llenura del Espíritu daría a la predicación de Juan el
Bautista el brillo ausente en la enseñanza por entonces corriente en Israel.
f) Prepararía el camino del Señor: el texto griego se podría traducir, según Robertson,
diciendo que prepararía el camino a Dios mismo. Esta podría ser una temprana declaración de la
Deidad del Señor.
g) Tendría el poder de Elías: Elías fue uno de los profetas más destacados del Antiguo
Testamento. Luchó contra la incredulidad del pueblo. Juan tendría la misma lucha e iguales
resultados. El Antiguo Testamento prometía que Elías vendría otra vez (Mal 4:5) (esta es una
profecía de doble cumplimiento parte se cumplió durante la primera venida pero su cumplimiento
final queda reservado para la segunda venida (Ap.11:3-6)). No significa esto que Elías se
reencarnaría o volvería a vivir sino que el precursor del Mesías tendría características semejantes a
las del profeta del Antiguo Testamento (Mt.17:12).
Evidentemente el ángel hizo alusión a las Escrituras. Esto muestra que al igual que Satanás y
sus demonios los ángeles de Dios la conocen.
M.C. Temey nos recuerda las similitudes entre el nacimiento de Juan el Bautista y el de
Sansón. En ambos casos los padres no habían podido tener hijos y el ángel ordenó que el niño haría
el voto del nazareo desde su niñez (Jue.13:5). Ambos personajes cumplieron una función especial en
favor del pueblo y para ello serían dotados con el poder de Dios. Ambos cumplieron su misión y
murieron trágicamente. A diferencia, Sansón lamentablemente padeció a causa de su pecado.
3) La falta de fe en Dios.
A pesar de tan detallado anunció a Zacarías le faltó fe. Su pensamiento responde a la más
pura lógica: él y su mujer ya eran viejos. Abraham siendo un hombre cuya fe fue ejemplar dudó en
circunstancias semejantes. Sara también expresó sus dudas (Gé.18:12) pero ante la reprensión
exclamó: “¿Hay algo difícil para Dios?” (Gé.18:14). Lo que debemos tener siempre en claro es que
como dijo el Señor: “Lo imposible para los hombres, es posible para Dios.” (Lc.1:37, 18:27).
La respuesta del ángel no se hizo esperar. Se presentó dando su nombre; Gabriel (significa
“El hombre fuerte de Dios” o “Dios es mi fuerza”). Afirmó “estar ante la presencia de Dios” lo cuál
indica su alto rango dentro del orden angelical. Reprendió a Zacarías y lo condenó a permanecer
mudo hasta el nacimiento del niño.
En tanto, el pueblo se extrañó de la demora del sacerdote. Quemar incienso era una tarea que
demandaba pocos minutos. Tal vez supusieron que el sacerdote había fallecido en el recinto pero
cuando salió y vieron que no podía hablar comprendieron que había visto una visión.
El ministerio de los sacerdotes era por tiempo limitado y quedaban luego en libertad de
volver a sus hogares. Zacarías vivía no muy lejos de Jerusalén.
4) El milagro de Dios
Finalmente la promesa de Dios fue cumplida. Los anuncios de Dios no se hacen esperar. El
es fiel y cumple sus anuncios aunque esto implique que un mujer anciana tuviera un hijo. Las
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 26
prácticas no éticas de nuestros días referentes a inseminación artificial han hecho posible que por
ejemplo una mujer mayor tuviera un hijo pero el milagro de Dios es mucho mayor ya que Elizabet
concibió normalmente a su hijo.
1) La anunciación a María
Seis meses después el ángel Gabriel tuvo otra especial misión y fue anunciar a María, la
mujer que Dios escogió, el nacimiento del Mesías. El relato registrado por Lucas contempla el
nacimiento del Señor desde el punto de vista de María en tanto que Mateo lo registra desde el punto
de vista de José así que compararemos los dos relatos.
Calvino observa un hecho interesante y es que la profecía respecto al nacimiento de Juan fue
dada en un lugar público, el templo, y notada por muchos en tanto que la profecía acerca del Mesías
fue presentada en privado a una joven virgen. Tal vez esto fue así por el tipo de ministerio que
habría de desarrollar Juan.
Brevemente Lucas presenta algunos rasgos especiales de aquella mujer:
a) Estaba desposada con José: este vínculo, según las costumbres de la época, era tan
importante como el matrimonio. El desposorio se concretaba una vez que el novio pagaba la
dote al padre de la novia. De modo que José tenía perfetcto derecho para viajar con María a
Belén. La infidelidad de parte de la desposada era castigada por la penda de muerte
(Dt.23:23-24). De modo que tal compromiso era equivalente al matrimonio aunque los
esposos aún no convivían juntos.
La declaración respecto a la virginidad de María encuentra su razón en destacar el
nacimiento sobrenatural del Señor. Además esto cumpliría con las Escrituras que anunciaban
que una virgen daría a luz un niño (Is.7:14).
b) Era de la casa de David: la frase “de la casa de David” puede hacer referencia a José
únicamente o a ambos.
Luego se nos detalla el contenido del mensaje y las reacciones de María ante el mismo:
¡Salve, muy favorecida!: significa enriquecida por la gracia de Dios. En cierta medida la frase
también podría haber sido traducida “llena de gracia” aunque solo si por esta se interpretase que
María recibió una gracia muy especial y no que ella poseía alguna gracia especial. El término
siempre hace referencia a quien es el receptor de la gracia de Dios. Sin embargo esta traducción ha
sido bien aprovechada por la iglesia Católica Romana para exaltar la figura de María.
Bendita entre todas las mujeres: esta frase es omitida por los mejores manuscritos al punto que
Kurt Aland en su texto griego decidió omitirla. Pero aún si la aceptamos la misma sólo quiere
resaltar el gran privilegio de María al recibir tan grande don.
Ante tan inesperada aparición María se turbó al igual que le había ocurrido a Zacarías. Ni
siquiera podía comprender la salutación del ángel le dijo que no temiera y continuó con el mensaje
que traía:
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 27
Has hallado gracia delante de Dios: A. Bonnet y L.Schroeder dicen que este es un hebraísmo
común en el Antiguo Testamento y citan los siguientes ejemplos: Gé.6:8, 18:3, Ex.33:12-13,
Jue.6:17, 2 S.15:25, Hch.7:46. Dios toma en cuenta a aquellos que le buscan no porque lo
merecieran sino por su gran amor. Aún el hombre más fiel a las Escrituras no es merecedor de la
gracia de Dios.
Concebirás y darás a luz un niño: este es el anunció principal y es que ella daría a luz un niño. La
terminología empleada por el ángel pudo estar basada en las palabras del profeta Isaías dado que los
ángeles conocen las Escrituras.. Respecto al niño señala dos detalles importantes:
Su nombre: se llamaría Jesús que quiere decir “Jehová salva”. Su grandeza sería tal que lo
llamarían Hijo del Altísimo o Hijo de Dios. Efectivamente durante su ministerio algunos le
reconocieron como él Hijo de Dios (Mt.14:33, Mr.15:39, Jn.11:27). Los demonios también
reconocieron esto (Mr.3:11) y los sacerdotes y fariseos le condenaron porque “hizo a si mismo
Hijo de Dios” (Jn.19:7).
Su destino: se sentaría “sobre el trono de David”. El Antiguo Testamento prometía que el Mesías
Reinaría sobre la casa de Israel. (Is.9:6-7). Por esto el pueblo esperaba que el Mesías los libere
del yugo impuesto por el imperio Romano.
María reacciona y pregunta: “¿Cómo ha de suceder esto?”. Aún no había conocido varón.
Para responder tales dudas el ángel continua con el mensaje:
El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra: estas
expresiones indican una misma cosa, es decir, el nacimiento sobrenatural del Señor. Este versículo
nos permite apreciar que el Espíritu es una Persona y no una fuerza activa. Es distinto del Padre y
del Hijo. Te cubrirá la sombra del Altísimo, es decir que una nube descendería sobre ella. Esto nos
recuerda la gloria que cubría el Monte Sinaí cuando recibió la ley (Ex.40:38). La nube representa la
gloria y la presencia de Dios. La preexistencia de Cristo hacía necesario que el nacimiento tuviera
estas características. A la vez la preexistencia de Cristo guarda estrecha relación con la doctrina de
la trinidad la cual es característica del cristianismo bíblico.
Tu parienta también ha concebida: para erradicar toda duda de María el ángel Gabriel le anunció
que su prima o parienta aunque ya era anciana también estaba esperando un niño.
Mateo presenta el relato del nacimiento desde el punto de vista de José quien era un hombre
justo. El propósito al relatar este acontecimiento fue por un lado destacar que Jesús no era hijo de
José. Esto es importante ya que resulta en una afirmación de su preexistencia del Señor Jesús. En
segundo lugar la acción de José merece una explicación así que él decidió presentarnos la otra
anunciación.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 28
a) La decisión de José.
Debemos destacar la figura de este hombre que muy probablemente murió antes que Jesús
comience su ministerio. El trato que él tuvo hacia María destaca las dotes personales.
Reconstruyamos por un momento los hechos. María estaba comprometida con José. El ángel se le
aparece, le anuncia que daría a luz un niño y que sería concebida por el Espíritu Santo.
Inmediatamente que recibe esta noticia María ser marchó a ver a su parienta quedándose con ella
tres meses. Al momento de regresar su embarazo ya debió ser notorio. Las sospechas de José fueron
lógicas. De una cosa estaba seguro y es que él no era el padre de la criatura. ¡Que situación! Cuan
grande habrá sido la tristeza de aquel joven al sentirse traicionado por la mujer que amaba. ¿Cómo
actuaríamos nosotros en una situación similar? Quizás es conveniente que analicemos la acción de
José.
Mateo nos dice que no quería infamarla por esto debió pensar muy bien las acciones a seguir.
No quería formalizar el matrimonio sintiéndose engañado por tanto tenía que decidir que hacer:
a) Denunciar el engaño: la ley imponía la muerte para la mujer que engañase a su prometido.
Pero José amaba a María y no deseaba su muerte.
b) Presentar una carta de divorcio: José disponía de otro recurso. Podía presentar una carta de
divorcio sin indicar el motivo de su separación. Por este medio María no sería sometida a un
procedimiento público y condenada a muerte por adulterio pero aún así sería sometida a la
vergüenza que significaba ser repudiada por su esposo.
Esta última fue su elección. Esto nos deja una hermosa lección acerca del profundo amor que
debe imperar entre un hombre y una mujer. Sabiendo que la razón estaba de su lado prefirió
abandonarla en secreto antes que el honor de su prometida fuera destruido. La dejaría quedando
como un hombre que abandona a su hijo y esposa. Todo por amor.
a) Debe notarse la preocupación del evangelista por dejar bien en claro que Jesús no era hijo
de José. Jamison, Fauset y Brown, en su comentario, dicen: “Observese que no dice: “te
parirá un hijo”, como le fue dicho a Zacarías” 11. Sólo así se cumpliría la declaración
hecha en el Eden respecto a que un hijo de una mujer vencería a la serpiente (Gé.3:15).
