Está en la página 1de 50

Hacia una

fundamentación filosófica
de los Derechos Humanos
Una puesta en diálogo
SAMUEL OSPINA MARIN
Director Nacional

RODRIGO AVALOS OSPINA


Secretario General

ALEXANDER RIOS ARBOLEDA


Subdirector Administrativo y Financiero

TITO HUERTAS PORRAS


Encargado de las funciones de la Subdirección
Académica

OCTAVIO BARBOSA CARDONA


Subdirector de Investigaciones en Administración
Pública

MARINA NARANJO LEAL


Encargada de las funciones de la Subdirección de
Programas Regionales

GUILLERMO GONZALEZ RAMIREZ


Director Instituto de Derechos Humanos

HERNANDO ROA SUAREZ


Director Instituto de Estudios Internacionales
REPUBLICA DE COLOMBIA

CSA«
ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACION PUBLICA
Instituto de Derechos Humanos
"Guillermo Cano"

HACIA UNA
FUNDAMENTACION FILOSOFICA
DE LOS DERECHOS HUMANOS
Una puesta en diálogo

CARLOS EDUARDO MALDONADO


Documentos ESAP
INDICE

Para la presentación de las disposiciones legales y


reglamentarias y la consideración a fondo de los Pág.
temas y problemas de la administración pública
{ensayos, monografías, resúmenes de foros,
encuentros, seminarios y otros eventos).
Prólogo

PARA UNA FUNDAMENTACION FILOSOFICA


DE LOS DERECHOS H U M A N O S ............................................................. 11

Introducción ............................................................................................11

§ 1. La fundamentación filo s ó fic a ........................................................ 14

§ 2. El tipo de conocimiento de los derechos h u m a n o s ................... 20

§3. La vida y/como el tie m p o .....................................^ .................. 22

§ 4. El sentido de los derechos hum anos............................................31

§ 5. La dignidad de la existencia hum ana............................................36

§ 6. La vida humana como necesidad ...............................................48

§ 7. Los derechos humanos como racionalización........................ 51

§ 8. El movimiento hacia la v e r d a d ..................................................... 54


HACIA UNA FUNDAMENTACION FILOSOFICA DE
LOS DERECHOS HUMANOS. Una puesta en § 9. El tema del heroísmo y la m uerte.................................................. 56
diálogo"

§ 10. El principio de la violencia ........................................................... 61


Derechos Reservados
ESAP - Centro de Publicaciones
Edición Príncipe §11. La ética de los derechos hum anos..............................................64
Tiraje: 2,000 ejemplares
Santafé de Bogotá, D.C., diciembre de 1994.
§12. Los derechos humanos y la p a z .................................................. 68 PROLOGO

§13. Del e r r o r .......................................................................................... 71


Los derechos humanos son, hoy en día, uno de esos temas sobre los cuales
§ 14. La vida humana y la lib e r t a d ........................................................ 77 cada quien se siente naturalmente inclinado a pronunciarse, en uno u otro
sentido - y sobre el cual, sin embargo, existe muy poca fundamentación. Por
§15. La re sp on sa bilid ad ........................................................................81 tanto, todo se reduce a mera cuestión de opiniones, o cuando más (menos?)
a una exposición de y a un comentario acerca de los derechos humanos con
§16. El objetivo final: ei reconocim iento............................................... 86 base en pre-concepciones de distinta índole. Ahora bien, en lugar de condenar
de entrada esta situación, se trata de ver en ella dos rasgos principales que
Indice O n o m á stico .................................................................................. 91 contribuyen a comprender el ambiente en el que vivimos y el clima culturai que
respiramos. De un lado, es manifiesta la preocupación por los derechos
humanos; esta preocupación hace que, generalmente, por parte del grueso de
la población, el ocuparse de temas y problemas propios de los derechos
humanos sea por lo general una reacción a estados de cosas dados, vividos.
Y por otra parte, el hecho de que los derechos humanos sean desde el
comienzo y cada vez más una cuestión sensible en la cultura contemporánea
pone de manifiesto que en ellos va un problema que exige ser abordado con
seriedad y con el mayor rigor posible.

Mi esfuerzo en este texto -que es en realidad el resultado de una serie de


conversaciones y de algunas conferencias mías- es no tanto el de sentar
posiciones, cuanto que el de invitar a o provocar un diálogo con una finalidad
específica: abrirle un espacio de fundamentación a los derechos humanos.
Ahora bien, puesto que es la tarea propia de la filosofía desde hace mucho
tiempo el de fundamentar -o bien, dicho negativamente, el de llevar a cabo un
examen crítico de los fundamentos- por esa misma razón mi esfuerzo es aquí
el de sugerir una fundamentación filosófica de los derechos humanos. Y
precisamente porque se trata de una propuesta que quiere ser continuada en
diálogo, tiene un carácter abierto. El diálogo comienza por la pregunta, pero la
interrogación es al mismo tiempo el motor del diálogo (filosófico).

Ocuparse con seriedad y radicaimente (= de raíz) por los derechos humanos


es (un modo específico de) hacer filosofía. O bien, inversamente, uno de los
temas obligados de la razón (filosófica) contemporánea es el de los derechos
La filosofía se caracteriza, en contraste con las otras ciencias, en que apunta
humanos, que es decir, el de las condiciones de la intersubjetividad: dicho desde sí misma más allá de sí misma. La tesis que me propongo defender aquí
suscintamente, se trata de tematizar lo que sea y cómo sea posible la existencia es, en consecuencia, la de que la vida es el fundamento absoluto de los
humana, esto es. la dignidad humana. Es propio de la filosofía formularse derechos humanos, y que el conocimiento de ella es la tarea propia de la
preguntas que ningún otro saber o ciencia se plantean, A mi entender, la filosofía filosofía (de los derechos humanos, en este caso). Así. la filosofía le plantea
exige de parte nuestra -pero también nos permite alcanzarla- una visión
tareas a otra serie de herramientas (= las ciencias), tareas que ella misma no
sinóptico-prospectiva. Se trata de una aprehensión globalizante y anticipatoria
puede resolver. El fundamento de los derechos humanos es la vida, y ese es
de los fenómenos, tanto como de la previsión de los procesos mismos de que
un problema filosófico, y precisamente porque es filosófico, es entonces,
se trata en cada caso. Esta visión conduce a quien reflexiona rigurosamente a
adicional mente, un problema jurídico, político, económico, militar, social, etc.
una toma de posición que compromete por tanto toda su forma de vida. En Es propio de estas prácticas y/o conocimientos ocuparse de los modos
otras palabras, la reflexión filosófica conduce a cada quien al punto en el que singulares como la existencia de las personas se lleva a cabo, y ello con las
debe decidir -con respecto al problema que es objeto de reflexión-, y decidir herramientas que poseen en propiedad, y que son en consecuencia,
racional y autónomamente; es lo que ella quiere y a lo cual nos faculta. De suerte necesariamente limitadas o parciales porque son precisamente autónomas.
que la filosofía no decide por nadie, tan sólo nos pone en condiciones para
decidir, sabiendo que en ello está el drama o la tragedia humana. (En verdad, El estado de las cosas hace claro que los derechos humanos constituyen uno
en la comedia no decidimos en el sentido preciso del término; somos objeto de los tres problemas fundamentales contemporáneos al lado de la ética y de
de afortunadas decisiones de las circunstancias). Pues bien, los derechos la ecología. Son estos los tres campos en torno a los cuales se debate, en suma,
humanos son, hoy en día. el tema por excelencia en el que se debate la tragedia e! dilema último de la historia más reciente: el de la posibilidad de vida y de
del hombre contemporáneo. En torno a ellos se define, se configura o se supervivencia de los seres humanos, pero en general, también la posibilidad
desdibuja, según el caso, en el marco actual, el ethos humano. de la vida entera sobre el planeta. A estos tres problemas fundamentales
corresponden, de otro lado, lastres grandes amenazas a las que se enfrentan
Para decirlo desde otro ángulo (y ello contra los detractores de la filosofía, o los seres humanos y en general la vida sobre el planeta: la superpoblación, la
también contra quienes hacen de ella apenas un juego más), la necesidad de acumulación en inmensas proporciones del arsenal atómico y el agotamiento
la filosofía se confirma precisamente a propósito de o en relación con los de recursos energéticos. Aquellos tres problemas se encuentran en estrecha
derechos humanos. Pues bien, de lo que se trata es de fundamentarlos en relación entre sí, tanto como, correlativamente, las tres amenazas configuran,
sentido riguroso, esto es, evitar que se conviertan en mera cuestión de como la hidra, una sola y misma dificultad.
ideología, de puntos de vista, de perspectivas o de gustos y de posiciones
personales. Fundamentar significa en rigor mostrar la necesidad de algo, no A partir de lo anterior, cabe formular la segunda tesis de este trabajo, que es,
hacer de algo algo necesario, ni tampoco elevarlo al nivel de necesidad. Por en realidad, una subtesis, relativamente a la primera. Los derechos humanos
consiguiente, no se trata aquí, para nosotros, de deducciones ni de son un problema específicamente filosófico, y es e! oficio de la filosofía el de
demostraciones de ningún tipo. Queremos partir de las cosas mismas, de los hacer posible la vida. O bien, inversamente, pre-ocuparse acerca de lo que sea
problemas mismos que definen y constituyen los derecho humanos, a fin de, la vida y cómo se (la) haga posible es ya adentrarse en el terreno propio de la
a partir de y sobre la base siempre de estos problemas, mostrar el sentido y la razón filosófica. En efecto, ninguna otra ciencia se ocupa de ésto; las ciencias
necesidad de los derechos humanos. tienen como finalidad conocer regiones de la realidad, o también, segmentos
de la vida. Pero sólo la filosofía se ocupa de esta tarea: hacer posible la vida;

9
sólo que un camino necesario para ello es la del conocimiento, o mejor, la del PARA UNA FUNDAMENTACION FILOSOFICA DE LOS
autoconocimiento. Se trata del conocimento de sí misma por parte de ta DERECHOS HUMANOS
conciencia humana. Esta es la garantía necesaria sin la cual no es posible hacer
la vida posible. En efecto, todo el drama del mundo se da al interior de la
conciencia, y nunca por fuera de ella. Nada le acontece a la conciencia que no
Introducción
sea la conciencia misma. Esta expresión general apunta en realidad hacia el
tema mismo del quehacer filosófico.
Existen dos tratamientos principales acerca de los derechos humanos, y más
específicamente, acerca de la filosofía de los derechos humanos. Las
Nada de lo que digo aquí quiere ser final: se trata de un comienzo, pero el
discusiones se originan a partir de planteamientos teóricos, de enfrentamientos
comienzo es ya un haber comenzado. Las cosas mismas nos interpelan, los
entre autores, enfoques distintos, preconcepciones teóricas, en el mejor de los
problemas existen realmente y son ellos los que exigen de una respuesta, una
sentidos. Estas dos posiciones podemos entenderlas básicamente como, de
solución. El problema mismo de los derechos humanos es el de la posibilidad
un lado, un planteamiento normativo y, por otra parte, un planteamiento de
de una vida digna y la del respeto y la necesidad de la persona humana. Abordar
fundamentación. Sin embargo, este punto de partida no se corresponde
con seriedad el problema es apuntar al mismo tiempo hacia una solución. El
directamente o de una manera necesaria con el estado de las cosas, puesto
título genérico que comprende tanto al problema como a la solución es
que el estado de cosas implica un enfrentamiento de otro orden. Esto constituye
precisamente el de los derechos humanos. Ahora bien, tanto la envergadura
lo que podemos llamar la dicotomía del derecho, así: de un lado se encuentra
del problema como la necesidad urgente de una solución exige de parte nuestra
el derecho positivo propiamente dicho, el derecho realmente existente y que,
una disposición de espíritu abierta de modo que se conviertan solución y
por definición, es un derecho particular, singular, circunscrito a un territorio o
problema, y en especial la primera, en una tarea de todos. No de otro modo es
vinculado a través de otras vías que conocemos: mecanismos de tipo político,
posible efectivamente hacer posible la vida como una vida digna con una
militar, económico. Por otra parte -y ésta es la primera teoría que se busca
calidad cada vez mejor, y por tanto, la de hacer posible, simultáneamente,
elaborar aquí, en este texto-, está el llamado a otro tipo de derecho, un derecho
tiempos y horizontes mejores.
con pretensiones mucho más amplias y que desborda inmediatamente los
límites de la esfera política, militar o económica tal como sucede en el primer
caso. Este segundo aspecto es propiamente el de los derechos humanos.
El texto se com pone de 16 parágrafos, pero ninguno puede leerse
independientemente de los demás, pues está escrito de tal forma que la lectura
En términos más amplios, el conflicto se establece entre un derecho realmente
de un parágrafo implica necesariamente los demás. Las citas tienen
existente y concretamente aplicado y vigente, de un lado, y por otra parte, un
generalmente un carácter meramente técnico o ilustrativo.
tipo de «juridicidad» que opera en otra esfera, en otra dimensión de lo real
totalmente distinta, a saber; a nivel de fuero interno. Desde este punto de vista,
Finalmente, quiero agradecer al Instituto de Derechos Humanos "Guillermo
los derechos humanos, en este primer enfoque, se ubicarían en el topos de la
Cano" de la ESAP el interés que han puesto en este texto. Pero en particular
ética o de la moral. Inmediatemente se impone una aclaración. Se hablará aquí
quiero expresar mi más cálido agradecimiento, por sus observaciones y su
repetidamente de moral o de ética sin importar, por lo pronto, la distinción entre
actitud, a su Director, Dr. Guillermo González Ramírez, pues, finalmente ha sido
ambas, puesto que, como se indicará oportunamente, existen distinciones
él quien me ha animado a la publicación de este libro.
mucho más técnicas. Para el caso, al hablar aquí de moral o de ética se las
asume como términos equivalentes. De este modo, e! conflicto se da acerca

10 11
de la racionalidad de un tipo de derecho -el primero, el positivo, el realmente
existente, etc. - frente a otro que acaso se le contrapone y que no se encuentra otras palabras, la racionalidad ju rídico-positiva es una racionalidad
directamente escrito en los mecanismos existentes reales de tipo normativo perfectamente ligada, perfectamente dependiente del estado de cosas que
(mecanismos de tipo político, militar o económico, por ejemplo). En otras vamos a llamar lo real e inmediato, o lo que es equivalente, de lo que ya ha sido
necesariamente. En otros términos, como es de ver claramente, a esta primera
palabras, no existe una legislación explícita acerca de los derechos humanos,
esfera de la razón jurídica se le escapa la dimensión de lo posible; lo posible
o bien esa legislación no tiene en absoluto las mismas connotaciones, e! mismo
no entra en cuenta, de hecho no tiene por qué entrar en cuenta en absoluto,
estatuto que el primero. Es ahí donde se origina el conflicto entre ambas
puesto que no forma parte de su propio estatuto: no tiene por qué ocuparse
«juridicidades». Por tanto, el conflicto no es acerca de la legitimidad o la
de lo posible, y cuando se ocupa es tan sólo en función de lo real necesario.
legalidad de uno u otro, o del uno con respecto al otro. Antes bien, desde el
Es de este modo como se encuentra en juego la racionalidad jurídica, en este
punto de vísta de la filosofía, el conflicto consiste en las relaciones de
primer caso, para el derecho positivo o normativo.
racionalidad de un tipo de derecho relativamente a la del otro, y en lo que se
deriva a partir de ambas.
Ahora bien, decir racionalidad implica decir un orden de fundamentación. Por

Desde el punto de vista de la técnica jurídica, o también desde e! punto de vista consiguiente, entendemos por racionalidad inmediatamente el orden de «lo
de la juridicidad estructural (o estructurada), el conflicto se presenta como el que» funda y «cómo» funda. En términos elementales, entendemos por
desfase o la falta de correspondencia directa entre la legalidad y la legitimidad racionalidad un ejercicio de racionalización. El problema de la filosofía de los
del derecho. Esto conduce a las discusiones, acaso necesarias desde el punto derechos es exactamente ese, es decir, el de ocuparse de la racionalidad,
mejor, de la racionalización del proceso mismo de lo jurídico en e! orden de lo
de vista de la positividad, acerca de las relaciones entre derecho y política,
que estamos llamando lo práctico de la razón, a fin de ir determinando
derecho y religión, derecho y ética - aunque también entre estas otras esferas
entre sí; política-religión, política-ética, etc. De hecho, la política, el derecho, la mínimamente espacios de acción y espacios posibles de diálogo al interior de
cada esfera de la sociedad y del Estado.
religión y la ética constituyen las cuatro esferas que determinan básicamente
el ámbito práctico de la existencia. Al final esperamos completar el conjunto de
De esta suerte, la tesis que vamos a defender a través de este texto es una sola,
estas esferas incluyendo además (la teoría o la filosofía de) los derechos
bastante elemental, a saber; el problema de los derechos humanos no es
humanos.
simplemente un problema político, no tiene que ver solamente con lo militar,

Así pues, se hace necesario abordar las relaciones entre los dos tipos de no es pura cuestión de ética; también. El problema de los derechos humanos
-o más precisamente, el tema de la fundamentación de los derechos humanos-
racionalidad, o también acerca de la racionalidad de los dos tipos de derecho,
es esencialmente un problema filosófico. E inversamente: porque es un
el positivo y los derechos humanos. La una es una racionalidad rigurosamente
problema filosófico es entonces un problema que incumbe adicionalmente a
normativa y que se restrinja a los ámbitos de lo actualmente dado, de lo
las esferas militar, política, económica y demás. En otra palabras, el problema
realmente dado, e incluso, tomando el problema más ampliamente, de lo ya
sido. Estamos hablando del derecho que se expresa, que se permite a través de los derechos humanos es jurídico o militar o económico o social, etc., debido
de la Constitución Política, a través de los Códigos (los Códigos Civil, Penal, fundamentalmente, exclusivamente, a que son un problema filosófico. O
Administrativo, y demás). Se trata de un derecho que, por una parte, da cuenta también, porque son un problema filosófico, entonces tienen también
solamente de una cosa: de lo real, de lo realmente existente, esto es, de lo connotaciones en las demás esferas de la sociedad.
actualmente existente, y, por otro lado, de lo que efectivamente ha sido. En

