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COMENZANDO BIEN
I. Introducción
A. Los dos males conectados entre sí que amenazan la educación de los hijos y llevan al fracaso
de la familia son:
1. No comprender la _____________ de la relación entre marido y mujer en el proceso de
la educación de los hijos.
2. La ____________ centrada en los hijos.
B. La premisa
La mayor influencia global que ustedes ejercerán en la educación de sus hijos no vendrá de
su papel de padres, si de su papel de __________ y __________.
Resumen de la creación
1. Observe que Dios no creó, ni recreó un ___________ ser; en vez de eso, Él tomó una
parte de un lado del cuerpo de Adán y formó a la mujer de esa parte.
2. El hecho de traer a la mujer hasta Adán, no fue un simple acto de la creación de otro ser,
el establecimiento de una relación social conocida como _____________.
a. Eso fue dicho por Dios en ____________
b. Fue declarado por Moisés en ____________
c. Fue reafirmado por Jesús en ____________ y ____________
d. El apóstol Pablo reforzó el tema en _____________
3. ¿Por qué Dios creó a la mujer?
Porque el hombre estaba solo y necesitaba de alguien para ____________.
4. ¿Por qué Dios estableció el casamiento?
Porque a través del casamiento, los cónyuges pueden servirse uno al otro y a través de
sus vidas pueden servir _____________.
(Una relación social divina – dos se hacen uno, alianza).
Principio clave: El mayor regalo que los padres pueden dar a sus hijos es la confianza de que sus
padres se aman.
CAPÍTULO DOS
COMENZANDO BIEN
La familia es la unidad social primaria de todas las sociedades, es por eso que vale la pena
protegerla y resguardarla. En calidad de profesionales que ofrecen servicios educativos y de salud a
padres e hijos, sabemos las tragedias que pueden sobrevenir a una familia cuando los principios
básicos de la educación de los hijos no se respetan. Ya aconsejamos a padres quienes, con la mejor
de las intenciones, comenzaron a educar a sus hijos con amor y cariño y; al final, los sueños de una
linda familia se transformaron en una pesadilla de sobrevivencia. El problema no fueron las
motivaciones erradas, sino los métodos equivocados.
De acuerdo con nuestro punto de vista y nuestra experiencia, existen dos males
interconectados que amenazan el éxito de la educación de los hijos y llevan a la caída de la familia. El
primero es minimizar la importancia de la relación entre marido y mujer en el proceso de la
educación de los hijos; el segundo es caer en la trampa de la educación centrada en los hijos. A fin de
evitar esas amenazas los padres deben aprender que Dios, con anterioridad insertó, todos los
factores de éxito en su plan divino. Como en todos los temas tratados en las Escrituras, si usted viola
los principios, perderá la bendición. Si acepta sus mandamientos, la bendición del gozo y satisfacción
serán suyas.
1
“Es maravilloso crecer en un hogar donde los padres realmente se aman. Ellos ríen juntos, juegan juntos, oran juntos y educan a sus hijos
juntos. Entre los hermanos tenemos una relación de “mejores amigos” uno con el otro. Aprendemos eso viendo a papá y mamá” – Aimee,
14 años
El compañerismo y la plenitud que Dios planeó para el casamiento crecen a través de la comunicación por medio de la cual el matrimonio
comparte los sucesos diarios y el significado de sus vidas. El compañerismo gratificante y la sensación de plenitud se desarrollan cuando el
marido y la esposa aprenden a comunicarse de forma abierta y comprensiva. La gloria del casamiento cristiano está en aceptar la tarea que
durará toda la vida, de hacer ajustes continuos en medio del desorden de la existencia humana, siempre trabajando para mejorar las
habilidades de comunicación necesarias para esa tarea, buscando el poder capacitador de Dios en todo eso. (Comunicación, la clave para
las relaciones de Dr. H. Norman Wright, Danprewan Editora.)
El hombre estaba solo
En Génesis 2:18, Dios expresa claramente la condición del hombre al decir: “No es bueno que
el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él”. En ese versículo, Dios declara cuál fue Su
intención al crear a la mujer: El hombre estaba solo y eso no era bueno. Al mirar el contexto del
versículo, descubrimos que el hombre literalmente no estaba solo. Ese hecho confirma la declaración
de Dios. Adán no solo estaba cercado por toda la creación, sino y lo más significativo, tenía una
relación perfecta con Dios. A pesar de todo eso, Dios declara que no era bueno que el hombre
estuviese solo. Obviamente el significado implícito de “solo” no se refiere a la relación de Adán con
Dios, que estaba por encima de todo, sino a la relación de Adán con la creación, que estaba por
debajo de él.2
Un segundo punto a ser considerado es el significado integral de lo que Dios dijo; la
declaración: “No es bueno que el hombre esté solo” implica al hombre por completo, no un único
aspecto de su ser. Consecuentemente, el versículo indica que no es bueno que el hombre esté solo
espiritualmente, no es bueno que él esté solo social, emocional y físicamente. La declaración engloba
todas las dimensiones. “No es bueno que esté solo” se refiere a la ausencia de otro ser semejante a
Adán que complementase su persona enteramente. En verdad había un vacío de intimidad en la vida
de Adán,3 un tipo de intimidad que vincula a dos personas en unidad y semejanza. Adán estaba solo;
le faltaba una relación íntima con alguien de su especie.
