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MANUEL VARGAS

Al menos tú ámame
Espiritualidad del Corazón de Jesús hoy

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Nihil obstat quominus imprimatur ÍNDICE
Francisco Armenteros Montiel
Canciller-Secretario General
Diócesis de Getafe

Imprimatur

Mons. José María Avendaño Perea


Obispo Auxiliar. Vicario General

Getafe, 8 de noviembre de 2022, Solemnidad de la Inmaculada Concepción

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PRÓLOGO

El magnífico intelectual católico Jean Guitton, uno de los po-


cos laicos que participó activamente en el Concilio Vatica-
no II, miembro de la Academia francesa y amigo personal
del Papa san Pablo VI, alertaba sobre el peligro de guardar
Silencio sobre lo esencial (EDICEP, Madrid 1988). Tengo la es-
peranza de que libros como el que hoy presento y otros que
confío vendrán después, nos ayuden a poner de relieve lo
que sostiene nuestra fe, lo que de verdad importa.
El Corazón de Cristo es el centro de la fe cristiana. La
Sagrada Escritura lo atestigua, los papas del último siglo lo
confirman, y la experiencia del pueblo de Dios lo ratifica.
Dios es amor (1 Jn 4,8) y nos ha amado hasta el extremo:
hasta hacerse hombre y compartir su vida con nosotros,
hasta entregarse y morir crucificado, hasta quedarse vivo y
palpitante en la Eucaristía.
La espiritualidad del Corazón de Jesús no es una devoción
destinada solo a aficionados a las lecturas piadosas... Tam-
poco es una reliquia de épocas pasadas. Da igual que seas
joven, mayor, mujer u hombre, que lleves muchos años en
la parroquia o estés empezando a acercarte a Dios ahora:
estés como estés, te conviene y te interesa conocerle.
La miopía es ese defecto de la vista que impide ver con
nitidez el horizonte. El miope sin gafas solo puede fijarse

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en lo que tiene delante, en lo que puede tocar con las ma-
nos. Seríamos «miopes espirituales» si atendiéramos solo
a las noticias urgentes que ocurren a diario y que en unas
pocas semanas se olvidan… Por el contrario, poner la aten-
ción en Jesucristo, «mirar al traspasado» (Zac 12,10) per-
INTRODUCCIÓN
mite entender la vida en su conjunto y tener buen criterio,
buena vista. 
¿Qué tienen en común James Joyce, autor de Ulises, Miguel
Por eso me alegra la publicación de este nuevo libro sobre
Hernández o Ramón Pérez de Ayala? Estos tres autores del
el Sagrado Corazón de Jesús. Confío que permitirá a los lec-
último siglo compartían al menos una característica: en su
tores comprender el significado de algunos textos bíblicos,
infancia fueron católicos, pero en un momento dado se ale-
conocer a los testigos históricos que nos mostraron este
jaron de Dios y se enfadaron con la Iglesia católica. Este
misterio, y sobre todo acercarnos a Cristo, cuyo Corazón es
hecho, que les ha sucedido a otras personas, me ha hecho
fuente de agua viva. 
reflexionar. Puede ser, como decía san Juan Pablo II, que esté
El Corazón del Señor no pasa de moda porque no es una
ocurriendo una «apostasía silenciosa en Europa» porque la
moda, tiene extraordinaria fuerza porque es lo verdadero y
gente le dé la espalda a Dios deliberadamente (¡ojalá no sea
definitivo, no cansa, no aburre. Al revés, es lo primordial y
así!). También es posible que los católicos no hayamos sabi-
por eso constituye nuestro consuelo y nuestra esperanza.
do mostrar bien a Jesucristo ni la belleza de su Evangelio, o
incluso que ―en algunos casos extremos― hayamos escan-
 
dalizado1: sermones largos, presentar la fe solamente como
Mons. José Ignacio Munilla Aguirre
exigencias morales, libros aburridos, cristianos «con cara
Obispo de Orihuela-Alicante
de pepinillos en vinagre», como dice el Papa Francisco…
En este libro queremos asomarnos a lo más hermoso
del cristianismo, al centro de nuestra fe, que es Jesucristo,
y en concreto al Corazón de Jesús, un tesoro que pocos
conocen y del que poca gente disfruta. Puede que, ante la
mención del Corazón de Jesús, a algunos lectores les ven-
ga a la memoria una imagen del altar de un templo, una

1   Cf. GS 19.

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figura del aparador de la casa de sus abuelos, una estampa amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que
que un día apareció en un rincón de su casa, una noción todos los que creen en él tengan vida eterna”»5.
confusa acerca de una devoción del siglo pasado que ya no Este libro no pretende ser un manual de teología, sino
está de moda, etc. Sin embargo, este misterio es el centro estar al alcance de cualquier persona que quiera conocer
y el punto neurálgico de nuestra fe y de nuestra vida como más a Dios. Se puede leer de muchas maneras. La primera
cristianos. Es el «tesoro escondido», la «perla preciosa» es la habitual, es decir, todo seguido, de principio a fin. Otra
de la que habla la parábola del Evangelio: «El reino de los posibilidad es tenerlo en la mesilla de noche para leer un
cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que poco al final de cada día. También se puede llevar a una ca-
lo encuentra, lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a pilla para ir leyéndolo y comentándolo con el Señor e incluso
vender todo lo que tiene y compra el campo. El reino de los consultar con un sacerdote lo que nos llame la atención o
cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, no entendamos del todo.
que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo En la elaboración de estas páginas se ha empleado mucho
que tiene y la compra» .2
cariño y han sido numerosas las personas que han querido
Lo mejor es que este tesoro es una Persona viva, de cora- participar, tanto con sus oraciones como con sus conoci-
zón palpitante: «¿Por qué buscáis entre los muertos al que mientos: las Misioneras de las Doctrinas Rurales de Málaga,
está vivo?» , le preguntaron a María Magdalena cuando fue
3
una profesora de Filosofía que se llama Mar, una religiosa
a buscar a Jesús en el sepulcro. Y es que Jesús había anun- de la Compañía del Salvador que vive en Caracas (Venezue-
ciado: «Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del la), otra religiosa del Instituto Mater Dei que se llama María
mundo» . Jesucristo vive hoy y nosotros somos cristianos por
4
Micaela, una madre de familia que se llama Marta y arriesga
esta razón. Así expresaba el Papa emérito Benedicto XVI en sus ahorros para que se publiquen estos libros, un amigo
su primera encíclica, Deus Caritas est, la realidad de Cristo: sacerdote, Pablo Cervera, cuyas revisiones y contribuciones
«No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una son siempre muy valiosas… A todos ellos les doy las gracias
gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con por su apoyo y dedicación.
una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, Invito al lector a sumergirse en el Corazón de Jesús y a
una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expre- dejarse amar por Él.
sado este acontecimiento con las siguientes palabras: “Tanto

2   Mt 13, 44-46.


3   Lc 24, 5.
4   Mt 28, 20. 5   Benedicto XVI, Deus caritas est, n. 1.

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CAPÍTULO 1

EL CORAZÓN HUMANO

Si buscamos en el diccionario la palabra «corazón» o la te-


cleamos en Google, encontraremos referencias al órgano de
nuestro cuerpo que se encarga de hacer circular la sangre
por el cuerpo. Para sentir los latidos del corazón tenemos
que parar y hacer silencio. Aunque no pensemos mucho en
eso, nuestro corazón late constantemente, porque de lo con-
trario moriríamos en pocos minutos. Por tanto, tenemos un
corazón que bombea sangre y nos mantiene vivos, aunque
no seamos conscientes de cada latido.
Sin embargo, cuando usamos esta misma palabra en ex-
presiones como «tiene puesto el corazón en su negocio», «te
lo digo de todo corazón», «esa persona no tiene corazón»,
«tiene un corazón de oro», o «a ver si se le ablanda el cora-
zón», no nos estamos refiriendo al músculo que bombea la
sangre. En todos estos casos hablamos de una parte sus-
tancial de nuestra personalidad, algo muy íntimo de donde
surge lo más profundo de nosotros: los sentimientos, los
afectos y los deseos, lo que define nuestra manera de ser.
En las siguientes páginas nos asomaremos a ese mundo
misterioso que es el ser humano para ver cómo está hecho
y cómo funciona.

11
SOMOS ALMA Y CUERPO El ser humano tiene entendimiento. Los animales tienen
instinto, pero no pueden hacer razonamientos complejos.
Cuando Dios creó al hombre, tenía para él un plan especial.
Pueden hacer cosas —saltar, correr, cazar— pero no saben
Después de describir la creación del universo, de los astros,
expresar lo que están haciendo ni por qué lo hacen, y ni si-
la tierra, los vegetales, los animales…, dice el libro del Géne-
quiera se dan cuenta de que lo están haciendo, porque no
sis que, por último, Dios dijo: «Hagamos al hombre a nuestra
tienen conciencia refleja, es decir, conciencia de sí mismos.
imagen y semejanza»6. Por tanto, hay algo que distingue al
Se adaptan automáticamente a las condiciones ambientales
hombre del resto de la creación y lo hace semejante a Dios.
de su hábitat, pero sin que medie reflexión o deliberación
Más adelante, el Génesis dice que Dios cogió «barro de la
alguna. No se pueden comparar las aves que construyen
tierra» ―materia ya existente en el planeta― y le insufló
nidos idénticos generación tras generación con el desarrollo
espíritu7. En ese momento, ese barro dejó de ser lo que era
de la arquitectura y la ingeniería que ha llevado a los seres
antes y empezó a ser una persona humana. A esto nos refe-
humanos a construir el One World Trade Center de Nueva
rimos cuando decimos que el ser humano tiene alma (prin-
York, el Metro de Madrid o la domótica y los avances tecno-
cipio de vida) y que esa alma es espiritual (no puramente
lógicos de los últimos tiempos.
material). Aquí está la diferencia con el resto de la creación,
El ser humano tiene voluntad. Un perro no se pone a ha-
que es pura materia. El hombre, por el contrario, además de
cer régimen para adelgazar. Si su dueño le pone comida y
su dimensión material tiene un aspecto espiritual. Y, aunque
tiene hambre, comerá. Por el contrario, el hombre es capaz
es cierto que todas las criaturas reflejan de alguna manera
de superar sus instintos. Somos libres y responsables de
las perfecciones y la belleza de Dios, el hombre fue creado
nuestros actos, y nuestros instintos no nos dominan —o al
muy especialmente a su imagen y semejanza por el alma
menos debemos impedir que lo hagan—.
espiritual. En eso somos como Dios.
El ser humano tiene un deseo infinito de felicidad. Las cosas
También lo expresamos diciendo que somos animales
materiales, por sí solas, no dan la felicidad plena al hombre.
racionales. El ser humano puede realizar acciones espiri-
Entonces, ¿qué es lo que hace feliz al ser humano? Intenta-
tuales: componer música, escribir una novela, rezar, etc. A
remos responder a esta pregunta y a otras muchas en este
ese principio espiritual que existe en nosotros y que permi-
libro.
te que no todo sea materia en el ser humano es a lo que
¿Por qué Dios nos ha querido así? Nos ha querido seme-
llamamos alma.
jantes a Él porque desea entablar una relación personal con
nosotros. Y, como no se puede compartir algo con quien no
6   Gén 1, 26. tiene capacidad para recibirlo, Dios quiso hacernos capaces
7   Gén 2, 7.

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de conocerle, de recibir su amor y de corresponder a ese y no podemos pretender llenarlo con pelotitas de pimpón...
amor. Y desea que sea así no solamente durante un tiem- San Agustín lo expresó con esta frase: «Nos has hecho para
po, sino siempre, eternamente. Él quiere que participemos ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en
de su amor y su felicidad en el cielo. Este es el fin para el ti»8. Volvemos de nuevo al misterio del corazón…
que hemos sido creados, y por eso no podemos ser felices
con menos, ni nada de este mundo puede llenarnos total EL PUNTO DE UNIÓN: EL CORAZÓN
y definitivamente. Conviene aclarar una cosa más. Nuestro cuerpo y nuestra
Los placeres corporales —la comida, el placer sexual, la alma no son realidades independientes, como, por ejem-
bebida o el descanso— son pasajeros, y no solo no nos sa- plo, una nuez y su cáscara, que se pueden separar. Nuestro
tisfacen del todo, sino que con frecuencia nos dejan vacíos. cuerpo no es un simple ropaje ni un envoltorio del alma.
Podemos pasarlo muy bien en una fiesta, pero cuando volve- En cada uno de nosotros, espíritu y materia están esen-
mos a casa y nos quedamos solos, en silencio, sentimos que cialmente unidos en una nueva realidad que es la persona
deseamos y necesitamos más. Nuestro deseo de felicidad y humana. Somos una persona, se trata del yo de cada uno.
de transcendencia, nuestra hambre y sed de infinito, no se Lo que le ocurre al cuerpo afecta al alma; lo que le ocurre
pueden apagar con cualquier cosa. al alma repercute en el cuerpo, y es el cuerpo el que lo
Descubrimos también que, aunque conozcamos a mu- manifiesta. Los sentimientos y reacciones que nos produ-
chas personas, ninguna de ellas reúne en sí misma todo ce algo están provocados por sensaciones físicas, razona-
lo que deseamos de la vida. Hay personas geniales, simpá- mientos y procesos mentales. Se dice que la voluntad es
ticas, inteligentes, guapas, divertidas, pero nunca encon- ciega porque tiende y quiere determinadas cosas y rehúye
tramos una que lo tenga todo y, menos aún, que lo tenga otras, dependiendo de lo que el entendimiento le presente
para siempre. Cada persona que vamos conociendo nos como bueno; y la voluntad recibe la fuerza para ponerse en
hace intuir que sería fantástico encontrar una Belleza y marcha gracias a los sentimientos y emociones en los que
un Bien absolutos, definitivos. Cuando los encontremos, participa nuestro cuerpo. A la vez, los procesos espirituales
hallaremos la Verdad que estábamos buscando. Ese Bien, influyen configurando esas reacciones orgánicas. Es decir,
esa Belleza y esa Verdad a los que aspira el entendimiento que no marchan los sentimientos por un lado, los pensa-
humano es Dios. mientos por otro y las decisiones por otro diferente. Cada
Dios nos ha dado una capacidad de felicidad tan grande persona es una unidad de cuerpo y alma, razonamientos,
que solo se sacia del todo con Él mismo. Nuestro corazón tie- emociones y órganos corporales.
ne un tamaño mucho mayor que el del Cañón del Colorado
8   San Agustín de Hipona, Las Confesiones (Gredos, Madrid 2010), libro I, Prólogo.

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La afectividad humana es donde se expresa de un modo de la cama, a lo que dedicamos los fines de semana, lo que
más claro dicha unidad sustancial del ser humano, donde leemos, lo que nos rompe el corazón de tristeza y lo que
confluyen todas las facultades espirituales y corporales que nos llena de gozo.
interactúan y se influyen permanentemente. A ese mun- De ahí que, si bien el corazón es el símbolo de todo nues-
do interior constituido por los sentimientos espontáneos, tro mundo interior, lo es de forma especialísima del amor.
emociones, pasiones, pensamientos e intenciones que nos Como dice Jesús en el Evangelio: «Donde está tu tesoro,
brotan de forma natural es al que nos referimos cuando está tu corazón»9, y san Agustín dirá: Pondus meum, amor
hablamos del corazón. Es el corazón lo que nos define, lo meus: illo feror, quocumque feror10, que significa: «El amor
que marca nuestra personalidad. es mi peso, por él voy dondequiera que voy». Dicho de otra
manera: aquello que amas es lo que te define.
¿CÓMO ES NUESTRO CORAZÓN? ¿Por qué hemos escogido el corazón y no otro órgano del
Nos preocupamos de la salud física, y por eso nos hacemos cuerpo para referirnos a nuestra afectividad? No es casua-
pruebas, análisis, radiografías y chequeos. Pero, ¿cómo va la lidad. Es al corazón físico al que suele atribuirse la causa de
salud de nuestro corazón, entendido de esta manera amplia la vitalidad: la sangre circula gracias al corazón. Con sus mo-
como la sede de nuestra afectividad? vimientos, el corazón impulsa la sangre hacia los pulmones
Para hacer un electrocardiograma del alma tengo que para que se purifique y oxigene, y la dirige hacia todos los
empezar por preguntarme de qué cosas me ocupo espon- miembros para vigorizarlos y mantenerlos. Además, nues-
táneamente. ¿Dónde se me van la cabeza, el pensamiento tras emociones tienen repercusión de forma muy evidente
y la imaginación con mayor frecuencia? Luego puedo plan- en el corazón físico.
tearme cuáles son mis pasiones. ¿Dónde tengo puesta mi
LA RUPTURA DE LA ARMONÍA
ilusión y mi deseo? ¿Qué provoca mi odio? ¿En qué encuen-
tro mi gozo? ¿Qué me produce alegría? ¿Qué me entristece? Las pasiones son las fuerzas que nos llevan a la acción y nos
¿Cuáles son mis miedos? En definitiva, ¿qué es lo que de mantienen o apartan de ella. Por eso Jesucristo dijo que del
verdad amo? Esta es la pregunta clave, porque el amor es corazón del hombre salen las malas acciones. Platón compa-
lo que engloba y resume todas las pasiones. Dependiendo raba las pasiones con los caballos de un auriga. Sin caballos,
de dónde tenga puesto el corazón, responderé a todas las la cuadriga no se mueve. Aquí nos asomamos a un proble-
demás preguntas, pues «aquello de lo que te enamoras es lo ma: muchas veces lo que realmente somos no coincide con
que atrapa tu imaginación y va dejando su huella en todo»,
9   Mt 6, 21.
decía el padre Arrupe. Eso es lo que decide, lo que nos saca 10   San Agustín de Hipona, O.C, XIII, 9.

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lo que quisiéramos ser. Con frecuencia nuestras reacciones ¿Y CÓMO LO ARREGLAMOS?
espontáneas no concuerdan con nuestros principios teóricos
Volvamos al ejemplo del auriga. Dios nos ha regalado un
ni con la personalidad que nos gustaría tener. ¿Por qué?
hermoso y potente caballo que es el medio del que dis-
Cuando la primera pareja salió de las manos de Dios,
ponemos para avanzar en la vida. Pero el caballo se ha
la creación no era como ahora. El Génesis dice que Dios
desbocado. No hay manera de que el entendimiento, la
colocó a Adán y Eva en el Paraíso en una situación de equi-
voluntad y el corazón recuperen la armonía, lo que es fuen-
librio, tanto en la naturaleza como en su mundo interior,
te de problemas y sufrimiento. Ante eso, hay tres posibles
gracias a la armonía y unión que tenían con Dios. El equi-
salidas: pegarle un tiro al caballo, dejarnos arrastrar por
librio entre los diferentes elementos de la personalidad
él o recuperar las riendas.
estaba propiciado por el orden que existía entre ellos: la
1. Pegarle un tiro al caballo. Esa sería, por ejemplo, la acti-
afectividad estaba integrada en las potencias espirituales
tud del que se asusta ante sus pasiones, las considera malas
del entendimiento y la voluntad que, a su vez, eran ilumi-
desde la raíz y quiere rechazarlas a toda costa. Es también
nadas y regidas por Dios.
la actitud de las religiones orientales que ofrece la Nueva
Dios advirtió a Adán y Eva: «Podéis comer de todos los
Era, que consideran los deseos como fuente del sufrimien-
árboles menos del árbol de la ciencia del bien y del mal,
to humano y buscan sofocarlos para conseguir eliminarlos.
pues el día que comiereis moriréis»11. Pero el diablo les ten-
Pero eso es solo una solución aparente: los deseos, nuestras
tó: «No moriréis, seréis como dioses»12. Nuestros primeros
pasiones, siguen estando ahí. Los deseos reprimidos de for-
padres cedieron a la tentación. A eso se le llama pecado
ma equivocada con el tiempo vuelven a la carga y se vengan.
original, y es la situación en la que posteriormente todos
Mientras tanto, solo los habremos tapado con un velo. Inclu-
hemos venido a la vida. Detrás de todo pecado está ese
so en el caso de que lográsemos eliminarlos, aunque fuese
deseo de «ser como dioses», al margen del propio Dios.
temporalmente, no sería una solución definitiva, sino una
No fiarnos de los mandatos y consejos de nuestro Creador
desgracia: nos habríamos cargado el caballo que nos hace
es una falta de confianza en que Él desea nuestro bien y
avanzar y que nos impulsa a afrontar la vida y a conseguir
nuestra felicidad, y sus preceptos no son un capricho ar-
metas, luchando por lo que merece la pena. Esta actitud no
bitrario. Este rechazo de Dios es el que introdujo el mal en
parte de la verdad y conduce a la frustración. No es esta la
el mundo y rompió el equilibrio.
visión cristiana del hombre y de la vida. Las pasiones no son
malas en sí mismas. ¡Necesitamos el caballo!
11   Gén 2, 17.
12   Gén 3, 5.

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2. Dejarse llevar. Otro punto de vista es el del que se plan- y una vez descubierto, intentan dirigir al caballo con la fir-
tea que, como las pasiones y deseos son queridos por Dios, meza de su voluntad.
entonces es mejor seguir adelante con ellos. ¿Qué hay de Es fácil comprender que, de entre las tres actitudes, la
malo? Si el caballo tira de mí, ¿por qué me voy a amargar? última es la más sensata. Sin embargo, su puesta en prácti-
¿Por qué no dejarme arrastrar por él? Es la actitud del que ca no es tan sencilla. La experiencia muestra que el pecado
se lanza detrás de todos sus impulsos y corre a satisfacer original no solo dejó al caballo desbocado, sino que también
todos sus deseos. Es lo que a veces se quiere decir con fra- hirió al jinete. Por eso, la mayoría de los intentos por tomar
ses como: «Escucha tu corazón», «lo importante es que tú te las riendas del caballo y dominarlo contando únicamente
sientas bien», como el libro titulado Donde el corazón te lleve, con las propias fuerzas suele acabar en una de las otras
sin distinguir con la razón si son deseos buenos o malos, sin dos opciones. Al final, es fácil caer en la presunción («yo
ver más allá del momento presente. lo puedo todo») o en la desesperación («no puedo hacer
¿Qué ocurre si nos dejamos llevar sin más por el caballo? nada»), o primero en una y después en la otra. Entonces,
Si no dominamos nuestros deseos, son ellos los que aca- ¿no hay solución?
barán dominándonos a nosotros. Creyendo que corremos Sí, la hay. La visión cristiana de la vida es realista y opti-
tras la libertad, en realidad terminaremos siendo esclavos mista a la vez. Somos conscientes de nuestras heridas, limi-
de nuestros caprichos, de nuestros instintos. Lo vemos de taciones y desequilibrios internos. Sabemos que tenemos un
forma muy gráfica en las adicciones que tanto hacen sufrir corazón estropeado, pero también entendemos que no todo
a muchas familias. Uno de los dramas de la adicción es que está perdido, que no somos un problema sin solución.
cada vez se necesita más sustancia para producir el mismo Es verdad que, antes del pecado original, los primeros
placer. Cuanto más consigues, más necesitas y, poco a poco, seres humanos (nos da igual si se llamaban Adán y Eva o
la sensación de vacío e insatisfacción se vuelve cada vez más tenían otro nombre) tenían al caballo de sus pasiones con-
profunda. Dice con mucho acierto Mark Shea, un escritor y ducido con suavidad por el jinete (su entendimiento y vo-
analista cultural, que «nunca se tiene bastante de lo que en luntad), y además el propio jinete era guiado y fortalecido
realidad no se desea». Dar rienda suelta al caballo es iniciar por Dios. Y es cierto que, después del pecado original, todo
un camino que no sabemos dónde nos va a llevar porque se ha visto trastocado. Pero Dios no nos ha abandonado a
implica perder el control de la propia vida. nuestra suerte. El relato del pecado original termina con la
3. Recuperar las riendas. Es darle al jinete su lugar. Las per- promesa de un Redentor.
sonas que toman las riendas son las que se deciden a usar
la cabeza. Avistan con el entendimiento el camino correcto,

20 21
Capítulo 2

DIOS TIENE CORAZÓN

1. ¿QUIÉN ES JESÚS?

En una ocasión, Jesús quiso saber lo que pensaba la gente


de Él: «Les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy Yo?”.
Ellos contestaron: “Unos, que Juan el Bautista; otros, que
Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos
profetas”. Él les preguntó: “Y vosotros, ¿quién decís que soy
yo?”»13. Si esta pregunta nos la hiciera hoy a nosotros, ¿qué
responderías? ¿Quién es Jesucristo para ti?

Un personaje histórico

Que Jesús de Nazaret ha existido verdaderamente está fuera


de toda duda. No solo lo atestiguan las fuentes cristianas
en los textos del Nuevo Testamento, de los Santos Padres,
etc., sino que también lo nombran fuentes paganas, entre
las que podemos incluir al historiador Flavio Josefo, que es-
cribió sobre Jesús en su obra Las antigüedades judías, entre
los años 93-94 d. C.; Plinio el joven, que escribió una carta al
emperador Trajano pidiendo consejo sobre cómo tratar a los

13   Lc 9, 18-20.

22 23
cristianos (también es importante la respuesta de Trajano incluía la promesa de un Salvador que Dios iba a enviar para
escrita en el año 112 d. C. con información valiosa, indicando salvar al pueblo de todos sus males. A ese enviado prome-
que en ese momento los cristianos no eran perseguidos); tido por Dios es al que los judíos denominaban, en hebreo,
y el historiador Tácito que, en su obra Anales, escrita entre «Mesías». Traducido al griego, sería «Cristo» y, en español,
los años 115-117 d. C., habla de Cristo, de su ejecución por «Ungido». Pedro declaró su seguridad de que Jesús era Aquel
orden de Poncio Pilato, de los primeros cristianos, de su al que el pueblo judío estaba esperando como Ungido de
presencia en Roma y de las persecuciones sufridas en el Dios. Otra cuestión es lo que había ocurrido con la esperanza
siglo I. Además, la influencia de Jesús llega hasta tal punto del pueblo judío a lo largo de tantos siglos. Muchos la habían
que contamos los años tomando como referencia su naci- degradado, convirtiéndola en una esperanza meramente
miento, y los dividimos en los transcurridos antes de Cristo política, una liberación de la invasión romana. Pero Pedro
y después de Cristo. reconoce a Jesús como el Mesías que estaban esperando.
Jesús de Nazaret vivió en el actual Israel en tiempos del
Imperio romano, durante los reinados de César Augusto Verdadero Dios
y Tiberio, y falleció siendo Poncio Pilato el gobernador de La frase de Pedro tiene dos partes: «Tú eres el Mesías, el Hijo
la provincia. de Dios vivo». En la segunda parte, Pedro está afirmando la
divinidad de Jesús. Señala a Jesús no como un profeta o un
El Mesías
simple hombre enviado por Dios, sino como Dios mismo.
Para algunos, Jesucristo es simplemente un gran hombre o Y, si seguimos leyendo, vemos que Jesús no rechaza esa
un revolucionario; para otros, una especie de curandero, un afirmación de su divinidad.
taumaturgo, o incluso una buena persona que quería cam- Es curioso. Unos años después, cuando Pablo y Berna-
biar el mundo y fracasó porque lo mataron. Esas podrían bé estaban en Listra —una ciudad antigua de Licaonia, en
ser respuestas a la primera pregunta de Jesús: «¿Quién dice la actual Turquía—, la multitud creyó que eran dioses del
la gente que soy yo?». Pero Jesús preguntó de nuevo a sus Olimpo bajo figura humana y quisieron ofrecerles sacrificios.
discípulos. «Simón Pedro tomó la palabra y dijo: “Tú eres el Pablo y Bernabé, como es lógico, se negaron en rotundo15. El
Mesías, el Hijo del Dios vivo”»14. mismo Jesús rechazó varias veces los intentos de convertirlo
«Tú eres el Mesías». ¿Qué significaba esa frase para un en un rey meramente político —un mesías «de tejas para
judío? El Antiguo Testamento explica que Dios escogió al abajo»16—, pero cuando Pedro lo declaró Hijo de Dios, Jesús
pueblo de Israel para hacer una alianza con él. Esa alianza
15   Cf. Hch 14, 8ss.
14   Mt 16, 16. 16   Ver Jn 6, 15.

