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U A INTRODUCCIÓN A LA DOCTRINA BÍBLICA

, ,
TEDLDSIR SISTEMRTICR
«Wayne Grudem entiende que todo cristiano ,,hace teología», que la doctrina inevitablemente
halla aplicación en la vida del creyente. Escrito con claridad, este libro demuestra que el autor
valora la rica diversidad de tradiciones dentro del cuerpo de Cristo y a la vez nos recuerda que
nuestra fe tiene raíces en verdades cristianas históricas».
Chuck Colson, Prison Fellowship Ministries

«Si esperaba hallar un texto de teología para estudiantes que tratara de dar formación espiri­
tual a la par de formación intelectual, felicidades. Wayne Grudem ha escrito exactamente lo
que usted buscaba, y por cierto de manera muy competente».
J. l. Packer, Regent College 1
«La Teología Sistemática de Wayne Grudem es un texto de teología sistemática sin prejuicios,
el mejor que he visto en años recientes en términos de apropiada organización, claridad y
disposición a abordar los más sobresalientes tópicos de hoy. Es una admirable amalgama de
erudición y elementos de inspiración que pocas veces se logra en libros académicos».
Paige Patterson, Southeastern Baptist Seminary

«Teolc,g{a Sistemática es sobresaliente por sus extraordinarias yuxtaposiciones. Es penetrante


pero no confunde; franco y claro pero no irreflexivo ni exagerado; de fácil lectura pero no su­
perficial; enraizado en la Biblia, hasta saturado de Biblia, pero no descuidado con el texto ni
locuaz; devoto y reverente pero no falto de sentido crítico ni ingenuo; práctico pero no en pos
de la moda ni sentimental; amplio pero sin exagerar en pequeñeces; un libro para la iglesia
pero no localista ni sectario. Espero estar acudiendo a él por décadas».
John Piper, Bethlehem Baptist Church, Minneapolis

«En todo sentido un logro magnífico que merece que se use ampliamente entre los evangé­
licos».
Gerald Bray, Beeson Divinity School

«Grudem ha abierto las ventanas para que el aire fresco se lleve el husmo y permita que el Es­
píritu Santo infunda una teología evangélica bien bíbica con nueva vida y poder».
l

Jack W. Hayford, The Church on the Way, Van Nuys, California

Wayne Grudem es profesor de investigaciones bíblicas y teología del Seminario Phoen:i:x


en Scottsdale, Ari.zona. Antes enseñó durante veinte años en el Trinity Evangelical Divinity
School de Deerfield, Illinois. Es graduado de Harvard (Licenciatura en Letras), del Westmins·
ter Seminary (Maestría en Divinidades y de Cambridge, doctorado en filosofía). Es autor de
numerosas obras y editor de Are Miracu.lous Gifts for Today? De 1998-1999 fue presidente dela
Sociedad Evangélica de Teología.

1 11 1
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«El libro de Grudem ... encaja perfectamente en l.a tradición reformada histórica en los
principales tópicos de la teología, incluyendo la doctrina de las Escrituras, la doctrina de
Dios y la doctrina de la salvación.... Quizás la característica más fuerte de este libro es su
accesibilidad. Grudem no diluye to e encial de la teología. Pero al reducir al mínimo et uso
de terminología técnica y al incluir himnos, preguntas e indicaciones en cuanto a aplica­
ción, hace que la teología sistemática sea mucho más accesible y vigorizante para una am­
plia gama de lectores cristianos».
Vern S. Poyt/.iress, Seminario Teológico Westminster

,<La iglesia entera está en deuda con Wayne Grudem por una refrescante pre enración
del cristianfamo evangélico.... Aun los que no comparten sus ... ideas sobre ciertos tópicos
e verán enriquecidos por las claras declara ·0J1es de teo.logía evangéüca básica y sus muy
útiles referencias cruzadas con otra ideas teológicas fundamentales. De particular valor lo
mucho que se fija en la aplicación de la doctrina a la vida y ministerio de cada uno y de la
iglesia. Para Grudem, no se pueden separar los conceptos teológicos de la experiencia del
corazón».
Allan Coppedge, Seminario Teológico Asbury

«La Teología Sistemática de Wayne Grudem es teología clásica para la iglesia de hoy. ...
Más que la mayoría de las obras teológicas Grudern se dirige a la doctrina de la vida, en
pensamiento, práctica y adoración. Aunque no odas estarán de acuerdo con todas las con­
clusiones de Grudem, esre ha regalado a la iglesia un tesoro de enseñanzas bíblicas y teoló­
gicas en una sólida y conservadora tradición evangélica».
Roben L. Saucy, Escuela de Teología Talbot

«La nueva obra del Dr. Grudem se caracteriza por u profundidad exegética, su claridad
de expresión y su relevancia contemporánea. Merece amplia aceptación como texto de
teología sistemática».
John]e.fferson. Da vis Seminario Teológico Gordon-Conwell

«La Teología Sistemática de Wayne Grudem se dirige a ser un clásico. Guia a sus lectores
a través de las cuestiones má controversia.les y dificil es de la teología con una claridad que
no tiene igual ... Esta obra es capaz de llevar a un principiante a un proceso de reflexión
teológica madura a la vez que exhonary deleitar al teólogo veterano. Nunca he disfrutado
tanto una teología sistemática como esta».
Jack Dcere, autor y conferencista

«Grudem edifica a una maravillosa teología evangélica per onal sobre un profundo
compromiso con la verdad y autoridad de las Escritura que honra las mejores tradiciones
dela ortodoxia prorestanre .... E te libro ayudará a lo evangélicos a captar la importancia
de la doctrina a la vez que nos alienra hacia un muy necesitado consen o evangélico».
Gerry Bresliears, Seminario Western, Portland, Oregón

«Escrito de forma clara, esca es una publicación teológica que es digna de estudio serio
de parte de todos».
Baptist Sta11da1·d

1\LO enseñará, lo exh.ortará, ampüará sus pensamiento y dará calor a su corazón. El teó­
logo, el pastor y el laico por igual se benefi iarán grandemente de esta muy bien elaborada
obra. Brota del corazón y la mente de uno de los mejore siervos de la iglesia y uno de lo
más cuidadosos y capaces eruditos».
James A. Borland, Universidad Liberty
•De vez en cuando uno encuentra un libro en el cual algunas declaraciones son can pre­
cisas que uno tiene deseos de decir: "Ojalá yo hubiera escrito eso". ¡La Teología SístemtUica
de Wayne Grudem es uno de e.ms libros! No esrá recargada de rénninos té01kos que lo
vuelvan dificil de encender, aunque los términos técnicos ... los ha explicado para que el
lector pueda conocerlos. Está muy bien organizado y presenta una posición bien evangéli­
ca. Donde los evangélicos no conruerdan, ofrece una justa evaluación de los diferenres
puntos de vista. Tíene valiosos párrafos de aplicación, significativos pasajes bíblicos para
aprender de memoria, y un apéndice con impon.anees credos y confesiones de fe•.
Raga Nícol.e, Seminario Teológico Reformado, Orlando. Aonda
, U A 1 TRODOCClÓ A LA DOCTRI A BÍBLICA

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La misión
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Publi ado n inglés con el átulo:


tcmall Tireology
por lnc r ar. lty Pres , Gran Bretaña, Th Z nd rv, n rp ration, U A
1c 19 4 W yne rudem

Traduc i6n: Míg11cl Mcsias,José L11i..s Mart/11ez, Omar Dl11z 1/e Ar,.
dici n:J1w11 Rojas Mayo, Rojas & Rojas fütfto,·cs, f11c.
i ñ de cubi rta: CrisLina Spee
D >ñ ml •rior: .Rojas & Rojas Editores, /ne.

lo derechos. A meno que inda ue 1 · nl • ri ,


com6 de la anta Biblia ueva ers16n lnt m I nal
·edad Biblica Intemaa nal.

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Ene libro esta dcdicnJo a ocho ¡Kmm.as
� Diosmsu sobco-ra11ia tTaJ"ª m1 ,i,la:

.-lrdert y}llln Gntdan, mu paJro,


quienes me m.sriiaron a cree rn la Biblia,
confio.r m Dios
b
)' hablar y amir con daridaJ:

.!. Kntnah Ham, mJ pastor baunsta,


.¡uim despenó m mJ amor por la ttologia sistemática
msoüuulo una dast dt doann.a cristiana
cun:ndo yo tenia trece a,fos,
y qu1ni me nuaio e1 creer
cada palabra de la.s Escrituras;

Ednumd Clowney,Jolm Famt y Vcm Poytl1ress,


profesores dd Semmario \Ves111mt.S1cr y amigos,
qmenes injluenciaron en nns concep1os teológicos
más q11e c11alq11icra otra persona,
y quienes me cnsniaro111eolog{a rcfonnada en
lt11milde sumisión a cada palabra de la Biblia;

y Harald Bredesen yJo/111 Wirnbcr,


pastores y amigo,
quienes, más que cualquiera otra persona,
me ensctiaro11 sobre el poder y la obra
del Espíritu Stllllo.
Contenido

ABRE lATURAS 13
PREF CIO 15
Capirulo 1: Introducción a la reologia si temática 21
¿ ué es teologia sistemática:' ¿Por ,Jue los creyentes de en estu-
diarla? ¿Cómo debemos estudiarla:'

PRIMERAPART
LA DOCTRINA DEL PLLL...cf1LJRA O DIO
Capítulo 2: La Palabra de Dio 47
¿Cuáles son las diferentesJomuu de la Palnbra de Diosf
Capírulo 3: El canon de las Escritura 54
¿Q11é pertenece a la Biblia y qu' 1to pertene e a llar
CaplruJo 4: Las cuatro caracteristicas de la E crirura : (l) Autoridad 74
¿Cómo sabe-1110 qMe la BibUa la Palabra de Diosr
Capítulo 5: La inerrancia de la E crirura 92
¿Hay algún error en la Biblia?
Capitulo 6: La cuatro caracter:í ricas de la E crirura : (2) Claridad 108
r
¿P1Leden sólo los mtditos entender cor ectamente la Biblia?
Capítulo 7: La cuatro características de las Escrin1ra : (3) N ce idad 119
¿Para qué es necesaria la Biblia? ¿Cttá1tta pueden las personas
saber de Dios sin la. Bibliai'
Capítulo 8: Las cuatro características de la E crirura : (4) ufici ncia 131
¿Es la Biblia suficiente para saber lo qttc Dios quiere que pense-
mos y hagamos?

SEGUND PARTE:
LA DOCTRINAD DIO
Capitulo 9: La exi reacia de Dio 145
¿Cómo sabemos que Dio existei'
i
Capirulo 10: La cognoscbilidad de Dio 152
é Podemos Tealn1ente con cera Dios? ¿C11á1tta de Dío podemos
conocer?
Capítulo 11: El carácter de Dio : Atributos •in omunicabl 159
¿De qué numera es Dio difermu de no otro i'
Capitulo 12: El carácte.r de Dio : Anibuc omum bl
(Primera Parte 190
m esDi en t'11 atributos
mentales y morale. e

a itulo 1 • El carácte:r e Di mun1 bl


gunda Parre 21
;En qui_ m atnbUI s k i
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a ·ru10 l : D1 23
¿C n bar un ID Ch ,sf

CapíruJ -. Creaaón 2
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1ruJo l · La prm-idencia 32
íDros
Dt ;;
Capmtlo 17: agro 3 l
¿Qui los milagro : ¿Puokn uader h ?

Capítulo l : Oración 39
;PorquéDiosquierecp omu ?; · podem sorarnu-n71mnuef

C pirulo 19: eles 5


¿ ué an los ángeles? ¿� r que I s ere · D1 ?

Ca lo 20: atanás y lo demonio 430


¿Qui debieran pensa r h 'Y lo LTISLiano de tm1ás y de lo de­
monio ? Guerra espiritual

TER ER PART :
LA DOCTRJ A D L HOMBRE
pítulo 21: L creación del hombr 4.59
¿Por qué nos creo Dio r ¿C 'mo 110 hiz a II propia sem jtu1U1 r
¿Cómo podemos agradarte en tlU tm vidn dia,íar
apiculo 22: E hombre como varón h mb 47.5
l
¿Por qué CTEÓ Dios do exo ? l10111brr- la mujeres
er igiuiles y a In vez, tent-r pa r

pirulo 23: La naturaleza esenaal d 1 h 494


; ué quieren deetr I Esmtut n aln ,. i. pirit,,.,.f ¿ n
la misma

irulo 24 513
i ue rul ? ;D io id ,,n1 r ¿Hercdnm la Mtura
ca e Ada1t? ,HereJam · la 1lf d 1,fof

aula 2 · entre Di 540


� . .ut 11 'ª"
CUARTA PARTE:
LAS DOCTRINAS DE CRISTO
Y DEL ESPÍRITU SANTO
Capitulo 26: La persona de Cristo 553
¿Cómo es que Jes1Ís es completamente Dios y completamente
J1ombre y, no obstante, es una sola personar
Capítulo 27: La expiación 595
¿Era necesario que Cristo muriera? ¿Ganó toda la vida terrenal
de Crist.o algún beneficio redentor para nosotros? ÚJ callsa y na­
tnrala:a de la expiació1L¿Descendió Cristo al infimioi'
Capítulo 28: Resurrección y ascensión 639
¿Cómo era el cuerpo resuciuulo de Cristoi' ¿En qué es eso signifi-
cativo para nosotrosi' ¿Qué le S11cedió a Cristo mando ascendió
al deloi' ¿Q11é se quiere dedr con estados de CristoJwís
Capítulo 29: Los oficios de Cristo 656
¿Cómo es Cristo profeta, sacerdote y reyi'
Capítulo 30: La obra del Espíritu Santo 666
¿Cuáles son las actividades características del Espíritu Santo a
lo largo de la historia de la Biblia?

QUINTA PARTE:
LA DOCTRINA DE LA APLICACIÓN
DE LA REDENCIÓN
Capítulo 31: Gracia común 689
¿Cuáles son las bendiciones no merecidas que Dios da a todas la.s
personas, creyentes e [ncrédulos?
Capitulo 32: Elección y reprobación 701
¿Cuándo y por qué Dios nos ha elegidoi' ¿Son algunos 110 elegi-
dos?
Capítulo 33: El llamamiento del evangelio y el llamamiento eficaz 725
¿Cllál es el mensaje del eva11gelioi' ¿Cómo llega a ser eficazi'
Capítulo 34: La regeneración 733
¿Qué sig,tifica nacer de 1mevoi'
Capítulo 35: La conversión (Fe y arrepentimiento) 744
¿Qué es el verdadero arrepentimiento? ¿Qué es fe salvadora?
¿Pueden las personas aceptar aJwis como Salvador y no como
Sefior?
Capítulo 36: La justificación (La situación legal correcta dclante de Dios) 758
¿Cómo y cuándo obtenemos una sitt1ación legal correcta dela11te
de Dios?
Capítulo 37: La adopción {La membresía en la familia de Dios) 773
¿C11áles son los beneficios de ser 1111 miembro de 1n familia de Dios?
Capírulo 38: La sanáficación (El crecimiento en la semejanza de Cristo) 783
¿Cómo crece usted en madurez cristtanaf ¿Cuáles son las bendi-
dones del crecimiento cristia1toi'
Capírulo 39: El bautismo y la llenura deJ Espíritu 801
¿Debiéramos buscar el 11ba1Hismo tn tl Espíritu Santo después de
la co1tversión? ¿Qué Sig1tifica ser llenos con el Espirit11 Santo?
Capitulo 40: La perseverancia de los sanros (Cómo permanecer como
creyente) 828
¿Pueden los verdaderos creyentes perder su salvaciótt? ¿Cómo po-
demos saber si ett realidad hemos nacido de nuevo!'
Capitulo 41: La muerte y el estado intermedio 851
¿Cuál es eL propósito de la nrntrte en la vida cristianar ¿Qué les
sucede a nuestros ctterpos y almas cuando morimos?
Capitulo 42: Glorificación (Recepción de un cuerpo de resurrección) 870
<Cuándo recibire11ws ctterpos de resurrección? ¿Cómo serán?
Capitulo 43: Unión con Cristo 882
¿Q11é significa estar «en Cristo11 o ,,unido a Cristo,1?

SEXTA PARTE:
LA DOCTRINA DE LA IGLESIA
Capítulo 44: La iglesia: su naruraleza, sus caracreríscicas y sus propósitos 897
¿Qué es necesario para que haya 1111a. iglesia? ¿Cómo podemos
reco11ocer a una. iglesia verdaderaf Los propósitos de la iglesia.
Capítulo 45: La pureza y unidad de la iglesia 918
¿Qué lwce a una iglesia más agradable a Dios, o menos? ¿Con
qué clase de iglesias debemos coopera!' o unimos?
Capítulo 46: El poder de la iglesia 932
¿Qué clase de autoridad tiene In iglesin? ¿Cómo debefuncionar
la disciplina. eclesiástica?
Capítulo 47: El gobierno de la iglesia 950
¿Cómo se debe gobeniar 1111a iglesia? ¿Cómo se debe escoger a los
oficiales de una iglesia? ¿Deben mujeres servir como pastoras?
Capítulo 48: Medios de gracia en la iglesia 999
¿Cuáles son las diferentes actividades dentro de La vida de la
iglesia q11e Dios 11sa para damos bendición� ¿Qué 110s perdemos
c
Si descuidamos rmestra pa.niipa.ció11 en 1111a iglesia local!
Capítulo 49: Bautismo 1017
¿Quiénes deben bautizarse? ¿Cónw se debe bautizar.' ¿Qué signifiau
Capítulo 50: La Cena del Senor 1041
¿Cuál es el significado de la Cena del eñori' ¿Cómo debe se:r
observada?
Capítulo 51: doración 1057
¿Cómo puede la adoración cmnpLir su gran propósito e11 la era
del uvo Testamento? ¿Qué significa adorar "C11 espiritlL y en
verdad.?
C pirulo 52: Dones del Espíritu a nta (l):Cue rione genera.le 1071
¿Que. son done.s espirituales? ¿Ci1á11tos Ita ? ¿Han cesado alg11-
,w done.ii' B1ucar 1,tilizar los dones spintuales.
Capítulo 53: Dones del Espíritu Santo (2):Don E p cífico 110
¿Cómo hbemos en.tender y utilizaT do,� espirituales específicos?

SÉPTIMA PARTE:
LA DOCTRIN D L F T RO
CapíruJo 54: El regreso de Cristo: ·Cuándo cómo? 1151
Cuándo y cómo regresará Cristo? ¿Podría venir en wlq uiu mo-
mento?
Capírulo 55: El Milenio 1170
¿Qué es el milenio? ¿Cuándo debe ocurrir? ¿Pasarán los cristia­
nos por la Gran Tribulación?
Capítulo 56: El Juicio final y eJ castigo eterno 1203
¿Quién se1'á juzgado? ¿Qué es el infierno?
Capítulo 57: Los nuevos cielos y la nue a tierra 1221
¿Qué es el cielo? ¿Es un lugar? ¿Cómo será renova_da la tierra?
¿Qué será vivi.r en Los nuevos cielos y la nueva cierra?

APÉNDICES
APÉNDICE 1: CONFESIONES DE FE Hl TÓRICA 1231
El Credo de los Apó tole 1232
El Credo iceno 1232
El Credo Calcedonio 1232
EJ Credo Aranasiano 1233
Los Treinta y ueve Articulo 1234
La Confesión de fe de We tminst r 1244
La Confesión Bautista de ue a Hamp hir 1266
Fe ensaje Bautista 12 O
Declaración de Chicago obre la Infalibilidad Bíblica 12 6
APÉ DICE 2: P JES BIBUCOS P RA E ORIZAR
DELAR R60 DHH 12 1
P DICE 3: BIBLIOGRAFÍA 10T O
TEOLOGÍAS lSTEJ 1.Ano EV. GÉLIC. 1297

:\P • OlCE 4· LIST DE TEOLOG' EM.J TI


CO IG, AD AL FL� DE CADA CAPÍT U07

P DICE · LA CO ;:TRO 'ERSL-\ • JO, OGEj . ,• lCO


O . lGÉ, 'IT O U09

GLO ARIO 1311

Í 'DICES

indice de amores 13.11


india! e himnos 13
indice Bíblico Parcial 1349
indice temáñco 1r3
Abreviaturas

BAGO A Grrek-Englis11 Laico11 of rl1c Ncw Testnmn,t and Othtr Enrl • Cl1rish.a11 Litera-
ture. Ed. Walter Bauer. Rev. y a-aru. m. Amdc, F . Gingrich, F.
Oanker. University ofChicago P . Chica . 1 79.
BDB A Hcbrew a11d Engwh Lex1co11 oftl,e Old Tatamn11, F. rown. . R. Driver,
and C. Briggs. Clarendon Pre . Oxford, 1907; reimpreso, con correccio­
nes. 196
BET. 811l1rtfo oftlre fra11gdtcal Tl,cologirul. Titc logy
B:11 ac Bibb.otluca acru
compare
CR.SQ Creacion Remlrd1 Society Quartal
CT Cluistiamty Today
CThRcv Criswell Theological Rrnew
EBC Expositor's B,ble Commenrary, Frank E. Ca b I in, d. Zondervan, Grand
Rapids: Zondervan, 1976.
cd ed itor, edición
EDT Evatigelical Dietionary ofTI1eology. alcer El ell. ed. Baker, Grand Rapids,
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JBI. Journal ofBiblica Lirerarure
JET: Jormwl oftlie Eva.ngelical Theologícnl ocicty
JSOT )01m1al far the Stiidy oftli, 011 Testmne,11
KJV Versión Kingjames (Versión inglesa autorizada)
LSJ A Greek-EngLish Lexico, novena edíción. Hc,,ry iddell. Robert Scott, H.
Joncs, R. McKenzie. Clarendon Pre ·s, xford, 1940
LBLA La Biblia de las Amé.rica
LXX eptuaginta
n. nora
nJ. no dice la fecha de publicación
nl no dke el lugar de publicación
B e, menean randard Biblc
'DT c Dlctionary oJTheology. . B. rcrguson. D. F. Wri hl. J. l. Packer, editer
w

res. lntcrVarsiry Prcss, Downcrs Grov , Tll., J


SIDCC 1\'n 1"1ematianal Dictio1111ry oft111: Chris1ia11 l111rcl1. Ed. J. D. Douglas et al.
Zondervan. Grand Rapids, 1974.
,:JDCC 'cw hiurnational Dictionnry of. nv Tesramc11t 11teology. 3 tomos. Colin
Brown. gen. ed. Zoodervan. Grand Rapids. 19

IJ
NIGTC New l11tmtatíonal Gn:ek Testament Com11u:11taríes
NIV New lnremation Version
NVJ Nueva Versión lmemaáonaJ
NTS New Tesuiment Studies
RVR 1960 Versión Reina Valera, revisión de 1960
ODCC Oxfard Dictio,wry Df the Christian Churd1. Ed. F. L. Cross. Oxford University
Press, Londres y Nueva York. l9n.
rcv. revisada
TB Tyndale Bulktin
TDNT Theological Dictionar)' oftl:e New Testament. 1 O tomos. G. Kinel y G. Fri.e­
drich. editores: rrad. G. W. Bromiley. Ecrdmans, Grand Rapids, 1964-76.
TNTC TyndaJe New Testament Comrnentaries
TOTC TyndaJe Old Testamenr Commentaries
trad. traducido por
VP Versión Popular (Dios Habla Hoy)
WBC Word Biblical Commentary
WTj Westm111stcr 111eologicalJoiunral

14
Prefacio

o he escrito este libro para oaos profesores de teología aunque espero que
muchos de ellos lo lean'· Lo he escrico para csrudianres: y no sólo para esrudiant:es.
sino umb1en para todo creyente que tiene hambre di! saber las doctrinas cenrrales
de la Bíblia con mayor profundidad.
Por eso titulé el libro «Gna inrroducaón a la doari.na bíbha.. He tratado de ha­
cerlo comprensible incluso para creyentes que nunca antes han estudiado teolo­
gía. He e";tado usar rérminos cécrucos sin primero uphc:arlos La mayori.a de los
apirulos se pueden leer solos. de modo que cualquiera puede empezar en cual­
quier capítulo y comprenderlo sm tener que leer el marenal previo.
Los estudios inrrodncrorios no ñcncn que ser supcrfioales ni simplistas. Estoy
convencido de que la ma)·oria de los creyentes pueden comprender las cn.señanzas
docmnalcs de la Biblia a considerable profundtdad, siempre y cuando se las pre­
senten en forma clara y sin usar lenguaJe altamcnre técruco. Por consiguiente. no
he vacilado en hablar con algún detalle de disputas teológicas en donde me ha pa­
reado necesario.
Sin embargo este libro, a pesar de su extensión, es con todo una mtroducdón a la
teología sistemática. Se han escrito libros enteros sobre los ce mas que se cubren en
cada capírulo de este libro, y se han escnro artículos enteros sobre muchos de los
versículos que se ácan en este libro. Por consiguiente. cada capítulo puede abrirse
a estudio adicional con mayor amplitud y mayor profundidad para los que se inte­
resan. Las bibüografias al final de cada capitulo darán alguna ayuda en esa direc­
ción, para los que entienden inglés.
Los siguientes seis rasgos distintivos de este libro brotan de mis convicciones
en cuanto a lo que es la teología sistemática y cómo se debe enseñar:

t. Una base bíblica clara para las doctrinas. Debido a que estoy convencido que
la teología debe basarse explícitamente en las enseñanzas de la Biblia, en cada capí­
tulo he intentado señalar cuando la Biblia respalda las doctrinas que se están consi­
derando. Es más, debido a que creo que las palabras de las Escrituras en sí mismas
ricnen mayor peso y auroádad que cualquier palabra humana, no menciono sim­
plemente referencias bíblicas; frecuentemente he citado pasajes bíblicos extensos
para que los lectores puedan examinar fácilrnence por si mismos la evidencia bíbli­
ca y de esa manera ser como los nobles bereanos, quienes •con toda avidez y todos
los días uaminaban las Escrituras para ver SJ era verdad lo que se les anunciaba»
Hch 1,·111. Esca convicción en cuanto a la naturaleza singular de la Biblia como
palabra de Dios también ha llevado a la inclusión de pasaJes bíblicos para memori­
ur al final de cada capítulo.

l.. Claridad en la explicación de las doctrinas. l'\o creo que Otos quiso que el es­
tudio de la teoJogía resulrara en confusión y frustraoón. El csrudiante que sale de
un curso de teología lleno sólo con mcertidumbre doannal )' mil prcguncas sin
16 PREFACIO

contestación pienso que dificilmenre «pueda exhortar a Otros con la sana doctrina
y refutar a los que se opongan» (Tit 1 :9). Por consiguiente he tratado de indicar la
posición doctrinal de este libro claramente y mostrar en qué lugar de la Biblia hallo
evidencia convincente para estas posiciones. No espero que todo el que lea este li­
bro concueTde conmigo en todo punto de doctrina; pero sí pienso que todo lector
entenderá las posiciones que propongo y en qué lugar de la Biblia se puede ballar
respaldo para esas posiciones.
Pienso que los lectores de este libro merecen que diga desde el principio cuáles
son mis propias convicciones respecto a ciertos puntos que se debaten dentro del
cristianismo evangélico. Sostengo una noción conservadora de la inerrancia bíbli­
ca, en acuerdo en gran medida con la «Declaración de Chicago• del Concilio Inter­
nacional sobre la Inerrancia Bíblica (capítulo 5 y apéndice 1, pp. 1203-6. y la
posición tradicional reformada respecto a las cuestiones de la soberanía de Dios y
responsabilidad del hombre (capírulo 16). el alcance de la expiación (capírulo 27), y
el asunto de la predestinación (capítulo 32). En conformidad con el punto de vista
reformado, sostengo que los que de veras han nacido de nuevo nunca perderán su
salvación (capírulo 40). Con respecto a las relaciones entre hombre y mujer, abogo
por una noción que no es ni tradicional ni feminista, sino «complementaria)I; es de­
cir, que Dios creó al hombre y a la mujer iguales en valor y personalidad, e iguales
en llevar su imagen, pero que tanto la creación como la redención indican algunas
funciones distintas para hombres y mujeres en el matrimonio (capírulo 22) y en la
iglesia (capírulo 47). En cuanto al gobierno de la iglesia, abogo por una forma de
gobierno congregacional modificada. con múltiples ancianos en cargos directivos
(capírulo 47). Abogo por una noción bautística del bautismo, es decir, que los que
dan una profesión creíble de fe personal en Cristo deben bautizarse (capítulo 49).
Sostengo que «d bautismo en el Espíritu Santo» es una frase que se aplica mejor a
la conversión, y a las experiencias subsiguientes es mejor llamarlas (<llenura del
Espíritu Santo» (capítulo 39); además, todos los dones del Espíritu Santo mencio­
nados en el Nuevo Testamento son todavía válidos para hoy, pero que «apóstol» es
un oficio, no un don, y que el oficio no existe hoy (capítulos 52 y 53). Creo que la
Segunda Venida de Cristo puede ocunir en cualquier día, que será premilenial
-es decir, que marcará el principio de su reinado de mil años de paz perfecta en la
tierra- pero que será después de la tribulación; es decir, que muchos cristianos
pasarán por la gran tribulación (capítulos 54 y 55).
Esto no quiere dedcque paso por alto otros puntos de vista. En donde hay dife­
rencias doctrinales dentro del cristianismo evangélico he tratado de presentar con
justicia otras posiciones, explicar por qué discrepo de ellas, y dar referencias de las
mejores defensas disponibles para las posiciones opuestas. Por cierto, he hecho fá­
cil que los estudiantes hallen una declaración evangélica conservadora para cada
tema dentro de sus propias rradíciones teológicas, porque cada capítulo contiene
un índice de los tratamientos del tema de ese capítulo en otros treinta y cuatro tex­
tos de teología clasificados por trasfondo denominacional. (Si no he logrado pre­
sentar acertadamente un punto de vista opuesto aprecia ria una carta de cualquiera
que sostenga ese punto de visea, e intentaré hacer correcciones si se publica una
edición subsecuente de esre Hbro).
PREF CIO 17

J. pJi cación a la vida. o creo que Dios qui o que eJ esrudio d teología fuera te­
dio o y aburrido. ¡La teología e el esrudio de Dio codas u obra ! ¡La teología
tiene el propósito de que uno la v iva la cle\'e II oración la cantel Todo los gran­
d e aitos doctrinales de la Biblia (como la ep' tola d Pablo a lo Romanos) están
lleno de alabanzas a Dios y aplicación personal la vida. Por ta razón he incor­
porado nocas de aplicación de tiempo en tiempo n e1 re ro, y añadido «Preguntas
para aplicación personal» al fin de cada capitulo, codo r lacionado con el tema de
e capitulo. La verdadera ceologia •docaina qu e nforme a la piedad» (1 Ti
6:3, RVR 1960), y la teología. cuando e estudia apr piad m ne , conducirá acre-
cimiento en nuestra vidas aistiana a la adoración.

4. Enfoque en el mundo e angélico. o pien o que un verdadero istema de teo­


logía e pueda constI11ÍT desde lo que podóamo llamar la cradicióo teológica ilibe­
ral». es decir, de personas que niegan la ab oluta veracidad d la Biblia, o que
piensan que las palabras de la Biblia no on e a tament palabras de Dios ( ea ca­
pitulo 4 sobre la autoridad de la Biblia). Por esta razón. lo otro e aitore con
quiene dialogo en e te libro e cán en su ma oria d ntro de lo que hoy se llama la
tradición «evangélica conservadora» más amplia; d de lo grandes reformadores
Juan Ca lvino artin Lutero, ha ta lo criro d lo erudito evangélicos de hoy.
Escribo como evangélico para e: angélico . E to no quiere decir que los que si­
g en la cradidón liberal no tengan nada alío o qu d cir; ino que la diferencias
u

con ellos casi siempre e reducen a diferencia en cuanto a la naturaleza de la Biblia


u utoridad. La cantidad de acuerdo d ccrinal qu pued 1 grar con per onas
que tienen base ampliamente divergenre d autoridad e mu limitada. Claro,
lo profesores pueden siempre asignar lecturas adi ional de teólogo Liberales de
interés actual, y estay agradecido por mis amigos vang'li o que e criben cóticas
extensas de la teología liberal. Pero no pi n. qu t d están llamados a hacer
eso, ni que un análisis e.xten o de no iones lib rale l m n ra más útil de edifi­
car un sistema positivo de teología basado en la total veracidad de oda la Biblia.
De hecho, de alguna manera como el niño d I uen o d lans Christian Andersen
que gr itaba: «¡El emperador no lleva rop !», pienso que alguien nece .ita decir que es
dudoso que los teólogos liberale nos h yan dad al na no ión significativa de las
enseñanzas doctrinales de la Biblia que no e hall, ya n lo scri ores evangélicos.
No siempre se ap recia que el mundo d la rudi ión vangéllca con ervador a
es tan rico y dive.r o que permíre amplia oportunidad par la exploración de dife­
rente punto de vista y nociones de la Biblia. Pi n o qu a La larga logramos mu­
cho más profundidad de comprensión d la Biblia uand p demo e rudiarla en
compañia de un gran númer o de erudito qu pare n d la con k ·ón de que la Bi­
blia completamente veraz ab olutament ut ritati . La referencia cruza­
da a otra treinta cuatro teología istemao a angélica [en in lésJ que he
pue ro al final de cada capírulo reflejan esra onvic ión. unqu las he clividido en
l
iete tradicione teológicas amplia {an li ana epi opal, arminiana/we leya-
na/merodista, bauti ta. díspensacional. lut rana. refonn d /pre bireriana, r e­
no ada/carismática/pentecosral), toda ellas o ti nen la in rrancia de la Biblia
penenecen a lo que llamariamo ho una po 1ci6n an éhca con ervadora. ( cle­
ro· de e ras cremra , cuatro obra an · li con ervad , he añadido a cada
18 PREFACIO

capitulo una sección de referencias cruzadas con dos teologías Católicas romanas
representativas, porque el carolicismo romano continúa eJerocndo una influencia
s1gruficati\'a en todo el mundo.

S. Esperam.a de progreso en la unidad doctrinal en la iglesia. Creo que todavía


ha)' mucha esperanza de que la.iglesia logre una comprensión doetnn.al más honda y
más pura. y que supere vieJ3S barreras. incluso las que han pel"SlStido por siglos.. Jesús
está obrando en perfeccionar su i.glcsia •para presentársela a sí trus:mo como una
1glcsu radiante, .sin.mancham arruga ru ninguna oo-a impcrfe<:ción. sino santa e inta­
ch,ble.. EfS:27 . y ha dado dones para eqwpar a la iglesia. y •de este modo. todos lle­
garemos a L1 unidad de la fe y del conoatn1ento del Hijo de Dios- ( Ef4:13). Aunque
fa histona pasa.da de la igJesía puede desalentam�. estos pasajes bíblicos siguen sien­
do ciertos. } no debemos abandonar la esperanza de un acuerdo mayor. Es más. en
c:.re siglo ya hemos VJSto una comprensión mucho mayor y algún acuerdo doctrinal
mayor entre los teólogos del pacro y dispcnsacioru.lcs. y entre cansmaoms y no ca-­
nsmáocos: rodavia más. pienso que la comprensión de la iglesia respeao a la me­
n-anoa bíblica y los dones del Espínru también ha aumentado SJgr1-iñcañvamenre en
las úlnmas décadas. Creo que el debate presente sobre los apropiados papeles del
hombre y la mu;er en el matrimoruo} en La 1glcsía a la larga resultará igualmente en
una comprensión mucho mayor de la enseñanza bíblica. por dolorosa que la contro­
versia pueda ser al presente_ Por coI1S1guienre, en este hbro no he vacilado en lev an­
tar de nuevo algunas de las viejas dúerenaas (sobre el bautismo, la Cena del Señor, el
gobierno de la iglesia, el mileruo y la aibulación, y la predestinación. por ejemplo)
con la esperanza de que, por lo menos en algunos ClSOS, un vistazo fresco a la Bibil a
pueda provocar un nuevo examen de estas doctrinas y Lal vez pueda impulsar algún
mov1m1enco no sólo hacia una mayor comprensión y tolerancia de otros puntos de
vista, smo incluso a un consenso doctrinal mucho mayor en la iglesia.

6. Un sentido de la urgente necesidad de una mayor comprensión doctrinal en


toda la iglesia. Estoy convencido de que hay una necesidad urgente en la iglesia
cristiana hoy de una mayor comprensión de la docu"ina cristiana, o teología siste­
máclcn. No sólo los pastores y maestros ncccsilan entender la teología a mayor
profundidad, sino que la iglesia cmera lo necesita también, Un día, por la gracia de
Dios, quizá podamos tener iglesias llenas de creyentes que pueden debatir, aplicar.
y vivir las enseñanzas doctrinales de la Biblia con tanta facilidad como hablan de los
detalles de sus trabajos o pasatiempos o la suene de su equipo favorito de deportes
o programa de relevmón. 1 o es que los crcyemes carezcan de capacidiul para en­
tender la docmna: es simplemente que deben tener acceso a ella en una forma
comprensible. Una vez que eso tiene lugar. pienso que muchos creyentes hallarán
que comprender )' vivir' las docninas de la Biblia es una de sus mayores alegrías.

J.\-fuchas personas me han ayudado a escribir este libro Pnmero debo mencio­
nar a nus esrudiarttes. anterio� y acruales, t,nto en Bcthel College en St. Paul.
Mmnesota{l9�- 1 . y luego en Trirury Evangelical Dh'llllty School\1981-presen­
r
re Sus contnbuaones mreligenres penecranres durante lo diálogos en el salón
de clases han influido en cada capítulo de este libro.
PREFACIO 19

Dios me ha bendecido con la ayuda de varios mecanógrafos excelentes. El me­


canografiado de los manuscritos Ja empezó Sherry KuJJ hace varios años. Luego
Mary Morris, Ron Tilley, Kathryn Sheehan, Shelly Milis, Rebecca Heidenreich,
Jenny Han y Carol Pedersoo mecanografiaron varias porciones. Después, la ma­
yor parte del manuscrito fue copiado con grao habilidad y cuidado por Tammy
Thomas, que también ayudó en la edición. Andi Ledesma y Joyce Leong gusrosa­
mente ayudaron a fotocopiarlo muchas veces. Finalmente, Kim Penningron de
forma fiel y precisa incluyó las muchas correcciones y cambios que surgieron du­
rante el proceso editorial. Estoy agradecido a todos ellos por su ayuda.
John O. Stevenson hizo un excelente trabajo compilando las bibliografias, y
Don Rothwell realizó una porción significativa de las referencias cruzadas con
otros renos de teología. H. Scott Baldwin, Tom Provenzola, y Mark Rapinchuk
fueron una gran ayuda en la lectura de pruebas e investigación en bibliotecas.
\fark Rapinchuk compiló también los índices de autores y de referencias bíblicas.
Beth ManJey proveyó excelente ayuda en la lectura de pruebas. George Knigbt Lll,
Robert Reymond. HaroldHoehner. RobertSaucy, Doug Moo, Tom Nenles, Tom
McComiskey. Doug Halsne. Sreve Nicholson. 0oug Brandt. Sceve Figard, Gregg
Allison, Ellyn Oark, y Terry Morrenson proveyeron comentarios detallados sobre
difereotes porciones. Raymood Dillard bondadosamente me proveyó el texto
computarizado de la Confesión Westminster de Pe. Bruce Shauger resolvió mis
problemas de computadora varias veces. y Tirn McLaughlin reparó mi computa­
dora en un momento crucial Mi viejo amigo John Hughes varias veces me dio
consejos valiosos sobre computadoras y publicación de manuscritos. Mis hijos
también me ayudaron al acercarse las fechas de entrega: Blliot coa la investigación
en biblioteca, y 0liver y Alexander (y su amigo Matt Tooley) compilando y corri­
giendo los Indices.
Una persona ha tenido mayor influencia que cualqU1er otra en la forma final de
esre libro: David Kingdon, editor de libros teológicos de lnterVarsicy Press. Tngla­
rerra. que me ha ayudado más allá de mis expectaciones en su trabajo corno editor
perspicaz, concienzudo y sabio. Ha examinado cada capitulo con gran cuidado, su­
giriendo correcciones, adiciones y recortes, y dialogando con mis argumentos en
extensos memorandos. Su amplio conocimiento de teologia, estudios bíblicos y la
historia de doctrina ha sido de inmenso valor para mí, y el libro es mucho mejor
como resultado de su trabajo. Además, Frank Enrwistle de lnterVarsicy Press y
Stan Gundry.Jim Ruark. y Laura Weller de Zondervan me han mostrado gracia y
paciencia en cuanco a los muchos detalles respecto a la publicación del libro.
No podría haber completado esta obra sin la generosa provisión de sabáticos de
Tnniry Evangelícal Diviniry School en el otoño de 1983, el otoño de 1985, el .in­
vierno de 1989 y el otoño de 1991. y estoy agradecido a la junta de direccores de
Tnnity por concederme tiempo para escribir. También estoy agradecido por el
respaldo de mis padres. Arden y Jean Grudem, que generosamente proveyeron
ayuda financiera que me permitió escribir durante escas y otras ocasiones, y que
también han sido un estimulo constante en todo este proyecto, tanto en sus ora­
áones como en su indeclinable convicción de que un libro como este, escrito en
lenguaJe no témico para que miles de creyentes como ellos puedan entenderlo, se­
ria vahoso para la iglesia.
20 PREFACIO

Pienso que casi roda persona que me conocía estaba orando por este proyecto
en algún momento u otro; especialmente mis consejeros estudiantiles en varios
años en Triniry, y muchos amigos en mi iglesia. Frecuentemente he estado cons­
ciente de la ayuda del Señor en respuesta a esas oraciones, dándome salud y fuerza,
libertad sin interrupciones, y un deseo indeclinable de terminar el libro.
Sobre todo, estoy agradecido por el respaldo de mi esposa, Margaret, y mis hi­
jos Elliot, Oliver y Alexander. Ellos han sido pacientes y me han dado su estímulo,
han orado por mí y me han amado, y continúan siendo una gran fuente de alegría
en mi vida, por lo cual agradezco a Dios.
Estoy seguro que este libro, como todos los libros meramente humanos, tiene
errores y lagunas, y probablemente algún argumento defecruoso por igual. Si su­
piera dónde están, ¡trataría de corregirlos! Por consiguiente, estaré agradecido al
lector interesado que me envíe sus sugerencias en cuanto a cambios o correccio­
nes. No garantizo que podré contestar toda carta, pero sí daré consideración al ma­
terial de roda carta y haré correcciones en lo que pueda.
((Den gracias al Seiior, porque e1 es buen.o; su. gran amor perdura para siempre,1
(Sal118:29).
((La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros sino para tu. nombre»
(Sal 115:1).
Wayne Grudem
Trirúcy Evangelical Divinity School
2065 HaJf Day Road
Deerfield, Illinois 60015
EE.UU.
Capítulo 1

Introducción a la teología sistemática


·Qué es teología sistemática. ¿Por qué lo creyentes deben
e tudiarlaf ·Cómo debemo e tudiarla.

EXPLICACJÓ YB BÍB

. Definición d teol
·Qué es teología isremática. Se han dado mucb de.finicion diferentes, pero
para lo propó ico de esrelibro e usará la sigui nt definición: Teología sistemática
es ciuilq1tier estudio que responde a la pregmlla 11¿Q1té 110 enset'ia e da la Biblw ltoy?» res­
pecto a algú1t lema dado.'
E ta definición indica que la teología istemánca in lu colección y com-
pren ión de todo lo pasajes relevant de la Biblia br tema y luego un
re umen claro de sus enseñanzas de modo que pa r en cuanto a cada
tema.

·
l. Relación con otras disciplina . El éo.f: · e tará p r consi-
guiente, en La teología ltistórica (el estudio hi c cri danos en dife-
rente pedodos han entendido los vario te la teolog{-afilosófica
(el e cudio de temas teológicos principalme o de la Biblia, ino u ando
las herramientas y métodos del razonamient puede saber en
·
cuanto a Dios a1 observar el universo) ni apolo de una defensa d
la veracidad de la fe cristiana con el propó it os gue no creen).
Estos ere a untos, aunque oo temas digno e los estudien. a
vece se incluyen en una definición más ampl 'a sistemática. De
hecho, algo de consideración de a unto hi apologéticos se
halla en aJgunos puntos en todo este libro. studio histórico
no informa de la nociones adquiridas y las 'amente cometi-
das por otros al encender la Biblia; el estudio encender eJ bien
y cl mal mediante formas comunes en nue el e rudio de la
apologética nos ayuda a llegar al punro en q la Biblia afectan
las objecione que le aman lo que no creen. e e rudio no on
1 Em dcfuuoón de reologia .fillemática b I mo del p fi rJohn Fr.ame, ahol"ll en el W munster Semutar)·
lle Escondido, California. bajo qwen ruve el pr ivilegio d 1ucli,1r d;:-1971 a 19n ◄en el Scmmimo Wcmmnster
FilMlcl.fial. Aunque e unposible reconocer OlJ deuib a él en todo pun10, es ap do op m, gparud ad en
esu: punt0, y decir que prob;ablementc él h11 mfluulo en m1 pcnsanmnto 1 1 o m· que cualqwerotra perso-
na, cspedalm= en lo asuntos crnciales de b rarunlcza de l;a 1 1 a u:mlua la cloañna de la palabr.1
Dios., 1uc:hos dt sus ex alumnos rcconocu:in ecos de sus enseñam.ls en Lu pi que guen. especialmente en
esos dos uuruo.s
22 J �OD CCJÓ, T TI

te ·olumen. que m · bim mteracnia dircctamcm obi­


e encender lo que la .Biblia mlSJJla n cemasreo-
.
gw n prefiere usar el rerm· sut ·nrn en
q d mencionar en lugar crechoque
habrá mucha diferencia.- Lo ue fimci'n má
aspecros de esrudt
c.omprensión e la t
Ita por cierto concord teología
pologérica se pueden di ·nretiza.r
t relevantes de la Biblia lo es-
tu filosófico en di t · 6n de las
. gicas. sólo la Bibli fin finir que debe-
m • por consiguien . al a enfoc:ar el
p analizar la enseñanza la B1 nusma.
· • ·ca_ gún la h logúJ
lklA o. la tmlogia dd • ·u a tas tres
dtsci temas lustóricam te es-
tán en la Bi.blia.. Por · gu 1ente, Tesra-
· - O
m n · ra preguntar.• "óru o
• Qué enseña Salmo en 01anto o c¿Qué enseña lsai en cuanto a la
-
oración. o . ·Que · gu o Te ramcnc la ora-
.·n esarrolla esa en - · ori 1
, ó

En l el 'ue o Te ra pregun
n obre la orad Pabl a oración.
enseña el ue cuál es el
·co de e a en el uevo
amento?;
« ·a bíblica)> tiene un signiñ
cae á amplia que concien I cam
gía vo Te tamento, egún la o arriba. blblica da
aten pedal a las enseñanza d n.u vutu.a.les y se Biblia, y el
lu a n ñanza en el desarrollo l1is ' Biblia o pudiera
pr guncar: c¿Cuál es el desarrollo hi · rico ñanza la oración
gún trav de la historia Ant m neo 1
T ta . Po upuesco. esa gunt pareó

lam:cll b
w�
pcr­
lll)ÜIC'xic'lnprictia­
bm­
- por
drb.