Dios hizo al hombre un ser social, tanto en el contexto más amplio de la comunidad en la que
vive su vida pública, como en el contexto más restringido de la intimidad de su vida particular. Dios
creó al hombre con la capacidad de relacionarse no solo con él mismo sino también con alguien con
quien pudiera compartir su vida de forma íntima. 4
2
Sugerencias de algunos excelentes materiales sobre matrimonio:
1. Amor y Respeto, Emerson Eggerich. Editorial Mundo Cristiano.
2. Comunicación: la llave para las relaciones, Dr. H. Norman Wright. Editora Danprewan.
3. Ella necesita, Él desea, Dr. Willard E. Harley Jr. Editora Candeia.
4. What Makes a Man Feel Loved (Lo que hace que un hombre se sienta amado), Bob Barnes. Harvest House Publishers.
5. What Makes a Women Feel Loved (Lo que hace que una mujer se sienta amada), Bob Barnes. Harvest House Publishers.
3
La intimidad y proximidad emocional entre dos personas se refiere a la parte más particular y más personal de la relación. La intimidad
envuelve la fusión de dos personas en unidad y afinidad.
4
Cuando el marido y la esposa no están juntos en todo – emocional, físico, social y como compañeros – se encuentran solitarios en aquella
parte de la vida que les está faltando. Cuando eso sucede, no logran alcanzar la armonía y la intimidad completa. En lugar de que dos
personas completas formen una unidad íntegra, dos partes quebradas se juntan para formar un todo también quebrado. Los cónyuges no
pueden separar la intimidad física del resto de su matrimonio.
Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: esto es ahora
hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirán a su mujer y será una sola carne”.
La corona de la creación fue la santa unión entre el hombre y la mujer. Fue más que la
creación de otro ser, según la “especie del hombre”. Las Escrituras afirman que Dios trajo a la mujer
para el hombre. No la dejó en el jardín corriendo junto con los animales hasta que se encontrasen los
dos, Él mismo los unió.
Adán respondió inmediatamente, llamando a su compañera de “varona” o sea “mujer”. ¿Qué
tipo de relación era esa? En el versículo 24 leemos “Por tanto dejará el hombre a su padre y a su
madre y se unirá a su mujer y será una sola carne”. La expresión “Por lo tanto”, nos lleva a la
respuesta de la pregunta que hicimos antes en relación al motivo, por el cual Dios creó a la mujer y el
propósito para el casamiento. La mujer fue creada porque no era bueno que el hombre estuviese
solo. Dios ha provisto una compañera que fuese adecuada para suplir sus necesidades más íntimas,
alguien con quien él pudiese compartir su vida. Por eso la mujer no solo fue creada, sino que la
institución del matrimonio fue planeada. El matrimonio es la santa realidad de dos, convirtiéndose en
uno. Dios lo instituyó en primer lugar con vista a esa asociación y se lo describe en toda la Biblia
como la unión de una sola carne.5
8
Dios determinó que el marido fuese la cabeza del hogar (Efesios 5:23). El marido y la esposa son socios, pero para que la sociedad
funcione bien, uno de los dos necesita ser el líder. Espiritualmente el marido y la esposa son iguales ante Dios. Sin embargo, ser igual no
significa que tengan los mismos papeles. Para que el matrimonio y el hogar funcionen bien, Dios creó una distinción funcional entre marido
y mujer. Distorsionar estas funciones es destruir la relación. El hecho que el marido sea descrito como la cabeza del hogar le da autoridad.
Cuando los hijos se convierten en el centro de la familia, ellos se vuelven la cabeza del hogar y la autoridad de los padres pierde fuerza.
(Heaven Help the Home Today – El Cielo ayuda al hogar hoy) de Howard Hendricks, pág. 27-28).
los hijos a la familia, donde ellos aprendan sobre las relaciones básicas de reciprocidad en la vida, los
padres los elevan por encima de la familia. 9
9
Hay ciertos aspectos de la relación entre marido y mujer que los hijos necesitan constatar rutinariamente. Necesitan ver una relación
continua de amor, lo que incluye a los padres, apreciando la compañía uno del otro, como “amigos”, no solo como padres. También
necesitan ver a sus padres conversando, riendo, trabajando juntos y resolviendo conflictos respetándose mutuamente.