24 25
aceptó y dio como válida y acertada la respuesta: «Jesús es una amistad, mayores misterios íntimos compartimos
le dijo: “¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque con nuestro amigo.
eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Pa- Pues bien, Dios ha querido comunicarse con nosotros
dre que está en los cielos”»17. Es así. En el Evangelio Jesús y se nos ha revelado, dándonos a conocer el secreto de su
muestra su acuerdo en varias ocasiones con que Él es Dios. intimidad: su vida trinitaria. Dios no es un ser solitario. En
Así lo reconocieron también los demás discípulos: «Dijeron Dios hay tres Personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíri-
todos: “Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?”. Y Él les respon- tu Santo. Pero no son tres dioses diferentes, sino el mismo
dió: “Vosotros lo decís: Yo Soy”»18; «Él es la imagen del Dios Dios. Es decir, existe solamente un Dios, pero en Él hay tres
invisible, el primogénito de toda creación»19; «En él reside sujetos, tres Personas divinas.
corporalmente toda la plenitud de la divinidad»20. Quizá sepas lo que le ocurrió a san Agustín un día que
Entonces, ¿por qué Jesús en otros pasajes se dirige a Dios paseaba por la playa intentando comprender este misterio
como si fuese alguien distinto a Él? Por ejemplo, se refiere de la Trinidad. En su paseo vio a un niño que iba a buscar
a Dios como «el Padre», o «mi Padre». ¿Es esto una contra- agua del mar y la volcaba en un hoyo que había cavado en la
dicción, que Jesús sea Dios y que hable a Dios como alguien arena. Así una y otra vez. Se acercó y entabló conversación
diferente a Él? No. Esto nos obliga a recordar el misterio de con él. Al preguntarle qué estaba haciendo, el niño le contes-
la Santísima Trinidad. tó que quería meter toda el agua del mar en el agujero. San
Agustín sonrió ante la ingenuidad del niño y le dijo: «¡Eso es
La Trinidad imposible! El mar es muy grande y no cabe en ese agujero
tan pequeño». La respuesta del niño le dejó asombrado:
Un misterio es algo que, si no me dicen, yo no puedo saber,
«Más imposible es lo que tú intentas hacer: tratar de com-
porque mis capacidades son limitadas y mi entendimiento
prender el misterio de Dios en tu mente pequeña». Claro.
no logra abarcarlo del todo. Es algo que me supera. Por
El misterio de la Santísima Trinidad no podemos abarcarlo
ejemplo, la intimidad de una persona es un misterio para
totalmente con nuestra inteligencia. Sin embargo, Dios nos
mí si esa persona no me la descubre, si no la comparte con-
lo ha revelado y por eso, aunque solamente sea un poco,
migo. San Ignacio de Loyola decía que «el amor consiste en
hasta cierto punto lo podemos comprender. Podemos usar
comunicación de las dos partes». No puede haber amistad
imágenes y comparaciones que, aunque no sean exactas,
si no hay comunicación. Cuanto más verdadera y profunda
nos ayudan a acercarnos al misterio, a tratar de intuir su

17   Mt 16, 17.


significado y a descubrir que, aunque hay cosas que se nos
18   Lc 22, 70. escapan, eso no significa que sean irracionales, sino que a
19   Col 1, 15.
20   Col 2, 9. nosotros nos falta capacidad.

26 27
Después de este ejemplo podemos comprender mejor retroceder porque Él es Dios, la segunda de las tres Personas
por qué Jesús, en cuanto Dios, se identifica con el Padre; de la Santísima Trinidad, el Hijo, el Verbo eterno del Padre.
pero, en cuanto persona distinta del Padre, se distingue de Ante una persona que se autoproclama Dios, solo caben
Él. Jesús dijo: «Quien me ve a mí ve al Padre» , lo cual quiere
21
tres opciones: (1) o es un loco que no sabe lo que dice; (2) o
decir que son una sola cosa, pero que son dos Personas dis- miente y quiere engañarnos; (3) o verdaderamente es Dios.
tintas. Los que le escuchaban, aunque no salían de su asom- Observando la vida de Jesús, sus palabras y sus actuaciones,
bro, entendieron un poco lo que quería decir y les pareció no vemos ningún síntoma de locura, sino todo lo contrario.
fatal que se presentara como Dios. Por eso quisieron matar- Se trata de alguien excepcional. Además, no se limitó a decir
lo: «Agarraron de nuevo piedras para apedrearlo. Jesús les que era Dios, sino que lo demostró con milagros y con el
replicó: “Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo cumplimiento en Él de las profecías, de manera que pode-
de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?”. Los judíos le mos excluir que nos haya querido engañar.
contestaron: “No te apedreamos por una obra buena, sino
por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Las profecías
Dios”»22. Pero tampoco en esta ocasión les corrigió Jesús. Podemos hablar de dos tipos de profecías: las que anunció
Más adelante, durante el juicio religioso que tuvo lugar Jesús y las que se anunciaron siglos antes y se cumplieron
durante su pasión, el sumo sacerdote Caifás estaba deses- en Él.
perado al ver que no conseguía encontrar una disculpa para Jesús anunció su muerte y resurrección, le dijo a Pedro
condenar a Jesús. Por eso, «tomó la palabra y le preguntó: que lo negaría tres veces antes de que cantase el gallo, pro-
”Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Me- fetizó la destrucción de Jerusalén, anunció que los apóstoles
sías, el Hijo de Dios”. Jesús le respondió: “Tú lo has dicho. se dispersarían y le dejarían solo en su pasión... Todas estas
Más aún, yo os digo: desde ahora veréis al Hijo del hombre cosas que Él había predicho sucedieron.
sentado a la derecha del Poder y que viene sobre las nubes Acerca de las profecías que se cumplieron en Él, se podría
del cielo”. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras decir que su vida estaba escrita antes de que naciese, lo cual
diciendo: “Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de constituye un caso único en la historia. Efectivamente, siglos
testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?”. Y ellos antes de que naciera Jesús, el Antiguo Testamento anunció
contestaron: “Es reo de muerte”»23. Jesús sabía que defender que el Mesías nacería en Belén (Miqueas 5, 2); de una virgen
su divinidad le llevaría a morir en la cruz, pero eso no le hizo (Isaías 7, 14); que hablaría en nombre de Dios con una au-
21   Jn 14, 9. toridad como la de Moisés (Deuteronomio 18, 18-19); que
22   Jn 10, 30-33.
23   Mt 26, 63-66.
entraría en un burrito en Jerusalén (Zacarías 9, 9); que sería

28 29
vendido por treinta monedas de plata (Zacarías 11,11); que sino que se hizo hombre, es decir, que asumió la naturaleza
moriría de forma cruenta (Salmo 22,14.16-18); así como nu- humana: entró en la historia y vivió entre los hombres como
merosos detalles de su pasión y muerte. un hombre cualquiera. Esto es lo que conocemos como el
misterio de la encarnación. Jesús no se «disfrazó» de hu-
Los milagros mano, sino que se hizo hombre verdaderamente, asumió
Un milagro es un hecho inexplicable que supera las leyes nuestra humanidad. Eso significa que, además de ser ver-
de la naturaleza. Solo un poder sobrehumano puede hacer dadero Dios, también es verdadero hombre. Su humanidad
milagros. Jesús hizo muchos milagros con su propio poder. es exactamente igual que la nuestra, con la única diferencia
Los Evangelios nos narran algunos, en los que demostró que de que Él no ha cometido pecados ni tampoco participa del
tenía autoridad sobre los demonios24, sobre la naturaleza25, pecado original que nosotros hemos heredado30.
sobre la enfermedad26, sobre la vida y la muerte27. Esto quiere decir, además, que también tiene un corazón
como el nuestro. Como hemos visto, las pruebas que nos dio
Verdadero hombre de su divinidad son muchas, pero no son menos las pruebas

San Juan atestigua la divinidad de Jesús en el prólogo de su de su humanidad:


Evangelio: «En el principio existía el Verbo, y el Verbo esta-
• se desarrolla y crece como cualquier niño de su
ba junto a Dios, y el Verbo era Dios»28. Unos versículos más
edad31;
adelante, añade: «Y el Verbo se hizo carne y habitó entre
• se cansa y se fatiga del camino y se sienta a descan-
nosotros, y hemos contemplado su gloria»29. En este texto,
sar junto a un pozo32;
el evangelista explica que Jesús no es «solo» el Hijo de Dios,
• duerme, como cuenta el Evangelio en el pasaje en
24   El endemoniado de Cafarnaúm (Mc 1, 23-28); los poseídos gadarenos que iba en la barca con los apóstoles por el lago de
(Mt 8, 28-32); la hija de una mujer cananea (Mc 7, 24-30); el endemoniado
mudo (Mt 9, 32-34); el endemoniado ciego y mudo (Mt 12, 22), etc. Galilea33;
25   Convierte agua en vino en Caná (Jn 2, 6-12); la pesca milagrosa (Lc 5, 4-11); • siente hambre34 y sed35;
calma la tempestad (Mt 8, 23-27); multiplica los panes y los peces (Mt 14,
15-21); camina sobre el mar (Mt 14, 25-33), etc. • se conmueve y llora por la muerte de un amigo36;
26   Curación del paralítico (Lc 5, 18-19); del criado del centurión (Mt 8, 5-9.
13), del hombre de la mano paralizada (Mt 12, 11-13), de la mujer encorvada
(Lc 13, 10-13), del paralítico de la piscina de Betesda (Jn 5, 5-9), del ciego 30   Cf. Heb 2, 17.
Bartimeo (Mc 10, 46-52), del ciego de Betsaida (Mc 8, 22-26), de diez leprosos 31   Lc 2, 51-52.
(Lc 5, 12-13), etc. 32   Jn 4, 1ss.
27   Resurrección de la hija de Jairo (Mc 5, 21); resurrección del hijo de la viuda 33   Mc 4, 35-38.
de Naim (Lc 7, 11-17); resurrección de Lázaro (Jn 11, 38-44). 34   Mt 21, 18.
28   Jn 1, 1. 35   Jn 4, 8; Jn 19, 28.
29   Jn 1, 14. 36   Jn 11, 33ss.

30 31
• necesita apoyo y pide compañía a sus apóstoles, en persona a redimirnos y se nos manifestó, traduciendo su
porque experimenta tristeza y angustia ;37
Palabra a nuestro lenguaje humano. De ese modo, podemos
• se llena de alegría en muchas ocasiones ;38
tener una relación de amistad con Dios. Jesús es visible. El
• e incluso se sorprende . 39
rostro del Padre se hace perceptible a nuestros sentidos. En
Jesús contemplamos verdaderamente el rostro de Dios.
Jesús se lo explicó a uno de sus apóstoles, Felipe, quien
Todo eso significa que Jesús tiene sentimientos y pasio-
al escucharle hablar del Padre, le pidió lleno de curiosidad:
nes, que vive y expresa de una forma auténticamente huma-
«”Señor, muéstranos al Padre y nos basta”. Jesús le replica:
na. Así lo reconocían los obispos del mundo entero reunidos
“Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Feli-
en el Concilio Vaticano II: «El Hijo de Dios... trabajó con ma-
pe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”»42. Los apósto-
nos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró
les aprendieron bien la lección y por eso san Juan reconoce:
con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre»40.
«A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios unigénito, que está en
Jesús, Cristo, Jesucristo o el Señor, son distintos nombres
el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer»43.
con los que designamos a la misma Persona, el Hijo de Dios
A la vez, en Jesús encontramos el verdadero rostro del
hecho hombre. Y, como dice el Catecismo, «no significa que
hombre, el hombre tal como Dios lo había pensado en la
Jesucristo sea en parte Dios y en parte hombre, ni que sea
creación, el ideal que Él quiere para cada ser humano, pero
el resultado de una mezcla confusa entre lo divino y lo hu-
que Adán y Eva estropearon con el pecado original y que
mano. Él se hizo verdaderamente hombre sin dejar de ser
todos seguimos estropeando con nuestros propios pecados.
verdaderamente Dios»41.
Jesús nos devolvió restaurada en su humanidad esa imagen
Así pues, como decíamos al principio de este capítulo,
y semejanza de Dios que había sido manchada y desfigurada
cuando Dios vino al mundo quiso revelarse y restablecer una
por el pecado.
relación de amistad con el hombre. También, y dado el esta-
Quien quiera conocer a Dios ha de contemplar a Cristo.
do en que nos encontrábamos después del pecado original,
En Él vemos todo lo que Dios ha querido decirnos, todos sus
sanar nuestra naturaleza humana herida. Es sorprendente
secretos. Para conocer el proyecto de Dios para la huma-
que, en lugar de enviarnos a un mensajero, Dios Padre en-
nidad basta con que nos fijemos en el rostro y el Corazón
viara a su propio Hijo, a su Palabra Eterna. Dios quiso venir
de Cristo. En Él han sido sanadas las heridas que el pecado
37   Mt 26, 36ss. original causó en nuestra naturaleza. Cristo es el modelo del
38   Lc 10, 21.
39   Mt 8, 10; Mc 6, 6; y otros.
40   GS 22, 2. 42   Jn 14, 8-9.
41   CCE 464. 43   Jn 1, 18.

32 33
hombre ideal, verdaderamente libre, con su mundo interior que no siempre eran comprendidas por su auditorio. En el
de afectos, entendimiento y voluntad totalmente integrados, libro del profeta Zacarías, que es muy breve, encontramos
en completo orden y armonía. una profecía sorprendente: «Mirarán al que traspasaron, ha-
rán lamentaciones por él como lamentación por el hijo único,
2. CÓMO HEMOS CONOCIDO EL CORAZÓN DE JESÚS y le llorarán amargamente como se llora amargamente a un
primogénito. Y se lamentará el país»44. ¿Qué pensarían los
Anunciado por profetas israelitas que le escucharon? ¿Iban a ocurrirles nuevas des-
gracias a los que acababan de volver del destierro? ¿A quién
En el siglo VI a. C., el pueblo judío volvió de un destierro en
se refería al decir «mirarán al que traspasaron»? ¿Quién y
Babilonia que había durado cerca de 50 años. Después del
por qué le iban a traspasar?
exilio, encontraron el templo en ruinas. Para ellos, el tem-
Zacarías anuncia en el capítulo siguiente de su libro:
plo era el lugar más relevante del país. Durante siglos se
«Aquel día habrá una fuente abierta para la casa de David
habían acercado las familias para ofrecer sus sacrificios a
y para los habitantes de Jerusalén, para lavar el pecado y la
Dios. Entendían que, en ese templo construido en el siglo
impureza»45. ¿Qué significaba eso? ¿Estaba anunciando una
X a. C. por el rey Salomón, habitaba la gloria de Yahvé. En
calamidad o una alegría?
el lugar más profundo del templo estaba el tabernáculo,
Hicieron falta casi cinco siglos para que las profecías de
donde se conservaba el Arca de la Alianza, que contenía las
Zacarías fueran comprendidas. En todo ese tiempo, se su-
tablas de la Ley que Dios había entregado a Moisés en el
cedieron generaciones de habitantes en Jerusalén, la ciudad
monte Sinaí. Pues bien, ese templo había sido profanado por
creció y aquellas expresiones del profeta fueron incluidas
los babilonios y el Arca y todos los objetos de culto habían
en la Sagrada Escritura, leídas en las sinagogas e incluso es-
desaparecido. En ese contexto apareció Zacarías, un joven
tudiadas por jóvenes levitas, que entendían lo mismo que
profeta de unos 17 años que hablaba al pueblo en nombre
sus antepasados, es decir, nada.
de Yahvé-Dios. Sin miedo, alzó su voz a Zorobabel y a todos
los israelitas que habitaban en Jerusalén, y los animó a re-
Atestiguado por san Juan
construir el templo.
Zacarías fue el penúltimo profeta antes de la llegada de Llegó entonces Jesucristo al mundo y con Él llegó «la plenitud
Jesucristo. Como los demás profetas, hablaba de una mane- de los tiempos»46. Y en el desenlace de la vida de Cristo, en el
ra que a veces resultaba un tanto enigmática. Ponía ejemplos
simbólicos, daba órdenes al pueblo bajo amenaza de casti- 44   Zac 12,10.
45   Zac 13,1.
gos divinos si no cumplían su palabra, y utilizaba expresiones 46   Gál 4,4.

34 35
momento de su muerte en la cruz, adquirió pleno significado el pueblo elegido por Dios lo lloraría. Zacarías insinuaba
el misterioso anuncio de Zacarías. San Juan, el único apóstol ya la divinidad de Cristo al referirse a Él como el Unigénito
que permaneció junto a Jesús en el Calvario, escribió: «Uno porque, como la Iglesia ha entendido al leer este pasaje,
de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al esta frase desvela que Jesús es el Hijo Único de Dios Padre,
instante salió sangre y agua» .
47
el Unigénito, el Verbo que estaba junto a Dios, y era Dios
¿Qué alcance puede tener que salga sangre cuando a Je- desde la eternidad49.
sús le clavan una lanza? Probablemente, muchos sanitarios Podemos imaginar el asombro con el que Juan debió de
podrían dar una explicación médica al hecho de que salie- ver aquella escena del costado abierto de Jesús, cuyo Cora-
ra agua junto con la sangre: «Puede ser que se le hubiera zón se había convertido en la fuente de la cual mana sangre
producido un neumotórax y que tuviera un cierto enchar- y agua. Por eso «dio testimonio para que también nosotros
camiento entre la pleura y el pulmón», me explicó un médi- creamos» en el amor de Jesucristo. San Juan es el evangelista
co. Sí, es posible que lo que ocurrió tenga una explicación que más veces y más claramente nos habla del Corazón de
natural, pero Juan entendió mucho más de lo que captaron Cristo. Según algunos estudiosos, el Amor de Dios, manifes-
los ojos de los demás testigos. Lo que estaba ocurriendo tado en el Corazón de Jesús, es lo más relevante de todo su
en ese momento era muy significativo y trascendente, tan- Evangelio. En el siglo III, el escritor eclesiástico Orígenes decía
to que el apóstol añadió a la frase anterior: «El que lo vio que era necesario comprender lo que Juan descubrió sobre
lo atestigua y su testimonio es válido, y él sabe que dice la el Corazón de Jesús50 para poder entender su Evangelio. De
verdad, para que también vosotros creáis. Todo esto suce- hecho, el Evangelio de san Juan comienza con una alusión
dió para que se cumpliera la Escritura: “No se le quebrará directa a la humanidad de Cristo —«El Verbo se hizo carne y
hueso alguno” y en otro lugar la Escritura dice: “Mirarán al puso su morada entre nosotros»51―, y en su redacción primi-
que traspasaron”»48. tiva concluía con una alusión al Corazón de Cristo, al narrar
Juan entendió que ese costado abierto de Jesús del que la aparición de Jesús resucitado a los apóstoles, cuando le
salieron sangre y agua era uno de los puntos claves de la dijo a Tomás: «Trae tu mano y métela en mi costado»52.
revelación, porque en ese gesto se cumplían las profecías Al ser testigo de la crucifixión, pudo ver con sus propios
del Antiguo Testamento: «Mirarán al que traspasaron y se ojos el costado abierto de Jesús, lo que le permitió com-
lamentarán». Zacarías estaba hablando, bastantes siglos prender con una profundidad mayor que la del resto de los
antes, de la muerte de Jesucristo, y prediciendo que todo 49   Cf. Jn 1, 1.
50   Orígenes, Comentario al evangelio de Juan / 1 (Ciudad Nueva, Madrid 2020),
107-108.
47   Jn 19,34. 51   Jn 1, 14.
48   Jn 19, 35-37. 52   Jn 20, 27.

36 37
apóstoles y evangelistas la importancia de lo que estaba ocu- Cuando san Juan vio el costado abierto de Jesús, lo com-
rriendo. Tal ver por eso recordó otros momentos de la vida prendió todo: que Él había venido al mundo para ese mo-
de Cristo ―aparentemente intrascendentes para los demás mento, para lavar todo el mal con el agua que mana de su
evangelistas, que no los incluyeron en sus escritos―, y que Corazón, para amarnos hasta dar la última gota de su sangre
solamente san Juan nos refiere. Uno de esos momentos es y para abrirnos el acceso a la intimidad de Dios. Y en ese
el encuentro con la samaritana . Un día Jesús se sentó junto
53
instante, y esto lo sabemos por otro evangelista, san Mateo,
al pozo de Sicar, en Samaría. Llegó una mujer samaritana hubo un temblor en la tierra que estremeció a todos los
y Jesús le pidió que le diera de beber. Así da comienzo un que quedaban junto a Jesús. «Entonces el velo del templo
diálogo entre los dos. Jesús le dice que si supiera quién es se rasgó en dos de arriba abajo»54.
el que le pide agua, sería ella la que se la pediría a Él, y Él le ¿Qué trascendencia podía tener eso? El tabernáculo del
daría agua viva. Ella le pregunta con qué va sacar esa agua, templo, que estaba situado en lo más profundo, medía unos
si no tiene cubo y el pozo es hondo… Jesús le dice entonces 13 m. de largo por 10 m. de ancho, y en su interior había dos
que quien beba del agua que Él da nunca volverá a tener zonas: el Lugar Santo, que contenía un candelabro de siete
sed, y ella le pide que le dé de esa agua. A continuación, Je- brazos, y el Lugar Santísimo (el Sancta Sanctorum), donde
sús le habla de que ha tenido cinco maridos, y el de ahora antes de la deportación se conservaba el Arca de la Alianza.
no es su marido. Ella se queda muy sorprendida de que un Entre ambas zonas había un velo colgado de cuatro colum-
desconocido conozca esos detalles tan concretos de su vida nas de madera cubiertas de oro que impedía el paso55. Que
y lo considera un profeta. Y, aunque sabe todo sobre su ese velo se rompiera cuando murió Jesús es muy revelador,
historia, ese hombre hace cuatro cosas que ella encuentra porque al romperse quedó al descubierto lo escondido de
extraordinarias: le habla con respeto y afecto, a pesar de que Dios, el Sancta Sanctorum. Eso, que para los judíos era motivo
él es judío y ella samaritana; le ofrece un agua viva, aunque de estupor, alcanza su pleno significado desde una óptica
ella todavía no entiende muy bien lo que es; le anuncia que cristiana: el velo del templo, que teóricamente escondía el
Él es el Mesías, el Cristo; y le dice que Él dará un agua para misterio de Dios, nos puede remitir al Corazón de Jesús. Je-
no volver a tener sed. Con toda probabilidad, la samaritana sús es el verdadero Templo. En Él está Dios, Él es Dios, y no
no entendió ese día que el agua viva se iba a derramar el día es necesario ir a un edificio construido por hombres para
que Jesús muriera en la cruz. Lo que sabemos es que recibió
54   Mt 27, 51.
anticipadamente el amor que mana del Corazón de Cristo, 55   El historiador pagano Flavio Josefo cuenta que el velo tenía 20 m. de al-
porque ese día fue amada y perdonada por Él. tura, 10 m. de ancho y 10 cm. de espesor. En el Sancta Sanctorum solamente
podía entrar una vez al año el sumo sacerdote en el día de la Expiación para
ofrecer un sacrificio implorando piedad y perdón por todos los pecados de
53   Jn 5, 1-43. los israelitas.

38 39
entablar contacto con Él. Quien trata con Jesús trata con En el Apocalipsis dice Juan que Dios le enseñó esta visión:
Dios y lo más profundo e interior de Jesús es su Corazón. «Me mostró el río de agua de vida, brillante como el cristal,
Cuando Él permitió que quedara abierto por la lanza puso que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de la
a nuestro alcance su intimidad más profunda, lo que antes plaza, a uno y otro margen del río, hay un árbol de vida»57.
había estado tan escondido de Dios. Ese Cordero del que brota un río de agua viva es Jesús, a
El velo del templo se rompió de arriba abajo porque des- quien el Bautista había señalado diciendo: «He ahí el Cordero
de arriba Dios nos abrió el acceso a su interior, mostrándo- de Dios que quita el pecado del mundo»58. El agua viva brotó
nos lo que lleva dentro: lo que piensa, lo que siente, lo que del costado abierto del Cordero en la cruz. La visión de Juan
le preocupa, lo que le hace sufrir… El Corazón de Jesucristo significa que en Jesús crucificado se cumple otra profecía del
es la puerta por la que podemos introducirnos en el misterio Antiguo Testamento, aquella en la que el profeta Ezequiel
de Dios. En Cristo podemos conocer a Dios. anunció: «Me llevó a la entrada del templo, y bajo el umbral
Al amanecer del tercer día, María Magdalena vio la losa del templo salía agua en dirección a oriente. El agua bajaba
quitada del sepulcro y se lo dijo a Pedro y a Juan, que fueron del lado derecho del templo, al sur del altar (…). Al volver vi
corriendo y comprobaron que el cuerpo de Jesús no estaba que a la orilla del torrente había gran cantidad de árboles
donde lo habían enterrado. «Entonces entró también el otro a ambos lados»59.
discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y cre-
yó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: Las apariciones de Paray-le-Monial
que Él había de resucitar de entre los muertos»56. No todos los cristianos conocen el misterio del Corazón de
Los años posteriores de la vida de san Juan y de la Virgen Jesús. Tampoco se ha vivido con el mismo entusiasmo esta
no aparecen en ningún libro de la Biblia. La tradición nos realidad en cada siglo. Con cierta frecuencia, reaparecía en
dice que Juan acogió a María en su casa, como el regalo que la historia una idea extraña que ha hecho mucho daño: un
Jesús le hizo, y que vivieron en Éfeso —la actual Turquía— cierto rigorismo despiadado, que considera a Dios un ser
hasta que volvieron a Jerusalén. Es muy probable que la inflexible en sus exigencias y que aborrece a los pecado-
Virgen le contara a Juan muchos recuerdos y detalles de la res. Los que profesaban estas ideas —que en una época se
vida de Jesús. Así, Juan fue comprendiendo cada vez mejor llamaron donatistas, más adelante cátaros y albigenses, y
el misterio del Corazón de Cristo, como reflejan sus libros: en el siglo XVII jansenistas— daban a entender que Dios no
su Evangelio, las tres Cartas y el Apocalipsis.