•puÑtpar«cr
rn csmJios tcol.�,m
"""-'"""""'"'"":lo
... bto:n ICSl..wl
11.mwo � n,u-,r,a:
M
1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEÁTICA 23

enseña la Biblia hoy en cuanto a la oración?• (Lo que sería teología.sistemática según
nuestra definición). Se hace entonces evidente que las líneas Hmítrofes entre estas
varias disciplinas a menudo se superponen en los bordes. y partes de un estudio se
combinan con el siguienre. Sin embargo hay con todo una diferencia, porque la
teología bíblica rastrea el desarrollo histórico de una doctrina y la manera en que el
lugar de uno en algún punto en ese desarrollo histórico afecta la comprensión y
aplicación de uno en cuanto a esa doctrina en parócular. La teología bíblica taro·
bién enfoca la comprensión de cada doctrina que los autores bíblicos y sus oyentes
o lectores originales tenian.
La teología sistemática, por otro lado. hace uso del material de la teología bíbli­
ca y a menudo edifica sobre los resultados de la teología bíblica. En alguno s pun­
tos, especialmente en donde se necesita gran cuidado y detalles en el desarrollo de
una docoina, la teología sistemática usará incluso un método teológico bíblico.
analizando el desarrollo de cada doctrina mediante el desarrollo histórico de la Bi­
blia. Pero el enfoque de la teología sLStemáoca sigue siendo diferente: su enfoque
es la recolección y luego un sumario de la eDseñanza de todos los pasajes bíblicos
un pasaje sobre un tema en particular. Así. la teología sistemática pregunta, por
ejemplo: «¿Qué nos enseña hoy la Biblia entera en cuanto a la oración?» Procura
resumir las enseñanzas de la Biblia en una declaración breve, comprensible y
cuidadosamente formulada.

Z. Aplicación a la vida. Además, la teología sistemática se concentra en hacer un


resumen de cada doctrina como deberían entenderla los creyentes del día presen­
te. Esto a veces incluirá el uso de términos e incluso conceptos que en sí mismos no
fueron usados por ningún autor bíblico individual, pero que son el resultado apro­
piado de combinar las enseñanzas de dos o más amores bíblicos sobre un tema en
particular. Los términos T1inidad, encarnación y deidad de Cristo por ejemplo, no se
hallan en la Biblia, pero constituyen un resumen úúl de conceptos bíblicos.
Definir la teología sistemática para incluir «lo que toda la Biblia nos enseña hoy»
implica que la aplicación a la vida es una parce necesaria del correcto empeño de la
teología sistemática. Por tanto, una doctrina bajo consideración se ve en términos
de su valor práctico para vivir la vida cristiana. En ninguna parte de la Biblia halla­
rnos doctrinas que se esrudiao por estudiarlas o aisladas de la vida. Los escritores
biblicos siempre aplicaban a la vida sus enseñanzas. Por consiguiente, cualquier
cristiano que lee este libro debe hallar su vida cristiana enriquecida y profundizada
durante este estudio; cierramenre. si el crecimiento cspiriruaJ personal no ocurre,
el auror no ha escrito apropiadamence este libro, o el lector no lo ha estudiado co­
rrectamente.

3. Teología sistemática y teología desorganizada. Si usamos esta definición de


teología sistemática, se verá que la mayoría de los creyentes en realidad hacen teolo­
gía sistemática (o por Jo menos dedaraáones teológicas sisremáácas) muchas veces
por semana. Por ejemplo: •La Biblia dice que todo el que cree en Crista será salvo>l.
•La Biblia dice que Jesucristo es d único camino a Dios11. «La Biblia dice que Jesús
viene otra vez,.. Todos estos son resúmenes de lo que la Biblia dice y, como tales.
son afirmaciones teológicas sistemáticas. Es más. cada vez que el creyente dice
14 1 : INTR.OD CCTÓ A

� cuanto a lo ue dice toda la Bibli . n un nado · haciendo .reología


ro.ática, conforme a nuestra defirunón al pen responder a
egunra: ·Qué oo enseña coda la Biblia hoy?»
• • · •
difiere eruonces este lib[1 e la mayoría de
os baceru Primero. era cuul.adosam.enu
para garantizar ue e e eración
· dón cambién UD análi . ine-
indni nales. p doarinas que
comparadas con codologia
comradicdon o también
una considera emeruarias: la
d co . · humanida • o cam-
· de Dios, la
·
clUSJon erra de un •
n bíblica completa.
o. 1 a �ea..-o .sistemá.tua en ersigní-
o como organizada cui cl de que
l remas esrudiado en o dpaJes
·
de la Biblia. · q e o lo opuesto
da al azar- o de.so lo temas se
tratan d una manera ordenada o
nd dtferenda entre este libro • 1 n qu la mayoría de los
a, hacen ceología sistemática qu traca I con nl1(c/10 nwyordetalle
ue lo hacen la mayoría de I s
o r sultado de la lectura r guJa
r ológi a: La Biblia dice que to aJ o». Ese
m rio perfectamente cierto d bargo,
libro dedicamos varias págú lo que
e ir« r r en Jesucri tO)J ." y d · carán a
' r lo qu quiere decir ((ser salvo de esa ex-
n.
' · · ·
n e rudio formal de la asible formular
s en eñanzas bíblica · a la que Jos
aJmear llegarían in t mática, los su-
ñanza bíblicas se d be proteger con-
ndido y excluir enseñ
u ano, un buen análisis reoló · co d
pasa;ts b · pertinentes a cada tema e o unos pocos
d I pertinen Esto a m

pcnr)" Chnsm­
rd
por
mHch

mn--
1 : INTRODUCCIÓ A LA TEOLOGÍA 1 TEMÁTICA Z5

lo re ulcados de cuidadosa exégesis (o interpretación ) de la Biblia con la que con­


cuerden en general los intérpretes evan é.Lico o, en donde haya diferencias signifi­
cativa de interpretación, la teología i temática incluirá exégesis detalladas en
cierto puntos.
Debido aJ crecido número de temas qu ab rdan en un estudio de teología
istemaaca, debido al gran detalle con que analizan e o t m , inevitable
que alguien que estudie un texto de teología i temática o e té comando un curso
de teología · temática por primera ez vea much de sus propias creencias per­
sonal cu tionadas o modificadas. refina o enriqu cida . Es de extrema im­
portancia, por consiguiente, que toda pe ona ue mpieza cal curso resuelva
firmemente en su mente abandonar como fa! a cualquier id a que e halle que la
enseñanza de la Biblia claramente contradice. P ro también mu imponanre
que toda persona resuelva no creer ninguna d ctrina individuaJ implemente por­
que este libro de texto o algún orro libro de texto o mae tro dice que es verdad, a
meno que este libro o elinstructor de un curso pu da con nceraJ esrudianre pa r­
tiendo de] exto de la Biblia misma. Es ólo la Biblia, y no •la tradición evangélica
conservadora» ni ninguna otra autoridad humana, la que debe funcionar como
autoridad normativa para la definición de lo qu d b mo creer.

4. ¿Cuáles on doctrinas? En e te libro la palabra doctrina e entenderá de la si­


guiente manera: Una doctril1a es lo que la Biblia entera nos enseña hoy en cuanto a un
tema en particular. Esta definición e rela ·ona direcrament con nuestra definición
anterior de teología sistemática, puesto que mue era qu una •doctrina» es imple­
mente el resultado del proceso de hacer teología iscemática con respecto a un
tema en particuJar. Emendidas de esta manera, las doctrina pueden ser muy am­
plia o muy reducida . Podemos hablar de «la doctrina de Dio » como una catego­
ria doctrinal prindpaJ, incluyendo un umarlo de todo lo qu la Biblia nos enseña
boyen cuanto a Dios. Tal doctrina ería ex epci nalm nt grande. Por orro lado,
podemos hablar más .ümitadamenre d la doctrinad la ecemidad de Dios, o de la
doctrina de la Trinidad, o de la do trina d la ju ticia de Dios.'
Este libro está dividido en iece seccione prin ipal egún las siete «doctrinas»
o aspectos de esrudios principales:

Primera Pane: La doctrina d la palabra d Dio


Segunda Parce: La doctrina de Dio
Tercera Pane: La doctrina del hombre
Cuarta Parte: La doctrinas de Cri to y el iriru aneo
Quinta Parte: La doctrina de la apli ación de la redención
exta Parce: La doctrina de la iglesia
éptima Parte: La doctrina del futuro

"La palabra dogma un smórumo apronm;,Jo pua J«rnn.r, � no he do en este libro. Dogma es un tj:J"•
auno que US211 mh a menudo los teólo os ca161i ronu lu1er.m . · el ré:nruno írccuentoru:nrc se refiere
a docmnu que tienen el endoso olioal de b 1� r�..i J.,g,,,.ui,.·.i lo mwno que U'Dlagüt nmin.u=.
26 l : INTRODUCCJÓ,\ • ..\LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

Dentro de cada una de estas cacegorias doctnnalcs pnnapalcs se han seleccionado


muchas mas enseñanzas especificas como aprop1adas para inclwrlas. Generalmen­
te estas tienen por lo menos uno de los SJguíentes eres critenos: 11 soo doetrinas
que se enfatizan bastante en la Bibh.a; (l} son doetrinas que han sido las mas signifi­
cativas en toda la historia de la iglesia y han sido unporcanrcs para codos los cristia­
nos de todos los nempos; 3, son doctnnas que han llegado a ser importantes para
los creyentes en la situación presente de la hi:.tona del cnsuamsmo (aunque algu­
nas de escas doctrinas tal vez no hayan s1do de can gran interés anteriormente en la
historia de la 1gles1a). Algunos ejemplo� de doctnnas en la tercera cacegorla son la
doarina de la inerrancia de la Biblia. la doccnna del bautismo en el Espíritu Sanco,
la doctrina de Satanas y los demonio:. con referencia panicular a la guerra espiri­
tual, la docmna de los dones espinruales en la ed.ad del 1 uevo Testamento, y la
doctnna de la creación del hombre como hombre y mujer en relación a la com­
prensión de las funciones apropiadas de hombres y muJeres hoy. Debido a su peni­
nenoa a la situación comemporanea. doctrinas como escas han reooido más
cnfasis en el presente volumen que en la mayoría de los cext_os tradicionales de
teología sistemática.
FmaJmence, ¿cuál es la diferenaa entre teología sistematica y ttiaJ cnstuut.ai'
:\unque ha} inevu::ablemence algún traslapo ine�;cable enrre el estudio de la teolo­
gía y el esrudío de la ética. he tratado de mantener una distinción en énf.lsis. El én­
ÍaSlS de la teología si.stemáuca recae en lo que Dlos qwere que rrcamos y sq,amos.
en e.aneo que el énfasis de la ética aist1ana es lo que Dios quiere que hagamos y cuá­
les actirudr.s quiere que tengamos. Tal distinción se refleja en la siguienre defini­
ción: lA ettca cnstwna es cualplier estudio que responde a la pregunta: "'¿Qué nos exige
Dios que hagamos y qué aaitudes exige él que ung1111ws lioyf,. con respecto a alguna situa­
oón dada. La ceología, pues. se enfoca en ideas en tanto que la ética enfoca las cir­
cunstancias de la vida. La teología nos d,ce cómo debemos pensar en tanto que la
ética nos dice c6mo debemos vivir. Un lcxto de ética, por ejemplo, considerará te­
mas tales como el matrimonio y el divorcio, mentir y decir la verdad, robar y tener
algo en propiedad, el aborto, comrol de nacimiento, homosexualidad, la función
del gobierno civil, disciplina de los hijos. pena capital, guerra, cuidado de los po­
bres, discriminación raciaJ, y remas por el cMilo. Por supuesto que hnbrá alguna su­
perposición: la teología debe aplicar�e a la vida (por consiguiente a menudo es
ética hasta cierto punto); y la ética se debe basar en ideas apropiadas de Dios y su
mundo (por consiguiente es ecológica hasta cieno punto).
Este libro hace enfasis en la ceolo¡.,a !>tstemar1ca aunque no vacilará en aplicar
la teología a la vida en donde cal aplicación ,ava b1en. Con todo. para un trata­
miento exhausth·o de l.a ética cnsnana. seria necesario otro cexto simiJar a este en
alcance.

B. Presuposiciones iniciales de este libro

Empezamos con dos presuposicione:, o co� que damos por sencado: l que la
Biblia es \'erd.ad y que es, en efecto, nue!>tra :.ola norma absoluta de verdad; (2) que
el Dios de que habla la. Biblia exisrc. y que e� quien la Biblia dice que es: el Creador
del cielo y la tierra y todo lo que ha) en elloc:. Estas dos presuposiciones, por
Á
1 : INTRODUCCIÓ LA TEOLOGÍA I TEM TICA 27

upuesto, siempre están abierta para aju te, modificación o confirmación más
honda po teriormente, pero en e te punto e ta do pr upo iciones forman el
punto de de el cual empezamo .

. ·Por qué deben t cristiano e tudiar te logia?


¿Por qué deben lo cristiano estudiar teolo ·a i r máti a. E decir, ¡por qué
bemo mpeñamo en el proce o de reco er ha er un umario de las enseñan­
za de mucho pasajes individuales de la Biblia obre temas en particular. ¿Por qué
no es suficiente simplememe seguir le endo la Biblia en forma regular todos lo
día de nuesrras vidas?

l. La razón básica. e han dado muchas respuesta a e ta pregunta, pero demasia­


do a menudo e deja la impresión de que la teología istemárica de alguna manera
puede mejoran lo que dice la Biblia al hacer un mejor trabajo en organizar sus en­
señanza y explicarlas más claramenre de lo que la misma Biblia la explica. Así po ­
demo empezar negando implícitamente la claridad de la Biblia (vea capítulo 6) o
la suficiencia de la Biblia (vea capítulo ).
in embargo.Jesús ordenó a sus discípulos no ordena ahora enseii ar a los cre­
yente a que ob erven todo lo que él ordenó:

Por canco, vayan hagan disópulo de coda la naciones, bautizándolo en el nom­


br del Padre y del Hijo y del Espíritu amo, e11.miándo/e., a ob d cer todo lo que les
he mandado a u ce . Y le aseguro qu iempre, ha La eJ fin del
mundo (Mt 2 :19-20).

Ahora, en eñar todo lo gueJ�ús ordenó, en un ncido limitado, e simplemente


ens ñar el contenido de la en eñanza oral deje ú gún regi c.ra en las narrati­
vas de los Bvangelio . Sin embargo, en un s ntido má amplio ( todo lo que Jesús
ordenó» incluye la interpretación y aplicación de su vida y en eñanzas, porque en
el libro de Hechos se implica que contiene una narración de lo que Jesús continuó
haciendo y enseñando por medio de los apóstole después de su resurrección (nó­
tese gue l: 1 habla de todo lo que Jesús commzó a hacer y enseñar»). «Todo lo que
I

Je ú ordenó» también puede incluir las Epi rola , pue to que fueron escritas bajo
la supervisión del Espíritu Santo y también se con ideraron como un «manda­
miento del Señon, (1 Co 14:37; véa e tambiénJn 14:26: 16:13; l Ts 4:15; 2 P 3:2· y
Ap 1:1-3). Así que en un sentido más amplio, «todo lo que Jesús ordenó» incluye
todo el uevo Testamento.
Todavía más, cuando con ideramo que lo e crito del uevo Te tamento en­
dosaron la confianza absoluta que Jesús renfa en la autoridad y confiabilidad de las
Bscricura del Antiguo Testa.mento como palabra de Dio (vea cap. 4), y cuando nos
damo cuenca de que las Epístolas del uevo Testamento también endo aron esta
pcrspecti a del Antiguo Testamento como palabras ab oluramence autoritativas de
D10 , e hace evidente gue no podemo enseñar «todo lo que Je ús ordenó» sin in­
cluir por igual codo el Antiguo Tescamento (entendido apropiadamente en las varias
maneras en que e aplica a la edad del nue o p ero en la hi oria de la redención).
2 1 : 11 �OD CCIÓ 1 LA TEOLO lA I

La ca.rea cumplir la gran e ffilS1 n indu lo evangeliza­


n mo lambién enseñ.anz , ta . o ar, enóes,
en un . nti o amplio. la tarea · ce hoy. Para
no otro mismo que la Biblia en­
ne csario rca,ger bre un rema en
·
lo · alguien me pregun · i ro al reror-
o . yo podna ear irn lo haUa.rh.
e pregunta empieza a I er tiempo anees de
que hall la respuesta a su pregunta. oa-as preguntas
respuesta. y su lista · a
\'erse
· ·
·erdad ¿Qaé enseñ la Santo.
íblia en cuan cuan ro al pe-
te no ha, ti Biblia enrera
uesra porn un asunto ocn:i-
erue. para que apren muy únl rener
o-abajo de o qu h O[l�.ao aitu.ras y han
os tem
eñar más e ecnvam · a los pasajes
)' erir un sumano
no pregunta pued por í
mismo · .iprender mucho más ráp1 breese
n p rt1cular Así que la nece · para enseñar lo
lhlia di urge primordial o n nu rra memo-
n · n I cantidad de tiempo que
La raz n bá. ica de estudiar la te eno permi-
ñ m a no otro mi mos y a tr i , cumpliendo
gunda part de la gran comi ión.

2. n fido para nuestra vida. Aun -azón b, si a srudiar la reolo-


Li .a e qne e un medio mi de nuestro e-
ñ mbién algunos benefici nd estudio.
Pti1 diar la teología no Ideas erradas. i no hu-
b1 ra p no otros. podría a a y, aunque no
• pr nd e uunediaco todo a probabilidad
apn:nd ' loco as erda era . C da vez que
la I amo · aprenderemo más co as ie · rehusaríamos
halla.roo escrtto a · rro orazones
e rebelión contra ra ro o noso-
b1blicas que un tar. El estudio
'ticano a a
. suponga5e ha
t a la oerra. Podriam
el retorno de J na taJ vez toda,ia
evadir la fuerza r tll ello un signifia1-
1cuJ qa dicen que
1 : INTRODUCCIÓN ALA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 29

Jesús vuelve a la tierra personalmente y los anotamos en un papel, nuestro amigo


que vaciló en creer en el retama de Cristo con mayor probabilidad se persuadirá
ante la amplitud y diversidad de la evidencia bíblica para esta doctrina. Por supues­
to, rodos tenemos cuestiones como esa, temas en que nuestro entendimiento de la
en eñanza de la Biblia es inadecuado. En estos temas es útil que se nos confronte
con el peso total de la enseñanza. de la. Biblia sobre ese tema, para que seamos más
fácilmente persuadidos induso contra nuestras indinaciones erradas iniciales.
Segundo, estudiar teología sistemática nos ayuda a poder tomar mejores decisio­
nes más adelante sobre nuevas cuestiones de doctrina que puedan surgir. No pode­
mos saber cuáles nuevas controversias doctrinales surgirán en las iglesias en las
cuales viviremos y rninisu·aremos de aquí a diez, veinte o treinta años, si el Señor
no regresa antes. Estas nuevas controversias doctrinales a veces incluirán asuntos
que nadie ha enfrentado con mucha atención antes. Los cristianos preguntarán:
�¿Qué dice la Biblia entera en cuanto a este tema?» (La naturaleza precisa de la ine­
rrancia bíblica y el entendimiento apropiado de la enseñanza bíblica sobre los do­
nes del Espíritu Santo son dos ejemplo de asuntos que han surgido en nuestro
siglo con mucha mayor fuerza que nunca antes en la historia de la iglesia).
Cualesquiera que sean las nuevas controversias doctrinales en años futuros, los
que han aprendido bien la teología sistemática serán mucho más capaces de res­
ponder a las otras preguntas que surjan. Esto se debe a que todo lo que la Biblia
dice de alguna manera se relaciona a todo lo demás que la Biblia dice (porque todo
encaja de una manera congruente, por lo menos dentro de la propia comprensión
de Dios de la realidad, y en la naturaleza de Dios y la creación tal como son). Así
que las nuevas preguntas tendrán que ver con mucho delo que ya seha aprendido
de la Biblia. Mientras mejor se haya aprendido ese material anterior, más capaces
seremos de lidiar con esas nuevas preguntas.
Este beneficio se extiende incluso más ampliamente. Enfrentamos problemas
al aplicar la Biblia a la vida en muchos más contextos que debates doctrinales for­
males. ¿Qué enseña la Biblia en cuanto a las relaciones entre esposo y esposa?
¿Qué, en cuanto a la crianza de los hijos? ¿En cuanto a testificarle a algún compafie­
ro de trabajo? ¿Qué principios nos da la Biblia para estudiar psicología, economía o
ciencias naturales? ¿Cómo no guía en cuanto a gastar dinero, ahorrarlo o dar el
diezmo? En todo asunto que busquemo influirán ciertos principios teológicos, y
los que han aprendido bien las enseñanzas teológica de la Biblia serán mucho más
capaces de tomar deci iones que agradan a Dios.
Una analogía útil en este punto es la de un rompecabezas. Si el rompecabezas re­
presenta «lo que la Biblia encera nos enseña hoy acerca de todo», un curso de teolo­
gía sistemática será como a1mar el borde y algunos sectores principales incluidos en
el rompecabezas. Pero nunca podremos saber roda lo que la Biblia enseña acerca de
todas las cosas así que nuestro rompecabezas tendrá mucha brechas, muchas pie­
zas gue todavía faltan por colocar. Resolver un problema nuevo en la vida real es
como completar otra sección del rompecabezas: mientras más piezas tiene uno en
su lugar correcro al empezar, más fácil es colocar nuevas piezas en su sitio, y menos
posibilidades tiene uno de cometer equivocaciones. En este libro el objetivo es per­
mitir que los creyentes pongan en su «rompecabezas teológico» tantas piezas con
tanta precisión como sea posible, y animar a los creyentes a seguir poniendo más y
30 1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

más piezas correctas por el resto de su vida. Las doctrinas cristianas que se estudian
aquí actuarán como pautas para ayudarle a llenar todo otro sector, aspecros que
pertenecen a rodas los aspee os de verdad en todos los aspectos de la vida.
Tercero, estudiar teología sistemática nos ayudará a , ,cer como creyentes. Mien­
tras más sabemos de Dios, de su Palabra, de sus relaciones con el mundo y la hu­
manidad, más confiaremo en él, más plenamente le alabaremos y con mayor
presteza le obedeceremos. Estudiar apropiadamente la teología sistemática nos
hace creyentes más maduros. Si no hace esta, no estamos estudiándola de la
manera que Dios quiere.
Por cierto, la Biblia a menudo conecta la sana doctrina con la madurez en la
vida cristiana: Pablo habla de «la doctrina que se ciñe a la verdadera religión,, ( 1 Ti 6:3)
y dice que su obra como apóstol es «para que mediante la fe, los elegidos de Dios
lleguen a conocer la verdadera religiów, (Tit 1:1). En contraste, indica que toda clase
de desobediencia e inmoralidad «está en contra de ta sana doctrinal> (1 Ti 1:10).
En conexión con esta idea es apropiado preguntar qué diferencia hay entre una
«doctrina principal» y una «doctrina menan>. Los cristianos a menudo dicen que
quieren buscar acuerdo en la iglesia en cuanto a doctrinas principales pero dar
campo para diferencias en doctrinas menores. He hallado úti1 la siguiente pauta:

Una doctrina principal es la que tiene un impacto signi.ficacivo en lo que pensamos


de ocras doctrinas, o que tiene un impacto significacivo en cómo vivimos la vida
cristiana. Una doctrina menor es la que tiene muy poco impacto en cómo pensa­
mos en cuanco a otra doctrinas, y muy poco impacto en cómo vivimos la vida
cristiana.

Según esta norma doctrinas tales como la autoridad de la Biblia ( capítulo 4), la
Trinidad (capítulo 14) la deidad de Cristo (capítulo 26), la justificación por la fe (ca­
pítulo 36) y muchas arras se considerarían apropiadamente doctrinas principales.
Los que no están de acuerdo con la comprensión evangélica histórica de algunas
de estas doctrinas tendrán amplios puntos de diferencias con los creyentes evangé­
licos que afirman estas doctrinas. Por otro lado, me parece que las diferencias en
cuanto a las formas de gobierno de la iglesia (capítulo 47) o algunos detalles en
i
cuanto a la cena del Señor (capítulo 50) o las fechas de la gran trbulación (capítulo
55) tienen que ver con doctrina menores. Los creyentes que difieren sobre estas
cosas pueden estar de acuerdo en tal vez casi todo otro punto de la doctrina,
pueden vivir vidas cristianas que no difieren de manera importante, y pueden
tener genuina comunión unos con otros.
Por supuesto, tal vez hallemos doctrinas que caen en algún punto entre «princi­
pales>) y «menores,> de acuerdo a esta norma. Por ejemplo, los cristianos pueden di­
ferir sobre el grado de significación que se debe asignar a la doctrina del bautismo
(capítulo 49) o el milenio (capítulo 55) o el alcance de la expiación (capítulo 27).
Eso es natural, porque muchas doctrinas cien.en alguna. influencia sobre otras
doctrinas o sobre la vida, pero podemos diferir en cuanto a si pensamos que sea
una influencia «significativa». Podemos incluso reconocer que habrá una gama de
significación aquí, y simplemen e decir que mientras más influencia tiene una
doctrina sobre otras doctrina y la vida, más «principal,> llega a ser. Esta cantidad
1 : INTRODUCCIÓ A LA TEOLOGÍA I TE TICA 31

de influencia incluso puede variar d acuerdo a la circunstancia históricas nece-


idades de la igle ia en un momento dado. En tal caso lo · tianos deben pe-
elide a Dio que J dé sabiduría madura y jui io ano aJ cracar de determinar hasta
qué punto una doctrina e debe con iderar principal• en u circun rancias parti­
culares.

D. na nota obre do obj cion aJ rudi d la teol 'a i temática

conclusiones on "dem iado pulida ., para er crdad». Alguno esru­


miran con ospecha la teología i temática cuando -o indu o porque­
u enseñanza encajan unas coa otra en una manera no contradiaoria. Objetan
que eJ resuJtado es "'demasiado pulida • y que lo re6lo i temático deben por
consiguiente estar embutiendo las enseñanza de la Biblia en un molde anificiaJ y
distorsionando el significado verdadero d la Escrituras a fin de lograr un conju­n
to ordenado de creencias.
esta objeaón e pueden dar do re puesta : ( 1) Deb m primero preguntar
a lo que hacen tal objeción que no digan qu · punto peófico de la Biblia han
sido interpretado maJ. y entonces debemo lidiar con la ompren ión de eso pa­
aje . TaJ vez e ha an cometido equi ocacion , ca o debe haber
correcciones.
in embargo. también es posible que el objetor no n
mente, o ninguna interpretación claramente errón a que ñaiar en las obras de
los teólogo evangélicos más responsable . De de luego, ég i incompetente se
puede hallar en los escritos de erudito meno ompctence n cualquier campo de
e cudio bíblico , no sólo en la teología i temática, p ro e o malos ejemplos»
constituyen una objeción no contra la erudición omo un todo ino contra eJ
erudito incompetente mismo.
E muy importante que el objetor sea e p cífico n e te punto porque esta obje­
ción a veces la hacen quienes, tal vez incon cientem ne , han adoptado de nuestra
cultura un concepto escéptico de la posibilidad d hallar onciu ione universal­
mente verdaderas en cuanto a algo, incluso n cuanto a ios y su Palabra. Esta da­
e de escepticismo respecto a la verdad teológica es esp cialmence común en el
mundo universitario moderno en donde «teología i temática>, i e que e esru­
dia, e estudia sólo desde la perspect iva de la eologí filo óñca y teología h.i tórica
(incluyendo tal vez un estudio históri o de la varia id a qu creyeron lo prime­
ros cristiano que e c.ribieron el Nuevo T tamento, y otro c.ri tiano de e e tiem­
po a cravé de la historia de la iglesia). En e t cipo d lima inteleetual el estudio
de teología si temática según e la define en e L apírul on ideraria imposi­
ble, porque se da por sentado que la BibHa m ram nt la obra de muchos aura­
res humano que escribieron en diversa cuJrura exp rienda en eJ curso de más
de mil año . e peo aria que tratar de ballar lo que toda la Biblia enseña en cuan­
ro a algún asunto seúa can inútiJ orno tratar d haU r «lo que todo lo filó ofo
enseñan• respecto a algún asunto porque se p n a ría que la respue ta en ambos
caso no es una noción sino muchas nocione di e a menudo en conflicto.
Este punto de vista escéptico lo deben rechazar lo van ético que en las Escritu­
ras como producto de autoría humana y divina. p r n iguiente como una
32 1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

colección de esaitos que enseñan verdades no contradictorias en cuanto a Dios y


en cuanto al universo que él creó.
(Z) Segundo se debe contestar que en la propia mente de Dios y en la naturale­
za de la realidad en sí misma los hechos e ideas verdaderos son todos congruentes
entre sí. Por consiguiente, si hemos encendido acertadamente las enseñanzas de
Dios en la Biblia debemos esperar qu nuestras conclusiones «encajen unas con
otras» y sean congruentes entre sí. La congruencia interna, entonces, es un argu­
mento a favor, y no en contra de cualquier resultado individual de la teología
sistemática.

2. «La selección de temas dicta las conclusiones�>. Otra objeción general a la teo­
logía sistemática tiene que ver con la selección y arreglo de los remas, e incluso el
hecho de que e haga tal estudio de la Biblia arreglado por temas, usando catego­
rías a veces diferentes de las que se hallan en la misma Biblia. ¿Porgué se tratan es­
tos temas teológicos en lugar de simplemente lo demás gue recalcan los autores
bíblicos, y por qué los temas se arreglan de esta manera. y no de otra? Tal vez, diría
esta objeción, nuestras tradiciones y nuestras culturas han determinado los temas
que tratamos y el arreglo de los temas, para que los resultados en este esrudio teo­
lógico sistemático de la Biblia aunque aceptable en nuestra propia tradición teoló­
gica, en realidad no sea fiel a la Biblia misma.
Una variante de esta objeción es la afirmación de que nuestro punto de partida
a menudo determina nuestras conclusiones respecto a temas controversiales: sí
decidimos empezar con un énfasis en la autoría divina de la Biblia, por ejemplo,
acabaremos creyendo en la inerrancia bíblica, pero si empezamos con un énfasis
en la autoría humana de la Biblia, acabaremos creyendo que hay algu nos errores
en la Biblia. Bn forma similar si empezamos con un énfasis en la soberanía de
Dios acabaremos siendo calvinistas, pero si empezamos con un énfasis en la capa­
cidad del hombre para tomar decisiones libres acabaremos siendo arminianos,• y
así por el e tilo. Esta objeción hace que parezca que las preguntas teológicas más
importantes probablemente se pudieran decidir echando una moneda al aíre para
decidir en dónde empezar, pue to que se puede llegar a conclusiones diferentes e
igualmente válidas desde diferentes punto de partida.
Los que hacen tal objeción a menudo sugieren que la mejor manera de evitar
este problema es no estudiar ni enseñar para nada teología sistemática sino limitar
nuestro estudios temáticos al campo de la teología bíblica, tratando sólo los temas
y asuntos que los autores bíblicos mismo recalcan y describir el desarrollo hlstóri­
co de estos temas bíblicos a través de la Biblia.
En respuesta a esta objeción, una gran parte de la consideración en este capítu­
lo en cuanto a la necesidad de enseñar la Biblia será pertinente. Nuestra selección
de temas no tiene que estar restringida a las principales preocupaciones de los au­
tores bíblicos, porque nuestra meta es hallar lo que Dios requiere de no otros en
todos los aspecto de preocupación para nosotros hoy.
Por ejemplo, a ningún autor del Nuevo Testamento le interesó sobremanera. ex­
plicar temas tales como el <<bauri roo en el E píritu Santo». o las funciones de las
Vea en e.l capíru.lo 16, pp. 328, 352-367, una consideración dec lo términos calviui.<ta y rmniniana.
1 : rTROD C JÓ, U TEOLOGÍA I TEMÁTICA 33

mujeres en la igl ia, o la do trina de la Trinidad, pero estos on asunto válido de


inrer' para no otro ho , y debemo bu car todo los lugares en La Biblia que tie­
nen pertinencia a e o. t ma ( a que e o ténnino espeófico e mencionen o
no -y sea que e o tema an 1 foc primordial de cada pa aje que examinamos o
no) para poder r capac d entender y explicar a orro lo que toda la Biblia
enseña» en cuanto a llo .
La única alternati -porque en efecto pen aremo algo obre e os tema
formar ou tras opinion in orden ni concierto partiendo de una impr sióo ge­
neral de lo que pen am qu la posición (<bíblica obre cada rema, o tal vez
apuntalar nuestra p sici n c n náJi i cuidadoso de uno o do pa aj perti­
nentes, sin embar o in ninguna garantía de que esos pa ajes presenten una no­
ción balanceada de c<todo el propósito de Dio (Hch 20:27) sobre el tema que e
)
>

considera. En v rda t nfoqu , dema iado común en órculo evang'li o


hoy, podría, me parece, llamar <Leología a i temática» o indu o ¡«teología al
azar y de ordenada»! T I kcrnaciva e dema iado u.bjetiva y dema iad suj ta
presiones culturale . Ti nd la fragmentación doctrinal e incertidumbr d tri­
cal ampliamente exrendi a, y d ja a la iglesia teológicamente inmadura como
«niños, zarandeado por las la y lle ado de aquí para allá por todo vi neo d
enseñanza>, (Bf 4: 14).
Respecto a la obj ción n cu mo a la elección y secuencia de lo tema , nada
hay que nos impida acudir a I Biblia para bu car respuesta a cualquier pregunta
doctrinal, considerada en cualqllier secuencia. La secuencia de temas en este libro es
muy común y e ha ad ptad p rqu e ordenada y se presta bien para el aprendi­
y la enseñanza. Pero lo capirulo e pueden leer en cualquier secuencia qu
a
zje
uno quiera, la conclu ione no an er diferente , ni tampoco lo persu i o de
lo argumento - i tán derivado apropiadamente de la Biblia- e reducirá. si -
nificativamente. O h cho, o pecho que la mayoría de lo lecrore de e te libro no
leerán de corrido del capitulo 1 al capírulo 57, íno que empezarán con lo capíru­
lo que más le intere an, '1 erán lo demás después. Eso en realidad no importa.
porque be tratado d aibir lo capíru]o de modo que e puedan leer como uni­
dades independient . he añadido referencias cruzada a las ecciones de otro
capítulo en donde p rtincnte. ea que uno lea el rapírulo obre lo nue o de­
los y la nueva tierra (capítulo 5i primero o último, o en algún punto enrre uno
otto, lo argumento rán lo mismo . lo p ajes bíblico citados para re paldo
serán lo mismo , y l on lu 10n d ben er las mismas.

E. ·Cómo deben l cristiano e rudiar teología temática.

¿Cómo, encone . ebemo esrudíar la teología sistemáaca. La Biblia prov e


algunas pautas que r .pond na e ta pregunta.

l. Debemo tudfarla t 1 gia i temática con oración. iesrudiarteología · •


temauca es encillamente una cierta manera de e rudiar la Biblia, lo pa aj d la
Biblia que hablan de la man raen qu dcbemo estudiar la Palabra de Dio no dan
dirección para e ta carea. Tal mo el almista ora en almo 119: l : breme lo
ojo . para qu contempl I maravilla d rule "· no otro deb mo orar bu car
34 I : TRODUCCIÓ A LA TEOLOGÍA l TEMÁTTCA

la ayuda de Dios para en.render su Palabra. Pablo no di en l Corintio 2:14 que


-EJ que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede d 1 Espíriru de Dio , pues
para é1 es Locura. o puede entenderlo, porque ha que di c mirlo espiritualmen­
te». Estudiar teología es por consiguiente una actividad espiritual en la que necesi­
tamo la ayuda del Espíritu Santo.
Por inteligente que ea, si el estudiante no p í te n orar para que Dio le dé
una mente que comprende, y un corazón cr ene humild , y el estudiante no
mantiene WJ andarpersonaJ con el eñor, la en eñanzas d la Biblia erán mal en­
tendidas y no se creerá en ellas, resulrará error docninal, la mente el corazón
del e tudianre no cambiará para bien íno para mal Lo e di antes de teología sis­
temática deben resolver desde el principio mantener u vida libr de toda deso­
bedienóa a Dios o de cualquier pecado conocido qu imerrumpi.óa su relación con
él. Deben resolver mantener con gran regularid d u vida devocional. Deben orar
ontinuamence pidiendo sabiduría comprensión la Escrituras.
Pue to que es el Espíriru Santo el que no da la capacidad de entender apropia­
damente la Biblia. necesitamo clamo cuenta d qu lo que hay que hacer, pani­
cula.nnente cuando no podemo entender algún pa aje o algu na docaina de la
Biblia, es orar pidiendo la ayuda de Dio . menudo lo que necesitamos no es más
información sino más perspectiva en cuanto a la información que ya tenemos dis­
poruble. Esa perspectiva la da solamente eJ Espíritu anro (á. 1 Co 2:14; Efl: 17-19).

2. Debemo estudiar teología i temática con humildad. P dro no dice: «Dios


opone a los orgullosos pero da gracia a lo humild » (1 P 5:5). Los que estudian
teología isremática aprenderán mucha co a en cuan o a la en eñanzas de la Bi­
blia que tal vez no aben o no conocen bien otro creyent n su iglesias o parien­
tes que tienen más años en el Señor qu ello . También pueden hallar que
comprenden cosas en cuanto a la Biblia que alguno e lo oficial s de su iglesia no
ntienden, e ínclu o que su pastor tal vez haya olvidado o nunca aprendió bien.
En todas estas situaciones seria muy fácil adoptar una a cirud de orgullo o supe­
rioridad hacia otros que no han hecho tal estudio. Pero qu horrible ería si aJguien
u ara este conocimiento de la Palabra de Di impl ro nte para ganar di cusiones
o para denigrar a otro creyente en la conver ación, o para hac r que otro creyente
e ienta insignificante en la obra del Señor. El consejo d antiago es bueno para
nosotro en este punto: «Todos deben estar Us o para e cuchar, y ser lentos para
hablar y para enojarse; pues la ira humana no produ la vida ju ta que Dios quie­
re>i (Stg 1: 19-20). Nos dice que lo que uno comprende d la Biblia debe ser
impartido en humildad y amor:

¿Quién es abio y enre.nd.ido entre usrede ? Que lo de mue tr on u buena conduc­


ta, mediante obras hechas con la humildad que le da u abiduría .... En cambio. la
abiduria que desciende del cielo e ante todo pura, ad más padfica, bondadosa,
dócil, llena de compasión y de bueno fruto , impar ·a1 n era. En fin, el fruto de
la justicia e iemhra en paz para lo que hacen la paz ( tg 3:13, 17-1 ).

La teología sistemática estudiada apropiadamente no conducirá a un conocimien­


to que •envanece (1 Co :1). ino a humildad y amor por oo-o .
1 : INTRODUCCIÓ A LA TEOLOGÍA I TEMÁTICA 35

3. D b mo estudiar teología i temática on raz 'n. allamo en el uevo


Te amento que Jesús y lo autore del ue o Te camento a menudo citan un ver-
ículo de la Biblia luego derivan de él condusione lógicas. Razo11.an partiendo del
pasaje bíblico. Por consiguiente, no errado u ar el entendimi mo humano. la ló­
gica humana la razón humana para derivar conclusione de las afirmaciones de la
Biblia. o obstante. cuando razonamo d rivamo la Biblia lo que pensamos
er deducciones lógicas correctas, a , eces cometemo errare . Las deducciones
1

que derivamo de las afinnaciones de la Biblia no n igual a la afirmaciones de


la Biblia en í mismas en certeza o autoridad porqu nu era pa ·dad para razo­
nar derivar condusione no es la suprema norma de erdad; ólo la Biblia lo es.
·Cuáles son, enronces lo límites en nu tro u o de nu tras capacidades de ra­
zonamiento para derivar deducciones e Ja afinnadon de la Biblia? El hecho de
que razonar llegar a conclusiones que van má allá de las meras afirmaciones de
la Biblia es apropiado e incluso nec ario para esmdiar la Biblia, y el hecho de que
la Biblia en sí misma es la suprema noana e erdad, e combinan para indicamos
que somos libres para 1tSar nuestras capa.ddade.s de razonamiento para derivar deduccio­
nes de cualquier pasaje de la Bibliarntnnto ye11 cuanco esasdeduccione.sno contradigan la
/ara enseñanza de algun otro pasaje de la Biblia.•
Este principio pone una salvaguarda en nu ero uso d lo que pen amos er de­
duccione lógicas de la Biblia. uestras d duccion s upue ta.mente lógicas pue­
den estar erradas pero la Biblia en si misma no puede tar errada. Por ejemplo,
podemos leer la Biblia y hallar que a Dio Padre e le llama Dio (l Co 1:3), que a
Dios Hijo se le llama Dios Un 20:28; Tic 2:13) yqu a Dio píritu Santo se le llama
Dio (Hch 5:3-4). De esro podemo deducir que hay tr Dio es. Pero despué ha­
llamo que la Biblia explícitamente no en eña que Dio uno (Dt 6:4; Stg 2:19).
í que concluimos que lo que nosotros pensamos qu ra una deducción lógica vá­
lida en cuanto a tre Dio es estaba erra.da y que la BibLia en eña (a) que hay tres
personas separadas (Padre, Hijo y Espíritu anto), ada una de las cuales es
pi namente Dios, y (b) que hay sólo un Dio .
No podemos entender exactam nte cómo esta do afirmaciones pueden ser
verdad a 1a vez, así que con tituyen una paradoja (11afirmación que aunque parece
conrradictoria puede ser verdad,1). 'º Podemo col rar una paradoja (tal como «Dios
es tres personas y sólo un Dios») porque renemo la onAanza de que en última ins­
rancia Dio abe plenamente la verdad en cuanto a í mi rno y en cuan o a la

9Esta pauta c:unbién la adopro del pm csor John ramc, del Wcsmmmer Scmlnary {vea p. 21).
1oe:1 Ammcan Hmuigc Dictionaryofiht E11glisl1 l.dnguagt, ed. WU!iam Morri (Houghton-Mifilin, Bostoo, 19 O).
p. 9fü (pnmera definición). Esencialmente el mismo s,gru ,cado lo adopta el O,:ford lit,glish Diaionary (ed. 1913.
:◄50), el Co11d.sc Oxford Dla•=ry (ed. 19 l. p. 7-42). el Rnndom Hou.st Collll e 0/awnar y (ed. 1979. p. 964), y el
mbcs Twn,11t1Ja Ct11t111y Dict:irulilry . 7 O). aunque 10d n i.m que 1•arado;a rarnbl�n puede significar •con•
rndicdón• (aunque en orma menos común); compare la En lop<dui of Pl111Duiplt , ed. Paul Edwards { acnn•
llmd ;md lhc Free Press. cw York, 196 ). NS, iodo el artirul •Lo cal P.u-ado w (•Paradojas lógicas,,) de
John van HciJi:noon en las pp. i-51 del mJSmo "ºlumen, que propon luo ne a muchas de las paradojas dá-
cn la IUSlOria de la filosolia. { i parado;a ·gmli • oncrad, d n•, mi luo n crian imposibles).
Cuando u la palabra paradoja en el sentido primario que definen co di cion.ano hoy me doy cuenta de
que ddlero en alguna mcduia con el articulo •Par.ufu» (•Paradoja•) de K. Kantzcr m EDT, ed. Walrcr ElweU, pp.
6-27 (que toma par.uf a parasignifu:arcscncialmcntc •contndi ción•). in embargo. w piltlldo en el sentido
ol'll.mmo del inglb )' que es conocido en b 6l 6a e pare« que no hay dlspomblc rungun.a oua p;ibbn mqor
que r,miJo, para re cnrsc a lo que parece ser una contr.adicoón }' no lo e en n:ahd.a.d.
H • 5U'I cmlwgo, alguna f.al&ulc umformidad en el uso del lénnino y un tbmJno rd.aciomdo; antñunrna.
6 : JJ ITRODUCCJÓr TO ÍA I TE 'n A

naturaleza doja
qu dan pl ente reconciliad de Dio
n · qu losnuestro ( (como
et qu tres penonas y ·caón
la prenstóo que Dios ·
e salmista · ce: La
pcrman para ·empre- al 11 : 1
indhidualmenre mio c:amb1 o un todo_
l amente. su 'ISUill3 m 1én cia.noha
ntradicoón interna ni en la Biblia · en 1

· teolo -
e que Dios ha

�·º
er lugar, a e
Co tz·
señanza no yuden a encender las Es
l otros li ros que
enelcurso e esru­
· • 1UJ lnr o
aquello e con
anza que pueden enre 'ayu-
derlas más f.í . �es más
e cuno de teología ·o a me-
nudo ocurren fuera del alón de
ian1.

diar la teologia ndi ndo o-


la Biblia p rti 1é est punto
· ón de teología apíru.lo, pero
'bir el proceso ri doctrinal
pasajes de la B ra los temas
n n re libro, much ulos de e ce li-
ículos bíblico Per alguno

cm d �l,:b.ui: rv�n�élico co11tcmporán . u p.iLibl"il ,utrrn,11111,1 , que aquí lla-


mo p.ir 1r. •lo que pare..."m ser • �J• ·u crd.id, (vea,
dic:rscm Davls. Thtawg;v �r it0mia
amplwncnlt lci · - usity
bs pp. 1 ll pero »
-.a es I c:audal
al:senn­
.a,n-
1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 37

querrán esmdiar más la Biblia sobre algún tema particular o estudiar algún nuevo
rema no cubierto aquí. ¿CÓIDo puede un esrudiante usar la 81bl.ta para investigar lo
que enseñan sobre algún tema nuevo, tal vez uno que no se ha cllicutido explícita­
mente en ninguno de sus textos de reología sistemática?
El proceso seria así: l) Buscar codos los ,crsículos rele\'llJltcs. La mejor ayuda
en este paso es una buena concordancia que le permita a uno buscarpalabras clave
\'hallar los versículos en que se trata el rema. Por CJcmplo. al csruchar lo que signi­
fica que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, uno necesita buscar
todos los versículos en los cuales aparece •tmagen , •semejanza• y ca-car-. (Las pa­
bbras chomb� y Dios OCUITen con demasiada frecuencia para que sean útiles
para una búsqueda en la concorda:noa ,. Al estudiar la docmna de la oración se po­
dñan buscar muchas palabras oracum, orar. inurctdu, pauum, súplica. confesar,
cmtfesw,t, alabanza. dargracúu. acrión.tkgraria.s, et aL): y tal vez la lista de versículos
seria demasiado larga para ser manejable. así que el estudiante tcndria que revisar
bgcramcnre la concordancia sin buscar los \'etsiculos. o la búsqueda se podría pro­
bablemente dhidrr en secciones. o lmütarsc de alguna otra manera. También se
puede ballar versículos aJ pensar en la historia global de la Bibl.ta y buscando las
secciones donde pueda haber informaaón sobre el tema a mano; por ejemplo. el
que quiere estudiar sobre la oraaón tal vez querrá leer pasajes como la oración de
Ana por un hijo en 1 S l ), la oraáón de Salomón en la dcdícación del templo (en
1 R 8), La oraáóo de jesús en el bueno del Cetseman.i (en Mt 26 y parale.los), y así
por el estilo. Luego. además del o-abajo en la concordancia y de leer otros pasajes
que uno pueda hallar sobre el tema, revlSar las secciones relevanres en algunos li­
bros de teolog!a sistemática a menudo trae a la luz otros versículos que uno pue­
dan haber pasado por alto, a veces porque en estos versículos no se usa ninguna de
las palabras que se usaron para la búsqueda en la concordancia."
(2) EJ segundo paso es leer, tomar nmas y lratar de hacer un sumario de los
puntos que hacen los versículos relevantes. A veces un tema se repetirá a menudo
y el sumario de varios versículos será relacivamcnce fácil de hacer. Bn orras ocasio­
nes habrá versículos dificiles de entender, y el estudiante necesitará dedicar tiempo
para estudiar un versículo a profundidad (simplemente leyendo el versículo en su
contexto vez tras vez, o usando herramientas especializadas como comentaóos y
diccionarios) hasta que se logre una comprensión satisfactoria.
(.3) Pinalmeme, las enseñanzas de los vatios versículos se deben resumir en uno
o más puntos que la Biblia afirma en cuanto a ese tema. El sumario no tiene que te­
ner la forma exaeta de la conclusión de orros sobre el tema, porque bien podemos
ver en la Biblia cosas que orros no han visto, o tal vez organizamos el tema en for­
ma díferente. o enfatizamos cosas díferences
Por ocro lado, en este punto es también útil leer secciones relacionadas, si se
puede hallar alguna. en varios libros de ceología siscemáaca. Esto provee una veri­
ficaoón útil contra errores o detalles que se hayan pasado por alto, y a menudo

111-fl" lddo un.� de c:ns.iyos.k estUd..inioquc dicen que-d E,·u,�bodrJuan nocL« n.adacncumm> a
dimo D aeyctllCS Jo:hffl orar. por rjnnplo. porque al cxun,nar UN «inrordancia twlaran que b pabl:n.,..
a.-. noaprana:cnjum., bpalab¡3.musólo:a¡,an,..cawro�"'cscnrcf�ajOÜSorandocnJ1Jm t-1, 16.:1,.
P.w:Gl por alto d t-t.> de qurjum conurnr nnm,cnicul.1> lfflf"ll'Unk m donde ,e uu la p,bbra pariren
lil¡;ar de� pml,n mrr(Jn l" n-1�. l>W-, 16. et. al
3 1 : TRODUCCIÓ A LA TEOLOGÍA 1 TE TICA

hace que uno e percate de perspecti a y argumento alterno que puedesn hacer­
nos modificar o fortificar nuestra po ición. i el tudianr halla que otros han ar­
gumentado a favor de conclu ione fuertemente d.iver entes, entonce hay que
indicar correctamente esas otras perspectivas luego con e tarta . A veces otros li­
bro de teología no alertarán a consid racione hi tóricas o filo ófica que han
urgido anees en la hi coria de la iglesia, ca pro eerán nodone adicionales o
advenencia contra el error.
El proce o bo quejado arriba es po ibl para cualquier cri tiano que puede leer
u Biblia y puede buscar las palabra en una concordancia. Por upuesto. las perso­
nas serán cada ez más ágiles má pre · as en te pro o con el tiempo, la expe­
riencia y la madurez cristiana. pero erá una tremenda ayuda para la iglesia si los
cre entes generalmente dedicaran mucho má tiempo a inv tigar lo remas de la
Biblia por sí mismos y derivar conclusiones egún el proceso indicado arriba. El
gozo de de cubrir temas bíblico será ricamente recompensador. Especialmente
lo pastores y lo que dirigen estudio bíblico hallarán frescor adicional en su
comprensión de la Biblia y en su en eñanza.