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Es fácil caer en la trampa de poner siempre a los hijos por encima del matrimonio. Esto es malo para ellos y para nosotros. Ellos
necesitan saber que los padres están primero en la vida del uno y del otro. Eso les da seguridad en un mundo de relaciones fragmentadas
(Then I Had Kids -Entonces tuve hijos- de Susan Alexader Yates, pág 94).
“Cuando mis padres tenían siempre su “tiempo de sofá”, mis hermanos y yo éramos más obedientes y había armonía en la familia. No
parece gran cosa, sentarse en el sofá y conversar uno con el otro todas las noches, pero hace una gran diferencia en la casa” – Justin, 17
llevan a hacerlo sentir como el centro de la familia, desarrollará una percepción egocéntrica que se
infiltrará en todas las demás relaciones a medida que su mundo se amplíe.
Dios nos creó con la capacidad tanto de dar como de recibir. Los padres de Stevie, le están
enseñando a recibir, pero no a dar. Ellos erróneamente creen que, si demuestran todo el tiempo esa
concesión, naturalmente se convertirá en dador. Pero eso no sucederá, al contrario, tendrá cada día
el deseo de recibir más. Si quisiera jugar en la hamaca, simplemente le quitará el lugar a otro niño
porque no aprendió a saber esperar. Él sigue sus impulsos egoístas porque sus padres nunca le
enseñaron autocontrol, que significa negarse a sí mismo en determinados momentos.
Las otras personas, simplemente no importan para Stevie. Él tendrá problemas con los
hermanos y con los compañeros. Crecerá mal preparado para la vida real donde la capacidad de dar y
recibir es un prerrequisito para cualquier relación saludable y duradera. Sufrirá en la escuela y en el
trabajo, porque las otras personas no le atendieron tan rápidamente como sus padres. Por causa de
la elección de sus padres la vida para Stevie se volverá terriblemente frustrante. 11
Por el contrario, los padres de Ryan están integrando su vida y estructura familiar ya
existente. Están formando en su hijo una tendencia para relaciones íntimas y afectuosas. Cuando un
niño se siente un miembro bien recibido en la familia y no el centro de ella, aprende a entrar y salir
con flexibilidad y bienestar emocional con las nuevas y crecientes relaciones sociales. Ser un
miembro bien recibido en la familia genera los “nosotrosísmos” que representa una actitud de
aceptación del papel de cada una en la familia como un miembro del equipo, dando a los otros tanto
como recibo de ellos. Esa relación es un prerrequisito para una vida equilibrada.
11
Los niños de todas las edades piensan que pueden tomar sus propias decisiones y gobernar su vida. El problema, sin embargo, es diez
veces mayor cuando ese niño proviene de una familia centrada en los hijos. La ausencia de límites razonables en este tipo de familia crea
un vacío. Sin límites no hay necesidad de control por parte de los padres o autocontrol por parte del hijo.
“Cuando mi hermana Emily y yo éramos pequeñas, adorábamos cuando nuestros padres tenían su “tiempo de sofá”. En esa época no
lograba explicar la razón. Simplemente aquello parecía correcto y reconfortante y nos daba seguridad. Nosotras planeábamos un montón
de cosas para que ellos estuvieran tranquilos, como servirles té cuando se sentaban. Ahora entiendo que el “tiempo de sofá” era tanto para
nosotras como para ellos” – Audrey, 16 años
maneras correctas de suplir las necesidades de su hijo sin ponerlo como centro. Aquí algunas
sugerencias que pueden ayudarle para alcanzar el equilibrio:
1. Mamá, la vida no para cuando tienes hijos. Puedes frenar, pero no parar. Cuando se
convierte en madre usted no deja de ser hija, ni hermana, amiga o esposa. 12 Esas relaciones
eran importantes para usted, antes que sus hijos nacieran; esfuércese para que continúen
siendo importantes aun después.
2. Si usted y su pareja salían juntos una noche por semana antes de la llegada de sus hijos,
retomen esa rutina lo antes posible. 13 Si no tenían esa costumbre, comiencen ahora. Ustedes
no tienen que hacer nada en particular, ni quedarse fuera mucho tiempo, pero será bueno
para ustedes retomar el hábito de enamorarse y dejar que los amigos o parientes cuiden de
sus hijos. Los hijos no quedarán ansiosos al separarse de sus padres porque mamá está con
papá.
