Está en la página 1de 20

1.

Porque te dará la información que necesitas para entender el comportamiento de


tu hij@. cónyuge.
2. Porque te ayudara a detectar los errores que estas cometiendo en la educación de
tus hijos y tu relación de pareja.
3. Porque te dirá como corregir esos errores y sanar el corazón de tus hijos y tu
pareja.
4. Porque aunque nos sea fácil, en un tiempo prudencial empezaras a ver el cambio y
mejora en tu familia.
5. Porque de seguro terminaras reflexionando en las temáticas que hasta ahora no te
habías planteado.
LEY 20 25 EL 23
DE JULIO DE 2020
El gobierno nacional sancionó la ley 2025 “por medio de la cual se establecen los
lineamientos para la implementación de escuela de padres, madres de familia y
cuidadores, en las situaciones de educación preescolar, básica y media del país se
deroga la ley 1404 de 2010 y se dictan otras disposiciones”.
La anterior ley tiene como objeto fomentar la participación de las familias en los
procesos educativos de los niños, niñas y adolescentes, a través de la escuela de padres
y madres de familia y cuidadores, las cuales deberán ser implementadas con carácter de
obligatoriedad en las instituciones educativas públicas y privadas del país, y deben estar
articuladas con los proyectos educativos institucionales PEI, en el cual deberá́ tener un
apartado especial que defina como se desarrollaran las condiciones del Programa.

La familia es muy importante para Dios, de hecho, la idea surgió de él. Dios podía
habernos creado para vivir aislados, pero no lo hizo. Nos necesitamos no solo para la
continuación de la raza humana sino para apoyarnos, construir y bendecir el lugar
donde Dios nos ha puesto.
1. El origen de la familia
Y Dios creó al ser humano a su imagen; lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó, y los bendijo con estas
palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense; llenen la tierra y sométanla; dominen a los peces del mar y a las aves del
cielo, y a todos los reptiles que se arrastran por el suelo».
(Génesis 1:27-28)

Dios creó al hombre y a la mujer y los bendijo, dándoles una misión compuesta por dos
partes. Primero, multiplicarse, ser fructíferos y llenar la tierra con hijos. Vemos que sin
la unidad sexual del hombre y la mujer no habría continuidad. La segunda parte de la
misión consistía en someter la tierra, cuidarla, cultivarla, y dominar a los animales.

Los seres humanos fuimos creados a la imagen de Dios y tenemos un propósito


asignado por él. Somos llamados a contribuir en el lugar donde estamos. No solo eso, a
diferencia de los animales, los humanos poseemos cuerpo, alma y espíritu lo cual nos
da la capacidad de tener una relación de amistad con Dios, fuente de amor y sabiduría.

2. La unidad en el matrimonio
Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.
(Génesis 2:24)

Todo nuevo matrimonio debe dar prioridad a su unión y vivir de acuerdo a los mandatos
de Dios. Aunque todavía pertenecemos a la familia en la que crecimos, al casarnos
pasamos a ser uno con nuestro cónyuge y formamos una nueva familia. Tomaremos
nuestras decisiones juntos delante de Dios y buscaremos su voluntad para nuestro
futuro y bien común.
Aprende más sobre el propósito de Dios para el matrimonio con estos 15 versículos
bíblicos sobre el matrimonio.

Lee otros versículos sobre el matrimonio en la Biblia.

3. La vida espiritual de la familia


Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando
estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Deuteronomio 6:6-7)

Los padres deben llenar sus corazones y sus mentes con la palabra de Dios para luego
enseñarla a sus hijos. Su ejemplo amoroso y constante viviendo de acuerdo con los
mandatos de Dios los inspirará y bendecirá. La familia que ama a Dios comparte de
forma natural lo que Dios hace en su diario vivir y cómo él interviene en los problemas
del día a día.

4. Alabar a Dios juntos


Tributen al Señor, familias de los pueblos, tributen al Señor la gloria y el poder; tributen al Señor la gloria que corresponde
a su nombre; preséntense ante él con ofrendas, adoren al Señor en su hermoso santuario.
(1 Crónicas 16:28-29)

Hay un vínculo especial en las familias que adoran a Dios juntas. Es de gran gozo poder
ir juntos al templo a dar gloria a Dios por todas las bendiciones que él nos concede a
diario.
La familia que está unida no solo por lazos de sangre sino también en el área espiritual
disfrutará de una relación más profunda y real. Sus miembros estarán unidos en
espíritu recibiendo la bendición que Dios concede a todos los que le sirven.