6. Debemo estudiar teología i temática n alegria alabanza. El estudio de


teología no es meramente un ejercicio teórico intelectual. E un estudio del Dios
viviente, y de la maravillas de sus obras en la ere.ación y en la redención. ¡ o pode­
mo estudiar este tema desapasionadamente! D bemo amar codo lo que Dios es,
todo lo que él cüce, y todo lo que él hace. «Ama al eñor tu Dio con todo tu cora­
zón» (Dt 6:5). uestra respuesta al estudio de la teología de la Biblia debe ser la
del almi ta que dijo: «¡Cuán precioso , oh Dio , m son tus pensamientos!»
( al 139: 17). En el esrucüo de la en eñanza de la Palabra de Dios no debe sorpren­
derno i a menudo haUamo nuestros corazone irrumpi ndo espontáneamente
en expre iones de alabanza y deleite como la del almi ca:

Los preceptos del Señor son r ceo :


traen alegría al corazón ( al 19:8).

Me regocijo en el camino de tu e taruto


más que en todas la riqueza ( al 119: 14).

¡Cuán dulces son a mi paladar rus palabras!


¡ on má dulce que la mi I a mi boca! ( al 119:103).

Tus estatutos on mi herencia p rmanente;


on el regocijo de mi corazón ( al 119: 11 l ).

Yo me regocijo en tu promesa
como quien halla un gran botln ( J 119:162).

menudo en el estudio de teologia la respue ta del cristiano erá similar a la de


Pablo al reflexionar obre el prolongado argumenco teológico que acababa de
completar aJ final de Romano 11 :32. Irrumpe en alabanza ozo a por las riquezas
de la doctrina que Dio le ha permitido expresar:
1 : INTRODUCCIÓ LA T OLOGÍ MATIC 39

Qué profunda son la riquezas de la sabiduría del conocimiento de


Dio ! Qué indescifrables us juicio e impen trable w camino !

«¿Quién ha conocido la menre del eñor,


o quién ha sido su consejero.
.,¿Quién le ha dado primero a Dio
para que luego Dio le pague?•

Porque todas las co as proceden de él, · en por él para él. él ea


la gloria por siempre! Amén (Ro 11 :33-36).

PREGUNT DE APLI IÓ P RSO AL


Esta preguntas al final de cada capírulo enfocan la aplicación a la ida. Debido
a que pienso que la doctrina e debe entir a ru el em ion al tanto como entender­
se a nivel inteleccual, en muchos capitulo he incluido alguna preguntas en cuan­
to a cómo el lector se siente respeao a un punto de do trina. Pienso que estas
preguntas demostrarán ser mu valiosas para 1 que dedican tiempo para refle­
xionar en ellas.
1. ¿De qué maneras (si acaso alguna) ha c mbiad e te capitulo su compren­
sión de lo que es teología sistemática? ·Cuál era su actitud hada el estudio de
la teología isremácica anre del er csr pirulo? ¿Cuál e su actirud ahora?
2. ¿Qué es lo más probable que suced ria a una igle ia o denominación que
abandonara el aprendizaje d teología i temática por una generación o
más? ¿Ha sido e ro cierro de u i 1 ia?
3. ¿Hay alguna doctrina que se incluye en la rabiad con en ido para la cual una
comprensión más amplia le ayudaría a re olv runa diflculcad personal en
su vida al momento pre ence? ¿Cuále on lo p Jigros spí.rituales y emo­
cionales que usced personalmente deb r ner pr nce aJ estudiar teología
sistemática?
4. Ore pidiéndole a Dios que haga de e t estudio d doctrinas cristianas bási­
cas un tiempo de crecimiento espiritual y má intima omunión con él, y un
tiempo en el que usted entiende y aplica corr ctam nt las enseñanzas de la
Biblia.

TÉRMlNO E PECIAL
apologética contradicción
doctrina do trina menor
doctrina principal ética cristiana
paradoja pre upo 1 "ón
teología bíblica reología del uevo Te tamenco
teología del Antiguo Tesramenro teología dogmática
teología histórica ceolo • a 610 ó6ca
reologfa temática
40 1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁ.TICA

BIBLIOGRAFÍA
En estas bibliografias por lo general he incluido sólo obras escritas desde lo que
hoy se llamaría una posición evangélica conservadora. Esto se debe a que el propó­
sito de esta sección es dar al estudiante acceso fácil a otros tratamientos de cada
terna por parte de teólogos que tienen al i.gual que este libro las mismas conviccio­
nes generales en cuanto a la naturaleza de la Biblia. que toda ella es totalmente ver­
dad y que es la única y absolutamente autoritativa Palabra de Dios para nosotros.
Una vez que nos salirnos de esa convicción la variedad de posiciones teológicas se
vuelve asombrosamente grande, y hay suficientes bibliografías en las obras más re­
cientes que se citan abajo. (Sin embargo, también he incluido dos obras represen­
tativas Católicas romanas debido a la gran influencia de la iglesia católica romana
en ca i toda sociedad del mundo.)
Se agrupan a los escritores de acuerdo a categorías denominacionales amplias;
y los escritores dentro de los grupos se colocan en orden cronológico. Por supues­
to, las categorías que siguen no son rígidas, porque a menudo hay traslapas; mu­
chos anglicanos y muchos bautistas son teológicamente «reformados», mientras
otros en esos grupos son teológicamente «arminianoS)); muchos dispensacionalis­
tas también son bautistas, en tanto que otros son presbiterianos, y así por el estilo.
Sin embargo las categorías son bastante representativas de las tradiciones teológi­
cas distinguibles dentro del movimienro evangélico.
Las fechas que se indican son las de publicación de la edición final de la teologia
sistemática o escrito teológico principal de cada autor. En donde no se publicó sólo
una obra teológica principal, las fechas representan los años durante los cuales el
autor estaba activamente enseñando y escribiendo en cuanto a teología sistemáti­
ca. Se puede hallar información bibliográfica completa en las pp. 1297-1306.

Secciones enTeologías Sistemáticas Evangélicas


l. Anglicana (episcopal)
1882-92 Lltton, 1-8
1930 Thomas, xvii-x:xviii 146-52
2. Arminiana (wesleyana o metodista)
1875-76 Pope, 1 :3-32, 42--46
1892-94 Miley, 1 :2-54
1940 Wiley 1:13-123
1960 Purkiser, 19-38
1983 Carter, 1:19-101
1987-90 Oden 1:11-14, 375-406
3. Bautista
1767 Gill, l:vii-x:xx
1887 Boyce, 1-8
1907 Srrong, 1-51
1917 Mullins, 1-136
1976-83 Henry l:l 3--411 · 6:7-34
1983-85 Erickson, 9-149
1987-94 Lewis/Demaresr, l:13-123
1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA 41

4. Dispensacional
1947 Chafer, 1 :3-17
1949 Thiessen, 1-20
1986 Ryrie, 9-22
5. Luterana
1917-24 Pieper. 1:3-190
1934 Mueller, 1--89
6. Reformada (o presbiteriana)"
1559 Calvin, 1:3-33, 35-43 (prefacios y 1.1-2)
1724-58 Edwards, 2:157-63
1861 Heppe, 1-11, 42-47
1871-73 Hodge.. 1:1-150
1878 Dabney, 133-44
1887-1921 Warficld. SSW Z:207-320
1889 Shedd, 1:3-58; 3:1-26
1937-66 Murray, CWl:3--8. 169-73; CW 4:1-21
1938 Berkhof, Tntro. 15-128, 171r86
1962 Buswell, 1: 13-26
7. Renovada (o carismática o pentecoscal)
1988-92 Williams, 1:11-28

Secciones en Teologías Sistemáticas Católicas Romanas Representativas


1. Católica Romana: rradicional
1955 Ott, 1-10
2. Católica Romana: Post-Vaticano ll
1980 Mc.Brien, 1:3-78, 183-200

Otras obras
Baker, D. L. «BiblicaJ Theology». En NDT p. 671.
Berkhof, Louis. Introduction to Systematic TheoLogy. Eerdmans, Grand Rapids,
1982, pp. 15-75 (publicado primero eo 1932).
Bray, Gerald L., ed. Contours ofChristia11 Theology. lntervarsity Press, Downers
Grove, JL, 1993.
___. «Sysrematic Tbeology, Hjsrory of». En NDT pp. 671-72.
Cameron, Nigcl M., ed. The 01allenge ofEvangelical Theology: Essays inApproacli
and Method. Rutheáord House, Edinburgb, 1987.
Carson, D. A. «Unity and Diversity in the New Testament: The Possibility of
Systematic Theology». En Scripture and Tnitlt. Ed. por D. A. Carson y Jobo
Woodbridge. Zondervan. Grand Rapids. 1983, pp. 65-95.
IZEn la atcgotb re.formada he mdmdo rcfcrencus c:nu:adas Je once: 1cologi.u mtcm.ir,cas(las mencionadas
en este capiculo mis Bavmck en algunos capírulos). Dos ou-a.sobrasreíorm<ld.u muy b,cn cscn= $01\ Fmmdauan.s
,fw Oinsnan Fault porJames Moncgomery Bo:cc lnrcrV..mry Press. Oowners Gro,·c. IIL, l 9S6} y úmasr 71ra,-.
loz:yporJ.1 Parurrrynd:alc House. \Vhcaton. IIL.19931. pero no mdlco rcfcrcnoascru.zadasa cllasal findrcada
capitulo pon¡ue son escritas p.u-.a púbbcos mis popubrcs qut b.s dt'ffl;u obras reformad.u joduldas. y po11JU?
pienso que once ceologias refonnadas �-a son sufincnces para dM su.liocn1c muestra �1 pmsam,=10 reformado
42 1 : INTRODUCCIÓ ALA TEOLOGÍA SISTEMÁTTCA

Davis, John JeffeTson. Founda.ti.011.s ofEva,igelical Theology. Baker, Grand Rapids,


1984.
____. The Necessity ofSystematic Theology. Baker Grand Rapids, 1980.
____. Theology Primer: Resources for the nieological Student. Baker, Grand
Rapids, 1981.
Demarest Bruce. "Systematic Theology." En EDT pp. 1064-66.
Erickson, Millard. Concise Dictionary of Christian Theology. Baker, Grand Rapids,
1986.
Frame, John. Van Til the Theologian. Pilgrirn Phillipsburg, NJ, 1976.
Geehan, E.R., ed.Jeru.sa.lemandAthens. CraigPress, Nutley, NJ, 1971.
Grenz, Sranley J. Revisioning Evangelica.l Theology: A Fresh Agenda for the 21st
Century. lnterVarsíty Press, Oowners Grave, IL, 1993.
House, H. Wayne. Charts oJChristian Theo1ogy a.ndDoctrine. Zondervan, Grand
Rapids, 1992.
f
Kuyper, Abraham. Principies o Sacred Theology. Trad. porj. H. DeVries. Eerd­
mans, Grand Rapid , 1968 (reimpresión; primero publicada como Encyclope­
dia ofSacred Theology en 1898).
Machen,J. Gresham. Christianity and Liberalism. Eerdmans, Grand Rapids, 1923.
(Este libro de 180 páginas es, en mi opinión, uno de los estudios teológicos
más significativos jamás ese.ritos. Da un claro vistazo general de las principa­
les doctrinas bíblicas y en cada punto muestra las diferencias vitales con la
teología protestante liberal, diferencias que todavía nos confrontan hoy. Es
lectura que exijo en todas mis clases de introducción a la teología).
Morrow, T. W. {<Systematic Theology1>. En NDT p. 671.
Poythress, Vem. Sym.phonic Theology: The Va1i.dity ofMultiple Perspectives in Theo­
logy. Zondervan, Grand Rapids, 1987.
Preus, Robert D. The Theology ofPost-Refonnatioa Lutheranism: A Stu.dy ofTheologi­
cal Prolegomena.. 2 vals. Concordia, St. Louis, 1970.
Van Til, Comelius. ln Defense of the Faith vol. 5: An Introditction to Systematic Theo­
logy. n. p. Presbyrerian and Reformed, 1976, pp. 1-61, 253-62.
____. The Defen.se of the Faith. Filadelfia: Presbyterian and Reformed, 1955.
Vos, Geerhardus. «The Idea of Biblical Theology as a Science andas a Theologi­
cal Discipline)). En Redemptive History and Biblical Interpretation pp. 3-24. Ed.
por Richard Gaffin. Presbyterian and Reformed, Phillipsburg, NJ 1980 (arti­
de first publisbed 1894).
Warfield, B. B. «The lndispensableness of Systematic Theology to the Preacher».
En Selected Sliorter Writings of Benjamín B. Warfield 2:280-88. Ed. by John E.
Meecer. Presbycerian and Reformed, Nutley, NJ, 1973 (arcicle first published
1897).
____. «The Right of Systematic Theology)). En Selected Shorter Writings of
BenjaminB. Wa1field 2:21-279. Ed. Por]ohn E. Meecer. Presbyterian and
Reformed, Nutley, N], 1973 (artículo publicado primero en 1896).
Wells, David. No Placefor Truth, or, Whatever Hnppened to Evangelical Theology?
Eerdmans, Grand Rapids, 1993.
1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA STSTEMÁTICA 43

Woodbridge,John D.. and Thomas E. McComiskey, eds. DoingTl1eology in Today's


World: Essays i11 Honor ofKenneth S. Kan.tzer. Zondervan, Grand Rapids, 1991.

PASAJE BÍBLICO PARA MEMORIZAR


Los esrudi.anres repetidamente han mencionado que una de las parres más va­
liosas de cualquiera de sus cursos en la universidad o seminario ha sido los pasajes
blblicos que se les exigió memorizar. «En mi corazón atesoro rus dichos para no
p ecar contra á• (Sal 119: 11). En cada capítulo, por consiguiente, he incluido un pa­
saje apropiado para memorizar de modo que los inscruetores puedan incorporar la
memorización de la Biblia dentro de los requisitos del curso siempre que sea posi­
ble. (Los pasajes bíblicos para memorizar que se indican al final de cada capítulo se
toman de la NVl. Los mismos pasajes tomados de la Reina Valera 1960 y la Biblia
de las Américas se hallan en el apéndice 2).

Mateo 28:18-20:jesrís se acercó entonces a eUos y les dijo: Se me J1a dado toda autoridad
rn d cielo y en la tierra. Por tanto, vayan y hagan disdpulos de todas las naciones, bauti­
uindolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espiriru Santo, enseñándoles a obedecer
todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con 11stedes siempre, l1asta el
fin del m1111do.

HIMNO
La buena teología sistemática nos lleva a alabar. Es correcto por tanto que al fi­
nal de cada capítulo se incluya un himno relacionado con el rema del capítulo. En
un aula, el himno debe cantarse al principio y al final de la clase. Por otro lado, el
lector individua] puede cantarlo en privado o simplemente meditar en silencio en
las palabras.
A menos gue se señale lo contrario, las palabras de estos himnos son ya de do­
minio público y no están sujetas a restricciones de derechos de autor. Desde luego,
se pueden escribir para proyectarlas o fotocopiarlas.
¿Por gué he usado tantos himnos? Aunque me gustan muchos de los más re­
cientes cánticos de adoración y alabanza que tanto se cantan hoy, cuando comencé
a seleccionar himnos que correspondieran a las grandes doctrinas de la fe cristiana,
me di cuenta que los grandes himnos de la iglesia de siempre tienen una riqueza y
amplitud que todavía no tiene igual. No sé de muchos cánticos de adoración mo­
dernos que abarquen los temas de los capítulos de este libro de una manera am­
plia. Quizá lo que digo sirva de exhorración a los compositores modernos a
esrudiar estos capítulo y después escribir canciones que reflejen las enseñanzas de
la Biblia en los respectivos temas.
Para este capítulo, sin embargo, no hallé himno antiguo ni moderno que di.era
gracias a Dios por el privilegio de estudiar teología sistemática a partir de las pági­
nas de la Biblia. Por tanto. he seleccionado un himno de alabanza general. que es
siempre apropiado.
44 1 : INTRODUCCIÓN A LA TEOLOGÍA SISTEMÁTICA

«¡Oh, que tuviera lenguas mili>)


Este himno de Carlos Wesley (1707-88) empieza deseando tener «mil lenguas» para
canta.de alabanzas a Dios. La segunda estrofa es una oración pidiendo que Dios le «ayude» a
proclamar su alabanza por roda la tierra.

¡Oh, que tuviera lenguas mil


Del Redentor cantar
La gloria de mi Dios y Rey,
Los triunfos de su amor!

Bendico mi Señor y Dios,


Te quiero proclamar;
Decir al mundo en derredor
Tu nombre sin igual.

Dulce es tu nombre para rrú,


Pues quita rrú temor;
Bu él haJJa salud y paz
El pobre pecador.

Rompe cadenas del pecar


Al preso librará;
Su sangre limpia al ser más vil,
¡Gloria a Dios soy limpio ya!
AUTOR: CARLOS WESLEY, TRAD. ROBERTO H. DALKE
(TOMADO DE H!M OS DE FE Y ALABANZA, #25)
Primera Parte

La doctrina
de la Palabra
de Dios
Capítulo 2

La Palabra de Dios
¿ Cuáles son las diferentes fonnas
de la Palabra de Dio

EXPUCACIÓ B BÍBLI
¿Qué e quiere decir con la frase la PaJabra d Dio ,,. En realidad, hay diferen­
te significados que esa frase roma en la Biblia. Es útil distinguir esto dife.rences
entido desde el principio de este estudio .

. «El erbo de Dio , como P ona: Jcsuai to


A ece la Biblia se refiere al Hijo de Dio orno «el erbo de Dios». En Apoca­
lipsis 19:13 Juan ve al SeñorJesús re ucicado n el cielo y dice: «y su nombre es "el
Verbo de Dio "». De modo similar, al principio del E ng lio de Juan leemo : «En
el principio ya existía el Verbo, y el Verb estaba con io , y el Verbo era Dios» (Jn
1: 1 ). E claro que Juan aquí está hablando del Hijo d Dio , porque en el versículo
14 dice: «Y el Verbo se hizo hombre y habitó mre no arra . Y hemos conrempla­
do u gloria, la gloria que corresponde al Hijo unig niro d I Padre)), Estos versica­
lo (y tal vez l Jn l: 1) son. los únicos casos en qu la Biblia refi re al Hijo de Dios
como «el Verbo)) o <(el Verbo de Dio » así qu t u ·o no es común. Pero sí indica
que entre los miembros dela Trinidad es e p cialm nte Dio Hijo quién en super­
sona tanto como en su palabra ti ne el pap I de comunicamos el carácter de Dios
y expresamos la voluntad de Dios.

B. <1La Palabra de Dio » c mo di cur o d Dios


l. Decreto de Dio . A veces las palabras d Dio roman forma de poderosos de­
cretos que hacen que sucedan evento o in lu o hac n qu la cosas lleguen a exis­
tir. «Y dijo Dios: "¡Que exisra la luz!" Y la luz lle ó a existir» (Gn 1 :3). Dios incluso
creó el mundo an.ima1 mediante u poderosa palabra: «Y dijo Dio : «¡Que produzca
la tierra sere vivientes: anima1e doméstico . animal alvaje . y reptiles. según
u especie! » (Gn 1 :24). Así, el saJmisra pued decir: 11Por la palabra del t'lior fue.ron
creado los delo . y por el soplo de u boca, las esrreUas» (Sal 33:6).
A sras palabras poderosas crearivas de Dio m nudo e les llama lo decre­
to de Dio . Un decreto de Dio es una palabra de Di qu hace que algo suceda.
E tos decreto de Dios incluyen no ólo lo e ento de la creación original ino
también la exi renda conrinuada de la coa . p rqu H br o l:3 no dice que
Cri o contmuamenre es ..-eJ que o nene r da 1 o a con u palabra poderosa)!.

-17
4 2 : LA PALABRA DE DIO

2. Palabra de Dio de comunicación per naJ. ece Dio comunica con


personas en la tierra hablándoles directamente. estas e le puede llamar pala­
bras de Dio de comunicación personal. e hallan ejemplo en coda la Biblia. Al mis­
mo principio de la creación Dio habla con dán: 11.Y le dio e te mandato: "Puedes
comer de codo lo árbole del jardín. p ro del árb I del onocirniento del bien y
del mal no deberá comer. El día que de él coma , cierramence morirás"» (Gn
2:16-17). De pué del pecado de Adán , E a, Di toda ia iene y habla direaa y
p rsonalmente con ello en las palabra de la maldición (Gn 3: 16-19 . Otro ejemplo
prominente de la comunicación directa pe onal d Dio con I p onas en la tie­
rra e halla en el otorgamiento de lo Diez andamiento : •Dios habló, y dio a co­
nocertodo e to mandamientos: Yo o el eñorruDio. Yore aquédeEgipco,
del país donde era esclavo. o ten orr dio dem d mi.. .. (Éx 20:1-3}.
En el ue o T ta.mento en el bautismo d J ús, Dio Padre habló con una voz del
ci lo. diciendo: Éste es mi Hijo amado; esto mu complacido con él• t 3: 17).
En escas otra varias ocasiones en donde Dio pronunció palabras de comuni­
cación pe1; onaJ a individuo fue daro para lo que las o eron que e.ran de veras pa­
labra de Dio : estaban o_ endo la misma oz de Dio , por con iguience estaban
o endo palabras que tenían autoridad divina ab oluca eran ah oluramenre dig­
na de confianza. o creer o desobedecer al gu na d e palabras habría sido no
creer o d obedecer a Dio por consiguicnt había ido pe ado.
uoqu las palabras de Dios d comunicación p onal iempre e ven en la Bi­
blia como palabra reales d Dio , también son pal.abras 1<h11111anas,1 porque son pro­
nunciadas en un lenguaje humano ordinario gu ntendible d inmediato. El
hecho d que e.st:as palabra e digan en lenguaje humano no lintira su carácter o
autoridad divinos de ninguna manera; iguen iendo nreram me la palabras de
Dio , dicha por la voz de Dio mi mo.
Alg uno eólogos han aducido que pu to qu I lenguaje humano siempre es
n cierto entído imperfecto)), cualquier m n aj que Di nos dirige en lenguaje
humano también debe ser limitado en su autoridad o v racidad. Pero estos pasajes
y muchos otros que registran caso de palabra. de Dio d c munkación personal
a individuo no dan indicación de nin una limiraci n de autoridad veracidad de
la palabra de Dios porque fueran dicha en I nguaj hum no. La verdad es muy
al contrario. porque la palabras siempre ponen una obligación ah oluta obre los
oy nte para creerlas y obedecerlas complet mente. o a· er o de obedecer
alguna part de ella es no creer de bede r Dio mi mo.

3. Palabra de Dio como discur o pronunciad por labi humanos. Frecuen­


cemcnre en la Biblia Dios levanta pr fe.ta por medi de I cuales habla. De nue­
vo, e evidente que aunque son palabras humana , di has en lenguaje humano
ordinario por ere humano ordinario . la autoridad y v racidad d tas palabras
de ninguna manera queda disminuida; igu.en icnd también palabras de Dios.
En Deuceronomio 1 Dios le dijo a 10· ' :

Por eso levaruaré entre sus he:rman un profeta como rú: p ulré mu palabras en ru
boca, él le dirá codo Jo que :o le maad . i al gu , n no pr ca oído a las palabras
Z : LA PALABRA D DIO 49

qu el profeta proclame en mi nombre. o m · mo I pedí cu ne . P ro d profeta


qu e atreva a hablar en mi nombre ; di � o que yo no I ha mandado decir,
morirá. La misma mene correrá el pro eta que habl en n mb d orro dioses
1 1 •) 20

D1 h.iz.o una afirmación similar a J�m1 · • Ht: pu�to rn ru boca mu palabras-


Ju 1; ). Di le dice a Jerermas: as a ar t J qu · t ord nea er 1: ; véa­
se también ÉI :12:, 'm Z.2:3 : 1 1 :3. l , 2 : 1 R 20.3 ; 2 Cr 20:20; 25:15-16:
0:12-1 :Jer6:l0-l2;36:29-3l;e al ..• cualquieraqu duóaha larporelSeño,
pero n había recibido un mensaj de él se I casti ha m te Ez 13:1- :
Dr 1 :20-22 .)
Así que las pafabras de Dios habladas r labi
autorica y can ·e:rdad como palabra comwu "ón personal
, 'o habfa dismmución de autoridad de tas palab� cuan o eran dichas mediante
bbl humano .. 'o creer o esobede er algun ell era no crc ro desobede­
cer a Dio 011Smo.

. Palabras d Dios en forma Dio


d pal bras Dios de comuni a 'ó chas
po I e eres humanos, también hallamo en los
qu ras d Dio fueron pu ta e to e
h rración del ororgarniento de I an
e Diez ·ento: ,.y cua en el
mo í, le cil os tablas de la ley, que eran do laJ e critas por el dedo mis-
(
mo de Dio " É. 31 :1 } . Tanto la tablas e m la cscnturn grabada en ellas eran obra
(
deDios•i • x 2:16; 34:1, 28).
M isé es ribió adicionalmente:

Moises escribió esta ley y ·e la entregó A lo. sac rclol •s I vlt qu • Lrnnsponaban el
1·c, dd pa t del eñor, y a todos 1 s nci n de I rd nó: 1<Cada
siete ofios, en el año de la cancelación de s. nramadas,
cu ndo tú, 1 rael, te.presentes anrc I e h. brá de ele-
gir, lec •sen voz alta esta ley en pre end . dos lo hom-
br . , muJ re y niños de ru pueblo. y a
para que cuchen y aprendan a temer al •ñor tu D10.,

Este libro que Moises escribió fue lu d jumo al ar del pacro:



rminó de �eribir en un !Jbr. . Lue o ello esta or-
Vlt que transportaban I r Tomen este libro
ón nlo Jtmto al arca d lli p rmanecerá
contra ustedes lo · D
te e hizo otras a de Dio .Jo aé
en el libro de la le�· de ó lsai : •Anda.
t d gníba1o rn una d curo,, para que
\'C de como un t De nue o, Dios
50 2 : LA PALABRA DED/O

Le dijo a Jeremías:� "Escribe en ,m libro todas Las palabras qu te he dicho» er 30:2;


cf.Jer 36:2-4, 27-31; 51:60). En el uevo T tamento,J ús 1 promete a sus discí­
pulo que el Espíritu anto les hará r cordar la palabra que él,Jesú . había dicho
n 14:26; cf. 16:l2-13). Pablo puede decir que la misma palabra que escribe a los
Corintio « mandato del eñor (I Co 14:37; cf. 2 P 3:2).
Clar amente e debe notar que esta palabras con ideran con todo ser pala-
bra del mismo Dios. aunque on escrita n su ma oría por ere humanos siem­
i
pre en lenguaje humano. Con codo, on ab olucamente autoritat as y
ab olutamente erdad· desobedecerla o no cr erl es un p cado erio acarrea
ca tigo de Dios (1 Co 14:37;Jer 36:29-31).
ario bene6cio resultan de poner por e crito las palabra de Dio . Primero,
ha una presm,adón m1u:lw má.s precisa de I palabra de Dio para generacione
subsiguientes. Depender de la memoria la repetición de la tradición oral es un
método meno confiable de presen ar la palabras a era é de la historia que lo que
e ponerlas por escrito (cf. Dt 31:12-13). egundo, la oportm1idad de inspeccionarre­
petidamente las palabras que consran por escrito permite estudio debate cuidado-
º•lo que conduce a una mejor comprensión y obediencia má completa. Tercero,
las palabras de Dio por escrito están accesibles a muchas más personas que cuando se
pr ervan meramente mediante la memoria repetición oral. Puede inspeccio­
n rla en cualquier momento cualquier per ona no e cán limitada en accesibili­
dad a lo que las han memorizado y lo que pueden e car pre ente cuando se
repiten oralmente. De este modo, la conñabiJid d, p rmanencia y acce ibilidad de
la forma en que e pre ervan las palabra d Dio mejoran grandemente cuando
e ponen por e crito. Sin embargo, no hay ninguna indicación de que se disminuya
u autoridad o veracidad.

C. El enfoque de nu tro tudi

De toda la formas de la palabra de Di , 'el nfoquc de nuestro estudio en la


teología si temática es la Palabra de Dí sen forma s rita, decir, la Biblia. Esta
e la forma de la Palabra de Dios que está disponibl para e tudio, para inspección
pública, para examen repetido y como base d diálog mu.ruo. No habla acerca
del Verbo de Dios y no lo eñala como per na, d cirj ucristo, a quien no te­
n mo aJ presente en forma corporal en la ti rra. Por ya no podemos oh ervar
d primera mano e imitar su vida y ens ñanza .
La otra formas de la palabra d Dio no on propiada como base primaria
para el estudio de teología. . osorro no oímo palabras d Dio de decreto, y por
consiguiente no podemos esrudiarla directamente ino ólo mediante ob ervación
de us efecto . Las palabras de Dio de comunicación p r: onal on raras, incl uso en
la Biblia. Es más, incluso aunque oyéramo algunas palabra de comunicación

1 . dem;as de las formas de la palabn de Dios menoon•d amba. o, s e co,nurua • Lu ptts<>nas por difcren­
u de: •re,cLición gencr.u•; es decir, revc:htcíón que b lb no lo ;i ·enu pcrsoms sino a todas 1-s personas
lL'S
en �eral u 1'1:'Cfao6n gener.d induyc unro Li l'l:'·elaoón d D1 que ,·,ene mcdi•nte la naturaku /vea Sal
t9·l ; Hch 1-n >) u re,·claaón de Dios que vu�nc mcdwue el scn11do mtc:'mo de bien y m¡I en el cor.uón de la
pe na (Ro? H Estasd=de l'l!'·m□ollhlllln c,n I mu novcrbJI. · n de l.ub mdu,docn b hstade laH•a-
= .
1Tt1.1Sdc la �ra d.. D1osque,;.,cons,d...-a capitulo Vea en cap1rulo . pp. US•l , misconsidc:ra-
1� re.,, t"J.uión ?eneral •
2: LA P LABRA DEDI 51

pers naJ de Dio no otros mismo ho , no t ndriamo ceneza de que nuestra


comprensión de ellas, nuestra memoria d eUa . nu c:ro ub iguieote informe
de ell fuera totalmente exacro. Tamp o podriamo fácilm nte comunicar a
o o la certeza de que la comunicación fu de Dio , in Ju o i lo era. Las palabras
de Dio dichas p r labio humano ce ar n d re ibi cuando el canon del ue­
vo T cam ato quedó completo. i que otra fi nna las palabras de
Dio on inadecuad como base primaria para 1 eStUdio d teología.
Es más pro echo o para no otro e tudíar las palabras d Dio como tán es­
crita en la Biblia. E la palabra de Dio cica la qu él n ord na tudiar. Es «di­
cho o• el que medita• en la ley de Dio •día n ch ( al l:1-2). Las palabras de
D10 también on aplicables a no otro : «Recit si, mpr el libro de la le y medita

n1 tl de día yde 11oche; cumple con cuida o rodo Jo que en él áe prospe­ rnco. ·
rarás y tendrá éxito• o l: ). Es la palabra de Di en forma de E criruras que e
•inspirada por Dio y útil para enseñar, p ra reprend r, para corregir para
tnSt:ruir n la justicia• (2 Ti3: 16).

PREG PARAAPLI IÓ PERO AL


1. ¿Piensa usted que prestaría más atención i Dio le hablara de de el ciclo o
por medio de la voz de un profeta i o qu i l hablara de de las palabras
e criras de la Bibli3.! ·Creería usted u obedecería cale palabras má pronta­
mente que a la Biblia. ¿Piensa u ted qu u ni el pr ente d respuesta a las
palab cr itas de la Biblia e pr piado? Qu · pa po itivo puede dar
para hacer que su actitud hacia I Biblia e m' e m la actitud que Dios
quiere que usted tenga.
2. Cuando piensa en la mucha manera en qu Dio habla y la frecuencia con
que Dios se comunica con su criatura p r co m dio , ¿qué conclu iones
puede derivar respecto a la naturaleza d Dio y la . ue I deleitan?

TÉRMI OS ESPE TAL


decr ro comunicación p r onal
Palabra de Dio

BfBLIO RAPÍA
ara una explicación de esta bibliografia e 1 nota obre la bibliografia en el capí­
tulo l, p. 40. Dato bibliográfico complero pueden encontrar en las páginas
129 -1307.) El tema de esce capitulo no ha ido tratado licitarn nte en muchas
1eología ist márica pero material imilar a m nudo e ubre n la cción sobre
la autoridad de la Palabra de Dio : ea la bibH grafia aJ final deJ e píruJo 4 obre ese
tema.

- 'c:a apiwl l. pp ,3, n, el canon de la Bibli:1.), p.u-a un.1 dttao de b n,uuralcza de b profecía
m ri=.t. ·ca capinúo -3_ pp. 110� 1120.
2 2 :

ccion en T ol éli
1. glicana (episcopal)
2-92 Liuon. 9---LO
2 A.nniniana ( esleyana o m odJSta
1 -40 ile 1:1
Ba.uti
1917 �ullins. lr-53
a o presbireriana
Heppe. 12-21
ed 1:61-70

en Teologías istemá · R man Rp entati


'mgún cracmñenro e:xpli ·co

Kbne. dith. 11� tn.l.CCUll B1l> al Aw I ru•. E rdma ran R.a i


1 72.
Ku r, Abraham.. Principies cred T11e 1 d rJ. H.
mans. Grand Rapids. 196 . pp. 405-12 C m ne pubh
En clopedia ofSacml Tite lo en l 9 ).
cD nald, H. D. Theories Rev lation: n Hist ri al tud , 1 -1 . Baker,
G nd Rapids, 19 9.
___. • ord. ord of God, ord f ch n EDT p. 11 5-
Pa k r, J. l. « criprure . En 1\/DT pp. 5 5- 7.
Pinn ck. . H. «Re eJation». En DTpp. 5· 7 .
. Ge rhardu . Biblical Theology: Old a11d � Ti ttllneut . · r m ns, Grand
Rapid , 194 • pp. 28-55; 321-27.

P SAJE BÍBLI O P R M M RI R
1 1 :1-2: Dichoso el hombre
que no signe el co, ejo te l malv d s,
ni se detif'lte en la enda rle 1 . pe ad res
ni cultiva In amistad de I bl emo ,
sin que en la ley del etior e deleita,
y día y no·lte, diCd n dln.
2 LA PALABRADEDIO 53

HIMNO
«Da.me de vida el pan11
Este himno es una oración que pide al eñor que no dé, no eJ pan fisico, sino la alimen­
tación espiriruaJ de.l pan de. vida-, metáfora que refiere a la Palabra de Dio escrica (•tu
Libro•, . 4) a Cristo mismo, e.l «Verbo de Dio• (v. 1).
Dame. mi buen Señor, de vida eJ pan.
como lo hiciste un día junto a1 mar:
Mi alma ce basca a ti, erbo de Dio ,
y en cu palabra espero oír ru voz.
«El pan de vida sop. dice el eñor;
en alma hambrienta ho a1 alvador.
«Hambre jamás reacirá quien viene a mí;
sed nunca más tendrá quien cree en mi

Bendice, oh Salvador, hoy ru verdad,


cuál bendijiste a er el fresco pan;
En ella nos darás ]a libertad,
en el día encuentro gozo y olaz.

Con tu Espíritu toca mi er,


y abre mis ojos ro verdad a ver.
uesrra cu volumad; dame tu luz;
quiero en ru Libro verte a ti,Jesús.

AUTOR: STR. 1 Y 3 MARY . THBURY. 1877,


TRAD. FEDERICO J. PAGURA. # 2 Y 4 A GR VES, L9l3, BS. TRAD.,
TRAD. ESTR. # 1 Y 3 DI IONE LA AURORA.
U ADO CON PER.Mf O (TOMAD D CBLEBR MO SU GLORIA, #274)
Capítulo 3

El canon de las Escrit uras


·Qué pertenece a 1a Biblia y qué no pertenece a ella.

EXPLIC CIÓ YB BÍBLl


El capítulo previo concluyó que e especialm nte a la palabra escritas de Dios
en la Biblia a las que dedicaremo nuestra arendón. Ante de hacerlo, in embargo,
debemo aber cuáles escrito penenecen a la Biblia y cuále no. Est:0 e refiere al
canon de la Biblia, que e puede definir como ·gue: El an II de la Biblia es 1a li.sta de
todos lo libros q1Le pertenecen a la Biblia.
o e debe ubesrimar la importancia de e t a unto. La palabra de las Escri­
tura on la palabras por Las cuales nuoimo ou era id espiritual. ' que pode­
mo reafirmar el comentario de oi és al pueblo d I ra I en referencia a las
palabras de La ley de Dios: tePorque no on palabra an para ustede , sino que de
eUa.s depende su vidll· por ellas vivir.in mucho tiemp en eJ rerricorio que van a
po eer al otro lado del Jordán,. e 32:47).
Añadir o u traer de las palabra de Dio eria impedir qu el pueblo de Dio le
obedezca plenamente, porque los mandamiento qu e u trajeran no lo cono­
cerla el pueblo y las palabra que e añadi ran tal vez exigirian del pueblo cosas
dicionales que Dios no ha ordenado. A í Moi é lo dvirtió al pueblo de Israel:
« o añadan ni quiten palabra alguna a to ue yo les ordeno. Más bien, cumplan los
mandamiento del Señor su Dios» (De 4:2).
La determinación precisa del alcance deJ canon 1 Bi lia e por consiguiente
de suprema importancia. Para confiar y obed era Dio ab olutamence debemos
tener una colección de palabras de la que esremo eguro qu on la propias pala­
bras de Dios para nosotros. Si hubiera alguna sección de la B.iblia respecto a la cual
tendríamos duda de si son palabras de Dio o no. no consid raríamos que tienen
autoridad divina absoluta no con.fiaremos en ella tanto como confiaremos en
Dio m· mo.

. El canon de) ti gu o Te ta.mento


Donde empezó la idea de un canon, e deor, la idea de qu el pueblo de Israel
debía pr ervar una colección de las palabra rítru de Dio ? La misma Biblia da
te timoruo del de arrollo histórico del canon. La colección má cemprana de pala­
bras de Dio e critas fueron lo Diez andarni neo . Lo Diez andamiento . de
este modo. forman el principio del canon bíblico. Dio mismo escribió en do ta­
bl de piedra la palabras que ord nó a u pueblo: Y cuan o cenninó de hablar
con oisé en el monte inaí, le dio la o tabl de la le ·. que eran do lajas escri­
ta.s por el dedo mismo de Dios,1 · ·31:1 ).Despué le m :•Tantolascablascomola

H
3 : EL CANON DE LAS ESCRJTIJRAS 55

escritura grabada en ellas eran obra de O10s• I Éx 32:16: cf. Oc 4:13: 10:4). Las tablas
de la ley fueron depositadas en el arca del pacto Dt I o 5J J constituían los términos
del pacto entre Dios y el pueblo.
Esta colección de palabras absolutamente autoritatl\·as de OlOs creaó en tama­
ño en todo el tiempo de la historia de Israel Moisés mismo escribió palabras adi­
cionales que se debían depositar junto aJ arca del pacto Ot 31:24-26). La referencia
inmediata es e"identemence al libro de Deuteronomio, pero otras referencias a es­
critos de Moisés indican que los primeros cuatro libros del Antiguo Testamento
también los escribió él(vea Éx 17:14: 24:4: 34:27; '\'m 33:Z: Oc31:22). Después de la
muerre de Moisés. Josué también añadio a la colección de palabras de Dios escri­
tas: "-... y los registró en el libro de la ley de Dios,, Jos 24:26 Esto es especialmente
sorprendente a la luz del mandamiento de no añadir m quitar de las palabras que
Dios le dio al pueblo por medio de Moisés • '\o añadan ru quiten palabra alguna a
esto que yo les ordeno» <Dt. 4 :2; cf. 12:32). Para desobedecer un mandamiento tan
especifico Josué debe haber estado convenodo de que no estaba arrogándose el
derecho de añadir a las palabras escricas de Dios. ,;ino que D10s mismo le había
autorizado tales escritos adicionales.
Más tarde otros en Israel, por lo gen�ral los que CJeráan el ofioo de profeta, es-
cribieron palabras adicionales de Dios·

A continuación. Samuelle explicó al pueblo las leyes del remo y las escribió en un li­
bro que depositó ante el Señor, J S 10:25).
Todos los hechos del rey David. desde el pnmi:ro hasta el último, ... esran escritos
en las crónicas del vidente Samuel. del profeta Narán y del vidente Gad. (1 Cr
29:29-30).

Los demás acontecimientos del remado deJosafat, desde el pnmcro hasta el último,
están escritos en las crónicas dejehú hijo dejananí, que forman parte del libro de los
reyes de l.srael (2 Cr 20:34; cf. 1 R 16:7 en donde ajehú, hijo de Hanani, se le llama
profeta).

Los demás acontecimientos del reinado de Uzias, desde cJ primero hasta el último,
los escribió el profeta lsaías hijo de Amoz (2 Cr 26:22).

Los demás acontecimiencos del reinado de Ezequías, incluyendo sus hazañas, están
escritos en la visión del profeta lsaias hijo de .-\moz y en el libro de los reyes deJudá
e Israel (2 Cr 32:32).

�Así díce cl Señor, el Dios de hrael: "Escribe en un libro rodas las palabras que te he
dicho' Qer 30:3).