3. La pareja generalmente hacía algo especial uno para el otro antes que los hijos entraran en la
familia. Si a usted le gustaba preparar una comida especial, planifique incluirla en la
programación de la semana. Maridos cuando vuelven a su casa con un regalito para sus hijos,
lleven uno para su esposa también. Continúen haciendo esas cosas, que funcionan como
recuerdo de la relación especial que tenían antes de los hijos
4. Inviten a los amigos para una noche especial o para una charla informal. La hospitalidad les
obliga a concentrarse en su casa para servir a los otros. Esa distracción saludable también
obliga a planificar el día de su hijo en beneficio de servir a otros. Es una buena manera de
hacer que los hijos participen.
5. Practique el “tiempo de sofá”. Al final del día, recomendamos a las parejas que reserven 10 o
15 minutos para sentarse juntos en el sofá. El tiempo de sofá debe suceder cuando los hijos
todavía están despiertos, no después que hayan ido a la cama, pues esto proporciona a los
hijos una percepción visual de la unidad entre ustedes. Es una manera concreta de que su
hijo consiga medir la relación de amor entre sus padres y satisfacer esa necesidad interior.
Además de eso, este tiempo proporciona a los padres un momento para que sus necesidades
emocionales personales sean suplidas.14
RESUMEN
Nuestro deseo es que la vida familiar sea repleta de alegría, llena de dulces recuerdos y no
contaminada por el sufrimiento. Esa no es una declaración idealista, sino de dirección y ánimo. Las
relaciones prioritarias no son arbitrarias; no son dictadas por las circunstancias ni por la moda. Las
relaciones dentro de la familia funcionan mejor cuando están orquestadas por objetivos comunes de
amor y de unidad familiar.
12
Elizabeth George escribió dos libros que ayudan a las madres a priorizar las relaciones en su vida y encontrar el equilibrio, consiguiendo
cumplir todas las tareas que tiene bajo su responsabilidad. Los libros son: “Una mujer conforme al corazón de Dios” y Life Management for
Busy Women -Administrando la vida de mujeres ocupadas-.
13
Si afirmamos que nuestro cónyuge es importante, el tiempo a solas con él debe constar en nuestra agenda. Antes de casarnos, amigos
sabios nos aconsejaron reservar una noche por semana para salir juntos, solo los dos, para cultivar amistad entre nosotros. Ese fue uno de
los consejos más valiosos que pudimos recibir. (And Then I Had kids –Y entonces tuve hijos- de Susan Alexander Yates, pág. 94).
“De todas las cosas maravillosas que mis padres aplicaron en la vida de nuestra familia, el tiempo de sofá es una de las que más quiero
poner en práctica en mi familia cuando me case. Durante mi infancia me sentía muy segura sabiendo que mis padres estaban reservando
un tiempo para comunicarse y demostrar que estaban unidos. Así es como sé que mis padres se aman y aman nuestra familia” – Sarah, 22
años
14
Aquí van algunos consejos para comenzar el tiempo de sofá en su casa:
● Marque un horario diario de lunes a viernes. Escojan un horario que ustedes puedan cumplir.
● Considere ese tiempo como un compromiso ineludible.
● No atienda el teléfono.
● Si el padre está de viaje, comuníquese con él, mientras los niños estén despiertos. El padre habla por teléfono con cada hijo y después
pide para hablar con la madre, dejando que los hijos sepan que ese es el tiempo de sofá de ellos.
● Deje separado una caja especial de juguetes para que los niños jueguen con ellos mientras dure el tiempo de sofá.
● Si tienen hijos en edad pre-escolar, comience con tres a cinco minutos. Cuando ellos ya no les interrumpan y estén jugando
tranquilamente durante ese periodo, aumente a diez minutos (Mom´s Notes, Encontrando un equilibrio en la educación bíblica de los
hijos, Parte 1 – “Fundamentos”).
“Mis padres me mostraron cuán importante es para una buena relación en el matrimonio tener el tiempo de sofá y una noche para salir
juntos regularmente. Cuando ellos pasan tiempo uno con el otro, nos muestran que se aman” – Rebecca, 14 años.
Si usted desea alcanzar la excelencia en la educación de sus hijos debe proteger su
matrimonio. Un matrimonio firme actúa como un factor estabilizador contra las sacudidas de la vida.
Dando prioridad a su relación conyugal ustedes también estarán apartándose de la educación
centrada en sus hijos. Desde el inicio los hijos deben ser miembros bienvenidos a la familia, pero no
el centro de ella. La relación de ustedes con su hijo en los primeros años de su vida, debe ser de
padres, maestros y tutores, pero no de compañeros o pares.
3. Escriba los cuatro principios que gobiernan las relaciones familiares subrayando las palabras
claves en cada principio.
4. Defina la educación centrada en los hijos y cite algunas razones por las cuales ella no es
correcta.