Está en la página 1de 22

LcrsJuEcss yt¿'poúTrcÁ

tanto, los Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Alemania, Ita-


lia, España y-, sólo en algunos aspectos, Portugal, casos todos
Le uecrsrRATURA
ellos que presentan diferencias significativas incluso por el
modo de organizary repartir el poder entre las instituciones
políticas, hecho que no deja de influir en la ubicación insti-
tucional de la justicia y, por lo tanto, en las relaciones que
mantiene con su entorno político.

S, ., crecimiento de la incidencia política de la justicia es


i1.: un dato que se encuentraya en las democracias contemporá-
r',l rrneos, existen sinembargo no Pocas diferencias significativas
.'r en cuanto a la intensidad de este fenómeno y a la dirección en
que se mueve el activisrnojudicial, Se trata de diferencias que
I hay que relacionatr con distintos elementos, tanto internos
li corno externos al sistemajudicial. En este capítulo y en el si-
';t glriente nos detendremos en los internos, mientras que en el
ri tercero examinarernos las relaciones entre el sistemajudicial
y el político, partiendo de la constatación de que el primero
es después de todo parte integrante del segundo (Lavau,
' 1961; Marradi, 1971).
,n,t , 6gmgnzarnos, Pues, Por un elemento que asume un papel
;1.,rfundamental en la justicia: el personal que la administra, los
jueces. Los aspectos a considerar incluyen su formación, el sis-
iü ¿srn, de reclutamiento y las galantías de sfaúzsque les rodean
,r' en las principales democracias contemporánea§, Para poder
il,¿¡si v¿ó.at einivel de independencia En efecto, es evidente
¡que sin independencia +ntendida en el sentido estrictamen-
ite institucional del término (Friedman, 1994b: pp. 2&29)-ni
siquiera sería posible hablar de una intervención autónoma
i{e la magistratura en el proceso político. El análisis del mar-
'iao
orgatizativo en el que actúa la magistratura nos permitirá
idespués introducir un elemento adicional, que está cierta-
|ffiente influido por ese marco, o sea, la percepción del papel

30 31
g_.i,

*,

Los ¡uecr,s v r"l roúrrce C¡nro Gu¡¡NIrnr Y PATRIaA PEDERZoLI

del juez. Para que la magistratura intervenga en el proceso nuestro tema. Muchos de los elementos que concurren a de-
político no basta que sea institucionalmente independiente, finir la posición deljuez dentro de la organización de la que
es preciso también que tenga lavoluntad de serlo (Friedman forma parte, en especial su sfafzsy las garantías que se le atri-
y Rehbinder, 7976: p. 33). buyen, se encuentran de hecho estrechamente vinculadas al
tipo de reclutamiento. Entre estos elementos están la presen-
cia o no de una carrera competitiva y sobre todo los Procesos
El sr¿rusor Los.luECES de socialización profesional, en los que hay que distinguir
una vez más entre los internos y los externos al sistemajudi-
EI reclutarnimto y ln formación cial. Por ejemplo, está claro que un reclutamiento Por concur-
so abierto ajóvenes licenciados, o sea a personas en su mayor
El modo en que se reclutan losjueces influye no sólo en la parte sin anteriores experiencias profesionales, tiene como
composición social y profesional del cuerpo judicial sino corolario casi inevitable su inserción en la base de la pirámi-
también en las relaciones que se establecen entre la magistra- de organizativa y, por tanto, la previsión de mecanismos de
tura y los otros actores políticos. Esá claro que este segundo ascensos en la carrera (Merryman, 1985). Yeso expone aljuez
aspecto eslá más estrechamente ligado al tema que nos inte- no sólo a evaluaciones más o menos frecuentes sino también
resa pero, como veremos, también la morfología del cuerpo a traslados de sede o dejuzgado, que pueden debilitar las ga-

.judicial tiene repercusiones ocasiones eüdentes- so- rantías de independencia, particularmente ante aquellos a
bre las relaciones que en un -encontexto dado se producen en- los que corresponde tomar esas decisiones. Por el contrario,
tre lajusticia y su entorno. la misma idea de carrera no tiene casi razón de ser en los sis-
Para afrontar el análisis conviene partir de la posición insti- temas que practican un reclutamiento lateral, que cubren los
tucional de las autoridades a las que corresponde escoger a puestos vacantes recurriendo a profesionales considerados
losjueces. Más en concreto, el dato importante es el de si tales idóneos por su experiencia y requisitos específicos.
actores se ubican en el interior o en el exterior del sistemaju- Sin embargo, los mecanismos institucionales que regulan
diciat. De esa manera es posible fijar un primer punto de refe- el reclutamiento no son siempre caPaces de describir un pro-
rencia, importante aunque no exclusivo, paravalorar el grado ceso selectivo que es en ocasiones más bien largo y articulado
de intervención del poder político respecto a las garantías de y que puede contemplar la participación de numerosos acto-
independencia reconocidas a la magisratura, sinllvidar que res. En algunos casos, en efecto, el ingreso deljuez en la or-
también esta última suele estar implicada en el proceso de se- §anización es sólo la etapa final de una trayectoria que tiene
lección. Siguiendo esta perspectiva, los casos concretos pue- su inicio en una Facultad de derecho y que sigue después en
den colocarse a lo largo de w continuur?zen cuyos extremos se distintos ambientes, profesionales o incluso políticos. Por esta
sitúan dos modelos opuestos de reclutamiento: mientras que tazón es importante considerar también la colocación y el
el primero está controlado en gran parte por el sistema políti- número de los actores que, sobre la base de praxis consolida-
co, el segundo en cambio se confía a la propia magistratura y das, parecen capaces de influir en ese proceso (Gates yJohn-
tiende a resolverse en una especie de cooptación interna o, son, 1991: pp.172 ss.). Haciéndolo así se pueden identificar
mejor dicho, de autorreclutamiento. algunos puntos importantes de contacto entre la magistratu-
Pero el proceso de formación y selección del cuerpojudi- ra y su entorno que, aunque no sean tan inmediatos o visi-
cial presenta también otros aspectos importantes referidos a bles como el reclutamiento en sentido estricto, pueden sin

32 .)J
Los JUECEs Y LA PoLíTrc"\ CARLo GUARNIERI Y PATRIzIA Prornzou

embargo influir sobre la percepción del papel y sobre los número de unas 900 personasl, son nombrados formalmen-
comportamientos del cuerpo judicial. Resulta eüdente, por te por la Corona, pero el proceso de selección está en reali-
ejemplo, que un ingreso precoz y en la base de la pirámide dad controlado por el Lord Canciller. Este último, designado
jurisdiccional provoca un proceso de socialización profesio. generalmente entre abogados, concentra en su persona fun-
nal esencialmente controlado por la organización judicial. ciones muy diversas: es un juez,y et calidad de tal se sienta
Por el contrario, esas capacidades de control se relajan sensi- en la Corte Suprema, pero es también speaher de la Cámara
blemente si el reclutamiento es lateral y abierto a personas de los Lores, miemt¡ro del Gabinete y, por último, responde
que ya han madurado la experiencia requerida para ejercer de Ia administración de justicia y de su personal. Esta espe-
como juez. En este caso, aun sin infravalorar la "resocializa- cial posición hace del Lord Canciller el principal canal de co-
ción" interna a las nuevas funciones, los nuevos reclutados nexión institucional entre la magistratura y el sistema políti-
tenderán a importar en la organización un conjunto de valo. co. R.esulta pues comprensible que se le nombre no sólo por
res y un ethos característicos de otros ambientes profesiona- su experiencia profesional sino también Por sus orientacio-
les, por lo general de la abogacía, y además a mantener lazos nes políticas. Aunque catzlizado por el Lord Cancille¡ el pro-
con su grupo de origen, que pueden ser un importante punto ceso de selección de losjueces contempla también la partici-
de referencia para el cuerpo judicial. Por esta razón resulta pación activade los propios magistrados, en particular de los
útil considerar también las relaciones entre la magistratura y de más alto grado, así como de los miembros más influyen-
las otras profesiones legales --que se estructuran de manera tes de la abogacía (Stevens, 1993: p. 181). La amplitud de es-
diferente según si esán preüstas o no trayectorias formativas tas consultas, en gran parte informales, varía por supuesto en
comunes- así como la existencia de canales entre unay otras función de la importancia de los puestos a cubriry llega a in-
destinados a favorecer la movilidad profesional. cluir al Primer Ministro cuando se trata de nombrar los vérti
Como se desprende de estas rápidas observaciones preli- ces del cuerpojudicial. Los criterios de elección no eslán for-
minares, los dos modelos a comparar üenen dados respecti- malizados y resultan en general de praxis consolidadas, Pero
vamente por el reclutamiento por concurso, o burocrático, y el poseer una prolongada experiencia forense, el prestigio y
por el reclutamiento profesional. Mientras el primero carac- la reputación son requisitos indispensables para resultar nom-
teriza a los países de la Europa continental, el segundo es tí- brados. Por esta razón losjueces ingleses llegan a asumir su
pico de los sistemas anglo-americanos. Para afrontar el análi- cargo con notable retraso en comparación con sus colegas
sis seguiremos, por tanto, la línea de vertiente que separa la del otro lado de la Mancha y en todo caso tlo antes de los cin-
tradición jurídica del common lau de la del ciuil lau. cuenta o sesenta años de edad (Waltman y Holland, 1988:
Siguiendo una uadición muy antigua, el sistema inglés se p.lla) . Tzrmbién la experiencia adquirida en calidad de juez a
apoya sobre un vínculo muy estrecho entre las profesiones tiempo parcial se ha convertido en una etapa ahora otrligada
legales: los jueces de profesión se reclutan exclusivamente de la *ayectoria que conduce a los tribunales superiores, pero
entre los abogados de mayor experiencia y prestigio (Van volveremos más adelante sobre este punto que supone un in-
Caeneghem, 1987). El canal abierto así entre la abogacía y el dicio, aunque menor, de la lenta aparición de una carrera en
cuerpo judicial es con pleno derecho una de las característi- el seno de la magistratura británica. Un último aspecto a sub-
cas distintivas de este entramado y produce una movilidad rayar, pero sin duda el más irnportante, es el claro declinar
que, por sus dimensiones, no encuentra paralelo en la Euro- de los criterios políticos de elección en favor de los propia-
pa continental. Los jueces profesionales, o sea un reducido rnente profesionales. En efecto, la práctica extendida tiempo