EJ contenido del canon del Antiguo Testamento continuó creciendo basca el


tiempo del fin del proceso de escribir. Si fechamos a Hageo en 520 a.c., Zacaóas en

•vea l\.iccknrb Kilnc,. Thc Scn,,,-ru« Jj. BiN=l .�l<llronl\' Ecn.lm,mi-. Grand R.ap1-h. 19721, csp PP- 4/HJ y
113-llO
1Pan ver otrOS pas,tJCS que ilustran el crcom1en10 de b culccc,ón dt Lu p.ahb1» .:I� D10� cscnas vea ZCr 9:29-;
l2'1S, ll.ll; IHO:is;Ju .?9:l:J6:1•32: -i5:1: 51·oo: Ez-13:11. 0n ;';J; H.Jb tl Las a.diooncssurl<)cmn porlo¡;cnual
medw11c Ji agcna.i de Wl profcu.
J6 J : EL C 'O . D l..-\

l 520-51 a.C. tal vez con más material añ dí C.) alaquías


·
alred dor de -u- a.C.. cenerno una id ad l d últimos
1 Antiguo T ta.memo .• proxunad.un me n periodo
· •
libros e la lusroria y Ester.
e ajerosalén el -r a.c. -U 23 a.c.•
escoro en algún mo Asuero) en
, bableunafe 23 .C.1..-\sí
que apromnadamerue despu
enm.Lahisto
lo lib.. de.
mcluyera con las e ec
anr ño
Cuan to, vemos
que b encía e que las palabras deb1 d 10 habían cesa-
do queda atcsngua c:laramerue en · .m rura J día ex-
crabíblica. En 1 lacabeo (� or . . or esaibe del altar
pro ruido pues, demolieron el altar ; coloc la en la colina dd
e mplo. apropiado. hasta que \'DlÍera indicara lo que de-
bían hacer con ellas 1 . 1ac -H -.16, \ P . 1 pa bi nadie podía hablar
de Dio como lo habían h cho et aguo Testamen-
e un profera autorirath·o e eblo era al o que perteneáa al
porque el autor podía hab gran aflicción .,,amo no e
que desaparecieron lo. p lac 9:2 ; cf. 14:41).
c. 37 ó 3 d.C. explicó: -D s n rro propios
·
airo unahi tona compl ta do digna de
i mo lo regí ero anteri re. do a la sucesión
CA_dCta de lo profeta "(Comra i\f LCl 1.41 ). firm.:i d I más grande
h1 e udío del primer 1glo d.C m uc s rito ahora con-
. idcr re de la «apócrifa,>, pero qu mu memporáneos)
ons n esro otros esc1ito «no ... dignos <l l on lo que ahora
con como Escrituras del Antiguo Te t. m n pu.neo de vista de
Jo había habido «palabra de io ·,1 añadida riruras después de
al de 435 a.c.
La literatura rabínica refleja una convic I n imilar n u ñrm áón repetida
d píriru amo (en la función ricu de inspirar la profi da) partió de
1 u' de que lo úlnmo_ p la , alaquias murie-
ru aneo e eparo de lsra . ello u di posición
la bar kol (Talmud Babilónico Yoma ri edrin 11 a� Mi-
dra h Rabbah n Cantar de Caneare
La comurudad del Qumram ( e lo el lar uerto)
� UtOli invalidar cual­
a l milares e hallan
3 : fil.. CANON DE l...-1S ESCRITURAS 57

en otras partes en la antigua literarura judía (vea 2 Baruc 85:3) Oración de Azaóas
15). Así que el pueblo judío no aceptó en general escnros posteriores a alrededor
de 435 a.C. como que tuvieran igual autoridad con el resro de las Escrituras.
En el Nuevo Testamento no tenemos nmgún registro de disputa entre Jesús y
los judíos sobre la enensión del canon. Evidentemente había pleno acuerdo encre
Jesús y sus disápulos, por un lado, y los díngences Juclios y el pueblo judío, por
otro, de que las adiciones al canon del Antiguo Tbtamento habían cesado después
del tiempo de Esdras, Nehemía5, Ester, Hageo. Zacarias Malaquías. Esre hecho r
queda confirmado por las citas del Antiguo Testamento que hacen Jesús y los
autores del Nuevo Testamento. Según un conteo, Jesús y los autores del Nuevo
Testamento citan varias panes de las Escruuras del Antiguo Testamento como di­
vinamenre autoritativas más de 295 veces, pero ru una sola \'ez citan como divina­
mente autoritativa alguna afirmación de los libros apócnfos ru de ningún otro
escrito. La ausencia de rales referencias a otra literatura como divinamente autori­
tativa, y la extremadamente frecuente referenaa a oentos de lugares del Antiguo
Testamento como divinamente autoritativos. da fuerte confirmación al hecho de
que los autores del Nuevo Tesramenro concordaban en que se tomaba el canon es•
cablecido del Antiguo Tescamenro. ni más m menos. como las mismas palabras de
Dios.
¿Qué diremos entonces en cuanto a la Apócrifa, la colección de libros incluida
en el canon por la iglesia católica romana pero excluida del canon por el protesran­
1
tismo? Los judíos nunca aceptaron estos libros como Escrituras. pero en toda la
historia temprana de la iglesia hubo una opinión divtdida en cuanro a si deberían
ser parte de las Escrituras o no. Cierramenre. la eVtdenda cristiana más temprana
va decididamente en cona-a de considerar a la ap6cnfa como Escrituras, pero el
uso de los apócrifos gradualmente aumentó en algunas panes de la iglesia hasta el
tiempo de la Reforma." El hecho de queJerórumo incluyó estos libros en la Vulgata
latina (terminada en el 404 d.C.) dio respaldo a su inclusión, aunque el mismo Jeró­
nimo dijo que no eran ((libros del canon» sino meramente «libros de la iglesia» que

SVca Roger Nícole, •New Testarnent Use o( the Old Tcst.JJT1enu, en fü-w/011011 ami tltt Biblc, cd Carl P. H.
Henry (TyndaJc Press, Londres, 19.59), pp. 137·141.
6Judas 14· 1 S en efeceo cita 1 Enoc 60.8 y 1.9, y Pablo porlo menos doi; veces cata autores griegos paganos (vea
Hch 17:28; Tit 1:12.), pero esras citas son más con propós,ros de Uu.maclón que de prueba. Nunca se presenca esas
obrJS con una frase como •Dios dice•. o cLasi!scnrunu Jicen,. a •Eml escrito•, frasesque implican la atribución
de autoridad divina a las palabrasque se ocnn. (Se debe notnrque n1 1 Enoc ni los 3utoresque Pablo cica son parte
de la apócrifa). El Nuevo Tcstamcnro no dtll ningún hbro de l. 1 !\p6crlfa
7La apócrifa inciuyc los sigu1crucs e sentos: 1 y 2 Esdras. Tobla�.Judit. adletones a Ester Sabiduría de Sóllomón.
Eclcsí�t1co, Sanie (incluyendo la Epístola dcJcremla.1), El Cánuco de los tres JÓVt!tlC.. santos. Susana, Bel y el dra­
gón. la Oración de Manasts, y l y 2 Macabeos. E�to� esenio� no !-<: h�ll.in rn t.1 B1bh� hebrea, pero se incluyeron
en la Septuagíma (traducoón del Antiguo Testamento al ¡:riego. que u"1b.1n mud,os Judiosque habt..ban gncgo
en d uempo de Cristo En ingles existe wu buena traducción moJcm.i. TI1t O;tj,•rJ Annot.i1td J\pocrypha (RVS). ed.
Bruce M Mctzgcr(Nuc,•a York: Oxford Uru,:CJ:Sity f>rc55, 196S), ,\lctzgcr mduyc breves introducciones y útiles
iltl.Otadoncs a los líbros.
La pabbra gn� a¡,knfa quiere deor •cosas o..·uh:as•, pero Meu:gcr no1.1 t p. txlque loscrudnos no cstin segu­
ros de porqué esta palabra se aplicó a estos cscruos
IIUna encuesta demllilda de los�tcs puntos dt vuta de los mmano, respecto a b Ap6crifase halla en F F.
Bruce. �CanonofSmpn,n lnrcrVar:sity Prcs5. Oowncrs Gro�c. 111 • l'18�). pp 6'<·97. Un estudio incluso más de-­
aliado se h�a en Rogcr Bcckwidt. TlttOIJ TesrantlJII Cin.,n oj rJic Nevo· Taw1rtr111 Clum-la a,id lis llack&T.n,>!d 1n Emly
jubulfl (SPCK. Londres. 1985. y Ectdm=s. Grand Rap1ds. 19\16}, esp. pp Jl8-Jll El labro de Bedcwith ya se ha
eSlilblceido como La obra ddiruova sobre d canon cid Anuguo Tot1mcn10 A la conclUSlón de su csrudio Bcdt­
v.irh dice; d..a mdUS1ón de vanas apócnfa y pscudcp,gr.afa � el cnu,n dc lospnmcros cnm:1005 nose hizo de una
J a CA: ·o. T DE 1 t e Rrr RA

eran útil • provecho os para lo. nt . El amplio


ere: de la ulgata latina en
si o b ·gwerues garannzó s1u.:ontinu di ni ili ro el b cho de que no
ruv1er n original hebreo que lo.s respaldara, y u du 1ón d I canon judío. así
como la falta de ciras e ellos en el, u evo T ta mento, llevó a mucho a verlos con
-caoa o a rechazar su autoñdad. Por ej mplo, la ta · tiana m · an ·gua de
r
·bro clAntiguoT ramen oque ··_u�h ;e I compilad por lclitón obispo
de Sard.is. quien escribió alre&dor

e o�meal
aptt.nds con �

di e notarse aquí que , elitón n menci n ninguno d lo libro apócrifos.


ro . _ i indu ·e todo lo libros de nue rro · hb d I n · o T tamcnro acrual
pro Esrer. 11 Eusebio también cita Ori n - resp )dando lama ·orla de los h­
d nu tro presente canon del ti ru Te tam nto incluyendo E.sre.r,. pero
n rungún libro de Jo- apócrifo como canónico, f lo libro de los 1a­
cabeo. ¡plícitamente se dice qu cán afu ra t [libro anónico ]•.' En
forma 1m.ilar, en eJ Jo d.C., cuando el grJn liJt r de 1 1 le i tana 10. obispo de
Alcj ndría. escribió su Cana P� cual. hizo un li t.a d toJ lo libro de nuestro
canon pr ente del uevo Te ca mento de todos lo libros d nuc rro canon pre--
nt del Antiguo Testamento excepco E ter T mbién m nc1onó algu nos libros
d I apócrifa Lales como la Sabiduria d alom6n, 1 e biduria J irac,Judity Ta­
bla , • dijo que csro tien verdad no esraban m ·luido n el c.1non, pero los padres

m�n�r� en �cuerdo o en d pcnodo mis u:mpranu, 11111 yuc urnnl!"l en el 1Tls11,m1. tTIO gentil, d • pués de que la
lglcsl11 rnmpi6 Clln IJ snMgoga, cnrr-c Jqucllu� rnyu .:nnudnllt'ntU drl ,,mnn �rh1l.1n prh-nítívo e C!Jtnba volvien­
dv nrhulo�ll• LueAo concluye· • obn, la cucsuón de 1.1 c,1mm1nddd dL l,1 .ipl,rnfn )' pscudcplgr.l.fe l� cvldc::nda
vel'Jadern111cn1c ,ns11o1n� primmva.e ncg.1tiv,1. tpp 4 lt,-417).
ijDc ·u.,cb1u, Hut"11JJ Edwd.sum 4.26 1-1 Eu.,chlrJ, qu1rn e ·nh1t, �" 1 izs d (,., fuc el primergr,m historiador de
la 1�!cJ1a Es� ma 1ndum:la de la tr2ducc1ón 11n¡:lé K r op¡, L,kc, l'u. t'b1u1. T/1r Erdcsw.J11ruJ Hu1oni, dos
v c-1n.am.uu1. Londre: �· HMvard. <:.tmbrid¡.:c. \IJ, 1975, t•Wl
dt'cir, 1 amucl. _ arnuel l Reveo ·
1ono n:..fia<�lhbro�o • u· 1,1mplrnwn1c un;a dcscnpaón
m plct,¡¡ Je Pron·rbi \ Eu�cb10 "10 qu Üntnenlc lt•mab:m abtdu-
nJ

pruruo..-a cnd
1 • '

�bwpsdiu.o
1

..
o W....K�,V.>•V• �1 pp.
3 : EL C ro 'DE LA E RI RA 59

- alaban ara ue lo le ·eran lo an otro . • que


p q q
i crucción en la palabra d · ·gences de la
priauova en efeao tiraron ,
Ha; incongruencia doctrinales . E.J. Young
an u:

obías
can la
.Eck-
enaa..
Em­
.30 En

·
sino hasta 546, en eJ concilio e Tr cólica Romana
te daró que lo apócnfi eran pa ccpción de 1 y 2
· ·
la Oración e Manasés ,. Es si Trenco fue la
de la fglesia Católica Romana Lutero la Re-
forma Prot canee que e enendía ráp1 pócrifa conte-
nían o para la enseñanza catól mueno la
JU • por fe más obras. no pócrifos como
d on. lo católico roma a tiene la au-
·
t declarar una obra lite que los proces-
o tenido que la igl onsidere
·no que ólo puede rec e criba
pía palabras. (Una anal n dorpo-
reconocer dinero fa! ificad reconocer el di-
i no o genuino, pero no pu falsificado sea
ni pu · guna declaración d I as hacer que el
lsifica ea algo que no es. Sólo l a nación puede
ero q ea dinero de verdad; d puede hacer
alabr an palabra suya y di ·ruras).
lo escritas de los apócrifo n o parte de las
·
1) ninguno de ello afirma t d que re-
ro del Antiguo Testamento; (2) lo J e origina-
r n. no lo consideraban palabras de Dio : (3) n el uevo

1 Fa.d-.n, •• r. c:J. Phill · }' HcnrvWa e E.cnlmans.Gnnd


R.,¡
1 ,\ , pp. m-riii
losApócníi como
IDra autmlQ!¡ qnc
dc:loquc:los�
• Thc Czrxxi of thr Old
Cimlii:o pma � a
qllCestDqaíce qmcn,dttu-
60 3 : EL C O DE LA E CRlTUR.A

Testam nto lo consideraban E criruras: y (4), contienen en eñanzas incongruen­


te con el re to de la Biblia. Debemo. concluir que on olo palabra humanas, y no
palabra inspirada por Dios como la palabra de la E critura . Tienen valor para
la inve tigadón histórica y lingüística. y contienen una cantidad de relato útiles en
uanto al valor · la fe de mucho judío durante J p riodo po cerior a la conclu­
ión del Antiguo Te tamenro. pero nun a han ido pane del canon del Antiguo
Te tarnenro.• no se le debe considerar parte de la Biblia. Por con iguienre. no
tienen ninguna autoridad obligatoria para el pensamienco o vida de los cristianos
hoy.
En conclusión. con respecto al canon del Anti o Te tamenco. lo cristiano de
hoy no oenen por qué preocuparse que algo e ha •a dejado fuera, ni de que se haya
incluido al o que no sea palabra de 010 .

B. El canon del J uevo T tam oto


El de arrollo del canon del ue o Te amento empieza con lo criro de los
apó tole . Ha que recordar que la escritura de la E crirura primordialmente
ocurre en conexión con lo grandes actos de 010 en la hmoria de la redención.
El Antiguo Testamento registra e interpreta para nosotro el llamamiento de
braham. la vida de us descencüeme . el éxodo de Egipto el peregrinaje por el
desierto, el e rablecimiemo del pueblo de Dios en la tierra de Canaán, el estableci­
mi neo de la monarquía. y la deponación y el regre o del auti erio. Cada uno de
e ro grande acto de Dio en la bisroria e interpreta para nosocro en las propias
palabra de Dio en la Escritura . El Antiguo Te camenco cierra con la expeaativa
d I M ía. que vendría (Mal 3: 1-4: 4: 1 ·6). La iguiente tapa en la historia de la re­
dención e la venida del Mesías, y no es sorpresa que no hubieran E critura adicio­
nal mientra no tuviera lugar el siguiente y má grandio o uceso en la historia
de la redención.
Por e o el Nuevo Testamento consiste d lo e rito d lo apó toles.'� Es
primordialmente a los apóstoles a quiene el B pírilu aneo les da la capacidad de
r cardar con precisión las palabras y obras deJesucri to, e interpretarlas correc­
tamente para las generaciones subsiguiente
En juan 14:26,Jesú le prometió a u di dpulo este poder (a lo que seles lla­
mó apó t0les de pués de la re urrecdón): «Pero el Con olador, el Espíritu anro, a
quien el Padre enviara en mi nombre. le enseñará codas la co a y le hará recor­
dar todo lo que les he dicho». De modo similar,] ú prometió má revelación de
verdad de parre del Espíritu Santo cuando le dijo a u discípulo : «Pero ruando
venga el Espiricu de la verdad, él los guiará a roda la verdad, porque no hablará por
u propia cuenta sino que dirá sólo lo que oiga y le anunciará la co as por venir.
Él m glorificará porque tomará de lo mío ' e lo dará a conocer a ustedes» (Jn
16: 13-14 l. En esto ver: ículos a lo disdpulo e I promete dones asombro os
ue lo capacitarán para esaibir las E criruras: el Espíriru aneo le enseñaría «roda

1 nos pocos hbro$ dd. '¡u,,·o Tesnmceruo {. l;uc . L . hech, bebrw JuJ.u no fueron cscnros par
pó oltS mm por ouos mtimamenrr, � ...on cllos, y c•-idmtemenrc autonzaJo por ell . v� la eipli=-
aon que i • pp 1>'2 •
3: ELC O DE E CRITURA 61

la erdad . le haáa recordar •todo• lo quejesú había dicho y lo guiarla a •toda la


erdad
emá . a lo que tenían el ofióo d apó col en la i I ia primiti a sel ve afir­
mando que tenían una autoridad igual a la de lo profi t del Anti o Testamento.
autoridad para hablar escribir palabra que eran palabras del mismo Dio . Pedro
anima a sus lectores a recordar •el mandamiento que dJo nue rro eñor alvador
por medio d lo apó roles• (2 P 3:2). Mentir a lo apó tol (Hch 5:2) equivale a
mentir al Espíritu anta (Hch 5:3) y mentir a Dio (Hch 5:4).
E a afirmación de er capace de hablar palabras que eran palabra de Dios
nusmo espeaalmente frecuente en lo escrito d I apó col Pablo. Él afinna no
610 ue el Espíritu anto le ha revelado lo que •ningún ojo ha · to, ningún oído
q
ha e cuchado. ninguna mente humana ha concebido lo que Dio ha preparado
para quienes lo aman• ( l Co 2.:9) sino que también cuando declara esta revelación
la habla •no on palabras enseñadas por abiduria humana. ino enseñadas por el
E íriru. interpretando lasco as espirirual con palabras espiritual (1 Ca 2:13,
craducóón del autor).
De modo similar, Pablo les dice a los corintio : i alguno e cree profeta o espi­
ritual, re onozca que esm que les escribo e mandato del eño {I Co 14:37). La
palabra que e traduce «e to qu en este versículo e un pronombre relativo plural
en griego (ja) que e podría traducir má literalmente 11las cosas que le escribo». De
e t modo Pablo afuma que us dJrectiva a la igle ia de Corinto no on meramen­
t e u propia co echa ino un mandamiento del eñor. á adelante, al defender
u ofi io apo tólico Pablo dice que 1 dará a lo corintio «una prueba de que
Cri to habla por medio de mí" (2 Ca 13:3). Otro ver ículo similare e podrían
m ncionar (por ejemplo, Ro 2:16; Gá 1: 9; 1 T 2:13; 4: , 15; 5:27; 2 T 3:6, 14).
Lo apó toles, entonces, tienen autoridad para e cribir palabra qu son pala­
bra del mi mo Dios. igual en escaros d verdad y autoridad a las palabra de las
E entura del Antiguo Testamento. Hacen esto para e cribir, interpretar y aplicar
a la vida de los creyentes Jas grandes verdade en uanco a la vida, muerte y
re urrección de Cristo.
No deberla sorprendemos, por consiguiente, hallar al nos de los escritos del
Nuevo Testamento siendo colocados con la Escritura del Antiguo Testamento
orno parte del canon de las Escrituras. De hecho, e to lo que hallamos en por lo
meno do ca os. En 2 Pedro 3:16, Pedro mue rra n 610 qu e tá consciente de la
exi tencia de lo e crito de Pablo, ino que también e tá claramente dispue to a
da ificar «toda u cana [de Pablo]» con «la demá E rirura »; Pedro dice: «Tal
como le cribió también nuestro querido hermano Pablo, on la abiduria que
Di le dio. En toda su cana se refiere a e m mi mo tema . Hay en ellas alg u­
no punto dificil de encender, que lo ignorante e in on rances tergiversan,
como lo luicen también co11 las demás Escn111ras, para su propia p rdición11 (2 P 3:15-16).
La palabra que traduce •Escritura ►> aquí e grafo. palabra que ocurre cincuenta y
una ecc en el uevo Te tamenro y en cada una de e a oca iones e refiere a las

ZoS.su es m1 propia traducaón de la úlnnu tase de ICo ?;1 J vea Grudcm. •5<:nprurc • lf-,,ncsanon,. en
Smp twrca11.l Tnuh, � D Cusan. John \Voodbrid e rZcmJcn,.u,, Grmd lup1 • 1 ) • p. J, n. 61. Pero
� mJ1.1 ción no es crucial ¡in-. d punro pnnop.ú; o decir. que Pablo h bla p:wbras que: el Espinw aruo le ha.
enseñado, punto que lo .mrnu 1� pmncra panc del "cmculo. ,n que impone c6mo rraduua la scguncb parte..
62 3 : EL CANON DE LAS ESCRITURAS

Escrituras del Antiguo Testamento. Así que la palabra Escrituras era un ténnino
técnico para los autores del Nuevo Testamento, y la aplicaban sólo a los escritos
que pensaban que eran palabras de Dios y por consiguiente parte del canon de las
Escrituras. Pero en este versículo Pedro clasifica los escritos de Pablo como «las de­
más Escrituras» (refiriéndose a las Escritura del Antiguo Testamento). Por consi­
guiente, Pedro consideraba los escrito de Pablo también como dignos del título
de «Escricuras>1, y por consiguiente dignos de que se incluyeran en el canon.
Una segunda instancia se halla en 1 Timoreo 5: 17-18. Pablo dice: «Los ancianos
que dirigen bien los asuntos de la iglesia son dignos de doble honor especialmente
los que dedican sus esfuerzos a la predicación y a la enseñanza. Pues la Escritura
dice: "No le pongas bozal al buey rrüentras esté trillando', y "El trabajador merece
que se le pague su salario"». La primera cita de las «Escrituras,1 se halla en Deutero­
nomio 25:4, pero la segunda cita, «El trabajador merece que se le pague su salario))
no se halla en ninguna parte del Antiguo Testamento. Aparece eso sí, no obstante,
en Lucas 10:7 (con exactamente las mismas palabras en el texto griego). Así que
21
aquí tenemos a Pablo aparentemente citando una porción del Evangelio de Lucas
y llamándola ((Escritura», es decir, algo que se debe considerar como parte del ca­
non." En estos dos pasajes (2 P 3:16 y 1 Ti 5:17-18) vemos evidencia de que muy
temprano en la historia de la iglesia se empezó a aceptar los escritos del Nuevo
Testamento como parte del canon.
Debido a que los apóstoles, en virtud de su oficio apostólico, tuvieron autori­
dad para escribir palabras de las Escritura , la iglesia primitiva aceptó como parte
del canon de las Escrituras las auténticas enseñanzas escritas de los apóstoles. Si
aceptamos los argumentos para las nociones tradicionales de autoría de los esai­
tos del Nuevo Testamento," cenemos la mayor parte del Nuevo Testamento en el
canon debido a la autoría directa de los apó toles. Esto incluiría Mateo,Juan, Ro­
manos a Pilemón (todas las Epístolas paulinas), Santiago;" 1 y 2 Pedro; l, 2 y 3
Juan, y Apocalipsis.
Eso deja cinco libros: Marcos, Lucas, Hechos, Hebreos y Judas, que no fueron
escritos por apóstoles. Los detalle del proceso histórico por el cual Ja iglesia primi­
tiva llegó a contar estos libros como parte de las Escrituras son escasos pero Mar­
cos, Lucas y Hechos se reconocieron muy temprano, probablemen e debido a la
intima asociación de Marcos con el apóstol Pedro y de Lucas (el autor de Lucas y
Hechos) con el apóstol Pablo. De modo similar, se aceptó Judas evidentemente en

21 Alguien podria objetar que Pablo podria estar citando una tradición oral de las palabras de Jesús ames que del
Evangelio de Lucas, pero es dudoso que Pablo llamara •Escrituras• a cualquier tradición oral, puesto que la pala­
bra (gr.. gmfi, •escritos•) en el uso del Nuevo Testamento siempre se aplica a textos e.mitos, y dada la intima aso­
dadón de Pablo con Luca hace muy posible que esruvicra citando el Evangelio ese.tiro por Lucas.
22Lucas mismo no fue apóstol. pero aquí se le concede a su Evangelio autoridad igual a la de los escritos apos­
tólicos. Evidenremcnce e to se debió a su intima asociación con los apóstoles, especialmente Pablo. y el endoso
de su Evangelio de parte de un apóstol.
23Para uns defensa de la noción tradicional de autoría de los escrito$ ucvo Testamcmo, vea Dona Id Guthrie,
New Testament fntroduc1011 (lmerVarsity Press, Downers Grovc, U! .. 1970).
24A Santiago se lo considera como apóstol en ICo 15:7 y Cá 1:19. Él rnmbién cumple funciones apropiadas de
un apóstol en Hch 12:17: 15: 13: 21 :JS: G:\ 2:9. 12: vea p. 908 más abajo.
J : EL C. 'O DEL:-\ ¡.,· 'CRJ'/ /M 63

la conexión del autor con anua o e ud 1 ) el he ho de qu era her­


eJ
ebreo com en la, 1 ·a
en.ca sua rim ro tiem­
laaut ari �u­
e murió e
Pero. qnién lo
cación H
la autoáa pa
haber c:am-en
cien oa
.iutoT bumano. u aumr ·m
Crisro brilla las pá
.
creyenre. que la lee
n.
n \a e un libro pene-
n . es absolutamente o
palabras d ro on palabras de O
pnmiti ajo la dirección lo e
en l líbro penenece al canon. alabra
Dio e no penenece al canon. La _ 1 im-
ponan rque fue pñmariament a l · la capa-
cidad d ºbir palabras con ah oluta aut erar que
to apó.srol su autoridad a auto-
¡ que la iglesia primiu\'a uc o parte
nl � escrita de lo apóstol quj ieron pre-
ar Lomo aicura:;.
P ro la xi tencia de alguno escriro del u vo Te l m •nro que no fueron de
aut ria dir ta de lo apósroles mue era que hubo tro •n la iglcsi primitiva a
qui ne. Dios también les clio la capacidad, por bm d •l ·. piritu • amo, de cribir
palabra qu ran palabras de Dios, y p r onsigui l1l · n I pro1 iLo d que fue­
ran parte del canon. En estos casos, la iglc ia primitiva tuvo 1, ar a de rec nocer
u I e.rito t nían las caracteristica de r palabra. d Dio (cxprc , da a cravés
de ulor humano ).

!'t..i�,cp onclcju .i.cndcanonluf:len�.pnmonliJlm nt J bidu�J,J.urup·cr 11,�cn�Jcllihrolo


, n6n1 ·o Je En
'0La •li= 1ón de Ongmc:. er.í acJ.i rn E.u., 10, E«kn.ui
l P upuc . oto no gprifu::a. que todo lo que un � 1
ciont"SJcnc scromidcr,¡c.aE=rur. 1Uhl•n.11oa,ru1 os acruarc:nsu
pmtol ywndo uutTUC(J(ml!5apo<tólicu • cru1un01 mo" TIJTIIKCU y
3 : EL C 'O ' DE � E

Para alguno de lo libros por lo meno a u


br ambién , la iglesia ru, o. por lo • o o . el resti-
·
m de alguno de lo a · ,,/ an aldaban la
au a ab alma de esta · h paldado la
aut e LucasyHecho . / aucennodadde. lar-
e coorenia el� tro casos. · en
on ográñcas. ·die SI oía la oz
o habla:odo en l pala-
ro·ha.brian ·doa · dado
·
propia amo
el caso de He
para no conocer
ra D1os.
bía dicho: �is consigaien--
que es impo bl · ·a pudie-
una comhmación ólico,
n el resto de las Escri airo era
o por D10 de parte de una res. para
d ·dir que un escrim era en efecto p ,...,....,.,.:ui:a e un au-
tor humano por consiguiente dí poco se
r como unprohable que t proceso a lo
1 periodo de tlempo -ca por varias panes
a primitiva- · :finalmente lI I camenre correc-
ta, luir ningún escrito que fue en por Dio sin incluir
ninguno qu no lo fue:
1 367 d.C. la trigésima no ena carra com nla una li ra
e lo veintisiete libro del ue o Te o hoy. E ta era la
'bro aceptado por las igle i en la undo mediterrá-
n o. Treinta años má tarde, en el 397 d.C., representando a
· ·
n la parre occidental del mund rd6 con las igle-
es re pecto a la mi ma li ta. Est s más empranas
canon del dia presente.
¿Deberlamos esperar que e añada algún otro s - · canon? La frase que
pone esta cuesoón en I a propiada, la perspec-
ria de la redención. •O h e varia manera ha-
antepasado en 0ITT1 ' e rofera . en esto días
a hablado por medio de te lo d signó h redero de todo, y
por medio e el hizo d umver o Heb 1; 1-2.).
En ona-asee entre el hablar antenor en oeras ép lo proferas y el re-
oene hablar en esto días finales u cr qu ha no otro por su
HIJO es la culminadón de su hablara la huma dy ación más grande y
final a la humamdad en penodo la · a nci6n. La grandeza
1: EL e ·osn - ru· RA 65
·
e. ep · onaJ de la re elación que iene por 1 mu ho cualquier re-
v ladón del antiguo pacto. · e recalca · z t í l · 2 de He-
to bech indican que hay una el de Dio en
C ue una ez que esa revelación ha q d be esperar

aprendemos en cuanto e Cristo. Los


o Testamenro concie ritativa • -
Crism en la re añero más
in · las palabras _ uconda di-
" ·na b luta Cuan o ce.rmmaro -adrr con la
misma autoridad divina absoluta. lo apóstoles
vo T tamento , sus com mplecos, rene-
forma escrita el registro e pam en
cuanto a la ,da, mnene y resurre la vida de
1 t e todos los tiempo re ela.aón de
la hum.anidad. no se d uedó comple-
co. anera. en.ronces. H é no eben
.
a la Biblia despué T ta.memo. E1
cerrado.
na co ide.ranón de tipo similar e ue dcri ·ar d · alip . 22:1 -19:

t0d cJ que escuche las palahr.15 del merua e rrolct1 1 J . L libro le ad,;erro
co: i alguno le añade algo. D10 le añadirá a ! la pla descrit en hbro. Y
.1 aJguno quica pal bras de est libro d pro e ia. D10, le quitara u pan. del árbol
de la vida y de la ciudad anta. descnto n e L libr ,

La r ferencia primaria de estos versículo r.1 m m o libro de Apo-


calip i , porque Juan se refiere a u e crito como «palabr t libro de profe-
ía en I v r ículo 7 y 10 de e te capitulo (y ) libro llama profeóa en
Ap 1 :3). má , La referencia al árbol d l. vida y . . ant,, de critos en
t libro» indica que e refiere al mi mo libro Je A¡
No e accidente, sin embargo, qu ñ a· d I últi.mo ca-
pítulo de Apocalipsis, y que Apocali e Testamen-
to. O h cho, Apocalipsis tuvo que l canon. El
ord n en que mucho libros e col
Pero a i como Génesis se debe colocar creación),
i pocalip · e debe colocar úl ·
e l nu a creación divina). Lo e
mente ub iguienres a lo evento mento y
e que Apocalipsis e coloque do pía! oque
ene acepcionalment pocalip.
om una manera cun allí.
ond r colocada. la adven:en
·wras. Junto con Hebtto : • a de la historia de
implicica en est versicul _,
66 3 : EL C •o:-,; D U E R1 RA

pocalip is 22: 1 -19 también no sugiere que no d rar má E cnruras


q ue añadan más allá de las que ;a cene
Cómo sabemo . enrouces. que ten mo tener en el ca-
non d ·ruras. La pregunta an ras diferentes.
Pri preguntamos en que debe • la respuesta. en
úl da ebe er que nu� ad de Dio a-
bem que Dios ama a su pueblo. e el pueblo de
Dio ren Las propias alabras e 3 : ,; , 1t : ).

n más p�ciosas. • más importa.oc e1 mu n-
. También sabemo que Dios nu Pa hisrona. · no
la d de Padre que nos hará tramp no· pavará de
aJ o que absolutamente neccsícam
La cridad de los cam que men · ona u.e l ·cndrán
a1 qu e añ dan o quiren de }a5 palab ra d · Di a la imponanoa
·
d que el pueblo de Dio ten un canon c r más
• porque son casogo d muestra que Dio
mis r su remo a que ten escri-
to · Otos. ni más ni meno . ·podri rrec-
to que ettamo · que Dios nuestro Padrt', con . pennitiria
·
qu toda u igl a esté por casi 2000 año o valora tan
ale menee que es can necesano para n
La pre ervadón compilació n corr� en última
mstanoa deben verla lo creyentes. ene luscona de la
· ub cuence a lo grandes acto c ción de su pue-
i
como una parte integral de 1 mi ma. Así como
io obró en la creación, en el Damado a ida, muerce re-
urrec :i6n de Cristo, y en la obra mi · , D10 obró en la
pr rvaaón y compilación de lo lib e licio d su pue-
blo por roda la edad de la iglesia. En d nue tra confian-
za n la corr cción de nuestro canon ·os.
La pregunta de cómo sabemo que r ner puede,
n egundo Jugar, contestarse de una rer enfo-
c mos en I pro o por el cual no he tenemos
·
h ra n 1 can
onlo precisos. En e n: la activi-
dad del píriru ro que no convence al 1 1 mo , y
la información histórica que renemo d.isponi ón
Al I er la Biblia e Espíritu Santo obra pa ibros que
l
t n mo eo las Esaituras son codo e • a ra suyas para

IC pttSCJV;1 IDCU p,tb.bn


milaJ:rOA­
a
3: ELC O DELA E CRJT RA 67

nosotros. Ha sido el te timonio de lo cristiano por toda la edade que al leer los
libro de la Biblia, la palabras de las E critur I hablan al corazón como ningún
otro libro. Dia tras día, año tras año. lo ere eme hallan ue las palabras de la Bi­
blia on en verdad palabras de Dio que les habl n c n un uroridad, poder y per-
ua ióo que ningún orro escrito po ee. erdaderamente la Palabra de Dio e
«vi a y p dero a, y más cortante que cualquier pada d o filo . Penetra basca Lo
má profundo del alma y del espíritu. ha ta fa médula d lo hu os, juzga los
pensamiento y las imentiones del corazón» ( Heb 4: 12.).
in embargo el proceso por el cual no persuadimo d que el canon presente
correcto también recibe ayuda de la información hi tórica. Por supuesto, i la
compilación del canon fue una parte de lo acto central d Dio en la historia de
lar dención (como indicamos amba). lo cri oano d hoy no ben tener el atre­
vimiento de añadir o sustraer de lo hbro del canon. El proce o quedó completo
hace mucho tiempo. o ob rante, una in e ti "ón abal de la árcunstancias
hi tórica que rodearon la compilación el canon e útil para confirmar nuestra
convicción de que las decisiones tomadas por la igle ia primitiva fueron decisiones
correcra . Algo de esta información histórica ya e ha mencionado en las páginas
preceden es. Otra información más detallada, e tá di ponibl para lo que desean
emprender investi dones más especializada .
in embargo se debe mencionar otro hecho hi tóri o adicional. Hoy no existe
ningún candidam fuene para añadirse al canon ni ninguna objeción fuerre contra
algún libro que ya está en el canon. De lo escrito qu alguno de la igle ia primiti­
é
va qlli i ron incluir en el canon, es eguro decir que ninguno d lo evang licos del
día pre ente lo querrían incluir. Alguno de lo e critor s má tempranos se dístin­
gui ron muy claramente de lo apó toles, y us e cri o d lo escrito de los após­
toles. Ignacio, por ejemplo alrededor del l l O d.C., dijo: < o le ordeno como les
ordenó Pedro y Pablo; eUosfueron apóstoles y yo o un convicto: ellos eran libres, y
yo ha ca ahora oy sdavo)) goacio, A los romanos 4.3; compare la actitud hacia los
apó coles en l Clemente 42.1, 2; 44:1·2 [95 d.C.]; Ignacio A lo magnesia110s 7:1;
13:1-2; t l.).
Jnclu o lo escritos que por un tiempo alguno pen aban qu mereóan que se
lo incluyera en el canon condenen enseñanza doctrinal contradictoria al resto de
la E enturas.< El Pastor•> de Hermas, por ejemplo, enseña «la nece idad de la peni­
tencia y la posibilidad de perdón de pecado por lo m no una vez después del
bauú .. mo .... El autor parece identificar al 6 píriru amo con J Hjjo de Dio anees
de la ncamacióo, y osrener que la 'Trinidad urgió ólo de pués de que la huma­
nidad de Cristo babia sido llevada al cielo» (Oxford Dictionary of the Chri..stian
Churclt, p. 641).

JO nJ cncuC'SQ útil y n:cicntc en c-stc .:ampo 0.iVld Dunbar., l11c B1bhc.1l Can n•, en Hmnmcuría, Ai.r.lt.>­
myd11d Cn"º"• ed. O A. Carson y Jobn Woodbnd 1Zondervan, Grand R.ip1 , 1 '6), pp. 29S•J60. AdcmJs, eres
libros recienta n � un cxccle01:c calidad que <kfuurin el ckb.it.c brc d non por much :ui en el futuro·
Ro cr Bcdtv.>iih. Tite Old Taromfflt Canon afthe ¡,.·t11,• Ta1amt11r C/11111:lt anJ lis &.-ltgroud 01 Earlyjwdaum tLondres:
·pe 19 s. E!crd:mans, Grand Rap1ds. 19 , Bruce Mctzgn-. Tllc Ca11 no 'rhc \'tw Taw1>1 1: /u Ongui, lxwl p­
llU'III, ol!J 1gn!Jic¡lncc(Clarcndons. Oxford; Oxfnrd Uru,·cn1t • Pt-1:u., 'uc•.a York.. 19 7 • F F. Bruce, fu C.utot1
Smfl{11rrtlmu\'ar:suy!>n:ss.Down=Grovc.lll 19 ).
J : EL CA.: 'O. DE I RIT R.4.

El Evan el10 te T" más. que alguno por un n mpo · sru ·1 r n que perteneáa al
anon, temuna con la siguiente afi.nnaoón b urda p, r. t 1 ):

.. un n Pedro 1 df o: Dejen que 1 ria


merecen \n·u--. Jcsus dt10· H para
que elb wnb1en pueda llegar a
n
Porque wd.1 mu·crque hace

T oo-os docum en la · · pnnuti a tu\-1cron �


guna posibilidad de ue se lo an n en que
bien co ·en renuncias e nónico o induyen alguna aberra-
. n oetrin.al que daram.enre lo.s h.i.c · u nclu _.-a en la Biblia.s,
Por ocro la . no hay ninguna o nrra nin · que al pee-
n te consu en el canon. En el o d ue,·o memo que se
m ral" n en obtener la aprobación ,b como 2 Pedro
o 2 �- 3 Juan • mucha de la :-a.cilación iruoa en cuanto a mcl puede atribuir
al h cho e que al principio no circularon ampliamem . conocimiento to-
cal del conr�nido de ocios lo esait el 'u ,·o T cam partió por la
igl ·a m · bien lentamente. La vacilación d fartin Lutero en cuanro a annago
e mu ent ndíble en visea de la concron�rsia d ctnn 1 n u _raba involucrado.
p ro cal v cilación no fue ciertamente n e n . Lo qu par e r conflicto doc­
cnnal con la enseñanza de Pablo se re ·uel e fácilm ore una vez que e reconoce
qu amiago está usando rres térnuno dav .ju.stipcadon,fe. obras en entido di­
ti rente a lo que Pablo los usa,.
Ha ·. por consiguiente, confinnaci6n hi tóri a d la corr cción del canon pre­
nt '. in embargo e debe recordar en conexión con :ualqu1er inve tigación his­
tórica que el propó 1to de la iglesia pnmitiva no ra cor r uroridad divina o
in lu o autoridad eclesiástica a e criro. m ram nl humano , ·ino má bien

11 E!,rc dnrnmt:1110 nu fue escrito por el np6s1ol Tum � 1.,, opanllm 1lc lo, cnallrn� 1•11 ln ., LII. hdod la auibuye a
,1l ¡¡un uu10r de. onucldu del �egundo síglo d C .• que u�6 d nnmhr • dt- ·1on1.I
IZlls J.prop1adu nqul dear una palabra en cuantc> �I esenio 11.im,ufo 1� Oi1lu1¡1tr unqu .-su, documento n.i e
In rniuldcr6 pJn lnduu-lo en el canon durante la h1�tori,1 lm ·IJ.I de l.1 l¡¡l'°�IJ., 1n11ch11� e1 uduo hJ.n �115,1do que es
un documento mu temprmo y alguno� hov lo 1;1tln cumn" fucr.1 un� amnndml rc�r c10 a IJ. en cñ.tnu de la
1 •lcslJ. pnmlUYJ. ill mwno ruvd que los =tus del · u evo Tc\l�mcmu Se lo Jr,rnl,n6 en t 7S en unJ brbliottta
d n.<t;inclnoplil. �m pr bablcmrnt.e fech.a del pnmcm ,cgunJ<, •�In d (. Sm embargo contr.adlce o añade 11

Jo. m ndolrl11cnto, dd Nuevo Te5tiUJle[llO "" muclu» pum . Por tJrm tJJ'I e li: di e qw, pe.aru--
nu udalcn"1UtnanO!>h.,. que. :p.maqt.11 n,el.i. mcnmofiuidoa
cntr le� que ayune amo en gu., comcme

=
.iyunolos nuén:olcsyl ,·1c=
adre, ucsrro ,·= 21 Já
conoci.i�Hn d, ·uevo To
a I cn:ycrucssc
111 dd ScñoTT 2
9. 1 s ; los
que� uo.lcnmum Pmlo · qu.--
- Cl Efno � probarn,
1 �) º !timo w:mpo
.. � -¡ric-
3 : EL C ·o;\ DEL\ E CRIT 'R. 69

ara ceristica de autoría di ina J · e. nto. ue � tenían tal calidad.


b a que el crirerio supr mo e la canom 1da
n humana o eclesiástica.
o alguien pudiera hacer un pr n anto a qué
·
escubriera. por j mplo. .al - adiria a las
e una pregunta · -cil. · eraciones
un la.do. · una gran may enci:eran e
e una epístola paulina n eJ curso de
·
, la oamra.leza del a garantizarla
alabra de Dio (tanto anza es
resm de Esai e píbel"\ da
como pane on indicarla ue lo apóstoles
· que preservara co de-
ediato que tal pregunta hi Es ex-
alm me difici.J imaginar q
· que pudiera demosn-ar con" e o que
perdida por más de I a d Pablo. • roda-
difial en ten er cómo nu ber cuida o fielmen-
u b)o por más de L900 ·nr que esru ieran pn ·ados
conrinuam te de algo que él p o art de revelación
final d · rru..mio en Jesucristo. Estas conSJ e a menee llllprobable
qu un manu airo así e escubra en aJgim nt l fururo. que una
pr · gunta hipotéüca como esa en reah ad no n na ocra con ideradón
ria
Bn conclusión. ¿hay algún libro en nu t que no d heria e tar
aJlí o. Podemo apoyar nuestra confianz o en la 6delidad
Je io nu rro Padre. que no guiarla a codo 2000 año a rene:r
como palabra uya algo que no lo e . Y h Ua I ar petidameme
·on irmada Lanco por la inve tigación hislóri I B píriru amo al
c. pncitarno para oír la voz de Dios de una m cr de cada uno de los
. e cnla y i libros en el canon pre en Le 11turas.
, ¿ha algún libro que falta. libro qu u ido en las E cri-
c ro qu no se lo incluyó? La r spu s1
n o hay ningún candidata que siquicr entura uando e
d deraci6n a u congruencia docLrinal con crlruras · a1 tipo
de autoridad que afirma tener (tanto como la ma afirmaciones de
· ido recibidas por otro crey nt ) O el1dad de Dio a
bl oovence de que nada falt1 en la. rirura que Dio p1en e que ne­
r para obedecerle y confiar n él l nam nte. El canon de la Escri-
oy e cxaaamenre lo que Dio quería qu fuera, quedará de esa man.era
ha ra que Cri o -ueln.

PRF.GC IT .\. P.\R .\PI.l L

1. Por que es llilportame para nda cru tiana on pala­


bras D1 • · cuáles no lo so� Cómo ena con Dios
70 3 : EL CANON DE LAS ESCRITURAS

si tuviera que buscar sus palabras esparcidas entre todos los escritos de los
cristianos a través de roda la historia de la iglesia? ¿Cómo seria diferente su
vida cristiana si las palabras de Dios estuvieran comen.idas no sólo en la Bi­
blia, sino también en las declaraciones oficiales de la iglesia a través de la his­
toria?
2. ¿Ha ten.ido usted alguna duda o preguntas en cuanto a la canonicidad de al­
gún libro de La Biblia? ¿Qué motivó esas preguntas? ¿Qué debe hacer uno
para resolverlas?
3. Mormones, Te.stigos de Jehová y miembros de otras seaas bao aducido re­
velaciones de Dios en el día presente que ellos consideran iguales a la Biblia
en auroridad. ¿Qué razones puede dar usted para indicar la falsedad de esas
afirmaciones? En la práctica, ¿tratan esas personas a la Biblia como con igual
autoridad igual a la de esas orras «revelaciones•?
4. Si usted nunca ha leído alguna parce de los apócrifos del Antiguo Testamen­
to, tal vez quiera leer algunas secciones ... ¿Piensa usted que puede confiar
en esos escritos de la misma manera en que confia en la Biblia? Compare los
efectos de e.seos escritos sobre usted y el efecto de la Biblia sobre usted. Tal
vez usted quiera hacer una comparación similar con algunos esoicos de una
colección de libros llamados los apóoifos del Nuevo Testamento," o tal vez
del Libro de Monnán o el Corán. ¿Es el efecto espiritual de estos escritos sobre
su vida positivo o negativo? ¿Cómo se compara eso con el efecto espirirual
que la Biblia ejerce sobre su vida?

TÉRMINOS ESPECIALES
Apóoifa canónico
apóstol historia de la redención
aucoacestiguador inspirado por Dios
canon pacto

BIBLIOGRAFÍA
(Para una explicación de esta bibliograña vea la nora sobre la bibliografia en el capítulo
1, p. 40. Datos bibliográficos completos se pueden encontrar en las páginas 1298-1307.)
En la sección de «Orras obras11 de la bibliografia de este capíruJo he incluido al­
gunas obras escritas desde la perspectiva no evangélica debido a su importancia
para investigar la información histórica relevante a la cuesti6n del canon.
J•una buena cr.aducd6n rccicnre es ThrOxford .-\nnowr,J Apo.,yplia (RSVí, cd. Bruce M. Mctzger(Nucva Yorlc:
Oxford Uruvcmiy Prcss. 1965, Hay iamb,én una colcmon de esauos no bíblicos del ocmpo del Nuevo Testa•
mento U:amada. •N� Testarnem apocrypha• vea nota siguiente 1. pero CSUI es mucho menos leida cnm.-mmenrc
Cuando se h.ibb Je •los ap6crifos• sm ninguna otra cspcoficaci6n. se refieren sólo a lm apóc:rif0$ del Antiguo
Testamcm10
J!E. Hmncckc. :-.nv Trsw,,,.,-,u Ap,.,...,,-,,li.1. cJ. \V Schnccmclchcr: rnad al ínglb cd. R. McL Wdsoo (2 vols..
SCM Prcss. 196>L Tamb1bt se <kbe notar que otr.1 llllT.ltun mis ortodou de la 1glw.i pnm11J\•a se pu� ballar
conventcn1emcn1c c,n una cokcaón Je e5cntos a b que se rclicn, como• Padres apostólu:os-. Una buena traduc­
ción al inglés se halla en K=opp Lakc. 02d • Tlit .4¡.-.>sr.,fir Fauim. l.ocb Cl.wlaJ Library 2 "Ols., umbñdgc.
M.u.....: H.an·.ud Umv�ty Press. 1912. 1913 l. ¡>CTO h.ty �rublcs o= traducoones úules.
3 : EL CANO•• DEL f RI ;1

don enTeologí málÍ

l. ·cana (ep· copal


2-92 Lirron. 10--1
1 O Thomas. 101- -
2. Arminiana • leyana. o metodi! ·
1 Pope. :193- ., O
'iley. 1 ·1

trong, l ,r -72: :?
Henry. 2:6 i6 : o-
L . Demarest, 1: l .. i

Chafer. · 5--1 -· 1- -2
lbiessen. -D-61
Ryrie.. 105-9
5. Lucerana
l l i-24 Pieper. 1: 3
6. Reformada o presbiteriana
l Heppe. 12-21, 2 31
Hodge. 1:1.52-53
arfield, lAB 11-1
hedd, 1:13
193 Berkhof, huro. 1 1
1 62 Buswell, 1.193-9

en Teologías Si temática LÓ!i Rom. na. R 'pr ncati a

l. Católica Romana: TradidonaJ


1955 Ott (ningún cratami nto xpll lt
2. atóli a Romana: Po t-Vaticano 11
19 O McBrien, 1:50 2, 201 3; 2: 17 2

Otra obra

B ·wilh. R. T. •Canon oftbe 01 T stam ·nt .


r
B , 'th. Ro . The Old Testamen Ca l1urd1 arni lts
· Earlyjmiaism. Ee i
• l
.J pocrypha•. En I BD
_ _ _ . Canon of the ew s
• F F The Cano I of criptu n rove. llJ. 19 . ·ne
, D . andjohn D . � , Au1h nt •, arui Canon.
Zond rvan. Grand Rapi . 6.
Dunbar. Davt G. The Bíblica ! Canon•. En Hmneneuti s, 11th nry, and Can.D1L
Ed b O Carson andJohn oodbn . Zon n . Grand Rap1 . 19 6
72 3 : EL CANON DE LAS ESCRITURAS

Green, William Henry. General lntroduction to the Old Testament: The Canon.
Scribners, ueva York, 1898.
Harris, R. Laird. «Chronicles and the Canon in New Testament Times)).JETS.
Vol. 33, no. 1 (March 1990): 75-84.
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Zondervan Grand Rapids, 1989.
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gen, 1888-90. Reimpresión ed., Olms, Hildesheim and Nueva York, 1975.

PASAJE BÍBLICO PARA MEMORIZAR


Hebreos 1:1-2: Dios, que muchas veces y de-varias maneras habló a nuestros antepa.sados
en otras épocas por medio de los profeta.s, en estos díasfinales nos ha hablado por medio de
su Hijo. A éste lo designó heredero de todo, y por medio de él 1iizo el universo.

IDMNO
(<Oh Verbo encarnado»
Oh Verbo encamado oh celestial Verdad,
Sabiduría eterna, luz en la oscuridad
Te loamos por tu Libro que luz eterna da;
cual lámpara divina su luz siempre guiará.

Oh Cristo, a tu iglesia legaste este don


Que cual brillante faro provee dirección.
Es tu palabra caja de joyas sin igual;
pintura que retrata cu imagen celestial.

Delante de tu pueblo cual e tandarte va;


Al mundo envuelto en tinieblas sus rayos puros da;
J: ac o DELAS RITL'RA 3

Es brújula, y carta que en tonn


por codos lo peligros a Cn co

Haz que ru iglesia sea lumbrera, oh ñ r,


qu brilla en las naciones con santo ttsp andar.
Enseña al peregrino a guiarse r tu luz.
Seguro. hasta vero: en gloria. oh J · .

m.I.W 1 \\', HO ? . EST :: • .3 TMD C P. 1


TRA0 ESTR.::. 1..3 C. meas ESCOGlDO --itA0 ESTil
LIBROS All-\1 :Z..\ 10. LUX> DE CELES
Capítulo 4

Las cuatro características de las


Escrituras: (1) Autoridad
·Cómo sabemos q11e la Biblia e la Palabra de Dios.

