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Érase una vez una joven abejita que vivía en una colmena junto con todas sus compañeras.

A la abejita no le gustaba las


verduras y por mas que sus maestras insistían en que deba comérselas ella no quería.

--- NO quiero las verduras. No me gustan y no me gustan, prefiero comer caramelos.

Esa primavera la abejita estaba muy emocionada por que era la primera vez que iba a recolectar polen y para toda abeja
es un maravilloso acontecimiento.

Cuando por fin llego el día de ir a recolectar el polen la abejita salió muy feliz e ilusionada en busca de bonitas flores.
salió con muchas energías y recolecto polen de rosas, margaritas, claveles e incluso unas florecillas de romero. Pero de
pronto, cuando volaba ilusionada hacia las flores de manzano empezó a notar que sus alitas no funcionaban bien.

Intento volar con todas sus fuerzas, pero sus alitas estaban agotadas y se cayó al suelo derramando todo el polen que
había recolectado. La abejita comenzó a llorar desconsolada. estaba muy triste porque había derramado todo el polen,
pero una de sus maestras fue a consolarla.

--- NO te preocupes, no pasa nada por que hayas derramado el polen. Entre todos nos ocuparemos de llevarlo en la
colmena, pero ahora tú debes volver y guardar reposo. Tus alitas están muy débiles y deben descansar y recibir buenos
nutrientes; pero para ello has de comer verduras, de lo contrario sus alitas nunca estarán fuertes y no podrás volar.

--- Vaya… No creía que las verduras fueran tan importantes … Esta bien, hare lo que me dices.

En los siguientes días la abejita comenzó a tomar muchas verduras deseando ponerse fuerte muy pronto. Comió
croquetas, tortilla de espinacas, sopa de tomate e incluso torta de zanahoria y … ¿Sabes qué? La abejita no sólo se dio
cuenta que las verduras tienen muchas vitaminas, sino que además están deliciosas. Y por fin , al octavo día , la abejita
se despertó y …

--- Siento tanta energía que podría recolectar polen por lo menos de mil flores.

La abejita estaba totalmente recuperada y se incorporó de nuevo a la recolección del polen. Sus alitas estaban muy
agiles y fuertes que nunca y ese día pudo valor durante horas y horas sin agotarse, incluso hasta lo alto del manzano.

Al final de la temporada la abejita gano el premio a la “mejor recolectora” pero por por supuesto siguió comiendo
deliciosas verduras para estas fuerte y sana. FIN

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