._
34 35
w
Los JUECES Y LA PoLiTrc.{ C¡nro GuenNIrxr Y PATRIZIA Pe»sRzoI-I

atrás de seleccionar a los candidatos basándose en sus orienta- contrapesos", tanto es así que no es tan raro que la propues-
ciones políticas ha perdido terreno progresivamente. Por otra ta presidencial sea rechazada por el Senado (Waltmann y
parte, en lo que se refiere al perfil sociocultural de losjueces, Holland, 19BB: p. 17). No hay que olvidar que la tendencia
la línea de fiontera entrejusticiay política parece sin duda di- que se afirma, sobre todo desde los años sesenta en adelante,
fuminada. Las desigualdades sociales que se pueden encon- es la de presidentes cuyo partido no puede confiar en una
trar en el acceso a la abogacía (Abel, 19BB: p. 37) repercuten mayoría parlamentaria (Clayton, 1992: pp. 120 ss.; Sartori,
de hecho en la composición del cuerpo judicial, que no es 1995: p. 102). Por esta razón las propuestas de nombramien-
más que su emanación directa. De hecho, losjueces ingleses to eslán precedidas de múltiples mediaciones, en las que par-
conservan hasta hoy una extracción elitista, caracterizada por ticipa un numero de actores mucho más elevado de lo que eI
la presencia preponderante de cuadros superiores, y compar- procedimiento formal deja entender. Entre los más influyen-
ten lalores de referencia que parecen básicamente homogé- tes hay que recordar al Atturnq C,ervtalqte constituye el cen-
neos con los de la clase dirigente (Griffrth, 1991: p. 275). tro motor de las políticas en materia de justicia y uno de los
La moülidad entre abogacía y magistratura caracteriza más importantes puntos de conexión entre el gobierno y los
también a los Estados Unidos, que sin embargo ofrecen un tribunales federales. La propia magistratura esá implicada en
panorama mucho más heterogéneo en cuanto a las modali- las etapas preliminares áe este proceso, dado que la adminis-
dades de reclutamiento. Las soluciones adoptadas se mue- tración suele recoger las opiniones de las personalidades üsi-
ven sobre tres mecanismos fundamentales: el nombramien- bleS, tanto a escala federal como estatal. Mucha importancia
to, confiado a autoridades políticamente representativas, la tiene además el papel de la ABA (Annican Bar Association) ,la
elección directa, que puede tener lugar también bajo la égida rpotente asociación profesional de la abogacía americana,
de los partidos políticos; y el meritplan, cuyo objetivo principal mediante el paso por un determinado comité cuyas opinio-
consiste en atemperar los criterios políticos de selección en fa- nes encuentran por lo general amplio eco en el Departa-
vor de los más propiamente profesionales (Murphyy Pritchett, mento deJusticia (Abraham, 1993: pp.25 ss.). También las
1986: pp. 133 ss.). Más allá de las diferencias pertinentes, estas fuerzas políticas locales tienen siempre una voz en el capítu-
tres formas de reclutamiento comparten, sin embargo, una ca- lo, al menos para las candidaturas a niveles inferiores de laju-
racterística común digna de señalar: se trata de instrumentos risdicción. Por último, las relaciones entre centro y periferia
que abren la magistratura a la influencia de su ambiente so- pasan t¿mbién a través de los senadores que representan al
cial y político y que por tanto plantean de modo explícito el Estado donde úene su sede el tribunal al que se refiere la
problema de la relación entre independencia y responsabili- candidatura. Suponiendo que pertenezcan al mismo partido
dad democráttca del poderjudicial. A escala federal todos lo que el Presidente, siempre son interpelados y, salvo raras ex-
jueces se reclutan mediante un procedimiento bastante com- cepciones, su eventual veto lleva a la administración a retirar
plejo que, reducido a sus términos esenciales, prevé la desig- la propuesta2. En conclusión, el ejecutivo federal, por una
nación por parte del Presidente, el posterior examen de la parte, todo la Casa Blanca y el Departamento deJus-
candidatura así propuesta por una determinada comisión
-56[¡s
ticia*y el legislativo, por otra, son los actores centrales, pero
del Senado y, por último, el voto por mayoría simple del mis- no exclusivos, de una red más amplia de interacciones y de
mo Senado. Al basarse en la acción concurrente de dos po- mediaciones, abierta a la influencia de los partidos políticos,
deres, el legislaúvo y el ejecutivo, este procedimiento consti- cle los grupos de presión, de las organizaciones profesiona-
tuye un buen ejemplo del conocido mecanismo de "pesos y les, de las comunidades locales interesadas y de la misma opi-

36 .1 /
w
I-osJUECEs Y tl, poúTrc"t Ceru-o Guenr.¡rrn¡ v Petn¡zu. PEDEnzoLI

nión pública, por lo menos con ocasión de los nombramien- La distinción entre elecciones p artisany non partisan-según
tos del Tribunal Supremo. que los candidatos estén o no patrocinados por los partidos l

A diferencia de la evolución observada en el sistema in- políticos- sin duda es importante, pero no debe ser sobre-
glés, el reclutamiento de losjueces americanos se inscribe en valorada: el activismo en las filas de un partido o incluso el
una lógica cuyos criterios políticos no han decaído nunca e sostén de las organizaciones políticas locales parecen ser otras
incluso parecen haber adquirido en los últimos años un peso tantas condiciones para ser elegidos incluso en los casos en
creciente. Se puede considerar el carácter declaradamente que la competición no esté formalmente controlada por los
político de los nombramientos como el adecuado al papel partidos (Abraham, 1993: p. 34).Las cúticas que provoca esre
igualmente político que desempeña la magisrratura. Ese pa- tipo de reclutamiento apuntan de hecho a su excesiva politi-
pel depende no sólo de las prerrogativas típicas del juez en zaci6n, al perjuicio que se ocasiona a la imagen de imparcia-
los sistemas del common law--jue sin embargo tiene resulta- lidad del juez, así como al riesgo de debilitar la selección en
dos muy disúntos en Inglater¡¿- si¡s también de una evolu- el terreno profesional. Para resolver tales problemas muchos
ción en el tiempo que ha llevado a identificar casi el mismo Estados han adoptado los llamados merit plans, cuyo objetivo
concepto de actiüsmo con la magistratura americana. El ca- consiste en reforzar la selección basada en el mérito profe-
rácter político del reclutamiento esá equilibrado, sin embar- sional sin, por otra parte, cortar todo canal entre eljudicial y
go, por una circunstancia, que veremos mejor en el próximo los poderes representativos. Dejando a un lado las diferencias
apartado pero que debe ser subrayada desde ahora: losjue- particulares, las candidaturas se formulan por una comisión
ces federales se nombran con carácter ütalicio y son práctica- ad, hoc-cotttpuesta porjueces, abogados y ciudadanos- y se
mente inamoübles. Dicho de otra manera, la influencia del recogen en una lista que, por regla general, incluye de tres a
sistema político se manifiesta, pero tiende también a extinguir- cinco nombres por cada cargo vacante. De esa lista el gober-
se, con el acto del nombramiento. Las cualificaciones profe- nador procede después a nombrar al juez con un mandato
sionales y las competencias de los candidatos tienen en todo no inferior a un año. Transcurrido ese periodo de tiempo, el
caso una parte nada desdeñable en el proceso de elección, .juez debe someterse a un referéndum popula¡ donde sejue-
demostrada también por el prestigio que rodea a la magistra- ga la confirmación en el cargo por un periodo de tiempo que
tura federal. Aunque más amplio que el inglés, el üvero de suele ser más bien largo.
reclutamiento está formado por profesionales que en gene- En los dos casos que acabamos de examinar, el recluta-
ral acompañan su experienciajurídica anterior con significa- miento se plantea como el punto de conjunción más inme-
tivos precedentes en la política activa. Se trata sobre todo de diato yvisible entre el poderjudicial y los otros componentes
abogados, pero también de profesores universitarios y, cada vez del sistema político. El nombramiento, la elección y los mis-
con más Íiecuencia, dejueces que han ejercido en los tribuna- mos meritpla??sson considerados de hecho como otros tantos
les estatales. Desde el punto de üsta socioeconómico la magis. mecanismos capaces de atribuir a losjueces esa representati-
tratura federal muestra un perfil menos elitista que la inglesa vidad directa o indirecta, que a su vez constituye una fuente
y también la edad media de ingreso en el cuerpojudicial es in- autónoma de legitimación democrática, de la que en cambio
ferior, aunque sigue siendo más elevada que la que encontra- carecen las magistraturas continentales. En sus líneas gene-
mos en Europa continental (Gates yJohnson, 1991). rales el modelo que encontramos asociado a la tradición del
A escala estatal una de las formas de reclutamiento más di- ciuil law tiende de hecho a reproducir los rasgos característi-
fundida sigue siendo la elección directa con mandato aplazo. cos de los grandes aparatos burocráticos del Estado (Merry-

38 39
-ro

Los JUECES Y r-A. PoLiTIcA C¿nLo Guex.r,¡rrru y PATRIZIA P¿ornzolr

man, 1985;Freddi, 19?8: pp. 62 ss.). En la base de ese mode- das las disciplinasjurídicas, sin conocer formas impor:tantes
lo se coloca aún la concepción clásica según la cual eljuez es de especialización. Los mismos criterios selectivos parten del
un técnico del derecho, cüya tarea consiste exclusivamente supuesto de que los candidatos deben mostrarse idóneos
en aplicar la ley y que por tanto encuentra en la competencia para asumir toda la gama de las tareas o postu-
jurídica el único fundamento de su propia legitimación. En -juzgadoras
lantes, ciüles o penales- a las que podúan ser destinados
otras palabras, el sistema burocrático que sigue caracterizan- tras superar el concurso. La selección se apoya, en offas pala- I

do a las magistraturas continentales es la expresión de la üe- bras, sobre el conocido principio de la "omnicompetencia
ja fractura entre política y derecho. Mejor dicho, tal sistema funcional". Con ello se consigue que el aprendizaje de las
traduce en términos estructurales la idea de que eljuez, como prácticas y de las competencias específicas asociadas a las ta-
el resto de los funcionarios públicos, debe limitarse a llevar a reas concretas tenga lugar unavezrealizado el reclutamiento,
cabo el mandato de la ley sin interferir en las prerrogativas gracias sobre todo a la interacción con los colegas más üejos.
del poder político (Tarello, 1974). Esta asimilación de fondo Dicho de otra manera, el proceso de socialización profesio-
con los aparatos administrativos se manifiesta con especial nal se lleva a cabo predominantemente dentro de la organi-
eüdencia en los mecanismos de selección y de reclutamien- zaciónjudicial, que así puede influir en ella. Por último, hay
to: el acceso a la magistratura tiene lugar en estos países con que subrayar que el conjunto de estos elementos, y sobre todo
modalidades parecidas, y en ocasiones del todo idénticas, a el último, es decir, el rechazo a utilizar experiencias adquiri
las que regulan la admisión en los otros cuerpos burocráticos das fuera de la organización, tiende a alimentar el espíritu de
del Estado. cuerpo y su cerrazón, así como a hacer más dificil, cuando
El concurso público sigue siendo en todos los casos la vía no a *balcanizat",las relaciones con las otras profesiones le-
principal, cuando no la única, para acceder al ordenjudicial. gales, especialmente con la abogacía (Meryrnan, 1985).
El principio meritocrático es, en efecto, un denominador co- En la mayor parte de los sistemas continentales el recluta-
mún a todos los países de la Europa continental que vamos a miento por concurso ha conocido algunas transformaciones
estudiar, que se considera como un instrumento capaz a la de una cierta importancia, que pueden considerarse en par-
vez de garantizar la eficacia de la selección profesional y la in- te como auténticos correctivos del modelo burocrático. El
dependencia de la magistratura (Rebuffa, 1993: p. 69). Por acceso lateral a la magistratura con criterios me-
encima de las particularidades que caracterizan a los distin- ritocráticos y abierto a abogados -realizado
o funcionarios públicos.-
tos sistemas, cabe establecer algunos otros elementos que per- ¡e ha introducido ya en diversos países en un intento de con-
miten precisar mejor el perfil de este modelo. Los concursos trarrestar las tendencias típicas de los cuerpos cerrados. Del
se dirigen a jóvenes licenciados, generalmente carentes de mismo modo se ha asistido a la difusión en Europa de institu-
experiencias profesionales previas o al menos lo suficiente- ciones dirigidas a la formación inicial y continua de los ma-
mente prolongadas en el tiempo, que en principio pasarán gistrados, que responden al objetivo de integrar la prepara-
en la magistratura toda su üda laboral. La selección se realiza eión teórica con el adiestramiento práctico, colmando así el
mediante pruebas escritas y orales en las que la dimensión vacío institucional entre la conclusión de los estudios univer-
teórica de los conocimientos predomina clararnente sotrre la ritarios y el ingreso en la carrera (Rebuffa, 1993: p. 7+77) .
aplicada que, dada la escasa familiaridad de los candidatos El sistema francés ofrece un buen ejemplo de los avances
con la prácrca profesional, juega un papel menor o incluso Én ambas direcciones (Mestiz, 1990). Tanto la formación
insignificante. Los periodos formativos tienden a abarcar to- §otrro la selección de los futurosjueces y fiscales, que forman