En el capírulo previo nuestro objetivo fue dece.rminar cuáles escrito pertene­


cen a la Biblia y cuáles no. Pero una ez que hemo determinado qué es la Biblia
,
nuestro siguienre paso es preguntar cómo e ella. ·Qué no enseña coda la Biblia
respecto a si misma?
La principales enseñanzas de la Biblia en cuan.ro a si misma e pueden clasificar
n cuarro ca.racreri tic:as (a veces llamadas atributo ): (1) la autoridad de las Escri­
turas, (2) la claridad de las E criruras, (3) la necesidad de la E airo.ras y (4) la
suficiencia de las Esairuras.
Con respecto a la primera caracreri cica, la mayoria de los cri tianos estaría de
acuerdo en que la Biblia es nuestra autoridad en algun encjdo. Pero ¿en qué enti­
do afirma la Biblia ser nuestra autoridad? Y ·cómo no persuadimos de que las afu­
macione de la Biblia en cuanto a ser la Palabra de Dio on verdad? E ca son las
preguntas que se consideran en e te capitulo.

EXPLICACJÓ B E BÍBLJ

1A autoridad de las Escrituras quiere decirq11e toda las palabras de /.a Biblia.son pala­
bras de Dios de tal manera que 110 creer o desobedecer alguna pnlabra de las Escrituras es no
creer o desobedecer a Dios.
Esca definición se puede ahora examinar en us varia parres.

. Toda las paJabras de la E crirura on paJabra de Dio

l. sto es lo que la Biblia afirma en cuanto a í mi ma. Hay frecuentes afirma­


done en la Biblia de que toda las palabra de la Escritura son palabras de Dios
(como también que fueron escrita por hombres).' n el Antiguo Testamento esto
e ve frecuentemente en la frase introductoria: í dice el eño01, que aparece
O(

ciento de vece . En el mundo del Antiguo Te ca meneo e ta fra e e habría recono­


cido como idéntica en forma a la frase « i dice el re ... », que e usaba como prefa­
cio n lo edicto de un re a us úbdico . edicto qu no e podía cuestionar o

Por SUptlt"5lO. no c¡wuo dcor que IOCU p.ab ra b. E5rntu fue dicha �ud1blcmcnrc por Dios nusmo.
pu o que b Bihl� n:gmn Lis palabns de aent dr d,tcn:m pc:non.u, � como el re ()¡¡\'MI Pedro, e m­
cluso d nusmo l.lM. Pc,rosiqwttodl'nrquc1ndusobsnLU rouo oninÍ◄ nn dd)u,s el qucdijcron.y.
,om:cummre uucrpreaohs en sus c:orucx1 ·icncn ;¡ n · tro con u awoncbd e 01 .

¡4
4 : LA AUTORIDAD DE E Rl 5
J
ner en tela e duda sino que simplemente babia qu ob d r. · que cuando
profi ras dicen: . 'dice el Señor-., cin ajero del Re so-
b ran e J rael, es ecir, Dios mismo, y rana eras on ab-
utameme palabras auroritam de Oto Jaba en el
mbre Dios de manera. roda palabra q
un al.so profeta ci. ·m · ; D l :1 -20: Jtt
Ez 2:7; lJ:1-16

e · a menudo habbb
J 6: l2, 3 -:2. Zac -. 12). P tan feta oaen
m 1os Dio lo decía l R 13:Z e n ·. 21. 2 R 9:25-26;
:1 1 ;-1. l . En escas y otras instancias en el estamento. a
1 los profecas dijeron uno p como palabras
u Di dijo. . · que no creer o p ecíaera
bedecer a Dios mismo 3•l . l9. 23:

rsupuesro, oo duccn qu to.la.s las palabras del Anti o Tes--


·
de Dios. porque esros versi fiercn ' Jo a
palabras dichas o esa, eruo. Pero la
a ulati., esms pasajes, incluyen Jes que emp1ez:an
e n Así dice el eño . es demostrar que mo tenemos
de palabras que se dicen ser l Dio Estas pala-
ras constituyen grandes ecd ento.
o Testamento varios pasaJes a que todo lo
del Antiguo Testamento eran palab im l o 3:16 dice:
E crirura es inspirada por Dio y ú parar prender, para
para in mrir en la justicia• AquJ ricura <grafo) d ferir a las
cricas del Antiguo Testamento., p e grafo e
refiere en cada una de sus cincuenta una io uevo
tamenro: E más, las «Sagradas Escritura el a lo que
Pabl ' acaba de referirse en el versí ulo 15.
P b! afirma aquí que todos los escritos d 1 Ami e n Leopneus-
Lós, (<inspirados por Dios». Puesto que son escritos de ice que son .:inspi-
rad », sea Inspiración se debe entend r com un d pronunciar las
pal bra d la Bscriruras. Este versículo, pu , tndi ,. br ve lo que es

Crudem. 7lie Gf ofProphay m r Carin.t�w,u mvcnm· Pre of Ammc.1 1 nlwn, :\-1 1 iU •


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76 4: LAAUTORIDADDELASESCRITURAS

evidente en muchos pasajes del Antiguo Testamento: se consideran los escritos del
Antiguo Testamento como palabras de Dios en forma escrita. Para toda palabra
del Antiguo Testamento, Dios es el que la habló (y todavía habla). aunque Dios
usó agentes humanos para escribir estas palabras.•
Una indicación similar del carácter de codos los escritos del Antiguo Testamen­
to como palabras de Dios se halla en 2 Pedro l :21. Hablando de las profeáas de las
Escrituras (v. 20), lo que quiere decir por lo menos las Escrituras del Antiguo Tes­
tamento a las cuales Pedro anima a sus lectores a prestar arención cuidadosa (v.
19), Pedro dice que ninguna de estas profeáasjamás «ha tenido su origen en lavo­
luntad humana sino que los profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el
Espíritu Santo». No es la intención de Pedro negar completamente la voluntad o
personalidad humanas en el hecho de escribir las Escricuras (dice que los hombres
«hablaromi), s.ino más bien decir que la fuente suprema de toda profecía nunca fue
decisión del hombre respecto a lo que queria escribir sino más la acción del Espíri­
tu Santo en la vida del profeta, puesta en práctica de maneras no especificadas aquí
(o, para el caso, en ninguna parte de la Biblia). Esto indica una creencia de que to­
das las profecías del Antiguo Testamento (y, a la luz de los vv. 19-20, esca
probablemente incluye todas las Escrituras del Antiguo Testamento) son dichas
<rpor Dios»· es decir, son las palabras de Dios mi mo.
Muchos otros pasajes del Nuevo Testamento hablan de manera similar en
cuanto a secciones del Antiguo Testamento. En Mateo 1:22 se citan las palabras de
Isaías 7:14 como: <(Io que el Señor había dicha por medio del profetai>. En Mareo 4:4
Jesús le dice al diablo: «" o sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios"». En el contexto de las repetidas citas de Deuteronomio que Jesús
utiliza para responder a toda tentación las palabras que proceden «de la boca de
Dios» son las Escrituras del Antiguo Testamento.
En Mateo 19:5 Jesús cita las palabras del autor de Géne is 2:24, no atribuidas a
Dios en el relato de Génesis, como palabras que Dios <<dijm). En Marcos 7:9-13 al
mismo pasaje del Antiguo Testamento se le puede llamar intercambiablemente
<<el mandamiento de Dios>>, o lo que <(Moisés dijo», o «la palabra de Dios». En He­
chos 1: 16 se dice que las palabras de los salmos 69 y 109 son palabras que «por boca
de David, había predicho el Espíritu Santo,). Así que se dice que la palabras de las
Escrituras son palabras del Espíritu Santo. En Hechos 2:16-17, al citar «lo que
anunció el profecaJoel» dejoel 2:28-32, Pedro inserta «dice Dios», atribuyendo de
este modo a Dio las palabras escritas porJoeJ, y a.firmando que Dios está diciéndo­
las aJ presente.
Se podría citar muchos otros pasajes (vea Le 1:70; 24:25; Jn 5:45-47; Hch 3:18,
21; 4:25; 13:47; 28:25; Ro 1:2; 3:2; 9:17; 1 Ca 9:8-10; Heb 1:1-2, 6-7), pero el patrón
bTeología siscemáricas más viejas usan las palabras ui.spirada e inspiración para hablar del hecho de que las pala­
bras de las Escrituras fueron ruchas por Dios. Esta tcnninología se basa especialmente en una antigua traducción
de 2Ti 3: 2 16, que dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios� (RVR). Sm embargo. la palabra msprracidn tiene
un sentido tan débil en el uso ordinario hoy (todo poeta o compositor aduce estar «inspirado• para escribir, e In­
cluso de los atletas se dice que rindieron un desempeño •in pirndo•) que no la he usado en este cexco. He preferi­
do la rraducción de la VJ de 2 Timoreo J: l 6: ,Toda la Escnrura es inspirada por Dios». y he usado ocras
expresiones para decir que las palabras de las Esairuras son las mismas palabras de Dios, La antigua frase •inspira­
ción pln111ria• quena decir que todas las palabras de las Escriwras son palabras de Dios (la palabra plen,:iria quiere
decir •compleca»), hecho que afinno en este capitulo sin usar la frase.
4 : LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS 77

de atribuir a Dios las palabras de las Esaituras del Antiguo Testamento debe ser
muy claro. Es más, en varios lugares se dice que todas las palabras de los profetas o
las palabras de las Escrituras del Anúguo Testamento son para que las creamos o
que proceden de Dios (vea Le 24:25, 27, 44; Hch 3:18; 24:14; Ro 15:4).
Pero si Pablo quería decir sólo ]os escritos del Antiguo Testamento cuando se
refirió a ((Escrituras>) en 2 Timoteo 3:16, ¿cómo se puede aplicar eso a los escritos
del Nuevo Testamento por igual? ¿Dice ese pasaje algo en cuanto al carácter de los
escritos del Nuevo Testamento? Para responder esa pregunta debernos darnos
cuenta de que la palabra griega grafé ( i<Escrituras,>) era un término técnico para los
esaitos del Nuevo Testamento y tenía un significado muy especializado. Aunque
se usa cincuenta y una veces en el Nuevo Testamento, cada una de esas instancias
se refiere a escritos del Antiguo Testamento, no a ninguna otra palabra o escritos
fuera del canon de las Escrituras. Por tanto, todo lo que perteneóa a la categoría de
«Escriruras» tenía el carácter de ser «inspirado por Dios)); us palabras eran palabras
de Dios mismo.
Pero en dos lugares del Nuevo Tesramento vemos también que se llama
«Escrituras>i aJ Nuevo Testamento a la par de los escritos del Antiguo Testamento.
Como notamos en el capírulo 3, en 2 Pedro 3:16 Pedro muestra no sólo tener co­
nocimiento de la existencia de Epístolas escritas por Pablo, sino también una clara
disposición a clasificar <<todas su epístolas [de Pablo])) con «las otras Escrituras,>.
Esta es una in.c:licación de que muy temprano en la historia de la iglesia cristiana se
consideraban todas las Epístolas de Pablo corno palabras de Dios escritas en el mis­
mo sentido que se consideraban los textos del Antiguo Testamento. En forma si­
milar en 1 Timoteo 5:18 Pablo cita las palabras de Jesús según se halla en Lucas
7
10:7 y las llama ((Escrituras».
Estos dos pasajes tomados juntos indican que durante el tiempo en que se esta­
ban escribiendo los documentos del uevo Testamento se tenía conciencia de que
se estaban haciendo adiciones a esta categoría especial de escritos llamados <<Escri­
turas», que eran escritos que tenían el carácter de ser palabras de Dios mismo. Así
que una vez que establecemos que un escrito del uevo Testamento pertenece a
la categoría especial de <<Escrituras», tenernos razón para aplicar también 2 Timoteo
3:16 a esos escritos, y decir que esos escrito también tienen la característica que
Pablo atribuye a «codas las Escrituras>,: es «inspirada por Dios». y todas sus palabras
son palabras de Dios mismo.
¿Hay algun a evidencia adicional de que los escritores del Nuevo Testamento
pensaban que sus propios escritos (no simplemente los del Antiguo Testamento)
eran palabras de Dios? En algunos casos los hay. En l Corintios 14:37 Pablo c:lice:
« i alguno se cree profeta o espiritual, reconozca que esto que les escribo es mandato
del Señoni. Pablo aqtú ha mstituido una serie de reglas para el culto en la iglesia de
Corinto y ha afinnado que son «mandatos del Señor», porque la frase que se tradu­
ce «esto que les escribo>) contiene un pronombre griego plural relativo (já) y se tra­
duce más literalmente: «las cosas que les escribo son mandatos del SeñoD>.
Una objeción en cuanto a ver las palabras de los escritores del uevo Testa­
mento como palabras de Dios se torna a veces de 1 Corintios 7:12, en donde Pablo
7Vea caplrulo 3. pp. 61-62 para una explicación de 2 P J:16 y J Ti 5:17-18.
78 4 : LA AUTORIDAD DE LAS ESCRITURAS

hace distinción entre sus palabras y las palabras del Señor: <<A los demás les digo yo
(no es mandamiento del Señor) ...». Sin embargo una interpretación apropiada de
este pasaje se obtiene de los versículos 25 y 40. En el versí.cu1o 25 Pablo dice que no
tiene mandamiento del Señor respecto a los solteros sino que está dando su propia
opinión. Esto debe qt1erer indicar que él no tenfa conocimiento de nruJ.a que jesús
hubiera dicho sobre este tema y probablemente también que no había recibido ningu­
na revelación subsecuente de Jesús al respecto. Esto es diferente de la situación del
versículo 1 O en donde simplemente podría repetir el contenido de la enseñanza te­
rrenal de Jesús: «que la mujer no se separe de su esposo». Por tanto, el versículo 12
debe querer decir que Pablo no tenía ningún registro de ninguna enseñanza terrenal de
Jesús sobre el tema del creyente casado con una esposa que no era creyente. Por
consiguiente, Pablo da sus propias instrucciones: <(A los demás les digo yo (no es
mandamiento del Señor): Si algún hermano tiene una esposa que no es creyente, y
ella consiente en vivir coa él, que no se divorcie de ella» (1 Co 7: 12).
Es impresionante, por consiguiente, que Pablo puede seguir en los versículos
12-15 a dar varias normas éticas especificas a los corintios. ¿Qué le dio el derecho
de hacer tales mandamientos morales? Él dice que habla <(como quien por la mise­
ricordia del Señor es digno de confianza» (1 Ca 7:25). Parece implicar aquí que sus
opiniones podian colocarse en el mismo nivel autoritativo de las palabras de Jesús.
Por tanto, 1 Corintios 7: 12 ((a los demás les digo yo (no es mandamiento del Se­
ñor)», es una afirmación asombrosamente fuerte de la propia autoridad de Pablo­
si él no tenía ninguna palabra de Jesús que se aplicara a alguna situación, usaba las
propias porque sus propias palabras ¡teman igual autoridad que las palabras de
Jesús!
Indicaciones de una noción similar respecto a los escriros del uevo Testamen­
to se hallan enjuan 14:26 y 16:13, en donde Jesús prometió que el Espíritu Santo les
haría recordar a los disópulos todo lo que él les babia dicho y les guiaría a roda la
verdad. Esto indica una obra especial de superintendencia del Espíritu anta por la
cual los disápulos podrían recordar y anotar sin error todo lo que Jesús les había di­
cho. Indicaciones inulares se hallan también en 2 Pedro 3 :2; 1 Corintios 2: 13; l Te­
salonicenses 4:15, y Apocalipsis 22:18-19.

2. Estamos convencidos de las afirmaciones de la Biblia de que es la Palabra de


Dios al leer la Biblia. Una cosa es afumar que la Biblia a.finna ser la Palabra de
Dios; es otra cosa estar convencido de que esas afirmaciones son ciertas. uestra
convicción uprerna de que las palabras de la Biblia son Palabra de Dios viene sólo
cuando el Espíritu Santo habla en la Biblia y mediante las palabras de la Biblia a
nuestros corazones y nos da una seguridad interna de que esas son palabras de
nuestro Creador hablándonos. Poco después de que Pablo ha explicado que su dis­
curso apo cólico consiste de palabras enseñadas por el Espíritu Santo (1 Ca 2:13),
dice: «El que no tiene el Espíritu no acepta las cosas que proceden' del Espíritu de
Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo, porque hay que discernirlo
8 He traducido el versículo «cosas del Espiritu de Dios• porque el texto griego úene sólo el arciculo plural defi•
nido neutro (ra) usado como susranuvo, y no se da ningún nombre esped6co. De este modo, la traducción de
4 : LA AUTORIDAD DE RlT RA 9

. mrualmente el Co 22:1 . Sin la obrad i • una pe na no reci-


birá v . ales _ en panicular i · · ceptari la erdad de que
las p Esaimras son en realidad
Pero en las personas en quienes cl Es iricu )' un recono-
ciJTUcn e las palabras de la Biblia n roceso es es-
. o a aqucl por el cual lo ben que
p erdad. Él dijo: fis o ejas ) e ellas me -
(Jn 10:2;). Los que son m.·ejas e Cnsr astor al ee:r
e la Biblia. y se convencen de en rcabdad

ordar que
i rcsulra.
o es como · cl Esp1ri tro oí o:
· obre escritorio. Q p.J e esa Bíblia
. Es más bien qu co os leen la Bibla oyen
r ablándoles en las p e dan cu nta de que
el libro · leyendo es diferente a cualq en v rdad un libro
pabbr.lS que hablan a su corazón .

.,;d n · a útil pero no definiti amenc Ole • La ca6n pre­


Vl no u 1 propósito de negar la , alidez d otra d
puedan usar para respaldar la afirmación de que l· B1bha
útil que prendamo que la Biblia es lustóricarnent c. cta., qu e 1memamenre
con nte, que contiene profecias que han umpltd ciento de año más tar­
de. que h influido en el curso de la hi coria hum. na m: qu cualquier otro Libro,
ue e nanuameote ha cambiado la vida d mil\ n d lndivi uo ea coda u his­
t ri , que por ella las personas hallan la alva 16n, qu u n una belleza majescuo-
a y profundidad de en eñanza que ningún u· libro igual , y qu afirma áencos
d v e ·s qu on palabras del mismo Dios. Todo · tos argum oto , y otros, son
úcil s para no otros y eliminan los ob cá ulo ue pudieran lntcrp n r·e para que
cream I Bibüa. Pero todos esto argumemo ·• L mad Individualmente o en
conju11 o. no pueden er definitivamente convin ent mo dk la Confe ión
\ tmin t r de fe en 1643-46:

1 r stim ruo d la iglesia puede 1D1pu1sa 'maaónmás


alt · revererue de la.! Sagrada E criru a 6caoa de la
docmna. la maJestad del estilo. el co�nmi nt cl alcance del
t o qu e . dar toda gloria a Dios), la plen único camino
·va n para el hombre, las muchas o 1 , · lapcr­
<h c,1dcnaa de
SCT b Pmbra de Dio . sm embaigo. n • dad de la
e y rons:iguienre au cma dd

le) pa)abasr=-
80 4 : LA AUTORIDAD DE LAS ESCRJ.TURAS

Espíritu Santo que da testimonio a nuestros corazones por la palabra de Dios y con
la palabra de Dios (cap. 1, para. 5).

4. Las palabras de la Biblia son autoatestignadoras. Así que las palabras de la Bi­
blia son <,auroacestiguadoras>l. No e puede «probar» que son palabras de Dios ape­
lando a una autoridad más alca. Porque si se apelara a una autaridad más alta
(digamos, precisión histórica o congruencia lógica) para probar que la Biblia es la
Palabra de Dios, la Biblia en sí misma no sería nuestra autoridad más alta o absolu­
ta; estaría ubordinada en autoridad a aquello a lo que apelamos para probar que es
la Palabra de Dios. Si en última instancia apelamos a la razón humana, o a la lógica,
o a la exactitud histórica o a la verdad científica, como la autoridad por la cual se
demuestra que la Biblia es la Palabra de Dios, damos por sentado que aquello a lo
que apelamos es una autoridad más alta que la Palabra de Dios, y más verdadera y
más confiable.

5. Objeción: Esto es un argumento circular. Alguien podría objetar que decir


que la Biblia demuestra por sí misma que es la Palabra de Dios es usar un argumen­
to circular: creemos que la Biblia es la Palabra de Dios porque ella misma afirma
serlo; y creemos sus afirmaciones porque es la Palabra de Dios· y creemos que es la
Palabra de Dios porque afuma serlo, y asi por el estilo.
Hay que reconocer que este es una especie de argumento circular. Sin embar­
go, eso no invalida su uso, porque todos los argumentos a favor de una autoridad
absoluta deben en última instancia apelar a esa autoridad como prueba; de otra
manera su autoridad no sería absolma ni seria la autoridad más alta. Este problema
no es exclusivo del creyente que afirma la autoridad de la Biblia. Todos, bien sea
implícita o explícitamente, usan algún cipo de argumento circular al defender su
autoridad suprema en cuestiones de fe.
Aunque estos argumentos circulares no siempre se hacen explícitamente y a
veces se ocultan detrás de prolongados debates, o simplemente se dan por sentado
sin prueba, los argumentos a favor de una autoridad suprema en su forma más bá­
sica hacen una apelación circular semejante a la autoridad en sí misma, como
muestran los siguientes ejemplos:

«Mi razón es mi suprema autoridad porque me parece razonable que sea asÍ>>.

«La congruencia lógica es mi autoridad suprema porque es lógico que lo sea».

«Lo que descubren las experiencias sensoriales humanas son la autoridad suprema
para descubrir lo que es real y lo que no lo es, porque nuesrros sentidos humanos ja­
más han descubierto ninguna otra cosa; así que la experiencia sensorial hwnana me
dice que mi principio es verdad>1.

«Sé que no puede haber una autoridad suprema porque no sé de ninguna autoridad
suprema que lo sea>,.
4 : U ORJD DDEL E RIT RA l

En tod argumentos por UD3 norma uprema d ,. rdad. una autondad


b luta para lo que se cree, ínren,en un le.mene ·rcu1 r.'
mo el creyente. o cualqm r v · afirmaao-
ucon hna: Al fin rruenda a
· · como mucho más q o el Li·
fomwn o el Cortin • o que la men-
te humana (tal como la lógica. la ·
rial. la
ol · científica. ere. . Será mas pe
t lo otros candi ato a auto emes o
· o es que los descalifican ha tá en
plen o acuerdo con todo lo que - be rodea.
nn<:.r,rnr,c: llllSJD � Dios.
Lt Biblia seria pcr:suasi raen esta m ido en cuan--
to a l_a o.aruralua d, la realidad, nues OSCJtrC>SllllSll1os•••
n pcrcepoón d Dio El pro estra pttcep-
. · e Dios y la creación última tOStanoa es
el pecado nos hace to a Dio · en
.
cuanto a la creaaón. Por consi
v de que es la Palab chstor-
1ona l percepción que las perso Biblia
por l n realidad. Por consi del Espíritu a n-
r
pe e lo efecto del d1tno de que 1a
rdad e la Palabra de D ero a f misma es

rro sentido. el argum nto e


ue rra autoridad suprema
uasión tal vez es mejor ve la cual el conoc i-
·
e de la Biblia y una crecí t de Dios y la
' n ti nden a suplementar e una a o o , y cada una
a onfirmar la exactirud dela ocra. ro conod.mien-
qu no rodea es una autoridad má
mund , sino más bien
onocimiento, s es un conocimiento orrccto, cominú dand una seguri-
i
d d cada vez mayor y una convicción m pr fundad q 'blia la única ver-
dad ra autoridad suprema, y que coda La d m . finna que ompiten por
la utorld d uprema on falsas.

·
. l o implica qu el dictado d Di b · i · d omuni-
oda Ja parte previa de esce capítulo h u las palabras de
la B1blta n palabras de Dio . En punt palabra de precau-
c1 n. E o de que codas las palabras d la Bi de Dio no debe
l
lle amo pensar que Dio dictó a lo a la! alabras e las

lo hacr bien !m . Fnmt ••


John arllnMOlilll_Colllien- O•illimcii;,otis:

1'1.ot-elmd.,•Thr lwlamhry of

la m&nrn dr CXCli lCDODtS :ilDmr :mlllll)S


2 : L\ A ORIDAD DE

uan o ecimos que codas la palabr Biblia n p I bras Dio , esca-


mo hablando del re.ndrad.o del proce o d hac r que La Btbl.ia llegue a enstir. Le­
\·ancar la cuesoón el dictado es preguntar en cuanco al procaa qu condujo a ese
ulu o, o a la manera en qae Oto actuó fin e gurar cl r ulcado que él se
proponía Hay que recalcar qu la Biblia no hablad lo un cipo d proceso ni
· 1 de una manera por la que Oto comuruc a lo auc biblic lo que quería
u era. más.hayindicaaónd w \�ncdaddt proccsosqueDio usó
pan produor el resul do eseado.
no caso e.spor.ídico dia:ado mcn mn explicilamencc en la Bi-
apóstol Juan río en lDla " or ICStJri..
jo: &� al án el de la i � al án I
Esmima• (.-\p _: • P"cgamo �.'\p
·
2·1 e los e dictado pu o le dice a
Juan qu cscrib , y Juan escribe ' pa1ab
o afin a proceso se ve probablemente en fonna ocasional en lo profe-
tas 1 Antiguo Testamento. Leemo en I En abra d 1 eñonino
l ai : Ve y dile a Ezequías ue a i die el ñor. Di antepasado David:
He cu hado ru oración he , to tus lagnrn ; vo a dane qwncc año más e
�da. a á • a esca cruda lo libraré d caer en man d l r na. Yo defende-
r ta dudada Is 3 :4-6 . El cuadro qu no da en ce rdato e que Isaías o 'Ó
te difiol de ir si fue con su oído fisico o m ruante una imp 16n mu concun en-
t, en u mente) las palabras que Oto qu o qu I diJ a Ez quí ; e lsaía , ac-
lUando como mensajero de Dios. comó e p lab y las d l)O cal como e le
inscru ·ó.
P ro n mucha orras secciones de la Biblia lal dictado dir lO de Dio cierra­
m ntc no fue la manera en que las palabra d • l Bibli 11
de 11 br dice que Dios le.s habló a nu str padr por I profi ras «muchas ve-
s y d varia maneras» (Heb 1: 1). En eJ xtr mo pu co d I specao del cüctado
r n mos, por ejemplo. la investigación hiscódca ordinaria d Lucas para escribir su
va11g lio. Él dice:

Mucho h.in mrentado hacer un cela to d la e • que e h. n cumplido entre no o­


tro . tal y como no las transmitieron lo qu d Je el pnnap1 fueron cesd os pn:­
nciale • erv1dores de la palabra Por lo tanto, yo tamb1 n, cxcelenósuno
Teófilo, habiendo inve agado todo to con ·J ;u ong n, he deódido
e cnbirtelo ordenadamente . (Le 1:1-J).

Claram nte esto no e un proceso d dictad . Lu usó pro o ordinario de


conve�r con resngo aculare · reunir info ·· poderesoi­
bic un rcl to preaso de Landa y �ñ ción históri­
chanrlo lo inform · cvaluando

�ai:sr proa:so
dr � 'io
tmmrlNr liaf.
: LAA TORID D DE LA 3

e nt cuidado la e ºdencia. El e,--an er crib16 mamila lo qu éJ pensó


unportantc r calcar y refleja su estilo cara cribir
do extremos de diaado o por un lad ga-
.
· na porelotro, ten · · d eras
comunicó con los au 1
"'TCloo,os.:
·a.rt y, e e
e estar en d concilio e
'
oh o
o rl.ohra d
cordarles rodas cstaS uchos
t mente no sen dtce la m ar el re-
palabras e la Biblia fueran w palabras. cmen:te
odos po nant q os
eran en cada
·
e mtenino la personalidad humma ordi estilo de rcdac-
orma rommen • como pa r parre
que podemos decir u · direcdó
en la vula de cada amor fu.e tal qu do e.du-
su capaadad e evaluar lo acont e.aba, su
informaoón histórica. JUlOO r la información.
unstandas indhidnales cuan o . ron exactameme Jo que
ería que fueran. de modo que cuando lle ron al momento pre · o de po­
luma obre el papel, las palabras fueron p m nt u palabras pe.ro cam­
enam nte la palabras que Dio qu ria q e ribi ran. palab que Dios
6rmaría que eran Las suyas propias.

B. Por con iguiente no creer d


de la Biblia no creer o d

precedente afuma que tod palabras de


ente.mente, no creer o des ibLia es no
d cera Dios mismo. í,J lpulos por
scriruras del Antiguo Tes te deben
decer las palabras de 1 di ecido mis
, también obedecerán las de anima a re-
andamiento que dio ou tr lo após-
3:2). De obedecer Jo que disciplina
. tal como la excomunión (2 Co 13:2-3).
c m o de Dio (esre e el pa I o «será
• en 1 Co 14 :3 ). En contraSte, e tiembla.- a
ls 66:2)
En toda la histona e la iglesia., lo des do lo que han
ue na tienen auroa d m v como la e
de la B.ihha y apli el a1

JitCl'�IO tcmle:am-mtrlwnacfo llllll1111M!!J1R) � la fflbc.


4 4 : LA.AUTORIDAD DE LA F. R/TLR.\

predic ción ha deriva o su poder no d


d cristian ni de las experienaas d pintones
o habilidad retórica. sin Esen-
pa.raroa en el púlpito. señ dijeron
'n: Esto es lo qu usrcac�s mb1én
w_ Entonces de oblt!de:c, por-
. su Crea or .· las pa-
e la Biblia pue en

C. La era.cidad d

1. Di no puede mentirni hablar


bh qu puede obliga:mo a creed
obediencia sean equivalen es a creer
ccesario co • erar la.
e la Biblia implica confi
en que creemos. Aunque se cansí e
e o la inerrancia de la Bib :i una bre e
e ción.
to que lo escrito¡¡ bíblico palabras de la
Bibha, aunqu humanas. son palabras 'culos bi-
bli o qu hablen del carácter ddas d las pa-
labras de la Biblia. Específicamente. ha • hablan de
cidad de lo que Dios dice. Tito 1 :2 • o ccradu-
á lite lmenre) «el Dios in m no io que no
d ar 11mentira» siempre e pue que todas
1 criruras son dichas por Dios, tod ndra)>, cal
m D' · molo es; no puede ha
Heb1 6:8 mencionados cosas inmu u prome-
n I ales es imposible q1ie Dios mier 1 • . 1.: que Dio
1 n ino que no es posible que mien a. q ediaca es
a juramento y prome as. i e im o ibl q lo sro pronuncia-
mi ntos, ciertamente es impo ible que él mien , ú on rigor re-
· ·
p a lo que dicen la verdad ólo cuando n cnro: Mr 5:33-37;
Z 2). De modo similar, David die de io ú 1 • y nis promesas son
2 7:2 ).

� la buma c.parida.d
b �dJarión.pmqurl,¡buc:m prr.!ic.ac:i6ntnduu� , 1,
=�=­
lo qm, 1:5tE1y
dr =nbw- \,d;n � �alosoym·
n:almmte lo o=.
cm que es oJcim.a..�:>mn¡,llisu•:ugi.unr.ruu &
Por rml=oo :tt­
mTtmL!_ bs
IÍ-UQIJ'
o- pan probar la •
yes '<'ttd PorCD:lqilima:
4 : LA AUTORIDAD DEL· E RITUR.•\ 5

2. Por o iguicot todas las palabras d i · mpl t mente nrdad


· o rror en parte alguna. Pu o que l ibha on palabras de
010 • .' pu o que Dio no puede mentir . e. ~arruto conduir
que n ha. falsedad ni error en pane algu Hallamo co afir-
mad en \ anos lagares de la Biblia. Las on ¡ r11S, plata refinada
c:n un horno en el suelo. purificada ·e e Y 2: • traducción dd auror .
qui el sahrusra usa imagen.es v1, para n:u no dduida l pala-
b. 01 ; no ha lIIlpenecaón en cll n Pro ·erbi
• T, paLiltra dt DiDs o; digna de crt.út,;,; Dt n
gio . ·o es que algunas de las palab e toda
Yerdad. De hecho. la palab eter-
palabra. Señor. es eterna.) pue-
ar e la naturaleza eterna e erra
n. pero truS palabras jamás pasa
n ma.rado e ntraste con codo lo que esun
simple monal para mentir cambiar de pa ,e 1 afie.
man explícita.mente lo que estaba implícito ur: cama rodas
la palabras d La Biblia. es decir. que no ha. f. ad la afumaoo-
n d la Biblia.

pal bras de Dio on la nonn últim d rd.ld. njuan 17 Je ús ora al


Padre: • anofkalo en la verdad; ru palabra e la ,. rdad Jn 17; l; . ce versículo
1m r ante porque Jesús no usa I adJcovo alttzrno ale,us erdadero•
qu uno esp raria. para decir ru palabra v •rdad ra•: in que má bien u a un
u t nti o: alet:zrui («verdad») para decir que la palab,J d Dios no e implemente
uv niaderaio ino que es la verdad misma.
a diferencia e significativa, porqu ta afirm ·ión no anima a p osar no
· lo que la Biblia 1rverdadera>1 en el enddo d que aju. La a alguna norma más
lta d v rdad, sino más bien a pensar qu la Bibli n I mísm ·s] n rma definiti­
va de la v rdad. La Biblia es la Palabra de Dio , y la P labra de Dios es la definición
supr 'ma de lo que e verdadero y lo qu n v rdnd r : 1, pal bra de Dios en sí
mi ma e verdad. Asi que debemos pensilr que la Bibli la upn:ma norma de
v rd d el punto de referencia por el cual e b • m •di t da otra firmadón de ve­
racidad. Las afirmaciones que e ajustan a 1 scnturas son(' erdadcra », en Lanto
u la qu no e ajustan a la Biblia no on verd. d
¿Qu es, entonces. verdad. Verdad es lo qu Dio die • y tenemos lo que Dios
die ( a ta pero no exhaustivamente) n la Biblia

4. ·P dri algun a ez algún noe o h cho e d ·r I i escubrirá


algu na vez algún nuevo hecho · enrifi o o la Btbha:
mo decir con con.fianza que o n imposible_
�briera algún supuesto •hecho• que blia. en-
S1 hcmo entendido correcta.mente falso.
porque 0Lo . el aut.or de las Escnruras. conoc tod pasa-
.. presentes, futuros .. tingún hecho aparecerá ja no aya ufo
6 4 : LA AUTORID.W DE LA E RIT RA

de d ant de la creación)" tornado en cuenta cuand hizo que escribieran las


aicuras. Todo hecho ,rerdadero es al qu D10 ba e n do ya esdc la etemi-
d d a1 que por consigu.ienre no puede contra · r I que D10 dJce en la Biblia.
o obscanre, se debe recordar que el rudio ti6 o o hi.s ónco tanto como
o clases d estudios de la creación pued ll am a \·ol ·cr a amin.a.r la Bi-
blia para ,.,er · en realidad enseña lo que pensaba qu · ña. La Biblia por cier-
to no enseña que la tierra fue creada en el año a. como una ycz pensaba
porqu l listas genealó ·.cas la Biblia en n lagun · m embargo, fue en
parte eJ csru h:i.stónco, arqueoló o. "'"'11ITTI1nnu o 1 co lo que luzo que
a
1 ai.Stian ,·olvic:ran a examinar la Biblia cr · n realidad nseñba un ori--
n tan re eme de la tierra. El análisis añUdc . ,.1.u).u 1 te 1 lico m tro que en

realidad no enseña eso.


D forma sunilar, la Biblia no enseña qu
q ue ólo usa descnpciones e Jo fenómen · n lo ·cmo
ten e dcsa:ib el teJey maneje el universo d al • n punto arbitrario fijo•
en algún l ugar del espacio. in embar o. ant de que el e astronomía
a\anzara lo su.6.cienre como para emostrar la ro ción la · rra obre su eje, la
ente daba por smtado que la Biblia enseñaba que el ol giraba altt dor de la tierra.
De pués, el esrudio de la información aendfica monv6 a un nuc ·o examen de los
aprop1ado textos biblico . Así que mptt que no cam frent a al que se
di que con dice a la Biblia. deb mo no ólo min r la información que se
aduc que demuestra el hecho en oón, sino rambí n deberno vol er a
e aminar lo cexco bíblicos apropiado ra er i la Biblia d veras ens ña lo que
ía que enseñaba.
·
ca deb mos rerner, sino m' bi n ie n plácito rual-
q nuevo hecho que se pueda descubnr en timo de investi-
n o rudio humanos. Por ejempl.o, lo ueólogos
·
trab.Jaban en Siria han sacado a la luz 1 exreo os
tos d I p rlodo alrededor de 2000 a.C. a l bre nue ·
omprensi6n del mundo de lo pattiarca n la vida
braham, J aac y Jacob. ¿Deben lo cri lla n ióo per-
·
isrence de que la publicación de cal inform hecho de
G incorrecto? ¡Ciertamente no! D be a publica-
d a e a información con la confianza 'ende co-
e erá congruente con la BibUa, co actitud de
la , mgún hecho verdad ro j má pa a del Dio
todo y nunca miente.

D. Las Escrimras on I uc rid d dc.finiti a

rta.nte darse cuenca de que la form fin curas siguen


rita vas es su form ta. Fuero acntas en las
que , foisés d p
fetas

1 una aptacai:DJdr bs
··
libro. ue acerca de las E airuras eran msp1rada por
Dlo • {2 Tt 3: 16J. De modo similar. andatodel eñon11
Co 14:3 ) • e podían incluir en las o
E o unponante porque aJgun o no intentan
oruír alguna orra norma ddinita que iblia. Por ejem-
lo, algun a v es se refieren a lo u cen que cuan-
do ucímo las palabras · egas de 1 eo aeJesús
habló, podmio obtener una m · que las
quedan lo mrorcsde osEv trabajo
de re onstruir las palabras de J • uccio-
n erróneas que hicieron los auto
En o caso hay qui! es
ha. aun cuando sea difereme. el · han ha-
b qu Pablodebía.h.aber esrode
. De modo similar. o ·a a la
cu csoibió y han intentad tu.ación
o n que piensan que • ar ción.
En todo esto casos debemo ea o a b.s palabras
o situaciones que están «en el crasfon uede a veces
er útil para comprender lo que t
true on hipotéticas de codas esas p den reempla-
zar ru compenr con la Biblia misma e s penniti.rles
e ncradecir o poner en tela de duda bras de la Bi-
blia. O bem s continuamente recor mism pala-
bras de Dio . no debemos tratar de
n pued hacer. Más bien, debemo
Ua y obedecerlas de codo corazón.

T
PREGUN AS PARA PRO AL
l. i usted quiere persuadir a al gu ien d qu · 1, Biblia 'S la Palabra de Dios,
¿qué querría usted que esa per·ona l ycra m gu
t cura?
2. ¿Quién intentaría hacer que la p i I n eral e la BibHa, o
d decer algo de la Bibli ? • que qwere no
creer u obedecer. Si sus respu pre tima son
p itivas, ·cuál e elmejormé lo que usted
ti oe en todo eso.
3. ¿ abe ustedd algún hecho
q en la Biblia e:s falso cnto re­
1i como el Libro . o otros li-
bro como ésros. :Puede rcieron en
usced Compare eso con eJ
la Biblla. · Pu.cde decir que
blándole de una manera que n
4 : LA UTORIDAD DE LA CRJTURA

·Alguna ez se halla creyendo al no por ue tiene evidencia enema sino


unplcmente porque está airo en la Biblia , a fi apropiada. según
Heb o 11: 1. i usted cree algo sunplemenc porque la Biblia lo dice, ·qué
piensa que Cristo le dirá respecro a e hábuo C\lail! o usted te frence a su
aibunat ·Piensa usted que confiar obed e codo I que la Biblia afuma le
11evará a pecar o le alejará de la hendí n d Dio en su V1�

TÉR1 o
argumemo árcular dictado
autoatestigua ora ·ruras
autondad ab luta inspirada por Di
autoridad de la Biblia
Bibha

BIBLIOG

(Para una hc:ación de esta bmliogra.fia Ll b liografia en el ca.pirulo


l,p. O. Da bibliográficos compleros pu aarcn I págmas 129 1307.}

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4 : LA AUTORIDAD DE LA E CRITURA 89

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P AJE BÍBLICO PARA MEMORIZ R


2 imot o 3:16: Toda la Escritura e inspirada por Dio yiítilpa.ra ensetlar, para repren­
der, para corregir y para instniir en la j11sticit1.

o
La prom as de J ús
Todas la promesa del eñor J ús
oo apoyo poderoso de tui fe;
· entras luche aquí buscando ·o u luz,
iempre en sus prome a confiaré
4 : LA AUTORIDAD DE LA E CRITURA 91

Coro:
Grand.es. fides,
Las promesas que el eñor J ú ha d .
Grandes, fieles,
En ellas para siempre confiaré.

Todas sus promesas para el hombre fiel.


El Señor en sus bondad cumplirá.
confiado sé que.. para siempre. n El
Paz eterna mi alma goza.ni.

Todas las promesas del cñor serán


Gozo fuerza en nuestra -da tcrrcnal:
Ellas en la dura lid no o endrán,
Y triunfar podremos sobre el mal.

AlJTOR; R. RELSO C.-\.R.TIR 1 &, TRAD \1CE: :TE MD.'OOZ.,.


'TO. t DO DEL Ht f ARlO BAUTISTA. ;c"3JI
Capítulo 5

La inerrancia de la critura
éHa algún error n la Biblia?

·
te · tematica no h.in m luido un capítulo se�
;.a B lo r.ado el cerna baJo el
nto de autori on rado n cesari un. ex-
· cional m emb ·•
n ·a es tal re o-
n en el mundo e pirulo �o a
onan a6n ou Pal ra de [)j .

EXPLICAOÓ. l 8 BÍBLl

A. cignifi do d la ioen-anda

o a repetir aqt.ñ los argumen la autoridad d la Biblia que


n d capitulo 4. _Aflí se indicó q bra la Biblia on palabras
r COO!,iguienre no creer o d n Biblia es no
creer o de. b decer a Dio . e explicó ibli enseña que
· Por consi-
de menor ni hablar false ic 1 · ·
finnó que codas la palabra I co verdaderas
ninguna parce ( rn 23:l 112:(>, 9, 24:35). Las
píllabra de Dio on, de hecho, la uprema norma vc1 ).
Espc inlm nte relevante en e re punto on los pa e indican la
tmal v •racidad y confiabilidad de la palabras ti Dio del e11or son
puras plata r finada en un horno en el uelo, purificada al 12:6, tra-
ducción u I autor), incücanJa absoluta e nfiabilidad y pur IJa. De modo
imll r, "Toda palabra de Dios e digna le crédito; ot en él buscan
· gio,. (Pr 30:5), indican la veracidad d coda i ho. unque
q
rror o al meno falsedad pardal puede caract · habla de t0do er huma-
·
e I habla d 010 e caracteriza por Jª r f; error . ni s:í-
q u1 ra cuando habla por medio de er m e io no e un
implcmortalparamenórycambiard p er• :1 opor ]peca-
d am e eci6c.amenre en cuanto pa r ue Dio había
h mediante us propio labio
Con e 1 enc1a como e ta ahora ·cam n p 106n r la merranda bí-
.
llttrranaa .u la. Biblia si� c1 que la Biblia (lt fo :nr s ongirwk.s no
, ue • c:ontTari" a La \'tTdaJ..
cfinidón enfoca la cu tió del len aje la
definición en rérmin e d ·r que la Bibba
yque ·empredi tlo�lt.a • Esta
5 : LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS 93

definición no quiere decir que la Biblia nos dice todo lo que se pudiera saber en
cuanto a cualquier tema, pero sí afirma que lo que dice en cuanto a cualquier tema
es verdad.
Es importante darse ruenta desde el páncipio de esta consideración que el en­
foque de esta conrroversia recae sobre la cuestión de veracidad al O'Presarse. Hay
que reconocer que la veracidad absoluta en lo que se dice es congruente con otros
tipos de añrmaciones, tales como los siguientes:

t. La Biblia puede ser inerrante y con todo hablar en el lenguaje ordinario del
habla de todos los días. Esto es especialmente cierto en las descripciones •científi­
cas• o •mstóncas» de hechos o acomecimtenros. La Biblia puede hablar de que el
sol se levanta y la lluvia cae porque desde la perspecuva del que babia eso es exac­
tamente lo que sucede. Desde el punto de vista de un observador parado en el sol
(si eso fuera posible) o de algún punto hipotético •fijo» en el espacio, la tierra gira y
hace que el sol entre en el campo visual, y la lluvia no cae hacia abajo sino hacia
arriba u horizontalmente, o en cualquier dirección necesaria para que la gravedad
la atraiga hacia la superficie de la tierra. Pero tales explicaciones son irremediable­
mente pedantes y harían imposible la comunicación ordinaria. Desde el punto de
visea del que habla, el sol en efecto se levanta y la lluvia en efecto cae, y estas son des·
cripciones perfectamente verdaderas de los fenómenos naturales que observa el
que habla.
Una consideración similar se aplica a números cuando se usan para medidas o
conteo. Un reportero puede decir que unos 8.000 hombres mu.rieron en cierta ba­
talla sin querer implicar con eso que los contó uno por uno y que no eran 7.999 ni
8.001 soldados muertos. Si murieron en números redondos unos 8.000, por su­
puesto que seria falso decir que murieron 16.000, pero no sería falso en la mayoría
de los contextos que un reportero diga que murieron 8.000 hombres cuando en
realidad los que murieron fueron 7823 u 8242; los límites de veracidad depende•
rían del grado de precisión que implica el que babia y que sus oyentes originales
esperan.
Esto es también cierto en cuanto a medidas. Si digo: <cNo vivo lejos de mi ofici­
na», o «Vivo como a dos kilómetros de mi oficina)), o «Vivo a un poco más de dos
kilómetros de mi oficina», o «Vivo a 2,45 kilómetros de mi oficina>), las cuatro añr­
maciones son aproximaciones con cierto grado de precisión. Un mayor grado de
precisión se podría obtener con instrumentos ciemíncos más precisos, pero inclu­
so eso seria aproximación a cierro grado de precisión. Así que las medidas también,
a fin de que sean verdad. deben conformarse aJ grado de precisión que implica el
que habla o que esperan los oyentes en el contexto original. No debería ser proble­
ma para nosotros, entonces, afirmar a la vez que la Biblia es absolutamente veraz
en todo Lo que dice y que usa lenguaje ordinario para describir fenómenos
naturales o dar aproximaciones o números redondos cuando es apropiado en e1
concexro.
También debe.mas notar que el lenguaje puede hacer afirmaciones vagas o im­
precisas sin ser falsedad. Vivo a un poco más de dos kilómetros de mi oficina» es
una afirmación vaga e imprecisa, pero también es inerrante; no hay nada de false­
dad en ella o afirma nada que sea conrrario a los hechos. De modo similar, las
4 5 : LA íERRANClA D RITU

nnao n bíblicas pueden ser impr ralmem cierras. La


m rran ' tiene que er con la veracidad no re 1ón con que se
informan lo a ontecimiento .

