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TITULAR

POR: Gabriel Hernández

Isabel López de Guevara, es una mujer que vivió las injusticias que se cometían durante el
conflicto armado en El Salvador y recuerda con mucho pesar la desesperanza, las necesidades
y el dolor que causaba la guerra, es lo que la motivó a luchar por los más desprotegidos.

Actualmente es la directora de la organización Movimiento Salvadoreño de Mujeres, quienes


trabajan con mujeres, juventudes y niñez promoviendo la gestión del conocimiento sobre sus
derechos y deberes sociales, económicos, políticos, ambientales y culturales para potenciar su
desarrollo humano integral.

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Santa Isabel Ishuatán, es el lugar donde nació Isabel López (de ahí su nombre)creció en una
familia muy conservadora constituida por mamá y papá además de ocho hermanos entre ellos
hombres y mujeres. Ella recuerda a sus amigos y amigas de infancia con quienes jugaba y se
divertía mucho; fue creciendo y así su primer compromiso de ir a la escuela, con mucho
esfuerzo sus padres compraban los cuadernos, el lápiz, la libreta y al que tenía suerte le
compraban zapatos y uniforme; así era la vida en el pueblo con necesidades y esperanzas de
un mañana mejor.

Con la voz quebrantada y una mirada desafiante, recuerda las pocas oportunidades de su
pueblo y la realidad de injusticia laboral eso y otros factores incluyeron en la convicción de
luchar por las causas e intereses del pueblo.

“Hay un momento importante en la vida de muchas mujeres y así ocurrió en la mía, en que la
reflexión en torno a la condición femenina me llevó saber lo que soy. Posteriormente
comprendí que la lucha y el feminismo no podía ser sólo una actitud individual, era
absolutamente necesario el trabajo en conjunto, la complicidad entre mujeres, para lograr
nuestros objetivos”

¿Cuál fue su primer trabajo?

Aun no había recogido mi título de bachiller cuando ya estaba trabajando en ANDA, la


Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados en San Salvador, me tuve que
trasladar a la capital, creo que esto me marco también desde pequeña nacer en pueblo en un
lugar muy tranquilo luego venir a la ciudad fue un gran cambio, empecé a trabajar en esa
institución en el año 1978 ya habían muchos conflictos en este país ya la situación de violencia,
persecución estaba cada vez más fuerte.

¿Cuál fue la primera organización, movimiento o sindicato en la que usted tuvo participación
como activista?

En el año 1980 el SETA (El Sindicato de Empresa de Trabajadores de ANDA) que era un poco
fuerte estaba siendo atacado casi que destruido, ya estando dentro empecé a colaborar con
mis compañeros y compañeras fue cuando vimos que había que reorganizarlo porque el
secretario general había sido baleado, habían varios heridos y otros que estaban fuera del país,
la gente estaba asustada, estaba desintegrándose y hablé con los compañeros del sindicato,
ellos me pidieron que colaborara y yo les dije ¡Sí!, yo tenía más recursos ¿Qué quieren que
haga?, Tenía una máquina de escribir vieja y empecé a apoyarles en afiliar a los nuevos y a la
gente que se iba reintegrando en el sindicato. Yo me casé en el 79, mi esposo también
trabajaba en ANDA pero en diferente turno, le costaba entender que era lo que hacía en el
sindicato pero él me decía ¡Apoya! Fue así como fui creciendo en la lucha sindical, ahí me
organicé.

En el año 1984 teníamos un equipo de basquetbol en la ANDA, durante el partido sufrí de


taquicardia, y me llevaron al seguro y dijo que doctor que no me podía dejar ir, que corría por
su cuenta lo que me pudiera pasar si salía de ese hospital, comencé los controles y sucedió que
al final me dijeron que necesitaba una cirugía de corazón abierto porque tenía obstruida la
válvula mitral, para mí fue fuerte escuchar eso porque una de mis hijas tenía seis años y otra
cuatro, hicimos todos los tramites por si yo moría, mi esposo se quedaba comprometido con
ellas, a la educación, había dejado hasta un permiso para lo que podía venirse y así recuerdo
que en el mes de febrero de 1985 tuve mi primera cirugía de corazón abierto, gracias a Dios
tenía 33 años y no tuve tantas complicaciones por mi edad.

¿Qué dificultades le conllevó organizarse?

Los sindicatos del 80 al 90 eran muy fuertes, eran realmente muy activos, con mucho poder. En
mayo del 85 se agravó el conflicto armado, todas las huelgas, todo era considerado ilegal y
empezaron a llevar los listados del personal que estaban organizados en el sindicato y luego
fueron deteniendo a las personas que habían participado en las marchas, las protestas y ya no
los dejaban entrar al lugar de trabajo porque ya tenían la llamada “lista negra”, en ese tiempo
yo estaba en el lugar conocido como “El Coro”.