57   Ap 22, 1-2.


56   Jn 20, 8-9. 58   Jn 1, 29.
59   Ez 47, 1.7.

40 41
tiene corazón. Convirtieron el cristianismo en una serie de temperatura de su amor es fuego. La cruz nos descubre que
normas inflexibles y rígidas, indicadas únicamente para gen- en el Calvario fue donde Cristo nos amó hasta el extremo,
te perfecta, y despreciaron a los que no eran como ellos. porque no le somos indiferentes. Su amor crucificado es el
En este contexto, cuando el jansenismo estaba en auge en mismo que se hace presente en la Eucaristía. Y su Corazón
Europa en el siglo XVII, Jesús se apareció a santa Margarita está coronado, como se corona a los reyes, porque Jesús
María de Alacoque. Ocurrió en Paray-le-Monial, un pueble- es Rey universal. A santa Margarita le impresionó la corona
cito cercano a Lyon (Francia). Santa Margarita era una reli- porque no era de oro o de diamantes, sino de espinas. Es-
giosa de la Orden de la Visitación a la que Jesús visitó todos taba confeccionada con nuestros pecados. El Señor le hizo
los primeros viernes de mes durante dos años seguidos, entender que fuimos conquistados con mucho sufrimiento,
desde 1673 hasta 1675. El 27 de diciembre de 1673, cuando que Él es sensible a nuestra respuesta y que espera nuestra
santa Margarita María tenía 25 años, el Señor se le presentó correspondencia a su amor. Así pues, podemos ser para Él
vivo y le habló con naturalidad, como había hablado a los una caricia o una espina que se clava en su Corazón… Los
apóstoles en las apariciones posteriores a su resurrección. destellos de luz emanando de su Corazón permiten intuir,
Margarita vio que el Corazón de Jesús resaltaba en su pe- por último, todas las cualidades y virtudes que brillan en el
cho, de modo que ella lo podía ver, y que era un Corazón Corazón de Jesucristo, virtudes a las que podemos aspirar
vivo que palpitaba como el nuestro, un Corazón ardiente porque, si nos unimos a Él, Él las infunde en nosotros.
del que sobresalían llamas de fuego. Estaba rodeado de El mensaje de Paray-le-Monial no inventa nada nuevo.
una corona de espinas y tenía la herida de la lanza. Por en- Todas estas verdades de nuestra fe están ya presentes en
cima sobresalía la cruz. Jesús le dijo: «Mira este Corazón que el Evangelio, pero en el siglo XVII, cuando el jansenismo se
tanto ha amado a los hombres y que, a cambio, no recibe había extendido tanto, hacía falta que Jesús nos recordara
de la mayor parte más que ingratitud». A santa Margarita especialmente todo eso para que no olvidáramos su amor.
Jesús le mostró, en primer lugar, que Él vive hoy, es decir, La imagen de Cristo, tal como la vio santa Margarita, es tan
que no es un personaje superado del pasado, que no es un impactante que a nadie se le ocurriría seguir pensando que
muerto como son otros personajes de la historia. Por eso su Dios es duro, lejano o rigorista. Dios es amor y, precisa-
Corazón sigue latiendo, porque desde que resucitó volvió a mente porque nos ama de verdad, nuestra vida le llega al
la vida y ya nunca más morirá. Además, Él hizo comprender Corazón.
a Margarita que nos ama con un amor apasionado, con un Si te animas, cuando termines de leer este libro puedes
amor ardiente. Jesús sufre pasión por el hombre y por ese buscar otros dos, verdaderamente fascinantes, sobre este
motivo se le aparece con el Corazón envuelto en llamas: la asunto: la Autobiografía de santa Margarita, recientemente

42 43
publicada en español60, y sus Escritos espirituales61, donde de Jesús. Y, cuando el Señor envió a los apóstoles,
tienes todo lo que ella refirió sobre las apariciones. Santa les dijo: «En cualquier casa donde entréis, decid pri-
Margarita María insiste en el ardiente deseo de Jesús de mero: ¡Paz a esta casa!»62. En el Corazón de Jesús se
derramar bendiciones con generosidad sobre quien honre encuentra la verdadera paz.
su Divino Corazón. Eso significa que las promesas no iban 3. Voy a consolaros en todas las aflicciones. La ora-
dirigidas únicamente a ella, sino a todos los que honren el ción al Corazón de Jesús no siempre resuelve los
Sagrado Corazón de Jesús, incluidas las personas fervorosas, problemas de salud, económicos o laborales, pero sí
las tibias y las que todavía viven alejadas de Dios. «Jesús me permite experimentar la cercanía del Señor, que nos
mostró cómo esta devoción es, por así decirlo, el esfuerzo conforta y anima.
final de su amor, el último invento de su caridad ilimitada».
4. Voy a ser refugio seguro en la vida y, sobre todo,
Abraza a todas las condiciones de vida: sacerdotes, religio-
en la hora de la muerte. El costado de Cristo se abrió
sos y laicos. Son concretamente doce promesas, y podemos
en la cruz y se ha convertido en refugio seguro para
recibirlas como dichas también para nosotros:
nosotros, protección, fuerza en nuestra fragilidad y
1. Daré a las almas devotas todas las gracias nece- amparo en la hora de la muerte.
sarias para su estado de vida. Hemos de agradar a 5. Concederé abundantes bendiciones a vuestras
Dios en la vocación a la que hemos sido llamados. El empresas temporales y espirituales. El Corazón
Señor promete que obtendremos las ayudas precisas de Jesús se interesa por nuestras cosas: los estudios,
en nuestra situación personal: en el matrimonio, en el trabajo, la economía de las familias, etc. Él promete
la infancia, en la vida consagrada, en la viudez… A darnos abundantes bendiciones temporales, siem-
cada uno en sus circunstancias. pre que no pongan en peligro nuestro bien espiritual.
2. Voy a establecer la paz en los hogares. «La paz es Como le dijo el Señor a santa Catalina de Siena y al
la tranquilidad del orden, la serenidad de la mente, beato Bernardo de Hoyos, «tú ocúpate de mí y de mis
con sencillez de corazón, es el vínculo de la caridad», cosas, que Yo voy a ocuparme de ti y de las tuyas».
decía san Agustín. Fue lo primero que los ánge- 6. Los pecadores encontrarán en mi Corazón la
les anunciaron a los hombres cuando nació Jesús fuente y el océano infinito de la misericordia. «Je-
(cf. Lc 2, 8-20), porque es un efecto de la presencia sús pasó haciendo a todos el bien y curando a los
60   Cf. Santa Margarita Mª de Alacoque (Pablo Cervera, ed.), Autobiografía (Fon-
oprimidos por el mal»63. Ahora sigue mostrando su
te-Monte Carmelo, Burgos 2020).
61   Cf. Santa Margarita Mª de Alacoque (Pablo Cervera, ed.), Escritos autobiográ- 62   Lc 10, 5.
ficos y espirituales (Fonte-Monte Carmelo, Burgos 2021). 63   Hch 10, 38.

44 45
misericordia sin límites, porque «vive siempre para 10. Daré a los sacerdotes y a todos los que se ocupan
interceder por nosotros» . 64
de la salvación de las almas el don de tocar los
7. Las almas tibias se harán fervorosas. La tibieza es corazones más endurecidos. La conversión de un
un estado lánguido del alma que ha perdido su inte- pecador ocurre a veces por gracias extraordinarias
rés por Dios. Es la flojera espiritual de quien no tiene que recibe, y en ocasiones las recibe por medio de
ganas ni fuerzas para entregarse al Señor sin reser- sacerdotes o catequistas que están encendidos con
vas. Pues bien, el Sagrado Corazón de Jesús, que vino gran devoción al Sagrado Corazón.
«a traer fuego sobre la tierra»65, inspira a los corazo- 11. Los que propaguen esta devoción tendrán sus
nes tibios un nuevo amor ferviente a Dios. nombres escritos en mi Corazón, y nunca serán
8. Las almas fervorosas alcanzarán mayor perfec- borrados. Esta promesa otorga a los difusores de la
ción. El fervor —palabra que tiene su origen en el devoción al Corazón de Cristo una recompensa mag-
verbo «hervir»— consiste en amar apasionadamente nífica. Estas palabras recuerdan las dichas por el Se-
a Dios, no de cualquier manera sino encendidos, con ñor en el Apocalipsis: «No voy a borrar su nombre del
entusiasmo. Ese fervor es la recompensa que Jesús libro de la vida»66.
otorga a los devotos de su Corazón. La devoción al 12. A los que comulguen el primer viernes de cada
Sagrado Corazón suele desembocar en un celo ar- mes, durante nueve meses consecutivos, les con-
diente por agradar a Jesús y ser santificados por Él. cederé la gracia de la perseverancia final. El cielo
9. Bendeciré cada lugar en el que se exponga y vene- eterno se da como recompensa por una serie de ac-
re una imagen de mi Sagrado Corazón. Las imáge- tos continuos que implican una perseverancia en la
nes religiosas nos ayudan a tener presente al Señor. oración.
La imagen del Corazón de Cristo, abierto por la lanza,
¿Cómo discernió santa Margarita todos estos mensajes? Dios
resplandeciente como horno ardiente de amor, cu-
le regaló un consejero santo, san Claudio de la Colombière,
yas llamas brotan en la parte superior y rodeado de
un sacerdote jesuita que la acompañó en el discernimiento
espinas, obra milagros en las casas donde se coloca,
de las apariciones. San Claudio, canonizado por san Juan
porque la familia que lo tiene se ve impulsada a tener
Pablo II en 1992, fue de quien el Señor dijo a santa Margari-
con Él actos de amor y de generosidad.
ta: «Te mandaré a mi fiel siervo y amigo perfecto». El padre
de la Colombière estaba convencido de la autenticidad de
64   Heb 7, 25.
65   Lc 12, 49. 66   Ap 3, 5.

46 47
las revelaciones de santa Margarita y trabajó intensamente Aunque en España muy poca gente sabía entonces lo
en su difusión a través de su correspondencia, la dirección sucedido en Paray-le-Monial, Bernardo sí tuvo noticia de
espiritual y sus homilías. Aunque todavía es un santo rela- las apariciones a santa Margarita. El Señor se valió de un
tivamente poco conocido, se van publicando libros con sus encargo de otro jesuita para darlas a conocer a Bernardo.
escritos y su vida . 67
Ocurrió de esta manera: El Ayuntamiento de Bilbao había
Los discípulos del padre de la Colombière, los jesuitas encargado al padre Agustín Cardaveraz que predicara el ser-
Jean Galliffet y Jean Croisset, continuaron su labor. No es món de la fiesta de la octava del Corpus Christi, que tendría
casualidad que fueran todos jesuitas. El Señor le había re- lugar el 11 de junio de ese año, 1733. Con el fin de preparar
velado a santa Margarita María que las religiosas de la Visi- esa predicación, él escribió una carta a Bernardo de Hoyos,
tación —orden a la que ella pertenecía—, propagarían esta que se encontraba estudiando en Valladolid, y le pidió que
devoción, y que Él reservaba a los jesuitas el honor de dar le tradujese unos textos. Se conserva la carta de Bernardo
razón de la misma, prometiendo bendiciones para los reli- de Hoyos a su director espiritual, el padre Juan de Loyola,
giosos que lo hicieran. en la que le cuenta lo que sucedió: «El P. Agustín en carta
que recibí el miércoles pasado (29 de abril), me pedía le
La Gran Promesa trasladase la institución de la fiesta del Corpus, y la reve-
Bernardo de Hoyos nació en Torrelobatón (Valladolid) el 21 lación y dificultades que para ella hubo, como lo refiere el
de agosto de 1711, veinte años después de la muerte de P. Galliffet en el tomo De Cultu Cordis Iesu para lo que saqué
santa Margarita María de Alacoque. También en España se de la librería este tomo el domingo (3 de mayo). Yo, que no
había extendido la idea de que Dios era alguien lejano, algo había oído jamás tal cosa, empecé a leer el origen del culto
así como un relojero que había puesto en marcha el mun- del Corazón de nuestro amor, Jesús, y sentí en mi espíritu un
do y luego se había desentendido de él. Esas ideas serían extraordinario movimiento fuerte, suave y nada arrebatado
posteriormente recogidas por los ilustrados, que ignoraron ni impetuoso, con el cual me fui luego al punto delante del
el amor de Dios. Señor Sacramentado a ofrecerme a su Corazón, para coope-
rar cuanto pudiese, al menos con oraciones, a la extensión
67   Cf. San Claudio de la Colombière (Pablo Cervera, ed.), La dirección espiritual de su culto. No pude echar de mí este pensamiento hasta
de San Claudio de la Colombière (Fonte-Monte Carmelo, Burgos 2022); Id.,  El
abandono confiado a la divina providencia (Testimonio de Autores Católicos que, adorando la mañana siguiente al Señor en la hostia
Escogidos, Barcelona 2014); Id. (Pablo Cervera, ed.), 366 textos de San Claudio
de la Colombière (EDIBESA, Madrid 2010); M. Pérez, Amigo perfecto y siervo fiel: consagrada, me dijo clara y distintamente que quería por
Claudio de la Colombière (Edapor, Madrid 1992); J.M. Igartua, San Claudio de la mi medio extender el culto de su Corazón sacrosanto, para
Colombière: apóstol del Sagrado Corazón (Universidad de Deusto, Bilbao 1992);
San Claudio de la Colombière (Juan Manuel Igartua, ed.), Escritos espirituales del comunicar a muchos sus dones por su Corazón adorado
Beato Claudio de la Colombière S.J. (Mensajero, Bilbao 1979).

48 49
y reverenciado, y entendí había sido disposición suya es- se extiende cuando nos dejamos querer y transformar por
pecial que mi hermano, el P. Agustín, me hubiese hecho el su amor, cuando le abrimos nuestro corazón en nuestros
encargo, para arrojar con esta ocasión en mi corazón estas hogares y nuestra sociedad. Podemos, por tanto, entender
inteligencias...». que su promesa de que reinará «con más veneración» en
El 14 de mayo de 1733, a Bernardo, que estudiaba Teo- España es también una petición que nos dirige para que nos
logía en el colegio de San Ambrosio de Valladolid (hoy San- impliquemos especialmente, y nos comprometamos más
tuario de la Gran Promesa), se le apareció Jesús. El Señor le que otras naciones a vivir con Él y como Él, transmitiendo su
mostró su Corazón y le invitó a introducir su corazón en el amor a todo el mundo. Así lo entendieron muchos antepasa-
Suyo. Le dio a entender que las riquezas de ese Tesoro no dos nuestros, que asumieron que la fe cristiana forma parte
eran exclusivamente para él y le hizo lo que se conoce como de nuestra identidad como pueblo, y que hemos de vivir
la Gran Promesa: «Reinaré en España, y con más veneración unidos para cumplir una misión evangelizadora universal.
que en otras partes». La promesa del Señor iba más allá de la Aunque más adelante explicaremos en qué consiste el
petición de Bernardo, porque no solo le dijo que su Corazón reinado que Jesús quiere establecer en el mundo —al que los
sería conocido, sino que llegaría a reinar. «Reinaré» hacía papas recientes san Pablo VI y san Juan Pablo II han llamado
referencia a una soberanía que más adelante trataremos la «civilización del amor»—, dejamos ya apuntado este deseo
de explicar. que tiene el Señor de llegar a todos los rincones de la tierra.
En aquel momento, España seguía siendo el imperio más Como dice san Pablo, «que todo tenga a Cristo por Cabeza,
grande del mundo. Al decir «reinaré en España», Jesús no lo que está en los cielos y lo que está en la tierra»69.
excluía a otras naciones. Él es Salvador universal y su deseo Pero la espiritualidad del Corazón de Jesús quedaría muy
es extender un reinado de amor que abarque a todos los empobrecida si la redujéramos a una consideración del
seres humanos de todas las razas, lenguas y culturas, como amor de Dios y a una devoción personal e intimista. Por el
expresa en el Evangelio: «Id al mundo entero y proclamad contrario, el fuego del Corazón de Cristo es también ilusión
el Evangelio a toda la creación» . Pero esta gran promesa sí
68
por llevar su amor hasta los confines del orbe, por no dejar
permite entender que en España este reinado será particu- nada ni a nadie sin evangelizar. Cristo, que sufrió en la pa-
larmente claro, que aquí reinará «con más veneración». Él sión el grito de una muchedumbre que decía «no queremos
no reina por igual en todas las personas, ni en todas las fa- que reine sobre nosotros»70, no ha dado por perdida a la
milias, ni en todas las naciones, porque su reinado depende humanidad. Quienes seguimos a Cristo pedimos con ilusión:
de lo que le permitamos comunicarnos su amor. Su reinado
69   Ef 1, 10.
68   Mc 16, 15-18. 70   Lc 19, 14.

50 51
«Venga a nosotros tu reino» cada vez que rezamos el padre- año después, se erigió en Lorca la Congregación del Corazón
nuestro. El mismo san Pablo, que vivió en una época en la de Jesús, la primera en España. Como afirmaría el cardenal
que los cristianos eran apenas un puñado de hombres en Marcelo González Martín: «Valladolid en el centro, Bilbao al
medio del soberbio Imperio romano, escribe a los corintios: norte, Murcia en el sur: como si Dios hubiese querido que
«Cristo tiene que reinar» , y así lo ha entendido la Iglesia en
71
desde el primer momento la devoción al Corazón de Jesús
toda su historia. El papa León XIII consagró todo el género en nuestra patria tuviese caracteres de universalidad».
humano a Jesucristo con esta intención el año 1899, a punto La Gran Promesa ayudó a que se conociera al Corazón de
de comenzar el siglo XX. Y a esta intención se refirió también Cristo en España. Bernardo recurrió a su director espiritual,
el papa Pío XI en el año 1928 . 72
el padre Loyola, para poner por escrito la historia y el conte-
Bernardo de Hoyos se sintió llamado por el Señor a con- nido de esta espiritualidad en las páginas que llevan como
tribuir a dilatar el reinado del Corazón de Jesús. Podemos título Tesoro escondido en el Sacratísimo Corazón de Jesús. 
considerar al padre Hoyos como el apóstol más importante
del Corazón de Jesús en España73. El padre Pedro Calatayud,
un compañero jesuita de Bernardo y del padre Cardaveraz,
se encontraba en Murcia dirigiendo unas misiones. Bernar-
do, que sabía que el apostolado del padre Calatayud era
muy popular, le recomendó: «A un misionero le es más fácil
entrarse en los corazones, ya privadamente, remitiendo a los
penitentes en la confesión al Sagrado Corazón de Jesús como
fuente de la gracia; después introduciéndose insensiblemen-
te por la puerta de esta Arca del diluvio; y en fin convidar
abiertamente a los mortales a entrar por esta puerta en el
Paraíso del Divino Corazón». Así fue como en Murcia se em-
pezó a practicar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Un

71   1 Cor 15, 25.


72   Pío XI, Carta encíclica Miserentissimus Redemptor, n.º 4.
73   Sobre el beato Bernardo de Hoyos, cf. Beato Bernardo Francisco de Hoyos
(Juan de Loyola, ed.),  Tesoro escondido (Asociación Cultural Bernardo F. de
Hoyos, Valladolid 2016); J. de Loyola, Vida de Bernardo de Hoyos: el místico del
siglo XVIII (Asociación Bernardo F. de Hoyos, Valencia 2014); M. Pérez, El poder
de los débiles: Bernardo Francisco de Hoyos (Edapor, Madrid 1991).

52 53
Capítulo 3

CÓMO ES EL CORAZÓN DE CRISTO

1. ¿POR DÓNDE EMPEZAMOS?

Después de lo que hemos visto en los capítulos anteriores,


estamos en disposición de entender a qué nos referimos
cuando hablamos del Corazón de Jesús. Es el conjunto de
actitudes, afectos, sentimientos, deseos y preocupaciones
que conforman el modo de ser propio del Hijo de Dios hecho
hombre. Es la identidad profunda de Jesucristo.
En la actualidad, aturdidos por el ruido y la prisa, corre-
mos el riesgo de pasar por alto ese Corazón que late y hace
latir el nuestro, que una vez dejó de latir y fue traspasado
por una lanza para luego comenzar a palpitar nuevamente
y nunca más dejar de hacerlo. En este capítulo vamos a fijar
nuestra atención en ese Corazón que tanto ha amado a los
hombres y que espera una respuesta.
El evangelista Juan nos cuenta al principio de su Evangelio
cómo fue la primera vez que vio a Jesús: «Al día siguiente,
estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús
que pasaba, dice: “Este es el Cordero de Dios”. Los dos dis-
cípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se

55
volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: “¿Qué buscáis?”. llega todo lo nuestro. Le podemos comunicar todos nuestros
Ellos le contestaron: “Rabí (que significa Maestro), ¿dónde problemas con la certeza de que nos prestará una ayuda
vives?”. Él les dijo: “Venid y veréis”. Entonces fueron, vieron definitiva en el combate de nuestra vida»75.
dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la
2. ¿QUÉ ENSEÑA EL EVANGELIO SOBRE EL CORAZÓN
hora décima»74.
DE CRISTO?
A nosotros nos puede ocurrir lo mismo que a los dos dis-
cípulos de Juan el Bautista, que sintieron que Juan Bautista No se puede amar lo que no se conoce. Por lo tanto, lo pri-
les señalaba a Jesús como alguien muy grande a quien mere- mero es acercarnos a la Palabra de Dios, que nos habla de
cía la pena descubrir, y por eso le siguieron. Jesús les dejó ca- Él. La Sagrada Escritura viene en nuestra ayuda y nos mues-
minar un trecho detrás de Él, hasta que les preguntó: «¿Qué tra cómo es el Corazón de Cristo. Toda la Escritura nos lleva
buscáis?». El diálogo, si lo escuchamos de forma superficial, a Cristo, que es su centro, pero es principalmente en los
puede decepcionarnos: «Maestro, ¿dónde vives?». ¿Es que Evangelios donde Jesús se nos revela plenamente, donde
solo tenían curiosidad por saber dónde estaba su casa, cuál podemos conocerle bien.
era su dirección? No. Lo que querían saber era quién era Él Tanto el Evangelio de san Mateo como el de san Marcos
en realidad, cómo era su vida. Le estaban preguntando por describen las reacciones suscitadas en los oyentes de Jesús
su intimidad, porque querían saber más de Él. Y Jesús les tras escuchar algunas de sus predicaciones. Dicen que cau-
invitó a compartir esa intimidad, a convivir con Él. saba un gran impacto, que todos quedaron admirados «por-
Aquellas horas pasadas en compañía de Jesús se les que- que les enseñaba con autoridad, y no como los escribas»76.
daron tan grabadas que muchos años después, Juan, al es- La autoridad del Señor no es la del que vocea o impone con
cribir su Evangelio, recordaba incluso la hora exacta de aquel prepotencia, sino la del que persuade con sencillez y natu-
primer encuentro: «Era la hora décima». ralidad. Es una autoridad amable y llena de dulzura innata
¿Qué es el Corazón de Cristo? Como dice el padre Men- que proviene de su divinidad. Es una autoridad moral que
dizábal, «el Corazón de Cristo es el mismo Jesucristo: El procede también de su coherencia: Jesús vive lo que predica.
Jesucristo de Belén, de Nazaret, de los caminos de Galilea, Eso percibían los que le escuchaban y notaban la diferencia
del huerto de Getsemaní, de la Cruz. Es el mismo Jesucristo. con otros predicadores.
Jesucristo resucitado vivo de Corazón palpitante que nos En su predicación, Jesús se retrata a sí mismo. Tanto en
ama ahora, que ahora está junto a nosotros. Con Él tra- los pasajes del Evangelio en los que expone su doctrina
bamos una verdadera amistad, una relación personal. Le
75   P. Mendizábal. Vivir de veras con Cristo vivo, Voz de papel, 2021, 48, n. 3.
74   Jn 1, 35-39. 76   Mt 9, 29; Mc 1, 22.

56 57
como en los que se describe su actividad, podemos con- María y José: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo
templar sus actitudes y los sentimientos de su Corazón. A debía estar en las cosas de mi Padre?»80.
modo de síntesis, de visión de conjunto, vamos a destacar Jesús no actúa nunca por iniciativa propia, sino movido
tres aspectos sobresalientes de Jesús: el amor al Padre, el por el encargo que le hace el Padre. De entre los pasajes del
amor al hombre y el olvido de sí mismo. Evangelio donde Jesús lo afirma, resaltamos algunos: «He
bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la voluntad
Amor al Padre del que me ha enviado»81; «No hago nada por mi cuenta,
Jesucristo ama al Padre más que a nada ni a nadie, de tal sino que hablo como el Padre me ha enseñado. El que me
modo que lo primero para Él es obedecer y servir al Padre. envió está conmigo, no me ha dejado solo; porque yo hago
La Carta a los Hebreos recoge unos versículos del Salmo siempre lo que le agrada»82; «Porque yo no he hablado por
40 del Antiguo Testamento que aplica a Cristo: «Por eso, cuenta mía; el Padre que me envió es quien me ha ordenado
al entrar él en el mundo dice: “Tú no quisiste sacrificios ni lo que he de decir y cómo he de hablar. Lo que yo hablo, lo
ofrendas, pero me formaste un cuerpo; no aceptaste holo- hablo como me ha encargado el Padre»83.
caustos ni víctimas expiatorias”. Entonces yo dije: “He aquí Jesús se mantiene fiel a la voluntad del Padre hasta el
que vengo —pues así está escrito en mi libro— para hacer, final. En Getsemaní, la noche en que fue entregado, oraba
¡oh Dios!, tu voluntad”»77. Con estas palabras muestra que así: «Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no
lo más esencial de la vida de Jesús es cumplir la voluntad se haga mi voluntad, sino la tuya»84. ¿Y cuáles fueron sus úl-
del Padre. Este es el resumen de su existencia, el motivo timas palabras en la cruz? «Todo está cumplido»85, y «Padre,
mismo de su encarnación. Cristo lleva en las entrañas la a tus manos encomiendo mi espíritu»86.
voluntad del Padre, su ley, como dice también el Salmo 40: Esto, que a alguno podría parecerle una dependencia
«Dios mío, lo quiero, llevo tu ley en las entrañas»78. El mis- excesiva, una esclavitud, es por el contrario la razón de su
mo Jesús empleó en repetidas ocasiones frases similares a vitalidad y alegría: ser del Padre es su fuente de libertad.
esta: «Mi alimento es cumplir la voluntad de mi Padre»79. 80   Lc 2, 49. Jesús había subido con María y José a Jerusalén, a celebrar las
Esa es su vida, la razón de su existencia. Es curioso que las fiestas de la Pascua, y en el camino de regreso lo perdieron. Después de tres
días de búsqueda angustiada, lo encontraron en el templo, hablando con los
primeras palabras que el Evangelio cita como pronunciadas maestros y doctores de la ley. Cuando su Madre le pregunta por qué les ha
hecho eso, Jesús responde con esa frase.
por Jesús son las que dijo a la edad de 12 años, dirigidas a 81   Jn 6, 38.
82   Jn 8, 28-29.
83   Jn 12, 49-50.
77   Heb 10, 5-10. 84   Lc 22, 42.
78   Sal 39 (o 40, según decidamos), 9. 85   Jn 19, 30.
79   Jn 4, 34. 86   Lc 23, 46.

58 59
Para el que ha experimentado el verdadero amor —un es- ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu
poso, una madre, unos novios—, agradar a quien amas no ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo
consiste en sufrir el tener que cumplir la voluntad ajena, ni escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompen-
la fuerza que te mueve a obedecer es extrínseca —no se sará»89. El Padre no solo ve lo que hacemos, sino que está
impone desde fuera—, sino que brota de dentro, del propio pendiente de nosotros: «Pues si a la hierba, que hoy está en
corazón. Al que ama le encanta complacer a quien ama, y el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no
no actúa por imposición externa, ni por miedo al castigo, ni hará mucho más por vosotros?»90. Nos anima a vivir con la
pensando en recibir a cambio una recompensa. ¿Cómo ha- misma confianza de un niño que se arroja en brazos de su
bla una madre de su hijo recién nacido? ¿Cómo actúan las padre, seguro de su amor providente: «No andéis agobiados
personas enamoradas? Parece que solo les interesa estar pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué
con aquel a quien quieren, hablar sobre él y hacerle feliz. Lo os vais a vestir. Los paganos se afanan por esas cosas. Ya
mismo ocurre con Jesús, que ama al Padre y por eso busca sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso.
lugares solitarios para orar, para entablar esa relación per- Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y todo esto
sonal con Él. Incluso le quita horas al sueño, pues durante se os dará por añadidura»91.
el día su actividad ingente se lo impide. Y cuando predica, Para cumplir la voluntad del Padre, Jesús hizo todo lo
está continuamente hablando del Padre. A pesar de que es que nos refiere el Evangelio: se encarnó en las entrañas
el Hijo, la segunda Persona divina, Jesús se sabe dependiente purísimas de la Virgen María, nació en un establo y, nada
del Padre. Sabe que todo lo ha recibido de Él: «Todo me lo más nacer, fue perseguido por Herodes, por lo que tuvo que
ha dado mi Padre» . Como Hijo, en su Corazón brotan dos
87
huir con sus padres a Egipto. Cuando regresó a su tierra lle-
necesidades hacia su Padre: el agradecimiento y el abando- vó una vida oculta, sencilla, escondida, hasta que cumplió
no filial o la confianza. treinta años. Entonces quiso que Juan le bautizara en el Jor-
Con su ejemplo, Jesús nos quiere enseñar a vivir esa rela- dán, aunque no lo necesitaba. Ayunó cuarenta días, predicó,
ción filial. Dios no solo es su Padre, sino también el nuestro buscó discípulos y los instruyó. Hizo milagros y murió en
gracias al bautismo. Jesús nos enseña a dirigirnos a Dios una cruz…, y todo eso lo hizo para agradar al Padre. Jesús
llamándole Padre: «Vosotros orad así: “Padre nuestro que sabía que el Padre lo había dotado de naturaleza humana
estás en el cielo, santificado sea tu nombre» , y nos dice
88
para cumplir una misión muy concreta: «Porque tanto amó
que el Padre ve nuestras acciones: «Tú, en cambio, cuando

89   Mt 6, 17-18.
87   Mt 11, 27. 90   Mt 6, 30.
88   Mt 6, 9. 91   Mt 6, 31-33.

60 61
Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el Cuando un doctor de la ley le preguntó cuál era el man-
que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna» . 92
damiento principal, Jesús le contestó: «Amarás al Señor tu
El motivo de la encarnación y de la vida y muerte de Cristo Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
es, por consiguiente, hacer la voluntad del Padre, que no es mente»96, y a continuación añadió: «El segundo es seme-
otra que redimirnos para hacernos partícipes de la filiación jante a este: Amarás a tu prójimo como a ti mismo»97. Jesús
divina y que así lleguemos a ser hijos de Dios, como lo es une el amor a Dios y al prójimo porque los considera dos
Él, Jesucristo . 93
expresiones de un mismo amor. Contemplando su vida y
escuchando sus palabras se hace patente su deseo de cum-
Amor al hombre plir siempre la voluntad del Padre, pero no menos claro es
Pero Jesús no ama solo a Dios Padre. Ama tanto a los hom- que mira con ternura, solicitud y entrega a todos los que
bres que ha derramado por nosotros hasta la última gota se cruzan en su camino.
de su sangre. Por eso, cuando Jesús nos muestra su Cora- El amor entrañable a los hombres que define al Corazón
zón está haciendo visible el gran amor que nos tiene. Pero de Jesús es la misericordia. La misma palabra contiene su
aún va más allá. Al concluir la parábola de la oveja perdida, propio significado, pues está compuesta de miseria y de co-
Jesús dijo: «Esta es la voluntad de mi Padre que está en los razón. Jesús se conmueve y se hace cargo de las miserias,
cielos: que no se pierda ni uno solo de estos pequeños»94. sufrimientos y necesidades del hombre. Todo eso lo abraza
Así nos ha revelado que nosotros también somos amados en su Corazón; es el amor de su Corazón lo que le impulsa
por el Padre. a ponerle remedio: «Al desembarcar vio Jesús una multi-
Precisamente porque la voluntad de Jesús está totalmen- tud, se compadeció de ella y curó a los enfermos»98. Pero la
te identificada con la del Padre, Él quiere, desea y ama todo compasión de Jesús no se dirige a la humanidad en general,
lo que el Padre quiere, desea y ama. El amor de Jesús es el en abstracto. No. La misericordia tiene nombre y apellidos.
mismo que el del Padre, y el amor del Padre somos nosotros. Jesús se com-padece («padece con»), sufre con cada uno de
Su voluntad es nuestra salvación. Por eso cada uno pode- nosotros. Cuando se acerca a las puertas de la ciudad de
mos decir, como dice san Pablo, que Jesucristo «me amó y Naím y se topa de frente con un cortejo fúnebre que llevaba
se entregó por mí»95. a enterrar al hijo único de una viuda, dice el Evangelio: «Al
verla el Señor, se compadeció de ella y le dijo: “No llores”. Y
acercándose al ataúd, lo tocó (los que lo llevaban se pararon)
92   Jn 3, 16.
93   Cf. Gál 4, 4-6. 96   Mt 22, 37.
94   Mt 18, 14. 97   Mt 22, 38.
95   Gál 2, 20. 98   Mt 14, 14.