11
Roberto Jamieson, A.R. Fausset, David Brown, Comentario Exegetico y Explicativo de la Biblia, Tomo II, Casa
bautista de Publicaciones, pag.11.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 29
b) Fue engendrado por el Espíritu Santo. Este fue un milagro único. M.C. Timey hace una
interesante reflexión al respecto: “La mención del Espíritu Santo como agente en la
concepción de María evidencia la personalidad de este Ser Divino, y lo familiarizado que
estaba el judío común con su existencia sin requerir mayores explicaciones”12.
El ángel también ordenó a José el nombre que el niño debía llevar. Se llamaría Jesús (Jehová
Salva) y el sería “el salvador” del pueblo. El pronombre “el” recibe un énfasis especial de modo que
él y únicamente él salvaría personalmente a su pueblo. Al nombrar al pueblo el ángel, establece una
relación entre este nacimiento y las promesas mesiánicas.
Por último, el ángel, declara la necesidad de estas cosas. Las mismas debían ocurrir para que
se “cumpla lo dicho por el profeta”. Esta frase es característica del evangelio de Mateo. La profecía
citada es Isaías 7:14.
Culmina el ángel diciendo que Jesús seria llamado Emanuel. Este último no sería un segundo
nombre sino más bien describe el carácter de la obra que Cristo realizaría ya que significa. “Dios
con nosotros”.
Finalmente José despertó. Ante un problema un joven tomó una sabía decisión. Creyó ser
engañado por su mujer amada pero aún así no quiso ofenderla. La revelación del ángel trajo paz a
su corazón y se dispuso a obedecer las instrucciones recibidas.
c) La obediencia de José.
José y María dieron fin al período del desposorio y constituyeron su hogar. El hecho que
declare que “no la conoció hasta que dio a luz su hijo primogénito” indica que José no tuvo una
relación marital hasta que nació Jesús. Esto implica que tras el nacimiento del Señor vivieron una
vida conyugal normal. Tal como lo señalan los evangelios tuvieron hijos e hijas (Mt.13:55-56).
Así culmina esta auténtica historia de amor. José un hombre justo quiso resolver un problema
sabiamente pero cuando Dios le manifestó por medio de ángel la verdad estuvo dispuesto a
obedecerle. ¿Estamos nosotros dispuestos a obedecer al Señor siempre?. Nuestra respuesta debe ser
sí de lo contrario
María, ni bien recibió la visitación del ángel, fue a toda prisa a ver a su parienta, Elizabet.
Cuando María llegó a la casa, al oir la voz su voz, “la criatura salto en el vientre; y Elizabet fue llena
del Espíritu Santo.”. Esto tiene que ver con el anuncio hecho por el ángel cuando dijo que el niño
12
M.C.Timey, Comentario Bíblico Moody, Editorial Moody, Chicago, 1965, pag.4.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 30
sería lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre. También Elizabet fue llena del
Espíritu.
De inmediato Elizabet manifestó su alegría en un grito de gozo. Sólo a través de la ayuda del
Espíritu Santo pudo saber que María iba a ser la madre del Mesías. Ella reconoció al bebe de Maria
como su Señor. Con Jubilo exclamó: “¡Bendita tú entre todas las mujeres!”. Toda madre es muy
bendecida al traer un niño al mundo pero María tuvo el privilegio único en la historia de ser la
escogida para traer al Salvador. Esto no nos debe conducir a la adoración a María. El Señor rechazó
toda posible adoración a María (Lc.11:27-28).
Seguidamente dijo: “¡Bendito el fruto de tu vientre!”. La venida de nuestro Salvador a este
mundo fue la gran bendición. Aquel eterno que participó en la creación del mundo en aquel
momento estaba residiendo en el ceno de una mujer. La grandeza de este milagro es incalculable.
Por ello Elizabet expresa finalmente la gran bendición que significó aguardar el cumplimiento de la
promesa de Dios porque en aquel momento estaba contemplando la realización de la misma.
Entonces María pronunció un canto muy hermoso. Al leer el mismo llama nuestra atención el
gran conocimiento que María tenía del Antiguo Testamento ya que citó de memoria varios pasajes
del mismo y no de un solo libro sino de varios de ellos (Gé., varios Salmos, Is., Job). Podríamos
dividirlo en dos secciones:
a) La gracia de Dios.
En los versículos 46-47, María declara su propia bajeza ante la grandeza de la santidad de
Dios. Ella estaba muy consciente de su propio pecado y el don inmerecido que había recibido de
parte de Dios. Cada uno de nosotros debería tomar nota de estas palabras de María y recordar que
todo cuanto podamos hacer en beneficio de la obra de Dios no es porque tengamos algún merito sino
porque Dios ha obrado en nuestros corazones.
b) La misericordia de Dios
La misericordia de Dios se expresó en la historia de Israel. Con poder Dios lo ayudó. Ahora
ella misma sentía que su misión era una nueva expresión del poder de Dios manifiesto en favor de
su pueblo.
Cumplido el tiempo Elizabet dio a luz su hijo lo cual fue motivo de gran gozo entre los
vecinos. Dios había tenido gran misericordia de ella ya que era una gran afrenta para una familia el
no tener hijos.
Tal lo estipulado por la ley, al octavo día, llevaron al niño al templo para circuncidarlo. La
circuncisión era él rito que identificaba al niño con su pueblo, Israel, y con su Dios. Era costumbre
que llevara el nombre del Padre o del algún familiar pero en este caso, obedeciendo el mandato del
ángel, Juan. Esto llamó mucho la atención dado que les interesaba conservar los nombres de sus
padres y tribus. Por tanto pidieron al padre que confirmara tal deseo de la madre cosa que Zacarías
hizo por intermedio de una tablilla. Es posible traducir la respuesta de Zacarías diciendo “Juan es su
nombre” lo cual enfatiza aún más la seguridad respecto al nombre del niño.
Al momento culminó el castigo y Zacarías volvió a hablar. Lo primero que pronunció no fue
otra cosa que una bendición a Dios. Este gran milagro sorprendió a sus vecinos y familiares que se
llenaron de temor a Dios y divulgaron lo sucedido. Todo esto estaba causando cierto interes por las
cosas de Dios. Entonces Zacarías pronunció un hermoso cántico en el cual habló acerca de la
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 31
grandeza de Dios. El texto dice que se trató de una profecía de este sacerdote. Pero notemos que en
este caso el Espíritu Santo lo guío de tal modo que prácticamente cada frase de la misma se
encuentra en el Antiguo Testamento. Por medio del Espíritu Santo Zacarías pudo anunciar la venida
del Mesías y el ministerio de su propio hijo.
Podríamos bosquejar el cantico del siguiente modo:
a) Dios envió El redentor de su pueblo (69-75): en esta sección comienza con adoración a
Dios por haber enviado el redentor que salvaría a su pueblo. Zacarías señala que esto había sido
anunciado por los santos profetas de Dios y también que este es el cumplimiento del pacto realizado
con Abraham.
b) Dios envió un profeta a su pueblo (76-79): los versículos finales los dedicó para tratar
sobre el ministerio de su propio hijo. Señala que sería el precursor del redentor. Su servicio sería tan
importante que muchos llegarían por su medio a disfrutar del perdón de Dios.
Lucas culmina este relato con un breve reporte acerca de la niñes y juventud de Juan el
bautista. El niño crecía tanto físicamente como espiritualmente.
Durante muchos años la credibilidad del libro de Lucas fue objetada debido a dos problemas
relacionados con este censo:
a) Ningún historiador de la época ya sea griego o romano registró este decreto por lo cual
muchos supusieron que Lucas estaba equivocado. Explican tal error diciendo que el médico amado
habría confundido este censo con otro que fue llevado a cabo unos Diez años más tarde (Hch.5:37).
Este error se aclara muy bien al leer cuidadosamente el texto (Lc.2:2) donde dice que hubo un
primer censo. Al aclarar que fue el primero es porque hubo un segundo. El segundo censo efectuado
bajo el mismo gobernador fue muy conocido ya que en vísperas del mismo los judíos se rebelaron y
fueron reprimidos violentamente. Josefo, el historiador judío, registró este segundo censo por la
notoriedad de los sucesos relacionados con el mismo. Sir William Ramsay (1) realizó profundas
investigaciones arqueológicas y aportó pruebas significativas que respaldan las declaraciones de
Lucas
b) Lucas afirma que Cirenio era gobernador de Siria cuando el censo fue realizado. Esto
también ha sido objetado. La razón es que Cirenio fue gobernador de Siria alrededor del año 6 d.C.,
es decir, unos doce años después del nacimiento del Señor. Sin embargo, nuevamente gracias a los
trabajos de W.M. Ramsay, se ha probado que Cirenio fue gobernador de Siria en dos ocasiones.
Debido a un gran triunfo militar se le concedió temporalmente la gobernatura de Siria. Nuevamente
Lucas estaba en lo cierto.
El hecho extraordinario al cual hace referencia este censo es que para que se cumpliesen las
Escrituras referentes a que el Mesías nacería en Belén, fue necesario que Dios movilice a todo el
imperio Romano. Nuestro Dios simplemente podría haber ordenado a José que se trasladase a Belén
con María cuando llegase el momento del nacimiento pero escogió otro método para demostrar su
soberanía absoluta. Para cumplir su eterno propósito empleó al Emperador Romano.
(1)
Es interesante notar que Sir William Ramsay en principio fue influido por la escuela liberal de Tubinga y leía el evangelio de Lucas con ojos
críticos pero, como arqueólogo aficionado que era, descubrió importantes documentos que apoyaban la veracidad del evangelista. A partir de entonces
su obra estuvo dedicada al estudio de las obras del médico amado.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 33
b) En la ciudad de David: Belén era la ciudad de David. Había sido anunciado por el profeta
que el niño nacería en Belén. Esto identifica aquel niño con el Mesías y esto sería motivo
de gran gozo para aquellos pastores.
c) Un salvador que es Cristo, el Señor: respecto al término salvador ya nos hemos referido.
Corresponde ahora que analicemos la frase “Cristo el Señor” (Christos Kurios) la cual
origina algunos problemas de interpretación. A.T.Robertson dice que puede significar:
“El Mesías, el Señor”, “Cristo el Señor”, “Señor Ungido”, “Mesías, Señor”, “Un ungido,
un Señor” o “el Señor Mesías”.