Yo recuerdo que ya tenía mi carrito para ese entonces, iba yo para la oficina y en la portería
siempre le abrían la puerta a uno para que ingresara, ese día ya no me abrieron y pregunté:
¿Qué pasa? En ese momento yo aún estaba incapacitada por mi operación, pero quería hablar
con los compañeros, estaba preocupada porque ya sabía yo que había alrededor de mil
personas despedidas. Los de la portería me dijeron que no podía entrar, entonces dejé mi
carro afuera y entré caminando, uno de los ingenieros estaba ahí y llamó inmediatamente a los
de la portería para que me sacaran, yo salí y al terminar mi incapacidad me informaron que
estaba despedida y no me reconocieron un solo centavo.

¿Qué hizo el sindicato con las personas despedidas?

Nos tomábamos la calle de la ANDA metropolitana al parque Bolívar, ahí cerrábamos todos los
días y hacíamos nuestras protestas para nuestra restitución, hacíamos comidas colectivas y la
gente también llegaba a apoyar. Fue en el 10 de octubre del 86 cuando teníamos cerrada la
calle, teníamos una reunión en el edificio Rubén Darío en la última planta, eran varias
federaciones que nos habíamos reunido para ver cómo iba continuando la lucha sindical. Salí
diez minutos antes del edificio cuando empecé a sentir que mi microbús comenzaba a
moverse, era el terremoto, todos los edificios se movían y de repente se oscureció porque no
se podía pasar por ningún lado, porque la mayoría de los edificios habían colapsado. Por esos
10 minutos antes que salí, yo digo que soy un milagro viviente cada vez gracias a Dios yo pude
salir con un gran esfuerzo. Yo vi cómo se convirtió en tierra ese edificio.

¿Qué la inspiró a organizarse y ayudar a otras mujeres?

Posterior al terremoto del 86 nos dedicamos más al trabajo comunitario y a visitar las
comunidades, a ayudar a las mujeres a orientarlas para que gestionaran toda la cantidad de
ayuda que el Gobierno estaba recibiendo, eso me permitió a mi conocer un poco más la
situación paupérrima en que vivían la mayoría del pueblo salvadoreño, en las zonas
marginales, realmente fue impactante ver que la gente que más sufre es la gente que menos
tiene.

En ese proceso empezamos a ir organizando a las mujeres e ir conociendo sus demandas, fue
así como en los días de la navidad de 1987 las mujeres demandábamos ayuda porque sus hijos
estaban siendo reclutados, de las escuelas y de las canchas o de las zonas donde vivían y ellas
pedían que sus hijos no fueran reclutados porque sabían que era para mandarlos a la guerra.

El 6 de enero de 1988 Isabel junto con las mujeres, organizaron una marcha para protestar y
pedir el alto al reclutamiento forzoso y que no se siguiera masacrando, que parara la guerra y
exigir la paz con dignidad. Llegando al cuartel San Carlos, las capturaron por órdenes del
coronel Zepeda.

“Tras la captura fue como empecé a ser una cara visible en el tiempo de la guerra, esto
también de alguna forma ayudó a ser una mujer más orientada al servicio de las mujeres más
desprotegidas”

¿Cómo logro ser fundadora del Movimiento Salvadoreño de Mujeres?

La guerra cada día era más cruel y con otras compañeras que tenían una visión más amplia,
más conocedoras pensamos y en coordinación con otras compañeras que estaban en la
ciudad, queríamos ayudar y fue cuando pensamos que se debía ampliar no solo los comité de
mujeres que teníamos en las diferentes periferias de San Salvador, Mejicanos, San Marcos,
Ayuxtustepeque empezamos a ver que había que crear una organización más fuerte y fue así
como en plena guerra y la persecución en la ciudad organizamos la asamblea para constituir el
Movimiento Salvadoreño de Mujeres, el 26 de Febrero de 1988, claro no era la única
fundadora habían otras compañeras que a raíz del conflicto tuvieron que huir del país y otras
compañeras que están trabajando en otras organizaciones después de una lucha tan fuerte
que hicimos.

Foto de detalle entrada


¿Cuénteme de su trabajo político en el MSM?

