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Introducción

En este análisis hablaremos sobre el “Aiveremos” se comentará el principal


problema que es el fuego. También se hablaremos sobre los personajes, y los
hechos que se van presentando a medida que va ocurriendo la narración de
éste.

Aiveremos de Luis Vélez, publicada en 1972, retrata la población rural de


Santiago del Estero. El paisaje desértico es narrado con delicadeza y
abundante descripción.
Percibimos en la descripción de los personajes la inocencia de una madre
que espera el regreso de su hijo. La historia nos la transmite un narrador
omnisciente que no nos muestra su cara pero conoce los sentimientos del
personaje “Doña Shatu”. La frase: “¿Por qué no vendrá? Pensaba y
caminaba” nos demuestra eso.
La voz del narrador sabe todos los detalles, a la vez, disfraza el drama con
toques de realismo mágico.
Nos muestra escenas alucinantes como cuando los objetos estallan en el
primer fragmento.
Plasma destellos del realismo mágico a través de las metáforas, analogías,
descripciones.
“En el cielo danzaban los largos brazos negros que se perdían amputados
entre el paso de ella y su cuchilla de luz”
“Como una larga y amarilla lengua de vaca que olfateaba la proximidad de la
cría muerta, se arrastraba lamiendo y oliendo las piedras del sendero…”
El personaje “Doña Shatu” posee el mismo aspecto fantasmal del pueblo.
Una madre desesperada que ansía el regreso de su hijo que no volverá. Se
encuentra rozando la locura o quizás el ensueño ya que ve a su hijo en las
sombras, en los cactus, percibe su presencia a pesar de que no está y no
volverá. Trae a su memoria los buenos momentos con su hijo y su espíritu
bondadoso.
Se mantiene esperanzada hasta el final, donde se encuentra con el resto de
las personas y percibe la desgracia, la mala noticia.
Aiveremos narra la vida tradicional de un pueblito fantasmal, donde el dolor
se forma sobre los restos de esperanza.

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