2. Biblia pued er inerrante .. n t pro.rimadas.


1 m' todo por el rual una persom ata I pal edimi to
que en gran pane ·aó.a e rulrura a cultura. t esta-
ouoiderue y bnránica escamas rumbra Ol etas OtrOS
cuan m crram laafumaaó entre millas .Pero
cuando usam citas indire exacrode
1 driaense.­
ida a casa para cen;rr.. La oración no a unmfor­
m cepabl _ veraz la a.firmao · n real para
.
os,,.aun p alabras
e habla
ro de tiempos . os
uivalenres. y
onrmido lo o nuesrras ciras
esperaba ue e ra. Entonces, la
· ·
compatible con citas lib o T tamento o
Jesús. por ejemplo. tm o no deje de
se dijo origínabneme. me no unpli-
ba usando la palabra • ni tampoco
riginales esperaban al pi

aticaJ fu.e-
ada comunes. Algu na legante y exce-
o. Otro escrito bíbU no pul.ido del
'
. A vece esto incluy eme acepta-
arica (tales como el uso d e 1 reglas gra-
'rfan un verbo en singul femenino en
rana un adjetivo ma culin abra diferente al
únmente, etc.). Esca a marica irre.gular
( es pecialmente n el libr I tamo par-
an la veracidad de la afi ; una afirmación
er corrección gramatic raz. Por
· mplo. un leñador analfabeto en al mbre de mayor
el condado aunque su ue ha ganado
1 n de nunca decir una me n cuan afir-
la Biblia (en los idiom aticalmente co-
sin
on inerranres porque son la
vtTarutad de lo que se dice.
5 : LA INERRA 'CIAD U E RIT RA 95

B. Alguno reto p nt

En a ección e:xaminaremo las prinapal qu e múnmence. e


p man contra el concepto d la m rranda.

l. La Bibli ól aotorita.ti a en cuanc •fi • pra o •· na de la ob edo­


n mis cuentes la presentan Jo que dicen que el pr la Biblia ense­
que nenen que ·er lamente fi decir. en
relacionan direct.unent
-rión prrmiriria la
o en otros aspea menores o
1 en tífica; e.sos aspea.os., r con I propósito de
1
b lia. que mstrnimos en lo que bem ;ivu. los
qu bogan por esta pos:íción a men in alib�
ro vacilan en usar la palabra lnnTanu:
La respuesta a esta objeción se pued in
me a que toda la Escrimra útil p qu toitl ella es
r Dios . Por consiguiente es co 12: . perfecta
dadera 'PI: 30:5 . La r tticaón en
cu remas de lo males lu
camento contiene afinn
tod las Escrituras; eu Hecho
acu o que ensefüz la ley y cu lo q a , nto . En Lu-
Jesús dice que los disópulos on ,r p rqu o e corazón
para cr r codo lo que han dicho lo profi ra n Romano!> 15:4 Pablo dice que
.. codo lo q1� e e cribió• en el Antiguo Tesram e cnb16 p eñarno "·
ro pasaje no dan indicación de que alguna a crirur ea confia-
bl por completo. De modo imilar en 1 Con 1. Pablo p ferirse in-
l talle bi tóricos menores del Antigu en nt ara comer
y vanearse para bailar) y puede de ir no t edi6>> (por
o 1t implicando confiabilidad hi t6rica <l6 o advertenáa
,,u
p zamo a examinar la manera en o ev Testamento
onfiaron en los detalles incluso má peque tiguo Testa-
mento. no vemo ninguna intención de epa fe y práctica ,
·
ni de d cir que e to de algun a manera e! u de afirmaáo-
. ni qu implica que las afirmaciooe qu 'a no on con-
] o no debe pensar que son inerrant . o autor del
o Testamento están dispuesta a cica o ro Lodo detalk
Antiguo Testamento .

.se�twlnm
• - ,mhe

- 1 - te
en los Estados �
ha.ta ..b:zrnum asumas
96 5 : LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS

En la lista que sigue hay algunos ejemplos de estos detalles históricos citados
por autores del Nuevo Testamento. Si todos estos son asuntos de «fe y prácticai,,
entonces todo detalle histórico del Antiguo Testamento es asunto de «fe y prácti­
ca», y esta objeción deja de ser objeción a la inerrancia. Por otro lado, si se puede
afirmar tamos detalles, entonces parece que todos los detalles históricos del Anti­
guo Testamento se pueden afirmar como verdaderos, y no debemos hablar de es­
tringir la necesaria veracidad de las Escriruras a alguna categoría de «fe y práctica))
que excluiría algunos detalles menores. No hay tipos de detalles que no se
pudieran afirmar como verdaderos.
El Nuevo Te tamento nos da la siguiente información: David comió del pan de
la proposición (Mt 12:3-4) Jonás estuvo en un gran pez (Mt 12:40) los hombres de
Nínive se arrepintieron (Mr 12:41), la reina del sur vino para oír a Salomón (Me
12:42), Blías fue enviado a la viuda de Sarepta (Le 4:25-26), el sirio Naamán fue lim­
piado de su lepra (Le 4:27), el día en que Lot salió de Sodoma fuego y azufre llovió
del cielo (Le 19:29; cf. v. 32 con su referencia a la esposa de Lot que se convirtió en
sal), Moisés levantó la serpiente en el desierto Gn 3:14), Jacob le dio un terreno a
José Gn 4:5), muchos detalles que ocurrieron en la historia de Israel (Hch 13:17-23)
Abraham creyó y recibió la promesa antes de ser circuncidado (Ro 4:10), Abraham
tenía como den años (Ro 4:19), Dios le dijo a Rebeca antes de que nacieran sus hi­
jos que el mayor serviría almenor(Ro 9:10-12), Elías habló con Dios (Ro 11:2-4), el
pueblo de Israel pasó por e1 mar comió y bebió alimento y bebida espiritual, deseó
el mal, se sentó a beber, se levantó a bailar, se entregó a la inmoralidad, se quejó y
fueron destruidos (1 Co 10:11), Abraham le dio el diezmo de codo a Melquisedec
(Heb 7:1-2), el tabernáculo del Antiguo Testamento tenía un diseño espeófico y
detallado (Heb 9: 1-5), Moisés roció al pueblo y los enseres del tabernáculo con
agua y sangre, usando lana escarlata e hisopo (Heb 9:19-21), el mundo fue creado
por la palabra de Dio (Heb 11 :3),' mucho detalles de la vida de Abel, Bnoc, Noé,
Abraham, Moisés, Rahab y otros en realidad sucedieron (Heb 11, pássim), Esaú
vendió u primogenirura por una sola comida y después quiso con lágrimas recu­
perarla (Heb 12:16-17), Rahab recibió a los espías y los envió por otro camino
(Stg 2:25), ocho personas se alvaron en e1 arca (1 P 3:20; 2 P 2:5), Dios convirtió a
Sodoma y Gomarra en cenizas pero salvó a Lot (2 P 2:6-7), el asna de Balaam habló
(2 P 2:16).
Esta lista indica que los escritores del Nuevo Testamento estuvieron dispues­
tos a descansar en la veracidad de cualquier parte de las narraciones históricas del
Antiguo Testamen o. Ningún detalle fue demasiado insignificante para usarse
para la instrucción de los cristianos del Nuevo Testamento. No hay indicación al­
guna de que pensaran en alguna categoría de afumacione bíblicas que no fueran
confiables y fidedign as (tales como afirmaciones «históricas y científicas)) a diferen­
cia de pasajes doctrinales o morales). Parece claro que la Biblia misma no respalda
ninguna restricción de algún tipo de temas de los cuales habla con absoluta

3Este no csun detalle menor, pero es útil como ejemplo de un hecho •cicntifko• que se afirma en el Antiguo
Testamento y uno respecto al cual el autor dice que tenemos conocimiento «por fe,,; de esre modo. aquí explicita•
me-l'lte se dice que la fe incluye confianza en la veracidad de un hecho cicnrJfico e rustórico regisrrado en el Anti­
guo Testamento.
5 : LA INERRANCIA DE LAS E CRITURAS 97

autoridad y verdad; ciertamente, muchos pasajes de la B"blia en realidad anulan la


validez de esta clase de restricción.
Una segunda respuesta a los que limi an la necesaria veracidad de la Biblia a
asuntos de (<fe y práctica» es notar que esta posición confunde el propósito principal
de la Biblia con el propósito total de la Biblia. Decir que el propósito principal de la
Biblia es enseñamos asuntos de 1<fe y práctica>) es hacer un sumario útil y correcto
del propósito de Dios al damos la Biblia. Pero un sumario incluye sólo el propósito
más prominente de Dios al darnos las Escritura . No es, sin embargo, legítimo usar
este sumario para negar que es parte del propósito de la Biblia damos detalles histó­
ricos menores o hablarnos acerca de algunos aspectos de astronorrúa o geografia, y
cosas por el estilo. Un sumario no se puede usar apropiadamente para negar lasco­
sas que está resumiendo. Usarlo de esta manera simplemente mostra ía que eJ
sumario no es lo suficiente detallado para especificar los asuntos en cuestión.
Es mejor decir que todo el propósito de la Biblia es decir todo lo que dice, sobre
cualquier rema. Cada una de las palabras de Dios en la Biblia él la consideró impor­
tante para nosotros. Por eso Dios da severas advertencias a cualquiera que quita
incluso una palabra de lo que él nos ha dicho (Dt 4:2; 12:32; Ap 22: 18-19)· no pode­
mos ni añadir a las palabras de Dios ni quitarles nada, porque todas son parte de su
propósito más amplio al hablarnos. Todo lo que se dice en la Biblia está alli porque
Dfos quiso que estuviera allí; ¡Dios no dice nada sin propósito! Así que la primera
objeción a la inerrancia hace un uso errado de un umario y por consiguiente inco­
rrectamente intenta imponer límites artificiales a la clase de cosas respecto a las
cuales Dios puede hablarnos.

2. El término inerrancia es un término pobre. Lo que hacen esta segunda obje­


ción dicen que el término inerrancia es demasiado preciso y en el uso ordinario de­
nota una clase de precisión científica absoluta que no queremos afirmar en cuanto
a la Biblia. Es más, los que hacen esta objeción notan que el término inerrancia no
se usa en la Biblia misma. Por consiguiente, probablemente es un término inapro­
piado para que nosotros insistamos en él.
La respuesta a esta objeción se puede indicar como sigue: primero, los eruditos
que han usado el término inerrancia lo han definido claramente por más de cien
años, y siempre han dado campo a las «limitaciones» que se añaden al habla en len­
guaje ordinario. No ha habido un representante responsable de la posición de la
inerrancia que haya usado el término para denotar-una clase de precisión científica
absoluta. Por consiguiente, los que presentan esta objeción al término no están
dando atención cuidadosa suficiente a la manera en que este se ha usado en el
debate teológko por más de un siglo.
Segundo, se debe notar que a menudo usamos términos que no son bíblicos
para resumir una enseñanza bíblica. La palabra Trinidad no aparece en la Biblia, ni
tampoco la palabra encarnación. Sin embargo, estos término son muy útiles por­
que nos permiten resumir en una palabra un concepto bíblico verdadero, y son por
consiguiente útiles para permitimos debatir más fácilmente una enseñanza bí­
blica.
9 5 : LA INERRANCIA DE LA E CRITURAS

También se debe notar que no e ha propue to ninguna otra palabra que diga
tan claramente lo que queremos afirmar cuando queremo hablar de la total vera­
cidad en el lenguaje. La palabra inerrancia lo hace muy bien, parece no haber ra­
zón para no continuar usándola con ese propó ito.
Finalmente, en la iglesia hoy parece que no podemo o tener un debate sobre
e te tema sin usar este término. La gent puede obj car el u o de este término si lo
d ean, pero, les gu te o no. este es un término en tomo al cual el debate ha girado
y ca í ciertamente continuará así en las próxima década . Cuando el Concilio
ImemaciooaJ obre la Inerrancia Bíblica (ICBI. por u igla en inglés) en 197 em­
pezó una campaña de diez año para promover y defi nder la idea de la inerrancia
bíblica, e hizo inevitable qu_e sería en tomo a esta palabra qu procederla e.1 deba­
te. La •Declaración de Cmcago sobre la Inerrancia Bíblica•. que e redactó y publi­
có en 197 bajo auspicios del ICBI (vea apéndice 1 ). definió lo que la mayoría de los
evan élico quiere decir por inerran ·a tal ez no pero ccamence. pero ba tante
bien, objeciones ulteriores a un término para ampliamente u ado y bien definido
parece innece aria e inútil para la igle ia.

3. o tenemo manuscrito inerrant , por con igui nt hablar de uoa Biblia


inerrante confunde. Los que hacen esta objeción eñalan el hecho de que la ine­
rrancia siempre e ha atribuido a las primera opias originales de los documentos ln­
blicos.' in embargo ninguno de estos obrevivi6; ten mo ólo copias de lo que
Moisé , Pablo o Pedro escribieron. ·De qué irve, entonce , a ignar tanta impor­
tancia a una doctrina que se aplica sólo a manuscriro que nadie tiene?
En re puesta a esta objeción e puede indicar primero que para má de 99 por
ciento de las palabras de la Biblia abemos lo que deáan los manuscritos originales.
Incluso para mucho de Jo versículos en donde hay variant exruale (e decir,
diferentes palabras en diferentes copias antigua del mi mo vet ículo), la decisión
correcta a menudo es muy clara. y hay realmente muy poc lugares en donde la
variante textual es dificil de evaluar y significativa para determinar el significado.
En el pequeño porcentaje de casos en donde hay una in ertidumbre significativa
en cuanto a lo que deáa el texto original, el sentido general de la oración por lo ge­
neral es muy claro partiendo del comexro. (Uno no tiene que er erudito en hebreo
o griego para saber cuále son esa variantes, porque toda la traducciones moder­
na las indican en las nocas marginales con palabra tale como «Algunos manus­
critos antiguos dicen ... » u «Otras autoridades antigua añaden ... »).
E to no e decir que el estudio de la varianr cexruale no tenga importancia,
pero sí es decir que el estudio de las variante textual no no ha dejado en confu-
i6n respecto a lo que decían lo manuscrito original ; má bien no ha llevado
extremadamente cerca del contenido de eso manuscrito originales. En la prácti­
ca, entonces, los textos prese11tes publicados ,011 emdición del Antiguo Testamento
hebreo y ruevo Testamento griego son los mismos de los manuscritos originales. Así

ªEn rbmin leo!ógicos a estaS copiaS ongim!� se le 11.ltn lo c.>ut gr;a� , uundo el prcfi¡o auti.>-, que qwere
decir •mwno • ). b ruz grafo, que� da:ir •cscim>•. par.i rcfcnl"IC ;i un;i cop1� escrita por el amor !llÍIDlo.
SLJn;i acclcnte re: ISJÓn del trab.iJo de csnuli.r � -.;mnnes 1exrualcs en 10$ nunwauos Cld$tcnres del 'nevo
T 1amcruo es Bruce. l. lctzgtt. Tht Tar eftht ,�ei Tts1.imm1: lis TnltUffllSSI""• Com.rtutn, and Rat.1rarimt. z•
ed. lOzf'ord. Cbrcndon Prcss. 19
J : LA. INERRAJ\'CIA D · E RJT RA 99

qu cuando deámo qne los manuscric


m impliamdo que más de 99 por oemo anusa:itos
pr senr también san inerranres. porqu on cop1 gina1 . T�
davia má . bentos en dónde están l lecturas ino no hay va-
n ales no renemo razón para auo del
o que nuestroS presen� man iguales que
lo m originales, y la oa:rin ·gw ente. cb.recta-
menre ien que ver con nu.estr0
Ademis. es ex:rremadamenre imponant oa de los docu-
mento o ·gmales. porque las co ias su por hombres
· tenergaranóadep e a ceas.
·
manuscnros on · al
cmo errores en bre.s.
·
P errores en los ma111LSCTi
n errores de Jos bomb
. · eso no pued r.

bíblico menor a
id tes en su día, de modo
in 'd ocal. Esta objeción a la inerrancia la que restrin-
la inerranoa de la Biblia a asunto d ona con ella. Los
cenen esta po "ción aduc n que lo crirores bí-
omunicarse con la gente e u ti d corregir roda
información histórica • cienúfica falsa e ráneo . Lo que
·
n ta posición no aducen qu lo ofrece informa-
on numerosos, ni íqwera qu principale de
'ón particular de la Biblia. lo e critores bi-
tan hacer un a declaración imp tan alguna false-
dad incidental que la gente de ese tiempo r ía.
A ta bjeción a la inerrancia e puede repli ar, prim ro, que Dio e Sefior
del I nguaje humano y que puede u ar I ngu,j human par pre ar e perfec­
t m nte in tener que presentar ide fal a qu pudi n haber o tenido las
r ona del tiempo en que e e cribió la BibHa. ta objeción la inerrancia
ndalme.nte niega el señoóo efecd o d Dio obr 11 nguaje humano.
gundo, debe.me responder que tal «acomodo11 d parte de Dio a nuestra
ompre.nstón implicaría que Dio hubiera acruado nrrano a u cará ter como un
D10 que no miente•(, m 23:19; Titl:2; Heb 6:1 ). o ú ·1 di me.r la atención

pt> m la pnmcn copa u.e se hizo


�una de .o,porc,cmplo,vque cn1oducopaas= Pttose
porque I dO del • y quccsa úma
�� ?) de:Dios
apímlo J. p. pazttr no �gmx,
nuestr.l campre,u;ioq no put,drm
C7º m no��
100 5 : LA Il\'ERRAl 'ClA DE E RlT R.A

ta dificult.ad mediante énfasis re ódo n 1 ·nd ncia la gracia de


al hablar a nuestro nivel i. Di en hablar nuesuo
aje, el lenguaje de los seres humano P iblia enseña
•C o esciende al punto de acruar e \mea se
ue él puede con escende:r tanto e a ínódental-
• al que sea falso. i Di jaria d el
·
q ue no miente · Dejarla de ser el . Tal ac:m · d
runguna maneni hablaóa e la grand anifestaó.a
a.croan o una manera q ob eción.
raíz.. enrien e mal la urcz.a I todas
accion
cal roceso � acornad
un problema moral serio para
m ral d Dio L 11: •: Le 6:36: Ef ,·1; 1
n nu naruraleza estamo llegan o a a
Jando la mentira debemos hablar con la
1m1tar la vcraodad de Dios en lo que eci
a • entonces Dio irumci rux
fin de mejorar 1a comunicación. Por e i nt . ·no ria correcro que
también mrencionalmente ha · on cale de false-
vez que eso mejorara la comunicao6n'> a ·valdría a e-
ir a fa edad menor dicha con un bu n pr ( ora blanca•\ no
mal . Tal posición, que contradicen lo mba en cuanto
la t 1al veracidad de Dios al hablar, da.

·
S. ·a pone demasiado é , des-
uid to humano. Esta obje · u aducen que
lo por la inerranáa recalcan I Biblia que
minimizan su specto humano.
·
m ve.nido en que la Biblia tiene un a mo huma-
u mo dar atención ad uada a • m que hacen
� si invariablemente pa an a in i t verdadera-
«humaaos de la Biblia eg11rame111e impli os errores
iblia. Podemos responder que aunque I u.mana por-
qu aira por eres humano usando u pro ad de Dios
·
rlaredacdón de la Biblia hacer que fuera también ·u· palabra quiere
·
diferenre de rodo lo demá libro h e en este as-
ntiene error. Ese es exactamente lo q ca or, ca-
. ·
edienre Balaain en . úmero lJ: 1 por medio
o pecadores es diferente cua porque
unple mortal para menar, bi o es cier-
t expresion verbal } lo ·e error •
porqu días hacemo docenas ta.mente
,. rdad Por CJemplo: • e llamo W a.me G 1j . O yuné
nuñana ...
J : LA �ERR.Al,CIA DE LA E RIT 101

o error en la Biblia qu n b� a ·
"6n final de que
en la Biblia que on obTio la a.fuman nI yoria de lo que.
ernmcia. y para mucho e ell e a cieno erro-
·curas es un facrorpnn ·pal a onar la doctrina
incrrancia.
a pnmera respu u qu ob· edón es pr e-
tales errores · En cu aparecen esros
e deme la frero · �eción la hacen
. cos. pero
q porqu
· embargo. a
o o más pasjes en
una afirmación en · · unpon:anre
o reno bíblico, lo e
lta en inerrante, d
ros �· deralle u u tra e.xpcaaoon
inspecao da mo error después e
o, es crprendenre cómo u cwda srmple-
o en cuestión cará la luz una o I luciones a la

En uno pasajes no erá in.mediatam nt lu "6n a la dificuJ-


tad b ánd a lecmra del teno en nu ero 1d1oma En ro útil con-
llar al omentario sobre el p �e. Tan dC. Juan
Cal ino l
( ). junto con rnuch com rcáeme • ban dedicado
nempo a rudiar bien la mayoría d u to probl ma• y ugerir so-
luci ne plausibles. alguno cric com yoría de lo texto di-
lkile y han uge.rido respuestas.
l lay uno poco pasaje en donde ten r · ebreo o 1 griego
puede ' r necesario para hallar una olución, e o de primera
man a Lo idiomas pueden tener qu bu s a en algún co-
me,nario má técnico o pregunrán ole al eno·enamienco.
Por ·upuesto, nuestra comprensión de la Bib y esto quiere de-
cir que puede haber casos en donde er olución a un
pn aje difláJ a Liempo presente. E to desconoce-
l
mos la evidencia llngüísúca. bisrórica ra encender
corr et mente e pa aje. Esto no debe pro un núme-
l
ro pequeño d pasaje en canco y en cuamo e p l d ra investiga-
l
ción d lO pasajes ha mostrado que, n verdad. no n · en donde se
ha aducido ue ha) alguno

ZQn.
• 1 ».I:
thc (1 ...
rn amp·
IOZ 5 : LA TERRANCIA D E. RJT, RA

P ro aunque debemo admitir que podamo resol-


,·e blema en particular. camb1 ucbo eruditos
b1 · ·co hoyquedicenque ento enin-
.
problema para el cual n posible.
. que e pueda llamar la a� en el furu-
ro, pero durante lo pasado quince re la ine-
rrancia bíbbc.a. nmgún pasaje o n.
Fina.Lm te. una pe.rspecñva hiscó na hay
run · p oblema iUeVO en la Bibha. La Biblia en su towdad n e más de 1900
añ . • lo supu •renos pro alli t el acmpo. Sin embar-
o, en toda la historia de la i esia o una firme ere ncia en la mcrrancia
w-
Escrituras en el scnti en que
n
·
. Es más, por dento de
· to bíblico altamete co rudia esos cenos
/ con todo no han ballado erranc:ia. Esro debe
e nfi.nza de que hay chspo blem · que la
a en la inerrancia es em:eram n na ·d.t de aten ·ó
al ceno de la Biblia.

C. Problem aJ n
·
problemas que surgen al negar la ine íbbc ignificantes. y
ntend r la magnitud de esro probl o úm no ólo para
d !arar la merrancia. sino también cl imp ra la 1gle ia. A
nonuacón e mencionan alguno p m
·
1. i negamo la inerrancia no moraJ: ¿po-
.
tac a Dio e intenci n o menore .
' ar a lo que dijimo en ; pero aquí se
o a lo que sostienen la s ampliamente a
e niegan la inerrancia. E o imitadores de
a negación de la inerra m,a que la pala-
rirura on palabra in ente implica que
almente habló falseda ne menos cen-
tral e la Biblia. si está bien que O tar mal que no-
otr hagamo ? Semejante linea o , ejercería
fue re ión obre nosotro para empezar
que pareci ra ayudamos a ex pre amo mejor, y . Esta posidón
ria una bajada r balosa con resulcado cada ez nu tra · da.
5 : LA INERRAl ·cu D LA 103

ni la inerrancia emp zamo preguntam p demo


onfi en Di en algo que di . l,na vez qu n ueOio nos
ha dicho falsedades en alguno asunto m n o concluir
que 010 CJJpa.z de ecimos falseda � ciaJ en nues­
60 a creer en Dios, su Palab tC) obede­
e eJ resto de la Bíblia • �nte
la Biblia que m nfi.r inióal­
m aones en que m o n tal procedi-
miento on el oempo aumentara. ara iriru.aL
P r up ro. w clinación en confianza ., no ocurra
n �amen re en la uda codo el u ni porcier-
lO el p ' n general, era el parrón que
l..i qu �e enseña a negar la inenanaa.

• in eptamo la inerrancia, esen n, nim a nu ment


humana en u.na orma más alta d ra i m Palabr.1 d Dio .
Estariamo usando nuestra mem para pon r lgunas caon de
J Palabra de Dios • dicraminando que e o efeao decir
que be.mo la ·erdad con más ceneza · m pr, ci i n que la P.tl.ibra de Dios o
qu Dio mismo). por Jo menos en eso asunto . T� p dimienco. ha er nuestra
m nre una norma más alta que la Yerdad d la Palabra Di , la raíz e todo
p cad intel ccuaJ.'-

. in m I inerrancia también d b mo d ir qu táerradano


ólo en d tall menor ino también n algun. d . Unaoega­
ión la inerrancia quiere decir qu d cima que la n ñ nza d I Biblia en
cu neo a la naturaleza de la Biblia y en cuanto a la veracidad y onfiabilirlad de las pala­
bras de Dios cambié.o es falsa. Esto no on d t, 11 ino preocupaciones
do tdnal imponante en la Biblia.''

PREGUNTAS PARA AP L
l, su modo de pensar. ¿por qué el debar o a I in rrancia e ba con-
rudo en una cuestión can grand en ¿Por qu p r nas en am-
bo lado del asunto pien an que í
-
2. i ust d pensara que la Biblia en cña algu no. rrores p q cómo pen-
ria que o af�etaria la man ue la Biblia
dado n er eraz eo la conve o
104 5 : LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS

3. ¿Sabe usted de algún pasaje bíblico que parezca contener errores? ¿Cuáles
son? ¿Ha tratado de resolver las dificultades en estos pasajes? Si no ha halla­
do una solución a algún pasaje, ¿qué otros pasos pudiera probar?
4. Conforme los creyentes avanzan por la vida aprendiendo a conocer mejor
su Biblia y creciendo en madurez cristiana ¿tienden a confiar en la Biblia
más, o a confiar menos? A su modo de pensar, ¿creerá usted en el cielo que la
Biblia es inerrante? Si es así, ¿lo creerá usted más firmemente o menos fir­
memente que lo cree ahora?
5. Si está convencido de que la Biblia enseña la doctrina de la inerrancia ¿có­
mo se síente al respecto? ¿Se alegra de que ral enseñanza esté allí, o siente us­
ted que es una carga tener que defenderla?
6. ¿Garantiza la creencia en la inerrancia que tengamos una doctrina sana y
una vida cristiana sana? ¿Cómo pueden los Testigos de Jehová decir que la
Biblia es inerrante y a la vez ellos mismos tener tantas enseñanzas falsas?
7. Si usted está de acuerdo con la inerrancia, <l)Íensa que la inerrancia debería
ser un requisito para membresía en la iglesia para enseñar en una clase de
Escuela Dominical, para ser nombrado para un cargo en la iglesia (tal como
anciano o diácono), para ser ordenado como pastor y para enseñar en un se­
minario teológico? ¿Por qué sí o por qué no?
8. Cuando hay controversias doctrinales en la iglesia, ¿cuáles son los peligros
personales que enfrentan quienes sostienen una posición más congruente
con la Biblia? En particular, ¿cómo puede el orgullo en la doctrina corre.era
convertirse un problema? ¿Cuál es la solución? ¿Piensa usted que la inerran­
cia es una cuestión imponante para el futuro de la iglesia? ¿Por qué sí y por
qué no? A su modo de pensar, ¿cómo se resolverá?

TÉRMINOS ESPECIALES
autógrafo inerrante
i
fe y práctica infal ble
ICBT variante textual

BIBLIOGRAFÍA
(Para una explicación de esca bibliografia vea la nora sobre la bibl.iografia en el capítulo
l, p. 40. Daros bibliográficos compleros se pueden encontrar en las páginas 1297-1306.)

Seccione en Teologías Sistemáticas Evangélicas


(En esta sección al referirme a algu nas obras significativas más viejas que no in­
cluyen una consideración especifica de la inerrancia, he mencionado más bien las
páginas en que hablan de la autoridad bíblica en general. En esos casos las páginas
aquí duplican las listas para el capítulo 4 sobre la autoridad de la Biblia).
5 : LA [}."'ER.RANClA DE E RJT RA 105

l. Anglicana (episcopal)
1 -92 Lltton. 1 O
1930 Thomas,500-501
2. Amuruana ( esleyana o m roms )
Pope, 1-36-192
. , 2: l 9
'\ iley. 1:166-
l 60 Pw:kise.r o
Bautista
l,67 Giil. 11-l
190, trong, 1.12 Z
191 1.ullins. 142 5 -3
-
Hemy, 3:2� .12 ·-55. 5J
Erickson.. 221 O
Lewis Oemarrst, 1 :93-1 ,l
o......�...
aonal
194 Chafer, 1:63-
19 9 Thiessen, 105-15
19 6 Ryrie. -104
Luterana
191 -24 Pieper.1:232-6-.33
193 ueller, 101-37
6. Reformada (o presbiteriana)
1559 Calvin 1:74-92
1 71·73 Hodge, 1:163- 2
187 Dabney, DET 1:2 Z-313, · 1
7-1921 Warfield, lAB pá un
l 89 Shedd, 1 :93-1 lo
1937-66 Murray, CW 1:9-15: C :22 2
1938 Berkhof, Int:ro 144-65, 1 2- 6
7. R novada (o carismpatica o p ne o t 1)
19 -92 Williams, l :36-43

e cion en Teologías Sistemática atóli om n R pre entati as

1. atólica Romana: tradicional


1955 Ott (ningün tratanuento p cifi )
2. C t lica Romana: Post aticano 11
19 o cBrien, 1 :64

Otras bras

( ea también la bibliogra.fia para el capírul • ut n • much e lo cual


ra.mb1en es pertinente aquí, pero sólo parce lo cual · n odenuevo).
Arch r. Gl n. EM)rdopo& ofBibk {)¡fficulrus. Zon rand Rapi

• Bible {)¡fficu.lrus. Concordia, Louis, l 2.


JO 5: LAL\�•CJA D Ll

___ . D es th.t Bibk ContTadict lt.stl r Conc rdia. Loui . J 9- - .


Boice. Jam • ed. The Foiuuuniou ofBibli al Auth ríe•. Zond t'\'an. Grand Rapids,
197
Ca n, O . · John '\ oodbrid . eds. H ttn&t° , A111 nt , an.d Canon.
Zondervan. Grand Rapi • . 19·
___. Sen lllrt a.n.d Trur . Zondervan, G
· · ·
F . Paul Bíble. Inerrann an . 1 5.
ce... arman. ed Biblü:al E I Roo .
Zonden-an. Grand R.api
___ . e Incmm.c:y. Zon 197 en.sa ·o la Confe-
rencia del lC . go
H ohn '. d Bakcr. Grand Rapi
primero publicado
• Harolcl Thr Battk for n. Grand R.ap1 , 1 ,6.
tt Bibl.ein the Bala . ran R.ap1 . l 79.
ry,Jobn • .. ed. God' In . Sedan. Fello hip.
lis. 19-4_
I mpru.re . En. iDT pp.
___.. Infallibiliry and lnerrancy Bible . n 'DT 337• 9.
r. Fran · . �o Rnal Coll ltet: � Bible \ 1tl1t1ut Error in U 11uu It t.ffinns.
·ars1ty Pres • Do ;11ers Grov • 111 • 197
Warlield. B.B. Limited Inspiratíon. en,m and Rcformcd. Filadelfia, 1962.
bnd e, Jobn. Biblical utltori nt,qllt oftl1t R ,gml f K1m Prc,posaL
ndervan, Grand Rapid • 19 2
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Obras de de una p r p i de n inerrancia


(Vea también la bibliografia para I apítuJo 4).

Barr,J mes. Fundamentalism. SCM, Londr s, 1977.


13 e 1 , Dewey M. Scripture, Tmrlition, anti Jnfallihility. erdman , Grand Rapids,
1973.
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Eerdmans, Grand Rapids, 19 3.
R , J ck. ed Biblical A uthoril)• ord.
Ro .Jack B .. and Donald K. , 1cK.irn. TI ul!tont a11d lntnprecntion oftlte
Bibl.e: An Hi.st ricalApproaclt. Harpt:r and R \\. nci o, 19 9.

PAS. JE BÍBLI O PAR.A

alm 12: : 1m palabras kl Smar 11 pu pi.ala refinada, mu v«es puri-


a.la rn d i.'TIS(ll
J : LA INER.RA.i\'ClA DE E RJTURA

HTh

rcsián del almo l :,-11 rp la perf◄ coón de la palabra


en varias maneras diferenres : muestra ,·ano cto d aphcación a
idas.

La ley de Dios perfea:a


Com,ene al pecador.
u testimonio es tan fiel
Que al simple ilwninó.

Lo mandamientos del Señor


Dan � al corazón:
Tm puro su precepto
ue aclara la visión.

Es limpio el temor de Dios,


Que permanecerá;
Lo b10 juicios deJ Señor.
on justos. son verdad.

Deseables más que el oro on,


u juicio , mucho más,
Aun más dulces que la miel
Que fluye del panal

AL TERJO É , l SO, TRAO N MARTI EZ.


( TOMADO DB I IIMNARIO BAUTI "TA, #147)
Capítulo 6

Las cuatro características de


las Escrituras: (2) Claridad
¿Pueden sólo los eruditos entender correctamente la Biblia?

EXPLICACIÓ Y B SE BÍBUCA
Cualquiera que ha empezado a leer la Biblia en serio se dará cuenta de que algu­
nas parres se pueden encender muy fácilmente en tanto que otras panes parecen
un acertijo. A decir verdad, muy temprano eo la historia de la iglesia Pedro les re­
cordó a sus lectores que algun a parres de las Epístolas de Pablo eran dí.ficiles de
entender: «Tengan presente que la paciencia de nuestro Señor significa salvación,
tal como les escribió también nuestro querido hermano Pablo con la sabiduría
que Dios le dio. En todas sus carca se refiere a estos mismos cernas. Hay en ellas al­
gunos puntos di.ficile.s de entender que los ignorantes e inconstantes tergiversan,
como lo hacen también con las demás Escrituras, para su propia perdición» (2 P
3:15-16). Debemos reconocer. por consiguiente, que no roda la Biblia es fácil de
entender.
Pero sería un error pensar que la mayoría de la Biblia o que.la Biblia en general
es dificil de entender. De hecho, el Anti gu o Testamento y el Nuevo Testamento
frecuentemente afirman que la Biblia está escrita de ral manera que sus enseñanzas
puede entenderlas cualquier creyente regular. lncluso en la afirmación de Pedro
que acabamos de citar. el contexto es una apelación a la enseñanzas de la carca de
Pablo que los lectores de Pedro habían leído y entendido (2 P 3:15). Es más, Pedro
asigna algo de la culpa moral a los que tergiversan estos pasajes «para su propia
perdición». Tampoco dice que haya cosas imposibles de encender, sino sólo que
son dificiles de encender.

A. La Biblia frecuentemente afirma su propia claridad


La claridad de la Biblia y la responsabilidad de los creyentes en general para
leerla y entenderla se recalca a menudo. En un pasaje muy familiar Moisés le dice
al pueblo de Israel:

Grábate en el corazón estas palabras que hoy re mando. JncMcaselas co11tin11amente a


tus hijos. Háblales de ellru cuando estés en ru casa y cuando vayas por el camino,
cuando ce acuestes y cuando te levantes (Dt 6:6-7).

Se esperaba que todo el pueblo de Israel fuera capaz de encender las palabras de la
Biblia lo suficiente para poder «inculcárselas continuamente» a us hijos. Esta

108
6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRJTURAS 109

enseñanza no consistía solo en la memorización sin entendimiento, porque el pue­


blo de Israel debía hablar de las palabras de la Biblia durante sus actividades de sen­
tarse en la casa caminar, irse a la cama o levantarse por la mañana. Dios espera que
todo su pueblo sepa y pueda hablar de su Palabra. con la aplicación apropiada a la si­
tuación ordinarias de la vida. De modo similar, el Salmo 1 nos dice que el (<hombre
dichoso», a quien todo los justos de Israel debían emular. e el que medita en la ley
de Dios «día y noche» (Sal 1:2). Esta meditación diaria da por sentado una capaci­
dad para entender apropiadamente la Biblia los que la meditan.
El carácter de la Biblia se dice que es tal que incluso el «sencilla>} puede enten­
derla apropiadamente y ser sabio por ella. t<El mandara del Señor es digno de con­
fianza: da sabiduría al sencillo» (Sal 19:7). Después leemos: «La exposición de tus
palabras nos da luz, yda entendimienco al encillo)) (Sal 119: 130). Aquí el (<Sencillo))
(heb. peti) no es meramente el gue carece de capacidad intelectual, sino el que care­
ce de sano juicio, que es proclive a cometer errare , y que fácilmente puede dejarse
desviar.' La Palabra de Dios es tan comprensible, tan clara, que incluso le da sabi­
duría a este tipo de personas. Esta debería ser un gran estímulo para todos los cre­
yentes; ninguno debe pensar de sí mismo que es demasiado necio para leer la
Biblia y entenderla lo suficiente para que ella le dé sabiduría.
Hay un énfasis sirrúlar en el Nuevo Testamento. Jesús mismo, en sus enseñan­
zas sus conversaciones y sus debate nunca responde a pregunta alguna dando in­
dicio de echarle la culpa a las Escrituras del An · gua Testamento por no ser claras.
Incluso al hablarles a personas del primer siglo que distaban como mil años de
David, de Moisés corno mil quinientos año , o de Abraham como dos mil años,
Jesús da por sentado que tales personas pueden leer y entender correctamente las
Esaituras del Antiguo Testamento.
En días cuando es común que algun os nos digan que es dificil interpretar co­
rrectamente la Biblia, haremos bien en recordar que ni una sola vez en los Evange­
lios oímos a Jesús diciendo: «Veo de dónde viene su problema; las Escrituras no
son claras en cuanto a ese tema)>. Más bien, sea que esruviera hablando con erudi­
tos o con personas comunes sin mayor educación, sus respuestas siempre dan por
sentado que la culpa de entender mal algun a enseñanza de las Escrituras no se
debe echar a las Escrituras mismas, sino a los gue entendieron mal o no aceptaron
lo que está escrito. Vez tras vez responde a pregunras con a.6.rmaciones como «No
han leído ...» (MtlZ:3, 5; 19:14; 22:31)," o han leído en las Escrituras ... » (Mt21:41)
o incluso: «Ustedes andan equivocados porque desconocen las Escrituras y el po­
der de Dios)) (Me 22:29; cf. M 9:13; 12:7; 15:3; 21:13;Jn 3:10; et. al.).
De modo similar, la mayoría de las Epístolas del Nuevo Tesramento fueron es­
critas no a dirigente de la iglesia sino a congregaciones enteras. Pablo escribe: «A
la iglesia de Dios que está en Corinto,, (1 Co 1:2), (<A las iglesias de Galacia>,
(Gá 1:2), «A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos,junto con los obis­
pos y diáconos» (Flp I: 1), y asi por el estilo. Pablo da. por sentado que sus oyentes en­
tenderán lo que les escribe, y los anima a que hagan circular sus canas en otras
iglesias: «Una vez que se les haya leído a ustedes esta carra, que se lea también en la
iglesia de Laodicea, y ustedes lean la carta dirigida a esa iglesia» (Col 4:16; cf.
1Cornpare el uso de la mismll palabra en Pr 1:4; 7:7; 9:6: 14:15. 18: 22:3; 27:12.
110 6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS

Jn 20:30-31; 2 Co 1:13; Ef 3:4; 1 Ti 4:13; tg 1:1, 22-25; 1 P 1:1; 2:2; 2 P 1:19;


l Jn 5:13).'
Se podría pre emar 2 Pedro l :20 en conaa del concepro de la claridad de la Bi­
blia que se explica en este capírulo. El versículo dice que «ninguna profecía de la
Escritura surge de la interpretación particular de nadie», y alguien pudiera aducir
que esto significa que los creyentes comunes no pueden interpretar correctamente
las Escritura por sí mismos. Es improbable sin embargo, que esta implicación se
pueda derivar de 2 Pedro 1:20, porque el versículo probablemente está hablando
del origen y no de la interpretación de la Biblia. De esta manera la VI lo traduce:
«ninguna profecía de la Escritura surge de la interpretación particular de nadie»." Es
más, incluso si se entendiera el versículo como hablando de la interpretación de la
Biblia, estaría diciendo que la imerpretadón de la Biblia se debe hacer dentro de la
comunión de creyentes y no meramente como actividad personal. Ni aun así im­
plicarla que se necesitan intérpretes autoritativos para asegurar el verdadero signi­
ficado de la Biblia, sino implemente que la lectura y entendimiento de la Biblia no
se debe realizar por entero en forma aislada de otros creyentes.
Para que no pensemos que comprender la Biblia de algu na manera era más fá­
cil para los creyentes del primer siglo que para nosotros, es importante darnos
cuenca de que en muchos casos las Epístolas del uevo Testamento fueron escri­
tas a iglesias que tenían una proporción nutrida de creyentes gentiles. Eran creyen­
tes relativamente nuevos que no tenían ningún trasfondo previo en ninguna clase
de sociedad cristiana, y que tenían escaso o ningún encendimiento de la historia y
culrura de Israel. o obstante., los autores del Nuevo Testamento no vacilan en es­
perar que estos creyentes gentiles puedan leer una traducción del Antiguo Testa­
mento en su propio idioma y entenderlo apropiadamente (cf Ro 4:1-25; 15:4;
1 Co 10:1-11; 2 Ti 3:16-17; et al.).

B. Las cualidades morales y espirituales necesarias


para una comprensión correcta
Los escritores del Nuevo Te tamento con frecuencia afirman que la capaci­
dad de entender la Biblia correctamente es más capacidad moral y espirirual que
intelectual: «El que no tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu de
Dios, pues para él es locura. o puede encenderlo porque hay que discernirlo es­
piritualmente)) (1 Co 2:14; cf. 1 :18-3:4; 2 Co 3:14-16; 4:3-4, 6; Heb 5:14; Stg 1:5-6;
2 P 3:5; cf. Mr 4: 1l-12;Jn 7:17; 8:43). Así que aunque los autores del uevo Tes­
rameoro afirman que la Biblia en sí misma está escrita con claridad, también afir­
man que no la podrá□ encender correctamente los que no están dispuestos a reci­
bir sus enseñanzas. La Biblia la pueden encender codos los que no son creyentes
2Pablo les dice a los corináos:" o estamos escribiéndoles nada que no puedan leer ni entender,,, y luego añade
•Espero que comprenderán de\ todo, asi como ya nos han comprendido en parte•. La adición a su primera afirma­
ción no niega u afirmación de daridad de lo que les h� escriro. sino que anima a los corintios a ser dlllgenres para
escuchar con todo cuidado las palabras de Pablo. a fin de que su comprensión parcial pueda ser ahondada y enri­
quecida. De hecho, la misma expresión de tal esperanza muestra que Pablo da por sentado que se puede entender
sus escritos (dpizo, •espero,, �n el ucvo Tescamenro expresa una expectación mucho más con.fiada de un even­
to fururo que la palabra en inglés esperanza),
3Esca inrerprcración la defiende bien Michael Green, TI1� Second E¡,i.stle of Peter a11d tlie Epi.stle ofj11d� TNTC
(Eerdmans. Grand Rapids, l9 7), pp. 100-102.
6 : U. CLAR.lDAD DE I f RIT R \ 111

que la I an con incendad en busca de al .ic1cm. y t do 1 · cr y nt uc la lean


bu ando la a da de Dios paca emenderJ . E to cb .1 que en mbo caso el
1ntu anro obra para superar lo· electo del pec.ado, que de era manera harían
que la venia pareciera tonrena ( Co l:1 : 1:1 • S; t 1:5-6, 2-·Z- •

C. Definición d la claridad d la Bibli

fin d resumir e marenal bíblico pod tá escric.a


tal mm ra qu todas las cosas nec r.i l ción : para nuestra
�·da · crecimiento oisrianos están expr la Biblia. Aun-

a veces han defun a má estrecha
·emplo. sólo qn del camino e
ucho pasajes a ho
bíblica y no tal ones en
respecro a lo cuales se bla claramente Pa-
• fiel a esros pasajes bib la Biblia como gue:
La claridad� la Biblia quic� decir l mantTa qut sus mst-
ñanzas put.-im tn1t'?Ulc..las wd.Js los qiu lü !ten &wcan,l la l, :'llda dt Dios y tstando dis-
putst.os a tguirlas. Una vez que hem Ja do o, sin emb argo, debemo
umbién recono er qoe mucho . in.e] pueblo D10 • m e eao entienden
m I la Biblia

O. ·Por qué algu no enti nd n mal la Bibli .

Dura.ne la vida de Jesús. sus propio dis ipulo. a vec no ntendían el Antiguo
T Lam neo y las propias enseñanza de Jesús <v a 1r 15:Jt>: Ir 4:10-13; 6:52;
: 14·21: :32: Le 1 :34;Jn :27; 10.6). Aunqu a v e e ·Lo · d b1ó aJ hecho de que
ellos implemente necesitaban esperar aconcec1m1em ult n r en la hi toria de
la red nci6n, y e peóalmenre en la vida de nsto m1 mo ( aJn 12:16; 13:7; d.Jn
2:22), lambi · n hubo ocasiones cuando to e d bió a fi Ita d fc y dureza decora­
zón (Le 24:25). Todavía más, hubo o asíones n la igl ·io primitiva uando los ere­
y ·ntc no entendieron ni estuvieron de acu ·rd re. p et a lguna nsefianza del
Antiguo Te tamenro, o eo cuanto a carra · ·nta · por lo - op toles; nótese el pro­
ce o de ere imienro en la comprensión r pccm :i la in lu. ión d los gentilc en la
1gle ia(qu culminóen«muchodebate•(H h 15" 17}cn •lconcihodejeru alén,se­
gún Hecho 15), o el malentendido de Pedro sobre e ·ce a unro en Gálatas 2:11-15,
1 fr cuente untos doctrinal y étic . que tuvi ron uc er corregido por
1 _ Epi rol del uevo Testamenro. D hecho, n toda la h.tsc ria d la iglesia los
de cuerdo doctrinales han ·do mucho . } cl pro r o n resol er diferencias
d trin le menudo ha sido lento.
fin de ;udar a las personas a e rirar come er rr r al incerp tar la Biblia.
mucho pro e ores bililicos han desarrollado principio - de interpretación . o pau­
para esumular el creomiento en el ane de la uu rprec ci • n apropiada. La pala­
bra htTTIWtiurica de la palabra gnega;mnrnt'Úo, me rpr t.u,,) e el cénnmo más
112 6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS

témico para este campo de studio: la hermenéutica es el esttu:lio de los métodos correc­
tos de interpretación (especialmente interpretación de la Biblia).
Otro ténnino técnico que a menudo se usa al considerar la interpretación bíbli­
ca es <ce:xégesis», término que se refiere más a la práctica misma de interpretar la Bi­
blia, no a las teorías y principios respecto a cómo se debe hacer: exégesis es el proceso
de interpretar 1m pasaje de la Biblia. Con ecuentemente, cuando uno estudia princi­
pios de interpretación, eso es lierrne11éu.tica, pero cuando uno aplica esos principios
y empieza en realidad a explicar un pasaje bíblico, uno está haciendo ((exégesis.
La existencia de muchos desacuerdos en cuanto al significado de la Biblia en
toda la historia nos recuerda que la doctrina de la claridad de la Biblia no implica ni
sugiere gue todos los creyentes concordarán respecto a todas las enseñanzas de la
Biblia. o obstante, si nos dice algo muy imponante: que el problema siempre
está en nosotros, y no en la Biblia. La situación es, en verdad, similar a la de la auto­
ridad de la Biblia. En tanto que afirmamos que las palabras de la Biblia tienen toda
la autoridad de Dios mismo, también nos damos cuenta de que algunos no recono­
cen esa autoridad o no se someten a ella. Asimismo, afirmamos que todas las ense­
ñanzas de la Biblia son claras y se puede□ entender pero también reconocemos
que las personas a menudo (debido a sus propias limitaciones) entienden mal lo
gue está escrito daramente en la Biblia.

