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Órgano: Juzgado de lo Mercantil


Sede: Pamplona/Iruña
Sección: 2
Fecha: 04/07/2023
Nº de Recurso: 563/2023
Tipo de Resolución: Auto

Juzgado de lo Mercantil Nº 2
Plaza Juez Elío, 1 Planta 4
Pamplona/Iruña 31011
Teléfono: 848 42 68 23 - FAX 848 42 46
62
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MC001
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Sección: T2 Procedimiento: Medidas cautelares previas LEC 727
Nº Procedimiento: 0000563/2023 (Indicar TODOS los datos al contestar) NIG: 3120147120230000597
Materia: Derecho mercantil
AUTO nº 81/2023
DOÑA IKERNE AZNAR MALO, Juez del Juzgado de lo Mercantil nº2 de Pamplona/Iruña..
En Pamplona/Iruña, a cuatro de julio de dos mil veintitrés.

HECHOS
PRIMERO.- Por el Procurador de los Tribunales Sr.Ubillos Minondo, en nombre y representación del CLUB
ATLETICO OSASUNA, se ha presentado en fecha 30 de junio de 2023, 20,13 horas, solicitud de adopción
de medidas cautelares previas a la interposición de la demanda, frente a UNION DES ASSOCIATIONS
EUROPEENNES DE FOOTBALL,
que ha sido turnadas a este Juzgado por reparto. Firma la solicitud el Letrado Sr. Mendiola Jiménez.
En el escrito, tras alegar los hechos y razonamientos jurídicos que considera de aplicación, interesa el dictado
de Auto por el que, inaudita parte, se “ordene a la Union des Associations Européennes de Football que no
emita ninguna resolución por medio de su Comité de Apelación o de cualquier otro organismo, mediante la
cual determine la inelegibilidad de Club Atlético Osasuna para participar en la edición 2023/2024 de la UEFA
Europa Conference League” se ordene “a la Union des Associations Européennes de Football la suspensión
de la eficacia de la posible resolución que su Comité de Apelación o de cualquier otro organismo pudiera
emitir durante la tramitación de esta solicitud y del procedimiento ordinario que le seguirá, por medio de la cual
determine la inelegibilidad o cualquier forma de impedimento para que
el Club Atlético Osasuna participe en la edición 2023/2024 de la UEFA Europa Conference League”.
Ofrece caución de 200.000 euros al folio 73 de la solicitud.
SEGUNDO.- Por diligencia de ordenación del día de la fecha, y habiendo sido solicitada la adopción de la medida
sin audiencia de la parte contraria, se dio traslado a S.Sª para resolver.

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RAZONAMIENTOS JURIDICOS
PRIMERO.- Pretensión de la parte solicitante.
Para fundamentar su pretensión de adopción de medidas cautelares previas inaudita parte se argumenta, en el
escrito de solicitud, que el CLUB ATLETICO OSASUNA es un Club de fútbol que participa en el campeonato de
Primera División de la Liga Española (o Liga Santander) habiendo obtenido el séptimo puesto en la temporada
2022/2023, lo que, entre otras cosas y conforme al Anexo A del Reglamento UECL –Reglamento que regula la
competición conocida como UEFA Europa Conference League, organizada por la UNION DES ASSOCIATIONS
EUROPEENNES DE FOOTBALL–, ha implicado en este caso en concreto –al tener derecho el campeón de la
Copa de S.M.el Rey a jugar la competición UEFA Champions league– el derecho de Osasuna a participar en
la referida competición UECL.
Señala la parte solicitante que existe el riesgo inminente y anunciado de que la UEFA decida que Osasuna es
inelegible para disputar la UECL, dado que el 23 de junio del corriente, los inspectores nombrados por el Comité
de Control, Ética y Disciplina de la UEFA emitieron informe en el que consideran que Osasuna es inelegible para
disputar el torneo UECL con base en el artículo 4.02 del Reglamento de la UECL, que excluye la participación
de aquellos clubes que hayan estado implicados en cualquier actividad destinada a acordar o influir en el
resultado de un partido nacional o internacional.