El término Cristo es la traducción al griego de la palabra hebrea “Mesías” o ungido. En la
LXX se aplicaba a los sacerdotes que eran ungidos con aceite sagrado y separados para el
servicio. También los reyes de Israel eran llamados en ocasiones “el Ungido del Señor”
(1 S.2:10, 35; 2 S.1:14, Sal.2:2, 18:50; Hab.3:13 e incluso se lo aplicó al rey de Ciro
(Is.2:11)). Pero paulatinamente fue haciendo referencia al Mesías. El Salmo 2 es un
ejemplo. Es evidente que en el vers. 2:2 que no se esta hablando del rey David sino de
uno más grande que él, el Mesías de Dios. En los evangelios Jesús aceptó el título Cristo
en tres ocasiones (Mt.16:17, Mr.14:61, 62; Jn.4:26). También es añadido como título al
nombre “Jesús”. Por su parte el título Señor aplicado a Jesús es un reconocimiento de su
deidad. Es notable que tras la resurrección no encontramos el nombre Jesús sólo sino
siempre acompañado por los títulos Señor o Cristo. Esto se constituyó en toda una
declaración de fe. Conviene agregar que la versión LXX traducía el nombre divino,
Adonay-Yahveh o Jehová con la palabra griega Kurios o Señor por tanto es comprensible
que al aplicar este título al Jesucristo se estuviera haciendo referencia a su deidad..
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 34
Seguidamente el ángel describió a los pastores como encontrarían al niño para evitar
cualquier confusión. Lo encontrarían envueltos en pañales y acostado en un pesebre. Esta última
característica haría muy sencilla la búsqueda.
Una vez que el ángel señaló esto algo extraordinario sucedió. Un ejército de ángeles se
apareció en los cielos. Por si lo que ya habían visto fue poco Dios les concedió la gracia de ver aquel
maravilloso espectáculo que fue aquella multitud de huestes angelicales cantando un glorioso
himno.
El himno comienza diciendo: “Gloria a Dios en las alturas”. La palabra Gloria significa
según Vine una opinión, una estimación y el honor resultante de tal buena opinión. Aplicada a Dios
es un reconocimiento de su naturaleza y obras. La gloria es algo inherente a Dios, el es glorioso. Su
gloria siempre ha resplandecido y siempre resplandecerá (Jn.17:5 y 24, He.1:3). La manifestación
más grande de la gloria de Dios fue la propia vida y obra de nuestro Señor Jesucristo.
“En la tierra paz” dice la siguiente frase de esta alabanza. El niño nacía traía la paz a los
hombres con Dios mismo. Romanos 5:1 dice: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con
Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”.
La última expresión dice según nuestra versión “buena voluntad para con los hombres”. Es
decir que el envió de aquel niño sería una expresión de la buena voluntad de Dios para con los
hombres. Algunas versiones católicas traducían esta frase del siguiente modo: “paz en la tierra a los
hombres de buena voluntad”. Esta traducción pone el acento en la benevolencia del hombre. A.T.
Robertson dice que: “De hecho, la verdadera paz sobre la tierra existe sólo en aquellos que son
sujetos a la buena voluntad de Dios, qué están caracterizados por la buena voluntad para con Dios y
el hombre.” (2).
Llenos de alegría aquellos hombres raudamente emprendieron camino a Belén con el interés
de ver lo anunciado por el Señor por medio de los ángeles. Al llegar encontraron al niño tal como se
les había anunciado y contaron a sus padres los que les había sucedido. María guardaba todo en su
corazón. Meditaba en la gran obra que Dios estaba ejecutando en aquellos días. Tras ver al niño los
pastores regresaron glorificando a Dios y alabándole por las cosas que habían visto y oído.
(2)
A.T. Robertson, Imágenes verbales del Nuevo Testamento, Tomo II, Clie, Barcelona, 1989, pag.25.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 35
fue su elección. Cuando se disponían a realizar esta ceremonia acontecieron dos hechos
extraordinarios.
El primero de ellos está relacionado con un hombre llamado Simeón quien era recto y
piadoso. Del cual se nos dice también que aguardaba “la consolación de Israel”. Esta era una
expresión muy poética y hermosa para decir que esperaba al Mesías. Además el Espíritu Santo le
había expresado que no vería la muerte hasta ver al “Ungido del Señor”. Cuando se acercaron José y
María llevando al niño tomó al bebe en brazos y pronunció unas palabras hermosas y proféticas.
Reconoció que aquel bebé era el Mesías por lo cual ya podía morir en paz. Vio con sus ojos la
salvación, es decir, al autor de la misma. El carácter de la obra de Cristo, al contrario de lo que
muchos creían, superaría las fronteras de Israel. Declaró que aquel niño sería luz a los gentiles y
gloria para el pueblo de Israel.
José y María estaban maravillados ante lo que habían visto y escuchado. Pero el anunció de
Simeón no terminó allí sino que declaró tres aspectos del ministerio futuro de aquel niño:
a) Fue puesto para caída y levantamiento de muchos en la casa de Israel: esto es un anuncio
respecto la división que causaría la predicación del Señor.
b) Sería una señal contradictoria: su predicación dividió a los judíos ganando tanto
seguidores como adversarios.
Un segundo hecho extraordinario está incluido en este. Ana la hija de Femuel era una
profetiza, es decir que, por la gracia Dios, había recibido cierta revelación por medio del Espíritu
Santo. La palabra “profetiza” aparece únicamente en este versículo del Nuevo Testamento. De
acuerdo a la tradición Judía sólo hubo siete profetizas en Israel Sara, Miriam, Debora, Ana, Abigail,
Hulda y Ester. Era ya de edad muy avanzada ya que superaba los cien años. También sabemos por
lo que nos dice Lucas que era muy devota ya que servía en el templo noche y día con ayunos y
oraciones. Cuando vio al niño supo que la hora de la redención había llegado y por ello hablaba a
todos acerca de aquel bebe que había conocido.
Al decir que procedían del oriente puede referirse a que procedían de Persia o arabia. Se
dirigieron primeramente a Jerusalén donde entrevistaron al Rey Herodes con la más sana intensión
de averiguar donde había nacido el Rey de los judíos. El hecho de que fueran al palacio y que fueran
recibidos nos habla de su categoría elevada. No eran meros charlatanes sino personas muy educadas
y respetadas en la sociedad de entonces. Jamison, Faussett y Brown, en su comentario, nos cuentan
que los historiadores romanos, Seutonio y Tácito, señalaron que prevalecía en oriente la idea de que
de Judea saldría un soberano del mundo.
Afirman haber seguido su estrella hasta allí. Se trató de un fenómeno fuera de los común de
modo que esto movilizó a aquellos hombres emprendieran un largo viaje a fin de investigarlo. Dios
como creador del universo en que vivimos bien pudo emplear a su antojo parte de la creación para
mostrar a aquellos hombres que algo extraordinario estaba sucediendo en Judea. Según lo indica el
versículo 9 la estrella se novia delante de ellos indicándoles el camino a seguir y finalmente se
detuvo sobre donde estaba el niño.
Venían a rendir a adorarle y esto en el sentido religioso de este término según lo podemos
entender en el versículo 11. De algún modo aquellos hombres llegaron a la conclusión de que la
estrella estaba anunciando el nacimiento de un personaje que merecía adoración. Aunque eran
paganos de origen estos hechos tan singulares les condujeron en búsqueda del Dios verdadero y
adoraron al niño. Los pastores, Simeón y Ana la hija de Femuel representan entonces a la
comunidad judía adorando al salvador y los sabios o magos a los gentiles cumpliendo el mismo acto.
Este es un auténtico adelanto de las Palabras de Pablo quien señaló que Cristo de ambos pueblo hizo
uno, su iglesia (Ef. 2:14).
Herodes turbado por la posibilidad de que surgiera un rival político averiguó por medio de
los sacerdotes donde habría de nacer el Mesías. Estos sin dudar respondieron diciendo que nacería
en Belén de Judea ya que la profecía así lo aseguraba. Citaron al profeta Miqueas (Miqueas 5:2).
Esta profecía fue traducida libremente por el evangelista ya que no se sujeta completamente al texto
hebreo ni a la LXX. Las modificaciones que hace al texto son interesantes. L. Bonnet y A.
Schroeder puntulizan las siguientes:
a) El texto hebreo dice “y tu Belén Efrata” en cambio Mateo dice “Y tu Belén, tierra de
Judá.”. Efrata era el antiguo nombre de Belén (Gé.35:19, 48:7, Rt.1:2, 1 S.17:12). Mateo
prefiere emplear el nombre de la ciudad aclarando que pertenecía a la tierra de Judá
distinguiéndola de la ciudad del mismo nombre en la tierra de la tribu de Zabulon.
b) “Pequeña entre las familias de Judá” en tanto que Mateo dice “la más pequeña entre los
príncipes de Judá”. El término “familias” hace referencia a la distribución de la tierras
entre las tribus de Israel. En realidad la tierra fue distribuida entre los jefes o “príncipes”
de cada tribu. Esta es la razón por la cual Mateo escogió hacer esta acotación.
c) La diferencia más notable es que el profeta dice “pequeña entre” mientras que Mateo dice
“no pequeña entre”. Para resolver esta aparente contradicción debemos interpretar los
dichos del profeta. Miqueas contrasta la pequeñez de la ciudad de Belén con la
grandiosidad del Señor que nacería en ella. Si se la comparaba con otras ciudades era
muy pequeña pero si se tenía en vista el nacimiento del Mesías sería la más grande.
Mateo interpretó de este modo las palabras del profeta y por ello declaró que Belén no
era la más pequeña de la ciudades.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 37
d) Agrega al texto hebreo algo que este en realidad no dice al decir “apacentará a mi pueblo
Israel” sin embargo esto estaba acorde a las enseñanzas del Antiguo Testamento
(Ez.34:23, 2 S.5:1, Sal.23:1 comp. Jn 10:11).
e) Me permito agregar una diferencia más a las enumeradas por los autores anteriormente
nombrados. Mateo no incluye una afirmación por demás interesante del profeta cuando
dice: “sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”. Esta frase nos
habla de la eternidad del niño que nacería en Belén. Esto es un anunció profético de la
doctrina de la preexistencia del Mesías. Al hacer referencia a su eternidad de un modo
indirecto se aludiendo a su Deidad. El único ser eterno es Dios. Hallamos así un punto de
contacto con lo afirmado por Juan en su evangelio.
Sabido esto Herodes informó a los magos y los envió a Belén solicitándoles que a su regreso
le brindaran un informe fingiendo interés. Su intención era averiguar sus datos para matarlo. Que
contraste tan notorio. Aquellos que conocían las Escrituras y sabían por intermedio de estas el lugar
de nacimiento del Mesías no mostraron interés alguno por ir a ver lo que estaba ocurriendo en Belén
en tanto que aquellos hombres paganos de origen con mucha fe reanudaron su marcha.