40 4t
Los JUECES
y r-A. poLÍTr(A CARLo GUARNIERI v Perrua¡ Pe»BRzoI-l

aquí un cuerpo único, se piden a una institución especial, legales. Respecto a los otros países europeos, la particularidad
LEcol¿ National¿ de la Magistrature, colocadabajo la égida del de este sistema reside en el hecho de que jueces, fiscales, abo
Ministerio de Justicia. En lo que respecta a las modalidades gados, notarios y hasta los funcionarios de la administración
de reclutamiento, si bien el llamado "concurso estudiantes" pública comparten no sólo una misma cualificación <bte-
sigue siendo el más importante desde el punto de vista cuan- nida al término de un periodo de casi diez años y muy selecti-
titativo, existen ya desde hace tiempo otras vías de acceso al vo- sino también la tendencia a identificarse con un gruPo
orden judicial. Dejando a un lado los requisitos concretos, profesional más amplio, el de losjuristas tout court (Pederzoli,
les une un objetivo que es el de abrir la magistratura a candi- 1992: pp. 34 ss.). Laformación del futurojurista se articula en
datos que proüenen de horizontes profesionales distintos dos fases, separadas Por otros tantos exámenes de estado: la
aunque vinculados al derecho: desde los abogados a los fun- primera, que se desarrollaen unaFacultad de derecho, busca
cionarios públicos, pasando por el personal auxiliar de lajus- ofrecer una preparación esencialmente teórica, mientras que
ticia. Estos instrumentos, aunque considerados todavía insu- la segunda se articula en una serie de stagasdirigidos al apren-
ficientes para conseguir conectar mejor la magistratura con dizzje de las distintas prácticas profesionales. Sólo tras conse-
su entorno social (Soulez-Lariüére, 1995), permiten esa 'Ven- guir la habilitación es cuando la carrerajudicial se separa de
tilación externa" del cuerpo que, como veremos, no tiene la fiscal. La selección se hace en los Liind¿r, siguiendo una gra-
paralelo en Italia. El "concurso estudiantes" está abierto sók¡ duación de mérito, por los correspondientes ministerios de
a los licenciados en leyes con una edad no superior a27 aí,os
Justicia. A pesar del rigor selectivo que caracteriza este itinera-
y consta de pruebas escritas y orales selectivas (Perrot, 1993: no, los habilitados son admitidos en el serücio en calidad de
p. 330). Los que las superan son admitidos en la ENM para jueces en prueba, por un periodo de entre tres y cinco años,
un periodo de formación que actualmente es de 3l meses in- durante el cual las garantías de inamoülidad están en cierta
tegrándose al mismo tiempo en el cuerpojudicial en calidad medida atenuadas. De hecho se les puede asignar a funciones
de 'Jueces en formación", lo que les permite percibir una re- diversas y además están sometidos a evaluaciones de mérito
tribución y beneficiarse de muchas de las garantías reconoci- bastante frecuentes antes de ser nombrados, por fin, jueces ü-
das a sus colegas en activo. La permanencia en la Escuela pre- talicios.
vé un plan de estudios bastante articulado que, en esencia, El reclutamiento de los magistrados italianos Presenta
consta de una fase dedicada a la formación "general", en la muchos de los rasgos característicos del modelo burocrático
que la asistencia a los cursos se alterna con periodos de stage, en su versión tradicional (Di Federico, 1978). Los principios
y otra dedicada a la formación "especializada", entendida para en que se basa han conservado su formulación original
preparar a los 'ijueces en formación" para las tareas concre- su mayor parte tomada del sistema fiancés antes de la crea-
-en
tas que les serán asignadas. ción de la ENM- sin conocer hasta ahora cambios significa-
EnAlemania, al contrario de lo que sucede en Francia, los tivos. La única vía de acceso al orden judicial, que reúne a
jueces forman parte de un cuerpo separado de los fiscales, jueces y fiscales en un único cuerpo formado por cerca de
que en este caso son calificados como funcionarios públicos y 8,000 magistrados, es el concurso público. Es cierto que la
no como magistrados. A pesar de ello, ambos comparten un Constitución prevé la posibilidad de nombrar a la Corte de
mismo itinerario formativo que les permite conseguir la lla- Casación a abogados y profesores universitarios de materias
mada "habilitación para el oficio de juez", que en realidad es jurídicas por méritos relevarttes, pero se trata de una previ-
un requisito obligatorio para acceder a todas las profesiones sión que hasta ahora se ha quedado en letra muerta. Yes pre-

42 43
Los JUECES Y LA. PoLÍTICA CARfO GUARNIEPJ Y PA.IRIZIA PEDERZOLI

cisamente esta falt¿ de "ventilación" la que ha hecho de la en formación" están obligados a optar entre la carrera judi-
magistratura italiana un cuerpo cerrado en el terreno profe- cial y la fiscal inmediatamente después de ser admitidos, lo
sional, o sea, formado por personas que, reclutadas a tempra- que se explica porque en Portugal losjueces y los fiscales for-
na edad, pasarán toda su üda activa dentro de ella. La forma- man dos cuerpos separados. La separación entre el cuerpo
ción de los futurosjueces y fiscales se confia hasta ahora a las juzgante y el postulante esrá aún más acentuada en España.
Facultades de derecho así como a la iniciativa de numerosas El Centro de Estudios Judicial¿s se ocupa sólo de la formación
instituciones privadas --{on frecuencia gestionadas por ma- de losjueces, seleccionados también aquí mediante un con-
gistrados- que se limitan a ofrecer una preparación sólo curso abierto a los jóvenes licenciados en derecho. Las nor-
orientada a superar el concurso. El procedimiento de reclu- mas del ordenamientojudicial también prevén, sin embargo,
tamiento y el noviciado de losjóvenesjueces en prácticas son, una fortna de reclutamiento profesional destinada a juristas
en cambio, una de las responsabilidades del Consejo Supe- de 'oreconocida competencia" y cuya selección tiene lugar me-
rior de la Magistratura se caracteriza por una presen- diante un concurso ad hoc.
-que
cia mayoritaria de magistrado5- ¡¡¡is¡¡¡2s que el Ministerio Tras esta üsión panorámica podemos ahora resumir y
deJusticia no juega papel alguno significativo en esta mate precisar mejor los rasgos que caracterizan a las distintas mo-
ria, como por lo demás en todo lo que concierne al status del dalidades de formación y reclutamiento de las magistraturas
cuerpo judicial. El concurso de acceso ha mantenido hasta continentales. La edad media de ingreso en la carrera es siem-
ahora el tradicional planteamiento generalista, concebido pre sensiblemente inferior a la de los sistemas angloamerica-
para seleccionar candidatos teóricamente capaces de desem- nos. Las instituciones destinadas al adiestramiento de los ma-
peñar las más variadas funciones. El periodo de tiempo desti- gistrados se trate de escuelas ad hoc como en Francia,
nado a la formación de los 'Jueces en formación" o "uditori" -ya
España y Portugal o de un serücio de preparación como en
es actualmente sólo de 15 meses, o sea el más breve compara- Alemania- permiten contrarrestar sólo en parte la carencia
do con el de los otros países que consideramos aquí. Al faltar de prolongadas experiencias profesionales anteriores a la
una institución específica encargada del adiestramiento pro- asunción de las funciones judiciales. Ello significa que tales
fesional3, éste se realizadirectamente en losjuzgados bajo la experiencias siguen formándose en el interior de la propia
superüsión de los colegas más antiguos, pero en todo caso organización-judicial, que continúa siendo, por lo tanto, un
parece menos estructurado que el francés o el alemán. Aun- punto de referencia fundamental para los magistrados. El ac-
que esté prevista formalmente, en el curso del aprendizaje no ceso a la carrera se regula en todos esos países por criterios
se realiza ninguna selección real evaluaciones de méri- exquisitamente meritocráticos, sin que consideraciones de
-las
tos suelen ser casi siempre positivas- de manera que el con- otro tipo, políticas o no, puedanjugar ningún papel en la se-
curso acaba por convertirse en la práctica en el único filtro lección inicial. Sin embargo, con la única excepción impor-
efectivo al que se someten los aspirantes a magistrados (Di tante de ltalia, que parece acercarse mucho a lo que hemos
Federico,19B7). definido como autorreclutamiento, el proceso selectivo con-
Inspirándose de manera más o menos directa en la expe- templa la participación constante de los dicasterios de lajus-
riencia francesa, también España y Portugal han creado or- ticia, que de ese modo pueden ejercer una cierta influencia
ganismos dedicados a la formación y el adiestramiento de los sobre las líneas generales de formación y de reclutamiento.
futuros magistrado s. El Centro dt E s tudos Ju di ci arios portugués
se distingue sin embargo de la ENM porque los "magistrados

44 45
ffi
t
#
,3
..,r

Losluecrs v r-+ PoúTrc"A. :, CARLO GUARNIERI Y PATRIZTA PEDERZOI-I


t;

