La abeja

Había una vez, una Abeja Joven que le encantaba recoger la pura Miel de
la fragante Rosa de muchos colores salía muy temprano para trabajar y
poder alimentarse, que flor de aquellos prados; parecía Atónita la dejaba
la belleza y fragancia que tenían, esta abeja se sentaba a Observar
aquellas mariposas de colores, de grandes alas pues ellas también se
posaban sobre las rosas y demás flores.
Cuando la tarde llego y el sol estaba ocultándose, se sentó sobre un girasol
del cual empezó a suspirar y a decir: ¡estos girasoles portan ricas
fragancias de miel para mi panal! , sin embargo la abejita al sentirse solo
recordó a su familia y volvió con tristeza entra llorando al último
aposento que es puntualmente el que a su madre lo solía alojar.
Al día siguiente, la mariposa se encontró con la abeja y le pregunta: ¿por
qué tan triste? ¿Por qué te sientes tan mal? Y entre varios suspiros la
abeja le responde: entre varios suspiros ¡que los girasoles significa sus
sentimientos, He visto a mi madre entre las frescas flores y La Feliz
Mariposa entendió el porqué de los suspiros y lo que habitualmente hacia
cada tarde que el sol se ocultaba.