A juicio Osasuna, la redacción del referido artículo 4.02 del Reglamente UECL, y su aplicación en los términos
informados por los
inspectores, constituye una vulneración del derecho a la competencia, en la medida en que se traduce en un
abuso de la posición de dominio que ostenta la UEFA en la organización de torneos de fútbol internacionales en
el ámbito europeo, cuyas consecuencias directas son la vulneración de los principios de cosa juzgada material,
el principio de non bis in ídem y los principios que regulan la responsabilidad civil ex delicto. En definitiva,
considera el solicitante que no cabe que la UEFA le imponga una sanción, cuando los tribunales nacionales
han declarado que la infracción en la que se basa la sanción de la UEFA no le es imputable, no participó directa
o indirectamente en ella y no le benefició económicamente. Nótese, por tanto, que Osasuna no cuestiona que
esta jurisdicción no es competente para conocer sobre la corrección o no del informe de los inspectores,
sino que alega que la inelegibilidad en este concreto supuesto –a la vista de que los tribunales nacionales no
han apreciado la comisión de delito alguno por parte del Club– y, en atención a los motivos que se esgrimen
en el informe de los inspectores, implica que la UEFA abusa de su posición dominante para sancionar a un
club por la comisión de una actividad destinada a acordar o influir en el resultado de un partido nacional o
internacional, a pesar de que un tribunal nacional haya declarado que dicha actividad no ha sido cometida por
el club sancionado. El motivo de por qué la parte estima que ello supone una competencia desleal –más allá de
la remisión al quebranto de principios como el non bis in idem que son propios del derecho penal – es que, se
dice, “en la medida en que la UEFA es una asociación de asociaciones y federaciones deportivas nacionales que
también son consideradas operadores económicos (empresas) con arreglo a la normativa de competencia,
entre cuyos miembros se encuentran distintos equipos de fútbol, el artículo 4.02 del Reglamento UECL, en
relación con el artículo 10.2 del Reglamento Disciplinario, y la inminente decisión de exclusión del CA Osasuna
de la competición constituyen decisiones de una asociación y/o acuerdos entre empresas competidoras cuya
aplicación al CA Osasuna restringe la competencia, al excluir a un club de la posibilidad de participar en la
competición a pesar de cumplir con todos los requisitos de elegibilidad. Esto, a su vez, vulnera los artículos
101 del TFUE y 1 de la LDC”.
SEGUNDO.- Jurisdicción y competencia. Examen de oficio.
La primera cuestión que debe ser objeto de análisis es la relativa a la jurisdicción y competencia, objetiva y
territorial, de este Juzgado. Y ello puesto que el artículo 725 LEC impone tal control de oficio al Juzgador.
Las medidas cautelares se caracterizan por su temporalidad, provisionalidad, discrecionalidad,
instrumentalidad y homogeneidad siendo su función la de garantizar la efectividad de una posible sentencia
estimatoria. Señala el artículo 723 LEC que será Tribunal competente para conocer de las mismas, si el proceso
no se hubiese iniciado, el que sea competente para conocer de la demanda principal.
Por tanto, deberá traerse a colación cuál será, según se expone en el escrito de solicitud, la tutela jurisdiccional
que va a pretenderse en la instancia; Extremo éste que también servirá para valorar si concurre, y como
se examinará posteriormente, apariencia de buen derecho y peligro por mora procesal. Se señala en la
solicitud que el pleito principal pretenderá que se declare: Que el artículo 4.02 del Reglamento de la UECL es
incompatible con el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea(“TFUE”); Que la UEFA
ha abusado de su posición de dominio en infracción del artículo 102 del TFUE, en particular, por atribuirse la
facultad de sancionar a los clubes por la comisión de una actividad destinada a acordar o influir en el resultado

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de un partido nacional o internacional, a pesar de que un tribunal nacional haya declarado que dicha actividad
no ha sido cometida por el club sancionado; Que cualquier sanción o decisión de la UEFA que impida al CA
Osasuna participar en la edición 2023/2024 de la UECL es incompatible con el artículo 102 del TFUE; Ordenar
a la UEFA que cese en la conducta anticompetitiva descrita y permita al CA Osasuna a participar en la edición
2023/2024 de la UECL; La condena a la UEFA a remover los efectos de cualquier medida, acción u omisión, así
como de cualquier declaración, comunicación o información que, de forma directa o indirecta, haya impedida
al CA Osasuna participar en la edición 2023/2024 de la UECL.
Pues bien, el artículo 61 del reglamento de la UEFA establece la competencia exclusiva del TAD (Tribunal de
Arbitraje), con exclusión de cualquier tribunal ordinario o de cualquier otro tribunal de arbitraje, para conocer
de los siguientes litigios en su calidad de tribunal ordinario de
arbitraje: a) disputas entre la UEFA y federaciones, ligas, clubes, jugadores u oficiales; b) litigios de dimensión
europea entre federaciones, ligas, clubes, jugadores u oficiales. Por su parte el artículo 62 señala que “cualquier
decisión tomada por un órgano de la UEFA podrá ser impugnada exclusivamente ante el TAD en su calidad de
organismo de arbitraje de apelación, con exclusión de cualquier tribunal ordinario o de cualquier otro tribunal
de arbitraje”.