La ind,ependmcia y la carrera los dos diferentes enfoques sobre el modo de definiry admi
nistrar las garantías de independencia del juez (véase cua-
Todos los sistemas que acabamos de considerar definen dro 1.1)
de modo similar la independencia de la función judicial: en La organización judicial inglesa no presenta, al menos
principio eslá subordinada sólo alaley. Las diferencias se ven tradicionalmente, una auténtica estructura jerárquica e in-
con una cierta claridad cuando se examinan las disposicio- cluso casi desconoce el concepto de carrera. Los procedi-
nes que regulan el status de la magistraturajuzgante y las pra- mientos de reclutamiento se activan en función de los pues-
xis de aplicación que se desprenden de ellas. Más concreta- tos que en cada momento están vacantes y se elige a losjueces
mente, los aspectos de los que tenemos que ocuparnos ahora para asumir funciones específicas y predeterminadas. Los as-
se refieren a los nombramientos, los traslados, las sanciones censos de un nivel a otro de lajurisdicción son posibles, natu-
disciplinarias ¡ sobre todo, a las modalidades de ascenso en ralmente, y no son tan raros, pero el sistema no alienta las ex-
la carrera, que representan sin duda la discriminante más pectativas de ascenso. Al revés que en las magistraturas
importante para captar las diferencias entre los distintos ti- continentales, la idea de "hacer carrera" no figura entre las
pos de magistratura. El conjunto de elementos que vamos a expectativas legítimas deljuez en el momento en que se le re-
considerar permite en realidad apreciar dos diversas facetas cluta. Es verdad.que a Partir de los primeros años setenta este
del concepto de independencia, que por otra parte son otras panorama comienza a cambiar gradualmente. Las políticas
tantas posibles dimensiones de análisis. Siguiendo una clasi- de gestión del personal del departamento del Lord Canciller
ficación ya consolidada, se trata de su vertiente externo, qtJe han favorecido en cierta manera la moülidad interna, aun-
se detiene en las relaciones entre eljudicial entendido en su que todavía de manera limitada. Baste pensar que, como se
conjunto y las otras instituciones políticas, y de su vertiente ha dicho, el nombramiento como juez profesional presupo-
intnna, que en carnbio tiene relación con la posición deljuez ne ya una experiencia anterior como juez a tiempo parcial.
en el seno de la estructura organizativa de la que forma parte Las informaciones sobre la actiüdad desempeñada en ese
(Shetreet y Dechénes, l9B5: pp. 637-638). Esta última dimen- puesto, recogidas por vía confidencial entre los magistrados
sión, aunque tradicionalmente menos estudiada, y sobre todo y los abogados, se agregan al "dossier" personal para utilizar-
el papel quejuega lajerarquía en algunos contextos, supone las en el momento en que se tenga que proceder a cubrir un
una importante fuente de información para comprender las puesto vacante (Mc Ib¡ 1994: pp. 24) ' Siguiendo la opinión
dinámicas internas de la magistratura. Además, no hay que de Stevens (1993: p. 169), se debería concluir que la idea de
olvidar que tales dinámicas suelen influir también en las rela- que en Inglaterra no existe una magistratura de carrera no
ciones que mantiene el cuerpojudicial con el propio entor- sería más que "un mito que cadavez es menos creítrle". Sin
no político. La amplitud y la efectiüdad de las garantías per- ernbargo, siguen existiendo rro Pocas diferencias significati-
sonales que rodean al juez esán estrechamente conectadas vas con respecto a las organizaciones judiciales de los otros
con las características particulares de la organizaciónjudicial países europeos: los ascensos no se obtienen basándose en
que, como ya se ha dicho, en gran medida son tributarias del recorridos preestablecidos; los eventuales pasos a otro grado
tipo de reclutamiento. Por ello la diüsión entre las dos fami- se deciden con el mismo procedimiento previsto para el re-
lias jurídicas del common lau y del ciail lau consfstuye también clutamientoi por último, como losjueces en gran parte esán
en este caso un útil punto de referencia para completar el es- fuera de la supervisión de sus colegas de grado superioq la es-
quema trazado hasta aquí y para aclarar los características de tructura jerárquica, aunque presente, sigue siendo embrio-

46 47
: ú§
ñri

Los JrJEcEs Y r"A. PoúTrcA. CARLO GUAPNTERI Y PATRIZIA PEDERZ{LI

d
!
I naria (Picardi, 1991: pp. 80Al). En conclusión, se trata de un
go { juez que, a diferencia de sus colegas franceses o alemanes, no
-pu....
(t

Eá }.H E
z
u).
(.)
o

o
agobiado Por excesivas PreocuPaciones de carrera, a
lo que contribuye el hecho de que el prestigio que les rodea
U
ñ
no eslá tan estrechamente asociado a las funciones que de-
ño
o isempeñan. Las garantías de inamoülidad que se derivan de
d
god!; , un sistema en el que los traslados y las promociones aún son

C')
o
()
gá}c" d E
za
(J
O
O
I
,relativamente limitados se ven reforzadas además por el he-
cho de que losjueces se nombran during good behaviutr,lo que
§ significa prácticamente de por vida. La única sanción posible
.k
Éi
§
ú !o a c:lrgo de losjueces que toman asiento en los tribunales supe-
O
o §(É riores es la destitución tras una demanda dirigida a la Corona
E a.9E.E
Y7 3 bo :iú
f¡¡
t¡ ¿
a por las dos Cámaras del Parlamento, pero este procedimiento
á3e E 9§
!= !!
U) E 'a ()
f¡¡
zf¡l ál se ha utilizado con éxito sólo unavez, en 18304. Naturalmen-
¿ I
9§ 6 te, ello no implica que no haya alguna forma de control so-
!o -ó E§
o^§ +
l¡l :oi5o.o.;I 8. bre los comportamientos de losjueces. El respeto de los prin-
ú godi;
a
-'1 0 ).ei,6-'5o xú.2á
'É d É
.?u
,.o ñ= cipios de deontologíajudicial está encomendado al entorno
9i xi¿.=-a qrg? j:ú'b
az
ÉF¡ !:E I
3 á-3 E

tr o H =s .h prof-esional, o sea a magistradosy abogados, aunque el Lord
ld 'á Oit+!qJ O 4d
Au)
tr
Canciller puede, llegado el momento, convocar a unjuez para
? t¡l
.O ¡ É.2 ñ
,un encuentro informal. Por regla general, en todo caso, se
I
oo d9'Ü consideran suficientes una censura privada o, rnás raramen-
(!
(¡) h(Éd Uriá
.t I U-
=E
.9rü ts te, pública (Norton, 1991).
É!bo
UUá urt
e!o
r¡¡
o 'á b€
=q
úio
^
' Las razones que explican que no exista en Inglaterra urra
,carrera en sentido estricto sea, un reclutamiento lateral y
U
z + O=.8
k3 -o
' destinado a cubrir funciones concretas- se pueden aplicar
f¡,¡
H
a> 9« 0 qao
E

z =o yI, , igualmente a los Estados Unidos. Pero en este caso los pasos
§ EE (! FE §,§
.i:
§

,de un nivel a otro de lajurisdicción son ya bastante frecuen-


! nM
r¡¡ l¿eo g.-
z L Q_
O.t o ot bo
q) EOEl
i:H a tes (GatesyJohnson, 1991: p.198), aunque se realizan siguien-
'do las mismas reglas preüstas para el primer nombramiento.
atr ¿ La independencia de losjueces federales se manifiesta, ade-
o '5
ñ
H* R . rr,rás, a través del principio constitucional de la permanencia
dÜ' !9 wÉ o :en el cargo d,uring good behaaiuur,lo que con los hechos en la
o o(!
J()
bo
o ü,É
mano significa prácticamente para toda la üda. Su destitu-
ts

o. a9 0
ción sólo puede decidirla el parlamento mediante un Proce-
o 'á>
a.2
: ,!J ''dimiento
que prevé la presentación de acusación por parte
§ dl)
o3 del Congreso, el llamado im,peachmenf y el posterior voto por
o
o Eg € mayoría cualificada de dos tercios por parte del Senado (Abra-
ú !, v)

48 49
w
Los ¡urcm v ra eoúttc,t C¡¡.ro Gu*^tsRI v Pernl zIA Pr,»enzoLI

ham, 1993: pp.4248). De ese modo, el poderjudicial federal de los superioresjerárquicos. Uno de los pilares sobre los que
se beneficia de garantías que le ponen al abrigo de cualquier se apoya este tipo de organización conocido por los es-
forma de influencia por parte del ejecutivo. El mismo proce-
-bien
tudiosos de las burocracias públicas- es, en efecto, el su-
dimiento está preüsto, por otro lado, en la mayor parte de puesto según el cual los que ocupan cargos directivos tienen
los Estados, junto a otros instrumentos destinados a hacer va- también que ser capaces de desempeñar, y por tanto de eva-
ler también la responsabilidad de los magistrados. Entre luar, todas las tareas que se desarrollan en los niveles inferio-
ellos está el address, una demanda de destitución votada por res de la pirámide. Por otra parte, la "onmiscienciajerárqui-
el parlamento y dirigida al gobernador, y el recall, que consis- ca" no es más que la proyección vertical de un principio que
te en una petición pública seguida de un referéndum popu- empapa a las magistraturas continentales, es decir el genera-
lar destinado aapartar aljuez de su cargo. lismo, que en el plano horizontal se traduce en el supuesto
A diferencia de los sistemas que acabamos de describir, las de "onmicompetencia funcional" que ya hemos üsto. Para lo
organizaciones judiciales de la Europa continental se carac- que nos interesa ahora, una estructura organizativa así con-
terizan por una estructura piramidal (Damaska, 1986), en al- cebida descansa sobre la dificil cohabitación de dos dimen-
gunos casos explícitamente diseñada sobre la pauta de la mi- siones distintas: la profesional y la burocrática. Dicho de otro
litar, de modo que no sólo el tratamiento económico sino modo, la autonomía que se reconoce acadajuez en el ejerci-
también la influencia y el prestigio de los magistrados tien- cio de sus funcionesjurisdiccionales choca con la nat'uralezz-
de esas mismas
den a distribuirse según un orden jerárquico. Los pasos de 'funciones, de los controles sobre el ejercicio
.ierárquica
un grado a otro dan lugar a una carrera caracter-tzada por la lo que suPone una fuente estructural de tensio-
competición indiüdual y se basan siempre en una combina- nes internas en el cuerpo (Freddi, l97B).
ción de dos criterios principales, la antigüedad en el serücio En segundo luga¡ se contempla la participación de acto-
y el mérito profesional, éste último apreciado mediante unas res externos al cuerpo judicial en el proceso de decisión: el
notas o, con más frecuencia, una evaluación de la actiüdad ejecutivo, generalmente a través del Ministerio deJusticia, y
desarrollada por el magistrado. En principio, las múltiples a veces el legislativo. Esta intervención externa, cuya ampli
etapas que conforman la carrera del juez dependen cada tud varía de un país a otro, supone tradicionalmente el pun-
una de una elección. Tanto el número como la ubicación de to más importante de conexión institucional entre la ma-
los actores que toman parte en las correspondientes decisio- gistratura y el sistema político. Lo que hemos dicho sobre
nes varían en cierta medida de un país a otro, pero se pue- el reclutamiento en los sistemas angloamericanos ---o sea, el
den establecer algunas constantes. control que ejercen los otros poderes sobre las úas de acce-
En primer lugar hay que considerar el papel demandado so a la magistratura- también se puede aplicar en este caso
a lajerarquíajudicial y, en especial, a los magistrados de grado a las decisiones que inciden sobre la organización judicial:
más alto. Prescindiendo del hecho de que la decisión definiti- el status deljuez y en especial su ascenso en la carrera. Pero
va competa al ministro deJusticia o bien a otros organismos, es evidente que esta distinta ubicación de la influencia poli
el ascenso en la carrera se decide a partir de notas personales tica se presenta o tendencialmente concentrada en la
redactadas por los superiores, lo que explica la importancia a
-que
fase de reclutamiento o, por el contrario, distribuida a lo
veces crucial de las funciones que recaen sobre la elite ju- largo de todo el tiempo de permanencia en eI servicio- no
dicial. El juicio de los pares, como forma de control típica deja de tener implicaciones en los niveles de independencia
de los ambientes profesionales, se ve sustituido por eljuicio del juez y, por lo tanto, en las relaciones entre justicia y polí-