62 63
y dijo: “¡Muchacho, a ti te lo digo, levántate!”»99. Con esa evangélico del paralítico, vemos a Jesús predicando en el
misma ternura escuchó en otra ocasión a un leproso que interior de una casa abarrotada de gente. Unos hombres se
le suplicaba de rodillas: «”Si quieres, puedes limpiarme”. Y, empeñaban sin éxito en introducir a un amigo postrado en
compadecido, extendió la mano y lo tocó diciendo: “Quiero: una camilla, hasta que decidieron descolgarlo por el tejado.
queda limpio”» . En otras ocasiones, incluso, no espera a
100
Y Jesús, viendo todo el esfuerzo que hacían por presentarle
que el enfermo se lo pida, sino que Él se adelanta. Es el caso al enfermo, miró al paralítico y, ante el asombro de todos, le
del paralítico de la piscina de Betesda: «Estaba también allí dijo: «Hijo, tus pecados te son perdonados»104. El Evangelio
un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, cuenta que unos escribas, al oírle, pensaron que blasfemaba,
al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, porque solo Dios puede perdonar los pecados. Pero Jesús,
le dice: “Quieres quedar sano?”» .
101
que sabía lo que pensaban, les preguntó: «Para que veáis
Podríamos seguir poniendo ejemplos de curaciones físi- que el Hijo del hombre tiene autoridad en la tierra para
cas, pero nuestra visión sería sesgada si solo nos fijáramos perdonar pecados —dijo al paralítico—: “Levántate, coge tu
en estos milagros corporales, o en que Jesús dio de comer camilla y vete a tu casa”. Se levantó, cogió inmediatamente la
a multitudes hambrientas. Algunos de sus contemporáneos camilla y salió a la vista de todos»105. Jesús dio más importan-
se quedaron con esa visión y eso le dolió al Señor: «En ver- cia al perdón de los pecados del paralítico que a su estado
dad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino físico, y por eso primero le perdonó los pecados. Cuando vio
porque comisteis pan hasta saciaros» 102
. Porque, aunque lo que pensaban los escribas, quiso demostrar que Él tenía
Jesús es sensible al sufrimiento físico y a las necesidades poder para perdonar los pecados y también para sanar, pero
materiales, también le duelen la miseria espiritual y las en- dio prioridad al alma de aquel hombre. Efectivamente, Jesús
fermedades del alma. Por eso pide a quienes le escuchan vino para salvar a los pecadores: «No he venido para juzgar
que no piensen solo en lo material: «Trabajad no por el ali- al mundo, sino para salvar al mundo»106. Por eso, ante las
mento que perece, sino por el alimento que perdura para murmuraciones de los fariseos, que no dejaban de criticarlo
la vida eterna» . 103
porque se sentaba a la mesa con publicanos y gente de mala
El amor del Corazón de Cristo no se conforma con poner reputación, dijo: «No necesitan médico los sanos, sino los
parches a los problemas terrenales, sino que desea pro- enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pe-
porcionarnos una felicidad que no tiene fin. En el pasaje cadores a que se conviertan»107. Jesús no rechaza al pecador
99   Lc 7, 11-17.
100   Mc 1, 40-41. 104   Mc 2, 5.
101   Mt 5, 5-6. 105   Mc 2, 6-11.
102   Jn 6, 26. 106   Jn 12, 47.
103   Jn 6, 27. 107   Lc 5, 27-32.

64 65
sino el pecado, y se acerca a los pecadores por amor. Como aquella mujer era repelente por la vida que llevaba, y que
dice el Salmo: «No ha sentido desprecio ni repugnancia hacia Jesús no hacía bien en dejarse tocar por ella. Pero Jesús le
el pobre desgraciado. No le ha escondido su rostro: cuando dijo: «”¿Ves a esta mujer? He entrado en tu casa y no me has
pidió auxilio, lo escuchó» . Por este motivo, Jesús tampoco
108
dado agua para los pies; ella, en cambio, me ha regado los
condenó a una mujer adúltera, sino que la defendió y la libró pies con sus lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos.
de ser apedreada. Sin embargo, cuando se quedó a solas con Tú no me diste el beso de paz; ella, en cambio, desde que
ella, después de acogerla con afecto, le dijo: «Yo tampoco te entré, no ha dejado de besarme los pies. Tú no me ungiste
condeno. Anda, y en adelante no peques más» . 109
la cabeza con ungüento; ella, en cambio, me ha ungido los
El amor del Corazón de Jesús va más allá de lo humana- pies con perfume. Por eso te digo: sus muchos pecados
mente concebible, porque ama también a sus enemigos. han quedado perdonados, porque ha amado mucho, pero
Su último milagro de sanación consistió en curar la oreja al que poco se le perdona, ama poco”. Y a ella le dijo: “Han
que Pedro había cortado a uno de los esbirros que fueron quedado perdonados tus pecados”»111.
al huerto de los Olivos para detenerle. Pero quizá lo más
impresionante es escucharle pedir al Padre que perdone a Olvido de sí mismo
sus verdugos en el mismo momento de la crucifixión: «Pa- La consecuencia práctica del doble amor de Jesús, al Padre y
dre, perdónalos porque no saben lo que hacen»110. El amor a los hombres, le lleva a olvidarse de sí mismo. No ha venido
humano de Jesús no es un amor egoísta, sino un amor que a hacer su voluntad ni habla por cuenta propia; solo busca
expresa el amor que Dios nos tiene; por eso es capaz de cumplir la voluntad del Padre y transmitir el mensaje que Él
superar todas las barreras, por encima de los defectos y le ha encargado. Y toda su actividad y predicación busca el
limitaciones del hombre. bien de los demás, sin pretender ninguna ventaja para Él.
El Evangelio nos muestra, finalmente, que el amor de Amar es salir de uno mismo. Un buen termómetro para
Jesús a los hombres también le hace sensible a nuestra res- medir cuánto amamos a una persona es saber lo que esta-
puesta, a las muestras de cariño y a los desprecios. En una mos dispuestos a sacrificar por ella. Leemos en el Evangelio
ocasión le invitaron a casa de un fariseo, y a mitad de la co- que Cristo «siendo de condición divina, no hizo alarde de
mida llegó una pecadora pública. Esa mujer se echó al suelo su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su ran-
y, postrándose a los pies de Jesús, se puso a llorar y le bañó go y tomó la condición de esclavo, pasando como uno
los pies con sus lágrimas. El anfitrión de la cena pensó que de tantos»112.
108   Sal 21, 25.
109   Jn 8, 11. 111   Lc 7, 44ss.
110   Lc 23, 34. 112   Flp 2, 6-11.

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A Jesús no le importa privarse del sueño para quedar- mismo dijo la noche antes de morir: «Nadie tiene amor más
se en oración; cuando piensa retirarse a descansar y se grande que el que da la vida por sus amigos»117. Así es el
encuentra que la multitud lo sigue, renuncia también sin Corazón de Cristo.
dificultad por ellos . Y así le ocurría muchas veces, porque
113
Acabamos de exponer algunas características destacadas
los evangelistas cuentan que apenas le dejaban comer. del Corazón de Jesús. Aunque hemos encontrado rasgos y
A todos atiende con paciencia, con una sonrisa, como si aspectos de ese Corazón a lo largo de todo el Evangelio, hay
aquello fuese lo más importante que tuviera que hacer, una página bellísima en la que destacan con toda claridad:
como si cada persona que se le acercara fuese única. Y la de las bienaventuranzas.
hasta corrige a sus apóstoles cuando quieren alejar a los
niños para que no molesten114. Las bienaventuranzas
Nunca vemos a Jesús pensar en sí mismo o en sus in- Muchos consideran que las bienaventuranzas son la síntesis
tereses. Cuando está en juego la gloria del Padre, sale en de las enseñanzas de Jesús. En las páginas siguientes vamos
su defensa y no le importa poner orden y echar a los ven- a acercarnos a este pasaje de un modo distinto. Vamos a
dedores que hacían negocio en los atrios del templo. Sin imaginar que, al pronunciar el Sermón de la montaña, Jesús
embargo, cuando hay riesgo para Él mismo parece no pre- nos está hablando de sí mismo, de lo que a Él le hace feliz y
ocuparle, no muestra interés en ponerse a salvo, y no por- bienaventurado. Así es como podemos leer el texto en esta
que no supiera cuál es su dignidad, sino dejando claro que ocasión, comprendiendo que las bienaventuranzas «dibu-
no actúa por orgullo herido, despejando toda sospecha de jan el rostro de Jesucristo»118 y que Él, al pronunciarlas, nos
que le pueda mover la ambición o la codicia egoísta. Vive estaba ofreciendo su autorretrato. ¿Será que nos estaba
olvidado de sí mismo. Rehúsa ser proclamado rey por una hablando del secreto de su alegría? Vamos a leerlo desde
multitud entusiasmada después de uno de sus milagros115; esta perspectiva: «Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se
no se defiende de las falsas acusaciones ni usa sus poderes sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca,
para aplastar a sus enemigos116; se entrega voluntariamente les enseñaba diciendo: “Bienaventurados los pobres en el
a la muerte y ofrece su propia vida por la salvación de los espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaven-
hombres, porque esa es la voluntad del Padre… Y como Él turados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bien-
aventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.
113   Cf. Mc 6, 30-45.
114   Cf. Mt 19, 14.
115   Cf. Jn 6, 15. 117   Jn 15, 13.
116   Cf. Mt 26, 63-65. 118   CCE 1717.

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Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, tiene hambre y sed de justicia, el misericordioso, el limpio
porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los mise- de corazón, el que trabaja por la paz y es perseguido a causa
ricordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaven- de la justicia. Con las bienaventuranzas, Jesús ha hecho un
turados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. retrato perfecto de sí mismo, y también de lo que espera
Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos de nosotros.
serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los persegui-
dos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de Bienaventurados los pobres en el espíritu
los cielos. Bienaventurados vosotros cuando os insulten y Si decimos «pobre» pensamos inmediatamente en alguien
os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi cau- que no tiene lo básico para vivir. Entonces, ¿a qué se refie-
sa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será re Jesús cuando habla de los pobres en el espíritu? Los po-
grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a bres en el espíritu no son principalmente los que carecen
los profetas anteriores a vosotros»119. de bienes materiales, sino los que viven desprendidos de
Cada palabra de la Sagrada Escritura esconde un misterio. ellos interiormente.
Nada es casualidad. Parece redundante que san Mateo es- Una persona con pocos recursos que se obsesionara con
pecifique que «abriendo su boca les enseñaba diciendo»120. conservar lo poco que tiene y pensara en acumular más y
Es lógico que para hablar tuviera que abrir la boca. ¿Por qué más, aunque no tuviera muchos bienes no sería pobre de
puntualizarlo? La Palabra habla, la Palabra abre su boca. En espíritu, porque tendría un corazón esclavo de las posesio-
Jesús, su enseñanza no es distinta de su vida, pues vive lo nes. En cambio, una persona que vive holgadamente pero
que dice. Por eso no es disparatado entender que lo que no se aprovecha de su posición, sino que pone sus bienes
aquí nos muestra es su propia vida, lo que Él vive y vivirá. al servicio de los demás, puede vivir más austeramente que
Visto así, se podría leer este pasaje del Evangelio de la si- otra persona con un nivel económico inferior. Es verdad
guiente manera: «Al ver Jesús el gentío, subió al monte, se que, cuanto más poseemos, más fácilmente queda el co-
sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su Corazón, razón apegado a las cosas materiales; y es más fácil vivir
les enseñaba diciendo». Jesús nunca nos pide algo que Él desprendido cuando no se tiene nada a lo que apegarse.
no haya hecho antes. Al enumerar las bienaventuranzas, También es cierto que las riquezas no solo son materiales;
Jesús nos está revelando distintos aspectos de su Corazón. podemos codiciar fama, inteligencia, cualidades que nos
Él es el pobre en el espíritu, el manso, el que llora, el que hagan quedar por encima de los demás, etc. Jesús no es así.
A Él le pertenece el universo entero y, sin embargo, «siendo
119   Mt 5, 1ss.
120   Mt 5, 1.

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de condición divina, se despojó de su rango»121. Pero no abandonó a la voluntad del Padre y se supo siempre en sus
solo hizo un acto de desprendimiento al hacerse hombre, manos. Llevó una vida de entrega y servicio, abandonado
sino que siguió eligiendo la pobreza durante toda su vida a la Divina Providencia. En la cruz, nuestro Señor «habien-
humana. Escogió una familia humilde; nació en una cueva do amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó
de animales; vivió como un sencillo artesano; durante su hasta el extremo»125. Y, cuando creíamos que ya no podía
vida pública dijo que «el Hijo del hombre no tiene donde despojarse de nada más, nos entregó a su Madre. Nos
reclinar la cabeza» ; aceptó morir desnudo y abandonado
122
dio a María y luego nos dio su vida: «Inclinando la cabeza,
de todos; y le tuvieron que enterrar en un sepulcro que era entregó el espíritu»126. Incluso después de muerto se dejó
propiedad de otra persona. traspasar el costado para entregarnos su Corazón.
Los autores espirituales, cuando hablan de pobreza de
espíritu, hacen referencia al abandono, a la confianza en Los mansos
Dios, a la renuncia de sí mismo y a la total dependencia Habitualmente utilizamos la palabra «manso» para referir-
de Dios. Santa Teresa de Lisieux decía: «Lo que le agrada nos a un animal dócil, que no ataca, que se deja tocar y
(a Dios) es verme amar mi pequeñez y mi pobreza, es la acariciar por las personas a las que conoce, y que se siente
esperanza ciega que tengo en su misericordia»123. Como seguro con esas personas. En el caso de Jesús, la manse-
dijo en otra ocasión, «la santidad no consiste en tal o cual dumbre tiene que ver con la suavidad, la tranquilidad y la
práctica. Consiste en una disposición del corazón que nos ternura de su Corazón.
vuelve humildes y pequeños en los brazos de Dios, cons- Jesús es dócil a lo que el Padre le pide. Podríamos pen-
cientes de nuestra debilidad y confiados hasta la audacia sar que, al ser Dios su Padre y ser Él también Dios, no de-
en su bondad de Padre»124. Ser pobre es no poder nada bió de resultarle difícil obedecer, pero no olvidemos que
por uno mismo y reconocerlo. Pobre es el que se sabe su obediencia y mansedumbre le llevaron al Calvario y a la
necesitado y se arroja confiadamente en brazos de quien muerte. Para Jesús no fue fácil porque Él sufrió su pasión
puede sacarlo de esa necesidad. El pobre de espíritu es el como hombre.
humilde. Pues bien, Jesús no solo eligió ser pobre material- Pero el Corazón de Jesús no es manso solamente con el
mente, sino también pobre en el espíritu. Toda su vida se Padre. Jesús se deja tocar por la muchedumbre, por publica-
nos, por las mujeres que creían en Él y lo seguían ―tocaron
121   Flp 2, 6-7.
122   Mt 8, 20; Lc 9, 58.
123   Santa Teresa del Niño Jesús, Carta 197, A sor María del Sagrado Corazón 125   Jn 13, 1.
(17/09/1896). 126   Jn 19, 30.
124   Id., Últimas conversaciones (3 de agosto).

72 73
su manto, enjugaron sus pies y su rostro―, por los niños, del Corazón de Cristo consiste en ser cera blanda en las
por los enfermos, por los más pobres... Más aún, la man- manos de Dios, ser dócil a sus planes sin buscar la justicia
sedumbre de su Corazón llegó hasta el punto de dejarse humana o rebelarse contra su voluntad. Por eso dice san
tocar y maltratar por quienes le abofetearon, le escupieron, Juan Pablo II que «es manso aquel que vive en Dios». El Hijo
le dieron latigazos y lo clavaron en la cruz. Y Él, como oveja siempre vive en el Padre.
llevada al matadero, no abrió su boca . 127
Los santos aprenden, con una gran lucha interior, a com-
Las dos primeras bienaventuranzas hablan de la humil- portarse con mansedumbre. Decía san Francisco de Sales:
dad y de la mansedumbre, dos virtudes que vemos cum- «El que es dulce no ofende a nadie y soporta y aguanta de
plidas en Jesús. Por eso Él se presenta como modelo y nos buen grado a los que le hacen mal. El que es dulce sufre con
anima a imitarle: «Aprended de mí que soy manso y humilde paciencia los golpes y no devuelve mal por mal»130. Santa
de corazón»128. Es como si con estas dos bienaventuranzas Juana de Chantal, hija espiritual de san Francisco de Sales,
nos dijera: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, bien- decía sobre él: «No creo que se pueda expresar con palabras
aventurados los mansos, porque mi Corazón es así». la exquisita dulzura que Dios derramó en su alma, en su
Pero, ¿se limita la mansedumbre de Jesús a este aspec- rostro, en sus ojos, en sus palabras»131. Y uno de sus amigos
to aparentemente externo? ¿De dónde brota la dulzura del hablaba sobre él en estos términos: «Me parecía que toda
Señor? El papa san Juan Pablo II ayuda a comprenderlo un la mansedumbre que puede haber en un hombre estaba
poco mejor: «Es manso aquel que vive en Dios. No se trata concentrada en él. Nunca me cansaba de verle y oírle por lo
de cobardía, sino del auténtico valor espiritual de quien sabe dulce y agradable que era; no hacía ni decía nada que no se
enfrentarse al mundo hostil no con ira, no con violencia, inspirase en la dulzura de nuestro Señor»132. Probablemen-
sino con benignidad y amabilidad; venciendo el mal con el te, san Francisco de Sales no fue así desde el principio. Se
bien, buscando lo que une y no lo que divide»129. La ama- cuenta de este santo de la dulzura y la mansedumbre que
bilidad y benignidad, que se traducen en dulzura para con la mesa de su escritorio estaba arañada por debajo, porque
los demás, están lejos de ser debilidad. Durante la pasión, contenerse a veces le requería un enorme dominio de sí
aunque vemos a Jesús maltratado y humillado, Él no pierde mismo. Pero san Francisco de Sales se enamoró del Señor
su señorío y se entrega voluntariamente como manso Cor- y aprendió de su Corazón manso y humilde.
dero para realizar la voluntad del Padre. La mansedumbre

127   Cf. Hch 8, 32-35. 130   San Francisco de Sales (F. Vidal, ed.).  En las fuentes de la alegría con San
128   Mt 11, 29. Francisco de Sales (Madrid, EDIBESA, 2001), 64.
129   San Juan Pablo II. Alocución a los jóvenes en el Hipódromo de Monterrico, 131   Ibid., 63.
1985. 132   Ibid.

74 75
Los que lloran sin embargo, el consuelo es mucho más que eso. Pense-
mos en la pasión. Jesús sabía que debía soportar todo tipo
El versículo más corto de toda la Sagrada Escritura dice:
de afrentas hasta llegar a la cruz, y su Corazón sufrió y se
«Jesús lloró»133. Esto sucedió cuando murió su amigo Láza-
entristeció tanto que sudó gotas de sangre en Getsemaní.
ro. Los judíos que le vieron llorar se admiraron de cómo le
Además, misteriosamente, en el momento de mayor aflic-
amaba. Jesús no llora simplemente porque Lázaro ha muer-
ción, el Padre también guardó silencio. Por eso, Jesús, lleno
to, ni tampoco derrama lágrimas de puro sentimiento o la-
de dolor, llegó a exclamar con el Salmo 22: «Dios mío, Dios
mentándose por lo que ha sucedido. Jesús sabía que lo iba
mío, ¿por qué me has abandonado»135.
a resucitar, pero llora porque se conmueve al ver sufrir a
El consuelo del Corazón de Jesús es llevar a plenitud la
Marta y a María, porque le duele la muerte. Él, que es la Vida,
obra que el Padre le ha encomendado: «Todo se ha cum-
llora ante la muerte, consecuencia del pecado del hombre.
plido»136. Su consuelo es la salvación del género humano,
Las lágrimas de Jesús son lágrimas de compasión.
pero también le consuelan las almas que aman su Corazón.
Jesús también lloró por el pecado de Jerusalén. Poco an-
Todos podemos consolar el Corazón de Cristo. Unidos a Él,
tes de la pasión, cuando estaba en un lugar desde el que
aquí y ahora, podemos consolar los dolores y sufrimientos
podía contemplar la ciudad, se paró y se puso a llorar por los
que Jesús vivió en su pasión hace más de dos mil años. Más
habitantes de aquella ciudad: «¡Si por lo menos tú hubieras
adelante profundizaremos en este tema.
comprendido en este día lo que conduce a la paz! Pero ha
Hay santos que aprendan a llorar con el Corazón de Jesús.
quedado oculto a tus ojos»134. Su Corazón se compadece de
Santa Jacinta Marto, la pequeña de los tres pastorcitos de Fá-
Jerusalén y le hace este reproche de amor. El Corazón de
tima, aunque falleció con diez años escasos, ya se afligía por
Jesús llora por los que Él ama, tanto por los que le aman a
los pecadores que iban al infierno por no tener quien rezara
Él como por los que no lo hacen.
por ellos. Después de que la Virgen les hubiera mostrado el
Esta bienaventuranza también la encontramos traduci-
infierno, Jacinta decía: «¡Qué pena tengo de los pecadores!
da a veces de este modo: «Bienaventurados los afligidos
¡Si yo pudiera mostrarles el infierno!».
porque serán consolados». El Corazón de Jesús aceptó la
aflicción hasta la muerte para rescatarnos del pecado y su Los que tienen hambre y sed de justicia
consuelo es hacer la voluntad del Padre. Cuando hablamos
Jesucristo, como verdadero hombre, sufrió hambre y sed.
de «consuelo» solemos pensar en un plano sentimental, en
Cuando se encontró con la samaritana, el Evangelio nos dice
una caricia o un abrazo que damos a alguien que sufre. Y,
133   Jn 11, 35. 135   Mt 27, 46.
134   Lc 19, 41. 136   Jn 20, 30.

76 77
que estaba cansado y se sentó en el brocal del pozo. Pero ¿Cómo pagar la deuda contraída por la naturaleza hu-
en esta bienaventuranza el Señor hace referencia al «ham- mana manchada y desfigurada por el pecado, y restaurar la
bre y sed de justicia». ¿Podemos aplicar esto al Corazón amistad con Dios? Para realizar esa tarea descomunal era
de Jesús? necesario un hombre que al mismo tiempo fuera Dios. Solo
Jesús utiliza la palabra «alimento» cuando dice: «Yo ten- un hombre con amor infinito podía devolver a Dios lo que
go un alimento que vosotros no conocéis» 137
, y también: era de Dios, y ese es Jesús.
«Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió» . Es 138
El hambre del Corazón de Cristo tiene que ver con su
como si dijera: «Mi Corazón tiene hambre de la voluntad del ansia de redención, de restaurar en el hombre su imagen y
Padre». Lo deja también claro en el bautismo en el Jordán, semejanza con Dios y de dar al Padre lo que es suyo, devol-
cuando le pide a Juan que lo bautice «para que se cumpla viéndole la obra de sus manos en perfecto estado, redimida
toda justicia» . Ser justo es, por tanto, «ajustarse» a la vo-
139
y restaurada por su sangre. Antes de morir, Jesús pronunció
luntad de Dios. estas palabras: «Tengo sed»142. Podía realmente tener sed
Y ¿a qué hace referencia esta justicia? Justicia es dar a física, porque llevaba muchas horas sin beber, pero Cristo
cada uno lo que le corresponde, dar a cada uno según su nos estaba hablando además de otra sed mucho más tras-
dignidad. Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, cendente: la sed de almas. El Corazón de Jesús tiene sed de
pero el hombre se alejó de Él por el pecado. El hombre dejó redención, tiene sed de amor, tiene sed de santidad. Y la
de adorar a Dios, dejó de hacer aquello para lo que había sed de Jesús es tan grande que necesita ser saciada. Es una
sido creado140, y perdió la bienaventuranza eterna. Sin em- demanda de amor. Se refleja aquí la soledad de la cruz, que
bargo, la obra de la Creación supera toda justicia. Dios nos es parecida a la soledad de muchos sagrarios. Los seres hu-
ha creado por puro amor, Él no necesitaba de nuestra exis- manos respondemos con indiferencia en ambos momentos
tencia. Nos dio la gracia y nos hizo merecedores del cielo. al derroche de amor que procede de Dios.
Pero «el pecado entró en el mundo por un hombre y por el El Corazón de Cristo tiene sed. Pero, al mismo tiempo, es
pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, fuente de la que mana el agua viva que nos lleva a la vida
por cuanto todos pecaron»141. eterna. Su sed despierta en nosotros deseos de eternidad,
del cielo, de la salvación. La Madre Teresa de Calcuta en-
137   Mt 3, 15.
138   Jn 4, 34. tendió que Jesús tiene sed de almas y sed de ser consolado.
139   Mt 3, 15. Comprendió que el Corazón de Jesús elige personas que con
140   Nos lo recuerda san Ignacio de Loyola en el «Principio y Fundamento»
de sus Ejercicios Espirituales: «El hombre es creado para alabar, hacer reveren-
cia y servir a Dios nuestro Señor, y mediante esto salvar su alma...».
141   Rom 5, 12. 142   Jn 19, 28.