12
13
De manera que, de este modo, llevamos a cabo igualmente una delimitación persona (humana), o también en qué consiste la dignidad de la persona
del tema. No se tratará aquí (y no más de lo estrictamente necesario) acerca humana. Se trata, pues, de términos equivalentes. La asunción de uno u otro
del derecho positivo en el sentido técnico de la palabra. Ocuparse de su término no altera sustanciaímente el problema de que se trata y que se deriva
estatuto, de sus posibilidades y limitaciones es la tarea propia de la teoría del directamente de la tesis enunciada. Este problema es estrictamente filosófico.
derecho, o de la filosofía del derecho, o también, en sentido amplio, de la lógica O bien, si se prefiere, inversamente, interrogarse en qué consiste la dignidad
jurídica. Antes por el contrario, uno sólo constituye el objeto de interés: el de de la persona humana, qué es la existencia humana, qué es la vida y cómo se
discutir y sentar las bases -es la propuesta!- para una fundamentación hace posible, qué es ser persona, es adentrarse en el terreno propio de la
(filosófica) de los derechos humanos. filosofía. Existen acaso formas de vida más humanas que otras? Hay personas
con más derechos que otras, o con más derechos humanos que otras? En
Sin embargo, qué significa el que los derechos humanos sean un problema sentido originario, ésto es ya formularse preguntas filosóficas.
rigurosamente filosófico? Más aún, qué se entiende aquí por filosofía, y qué por
fundamentación? Qué se quiere decir cuando se afirma que los derechos En efecto, no debe entenderse aquí por «filosofía» un quehacer técnico y
humanos son un problema que incumbe a un tipo muy particular de reflexión profesional y que se confundiría con el conocimiento, más o menos logrado,
que es la filosofía, y por qué razón sólo desde la filosofía se los puede extender de la mera historia de la filosofía. El conocimiento, la repetición y la pura
a otros campos, a la política, a la ética, al derecho positivo, a la economía, etc? asociación de momentos, temas y cuestiones de la historia de la filosofía no es
la filosofía. Una confusión semejante ha conducido a la conciencia que vive en
la actitud no-filosófica a una sospecha hacia quienes se ocupan con seriedad
§ 1. La fundamentación filosófica de! hacer filosofía. Antes por el contrario, lo que nos ocupa aquí es determinar,
en sus rasgos más esenciales y generales, lo que sea la vida humana como
fundamento. Este es precisamente el segundo problema que implica la tesis.
La tesis queda enunciada. Pero esta tesis implica dos problemas principales.
No se trata, por tanto, de una mera aprehensión de la vida, sino de su
Primero, se trata del problema efectivamente propio de los derechos humanos,
comprensión como fundamento de todo lo demás, como principio supremo y
problema específico y auténtico que puede decirse de varias maneras. Es el
problema de la vida, problema que los derechos humanos necesitan clarificar absoluto; absoluto, es decir, ab-so/uío, que no se disuelve en ni se explica a

para poder entonces hacerse efectivos, más aplicables, más restringidos, partir de otras cosas, sino que es. ella, fundamento de todo lo demás. En

defendibles o censurables en una situación determinada, en un contexto dado consecuencia, lo que le interesa a los derechos humanos es la vida en tanto
o en un tiempo y lugar específicos. Esto es, a fin de que puedan tener un peso que es ella la que hace posible todo lo demás. Más exactamente, es la vida
acaso igual de práctico, desde el punto de vista de su efectividad, al del derecho considerada desde dos planos; desde el punto de vista de que la vida es criterio
positivo. No obstante, esto no lo pueden llevar a cabo los derechos humanos de la racionalidad del mundo, de la racionalidad de una sociedad, de un estado

sin clarificar el objeto sobre el cual tratan, esto es, el fundamento mismo a partir político o de un régimen político, y sí se quiere, en últimas, la racionalidad de
del cual se hacen posibles. Por lo pronto esto es aquí muy general. Ciertamente la/una cultura humana, y, en otro plano, ella define asimismo la dignidad de un

hasta aquí no se ha dicho cuáles derechos humanos, derechos humanos para grupo humano, la equidad de una acción determinada o de una serie de

quienes, derechos humanos con cuál finalidad, etc. El problema de los acciones determinadas, o, inclusive, desde el punto de vista de la legitimidad
de un grupo humano cualquiera, de un estado político, de un régimen político
derechos humanos es el de la vida, es el de comprender qué es la vida. Sólo
que este problema puede traducirse en otros términos, así; determinar qué sea y, por qué no, de la especie humana en general. Comprender ésto significa
la existencia humana; o dicho aún con otra palabras, comprender qué sea la comprender exactamente cuál es el problema mismo -de la fundamentación-

14 15
de los derechos humanos, y adicionalmente, qué es y por qué una cuestión Es inevitable emplear aquí une serie de conceptos o de categorías muy
próximas a la filosofía o estrictamente filosóficas. Esta advertencia se hace tanto
filosófica.
más necesaria en función de lo que sigue. El problema de la vida es un
problema estrictamente ontològico. Ahora bien, qué entendemos por
Vistodesde el ángulo del derecho y más exactamente de una teoría del derecho,
«ontologia»? La ontologia se ocupa específicamente de lo que es necesario,
se puede afirmar igualmente que existen tradicional mente dos concepciones
mejor, de lo que es absolutamente necesario y por eso mismo real, y en tanto
acerca de los derechos humanos; la concepción jusnaturalista y la del
necesario real, fundamento de otras cosas. La ontologia, el problema de los
positivismo jurídico y la legalidad política. Se trata de las dos expresiones
derechos humanos, es un problema filosófico. Pero la vida, comprender lo que
teóricas más típicas, tomando «expresiones teóricas» en el sentido más vago,
sea la vida es, a su vez, un problema rigurosamente ontológico\ Así pues, la
esto es. com o comprensiones generales del derecho. Pues bien, es
ontologia se ocupa de lo que es, y que por eso mismo es efectivamente real -
precisamente en contra de concepciones como estas, pero también contra
de lo que es y es absolutamente necesario y real y, consecuentemente,
cualquier otra, que definimos el método de aproximación a la fundamentación
fundamento de todo lo demás. Hablamos de la vida, y manifiestamente, como
(filosófica) de los derechos humanos aquí. En efecto, se trata, a fin de que esta
se pondrá de manifisto en lo sucesivo, en manera alguna pensamos en la vida
fundamentación no esté viciada de entrada, de partir no de pre-concepciones
en sentido biológico o biologista, y ciertamente jamás como una abstracción
-es decir, pre-juicios. pre-conceptos que no conducen muy lejos pues se hallan
o como una substrucción fantasiosa.
viciadas en sí mismas por su carácter cerrado-, sino, más bien, de partir de una
percepción del estado de las cosas mismas; esto es, se trata de partir del
El problema más sublime es el de la existencia - la existencia de los individuos
problema mismo, por así decir, para mostrar de qué modo puede justificarse,
y de las comunidades y grupos en los que viven y se hacen posibles y reales
en un momento posterior, una determinada concepción. En otras palabras, no
los individuos humanos, hombres y mujeres. El problema ontològico -esto es.
interesa aquí en manera alguna partir de una concepción cualquiera para definir
el problema específico de la fundamentación- es el de clarificar lo que sea la
y estudiar el sentido y la posibilidad de los derechos humanos, sino, antes bien,
vida, pero éste, puesto que no se trata de una acepción meramente biológica,
nos interesa un problema mucho más serio y preocupante: qué son y cómo se
es por consiguiente también un problema ético. Por lo tanto, la ética y la
fundan los derechos humanos. Para ello, la única manera efectivamente
ontologia no están separadas, y sin embargo, es claro, no son la misma cosa.
auténtica de abordar el problema es yendo a la «ética» entendida como el ethos,
El problema es claramente el de comprender lo que sea lo humano por
origen de los derechos humanos. El origen de los derechos humanos no está
excelencia, lo sublimemente humano, sin entender por ello nada semejante al
en las discusiones acerca de una mayor o menor validez jusnaturalista o acaso
alma, a la reencarnación, etc., es decir, justamente ninguna pre-concepción de
de una determinación jurídico-positiva sobre los derechos humanos, por
lo humano ni de lo humano por excelencia. Hablamos, por el contrario, de la
ejemplo, sino, se encuentra en la esfera de las noticias, del lenguaje de la gente,
existencia humana, de la existencia aquí y ahora sobre este planeta con estas
en los comportamientos de los individuos en situaciones específicas, etc. Sólo
o aquellas condiciones concretas, en tal o cual situación humana. De manera
partiendo del «estado de cosas» como existen realmente los individos y los
que la ética y la ontologia son dos planos desde los cuales abordamos un
grupos hum anos unos en relación con otros, es posible entonces,
problema que es el que interesa aclarar y que es de hecho el problema
ulteriormente, concluirán la afirmación de una teoría determinada, y no al revés.
constitutivo de los derechos humanos. Sin seguir este camino {hodos) se corre
En una palabra, se trata de partir de lo dado en la percepción y de describir lo
que aparece en el percibir, tai cual, y no de reducir los contenidos de la
1, K. Kaufmann habla de la «ontologia del derecho», y entonces se refiere a la persona; es
percepción a esquemas pre-establecidos. posible traducir este lenguaje a esquemas más globalizantes; cfr, W, Kaufmann. La Filosofía del
derecho en la oosmodernidad, Ed, Ternis, Bogotá, 1992.

17
16
el peligro de caer en la ideología o también en simple palabrería carente de de derechos humanos, desde el punto de vista científico implica, por tanto,
contenido. De este modo, intentamos darle un término de racionalidad hablar -y es la pretensión de la ciencia- de una universalidad de los derechos
coherente y sólida a los derechos humanos a fin de evitar que se conviertan en humanos. Este es precisamente el problema del estatuto científico de los
cuestión de ideología, de puntos de vista o de simple opinión, en donde los derechos humanos. Es justamente ésto lo que queremos mostrar y la tarea
malentendidos y los enfrentamientos infundados y caprichosos tienen lugar y misma que el estado de cosas impone.
en donde germinan y culminan los conflictos de intereses. Antes bien, el interés
aquí es el de hacer de los derechos humanos un discurso racional y razonable, No obstante, se hace necesario precisar que la universalidad de los derechos
es decir, necesario, y en absoluto un problema de meras opiniones, de humanos (de su estudio, conocimiento y reflexión) no quiere ser la de una
concepciones e intereses. La finalidad es la de posibilitar un discurso científico universalidad vacía y por consiguiente meramente formal. Precisamente debido
sobre los derechos humanos, y la ciencia no se ocupa de lo simplemente a su contenido, se trata, por el contrario, de una universalidad de otro tipo. En
opinable, sino de lo necesario^. Se trata del esfuerzo por encontrarle una lógica efecto, puesto que de lo que se habla en los derechos humanos es de la vida,
de carácter universal a los derechos humanos. En otras palabras, se trata de de la existencia humana, la universalidad que se sigue del objeto mismo de
alcanzar el nivel en el que, sin distinciones de raza, de credo, de sexo y otras ios derechos humanos es la de una «universalidad concreta», o mejor, la de
podamos hablar del problema de los derechos humanos con un carácter una universalidad que supone e implica la multiplicidad y la unidad. Es la
necesario y universai. Ciertamente, se trata de obviar, por el mismo camino, las multiplicidad o la diversidad de formas y modos específicamente culturales en
posibilidades de un discurso único y absoluto («fundamental») sobre tos que se hace posible la existencia en una latitud determinada, y la unidad que
derechos humanos. Volveremos sobre ésto. exige precisamente el respeto y la dignidad de esa vida y existencia humanas
con un carácter ejemplarizante para individuos de otras esferas culturales, por
Así pues, las posibilidades de un discurso o de un saber fundamentado, de una ejemplo. No de otro modo cabe, entonces, entender el problema de la
práctica perfectamente válida de los derechos humanos radica en hacer de los cientificidad de los derechos humanos, tanto menos cuanto que lo que hoy se
derechos humanos un espacio propio, un discurso, un saber y una práctica discute es el carácter absoluto de la ciencia - entendida, es claro, como un
perfectam ente coherentes, internamente muy bien articulados, y no saber form al y o m n id e te rm in a n te (o acaso habría que hablar de
simplemente un asunto de opiniones. La coherencia interna apunta a la "sobredeterminación" de la ciencia, como pudiera decir Althusser?).
consideración acerca de la verdad de los derechos humanos. Que hablemos
El problema es en consecuencia el del (tipo de) conocimiento de la vida o de
2. En este sentido, la tarea es la de elevar el «discurso» sobre los derechos humanos, el de la existencia humana. Y ciertamente, para ello, como quiera que haya de ser,
estudio y tematización y, ulteriormente, la argumentación acerca de los derechos humanos al
no se trata en manera alguna de una consideración de tipo positivista, esto es,
nivel de la ciencia. Sin embargo, esto no significa en modo alguno adoptar como modelo de
cientificidad solamente a las ciencias naturales, positivas o matemáticas. Antes bien, al igual que en donde se plantea como un hecho la división entre el sujeto y el objeto,
la lingüistica, por ejemplo, es una ciencia o como la política lo es, o también la antropología, y recurriéndose por tanto a la necesidad de un "método" para comprender las
que no son ni más ni rnenos ciencia que la química o la física, por ejemplo. Como es bien sabido, relaciones existentes entre ambos. Antes bien, la pregunta es la de cómo
la discusión de viejo corte entre ciencias naturales o positivas y ciencias humanas o sociales
establecer un saber acerca de la vida humana sin incurrir en las dificultades ni
hace ya un tiempo que ha desaparecido; y se ha desvanecido igualmente la presunta exactitud
de este segundo grupo de ciencias como criterio de su superioridad frente a las primeras. Los en los presupuestos dei positivismo: ésto es, por ejemplo, del derecho positivo.
derechos humanos tienen un lugar excelente en el corpus dei saber y del conocimiento en virtud Se hace necesario aclarar por tanto qué se entiende aquí por "conocimiento"
de la «dignidad» de su objeto: la vida humana, (El criterio de «dignidad» de una ciencia es algo cuando se refiere a los derechos humanos.
que se encuentra tan sólo en Aristóteles, De Anima y E, HusserI, PhánomenoloQische
Psvchoíoqie, Hua IX, Martinus Nijhoff. Den Haag, 1968, pág. 49,

18 19
§ 2. El tipo de conocimiento de los derechos humanos
trata de lograr mostrar esta universalidad. Rúes bien, mostrar la universalidad
-y, además, la necesidad- de los derechos humanos es correlativo a mostrar
El conocimiento fundamentado de los derechos humanos se distingue de todo
los mismos rasgos de lo que es su objeto: la vida humana (y, como se
otro tipo (positivo) de conocimiento por su objeto; la vida humana, la persona
mencionará más adelante, también la vida entera sobre el planeta; pero ya
y su dignidad. Los derechos humanos se explican a través de la vida, de lo que
tendremos la ocasión de volver sobre ésto).
es la vida. Pero puesto que no se trata aquí en absoluto de simples cuestiones
de comentarios o de interpretaciones, sino de presentación de lo que los seres El método (methodos) que consiste en partir del modo mismo como la vida se
humanos viven en las situaciones específicas en que existen, sólo la descripción hace posible -o no- en circunstancias bien determinadas, independientemente
desinteresada y desprejuiciada de las vivencias y de los modos de las vivencias de otras preconcepciones ideoiógicas. de sentido común y otras, se revela
es fundamento auténtico, legítimo de los derechos humanos; esto es, del entonces como la solución al aparente dilema acerca de si se debe optar por
conocimiento de lo que exactamente son (o no son) tanto como de sus la racionalidad científico-natural o social como modelo. Precisamente, no existe
posibilidades. Contra una mera aproximación por vía de interpretación sólo es un modelo de cientificidad ni de racionalidad a propósito de los derechos
racionalmente auténtica una determinación a partir de las descripciones del humanos. Los derechos humanos constituyen e "imponen" su propia
«estado de cosas» que configuran y constituyen la existencia de los individuos racionalidad, y, a partir suyo, son constitutivos también de la racionalidad de
en comunidad. toda otra dimensión práctica humana.