Siguiendo la estrella llegaron a donde estaba el niño y se “regocijaron con muy grande
gozo”. Esta frase por es por cierto redundante. Esto fue intencional por parte del autor a fin de
resaltar la gran alegría que sintieron los magos. La afirmación del versículo 11 al decir que se
encontraban en una casa indicaría obviamente que ya habían encontrado un lugar más apropiado
para un niño recién nacido por lo cual podemos presumir que habían pasado algunos meses desde el
nacimiento. La imagen tradicional de los magos y pastores adorando juntos en el pesebre al bebe es
errónea según lo lo demuestra este versículo.
Aquellos hombres adoraron al niño y le presentaron valiosos regalos. Una traducción
alternativa diría: “le ofrecieron dones” expresión que encuentra sus raíces en el Antiguo Testamento
en referencia a las ofrendas empleadas a Dios. En el Nuevo Testamento esta expresión aparece siete
veces y siempre en relación con las ofrendas ofrecidas a Dios. Por tanto, concluyen Jamieson,
Fausset y Brown en su comentario, “debemos entender que el ofrecimiento de los magos era una
ofrenda religiosa”(3). Es posible encontrar en los presentes un significado espiritual. El oro ha sido
ofrecido en señal de la realeza del niño. El incienso en señal de su divinidad y la mirra en señal de
sus sufrimientos. Pero más allá de esto la naturaleza de los obsequios indican que los magos estaban
plenamente conscientes de la talla de aquel bebito.
Antes de partir fueron avisados por un ángel del Señor que no volviesen a Herodes
regresando a su tierra por otro camino.
(3)
Roberto Jamieson, A.R. Fausset, David Brown, Comentario Exegético y Explicativo de la Biblia, Tomo II, Casa bautista de Publicaciones, pag.131.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 38
Finalizando este relato Mateo dice que “habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que
se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno.” (Mt.2:23). El
problema que presenta este versículo es que no hay ningún pasaje que con claridad diga que el
Mesías sería llamado Nazareno. L. Bonnet y A. Schroeder presentan las siguientes soluciones
posibles a este problema:
a) Algunos interpretes han supuesto que Mateo citó algún libro apócrifo o a algún profeta
perdido. Sin embargo es poco probable que Mateo haya recurrido a estos libros ya que
los hebreos no los aceptaban como legítimos.
b) En Isaías 11:1 encontramos un pasaje que puede resolver este problema. El profeta
compara al Mesías con un retoño, en hebreo netzer, que salía del tronco de Isaí. Un
retoño o brote tiene una apariencia muy humilde si se lo compara con el tronco. Netzer es
el origen etimológico de la palabra Nazaret. El evangelista, conociendo el rechazo que
los hebreos, sentían por los que vivían en Nazaret así que consideró que esto era un
cumplimiento del anuncio de Isaías. Esta es la solución más popular a este problema
aunque suena un tanto rebuscada.
c) Una tercera solución podría ser la siguiente. Mateo relaciono el desprecio que sentían los
que vivían en Nazaret con el rechazo que sufriría el Mesías (Is.53, Sal.22, etc.) De modo
que el evangelista no estaría aludiendo a una profecía específica sino a varias.
En estas citas del evangelio de Mateo notamos su constante interés por relacionar ciertos
hechos de la vida del Señor con las profecías del Antiguo Testamento.
encontraron en el templo. Estaba sentado entre los doctores de la ley. Esto no significa que Jesús les
estaba enseñando sino que estaba sentado entre los oyentes. Así se entablaban una especie de mesa
redonda donde los asistentes tenían la oportunidad de preguntar y debatir distintos asuntos
relacionados con la ley. Los doctores estaban admiraban de su inteligencia y sus respuestas.
Los padres se asombraron porque seguramente no esperaban encontrarle precisamente en ese
lugar. Estos reprendieron al niño pero este les respondió de un modo llamativo. “¿No sabías que en
los negocios de mi Padre me es necesario estar?”. Esta pregunta muestra el gran interés del Señor
por ocuparse en la misión que el Padre le encargara. Es la primera ocasión cuando Jesús expresó su
relación especial con Dios. No sabemos cuando el Señor adquirió conciencia de su Deidad pero lo
cierto es que ya en esta ocasión estaba consciente de ello. También estas son las primeras palabras
del Señor registradas en los evangelios.
Tras esto su vida continuaba como la de un niño normal. Lucas aclara que continuaba sumiso
a ellos. Como hijo debió ser ejemplar. Además concluye su relato diciendo que seguía creciendo en
estatura y sabiduría.
b) El gobernador de Judea: Poncio Pilato quien estaba en el cargo desde el año 26 a.C. y
permaneció hasta el año 36 d.C. Respondía directamente al emperador. Su responsabilidad
era mantener el orden en la provincia y cobrar los impuestos.
c) El tetrarca de Galilea y Perea: Herodes fue sucedido por su hijo Arquelao pero este fue
destituido en el año 6 d.C. y ocupo su lugar su hermano o medio hermano Herodes Antipas.
Galilea y Perea eran un anexo de la provincia de Siria. El título “tetrarca” se aplicaba a los
soberanos que gobernaban la cuarta parte de un reino pero posteriormente se lo empleo para
designar a pequeños príncipes dependientes de los romanos. Reino hasta el año 39 d.C..
d) El tetrarca de Iturea: otro de los hijos de Herodes el Grande estaba a cargo del territorio de
Iturea y Traconíte. Su nombre era Felipe.
e) El tetrarca de Abilinea: Lisanias era el gobernador de Abilinia. Poco se sabe acerca de él.
Esta es la única vez que es mencionado en el Nuevo Testamento. Por cierto tiempo se
discutió la inclusión de este personaje en esta lista. Se argumentaba que había gobernado en
otra época pero descubrimientos posteriores le volvierno a dar la razón a Lucas.
f) El sumo sacerdote: por último Lucas menciona al sumo sacerdote de Israel. Caifás era el
sumo sacerdote en ejercicio en tanto que Anás, quien era su suegro, era sumo sacerdote
emérito y sumamente influyente sobre el primero al punto que el Señor también compadeció
ante el antes de ser sentenciado (Jn.18:13). Bonnet y Schroeder consideran que es un error de
un copista el decir que ambos eran sumos sacerdotes. Sin embargo Jamison, Fausset y
Brown apunta que eran posible que dos sumos sacerdotes ejercieran juntos el cargo. Para
probar esto citan el ejemplo de Sadoc y Abiatar que ejercían juntos el sumo sacerdocio en
tiempos de David (2 S.15:35). De ningún modo esto implica que entraran juntos al lugar
santísimo sino que se alternaban.
curioso ocurre en el evangelio de Marcos. El evangelista hace referencia al profeta Isaías (Mr.1:1)
pero comienza citando al profeta Malaquías (3:1). Para resolver este inconveniente hay dos caminos:
Mucho más importante aún que esta pequeño inconveniente es lo que las profecías
anunciaban:
a) El profeta Malaquías anunciaba que Dios enviaría un mensajero delante del Mesías. Es
interesante notar, como lo hace Carlos Morris, que Marcos introduce, inspirado por el
Espíritu Santo, una pequeña modificación ya que Malaquías dice que el mensajero que
prepara el camino “delante de mi” en tanto que Marcos dice “delante de ti”. El pasaje del
Antiguo Testamento podría significar que el ministerio del precursor estaría delante de la
vista de Dios en tanto que la afirmación que encontramos en Marcos lo transforma en una
hermosa promesa hecha por el Padre al Hijo. Dios estaría preparando el camino a su Hijo
y el medio para ello emplearía a Juan.
b) La profecía de Isaías en tanto describe las características del ministerio de Juan. Una voz
vendría clamando desde el desierto. Lucas agrega que el ministerio de Juan tendría por
fin enderezar el camino del Mesías esto es preparar las mentes y corazones para el
ministerio del Señor. Toda carne vería la salvación de Dios en referencia a la gran
salvación que venía por medio de Cristo.
Mateo y Marcos agregan cierto detalle que describe al predicador al decir que estaba vestido
que estaba compuesto por una piel de camello sujetada alrededor con un cinto. Broadus observa que
la vestimenta era un reproche práctico a los religiosos de la época que tanto les gustaba ostentar.
También puede decirse que esta era la vestimenta común de un profeta (Zac.13:4, 2 R.1:18).
Además la sencillez de los alimentos indicaría que, al igual que Elías, Juan dependía únicamente de
la provisión de Dios.
También los evangelistas destacan la dureza de la predicación de Juan la cual podría ser
dividida en cuatro puntos:
a) La denuncia del pecado: “¡Oh generación de víboras!” comenzaba diciendo Juan. Tal
frase resulta hasta ofensiva. Ningún predicador se atrevería a utilizarla desde el púlpito.
Era la expresión de la indignación de Dios ante la penosa realidad espiritual del pueblo
de Israel. Luego les dirigió una curiosa pregunta: “¿Quién os enseñó a huir de la ira
venidera?”. Esto es porque los líderes religiosos creían que sus prácticas los habían
librado de la ira de Dios.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 42
c) Una advertencia sobre el juicio: por si todo esto fuera poco Juan declara la proximidad
del juicio. Todo estaba listo para derribar el árbol que diera mal fruto (vers.9). Esto es
una referencia al cercano juicio que sufriría la nación de Israel. Recordemos los lamentos
del Señor sobre la ciudad de Jerusalén.
Este debe ser también otro de los vitales ingredientes de toda predicación bíblica. Así
como la Biblia enseña que hay un cielo también debemos advertir sobre la realidad del
infierno.
El mensaje de Juan carece de contenido político. Juan no estaba allí para denunciar actos de
corrupción o denunciar la injusticia social. Su mensaje tenía que ver con el pecado y la redención
del mismo. Esto se observa en todo el Nuevo Testamento. La impresión que causo Juan en medio de
la sociedad fue tal que muchos creyeron que estaban ante el Mesías. Pero este respondió negándolo.
Lucas culmina su resumen de la predicación de Juan diciendo que con otros muchos
argumentos exhortaba al pueblo. Sin embargo lo que el registra es suficiente para tener una acabada
imagen de la obra del Señor.
2. El bautismo de Jesús:
El bautismo de Jesús es narrado por los cuatro evangelistas. Primeramente debemos analizar
lo acontecido. Los evangelios que nos ocupan lo narran de forma muy similar. Mateo agrega que
Juan el bautista, en una actitud de extrema humildad, sugiere al Señor que él no merecía tener el
honor de bautizarlo sino que, por el contrario, él creyó que debía ser bautizado por el Señor. Jesús en
tanto se negó a cumplir con tal deseo y participó del bautismo del mismo modo que cualquier otro
integrante del pueblo.