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su amor sacien su sed. Por eso, la frase «Tengo sed» preside le llegan al Corazón y por eso se compadece y las remedia.
todas las casas de las Misioneras de la Caridad. Jesús cura nuestras heridas con las suyas propias: «Sus he-
También hoy nosotros podemos saciar la sed de Jesús y ridas nos han curado»147. La misericordia de Jesús brota de
decírselo a otras personas. su Corazón traspasado. La sangre y el agua que manan de
ahí son manifestación del amor de Dios, que se derrama por
Los misericordiosos la salvación de todos los hombres. En Jesucristo se cumplen
Santo Tomás de Aquino dice que a Dios se le debe atribuir perfectamente los dos elementos que mencionábamos al
la misericordia en grado máximo: «Decir de alguien que es principio: compasión y remedio. Él no descansa hasta sacar
misericordioso es como decir que tiene el corazón lleno de al hombre de la miseria más grande, que es el pecado.
miserias, o sea, que ante la miseria de otro experimenta la Ya en el Antiguo Testamento se proclamaba la misericor-
misma tristeza que experimentaría si fuese suya; de donde dia divina. El salmo 136, entre otros, canta hermosamen-
proviene que se esfuerce en remediar la tristeza ajena como te este atributo de Dios: «Dad gracias al Señor, porque es
si de la propia se tratase, y este es el efecto de la misericor- bueno, ¡porque es eterna su misericordia! ¡Dad gracias al
dia»143. Por tanto, la misericordia es, por un lado, compasión Dios de los dioses, porque es eterna su misericordia! ¡Dad
—sufrir con el otro como si su miseria fuese mía— y, por otro gracias al Señor de los señores, porque es eterna su mise-
lado, procurar el remedio, haciendo todo lo que esté a mi ricordia! Al único que hace maravillas, ¡porque es eterna su
alcance para poner fin a esa miseria. Así pues, misericordia misericordia!». No es verdad entonces, como a veces se dice,
no es solamente sufrir con el otro y dejar que siga instala- que el Dios del Antiguo Testamento fuera un Dios tirano y
do en su miseria, sino intentar sacarlo de ella a través de vengador, muy distinto al del Nuevo Testamento. También
la verdad y la caridad. Cristo derramó hasta la última gota antes de Cristo se proclamaba la misericordia de Dios. Lo
de su sangre para rescatarnos. En eso consiste la infinita que sucedió en la plenitud de los tiempos fue que la Mise-
misericordia de la redención. ricordia se hizo carne y puso su morada entre nosotros.
Jesús es misericordioso no porque tenga miserias pro- Jesús es la misericordia de Dios con nosotros. El Corazón
pias144, sino porque, al asumir nuestra carne mortal, «cargó de Jesús es misericordioso, y nos revela, al mismo tiempo, la
sobre sí nuestras enfermedades»145, y «al que no conoció pe- misericordia del Padre. Jesús nos invita a ser misericordiosos
cado, por nosotros Dios lo hizo pecado»146. Nuestras miserias «como vuestro Padre es misericordioso»148. Dice «vuestro»
porque nos quiere recordar nuestra filiación divina para que
143   Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica I, q. 21, a. 3,
144   Él es semejante en todo a nosotros «excepto en el pecado» (Heb 4, 15).
145   Mt 8, 17. 147   1 Pe 2, 25.
146   2 Cor 5, 21. 148   Lc 6, 36.

80 81
no olvidemos que somos hijos en el Hijo. Al mismo tiempo, etc. De un modo especial, es su misericordia la que quita
detrás de esta invitación nos muestra que su Corazón es los pecados del mundo. Con esta misericordia se encontró
el modelo a seguir. Él es el Camino que conduce al Padre: un ciego que estaba sentado junto al borde del camino en
«Quien me ve a mí, ve al Padre» . 149
Jericó. Sabiendo que pasaba Jesús de Nazaret por allí, gritó
Jesús derrama en nosotros el amor del Padre: «Como el con fuerza: «Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí»152.
Padre me ha amado, así os he amado yo. Permaneced en Y el Señor le devolvió la vista por la fe que tenía.
mi amor» 150
. En este pasaje no dice ni «mi Padre», ni «vues- Esta misericordia de Dios es también la que proclamó la
tro Padre», sino «el Padre»; tanto Él como nosotros somos Virgen al visitar a su prima Isabel, en una oración que he-
hijos del Padre. Él es el Primogénito y nosotros somos hijos mos llamado el Magníficat. Dice María, exultante de alegría:
en Él y por Él. «Su misericordia llega a sus fieles de generación en gene-
Acabamos de decir que Jesús derrama en nosotros el ración»153. Y esto lo dijo por experiencia porque, ya emba-
amor del Padre. ¿Pero cómo es el Padre, cómo podemos razada del Niño Jesús, se sentía visitada por la misericordia
conocerlo? Jesús dice en el Evangelio: «Quien me ha visto a divina, amada por Dios con predilección a pesar de su pe-
mí ha visto al Padre», y también: «El Padre y yo somos uno». queñez. ¡La Misericordia estaba dentro de Ella! La Misericor-
Eso quiere decir que el Corazón de Cristo es el mejor reflejo dia se hizo carne en su seno inmaculado; por eso con toda
del Padre. Dado que el Padre no se ha hecho hombre —no razón la invocamos como «Madre de la Misericordia».
se ha encarnado—, no hablamos del «Corazón» del Padre, También los santos gustan de la misericordia de Jesús.
porque el Padre no tiene propiamente un corazón humano Jesús le prometió a santa Margarita María de Alacoque que
como el de Cristo o como el nuestro. Podemos hablar de su los pecadores hallarían la fuente y el océano infinito de la
identidad más profunda, de su forma de ser, de su mane- misericordia en su Corazón. Y a santa Faustina Kowalska, una
ra de actuar. En sentido amplio o análogamente, podemos religiosa mística polaca del siglo XX, le reveló Jesús especial-
entender que Jesús revela en la parábola del hijo pródigo 151
mente este atributo divino. En su Diario, la santa escribe que
cómo es el «Corazón» de Dios Padre. Jesús le dijo: «De todas mis llagas, como de arroyos, fluye la
La misericordia de Jesús se concretó en su vida terrena. misericordia para las almas, pero la herida de mi Corazón
La sobreabundancia de su amor se derrama sobre los enfer- es la fuente de la misericordia sin límites, de esta fuente
mos, da vista a los ciegos, hace oír a los sordos, acoge a los brotan todas las gracias para las almas. Me queman las lla-
niños, expulsa a los demonios, come en casa de pecadores, mas de compasión, deseo derramarlas sobre las almas de

149   Jn 14, 9.
150   Jn 15, 9. 152   Lc 18, 38.
151   Cf. Lc 15, 11. 153   Lc 1, 50.

82 83
los hombres. Habla al mundo entero de mi misericordia»154. pidió: «Vino hacia él un leproso que, rogándole de rodillas,
Gracias a las revelaciones recibidas por esta santa se está le decía: “Si quieres, puedes limpiarme”. Y, compadecido,
extendiendo la devoción a la Divina Misericordia, que incide extendió la mano, le tocó y le dijo: “Quiero, queda limpio”.
en un aspecto puntual de la espiritualidad del Sagrado Co- Y al instante desapareció de él la lepra y quedó limpio»158.
razón: la compasión de Cristo por los pecadores. Pues bien, Jesús no solo tiene el poder de limpiar y curar la
enfermedad física de la lepra, sino también el pecado, una
Los limpios de corazón lepra espiritual. Al igual que el leproso del Evangelio, noso-
El Corazón de Jesús es puro, sin mancha. Él es el Cordero In- tros también podemos pedirle a Jesús que nos purifique,
maculado: «Él no cometió pecado, ni se halló engaño alguno sabiendo que Él es Dios y «tiene poder para realizar todas
en su boca»155. Jesús es la Sabiduría encarnada: «Porque a las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pe-
todo movimiento supera en movilidad la Sabiduría, todo lo dir o pensar»159.
atraviesa y penetra en virtud de su pureza. Es un hálito del El Corazón de Jesús es el Horno ardiente de Caridad que
poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Omni- purifica con el amor, como lo proclama una de las letanías
potente, por lo que nada manchado llega a alcanzarla. Es un que rezamos a su Sagrado Corazón. Jesús enciende nues-
reflejo de la luz eterna, un espejo sin mancha de la majestad tro corazón, quema lo que a Él no le gusta, y lo va haciendo
de Dios, una imagen de su bondad»156. Esta definición de la semejante al suyo en el fuego del Espíritu Santo. Su Cora-
Sabiduría es la definición de Jesús. La pureza de su Cora- zón arde en deseos de amor y no va a descansar hasta que
zón lo atraviesa todo porque nada manchado ha llegado a ardamos como Él, en Él y por Él.
alcanzarlo. El Corazón de Jesús es un espejo sin mancha de En Jesús se cumplen perfectamente estas palabras: «Bien-
la majestad de Dios, una imagen de su bondad. Jesús nos aventurados los puros de corazón porque verán a Dios». Él
revela al Padre. En Él descubrimos que Dios tiene Corazón, está constantemente viendo a Dios. El Evangelio hace refe-
que es bueno y está lleno de amor a los hombres. rencia en repetidas ocasiones a esa mirada de Jesús dirigi-
La pureza del Corazón de Jesús es tan potente que puri- da al cielo, al Padre: en la resurrección de su amigo Lázaro
fica lo que toca. Él «hace nuevas todas las cosas»157. El Evan- «Jesús alzó los ojos a lo alto»160; en la curación del sordo-
gelio nos cuenta que Jesús curó a un leproso porque se lo mudo «levantando los ojos al cielo, suspiró profundamente
y le dijo: Effetá (esto es, “ábrete”)»161; en su última oración
154   Santa Faustina Kowalska, Diario: la Divina Misericordia en mi alma (Granada
2003), n. 1190.
155   Así nos lo recuerda san Pedro en su Carta, citando a su vez al profeta 158   Mc 1, 40; Mt 8, 2; Lc 5, 12.
Isaías: 1 Pe 2, 21-23; Is 53, 9. 159   Ef 3, 20.
156   Sab 7. 160   Jn 11, 41.
157   Ap 21, 15. 161   Mc 7, 34.

84 85
con los apóstoles «Jesús levantó los ojos al cielo»162… Todas Él es la paz, por definición: «Él es nuestra paz»167, como dice
esas miradas no son solo un gesto de su rostro, una mirada san Pablo en la Carta a los Efesios.
exterior, sino reflejo de su mirada interior, siempre en sin- Jesús reconstruye lo que había sido destruido por el pe-
tonía con el Padre. Como Jesús, los puros de corazón solo cado. Nuestro corazón había quedado dividido y estaba en
buscan a Dios. Por eso, santa Teresa de Jesús decía: «¡Solo guerra con Dios, con nosotros mismos y con los demás.
Dios basta!». San Rafael Arnaiz, aquel joven arquitecto del Dios podría haber enviado a cualquier ángel para poner fin
siglo XX que llegó a ser un santo trapense, decía a menudo: al desorden que había en nuestro corazón. Sin embargo,
«Solo Dios». Y santo Tomás de Aquino, ante las palabras del por su infinita misericordia, quiso ser Él mismo quien nos
Señor que le felicitó —«Has escrito bien de mí, Tomás, ¿qué devolviera la armonía «haciendo la paz mediante la sangre
recompensa eliges por tu trabajo?»—, respondió: «Elijo a de su cruz»168.
Vos mismo»163. Jesucristo es el perfecto artífice de la paz, el Príncipe de
la paz anunciado por los profetas, que restauró la Alianza
Los que trabajan por la paz desposándose con la naturaleza humana. Pero la suya no es
Antes de morir, en el discurso de despedida, Jesús dijo a una mera paz social, sino una paz del corazón que proviene
los apóstoles: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy de la reconciliación del hombre con Dios. Jesús no vino al
como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón, ni se mundo a pacificar un pueblo en guerra, ni siquiera una ciu-
acobarde»164. Después de resucitar, Jesús se les apareció y dad o un país, sino que restauró la humanidad entera y la
de nuevo les dio la paz: «Puesto en medio, les dijo: “Paz a reconcilió «en su cuerpo de carne por medio de la muerte,
vosotros”»165. Y en Pentecostés el Espíritu Santo nos trajo el para presentarnos santos y sin mancha e irreprensibles en
fruto de la paz. su presencia»169.
San Agustín define la paz como «la tranquilidad en el Entonces, podríamos preguntarnos, si Jesús es la paz y
orden»166. La unión con el Corazón de Cristo ordena la vida nos da la paz, ¿por qué en otra parte del Evangelio dice:
del hombre; en el orden reposa nuestro corazón inquieto y «No he venido a traer la paz sino la espada»?170. Porque el
encuentra la paz. Pero Jesús no solo nos da la paz, sino que suyo es un reino de paz, pero la paz de Cristo no es una
paz cualquiera. Quien ha tenido algún familiar enfermo de
cáncer sabe que para curarle es necesario emprender una
162   Jn 17, 1.
163   G. K. Chesterton, Santo Tomás de Aquino (Colección Austral, Espasa-Calpe,
Madrid, 1985), 126. 167   Ef 2, 14.
164   Jn 14, 27. 168   Col 1, 20.
165   Jn 20, 19. 169   Col 1, 21-22.
166   San Agustín de Hipona, La ciudad de Dios, 19.13.1. 170   Mt 10, 34; Lc 12, 51.

86 87
batalla contra el tumor que ocasiona ese cáncer. Se emplean Los perseguidos a causa de la justicia
la quimioterapia, la cirugía, la radioterapia…, muchos me-
En la Sagrada Escritura, el que busca la justicia es el que
dios que, aunque son agresivos, pueden devolver la salud
busca la santidad. Jesús es el Santo entre los santos y es
a la persona. Si un paciente dijera que no quiere sufrir, que
perseguido por ser el Hijo de Dios y hacer la voluntad del
prefiere que «le dejen en paz», esa rendición preventiva no
Padre. Esa fue la causa de su condena: Jesucristo fue con-
sería la paz auténtica. La verdadera paz es el resultado de la
denado por amar hasta el extremo.
victoria contra el mal. Jesús, en ese sentido, no vino al mundo
El papa san Juan Pablo II decía que el amor de Dios no
a «dejarnos en paz», sino a eliminar el mal del mundo para
solo es justicia, sino que va más allá de la justicia: «¡Amor
que alcanzáramos la paz, el triunfo en la batalla. Cuando el
que llena hasta el borde toda medida de justicia! ¡Y la sobre-
Niño Jesús era pequeño y la Virgen y san José lo presenta-
pasa!»173. La justicia de Dios viene a nosotros mediante el
ron en el templo, el anciano Simeón les anunció a María y a
amor. Cristo, que nos ha amado y se ha dado a sí mismo por
José: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan
nosotros, nos ha justificado. Y después de morir, el Amor,
y se levanten; y será como una bandera discutida, como un
que es más potente que la muerte, resucitó: «Él fue resuci-
signo de contradicción»171.
tado para nuestra justificación (Rom 4, 25)»174.
Ser cristiano requiere vivir en el mundo sin ser munda-
Quizá cuesta entender por qué llama Jesús bienaventu-
nos. San Josemaría explicaba que no es posible ser a la vez
rados a aquellos que son perseguidos. Él mismo fue per-
cristiano y mundano: «¡Qué pena, un hombre de Dios per-
seguido y sufrió lo indecible durante su pasión y muerte,
vertido! —Pero ¡cuánta más pena, un hombre de Dios tibio y
abandonado de casi todos sus amigos y sin apenas consuelo
mundano!»172. Esto requiere de nosotros una lucha habitual
humano, a excepción de la Virgen María, san Juan y unas
contra el mal, vivir a menudo a contracorriente. Como decía
mujeres. ¿Entonces? Jesús se entregó para la salvación de
el autor romano clásico Publio Flavio Vegecio: Si vis pacem,
todos los hombres y ante esta obra de justicia tan inmensa,
para bellum («si quieres la paz, prepara la guerra»).
toda persecución, por dura que sea, palidece. Si san Pablo
Pero, aunque parezca contradictorio, Cristo es paz para
dijo: «Considero que los sufrimientos de ahora no se pueden
los que le siguen. Él nos ayuda a vivir serenos y tranquilos
comparar con la gloria que un día se nos manifestará»175, fue
en medio de las dificultades. El Hijo se hizo nuestra paz y
porque siguió el ejemplo del Hijo de Dios, que antes había
desea que también nosotros contribuyamos a extender la
sufrido y padecido por él.
paz entre las personas.

173   San Juan Pablo II, Ángelus, 14 de julio de 1985.


171   Lc 2, 34. 174   Id., Ángelus (Visita pastoral a Abruzo), 30 de junio de 1985.
172   San Josemaría Escrivá de Balaguer, Camino n. 414 (Rialp, Madrid 2004). 175   Rom 8, 18.

88 89
Cristo es nuestra esperanza. Él nos ha abierto las puertas
del reino de los cielos. Esta es la fe y la confianza que ha mo-
vido a miles de mártires a lo largo de la historia a entregar
su vida por Cristo. Consideraron en nada los sufrimientos
de esta vida comparados con la gloria eterna. El 23 de julio Capítulo 4
de 1936 cinco jóvenes que pertenecían a Acción Católica —
Justo Dorado, Blas Ciarreta, Vicente de Pablo, Elías Requejo
EL CORAZÓN DE CRISTO HOY
y Fidel Prieto— dieron su vida por defender el monumento
del Sagrado Corazón en el Cerro de los Ángeles (Getafe). En
el contexto de la persecución religiosa que padecía España 1. CRISTO VIVE HOY
en aquella época, fueron fusilados mientras decían: «¡Viva
Cristo Rey!». Prefirieron entregar su vida por Aquel que ha- Cristo continúa vivo veintiún siglos después de su muerte y
bía dicho: «Nadie tiene amor más grande que el que da la su resurrección. No es simplemente una figura relevante del
vida por sus amigos»176, y que ya había muerto por cada uno pasado, un modelo ético, un líder social o un gurú religioso.
de ellos. Así es el amor del Corazón de Jesús, víctima de los Reducirlo a esas categorías supondría olvidar su divinidad y
pecadores y amante hasta el fin. desconocer que resucitó. La resurrección es la clave. Sin ella,
Cristo habría dado un mensaje de amor muy bonito pero
ya no estaría aquí, como ocurre con todos los muertos.
El caso de Jesucristo es completamente distinto y único
porque Él volvió a la vida, resucitó «como es Él», corporal y
espiritualmente, para no volver a morir. La resurrección es
su vuelta a la vida con un cuerpo glorificado que ya no está
sometido a los condicionamientos espaciotemporales.
Después de la muerte de Jesús en la cruz, leemos en el
Evangelio que «tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron
en lienzos con los aromas, según se acostumbra a enterrar
entre los judíos»177. Después continúa explicando: «Había un
huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto, un

176   Jn 15, 13. 177   Jn 19, 40.

90 91
sepulcro nuevo donde nadie había sido enterrado todavía. inicuos. Pero Dios lo resucitó, librándolo de los dolores de
Y como para los judíos era el día de la Preparación, y el la muerte, por cuanto no era posible que esta lo retuviera
sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús» . Jesús estu- 178
bajo su dominio»188.
vo muerto y enterrado hasta el tercer día. Ese día, cuando A pesar de las persecuciones que padecieron los cristia-
Pedro y Juan fueron a la tumba, el cuerpo de Jesús ya no nos, el Imperio romano ya era en el siglo IV mayoritariamen-
estaba en el sepulcro, pero en cambio las vendas y sába- te cristiano, y nuestra fe se fue expandiendo desde ahí al
nas en las que había quedado envuelto el cadáver estaban resto del mundo a lo largo de los siglos hasta nuestros días.
allí: «Vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían Cristo, Señor de la historia, sigue viviendo y actuando hoy. Es
cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un hermoso pensar que aquel Corazón que dejó de palpitar en
sitio aparte» 179
. el Calvario volvió a latir tres días después y desde entonces
En los días posteriores, Jesús se apareció a mucha gente. nunca ha dejado de hacerlo.
Muchos lo vieron con sus propios ojos: María Magdalena ,
180

un grupo de mujeres al amanecer , Pedro , Santiago , los


181 182 183 2. JESUCRISTO ESTÁ A NUESTRO ALCANCE AHORA
demás apóstoles184, los dos que iban a Emaús185, quinientos Si Jesús está vivo, ¿dónde podemos encontrarlo?
cristianos que estaban juntos186, Pablo187…
1. La Eucaristía es el lugar eminente de la presencia del
Sin el Espíritu Santo, aquellos que estaban tan tristes por
Señor. En la Última Cena Jesús dijo: «Esto es mi cuer-
la muerte del Señor y asustados por miedo a los judíos, no
po, esta es mi sangre». Podía haber dicho otra cosa
habrían podido recuperar la valentía ni atreverse a dar la
—«esto os recordará a mí», o «esto se parece a mí»—,
cara por Jesucristo. Y, sin embargo, se extendieron por el
pero fue mucho más explícito. Empleó el verbo ser:
mundo para anunciar a todos que Jesús resucitó de entre
«Esto es mi cuerpo». Es Él. Por eso la Eucaristía es el
los muertos y sigue vivo: «A Jesús el Nazareno […], entrega-
Tesoro de la Iglesia, más valioso que todas las obras
do conforme al plan que Dios tenía establecido y previsto,
de arte que conservamos en los museos y que todos
lo matasteis, clavándolo a una cruz por manos de hombres
los libros que guardamos en las bibliotecas. Mientras
178   Jn 19, 41-42.
179   Jn 20, 6-7. que los cuadros, las estatuas y los libros pueden ha-
180   Jn 20, 11-18; Mc 16, 9.
blarnos sobre Cristo, la Eucaristía es Cristo. De forma
181   Mt 28, 9-10.
182   1 Cor 15, 3-5. semejante viene Jesús a nosotros cuando recibimos los
183   1 Cor 15, 7.
184   Jn 20, 19ss; 21, 1-23; Lc 24, 36-53; Mt 28, 16-20. demás sacramentos: es Él quien nos perdona cuando
185   Mc 16, 12; Lc 24, 13-35.
186   1 Cor 15, 6.
187   1 Cor 15, 8. 188   Cfr. Hch 2, 22-24.

92 93
nos confesamos, quien consuela y fortalece a un en- permite experimentar a quien llevan dentro. Es lo que
fermo que recibe la unción, quien convierte en templo sucede con los santos, que no han existido solamente
suyo a quien se confirma, etc. en el pasado sino en todas las épocas, también actual-
mente. Jesús nos dijo además que Él se hará especial-
2. Jesús es la Palabra eterna del Padre. Por eso podemos
mente presente en las personas vulnerables (los pobres,
encontrarlo en el Evangelio, desde donde Él nos habla a
los enfermos, los que sufren), y por eso nos pidió que
cada uno de forma viva y eficaz. Te ocurrirá que muchas
fuéramos atentos con ellos: «Lo que hicisteis a uno de
veces leas el Evangelio y sientas que eso concreto que
estos, mis humildes hermanos, a mí me lo hicisteis»189.
está diciendo es justo lo que necesitabas en ese mo-
mento. Eso es porque Jesús se sirve de palabras escritas 5. En muchos acontecimientos de la vida podrás descubrir
hace mucho tiempo y en un contexto diferente para ha- también la presencia de Dios. Él está continuamente a
blarnos en la actualidad. Además, se podría decir que en nuestro lado, con su providencia cuida de nosotros, y
los textos del Evangelio tenemos «fotos» perfectas del por eso a veces «pasan cosas», que son como delicade-
Señor, porque cuentan con detalle escenas de la vida zas o atenciones de su amor providente, como guiños
de Cristo que ocurrieron en el pasado. El valor de esas que nos hace el Señor.
«fotos» es que nos dan una imagen cierta de cómo sigue
6. Indudablemente, podemos descubrir también al Señor
siendo Jesús ahora. Para Él ya no existe el tiempo, y eso
contemplando la belleza que ha dejado impresa en la
quiere decir que las actitudes del Señor cuando conversa
naturaleza, en la creación. No es casualidad que el cielo
con una familia o con un amigo, cuando hace un milagro
se pinte de mil colores en un atardecer, ni que el trinar
o abraza a los niños, son las mismas actitudes que tiene
de los pájaros o el rumor de las olas puedan emocio-
Jesús ahora, en la actualidad. Él no ha cambiado.
narte. A través de todo eso y de otras muchas cosas
3. En la oración: cuando rezas en voz alta o por dentro, Él podemos descubrir la hermosura y el Amor de Dios.
te escucha. No suele responder de manera inmediata,
ni necesariamente te dará exactamente lo que le pidas, Dios se ha hecho muy accesible. San Pablo quedó im-
pero puedes estar seguro de que te atiende y te dará presionado de que Dios se encuentre tan próximo a noso-
siempre lo que más te convenga. tros, y por eso escribió: «En Dios vivimos, nos movemos y
4. Además, podemos intuir la presencia de Jesús en algunas existimos»190. Así es. Es fácil ponernos en contacto con Él y
personas. En particular, hay gente muy llena de Dios, y
notarás que hablar con alguna de esas personas nos 189   Mt 25, 31-46.
190   Hech 17, 28-30.

94 95
sentir su cercanía. Todos podemos encontrarle. Hasta las Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes
personas que no pueden ir a la parroquia, hasta los ciegos de forma consecutiva con intención de honrar el Sagrado
que no pueden ver los colores de la naturaleza, hasta aque- Corazón de Jesús, recibirá la gracia de alcanzar la perseve-
llos que no pueden leer el Evangelio, todos… Él habita en rancia final y, por consiguiente, el cielo.
el interior de quien vive en gracia, de forma que podemos De esta forma, podemos decir que vivir plenamente la
tratarle «recogiéndonos interiormente», es decir, hablándole Eucaristía es la forma más perfecta de entender la devoción
por dentro, tratando con Él, que vive en nuestra alma. San al Corazón de Jesús, pues la Eucaristía es el sacramento del
Agustín se lamentaba de no haberse dado cuenta antes: Amor, el que más patentemente brota de su Corazón. La
«Tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te buscaba Iglesia nos enseña que en la Eucaristía podemos subrayar
(…). Tú estabas conmigo, pero yo no lo estaba contigo» . 191
tres aspectos:

3. LA EUCARISTÍA Y EL CORAZÓN DE JESÚS 1. La Eucaristía es, en primer lugar, presencia del Señor,
vivo y palpitante en cada partícula de la Sagrada Forma.
En la Eucaristía, como hemos señalado, tenemos una forma
Jesús no está dividido, sino completo en cada partícula.
especialísima de presencia del Señor porque no solo está
Cada vez que comulgamos le recibimos entero.
Él, sino que la Eucaristía es Él. La Eucaristía no es un mero
recuerdo de Jesús, ni siquiera es una reliquia de Jesús; es 2. La Eucaristía es además comunión, porque nos une a
Jesús, con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad. Cristo. En lugar de transformar el alimento en parte
No es casualidad que la espiritualidad del Corazón de de nuestro organismo, como ocurre con el resto de las
Cristo esté tan estrechamente vinculada a la Eucaristía. Las cosas que comemos, al recibirle es Jesús quien nos va
revelaciones recibidas por santa Margarita María de Alaco- transformando en Él. La comunión es un abrazo de amor
que tuvieron lugar en la Octava del Corpus Christi, fiesta por entre Cristo y el que comulga mucho más fuerte que el
excelencia de la Eucaristía. Además, el Sagrado Corazón le abrazo de los esposos. Una sola comunión recibida con
pidió la Hora Santa, una hora de Adoración eucarística que amor es una alegría grande para el Señor y puede servir
Margarita tenía que ofrecer los jueves a las once de la noche, para reparar el daño que le hemos causado en otros
como expresión de amor a Cristo Eucaristía, que a esa hora momentos de nuestra vida (hablaremos más delante
vivió el tormento de Getsemaní en la noche de la pasión. de la comunión reparadora).
Otra de las promesas que recibió santa Margarita hacía una 3. Además, comulgar nos une a todos los que comulgan,
referencia explícita a la Eucaristía: la de que quien reciba la es decir, a toda la Iglesia. Fortalece nuestra unión con

191   San Agustín, Las Confesiones (Gredos, Madrid 2010), libro X, n.º 38.
los católicos de todos los continentes, con el Papa, con

96 97
los misioneros, con las religiosas contemplativas… La 4. ¿PUEDO TENER A JESUCRISTO COMO AMIGO?
comunión hace de todos los cristianos un solo cuerpo.
Por eso, asistir a misa en familia ayuda mucho a que Conocer mejor a Jesucristo
nos mantengamos unidos; Jesús estrecha aún más
Jesucristo vive hoy, se le puede conocer, tiene Corazón y
los lazos de cariño de los padres, hermanos y amigos
nos quiere. Podemos hacernos amigos suyos. Vamos a
que comulgan juntos.
ver cómo.
4. La Eucaristía es también sacrificio. Un niño le preguntó El Evangelio permite conocer la personalidad de Jesús: su
una vez a su catequista: «Vale, la Eucaristía es Jesús, modo de actuar, su forma de hablar, su capacidad de reac-
pero, ¿qué está haciendo allí? ¿Está despierto, está dur- cionar ante los contratiempos, su manera de tratar a amigos
miendo?». Jesús respondió a esta pregunta en la Última y enemigos, su sensibilidad, sus prioridades, lo que le gusta
Cena: «Esto es mi cuerpo entregado por vosotros; esta y lo que le hace sufrir… Con la ayuda de Dios, el Evangelio
es mi sangre derramada por vosotros»192. Esto significa nos permite adentrarnos en la forma de ser de Jesús y tam-
que en la Eucaristía se hace presente Jesús crucificado bién en su Corazón. La Eucaristía, por su parte, nos permite
porque fue en la cruz donde Jesús derramó su sangre y ser uno con Jesús. Así pues, comunión y oración, Eucaristía
entregó su cuerpo. Decimos que la Eucaristía es sacrifi- y Evangelio, nos ayudan juntos. Los santos han cultivado
cio porque en ella Jesús no está quieto, pasivo, sino en- con estos medios una amistad sólida con Jesucristo y han
tregando la vida, dándose como sacrificio por nosotros establecido con Él un trato habitual, íntimo y afectuoso.
para el perdón de los pecados como el Viernes Santo en Aunque la Iglesia no obliga a ir a misa más que el domin-
el Calvario. Nosotros también podemos entregarnos en go y los días de precepto, y tampoco es obligatorio comulgar
la misa con Cristo al Padre. Si al ir a misa le decimos a más que una vez al año, en Pascua de Resurrección, para
Jesús que queremos darnos como Él, que queremos que cultivar la amistad con Jesús no conviene quedarnos en lo
nuestra vida sirva como la suya, y en la patena donde mínimo. Con la vida espiritual ocurre como con el tiro con
se pone el pan nos ponemos también espiritualmente arco: para que la flecha termine dando en la diana no hay
nosotros con lo que somos y tenemos, al transformarse que apuntar a la diana, sino más alto. Si queremos conocer
el pan en el Cuerpo de Cristo y ofrecerse al Padre, nues- más y mejor a Jesús, leer (o escuchar) alguna página del
tra vida también será ofrecida con la de Cristo al Padre. Evangelio cada día puede ser un excelente medio. En reali-
Y así, nuestra entrega será un sacrificio. dad, no es pesado ni difícil. Podemos tomar la Biblia y leer
algún pasaje de los Evangelios, o leer el Evangelio del día
192   Cf. Lc 22, 19-20.