T
50 5l
Los JUECES Y lA por-Írlc¡ C¡¡ro Gu.'rnNtERI v P,qrn¡zn PEDERzoLI

tica. Pero ya tendremos ocasión de ver que la tradicional pre- ministro el que decide el nombramiento, oída la opinión,
eminencia del ejecutivo en las decisiones que afectan al sta- una vez más no ünculante aunque sí influyente, del Consejo
tus del jtez ha dejado paso a nuevas instituciones, los Conse- judicial competente.
jos Superiores de las Magistraturas, diseñados en un intento De naturalezamuydistintaes, en cambio, lasolución adop
explícito de reforzar las garantías de independencia. Alema- tada por los países de la Europa del sur Francia, Es-
-como
paña, Portugal e Italia- que han establecido órganos ad hoc
nia es en esto la excepción más importante, ya que es el úni-
co de los sistemas continentales que consideramos que no con la misión de administrar las garantías reconocidas a la
está dotado de un CSM y por eso es mejor examinarla en pri- magistratur^y cüyz- característica más inmediata es la de es-
mer lugar. li tar compuestos, aunque no exclusivamente, Por representan-
tes del orden judicial (véase cuadro 7.2) -La creación de los
li
En lo que se refiere a los Liinder, el poder de nombra- ,i;

miento corresponde siempre al ministro de Justicia que en lr Consejos Superiores de la Magistratura ha significado, en
algunos casos puede pronunciarse sólo tras haber oído a una efecto, un momento central en la evolución de la relación
comisión ad hoc formada por representantes del legislativo, entre justicia y política en estos países, aunque con resulta-
de la abogacía y del poderjudicial. Esas comisiones, que exis- dos institucionales diferentes. La estructura concreta de tales
lórgurror, que varía sensiblemente pese a su común denomi-
ten sólo en algunos Ltindn, esán presididas por el propio mi-
nistro que, aunque no puede participar en la votación, pue- nación, y la ubicacién que tienen en el marco institucional
de sin embargo oponer su veto a las decisiones del plenario. son algunos de los factores que ayudan a explicar estas dife-
El procedimiento prevé también la consulta obligatoria, pero rencias. Más en concreto, los elementos en los que tenemos
no ünculante, del Consejo judicial competente, compuesto que fijarnos incluyen la amplitud de las competencias de los
exclusivamente porjueces, la mitad de ellos elegidos por sus Consejos y su composición, en especial la proporción numé-
colegas. Ello no quita que la influencia que pueden ejercer rica entre miembros "laicos" (ajenos a la magistratura) y "to-
los superioresjerárquicos sea considerable. El procedimien- gados", así como las modalidades de designación de estos úl-
to de decisión se basa también en la evaluación efectuada timos. Es eüdente que las garantías de independencia serán
con una cadencia cuatrianual por los jefes de los juzgados. más fuertes si la componente mayoritaria del Consejo la tie-
Los jueces federales de los cinco tribunales supremos del nen magistrados elegidos directamente por sus colegas, su-
país se nombran siguiendo el mismo procedimiento que aca- poniendo naturalmente que tal órgano tenga también la úl-
bamos de describir, pero con una diferencia nada desdeña- tima palabra en las decisiones que inciden sobre el status del
ble. La Comisión federal para la elección de los jueces esfá cuerPo.
formada exclusivamente por representantes del ejecutivo y Italia es, sin duda, el país que ha conocido en este tema las
del legislativo. Los nombramientos se deciden teniendo en transformaciones de más amplio alcance y probablemente
cuenta no sólo las cualidades profesionales de los candidatos también el único que ha realizado, en el sentido exacto del
sino también la relación de fuerzas entre los partidos repre- término, el principio de autogestión de la magistratura. Tras
sentados en la Comisión, así como las preferencias políticas ' la experiencia autoritaria del periodo fascista, la Constitu-
de los candidatos (Clark, 19BB: 1822-1829). Es importante, ción ha roto la mayor parte de los canales institucionales en-
además, el hecho de que Ro es necesanala intervención de ' tre el poderjudicial y los otros poderes, en particular el eje-
la Comisión cuando se trata de decidir el ascenso de un juez cutivo. Todas las decisiones que afectan al status tanto de los
que ya presta servicios en el escalón federal. En ese caso es el jueces como de los fiscales promoción, me-
-reclutamiento,
._
52 53
LosJUEcEs Y r"A PoLÍTrcA CARLo GUARNIERI Y PATRIZTA PEDEMOLI

didas disciplinarias, etc.- se han concentrado en manos del


Consejo, que se ha convertido así en el más importante canal 9.-g
H9or
O
I
de conexión institucional entre la magistratura y el sistema ,6gb6
político. El motivo por el que el CSM se suele definir como i e ¿á s
q7
FrO.O.E

I Ai(É áolJ¡
&.§
¡O

a
órgano de "autogobierno" de la magistratura se puede expli-
És iiEráeE i E€s
d
car teniendo en cuanta su composición. Actualmente está
formado por tres componentes de derecho
-elJefe
del Es- I.;'ú6-o.44+'Ú
Eq E; +$[ §{ E{
@trrÉaJ ra!

o
tado, que lo preside, eI Primer Presidente y el Procurador Q
¿
General del Tribunal de Casación- 20 magistrados elegidos C')
U
F
directamente por todos sus colegas y l0 expertos en materias ú 9-
LYA
o

juúdicas, abogados o profesores universitarios, elegidos por F o


r E(!
dE
\o

las dos cámaras del Parlamento en sesión conjunta. En cuan-


6
o
§1,
q4) +
útt)
5E

o
d
o
A c? h k &C 9Q ú
áH a ¡s E ; IE
to a la designación de estos últimos, hay una regla no escrita,
pero que de hecho ha funcionado hasta ahora, que es la de f
ü) H
.1s.E
-..r ;i ñ §-E
g§E g:ü
.. §
(!
O

respetar las proporciones existentes entre los principales


f¡¡
H :'F,:o;=
#9 O I § o
.7'u-
'=O q)
H

a -.i T'ú -§ a't o ltrt d


grupos parlamentarios, incluida la oposición. No menos im. E¡

6 m
d
portante para comprender las dinámicas internas del Conse- &
jo es la influencia que en él ejercen las distintas corrientes del f¡¡
Or
d
asociacionismo judicial, cada una con su ideología propias, aa ?&ao'6

aÉcÉEFr f, i=,t*á
gracias también a las reformas introducidas en las normas re-

i
t¡l' .U
a
lativas a la elección de la componente togada. En un primer z
momento se redujeron los puestos reservados a los conseje- U
ros de Casación, que en efecto estaban sobrerrepresentados,
a
¡ ÉEÉii§ §IBI§§g= (É

o
lo que eüdentemente ayudó a alentar la tradicional preemi. f¡¡
H
nencia de la elitejudicial. Después, la introducción en 1975 de z
un sistema electoral proporcional provocó el incremento del U li o'E
o
a
-; -c B.*-

;
papel desempeñado por las distintas corrientes organizadas
É: ñ¡
"?
A 'q o
z F"§ E
"§É
q)
de la Asociación Nacional de Magistrados. Pero, sobre todo, L./ 5

*¡;§fE
U
ha sido con el progresivo desmantelamiento de la carrera, y
J §igɧg
sus repercusiones sobre las características determinantes de la §É EññÉ,s =ESEJ€ o
r
orgánizaciónjudicial, cuando se pudo intentar aclarar la natu-
raJezade las relaciones que se dan en el interior del CSM en- I
tre la componente "laica" y la togada.
Con el est¿blecimiento de un ascenso fundamentalmente (É

automático, las reformas realizadas entre 1963 y L9796 y, aún !


o
bo
en mayor medida, el modo en que esas norrnas se han inter-
L

'§o U)ñ
pretado y aplicado por el propio CSM, primero han erosiona- z ^0
v64 .=1

54 55
Losluecrs v r-a, r,olÍlca. C¡nr-o Gu¡r.N¡¡nt v Pern¡zrq PsnrRZoI-I

do y después desmantelado el tradicional entramad.ojerárqui- mento en que el Consejo no dispone de informaciones ade-
co del cuerpojudicial. Se han eliminado las üejas oposiciones cuadas, dada la sustancial uniformidad de las evaluaciones
para títulos o exámenes, que estaban controladas básicamen- de los méritos, suele ocurrir que los candidatos se eligen en
te por la elite judicial. Ateniéndose al dictado legislativo, las función de laantigüedad, que se conüerte así en sinónimo de
promociones deberían tener lugar sobre la base de los dos competencia profesional, aunque la pertenencia a una u
criterios habituales, es decir, la antigüedad en el serücio y el otra de las corrientes de la ANMI parece ejercer un peso no
mérito profesional, este último verificado mediante una eva- desdeñable en la decisión (Di Federico, 1990), hecho éste
luación "global" realizada por el propio CSM así como por que explica la importancia que tiene para los magistrados el
los Consejos judiciales y ya no por los magistrados de Casa- afiliarse a una corrienteT.
ción. En realidad, los ascensos se hacen desde hace tiempo Así que las relaciones entre magistratura y política en-
en función exclusiva de la antigüedad. Las evaluaciones, al cuentran en el CSM un canal privilegiado de comunicación
ser invariablemente positivas, o por lo menos redactadas en y de intercambio, pero no es el único. Las misiones extraju-
términos tales que no impiden el ascenso, se han vaciado de diciales, a cuya difusión contribuye también el automatismo
su potencial capacidad selectiva (Di Federico ,\987: pp. 1$26). de la carrera (Zannotti, 1981), Ilevan a los magistrados a esta-
Resulta difícil explicarse cómo se ha podido renunciar a la blecer relaciones con ambientes institucionales y económi-
exigencia de efectuar una selección sin mencionar un princi- coss que a veces se prolongan en el tiempo y que así pueden
pio que constituye la auténtica piedra angular de estas refor- convertirse en otros tantos puntos de contacto entrejusúciay
mas, o sea, la separación entre el ascenso en la carrera y las política. La caída de las motivaciones para desempeñar la
ftrnciones ejercidas. El magistrado que asciende puede ad- profesión por la certeza de la carrera y por el
quirir su nueva posición ¡ sobre todo, el correspondiente -alimentada
enrarecimiento de toda forma de responsabilidad discipli-
tratamiento económico, pero continúa ejerciendo sus viejas nar así como civilg- pueden llevar al magistrado a orien-
tareas. En otras palabras, el ascenso en la carrera no está con- tarse hacia el exterior de la organización. Así se asiste a un
dicionado por la existencia o no de puestos vacantes en los desplazamiento de los referentes tradicionales de la magis-
niveles superiores. tratura. Mientras antes los grupos de referencia eran el Tri-
Las presiones que ejerció la magistratura con el fin de re- bunal de Casación y la doctrina,hoy hay que buscarlos con
forzar la independencia interna del cuerpo (Zannotti, 19Bg) preferencia en el exterior del cuerpo, en el ambiente políti-
han logrado un sistema de promociones automáticas que, co y en los medios de comunicaciónlo. En definitiva, la evo-
salvo raras excepciones, permite a todo magistrado alcanzar lución que hemos üsto hasta aquí en sus rasgos más sobresa-
la cumbre de la carrera, al menos en el plano económico, des lientes parece desembocar en una paradoja, por otro lado
pués de 28 años de serücio. Ese automatismo no elimina, sin sólo aparente. La ruptura de casi todos los canales institucio-
embargo, ni la exigencia de proceder a una selección, cuando nales de conexión con el sistema político y la relajación de
se quede libre un puesto en los nir,'eles superiores, ni tampoco los vínculos.jerárquicos han asegurado, sí, niveles de inde-
el poder, en cierta medida ineütablemente discrecional, aso- pendencia interna y externa particularmente altos Pero no
ciado a la correspondiente decisión: la elección simplemen- han impedido, e incluso han,alimentado,la instauración de
te se retrasa a una fase posterior. Por decirlo mejoq la selec- una red de conexiones, con frecuencia poco üsibles y de es-
ción es necesaria en el momento de la asignación efectiva a casa transparencia, susceptibles de minar la autonomía de la
las funciones, que también compete al CSM. Desde el mo- magistraturall.
-----
56 57
LoSJUECES Y r"{ POLITIC¿. CARLo GuARNIEFJ vPetmzn Pro¡nzoI-t