De manera que es una «fenomenología de los derechos humanos» la que se Es exactamente en este sentido como cabe entonces comprender la afirmación
constituye como garantía para un discurso racionai y universal acerca de los anterior según la cual porque los derechos humanos son un asunto filosófico
derechos humanos. El término de «fenomenología» apunta en este caso a una entonces son, consiguientemente, también un problema político, económico,
comprensión de la cientificidad distinta a la meramente instrumental, etc. La razón consiste en que la vida es un derecho humano absoluto que
metodológica o epistemológica y que llega máximo a una distinción de las subsume todos los demás derechos, los cuales sólo se pueden explicar y
ciencias en dos grandes grupos, viciando así, adicionalm ente, una comprender a partir de la vida humana. Es decir, a partir de su posibilidad, de
comprensión satisfactoria del estatuto epistémico de los derechos humanos. su realidad y de su necesidad. Sin embargo, se plantea un problema; se trata
En cuanto que parte de las cosas mismas -en este caso, de! modo como la vida de saber si cabe hablar al respecto de una variabilidad, de una historicidad de
existe en un tiempo y lugar determinados y en condiciones bien específicas-, la vida humana, pues entonces, en tanto que la vida es fluir, devenir permanente,
la fenomenología de los derechos humanos se torna en el camino [hodos) a también los derechos humanos serían relativos a una época o a una situación
determinada. A esta objeción se puede responder que lo que está en juego es
través del cual (meta) es perfectamente posible arribar a fundamentar ios
no la facticidad de la vida humana, sino su comprensión como «valor» absoluto;
derechos humanos filosóficamente, esto es, universalmente.
mejor como la condición absoluta de toda otra posibilidad. La vida humana, es
decir, la existencia humana. El problema consiste, pues, en aprehender lo
La racionalidad de los derechos humanos no es, por tanto, la racionalidad
universal (= la vida humana en sus posibilidades y en su dignidad) en lo
derivada directamente de las ciencias actualmente existentes o de las ciencias
particular (= la existencia tal y como se debate y se esfuerza por hacerse
en su desarrollo histórico. La racionalidad exigida es aquella que hace de los
posible en contextos siempre bien determinados). No existe, como es el caso
derechos humanos un discurso necesario con pretensiones de validez
en la lógica formal (aristotélica), oposición ni contradicción entre lo universal y
universal. Decir aquí "pretensión" tiene un carácter puramente propedèutico,
lo particular. La vida humana se explica a partir de y en función de las
es decir, preparatorio y en consecuencia prudente, tanto más cuanto que se
condiciones que hacen posible la existencia de los seres humanos, y no puede

20 21
comprendérsela al márgen de estas condiciones (condiciones de salud, se aferrar! demasiado o íntegramente a las cosas, de suerte que ellos son sus
económicas, lingüísticas, políticas, técnicas, etc.). Pero la vida humana no se cosas, y que, si se les quita alguna cosa o "esa" misma cosa que los hace, es
agota en sus condiciones. como si se les quitara un pedazo de vida. El pasado son las cosas, las
fotografías que se tienen. Un ejemplo de ésto es la actitud de los ancianos o de
§ 3. La vida y/como el tiempo
los niños, por ejemplo"^.
Ahora bien, el tema específico que nos ocupa aquí es el del fundamento de los
derechos humanos, por consiguiente, el de las posibilidades de los derechos De suerte que el pasado son las cosas, es el reino de las cosas. O mejor, la
humanos y, consiguientemente, ei de su ejercicio. Y el fundamento de los manera como el pasado vive ("quiere vivir") es en las cosas, o a través de las
derechos humanos, queda dicho es la vida - la vida humana. Pero la vida, y cosas. Es lo que, por ejemplo, alguien posee. Pero las cosas no son (la) vida.
esto es lo más fundamental, se define esencialmente a partir del futuro. En Aclaremos ésto; no vivimos sin las cosas, sin los testimonios, sin los
términos generales, la vida humana se define (ontològicamente) en términos documentos, por ejemplo, pero la vida no se vive en el pasado, la vida no se
temporales. La expresión «definición» significa en este contexto «comprensión» vive sin el pasado, pero sí se vive en contra y a pesar del pasado.
o «determinación», y en manera alguna debe entendérselo en términos
deductivos, o simplistas. Sin embargo, en términos bien específicos, la vida El reino del pasado es el reino de las cosas, y la cosas son lo que ya fué, son
humana se define en términos de una dimensión muy determinada del tiempo, los recuerdos, son las colecciones, los documentos que conservamos, etc., y
que es el de sus posibilidades, el de sus horizontes, de manera que, desde manifiestamente no podemos vivir sin eso. Es imposible vivir sin el pasado, sin
esta perspectiva, es posible afirmar sin ambages que una vida es tanto más lo que nos ha hecho - una tradición, una biografía, una historia. Sin embargo,
digna, cuantas más posibilidades contenga y cuantas más posibilidades lo esencial es aquí reconocer que, no obstante, no podemos vivir en el pasado
actualice. Veamos ésto con mayor detenimiento. debido a que precisamente eso equivale a negar la vida, esto es, a negar las
posibilidades que tenemos, las posibilidades que somos como individuos,
La vida no se vive en el pasado, la vida no es (solamente) nuestro pasado, nadie como grupo humano, como colectividad o como especie. Por tanto, repito, no
es su pasado. Sin embargo, nadie es sin su pasado, sin su historia. Quien se es posible vivir sin el pasado, pero la vida sí se lleva a cabo a pesar de y en
queda en el pasado se queda en las cosas, puesto que, manifiestamente, las contra del pasado. Es que en esencia nosotros somos posibilidad, posibilidad
cosas contienen, remiten a y representan un pasado. Así, un mueble, una que exige realizarse, actualizarse.
fotografía, una joya o un instrumento, por ejemplo, representan siempre,
«detrás suyo», un pasado. O mejor, el pasado se encarna en las cosas, es las
cosas, en el sentido primero de la palabra^. En la actitud natural, las personas

3. Esto es, por ejemplo, en el sentido en que en Alemán se habla de Ding, a diferencia de
Sache. En español tenemos solo una palabra para designar la cosa física (res), concreta que
esta ahí delante nuestro y que es posible de entenderla ostensivamente, y la cosa en el sentido 4. M. Gorki muRstra. en Los Artamonov. cómo la existencia de una familia puede girar en torno
del asunto, del problema o la cuestión, y que sólo cabe entenderla denotativamente. Otro modo a un mueble en el que se condensan recuerdos, memorias y experiencias pasadas,- En cuanto
de explicar ésto es hablando de "cosa en el sentido primero de la palabra" y "cosa en sentido a las fotografías, es interesante observar la razón por la que las personas toman fotografías en
segundo o derivado". Una problematización analógica, aunque ceñida a la distinción entre la circunstancias especiales (viajes, celebraciones, etc.): es para acordarse, en un futuro, del
cosa y la obra de arte se encuentra, por ejemplo, en M. Heidegger, Sobre el origen de la obra de presente que están viviendo y que, lo saben, posteriormente será pasado. Es decir, el sentido
arte. Vid. adicionalmente, M. Heidegger, Das Dina. Pie Sache des Denkens. o bien, desde una de las fotografías es el de conservar el pasado o el de proyectar un pasado hacia el futuro. Aquí
perspectiva diferente, E. Husserl, Dina und Raum. yde este mismo autor. Investigaciones lógicas. está contenida la lucha del ser humano con el tiempo, pues el tiempo nos da ser, pero al mismo
3a. Investigación Lógica. tiempo nos lo quita. Volveremos sobre ésto.

22 23
Si el pasado es el reino de las cosas, el presente, por su parte, como presente
En efecto, la vida se lanza «hacía adelante» con el pasado y al mismo tiempo
puro, es la locura®. En efecto, el loco vive en el presente puro, en un presente
en contra suyo, en contra de la historia, en contra de biografías determinadas,
bien específico; carece de pasado y de futuro, esto es, de una perspectiva de
y demás. Decir «hacia adelante» no es, evidentemente, ningún lugar en el
la temporalidad y está sumido tan sólo en «su» momento. Hablar de locura
espacio, sino una dimensión de las vivencias y del fluir de vivencias que sí puede
corresponde aquí al título genérico que designa el conjunto de desordenes
llegar a encarnarse en una geografía o en una coordenada determinada. Y
específicamente psicóticos (y no meramente neuróticos), que pueden haber
entonces, decimos, la vida se lanza, se proyecta hacia una dimensión otra que
sido analizados y clasificados clínicamente, o no. Con esto queremos entender
el pasado, debido al pasado, y sin embargo, precisamente, a pesar suyo.
comportamientos y actitudes que no se circunscriben únicamente a los muros
de un hospital psiquiátrico, sino que pueden abarcar igualmente espacios más
La vida no se vive en el pasado, decimos, pero tampoco se vive sin más en el
«abiertos» como la existencia de grupos humanos que viven en un presente
presente, puesto que el presente es fluir, transcurre incesantemente, pasa y
puro o que han sido condenados a vivir el presente puro debido a
termina sumergiéndose en el pasado; y debido a la acumulación de presentes
estados-de-cosas patológicos y pato!ogizantes. Los ejemplos en el mundo
que van constituyendo el pasado, el presente "primero" termina disolviéndose
contemporáneo son variados y se encuentran en todas las latitudes. Aquí está
acaso en la indiferencia, en la indeterminación: es el futuro, y en rigor, es (el
contenido un juicio crítico acerca de formas de vida o a comportamientos y
reino de) la muerte^. El presente transcurre y lo que está pasando en un rato
actitudes que no se limitan simplemente al individuo, primero, y segundo, que
ya sucedió y ya no tiene lugar efectivamente. Con ésto se quiere decir que los
no se restringen tan sólo a las esferas de la psicología clínica, de la psiquiatría
derechos humanos en absoluto se ocupan con o se enfrentan a problemas y
o de la neurología. En esencia, la crítica se dirige longitudinalmente a una
que son, ciertamente, problemas de tipo político, militar, social, etc., con una
comprensión de una forma de vida, de una calidad de vida, esto es, de una
actitud como la de quien afirma "vivamos el presente", "vivamos el momento
dignidad humana. Pero de lo que se trata en realidad es de un análisis del
porque más adelante nadie sabe nada"; o bien, por ejemplo, con la actitud de
fundamento de los derechos humanos: la vida, y lo que sea ella.
una "defensa sin más del pasado debido precisamente a que ya fué". Quien
dice "vivamos el momento porque más adelante nadie sabe" no sabe vivir, y ahí
Quien viva en el presente puro, independientemente de si ha sido objeto de
pueden esconderse o engendrarse violaciones de los derechos humanos. Más
análisis clínicos, vive en la locura; esto es, en la total ausencia o
específicamente, una actitud psicológica semejante se corresponde con una
desprendimiento de un pasado o de una tradición, y sin ningún horizonte
realidad social y política (politeia) que engendran u ocultan un atentado a la
temporal definido, abierto. Tal es el caso, por ejemplo, de los sectores más
vida y a la dignidad de las personas. De un modo equivalente, podemos
marginados de la sociedad, la prostitución (masculina o femenina), los
sostener, o sospechar también, una violación de los derechos humanos por
enfermos terminales (H.l.V. y S.I.D.A.) excluidos de la sociedad a la espera de
parte de quienes afirman la necesidad sin más del pasado, o lo que es peor, la
que mueran, ios "ancianos prematuros" (pensionados, jubilados) que no logran
idea de que el pasado es lo que le da sentido sin más a la vida actual de las
una readaptación a la vida social productiva y por tanto ningún sentido para
personas, pues detrás de una afirmación semejante se esconde la negación de
vivir (sumergiéndose en el pasado sin más, o en el día-a-día), los niños de los
otras posibilidades hacia adelante, distintas de las que se simbolizan en el
suburbios urbanos víctimas de distintas formas de violencia y maltratos y
pasado. El Tótem es por excelencia el símbolo del pasado, y por tanto, el Tabú
conducidos así a afrontar el día que viene ("cada día tiene su afán"), la población
- del futuro, de la posibilidad en cuanto tal.
civil que vive en medio de guerras y que carece de un norte político, social.

5. Cfr, Platón. República, el mito de Er y las aguas del olvido. Por otra parte, véase, C.E.
6. Para una comprensión semejante de locura, cfr. M. Foucalt, Enfermedad mental v
Maldonado, Fenomenología v conciencia de tiempo. Ed. Universidad de la Sabana, Santafé de
personalidad, y de otro lado, Historia de la locura en la edad clásica.
Bogotá, 1994.

25
24
cultural, los pueblos que viven cercados por tropas invasores sin ninguna un futuro posible, y la posibilidad como una posibilidad real. En términos más
certeza de lo que pueda ocurrir, etc., etc. Ahora bien, puesto que se trata de fuertes, nos Interesa que el futuro se haga real, en ello mismo va nuestra vida:
individuos y de grupos humanos que han sido conducidos a estados similares es por eso por lo que nos comprometemos. El compromiso es, en estos
debido a regímenes políticos, militares, económicos, religiosos, y otros, la términos, un com prom iso absoluto, pues es él quien nos constituye
crítica recae en consecuencia sobre los agentes de estos estados de cosas. ontològicamente. En efecto, se trata del compromiso con el futuro que nosotros
Entonces podemos hablar legítimamente de estados políticos, de situaciones ponemos con nuestros actos, del compromiso con los propios proyectos. Una
de guerra, de situaciones económicas y demás que conducen a la locura, al vida que no se compromete es una vida vivida a medias, es el reino de la mera
presente puro, sin más. Se trata manifiestamente de una violación de los biología.
derechos humanos, o mejor, más radicalmente, de una violación del
fundamento mismo de los derechos humanos: la vida en sus propias Por e! contrario, una vida auténtica, radicalmente humana, es aquella que se
posibilidades. juega en sus propias posibilidades y, dicho existencialmente, es una vida que
se compromete íntegramente en sus alegrías, en sus frustraciones, en la
Lo que funda la existencia humana, el fundamento de la dignidad humana de satisfacción de las necesidades, en tas de los hijos, o la familia, o los amigos,
un individuo o de un grupo humano determinado, son las posibilidades que etc., por esa razón esencial, mínima que representa el futuro. Más
tiene, los horizontes que se plantea, las tareas que se propone y que debe poder originariamente, nos interesa et futuro que se puede cumplir, pero el que pueda
realizar, las esperanzas que tlene^, de suerte que cuantas más posibilidades, cumplirse es precisamente lo que nos com-promete. En el compromiso nos
horizontes y tareas, y esperanzas tenga, tanto más vive; cuantas más cosas interesan los actos cumplidos -por eso justamente nos comprometemos; de lo
tenga por hacer y que correspondan a sus propios proyectos, cuanto más contrario, esto es, si creyéramos que no se cumplirán, si le "apostáramos" a los
amplios y ricos sean sus horizontes, cuantas más tareas tenga que haya que actos fallidos, no nos comprometeríamos-. No nos interesan los actos fallidos:
cumplir porque se siguen directamente de sus proyectos, cuantas más actuamos con la creencia, con la confianza firme de que el vector de los actos
esperanzas racionales, fundadas en un optimismo derivado de un uso humanos es manifiestamente el de actos cumplidos, el de posibilidades
adecuado de la racionalidad, tanto más puede decir que vive y que tiene que abiertas. Una vez que el futuro se cumple -como presente, en un presente!-,
vivir, que está por vivir. La vida son sus posibilidades, y ello nos permite hablar ese presente no nos interesa en si mismo: lo que nos interesa en él son los
con fundamento de una vida más digna y de una calidad mejor. Es que la calidad nuevos horizontes que se abren, las prospectivas abiertas, generosas que
de la vida no se limita a las condiciones exteriores, sino las incluye fundándolas podemos vislumbrar. Lo que nos interesa de un futuro que se cumple en un
en los propios horizontes de la existencia. presente es que este nuevo presente anticipe y permita a su vez nuevos futuros.
La vida humana es fundamentalmente constitución de horizontes, y porque
La vida humana en tanto que y precisamente porque es vida es originariamente tiene horizontes, porque es horizontes, por eso mismo vive. La filosofía de los
futuro, pero ese futuro debe poder cumplirse y cuando se cumple, se cumple derechos humanos busca hacer claridad sobre ésto, y funda sobre este rasgo
efectivamente en tanto que presente. De suerte que si nos interesa el futuro, no ontològico toda la lógica de los derechos humanos, es decir, su sentido.
es sencillamente por mor del futuro -lo cual sería la pura utopía, y en el límite el
delirio-, sino debido a que ese futuro será, debe poder ser, presente. Es Ciertamente ésto nos conduce a apreciar a la vida como lo que es: un proceso
precisamente ésto lo que explica el hecho de que, desde el punto de vista de abierto, devenir continuo en el que ella misma, la vida, busca hacerse posible
la filosofía de los derechos humanos, el futuro sea entonces comprendido como de una y tantas maneras cada vez. Los derechos humanos tinen como
fundamento la vida, y buscan, por tanto, que ia vida misma se haga posible,
7, En el sentido de E. Bloch: cfr. El ofíncioio esperanza.

26 27
desde sí misma, como devenir abierto. Se trata dei devenir que se propone fines
y tareas, pero cuyas tareas y fines deben poder cumplirse y alcanzarse en un tenemos, hacia eso que no somos, que no alcanzamos todavía, y es eso que
presente. Esto significa que la idea de devenir no es aquí precisamente la de no somos aún, eso que no tenemos, eso que no alcanzamos todavía lo que le
un fluir que nos conduce hasta la indiferencia y el relativismo. Se trata del fluir da sentdo a lo que hacemos hoy y a lo que hemos hecho ayer.
que se realiza efectivamente en un presente. La vida misma es posibilidad, pero
se trata de una posibilidad que debe cumplirse, que exige cumplirse en cada Así por ejemplo, cuando se le pregunta a alguien por qué se encuentra en este
m o m e n to , ju s ta m e n te para p o d e r viv ir. La vida está c o n s titu id a sitio -un aula de clase, por ejemplo-, la respuesta que "naturalmente" brotará
fundamentalmente de actos cumplidos. será del estilo; porque esa persona se matriculó, o porque se enteró de la
existencia de este o de aquel post-grado, etc. Pero en realidad, al reflexionar
En efecto, de otra parte, un acto fallido es un acto que se cumple y muere, o un poco nos damos cuenta de que esa persona podrá responder igualmente,
bien que no se cumple en manera alguna, y precisamente por eso muere. En más auténticamente: porque tiene tales o cuales planes, porque su objetivo es
contraste, la posibilidad de un acto consiste en que permite otros actos: es esto éste o aquel, porque tiene la intención de; en una palabra, porque «va hacia»,
lo que se llama justamente libertad. La libertad, el derecho a la libertad no es y es eso justamente, el futuro al cual tiende, lo que le da sentido al presente
un derecho vacío; esto es, el derecho a la libertad no es el derecho a una libertad -esto es, al hecho de estar aquí-, y por consiguiente, también al pasado: «ha
vacía, sino, a aquella libertad con la cual, a partir de motivaciones, de intereses llegado aquí». En otros términos, el futuro, la posibilidad es lo que explica y
muy reales, cada quien se compromete en sus propias posibilidades, en sus confiere sentido al presente. El futuro constituye y le da sentido a! presente y
tareas, en sus proyectos, y demás. Los actos de libertad son constitutivos de al pasado y no al revés, como tradicionalmente se ha afirmado: que el presente
nuevas series de actos que permiten o deben poder permitir nuevas libertades. es estrictamente el resultado del pasado, y que de él tambiéri se deriva y se
La libertad de la persona consiste, por consiguiente, en una serie de actos cuya hace posible el futuro.
finalidad originaria es la permitir nuevos actos, en posibilidades que se realizan
y que hacen posibles nuevas posibilidades. Y ello exige en cada caso, Partimos de las cosas mismas, de un análisis de las «cosas.mismas», tal cual
permanentemente de una auténtica y verdadera capacidad de compromiso - se encuentran ante la mirada reflexiva. Pero la finalidad es otra, a saber;
con sus propias posibilidades, precisamente. identificar con plena claridad qué son los derechos humanos, cuáles son las
posibilidades de los derechos humanos y de qué se ocupan. Los derechos
Lo que funda la existencia humana, la dignidad de la vida humana, tanto para humanos se ocupan de la existencia humana, de la vida humana, pero no de
un individuo como para un grupo determinado, son las posibilidades que tiene, una vida cualquiera, sino, por el contrario, de una vida que se define a partir de
los horizontes que se plantea, las tareas que se pone, etc., de suerte que es un polo muy claro; el tiempo, y sin embargo, no de cualquier tiempo, sino a
posible sostener que a mayor esperanzas/horizontes/posibilidades, mayor partir de un tiempo posible, de una vida cargada de futuros, cargada de
vida®. La vida es posibilidad, la vida son las posibilidades que tiene un grupo posibilidades. Es esa justamente la que es, desde sí misma, una vida digna. El
humano o un individuo, puesto que la vida se vive de cara hacia eso que no tiempo de que aquí se trata no es en rigor el tiempo cronológico, objetivo y que
se designa con el término griego de Chronos. Antes bien, el tiempo propia de
8. Esto se aprecia claramente en la casuística del derecho penal, por ejemplo, cuando ante la la vida, ese del cual se ocupan en esencia los derechos humanos es el que los
eventualidad de que dos personas sean juzgadas por asesinato sobre dos personas distintas, griegos designaban con la palabra Kairós\ esto es, el tiempo propio, oportuno,
una con una formación sobresaliente, con un importante desarrollo cultural, intelectual, social, auténtica y originariamente autónomo.
etc., y otra, perfectamente anónima, con seguridad que, ante circunstancias similares, el primer
asesino será juzgado con una pena mayor que el segundo