Al momento de ser bautizado los cielos fueron abiertos, el Espíritu descendió en forma de
paloma. y una voz del cielo le reconoció como el Hijo amado. El texto no nos dice por qué Dios
escogió la forma corporal de una paloma para representar al Espíritu Santo. Tampoco se nos dice
quién habló pero se deduce de la declaración. Así aparece por primera vez la Trinidad plena. El Hijo
siendo bautizado, el Padre pronunciando su apoyo al Hijo y el Espíritu Santo descendiendo como
Paloma.
La frase “los cielos fueron abiertos” resulta un tanto difícil en cuando a su interpretación.
¿Quiénes vieron los cielos abiertos?, ¿Juan el bautista? ¿Juan el Bautista y Jesús? ¿Jesús y todos los
presentes?.
El Señor no tenía pecado de los cuales arrepentirse por surge la pregunta ¿Por qué se
bautizó?. Para responder a esta pregunta se han propuesto las siguientes soluciones:
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 43
a) El Señor participó del mismo para identificarse con el remanente fiel de Israel.
c) Hendriksen presenta una tercer explicación. Es cierto que Jesús no tenía necesidad de
participar en el bautismo ya que el estaba limpio de pecado. Pero a su vez la obra de redención que
él llevaría a cabo demandaba esta identificación con el pecado más que con los pecadores. El
Espíritu Santo descendió sobre él dándole el poder necesario para su obra vicaria y el Padre, en esta
asunción pública y simbólica de su obra, la de quitar el pecado de otros, expresó su consentimiento y
apoyo en forma audible.
1) Mateo incluye cuarenta y un nombres escogidos en tanto que Lucas incluye setenta y
siete. La genealogía del primer evangelio tiene una característica muy particular. Al concluir la
misma, Mateo, señaló que catorce generaciones hay entre Abraham y David, catorce entre David y
la deportación a Babilonia, y catorce desde la deportación hasta Cristo (Mt.1:17). Esto ha despertado
ciertas dudas ya que efectivamente se puede comprobar que realmente hay catorce generaciones en
el primer grupo (2 Cr.1:34; 2:1-15) pero en el segundo grupo ha suprimido a cuatro reyes de Juda:
Acacias, Joás, Amasías, entre Joram y Ozaías (vers.8) y a Joaquín entre Josías y Jeconías (vers.11).
El tercer grupo presenta mayores objeciones. En primer lugar porque los nombres no han sido
extraídos de registros bíblicos. En segundo lugar solo comprende trece nombres en lugar de catorce.
Esta anomalía se explicaría diciendo que un copista omitió uno de los nombres. Otros piensan que
en realidad Jeconías es el primero de la tercera serie y que Joaquín, quien es omitido en la segunda
serie, sería el último de la misma. Efectivamente algunos manuscritos este nombre aparece en el
versículo 11 en lugar de Jeconías.
En realidad todo este agrupamiento puede obedecer a una regla nemotécnica. No obstante,
Don Francisco Lacueva presentaba otra interesante interpretación. Como bien sabemos, los judíos,
asignaban a cada letra del alfabeto un valor numérico. La suma del valor de los caracteres que
componen en nombre David suman catorce. De modo que esta era una manera más que empleó
Mateo para enfatizar que el Señor descendía de David.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 44
3) En cuanto al orden de Lucas es el inverso del presentado por Mateo. Uno comienza por
Jesús y luego menciona a sus antecesores en tanto que el otro comienza por el antecesor más lejano
hasta llegar a Jesús.
4) Mateo se remonta a Abraham mientras que Lucas se a Adan. Esto responde a los distintos
fines de los evangelistas. Mateo escribió enfocándose a sus compatriotas en tanto que a Lucas le
interesaba enfatizar en que Jesús era el salvador de la humanidad. Wilcock dice que Jesús no solo
pertenecía a la raza judía sino que pertenece a la raza humana porque el era un hijo de Adán. Lucas
además dice que Adan era hijo de Dios. En este sentido todos los hombres son hijos de Dios. Sin
embargo este título sólo puede ser usado por aquellos que han renacido por medio de Cristo. En un
sentido particular el título “Hijo de Dios” distingue a Jesús del resto de los hombres.
a) Lucas comienza su genealogía diciendo hijo de José “según se suponía”. Hay quienes
aplican esta frase a toda la genealogía y por tanto quedó eximido de los posibles errores
que pudiese haber en la lista de nombres que presenta.
b) Otros piensan que este nombre fue omitido en el texto Hebreo por error de un copista.
c) Dado que el nombre si estaba en la versión griega del Antiguo Testamento, la LXX, hay
quienes piensan que Lucas incluyó este nombre para satisfacer los deseos de aquellos que
sólo conocían esta versión del Antiguo Testamento.
d) Otros piensan que el nombre se deslizó en el evangelio de Lucas por error de algún
amanuense que sabía hebreo y que estaba muy familiarizado con la LXX. De este modo
Lucas no se habría equivocado y Moisés tampoco.
6) Mateo señala que José era hijo de Jacob en tanto que Lucas señala que era hijo de Elí.
Entre Abraham y Daniel no hay mayores diferencias pero a Partir de David surgen algunos
inconvenientes. Lucas señala que Jesús es descendiente de David por la línea de su hijo en tanto que
Mateo señala que lo es por la linea de Natán. Estas son las principales diferencias cuya resolución
ha demandado mucho esfuerzo y varias son las teorías que pretenden resolverla:
a) La primera teoría señala que las personas mencionadas desde David a Jose tenían todos
dos nombres. Mateo les dio uno de los nombres y Lucas el otro. Así ambos se referirían a
las mismas personas pero empleando nombres distintos por lo cual ambas genealogías
serían de José. Esta teoría resulta poco convincente porque hay una gran diferencia entre
el número de nombres mencionados en Lucas y los mencionados por Mateo.
b) La segunda teoría se explicaría diciendo que la madre de José se casó dos veces. Las dos
genealogías son la de los dos maridos de esta. Lucas presenta la de Elí en tanto que
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 45
Mateo la de Jacob. Esta explicación fue del agrado de muchos padres de la iglesia, y se la
atribuye a Julio el Africano. A pesar de su antigüedad es objetable. ¿Por qué ambos
evangelios habrían de contener la genealogía de José?.
c) Una tercer teoría señala que el padre de José se caso dos veces. Esto parte de la
suposición de que Matán y Matat son la misma persona. De ser así Jacob y Elí serían
hermanos y José hijo de Elí y sobrino de Jacob. Si Jacob murió sin dejar herederos José
vino a ser su heredero porque Elí (suponiendo que su esposa había muerto) se casó con la
viuda de Jacob de acuerdo con la costumbres de entonces. El mismo cuestionamiento
hecho a la anterior teoría podría ser reiterado en este caso.
d) Por último, la solución más aceptable es considerar que Lucas registra la genealogía de
María y no la de José. Elí sería el padre de María y por tanto el suegro de José. No dice
que Elí engendrara a José y el texto griego no da a entender que este fuera su hijo. Otros
piensan que, según una antigua costumbre judía, José, al contraer enlace con María
ingreso a la familia de esta de modo que legalmente era hijo de Elí, el padre de María y
abuelo del Jesús.
2) Otros piensan que Jesús en realidad narró esto como si fuera una parábola en la cual
trataba de explicar a sus discípulos como enfrentar la tentación. Esta hipótesis no es autorizada por
los evangelistas. Cuando el Señor enseñó por medio de una parábola hizo la aclaración pertinente.
3) No faltan aquellos que consideran este relato como un mito. Marcos lo narra la tentación
en forma muy sencilla (1:12-13). De modo que suponen que los relatos de Mateo y Lucas han sido
“ilustrados” o “ampliados” libremente por los evangelistas.
4) Hay quienes opinan que este relato es verdadero. El Señor lucho espiritualmente y
moralmente con Satanás. Sin embargo los detalles del relato responden a la usanza oriental. Es
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 46
decir, que el relato es una dramatización de un hecho espiritual. En otras Palabras, Jesús fue tentado
pero los detalles de este relato son simbólicos.
que no podía cumplir. Satanás desea ser adorado. De hecho Pablo dice que lo sacrificado a los ídolos
es sacrificado en realidad a los demonios. Sus hijos buscan la adoración. El orgullo es una muestra
del deseo de ser alabado. Si bien en esta época no vemos muchos ídolos de piedra hay otros de carne
y hueso. No es casual que se les llame ídolos a personajes destacados.
Satanás es mentiroso y al igual que no cumplió con lo prometido a Eva tampoco cumpliría en
esta ocasión. Puede que este ofrecimiento guarde cierta relación con la esperanza tan popular entre
los judíos respecto a que el Mesías no sólo liberaría a Israel sino que la pondría por cabeza de todo
el mundo conocido. Las profecías respecto a tal reino del Mesías son ciertas y concretas. La
propuesta consistía en un cumplimiento inadecuado de lo prometido por Dios al Jesús.
La respuesta del Señor no se hizo esperar. Emplearon las Escrituras declaró: “Al Señor tu
Dios adorarás y a él solo servirás.”. Esta ley sobre un monoteísmo absoluto es propia de las
Escrituras y distinguió al pueblo de Israel de otras naciones. Hoy día que el monoteísmo es una
creencia muy difundida. Tres son las grandes religiones monoteístas: el cristianismo, el judaísmo y
el Islam. Sin embargo, cuando Moisés recibió la ley esto era algo completamente extraño. El Señor
le dice en tono imperativo: “Satanás, Vete de mi”. Palabras muy similares empleo cuando Pedro le
sugirió que no muera en la cruz (Mt.16:13)
Por último, según el relato de Lucas, Satanás llevó a Jesús al pináculo del templo, es decir al
punto más alto, y allí lo tentó. El punto controversíal de esta tentación es si efectivamente fue puesto
en lo más alto a la vista de todos o bien, cosa que parece más probable, al igual que la anterior pudo
tratarse de una visión.
Existe una especial particularidad en esta tentación y es que el diablo citó las Escrituras.
Como hemos dicho en más de una ocasión Satanás y sus huestes conocen la revelación de Dios.
Incluso cuando les convienen la pueden utilizar. Por ejemplo la mayoría de las sectas a las cuales
nos enfrentamos a diario emplean las Escrituras y se escudan tras ella. Pero debemos notar que el
uso que hizo de la misma fue parcial. Cito el Salmo 91:11 donde Dios promete proteger al hombre
pero omitió una frase importante: “En todos tus caminos”. Como observa Charles Ryle esta omisión
fue intencionales para favorecer una mala aplicación del texto. En el Salmo Dios prometía proteger
al hombre justo que se esfuerza por andar en los caminos de Dios pero la omisión hecha por Satanás
hace parecer que Jehová protegería al justo sin importar lo que haga. Esto se apega mucho más a lo
que el adversario estaba sugiriendo a Jesús.