98 99
en una aplicación o en un libro, o ir a misa y escuchar con domingo? No pasa nada, mejor tres días a la semana que
atención mientras el sacerdote lee el Evangelio… solo el domingo193.
Al leer el Evangelio puede ayudarnos pensar qué nos
dice esto sobre Jesús. No se trata de darle muchas vueltas a Querer más a Jesucristo
otros temas menos importantes, como qué tenemos que Crecer en amistad con el Señor significa tratarle mejor, ser
hacer para parecernos a Jesús (la moral) o a quién le vendría cada vez más buenos, quererle cada día más. Llegamos a
bien leerse y aplicarse lo que enseña ese Evangelio (juz- un asunto que tiene mucha importancia. Actualmente hay
gar a los demás), etc. Ante un pasaje concreto, lo mejor es gente que no entiende verdaderamente en qué consiste el
preguntarse: amor. Dietrich von Hildebrand, un filósofo y teólogo ale-
• ¿Qué me enseña este pasaje sobre cómo es Jesucris- mán del siglo XX, explicó acertadamente que el amor es
to? Es decir, ¿qué hace Jesús?, ¿qué dice, por qué actúa una realidad compleja que no tiene una definición fácil. El
de esa manera?, ¿cómo mira a los demás personajes?, amor, según este autor, contiene al menos tres aspectos: la
¿qué piensa sobre ellos?, ¿cuánto los quiere…? emoción-sentimiento, la voluntad y el corazón.

• Y con esto, ¿qué me quiere decir a mí en el momento 1. El amor es, en primer lugar, emoción o sentimiento. Ese
en que me encuentro? es el ingrediente más simple, menos elaborado, más básico.
Es lo que siente un adolescente que se enamora por primera
Si lo hacemos así, disfrutaremos más de la lectura, porque
vez: le late con fuerza el corazón, se pone colorado cuando ve
podremos meternos en la escena y captar muchos detalles
a la otra persona, sueña con ella… También eso les pasa a mu-
escondidos en las palabras. En pocos días nos quedaremos
chas personas con el Señor al inicio de su vida espiritual: un
sorprendidos al descubrir la generosidad del Señor, su pa-
campamento, una peregrinación o un retiro pueden remover
ciencia, su sentido del humor, su obediencia al Padre… Así
interiormente a una persona, hacerla reír o llorar, sentir cerca a
le conoceremos mejor, de un modo más personal, y nos
Jesús y sentir amor hacia Él. Pero el amor no es solamente eso,
acostumbraremos a conversar con Él. La Palabra de Dios
ni este elemento es el más importante. En las parejas que se
es lugar de encuentro con Él. Y contemplar al Señor en su
aman, la emoción puede ir decreciendo con los años. El atrac-
Palabra va transformándonos por dentro.
tivo físico y la pasión no suelen ser las mismas con 70 años que
Si puedes, comulga con frecuencia. Si es cada día en misa,
mejor que mejor. ¿Solo puedes martes y jueves, además del 193   Solamente hacen falta dos cosas para recibir la comunión: estar en gra-
cia (o sea, no haber cometido pecado mortal desde la última confesión); y
haber guardado ayuno una hora. Las personas que no estén bautizadas o que
no hayan recibido nunca la primera comunión, antes tienen que pedir en una
parroquia que les ayuden a prepararse bien.

100 101
con 25… Pero no pasa nada, porque este elemento del amor Eso ocurre de forma parecida entre cada uno de nosotros
no es el único ni el más relevante. Lo mismo ocurre con el Se- y el Señor. Vamos conociendo a Jesucristo progresivamen-
ñor. Quizá cuando un converso sale de un retiro de Emaús o te ―unos han tenido la suerte de ser amigos suyos desde
de un Cursillo de Cristiandad, lleva una impresión muy viva en niños, otros se han convertido en la edad adulta―, y asumi-
su alma, una conmoción sensible muy fuerte. No es extraño mos con naturalidad que esa amistad nos va comprometien-
que, cuando pasen 10 o 20 años, «sienta» menos emociones do. Descubrimos que Él nos espera en misa cada domingo,
religiosas, pero ojalá conozca mejor y ame más a Dios. que desea perdonarnos en la confesión, que no debemos
ofenderle como no se debe hacer daño a un amigo, etc. Los
2. En segundo lugar, el amor también significa voluntad de
que van avanzando en la vida espiritual pueden notar que
darse a alguien. La voluntad es el compromiso, la determina-
Jesús les pide más: más entrega, más compromiso, más fi-
ción. Es imprescindible en el amor, porque hace falta decidirse
delidad, más pasos interiores en esa amistad… Todo esto
para querer a alguien. Una amistad o una relación no suelen
es la dimensión de la voluntad en el amor, que tiene mucha
comenzar de esta manera, sino que poco a poco se van dando
importancia. Cuando alguien no es fiel a los compromisos
pasos de compromiso. Imaginemos a una pareja en la que am-
que adquiere, eso lesiona la amistad.
bos se enamoraron a los 17 años y comenzaron quedando los
fines de semana con un grupo de amigos. Más tarde, salieron 3. Hildebrand denominaba al tercer aspecto del amor el co-
ellos solos en alguna ocasión. Sin darse cuenta, empezaron a razón, pero también podemos llamarlo de otra manera: cariño,
tener entre ellos una confianza que no tenían con otras per- interés por una persona, ternura, afecto… ¿En qué se distingue
sonas: se contaban más cosas que al resto de los amigos, se de la emoción y de la voluntad? Esta dimensión del afecto es
guardaban los secretos, hacían planes de futuro que solo ellos más profunda que la emoción (alguien podría «sentirse» ena-
conocían… No es extraño que, después de un tiempo, quisie- morado de personas distintas el mismo mes, pero nadie cambia
ran presentarse a las respectivas familias porque ya estaban de amigos cada dos por tres), y no se decide tan libremen-
unidos, compenetrados y comprometidos. Cuando llegaron a te como las determinaciones de la voluntad. Una enfermera
la boda, años después, el matrimonio fue el signo externo de puede comprometerse a cuidar ejemplarmente a diario a sus
un compromiso que había ido creciendo anteriormente y que, pacientes (eso es la voluntad), pero a su propio padre lo quie-
al llegar ese momento, ya era definitivo y exclusivo. Todos esos re con un cariño que es distinto al que muestra a todos en el
pasos que fueron dando paulatinamente durante años, y que hospital (eso es afecto).
seguramente no quedaron escritos en ningún sitio, formaban ¿Cómo podemos entender entonces el afecto? Aunque no
parte de su amor como un ingrediente esencial. es una fórmula perfecta, es como «el poso» que queda en
nuestro interior hacia una persona con la que compartimos

102 103
muchas cosas. Es el espacio interior que alguien va ganándo- para la conversión del Imperio romano. El Santo Padre afir-
se dentro de nosotros, como la huella que queda después de ma que en Él debemos poner todas nuestras esperanzas:
haber gozado juntos, sufrido, trabajado, vivido con alguien «En la época en que la Iglesia, aún próxima a sus orígenes,
que se ha convertido en relevante para nosotros. Por eso es estaba oprimida bajo el yugo de los Césares, un joven em-
comprensible que un matrimonio de ancianos pueda estar perador percibió en el cielo una cruz que anunciaba y que
más unido que una pareja de novios, porque tienen una his- preparaba una magnífica y próxima victoria. Hoy, tenemos
toria y un bagaje común que les hacen vivir interiormente el aquí otro emblema bendito y divino que se ofrece a nues-
uno en el otro. Sin despreciar las otras dos, esta faceta del tros ojos: Es el Corazón Sacratísimo de Jesús, sobre el que
afecto es la más importante en las relaciones personales y se levanta la cruz, y que brilla con un magnífico resplandor
es la que configura las amistades más sólidas y profundas. rodeado de llamas. En él debemos poner todas nuestras es-
peranzas; tenemos que pedirle y esperar de él la salvación
5. ¿TIENE ACTUALIDAD LA DEVOCIÓN AL SAGRADO
de los hombres»194.
CORAZÓN?
Su sucesor, el papa san Pío X, dispuso en 1906 que la con-
Dicho esto, conviene saber hasta qué punto el Corazón sagración realizada por el papa León XIII debía ser renovada
de Cristo debe ser una prioridad para los católicos en este todos los años. Posteriormente, el papa Pío XI se refirió al
momento histórico. ¿Qué han dicho los papas más recien- Corazón de Cristo en las encíclicas Quas primas y Miseren-
tes? ¿No es una devoción ya antigua? ¿No parece que hoy tissimus Redemptor. En la última de las citadas, afirmaba:
hay problemas más urgentes, como las pandemias, la paz «¿No están acaso contenidos en esta forma de devoción el
mundial o la crisis energética? Sin ánimo de ser exhaustivos, compendio de toda la religión y aun la norma de vida más
vamos a citar algunas intervenciones del Magisterio de la perfecta, puesto que constituye el medio más suave de en-
Iglesia en la edad contemporánea, que pueden ayudarnos caminar las almas al profundo conocimiento de Cristo Señor
a comprender la importancia que la Iglesia concede a esta nuestro y el medio más eficaz que las mueve a amarle con
cuestión: más ardor y a imitarle con mayor fidelidad y eficacia?»195.
El papa León XIII escribió una encíclica sobre el Sagra- Unos años más tarde, el papa Pío XII trató de ella en las
do Corazón de Jesús, Annum Sacrum. Fue en los albores del encíclicas Summi Pontificatus y Haurietis aquas. Este último
siglo XX, en el año 1899, para anunciar la consagración de
todo el género humano al Corazón de Cristo. En este do- 194   León XIII, encíclica Annum Sacrum (1899), en: https://www.vatican.va/
content/leo-xiii/en/encyclicals/documents/hf_l-xiii_enc_25051899_annum-sa-
cumento decía que el Sagrado Corazón tiene para nuestro crum.html
195   Pío XI, encíclica Miserentissimus Redemptor, 8 mayo 1928: AAS 20
tiempo una semejanza análoga a la que tuvo la cruz de Cristo (1928), 167.

104 105
documento, que en el año 1956 entregó a la Iglesia, es otra para santificarla, purificándola mediante el baño del agua,
encíclica excelente cuyo título hace alusión a la profecía cum- en virtud de la palabra” (Ef 5, 25-26)»199.
plida en el Corazón de Cristo: «Sacaréis aguas con gozo de Más recientemente, el papa san Juan Pablo II habló en
la fuente de la salvación». En esa encíclica resuenan algunas varias ocasiones sobre el Corazón del Señor. En 1986 escri-
afirmaciones extraordinariamente relevantes: bió una carta al prepósito general de la Compañía de Jesús
en la que reiteraba la importancia de la espiritualidad del
• «La Iglesia siempre ha tenido y tiene en tan grande
Corazón de Cristo: «Junto al Corazón de Cristo, el corazón
estima el culto del Sacratísimo Corazón de Jesús: lo
del hombre aprende a conocer el sentido verdadero y úni-
fomenta y propaga entre todos los cristianos, y lo
co de su vida y de su destino, a comprender el valor de una
defiende»196.
vida auténticamente cristiana, a evitar ciertas perversiones
• «El culto al Sagrado Corazón se considera, en la prác-
del corazón humano, a unir el amor filial hacia Dios con el
tica, como la más completa profesión de la religión
amor al prójimo»200. El mismo papa, unos años después, con
cristiana»197.
motivo del tercer centenario de la muerte de santa Margari-
• «Exhortamos a todos nuestros hijos en Cristo a que
ta (22 de junio de 1990), escribió otra carta en la que decía:
practiquen con fervor esta devoción, así a los que
«Todos los relatos evangélicos deben ser releídos en esta
ya están acostumbrados a beber las aguas saluda-
perspectiva» (la del Corazón de Cristo). Además, en 1999
bles que brotan del Corazón del Redentor, como, so-
dedicó un mensaje al cumplirse el centenario de la consagra-
bre todo, a los que, como espectadores, desde lejos
ción realizada por León XIII, en el que decía: «También yo he
miran todavía con espíritu de curiosidad y hasta de
invitado muchas veces a mis hermanos en el episcopado, a
duda»198. 
los presbíteros, a los religiosos y a los fieles a cultivar en su
De igual modo, san Pablo VI, a la luz del Concilio Vaticano
vida las formas más genuinas del culto al Corazón de Cris-
II, habló de ella en la carta apostólica Investigabiles divitias
to». En este mismo mensaje recordó lo que a su vez había
Christi y en la carta Diserti interpretes del año 1965, e hizo
afirmado en 1994: «El hombre del año 2000 tiene necesidad
afirmaciones de gran trascendencia: «En efecto, la Iglesia
del Corazón de Cristo para conocer a Dios y para conocerse
nació del Corazón abierto del Redentor y de ese Corazón
a sí mismo; tiene necesidad de él para construir la civiliza-
se alimenta, ya que Cristo “se entregó a sí mismo por ella,
ción del amor»201.
196   Pío XII, encíclica Haurietis Aquas (1956), n.º 3, en: https://www.vatican. 199   San Pablo VI, carta Diserti interpretes, 25 de mayo de 1965.
va/content/pius-xii/es/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_15051956_hauri- 200   San Juan Pablo II, «Carta al prepósito general de la Compañía de Jesús», 5
etis-aquas.html. de octubre de 1986: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 19 de
197   Ibid., n.º 29. octubre de 1986, p. 4.
198   Ibid., n.º 32. 201   Id., «Catequesis durante la audiencia general del miércoles 8 de junio

106 107
Estas expresiones del magisterio pontificio deberían ser para muchas comunidades cristianas. Además, algunos san-
suficientes para darnos cuenta de que la Iglesia ve en el tos contemporáneos cuentan que el Sagrado Corazón ha
presente la importancia y actualidad del Corazón de Cristo. sido muy relevante en su vida. Así, por ejemplo, santa Teresa
Pero, por si fueran pocas, podemos añadir otras más recien- de Calcuta, san Manuel González, san José María Rubio, san
tes. El papa Benedicto XVI comenzó su ministerio petrino Carlos de Foucauld, santa Maravillas de Jesús, o san Josema-
con una encíclica programática de su pontificado llamada ría Escrivá, quien dijo en una homilía:
Deus caritas est («Dios es amor»), en la que hizo numero- «Las reflexiones que acabo de hacer, están provocadas
sas alusiones al Corazón de Cristo, y donde llegó a afirmar: por algunos comentarios sobre una supuesta crisis en la de-
«Poner la mirada en el Corazón traspasado de Cristo ayuda voción al Sagrado Corazón de Jesús. No hay tal crisis; la ver-
a entender el punto de partida de esta encíclica. Es allí, en dadera devoción ha sido y es actualmente una actitud viva,
la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a partir llena de sentido humano y de sentido sobrenatural. Sus fru-
de ahí definir ahora qué es el amor. Y desde esa mirada, el tos han sido y siguen siendo frutos sabrosos de conversión,
cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amor». de entrega, de cumplimiento de la voluntad de Dios, de pe-
Como puede advertirse, para Benedicto XVI el Corazón de netración amorosa en los misterios de la Redención»202.
Cristo es la clave que permite entender el misterio de Dios,
el amor y la orientación que ha de tener la vida cristiana.
Por último, el papa Francisco, que celebra cada año el
Sagrado Corazón con gran devoción, en un viaje que realizó
en 2015 a Ecuador alabó que esta nación se hubiera consa-
grado al Corazón de Cristo: «Toda su riqueza espiritual (la
de Ecuador) viene de haber tenido la valentía de consagrar
la nación al Sagrado Corazón de Jesús». ¿Quién dudará, des-
pués de estos testimonios, de la relevancia que la Iglesia
atribuye al Corazón de Cristo, precisamente en estos últi-
mos tiempos?
La actualidad de la espiritualidad del Corazón de Cristo
puede notarse también en la importancia que sigue teniendo

202   San Josemaría, «Homilía en la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús» (junio
de 1994», n. 2: L'Osservatore Romano, edición en lengua española, 10 de junio de 1966), en: https://opusdei.org/es-es/article/el-corazon-de-cristo-paz-de-
de 1994, p. 3. los-cristianos/

108 109
Capítulo 5

LA ESPIRITUALIDAD DEL CORAZÓN


DE CRISTO

A lo largo de estas páginas hemos definido qué es el Cora-


zón de Jesús y hemos tratado de ver cómo es el Señor a la
luz del Evangelio. Hemos hablado de lo cerca que está de
nosotros y de cómo podemos ser amigos suyos. Además,
hemos analizado en qué consiste el verdadero amor, que no
es solo sentir emociones o comprometerse a hacer cosas,
sino también crecer en el afecto.
Ahora vamos a presentar algunas formas de querer más
a Jesucristo, que son expresiones de lo que llamamos la
espiritualidad del Corazón de Cristo, es decir, expresiones o
demostraciones de cariño al Señor.

1. CONFIAR EN ÉL

Consiste en vivir la devoción al Corazón de Jesús esperán-


dolo todo de Jesucristo, de quien sabemos que nos ama con
amor infinito. En la vida tenemos incertidumbres y contra-
tiempos: enfermedades, disgustos, problemas económicos
o laborales, tensiones, etc., y corremos el riesgo de quedar
paralizados por el miedo. Todos necesitamos encontrar algo
o a alguien que nos dé seguridad. Hay personas que intentan

111
comprar su tranquilidad ganando mucho dinero; otros po- difícil y pensemos que preferiríamos tenerlo todo controla-
nen la esperanza en su formación académica, y piensan do nosotros, al menos intentémoslo. Como dice Monseñor
que les ayudará a conseguir el éxito profesional. Algunos José Ignacio Munilla: «Dios existe y no eres tú. Relájate».
tejen una red de contactos —familia, amigos, socios, com- No pretendamos dominar todos los asuntos ni controlar
pañeros— con la ilusión de que así no estarán solos cuan- el futuro. En lugar de eso, pongamos nuestra confianza en
do vengan los problemas… Pero todos descubrimos que, al Dios, que es muy bueno, y confiemos en su amor infinito y
final, nada de este mundo puede garantizar plenamente la en su Corazón.
seguridad. Conocemos demasiadas personas a las que un Así lo expresaba san Claudio de La Colombière: «Dios
accidente, una enfermedad imprevista o un golpe de mala mío, estoy tan persuadido de que veláis sobre todos los que
suerte les han alterado todos los planes. en Vos esperan y de que nada puede faltar a quien de Vos
Solo Dios puede controlar los acontecimientos y proveer- aguarda todas las cosas, que he resuelto vivir en adelante sin
nos de todo lo que necesitamos; por eso decimos que es cuidado alguno, descargando sobre Vos todas mis inquietu-
providente. Dios tiene un designio de amor para cada per- des. Dormiré en paz y descansaré; porque Tú, ¡oh Señor!, y
sona. No es lo mismo vivir pensando que todo depende de solo Tú, has asegurado mi esperanza. Los hombres pueden
mí mismo que saber que Dios está conmigo siempre y que despojarme de los bienes y de la reputación; las enfermeda-
no se me cae ni un pelo de la cabeza sin que Él lo sepa. Él des pueden quitarme las fuerzas y los medios de serviros; yo
conoce hasta los pensamientos y los sentimientos más ocul- mismo puedo perder vuestra gracia por el pecado; pero no
tos de mi corazón y me comprende. Él, que lo puede todo, perderé mi esperanza; la conservaré hasta el último instante
no va a permitir nada de lo que no pueda obtener un bien de mi vida y serán inútiles todos los esfuerzos de los demo-
para mí, aunque a primera vista, con ojos humanos, parez- nios del infierno para arrancármela. Dormiré y descansaré
ca un mal. No va a admitir nada que no esté previsto para en paz. Que otros esperen su felicidad de su riqueza o de
mí desde toda la eternidad para que yo pueda ser feliz, ser sus talentos; que se apoyen sobre la inocencia de su vida,
santo y llegar al cielo. o sobre el rigor de su penitencia, o sobre el número de sus
Dios es el Amigo que nunca falla. No hay mayor segu- buenas obras, o sobre el fervor de sus oraciones. En cuanto
ridad que esa. Ante el Corazón de Jesús, que «me amó y a mí, Señor, toda mi confianza es mi confianza misma (…). A
se entregó por mí» , solo me sale decir: «Jesús, confío en
203
nadie engañó esta confianza. Ninguno de los que han espe-
ti» o, como se dice tradicionalmente, «Sagrado Corazón de rado en el Señor ha quedado frustrado en su confianza (…).
Jesús, en vos confío». Aunque al principio pueda parecer En fin, estoy seguro de que no puedo esperar con exceso
de Vos y de que conseguiré todo lo que hubiere esperado
203   Gál 2, 20.

112 113
de Vos. Así, espero que me sostendréis en las más rápidas vamos a emplearlo en amarle y servirle, renunciando a vivir
y resbaladizas pendientes, que me fortaleceréis contra los para nosotros mismos y viviendo para Él y para ayudar a los
más violentos asaltos y que haréis triunfar mi flaqueza so- que Él ha puesto a nuestro lado. La consagración, además,
bre mis más formidables enemigos. Espero que me amaréis consiste en hacerle entrega de lo que somos y de lo que te-
siempre y que yo os amaré sin interrupción; y para llevar de nemos, aceptando que Jesús pueda disponer de nosotros y
una vez toda mi esperanza tan lejos como puedo llevarla, os de nuestras cosas: de nuestra salud, de nuestras cualidades,
espero a Vos mismo de Vos mismo, ¡oh Creador mío!, para de nuestros bienes materiales, de todo lo nuestro.
el tiempo y para la eternidad. Así sea» . 204
Muchas personas se consagran cada año al Sagrado Co-
La venerable Madre María Félix, fundadora de la Compa- razón de Jesús. Consagrarse al Corazón de Jesús es sumer-
ñía del Salvador y creadora de los colegios Mater Salvatoris, girse en su Corazón y dejarse modelar por el amor divino. Es
expresaba así su confianza plena en el Señor: «Me sobrecoge entronizar a Cristo en nuestro corazón, dejar que gobierne,
un sentimiento de maravilla y de confianza amorosísima en guíe y dirija nuestra vida. Es dejar, conscientemente y por
Él cuando pienso que ―por no separarse de los que aquí propia voluntad, que su Corazón sea el nuestro. En el Cerro
abajo hemos de ser una misma cosa con Él― quiere acompa- de los Ángeles, por ejemplo, hay personas que cada año se
ñar abatido, humillado y desconocido nuestro abatimiento, preparan durante meses con lecturas, encuentros de forma-
humillación y destierro» . 205
ción y charlas, y formalizan esta entrega coincidiendo con la
solemnidad del Sagrado Corazón.
2. CONSAGRARNOS A ÉL También pueden consagrarse las familias. La familia no
Consagrarse al Sagrado Corazón de Jesús consiste en en- es un invento humano. Estaba en el plan de Dios desde la
tregarle todo y del todo. Podemos regalarle a Jesucristo, en creación del hombre, tal como vemos en el relato del Géne-
primer lugar, nuestro pasado, aceptando nuestra historia sis: «Por eso abandonará el varón a su padre y a su madre,
tal como ha sido, agradeciendo todo lo bueno que nos ha se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne»206. Y les
pasado y pidiendo perdón por lo que no hemos hecho bien. dijo Dios: «Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra»207.
Y también nuestro futuro, confiando en que Él cuidará de El proyecto que Dios tiene para la familia es que sea un es-
nosotros con su amor providente y nada tendremos que te- pacio donde, a través de las relaciones que se establecen
mer. Le regalamos nuestro presente cuando decidimos que entre todos sus miembros, podamos descubrir y percibir el
amor que Él nos tiene.

204   San Claudio de la Colombière, Conclusión del discurso 682, en: Butler, Vidas
de los Santos, vol. IV, p. 215. 206   Gén 2, 24.
205   Venerable M. María Félix, Pensamiento n. 144, Ejercicios Espirituales, 1950. 207   Gén 1, 28.

114 115
La falta de amor desinteresado es la principal causa de las El modo más habitual de consagrar la familia es adquirir
heridas afectivas. Sufrimos por no sentirnos amados y por una imagen del Corazón de Jesús y pedir a un sacerdote que
no saber amar. El mejor lugar para solucionar este problema vaya a casa, bendiga esa imagen y esté presente mientras
es el seno de una familia donde reina el Corazón de Jesús, toda la familia reza su oración de consagración. A esta cos-
una familia en la que nos sentimos amados y aprendemos tumbre le llamamos también entronización cuando la imagen
a amar. Porque es en el seno de la familia donde aprende- que se coloca en casa es la de Jesús sentado en un trono.
mos a compartir, a sacrificarnos por los demás, a amar a los Desde el día de la consagración, queremos que Jesús sea el
demás por sí mismos a pesar de sus defectos y limitaciones, Rey de nuestra familia, que cumplamos siempre su voluntad
a dar ánimo cuando vemos que al otro le falta, a cuidar al y Él pueda encontrarse a gusto en ella.
más débil... La familia es la escuela del corazón, y por eso el También se pueden consagrar parroquias, diócesis y
Corazón de Jesús tiene tanto que decir a las familias. Hacen naciones al Corazón de Jesús. España fue consagrada en
falta familias fuertes, porque un individuo solo y aislado no el año 1919, cuando el rey Alfonso XIII, al que se unieron
puede nada ante el resto de la sociedad. El individualismo, espiritualmente millones de compatriotas, hizo entrega al
la soledad y la desvinculación nos hacen más vulnerables y Señor de nuestra nación, agradeciéndole nuestro pasado y
manipulables. Por el contrario, los vínculos nos fortalecen comprometiéndonos con Él para el futuro.
y nos dan seguridad.
Dios da tanta importancia a la institución familiar que, 3. IDENTIFICARNOS CON ÉL. UN CORAZÓN NUEVO
cuando Jesús vino a este mundo, quiso hacerlo en una fami- En el primer capítulo nos preguntábamos por nuestro propio
lia humana. De ese modo nos ofreció un modelo concreto corazón y llegábamos a la conclusión de que teníamos un
al que poder imitar. Por eso, consagrar nuestras familias problema: sufríamos una especie de cardiopatía hereditaria
al Corazón de Jesús es procurar reproducir en ellas lo que causada por el pecado original. Pero terminábamos con un
Jesús vivió en el hogar de Nazaret, con María y José. Es el mensaje de esperanza, ya que el mismo Dios nos prometió
compromiso de los miembros que las componen de amarse un Redentor y nos entregó a su propio Hijo. En su Corazón,
y respetarse. Es el lugar donde el Corazón de Jesús puede Dios ha cumplido sus promesas. Sin embargo, podemos
encontrar su descanso, ser bienvenido y compartir nuestra pensar: «En el Corazón de Jesús contemplo el ideal de un
mesa. Por eso debemos ponerlas bajo su protección, para corazón sano y ordenado, pero ¿y el mío? ¿De qué manera
que el amor que brota de su Corazón sea el nudo que man- el divino Corazón se convierte en fuente de mi salud?». Va-
tenga unidos en la caridad a todos sus miembros. yamos por partes.