28
29
De manera que es posible sostener, a partir de lo anterior, que a los derechos los derechos humanos. La negación de las posibilidades y potencialidades es
humanos -es lo que muestra la filosofía de los derechos humanos- es exactamente la negación de los derechos a una vida más digna y de mejor
precisamente esa vida la que le interesa, es esa vida la que ellos quieren calidad.
"rescatar“, defender, hacer posible y que sea rspetada. Es la vida en cuanto
posibilidad por sí misma y desde sí misma, a partir de y en función de sus Manifiestamente, la defensa de la vida como posibilidad, el fundamento,
propias posibilidades. Los derechos humanos no establecen las posibilidades, producto de una reflexión fundamentante, de los derechos humanos en
tan sólo defienden o establecen el espacio para las posibilidades. Es esa su términos de la posibilidad es, desde luego, la generación y el respeto de un
tarea y su sentido. Se trata de la vida que quiere ser, que quiere tener, que está espacio para esta misma posibilidad con la conciencia clara de que no se trata
volcada de mil maneras hacia sus propios horizontes, puesto que no se trata simplemente de la utopía que podría conducirnos al escepticismo, sino de la
de ponerle los horizontes ni tampoco de establecerle -por tanto, externamente- posiblidad rea! o bien, y es equivalente, de realidades posibles. Esta posibilidad,
los horizontes a cada uno, individuo, pueblo, nación o cultura. Por el contrario, así entendida, tiene claras connotaciones inmediatas, jurídicas, políticas,
se trata de la defensa de las propias posibilidades para que cada individuo, económicas, y demás, en un presente que es real.
pueblo, nación o cultura puedan hacerse posibles, en el horizontes de sus
realizaciones, tanto como pueda y cuanto pueda llegar a serlo. En efecto, es lo En términos más generales podemos sostener, por consiguiente, que la
posible lo que le da sentido a los actos concretos, singulares que se toman o especie humana está tanto más sana, es tanto más posible cuanto más futuro,
que se dejan de tomar, a las decisiones que se toman o se dejan de tomar. Un cuantos más horizontes tenga. En términos más particulares, un régimen
pueblo normal, en el sentido más elemental de la palabra^, una sociedad político, un estado político, unas fuerzas armadas, grupos sociales, grupos
normal, un estado político normal, un grupo cualquiera que sea normal es un sindicales, etc., son tanto más democráticos, tanto más racionales, más
grupo, un individuo, un estado, etc., que le permite a los individuos o que ellos legítimos, en cuanto que permitan una vida individual y en grupo cargada de
mismos se permiten un juego de posibilidades, un futuro tanto más cargado futuro. Se trata manifiestamente del futuro puesto por los propios participantes,
de potencialidades y demás por llevar a cabo. Lo contrario es la anormalidad por los propios interesados en actos y en procesos reales de distinto orden en
dentro de la cual entra no solamente la locura, de la cual ya hemos hecho cada caso. Todo lo demás no tiene sino el sentido de medio, de catalizador o
mención anteriormente, sino además, en términos de los derechos humanos, de coadyuvante para la posibititación, primero, y luego, para la realización
se trata específicamente de la negación más sutil, más o menos encubierta de efectiva de las posibilidades concebidas, imaginadas, discutidas y compartidas
por los individuos y los grupos de la sociedad
9. La normalidad de que aquí se habla es aquella designada por la medicina o bien,
igualmente, por la ética estoica y la filosofía estoica y cuyas expresiones más reales son las de
la capacidad para actuar, hablar, pensar.y desarrollarse en acuerdo con las propias facultades
y en un proceso que se configura además con la inclusión del otro (o de los otros) y § 4. El sentido de los derechos humanos
conjuntamente con la naturaleza. El estado más básico de esta normalidad es la de la concordia
o la armonía.
Los derechos humanos, pues, no tienen sino una sola finalidad, y es la de
Desde otra perspectiva, recientemente H. Maturana habla de esta condición primaria que
ocuparse, en condiciones muy específicas, es decir, en medio de un diálogo
nosotros llamamos aquí normalidad como de un estado biólogico fundado en el amor: el amor
es lo biológicamente normal, y debemos volver a él, sostiene Maturana. Cfr. entre otros, H.
Maturana R., Emociones v lenguaje en educación v política, Ed. Hachette/CED, Santiago de 10. Somos claramente conscientes de que en este punto entra en juego la importancia de una
Chile, 1991. y H. Maturana R. y G. Verden-Zoller, Amor y iueoo. Fundamentos de lo humano. ética dialógica que trata de los consensos y acuerdos alcanzados y susceptibles de alcanzar
Desde el Patriarcado a la Dennocracia. Ed. Instituto de Terapia Cognitíva, Santiago de Chile. 1993. mediante distintos mecanismos que tienen como base común una filosofía del lenguaje
Por nuestra parle, coincidimos en este aspecto con Maturana, razonable. Volveremos sobre ésto

30 31
derechos humanos. Los derechos humanos atraviezan y se fundan en la
con fuerzas políticas, fuerzas sociales, económicas, militares y demás, por
realidad de los demás. Su realidad es la realidad misma de la intersubjetividad.
hacer posible la vida en medio de las situaciones concretas en que existen los
seres humanos. De este modo, los derechos humanos no suponen ninguna
De suerte que el valor de la propia vida brota de y se funda en los propios actos
otra cosa, sino, yendo al estado de cosas mismas de la existencia, buscan a
-cumplidos o fallidos-, pero este valor se establece por los demás, jamás por
través de todos los medios disponibles (mesas de trabajo y de concertación,
sí y para sí mismo. De este modo se hace clara la consecuencia política de la
publicidad, propaganda, etc.), hacer posible la vida, o mejor, establecer los
realidad de los derechos humanos. Se trata, en efecto, de la defensa de la
espacios y las condiciones de posibilidad para que la vida se haga posible a sí
democracia, entendida como el espacio en el que la intersubjetividad se hace
misma. A partir de ésto, todo lo demás son puras derivaciones, así por ejemplo,
posible en las acciones que son juzgadas desde la racionalidad misma (y
los recursos a medidas de tipo jurídico, al establecimiento de puentes
también de la tradición) de una u otra in te rs u b je tiv id a d E n una palabra, el
regionales en un país y de relaciones internacionales, siempre con esa única
juicio que nos condena o nos salva procede siempre del otro^^. Nadie se salva
fin a lid a d . C ontra el p ositivism o y las terg ive rsa cio n e s te o riza n te s
sólo o nadie se condena sólo, sino siempre en la salvación o en la condena
("ideologizantes"), el fundamento de los derechos humanos queda así
está inmerso un otro. Hablar de salvación o de condena son modos (acaso
comprendido, y todo lo demás se reduce al estatuto que propiamente tiene:
extremos?) de traducir el problema real de que aquí se trata: el valor de la vida,
ser medios coadyuvantes, pero jamás fundamentaciones auténticas de la vida
el valor de la existencia. El juicio que nos salva o nos condena -por ejemplo
humana, y en general, de la vida sobre el planeta.
política, jurídica, éticamente, etc.- procede siempre del otro. Pero ésto que A
afirma con respecto a B, B también lo sostiene con respecto a A.
Ahora bien, el valor de la vida se define siempre en función, absolutamente, de
los actos que se llevan a cabo, de los actos cumplidos o que se dejan de llevar
De manera que, como se aprecia claramente, los derechos humanos no son
a cabo. Y este valor no lo establecemos propiamente nosotros, sino los
en modo alguno un problema mío tan sólo; son un problema que incumbe al
establece siempre el otro. El otro nos da valor -o nos lo quita- y ello a partir de
otro, principalmente al otro. No es el problema de mis derechos, quien quiera
los actos realizados o no que cumplimos. Hablar aquí de actos denota en
que afirme el "yo", sino, en realidad, es el problema de mi relación con el otro,
general toda la esfera de la expresividad y de la semiótica -verbal, corporal,
sabiendo que es el otro siempre quien establece el valor a los actos que yo
etc.- que comunicamos consciente e inconscientemente al mundo alrededor.
llevo a cabo o que dejo de llevar. Mis actos se juzgan siempre, necesariamente,
Pero esto que se dice aquí para el individuo es análogamente válido para los
por comisión o por omisión. Y es ésto lo que me obliga en consecuencia a tener
grupos humanos más o menos amplios. El valor de un grupo humano
que pensar muy bien mis actos. Volveremos aún sobre ésto.
cualquiera, y en términos más generales, el valor de un pueblo y de una cultura
entera están definidos por el juicio de uno o varios observadores exteriores o
también por su pertenencia a una tradición, y siempre a partir única y
exclusivamente de los actos; fallidos y cumplidos de ese grupo o cultura. Y con 11. Al respecto véase entre otra bibliogralta: E. Husserl, Phanomeloaie der Intersubiektivität.
el valor de los actos, repetimos, es el valor de la vida lo que se afirma de una u Hua XIll-XV. Martinus Niiholf, den Haag, 1973; M. Theunissen, Der Andere, Ed. Walter de Gruyter,
otra manera. Un grupo que se define a sí mismo desde sí mismo -y ésto es Berlin, 1977; R. Koziowski. DieAporiende Intersubiektivität. Ed. Konigshausen & Neumann. Köln,
1991; Ed. Amorrortu, Buenos Aires, 1973; A. Schutz, La construcción social del mundo real. Ed.
igualmente válido para un individuo y para otras escalas de la realidad humana-,
Paidós, Barcelona, 1993.
tanto como un grupo que impone sobre los demás sus propios valores, está
desconociendo tácita o explícitamente el valor de su propia vida y, además, la 12. Cfr. Sartre, L‘Etre et le Néant. Ed. Gallimard, París, págs. 265 y sgtes. (Hay traducción en
de los demás. En un caso semejante tenemos una manifesta violación de los español).

33
32
Por otra parte, en cuanto a la libertad, hay que decir que la libertad humana no las sesiones pasara siempre callado, prácticamente inadvertido, ese alguien es
se constituye exclusiva o principalmente por las intenciones, los sueños, las susceptible de dos interpretaciones. O bien se convierte en objeto de sospecha,
aspiraciones y sus metas. Esa es en verdad una libertad vacía. La libertad de o bien dejamos de concederle una importancia y una atención, de modo que
la cual se había a propósito de ios derechos humanos es la libertad de su presencia termina por pasar inadvertida. Tanto en uno como en otro caso,
contenidos cuando se expresa situacionalmente en los actos - actos nuestro juicio -en este caso, la actitud frente a él- será tan sólo la consecuencia
lingüísticos, corporales, mentales o lógicos, y otros. La libertad humana de eso que estamos anotando; la expresión -en este caso, por vía de un silencio
coincide exactamente con los contenidos que se expresan y cómo se los continuado- que esa persona manifiesta. La omisión se traduce éticamente
expresa. Nadie es sino sus expresiones - y el silencio, la ausencia, la como la sospecha. Es que la libertad nos obliga a expresarnos, mejor todavía
no-violencia, la desobediencia civil, por ejemplo, son formas también de la es expresión, expresión activa. La libertad estoma de posición, participación,
expresión, y no simplemente, como se piensa por lo general, el activismo, la compromiso. Con cuáles objetivos, es problema de casuística: lo que aquí nos
huelga, el paro, la violencia, etc. Esta es la razón exacta por la que los derechos interesa subrayar es la esencia de la libertad: ser compromiso, toma de posición
humanos son un problema re a l y no sim plem ente dependiente de activa y participativa, autodeliberación.
cosmovisiones, puntos de vista, perspectivas, opiniones o gustos. La realidad
de los derechos humanos es la de los actos humanos, la de sus expresiones y A través de actos que se siguen con entera necesidad unos de otros, la libertad
en el modo como se dan, en medio de, frente a los demás. Es en el centro de humana se va haciendo universal. O al revés, el ser humano se hace universal
relaciones interpersonales, intersubjetivas como se establecen los juicios en la medida misma en que sus actos alcanzan un nivel de expresión que
acerca de los actos de los demás, de los actos de todos: y eso hace de los traspasa las particularidades étnicas, lingüísticas, nacionales o ideológicas en
derechos humanos un problema específica yfundamentalmente ético. Setrata, los que brotany a partirdeloscualesse hacen posibles, para alcanzar entonces
por tanto, de juzgar el grado y el modo de la libertad humana -decir la libertad una representación transcultural. Es entonces cuando podemos hablar de
de los actos humanos es en realidad una proposición analítica, o bien un actos de libertad universales. Uno de los ejemplos recientes más significativos
pleonasmo-, de una libertad «situada», en las situaciones específicas como esa es sin lugar a dudas el del estudiante chino que en la Plaza de Tiannanmen se
libertad se expresa, vive, o no. Toda otra consideración de la libertad humana detiene solitario ante una fila de carrotanques blindados y abre sus brazos en
es vacía, etérea. señal de prohibición del paso a las medidas militares y de defensa simbólica
de la libertad. Los tanques se detienen durante un momento y luego, ante una
El ser humano no es sino sus expresiones -tanto las que abiertamente orden recibida, el primero de ellos desvía su dirección y pasa sin aplastar al
manifiesta como las que calla u "oculta "-, de tal suerte que el juicio acerca de estudiante. Esta imagen recorrió el mundo causando en todas las latitudes una
los demás se funda en las expresiones de los actos que se llevan a cabo o que profunda impresión de valor, de heroísmo, etc. Eran actos expresos universales
se dejan de llevar a cabo. Mejor aún, se juzga en una persona -pero también de libertad y, como tales, reflejaban claramente una situación determinada de
en una institución, en un grupo determinado y demás- a ia vez el contenido de los derechos humanos.
lo que expresa y el modo como expresa ese contenido. Un juicio fundado,
producto de la razón, es por tanto un juicio de ambos aspectos, y entonces Sin embargo, el tema de la universalidad de los derechos humanos es más
podemos afirmar que tiene una mayor validez. complejo de lo que parece, y no se puede inferir esta universalidad a partir de
otros presupuestos. Un caso semejante se presenta actualmente en las
Por otra parte, en cuanto a alguien que no se exprese abiertamente, alguien relaciones entre la China y los Estados Unidos. El actual gobierno de los
que participa en un seminario o en un curso, por ejemplo, y que durante todas Estados Unidos condiciona el estatuto de "Nación Más Favorecida" (MFN) a la

34 35
vallina OI wi y u u ie m u umno moaiTica SU política oe derechos humanos. Por su
parte, la respuesta del gobierno de China es la de que Occidente no entiende es el derecho a la vida, y que bajo éste se subsumen los demás derechos (el
las particularidades de la China ni en general de Oriente y que pretende imponer derecho al trabajo, e! derecho a la libertad de expresión y de movimento, etc.),
valores occidentales que no caben para Oriente. Visto desde la superficie, la bien puede suceder que alguien plantee "su derecho a morir". Entramos
situación se presenta manifiestamente de esta forma. Y como tal, se trata de entonces en el conflicto en torno a la posible relatividad o relativización de los
dos situaciones o de dos patrones inconmensurables - a propósito, por derechos humanos, pues en un caso determinado podría sostenerse la defensa
ejemplo, de los derechos humanos. Pues bien, la tarea de la filosofía de los del derecho a la eutanasia, el cual se halla manifiestamente en las antípodas
derechos humanos es aquí la de establecer, en situaciones parecidás, un del derecho a la vida como derecho absoluto. En un caso semejante estaríamos
mínimo de comprensión acerca del «problema mismo», esto es, acerca de la obligados a afirmar la existencia de los derehos humanos circunscritos a
«cosa misma»: y ésto es la vida humana. Entonces cabe entrar a criticar el realidades específicas, y dependientes precisamente de esas realdades. Un
aplastamiento de los estudiantes de la Plaza de Tiannanmen, en la China, o las ejemplo sería justamente la legitimación de la eutanasia^^. El jusnaturalismo,
ejecuciones en la silla eléctrica y la aplicación en general de la pena de muerte por ejemplo, podría servir de cuerpo argumentativo para defender el derecho
en los Estados Unidos. Es desde ese mínimo común de lo que es la vida y de por parte de alguna persona a "morir dignamente", pues los derechos
cóm o hacer posible una vida con dignidad com o cabe hablar de la "provienen de la propia naturaleza humana y pueden presentarse por
universalidad de la vida, y en consecuencia, de la universalidad misma de los consiguiente gran cantidad de amalgamas". Sin embargo, esta aparencia debe
derechos humanos. En términos más específicos, es desde el «mínimo» que es ser confrontada y criticada en sus raíces mismas, y ello se logra mediante el
la universalidad de la vida como podemos preguntarnos justamente acerca de reconocimiento precisamente de que el derecho a la vida, que es un derecho
la racionalidad de carácter más o menos simbólico de un asesinato, de la absoluto, significa exactamente el derecho a una vida digna, y no simplemente
tortura, del secuestro o de las desapariciones, y demás. Entender esto es el derecho a la vida "sin más", lo cual se traduciría inversamente planteando el
comprender ya de qué se trata al hablar de problemas mínimos fundamentales derecho a la muerte, como eutanasia. De hecho, la única posibilidad de
sobre cómo es posible un discurso universal con caracteres efectivamente enfrentar a la muerte es precisamente por el rechazo de una existencia reducida
racionales sobre los derechos humanos. En una palabra, la universalidad de a sus mínimas condiciones de supervivencia pero desprovista de toda dignidad.
los derechos humanos es la universalidad misma de la vida, de tal suerte que Pero es justamente eso: la vida misma, que porque no se reconoce como digna,
la racionalidad de los derechos humanos se fundamenta en la necesidad de la la que, ella, decide afrontar la muerte, pero como una forma de acceder a su
vida humana, como posibilidad. propia dignidad, como una forma de superar las condiciones indignas
(políticas, morales, sociales, económicas, y demás) en que hasta el momento
se ha venido (sobre)viviendo. Y entonces, por ejemplo, puede afirmarse desde
§ 5. La dignidad de la existencia humana esta perspectiva igualmente, como en Hobbes, el "derecho natural a la
subversión". En una palabra, la decisión de afrontar a la muerte es el resultado
Queda, por tanto, bien claro que el derecho a la vida no es en absoluto un de un acto de conciencia, de decisión autónoma, pero únicamente como una
problema biologista, y no nos interesa ía vida por la vida, sino una vida digna. forma de alcanzar una dignidad perdida, o bien, una dignidad posible.
Esto nos conduce a considerar algunas dificultades entre las cuales se destaca
la de la aceptación o no, desde el punto de vista de los derechos humanos, de
la eutanasia. Con ella se halla implicada asimismo el tema de la cientificidad de
los derechos humanos. En efecto, si hemos sostenido que el derecho absoluto
13. Cfr. entre otros, M. Madrid-Malo Garizábal, Consideraciones sobre el derecho a la vida.
Serie de divulgación, No. 4, Defensoría del Pueblo, 1994, en particular, págs, 39 y sigs.