Para fundamentar la jurisdicción de este Juzgado la parte solicitante argumenta que no se debe confundir la
naturaleza jurídica de los conflictos en los que puede intervenir el CAS y aquellos, como el presente, sobre los
que el CAS no tiene jurisdicción, “dado que la acción que interpondrá el C A Osasuna frente a la UEFA en la
demanda principal será de naturaleza predominantemente mercantil al tratarse de una infracción del Derecho
de la Competencia, cuya base es el abuso de la posición dominante que tiene la UEFA y que, además de exceder
del ámbito deportivo, ignora y/o contradice hechos probados y declarados en sentencia penal firme y principios
básicos de nuestro ordenamiento”.
Sin entrar ahora a valorar los argumentos de fondo cabe decir que, al menos formalmente, la demanda se basa
en la vulneración del derecho a la competencia, por la referencia a la trascendencia de un acuerdo que podría
beneficiar a otros clubes de futbol que pasarían a disputar la UECL en detrimento de Osasuna, con el perjuicio
económico que ello supone para el Club. Por lo demás, dado que se pretende la declaración de que se ha
infringido el derecho a la competencia, la competencia objetiva viene atribuida a los Juzgados de lo Mercantil
por mor del artículo 86 ter de la LOPJ.
Por lo que respecta a la jurisdicción de los Tribunales españoles y la competencia territorial de este Juzgado,
al ser la demandada una persona jurídica con nacionalidad suiza –según es público y notorio– resulta de
aplicación el Convenio relativo a la competencia judicial, el reconocimiento y la ejecución de resoluciones
judiciales en materia civil y mercantil, de 21 de diciembre de 2007 (Convenio de Lugano), siendo que, con
los datos obrantes en la solicitud se puede concluir la competencia de los Juzgados españoles conforme al
artículo 5.3 del Convenio al versar el pleito –en los términos en los que se ha dicho que la parte pretende
fundamentar su demanda– sobre materia delictual o cuasidelictual, conforme al artículo 5.3 del Convenio de
Bruselas y existir datos que avalan la producción de daños en este partido judicial donde tiene su domicilio
el Club solicitante.
Todo ello se entiende, sin perjuicio, de que pudiera plantearse y, eventualmente, estimarse declinatoria en
forma en el procedimiento correspondiente y tomando en consideración, como se razonará a continuación,
la celeridad con que debe ser resuelto el presente procedimiento que justifica la adopción de una decisión
inaudita parte y que desaconseja interesar informe sobre jurisdicción y competencia del Ministerio Fiscal, lo
que resultaría preceptivo de pretender estimar la cuestión de oficio.
TERCERO.- Medidas inaudita parte.
Como ya se ha apuntado, el C.A. Osasuna solicita la adopción de las ya reseñadas medidas, inaudita parte,
esto es, sin audiencia de la UNION DES ASSOCIATIONS EUROPEENNES DE FOOTBALL.
La Ley Rituaria prevé dos tipos de tramitación para la adopción de medidas cautelares. La regla general,
prevista en el art. 733 de la Ley de Enjuiciamiento Civil (LEC) según la cual, solicitada la medida cautelar por una
de las partes, el juez, antes de pronunciarse sobre la adopción o no de la misma, dará traslado de la solicitud a
la otra parte, convocándolas a la vista prevista en el artículo 734 LEC a fin de que puedan exponer lo que a su
derecho convenga, sirviéndose de cuantas pruebas estimen convenientes. Por su parte, el artículo 733.2 LEC
prevé una segunda forma de tramitación, de naturaleza excepcional, consistente en la posibilidad de adoptar la
medida inaudita parte. Este procedimiento es de carácter excepcional ya que la adopción de cualquier medida
cautelar supone una restitución coactiva de la esfera patrimonial del demandado, al que le asiste el derecho
fundamental de defensa y la facultad inherente de ser oído antes de que se dicte una resolución. Por ello,
no basta con que el demandante solicite la adopción de dicha medida inaudita parte, sino que es necesario

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que acredite, además, que concurren razones de urgencia o bien, que la audiencia previa al demandado puede
comprometer el buen fin de la medida cautelar, dejándola si efecto.
Pues bien, como ya se ha señalado, la parte solicita, en definitiva, que se impida a la UEFA, a través de cualquiera
de sus organismos, declarar la inelegibilidad de Osasuna para participar en la edición 2023/2024 de la UEFA
Europa Conference League o, en caso de haberse adoptado una decisión en tal sentido, que se ordene la
suspensión de su eficacia.