El espacio que hemos dedicado a Italia se debe no sólo a el órgano de gobierno de la magistraturajuzgante, que tam-
sus muchas peculiaridades otra parte el análisis de los bién en este caso eslá separada del ministerio fiscal, se enun-
casos "dewiantes" también -por
es importante en el análisis com- cian en Ia Constitución de 1976, según la cual el Conselho Su-
parado- sino también a otra circunstancia. Después de la perior da Magistradura debe "incluir componentes elegidos
caída de los regímenes autoritarios las jóvenes democracias por losjueces entre y por ellos mismos". En virtud de la refor-
de la península ibérica se han referido explícitamente al mo- ma constitucional votada en 1982, el Consejo está actual-
delo italiano de gobierno de la magistratura en el momento mente formado por 7 jueces elegidos directamente por sus
de definir el sistema de garantías de independencia de los colegas mediante un sistema proporcional, 7 "laicos" (ajenos
jueces. Pero particularmente en España ese modelo ha sufri- a la magistratura) elegidos por el Parlamento, 2 personalida-
do en poco tiempo modificaciones nada marginales. LaLey des designadas por elJefe del Estado, uno de los cuales debe
Orgánica de 1980, que desarrolla la Constitución de 1978, ser necesariamente un juez, y por el Presidente del Tribunal
atribuye la mayoría del Consejo Cmeral del PodnJudicial---cuya Supremo que lo preside. Teniendo en cuenta que este últi-
competencia afecta sólo a la magistraturajuzgante- a la com- mo es un cargo electivo, la componente togada resulta ser
ponente togada: de los 20 miembros que lo forman, además mayoritaria y suficientemente representativa del cuerpo judi-
del Presidente del Tribunal Supremo que lo preside, 12 son cial en su conjunto,lo que permite gararútzar niveles de inde-
magistrados elegidos directamente por y entre sus colegas pendencia indudablemente alto§. También las atribuciones
(DíezPicazo, 1991). Al ministro deJusticia, siguiendo también de Consejo son de considerable amplitud, ya que incluyen
en este caso el ejemplo italiano, se le asigna un papel impor- los nombramientos, el ascenso en la carrera, los traslados y
tante, pero sin duda menor, o sea la tarea de proveer los me. las medidas disciplinarias.
dios necesarios para el eficaz funcionamiento de lajusticia. El Las diferencias que se encuentran en cuanto a la estructura
cambio del mapa político, con el triunfo del partido socialista y las prerrogativas de los órganos de gobierno de la magistra-
en las elecciones de 1982, abre después un periodo de ásperas tura se hacen aún más evidentes cuando se Pasa a considerar
tensiones entre el Gobierno y el Consejo, que al cabo de tres el CSM francés, que representa un modelo en ciertos aspec-
años desemboca en la reforma de este último. Los cambios tos antagónico al italiano, pero cuya importancia se debe
afectan no sólo a sus atribuciones, que se reducen a favor del también a su reciente evolución. El Consejo ffancés se carac-
ministro deJusticia, sino también a la estructura del órgano, teriza por dos rasgos peculiares: el papel que se reserva al eje-
cuyos miembros son ahora todos, incluso los togados, elegidos cutivo y el menor alcance de sus atribuciones. En cuanto al
por el Parlamento. Comparado con los avances observados en primer punto, las '\rersiones" que se han sucedido desde 1958
Italia, hay que subrayar que la designación de todos los conse- hasta 1993 también se podría añadir igualmente la
jeros por parte del Parlamento, si por un lado parece haber
-pero
de 1946, aunque fuera dentro del muy distinto sistema cons-
dado lugar a formas de "colateralismo" con lix fuerzas políti- titucional de la tV República- han contemplado la presen-
cas (Andrés Íbáf'e2,1992: p. 70), por otro ha redimensionado cia constante en su seno delJefe del Estado y del ministro de
el papel que el asociacionismojudicial había ejercido hasta en- Justicia. En l<l que se refiere en cambio al segundo punto,las
tonces, gracias también al sistema electoral proporcional. competencias del Consejo no incluyen ni Ia formación ni el
En Portugal la caída de la dictadura militar de Salazar y reclutamiento de los magistrados, ambas encomendadas a la
Caetano trae consigo también unaserie de innovaciones que Escuela Nacional de la Magistratura, y las funciones en mate-
afectan al sector de lajusticia. Los principios en que se apoya ria de nombramientos parecen relativamente de menor cala-
._
58 59
Los1uECES Y r,\ PoúTrcr\ C¿xro Gue¡NnnI Y PATRIZIA PEDERzoLt

do. Pero tratemos de resumir las etapas más importantes de por sus colegas. Yes precisamente la composición interna de
esta evolución. El Consejol2, creado en 1946 para preservar este último segmento la que se modifica según la formación
la independencia de la magistraturajuzgante, conoce una au- que esté llamada cadavez a pronunciarse: serán 5 jueces y un
téntica mutación con la carta constitucional de 1958. De con- fiscal cuando las decisiones se refieran a la magistraaxa jwz-
formidad con la redistribución de los poderes del Estado que gante, y la proporción inversa para las disposiciones relativas
marca el paso a la V República, la nueva fórmula refuerza el a la magistratura postulante. La reforma incrementa además
papel delJefe del Estado dentro del Consejo, en detrimento las atribuciones del Consejo. En su composición competente
de las prerrogativas anteriormente reconocidas a las asam- para losjueces, las decisiones en materia de disciplina se im-
bleas legislativas. En efecto, el artículo 65 modifica la forma ponen al ministro. Además, compete al CSM proponer a este
de designación de los consejeros y reduce tanto su número último el nombramiento de los presidentes de los tribunales,
como sus atribuciones. Los 9 miembros, entre ellos 6 magis- pero también todos los otros nombramientos tienen que ha-
trados, que flanquean al ministro deJusticia y al Presidente cerse ya tras oírsu opinión conforme. Los poderes de la com-
de la República son nombrados por este último, aunque sus posición competente para los fiscales son en cambio más li-
poderes resultan en parte atenuados en cuanto a la elección mitados. En este caso, el CSM sólo puede expresar opiniones
de los componentes togados. Además el Consejo sólo man- no ünculantes, que por otra parte no son obligatorias para
tiene dos competencias de relieve, en materia de nombra- los nombramientos a los puestos de grado más alto, efectua-
mientos y disciplina, pero no sin límites importantes. Las de- dos directamente Por el Consejo de Ministros.
terminaciones del Consejo se imponen solamente para los Queda pues claro que las funciones del CSM francés, aun-
nombramientos a las funciones juzgantes de mayor impor- que son hoy más arnplias que antes, aparecen no obstante
talacia, que suponen no más del 3% del total, mientras que menos incisivas que las que se le piden a su homónimo italia-
en los otros casos el CSM está llamado a expresar una opi- no. Para intentar una evaluación de las garantías institucio-
nión no ünculante acerca de las propuestas presentadas por nales de independencia de la magistratura transalpina, tene-
el ministro deJusticia, aunque con el paso de los años se con- mos que referirnos a otros aspectos que son inherentes a las
solida la praxis de no contravenir una eventual opinión ne- características de la organización judicial. Incluso teniendo
gativa. La reforma constitucional votada en 1993 aporta mo- en cuenta las reformas llevadas a cabo entre 1992 y 1994, las
dificaciones sin duda importantes, si bien muy disüntas de líneas maestras de ese sistema no se separan demasiado del
las propuestas inicialmenter3. Aunque se mantiene la unidad marco italiano, antes de que sufriera las transformaciones ya
del órgano de gobierno de la magistratura, que refleja a su descritas. El cuerpo conserva la tradicional estructura jerár-
vez la unidad del cuerpo togado, tal enmienda introduce dos quica, que copia, por otro lado, la pirámide jurisdiccional. La
formaciones distintas, competentes respectivamente para los posición deljuez en la organización,las funciones que ejerce
jueces y para los fiscales. Según las nuevas normas el Consejo y su tratamiento económico se definen a través de mecanis-
está ahora compuesto por 12 miembros: el Presidente de la mos competitivos de ascenso en la carrera, basados en la anti-
República, el ministro deJusticia, un consejero de estado ele- güedad del serücio y sobre todo en el mérito profesional.
gido por sus colegas, 3 personalidades externas designadas Los rnagistrados están sometidos a'evaluaciones con caden-
respectivamente por el Presidente de la República y por los cia bianual y su eventual ascenso supone en muchos casos un
Presid,entes de cada una de las dos Cámaras del Parlamento, traslado. El vínculo entre el grado alcanzado y las funciones
y por último 6 magistrados de diferentes categorías elegidos desempeñadas, que se ha visto en parte alentado por las re-

