Está en la página 1de 1

Vida 8, 5

Y quien no la ha comenzado, por amor del Señor le ruego yo no carezca de tanto bien. No hay aquí
que temer, sino que desear; porque, cuando no fuere adelante y se esforzare a ser perfecto,
que merezca los gustos y regalos que a estos da Dios, a poco ganar irá entendiendo el
camino para el cielo; y si persevera, espero yo en la misericordia de Dios, que nadie le tomó
por amigo que no se lo pagase; (11) que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino
tratar de amistad (12), estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama. Y
si vos aún no le amáis (porque, para ser verdadero el amor y que dure la amistad, hanse de
encontrar las condiciones: (13) la del Señor ya se sabe que no puede tener falta, la nuestra es ser
viciosa, sensual, ingrata), no podéis acabar con vos (14) de amarle tanto, porque no es de vuestra
condición; mas viendo lo mucho que os va en tener su amistad y lo mucho que os ama, pasáis
por esta pena de estar mucho con quien es tan diferente de vos.

6. ¡Oh bondad infinita de mi Dios, que me parece os veo y me veo de esta suerte! ¡Oh regalo de los
ángeles, que toda me querría, cuando esto veo, deshacer en amaros! ¡Cuán cierto es sufrir Vos a
quien os sufre (15) que estéis con él! ¡Oh, qué buen amigo hacéis, Señor mío! ¡Cómo le vais
regalando y sufriendo, y esperáis a que se haga a vuestra condición y tan de mientras le sufrís Vos
la suya! ¡Tomáis en cuenta, mi Señor, los ratos que os quiere, y con un punto de arrepentimiento
olvidáis lo que os ha ofendido!

VIDA 22,6
Hele aquí sin pena, lleno de gloria, esforzando a los unos, animando a los otros, antes que subiese a
los cielos, compañero nuestro en el Santísimo Sacramento, que no parece fue en su mano apartarse
un momento de nosotros. ¡Y que haya sido en la mía apartarme yo de Vos, Señor mío, por más
serviros! Que ya cuando os ofendía, no os conocía; ¡mas que, conociéndoos, pensase ganar más
por este camino! ¡Oh, qué mal camino llevaba, Señor! Ya me parece iba sin camino, si Vos no
me tornarais a él, que en veros cabe mí, he visto todos los bienes. No me ha venido trabajo
que, mirándoos a Vos cuál estuvisteis delante de los jueces, no se me haga bueno de sufrir.
Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán que se puso en lo primero en el padecer,
todo se puede sufrir: es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero. Y veo yo claro,
y he visto después, que para contentar a Dios y que nos haga grandes mercedes, quiere sea por
manos de esta Humanidad sacratísima, en quien dijo Su Majestad se deleita. Muy muy muchas
veces lo he visto por experiencia. Hámelo dicho el Señor. He visto claro que por esta puerta hemos
de entrar, si queremos nos muestre la soberana Majestad grandes secretos.

VIDA 22,7
¿Qué más queremos de un tan buen amigo al lado, que no nos dejará en los trabajos y
tribulaciones, como hacen los del mundo? Bienaventurado quien de verdad le amare y
siempre le trajere cabe sí.

VIDA 22,10
es muy buen amigo Cristo, porque le miramos Hombre y vémosle con flaquezas y trabajos, y
es compañía y, habiendo costumbre, es muy fácil hallarle cabe sí, aunque veces vendrán que
lo uno ni lo otro se pueda.

VIDA 22,17. Pues estándome sola, sin tener una persona con quien descansar, ni podía rezar ni
leer, sino como persona espantada de tanta tribulación y temor de si me había de engañar el
demonio, toda alborotada y fatigada, sin saber qué hacer de mí. En esta aflicción me vi algunas y
muchas veces, aunque no me parece ninguna en tanto extremo. Estuve así cuatro o cinco horas,
que consuelo del cielo ni de la tierra no había para mí, sino que me dejó el Señor padecer, temiendo
mil peligros. ¡Oh Señor mío, cómo sois Vos el amigo verdadero; y como poderoso, cuando
queréis podéis, y nunca dejáis de querer si os quieren! ¡Alaben os todas las cosas, Señor del
mundo! ¡Oh, quién diese voces por él, para decir cuán fiel sois a vuestros amigos! Todas las
cosas faltan; Vos Señor de todas ellas, nunca faltáis. Poco es lo que dejáis padecer a quien
os ama.

También podría gustarte