Las razones de urgencia que justifican el pronunciamiento sobre la medida solicitada” inaudita parte” son
evidentes. Si lo que, en última instancia, se pretende con la futura interposición del pleito principal es que
Osasuna participe en la UECL, las medidas deben ir encaminadas a que una sentencia que estime tal pretensión
no quede sin efecto por haberse celebrado la competición o determinados actos de la competición que
determinan el desarrollo de la misma, habida cuenta las evidentes dificultades para retrotraer la competición
a una fase anterior. Y en este sentido, según se señala en la solicitud, el sorteo para los play-offs de la
UECL de la temporada 2022-2023, en el que debe entrar el CA Osasuna, se celebrará el próximo 7 de agosto
de 2023. Tal extremo, unido al hecho de que la demandada tiene domicilio y nacionalidad en Suiza y, por
tanto, su emplazamiento supondría la necesidad de traducir el procedimiento a otro idioma y emplazar en
un País extranjero, justifica la valoración de la adopción de medidas inaudita parte, puesto que, de hacerse
con audiencia y comparecencia, se alargarían los tiempos de respuesta judicial, en esta sede de medidas
cautelares, más allá del término al que se ha hecho mención.
CUARTO.- Requisitos generales de las medidas cautelares.
La adopción de cualquier medida pretendida –“cualquier actuación directa o indirecta”, señala el artículo 726
de la LEC – exige la concurrencia de tres requisitos, a los que se refiere el artículo 728 de la mismo Texto Legal:
1. Quien pretenda su adopción ha de justificar que, de no procederse a la misma, podrían producirse durante la
pendencia del proceso principal, situaciones que impidieren o dificultaren la efectividad de la tutela otorgada
por una eventual sentencia estimatoria de los intereses de la actora. Es lo que se denomina peligro por mora
procesal. No se
acordarán medidas cautelares cuando con ellas se pretenda alterar situaciones de hecho consentidas por el
solicitante durante largo tiempo, salvo que éste justifique cumplidamente las razones por las cuales dichas
medidas no se han solicitado hasta entonces.
2. Deberá acreditarse la apariencia de buen derecho, esto es, la existencia de un principio de prueba que
avale las tesis del peticionario. Por eso el solicitante de medidas cautelares habrá de presentar los datos,
argumentos y justificaciones documentales que conduzcan a fundar, por parte del tribunal, sin prejuzgar el
fondo del asunto, un juicio provisional e indiciario favorable al fundamento de su pretensión. En defecto de
justificación documental, el solicitante podrá ofrecerla por otros medios.
3. El solicitante de la medida cautelar deberá prestar caución suficiente para responder, de manera rápida
y efectiva, de los daños y perjuicios que la adopción de la medida cautelar pudiera causar al patrimonio
del demandado, añadiendo el artículo 732.3 de la LEC que “En el escrito de petición habrá de ofrecerse la
prestación de caución, especificando de qué tipo o tipos se ofrece constituirla y con justificante del importe
que se propone”.
Y, correlativamente, las medidas que se adopten han de poseer las siguientes características:
1. Temporalidad de la medida. Estas medidas tienen un carácter accesorio, instrumental o de dependencia de
un proceso principal y el principio de temporalidad en esta materia de las medidas cautelares y en el mismo se
dispone que no se mantendrá una medida cautelar cuando el proceso principal haya terminado, por cualquier
causa salvo que se trate de sentencia condenatoria o auto equivalente, en cuyo caso deberán mantenerse las
medidas acordadas hasta que transcurra el plazo a que se refiere el artículo 548 de la presente Ley; transcurrido
dicho plazo, si no se solicitara la ejecución, se alzarán las medidas que estuvieren adoptadas.
2. Homogeneidad con las medidas ejecutivas. Ésta constituye uno de sus límites, según indica la Sentencia
del Tribunal Constitucional de 13 de febrero de 1995, pues al anticipar las medidas cautelares, en parte los
efectos de la decisión final, resulta evidente que no cabe acordar cautelarmente medidas que produzcan
consecuencias que nunca podrían derivarse de la aquella.
3. Proporcionalidad de las medidas que implica que la finalidad que se persiga no pueda ser obtenida
igualmente gracias a otras medidas distintas de las solicitadas que sean, al tiempo, “igualmente eficaces, pero
menos gravosas o perjudiciales para el demandado”.
QUINTO.- Periculum in mora.