6 dinámicas para cultos familiares

5. La bendición de los hijos


Los hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.
(Salmo 127:3)

Los hijos que Dios nos da son parte de la bendición que él nos concede. No debemos
verlos como una carga económica o una presión sobre nosotros. ¡Todo lo contrario!
Tenemos que amarlos y educarlos, enseñarles a ser buenos ciudadanos y hacerles
partícipes de todas las cosas buenas que Dios nos ha dado.
7 versículos sobre la importancia que Dios da a los niños

6. Instruir bien a los niños


Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.
(Proverbios 22:6)

Los padres deben enseñar valores a sus hijos, cómo comportarse de forma aceptable y
respetuosa ante todos. También es responsabilidad de los padres instruir a sus hijos en
la verdad del evangelio, enseñarles lo que significa amar y seguir a Jesús. Una buena
base espiritual les ayudará a enfrentar los retos que la vida les presente.

Todo lo que los niños aprenden durante su niñez los moldeará para el resto de su vida.
Seamos padres responsables que aman e instruyen a sus hijos en el camino del Señor.

7. La obediencia a los padres


Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre.
(Proverbios 6:20)

Los hijos deben obedecer a sus padres. Aquí se refiere a padres y madres que enseñan
a sus hijos los mandamientos de Dios. Los padres que aman a Dios no harán exigencias
sin sentido a sus hijos. Según los hijos crecen y estudian la Palabra de Dios por sí
mismos, comienzan a reconocer la sabiduría detrás de los mandatos de sus padres y la
bendición que resulta cuando vivimos una vida de obediencia ante Dios.
Aprende más sobre cómo dice la Biblia que debemos tratar a los demás.

8. Bendecir a las otras generaciones

La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres.
(Proverbios 17:6)
La familia debe valorar la aportación de todos sus miembros. Una familia fuerte aprecia
a todos los que la componen sean hijos, nietos, abuelos, primos o tíos. Celebran juntos
sus éxitos, se cuidan, se animan y se ayudan en los momentos de enfermedad o
necesidad.

Los abuelos se alegran al ver a sus hijos criar y educar a los nietos con el mismo amor
y la misma dedicación que ellos lo hicieron. Los hijos también aprenden con el tiempo a
valorar el esfuerzo y el sacrificio que hicieron sus padres para criarlos en un ambiente
lleno de amor y de estabilidad.

9. Luchar por la unidad


Y, si una familia está dividida contra sí misma, esa familia no puede mantenerse en pie. (Marcos 3:25)

Es muy triste ver familias que solo se hablan para pelear o ni siquiera se hablan.
Debemos trabajar activamente en la unidad familiar, pasar tiempo juntos no solo en
casa sino dar paseos, hacer deporte o disfrutar de tiempos de relax juntos. La familia
debe tener metas y sueños comunes y celebrar cuando estos se consiguen.
Glorificamos a Dios cuando nos esforzamos en mantener la paz y la armonía en nuestra
familia.

Versículos de agradecimiento por nuestra familia

10. Cuidar y proveer para los nuestros


El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
(1 Timoteo 5:8)

Dentro de la familia debemos cuidar y proveer para los nuestros. Necesitamos estar
alerta ante las necesidades de nuestros familiares y ayudarles a la medida de lo que
esté a nuestro alcance. No debemos cerrar nuestros corazones ante ellos y sus
necesidades reales.

La base de nuestra fe es el amor incondicional y sacrificial, ese amor que Dios tuvo por
nosotros al enviar a su Hijo Jesús a morir en nuestro lugar. Nuestro día a día debe
reflejar crecimiento en esta área mostrando ese tipo de amor a los demás,
especialmente a nuestros familiares.

11. Actuar con sabiduría


El hijo sabio alegra a su padre; el hijo necio menosprecia a su madre.
(Proverbios 15:20)

Un hijo sabio traerá gozo al corazón de sus padres. No entrará en conflictos


innecesarios con ellos, los honrará y los bendecirá con sus palabras y acciones. Se
aferrará a Dios, la fuente de sabiduría, y tomará decisiones que le agradan a él y que
bendigan a sus padres.
El hijo necio echa de lado las enseñanzas de sus padres y les causa tristeza y dolor,
especialmente a la madre. Necio es quien rechaza la sabiduría que viene de Dios y vive
en rebeldía contra él y contra sus padres.

