El cacao ha sido utilizado por los nativos sudamericanos durante

cientos de años para preparar bebidas amargas cuya elaboración y

composición han sido modificadas por los europeos hasta originar lo
que hoy podemos conocer como el chocolate en sus distintas
variedades como Negro, blanco y lechoso.

Los más interesantes son los chocolates oscuros, ricos en

epicatequinas, catequinas y flavonoides procianidínicos, mediante
los cuales, se ha demostrado que estos flavonoides ejercen potentes
efectos antioxidantes al suprimir la oxidación de LDL y reducir la
agregación plaquetaria y la presión arterial.

El chocolate amargo contiene grandes cantidades de flavonoides, por

lo que su consumo está asociado a la protección de la salud cardíaca y
otras afecciones. Los efectos antioxidantes y cardioprotectores del
chocolate se han demostrado en muchos procedimientos
experimentales y estudios clínicos y epidemiológicos.

Gracias al prensado de almendras, se permite producir tres tipos de

productos considerados como principales; estos son: cacao en
polvo, manteca de cacao y licor de cacao, donde, combinados estos
ingredientes se crean las barras de chocolate, los cuales tienen
como base a la pasta de cacao, misma que se utiliza para la
producción de diferentes tipos de chocolate en la actualidad.