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Tal y como se ha apuntado en el Fundamento Jurídico anterior, el primero de los requisitos que ineludiblemente
debe concurrir para que sea factible la adopción de una medida cautelar es el denominado periculum in mora
o peligro por mora procesal, esto es, que exista un riesgo racionalmente previsible y objetivo de que una
eventual sentencia estimatoria no pueda ejecutarse de esperar a la conclusión normal del procedimiento lo
que, traspuesto al caso de autos, supondría que, es necesario que exista un riesgo real de que una sentencia
estimatoria en el pleito principal que declare que la UEFA ha abusado de su posición dominante para conculcar
el derecho a la libre competencia no permitiendo que Osasuna dispute la UECL, pudiera quedar vacía de
contenido si se dicta en un momento en el que la competición ya se ha iniciado o, incluso, concluido. Como
se ve, se interesa dos medidas de diferente naturaleza: la primera es una medida cautelar anticipatoria y la
segunda conservativa cuyo régimen es diferente.
Como resume el Auto del Juzgado de lo Mercantil nº15 de Madrid, de fecha 15 de noviembre de 2022, “las
medidas conservativas o de garantía se vienen a identificar con las medidas cautelares puras, y se distinguen
netamente de las medidas cautelares anticipatorias, que encuentran el campo de aplicación preferente en
el ámbito de la propiedad intelectual, industrial y la competencia, con órdenes de cesación o prohibición de
comercialización o de llevar a cabo ciertas actuaciones en el mercado: Su finalidad no es coincidente con las
medidas cautelares puras, ya que en estas no se ordena al sometido a ella una actuación de contenido igual
a la condena que deba soportar al final del proceso, sino que se adoptan medidas instrumentales de garantía,
v. gr. embargo o prohibición de disponer de un bien, para asegurar instrumentalmente aquel comportamiento
que será susceptibles de ser impuesto en la condena, como la imposición del pago o a la orden entrega de
dicho bien, cuyo
contenido es distinto nítidamente del de la medida de garantía. En cambio, en las medidas anticipatorias lo
impuesto cautelarmente es ya el propio comportamiento que integra la futura condena, de modo que dicho
comportamiento forzoso se anticipa en el tiempo al fallo definitivo, pero conservando su identidad material.
Es como si en procesos de reclamación de cantidad dineraria, la medida no consistiese en embargar, sino en
la orden de pago inmediato al principio del proceso. Lo único verdaderamente coincidente de ambas es su
adopción en un momento procesal temprano. Estas medidas anticipatorias encuentran el campo de aplicación
preferente en el ámbito de la propiedad intelectual, industrial y la competencia, con órdenes de cesación o
prohibición de comercialización o de llevar a cabo ciertas actuaciones en el mercado" ( AAP de Madrid, Sección
28ª, de 11/1/19 ). Las medidas cautelares anticipatorias no van dirigidas a facilitar la ejecución del fallo de
la sentencia, sino a evitar que se prolongue en el tiempo una situación que, prima facie , se presenta como
antijurídica y, así, evitar que se agrave el daño que se causa al solicitante de las medidas: "...con aquéllas
(medidas cautelares anticipatorias) se garantiza la efectividad del derecho accionado, no tanto porque faciliten
que en su día pueda ejecutarse el fallo de la sentencia que haya de dictarse, sino porque evitan que se prolongue
en el tiempo una situación que, " prima facie ", se presenta como antijurídica, y que por tanto se agrave el
daño que se está causando al actor, facilitando que la ejecución de la sentencia tenga el efecto de tutela de
sus derechos perseguido por el demandante" ( AAP de Madrid, Sección 28ª, de 13/7/12 ). Esto quiere decir
que para valorar el periculum in mora no tiene demasiada relevancia que, de no adoptarse las medidas, haya
una seguridad de que la sentencia podrá ejecutarse. Tampoco la tiene la solvencia del demandado, porque no
se busca con dichas medidas garantizar el cumplimiento de la sentencia, sino evitar la infracción actual del
derecho. El AAP de Madrid, Sección 28ª, de 11/1/19 lo expresa en estos términos: "Por ello, resulta un detalle
ilustrativo de la diferencia entre medidas cautelares y anticipatorias, la mayor o menor solvencia del sujeto
reputado infractor, a los efectos de en el futuro poder responder de una posible condena indemnizatoria por
el daño producido, no es un criterio de especial relevancia para la desestimación de la medida anticipatoria,
dirigida no a asegurar el cumplimiento de una potencial
condena pecuniaria, sino a conservar el estatus de competencia por mérito de producto existente en el
mercado". La consecuencia de lo expuesto es que, pese a que el requisito del periculum in mora es un requisito
que debe analizarse con carácter previo al fumus boni iuris , será el análisis de este último requisito el que, la
mayoría de las veces, va a determinar la estimación o desestimación de la medida cautelar anticipatoria. Por
decirlo de una forma más clara: el periculum in mora se ha dado siempre, si la sentencia firme es estimatoria; y
no se ha dado nunca, si la sentencia firme es desestimatoria. Por tanto, el requisito que exige el mayor esfuerzo
de análisis en las medidas cautelares anticipatorias es el fumus boni iuris”.