Mucho más importante aún que la omisión es la parcialidad de la verdad presentada por
Satanás. Como dice Hendriksen, él ignoró todos los pasajes en los cuales Dios no tolera y castiga la
imprudencia (estos tienen que ver en especial con historias de hombres que fueron imprudentes tales
como Lot, Sansón, Jonas).
Bonnet y Schroeder señalan que en la primera tentación Satanás sugería la falta de fe en el
Padre. “Ayudate a ti mismo, convierte estas piedras en pan”. Aquí la tentación es en el sentido
contrario, por así decirlo, el tentador le estaba sugiriendo un exceso en la fe. Pero a su vez era una
falsa confianza en Dios. Habiendo notado que el Señor se defendió en dos ocasiones con las
Escrituras entonces Satanás le atacó con la misma arma pero, como hemos visto, haciendo un uso
tramposo de la misma.
Un verso rabínico dice: “Cuando el Mesías Rey se revela, viene y se para en el techo del
lugar santo”. Satanás, posiblemente conociendo esta creencia judía, estaba proponiendo a Jesús que
si se paraba sobre el templo y los ángeles le salvaban de la muerte sería reconocido como el Mesías.
Nuevamente el Señor se defendió empleando las Escrituras. Volvió a citar el Libro de
Deuternomio donde este dice: “No tentarás la Señor tu Dios” (Dt.6:16). En el contexto original este
pasaje tiene que ver con las murmuraciones del pueblo de Israel cuando acusaron a Moisés de
haberlos sacado con crueldad de Egipto. Tal rebelión fue un desafío insolente y provocativa a Dios.
Tal hubiera sido el pecado del Señor si este aceptaba la propuesta Satánica.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 48
Una vez dichas estas Palabras Satanás se apartó de él por un tiempo. Esto quiere decir que
Satanás le tentó durante todo su ministerio. Mateo añade que tras su triunfo en la tentación los
ángeles le asistían.
Existen dos importantes diferencias. La primera tiene que ver con la afirmación de Lucas
respecto a que Jesús fue sometido a muchas tentaciones tal vez durante los cuarenta días en tanto
que Mateo dice que la tentación comenzó tras los días de ayuno. No necesariamente Lucas debe ser
interpretado contradiciendo a Mateo. Evidentemente pareciera que la idea más clara sugerida en
Mateo es mucho más aceptable. En el momento de mayor debilidad Satanás le ataco solicitándole
que transforme las piedras en pan. El texto de Lucas leido detenidamente no niega que la tentación
haya comenzado tras el ayuno.
La segunda diferencias es más importante y como ya hemos notado invierte el orden en la
segunda y tercer tentación. Según Mateo la segunda es la ascensión al templo en tanto que para
Lucas es la última. Mateo concluye con el ofrecimiento de los reinos del mundo en tanto que para
Lucas esta es la segunda tentación.
¿Cómo solucionar esta aparente contradicción? Es posible decir que Mateo sigue un orden
cronológico. Frases tales como “entonces, después, nuevamente” aparecen en dicho relato en tanto
que en Lucas están ausentes. El médico amado menciona las tres tentaciones pero no indica que
hayan ocurrido en este orden. Evidentemente el orden no le preocupó a Lucas.
Hendriksen apela al orden común en Lucas. Cada hecho importante culmina, en este
evangelio, en el templo. Su relato navideño termina en el templo. En su relato de la tentación
también lo hace terminar en el templo. Esto es así porque uno de los temas salientes en este
evangelio es presentar a Cristo como nuestro sumo sacerdote.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 49
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 50
Los evangelios Sinópticos dejan bien en claro que el ministerio público del Señor comenzó
tras el bautismo y la tentación. El texto dice que volvió llenó del “poder del Espíritu”. Lucas señala
en el versículo quince tres características del ministerio de Cristo: el poder del Espíritu, la rápida
difusión de la fama del Señor y el empleo de las sinagogas judías. Las historias acerca de los
milagros realizados llamaron la atención sobre su persona.
La visita del Señor a Nazaret que es mencionada en el versículo 16 hay ciertas discrepancias.
Pareciera, según la opinión de los más destacados exegetas, que Lucas hace referencia a una visita
anterior a la presentada por los restantes evangelios Sinópticos (Mr.1:6, Mt.13:54-58). Hendriksen,
en cambio, considera que se trata de la misma visita porque Lucas se preocupó presentar un relato
cronológicamente ordenado. No pudo incurrir en un anacronismo.
Jesús era muy conocido en el lugar donde se había criado aún cuando había nacido en Belén.
Tanto es así que se lo identificaba como Jesús de Nazaret. Visitando, entonces, su tierra asistió a la
sinagoga tal como era su costumbre (Mt.12:9, 13,54, Mr. 1:21, 3:1, 6:2, Lc.4:16, 6:6, 13:10, Jn.6:59,
18:20). Esto habla a las claras del gran respeto que el Señor sentía hacia esta institución.
Tal como era corriente, en determinado momento del servicio, el asistente le entregó el libro
del profeta Isaías. La costumbre era leer cíclicamente el Antiguo Testamento. Se le entregó el libro
en el lugar donde había concluido la lectura el sábado anterior. De esta forma este acontecimiento
toma un brillo especial. Dios había dispuesto que lectura corresponda con el cumplimiento de la
profecía.
El texto que registra Lucas presenta algunas diferencias tanto con la versión hebrea como
con la traducción de los LXX. Ya hemos notado que en Mateo que se solía citar el Antiguo
Testamento con cierta libertad. La principal diferencia es la omisión de la frase: “a vendar a los
quebrantados de corazón.”. Conviene acotar que nuestra versión 60 la incluye sin embargo la misma
es omitida en los mejores manuscritos griegos (o inclusive en otras traducciones tales como la
Versión Moderna o la Reina Valera Actualizada, El Nuevo Testamento griego editado por Kurt
Aland). Lucas no estaba obligado a copiar toda la lectura que el Señor leyó. Además, opina
Hendriksen, la referencia a la proclamación de la buena noticia a los pobres hace que la declaración
“a los quebrantados de corazón” sea redundante.
Otra diferencia importante es la frase “a poner en libertad a los oprimidos”. La misma no se
encuentra ni en el texto hebreo ni en el texto de la LXX.
El pasaje describe proféticamente la misión del ungido:
1. Dar las buenas nuevas a los pobres: la versión moderna traduce “anunciar las buenas nuevas
a los pobres” ya que el término griego que se emplea es el que normalmente traducimos
“evangelizar”. El vino a evangelizar a los pobres, es decir para anunciar las buenas nuevas a
aquellos que eran rechazados por la sociedad, aquellos pobres de espíritu a los cuales el
pecado ha sumido en la mayor de las miserias.
2. Pregonar la libertad a los cautivos: la cautividad hace referencia al pecado. El vino a liberar a
los que son esclavizados por el pecado (Ro.6:6).
3. Dar vista a los ciegos: en más de una ocasión Jesús sanó a un ciego pero es posible que
según el contexto esto no haga referencia únicamente a la ceguera física sino también a la
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 51
4. Para poner en libertad a los oprimidos: como hemos dicho esta frase no se encuentra ni en el
texto hebreo ni en la LXX. Hay quienes suponen que Lucas citó de memoria y por ello
confundió esta frase que puede aludir a Is.58:6. También es posible que la lectura haya
comenzado a partir de dicho pasaje o bien el propio Señor habría podido intercalar dicho
versículo en su lectura. En cuanto a su significado vemos que guarda estrecha relación con el
sentido del texto. Al igual que el pecado puede ser comparado a la cautividad y la ceguera
también puede ser considerado como una severa opresión.
5. Predicar el año agradable a del Señor: algunos interpretaron esta frase diciendo que su
ministerio habría de durar un año. Sin embargo el sentido de la misma es remarcar que a
partir de allí comenzaría la era mesiánica.
El pasaje citado continua diciendo: “el día de la venganza del Dios nuestro”. El Señor omite
tal lectura porque evidentemente tal profecía se cumplirá en su segunda venida.
Una vez que hubo leído, tal como era la costumbre, Jesús entregó el libro al secretario de la
sinagoga y se sentó para explicar el pasaje. Pero lo usual culminó cuando Jesús pronunció las
impactantes palabras que leemos a continuación: “Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de
vosotros”. Imaginen cual habrá sido la sorpresa de aquellos hombres que escucharon esto.
Realmente era una pretensión muy grande. Su impresión hubiera sido resuelta si Jesús hubiese dado
alguna muestra de su gran poder ante sus ojos. No obstante, la reacción del Señor fue muy distinta.
Él nunca realizó señal alguna a solicitud de los incrédulos. Tal como Elías quien rechazado en su
propia tierra hizo grandes milagros en la casa de una viuda extranjera. También citó el caso de
Eliseo quien curó a un Naamán quien era sirio. Esto desespera a los presentes y lo echaron de la
ciudad. Estuvieron a punto de despeñarlo pero, milagrosamente, pasó por intermedio de ellos y se
marchó.
El encuentro con Pedro, Jacobo y Juan: estando el Señor Jesús junto al lago y la gente se
agolpaba para oír la Palabra de Dios. La fama del Señor era tal que muchos le seguían a fin
de escucharlo. Una vez que terminó de enseñar a sus seguidores le ordenó a Pedro que
saliesen al lago y fuesen a pescar. Pedro expresó su fe ya que como experto pescador que
era ese día había fracasado pero en nombre del Señor volvería a echar las redes.
Precisamente en esto consiste la fe y, como no podía ser de otra manera, pescaron tantos
peces que una barca no bastó. Las dos venían tan cargadas que corrieron peligro de
hundirse. Tras esto, Pedro y sus socios, Jacobo y Juan, dejándolo todo le siguieron.
despertaban entre sus conciudadanos. Si Jesús era un profeta no debería juntarse con estos
personajes. Pero indudablemente el Señor noto en Mateo algo mucho más valioso. Se
trataba de un hombre de fe. No titubeó un momento. Ante el llamado del Señor lo dejó todo
y le siguió. Otros, ante igual oportunidad, se excusaron y no le siguieron.
Judas: Mateo, Marcos y Lucas hacen una pequeña aclaración al mencionar a Judás. Los dos
primeros señalan que “fue el que le entregó” en tanto que Lucas señala que “llegó a ser el
traidor”.
Más tarde se sumarían el resto de los apóstoles. Surge entonces una ligera diferencia entre
los evangelios Sinópticos y el evangelio de Juan (Jn.1:35-51). Conciliar ambos relatos (Mt.4:18-22,
Mr.1:16-20) da lugar a las siguientes opciones:
1. Suponer que el llamado a los doce ocurrió antes de la presentación del Señor en Nazaret
y Capernaum. De ser así los tres evangelios Sinópticos habrían incurrido en una
anacronismo lo cual es poco probable si son escritos independientes.