36
37
La vida no vive, no vale la pena de ser vivida sin una dignidad: y éste es todo defensa de los posibles de la vida; pero no de tal o cual posibilidad, y
el fundamento filosófico de los derecho humanos; esto hace precisamente de ciertamente no de una posibilidad determinada o establecida desde el exterior.
los derecho humanos algo universal, independientemente de los regímenes Filosóficamente, la defensa de la posibilidad de los posibles se denomina la
políticos o económicos, de las medidas y planes militares o de las acciones y defensa de la posibilidad trascendental, esto es, de esa posibilidad
realidades sociales, independientem ente de los credos religiosos o fundamental que hace posible, ella, otras posibilidades. El origen de esa
ideológicos, 0 bien, al revés: en la base de cualquier circunstancia social, de posibilidad originaria es manifiestamente la vida misma, y sus posibilidades son
cualquier "razón de estado", de cualquier medida militar o plan económico y los modos mismos como ella puede desarrollarse desde sí misma en
demás, la razón humana organizada en los distintos comités de derechos condiciones favorables, y siempre, cada vez más favorables. Contra la mera
humanos a través del mundo entero, por ejemplo, sostiene, defiende o acusa defensa del status quo, contra la mera defensa de cualquier realidad social,
una determinada realidad de los derechos humanos con la única y exclusiva política, económica, religiosa, militar y que pretende asumirse como la última
finalidad fundamental de permitirle a la existencia humana, desde sí misma, o la mejor de las realidades, la defensa de otras posibilidades de la vida y que
desde sus propias posibilidades, un nivel de dignidad esencial. No corresponde hacen de esta algo mejor y más digno - todo ello puede convertir a los derechos
a los derechos humanos establecer los criterios y los parámetros de esta humanos en algo subversivo. Pero ya Sócrates mismo planteaba la defensa del
esencialidad de la dignidad humana; es en el vivir mismo, en el existir desde derecho a preguntarse como el sentido mismo del existir (y que para él
donde se puede hablar de un grado específco de dignidad. En rigor, la dignidad correspondía con el sentido mismo de la filosofía). Y es que la pregunta es el
humana se corresponde íntimamente con el hecho de que la vida humana cuestionamiento de un estado de cosas dados y la introducción de un espacio
asuma y despliegue desde sí misma sus propias posibilidades. A mayor que indaga por otras posibilidades mejores, más racionales^'^.
dignidad humana, mayor el espacio y los contenidos de las posibilidades, y
viceversa. Sin embargo, se trata de dos planos distintos: la dignidad humana Que la dignidad humana se convierta en determinadas circunstancias en una
apunta a la esfera ética, la esfera de las posibilidades a la ontologia - tal y como idea subversiva, ello no depende ni del carácter mismo de los derechos
ya queda consignado anteriormente. Sólo la búsqueda o la defensa de la humanos, ni tampoco forma parte, de entrada, de la política de los derechos
dignidad humana nos permite entender racionalmente los actos heróicos, y en humanos. Por el contrario, son los mecanismos de Administración total y de
ellos, justamente su carácter simbólico universal. Control t o t a l l o s que convierten el tema de los derechos humanos y de la
dignidad de la existencia humana en un asunto subversivo, peligroso. Todo
La vida sin dignidad no vale nada; o también, una vida con dignidad tiene que Régimen que se establece como necesidad y como fin último, toda Razón de
ser asumida con riesgos; en su sentido más originario, es la dignidad la que Estado y toda consideración acerca de la Seguridad de Estado y demás que
nos hace concebir la existencia como el riesgo de vivir. El único riesgo pretenden autolegitimizarse con argumentos ideológicos como de Identidad
ontològicamente válido es el de recuperar la dignidad perdida o el de defender Nacional, Salvación Nacional y similares, hacen del tema de los derechos
la dignidad amenazada. Pero esta recuperción o defensa no se pueden humanos un asunto menor, desplazando las acciones y las posibilidades de
legitimar en ningún discurso ideológico; no cabe tampoco hacer de la dignidad
humana un objeto de retórica o de publicidad. En el estado de cosas del mundo
contemporáneo, la dignidad humana es el topos mismo de los derechos 14. Cfr. al respecto, entre otros, Sartre, J.-P., El ser v la nada. Primera parte, Capítulo I, "La
interrogación",y, M. Merleau- Ponty, Le visible et 1‘invisible. Ed. Gallimard, Paris, 1964, Capítulos:
humanos. En rigor, la defensa de la dignidad humana es la defensa misma de "La interrogación filosófica", "reflexión e interrogación", "interrogación y dialéctica", "interrogación
futuros posibles y reales para la existencia humana. En su forma misma, abrogar e intuición".
por la defensa de una vida digna es exactamente lo mismo que asumir ia
15, Cfr. H. Marcuse, Eros v civilización y El hombre unidimensional.

38 39
derechos del hombre, o para hablar más propiamente, de los derechos del ser
los derechos humanos hacia los márgenes de una racionalidad común y
humano, del hombre y de la mujer.
participativa. La aversión al tema de los derechos humanos esconde por tanto
el temor a la apertura de espacios comunes de deliberación y participación; en
Una aclaración se impone a propósito del reconocimiento de los individuos
otras palabras, a la esencia de la democracia pertenecen los derechos
como de sus propias posibilidades infinitas, que es la base, queda dicho, del
humanos, y con tanta mayor razón se hace necesaria entonces una discusión
fundamento mismo de los derechos universales del ser humano. Cuando en la
abierta y cualificada acerca de sus fundamentos y posibilidades. (La discusión
segunda guerra mundial, por ejemplo, pero también en todo régimen
acerca de la necesidad o no del Estado desborda por completo el marco de
neofascista o neonazi se discrimina y se elimina ulteriormente a los ancianos,
los análisis que aquí presentamos, y no forma parte propiamente de nuestro
a los enfermos, a ios inhabilitados parcial o totalmente, pero también a los niños,
contexto. El pertenece, más bien, a la teoría política o a la filosofía del derecho).
a los débiles, esos regímenes tienen como justificación la ineptitud funcional
de esas personas, social y productivamente hablando. Las desapariciones y
Contra todo régimen y sistema vertical, los derechos humanos pretenden una
las eliminaciones de niños de la calle, por ejemplo, o de enfermos terminales o
sola cosa: el reconocimiento de la existencia de cada uno de los individuos o
crónicos, o bien los asesinatos "anónimos" de indigentes y de personas
de los miembros de una comunidad más amplia como individuo o miembro
pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad, todo eso se hace, con
participante con infinitas posibilidades. Es lo que se traduce en términos de
la conciencia, más o menos explícita y temática, de la negación de las
ética y de filosofía política como autonomía, autodeterminación y libertad. Es
posibilidades -tanto de aquellos a quienes se desaparece y se elimina
que la libertad y la autonomía^® son en su esencia propia el reconocimiento y
sistemáticamente, como de una parte de la propia sociedad, "Ya no tienen
el desarrollo de las posibilidades, de tantas cuantas quepan o puedan
posibilidades", y entonces se procede a su eliminación. Independientemente
concebirse y desplegarse. Hablamos de un número infinito de posibilidades,
de ios tipos y criterios de argumentación, se trata manifiestamente de actitudes
pero la expresión no tiene por sí misma una connotación afirmativa, sino tan
qe podemos llamar, de acuerdo con las enseñanzas de este siglo, como de
sólo denotativa. Se trata, en efecto, de las potencialidades de los individuos o
"fascistas" o "nazis". Esto adquiere proporciones más amplias, claro está,
de los miembros que participan de finalidades afines. Ahora bien, si un
cuando se trata de juicios y valoraciones de un país sobre otro, o de una cultura
reconocimiento semejante de las posibilidades infinitas choca contra las
sobre otra. Y sin embargo, el problema sigue siendo el mismo. Para decirlo
políticas y prácticas, o contra el credo y los principios de un régimen vertical,
desde otra perspectiva, los derechos humanos se erijen en contra de todo
se produce inevitablemente un choque. A nadie que participe en la política de
intento de instrumentalización de la persona humana; así, por ejemplo, de la
defensa de los derechos humanos es desconocido este aspecto. Pero si un
asunción de que la única o acaso la mejor finalidad del ser humano es la mera
choque cualquiera llega a producirse, la razón para esta confrontación se
productividad. Ya los análisis y las críticas hacia la conversión de !a
encuentra en e! carácter cerrado del sistema vertical del caso. Efectivamente,
productividad como fin y de la reducción del ser humano como medio son
es propio a todo sistema vertical el asumirse como fin en sí mismo, y los
clásicos y no se hace necesario por tanto entrar más al respecto.
individuos que se encuentran a su interior tienen tan sólo la finalidad de permitir
la vida de ese sistema: de una institución, de una empresa o compañía, etc. Es
Ciertamente, la vida humana es vida hacia, es vida con horizontes, con fines,
un sistema semejante el que hace, por tanto, de los derechos, una cuestión
pero se trata siempre, en todo caso, de fines y de tareas pro-puestas por los
peligrosa y subversiva, y nunca el contenido o los postulados mismos de los
propios seres humanos, de horizontes que son puestos por ellos mismos, y
jamás impuestos externamente. Ciertamente se trata en los derechos humanos
16. Para el caso asumimos ambos términos como equivalentes, o mejor, como apuntando a
un solo y mismo polo, a saber, el del reconocimiento y desarrollo de las propias posibilidades,
del reconocimiento del ser humano como posibilidad y como fin, pero nunca
que es a lo que nos dirigimos aquí, como se verá seguidamente.

41
40
en el sentido de posibilidades funcionales, y menos aún de fines instrumentales propias responsabilidades y se responsabiliza por sus propios actos al interior
o susceptibles de instrumentalización. del marco de un consenso libre, de un convenio alcanzado en paz por las
distintas partes. Eso se llama un proceso de amnistía social, de reincorporación
El valor de la existencia humana se mide, en verdad, por los actos - actos o de reinserción.
cumplidos o actos fallidos. Pero una comprensión auténticamente ética del ser
humano supone una valoración fundamentada de los actos humanos. La ética Por lo tanto, la unidad fundacional de los derechos humanos -la vida- no se
trata del valor de los actos humanos, y con ellos, consiguientemente, del valor contraponea la multiplicidad ni a la diversidad de maneras como la vida humana
último de la persona. Pero es que los actos humanos sólo se los puede juzgar existe y se hace posible (en la ciudad, en el campo, en países desarrollados o
al cabo, es decir, una vez que esos actos -que esa unidad de actos- se ha con menor desarrollo tecnológico y científico, en Occidente o en Oriente, etc.).
cumplido efectivamente. Esto Implica el reconocimiento del tiempo mismo de Mejor aún. en la filosofía de los derechos humanos se trata de ver lo particular
los actos humanos, pues cada serie de actos tiene un tiempo propio, y es tan en lo universaP^, es decir, poder apreciar que las diversas formas como las
sólo al cabo de ese tiempo como cabe juzgar razonable, éticamente, los actos relaciones humanas, poiíticas y sociales se dan en una geografía o en un
de un individuo, de un grupo humano, de una institución y demás. Es verdad momento determinados contienen manifiestamente un problema todavía más
que a los seres humanos se los reconoce por sus actos -y no simplemente por fundamental (a pesar de la singularidad); es su significación universal, si
sus palabras o por las meras intenciones-; pero en rigor, la filosofía de los atendemos a las posibilidades de desarrollo de la vida humana, y por
derechos humanos enseña a reconocer asimismo que el orden temporal de la consiguiente a su dignidad. El hecho de que podamos entender y/o traducir
existencia es en cada caso distinto. Así por ejemplo, el orden temporal de los situaciones diversas, circunstancias ajenas al lenguaje propio (que es además,
indigentes es distinto al de los enfermos crónicos, el de éstos al de los ciertamente, el lenguaje de una tradición; pero también, al mismo tiempo, el
detenidos, o también, por otra parte, al de las fuerzas activas de la sociedad, lenguaje de unos horizontes que se proponen y de tareas por realizar) y ver,
etc., etc. Recuperar la filosofía de las posibilidades de la existencia humana por consiguiente, valores mínimos comunes que nos permiten afirmar, por
implica en consecuencia tener conciencia plena de los ordenes temporales ejemplo; "así la vida sívale la pena ser vivida", o "no quisiera estar en ese estado",
distintos que en cada caso se requiere para identificar y para desarrollar y demás, es la consecuencia de lo anterior. Lo universal es la vida humana, y
efectivamente esas posibilidades. La sociedad humana descansa en la en general la vida entera sobre el planeta; lo particular, las condiciones
pluralidad de efectuaciones y de potencialidades, y eso constituye históricas, étnicas, geográficas y otras, como esa vida se afirma o se esfuerza
íntegramente una democracia. En una escala mayor, la unidad del género o de por afirmarse. Esto apunta a una dimensión adicional de los derechos humanos
la especie humana se funda en la multiplicidad de posibilidades actualizadles y sobre la cual volveremos posteriormente. Se trata del hecho de que una
y actualizadas. En otro plano, las posibilidades de racionalidad de un grupo filosofía de los derechos supone e implica una filosofía de la historia.
social no se mide de manera idéntica al de otro, pero ambas racionalidades sí
se confrontan y se tasan con base en ese mínimo de racionalidad que es el de Ahora bien, cuando se dice que una vida sin dignidad no merece la pena ser
permitirle de la mejor manera posible, por todos los medios disponibles, el que vivida, se está queriendo significar que el carácter mismo de la vida frente a los
puedan asumir y desplegar sus propias posibilidades - que es el título demás es ejemplarizante. Desde el punto de vista de la intersubjetividad, el valor
ontològico que designa un problema mayor; el de su dignidad. En qué de la vida es su carácter ejemplarizante, esto es, el hecho mismo de que nuestra
momento, por ejemplo, un drogadicto, un torturador, un guerrillero, etc., se vida adquiera o pueda adquirir una significación ejemplar para los otros, y
asimila al orden racional de la sociedad, ello se puede juzgar legítimamente con
base en un mínimo de normalidad razonable; en el momento en que asume su
17 Cfr. Kant. i. Ciitica de la razón pura, Doctrina trascendental del método. A 714/B 742 y sigs,

42 43
viceversa. Es por esta razón por lo que el juicio sobre un estilo de vida, o bien
sobre unas condiciones de vida adquiere un valor universal y no meramente que dice un A con respecto a B, también lo dice B con respecto a A; y
fortuito. El sentimiento de vergüenza, por ejemplo, brota frente al otro, debido evidentemente que el espectro de relaciones se puede ampliar a un C, D, y así
a que reconocemos que nuestros actos, las soluciones, las decisiones, los sucesivamente según ei orden de las relaciones reales.
cumplimientos de actos y demás tienen repercusiones que trascienden la
esfera inmediata de la propia existencia. Cuando Epicuro sostiene: "actúa de De esta suerte, la muerte no es, desde el punto de vista de la dignidad, mera
tal manera que tu amigo no sienta vergüenza de tP', está elevando a norma ética muerte biológica. Puede llegar a aceptarse la muerte física como una forma de
una serie de actos con la conciencia lúcida de la trascendencia del acto y de afirmar la dignidad, como una forma de hacerla digna y posible: esto es,
su valor ejemplar. Es porque un acto puede convertirse en un ejemplo nocivo universal. El derecho a la vida es por tanto el derecho a una vida digna, y si
o valioso para otros por lo que entonces cabe recuperar o condenar ese acto; para ello se hace preciso afrontar la muerte, esa muerte adquirirá un valor
esto es, no porque posea un valor en sí mismo -lo cual es perfectamente banal ejemplarizante para los demás. Pero con esto no se quiere defender en modo
en este nivel-, sino debido a que una vez que actuamos en el mundo, el acto alguno el que el derecho a la vida -que es, queda dicho, un derecho absoluto-
pone una trascendencia que depasa inmediatemente la mera esfera de la implique entonces un derecho a la muerte. Más bien, al contrario, la dignidad
subjetividad y que alcanza y atravieza la subjetividad de los otros. En realidad, de la vida se sobrepone a una muerte fáctica para alcanzar entonces el valor
aún más radicalmente, los actos que están cargados de una conciencia de una vida universalmente válida y ejemplar. Pero esta eventualidad depende
protensional, es decir, aquellos que están, conscientemente dirigidos hacia la siempre única y exclusivamente de las circunstancias; no se puede hacer de
consecución de metas, la apertura de posibilidades, etc., son actos esto una cuestión de principios, puesto que lo único que es principio -y por
acompañados desde su origen hasta la última de sus posibilidades del valor tanto es absoluto- es la vida. La muerte no constituye en manera alguna una
ejemplar que tienen o que pueden tener. Es en este punto en donde brota posibilidad, sino, es la negación misma de las posibilidades. No se puede hacer
ontològicamente la dignidad de los actos humanos, y en definitivas la dignidad una ética de la muerte.
de una vida humana. En efecto, porque, por ejemplo, no queremos que
nuestros hijos, primos, hermanos, vecinos, amigos, etc., sigan viviendo la Efectivamente, la dignidad de una vida humana depende siempre de las «cosas
misma vida que hemos estado llevando, decidimos actuar en una dirección mismas», y es siempre, necesariamente, a partir de un estado de cosas dado
determinada. Más originariamente, es debido a que las generaciones actuales como cabe hablar de dignidad. Esto no implica en manera alguna la
no quieren que las generaciones futuras continúen viviendo un estado de cosas relativización del tema de la dignidad humana, pero sí su enraizamiento en las
que puede atentar contra su dignidad, por lo que, por ejemplo, decide tomar situaciones esfecíficas en las que hay que leer la presencia o la ausencia de la
medidas radicales, de tipo militar, u otras. Es que el valor de los propios actos dignidad humana. Así, por ejemplo, no cabe leer con patrones occidentales los
jamás se origina en sí mismo: el valor de ios actos está siempre dado por el temas de la dignidad de la mujer en los países islámicos, como tampoco puede
otro, por los otros. (Un acto cuyo valor sea dado íntegramente por cada quien, hacérselo en sentido inverso. El que las condiciones hagan de la forma en que
es el resultado de la neurosis, de la psicosis y apunta en últimas a un estado la mujer vive en una latitud determinada una forma digna, o no. es cuestión que
patológico de la conciencia humana). Una vida ejemplar es vida para los demás, sólo cabe juzgarla en función del carácter ejemplarizante en que esa mujer vive.
y son justamente los otros quienes van a reconocer o no el carácter Es decir, según si se puede elevar a ejemplo universal esa vida. Si es posible,
ejemplarizante de una forma dada de vida. Precisamente por esta razón nos podemos hablar de mejores condiciones de dignidad; en caso contrario, se
esforzamos por hacer de nuestra vida algo mejor y más digno: sí no por tratará de condiciones más indignas. Tan sólo que el valor adscrito a esa forma
nosotros mismos, entonces sí, por lo menos, por y para los demás. Pero esto de vida debe derivarse no en función de "nuestra" propia condición, sino de
una condición posible válida para todas las circunstancias. El progreso de la