Pues bien, por lo que respecta a la medida referida a la paralización de un eventual acuerdo de inelegibilidad,
tal y como se expone en la solicitud de Osasuna, al día de presentación de la misma, la UEFA le ha notificado
el informe de los inspectores nombrados por el Comité de Control, Ética y Disciplina en el que consideran que
Osasuna es inelegible para disputar el torneo UECL con base en el artículo 4.02 del Reglamento de la UECL,
que excluye la participación de aquellos clubes que hayan estado implicados en cualquier actividad destinada
a acordar o influir en el resultado de un partido nacional o internacional. Dicho informe no supone, en modo
alguno, un peligro real e inminente de que Osasuna no resulte elegida, dado que los inspectores nombrados

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por el Comité de Control, Ética y Disciplina de la UEFA carecen de competencia para adoptar una decisión que
impida a Osasuna disputar la UECL. Los inspectores, según se recoge en al artículo 34 bis de los Estatutos de
la UEFA, asumen la función de representar a la UEFA en los procedimientos ante el Comité de Control, Ética y
Disciplina y el Comité de Apelación. En definitiva, los inspectores no son sino una especie de “abogados de la
UEFA” y, por tanto, lo que puede ser inminente en una decisión del Comité de Apelación –que es el encargado
de resolver la cuestión – sobre la exclusión o no de Osasuna de la competición, pero, en modo alguno, es
inminente una exclusión de la competición, dado que el Comité de Apelación aún no se ha pronunciado al
respecto y, evidentemente, cabe que se pronuncie en sentido distinto al pretendido por los inspectores de la
UEFA, una vez valorados los argumentos presentados por Osasuna. El Club solicitante podrá intuir, presagiar
o temer el resultado de la decisión del Comité de
Apelación, pero, en modo alguno, existe a día de hoy un riesgo claro de que Osasuna vaya a ser declarado
inelegible conforme al artículo 4.02 del Reglamento de la UECL y, por tanto, pueda frustrarse la finalidad
perseguida por una eventual sentencia estimatoria que es lo que, en definitiva, debe valorarse en sede de
medidas cautelares.
Así pues, el pronunciamiento de fondo que pretenderá la demanda que en su día se interponga, sólo puede
entenderse frustrado cuando conste el acuerdo del órgano competente para ello en que se excluya a Osasuna
de la competición, pero no mientras ello sea una simple suposición. Dicho acuerdo –no se le escapa a esta
Juzgadora– va a ser inminente y puede que, incluso, se produzca en el interin entre la redacción y la notificación
de la presente resolución, pero no existe al momento de presentar la solicitud.
Por lo demás, y sin perjuicio de que se analizará la existencia o no de apariencia de buen derecho para valorar
con mayor corrección la medida cautelar anticipatoria propuesta, lo cierto es que no está justificado ordenar
a un órgano de la UEFA al que sus estatutos confieren la competencia de resolver y decidir sobre la cuestión
que nos ocupa, que resuelva en un determinado sentido y no conforme a sus propios criterios, en la medida
en que existen otras cautelares menos gravosas como la que también se postula –que se paralice un acuerdo
en tal sentido – y que podrá interesarse en el momento en que exista –de existir– dicho acuerdo.
SEXTO.- Apariencia de buen derecho.
Para valorar dicha cuestión debe volver a evidenciarse cuál será el objeto del pleito principal que Osasuna
pretende interponer, puesto que ello delimitará la cuestión de si puede advertirse, de forma indiciaria y sin
prejuzgar el fondo del asunto, la viabilidad de la tutela jurisdiccional solicitada ya que, tal y como se ha
expuesto, las medias cautelares tienen una función instrumental. Conviene recordar que, en los términos en
que se plantea la solicitud, no se discute una cuestión netamente deportiva, puesto que ello determinaría,
inexcusablemente, la falta de competencia de los tribunales ordinarios, sino que la alegación de Osasuna –y
ello determina, así mismo, la competencia de los Juzgados de lo Mercantil– consiste, en síntesis, en que la
UEFA abusa de su posición dominante
conculcando el derecho a la libre competencia contemplado en el artículo 102 del TFUE.