116 117
Ser cristiano es ser discípulo de Cristo. A medida que No es que Jesucristo vaya a anular nuestra personalidad o
uno va creciendo en la amistad con Él, va descubriendo que que vayamos a perder toda la belleza que Dios ha puesto en
la perfección humana solo existe plenamente en Él, en su nosotros. ¡Es algo mucho mejor! Es que nosotros, sin dejar
Corazón. Nadie nos ama como Él, nadie es tan bueno como de ser nosotros mismos, comenzaremos a vivir con la alegría
Él, ningún héroe antiguo o moderno es tan total y profun- de Jesús, con la paciencia de Jesús, con el cariño de Jesús… En
damente humano como Él. Estar con Cristo nos hace cons- una palabra, con un corazón como el Corazón de Cristo.
cientes de la diferencia que hay entre Él y nosotros, entre su Tomás de Kempis escribió en el siglo XV la Imitación de
generosidad y nuestro egoísmo, entre su obediencia al Padre Cristo, un libro de fácil lectura que ha ayudado a muchos san-
y nuestro corazón caprichoso. Por eso Jesús nos sugiere en tos en esta tarea preciosa de irse configurando con Cristo.
el Evangelio que lo tomemos como modelo: «Aprended de Ofrece consejos, recomendaciones y oraciones para pare-
mí, que soy manso y humilde de Corazón, y encontraréis cernos más a Jesucristo, para llegar a ser, con la gracia de
vuestro descanso» .208
Dios, como Él es.
Hemos encontrado en Jesucristo el modelo perfecto. He- En el tercer capítulo hemos leído las bienaventuranzas
mos descubierto en Él la plenitud y miramos su Corazón no considerándolas una descripción de los rasgos y aspectos del
solo con agradecimiento, sino también con deseos de ser Corazón de Jesús. Ahora podemos volver a leerlas como una
como Él. Eso es la moral cristiana, que no es meramente hoja de ruta que el Señor nos ofrece, un plan, un proyecto
cumplir normas o leyes que alguien ha mandado, sino vivir de vida, una forma de vivir que nos asemeja a Él y llena de
con Jesús y como Jesús. La amistad con Jesucristo nos per- alegría a quien las practica. Procura pensar a diario: ¿qué
mite ir conociendo con mayor profundidad los rasgos de su quiere el Señor de mí en esta circunstancia?, ¿quiere esto
personalidad, y cómo son sus actitudes, sus sentimientos y Jesús?, ¿le agrada al Señor que me entretenga con esto otro?,
comportamientos. Nos vamos aficionando a Él, nos encari- ¿cómo quiere Él que trate a esta persona?, ¿cómo te gustaría
ñamos con Él, y Él va obrando en nuestro interior un milagro: que realice esta tarea que tengo entre manos, Jesús?, ¿qué
nuestra transformación interior a imagen de su Corazón. Eso quieres que responda a esto que me han dicho?
es identificarnos con Él. Así, nuestra identidad se va configu- Los santos son personas tan identificadas con Cristo que
rando a semejanza de la suya y nos vamos pareciendo cada viven las virtudes de Jesús con naturalidad, con esponta-
vez más a Él, hasta poder decir como san Pablo: «Ya no vivo neidad, y de manera extraordinaria. La caridad de Madre
yo, es Cristo quien vive en mí» .
209
Teresa de Calcuta, la generosidad de san Francisco Javier,
la pureza de santa María Goretti, son la misma santidad de
208   Mt 11, 29. Dios hecha vida en el corazón de estas personas. Los santos
209   Gál 2, 20.

118 119
llegan a ver la realidad con la misma mirada del Señor: el […]. Todas nuestras justicias tienen manchas a tus ojos. Por
mundo que les rodea, las circunstancias que les toca vivir, eso, yo quiero revestirme de tu propia Justicia y recibir de tu
los problemas que les hacen sufrir, las alegrías… Aprenden Amor la posesión eterna de ti mismo […]»211.
a ver todo como lo Él lo ve, y eso les lleva a sentir lo mismo Dios nos ha prometido esa transformación del corazón
que siente Él. La Madre María Félix lo expresaba así: «Cum- desde el Antiguo Testamento. A través del profeta Ezequiel
plir mi misión con los sentimientos del Corazón de Cristo y dijo: «Les daré un solo corazón y pondré un espíritu nue-
sentirlos en hondura, aquí y ahora y siempre» . 210
vo dentro de ellos. Y arrancaré de su carne el corazón de
Ser santo es formidable, pero más formidable aún es piedra y les daré un corazón de carne»212. También dice:
que esté a nuestro alcance. A medida que nos hacemos «Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará:
más amigos del Señor, «más de Cristo», Él va regalándonos de todas vuestras inmundicias e idolatrías os he de purifi-
su santidad para que sea también la nuestra. Si le dejamos, car; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu
Él tiene un plan de santidad pensado específicamente para nuevo; arrancaré de vuestra carne el corazón de piedra,
nosotros. Llegar a eso supera lo que podemos alcanzar con y os daré un corazón de carne. Os infundiré mi espíritu,
nuestras solas fuerzas. Una persona que padece una car- y haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis
diopatía no puede sanar únicamente por desearlo o por y cumpláis mis mandatos»213. Y Jeremías indica algo en la
observar el corazón de un hombre sano e intentar imitarlo; misma dirección: «Pondré mi ley en su interior y la escribiré
lo que necesita es una operación quirúrgica o incluso un en sus corazones»214.
trasplante de corazón. Todas estas profecías contienen la promesa de un cora-
Pues bien, nosotros también estábamos necesitados zón nuevo en el que llevaremos inscrita la ley del Señor: los
de un «trasplante» de corazón. Santa Teresita de Lisieux lo mandamientos. No serán muchos corazones —uno para
expresó muy gráficamente en su acto de ofrenda al Amor cada uno de nosotros—, sino un solo Corazón: el mismo para
Misericordioso: «Deseo cumplir perfectamente tu voluntad todos. Porque tu corazón y el mío han de ser el Corazón
y alcanzar el grado de gloria que Tú me has preparado en de Jesús.
tu reino. En una palabra, quiero ser santa. Pero siento mi Los mandamientos son, por así decirlo, el manual de ins-
impotencia y te pido, Dios mío, que seas Tú mismo mi san- trucciones de nuestro corazón. El Corazón de Cristo no es
tidad. […] Si por debilidad caigo alguna vez, que tu mirada solo un corazón humano que ha cumplido con perfección
divina purifique enseguida mi alma, consumiendo todas mis 211   Santa Teresa de Lisieux, Obras Completas (Monte Carmelo, Burgos 1994),
imperfecciones, como el fuego que todo lo transforma en sí 812-813.
212   Ez 11, 19.
213   Ez 36, 25ss.
210   Venerable M. María Félix, Pensamiento n. 88, Ejercicios Espirituales, 1988. 214   Jer 31, 33.

120 121
los mandamientos; Él no se cansa de ofrecernos su gracia No podían viajar ni trabajar en la evangelización, y sus días
para que también nosotros podamos cumplirlos. Todos los estaban llenos de horas de oración, de tareas humildes y
bautizados ya hemos comenzado a recibir el «agua pura de clases. Pensaban en su ordenación sacerdotal como una
que nos purificará» a través del bautismo y de los demás meta lejana y podían caer en la tentación de considerar lo
sacramentos. Por tanto, la tarea de nuestra santificación ya que hacían en el noviciado como una pérdida de tiempo.
ha empezado. Lo que nosotros podemos poner de nuestra El padre Gautrelet les propuso un plan que les ayudó a dar
parte es conocernos a nosotros mismos, conocer su Cora- sentido a las tareas que tenían entre manos. El 3 de diciem-
zón y procurar hacer nuestros sus sentimientos. Es cierto bre de 1844, fiesta de san Francisco Javier, les explicó que
que es Jesús quien lo tiene que llevar a cabo, pero nosotros este santo había entregado su vida siguiendo a Jesucristo
podemos aumentar nuestra unión con Él a través de una y que pasó muchos sufrimientos ofrecidos por amor a Él.
vida de oración y de frecuencia de sacramentos. Hoy, añadió, les tocaba a ellos, novicios de la Compañía de
Así pues, la espiritualidad del Corazón de Jesús no con- Jesús, realizar esa misión cristiana, pero en las circunstancias
siste en sentir emoción ante el amor de Dios manifestado que les tocaba vivir. Era la misma misión y requería la mis-
en Cristo. Es un proyecto de Dios para que vivamos con Él y ma generosidad. Les invitaba a ser misioneros mediante el
como Él, para hacernos suyos y semejantes a Él. ofrecimiento a Dios de todo lo que hacían, cumpliendo bien
sus obligaciones de cada día con un fin apostólico: estudio,
4. APOSTOLADO DE LA ORACIÓN Y OFRECIMIENTO tareas domésticas, descanso, sufrimientos, etc. Se trataba
DE OBRAS de ser misionero sin necesidad de salir de casa, colaborando
con la extensión del Reino de Cristo aquí y ahora.
Los novicios de Vals
Uno de los jóvenes que escuchó la instrucción fue Henri
El Apostolado de la Oración nació en 1844 en Vals (Fran- Ramière, que organizó años más tarde esta forma de coo-
cia), en una casa de formación de jóvenes jesuitas. El padre perar con Cristo, dotándola de fundamento teológico con
Gautrelet, director espiritual de dichos jóvenes, les propuso sus escritos215 y dándole una estructura organizativa. A su
una manera de ser misioneros en sus vidas corrientes, ofre- muerte, en 1883, el Apostolado de la Oración estaba ya ex-
ciendo a Cristo todo lo que hacían a diario. Para los novicios tendido en 35 000 centros y tenía más de 13 millones de
era un gozo escuchar a los misioneros que les contaban socios en países de todo el mundo.
sus hazañas apostólicas en territorios de misión; pero, si- 215   Cf. H. Ramière – P. Suñer, Apostolado de la Oración (Tradere, Madrid 2011);
multáneamente, pensar en esas proezas les hacía desani- H. Ramière, Corazón de Jesús y la divinización del cristianismo (Scire, Barcelona
2004); H. Ramière – E. Palomar Maldonado, El reino de Jesucristo en la historia. Cur-
marse ante la realidad tediosa de su vida de estudiantes. so de teología de la historia (Tradere, Madrid 2009); H. Ramière, Las esperanzas
de la Iglesia (Cristiandad, Barcelona 1962).

122 123
El Apostolado de la Oración no es un grupo ni un mo- Jesús llevó una vida normal durante treinta años, pasando
vimiento eclesial; más bien contribuye a recordarnos que inadvertido en un taller de carpintero de un pequeño pueblo,
todos podemos y debemos colaborar con Cristo en la salva- ofreciéndole todo al Padre, y así nos estaba salvando. Su
ción del mundo. Difunde la devoción al Sagrado Corazón de vida fue una pura ofrenda. ¿Cómo podemos hacer nosotros
Jesús y distribuye unas hojitas mensuales con las intenciones lo mismo? ¿Cómo podemos convertir nuestra vida en una
señaladas por el Papa que sirven para rezar especialmente ofrenda? Basta con un movimiento del corazón. Es tan sen-
cada mes, uniéndonos a esas intenciones 216
. Fue denomi- cillo como decir todas las mañanas al levantarnos: «¡Señor,
nado como «Internacional de la intercesión apostólica» por hoy todo por ti!». Y si nos acordamos de ir renovando esa
quien fue prepósito general de la Compañía de Jesús .  217
ofrenda a lo largo del día o cada vez que emprendamos una
nueva actividad, mejor que mejor.
La vida no se tira
Una fórmula
Un modo práctico y sencillo de vivir la espiritualidad del Co-
razón de Cristo es rezar y vivir el «Ofrecimiento de obras». Aunque con ese deseo de ofrecer todas nuestras obras y
Consiste en ofrecer cada día al Señor todo lo que hacemos: nuestra vida es suficiente, incluimos aquí la oración del ofre-
lo bueno y lo malo, las penas y las alegrías, nuestro trabajo cimiento de obras, que es un precioso compendio del Mis-
y nuestro descanso… Cuando estamos en gracia de Dios terio del Corazón de Cristo:
estamos unidos a Jesucristo, y todo lo que hacemos nos
Ven Espíritu Santo,
permite colaborar con Él en la salvación del mundo. Por eso,
inflama nuestros corazones en las ansias redentoras
lo que hacemos estando en gracia tiene un valor salvífico. Si del Corazón de Cristo
todo lo que hacemos lo vivimos unidos al Corazón de Jesús, para que ofrezcamos de veras nuestras personas y obras
ofreciéndolo y procurando que nos muevan sus mismos en unión con Él y por la redención del mundo.

sentimientos, se convierte en algo más valioso que el oro.


Señor mío y Dios mío Jesucristo,
No es necesario realizar cosas extraordinarias, sino hacer por el Corazón Inmaculado de María me consagro a tu Corazón
lo que tenemos que hacer —y que tendríamos que hacer y me ofrezco contigo al Padre en tu Santo Sacrificio del altar
de todos modos— ofreciéndoselo a Dios. con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy,
en reparación de nuestros pecados
y para que venga a nosotros tu Reino.
216   El papa Francisco constituyó en 2018 la Red Mundial de Oración del Papa
(apor) como obra pontificia, con sede legal en el Estado de la Ciudad del Vati-
cano y ha aprobado los nuevos Estatutos. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones,
217   P. Kolvenbach, Évolution historique de l’Apostolat de la Prière, Prier et servir, por nuestro obispo y sus intenciones,
octubre 1985, pp. 263-289.

124 125
por nuestro párroco y sus intenciones. Gálatas. Los mandamientos nos señalan lo que es bueno
para nosotros y Jesús nos entrega su Espíritu para que Él
Vamos a explicar algunas de las ideas expresadas en esta
nos capacite para cumplirlos libremente, de modo que no di-
oración, para comprenderla bien:
gamos solamente «debo hacer», sino «deseo hacer». Aquí se
Ven, Espíritu Santo cumplen esas profecías que hemos citado con anterioridad:
«Haré que caminéis según mis preceptos, y que guardéis y
El Espíritu Santo realiza nuestra identificación con el Cora-
cumpláis mis mandatos»220.
zón de Cristo, inflamándonos con sus mismos sentimientos.
Invocamos al Espíritu Santo al inicio de la oración para
Jesús prometió en numerosas ocasiones que nos enviaría
pedirle que venga a nosotros, que nos encienda interiormen-
al Espíritu Santo, hasta el punto de decir: «Sin embargo, os
te, y que nos haga tener las mismas «ansias redentoras» de
digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no
Jesús, es decir, su mismo deseo de salvar el mundo.
me voy, no vendrá a vosotros el Espíritu Santo. En cambio,
si me voy, os lo enviaré»218. Cumplió su promesa el día de Me consagro a tu Corazón
Pentecostés, cincuenta días después de su resurrección.
Después renovamos explícitamente la consagración al Cora-
En Pentecostés, los judíos celebraban la entrega de las
zón de Jesús: «Señor mío y Dios mío Jesucristo […] me con-
tablas de los diez mandamientos de Dios a Moisés en el
sagro a tu Corazón». Nos entregamos a Jesús y, con Jesús,
monte Sinaí. En aquel momento, Dios les hizo un regalo
al Padre. Ya hemos visto cómo toda la vida de Jesús fue una
indicándoles lo que debían hacer para no errar el camino.
ofrenda y cómo en el Calvario culminó su entrega; hemos
Sin embargo, aquel conjunto de mandatos y prohibiciones
hablado también de que en cada misa se hace presente
muchos lo consideraban —y ahora también ocurre— como
el sacrificio del Calvario, esa ofrenda que hizo Jesús de su
un fastidio, porque con frecuencia lo que debemos hacer
vida, y que nosotros podemos poner nuestra vida junto a
no coincide con lo que nos apetece. ¿Cuál es la novedad
la suya sobre la patena para que Él la ofrezca al Padre. Por
de Jesús y de su Evangelio? Jesús no revoca la antigua ley,
esa razón, la misa no es una celebración a la que vamos solo
pero al mandar al Espíritu Santo nos hace desear aquello
cuando nos apetece ni es simplemente una obligación que
que debemos hacer —y no es casualidad que enviase al Es-
hay que cumplir. La misa es el momento de unirnos al Co-
píritu Santo en la conmemoración de la entrega de los diez
razón de Jesús y de ofrecernos con Él al Padre por nuestra
mandamientos—. Así, hemos pasado de la ley de esclavitud
propia salvación y la del mundo entero. Es la mejor forma
a la ley de libertad219, como dice san Pablo en la Carta a los
de hacer efectivo nuestro ofrecimiento. Es un verdadero
218   Jn 16, 7.
219   Cfr. Gál 4, 24-26. 220   Ez 36, 25ss.

126 127
milagro poder asistir al sacrificio de Cristo en la cruz y co- decir con propiedad que es María la que nos engendra a la
locar nuestra vida junto a la de Jesús, pidiéndole a Cristo vida de la gracia. Y, en sus últimos momentos en la cruz, Je-
que nos ofrezca dentro de su Corazón, pidiéndole al Padre sús proclamó que su Madre también lo era nuestra: «Jesús,
que nos reciba en su Hijo, y pidiéndole al Espíritu Santo que al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba,
consume esa entrega. dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dijo al
discípulo: “Ahí tienes a tu madre”»221.
Por el Corazón Inmaculado de María
Solo Ella sabe engendrar el Corazón de Jesús en nues-
Nos consagramos al Corazón de Jesús por el Corazón Inma- tro corazón. Mirándola podemos encontrar en su Corazón
culado de María. Igual que el Espíritu Santo es imprescindi- el modelo de la perfecta consagración. Sí, María formó los
ble, la Virgen María también lo es. La encarnación del Hijo sentimientos del Corazón de Jesús, pero fue Dios el que for-
de Dios se realizó por obra del Espíritu Santo en el seno de mó el Corazón de María según su propio Corazón. Desde el
María y gracias a su consentimiento. Ella es la Madre del co- primer instante de su concepción, el Corazón de María era
razón físico de Cristo, ya que el Hijo de Dios hecho hombre una hoguera del amor misericordioso de Dios ardiendo con
tomó su carne de María. Fue Ella la que aportó todo el ma- toda su fuerza.
terial genético para que Jesús pudiese asumir una verdadera El Corazón de María es inmaculado porque en Ella nun-
naturaleza humana. Gracias a María, Jesús tuvo un cuerpo ca tuvo parte alguna el pecado, ya que estaba destinada a
con el que pudo sufrir y morir en la cruz por nosotros. El ser la Madre de ese otro Corazón que venía a sanar todas
Corazón de Jesús, que sigue latiendo ya resucitado, es fruto nuestras heridas.
de la acción del Espíritu Santo en las entrañas de María. Jesús es verdadero hombre, pero también es verdadero
Además, María, junto a José, fue la encargada de velar Dios y, por tanto, no es posible para nosotros, pobres mor-
por la educación del Corazón de Jesús, de modelar sus tales, llegar a encarnar en nuestra vida ese supremo modelo
sentimientos. Dios, que quiso que la Virgen María diese a divino-humano. Sin embargo, Dios pone ante nuestros ojos
luz su cuerpo físico y se puso en sus manos para que su a María. Ella no es Dios, es solo humana como nosotros, y al
Corazón fuese educado, ahora sigue queriendo usar ese mismo tiempo es la prueba de que en una simple criatura
mismo medio para «dar a luz» al resto de miembros de su se puede realizar el plan de Dios sobre el hombre.
Cuerpo Místico, y quiere que sea Ella la que nos eduque
el corazón.
A través de María, Dios asumió nuestra naturaleza huma-
na, y al hacerlo nos comunicó su divinidad. Por eso, podemos
221   Jn 19, 26-27.

128 129
En reparación de nuestros pecados, para que venga a nosotros en el corazón del hombre. Y eso tiene lugar en su Corazón.
tu reino En esta empresa es su Corazón el que se «rompe». Lo ve-
mos en Getsemaní y lo contemplamos literalmente roto en
La consagración y el ofrecimiento de obras tienen dos
la cruz, donde fue traspasado por la lanza del soldado.
intenciones: reparar nuestros pecados y que venga a nosotros
su reino. De eso hablaremos a continuación.
El precio que tuvo que pagar
Por el Papa y sus intenciones…
Nuestros pecados hieren el Corazón de Jesús. Al encar-
El motivo de pedir por el Papa, por nuestro obispo y por narse, Él asumió nuestras debilidades y las cargó sobre sí:
nuestro párroco es que formamos parte de la Iglesia y ha- «Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enferme-
cemos nuestro ofrecimiento en la Iglesia y para el bien de dades»222. En un cuerpo, todo lo que le ocurre a un miem-
la Iglesia. La Iglesia no es una mera asociación ni una em- bro le ocurre a la persona a la que este pertenece. Jesús
presa, sino el Cuerpo místico de Cristo en la historia. Por quiso hacernos miembros de su Cuerpo para sanarnos, pero
el bautismo, Jesús nos ha injertado en ese Cuerpo y no la contrapartida es que nosotros podemos herirle: «Él lle-
podemos entendernos al margen de él. Somos miembros vó nuestros pecados en su cuerpo hasta el leño, para que,
vivos de la Iglesia y con estas palabras renovamos nuestra muertos a los pecados, vivamos para la justicia. Con sus
adhesión a la Iglesia de Jesucristo, y nuestro deseo de con- heridas fuisteis curados»223. Santa Margarita María de Ala-
tribuir a su crecimiento y santidad. Pedimos por el Papa, el coque, como ya se ha dicho, vio que el Corazón de Jesús es-
obispo y el párroco porque la Iglesia tiene unos pastores. taba rodeado de una corona de espinas, y comprendió que
No es una muchedumbre anárquica, sino un organismo a veces somos una herida para Él. Pero, del mismo modo
bien articulado. Asimismo, expresamos el afecto y lealtad que podemos hacerle sufrir, también podemos contribuir
que queremos tener a los que cuidan de nuestra fe en a reparar su Corazón.
nombre de Cristo. La mejor manera de reparar el Corazón de Jesús es vivir
con intensidad el momento presente llenos de amor a Él, y
5. LA REPARACIÓN dejar que Él reine en nosotros. Así nuestro corazón deja de
hacerle sufrir y somos miembros sanos del Cuerpo, lo que
El Corazón de Jesús, el verdadero (y único) reparador
redunda en beneficio del resto de su Cuerpo, la Iglesia.
Se repara algo que está roto para devolverlo a su estado
original. El Corazón de Jesús repara la relación del Padre con
222   Is 53, 4.
el hombre y con la creación, la herida causada por el pecado 223   1 Pe 2, 24.

130 131
Tres formas de reparación 6. REINADO SOCIAL

¿Cómo podemos reparar el Corazón de Cristo? Podemos ser La palabra «rey» aparece constantemente a lo largo de la
un alivio y un consuelo para el Corazón de Cristo al menos Biblia referida a Dios, y más concretamente al Mesías que
de tres formas: había de venir, a Cristo. Jesús usa ese término en algunas
• Reparación negativa: consiste en procurar evitar lo que ocasiones con el mismo fin. Cuando Pilatos le pregunta: «En-
ofende a Dios. Cuando una persona toma la determina- tonces, ¿tú eres rey?, Él confiesa su realeza explícitamente:
ción de esforzarse por no disgustar más al Señor, de no «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he
cometer más pecados —que son la causa de las heridas venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el
del Corazón de Jesús—, ya está reparando su Corazón. que es de la verdad escucha mi voz»225.
El que se esfuerza por decir siempre la verdad, por no Cristo es Rey porque es Dios. Él es el origen, guía y meta
faltar a misa el domingo, por no criticar, etc., repara el del universo. Como dice san Juan en el prólogo de su Evan-
Corazón de Cristo. gelio: «El Verbo era Dios […]. Por medio de él se hizo todo,
y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho»226. Lo creó
• Reparación afectiva: significa tener detalles particulares de
todo de la nada y mantiene todo cuanto existe. Desde el
afecto con el Señor. Consolar su Corazón es posible, y lo
astro más grande de la galaxia más lejana hasta la partícula
hacemos cuando procuramos complacerle con gestos de
más pequeña dependen de Él para existir. Todo le pertenece
cariño. Besar el crucifijo, hacer una visita al Santísimo,
y no hay nada sobre lo que Él no tenga dominio.
poner unas flores delante del sagrario o rezar alguna
Cristo es Rey por derecho humano. Tal como vemos en
jaculatoria durante el día son maneras de realizar la re-
el Evangelio de san Lucas y san Mateo, Jesús desciende del
paración afectiva.
rey David. El primer libro del Nuevo Testamento es el Evan-
• Reparación aflictiva: el Señor ha sufrido mucho por no-
gelio de san Mateo, que comienza así: «Libro del origen de
sotros en la pasión y nosotros podemos, como dice san
Jesucristo, hijo de David» para a continuación remontarse a
Pablo, «compartir sus padecimientos»224. Cuando acepta-
sus antepasados, comenzando desde Abraham. También en
mos un contratiempo sin enfadarnos, cuando comemos
la anunciación a María, el ángel Gabriel hizo hincapié en la
lo que no nos agrada, cuando tratamos bien a aquellos
descendencia del rey David, cuyo trono iba a heredar Jesús:
que no son amables con nosotros, cuando ofrecemos un
«Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le
sacrificio, cuando no nos quejamos de si hace frío o ca-
lor o de si estamos cansados, estamos haciendo eso.
225   Jn 18, 37.
224   Flp 3, 10. 226   Jn 1, 1-3.

132 133
dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de antes de subir al cielo, dijo: «Se me ha dado todo poder en
Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» . 227
el cielo y en la tierra»232.
Cristo es Rey por derecho de conquista. Él nos ha sa- Sin embargo, la realeza de Jesús nada tiene que ver con
cado del dominio de las tinieblas para trasladarnos a su la de los reyes o soberanos de la tierra. Los Magos encon-
reino , y eso no le ha salido gratis, sino que ha pagado con
228
traron a Jesús en la pobreza de un establo; en la pasión, su
el precio de su propia sangre, dando su vida por nosotros: trono fue una cruz y su corona era de espinas; antes de su
«Habéis sido rescatados, no con algo corruptible, con oro ascensión, envió a un grupo de hombres como ministros
o plata, sino con la preciosa sangre de Cristo» 229
, que «se suyos a extender su reino, pero no escogió para ello a los
entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y más sabios ni a los más poderosos, sino a pobres y rudos
purificar para sí un pueblo adquirido en propiedad, dedicado pescadores que carecían de medios humanos para llevar
enteramente a las buenas obras» . 230
a cabo una empresa tan colosal… Quizá nos cuesta pensar
La realeza de Cristo aparece remarcada en el Evangelio en Jesucristo como rey porque necesitamos purificar ese
desde el momento de su encarnación hasta su ascensión al término: Jesús es el Rey de reyes, y su Corazón es el de un
cielo y se manifiesta desde su nacimiento hasta su muerte. nuevo Adán, el hombre nuevo que tiene todas sus pasiones
Desde su nacimiento porque, a pesar de haber nacido en ordenadas y su mundo interior en perfecto equilibrio.
un portal, recibió la visita de los Magos de Oriente, quienes
llegaron a Jerusalén preguntando: «¿Dónde está el rey de los El Corazón del Rey
judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, la figu-
venimos a adorarlo»231. Por eso Herodes consultó a los su- ra del rey es puesta en paralelo con la de un pastor. Casi
mos sacerdotes y a los escribas, y estos le indicaron que el se identifican, como si fueran dos términos que designan
Mesías nacería en Belén, la ciudad del rey David, de quien una misma realidad. Decir que Jesús es Rey, afirmar que es
sería descendiente. Y hasta su muerte, porque durante la pa- nuestro Buen Pastor, o que Él es la Cabeza de un Cuerpo
sión, Jesús confesó a Pilato que Él era rey, y ese fue el título místico, al que nosotros pertenecemos como miembros, es
que Pilato hizo que figurara en una tablilla sobre su cruz, a decir lo mismo.
la vista de todos: «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos». Y justo Jesús no es un pastor asalariado que busca sacar prove-
cho de las ovejas, sino que Él mismo es el dueño del rebaño.
227   Lc 1, 31-33. Y no solo guía a sus ovejas, sino que las ama, conoce a cada
228   Cf. Col 1, 13.
229   1Pe 1, 18-19.
230   Tit 2, 14.
231   Mt 2, 2. 232   Mt 28, 18-20.