60 61
los JUECES Y I-{ PoLÍTICA

cientes reformas, implica por tarito niveles de moülidad bas- compartidos por la magistratura, la estr,ucturajerárquica da
tante altos, lo que por otra Parte responde también al intento lWur a vínculos quizás menos visibles pero rnás difundidos,
explícito de moderar los riesgos de inmovilismo en el cuerpo susceptibles de incidir sobre los comportamientos' La expec-
togado. En cuanto a la carrera, volvemos a encontrar aquí uno tativa de un ascenso o el temor a una sanción se suelen pres
r'i"r:tar ? alimentar el conformismo a l?* e*pectativas del
de los rasgos característicos del modelo burocrático, o sea la Poder,
importancia de la dimensión jerárquica. Las evaluaciones las ! ,sea cual sea su ubicación institucional: ya se trate del dicaste-
realizNt losjefes de losjuzgados, que constituyen así una espe- ll'',ino de lajusticia, de los superioresjerárquicos, o incluso de
cie de correa de transmisión entre los magistrados individua- ün órgano de "autogobierno" como el CSM.
les y las autoridades llamadas a decidir sobre sus ascensos' En-
tre éstas se asigna un papel especial a la Cornisión de Ascensos,
que tiene que preparar cada año la lista de magistrados consi- Mecrsrneruus BURocMirrcAs
derados idóneos para ser ascendidos. Como cualquier pro- Y MAGISTRATURAS PROFESIONALES

puesta de nombramiento tiene que sacarse de esa lista, la Co-


misión representa una fase exraordinariamente delicada del Uegados a este punto podemos resumir nuestro análisis
procedimiento y también por esta r zón su composición se ha proponiendo una distinción general entre dos tipos de magis
redefinido en 1992, estableciendo una estructura más equili. traturasl4: el burocrático, al que suelen Pertenecer las ma-
brada, que contemplalapresenciano sólo de funcionarios del gistraturas de los países del civillnw el profesional, caracterís.
Ministerio deJusticiay de la elite judicial, sino también de 10 üco de los países del commonlaw. Se trata naturalmente de una
magistrados elegidos pory entre sus colegas (Perrot, 1993: pp. distinción de "tipos ideales", dado que las sinraciones concre-
34í3ú5;Renoux y Roux, 1994: pp. 6745). tas son más complejas. De hecho se puede decir que las magis
En conclusión, los elementos que hemos recogido hasta ] traturas de los distintos países democráticos se colocan en un
ahora dejan bien clara una de las tantas diferencias funda- ' continuumque presenta los dos tipos puros como polos extre-
mentales entre los dos modelos considerados. Como en tG r mos. Existen pues casos-como el de las magistraturas escan-
dos los casos examinados la magistraturaya no está completa- 1,dinavasls- que se pueden considerar intermedios, dado que
mente aislada de su entorno político, lasvariaciones de mayor combinan en cierta medida rasgos de los dos tipos. Tradicio-
alcance se refieren a los canales y los instrumentos de trans. nalmente es la magistratura francesa la que más se acerca al
misión de la influencia. Mientras que en las magistraturas tipo burocrático, mientras que el profesional está mejor re-
profesionales la influencia del sistema político se centra en el ,'presentado por la inglesa.
reclutamiento, en las magistranrras burocráticas los instru- '.' Así, en una magistranrra burocrática (Di Federico, 1976;
mentos de control están ínsitos en la organizaciónjudicial, es Freddi,1978):
decir, en la estructura del cuerpo y en las reglas formales que
disciplinan su status. En particular, los mecanismos de ascen- ' l)La selección del personal se realiza con base técnica,
so en la carrera constituyen el eslabón débil de este tipo de i'rnediante un concurso público abierto a losjóvenes que aca-
organización, al menos en lo que afectaala necesidad de tu- ban de terminar sus estudios universitarios, sin que tengan
t l,^r rro sólo la independencia interna sino también, aunque ninguna importancia anteriores experiencias profesionalss;
sea sólo de modo indirecto,la externa. Allí donde el nombra- ' 2) la socializaciónprofesional deljuez, o del magistrado, se
miento y la elección directa tienden a influir sobre los valores Ilevaa cabo fundamentalmente dentro del cuerpojudiciat;
.'.r
62 63
CARr-o GUARNTERI y PATRIZIA PEDERZoU
Losluecrs v u poúrrce

3)los miembros del cuerpo esán ordenados entre síjerár- la presencia de una carrera controlada por los magis-
quicamente en una carrera que prevé ascensos competitivos, de mayor grado, así como por traslados y medidas dis-
basados en la antigüedad en el serücio o en la evaluación del narias, hace que los incentivos, positivos o negativos, en
mérito, que se hacen de derecho o de hecho con amplios már- del vértice de la organización para condicionar a los
genes de discrecionalidad por los superioresjerárquicos; de grado inferior sean notables. Distinta es, en cam-
4) el trabajojudicial se define en términos generalistas, es la situación en las magistraturas profesionales, donde no
decir, se basa en la idea de que el cuerpo esá formado por in- unajerarquía parecida a la de las magistraturas burocrá-
diüduos homogéneos por adiestramiento, cualificación y acti- En este caso el grupo de referencia de la acciónjudicial
tudes. Por lo tarito se considera que pueden ocupar una multi- predominantemente exterior, aunque se dé una notable
plicidad de puestos en la organizaciónjudicial. El magistrado entre losjueces ingleses, cuyo gruPo de referencia
no se reclutzparaun puesto concreto sino para un espectro ido fadicionalmente la reducida clase forense, y los ame-
muy amplio de funciones. Por eso, en el transcurso de su üda cuya composición más heterogénea permite desple.
actla, tenderá a cambiar con frecuencia de posición, hecho formas diferentes de influencia política y profesional.
que hace más frágil su independencia enrazón de la influen-
cia que sus superioresjerárquicos { en ciertos casos el pro-
pio gobierno- ejercen sobre ascensosy traslados; DEFINICIÓN DEL PAPEL JUDICIAL
5) en general, las garantías de independencia son meno-
res, porque, precisamente a causa de lo que hemos puesto de li,Ligada de modo más complejo al entramado organizaÑo
relieve en los puntos 3 y 4, en los países del ciuil /¿z¿ suele ser por tanto también a los rasgos del grupo de referencia-
más reducida la independencia intnnq la deljuez individual la,definición del papel deljuez que tiende a prevalecer en
respecto a los otrosjueces. sistema judicial dado. El papel judicial se ha definido
el conjunto de expectativas, valores y actitudes sobre
Por el contrario, una magistratura profesional empleará modalidades con las que se comportan losjueces o se de-
un personal formado en la práctica, reclutado normalmente comportar (Marradi, 1983: p. 927).La importancia de
tras un largo periodo de experiencia profesional y que, al no concepto deriva sobre todo de la influencia que la defi-
existir promociones ni jerarquía, confia menos en los con- ión del papel ejerce sobre las orientaciones de las decisio-
troles internos. del juez (Murphy y Tanenhaus, 1972: pp.14U144; Gib-
Más allá de las diferencias, en ambos tipos de magistratu- , p. 1983).
ras se percibe, sin embargo, la necesidad de asegurarse de que que en este momerito estamos interesados en la re-
los miembros de la organización persigan los fines institucio- entre juez y sistema político en los regímenes demo-
nalesl6. Yaquí es importante el grupo de referencia, o sea, el para analizar las distintas definiciones tendremos
conjunto de actores hacia los que losjueces o menos cuenta dos aspectos especialmente importantes de esa re-
conscientemente- tienden a orientar sus propios-más compor- : la creatividad jurisprudencial, es decir, el grado con
tamientos. En las magistraturas de tipo burácrático el grupo sus decisiones üenen "predeterminadas" por el sisterna
de referencia se coloca por lo general dentro de la organiza- y su autonomía respecto a las otras instituciones po-
ción, bien porque en el interior de ésta es donde se desarro- en especial, a los órganos legislativos (Shubert, 1974:
icas y,
lla una parte importante de la socialización profesional o 213). Sobre la base de estas dos dimensiones hemos cons-

64 65
=
l

I-os JUECES Y r.a PoLÍTrcA C¿Rlo Guen¡qmn¡ y PATRTZTA PEDERZoU

truido así una tipología que presenta cuatro tipos diferentes positivo. En este ámbito, una posición tradicionalmente
del papeljudicial, según la creatividad y la autonomía políti- ¿ influyente es la que define el papel del juez como el de
ca del juezl7 1véase cuadro 1.3). Aunque esta síntesis supon- ejeattmfrel y pasivo de la volunt¿d del legislador: es la co-
ga necesariamente una cierta simplificación,la tipología que ida imagen deljuez como "boca de la ley". Se trata de una
hemos elaborado sirve sobre todo para señalar el predomi- Ía que hasta hace poco tiempo ha ejercido una in-
nio, dentro de una magistratura, de concepciones del papel muy fuerte sobre todo en los países del civil lnw,ya
más o menos activistas, dado que se basa en dos dimensiones era sostenida por la doctrina académica y estaba muy di-
particularmente importantes desde ese punto de üsta. Natu- en la cultura.política (Merryman, 1985; Pederzoli,
ralmente, no hay que olüdar que las distintas concepciones ; Rebuffa, 1993). Deriva, sobre todo, de la gran transfor-
del papel judicial combinan con frecuencia descripciones y ,mación institucional que se produce en Europa continental
prescripciones, es decir, anáIisis de los comportamientos de n la Revolución Francesa y las reformas de Napoleón y se
losjueces y consideraciones sobre cómo d¿berían comportarse. con la ampliación de la participación política. De
Pero trataremos, dentro de lo posible, de mantenerlas separa- hecho, para eljuez es cada día más dificil oponerse a un Par-
das. Sin embargo, aunque el realismo de ciertas concepciones to que representa cadavez más a la comunidad políti-
es discutible, no debe olvidarse su impacto sobre el compor- y que, por consiguiente, puede presentarse como el 'Ver-
I
tamiento de losjueces. " intérprete de lavoluntad popular.
Un primer tipo de definición del papeljudicial presupo- Tarnbién en los paÍses del comm,on law,y sobre todo en In-
ne que losjueces no se colocan en oposición a las institucio- se pueden encontrar posiciones similares en la "teo-
nes político.representativas y esta situación le merece un jui- tíá declarativa del derechoi', elaborada sobre todo por Blacks
r,tone, según la cual eljuez se limita a declarar el derecho sin

Cueono 1.3
ningún margen de creatividad, dado que su tarea es simple-
la de "rastrearlo" en las normas, en las costumbres, en
Jur,crs vsrsrnue poútrco: TlpolocÍe oe ros ,',firente
UNA papELESJUDICIALES
lllos antecedentes jurisprudenciales. Sin embargo, en estos
países la concepción "declarativa" ha encontrado un limita-
Autonomía política
fdo éxito, a favor de una concepción más sofisticada, aunque
baja alta
funcionalmente equivalente. Se sostiene en efecto que los
de creatiüdad judicial, ineütablemente presentes
bqia Juez juez la tradición del commnn lnw, son-y deben ser- ejercidos
ejecutor guardián los valores dominantes en la comunidad. En otras pa-

Creatividad t cuando el sistema normativo presenta lagunas o am-


los jueces deben decidir haciendo referencia a
I

Jurisprudencial t
Y aspiraciones de la sociedad (Bell, 1983).
alta. Juez JUez La principal debilidad de la concepción ejecutoria del pa-
delegado político del juez reside en su insuficiente realismo. En efecto, no
posible presuponer un sistema normativo cWu de prever
Fu¡,¡.¡rs: Guarnieri (1992: 27). comportamiento humano y, por tanto, de dar una res-
sin una intervención creativa por parte deljuez, a to-

._
66 r)/
Los¡ur,crs Y L\ PoúTICA CARLo GUAFNIERI Y PATRIZIA PEDERZoLI

das las demandas que se le plantean. Las normasjurídicas no ppetación y eue, por tanto, reconoce la creatividadjurispru-
son independientes del proceso de interpretación: no son déncial (Friedmann, 1961). Se admite que eljuez no puede
preexistentes sino que asumen significado precisamente a que crezrr derecho, pero se sostiene que esta creatiüdad