El referido artículo 102 TFUE (antiguo artículo 82, antes de la reforma operada por el Tratado de Lisboa de
13 de diciembre de 2007, que entró en vigor el 1 de diciembre de 2009) establece que “será incompatible con
el mercado interior y quedará prohibida, en la medida en que pueda afectar al comercio entre los Estados
miembros, la explotación abusiva, por parte de una o más empresas, de una posición dominante en el mercado
interior o en una parte sustancial del mismo. Tales prácticas abusivas podrán consistir, particularmente, en:
. imponer directa o indirectamente precios de compra, de venta u otras condiciones de transacción no
equitativas;
.limitar la producción, el mercado o el desarrollo técnico en perjuicio de los consumidores;
. aplicar a terceros contratantes condiciones desiguales para prestaciones equivalentes, que ocasionen a éstos
una desventaja competitiva;
. subordinar la celebración de contratos a la aceptación, por los otros contratantes, de prestaciones
suplementarias que, por su naturaleza o según los usos mercantiles, no guarden relación alguna con el objeto
de dichos contratos”.
Como señala el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en su resolución de 16 de julio de 2015, Caso Huawei
Technologies Co. Ltd contra ZTE Corp. y ZTE Deutschland GmbH, “el concepto de explotación abusiva de una
posición dominante en el sentido del artículo 102 TFUE es un concepto objetivo que se refiere a las actividades
de una empresa en posición dominante que, en un mercado en el que debido justamente a la presencia de
la empresa en cuestión la intensidad de la competencia se encuentra ya debilitada, producen el efecto de
obstaculizar, por medios diferentes de los que rigen una competencia normal de productos o servicios con

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arreglo a las prestaciones de los agentes económicos, el mantenimiento del nivel de competencia que aún
exista en el mercado o el desarrollo de esa competencia (sentencias Hoffmann-La Roche/Comisión, 85/76,
EU:C:1979:36, apartado 91; AKZO/Comisión , C-62/86, EU:C:1991:286, apartado 69, y Tomra Systems y otros/
Comisión)”.
Por tanto, la premisa de la que parte nuestro ordenamiento jurídico, donde rige una doble regulación legal
protectora de la economía de mercado y, por tanto, de la libre competencia (la normativa de la Comunidad
Europea, directamente aplicable en nuestro país, y la legislación española), es la prohibición del abuso de
posición dominante en el mercado por parte de una empresa. Así se establece con rotundidad en el referido
artículo 102 del TFUE y en el artículo 2 de la Ley 16/1989 de 17 de julio, de Defensa de la Competencia. La
regla de la prohibición del abuso de la posición de dominio es terminante y a diferencia de la prohibición
de las colusiones entre empresas no admite excepción alguna. Pueden establecerse tres requisitos cuya
concurrencia conllevarían la aplicación de la prohibición. Los dos primeros son comunes al Derecho interno
español y al Derecho Comunitario. El tercero va referido exclusivamente a este último. Se trata de los
siguientes: a) la existencia de una posición de dominio; b) la explotación abusiva de la posición de dominio; y
c) la afectación al comercio entre los estados miembros.
En el caso de autos, y tras revisar detenidamente el escrito de solicitud, la argumentación de la parte en lo
relativo a esta cuestión –la de vulneración del derecho a la competencia que, se insiste, es la única que puede
ser examinada por este Juzgado – se resume de la siguiente manera: Que la UEFA abusa de su posición de
dominio en la organización de torneos de fútbol internacionales en el ámbito europeo, vulnerando, de esta
forma, los principios de cosa juzgada material, el principio de non bis in ídem y los principios que regulan la
responsabilidad civil ex delicto ; Que la UEFA, abusa de esta posición para excluir injustificadamente al CA
Osasuna de la posibilidad de participar en la UECL a pesar de cumplir con todos y cada uno de los requisitos
de elegibilidad aplicables y; Que, en la medida en que la UEFA es un operador económico, la inminente decisión
de exclusión del CA Osasuna de la competición constituye una decisión de una asociación y/o acuerdos entre
empresas competidoras cuya aplicación al CA Osasuna restringe la competencia, al excluir a un club de la
posibilidad de participar en la competición a pesar de cumplir con todos los requisitos de elegibilidad.
