Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
INFORMACIÓN GENERAL
INTRODUCCIÓN
En el interior de la guía encontraras una serie de actividades para desarrollar que ayudaran a
mejorar tu nivel de comprensión lectora.
Página 1 de 7
¿Qué voy a aprender?
Te Apuesto La Cabeza resolví permitirle que siguiera
utilizándola, mediante el pago, eso sí, de
(Un despacho con puertas laterales.)
una cuota semanal que él me satisface
FEDERICO. (Entrando por la derecha.)
puntualmente.
¿Molesto?
FEDERICO. ¿Y cuánto le cobras?
CARLOS. (Mientras escribe.) ¡Adelante!
CARLOS. (Entregándole la factura.) Lee.
¡Adelante!
FEDERICO. (Leyendo.) «Don Edmundo
FEDERICO. ¿Qué escribes?
Valenzuela debe al señor Carlos Márquez,
CARLOS. La factura semanal para
por una semana de servicios de un par de
Edmundo, por el alquiler de una cabeza.
ojos, diez pesos; de una boca, veinticinco
FEDERICO. ¿Qué dices? ¿Por el
pesos; de dos oídos, quince pesos; de una
alquiler de qué?
cabellera, cinco pesos; y de un cerebro,
CARLOS. ¡Ah!, ¿pero no sabes que
cero pesos.» ¿Cómo? ¿Nada por el
ahora alquilo cabezas?
cerebro?
FEDERICO. ¡Vamos, déjate de bromas!
CARLOS. Y le sale caro…
CARLOS. Escucha: como Edmundo
FEDERICO. (Leyendo.) «Total:
tiene la manía de hacer apuestas, me
cincuenta y cinco pesos.» Jamás he visto
propuse curarlo de una vez por todas
nada tan extraordinario. ¿Y crees que
cobrándole una especie de alquiler por el
seguirá abonándote el alquiler toda su
uso de su propia cabeza.
vida?
FEDERICO. Perdóname, pero no te
CARLOS. Que te lo diga él; aquí llega.
entiendo…
¡Hola, Edmundo!
CARLOS. Hace un mes, Edmundo y yo
EDMUNDO. (Entrando por la derecha.)
tuvimos una acalorada discusión, y él, sin
Buenos días.
saber ya qué decirme, salió con su
FEDERICO. Buenos días, querido
consabido «¡Te apuesto la cabeza!». Yo
Edmundo.
hubiera podido responderle, como otras
CARLOS. ¿Traes el dinero?
veces, «¡claro, tú apuestas la cabeza
EDMUNDO. Discúlpame, pero esta
porque… para lo que te sirve!». Pero
semana…
decidí curarlo, y le acepté su disparatada
CARLOS. ¿Qué ocurre esta semana?
apuesta. ¡Y se la gané! Desde hace un
EDMUNDO. Esta semana yo también
mes, soy el legítimo propietario de la
tengo que presentarte una factura.
cabeza de Edmundo.
CARLOS. ¡Ah, sí!, y ¿de qué?
FEDERICO. ¡Eso sí que no me lo
EDMUNDO. (Entregándosela.) Entérate.
hubiera imaginado nunca!
CARLOS. (Leyendo.) «Don Carlos
CARLOS. Edmundo, como hombre
Márquez debe al señor Edmundo
honrado que es, quiso entregármela
Valenzuela, por un sombrero para la
inmediatamente, pero ¿para qué iba a
cabeza que le alquila, treinta pesos; por
aceptársela? ¡No la iba a guisar! ¡Ni a
servicios de peluquería durante cuatro
exponerla en una vitrina! Entonces,
semanas, veinte pesos; por una consulta al
Página 2 de 7
oculista, veinte pesos; por un diente de EDMUNDO. ¡Ah, gracias, gracias!
oro, cincuenta pesos. ¿Cómo podré demostrarte mi
Total: ciento veinte pesos.» agradecimiento?
FEDERICO. ¡Jua! ¡Jua! ¡Jua! ¡Se acabó CARLOS. No haciendo más apuestas.
el negocio! EDMUNDO. Te lo prometo.
CARLOS. Sí, sí; confieso que negocios FEDERICO. Discúlpame, pero no te
de esta clase no me convienen. ¡Líquido y creo capaz de cumplir esa promesa.
cierro! EDMUNDO. ¿Por qué no he de ser
EDMUNDO. Pero, antes, págame lo que capaz?
me debes. CARLOS y FEDERICO. Porque no
CARLOS. Toma los ciento veinte pesos. tienes voluntad.
Y toma también estos cien. Así te EDMUNDO. ¡Cómo que no!
devuelvo todo lo que me pagaste por el CARLOS y FEDERICO. ¿Qué
alquiler de tu cabeza. apuestas?
EDMUNDO. ¡Apuesto la cabeza!
GERMÁN BERDIALES
Te apuesto la cabeza (Adaptación)
Escribe otras expresiones que no puedan interpretarse palabra por palabra y explica
su significado.
Por ejemplo:
Página 3 de 7
Práctico lo que aprendí
POLISEMIA
4. Lee y observa.
FAMILIAS DE PALABRAS
5. Agrupa en familias estas
palabras:
EXPRESIONES
Página 4 de 7
¿Cómo sé que aprendí?
Página 5 de 7
Para dormirse, el señor Puk hojeaba libros con billetes
de banco de los cinco continentes, cuidadosamente
encuadernados. El señor Puk no se cansaba
de hojear esos volúmenes, pues era una persona
muy instruida.
Una noche, precisamente cuando hojeaba un volumen del Banco del Estado australiano, el
señor Puk encontró un billete falso.
–¿Cómo habrá llegado hasta aquí? ¿Habrá más?
El señor Puk se puso a hojear rabiosamente todos
los volúmenes de su biblioteca y encontró una docena de billetes falsos.
–¿No habrá también monedas falsas rodando por la casa? Tengo que mirar.
Y así empezó a deshacer toda la casa, en busca de monedas falsas. Empezó por el tejado y
luego siguió hacia abajo, un piso tras otro. Cuando encontraba una moneda falsa, gritaba:
–La reconozco, me la dio aquel bribón.
Poco a poco, el señor Puk desmontó toda su casa.
Luego se sentó en medio del desierto, sobre un montón de ruinas. Ya no tenía ganas de
reconstruir la casa. Pero como tampoco le apetecía abandonar su dinero, se quedó allí
arriba, furioso. Y de estar siempre encima de su montón de monedas se fue haciendo cada
vez más pequeño, hasta que se convirtió en una moneda, en una moneda falsa. Y aún hoy,
cuando la gente acude a apoderarse de las monedas, a él lo tiran en medio del desierto.
GIANNI RODARI
Cuentos para jugar (Adaptación)
1. Contesta.
Página 6 de 7
Puedes empezar así
Redacta ahora un breve resumen de la historia del señor Puk con el nuevo final que has
escrito.
HOMÓFONAS
5. Observa.
OJEAR HOJEAR
FORMACIÓN DE PALABRAS
6. Observa.
Ahora, sustituye cada expresión por un solo verbo.
• Echar yeso_________________
• Barnizar con cera _________________
• Cubrir con arena_________________
• Recubrir con jabón________________
• Pavimentar con ladrillos_________________
• Pegar con cola_____________________
Página 7 de 7