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Luna Ye

NIU: 16016993 Género y Sociedad en Asia Oriental

Primer ensayo Género y Sociedad en AO. Curso 2022/2023


Feminismo y nacionalismo
Durante 1868 y 1910 o 1912, los funcionarios chinos, coreanos y japoneses empiezan a
cuestionar el papel que jugará las mujeres dentro de la construcción del estado nación.
Ven a las mujeres como depositarias de valores culturales, por tanto, tienen que poder
acceder a la educación. En China se añade el elemento productivo, no solo quieren
madres educadoras, también quieren mujeres que aporten beneficios al estado.
A partir de 1912 hasta finales de 1920 entramos en la siguiente fase, vemos que el
esfuerzo que han hecho las mujeres en el período anterior no se traduce en su
reconocimiento. En China, gracias a los movimientos de la Nueva Cultura y 4 de Mayo,
empiezan a considerar a las mujeres como sujeto político. Porque quienes se
manifiestan para una modernización del estado son los y las estudiantes jóvenes. En
Japón, aparecen diferentes corrientes de feminismo que debaten sobre la maternidad en
la revista Seito. En el caso de Corea surge la figura de la nueva mujer integradas en las
industrias textiles, a causa del éxodo urbano de mano de obra masculina se da una
feminización del campo. Son mujeres solteras, jóvenes que no viven con sus familias
que disfrutan de cierta libertad de movimientos. Las mujeres jóvenes participan en todo
tipo de movimientos sociales porque son conocedoras de los movimientos de Asia
Oriental. En 1927 se funda una organización paragua que articula todo movimiento de
mujeres en todas las asociaciones. Son de carácter nacionalista y la causa feminista
queda al segundo plano.
En la década de los 1930, en Japón y su colonia coreana, aparecen las “Nuevas
Mujeres”. Los intelectuales reformistas empiezan a debatir sobre el tipo de educación
que tienen que recibir estas mujeres. Para ellos tiene que ser una educación que
fortalezca la imagen del estado y el ideal de buena esposa y sabia madre, dejando atrás
las influencias occidentales de la profesionalización femenina. Se produce una llamada
en busca de liberación de las mujeres e intentan crear un espacio discursivo femenino en
contraste con la del siglo XIX, que era masculino. El hecho de que siga habiendo
coeducación y que los colegios femeninos vayan orientados al ideal de ryosai kenbo,
significa que la representación femenina en el campo político y el espacio público sigue
manteniéndose al margen.
En la China comunista, década de los 30, podemos apreciar que las mujeres tenían una
presencia importante dentro de todos los ámbitos. El propio partido emite leyes, reforma
agraria y la ley de matrimonio, para elevar la posición familiar y económica de las
figuras femeninas. Pero los intereses de las mujeres continúan viéndose supeditadas a la
causa del partido.
Beneficios obtenidos
El debate de los beneficios que han obtenido las mujeres gracias a la vinculación del
feminismo con el nacionalismo es complejo y difuso. Por una parte, tenemos a la
académica japonesa Chizuko Ueno (1987), que señala que no se puede ser feminista y
nacionalista a la vez dado que los intereses de las feministas se encuentran supeditados a
los del gobierno haciendo que la causa nacionalista no contribuya a la situación de las
mujeres.
Por otro lado, la académica coreana Kim Hee-kang (2009), en el caso de Corea del Sur,
afirma que en algunas situaciones el nacionalismo si que ha beneficiado a las mujeres
coreanas. Uno de los temas en que se basa es el de las mujeres de consuelo. Kim
Luna Ye
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relaciona la subordinación política y económica con la subordinación sexual de Corea


del Sur a Japón y Estados Unidos. Por tanto, la lucha por la reivindicación de autonomía
de la nación coreana supone también la lucha a favor de la igualdad de género y
reivindicación de las mujeres de confort. Sin embargo, el gobierno fue cómplice de la
subordinación sexual desde inicios del siglo XX hasta los años 70, pero las feministas
nunca han cuestionado su papel por el mero hecho de que necesitan su apoyo a favor de
la lucha de las mujeres de confort.
La académica coreana considera exitosa la alianza estratégica entre nacionalismo y
feminismo porque visibiliza las víctimas del dominio sexual y las mujeres coreanas en
el enfoque nacional y transnacional. En contraste, Chizuko Ueno que también analizó el
papel de las confort women, llega a la conclusión de que no ha sido una victoria clara
del movimiento feminista coreano y transnacional. Porque el tema central del debate
público y político no es la violencia sexual contra las mujeres sino la subordinación de
poderes neocoloniales sobre la nación coreana.
Wang Zheng (2005) analiza la participación de la Federación de Mujeres de Shanghái
como movimiento de mujeres y feministas en apoyar a mujeres dependientes no
contempladas en la causa del Partido Comunista. Esta federación de mujeres ha
adoptado una estrategia en la que justifican sus acciones en línea con las directrices
políticas del Partido Comunista para lograr cierta autonomía y trabajar en la mejora de
la situación de las mujeres más vulnerables. A la larga, las mujeres que forman parte de
la federación se van visibilizando cada vez más en los comités vecinales y van
adquiriendo poder. Los varones viendo la “invasión” del espacio público se dan cuenta
de que hay una relación desigual de poder entre hombres y mujeres. Por tanto, en
circunstancias de pelea política surge el complejo de inferioridad de las funcionarias.
Porque son conscientes del lugar subordinado que ocupan en el partido. Entonces
cambian su estrategia y discursivamente justifican sus acciones y su presencia en lo
público como transmisoras en favor del Partido Comunista.
Conclusión
En conclusión, los movimientos de mujeres y el feminismo han ido vinculándose con el
nacionalismo a lo largo del tiempo. El papel de la educación dentro de esta relación
también ha sido importante por el hecho de hacer a las mujeres depositarias de la cultura
nacional. En Japón tenemos un nacionalismo fascista y antifeminista que promueve solo
el ideal de ryosai kenbo; en Corea hay un nacionalismo emancipador aliado del
feminismo con la cuestión de las mujeres de confort; y por último en China rige un
nacionalismo socialista que llevaba a cabo políticas paternalistas de género. La
educación de las mujeres en Japón y Corea tenía gran influencia, en Corea hay que
añadir también el rol del cristianismo. En cambio, en China la educación se asocia más
con los movimientos reformistas.
Bibliografía
Kim, Hee-Kang (2009). Should feminism transcend nationalism? A defense of feminist
nationalism in South Korea Women's Studies International Forum 32 (2009)
108–119
Ueno Chizuko (1987). “The Position of Japanese Women Reconsidered”. Current
Anthropology, volume 28, nº4 pp. 75-84.
Wang Zheng (2005). " State feminism"? Gender and socialist state formation in Maoist
China. Feminist studies, 31(3), 519-551.

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