Pues bien, no se alcanza a comprender cómo cualesquiera de estas alegaciones pueden suponer una lesión
del derecho a la competencia. Lo
que, en realidad, está poniendo de manifiesto el C.A. Osasuna a lo largo de su escrito es que, de producirse su
exclusión de la UECL, dicha decisión debería considerarse una decisión injustificada al estar basada en hechos
por los que no resultó condenado el Club, económicamente muy gravosa para el mismo y que constituye
un agravio comparativo en relación a otros Clubs que también se han visto salpicados por escándalos de
naturaleza similar y a los que, sin embargo, no se les ha excluido de la competición. Tales argumentos, sin
embargo, en nada inciden en el derecho a la competencia ni, en nada lo vulneran y, por tanto, su análisis
está vedado a esta Juzgadora. La UEFA es una entidad privada que organiza una serie de competiciones que
se regulan en su normativa y, como tal, tiene la capacidad de establecer los requisitos que deben reunir los
aspirantes a participar en sus competiciones y, así mismo, apreciar cuando considera que un aspirante cumple
o no dichos requisitos. Esa decisión, en principio, es netamente deportiva y, salvo que afecte a un derecho –
como el de la libre competencia – que orbite en la esfera del derecho mercantil, no puede ser examinada por
un Juzgado de lo Mercantil.
La decisión que pueda tomar el Tribunal de Apelación excluyendo a Osasuna de la competición –decisión que,
por cierto, no constituye una sanción, sino el examen de la concurrencia de requisitos de acceso –, en modo
alguno restringe la competencia. No limita la libre concurrencia en el mercado de las empresas ni debilita u
obstaculiza la competencia normal en el mercado de productos o servicios ni tampoco el mantenimiento del
nivel de competencia. Desde luego el perjuicio para el Club –para su economía, su honorabilidad y los sueños
de su afición – es enorme, pero no para la libre competencia ni para el libre mercado que no podría sufrir
merma alguna por tal motivo.
No se aprecian, en definitivo, indicios de un uso abusivo de la potestad de inelegibilidad contenido en el
Reglamento UEFA, para incidir en la libertad de competencia en el mercado como se apreció en el supuesto de
la Superliga -que se trae a colación por la parte-, en donde la actuación de la UEFA y la FIFA estaba vetando la
posibilidad de que ESLC pudiera llevar adelante los actos precisos para intentar la implantación en el mercado
de su propio proyecto competidor.
En atención a todo lo expuesto debe desestimarse la solicitud de medidas cautelares.
SEPTIMO.- Costas

7
KENDOJ

Dado que se ha decidido sobre la adopción de medidas inaudita parte no procede hacer especial imposición
de las costas causadas.

PARTE DISPOSITIVA
QUE DEBO DESESTIMAR Y DESESTIMO la solicitud de medidas cautelares efectuada por el Procurador de los
Tribunales Sr.Ubillos Minondo, en nombre y representación del CLUB ATLETICO OSASUNA frente a UNION DES
ASSOCIATIONS EUROPEENNES DE FOOTBALL.
Todo ello sin expresa imposición de costas a las partes
La personación en el proceso se deberá realizar con Abogado que le asista y Procurador que le represente. Con
carácter general, podrán solicitar el derecho de asistencia jurídica gratuita a aquellas personas físicas cuyos
recursos e ingresos económicos, computados anualmente por todos los conceptos y por unidad familiar, no
superen el doble del salario mínimo interprofesional vigente en el momento de efectuar la solicitud (art. 2 Ley
1/1996, de Asistencia Jurídica Gratuita).
Notifíquese esta resolución a las partes personadas, haciéndoles saber que contra la misma cabe interponer
RECURSO DE APELACIÓN para ante la Audiencia Provincial de Navarra que deberá presentarse por escrito ante
este Órgano Judicial, dentro del plazo de VEINTE DÍAS contados desde el siguiente a su notificación.
Conforme a la D.A. 15ª LOPJ, para la admisión del recurso se deberá acreditar a la preparación del mismo
haber constituido un depósito de 50 euros en la cuenta depósitos y consignaciones de este órgano abierta en
la entidad Banco Santander, salvo que el recurrente sea beneficiario de justicia gratuita, el Ministerio Fiscal, el
Estado, Comunidad Autónoma, entidad local u organismo autónomo dependiente.
Así por este Auto lo acuerdo, mando y firmo.
El/La Juez.
DILIGENCIA.- Seguidamente la extiendo yo el Letrado de la Administración de Justicia, para hacer constar que
la anterior resolución la ha dictado el/la Juez que la firma, para su unión a los autos, notificación a las partes
y dar cumplimiento a lo acordado. Doy fe.
La difusión del texto de esta resolución a partes no interesadas en el proceso en el que ha sido dictada sólo
podrá llevarse a cabo previa disociación de los datos de carácter personal que los mismos contuvieran y
con pleno respeto al derecho a la intimidad, a los derechos de las personas que requieran un especial deber
de tutela o la garantía del anonimato de las víctimas o perjudicados, cuando proceda. Los datos personales
incluidos en esta resolución no podrán ser cedidos, ni comunicados con fines contrarios a las leyes.

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