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Los Pachely

Era 18 de junio de 1994 un día frío y lluvioso en Bogotá, cuando en la oficina de la


estación metropolitana de la policía nacional suena el teléfono de la recepción. Gonzales,
el mejor oficial de esa localidad -un hombre mayor y amargado -, famoso por la cantidad
de asaltantes que ha enviado a la cárcel y por ser quien asesino a la pareja de ladrones
más buscada en el año 1989, los Pachelly, quienes cometieron el asalto de más de 12
bancos de la ciudad; El oficial que estaba sentado en la comodidad de su oficina viendo
con amargura el marcador final del partido del mundial jugado, Colombia(1) - Rumania(3);
se percata de que estaba sonando el teléfono así que decide con amargura contestar la
llamada…

-Oficial Gonzales, ¡me han robado!, ¡me han robado! - grito el hombre tras la línea
telefónica- fueron “Los Pachelly”, ¡lo sé!, ¡lo sé! -

-Señor, cálmese -dijo Gonzales - ¿cómo que los Pachelly? -pregunto un poco aturdido -,
¿Quién es usted?, ¿Qué le han robado? y ¿Cómo es que sabe mi nombre? –

- ¿Acaso usted no sabe quién soy yo ?,-exclamo el hombre un poco enojado –.

- No, ¿Quién es usted? y por favor dígame ¿cómo es que sabe mi nombre? –

- soy leonardo Villar Velandia gerente general del Banco de la República Colombiana y le
llamo a usted por que me lo han recomendado, por eso se su nombre – dijo

- ¡Sr. Leonardo!, discúlpeme –

Gonzales debía ser educado y muy cuidadoso con el trato de este hombre, pues el señor
Leonardo era muy conocido en todas partes y uno de sus mejores amigos era Henry
Sanabria, el mayor general de la policía nacional, por lo tanto si Gonzales llegaba a
demostrar alguna mala conducta sabia que el castigo podía ser bárbaro.

- cuénteme ¿qué le ha ocurrido? – dijo Gonzales

- ¿pero acaso es usted sordo?, ¡Ya se lo dije, los Pachelly han asaltado mi banco!, ¡se
llevaron todo, necesito su ayuda ahora mismo! - imploró

-señor Velandia, pero ¡¿se da cuenta usted de la insensatez que está diciendo?!, los
Pachely murieron hace cinco años- replico Gonzales.
Los Pachely
Él sabía que los Pachely habían muerto, porque el mismo, junto con sus compañeros
oficiales, habían acabado con la pareja de asaltantes mientras realizaban el atraco al
museo nacional en el 89.

Estaba seguro de que ellos habían muerto, el vio sus caras, nadie podía decir lo
contrario, tenían que estar muertos -se dijo Gonzales -.

-Oficial, sé que es una locura, pero ¡créame!, si quiere venga usted mismo y compruébelo,
las cámaras de seguridad registraron todo, son ellos, ¡lo sé! – dijo empecinado el Sr.
Velandia

Que desfachatez la que está diciendo este tipo -pensó Gonzales -igual tendré que ir a
investigar lo sucedido-.

-sr. Leonardo, voy camino al banco, evite tocar todo tipo de elementos y no deje entrar a
nadie al lugar -.

- entendido Gonzales, aquí le espero – dijo el Sr. Leonardo que luego colgó la llamada.

* * *
Gonzales iba camino al banco cuando en el cruce de un semáforo y entre la multitud
de la gente se le acerca una mujer de cabello rubio que le susurra al oído -un gusto verte
de nuevo Gonzales-, el oficial muy confundido trata de detener a la mujer para detallar
quien era, pero entre el ir y venir de la multitud la silueta de aquella mujer se perdió entre
la masa.

-Sr Gonzales al fin llega- dice el gerente.

-Disculpé la demora, tuve un pequeño inconveniente en el camino-

-no hay problema, solo fueron unos minutos demás-

-agradezco su compresión-

Gonzales y el gerente entran a la bóveda donde anteriormente estaba el dinero y se


da cuenta de que todo se ve muy limpio y organizado, en ese momento se dio cuenta de
que el robo había sido planeado, todo estaba en su lugar no se veía nada raro, el oficial
reviso los cajones donde se metían algunos paquetes de dinero y mientras revisaba vio
dentro de una de ellas un numero escrito en un papel que decía “1-9-8-9”, cuando
Gonzales ve el número escrito se tornó pálido y su mano empezó a temblar, el numero
Los Pachely
escrito no era nada mas y nada menos que el año en que él había asesinado a los
Pachely , parecía solo ser una coincidencia, pero cuando fueron a ver las cámaras de
seguridad, Gonzales casi se desmalla al ver que las dos personas que estaban ahí
efectivamente eran los Pachely.

- No puede ser verdad, ellos murieron, ¡yo los mate!, ¡los mate! – grito muy desesperado
el oficial, pues los Pachely no eran un juego para él, tardo muchos años para encontrarlos
y lograr matarlos. Aunque ahora en vano.

- Gonzales cálmese, esta situación nos afecta a los dos y yo también quiero explotar, pero
ahora no sirve de nada- de el sr. Velandia de manera un poco inusual

Al oficial le sorprendió la tranquilidad del gerente, pues no era normal que le robaran
muchos millones de pesos y que hablara como si fuera un problema cualquiera

-pero como esta usted tan tranquilo, acaso no ve lo complicado de la situación ¡¿le parece
muy común que después de cinco años le roben la mitad de su dinero?!-

-no me parece normal, no se confunda, estoy igual de irritado que usted, pero reitero en
que así no vamos a avanzar en el caso- explico el gerente

Se torno un silencio incomodo, pues el gerente tenía razón y eso era algo que le
molestaba a Gonzales

- Escúcheme bien Velandia, este no es un caso cualquiera, robaron el banco de la


república ¡su banco! y ¡además de lo hicieron los Pachely!, usted y yo muy bien sabemos
el dolor de cabeza que fueron ellos para esta ciudad y el martirio que fueron para mí, son
gente peligrosa y como acabamos de ver son capaces de volver de la muerte-.

Gonzales ya estaba irritado por esa situación eran muchas cosas que procesar,
¿Cómo entraron al banco?, ¿Por qué hacen su aparición hasta ahora, después de cinco
años?, ¿acaso usaron nuevos nombres? Y ¿Por qué me toco a mi este caso? - se
preguntaba constantemente Gonzales mientras veía las cámaras.

Mientras el oficial veía las cámaras, apareció el registro de un nuevo video en el


disco, un video que tenia fecha de ese mismo día y en esa misma hora. Gonzales abrió el
archivo y reprodujo el video.

- No puede ser, como es posible- dijo boquiabierto el oficial


Los Pachely
- ¿qué ocurre Gonzales? – pregunto el gerente con mucha curiosidad

- mire – dijo Gonzales ahora con cara pálida

En la pantalla se veía como una mujer y hombre miraban hacia la cámara indicando
en una hoja de papel indicando un pequeño texto que decía “tarde o temprano los
corruptos caen y se van de la mano con la muerte”

- ¿A qué se refieren Gonzales? - pregunto Velandia

- no lo sé, no lo sé -dijo el oficial que estaba aún más pálido

Gonzales parecía esconder algo, algo oscuro que tal vez los Pachely saben y por eso
les teme tanto….

Continuara….

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