44
45
historia humana se funda en la apropiación, no siempre lineal, de actos y Precisamente el hecho de que fundemos la dignidad humana en las
procesos anteriores como poseyendo un valor ejemplar para situaciones experiencias reales que viven individuos y grupos humanos nos permite
posibles en el futuro. O bien, para decirlo en otros términos, la dignidad de la adicionalmente evitar una eventual instrumentalización de la dignidad humana,
vida humana se construye paso a paso, y no siempre linealmente, con base en tanto como su conversión en una simple perspectiva nominal. La dignidad
la universalización de ejemplos posibles para otras latitudes y generaciones. humana es la dignidad de la vida humana, y la vida se vive, aquí y ahora, como
un presente viviente, volcada, orientada hacia el horizonte de sus posibilidades
La dignidad de la vida o de los actos de un individuo, de un grupo humano, de y hacia horizontes cada vez mejores y más reales. La realidad de la dignidad
una sociedad o de una cultura determinada se desprende del valor humana se define entonces a partir de las posibilidades de la vida, de una vida
ejemplarizante de esa vida o de esa serie de actos. La dignidad humana no es actual y posible -tanto para el individuo como para el género humano.
un discurso; es el resultado del valor ejemplar que la reflexión le otorga, y como
parangón para series de actos ulteriores, o para vidas ulteriores. Elevar una Pues bien: la tarea de los derechos humanos consiste en una tem atización de
vida o un acto a ejemplo (universal o universalizable), el simple hecho de querer la dignidad humana, y no tanto en una justificación suya. Esta tematización es
apropiarse de una existencia como ejemplo y canon para la vida propia no !a de la puesta en claro de su realidad y de sus posibilidades. A ninguna otra
requiere de un proceso de elaboración intelectual muy elevado. Es ahí ciencia, disciplina o saber le corresponde en propiedad hacer de la dignidad
justamente en donde radica la concreción de la dignidad humana, y es ahí humana un problema de razón y de discusión pública, común,, y sí
también donde se deshacen los discursos sobre la dignidad humana como fundamentalmente a los derechos humanos. Es que la posibilidad de la
pura ideología. Que los derechos humanos no sean simple ideología, depende fundam entación de los derechos humanos radica exactamente en la
en consecuencia de su fundamentación racional sobre la base de las tematización que lleva a cabo -y cómo la efectúe- de la existencia humana como
situaciones específicas de la existencia humana y tomando como criterio el una existencia digna. O bien, para decirlo desde otra perspectiva, en el
valor universal, el ejemplo universal que la existencia tiene o puede tener Una momento en que la política, la economía, la sociología o la religión, por ejemplo,
actitud prudente, si se prefiere, sabia, frente a este aspecto de los derechos tratan de la dignidad humana, están hablando igualmente de sus relaciones
humanos equivale al reconocimiento de que no se traía de enfrentarnos con con los derechos humanos. La preocupación por una vida digna jamás fué tan
definiciones ni con afirmaciones de tipo deductivo, ni tampoco con meras preocupante como lo es en nuestros días. También ella forma parte de esa
abstracciones fáciles, sino, siempre, es nuestra obligación (ética) la de partir pregunta más general acerca de cómo sea posible una ética para nuestra
/ 19
de nuestros aconteceres, de las situaciones mismas en las que vivimos, pues época
aquello otro puede desfasarnos. La prudencia de aquí hablamos es a la vez una
guía metodológica. Ahora bien, desde luego que no se trata de llegar a una respuesta unanimista,
sino de generar el espacio para el abordaje de la pregunta y la explicitación del
problema, a pesar de las divergencias y de las oposiciones. Esta exactamente
18. Sin embargo, en el otro extremo, hay que impedir igualmente una posible interpretación es la tarea de los derechos humanos. En esencia, se trata del ejercicio mismo
de ios derechos humanos -y por tanto también de filosofía de los derechos humanos que los de la democracia, de un ejercicio de diálogo - en donde las distintas posturas
fundan-, en términos meramente constructivistas. Ciertamente el método constructivista
se exponen, se defienden o se recusan pública, abiertamente. No es que los
(Kamiah, Lorenren) es un programa de fundamentación: pero no por ello debe concebirse los
derechos humanos como pseudo-problema, o como una elaboración relativa e imperfecta, cuyas
derechos humanos necesiten de y esperen la apertura y la existencia de ese
mejores posibilidades estarían en una ulterior justificación en la que se concluirían a posteriori
o a fortiori otros elementos. Las consecuencias éticas, políticas y filósoficas de una postura 19. Cfr. A, Cortina, Etica sin moral y Etica mínima. Esta es la pregunta rectora de estos dos
semejante son claramente negativas. libros de A. Cortina. Coincidimos por completo con A. Cortina en el modo de plantear la pregunta.

46 47
espacio: es que los derechos humanos son la instauración misma del espacio trascendencia humana. Decir, aquí, trascendencia humana apunta a toda la
déla razón, del espacio del diálogo, del debate, y ulteriormente, de las acciones constelación de posibilidades reales y de realidades posibles, y más
conjuntas. En rigor, no se trata simplemente de afirmar como en los dos radicalmente todavía, al hecho de que el hombre se conciba y se asuma a sí
grandes modelos de la intersubjetividad, Aristóteles y Marx, que el hombre es mismo como fin, justamente, y no simplemente como medio. El fin de! hombre
un ser social; más originariamente, se trata de tematizar las condiciones de se encuentra en el horizonte de sus posibilidades. O también, en la posibilidad
posibilidad de esa intersubjetividad. Pues bien, el título genérico en donde se está contenida la finalidad del ser humano.
concentra el conjunto de esas condiciones de posibilidad son, en el mundo
contemporáneo, los derechos humanos. En contra de las lógicas que sostienen que nadie es necesario, que el individuo
ciertamente que no lo es, pues lo esencial es el grupo, la Institución, la Empresa,
la Iglesia, etc., se trata de rescatar desde sus mismos fundamentos la necesidad
§ 6. La vida humana como necesidad del individuo. En contra con una política o de una filosofía verticales, o contra
un sistema de administración y de control total que afirman el hecho de que el
Cuando decimos que la vida es principio absoluto que funda todo otro derecho individuo pasa, pero la Organización queda, se trata de mostrar en esas mismas
y todo lo demás, y no es fundada por nada, estamos queriendo decir que el afirmaciones la negación de los derechos humanos. En otras palabras, el
hombre, cada ser humano, es fin y no medio. Ahora bien, éste, que es el fundamento de los derechos humanos es el individuo, pero un individuo social,
principio ipríncipium) de los derechos humanos, es un principio que, no por su genérico. Se trata en verdad de ese individuo del cual se sostenía, por ejemplo
propio punto de partida, sino por sus consecuencias, tiene implicaciones muy en la Ilustración o en Romanticismo del siglo XIX, que es al rnismo tiempo el
«peligrosas». En efecto, la idea de que el ser humano es fin y no medio significa, individuo y el género.
traducido existencialmente, que cada uno de nosotros se quiere como
necesario, que nos queremos como seres indispensables: finitos, es cierto, Si los derechos humanos son algo «peligroso», si se los concibe en ocasiones
pero necesarios. Esta es la columna vertebral de los derechos humanos. como subversivos, esjustamentodebidoa queensu núcleo, en la razón misma
que los constituye, está la idea de la necesidad del ser humano: es decir, en
Los derechos humanos afirman que todo hombre y toda mujer son necesarios; el reconocimiento y en la afirmación de que cada hombre y mujer es necesario
ciertamente hay el reconocimiento de la propia finitud yde las limitaciones, pero o se quiere como necesario. La dignidad de que se habla en los derechos
a pesar de ello, se afirma por encima de todas las cosas el carácter humanos es precisamente la dignidad de la necesidad de la existencia: de una
indispensable, necesario de la existencia. Ahora bien, en dónde radica la validez existencia que es sus propias posibilidades, además, es claro, de sus realidades
de esta necesidad? Ciertamente no en la mera facticidad de la vida humana, efectivas. Es el reconocimiento de que los individuos y los grupos humanos
no simplemente en la finitud que se halla presente aquí, en este mundo, en tales son, a pesar de sus limitaciones (limitaciones de tipo cultural, económico,
o cuales condiciones. Por el contrario, la necesidad del ser humano descansa lingüístico, físico, y otros) necesarios, o que se quieren como tales .
en (as posibilidades mismas que cada ser humano es - aun cuando sean
posibilidades no íntegramente desplegadas o socialmente reconocidas. Las 20. La obligación de estos individuos o grupos humanos es. por su parte, y trente al derecho
absoluto que postulan y defienden los derechos humanos, la de actualizar sus potencialidades,
posibilidades que fundan la vida humana no son precisamente posibilidades
la de realizar sus posibilidades. Sin embargo, esto ya se sale del marco propio de los derechos
funcionales, y sí un juego de potencialidades que constituyen ontològicamente humanos. En otros términos los derechos humanos generan, constituyen el espacio para que la
la existencia humana. Es precisamente la dimensión que permite -o que debe existencia humana sea posible, esto es, etectivamente necesaria; pero cómo es, y hasta qué
poder permitir- la superación de la mera facticidad y la afirmación de la punto llega a serlo, ello se sale ya de la órbita de conceptos y problemas propios de los derechos
humanos, y nos conduce a la esfera de la psicología, la sociología, la educación y demás.

48 49
La necesidad de la existencia humana reposa por consiguiente en sus la propia familia, en la vecindad, en la empresa o en la iglesia, por ejemplo, en
posibilidades, es decir, en el horizonte que muestra que cada individuo o grupo síntesis, frente a esa realidad que dice que nadie es necesario, y que
humano puede -tal o cual cosa-, o está dirigido hacia -tal o cual meta-, porque ciertamente el individuo no lo es, la exigencia de la propia necesidad ya es la
tiene una serie de nexos (afectivos, emotivos, psicológicos, económicos, exigencia por una dignidad del ser humano. Lo contrario es justamente la
sociales, políticos, y demás) que le obligan a poder tal o cual cosa, o a estar eliminación, real o virtual, de la vida. Pues bien, es precisamente la articulación
orientado hacia tal o cual fin, etc. En una palabra, la necesidad de la propia entre la dignidad de la vida humana y el reconocimiento y afirmación de su
existencia humana se funda en y atravieza por la necesidad de la existencia de necesidad lo que hace de los derechos humanos un problema ético - pero
los otros, de una existencia conjunta y armónica. La necesidad de la vida no además, y en el más excelente de los sentidos, un problema político, un
se define por tanto desde cada quien hacia sí y para sí mismo; nadie es problema social, común.
necesario por sí mismo, sino, tan sólo con relación a los demás. El otro funda
mi necesidad, al mismo tiempo que yo soy sus posibilidades. La dialéctica de
la democracia se instaura en el espacio mismo abierto a la posibilidad de la § 7. Los derechos humanos como racionalización
necesidad mía y del otro - tal y como ya queda presentado a partir de todo el
desarrollo precedente. En rigor, el problema que se debate en torno a y acerca de los derechos
humanos es un problema de racionalidad. Se trata efectivamente de la
En efecto, a una mayor cobertura en el orden de la sensibilidad, del racionalidad de los actos humanos, y es en función de ella como cabe juzgar
entendimiento y de las propias relaciones, con los otros, se sigue una mayor en algún sentido los actos de un individuo, de una institución y demás. Más
necesidad de la propia existencia. Y es exactamente en esa misma medida radicalmente, el valor íntegro de los actos humanos, de la existencia en general,
como se funda mayormente una dignidad humana. Así, por ejemplo, y desde pero también de distintos procesos sociales o de procesos políticos y otros se
otra perspectiva, cuando se exige un derecho particular -el derecho a la funda, desde el punto de vista de los derechos humanos, en el carácter racional
educación, o al trabajo, por ejemplo- se está buscando dignificar la existencia de dichos actos. Lo que los derechos humanos llevan a cabo es finalmente un
humana, pero esta dignidad será tanto mayor cuantos mayores derechos sean proceso de racionalización - de la vida de los individuos, tanto como de las
reconocidos y favorecidos efectivamente. Los derechos humanos se realizan organizaciones de distinta índole creadas por los seres humanos y que inciden
por tanto en el tejido entero de los derechos particulares, de tal suerte que un igualmente en los contenidos y modos de los actos de esos individuos. En una
estado social o político puede decirse que es mejor, que en él hay mayor palabra, la realización misma de los derechos humanos es ética por cuanto que
libertad, más democracia, que ta vida es mejor y con una calidad mejor, cuanta tratan de encontrarle una racionalización a las condiciones en las cuales existe
mayor cobertura y profundidad tengan los derechos particulares; los derechos una sociedad o una civilización. El modo como ello se lleva a cabo es
positivos, precisamente. observando críticamente el fundamento mismo de esa civilización o sociedad:
esto es, la clase de vida, a nivel individual y social a la vez, que se hace posible
La política de los derechos humanos es la exigencia del reconocimiento de la en ellas. De este modo, la racionalización que lleva a cabo la filosofía de los
necesidad de la existencia humana. Luego no es necesario solamente que derechos humanos no tiene como base ni los desarrollos productivos, ni las
hablemos de desapariciones, o de torturas, o de grupos de exterminio, etc. clases de organización y sus relaciones dentro de una sociedad o de un país,
para hablar de los derechos humanos; no es necesario solamente hablar de ni tampoco los niveles de desarrollo técnico-material. Por el contrario, todo eso
magnicidios o de masacres, de la existencia de grupos de justicia privada y tiene como criterio de evaluación lo único que es fin y que puede ser fin en sí
demás para encontrar el espacio de diálogo sobre los derechos humanos. En mismo: el ser humano. La racionalización, es por lo tanto, la evaluación de todas

50 51
Con todo, es preciso señalar que en los derechos humanos en absoluto se trata
las condiciones para la existencia humana, como una existencia digna y de una de un racionalismo a ultranza y sí de un proceso de racionalización y de
calidad cada vez mejor. sensibilización, conjuntamente, y que se lleva a cabo bajo la forma de
argumentos sólidamente establecidos y en relación fuerte unos con otros,
Sin embargo, de qué modo se lleva a cabo el proceso de racionalización de ios conducentes a una (auto)com prensión del espectro global, con sus
derechos humanos? La única manera auténticamente fundamentada es como ambigüedades y dificultades, de los derechos humanos. En efecto, si en la base
un proceso de sensibilización -precisamente de los derechos humanos, hacia de todos los derechos humanos hemos comprendido que se encuentra el
los derechos humanos. Que es decir de la vida humana y hacia una vida digna derecho a ta vida, la vida, es evidente, no se agota en términos de razón. Así
y necesaria, y que sea fin en sí misma como asunción y desarrollo de sus por ejemplo, el problema de la dignidad humana no se agota en un discurso
propias posibilidades. En la base de esta afirmación se encuentra la evidencia sobre la dignidad humana. La dignidad humana es vivencia, se la vive, y
racional, ya establecida suficientemente por Platón, según la cual a una mayor entonces podemos compartirla, o bien criticar un estado atentatorio a la
racionalidad, mayor sensibilidad. Es decir, a mayor comprensión de los dignidad de las personas. Los derechos humanos son un problema existencial
problemas, a mayor estudio de los conflictos y las dificultades propias de los -esto es, de la gente común y corriente, en las situaciones específicas en que
derechos humanos, se da necesariamente una mayor sensibilización hacia la vive-, y que por eso mismo exige de parte nuestra de una toma de posición
búsqueda de soluciones, hacia actitudes más comprometidas de alguna clara al respecto. En síntesis, la racionalización de los derechos humanos es
manera y a una capacidad de crítica hacia los estados de violación, de irrespeto una sensibilización hacia las personas reales, independientemente de
o de excepción de los derechos humanos. En últimas, y en términos más pre-juicios. de pre-conceptos, y en consecuencia es un llamado a la defensa,
sencillos, a mayor comprensión de los problemas de las personas, mayor protección y posibilitamiento de la vida, sin más. Pero no de un concepto
acercamiento y una actitud menos distante e indiferente para con la gente^\ abstracto, vacío de la vida, sino, por el contrario, de la vida que es en todos y
cada unos de los individuos, independientemente de las diferencias de raza,
No obstante, lo contrario no sucede necesariamente. Esto es, no es cierto que
credo filosófico, político o religioso, sexo, lengua, etnia, y demás.
los procesos de sensibilización conduzcan a una mayor racionalidad, pues una
sensibilidad sin contenidos corre el riesgo de quedarse en o de desviarse hacia
El método más adecuado de esta racionalización consiste en tomar como
una pura "sensiblería', a un sentimentalismo informe y carente de norte. Se trata, punto de partida los problemas mismos; son ellos los que nos interpelan, y esa
por ejemplo, de los llamados procesos de "motivación" de la publicidad y de la interpelación exige de parte nuestra precisamente procesos de comunicación,
propaganda y cuyo fundamento es finalmente conductista o funcionalista. Una procesos de estudio, de intercambio de experiencias, de racionalización. En
sensibilidad desprovista de un uso adecuado y sólido del entendimiento puede efecto, si partimos, por ejemplo, de una situación de terror en una región
convertirnos en "idiotas útiles" (la expresión, como es sabido, es de Napoleón). determinada, es ese mismo problema el que nos exige detenernos a buscar
En el otro extremo, una sensibilidad pobre en racionalidad puede conducirnos mecanismos de solución. En una palabra, el proceso de racionalización que se
a adoptar actitudes marginales y de autoexclusión; en una palabra, lleva a cabo en ios derechos humanos consiste en encontrarle una lógica a lo
precisamente, a una autonegación de nuestra libertad entendida como que no tiene lógica, o bien, en términos más concretos, consiste en encontrarle,
capacidad de compromiso.
frente a la lógica de! terror, una salida posible a la vida. No en vano se viene
hablando recientemente de una "cultura de la violencia" y de una "cultura de la
21. El término de «gente-» no tiene aquí más que una significación genérica y sirve para
paz", por ejemplo. Ambos términos designan en realidad el tema de fondo que
designar a las personas, sin más, Por lo tanto, no cabe aquí ninguna referencia a esa forma de
ínautenticidad del Daseín en Ser y Tiempo, § 27, y que se nombracomo el «das man- en alemán, estamos señalando aquí; se trata de encontrarle una lógica (esto es, una razón)
el «on» francés o el «uno» o el «se» de la traducción (impropia) de J. Gaos. (En verdad, habría
que traducir mejor por «la gente--: de aní esta observación marginal;