E. Estímulo práctico de esta doctrina

La doctrina de la claridad de la Biblia, por consiguiente, tiene una aplicación


muy importante, y a la larga muy estimulante. os dice que en donde hay aspec­
tos de desacuerdo doctrinal o ético (por ejemplo, sobre el bautismo, la predestina­
ción o el gobierno de la iglesia), hay sólo dos causas posibles: (1) Por un lado, puede
deberse a que estamos buscando hacer afirmaciones en donde la Biblia misma guarda si­
lencio. En tales casos debemos estar más dispuestos a reconocer que Dios no nos ha
dado la respuesta a nuestra búsqueda, y dar lugar a los diferentes puntos de vista
dentro de la iglesia. (Este es a menudo el caso con cuestiones muy prácticas, como
los métodos de evangelización o estilos de enseñanza bíblica o el apropiado tama­
ño de una iglesia.) (2) Por otro lado, es posible que hayamos cometido errores en
nuestra interpretación de la Biblia. Esro puede haberse debido a que la información
que usamos para decid.ir un asunto de interpretación fue inexacta o incompleta; o a
que hay alguna deficiencia personal de nuestra parte, como por ejemplo orgullo
personal, codicia, falta de fe, egoísmo e incluso el no dedicar suficiente tiempo a
leer y estudiar la Biblia en oración.
Pero en ningún caso tenemos libertad para decir que la enseñanza de la Biblia
sobre algún tema es confusa o que no se puede entender correctamente. En nin­
gún caso debemos pensar que los desacuerdos persistentes sobre algún tema en
toda la historia de la iglesia quieren decir que no podemos llegar a una conclusión
correcta sobre ese tema por nosotros mismos. Más bien si en nuestra vida surge
una genuina inquietud respecto a algún tema, debernos sinceramente pedir la ayu­
da de Dios y entonces acudir a la Biblia e investigarla con toda nuestra capacidad,
creyendo que Dios no capacitará para entenderla correctamente.
6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS 113

Esta verdad debe dar gran estimulo a rodas los creyentes a leer su Biblia diaria­
mente y con gran anhelo. Nunca debemos dar por sentado, por ejemplo, que sólo
los que saben griego o hebreo, o sólo los pastores o eruditos bíblicos, pueden en­
cender correctamente la Biblia; recuerde que el Antiguo Testamento fue escrito en
hebreo y que muchos de los creyentes para quienes se esa-ibieron las carcas del
uevo Testamento no tenían conocimiento del hebreo para nada; tuvieron que
leer el Antiguo Testamento en una traducción al griego. Sin embargo los escrito­
res del Nuevo Testamento dieron por sen cado que estas personas podían leerlo y
entenderlo correctamente aun sin tener conocimiento académico del idioma ori­
ginal. Los cristianos nunca deben dejar en las manos de los <<expertos» académicos
la tarea de interpretar la Biblia; deben seguir haciéndolo codos los días por sí mis-
mas.
'
Es más, aunque reconocemos que ha habido muchos desacuerdos doctrinales en
la historia de la iglesia, no debemos olvidar que en coda la historia de la iglesia ha ha­
bido u.na sorprendente cantidad de acuerdo doctrinal respecto a la mayoría de tas
verdades centrales de la Biblia. En verdad, los que han tenido oporrunidades para te­
ner comunión con creyentes en otras partes del mundo han descubierto el asombro­
so hecho de que dondequiera que hallemo un grupo de creyentes con vitalidad, casi
de inmediato se hace aparente una amplia cantidad de acuerdo sobre codas las doc­
trinas centrales de la fe cristiana. �Por qué es esto cierto, sin que importe cual sea la
sociedad, cultura o afiliación denominacioual? Es que codos han estado leyendo y
creyendo la .misma Biblia, y sus enseñanzas primarias han sido claras.

F. El papel de los eruditos


¿Tienen algún papel para los eruditos bíblico o los que tienen conocimiento
especializado del hebreo (para el Antiguo Tescamenro) y del griego (para el Nuevo
Testamento)? Ciertamente, hay un papel para ellos por lo menos en cuatro cosas:
l. Pueden enseitar la Biblia con claridad y comunicar su contenido a otros, cum­
pliendo así el oficio de <(maestro>> mencionado en el Nuevo Tesramento (I Co
12:28· Ef 4: 11).
2. Pueden explorar nuevas esferas de comprensión de las enseñanzas de la Bi­
blia. Esta exploración muy rara vez ( i acaso) incluye negación de las principales
enseñanzas que la iglesia ha sostenido a rravé de los siglos, pero a menudo incluirá
la aplicación de la Bib'lia a nuevo a pecto de la vida, el responder a preguntas di.fi­
ciles que han levantado tanto creyentes como no creyentes en cada nuevo período
de la historia, y la continua actividad de refinar y hacer más precisa la comprensión
de la iglesia en cuanto a puntos detallados de interpretación de versículos indivi­
duaJes o asuntos de doctrina o ética. Aunque la Biblia puede no parecer muy gran­
de en comparación a la vasca cantidad de Jicerarura en el mundo, es un tesoro rico
de sabiduría de Dios que supera en valor a codos los demás libros que jamás se han
5 o es mi intención sugenr que la acnvidad de imerpretar la Biblia se debe hacer en forma individualista: Dios
a menudo usa los escrlros de o¡ros o el consejo personal de orros para capacitarnos para emcnder corrccramcmc
su palabra. El principal pumo C$ que cualquiera que sea el medio, y primordialmente mediante la lectura de la Bi­
blia por sí mismos, los creyentes deben esperar que Dio los capacitará para entender apropiadamente las ense­
ñanz.as de la Biblia.
114 6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS

escrito. El proceso de relacionar sus varias enseñanzas entre sí, sintetizarlas, y apli­
carlas a cada nueva generación, es una tarea grandemente satisfactoria que jamás
quedará completa en esta edad. Todo erndim que ama profundamente la palabra
de Dios pronto se dará cuenta de que hay en la Biblia mucho más de lo que se pue­
de aprender en coda una vida.
3. Pueden defender las enseñanzas de la Biblia contra ataques de parte de otros
eruditos o de los que tienen educación técnica especializada. El papel de enseñar la
Palabra de Dios a veces también incluye corregir falsas enseñanzas. Uno debe poder
no sólo «exhortar a otro con la sana doctrina)) sino también «refutar a los que se
opongan>i (Tit l :9· cf 2 Ti 2:25: «humildemente, debe corregir a los adversarios»; y
Tit 2:7-8). A veces los que atacan las enseñanzas bíblicas tienen educación especiali­
zada y conocimiento técnico en cuestiones históricas, lingüísticas o filosóficas, y
usan esa educación para lanzar ar.i.ques bastante sofisticados contra las enseñanzas
de la Biblia. En raJe casos, creyentes con destrezas especializadas similares pueden
usar su educación para entender y responder a tales ataques. Tal capacitación tam­
bién es muy útil para responder a las falsas enseñanzas de sectas y religiones falsas.
Esto no es decir que los creyente sin capacitación especializada no pueden respon­
der a Ja enseñanza falsa (porque la mayoría de la falsa en eñanza la puede refutar cla­
ramente el creyente que ora y tiene un buen conocimiento dela Biblia en su idioma),
sino más bien que los puntos técnicos en la argumentación los pueden contestar so­
lamente los que tienen destreza en los aspectos técnicos que se traen a colación.
4. Pueden suplementar el estudio de la Biblia para beneficio de la iglesia. Los eru­
ditos bíblicos a menudo tienen educación que los capacita para relacionar las ense­
ñanzas de la Biblia con la rica hi toria de la iglesia, y hacer la interpretación de la
Biblia más precisa y su significado más ví vicio con mayor conocimiento de los icilo­
mas y culturas en que fue
Esta cuatro funcione benefician a la iglesia como un todo, y todos los creyen­
tes deben estar agradecidos a los que las realizan. Sin embargo, estas funciones no
incluyen el derecho de decidir por la iglesia como un todo cuál es la doctrina verda­
dera o falsa, o cuál es la conducta apropiada en una situación dificil. Si tal derecho
fuera privilegio de los eruditos bíblicos con educación formal, estos se convertirían
en una élite gobernante de la iglesia, y 1a función ordinaria del gobierno de la igle­
sia según se describe en el u evo Testamento cesaría. El proceso de toma de deci­
siones para la iglesia se debe dejar a los oficiales de la iglesia, sean eruditos o no (y,
en la forma congregaciona.1 de gobierno eclesiástico, no ólo a los oficiales sino
también a los miembro de la iglesia como un todo)."

PREGUNTA PARA APLICACIÓN PERSONAL


l. Si la doctrina de la claridad de la Biblia es cierta, ¿por qué parece haber tanto
desacuerdo entre creyentes en cu aneo a enseñanzas de la Biblia? Observan­
do la diversidad de interpretaciones de la Biblia, algunos concluyen: «La
gente puede hacer que la Biblia diga lo que quieren que diga>1. ¿Cómo piensa
usted que Jesús hubiera respondido a esta afirmación?

6Vea la c..�plicación de las varias fonnas de gobierno eclesiástico en el capiculo 47, pp. 939-37.
6 : U CL4..RJDAD D CR/T RA U5

2 ·Qué le . cedeóa a la igle a · la ma ere) eme d Jarán d leer la


Biblia por · mismo y sólo escu · - o leyeran li-
b en cuanto a la Biblia ed dir expertos
pueden cnrend r la Biblia ia crura personal
sucedí o n 1 vida e
c
d que hay inrerprecacion e de la JT12yoría
e la Biblia? 1 ed pensara que la Bibb cneralmcme con.fu..
biaria su respu coón en cuanro a La
·
Biblia el cni r un pasaJe bíblico7
la manera que al tratar e obtener
bíblica a algún pr
1 profesores min to a cien:as
- nz.as bíbhcas. �pueden speranu e
.
a aJguna decisión corre res-
¿Piensa usted que pe empo
runeron dificultad a
que discrepaban con ecidir.

Cómo pu d un pasrorpredicar n la Bibha cada domm--
sm la impresión de que ólo u n errunano
(como él mismo, pueden interpretar Bibha Pien usted
óa bueno que alguna \'CZ, en doccnnal o ética, un
bíblico hablara en una 1 1 1 ale argumentos
1gruficado especiales de p lab r que lo mismos
miembro de la iglesia no pueden e Ju ion propia ?
¿Ha alguna manera apropiada e qu tal conocimiento téc-
nl o en u escritos o conferencia p p
Al gu nos dirigentes de la iglesia en tiempo tic Martln Lucero dec.ian que que-
'
rlan mantener la Biblia en latín para mún la leyera y
l. inL rpr tara mal. Evalúe e re ar u u ted que Mar-
tln Lutero tenía tanto anhelo de tra ? ¿Por qué, a u
manera de ver, lo dirigente de la ig abi n per egui-
d incluso matado a hombre : co en Inglaterra.
qu raban craduciendo la Biblia al 1 ,P r qué la tarea de
tmducir la Biblia a ocro idiomas e t n 1m mo pane d la obra
mt I nera.
, ignific J domina de la claridad d la Bibh o T ramenco lo
pueden entender plenamente p ce o al Antiguo
T camenro.

TÉR: o p

claridad e la Biblia
116 6 : LA CLARIDAD DE LAS ESCRITURAS

BIBLIOGRAFÍA
(Para una explicación de esta bibliografia vea la nota sobre la bibliografía en el capírulo
1, p. 40. Datos bibliográficos completos se pueden encontrar en las páginas 1298-1307 .)

Secciones en Teologías Sistemáticas Evangélicas


1. Anglicana (episcopal)
1882-92 Litton (ningún tratamiento explícito)
2. Arminiana (wesleyana o mecodista)
1875-76 Pope, 1:223-30
1983 Carter, 2:747-67
3. Bautista
1767 Gill, 30-32
1976-83 Henry, 4:272-367
1983-85 Erickson, 253-56
4. Dispensacional
1947 Chafer, 1:105-19
1986 Ryrie, l I 0-18
5. Luterana
1917-24 Pieper, 1:319-30, 359-70
1934 Mueller, 138-41
6. Refomada (o presbiteriana)
1861 Heppe,33-41
1871-73 Hodge, 1:183-90
1938 Berkhof, lntro. 167

Secciones en Teologías Si temáticas Católicas Romanas Representativas


(ningún tratamiento espeáfico)

Otras obras
En esta sección he incluido varias obras sobre el de arrollo de mayores destre­
zas en la interpretación bíblica, incluyendo tres obras útiles por autores no evangé­
licos (una de Barr y dos de Hirsch).

Barr James. Tite Semantics of BiblicaI Language. SCM, Oxford University Press,
Londres, 1961.
Berkhof, Louis. Princip1es ofBiblical faterpretation. Baker, Grand Rapids, 1950.
Carson, D. A. Exegetical Fallacies. Baker, Grand Rapids, 1984.
Dockery, David S. Biblical Jnterpretation Then and Now: Contemporary Hermeneutics
in the Light of the Early Church. Baker, Grand Rapids, 1992.
Pee, Gordon D., y Douglas Smart. How to Read the Biblefor All lts Worth.
Zondervan, Grand Rapids, 1982.
6 : L\ CLARIDAD DE 1.-lS ESCRITUR\S 117

Hirsch, E.O.,Jr. The Aims oflnterpreuui.:,11. Chu:ago, Uni\'crsicy of"Chicago Prcss.


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PASAJE BÍBLICO PARA \lE�tORlZ \R


Deutero.nooúo 6:6-7: Grabate en d comzon est,1s palabrc1s ,711e l1oy u mando. Incaílcase-
1.as conti11tU1niente a t11s hijos. Háblales de ellas 01<111tfo 1:str:s t'lt Lit cas11 y t,1a11do vaya.s por
el camino, ota11do u aci� y cuando te lev111uo.
11 6 : LA CLARIDAD DE LA E CRJT RA

lllMNO
'lLo cielo anuncian tu obras•

E te himno, basado en el almo 19 no recuerda, pecialmente en la egunda y


tercera estrofas, muchas de las cualidade excelente de la E crituras, y entre ellas
el hecho en que fueron escrita con claridad: "El testimonio de Jehová es fiel, que
hace sabio al sencillo.ª

Lo cielos anuncian rus obras. ñor,


La gloria y potencia de su Creador;
El día la noche le antan su oz,
Y en toda la tierra alaban a Dio .
Oh Dios, tu palabra es fiel veraz;
A lo que la guardan da gozo paz.
Tus leyes perfectas • límpidas on;
Tu abiduria dan al corazón.

Tus juicios excelso on mucho mejor


Que oro o joyas de grande valor;
Aun miel que destiJa del rico panal
o tiene dulzura que ea igual.

Que cada palabra que expresa mi voz,


Las medicaciones de nu corazón,
A ti sean gratas, ce imploró, eñor,
Mi Roca eterna y mi Redentor

BASADO E EL ALMO 19. ADA PT. E TEB YWIJLKA B.


(TOMADO DE CELE!BRE!MOS U GLOR1A. # 271).
Capítul

Las cuatro caracterí rica de la


Escrituras: (3) ece idad
·Para qué es n.e aria la Biblia?; 11ánto pu den
las per. onas aber d Dio in la Biblia?

- existe"'.' ¡La
Lanecesi ·Lanece­
la \'O reguntas
1 que una in· e t Biblia intenta
nrestar.

EXPLlCAOÓ . B. BÍB
La ncce dad e la Biblia e pued dehmr e mo 1 : Ttu r u:c t,fad de la Biblia
qu�re de r que nea:snamos la Biblia para co11 -,-r
c:l t"\·a11 dio, para manlnlrr In vula es­
pmttull y para onocer la voluntad de Di s. p rl, no la nrtsitamos para saber que Dios
existe ni para saber algo en etUltHo al mractt'T' ,te D1tis )' su. leve.� morales.
Es d finición ahora se puede xpli ar en u.- varia. parte

. La Biblia es nece aria para noc r el · ang li


n Romano 1 O: 13-17 Pablo dice:

P rc¡ue «todo el que invoque el n mbr d 1 'i ·ñor ,cr' ,alvo", h ra b1 n, ¿cómo
mvoc nin a aqu len quien no han e1do. , CLi111t1 ,·r(rni11 n1 ,1q11tl d, q11m1 no han
ofdof ¿Y cómo oirán si no hay quien le pr dique.... í 1u · lt1Jc m:nrcomo resulto.do
J, oír d mtnsa;,, y el mensaje que se oy e l.1 p;il.ibr Crhco

E. t afinnaoón sigue la sigme.nt linea JL razonamiento: 1) Primero, da por


qu uno deb invocar el nombre 1 ·al· (.En el uso pauli-
eralmen _. en este conre...xro l ño e refiere al

p,u> arrasco­
=
ponpc
Pero índmo
de b 'Bibnu las

Jlfl
llO ; : LA 'SECESJDAD DE LlS ESCRITURAS

�ñor Jesucnsto). (2) üna persona sólo puede invoc.ir el nombre de Cristo si cree
en él (es deor. que él es un Salvador dign o de invocar y que responderá a los que le
invocan). (3 "'adíe puede creer en Cnsto a meno� que haya oído de é1. f4) adíe
puede oír de Cnsro a menos que alguien le hable de Cristo (un •predicador-,. (5)
La conclusión es que la fe que salva ,iene por el oír(es decir, por oír el mensaje del
e\"angelio). y este oír el mensaje del e,·angd10 viene mediante la predicación de
Cruto. La implicación parece ,er que �in oír la predicación del evangelio de Cristo
nadie puede ser salvo.z
Este pasaje es uno de los \.!IlOS que mue5tr.ln que la sakaaón eterna V1ene sólo
medi.mte la creencia en Cñsto ) no ha)' orro amino. Habl.ndo de Cnsto, juan
3: l dice: «El que cree en él no e.s condenado. pero d q� "" crtt ya ata coruienado
por no habercreido en el nombre del HJjO umgcmto de Dio • Oc manera sunilar,
en juan 14:ójesús dice: •Yo soy el cammo, la ,·erdad � la ,,da "'l:adie llega al Padre
smopor mi•.
Pedro, cuando lo llevaron ante el sanedrín, dJJO, •En n1ng¡.1 1 orro hay salvación.
porque no hay bajo d cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual po­
damos ser sal,·os:- (Hch .:!:12 . Por supuesto, la exclusi,,dad de la salvación por
Cristo -.e debe a que Jesús es el ümco que mun6 por nuescros pecados y el único
que pudo haberlo hecho. Pablo dice: «Porque ruty "" solo Dio.s y un solo media.doren­
rre Dios y los hombres. Jesucnsto hombre, quu:n dw su ,-rda como rescate por codon
(l TI 2:5-6 'io hay otra manera de reconciliarnos con Dios que por medio de
Cnsro, porque no bar otra manera de lidiar con la culpa de nueSO'Os pecados ame
un 010s santo.'
Pero st las personas solo pueden salvar.;e por fe en Cris-to, alguien pudiera pre­
guntar c6mo los creyentes baJO el antiguo pacto podian salvarse. La respuesta
debe ser que los que se salvaron baJO el anaguo pacto también se salvaron me­
di:ince lo fe en Cristo, aunque su fe fue una re que miraba hacia adelante basada
en la Palabra de Dios que prometía el adveni1mento de un Mesías o un Redentor.
Hablando de creyentes delAnrig.10 Testamento como Abe). Enoc. Noé. Abraham
y Sara, el autor de Hebreos dice: "To,los ellos viv1crm1 pOI' la fe, y murieron sin haber
recibido las cosas prometidas: más bien. ltis rt•conoc1cro11 a lo l.e1 os ... ,1 (Heb 11:13). El
mismo capítulo pasa a decir que Moisés «consideró que el oprobio por causa del Me­
s{as (o Cristo) era una mayor riqueza que los tesoros e.le Egipto, porque tenia la mi­
rada puesta en la recompensa• (Heb 11 :26). \' Jesús puede decir de Abraham:
•Abraham, el padre de ustedes. se regoc1JÓ .il pensar que vería mi d!a; y lo vio y se
akgró• (.ln 8·56). Esto. de nuevo. evidentemente se refiere a la alegria de Abraham
al mirar haoa adelante al dia del !\lesias prometido. De este modo, incluso los cre­
yentes del Antiguo Testamento til\ieron fe salvadora en Cnsto a quien miraban
ZAJcu1mp,>dri.l �rquedvrn-iculoqucs.-::uc Ro 10:I .alC11ar s.al 1,. 4 •r,.'lr toda L1 tlnn rouou su ,eco.
1ut pal� llq:>n lu..<n los contrntS .iel mun,do. rmpl,t"� que t� f'C''>Dm m tod.u partn ya ID oódo cJ rocnsaJC
Jd run¡,-clio el mcn1J,e de Cnsto Pm:> m el contn10 dd mno 19 tl "=lnllo 4 Milo habb Je! bccho de qur b
� nawnl.� losoek».pmdt:nm u gloru de Dios rbgnndcu Jtsu am�andora. �o
haypcnsmucnro aqu! dtb procbmaoón :k sm-..aoa por medio de eruto Lar.in de que, toda pcnam m m.b
��oído el cvani;dio de Cm:,> mrJ.wuc u� mtunl � Cl)flttUU a Lu � �
dcP�
ISot,n: b a:emm de :en,mm q= a.m mndmr :a 1m que m:na !un o!do Je Cmro. •e-� b --xplnoón ro d
ca:p1m1o 19. w 402•.J. 1 apitmo ;� PP. 6-"2
7 : LA XECESIDW DE L\S ESCRJTUR.-15 111

por delante. no con el conoámiemo e:ucto de lo:- detalle hist6ncos de la nda de


Crisco. sino con gran fe en la absoluta confiab11id.td de la promesa de Otos.
La Biblia es necesaria para la salvación. cmon,c... c.n este senudo; uno debe o
bien leer el mensaJe del e.angelio en la Biblia por uno mi,mo. u oírlo de otra per­
sona. incluso los creyen:res que llegaron a la salvación en t. nuguo paao lo luoe­
ron confiando en las palabras <k Dios con que promeuó n Sa�\ador.
Es más, estas repetidas 1nStanci� de pe�ona, que cor.fiaron en las palabra.s de
b promesa de Dios. JUIItO con los \'ernculos mcnoonado. arriba que afirman la
necesidad de orr de Cristo y creer en él. parcc�n md1car que lo) pecadore5 necesi­
tan mis sobre qué apoyar su fe que simplemente una idea inruiti\-a de que Dios
uJ vez pudiera proYeer un medJo de sal1,•aci6n Parece que el úruco cimiento sufi.­
cicntc firme para apoyar uno la fe es la palabra misma de Dios (sea hablaba o es­
cnta). Esto, en los tiempos más anuguos \'ino en una forma muy breve. pero
desde el nusmo principio tenemos evidencia de 1-•alabras de Dios que prometian
la sah·ación que vmdria, palabras en las que confiaron lo� que Otos llamó a sí
mtSmo.
Por ejemplo. incluso en Ja ,;da de Adin y E \'a hay p.ilabras de Dios que señalan
hacia una salvación futura; en Génesis 3:15 13 maldición a la serpiente incluye una
promesa de que la simiente de la mujer(uno de �us descendientes aplastarla la ca­
beza de la serpiente pero él mismo c.1eria henJo en el proceso. promesa que un día
se cumplió en Cristo. El hecho de que lo� do� pnmero!> hijos de Ad.in y Eva, Caín y
Abel, ofrecieron saaifioos al Señor {Gn 4:3-4) indaca que lenian conoencia de la
necesidad de hacer aJgúo tipo de pago por sus pecados y e.le la promesa de Dios de
aceptar los sacrificios que ofrecieran de maner,1 aprop1,1da. Génesis 4:7: •Si hicieras
lo bueno, podrías andar con la frente en alto,, expresa de nuevo de manera breve
palabras de Dios en que ofreáa algún upo Je \al\'arn,n al que confiara en la prome­
sa de Dios. Conforme progresaba la historia del Anuguo Testamento, las palabras
de Dios que expresaban promesas se iban haciendo cada vez más específicas, y Ja fe
del pueblo de Dios que miraba hacia delante se fue haciendo cada vez más defini­
da. Sin embargo. siempre parece haber habldo un.a re apoyada cspecíñcamenre en
las palabras del mismo Dios.
Así que, aunque más adelante se ,1rgumcntJr.1 que apartl' de la Biblia las perso­
nas pueden saber que Dios existe y pueden saber ..1lgo de :.us leyes. parece que no
hay posibilidad de llegar a tener 1mafe 11m scJl\'/l .,partl' del conoc1m1ento espeófico
de las palabras de la promesa de Dios.

8. La Biblia es necesaria para mantener l.1 vida e')piritual

Jesús diJO en Mareo .<1:.! citando Dl 8:3): •No ,ólo Je pan \'1ve el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Daos•. AquiJc:,Ú:, tnd1ca que nuestra vida es­
prrir:ual se mantiene mediante la ahmemación diana con la Palabra de Dios. tal
como nuestra ,ida fisica se mannene por la numci6n dfana con ahmemo fisico.
Descuidar la leaura regular de la palabra de 010:. es pcJJudioaJ para la salud del
alma. así como descuidar el alimento iisico e� perjudicial p.ira la salud de nuestro
cuerpo.
l2Z ; : L4-. -:-ECE ID.lD D I _ E CRin R.

De modo runilar. loises le di e


b e D10 para la ,ida: Porqu n
ella. dcpattlL su riia; por ellb . , ·
al ocro lado cid Jordán Dt 31: w
· · ··
. Deseen con niños re-
por me ,2 . La leche
·
alabra en esre conr to de la cual
tado hablan· rea I P 1 :1 -- - • L:a Bibli.i, cncon n cesa.na para
rnanr r la m:b esp1muaJ . para el crecimiento n l ·uh m nana .

. La Biblia necesaria para el


· ·
ás ad Jame _e Jicara que t e aJgwt co-
nocimjcnto e la rnlunrad J Di · · en-
to a menu · distinm , nu hubiera
palabra mta. .D pti ria de Dios
como la e o inrer-
. co. · onamienro santifi.
nrido común. T o · n n a la oluotad de
aneras más o meno co por í olo no se
p grar ninguna ceneza en cuan o r Jo me.no en un
mundo e ido en donde el pecado distorsi del bien y el mal.
in crta razonamiento defecruo o en nu i neo, y no hace
uprimir de tiempo en tiempo elte aman a (cf Jer 1 :9; Ro
z 14-15; 1 Co :10; Heb5�1J 10:22. e mb1·n 15).
En la Bibua. in embargo. tenemo. ahrm.1c1 ra ti vas en cuanto a
1 voluntad de Dio . Dio no no· ha rcvelaJo L t: i no ha revela-
do lo uficiente para que epamo u volunt,1d: •Lo ·t: ece al Señor
nu stro Dio , pero Lo revelndo nos pertrnece 11 n11.10, ro· y ,1 1 para siempre,
p raque ob dezcamo todas la pal • ta 1 : mo fue en el
tiempo d Moi é , así lo mismo co . Jh r n ha r velado us pala-

bras para que podamos obedec v por i ha er u voluntad.
on «mtachabJes,. am ,¡ . qu da Ci rme a la ley del
1119: I ). El hombre ,,di 1 que n e lumad de los malos
mo que e deleita en 1 ño it a 1 ' de Dios •día y
1 :2 . Amar a Dios , por lo tanto act era que le agrade a
1) •guardar us mandamiento 1 a cnto cierto de la
olumad d D10s, entonces. deb m o ludio de la Biblia.
De hecho, en cieno entid ana para co-
n llll to cierto de cualq i ar como signe:
El hecho que no lo sepam
odo lo qu afumamo
noci o udiera añorar ·
dad en realidad falso. P
na ·mi nto. nuestra reconocer
qu e 5ible que al dieron
I T
7 : LA NECESDAD DE LAS ESCRI URAS 123

información falsa y nuestro conocirnienro •cierto•• es incorrecto. Respecto a los


acontecimientos que personalmente hemos experimentado, codos nos damos
cuenta cómo es posible que «recordemos• palabras o acontecimientos incorrecta­
mente y que más tarde nos veamos conigidos por información más precisa. Pode­
mos por lo general tener más certeza en cuanto a acontecimientos de nuestra
experiencia presente, en tanto y en cuanto siga siendo presente (pero incluso eso,
alguien pudiera aducir. pudiera ser un sueño. ¡y descubriremos eso sólo cuando
nos despertemos!). En cualquier caso. es dúkil responder a la pregunta del filóso­
fo: Si no cenemos todos los datos sobre el universo. pasados, presentes y futuros,
¿cómo podemos vamos a tener la ceruzade que tenemos la información c.or r ecra
acere.a de algún dato?
En última instancia hay sólo dos soluciones posibles a este problema: (1) debe­
mos adquirir codos los daros del universo a fin de estar segu ros de que ningún dato
que se pudiera descubrir subsiguienremenre demuestre que nuestras ideas presen­
tes son falsas; o (2) alguien que en efecro nene todos los daros del universo, y que
nunca miente, pudiera ofrecemos algunos daros verdaderos para que podamos
tener la seguridad que jamás serán contradicho�.
Esca segunda solución es, en verdad, lo que tenemos en las palabras de Dios en
la Biblia. Dios sabe codos los datos que siempre han existido y los que van a existir;
y este Dios que es omnisciente (codo lo sabe) nene conoci1111enco absoluto; no pue­
de haber ningún dato que él no conozca ya: y por eso, nunca podrá haber nada que
demuestre que algo que Dios piensa es falso. Es de esta infinita bodega de conoci­
mientos ciertos de lo que Dios, que nunca miente. nos ha hablado en la Biblia, en la
cual nos ha dicho muchas cosas verdaderas en cuanto a si mismo, en cuanto a no­
sorros mismos y en cuanto al universo que él hizo. Jamás podrá aparecer ningún
dato que contradiga la verdad que haya dicho este Ser omnisciente.
Por tanto, es apropiado que tengamos más certeza en cuanto a las verdades que
leemos en la Biblia que en cuanto a cualquier orro conocimiento que tengamos. Si
vamos a hablar de grados de certeza del conocimiento que tenemos, el conoci­
miento que obtenemos de la Biblia tendría el grado más aleo de certeza; si la pala­
bra «cierto» se puede aplicar a algu na clase de conocimiento humano, se puede
aplicar a este conocimiento.'

�Es1a afirmación da por semado que nos hemos convencido de que la Biblia es en verdad las mismas palabras
de Dios. y que hemos entendido correctamente por lo menonlgun.is poraones de la 81blla. Sin embargo, en este
pun10, la doctrina d.c la claridad de la Biblia que se consideró en el capitulo previos nos asegura que podemos en­
tender correctamente las enseñanzas de la Biblia, y el testimonio abrumador de la Blblla de� propia -aucoria divi•
na (que se consideran en los caplrulos amba rcspcao a 1.u ditcrcn1ci. ío,mas de la pa.labra de Dios y en cuanto a la
�utoricLid de la Biblia). hecha pcrsuasi,.., en nosouos porl.t obra del Esplritu Santo, nos convence de la autorla dl­
,·ina de la Biblia. En este senmlo el argumenro sc conv,cnc no ramo en orcubrcomo algo como una opíral en cl
que ca<b secd6n de la doanna de la Biblia refuerza a la otra v .&honda nuestra p«SUasi6n de la vu.iódad de orras
seccioneic de la doctnna de la Biblia. Por este proceso nuesrra pcTSU.asi6n de que la B,bUa es la palabra de Dios. que
es ve�d. que es el.ara. y que el conocinucmo actto que obtenemos de ella es eteno. se vuelve mas y más fucnc
mu:nmu mis mudumos y rcllcxiooamos en clh.
Podemos. por supuesto, hablar de �dos de ccncu que podri.im°" obtener rc�pc:ct0 al hecho de que la Biblia es
l;a pilibra de O!Os, y grados dr CfitCU de que nue>tra mtcrpn:1ación de alguna de � cnscñanus de la Bíhl.i;a es
com:cu Luego. desde d punto de ,;sr;, de la cxpcnencu pcr<anal del mdl\1duo. podríamos dcar que mrcstn
ccnez.J de la corttcaón dd conoarmcruo que tenemos de la Btbh:1-crcce en proporoón a nuestra «ncza en ru-an­
to .al omictcr cxh.aLulo por Dios y cLmdad de la Bihllll
Sm embargo. desde el punto dc � teológico. :s, cmpcumos con un acuerdo de que la Blbl.i;a e� exhalada por
114 7 : LlXECE lD.\D DE LA E

E t concepto dt la certeza del cono •imienrn que obtenemo de la Biblia en-


ton no da una base razonc1blt: para firmar la orrecci · n de mucho del re to del
onocinuento que tengam o .. Leemo la Biblia y hallamo que su concepto del
mundo que no rodea. de la naturaleza humana d n otro m mo correspon­
de rr cha menee con la infonnaci · n que hcmo oblemd de nue era propias ex­
p nencia en oriales en el mundo que no r dea. . i que no númo animados
a confiar en nue tra experienoa_ . en. ona.le del mundo que no rodea; nuestras
ob ervacion corresponden con la \·erdad ab oluta d la Biblia; por consiguiente
nue tras ob ervaaon · también on ciert - y. n neral. confiabl . Tal confianza
en la confiabtlidad eneral d la. ob ervacionc h chas con nue tro ojo y oídos
q ueda confirmada adícionalmencc por el hecho d que e Dio quien hizo estas f a­
cultarle y que en la Biblia frecuentemente no anima a u arl compare también
Pr 20: 12: Lo. oído para oír y lo o jo para v ·r· ¡h rmo a pareja que el eñor ha
creado! .
De ca manera el creyente que coma la Biblia como Pal bra d Dio e capa del
eptid mo filo ófico en cuanto a la po ibilidad de obtener conoámiento cierro
con nue era. menee. fimta . En e. re entido. entonce . e orrecco decir que para
1 persona que no on omni ciente . la Biblia nece ana para tener conoámien­
to cieno d cualquier co a.

E t hecho es importante para la explicación qu 1gue. en donde afirmamos


que lo que no creen ¡me.len aber algo en cu neo Dio partiendo de la revelación
general que e ve en el mundo que lo rodea. unque e to verdad. debemos re­
conocer que en un mundo caído el conocimi nro que e obtiene por ob ervación
del mundo iempre es imperfecto iemprc pro ·liv a rror o interpretación erra­
da. Por on iguiente el conocim1enco de Dios} la rea 1ón que e obtiene de la Bi­
blia e d ·be usar para interpretar corre tameme la creación que nos rodea. Usando
los término Leológico que dcfimremo ma · abaj . p d mo decir que nece ita­
m r velación especial para inrerprerar correctamem la r velación general.'

O. Pe.ro la Biblia no e ncce aria para sab r qu Dio exi te

¿Qué de lo que no leen la Biblia' ¿Pueden llo. obt ncr algún conocimiento de
Dio ? ¿Pueden abcr algo en cuanto a las. leves <le Dio ? • í
in la Biblia algún cono­
;
im1ento d D10. e posible. aun I no e, con cim1 mo ab olutamente cierto.

Lo ere humano_ pueden obtener cieno c:onocim1cnLO de que Dios existe y


cieno conocumemo e ,ilg1111tl: de su.< atriliutt,s implcm nte ob ervándo e a í mis­
mo rodea. Dand d1 ·e: ,,f.t>.s cido.s 11mta11 la gloria de Dios, el fi r­
cl mundo que lo
u manos» 1 a 19:1 ). Mira e firmamento e ver
r
mamento proclama la obra de
l l
evidencja del poder infinito. abiduria • in lu o belleza d Dio ob ervar un tes­
;
t1go maje tuo o de la gloria de Dio� D manera imiJar, Bemabé y Pablo les habl a­
ron a lo habitante grieeo de L � tra t:n cuanco a Dio· vivience que hizo los cielos
l
y 1 tierra: ••En épocas pa ada5. é penmrio que todas las naciones siguieran su
l

D c-n,,m.u= pot lo nu:nc <1UC:ñ:inu pnn 1p.al =mente:, cn-


1cncm de B,bl, e< m.b ocrto que aulqwcr oao cono-
c1m1cn10 que tcn�m
\'c.arnw IU l3 1.11
.
I
: LA NECESIDAD DE L E CR TURA 125

propio camino. in embargo, no Ita ,tryado de da,· t t1111 nio de si 1111.rmo haciendo e.1
bien, d ndole lluvia· del cielo e racione fru cífera . proporcionándole comida
al gría de corazón,, (Hch 14:16-17). La lluvias ]as e tacione fructíferas, la co­
mida qu produ e la cierra. y la alegria de coraz n I pe onas dan todas testi­
moni del hecho e que u Creador un Dio de m· ericordia, de amor e inclu o
d alegria. Esta evidencias de Dio e án en coda la creación que no rodea para
qu 1 ·ean lo que esrán dispuescos a verla .
fndu o aquello· que en su maldad suprimen la, crd d no pue en e adir las evi­
d n · a de la existencia y naruraleza de Dio en el ord o creado:

o que . e pued conocer acerca de 010. • e,·1dcnt para ello . pue él mismo e lo
ha r ·,·eJado. Porque desde la creaoón del mund I cualidad m,,s1ble de Dios,
• d cir, u eterno poder y su naturaleza di,·ma, · pcrcfü n clararnent cr avé de
lo que él creó, de modo que nadie tiene cusa. pe ar d hab r conocido a Dio .
no lo !orificaron orno a Dio m Je dieron gra ino qu extr aviaron en sus
inútil razonamiento . y sele o.enreció u m en co e razón Ro 1 19-21).

:\qui Pablo dice no ólo que la creación da evidenci d la ex.i tencia y carácter
de Dios. ino que también incluso lo perverso reconocen e a e idencia. Lo que
puede aber de Dio 1<es evidente para ello "y en verdad •a pesar de haber cono­
cido a Dio .. (evidentemente. sabían quién era Dio ), "no lo glorificaron orno a
Dio ni le dieron graciasi.. Este pasaje no permite d cir que toda persona, incluso
la más perver a, tiene algún conocimiento interno o p rcepción de que Dios existe
y d que e un Creador poderoso. Este ono im1 neo ve «a rravé de lo que él
r 6 , fra e que e refiere a roda la crea ·ón. in embar o e probable que al ver a
lo r humano creados a ímagen de Dio -e d cir, al ver e a í mi mo y a
ocra per on�- que incluso los perver o ven la grandiosa evidencia de la
exi cencia y naruraleza de Dios."
A í que, in Ju o in la Biblia, toda la· persona que han exi ·tido han tenido evi­
den ia en la creación de que Dio exi re, que e el Creador y llas on su criaruras,
y también han tenido alguna evidencia del carácter de Dios. Como resultado, ellas
m· mos han sabido algo en cuanto a Dio partiendo d e ta evidencia (aunque
nunca e dice que e te sea un conocimiento que pueda 11 arlo a la salvación).

más, la Biblia no nec aber al n cuanto


aJ carácter de Dio morale

En Romano l Pablo pasa a mostrar que inclu o lo que no cr en que no tienen


r gi tro e crito de la le es de Dio tienen n la conc1 naa algún encendimiento de
la d manda morales de Dio . Hablando de una larga lista de p cado («envidia,
hom1cidio ·, contiendas. engaño -.). Pablo dtce qu lo malo qu la practican,

El u:ól go w,zo "2rl B.mb 1 1 6 negaba que d hombre n.atural pue.tt her al ro de Oto medi.anu: la
rcvclao n ,: ·ncral que h.IJ.a rn b naruralc:z.a. pero
in:, 11.1 cn que d e :11ruen10 Je O, puede vcrur sólo
mcJmuc un conocumcmo de la gracia de Dios en Cns10. u rech.uo r�dt al de 1� rc,·cl.l 16n natural no ha
:a q,t n grocr:al: J=nsa muna noaón unprob.lblc de Ro 1121 · refiere un conocurucnto de Otos 01
te na pero no Je hecho
126 7 : LA NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS

«Saben bien que, según el justo decreto de Dios, quienes practican tales cosas merecen la
muerte; sin embargo, no sólo siguen practicándolas sino que incluso aprueban a
quienes las practicam (Ro 1 :32). Los malos saben que su pecado es un mal, por lo
menos en gran medida.
Pablo entonces habla de la actividad de la conciencia en los gentiles que no tie­
nen la ley escrita:

De hecho, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen por naruraJeza lo que
la ley exige, ellos son ley para sí mismos, aunque no tengan la ley. Éstos muesrran
q¡¿e llevan escrito en el corazon lo que la ley exige, como lo atestigua su conciencia, pues
sus propios pen amiento· algunas vece los acu an y otra veces los excu an (Ro
2:14-15).

La conciencia de los que no creen les da testimonio de las normas morales de


Dios, pero a veces esta evidencia de la ley de Dios en el corazón de los que no creen
es distorsionada o se suprime: Algunos de su pen amientos los «acusan> ya veces
sus pensamientos los «excusan)), dice Pablo. El conocinúento de las leyes de Dios
derivado de tales fuentes nunca es perfecto, pero es suficiente para dar conciencia
de las demandas morales de Dios a toda la humanidad. (Es sobre esta base que Pa­
blo afirma que todo ser humano es culpable ante Dios por el pecado, incluso los
que no tienen las leyes de Dio escritas en la Biblia.)
El conocimiento de la existencia, carácter y ley moral de Dios, que viene por
creación a toda la humanidad, a menudo se llama <,revelaeióngeneral.,1 (porque viene
a toda persona en general).� La revelación general viene al observar la naturaleza
al ver a Dio influyendo directamente en la historia y mediante el sentido interno
de la existencia de Dios y sus leyes que él ha colocado dentro de todo ser humano.
La revelación general es distinta de la c<revelación especialii que se refiere a las pala­
bras de Dios dirigidas a personas especificas, tales como las palabras de la Biblia, las
palabras de los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del Nuevo Testa­
mento, y las palabras de Dios dichas en discurso personal, tales como en el monte
Sínaí o el bautismo de jesús."
La revelación especial incluye todas las palabras de la Biblia, pero no se limita a
las palabras de la Biblia, porque también incluye, por ejemplo, muchas palabras de
Jesús que no están registradas en la Biblia, y probablemente hubo muchas palabras

7La conciencia de los no creyentes es suprimida o se endurece en vados aspeccos de moralidad, dependiendo
de las influencias culturales y circunstancias personales. Una sociedad caníbal, por ejemplo, tendrá muchos
miembros cuya conciencia está endurecida y es insensible respecto al mal de] homicidio, en canco que la sociedad
estadounidense, por ejemplo, exhibe muy poca sensibilidad de conciencia respecto aLmal de falsedad en el habla,
o Falta de respeto por la aucoridad de lo padres, o por la ínmoralidad exual. Es mas, individuos que cometen re•
petidamenre un cierto pecado a menudo hallai1 que los aguijonazos de la conciencia disminuyen con el tiempo;
un ladrón puede sentirse muy culpable después de su primer o segundo robo, pero sentir escas-a culpa después de
haber robado veinte veces. El testimonio de la conciencia todavía está alli en cada caso, pero lo suprime la maldad
repetida.
8Para uoa amplia consideración de la hi toria de la domina de la revelación general y su base en la Biblia, vea
Bruce Demaresr. General Revelanon (Zondervan, Grand Rapids, 1982); vea cambien la cxceleme consideración
de esca doctrina en Gordon R. Lewis y Bruce A. Demarest, [nregrative Theology 1 :59-91.
9Vea en el capirulo 2. pp. 4 -50, una consideración de las palabras de Dio. en habl3 personal, las palabras de
Dios dichas por lab,os humanos. y las palabras de Dios en la Biblia, todo lo cual cae en la caregoria de revelación
e pedal.
1 : LA SECESlDJ\D Df.' L-t.S [-:._<;CRJ1'URJ15 121

dichas por los profetas del Annguo Testamento y lo, ap6stole!i del Nue\'o Testa­
mento que tampoco están anotadas en la Biblia.
La verdad de que toda persona sabe algo de la:- leyes morales de Dios es una gran
bendición para la :soaedad. porque Sl no las supieran no habria ningún freno social
para el mal que las personas harian y rungún freno de parte de ru conoencia.. Pero
debido a que hay algún conocimiento común del bien y del mal, los creyentes a me­
nudo pueden hallar mucho consenso con los que no son cristiano� en cue5tiones de
ley mi1, normas de la comunidad. ética comcrcial bá,ica y acti\1dad profcsional r
patrones aceptables de condnaa en la \'ida ordinaria. Es mi�. podcmo� apelar al sen­
tido de bien dcnrro del corazón de las penonas {Ro Z:14 al intentar lograr que se
erruc.m me3ores leyes o que se descarten leyes malas, o cndert'zar algunas de las in­
justicib en la sociedad que nos rodea. El conodmil'nto de la exi.stenda y caráaer de
Dios también provee una base de infonnadón que pcnnue que el C\-angclio renga
:sentido en el corazón y la menre del que no es. creyente.: lo:- que no creen saben que
Dios Ubte y que han roro sus no�. así que las nouóas de que Cruto muno para
pagar por sus pecados deben ser ,erdaderarncrne bunuu rumdas para ello�
Sm embargo. se debe martillar que la Biblia éJ1 ninguna parte indica que al­
guien pueda conocer d evangelio. o s.1b(!r el camina de !>dl\�Jción, mediante la re­
velación general. Las personas pueaen :.aber que D10::. cxi:,1e, que c1- su Creador.
que le deben obechenaa, y que han pecado ,omr.1 él l a e.�i.;tenda de rurema de
sacrificios en religiones primitivas en toda la hblona atc:.ugua el hecho de que las
personas pueden saber estas cosas claramente aparte Jl" la Biblia. Las repetidas
· lluvias y temporadas fruaiferas• mencionada� en Hechos 14: 17 pueden incluso
guiar a aJgunos a razonar que Dios no sólo e5 santo yju::.to :,jno también de un Dios
amoroso y perdonador. Pero cómo la santidad y l.t1;11.�,,�-,a de Dios se puede jamás
reconciHar con su disposición para per<ionn r prúJ,fo .� es un misLcno que jamás ha sido
resuelto por ninguna religión aparte de la B1bha. Tampoco la B1bha nos da ninguna
esperanza de que de alguna manera se le pueda dcscubm ap;1ne <.le la revelación
específica de Dios. Es la gran maravilla de m1csu.., redención que Dios mismo ha
provisto el camino de salvación al enviar a su propio l lijo. que es a la vez Dios y
hombre. para que sea nuestro represencantc y !lt:vl· la peno de nuestro pecado,
combinando así la justicia y el amor de Dios en u11 ,iclo infimt:imente sabio y de
gracia asombrosa. Este hecho, que parece tan comun .ti oido cnst1nno, no debe
perder su asombro para nosotros: Jamas podría haberlo concebido el hombre
aparte de la revelación especial y verbal de Dim
Es más, incluso si alguno que sigue una religión pnmiti\'a pudiera pensar que
Dios de alguna manera debe luzber pagado él mismo la pena de nuestros pecados.
tal pensamiento seria solamente una bpecul,,ción extraordinaria. Jamás podría
sostenerse con suñoenre ce.rreza como para que fuer.1 ba$C en la cual apoyar fe que
salva. a menos que Dios mL'-lllo confirmara con )U:. propia!> palabra� tal especula­
ción. es deor, las palabras del evangelio prOC'Jamando bien que eso en v�dad ilia a
'n.lcedcr ('iÍ la revelación vino en d tiempo antes de Cm�o) o que ya ha sucedido �si
la re,.-elación vmo en tiempo después de Cruto). La Biblia nunca considera la espe­
culación humana apane de la Palabra de Dios como �uficiente base en la cual d«ir
128 7 : LA NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS

que esa es fe que salva. La fe que salva, según la Biblia, siempre es la confianza en
Dios que se apoya en la veracidad de las propias palabras de Dios.'º

PREGUNTAS PARA APLICACIÓ PERSONAL


l. Cuando usted le está testificando a uno que no es creyente, ¿qué es lo que
usted querría por sobre todo lo demás que esa persona lea? ¿Conoce usted a
alguien que alguna vez llegó a ser creyente sin haber leído la Biblia o haber
oído que alguien le deda lo que la Biblia dice? ¿Cuál es, entonces la tarea pri­
mordial del misionero evangelizador? ¿Cómo debe la necesidad de la Biblia
afectar nuestra orienración misionera?
2. ¿Alimenta usted su alma con el alimento espiritual de la Palabra tan cuida­
dosa y diligentemente como alimenta su cuerpo con alimento fisico? ¿Qué
nos hace tan insensibles espiritualmente que sentimos el hambre fisica más
intensan:iente que el hambre espiritual? ¿Cuál es el remedio?
3. Al buscar activameme la voluntad de Dios ¿en dónde deberíamos pasar la
mayor parte de nuestro tiempo y esfuerzo? En Ja práctica, ¿en dónde pasa
usted la mayor parte de su tiempo y esfuerzo al buscar la voluntad de Dios?
¿Le parece alguna vez que los principios de Dios en la Biblia están en conflic­
to con lo que parece er la dirección que recibimos de sentimientos, con­
ciencia, consejo, circunstancias, razonamiento humano o la sociedad?
¿Cómo debemo tratar de resolver el conflicro?
4. ¿Es tarea inútil esforzamos por legislación civil basada en normas que estén
de acuerdo con los principios morales de Dios que sefiala la Biblia? ¿Por qué
hay buena razón para esperar que a la larga podremos persuadir a una gran
mayoría de nuestra sociedad que adopte leyes congruentes con las normas
bíblicas? ¿Qué podría e torbar este esfuerzo?