-o debe estar- siempre subordinada a


través del proceso de interpretación, donde eljuezjuega, na- las orientacio-
turalmente, un papel muy importantel8. Por eso, esta con- de las instituciones representativas. Es una creatividad
cepción del papeljudicial no puede considerarse, al menos Íiptersticial" que se desarrolla dentro de los espacios que de-
en principio, como :una daoipcióndel comportamiento en la libres las otras instituciones. La creatiüdad deljuez el
aarácter político de su papel- deriva de un proceso de dele-
-y
decisión del juez. Por otra parte, también es verdad que, en
determinadas condiciones, la üsión ejecutoria del papel del ión, explícita o implícita, por parte de los que representan
juez se puede acercar a la realidad y se puede considerar como la comunidad política. El juez rellena con sus evaluaciones
una descripción bastante fiel de lo que sucede realmente. espacios dejados libres por el legislador ejemplo,
-por
cláusulas generales- g puede entrar en carRpos nuevos,
Un ambiente económico relativamente estable, un Estado
que define sus funciones de modo restrictivo y que, por tanto, o,ún no regulados por la ley, pero sólo hastaque las institucio-
tiende a limitar el campo de sus intervenciones, un sistema político'representativas no decidan intervenir. Según
normativo estable con mecanismos, como lacodificación, que 6sta concepción, eljuez actúa sobr€ la base de normas que tie-
tienden a aumentar su coherencia, su claridad y su plenitud, ¡ren el consenso, más o menos explícito, de las instituciones
una magistratura con estructura burocrática, organizada je- $ue representan a la comunidad política: por eso, su creativi-
rárquicamente con los magistrados de grado superior dad no entra en contradicción con el principio democráti-
suelen estar más o menos ligados al entorno político- capa-
-que go, dado que su intervención en el p.o.Lto po1íti.o se produ-
ces de influir, de una manera o de otra, sobre las decisiones oe de modo que no se coloca en oposición a las instituciones
de los otros magistrados y de hacerlas homogéneas: todos es- representativas. La concepción del jue z dzbgado realis-
-más
ta que la ejecutoria- está difundida sobre todo en los países
tos son elementos que pueden hacer más realista
-aunque
no del todo- una definición ejecutoria del papel del juez, anglosajones, en especial en Inglaterra (Bell, 1983).
consiguiendo así lo que se ha definido muy bien como "la es- ', tlna concepción radicalmente distinta subraya en cambio
terilización política" de la magistratura (Turello, 197 4: p. 47 6) . revés que las analizadas hasta ahora- en una demo-
-al
ia constitucional el juez en ciertos casos se opone, e in-
Son condiciones que se dan sobre todo en países liberales de
la Europa continental del pasado siglo pero que, como he- debe oponerse, a las orientaciones dominantes en las
mos üsto, cadavez con mayor dificultad marcan a las demo- ituciones político-representativas. De hecho, el papel del
cracias contemporáneas. Por eso, la concepción ejecutoria, es el de garanttzar los derechos de los ciudadanos. Es la
aunque tiene la ventaja de conciliar fácilmente el principio :epción q.r. t. puede definir como del juez guarüánre.
democrático con la independencia del juez -dado que no oy, esta concepción del papel judicial esá presente sobre
hace más que aplicar la ley, esdecir lavoluntad popular, a las en países caracterizados por el control judicial de la
situaciones concretas, sin intervenir de manera autónoma stitrrcionalidad. La tarea principal deljuez es en este caso
en el proceso político- no se corresponde con la evolución de defender los derechos de los indiüduosy de las mino-
contemporánea de las relaciones entre jus ttciay política' de los posibles abusos de las instituciones político-repre-
Una concepción en parte distinta es la que tiene en cuen- ivas y de las mayorías que las controlan. Los márgenes
ta las c,ríticas que se hacen a la teoría tradicional de la inter- creaüüdad con los que eljuez debe desempeñar su papel

T
68 69
E
#w
16e
Los¡uecrs v r"r rorÍrce Cq.nro Guer¡¡renr v Parn¡zn pn»Enzou
.!
ii:,
se pueden definir de modo restrictivo, en el sentido, por ejem- fi de un ambiente social estable. Cabe añadir que el proceso de
plo, de que eljuez se debe limitar a "aplicar" las normas de la l'1.
1:.
socialización y el tipo de reclutamiento son elementos impor-
Constitución y sólo sobre esta base eventualmente colocarse tantes, ya que influyen sobre el tipo de papel que los jueces
,

$'
en oposición a las otras instituciones políticas, aunque defi- , ',i;l
li ,'
tenderán a adoptar y, por tanto, sobre sus mismas decisiones.
nir en términos ejecutorios la interpretación de normas cons-
:
La tendenciaalaexpansión de la incidencia política de la ma-
titucionales es aún más arduo que en el caso de simples nor- gistratura, que ya hemos mencionado, ha tenido como conse-
mas legislativas. Las normas constitucionales, por su carácter cuencia principal el poner en crisis las concepciones más tradi-
constitutivo, fundante del régimen político, üenden con ma- cionales y, sobre todo, las ligadas a una definición restringida
yor frecuencia a referirse a valores y, por tanto, son más difíci- de la actiüdad interpretativa deljuez: resulta cadavezmás difi-
les de interpretar de manera unívoca (Zagrebelsk¡ 1992). cil prescindir de los márgenes crecientes de libertad del juez
Si se le reconocen aljuez márgenes más amplios de creati- respecto a la leyy al sistema normativo en general.
vidad, la concepción de su papel llega a ser explícitamente Más recientemente, se ha asistido en los países de la Euro-
política:, de hecho se encuentra siendo relativamente autóno" pa continental ala extensión de concepciones más activistas
mo no sólo de las instituciones político-representativas, sino del papel judicial, que reconocen los márgenes de creatiü-
también del propio sistema normativo. De ahí sale muy re- dad de la interpretación judicial y que subrayan el papel de
forzadasu capacidad de intervención política. Sobre todo es difusor de los derechos fundamentales que üene que desem-
en los Estados Unidos donde la definición política del papel peñar el.juez en una democracia constitucional. Eia difusión
judicial se ha difundido tradicionalmente y donde es más se ha üsto favorecida por algunas innovaciones instituciona-
üvo el debate sobre sus caracterísúcasy sus límites, probable- l6s --s6rns la introducción del controljudicial de la constitu-
mente porque en ese país losjueces siempre han tenido un cionalidad o el refuerzo de las garanlas de independencia
papel importante en el proceso político. de la magistratura- pero, sobre todo, por la actiüdad de las
En general, la discusión sobre el papel deljuez raramente asociaciones prof'esionales de magistrados: por ejemplo, Ma-
se enfrenta al problema de comprobar si su comportamiento gistratura d¿mocratica en Italia, el Syndicat de la magistrature en
corresponde, al menos en parte, a la concepción que se pro- Franciay Jueas pata la d,emocyacia en España, han contribuido
pone. Con la excepción, quizás, del movimiento de la politi- mucho al proceso de crítica de la tradicional concepción eje-
cal jurisprudence, fuerte en los Estados Unidos y estrechamen- cutoria del papel deljuez que se ha desarrollado en estos paí-
te ligado aI desarrollo de las ciencias sociales, que considera ses desde finales de los años sesenta2o.
a losjueces ante todo como actores políticos (Shapiro, 1981; Ahora podemos resumir nuestro análisis, subrayando los
Weiler, 1968), nos encontramos con concepciones predomi- elementos que favorecen la participación autónoma de la
nantemente normaúvas, que subrayan sobre todo la necesi- magistratura en el proceso político y, más concretamente, los
dad de que eljuez adopte esta o aquella línea de comporta- que derivan de la estructura del cuerpo. De hecho, como ve-
miento. Pero el predominio de consideraciones normativas remos en el próximo capítulo, la incidencia política de la ma-
en la definición del papel judicial no significa que no haya gistratura también está condicionada por la configuración
relación entre el sistema institucional y el papel del juez. Ya del sistemajudicial.
hemos señalado que una concepción ejecutoria del papelju- La importancia de las garantías de independencia es evi-
dicial puede tener una cierta correspondencia con la reali dente: un juez carente de garantías muy difícilmente podrá
dad si está sostenida por un entramado burocrático dentro comportarse de manera autónoma. Los casos analizados, a
._
70 7L
-
[.osJUEcEs Y r.+ poúr¡cr

pesa-r de algunos caracteres comunes, muestran situaciones


bastante diferentes de la de Italia, que parece garantizar ala
Er slsrrMAJUDrcrAL
magistratura una posición más fuerte(véase cuadrol.1). La
independencia institucional es una condición necesaria, pero
no suficiente, para que Ia magistratura intervenga política-
mente. Un elemento igualmente importante es la existencia
de una concepción tendencialmente actiüsta del papel judi-
cial. Utilizando los términos de nuestra tipología, una concep
ción que se aleje de la dejuez-ejecutor para acercarse a las
otras: a las de, en orden de activismo político creciente, eljuez
delegado, el guardián y el político.
En términos generales, adoptar una concepción más acti-
üsta del papeljudicial se puede alentar ante todo mediante I¿ r,srnucrune
un reclutamiento de tipo político, es decir por la elección di.
recta o, aunque con consecuencias un poco menos inmedia- Los sistemasjudiciales se pueden considerar como orga-
tas, por el nombramiento por parte de las instituciones políti- nizaciones cornplejas, cuya estructura tiende en parte a refle-
cGrepresentativas. Los Estados Unidos son un buen ejemplo jar el carácter cadavez más complejo del conte.réio.o que tie-
de esa relación. Se puede observar, sin embargo, que en mu- nen que tratar. Un primer elemento de complejidad deriva
chos países de la Europa conünental por tanto en un con- de que están en general muy articulados sobre el territorio, lo
texto institucional muy diferente- una -y función similar la ha que da lugar a una fragmentación más o menos alta de los
cumplido el desarrollo de una actiüdad de tipo sindical y de centros de decisión, o sea, de los concretos órganosjuzgado-
animación cultural dentro de magistraturas de tipo burocrá- res. Lo de la 'ijusticia cercana al ciudadano" es, en efecto, un
tico. Naturalmente, las características del actiüsmo judicial principio ya ampliamente aceptado en muchos países, aun-
son distintas en Ios dos casos. Eljuez del common lawuende a que se traduzca en soluciones diferentes en el plano organi-
mantener su carácter individual, mientras que los magistra- zativo y del ordenamienro, que van desde eljuei de paz iália-
dos de los países de la Europa continental siguen siendo no hasta las small clnims cru,rts inglesas. La exigencia de
siempre funcionarios públicos: el mismo desarrollo de aso. proporcionar respuestas modeladaJsobre las caraiterísticas
ciaciones profesionales, con objetivos al menos en parte sin- concretas de las concretas controversias constituye un segun-
dicales, lo confirma. Se puede por lo tanto suponer que en el do elemento susceptible de aumentar las diferencias internas
primer caso el intervencionismojudicial se manifestará sobre de los sistemasjudiciales. Un ejemplo de ello es la presencia
todo en la actiüdad de decisión, mientras que en el segundo en muchos países de tribunales especializadosen algunos ti-
los magistrados tenderán a actua.r de manera organizada, pos de litigios, que pueden ir desde el contencioso menor a
como gruPo. las cuestiones en materia de inmigración. Por último, la com-
plejidad de los sistemasjudiciales se conecra también a una
garantía que todos los ordenamientos reconocen a los ciuda-
danos implicados en un proceso: la doble instancia dejuicio.
La parte vencida tiene así derecho auna segunda posibilidad

72 -7 It
,r)
-

También podría gustarte