53
52
a lo que no lo tiene (que es todo lo que niega, atenta contra, violenta, etc. a la sentido. La lògica de la verdad no es una lógica de la demostración, en el sentido
vida). La única lógica verdaderamente necesaria es la de la vida: la vida es la formal, aristotélico, y que la convierte en un problema de meras deducciones,
razón que permite juzgar todo lo demás. que exigen entonces justificarse internamente. Por el contrario, la lógica de la
verdad es una lógica apofàntica consistente en mostrar la verdad misma, a
Ahora bien, el proceso de racionalización es simultáneamente un proceso de partir de las evidencias (racionales) de las cosas mismas. De este modo, para
sensibilización. Pero este proceso tiene una dirección necesaria: se trata, en los derechos humanos se trata de mostrar la verdad de la vida o de la negación
efecto, de un proceso de ra cionalización y consiguientem ente de de la vida - antes de, e independientemente de cualquier postura política,
sensibilización nuestro hacia otros sectores sociales que no están todavía ideológica, religiosa y demás. Esto es lo que convierte precisamente a los
enterados de un caso de violación de los derechos humanos, o bien, hacia derechos humanos en algo incómodo en un universo acostumbrado cada vez
aquellos sectores que ya están enterados, pero a los cuales la información les más a las deformaciones de la (des)información, de los discursos y las
llega al mismo nivel que las noticias de fútbol, de farándula, políticas o ideologías y de la siempre pretendida "objetividad" de las mediatizaciones.
internacionales. Precisam ente contra la inm ediatez de la m ediatización se trata de
fundamentarse en la evidencia de las cosas mismas, pues sólo a partir de esta
evidencia cabe hablar racional, legítimamente de verdad - o, en caso contrario,
§ 8. El movimiento hacía la verdad de apariencia.

Hay un movimiento de la existencia humana que, al mismo tiempo que Un ejemplo de cómo se articulan la lógica de la verdad y el movimiento hacia
constituye uno de los motores de la existencia, que nos hace vivir y que nos la verdad es el del modo como generalmente se trabaja, en los derechos
lleva hacia la posibilidad misma de vivir, se constituye simultáneamente en humanos: "es verdad, sí o no, que hay desaparecidos por las Fuerzas Armadas";
criterio del modo como pensamos, sentimos, actuamos, dejamos de actuar y "es verdad, sí o no, que existen grupos paramilitares y escuadrones de la
demás. Se trata del movimiento de la verdad o hacia la verdad. Pues bien, es muerte"; "es verdad, sí o no, que se organizan y se financian grupos de justicia
precisamente este movimiento lo que configura la lógica que articula los privada"; "es verdad, sí o no, que la guerrilla viola los derechos de la población
derechos humanos. En otra palabras, los derechos humanos dejan de ser una civil o de los militares de las fuerzas armadas oficiales que son detenidos en
mera cuestión académica, tanto como un discurso ideológico, en virtud combate"; "es verdad, sí o no, que el gobierno opera con el criterio de una doble
justamente al hecho de que están centrados alrededor del movimiento verdad con respecto a los derechos humanos frente a los organismos
constitutivo del sentido humano hacía la verdad. internacionales y a las organizaciones no gubernamentales"; es verdad, sí o
no?
Con esto, no queremos hablar de la verdad en términos formales o
matemáticos, por ejemplo. Antes bien, se trata de la lógica de la verdad^^, o de Es que la verdad no admite términos medios. O bien se la puede verificar
la verdad como el fundamento de toda racionalidad y de toda acción plena de plenamente, o bien, se permanece en la especulación y en la apariencia. Pero
la existencia humana no puede vivir ni desarrollarse integralmente en la
22. Con respecto a la lógica de la verdad, se trata, como es sabido, del proyecto de realizarla apariencia y al margen de la verdad. La normalidad de un estado social o de
como un Corpus propio a la manera, por ejemplo, como existe una lógica matemática, una lógica un régimen político, la normalidad de una cultura entera se determina
del tiempo, y otras, al lado de la lógica formal, Cfr. entre otros, E. HusserI, Formale und
directamente por el contenido y el grado de verdad que se verifica común,
transzendentale loqik. Versuch einer Kritik der logischen Vernunft. Hua XVII, Martinus Nijhoff, Den
Haag, 1974, págs. 135ysigs. intersubjetivamente, de tal manera que es posible sostener que a mayor

54 55
opacidad de la verdad, mayor patología, y que a mayor transparencia de la
verdad, mayor afirmación de la vida y mejores condiciones para su desarrollo. trata de establecer al mismo tiempo el lugar de la muerte dentro de los derechos
humanos.
Por tanto, es ese movimiento hacia la verdad lo que le da vida a las acciones y
a toda la problemática de los derechos humanos. Es también él el que articula Es posible afrontar la muerte como una manera de defender la vida? Es posible
efectivam ente los procesos de racionalización, de comprensión, de aceptar la muerte para que la vida sea posible? Más radicalmente, puede la vida
información, de denuncia, de estudio, de recopilación de documentos, de justificar la muerte, el sacrificio? Son éstas preguntas que, dejando de lado sus
diálogo con testigos, etc., conducentes a procesos de sensibilización de toda connotaciones especulativas, religiosas y metafísicas, ponen en primer plano
la opinión pública acerca de la importancia de los derechos humanos. Los el problema fundamental de los derechos humanos en cuanto ética^^, a saber,
derechos humanos son una ética de la vida, pero esta ética se hace posible el del valor de la vida - el de la vida humana y, en general, el de la vida sobre el
gracias a que encuentra en el movimiento humano hacia la verdad el criterio planeta.
mismo de su racionalidad. En otras palabras, la vida necesita de la verdad para
vivir y sólo puede vivir y desarrollarse de la mejor manera a partir de sus propias Las posibilidades de (super)vivencia de un grupo humano, y en general de la
posibilidades como una vida verdadera, en función de la verdad o como especie entera se fundan en el respeto absoluto a la vida, y el sentido de la
movimiento hacia la verdad. Todo movimiento en sentido contrario implica la historia entera es, dicho idealmente, el de hacer posible la vida, tanto como sea
negación de la vida o bien conduce hacia la destrucción de la vida. Con todo, posible, y el de facilitarle por todos los medios el camino que ella misma haya
el gran problema es que la vida entera sobre el planeta depende cada vez más de recorrer o que pueda recorrer. El respeto a la vida del individuo significa
por completo de la conciencia, de la responsabilidad y del movimiento mismo para el grupo la asunción de una posibilidad (más) para proyectarse, de tal
por parte del ser humano hacia la verdad; una verdad no deducida ni resultado suerte que cada uno es al mismo tiempo una posibilidad para sí y una
de revelaciones o comportamientos místicos {corpus mysticum), sino, por el posibilidad de los demás. La razón humana exige, desde sí misma, el respeto
contrario, una verdad susceptible de verificarse intersubjetivamente y de a la vida y el reconocimiento del derecho a la vida como derecho fundamental,
cumplirse en los procesos mismos de su mostración. Esta es toda la piedra absoluto. Pero con ello, la razón no impone la vida ni la obliga: la razón quiere
angular sobre la cual reposan los derechos humanos. Ponerla de manifiesto y tan sólo que las condiciones de posibilidad de la existencia se funden en las
tematizaria es la tarea propia de la filosofía de los derechos humanos. Es, pues, posiblidades mismas del existir. La vida es un derecho, pero no es una
el movimiento fundamentante hacia la verdad el que hace de los derechos
humanos una cuestión política.

23. Como se recordará, hemos presentado los derechos humanos al interior de dos
parámetros, y ello a partir de su propio fundamento (es decir, interdependientemente de
§ 9. El tema de) lieroísmo y la muerte consideraciones exteriores, tales como las de su estatuto epistemológico y otros). Por un lado,
los derechos humanos son ética, puesto que su tema es el del valor de los actos humanos, y
más originariamente, el del valor de la totalidad de los actos humanos: la vida de la persona. Sin
Surge aquí un interrogante. Se trata de la relación existente entre los derechos
embargo, por otra parte, hemos puesto de manifiesto de qué forma la vida misma constituye la
humanos y la renuncia a la vida como una manera de defender y de hacer ontología de los derechos humanos, puesto que todo lo que es -así por ejemplo, las instituciones,
posible precisamente la vida misma. El título en torno al cual se concentra toda las organizaciones sociales y del estado, las relaciones entre los individuos y al interior de la
la dificultad es el del «heroísmo», y como contraparte, el suicidio. Con él, se sociedad, las relaciones entre estados-, encuentra su sentido auténtico a partir de y en función
de la vida, la cual es lo único que es fin en sí mismo, reduciéndose todo lo demás a lo que son
originalmente y lo que siempre deberían permanecer: medios. Vease supra.

56
57
,24
obligación - ciertamente no una obligación jurídica ni ética . En efecto, si fuera acto semejante se sigue la solución más satisfactoria para una dificultad que
una obligación, otra cosa sería fundamento, y no la vida misma. Sin embargo, de otra manera no podría resolverse favorablemente, y cuyos beneficios para
sí es preciso señalar que. así vista la cuestión, puede parecer demasiado los demás son claros y evidentes.
ambigua.
Parece haber aquí una contradicción entre el principio según el cual el individuo
Es en las situaciones específicas en donde se funda la concreción y por tanto es necesario (y que se presentó ya anteriormente), y la idea del heroísmo y del
el derecho a consideraciones similares, o bien, en donde tales consideraciones sacrificio personal. La obligación, el sentido mismo de la vida es el de hacer
son deshechas por insuficientes. Hay un grupo humano específico que se posible el futuro y el de perpetuarse (la vida) naturalmente . Con todo, el
enfrenta diariamente con preguntas y dificultades semejantes: es, en general, trasfondo de todo el problema se encuentra, una vez más, pero desde otra
el de los policías, pero a su lado podemos pensar igualmente en el de los perspectiva, en la idea de la dignidad humana. Sólo la dignidad humana puede
bomberos, los voluntarios de la Cruz Roja, y otros. Se trata, en efecto, de grupos justificar el que, llegado el caso, se deba morir por defender la propia vida y la
humanos diseñados por la propia organización racional de la sociedad para de los demás. En efecto, un heroísmo a ultranza o un heroísmo ciego no son
afrontar ciertas obligaciones con vistas al bienestar del resto de la sociedad. en manera alguna heroísmo. Pero la idea clara de que con el cumplimiento de
un deber se lleva a cabo un acto de afirmación del valor de la vida sin más, sí
En rigor, estamos hablando del (cumplimiento del) deber y que llega a hacer nos permite aceptar razonablemente una confrontación con la muerte.
necesario en ciertas condiciones afrontar la muerte. Sin embargo, no se trata
de una confrontación con la muerte como de un acto último y desesperado, ni Con todo, no se trata de que la muerte justifique a la vida, o bien, al revés, de
tampoco como de un acto ciego e irracional. No obstante, ello no nos autoriza que la vida encuentre en la muerte heroica una forma de plenificación y de
en modo alguno a hablar de una confrontación deliberada e intencional con la desarrollo último. Encontramos en algunas formas de fundamentalismo
muerte. El tema de fondo aquí es el de la abnegación y el del deber, y que es contemporáneo ideas parecidas. En cada una de las profesiones mencionadas
propio a todas las profesiones, sólo que en el ámbito militar o policial se hace con anterioridad, por ejemplo, los individuos que forman parte de una u otra
más patente y cobra un carácter más agónico. Un miembro de la policía, de los organización o institución han recibido un entrenamiento, una preparación y
bomberos, del ejército y de fuerzas y organizaciones similares que afronte una una administración que los hace aptos para su misión. Y es justamente esa
obligación con la idea de que va a encontrar la muerte y de que puede morir o instrucción en general que han recibido lo que hace de sus acciones, acciones
de que va a morir en el cumplimiento de esa tarea, naturaimente que dudará y racionales, sin que deban afrontar la muerte como una posibilidad inminente
terminará por no ir a cumplir con el deber asignado. El derecho a la disención, en cada caso. Lo contrario es el suicidio y la sin-razón, y puede hacer de un
por ejemplo, se origina legítimamente en situaciones parecidas, de manera que policía, de un militar, y demás, un suicida en potencia, o bien un criminal
sea posible desacatar una orden sin con ella se ve que se corre peligro justificado y/o en potencia.
inútilmente, o bien, en términos más sencillos, si una orden determinada está
en contradicción con la evaluación propia por parte de quien recibe la orden.
Pero, en condiciones normales en las que simplemente se cumple con una 25. Desde la biología se ha hecho una lectura análoga a la nuestra a la nuestra, específicamente
en cuanto a la tendencia natural de la vida a perpetuarse a sí misma, por encima de todo lo
orden, bien puede suceder, en un momento determinado, que alguien adopte
demás: véase, Dawkings, R., El gene egoísta, Ed. Salvat, Barcelona, 1985. Con todo, es
un comportamiento heroico sacrificando su propia vida, si entiende que de un extremadamente peligroso trasladar desde la mera biología hasta la esfera de la sociedad ideas
semejantes. Por lo demás, desde otro punto de vista, buen número de películas de cienciaficción
24. Esta es la afirmación de M . Madrid-Malo A., op. cit., pág 40: 'El hombre no tiene derecho que incluyen la presencia de monstruos y combates de seres humanos con ellos se fundan , sin
a morir, pero no siempre se le impone la obligación moral y jurídica de seguir viviendo". que sus realizadores lo sepan, en esta idea que presentamos aquí.

58 59
y de la necesidad de la vida de las personas y su papel de apertura hacia
Los derechos humanos son, en el contexto de problemas análogos, la crítica posibilidades reales de vida, o bien hacia realidades posibles de la vida. Una
de las personas y/o de las instituciones que, disponiendo de una capacidad de asimilación semejante de los derechos humanos como correspondiéndoles
mando a nivel de administración civil o militar, actúan y deciden sin el estudio deberes y obligaciones incurre, por un lado, en la instrumentalización de los
en profundidad y responsable de los hechos. Por otra parte, los derechos derechos humanos, y por otro lado, en su positivización. Todos los deberes y
humanos asumen la defensa de quienes deciden renunciar conscientemente
obligaciones se fundan en y se derivan con carácter de necesidad en el derecho
al cumplimiento de órdenes que consideran injustificadas o atentatorias al
a la vida, derecho inalienable y absoluto. O bien, inversamente, ningún deber
bienestar propio y/o de los demás. El derecho a la disención es, en este caso,
ni obligación es distinto al deber absoluto de defender y de hacer posible la
plenamente legítimo.
vida, de respetarla y de permitirle desarrollarse desde sí misma.

La defensa de la vida no implica, ciertamente, la obligación a la vida. Pero la


muerte no constituye por sí misma, en absoluto, ninguna posibilidad ni es
§ 10. El principio de la violencia
tampoco la última de las posibilidades^®. Pretender argumentar a favor de una
supuesta obligación de vivir es tan absurdo como argumentar en favor de la
El principio de los derechos humanos, la política de los derechos humanos y
obligación de respirar, de caminar, de dormir o de descansar, etc. No existe en
la filosofía de los derechos humanos existen porque existe violencia. Si no
manera alguna una negación de algún tipo al derecho a la vida. Es éste un
existiera violencia carecería de sentido hablar de y preocuparnos por los
derecho absoluto, y todo lo demás se deriva de o se funda en él. Con ello no
derechos humanos. Cualquiera que sea el tipo de violencia, ya sea que la
se quiere decir que se haga necesaria una definición del derecho a la vida, como
hayamos vivido en carne propia o no, ya sea que alguien próximo a nosotros
una vía para entender lo que significaría una pretendida obligación a la vida,
haya sido objeto de alguna forma de violencia o no, lo verdaderamente
puesto que una definición semejante es absurda y no tiene cabida en el marco
definitivo -y ésto se encuentra en estrecha relación con lo que veíamos
de la filosofía de los derechos humanos. Como bien lo señala Kant, en filosofía
anteriormente acerca de la sensibilidad y racionalidad propia de los derechos
no se comienza con definiciones como en las matemáticas, por ejemplo; se
humanos- es que la existencia de la violencia nos conduce, de una u otra forma,
concluye, luego de un proceso de reflexión y de análisis, en elias^^. La vida es
a una tematización reflexiva y crítica acerca de la violencia. Esta es la diferencia,
donación de sentido, y es el sentido mismo por excelencia.
por ejemplo, con el torturador^®, el cual, en una conducta propia de la
esquizofrenia, se disocia del principio de realidad que es el otro (el torturado)
En síntesis, la muerte no es una alternativa a la vida, pero se la puede confrontar
-en cuanto otro-, para relacionarse con él como con alguien con el cual no tiene
para superarla en el acto que eleva sobre la mera vida física, la dignidad de la
absolutamente nada en común, y con el que, por consiguiente, puede "operar"
existencia. Los derechos humanos no constituyen por sí mismos en absoluto
hasta el último de los límites pretendiendo reducirlo a la mayor de las pobrezas
una obligación, sino, por el contrario, son la instauración y la defensa del
ontológicas; aquella en la cual el torturado puede querer no haber vivido
espacio para que la vida se haga posible. Por eso mismo son una ética.
(nacido) - un estado próximo a la demencia.
Pretender com prender los derechos (humanos) como hallándose en
correspondencia necesaria con deberes y obligaciones es perder de vista el 28. Acerca de una visión de la tortura desde el punto de vista de la filosofía, cfr. Sartre, J.-P.,
carácter fundamental (fundamentum) que tienen para el respeto de la dignidad prefacio a Henry Alleg, La tortura, Ediciones del Pórtico, Buenos Aires, 1958; asimismo, de otra
parte, cfr. Sartre, Prefacio a F. Fanon, Los condenados de la tierra, Ed. J. Mortiz, México, 1972.
26, Ello en franco contraste con Heidegger, por ejemplo; cfr. El ser v el tiempo, op. cit.,47 y Para una crítica a este último texto de Sartre, véase H. Arendt, sobre la violencia, Ed., Joaquiín
sigs. Mortiz. México, 1970.
27, Cfr. Kant, I., Crítica de la razón pura. 'Doctrina trascendental del método", vid. infra.