12. Transmitir el buen camino


Escuchen, hijos, la corrección de un padre; dispónganse a adquirir inteligencia. Yo les brindo buenas enseñanzas, así que
no abandonen mi instrucción.
(Proverbios 4:1-2)

Los padres deben tomar tiempo para hablar con sus hijos, enseñarles a tomar buenas
decisiones y a andar por el buen camino. A veces esperamos que los hijos se
comporten de una manera, pero no nos sentamos a explicarles lo que esperamos de
ellos y por qué les conviene obedecer.

Los hijos por su parte deben escuchar cuando sus padres los corrigen y aprender a
tomar decisiones que les ayuden a crecer como seres humanos. Con el paso de los
años recordarán los consejos de sus padres y estarán agradecidos.

Oración por los hijos

13. El temor al Señor trae bendiciones


Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos. Lo que ganes con tus manos, eso comerás; gozarás de
dicha y prosperidad. En el seno de tu hogar, tu esposa será como vid llena de uvas; alrededor de tu mesa, tus hijos serán
como vástagos de olivo. Tales son las bendiciones de los que temen al Señor.
(Salmo 128:1-4)

Temer al Señor es darle la reverencia y el respeto que él merece. Dios valora y premia
que reconozcamos su señorío sobre nosotros y que vivamos dentro de su voluntad.

Hay bendiciones específicas para el que teme a Dios y obedece sus mandatos. Por
ejemplo, el salario por su trabajo le rendirá y gozará de bienestar. También hay
promesa de descendencia, gozo y abundancia. Uno de los bienes más preciados del
hombre es su familia, y una familia que vive en amor y armonía no tiene comparación.

14. Sobre todo, amor


(El amor) Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
(1 Corintios 13:7)

Una familia sin amor no logrará superar los retos que traerá la vida. Los miembros de la
familia deben estar dispuestos a pedir perdón y perdonar, a creer en la bondad y el
amor de los otros y a dejar pasar esas pequeñas manías o rarezas de los demás que a
veces nos agobian.
El único amor perfecto es el de Dios. Llenemos nuestras vidas de él dejando que su
amor fluya a través de nosotros y bendiga a toda la familia.

Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios,
y Dios en él.
(1 Juan 4:16).

Reflexiona sobre las características del amor verdadero.

15. Josué 24:15


Pero, si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus
antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte,
mi familia y yo serviremos al Señor.

16. Salmo 103:17-18


Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos, con los que
cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.

17. Génesis 12:3


Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; ¡por medio de ti serán bendecidas todas las familias de
la tierra!

18. Marcos 10:6-9


Pero al principio de la creación Dios “los hizo hombre y mujer”. “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”. Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha
unido, que no lo separe el hombre.

19. Eclesiastés 9:9


Goza de la vida con la mujer amada cada día de la vida sin sentido que Dios te ha dado en este mundo. ¡Cada uno de tus
absurdos días! Esto es lo que te ha tocado de todos tus afanes en este mundo.

20. Efesios 5:33


En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su esposa como a sí mismo, y que la esposa respete a su esposo.

21. Éxodo 20:12


Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.

22. Efesios 6:1-3


Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer
mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra».

23. Efesios 6:4


Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.

24. Hechos 16:31


Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.

25. Proverbios 1:8-9


Hijo mío, escucha las correcciones de tu padre y no abandones las enseñanzas de tu madre. Adornarán tu cabeza como una
diadema; adornarán tu cuello como un collar.

26. Proverbios 10:1


Proverbios de Salomón: El hijo sabio es la alegría de su padre; el hijo necio es el pesar de su madre.

27. Proverbios 11:29


El que perturba su casa no hereda más que el viento, y el necio termina sirviendo al sabio.

28. Proverbios 15:20


El hijo sabio alegra a su padre; el hijo necio menosprecia a su madre.

29. Proverbios 15:27


El ambicioso acarrea mal sobre su familia; el que aborrece el soborno vivirá.

30. 1 Timoteo 5:4


Pero, si una viuda tiene hijos o nietos, que estos aprendan primero a cumplir sus obligaciones con su propia familia y
correspondan así a sus padres y abuelos, porque eso agrada a Dios.
31. 1 Timoteo 5:8
El que no provee para los suyos, y sobre todo para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

32. Efesios 4:32


Más bien, sean bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes
en Cristo.

33. 1 Reyes 8:57


Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros antepasados; que nunca nos deje ni nos abandone.

También podría gustarte