134 135
una por su nombre y da su vida por ellas233. A nuestro Rey, al Evangelio, a los sentimientos del Corazón de Cristo, ¿no
que ejerce su poder con toda justicia, verdad y misericordia, repercutirá eso en su modo de organizar el trabajo, de tratar
le importamos tanto que se ha enfrentado personalmente a empleados y clientes, de estipular los precios y los sueldos,
al enemigo para defendernos y guardarnos. Y nos ama con de establecer las normas de su empresa? Y si nos fijamos
todo su Corazón. en los empleados, ¿no ocurrirá lo mismo? ¿No influirá este
modo de concebir la vida en su manera de realizar las tareas,
Rey de los corazones, ¿solamente? en la relación con sus compañeros de trabajo, en el modo
Consagrarnos al Corazón de Jesús es reconocerlo como Rey de solucionar los conflictos y en tantas otras cosas?
de nuestro corazón y dejar que ejerza su soberanía en no- Eso se podría trasladar a todos los ámbitos y niveles.
sotros, de modo que sus leyes rijan nuestra vida, que sus Todos deseamos que los encargados de gobernar y dictar
sentimientos dirijan los nuestros y que procuremos en todo las leyes no lo hagan buscando su propio interés, sino con
imitarle y servirle. Pero no podemos afirmar que el Corazón justicia y buscando el bien común. La mejor garantía de
de Jesús reina en nuestro corazón si eso no se manifies- que esto sucediera sería que en el ejercicio de su respon-
ta en nuestras decisiones. Así lo expresa san Juan: «Quien sabilidad se dejasen orientar por el Corazón de Jesucristo.
dice: “Yo lo conozco”, y no guarda sus mandamientos, es un La mejor manera de que los que ejercen autoridad no se
mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su aprovechen de ella para tiranizar a los subordinados es
palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su que tengan conciencia de que existe una autoridad supe-
plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice rior a ellos, que es Padre de todos, y que un día les pedirá
que permanece en él debe caminar como él caminó»234. cuentas de su tarea.
Por eso es imposible decir que amamos a Cristo y dejar Quien quiere que Jesús reine en su corazón, desea tam-
que las decisiones que tomamos se queden exclusivamente bién que reine en el corazón de las personas a las que ama.
a nivel personal, escondidas en nuestro interior, sin manifes- Cristo desea establecer su reinado de amor en el corazón de
tarse en nuestra relación con los demás. Jesucristo ha venido todos los hombres, en toda la sociedad. Sería absurdo no
a salvarnos y a sanar todas nuestras heridas, tanto las que querer que su reinado se manifieste en nuestras relaciones
nos afectan solo a nosotros como las que deterioran nues- sociales, en las leyes que rigen una provincia o toda una na-
tra relación con los demás. Pensemos, por ejemplo, en una ción. Ese es uno de los motivos por los que decimos que el
empresa. Si el jefe procura acomodar su modo de proceder Reino del Corazón de Jesús tiene una dimensión social. Los
cristianos no podemos pensar solo en nosotros mismos; el
233   Cf. Jn 10, 6-7. encuentro personal con Cristo, y nuestra intimidad con Él,
234   1 Jn 2, 4-6.

136 137
nos empujan a salir hacia nuestros hermanos, a imitación de Es obligación de las autoridades competentes poner to-
Él. Cristo vivió en continua entrega a los demás; pues bien, dos los medios para construir una sociedad en la que los
nosotros debemos conformar nuestro corazón con el suyo ciudadanos tengan más facilidad para hacer el bien que para
atendiendo las necesidades materiales y espirituales del pró- hacer el mal. La sociedad civil debe ser un lugar donde los
jimo. Para trabajar por el establecimiento de su reinado de hijos de Dios puedan cumplir libremente la voluntad divi-
amor hemos de procurar que su influjo redentor crezca en na. La autoridad política, sin dejar de mirar por el bienestar
nosotros y en los demás. Así llegaremos a la civilización del temporal de sus gobernados, tiene la obligación de facilitar
amor por la transformación de los corazones. esos medios.

Medio que favorece el reinado en los corazones Venga a nosotros tu Reino

Procurar el reinado social del Corazón de Jesús es un medio Tan equivocado sería caer en el error de los judíos que con-
para facilitar el reinado individual de Jesús en cada persona. virtieron sus esperanzas mesiánicas y de salvación en algo
Cuando lo que nos rodea nos incita a separarnos de Dios, exclusivamente político y temporal, como pasarse al otro
cuando las leyes civiles obstaculizan el seguimiento de lo extremo, excluyendo la dimensión social del reino de Dios.
que el Evangelio nos aconseja (o incluso el cumplimiento Es verdad que el reino de Cristo, como dijo Jesús, «no es de
de los mandamientos), o contribuyen a desatar nuestras este mundo»235, pero sí es, también, para este mundo. No
pasiones, o para seguir los dictados de la conciencia tene- es de este mundo porque no proviene de este mundo ni
mos que arriesgar el puesto de trabajo, ¿cuántas personas tiene su origen aquí, pero es para este mundo porque Cristo
lograrán que el influjo redentor del Corazón de Cristo llene quiere derramar su amor, su justicia y su misericordia sobre
su corazón con toda la fuerza necesaria? los corazones de los seres humanos que en él habitamos.
El mejor modo de reconstruir el mundo es reconstruir al Olvidar esto convertiría nuestra devoción al Sagrado Corazón
hombre. Hay un influjo de lo particular a lo general —de lo de Jesús en mero intimismo espiritualista.
que cada uno aporta a la sociedad a lo que la sociedad pue- ¿En qué consiste el reinado social del Corazón de Cristo?
de llegar a ser en su conjunto—, y viceversa, de lo general a En la medida en que Jesucristo reine en los corazones y los
lo particular. Si nos empeñamos en mantener desordenado hombres vivan según la ley de Dios, la vida de las familias
el mundo, difícilmente podremos reconstruir a cada per- se verá impregnada por esa misma ley, la ley de la verdad
sona. Si hacemos pedazos la sociedad, el hombre quedará y el amor. Y será la ley de Dios la que regule la vida de los
hecho pedazos. centros educativos, de las asociaciones de vecinos, de los
235   Jn 18, 36.

138 139
municipios, de las naciones, etc. Si las leyes humanas se con- Cuando no queremos reconocer al Corazón de Jesús
forman al bien objetivo, a la ley natural que Dios ha inscrito como rey de nuestro corazón, rehuimos someternos a Dios
en el corazón humano, Cristo podrá reinar sobre todos los como sociedad y lo desterramos de la vida social. En el si-
órdenes de la vida social. Dicho de otro modo, Jesucristo glo XX sucedió eso, y la consecuencia fue la aparición de los
reina en la sociedad cuando la sociedad, representada por totalitarismos que tanto dolor y sufrimiento provocaron. Y
sus autoridades, toma las decisiones a la luz del Evangelio en el siglo XXI no estamos más exentos de volver a caer en
de Jesucristo. la tiranía. Lo contrario de la tiranía es la libertad. Pero, ¿cuál
Aunque estamos llamados a gozar eternamente de Dios es la relación entre verdad y libertad? Jesús dijo: «La verdad
en el cielo, Él no desea reservar esa alegría exclusivamente os hará libres»237. La verdadera libertad es la capacidad de
para el momento posterior a la muerte, sino que quiere elegir lo que es bueno para nosotros. Para que sea auténtica,
darnos desde ahora sus primicias. Por eso dice: «Id y pro- debe basarse en la verdad o realidad objetiva de la ley eterna
clamad que ha llegado el reino de los cielos» , y no: «Algún
236
que rige el universo y a todos los seres que en él habitamos.
día llegará», o: «Cuando salgáis de este mundo comenzará Cuando Pilato interrogó a Jesucristo, además de afirmar que
el reino de los cielos». era rey, Jesús añadió: «Yo para esto he nacido y para esto he
Hemos de acoger los mandamientos de Dios no como venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el
prohibiciones que coartan nuestra libertad, sino al revés, que es de la verdad escucha mi voz»238. Jesús es la verdad
como el camino de la verdadera vida, como los consejos y da testimonio de la verdad, que nos hace libres. Cuando
de un Padre bueno que cuida de sus hijos. Porque cuando nos ponemos al servicio de la verdad, hacemos el bien. Así
Dios dice «no matarás», está queriendo defender nuestro nos lo enseña el Catecismo: «En la medida en que el hombre
derecho a la vida y nuestra integridad física; cuando dice «no hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay
robarás» lo que quiere es que nadie perjudique nuestros verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia.
bienes; cuando dice «no cometerás actos impuros» desea La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la
evitar que nuestro cuerpo quede reducido a un simple ob- libertad y conduce a la esclavitud del pecado»239.
jeto de placer... También quiere que no seamos engañados Aceptar la soberanía de Dios, escoger libremente fiarnos
ni calumniados, y por eso dice: «No dirás falsos testimonios de Él y tomar su ley como norma que regule nuestra vida
ni mentirás». Y así con cada uno de los mandamientos. Por individual y social es la mejor forma de poner a salvo nues-
eso, las leyes civiles que contradicen la ley natural o la ley tra libertad. Él ha llegado a dar su vida por nosotros, ¿qué
divina atentan contra el bien del hombre y sus derechos.
237  Jn 8, 31.
238   Jn 18, 37.
236   Mt 10, 7. 239   CCE n. 1733.

140 141
más pruebas le podemos exigir? ¿Hay alguien que merezca
nuestra confianza más que Él?
Todos sacrificamos nuestra libertad en función de cuál
sea nuestro «dios», es decir, de cuál sea el valor que hemos
entronizado en nuestra vida porque pensamos que nos va
CONCLUSIÓN
a dar la felicidad. ¿Qué es lo primero para mí? ¿La salud? ¿El
prestigio? ¿El poder? ¿El placer? ¿La familia? ¿El ocio? La lista
Confiamos en que, después de tantos nombres de papas
podría ser interminable, y dentro de ella caben todo tipo de
y de documentos pontificios, de tantas citas de la Palabra
cosas, unas muy dignas y otras menos, pero todas con fecha
de Dios y tantos conceptos profundos (consagración, repa-
de caducidad. Sin embargo, Jesús nos exhorta a algo muy
ración, etc.), los árboles no nos impidan ver el bosque. No
distinto: «Buscad sobre todo el reino de Dios y su justicia; y
hace falta aprenderse de memoria todos los detalles de este
todo esto se os dará por añadidura»240.
libro ni recordar quién era Zorobabel, cuál fue la misión del
Es cierto que mientras estemos en este mundo, el reina-
padre Cardaveraz ni qué libros escribió el padre Ramière...
do social del Corazón de Jesús no será perfecto y completo
Lo que sí es necesario es que no olvidemos que Jesucristo
porque los seres humanos somos débiles y cometemos erro-
vive hoy y que hay un mensaje del Sagrado Corazón para
res. Pero el hecho de que aquí no sea posible la perfección
cada nosotros en pleno siglo XXI. A cada uno, Jesús nos dice:
absoluta no es obstáculo para que aspiremos a ella. Y lo mis-
«Yo quiero, y puedo, cambiar tu “corazón de piedra” por un
mo que no podremos llegar a una perfección individual por
corazón semejante al mío. Aprende de Mí, que soy manso y
nuestras solas fuerzas, tampoco llegaremos a una sociedad
humilde de Corazón, y encontrarás tu descanso».
justa prescindiendo de Dios. Tenemos que poner todos los
Ser cristiano no es tener una determinada ideología. Ser
medios para lograr un mundo mejor, trabajando cada uno
cristiano es seguir a Jesucristo, una Persona viva, Dios mis-
según sus circunstancias y posibilidades, pero obedeciendo
mo que se ha humanado y se ha acercado a nosotros para
a Dios y confiando todo a su Corazón.
que podamos conocerle personalmente, como conocemos
a nuestra familia o a nuestros amigos.
Él nos quiere con locura y le interesa todo lo que se re-
fiere a nosotros: nuestra salud, nuestro trabajo, nuestros
sufrimientos y, sobre todo, nuestra salvación eterna. Nadie
nos quiere como Cristo y nadie puede ayudarnos mejor que
240   Mt 6, 33. Él. Tan solo nos pide que confiemos en su amor en todas

142 143
las circunstancias, cuando las cosas van bien y cuando pa-
rece que todo se hunde. Pase lo que pase, Él está siempre
a nuestro lado: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta
el fin del mundo»241.
Confiar es Cristo es creer en su perdón y en su misericor-
APÉNDICES
dia, sabiendo que no hay nada tan grave que Él no desee
perdonarnos y que nunca es tarde para reconciliarnos con
Hemos incluido al final de este libro dos apéndices. Por un
Él. ¿Qué es lo que más nos ilusiona? ¿Qué nos angustia? Cris-
lado, hemos querido facilitar información de los lugares que
to está deseando que se lo contemos y lo dejemos en sus
tienen más importancia en la historia de esta espiritualidad,
manos, pues Él quiere devolvernos la paz interior: «Venid a
por si el lector se anima a visitar alguno de ellos; por otro
mí todos los cansados y agobiados, que yo os aliviaré»242.
lado, sugerimos algunas lecturas, películas y canciones para
Conviene tener presente que a Él le llegan al Corazón
quien desee profundizar.
todas las cosas que hacemos, decimos, sentimos y pensa-
mos. Debemos intentar ser un motivo de alegría para Él, 1. LUGARES DE CULTO
hacerle feliz, hacerle sonreír. Podemos ser un consuelo para
el Corazón de Jesucristo. Jesús le hizo una petición a santa Paray-le-Monial
Margarita que da título a este libro y que lo resume. A ella le
Paray-le-Monial es una localidad francesa en la región de
pidió: «Al menos tú ámame», y eso es lo que quiero sugerir
Borgoña, situada a 120 km. de Lyon. Es un pueblo pequeño
para concluir: aunque no podemos resolver todos los pro-
—no llega a 10 000 habitantes—, pero muy interesante por
blemas del mundo, al menos podemos a querer a Jesucristo.
lo que sucedió en el siglo XVII. Fue allí donde ocurrieron las
Se lo merece. apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita
María de Alacoque, que tanto contribuyeron a difundir el
mensaje del Sagrado Corazón de Jesús por todo el mundo.

El gran monasterio

Además, Paray-le-Monial es también conocido por su gran


monasterio cluniacense, que fue fundado en el siglo X. El
templo del monasterio, de los siglos XII y XIII, constituye un
241   Mt 28, 20.
242   Mt 11, 28. paradigma del arte románico cluniacense porque se edificó

144 145
como réplica en menor escala de la abadía de Cluny, saquea- Iglesia de san Claudio de la Colombière 
da y destruida durante la Revolución Francesa.
Los jesuitas llegaron a Paray-le-Monial en el año 1619. Tres
Los monjes de Cluny se vieron obligados a dejar el monas-
siglos después, en 1919, construyeron este templo, que en
terio de Paray-le-Monial por diversos acontecimientos que
la actualidad alberga las reliquias de san Claudio de La Co-
acabaron diezmando la comunidad. Tras la fundación de la
lombière, bajo una estatua yacente y a los pies de un cuadro
Orden de la Visitación en 1618, pasaron a ocuparlo religio-
que representa a san Claudio dando la comunión a santa
sas de dicha institución. Santa Margarita María de Alacoque
Margarita. Sobre el altar de la iglesia hay un mosaico que
entró en el monasterio en el año 1671.
representa a Jesús entronizado, rodeado de ángeles y de
El templo del monasterio fue erigido por el papa Pío IX
cuatro santos: la Santísima Virgen, san Francisco de Sales,
como Basílica del Sagrado Corazón de Jesús en 1875, y con-
santa Margarita y san Claudio.
tribuye desde entonces a difundir el mensaje recibido por
santa Margarita. Basílica Nacional de la Gran Promesa (Valladolid)

Capilla de las apariciones del monasterio de la Visitación En Valladolid es donde se apareció el Señor al beato Bernar-
do Francisco de Hoyos. La actual basílica era antiguamente
Este es el lugar preciso donde Jesús reveló su amor infinito
la capilla del colegio jesuita de san Ambrosio, construido
a santa Margarita entre 1673 y 1675. El fresco del ábside,
en el siglo XVII. Tanto el templo como el colegio estaban re-
pintado entre 1966 y 1973, representa la tercera revelación,
gentados por la Compañía de Jesús, presente en la ciudad
ocurrida en 1674, en la que Cristo se presentó a santa Mar-
desde 1567.
garita en su pasión, con sus cinco llagas brillantes como
En 1731, Bernardo de Hoyos empezó sus estudios de teo-
cinco soles, y despidiendo rayos de luz de su pecho. Junto a
logía en el colegio de San Ambrosio. Dos años más tarde, el
Jesús figuran otros santos que fueron testigos de su amor
14 de mayo de 1733, solemnidad de la Ascensión del Señor,
misericordioso. La más importante es la Santísima Virgen, y
después de comulgar y estando todavía en el templo, recibió
con ella se encuentran el apóstol san Juan, san Francisco de
la revelación de la Gran Promesa: «Reinaré en España y con
Asís, san Carlos de Foucauld, san Claudio de La Colombière,
más veneración que en otras partes». Unos meses después,
san Juan Eudes, san Pablo, san Francisco de Sales, santa
el 25 de septiembre, oyó una voz que le decía: «Pídeme lo
Juana Chantal y el padre Mateo Crawley. A la derecha del
que quieras por el Corazón Santísimo de mi Hijo, y te oiré y
coro, en una pequeña capilla, se encuentran las reliquias de
te concederé lo que me pidas». Bernardo pidió la extensión
santa Margarita.
del Reino del Sagrado Corazón de Jesús en España.

146 147
Cuando Carlos III expulsó a los jesuitas en el siglo XIII, el 1902 y 1961. El nombre Tibidabo se debe a la cita bíblica:
templo pasó a ser parroquia de san Esteban. Dos siglos más Haec omnia tibi dabo si cadens adoraveris me («todo esto te
tarde, con motivo del segundo centenario de la Gran Prome- daré si te postras ante mí para adorarme»), que es lo que
sa, el arzobispo Gandásegui promovió la idea de convertir la le dijo el demonio a Jesús en la tercera de las tentaciones
iglesia en un templo expiatorio nacional dedicado al Sagrado del desierto243.
Corazón. En 1933, el papa Pío XI concedió su aprobación, y A finales del siglo XIX se extendió en Barcelona el rumor
las obras comenzaron. Con motivo de la inauguración, que de que se iban a construir un templo protestante y un casi-
tuvo lugar el 15 de junio de 1941, el papa Pío XII envió un no. Como reacción, la Junta de Caballeros Católicos adquirió
mensaje en el que expresaba su gozo por la inauguración un terreno en el Tibidabo y en 1886 se lo cedió a san Juan
del templo llamando a Valladolid «foco de luz y de amor del Bosco. Surgió entonces la idea de hacer un templo dedicado
Corazón del Rey Divino». al Sagrado Corazón de Jesús, advocación impulsada por el
En 1953, el cardenal Roncalli, futuro papa san Juan XXIII, papa León XIII, siguiendo la línea del Sacro Cuore di Gesù
visitó oficialmente el Santuario Nacional. En 1964, el papa de Roma y la del Sacré-Cœur de París. En 1902 se colocó la
san Pablo VI emitió una bula por la que el templo quedaba primera piedra del templo, pero las obras no terminarían
erigido en basílica menor. Treinta años después, en 1994, hasta 1961.
Monseñor Mario Tagliaferri, Nuncio de Su Santidad, inau- En el Congreso Eucarístico Internacional celebrado en
guró el Centro de Espiritualidad del Corazón de Jesús en el Madrid en 1911, el Sagrado Corazón del Tibidabo fue de-
antiguo colegio de San Ambrosio. En 2013, la Fundación Las signado Templo Nacional Expiatorio de España. En 1961 el
Edades del Hombre restauró el retablo. En 2015 se derribó papa san Juan XXIII le otorgó el título de basílica menor.
el tabique construido para separar el colegio de la iglesia
tras la desamortización y se unificó la basílica con el cen- Santuario del Cerro de los Ángeles
tro de espiritualidad, recuperándose el pasillo original por El 30 de mayo de 1919, el rey Alfonso XIII inauguró el Monu-
donde accedían los jesuitas tal como lo conoció Bernardo mento al Sagrado Corazón de Jesús en el Cerro de los Ánge-
de Hoyos. les (Getafe), centro geográfico de nuestro país, consagrando
España al Sagrado Corazón. «Reinad en los corazones de los
Santuario del Tibidabo
hombres, en el seno de sus hogares, en la inteligencia de los
En el punto más alto de la ciudad de Barcelona se encuen- sabios en las aulas de la ciencia y de las letras y en nuestras
tra la montaña del Tibidabo, sobre la que se alza un templo leyes e instituciones», fueron algunas de las palabras que
expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, construido entre 243   Mt 4, 9.

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pronunció, en un deseo de contribuir al cumplimiento de la El monumento actual en honor al Sagrado Corazón de
Gran Promesa del Señor a Bernardo de Hoyos. Jesús, de mayor tamaño que el original, comenzó a edificarse
Cuatro años después, en junio de 1923, la hermana Ma- en 1944 y fue inaugurado en 1965. Está compuesto de una
ravillas de Jesús, carmelita descalza, concibió, por inspira- imagen del Sagrado Corazón de Jesús de casi doce metros de
ción divina, la idea de fundar un convento en el Cerro de los altura, colocada sobre un pedestal de veintiséis metros. En
Ángeles para acompañar al Sagrado Corazón de Jesús en su la base hay cuatro grupos escultóricos que adoran al Cora-
soledad y rezar por la salvación de las almas. El Señor le ha- zón de Jesús, entre los que se encuentran representadas:
bía dado a entender que «España se salvará por la oración».
1. la iglesia triunfante, con santos que han adorado la
Junto a otras tres hermanas formó la primera comunidad,
humanidad y el Corazón de Cristo (san Agustín, san
que se instaló en Getafe hasta el término de las obras del
Francisco de Asís, santa Margarita María de Alaco-
convento, en 1926. Desde ese año, hay una lámpara que se
que, santa Teresa de Jesús, santa Gertrudis y el beato
mantiene siempre encendida.
Bernardo de Hoyos);
El monumento primitivo fue construido por suscripción
popular de miles de familias de toda España, y posterior- 2. la iglesia militante, representada por la vida consa-
mente destruido al comienzo de la guerra civil. El 23 de ju- grada (una religiosa guiando a unos niños), la virtud
lio de 1936 fueron asesinados cinco jóvenes por proteger (una niña con flores y otra de primera comunión), el
el monumento de posibles atentados. Cinco días después, amor matrimonial y la familia (un hombre y una mu-
milicianos del bando republicano llevaron a cabo una «ce- jer con un niño en brazos), y el trabajo (un hombre
remonia» que ellos mismos fotografiaron, por la que fusila- con un yugo);
ron la imagen de Jesús. Después procedieron a destruir las 3. España defensora de la fe, representada por Osio de
esculturas, dinamitándolas. La prensa del Frente Popular Córdoba (que defendió la divinidad de Cristo frente al
se hizo eco de la noticia y publicó en portada y en primera arrianismo), don Pelayo (iniciador de la Reconquista
página las fotografías, comentando favorablemente el he- frente a los invasores musulmanes), Diego Laínez (pa-
cho, al que tituló como «Desaparición de un estorbo». El dre conciliar en Trento, argumentó contra el protes-
Ayuntamiento de Getafe, refrendado por el Gobierno de la tantismo), don Juan de Austria (vencedor en Lepanto
República, cambió el nombre de «Cerro de los Ángeles» por frente al Imperio Otomano), beato Anselmo Polanco
el de «Cerro Rojo», nombre que conservaría hasta el término (obispo de Teruel, mártir durante la persecución re-
de la guerra civil. ligiosa en España en el siglo XX, beatificado por san
Juan Pablo II).

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4. España misionera y difusora de la fe, representada por Nivel medio
la sierva de Dios Isabel la Católica, Cristóbal Colón,
- Pío XII, Encíclica Haurietis Aquas, 15 mayo 1956.
Hernán Cortés y san Junípero Serra.
- San Juan Pablo II, «Carta al Rvdo. P. Peter-Hans Kolven-
El Cerro de los Ángeles recibe grupos y peregrinaciones bach, SJ, Prepósito General de la Compañía de Jesús, en
de todos los rincones de España244. Paray-le-Monial», 5 octubre 1986.
- Benedicto XVI, Encíclica Deus caritas est, 25 diciembre
2. PARA CONOCER MÁS SOBRE EL CORAZÓN DE CRISTO 2005.
- Id., «Carta al Rvdo. P. Peter-Hans Kolvenbach, SJ, Prepó-
Para seguir profundizando en la espiritualidad del Sagrado
sito General de la Compañía de Jesús, con motivo del
Corazón de Jesús, proporcionamos a continuación diversos
L aniversario de la Encíclica Haurietis Aquas», 15 mayo
recursos:
2006.
- Mons. José Ignacio Munilla, «La reparación». Conferencia de
Para empezar
4/06/2021, en https://www.enticonfio.org/2021/06/04/
- L. M. Mendizábal Ostolaza (Pablo Cervera Barranco, ed.), la-reparacion-al-sagrado-corazon/
En el Corazón de Cristo. La consagración (Monte Carmelo, - Id., «4 claves de la devoción al Corazón de Jesús». Con-
Burgos 2019). ferencia de 22/04/2022, en: https://www.enticonfio.or-
- F. Cerro Chaves, El Corazón de Jesús, novedad del Evangelio g/2022/04/22/4-claves-de-la-devocion-al-corazon-de-je-
(Monte Carmelo, Burgos 2005). sus-2022/
- Película: Corazón ardiente (año 2021), en https://www. - Id., «Consagración al Corazón de Jesús». Conferencia de
corazonardiente.com 20/06/2022, en: https://www.enticonfio.org/2022/06/20/
- Canciones: Al menos tú ámame, de Fernando Uceta & consagracion-al-corazon-de-jesus/
Graciela, disponible en YouTube: https://www.youtube. - L. M. Mendizábal Ostolaza, Los misterios de la vida de Cristo
com/watch?v=1jEsStlKDpg; Sagrado Corazón de Jesús, (BAC, Madrid 2016).
en Ti confío, de Fernando Uceta & Graciela, disponible - Id., Ofrecimiento del Apostolado de la Oración a la luz de la
en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=amw- Teología de la Redención (Edapor, Madrid 1986).
q75eOjxs; El cielo para ti, de la cantante argentina Ate-
nas, en YouTube: https://youtu.be/rKRAPydE-p4 Para profundizar

- San Juan Pablo II, «Letanías del Sagrado Corazón. Comen-


244   Para más información sobre sus actividades apostólicas, consultar en la tario». Audiencias Generales de 1985-1986.
web www.cerrodelosangeles.es. Para concertar una visita, escribir al correo
info@cerrodelosangeles.es.
- F. Cerro Chaves, Encíclicas y Documentos de los Papas sobre

152 153
el Corazón de Jesús (Monte Carmelo, Burgos 2000).
- P. Cervera Barranco (ed.), Enciclopedia temática del Cora-
zón de Cristo (BAC, Madrid 2017).
- J. Solano, Teología y vivencia del culto al Corazón de Cristo
(Edapor, Madrid 1979).

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