Mi papel dentro del MSM era más hacer relaciones internacionales básicamente buscaba los
recursos y por eso mismo cada vez que regresaba a mi casa ya estaba bajo vigilancia por el
papel que tenía ya dentro de la organización y en la ofensiva era como la más buscada porque
unos con razón y otros bajo la tortura nos expusieron a todas y lo que hacíamos, en una de
esas se llevaron a mi esposo y mis hijas se quedaron encerradas y yo me había ido antes de la
casa porque me tocaba moverme de un lado a otro para no ser capturada, antes lo creían a
uno delincuente por ayudar a las personas que lo necesitaban y había mucha gente en
condiciones muy pobres y había que ayudarlas y también tenían familiares que estaban siendo
perseguidos.

¿Cómo logro fortalecer el MSM?

Después de los acuerdos de paz teníamos que jugar con las reglas del juego, la situación había
cambiado antes éramos mas clandestinas porque cuando nace el MSM era una organización
clandestina pero ya en los acuerdos de paz teníamos que legalizar nuestra organización era
otra lucha empezar para obtener personería jurídica y esto también nos permitiría trabajar con
las organizaciones internacionales desde aquí, ver y apoyar este programa de transferencia de
tierra que se creó el PPT que creo Naciones Unidas y había que trabajar con las desmovilizadas
hicimos la lucha cuando más se necesito y en apoyar las personas que más lo necesitaban y les
brindamos herramientas para que conocieran sus derechos y luchar por ellos.

¿Por qué es tan importante el activismo en las mujeres?

Bueno más que activismo es el asumir y asimilar e identificarse con la lucha de las mujeres con
el sufrimiento de otras mujeres y tratar que en la medida que nosotras vamos avanzando a
más mujeres la violación de sus derechos va ir disminuyendo, la violencia irá disminuyendo
pensamos, esperemos que sea así y las mujeres en la medidas que conozcan, apliquen y exijan
el respeto a sus derechos la igualdad en esa medida ira avanzando pero también el activismo
es importante las instituciones encargadas de aplicar la justicia, los encargados de aplicar las
leyes sepan que hay movimientos de mujeres que estamos luchando que esas leyes sean
aplicadas porque aquí hay una cantidad de leyes que favorecen a las mujeres pero no se
aplican, la impunidad en este país es grande, porque no les interesa que las mujeres sean
respetadas y que vivamos en paz.

¿Puede compartir algunos de sus éxitos?

Sobrevivir es un gran éxito sobrevivir a la guerra y a dos operaciones de corazón abierto la


última fue en el 2013 a pesar de muchas dificultades porque ya con los años una cirugía como
esta no puede haberla aguantado, también éxitos dentro de la organización son muchos y
dentro de ellos es que fuera reconocida por el estado y por las organizaciones internacionales,
las organizaciones en el tiempo del 2000 al 2005 ya la cooperación exigía una cantidad
requisitos para poder optar a los proyectos entre ellos personas profesionales que se
identificaran con el trabajo que hacíamos.
No solo hemos crecido en reconocimientos en recursos humanos sino que también en
recursos financieros y lo más exitoso es que somos una organización legalmente constituida y
reconocida y que tenemos toda nuestra documentación en regla.

En relación al futuro, ¿cuáles son los retos del feminismo en el MSM o El Salvador?

En este momento la mayoría de las organizaciones que trabajamos por la defensa de los
derechos humanos de las personas y principalmente de las mujeres también estamos siendo
señaladas entonces en este momento es aguantar hasta poder salir de esta situación que
podamos sobrevivir y luego que el feminismos y los derechos de las mujeres sean reconocidos,
como organización tenemos el apoyo de diferentes redes internacionales.

¿Cuál es su mensaje para las mujeres y jóvenes que están tratando de organizarse?

Mi mensaje para todas las mujeres es que conozcan de sus derechos de la realidad de la vida
que lean porque los libros son historias de algo que ha sucedido y ha marcado una historia,
quisiera una juventud educadas y letradas que sean profesionales y traten de ayudar unos a
otros que no exista la envidia ni odios porque solo así construiríamos una sociedad más justa e
igualitaria para todos.

¨Hay personas que dicen que soy terca utópica, pero hay que soñar para despertar y desde
donde este seguiré luchando por mis ideales: la paz, la justicia social, la democracia política y
económica y los derechos de las mujeres con sus familias en donde prevalezcan relaciones
horizontales libres de violencia¨

Isabel López, ha puesto su vida a favor de la causa de los seres más vulnerables, siendo mujer,
madre y esposa, una mujer sindicalista una militante progresista, una mujer organizada que ha
roto esquemas siendo sobreviviente de la guerra, de la violencia, enfermedades y cirugías.

1978 obtuvo su primer trabajo.

1980 obtuvo su primera participación dentro de una organización.

1985 fue su primera cirugía.

1986 sobrevivió al terremoto

1988 fundó el MSM

1994 el MSM obtuvo su personería juridica

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