TÉRMINOS ESPECIALES
necesidad de la Biblia revelación general
revelación especial revelación natural

BIBLIOGRAFÍA
(Para una explicación de esta bibliografía vea la noca sobre la bibliografía en el capítulo
1, p. 40. Daros bibliográficos completos se pueden encontrar en las páginas 1298-1307.)

Secciones en Teologías Sistemáticas Evangélicas


l. Anglicana (episcopal)
1882-92 Litton (ningún rratamiento explicito)
IOE,n el Nuevo Te.,,tamenru rambicn debemos notar que se dice que es específicamente la palabra de Dios que
es el agente que Dios usa para dar vida espi.mual al ser humano (Stg 1:18; IP 1:23).
7 : LA NECESIDAD DE LAS F.SCRITURAS 129

1930 Thomas. 258-60


2. Anniruana wesleyana o merodista
1983 Carter. 1288-89
3. Bautista
1767 Gill. 1:32-36
19-6-83 Hemy. l:P-29; 2:91-123; 4:494-522; 6:360·69
1983-85 Erickson. 153--4
1987-94 Lewis Demar�t 1:59-9Z
◄. D¡spcnsaoonal
1947 Chafer, 1:42)--60
S. Luterana
19.34 �lueller,90-98
6 Reformada o presbire.riana
1559 Cahin.l:69---t J -49(1.6;3.l9.6·16)
ln◄-58 Edwartls. 2:4-:-9.g;
1861 Heppe. 31-33
1871·-"3 Hodge. 1·t8-ó0, 364-65
1878 Dabney 64--8
1938 Be.rkhof. bUTO. 11 -33 165-66
7 Renovada (o carismática o pemecosral
1988-92 \Villiams, 33-36, 239-41

Secciones en Teologías Sistemáticas Católicas Romanas Representativas


1. Católica Romana: tradiáonal
1955 Ott (ningún tratamiento explicito)
2. Católica Romana: Post Vaticano 11
1980 McBrien. 1:151-61: 245-81

Otras obras
Bcrkouwer, G.C. General Revelation. (No se da nombre de Lraductor) Eerdmans,
Grand Rapids, 1955.
Demarest, Bruce A. General Revelmion. Zondervan, Grand Rapids, 1982.
___. «Revelatioo, General». En EDT pp. 944·45.
Henry, Car) P.H. «Revelation. Speciak En EDT pp 945 48.
Kuyper, Abraham. Prineipies ofSacred Tlteology. Trad. por J H. de Vries.
Berdmans. Grand Rapids. 1968. pp. 341-405 (originalmente publicada como
Encycloptdta ofSacred Theology en 1898
Packer,J. l. «Scriprure•. Eo NDT pp. 627-31.
Van Til, Comelius. Comnwn Gract and tltt GosptL Prc.,byterian and Reformed,
NutJey. J. 1973.
___• 111 Defmst! ofthe Faith ,·oL 1: Tite Docmnt ofS�"T1ptuu. den DuJ.k Christian
Foundarion. Ripan, Calif.• 1967. pp 1·15.
___. In Def� ofdtt Faich ,-ol J. An InrroJumon 10 S\sumauc 11uology.
Prcsbyterian and Reformed. Pbillipsburg, 1 .J. 19-6. pp 62-109.
130 7 : LA NECESIDAD DE LAS ESCRITURAS

PASAJE BÍBLICO PARA MEMORIZAR


Mateo 4:4:]esús le respondió: «Escrito está: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios ",i.

HIMNO
(1Buscad primero»
Buscad primero el reino de Dios
Y su perfecta justicia,
Y lo demás añadido será.
Aleluya, Aleluya.

No sólo de pan el hombre vivirá,


Sino de roda palabra
Que sale de la boca de Dios.
Aleluya, Aleluya.

Pedid, pedid, y se os dará·


Buscad y hallaréi
Llamad, llamad y la puerta se abrirá.
Aleluya Aleluya.

AUTOR A.L'-JÓ O (TOMADO DEL HlMNARIO BAUTISTA,# 373)

Este canto moderno, en su segunda estrofa (((No sólo de pan el hombre vivirá>,)
es una cita de Mateo 4:4 y expresa la necesidad que tenemos de la Biblia para man­
tener nuestra vida espiritual: vivimos de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Las demás estrofas del canto no hablan directamente de la doctrina de la necesidad
de la Biblia, pero sí contienen las palabras de la invitación del evangelio. Toda las
estrofas son citas directas de la Biblia y, como cales, serán alimento espiritual para
nosotros al cantarlas y meditar en ellas.
Capítulo

Las cuatro caracteri tica d la


E critura : ( 4) uficiencia
· E la Biblia suficiente para ab lo ¡u Dio quiere
queperuemo ha amo ?

EXPUC JÓ ) B. B18

¿D �m buscar orras palabr.b enla Bt-


bba. La doctrin la suñcienoa d

De.fin.1 "óo d Biblia


Podemo defirur la suficiencia la B1bh orno 1, ; La 1eficin1n tk la Biblia
qmm 1tetr q1t la Biblia con.tlenL w las pal,wra , e Dfo.< uul quma que su pueblo tu-
,'itra m CLJIW �apa Je la hLStoruJ de la redrnri, n,, • qu< ali ra & ,uicnc r d lo que neasir.a­
qut Di s 1.0s diga para safranon, ¡•ara con ar 01 él pnf, ta, tnte y para obedecerle

· 6n hace énfasis ue
Dio para no o Ta rt>cucr e o nsidera que
1 icho en la Biblia a r q d mo regoci-
Ja tup nda revelación qu d n to con ella.
·
ativo respaldo bíblico y expli ación aina halla en la pala-
br blo a Ti moteo: «Desde tu niñez cono rad crirura , que pue-
de a sabiduría 11ecesa.ri.a. para 1 · · tl' la fe en Cristo Je ús»
(2 TI 3: 15). BI oncexr:o muestra que 11l ras» qui significan las pa-
. a de 1 Biblia (2 Ti 3: 16). 16 1 palabras de
s en La Biblia on co io icamos a fin
ta palabra pueden pa · n». Esto lo
pa ajes que hablan La lo medio
Uevamo a la al a 1 .lJ}
a1es indican que la Biblia e ufici q · mo para vivir La
Pablo de nue,·o le e crib · o a ncura e inspirada
por D10 �· útil para en efürr, para repn.:n r. par insauiren lajusti-
o • a n dt que el i.tn de Dw tsr.r cnum mr para r da b U1 obra,
(- T1 3:1 -17.
qui Pablo mdica que un pro. · to hizo qu aib1 ca la B1-
blia fue p tamo para que pod.mio ar cap citado para toda
bu ru obra i ha. alguna buena bra .. qu u el creyente haga.

1JJ
I
132 : LA UFJCIE ClA DE LJ\ E CR TURA

e ce pa aje indica que Dios ha hecho provisión en su palabra para capacitar al cre­
yente para e o. As.i que no hay ninguna buena obra que Dio quiera que haga­
mo aparee de la que e enseñan en alguna parte en la Biblia; ella puede
capacitamo para toda buena obra
Una en eñanza unilar e halla en el aJmo l 19: •Dicho o lo que an por ca­
mino perft-cros, lo que anda11 c,mfonne a ltz ley del cii.or,, v 1 • E ce versículo mues­
tra un equivalente entre ser perfecro • y •andar conforme a la ley del eñor•; lo
que son perfectos son los que andan en la le del eñor. Aquí de nuevo tenemos
una indicación e que codo lo que Dio. requiere de no otro consta en su palabra
escrita; simplemente hacer todo lo que la Biblia no ordena e er intachables a lo
ojo de Dio.
Para er moralmente perfecto a lo OJO de 010 , enrone • ¿qué debemo ha­
cer además de lo que Dio no ordena en la Bibha' ¡ ada! ¡ ada en ab oluro! 5.i
guaniamo las palabras de la Biblia eremo perfe to • y estaremo haciendo
•toda buena obra que Dios e pera de no otro

B. Pod mo buscar todo lo que Dio ha di h obr t m en particuJar,


podemo hallar re pu la a nu era pregunta

Por upuesco. no damo cuenta de que nunca obede eremos perfectamente


b
coda la Bi lia en e ta vida lvea tg 3:2; 1 Jo l: -10; y el ap. 24, más adelante). Así
qu al principio pudiera parecer que no es muy ignifi acivo decir que todo lo que
cenemos que hacer e lo que Dio no ordena en la BibHa. puesto que nunca podre­
mo obedecerla en su cocalidad en e ta 1da. Pero la erdad de la uficiencia de la
Biblia e de gran significación para nue era vida cri tiana, porque no capacita para
ertfocar nuestra búsqueda de la palabras de Dios para n ocro sólo en la Biblia y
nos ahorra la interminable tarea de bu carla en todos lo. escriro de los cristianos
en toda la hi toria, o en toda la en eñanza de la igl ia, o en todo lo entimien­
co e impre ione ubjetivas que vienen a nue tra m nte día rra día,' a fin de hallar
lo que Dio requiere de nosotros. En un sentido muy práctico quiere decir quepo­
demo arribar a conclusiones claras sobre mu ha n eñanzas de la Biblia. Por

t Esto no tiene In mttnciim de- lmplicJr que lm, 1mprc�íonc . ubjctivJ, Je l.i vnlumad dt Dio� on Inútiles o que.
se dcb.u, Ignorar Eso sugtnna una nuoún ca:;1 Jc1�u Jt qur Dim, <nut 1ncerv1cne en líls vtd3s de sus h1¡os y una
nodón m bu:n mcc�nica e> 1mpcrsorul dt: �u 1hn:r,1ón D1us puede �r y en dcuo us.1, lmpru1oncs subjetivas
de ,u volunrad paru recurJJm ,, arum.imos. > J mcnudu pJra 1mpubJ1 nue tri,� pcns.,m,cntos en la dm:cdóo
aprop1ai.Li en mu h.i dcct. iones rápida.., qu<' mmamo. todo d J1,1, e IJ B1b1Ja en s[ misma la que no, dice =
cuJmo .1 c,,tos fa.:torc �ubJt:ti,·os en la dtrc.:,1an vea f h:h 16 ,-.,. Rn . 11, 1 J, 1 t>, C.i � 16· 1 . 25). Sm embargo o­
tos YCT"liculo� sobre la mtide.naa de la B,bha no. cnscñ,m que: ¡;¡l1: 1mpre,111no ub1c11vas pueden tan sólo rw,r­
,J.m11:,1 nnrm.u morale> que ra C5tán en LI Bibli;a, o traer II la mente: hecho� que- no,orro, l por lu menos= teoría 1
podrj¡¡mp. haber s.1b1do <> sab1a.mo., de: utr.i mJm•rJ. nun .a pueJcn .lñ,1J1r � lo mJn<l.unic:nr Je l.a B,b!L.. o
rccmpl;u;,1rla B1blt.1 par:i.dct,rurcuál e. l.:, ,·olunuJdc D10 . n r I n.w il la 01bl1,1en aumridad en nucstr.JS ,,d.i.s
Dcb1d<:1 a que pcr..on.1 Je tod.t cl.uc Je u;1J1cionc .ns11.111.1 han comcuJo crios crrorc cuando e h.m =­
do confi.d de que D10. le c:sJab.l •=Jo lo a 1<>n1aruna Jru 1 ·,n tn p.imcul.ir, ci. ,mporr.imc ri:conbrquc,
e cepto en JonJe un p.;.aJc cxpl,ruo � la R1bh• e aplt<"a Jm:a.imcn11, J una ,mu -,ón. nunca podemos t..-ncr d
ciento por nemu Je cenen ,:n .:se ,iJa J,. que s.,bem ru.1.1 r• l.i ,·ulumaJ Jc 01<1 en un.1 itu.ci •n. Podcmo:.
tener i'>lo J . ,-:tn.1do, de conti.tnza ..-n dllc rcnt rnua.:i, ncs ,-\unquc nuem,1 cap:io.hd p,u·a di5cenur b vo­
lunt.1d de D1 debe- a111DC11t..r .:ontormr Cl'1 crm en madurez en,U,uu, IOC\"11.ihlrmmrc cometcrcm algu­
� cm:>rc: Respcao a oro he ha& útU una de EdmunJ Clo\\ne} • • lll �Jt, ..k ccn= que lcncmo
n,spcao • la ,·olunud � Di = una sirua. .,,,di=umcm prnpor, ,na[ al 1..-n.lu de cbnd.id que tcncemos en
C\Wllo .a" mo b p.tlabra Je D1 aphcu b rua •(dr un.a COllHN 6n pcnonal. no�,cmbrc 199?).
8 : LA SUFICTE."-JCL.\ DE LAS ESCRITURAS 133

ejemplo. aunque requiere algo de trabajo. es posible hallar rodos los pasajes bíbli­
cos que son directamente pertinentes al tema del matrimonio y divorcio, o las
responsabilidades de los padres para con los hijos. o las relaciones entre el creyente
y el gobierno civil.
Esta docmna significa, aún más. que es po�ible compilar rodas los pasaJeS que
se relacionan directamente con asuntos doctrinales como la expiación. o la perso­
na de Cristo. o la obra del Espínru Sanco en la \'ida del creyente hoy. En estas y
cientos de otras cuestiones morales y doctrinales. la enseñanza bíblica en cuanto a
la suficiencia de la Biblia nos da confianza de que podremos luduir lo que Dios nos
exige que pensemos y hagamos en escas cuestiones. En muchas de escas cuestiones
podemos lograr confianza de que nosotros. JUnto con la vasta mayoría de la jglesia
a través de la historia. hemos hallado y fommlado correaamente lo que Dios quie­
re que pensemos o bagamos. Dicho en forma sencilla. la doctrina de la suficiencia
de la Biblia nos dice que es posible estudiar teología smemática y ética, y hallar
respuestas a nuestraS preguncas.
En este punto diferimos de los teólogos católicos romanos. que duian que no
hemos hallado todo lo que Dios nos dice en cuanto a un rema en particular mien­
tras no hayamos escuchado la enseñanza ofioa1 de la iglesia en toda su historia.
Nosotros responderiamos que aunque la hisrona de la 1gles1a puede ayudarnos a
mtender lo que Dios nos dice en la Biblia. Jamas en la historia de la iglesia Dios ha
añadido a las enseñanzas o mandamientos de la Biblia: en ninguna parte en la histo­
ria de La iglesia fuera de la Biblia Dios ha añadido algo que nos exija que creamos o
hagamos. La Biblia es suficiente para equipamos para ,,toda buena obra», y andar
en sus caminos es ser «perfectos» a los ojos de Dios.
En este punto también diferimos de los teólogos no evangélicos que no están
convencidos de que la Biblia es la Palabra de Dios en un sentido único y absoluta­
meme autoritativo, y que por consiguiente buscarían no sólo en la Biblia sino tam­
bién en muchos otros de los primeros escritos cristianos en un esfuerzo por hallar
no tanro lo que Dios le dijo a la humanidad sino m.is bien lo qae m11chos cristianos ini­
ciales experimentnro11 en su relación con Dios. Ellos no esperarían llegar a una sola
conclusión unificada en cuanco a lo que Dios quiere que pensemos o hagamos res­
pecto a un asunto en particular. sino descubrir una variedad de opiniones y puntos
de vista compilados alrededor de ideas principales unificadoras. Todos los puntos
de vista sostenidos por los primeros cristianos en alguna de las primeras iglesias se­
rian potencialmente puntos de vista válidos para que los cristianos los sostengan
hoy también. A esto replicariamos que nuesrra búsqueda de respuestas a cuestio­
nes teológicas y éticas no es una búsqueda para saber lo que vatios creyentes han
pensado en la historia de la iglesia. sino una búsqueda para hallar y entender lo que
Dios mismo nos dice en sus propias palabras, que se hallan en la Biblia y sólo en la
Biblia.

C. La cantidad de Escrirnras dadas fue suficiente en


cada etapa de la historia de la redención
La doctnna de la suficiencia de la Biblia no implica que Dios no pueda añadir
otras palabras a las que ya le ha dicho a su pueblo. Más bien tmplica que el hombre
134 8 : LA SUFICIENCIA DE LAS ESCRITURAS

no puede añadir por IIlÍciaóva propia orras palabras a las que Dios ya ha dicho. To­
davía más, implica que de hecho Dws 110 le ha dicho a los seres humanos ninguna
otra palabra que nos exija que creamos u obedezcamos aparte de las que ya
tenernos ahora en la Biblia.
Este punto es imporranre, porque nos ayuda a entender cómo Dios pudo decir­
le a su pueblo que sus palabras para ellos eran sufióentes en muchos puntos dife­
rentes en )a hiscoaa de la redenaon, y cómo él pudo no obstante añadir otras
palabras más adelante. Por ejemplo, en Deuterononuo 29:29 Moisés dice: «Lo se­
creto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos perrenece a noso­
tros y a nuesrros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de
esta ley».
Este versículo nos recuerda que Dios siempre ha tomado la iniciativa para reve­
lamos cosas. Él ha decidido qué revelar y qué no revelar. En cada etapa de la bisto­
ria de la redención, lo que Dios había revelado era para su pueblo en ese tiempo. y
ellos debían esrud1ar, creer y obedecer esas cosas. Con progreso ulterior en la his­
toria de la redención, se añadieron más palabras de Dios que regisrraban e mter­
precaban esa historia (vea el capitulo 3 respecto al desarrollo del canon).
De este modo, al nempo de la muene de Moisés los primeros cinco libros de
nuestro Antiguo Tesramenco fueron sufiaences para el pueblo de Dios en ese
tiempo. Pero Dios dirigió a aurores posteriores para añadir más de modo que las
Escriruras fueran suficientes para los creyentes en tiempos subsiguientes. Para los
cristianos de hoy, las palabras de Dios que tenemos en el Antiguo y Nuevo Testa­
mentos juntos son suficientes para nosotros durante la edad de la iglesia. Después
de la muerte, resurrección y ascensión de Cristo, y la fundación de la iglesia primi·
civa según se registra en el Nuevo Tesramento. y la compilación de los libros del
canon del Nuevo Testamento, no ha tenido lugar ningún otro acto central reden­
tor de Dios en la historia (actos que uenen pertinencia dfrecra para codo el pueblo
de Dios en el futuro), y por consiguiente no nos ha sido dada niJ1guna orra palabra
de Dios para registrar esos actos e interpreLámoslos.
Esto quiere decir que podemos citar pasajes bíblicos de todo el canon para mos­
trar que el principio de la suficiencia de la revelación de Dios a su pueblo en cada
momento en particular ha seguido siendo el mismo. En este sentido, estos versícu­
los que hablan en cuanto a la suficiencia de la Biblia en periodos anteriores tam­
bién se aplican directamenre a nosmros, aunque el tamaño de la Biblia ahora es
mayor que el tamaño de las Escrituras a que se referían en su escenario original.
Los siguientes pasajes bíblicos. pues, se aplican a nosorros rambíén en ese sentido:

No a,iad1111111 q111ten pc1labra alguna a esto qlCc yo les ordtno. Más bien, cumplan los man­
damientos del Señor su Otos IDt 4 2

Cuídate de poner en practica codo lo que te ordeno. sm 111iad1r III qmtar nada (Dt
12:321

Toda palabra de Dio� es digna de crédito. Dios protege a los que en él buscan refu­
gio, No a,iadas nada a sus palabr.u, no sea que te reprenda y te exponga como a un
menoroso (Pr 30 5-6
8 : LA SUFICIE1\'CL\ DE I ·\S ESCRITL'R.AS 135

A todo eJ que escuche las palabras del mcnsa1c proleuco Je este libro le advierto
esto: Si alg1mo le añade algo. Dios le añadirá a i:1 las pla)ta� dcscntas en este libro. Y si
algu no quita palabras de eSie libro de profeaa. Dios le quitara su pane del árbol de
la vida y de la audad santa. dcscncos en estl libro ,.\p 22:1 ¡¡ 19).'

D. Aplicaciones prácticas de la suficiencia de la Escrituras

La doctrina de la suficiencia de Escrituras nene varias aplicaciones prácticas a


nuestra vida cristiana. La SJgu.iente lista riene el propósito de ser útil pero no
exhaustiva.
l. La suficiencia de la Biblia debe animamo:.- al tratar de descubnr lo que Dios
quisiera que pensemos (en cuanto a algún a5unto doctrinal en particular) o que 1ut­
gamos (en una situación en particular . Debemos sentimos animados porque todo
lo que Dios qmere decimos respecto a ese asumo se halla en la Biblia. Esto no quie­
re decir que la Biblia responda a todas las pregunta,:, que podamos concebir. por­
que «Lo secreto le peneoece al Señor nue:.tro Dios• ( Dt 29:29): pero sí significa que
cuando nos vemos frente a un problema de importdilcia genwna en nuestra vida
oisciaoa, podemos acercamos a la Biblia con la confianza de que en ella Dios nos
proveerá direcaón en ese problema.
Habrá, por supuesto, ocasiones cuando la respuesta que hallamos es que la Bi­
blia no dice nada directamente sobre nuestra pregunta. (Este seáa el caso. por
ejemplo, si tratamos de hallar en la Biblia cuál e::. el •orden del culto,, que debemos
seguir los domingos por la mañana. o s1 es meJor arrodillarse o ral vez ponerse de
pie cuando oramos, o a qué hora debemos sernmos nue::.tras comidas durante el
día, ere.). En esos casos, podemos concluir que 010::. no nos exige que pensemos o
que actuemos de cierta manera respecto a ese asumo (excepto. tal vez. en ténni­
nos de principios más generales respecto a nuestras acmudcs y metas). Pero en
muchos otros casos hallaremos dirección dire<.:ta y clara del Señor para capacitar­
nos para «toda buena obra» (2 Ti 3:17).
Conforme avanzamos en la vida, la práccica frecuencc de buscar en la Biblia di­
rección resultará en una capacidad creciente de hallar respuestas precisas, formuJa­
das cuidadosamente, a nuestros problemas y preguntas. El crecimiento a lo largo
de la vida en la comprensión de la Biblia incluirá, pues, crecimiento en la habilidad
de entender apropiadamente las enseñanzas de la Biblia y aplicarlas a cuestiones
específicas.
2. La suficiencia de la Biblia nos recuerda que 110 debemos aiiad1rle nada a la Biblia
y que 110 debemos darle a otro escrito ig11al valor que a la Bib/ra. Casi loda religión falsa o
secta viola este principio. Los mormones. por e_iemplo. aducen creer en la Biblia,
pero también conceden auroridad divina a El Libro de Mon11ó11. Los que siguen la
Ciencia Cristiana similarmente aducen creer en la Biblia, pero en la práctica consi­
deran que el libro Ciencia y salud con cúive a la Biblia por Mary Baker Eddy, está a la
par de la Biblia y por encima de ella en autoridad. Puesto que estas afirmaciones
1u rtlc,n,ncu ¡,= J., csne vusiculo es por <t1pu.c<10 lll libro dr A¡,oa.hp,;.i<= rrusmo, pcm su colocaa6n

puede Kr accide:ru.al De=


aqul al mamo 6ml dd úrucolibroqw,podria ,�Tcomo úlnmoc:nd ,-man del :-Sucvo Tcmm�rundi5o1rnnm,
modo. una apliaoón �OJn.bru de, otC' nnlculo al anon por mu,ro no parece
uuprop,�lh ,·ca La. i:zplíaoón en d c..ipiruloJ, pp cJ-63)
136 : LA -FJCfE,\ IA DE E CRlTUR.A

mandamieoto de Dio de oo añadir us palabras, no debemos pensar


qu en to escrito e pueda hallar alg una palabra adioonal de Dio para noso­
tro . lnclu o en iglesias cnsnana a ve e e e met un error imilar cuando hay
qui ne ao má allá de lo que I Biblia di afirman on an confianza ideas
nuevas en cuanto a Dios, o el aelo, ba ando u en eñanza no en la Biblia sino en su
propia especulaaon o indllSO en exp nenoa que a u en de haber muerto haber
re e ado a la \;da.
3. La uficienaa de la Biblia también no dice que Dios no nos exige que creamos
nada en cuanto a 1 mis 110 1 s11 obra rede11ttm1 ,111� 110 se llalla en la Biblia. Entre lo escri­
to e la época de la i lesia primitiva hay algun I don de dicho que su­
puestamente dijo Jesús y que no fueron pr rv do n lo Evan elio . Es
probable que por lo meno alguno de e to dicho deje ÚS• que e halla en esos
aito ean en realidad re mo prea o de co a qu J ú en efecto dijo (aun­
que ahora para no otro e impo ibl determinar con algún alto grado de probabi­
lidad cuále erian eso dicho Pero en realidad no importa para nada en nuestra
vida cristiana que jamás leamo alguno de e o. chcho , porque Dio ha hecho que
e anote en la Biblia todo lo que ne e itamo aber del palabras obras de Jesús a
fin e confiar en él obedecerle perfecramenc . unqu
# ta colecciones de di­
cho tienen algún valor limitado en la in\'e n ción Lingüística y tal vez para el es­
tudio de la lu coria de la iglesia cri tiana. no tien n ningún valor direcro para
no otro para aprender lo que debemo creer en enanco a la vida en eñanza de
Cri to, o para formular nue rra conviccione do trinale tica .
4. La uficiencia de la Biblia no mue tra que 110 debi:mo colo ar ninguna revela­
ción 11toden1a de Dio en nivel igual de autoridad al de la Biblia. Bn varias ocasiones en
toda la historia de la iglesia, particularmente n I movimiento carismático mo­
derno, ha habido quienes han adu 'do qu Dio ha dado rev laciooe por medio
de llo para beneficio de la igle ia. m embar o. com quiera que evaluemo tales
afirmaciooe , 'debemo tener cuidado de nun a permitir (ni en ceoria ni en la prác­
ci a) que coloquen cale rev lacione. igual niv I qu I Biblia.' Debemos insi -
Lir en que Dios no no exige que creamos nada en u neo a l mi mo o u obra en el
mundo que esté contenido en esas revelacione pero no n la Biblia; y debemos in-
¡ tir que Dios no nos exige que creamo u b d z amo ninguna directiva moral
que nos venga mediante tale medio p ro qu I Biblia no onfuma. La Biblia
contiene todo lo que necesitamo que Dio no di para confiar en él y obedecerle
p rfenamem .'
También e debe notar en e te punto que iempre qu han urgido desafios a la
uficiencia de la Biblia en fonna de otro documemo que pretende colocar

Ve.i capirulo sz, pp IOJ<I l.. bn: ,,h1l11LiJ de l¡:ua 1� J..- l't',·cfaa n de O, . continuan bo CUJID-
Jo d non ·.a I.Í cc:r:raJo,) c,specwmcnu: d riiulo J. rP IOJll-61, brc: el don de profcd•
4Dt hecho. lo pom,·oc� mas rcspons.blo Jd mo\'1m1cmn l-•n<mad u moderno p-Jn:ccn concordar en g e•
ncr,11 con ·1• pn:cauoon· · • 111h�, 'n1 Trsi.imrnr unJ T!IM_v (Kmgsway.
E;¡. tbou O
J. o qu, oon • dtl nB c.<pintualc,s es
Jcor. L1 n Lar en lcngw..,. cesaron cuando los
a e dcrl . cxpliac.a o incluso un-
l d u b rufiocncu de, l;i Biblí.1 c:n las
mcl r1tuloS .��o.vml\LG,·o
r.:y "' r
8 : LA SUFICIENCIA DE LAS ESCRJTURAS L37

junto a la Biblia (sea de literatura crísuana extra bíblica dl!I pnmer siglo o de las en­
señanzas acumuladas de la fglesia Católica Romana, o de libros de sectas como el
Libro de Monnón), el resultado siempre ha sido I I restarle énfasis a las enseñanzas
de la Biblia misma y (2) empezar a enseñar algu nas cosas que son contrarias a la Bi­
blia. Este es un peligro respecto al cual la iglesia siempre debe estar consciente.
5. Con respecto a ,;vir la vida cristiana, la !-Uficiencta de la Biblia nos recuerda
que nada es pecado si no está prohibido por/a Biblta bien sea o:pliatamenteo porimplíca­
dc>tL Andar en la ley de Dios es ser «perfecto• Sal 111;1). Por consiguiente no debe­
mos añadir prohibidones a las que ya se indican en la Biblia De nempo en tiempo
puede haber situadones en las que podría estar mal. por e;emplo. que el creyence
come café o Coca-Cola, o que vaya aJ cine, o que coma carne ofrecida a los ídolos
(vea 1 Co 8-1 O), pero a menos que se pueda mostrar algu na enseñanza especifica
o aJgún principio general de la Biblia que prohíba escas cosas, o cuaJquier otra acti­
vidad) para todos los creyentes. de todos los tiempos. d�bemos insistir que escas
actividades no son pecado en sí mismas y que Dios no prohibe esas cosas en toda
situación para su pueblo.
Este es también un principio 1mponante porque siempre hay en los creyentes
una tendencia a empezar a descuidar la búsqueda diana re gu lar en la Biblia de di­
rección y empezar a vivir según un conjunto de reglas escncas o tádtas (o tradicio­
nes denominacionales) respecto a lo que uno hace o no hace en la vida cristiana.
Es más, siempre que añadimos algo a la lisla de pecados que prohibe la Biblia
misma, se le hace daño a la iglesia y a la vida de los creyentes como individuos. El
Espíritu Santo no dará poder para la obediencia a reglas que no tienen aprobación
de Dios en la Biblia. ni tampoco los creyentes en general halJarán deleite en la obe­
diencia a mandamientos que no están de acuerdo con las leyes de Dios escritas en
sus corazones. En algunos casos los creyenres pueden repelida y fervientemente
suplicarle a Dios «victoria» sobre supuestos pecados que en realidad no son peca­
dos de ninguna manera, y sin embargo no se les dará ninguna (<Victoria», porque la
actitud o acción en cuestión no es un pecado y no desagrada a Dios. Gran desalien­
to en la oración y frustración en la vida crisliana puede ser generalmente el
resultado.
En otros casos lo que resulta es la desobediencia cominuada o Jncluso creciente
a estos nuevos <(pecados>,, junto con un falso sentido de culpa y alejamiento de
Dios. A menudo surge una creciente msistcnaa rígida y legalista a estas nuevas
ºPor supuesto, sociedades humaffi!S tal� como nJaonc�. •Flc,1,1,, IJmlli,1� cte. pueden formular reglas ele
conduc:ra en cuanto sus propios asuntos nles como• Los nnios en cnJ famth.1 no pueden ,•cr tclcvUJón por la no­
che los di.u de clases•). En l.t Bíblia no se puede hJllar mngunJ reg!J 3\1, m umpo,;o es prob¡blc: que i.al regla se
pudiera demostrar por Implicación paniendo de los pnnap,o> bíblico, :;1n ernlur¡,:o Dio> cxi�..: I• obcdic:noa a C5·

w reglas porque la Bibll.a nos dice que debemos e.>ar >UJetos a las au1nn�Jes gubcimames (Ro 13:1•7;
=
1 P 2: 13-3:6: et .al.! Una ru,gación de la sulirimaa de la B1bha ucumr.i Jc',lo ,, ,lgwc.n muima clM a la regla una
aplicaaóo geomiliz..lda fuera de la suuaaón la que deb,.· funaonar aprop1¡damcntc •Nmgun miembro de
nuestra iglCS!.1 debe ver tdCVJSJÓO por Ja noche- en lo� di.u labnralcs• o • �•n�n �) ente debe ver tele=ón las
noches de los dlas de tnbajo•, En t:31es � p no :.cría un• regla Je a,nducu en wu >11\ución o-pcdfic- smo un
mandanucmo moral que e\'ldentemcme se pretende .pite.ir a todo cn:)'ente cu•lqu1cra que sea su suuaoón. No
cnunos en líbcnad de wchrcales rcgbs a11 Biblia o mtcnr.tr 1mponcrl.1u todo, llli cn:yema sobre los que tene­
mos mllucnci.a. ru tampoco la 1glCS1a romo un todo puede mtcn1ir h.Jccr c,10 A.qui. Je nuevo, la lgles,.a C.ttólica
Romaru chfcrnia y dnia que Dios le d., a b ,gtesu la :1utondad rar• •mpotll"r rc¡:lu mor.al.es además de la Bililia,
sobt'c todos los miembros de Lt iglesial.
J3 : LA ICIEi "CI DE CRJT RA

regla de parte de lo que en efecto 1a 1guen, y la muntón ouina entre los cre­
yente en la iglesia disminuy l\ m nu I e an eltzación qu da ofocada. por­
que la proclamación silencio a del evan elio que resulta de la vi.da de los ere entes
por lo menos parecerti (a lo de afuera que m Ju. e el reqw i o adicional de que uno
be encaJar en este pacron uniforme e ,ida a 6n de lle ar a er miembro del
cuerpo e Cristo
Un claro ejemplo de raJes adicion a l m ndamieoco d la Biblia e halla en
la oposición de la Iglesia Católica Romana a lo m · tod .. artificiales» del control
de nacimientos, oposición que no tiene ningún respaldo váhdo en la Biblia. El re­
sultado ha sido una desobedienaa ampliamente .rt ndi a. alejamiento y culpa fal.
sa. in embargo es tal la propensión d la naturaleza humana a hacer cale reglas
ue probablemence e podría ballar Ol:ri j mplo n eradi iones escrita o ráciras
d casi cualquier denominaaón.
6. La suficiencia de Ja Biblia también no ice que Dios 110 110s erige llllda que ,w
até ordenado en la Biblia expliLitamente o por rnrphcacui,r. E ro no recuerda que el en­
foque de nuestra búsqueda de la voluntad de Dio debe taren la Biblia, antes que
en buscar dirección mediante oración por circun tanci cambiada o entimien­
co alterado . o dirección dtrecta del E piriru amo aparre de la Biblia. También
quiere dear que si algwen aduce rener un m n a,¡ Dio diciéndono lo que de­
b mo hacer, nunca debemo dar por ncad que pecado de ob dece.rtal men­
saje a menos que pueda quedar c nfirm do por l plic 'ón e la misma Biblia a
nue era iruadón.
El descubrimiento de esca gran verdad podria ar cr m nda alegría y paz a la
vida de miles de creyentes que. ga tando inconc bl hor s procurando hallar la
voluntad de Dio fuera de la Biblia, a me.nudo no tic.nen certeza de si la hao halla­
do. E má , mucho creyente hoy tienen e casa confianza en u capacidad para
de cubrir la voluntad de Dio con lgún gr do de erteza. A í que hay escaso es­
fuerzo por hacer la voluntad de Dio (porque. ¿qui n puc.de aberla?) y poco
cr cimiento en santidad delante de Dio .
Lo opuesco deberia ser la verdad. Los cr yente qu e cán c nvencidos de la su­
ficiencia de la Biblia deberían empezar anhelanrem nte a bu car y hallar la volun­
tad d Dio en la Biblia. Debeúan con anhelo y r gu.larment cr eren obediencia
a Dio , y e.,-perimenrar gran lib nad y paz en la vid · tian . Entonce podrian
decir con eJ almi ta:

Por toda la erem1dad


obedeceré fielmente tu 1

Vivire con toda li,-,ma,l


porque he bus wi tus preceptos....

Los que aman tul�• dLy"rut,rn de gran b1et1estar,


y nada lo hace crop zar al 119· "4-45, 165).

7. La suficiencia de 1a Biblia no recuerda que en nue traen eñanza doctrinal ,


ética debemo hacer énfasis nr fo ,11ie la Biblia l1a e br asa.s y estar contentos con lo que
D10s nos ha ,lidio m la Biblia. Hay alguno. tem n ecto a lo cuale Dio no ha
S : LA SUFIClE.,.,ClA DE i.,\S FSCRJTl..'RAS 139

dicho muy poco o nada en la Bibha Debemos recordar que 1110 secreto le pertene­
ce al Señor nuestro Dios. Dt 29 29 y que Dios nos ha rc,·clado en la Bibha exacta­
mente lo que consideró apropiado para nosotro.s. Debcmo� aceptar esco y no
pensar que la Biblia es algo menos de lo que deberia er. ni empezar a desear que
Dios nos hubiera dado mucha más información en cuanto a temas ,obre los cuales
ha) muy pocas referencias bíblicas. Por supuesto, habrá algunas siruaciones en las
que nos vemos confronmdos con un problema en particular que requiere gran
atcnaón, mucho más que el énfasis que reabe en la cnscnanza de la Biblia. Pero
CSiS siruaaones deben ser rdanvamence mfrccuentc:. y no debcñan ser
representativas del curso general de nuescras ,,das o ministerios.
Es caraaerisrica de muchas secras martillar poraone5 o enseñanzas oscuras de
la Bibllia tuno piensa en el éntasis mormón en el bautismo por lo) muertos. rema
que se menciom sólo en un versículo de la Btbha {l Co 1s·11), en una frase royo
significado cnao ahora es endentememe impos11>Jc de dcrenrunar con certeza
Pero un error sunilar lo cometió toda una. gcner.1ción de eruditos liberales del
·uevo Testamento en la primera� dcJ s1�lo pasado, que dedica.ron la mayor
pane de su vida académica a una bllSqucda inútil de: las fuentes •detrás de nues­
a-as narraaones presemes de los Evangelios o la bú�ucda de los •autcnñcos-.
dichos de Jesús.
Desdichadamente, un parrón similar ha terudo lugar demasiado a menudo en­
tre evangélicos denrro de varias denomínaaones. Los �unto:. docmnales que han
dwicudo a las denominaáones protestantes e,·angélicas entre si casi uruformemen­
te han sido asuntos sobre los cuales la Biblia ponr rdati\"amcntc poco énfasis. y
asuntos en los cuales nuestras conclusiones se deben derivar de inferencia hábil
mucho más que de afurn.aáones bíbhcas directas Por eJemplo. ha habido o se han
mancenido diferencias deaominacionales respecto a la íornia •apropiada• de go­
bierno de la iglesia, la exacta naturaleza de la presencia d1. Cristo en la Cena del Se­
ñor, la secuencia exacta de los eventos que rodearán el retomo de Cristo, eJ tipo de
personas que se deben admitir en la cena del Señor, la manera en que Dios planeó
que los méritos de la muerte de Cristo se apliquen a los creyentes y no a los que no
creen, los candidatos apropiados para el bauLismo, lo con·ec:ta comprensión del
((bautismo en el Espíritu SantO>l, etcétera.
No debemos decir que estos asuntos no uenen ninguna imponancia, ni rampo·
co debemos decir que la Biblia no dé solución o ninguno de ellos (en verdad, con
respecto a muchos de ellos se defenderá una soluaón especifica en otros capítulos
de este libro). Sin embargo, puesto que todos csros remas reciben rdativamente es­
caso bifa.ru directo m la Biblia es irónico y trágico que dingentes denominacionaJes
a menudo dediquen gran pane de su. vida a defendu precisa menee puntos docrri­
naJcs menores que hacen a sus denominaáones diferentes de otras ¿Está realmen­
te tal esfuerzo motivado por el deseo de lograr unidad de comprensión en la
iglesia. o acaso pudiera brotar en alguna medida del orgullo humano, de un deseo
de retener poder sobre otros, o de un intento de autOJUStificaci6n. lo cual desagra­
da a Dios y a la larga no edifica para nada a la 1gles1a?
140 8 : L4 SUFlCIE.':CU DF LAS ESCRITURAS

PREGU1\'.'TAS PAR.-\ APLICACIÓ. PERSO 'AL


1. En el proceso de crecer en la ,ida cristiana y ahondar su relación con Dios.
¿apronmadamenre cuanto énfasis ha puesto usted en la lccrura de la Biblia
rrusma y cuanto a leer ottos libros cruuano.,, Al procurar saber la voluntad
de Dios para su ,-ida diaria. zcuil es el énfasis relativo que usted asigna a leer
la Biblia misma o a leer ocros libros cnsrianos? ¿Piensa usted que la doetrina
de la suficiencia de la Biblia Je hará poner m.h énfas15 en leer la Biblia mis-
ma>
2. ,Cuáles son algunos asuntos doctrinalc!i o morale::. respecto a los cuales us­
ted tiene preguntas? ¿Ha aumentado este capítulo su confianza en la capaci­
dad de la Biblia paxa dar una respuesta clara a alguna de esas pregunr.as?
3 ¿Alguna vez ha quendo que la Bibba diJera mis de Jo que dice respeao a al­
gún tema? ¿O menos? �Qué piensa que: mom·ó e,;e deseo? Después de leer
este capírulo. ¿qué le drria usted a alguien que e.-q>rcs.u-a tal deseo hoy? ¿Có­
mo se muestra la sab1duria de Dios en el hecho de que él escogió no hacer la
Biblia ni mucho mas larga m mucho mis corta de lo que es?
4. Si la Biblia contiene todo lo que necesitamos que Dios nos diga para obede­
cerle perfectamente. ¿cuál es el papel de lo siguiente para ayudamos a ballar
la voluntad de Dios por nosotros mismos: consejo de otros sennones o da­
ses bíblicas. nuestra conciencia, nuestros sentinuencos, la dirección del Espi­
mu Santo al percibirle unpul,;ando nuesrros deseos internos e unpresiones
sub jetivas, los cambios de circunstancias. el don de profeóa (si usted piensa
que puede existir hoy)?
5. A la luz de este capítulo, ¿cómo podria uslcd hallar la volunrad "perfecta» de
Dios para su vida? ¿Es posible que podría haber más de una alcemariva «per­
fecta» en muchas decisiones que comamos? (Considere Sal 1.3 y 1 Co 7:39 aJ
buscar la respuesta ).
6. ¿Han habido ocasiones cuando usled ha entendido los principios de la Biblia
lo suficiente respecto a una sttuación espcclfka pero no ha sabido los hechos
de la situación lo suficiente para saber cómo aplicar correclamence esos
principios bíblicos? Al procurar saber la voluntad de Dios, ¿puede haber
otras cosas que necesitamos saber excepto (a) la enseñanza de la Biblia y (3)
los hechos de la siruadón en cuesoón.J unto con (c) habilidad para aplicar(a)
a (b) correctamente? ¿Cuál es. entonces, el papel de la oración al buscar di­
rección? ¿Por qué cosas debemos orar?

TÉR...\.ft\OS ESPECIALE

perfecto
suñcienaa de la Biblia

BIBLIOGRAFÍA
Para una explicación de esta bibhografia ,·ea l.t nota �obtt la bibliografia en el capimlo
1 p 40. Daros bibliográficos completos se pueden encono-ar en las� 1298-1307.)
R
8 : LA SUFICIENCIA DE LAS ESCRITUAS 141

Secciones en Teologías Sistemáticas Evangélicas

L Anglicana (episcopal)
1930 Thomas. 120--23
2. Arminiana (wesleyana o metodista
1875-76 Pope. 1:206-9
1983 Carter. 1:290-91
3 Bautista
1767 Gill 1:25-30
1983-85 Eóck:son, 256-59
4. Dt5pensaoonal
1947 Chafer. l :60
5. Luterana
1917-24 Pieper, 1:317-19
1934 Mueller. 137-38
6. Reformada (o presbiteriana)
1559 Cahin. 1:93-96 1.9)
]861 Heppe. 28-31
1871-73 Hodge, 1:182-83
1937-66 Murray. CELG CW l · 16-22; PC 11-26
1938 Berkhof, IntTo
7. Renovada (o carismática o pentecosralJ
1988-92 Williams, 1:43-44

Secciones en TeoJogías Sistemáticas Católicai. Romanas Representativas

1. Caró)jca Roma.na: cradicional


1955 Ott (ningún tratamiento explicito)
2. Católica Romana: Pose Vaticano 11
1980 McBrien. l :62-77

Otras obras

Ftiesen, Carry. )í J. Robin Maxson. Dedsion Making a11d tite Will ofGod.
Mulmomah. Portland. Ore., 1981.
Packer, J. l. «Scriprure». En NDT pp. 627-31.
Weeks, Noel. The Sufficiency ofScnpwre. Banner ofTruth, Edimburgo y CarlliJe,
Pa. 1988.

PASAJE BÍBLICO PARA MEMORIZAR


Salmo 119: l: Dic110s0s los q ue van por canu110s perfectos. IDs que andan confom1e a la ley
del Seiior.
142 8 LA SUFICIE CIA DE LAS ESCRITURAS

HIMNO
«¡Cuan firme cimiento!»
Pocos himnos, si acaso algun o, eraran espeáficamente de la suficiencia de la Biblia, tal
vez porque los c istiano no se han dado cuenta del gran consuelo y paz que esta doctrina
rrae a la vida cristiana.Pero la primera esrrofa del siguiente himno contiene una afirmación
de esta doctrina. Empieza dkiéndono que Dio ha colocado en su palabra un fume ci­
miento para nuestra fe. Luego dice: «¿Qué más pudiera en su libro añadir ...?» Las prome­
sas ricas y plenas de Dio en toda la Biblia son suncientespara todas nuestras necesidades en
coda circunstancia. ¡Esro debería ser causa de gran regocijo! Las siguientes estrofas contie­
nen citas, paráfrasis, y alusiones a las promesas de Dios que están esparcidas por roda la Bi­
blia, muchas de ellas en lsaías. Las estrofas 2 al 4 fueron compuestas como oraciones que
son dichas de Dios para nosotros, y cuando las cantamos debemos pensar de nosorros can­
tando las palabras de la promesas de Dios a otros en la congregación para su consuelo y
estímulo.

¡Cuán firme cimiento se ha dado a la fe


De Dios en su eterna palabra de amor!
¿Qué más él pudiera en su libro añadir,
Si todo a sus hijos lo ha dicho el Señor?
¿Si roda a su hijo lo ha dicho el Señor?

No temas por nada, contigo yo soy;


Tu Dios yo soy solo, m ayuda seré;
Tu fuerza y firmeza en mi diestra estarán
Y en ella sostén y poder te daré.
Y en ella sostén y poder te daré.

No habrán de anegarte las ondas del mar,


Si en aguas profundas te ordenó salir;

Pues siempre contigo en angustias seré,


Y roda rus penas podré bendecir.
Y rodas rus penas podré bendecir.

La llama no puede dañanejarnás,


Si en medio del fuego te ordeno pasar;
El oro de tu alma más puro será.
Pues solo la escoria se habrá de quemar.
Pues solo la escoria se habrá de quemar.

AJ aJma que anhele la paz que hay en mí,


Jamás en sus lucha la habré de dejar;
Si todo el infierno la quiere perder.
¡Yo nunca, no, nunca, la puedo olvidar!
¡Yo nunca, no nunca, la puedo olvidar!

AUTOR: JOHN RlPPO , TRAD.VICE TE MENDOZA.


(TOMADO DE EL uevo HTM ARJO POPULAR #319)

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