2. Considerar que los apóstoles pasaron previamente un período con el Señor aunque sin
abandonar sus actividades particulares. Situación que es narrada en el evangelio de Juan.
Ahora el Señor les demandaba un seguimiento más completo.
Uno de los títulos que el Señor recibió muy a menudo fue “maestro”. Esto es porque su
actividad principal fue la enseñanza. Algunos lo llamaron de esta manera sinceramente en tanto que
otros lo hicieron despectivamente.
El Señor enseñó a través de de discursos públicos y otros brindados en el ámbito privado, es
decir a sus discípulos. Igualmente muchas de las enseñanzas surgieron en respuesta a una inquietud
expresada por alguno de sus seguidores. La confrontación con sus enemigos también fue el
disparador de algunas de sus enseñanzas.
En cuanto al estilo, podríamos considerar los discursos y las parábolas.
En el Sermón del Monte hallamos una exposición ética en la cual el Señor a menudo
contrasta la verdad con las prácticas religiosas desarrolladas por los fariseos. Pero la interpretación
del mismo ha dado lugar a distintas posturas. Algunas antagónicas o divergentes. Charles Ryrie
explica la razón de tales dificultades diciendo: “Las enseñanzas de Cristo posiblemente sean la parte
más difícil de interpretar de precisamente de la Biblia entera. ¿Por qué esto? Porque nuestro Señor
vivió bajo la ley mosaica y la cumplió perfectamente; pero El también se presentó a Israel como su
Rey; y cuando fue rechazado como Rey, introdujo una parte nueva en el programa de Dios, la
iglesia, y dio alguna enseñanza tocante a ella”13.
Este sermón no es la excepción. Por tal motivo, el Dr. Martín Loyd Jones, en su libro acerca
de este Sermón, encuentra cuatro modos distintos de interpretarlo:
13
Charles C. Ryrie, Teología Básica, Miami, Editorial Unilit, 1993, pag.289
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 53
a) El punto de vista “social” del Sermón del Monte: quienes así lo interpretan dicen que el
sermón señala principios de vida que deben ser tenidos en cuenta por todos los hombres. “Con ello
se puede establecer el reino de Dios en la tierra, la guerra acabará y todos los problemas
concluirán”14.
b) El Sermón del Monte como una reelaboración de la ley mosaica: este segundo punto de
vista supone que el Señor Jesús simplemente corrigió las erróneas interpretaciones de la ley que por
entonces hacían los escribas y fariseos. El Señor se limitó a darle un contenido espiritual y más
elaborado.
d) La interpretación dispensacional del Sermón del Monte: según este punto de vista sugiere
que Cristo enseñó por medio de este sermón las condiciones para el establecimiento del Reino de
Dios. Los judíos rechazaron este manifiesto y por ello el establecimiento del reino fue pospuesto.
Entonces el Señor instituyó su iglesia. Más tarde, cuando el Señor regrese establecerá su reino y el
Sermón del Monte entrará en vigor.
Uno de los principales expositores de este punto de vista fue C.I. Scofield.
e) El Sermón del Monte como camino de la salvación y modelo de vida del Cristiano: esta es
la forma de interpretar el Sermón que escoge Martyn Lloyd-Jones y otros destacados autores.
Destacando la secuencia lógica del Sermón. Enfáticamente señalan que cada Bienaventuranza no
debe tomarse en forma aislada sino interpretadas como un todo. Así llegan a la conclusión de que el
sermón presenta el camino de la salvación y luego el modo de conducta que deben seguir aquellos
que han sido salvados. Observemos algunos ejemplos:
Bienaventurados los pobres de espíritu: esta bienaventuranza es clave para entender el resto
del sermón. El pobre en Espíritu es aquel que esta agobiado por su propio pecado. Aquel que
reconoce su pobreza espiritual es quien esta arrepentido de su pecado y por tanto en
condiciones de aceptar la gracia de Dios.
Bienaventurados los que lloran: son aquellos que lloran de arrepentimiento por su pecado.
Mediante el perdón de Dios serán consolados.
Bienaventurados los mansos: aquel que haya reconocido su pobreza espiritual y haya llorado
a causa de su pecado será transformado en un hombre manso, es decir, “humilde de
corazón”.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia: las bienaventuranzas anteriores
conducen a esta. El pecador arrepentido y transformado ya no busca lo suyo propio sino que
anhelará la justicia de Dios.
14
Dr.Martyn Lloyd-Jones, El sermón del Monte, Tomo I, Edinburgh, Editorial el Estandarte de la Verdad, 1977, pag. 15.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 54
f) Calvino sugirió que en realidad el Sermón del Monte es una recopilación de enseñanzas
presentada en distintas ocasiones por el Señor. Otros autores, de extracción liberal, retomaron esta
idea cuya gran dificultad es que en realidad hace que brille el evangelista que las recopiló y reunió
de esta forma más que el propio autor de los dichos. De modo que descartamos esta postura.
Al considerar estos puntos de vista debemos admitir que cada uno de ellos, a excepción del
último, resulta atractivo y valedero. Asimismo cada uno de ellos ofrece también cierta dificultad o
debilidad. Por ejemplo, si consideramos que las Bienaventuranzas ofrecen el camino de la salvación
llama la atención que no se mencione la necesidad de arrepentirse o el término mismo “salvación”
no sea nombrado. Tampoco es posible, como lo hace Scofield, enfatizar únicamente en el aspecto
escatológico del sermón. Por tanto, este sermón exige toda nuestra atención para no errar en cuanto
a nuestra interpretación.
Los sermones escatológicos del Señor (Mt.24 y 25, Mr. 13 y Lc. 21)
Los sermones escatológicos surgieron como respuesta a preguntas planteadas por sus
discípulos y al momento de interpretarlos ofrecen su dificultad particular. Debemos tener presente
que el Señor explicó algunas cosas relativas al futuro próximo del pueblo de Israel tal como la
destrucción del templo y otras concernientes a la gran tribulación. Una vez más entonces es
necesario insistir en la necesidad de corroborar la interpretación a la luz del resto del Nuevo
Testamento.
El Señor expresó gran parte de su enseñanza por medio de parábolas las cuales son
registradas en los evangelios Sinópticos. Estas son ilustraciones que tenían por fin ocultar y a la vez
iluminar sobre algún punto en discusión. Iluminaban el entendimiento de aquellos que en verdad
tenían fe en Él y a la vez ocultaban sus enseñanzas a los oídos de los incrédulos que le seguían
(Mt.13:10-17, Mr.4:12).
Durante todas las épocas muchos han interpretado las parábolas a través del método
alegórico pero el mismo conlleva grandes inconvenientes así que su uso no es apropiado. Por
ejemplo, un autor explica la parábola del buen samaritano diciendo: “Es obvio para los tipólogos
que el mesón donde el buen Samaritano aloja al hombre malherido es la iglesia, y que los dos
denarios con que paga el coste del inesperado visitante son los dos sacramentos de la Iglesia.”.
Evidentemente esta interpretación surge de la imaginación del autor ya que el texto en ningún lugar
alude a tales cosas. Apelando a la misma metodología y con el mismo fervor, otro intérprete podría
decir que los dos denarios eran la Biblia y el Espíritu Santo. Es que el método alegórico no depende
del texto sino del punto de vista del intérprete. Esta es la formula exacta para hacerle decir a la
Biblia lo que la misma no dice.
Para interpretarlas correctamente es necesario:
a) Tomar bien en cuenta la ocasión en que fueron pronunciadas, es decir el interés de los
oyentes originales.
c) Por último hay que extraer la verdad central que se desea ilustrar.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 55
Mervín Breneman presenta el siguiente consejo para la interpretación de las parábolas: “Las
parábolas del Nuevo Testamento son narraciones que se utilizan para deducir verdades espirituales
de figuras y sucesos de la vida diaria. Los detalles menores de una parábola no deben forzarse ni
aplicarse fuera del objetivo principal de ella. Cada parábola tiene un punto principal y se ha relatado
para hacer claro ese punto central”.
Los milagros:
Otro aspecto sobresaliente del ministerio del Señor Jesús fueron los milagros que el efectuó.
Tanto es así que el apóstol Juan denominó a los milagros “señales”. Una señal es un indicador.
Cuando nos trasladamos a través de una ruta las señales nos indican cuanto falta para llegar a
nuestro destino o si nos acercamos a una curva. Del mismo modo para Juan los milagros eran un
indicativo que señalaban la Deidad de Cristo. No porque el Señor necesitara reafirmar su identidad.
Él lo tenía bien en claro. El necesitaba que los hombres le reconozcan. Esto fue lo que le aconteció a
Tomas quien fue testigo del milagro más grande: la resurrección del Señor. Al verle dijo: “Señor
mío y Dios mío”. Al ver la señal entendió lo que sucedía, Tomas finalmente supo al ver al Señor que
estaba ante Dios mismo.
Los milagros del Señor son tan importantes como sus enseñanzas. Muchos rechazan la
Deidad del Señor pero lo aceptan como un “gran maestro”. Fundamentan tal postura señalando que
los milagros narrados en los evangelios no son más que leyendas sin razón ni fundamento alguno.
No profundizaremos en este debate. Simplemente es menester recordar que el milagro no es un
hecho ajeno a las Escrituras. De hecho, los enemigos del Señor, no dudaron de la realidad de los
milagros sino de la fuente del poder que le permitía realizarlos.
Es de destacar el discreto uso que hizo el Señor de sus facultades. El poder del Señor era
ilimitado. El podía, si lo hubiese querido, hacer un milagro espectacular como lo hubiera sido subir
al pináculo del templo, en el horario de mayor concurrencia al lugar, arrojarse y que miles de
ángeles lo libren de la caída y muerte (Mt. 4:5-6). Tal acción supuestamente hubiera llamado la
atención de todos y masivamente la gente hubiera creído en Él. Pero el propósito final del milagro
no era maravillar a los hombres sino moverlos a una decisión de fe.
Al considerar los milagros del Señor hay algunas particularidades que podemos destacar:
Sus milagros fueron incuestionables: sanó a un hombre ciego conocido por todos y que
estaba en tal condición desde su nacimiento o dio vida a un muerto cuando su cuerpo ya
despedía mal olor. Esto indica que sus milagros no fueron obra de sugestión alguna. Aún
sus enemigos reconocían la realidad de los mismos. Esto lo distingue de cuanto
realizador de milagros conozcamos inclusive hoy día.
¿Qué fue más importante sus enseñanzas o sus milagros? El rechazo de sus enseñanzas fue lo
que motivó el complot que finalmente condujo a su muerte en la cruz. Si el Señor hubiese realizado
milagros y sus enseñanzas hubiesen estado de acuerdo con las enseñanzas de los fariseos estos no se
hubieran opuesto a su ministerio. Muy por el contrario, lo hubieran sido sus discípulos más
cercanos. Esto demuestra que sus enseñanzas fueron más importantes que sus milagros. Es más, el
preparó a sus discípulos para que estos fueran los transmisores de su mensaje.
solamente en la mente de los hombres. El Señor tenía bien en claro su misión como lo demuestra el
siguiente anunció: “Subiendo Jesús a Jerusalén, tomó a sus doce discípulos aparte en el camino, y
les dijo: 18 He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales
sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte; 19 y le entregarán a los gentiles para que le
escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará. Mateo 20:17-19.
Finalmente los hechos se precipitan y los discípulos asistieron atónitos al desenlace de la
historia. Aquellos días dejaron una impresión tan vívida que redactaron con lujo de detalles aquellas
horas finales. Al comparar los relatos, considerando incluso el evangelio de Juan, encontramos una
gran coincidencia tanto en el orden como en los eventos mencionados. En líneas generales coinciden
aunque cada uno incorpora algún detalle en particular de modo que los cuatro evangelios se
complementan. Charles Ryrie presenta un sucinto cuadro que nos ayuda a comparar los relatos:
La legalidad del proceso judicial que se le siguió al Señor ha sido un tema estudiado por
diversos autores. Recordemos que el máximo tribunal judío era el Sanedrín o Concilio, como
traducen algunas versiones. Los romanos no interferían en su funcionamiento.
En primera instancia los sacerdotes ocupaban un lugar preponderante en la conformación del
mismo. No obstante, ya unos 70 años antes del nacimiento del Señor, los fariseos y escribas habían
logrado dominar las opiniones del tribunal. Por tanto esto nos permite asegurar que el jurado era
hostil al Señor.
En relación a la jurisdicción del tribunal, en la época de Cristo, trataban gran variedad de
asuntos. Podían ordenar arrestos. Para ello disponían de guardias y oficiales de justicia. Se
encargaban tanto de la justicia civil como penal. Por ejemplo en el libro de los Hechos encontramos
dos ejemplos que demuestran cuan amplio era el espectro de los asuntos considerados. Pedro y Juan
fueron acusados de enseñar falsas doctrinas en tanto que a Pablo, más tarde, se lo acusó de
transgredir la ley de Moisés.
Sus poderes estaban restringidos. No estaban facultados para dictar la pena capital. En tales
situaciones se requería la intervención de la autoridad romana. Cuando un gentil ofendía de alguna
manera al templo traspasando, por ejemplo, la barrera divisoria, era condenado a muerte. El
procurador Romano aprobaba tal veredicto. Esta es la razón por la cual para poder dictar la pena de
muerte al Señor fue necesaria la intervención de Pilato. Así que tanto judíos como gentiles
intervinieron en la muerte del Señor. En un sentido toda la humanidad se halla representada en
aquella sentencia.
Este juicio fue una mera parodia. El destino final del Señor había sido decidido de antemano.
Tal es así que para juzgarlo quebrantaron las leyes establecidas por Dios en las Escrituras así como
las propias normativas internas que ellos mismos habían establecido. Por ejemplo, En primera
instancia los sacerdotes ocupaban un lugar preponderante en la conformación del mismo. No
obstante, ya unos 70 años antes del nacimiento del Señor, los fariseos y escribas habían logrado
dominar las opiniones del tribunal. Los integrantes pertenecían a las familias más importantes y
antiguas de Israel. De modo que en la época del juicio al Señor el Sanedrín estaba compuesto por el
sumo sacerdote en actividad, otros que habían sido sumo sacerdotes, por fariseos, escribas y
saduceos. Por tanto esto nos permite asegurar que el jurado era hostil al Señor.
En relación a la jurisdicción del tribunal, en la época de Cristo, trataban gran variedad de
asuntos. Podían ordenar arrestos. Para ello disponían de guardias y oficiales de justicia. Se
encargaban tanto de la justicia civil como la penal. Por ejemplo en el libro de los Hechos
encontramos dos ejemplos que demuestran cuan amplio era el espectro de los asuntos considerados.
Pedro y Juan fueron acusados de enseñar falsas doctrinas en tanto que a Pablo, más tarde, se lo
acusa de transgredir la ley de Moisés.
Sus poderes estaban restringidos. No estaban facultados para dictar la pena capital. En tales
situaciones se requería la intervención de la autoridad romana. Cuando un gentil ofendía de alguna
manera al templo traspasando, por ejemplo, la barrera divisoria, era condenado a muerte. El
procurador Romano aprobaba tal veredicto. La situación judicial del Señor fue distinta, como
veremos, pero también requirió la intervención de Pilato. Tanto judíos como gentiles intervinieron
en la muerte del Señor. En un sentido toda la humanidad se halla representada en aquella sentencia
condenatoria.
Según los evangelistas, antes que el Señor fuera conducido a compadecer ante el tribunal, sus
integrantes ya habían decidido la sentencia. El juicio resultó una mera una parodia. Se intentaba dar
un viso de legalidad a un acto indebido.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 59
En su afán por ejecutar al Señor quebrantaron las leyes establecidas por Dios en las
Escrituras así como las propias normativas internas que ellos mismos habían establecido. Por
ejemplo, en caso de una condena a muerte la ley exigía dos reuniones del sanedrín separadas por un
día. La condena se pronunciaba recién al final de la segunda sesión. Del relato de los evangelios se
deduce que tuvieron lugar dos sesiones. Ambas se realizaron el mismo día separadas por pocas ho-
ras.
La acusación también resulta muy confusa. Ante el Concilio fue acusado de haber
pronunciado una blasfemia pero ante Pilato le acusaron de sedición. Así como el Concilio no tuvo
inconvenientes en quebrantar sus propias normas, Pilato siguió el mismo camino. Si a Grecia se le
debe la filosofía y literatura a Roma se le debe el sistema judicial el cual ha influido en la
jurisprudencia de numerosas naciones. La ley romana era muy clara en los procesos donde la
acusación mereciera la pena capital. Se desatacan los siguientes pasos:
b. El juez se reunía con el o los acusadores y se fijaba una fecha para el juicio. Esto fue
omitido. La pena de muerte debía ser pronunciada ese mismo día.
c. El magistrado debía ser acompañado por jueces quienes, una vez que escucharan a las
partes emitirían su voto. Una piedra blanca si el fallo era absolutorio o una piedra negra
si resultaba en una condena.
Un hecho sumamente curioso aconteció cuando los judíos condujeron al Señor ante Pilato.
Se detuvieron en la entrada del palacio porque no se atrevieron a estar en una morada gentil el día
previo a la Pascua. Su conducta era sumamente contradictoria. Habían quebrantado multitud de
leyes pero no se atrevían a quebrantar una disposición ritual. Esto es el colmo de la hipocresía.
Los evangelios presentan al menos tres cargos expuestos ante el gobernador:
a. En Lucas 23:2-3 encontramos una acusación compuesta de dos partes. La primer frase
dice “hemos hallado que pervierte a la nación”. Primer acusación: pervertir a la nación.
Esta es una acusación muy ambigua. ¿Por qué o cómo pervertía a la nación? Esto, desde
ya, no se aclara.
b. La segunda parte es bien distinta y mucho más específica: “prohibe dar tributo a César,
diciendo que él mismo es el Cristo, un rey”. Entonces Pilato le preguntó, diciendo:
“ ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: “Tú lo dices””. Cada una de
estas acusaciones es falsa. En ningún momento prohibió pagar impuestos a Roma aún
cuando le hicieron una pregunta maliciosa al respecto (Mt. 21:17). Asimismo, teniendo
derechos legales para reclamar el trono de David en ningún momento actuó en
consecuencia.
con las anteriores. Ahora lo acusan de alborotador. Cuando Pilato escuchó que era de
Galilea lo envió ante Herodes. Así creyó que su problema estaba resuelto.
Herodes, luego de haberse burlado del Señor, devolvió el caso a Pilato. Esta acción volvió a
convencer al procurador de la inocencia del Señor. Además Claudia, su esposa, recibió una visión en
la cual se le indicaba que no debía intervenir en esta situación. Esto explica todos los esfuerzos que
realizó para liberar al Señor. Además estaba convencido acerca de su inocencia del Señor. Tenía un
problema político entre manos. Por un lado las evidencias eran insuficientes para la pena solicitada
pero por otro lado el no quería contrariar a los líderes religiosos.
Finalmente opta por un camino que, según pensó, resolvería su problema. Brindaría al
pueblo la posibilidad de expresarse al respecto. Para ello escogió al que quizás era el reo más
violento y conocido que había en la prisión; Barrabás. Seguramente suponía que los ciudadanos no
querrían ver a semejante personaje suelto y librarían al Señor. Pero su plan falló. Para su asombro
escogieron a Barrabás. Bien, así Barrabás obtuvo su libertad pero aún quedaba pendiente el destino
de Señor Jesús. De ahí que el hiciera una pertinente pregunta: “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado
el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!”. Problema resuelto, el pueblo fue quien escogió la
pena que debía pesar sobre el Señor. Pero esto lo libró de su responsabilidad. Pudo lavar sus manos
pero estas siempre siguieron sucias, manchadas con la sangre del inocente Hijo de Dios que ahora
marcharía cargando su cruz.
La crucifixión y muerte:
La ejecución por crucifixión provocaba una muerte lenta y dolorosa. Distintos informes mé-
dicos han indicado que los reos morían de asfixia progresiva. La posición del cuerpo en la cruz ge-
neraba estos inconvenientes. El crucificado, por la mera postura de su cuerpo, tenía tremendas difi-
cultades para espirar. Para poder respirar el reo necesitaba mover como pudiera sus piernas. Para
acelerar la muerte se le quebraban las piernas pero en el caso del Señor no fue necesario porque el
había ya había muerto.
Una exposición de los Evangelios Sinópticos por Adrián Montes 61
La resurrección:
Como bien hemos observado, el relato de la crucifixión es detallado y sobrio a la vez. Los
relatos se ocupan en dejar bien en claro de que el Señor había muerto. No se trató de un desmayo.
Pero todos los relatos acerca de la resurrección fueron sumamente precisos dado que este era el
punto que los evangelistas deseaban enfatizar. Lo extraordinario no era que hubiera muerto sino el
hecho de que resucitara. Encontramos en los evangelios testimonios de:
a) Sus seguidores.
b) Sus enemigos. Ellos entendieron que el Señor había anunciado que algo pasaría al tercer día:
“Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discí-
pulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el
postrer error peor que el primero” (Mt. 27:64). La guardia fue puesta a fin de evitar que el
cuerpo fuese robado. Cuando la resurrección aconteció, los soldados fueron e informaron a
los ancianos acerca del hecho acaecido. Las autoridades en vez de arrepentirse y creer, so-
bornaron a los soldados para que declarasen que el cadáver del Señor efectivamente había
sido robado (Mt. 28:11-15).