61
60
Sin embargo, trabajando sobre los elementos que ya hemos presentado encima de toda otra consideración. Para el ser humano, la violencia es una
gradualmente, es posible entender claramente que, como resultado de los toma de conciencia de sí misma por parte de la vida.
procesos de racionalización y de sensibiiización que permite la filosofía de los
derechos humanos, el otro soy yo, o mejor, en la vivencia del otro está también La dialéctica existente entre violencia y derechos humanos es de tal índole que
mi propia vivencia. La intersubjetividad se constituye en los modos dei vivir la supresión de la violencia implica necesariamente la realización de los
conjuntamente (mitleben) experiencias y procesos comunes, tanto como en derechos humanos. Más radicalmente todavía, como resultado de la supresión
el compartir y construir un tiempo común: el tiempo de las vivencias comunes, de la violencia, la realización de los derechos humanos implica la eliminación
precisamente. No de otro modo se hace posible la solidaridad^®. Frente a la de los derechos humanos. En efecto, qué sentido habría entonces en defender
violencia, la solidaridad es la experiencia originaria que permite eliminar el derecho a !a vida, y desde él, todos los demás derechos de hombres y
cualquiera de sus formas: la violencia física o psicológica, abierta o de baja mujeres, si la violencia, que es en esencia la negación de la vida o de un nivel
intensidad, etc. determinado de su dignidad y calidad, no existe ya? En el estado actual de
cosas, esta consideración tiene el valor de mero ideal, pero cumple también la
Con todo, es posible afirmar (con Hegel, por ejemplo) que, no obstante, es a función de revelarnos el sentido mismo y el origen de los derechos humanos
partir de un acto de violencia como el individuo cobra, por primera vez, (y con su origen, también su fin).
conciencia de su pleno existir^®, de tal suerte que si un acto determinado de
violencia no existiera tampoco existiría la preocupación por los derechos Aquí no se trata de la discusión acerca de si ta violencia es o no constitutiva de
humanos. En efecto, como resultado de la violencia el yo retorna sobre sí mismo la naturaleza humana. Una tal cuestión no forma parte, como tal, de la filosofía
en un acto de reflexión (re-flexión) que tiene como finalidad cuestionar el de los derechos humanos (pues nos conduce a otros dominios: la biología y la
sentido de la violencia. Pero en ese mismo acto de reflexión el yo que ha sido etologia, particularmente). A los derechos humanos no les concierne el
objeto de violencia logra reconocerse al mismo tiempo como sujeto gracias a problema acerca de la naturaleza de la violencia, sino la de su realidad social
las experiencias de solidaridad que acompañan a y que se derivan de la e individual; o mejor, la preocupación central de los derechos humanos es la
re-flexión. En efecto, la existencia se revela a sí misma como autonomía y violencia pero sólo debido a que todo su sentido ético y ontològico es el de
posibilidad fundada en y desde sí misma luego que y como el producto de la hacer posible la vida, o bien hacer que la vida misma sea posible. Los análisis
flexión sobre sí, luego de haber estado simplemente volcada hacia el mundo, sobre la violencia son necesarios, para los derechos humanos, en razón a su
fundándose simplemente en las cosas y en sus relaciones y procesos, preocupación por la vida, y no al revés. (En este sentido, quizás, los derechos
olvidándose de sí misma. La violencia tiene como efecto necesario rescatar el humanos se sitúan en un nivel distinto al de la teoría sobre la pena y el delito o
problema del sentido y del valor de la vida como cuestión fundamental, de tal sobre la criminología, en el derecho positivo, o también, al nivel de la política o
manera que, una vez que esta cuestión aparece con el carácter propiamente la sociología y de sus análisis sobre la violencia. La diferencia estriba en la
fundamentador que tiene (= esto es, vital!) la vida se pone en primer plano por ontologia misma que se encuentra en la base de los derechos humanos, o bien,
en la ontologia que ellos mismos son en su origen: la vida como hecho y valor
29. Con respecto a la solidaridad como el modo más propio como la intersubjetividad se absolutos. Para la política, la sociología, la criminología y la teoría del derecho
constituye -específicamente en el marco de la cultura contemporánea-, véase J. Patocka penal, por ejemplo, la vida no aparece en primer plano como la preocupación
Ensayos heréticos. Sobre la filosofía de la historia, Ed. Gedisa, Barcelona, 1993 y Platón v
Europa, Ed. Gedisa, Barcelona, 1993. Asimismo, cfr, Liberté et Sacrifice. Ecrits Dolitiaues. Ed. J.
auténtica y originaria; por el contrario, su preocupación es la de las relaciones
Millon, Grenoble, 1990. entre legalidad y legitimidad, o bien entre el estado y la sociedad civil, o también
30. Algo semejante se lee en Hegel, G. W. F., Líneas fundamentales sobre la filosofía del es el de la racionalidad y el sentido del Estado, o bien, el de la validez de un
derecho. Ed. Monteavila, Caracas, 1992.

62 63
régimen social o político, y otras. Posiblemente, en su horizonte se halla,
hemos considerado en este texto, anteriormente, no haya sido antes el objeto
ciertamente, una preocupación por la ética. Sin embargo, para los derechos
de estudios, reflexiones y de problematizaciones. Simplemente que nunca
humanos la vida es comienzo y fin de todas sus consideraciones, análisis y
antes había tenido la importancia fundamental que ahora cobra. Hay que
críticas. Los derechos humanos son éticos de entrada y hasta el final, y la vida
señalar aquí -de pasada- dos razones principales para que ello suceda así, es
es siempre reconocida como la tarea única; todo lo demás se deriva de ésto).
decir, para comprender de qué manera la vida se convierte en el problema
fundamental de la época. En primer lugar, está la globalización del planeta (Mac
Si, como sostiene Marx, la historia de la humanidad se compone de tres grandes
Luhan) como resultado de la sistematización de la información -esto es, la
momentos, y es la dialéctica entre la razón y la violencia, entonces podemos
computarizaclón, los satélites, los chips-. Es quiere decir que la vida en el
sintetizar esta historia, así: la historia ha sido el comienzo de una fuerza sin
planeta se ha convertido en un problema común, sin las mediaciones de tiempo
principios, pasando por un principio de fuerzas hasta llegar a una fuerza de
y espacio tal y como sucedían en los siglos pasados. "Vivimos en una maloca".
principios. No obstante, contra Marx mismo -y ésto en modo alguno tiene el
En segundo térm in o , precisam ente d eb id o a la ro b o tiza ció n y la
valor de un argumento de felix culpa- podríamos complementar, fundados en
computarización, jamás antes la vida se había visto amenazada de una manera
los desarrollos de la historia más reciente -la del siglo XX-, que hemos
tan global o generalizada. Los desarrollos de la cultura han desbordado por
desembocado en unos principios sin fuerza. Pues bien, justamente en contra
completo la correspondencia (que debería haber) con nuestro propio
de todo otro "principio" -ideológico, político, religioso, filosófico, y demás-, lo
desarrollo biológico: hemos creado mecanismos que superan o pueden
único que es principio absolutamente es la vida (humana, y la vida en general,
superar nuestras propias capacidades físico-biológicas^^. En síntesis, ambas
sobre el planeta). En contra de toda fuerza que pretenda negarla o disminuirla,
razones principales se compendian en una sola: el desarrollo y las incidencias
la vida es una ética de la no-violencia. Por ello mismo los derechos humanos
de la técnica, de tal suerte que es ella la que, como marco referencial y en virtud
son la crítica a todo tipo de violencia, provenga desde donde provenga, e
suya, hace de la vida el problema fundamental de nuestra época, de una manera
indiferentemente de sus justificaciones ideológicas.
que ninguna otra época había conocido antes. En este contexto, como se
aprecia claramente, los derechos humanos se configuran como la ética de
nuestro tiempo: como una ética de la vida como (= contra) la no-violencia. (No
§ 11. La ética de los derechos humanos es gratuito que desde diversas áreas del conocimiento se hable, a partir de la
fenomenología de E. HusserI, del mundo de la vida (Lebenswelt) como del
El siglo XX es una época de muerte, de guerra, de luchas agónicas: pues bien,
modo como todo lo que tiene sentido o puede tenerlo se hace racionalmente
es precisamente en el siglo XX cuando "aparecen" como tales los derechos
válido y legítimo: a partir de y precisamente en función del mundo de la vida!).
humanos, o también, el problema general de los derechos humanos^V En el
siglo de las guerras y la muerte generalizada, sistematizada, la preocupación
En la época de la reproducción técnica (Benjamín), en la época de la técnica
por la vida cobra un carácter que la historia de la humanidad jamás había
o del átomo (Heidegger) uno de los conceptos que se emplean generalmente
conocido como tal. (Esto no significa, desde luego, que la vida, tal y como la
para definir la validez, la racionalidad, la vigencia o la potencia de alguna cosa
es el de «fuerza». El Estado, los regímenes políticos, las instituciones o las
31. Dejamos aquí de lado una consideración histórico-categorial acerca de los antecedentes
de los derechos humanos, partiendo desde la Revolución Francesa y continuando hasta las organizaciones sociales se asumen a sí mismas como principios de fuerzas -en
diferentes declaraciones de los derechos del hombre que nos conducen hasta la declaración de contra, naturalmente, de otras fuerzas-. Pero la historia de la fuerza en general
1949. No solamente la bibliografía al respecfo es ya bastante amplia, sino también, una tarea
semejante nos situaría por fuera del marco de este trabajo: trabajar en un proyecto de 32. Tal es la tesis de E. Harth, Dawn of Millennium. Beyond Evolution and Culture, Ed.
fundamentación (y no simplemente de sistematización historiográfica). Penguin. London, 1991.

64
65
es al mismo tiempo la historia de una falta de o de un olvido del telos: del sencillamente que los derechos humanos no deciden nada pero que sí nos
horizonte y de la finalidad. Lo que debería ser fin (la finalidad, precisamente) se colocan en la posición de decidir - acerca de un estado dado de problemas
convirtió en medio, y lo que era tan sólo medio (la fuerza) se convirtió en fin relativos a la dignidad de las personas. Tal es la función que cumplen los
autolegitimante. El universo de las fuerzas es en principio el do la exterioridad distintos Comités y Organizaciones de Derechos Humanos).
o la objetividad, de tal suerte que para significar realidad -objetiva!- se piensa
en y se hace referencia al concepto de fuerza; con ello también se denota Por tanto, el problema de los derechos humanos exige un desarrollo de la
"efectividad". propia racionalidad, e incluso, es preciso decirlo, de nuestra propia
e s p iritu a lid a d . La p re o c u p a c ió n p o r los d e re c h o s h um anos es,
Pues bien, en un universo semejante, los derechos humanos son una ética - o independientemente de credos, políticas o filosofías particulares, una
también quieren ser una ética universal. Ello en el sentido tanto de ethos como preocupación propia de los seres que han alcanzado un desarrollo personal
de ethos, esto es, tanto en el sentido de una ética individual como social. Sin más elevado. En efecto, se trata de la preocupación por la vida como vida digna
embargo, los derecho humanos no tienen el mismo peso que el derecho y posible para cada quien. La tarea pedagógica que se desprende a partir de
positivo, pues no existen tribunales, cárceles, mecanismos de vigilancia o de aquí es la de la elevación de los niveles de conciencia y de sensibilidad por los
control positivos tal como sí es el caso en el derecho positivo. Los derechos temas y problemas propios de los derechos humanos. Es la tarea por llenar de
humanos se sitúan, por el contrario, en el nivel de la opinión pública, pero su contenidos éticos universales los actos de los individuos, de las organizaciones
topos es el de la conciencia (o el del corazón, o eso que en alemán se designa y de todo grupo humano. Se trata, efectivamente, de la tarea de sensibilización
también como Gemüt: estado de ánimo, temple de ánimo, espíritu, etc., pero por el otro como un ser dotado de posibilidades (propias) - en relación con y
que no tiene precisamente significaciones psicológicas o psicologistas). Los en función del grupo, de la sociedad, del género. No obstante, esta
derechos hum anos se sitúan, por consiguiente, en una dim ensión sensibilización no debe ser comprendida en términos meramente formales ni
perfectamente distinta al de toda la positividad y la normatividad jurídica: los intelectualistas. Por todo lo anterior, la vigencia de los derechos humanos se
derechos humanos se sitúan al nivel del fuero interno y toda la fuerza de las sitúa en las antípodas de la historia de la violencia.
denuncias de violaciones de los derechos humanos, de críticas de aparatos,
políticas y organizaciones que atentan contra los derechos humanos no es otra No obstante, de lo anterior no se desprende en modo alguno que, puesto que
que la "fuerza" de la opinión pública; pero en realidad se dirige a una la ética de los derechos humanos se sitúa en el fuero interno, haya que renunciar
sensibilización de la opinión pública, como ya ha quedado suficientemente a los mecanismos jurídicos, políticos y de información y denuncia que se
presentado. Este es el punto fuerte de los derechos humanos -la opinión adelanta generalmente. Una comprensión semejante desvirtuaría a los
pública-, pero también, en el marco de una sociedad cada vez más mediatizada derechos humanos de todo contenido y los reduciría a algo así como un
por la información y por el control de la información, es éste también su punto "idealismo de buenas intenciones". Se trata de trabajar al interior de las
más débil. (La relación entre derechos humanos, opinión pública y medios de organizaciones y mecanismos que pueden contribuir a la defensa y a la
información exige aún análisis más profundos. Aquí, por lo pronto, tan sólo elevación de la dignidad de la vida humana.
mencionamos ésto como el tema de una tarea de reflexión posterior. No
obstante, por lo pronto, queda claro que el término de «opinión pública» no En rigor, la ética de los derechos humanos es, en el estado actual de cosas,
tiene simplemente una connotación publicística o propagandística, y designa, una ética del deber ser, tanto más cuanto que el respeto, la dignificación y la
sí, la esfera propia de ia validez de los derechos humanos; el del fuero interno cualificación de la vida de los individuos no son (todavía) una realidad universal.
de los individuos que viven en sociedad. Con ésto queremos significar El ideal de toda ética es el de ser universal; o mejor, es porque ninguna ética

66 67
No se trata, por consiguiente, de que frente a la violencia hacia la vida los
es propiamente universal por lo que en su horizonte se plantea el ideal de derechos humanos se asuman como una contraviolencia, a la manera, por
devenir válida para todos los seres humanos, sin diferencias de latitudes, ni de ejemplo, como en los discursos y en las prácticas políticas e ideológicas se
tiempos. Pero que los derechos humanos sean una ética del deber ser no los afirma que a una violencia institucional se contrapone una violencia
convierte necesariamente en una ficción ni en una abstracción. En verdad, los
revolucionaria, o que a una violencia subversiva se le opone una violencia legal,
derechos humanos tienen la particularidad de ser una ética dei deber ser y (sin
etc. El siglo XX es el siglo de una violencia abierta o velada, pero siempre
embargo), al mismo tiempo, una ética de contenidos específicos - pues su
general(izable) a todos los individuos, grupos y países que no se ubican abierta
contenido es, en cada caso, la vida real, concreta, de cada individuo en y confesamente del lado que ejerce o que puede ejercer esa violencia. El viejo
cualquier, situación, geografía y tiempo.
dictum de que "quien no está conmigo, está contra mí" adquiere en el siglo XX
caracteres agónicos y proporciones globales.
En cuanto deber ser, los derechos humanos quieren que el respeto a la dignidad
de la persona sea algo tan natural y común que pertenezca al propio ethos {= Pues bien, es justamente porque existe una violencia como principio por lo que
modo como vivimos o habitamos natural, espontáneamente) de todos y cada existen y tiene sentido ocuparse de los derechos humanos. Y es precisamente
uno de los individuos. En cuanto ética de contenidos, la importancia, la validez por ello también por lo que entre las tareas centrales de los derechos humanos
y la extensión de los derechos humanos es exactamente la misma extensión, la paz ocupa un lugar central. Sin embargo, en realidad, la paz es justamente
validez e importancia que la vida concreta de cada ser humano tiene en las una tarea de los derechos humanos, pero no un fundamento . El fundamento
condiciones y situaciones específicas en que se hace posible o busca hacerse único, es decir, aquello que sirve de base a todo lo demás y a partir de lo cual
posible.
33. Desde distintas posiciones se puede objetar que, ante los sucesos que tipitican el siglo XX,
el ideal de la paz es tan sólo un sueño, o cuando más un mito, puesto que los hechos así parecen
indicarlo. Se nos prometió, por ejemplo desde el final del Renacimiento y los comienzos de la
§ 12. Los derechos humanos y la paz
Edad Moderna, que la ciencia garantizaría el buen desarrollo de las sociedades y de los estados
para el bienestar y la paz entre los ciudadanos. Comenzó a generarse, entonces, el mito dei
El principio de los derechos humanos es la violencia. Pero frente a esta violencia progreso, y todo fue definido consiguientemente, en función de ese mito: que la marcha la
que es negación de la vida y atentado contra la vida, los derechos humanos se historia iba de lo anterior a lo posterior, de lo inferior a lo superior, de lo viejo a lo nuevo, etc.
Ciertamente un mito no es una creación personal (dejamos aquí de lado el problema de los
asumen como una forma de «violencia» perfectamente distinta. Es la «violencia»
orígenes de los mitos), sino, se impone a través de múltiples mecanismos. Es lo que en algún
del concepto o la «violencia» de la sensibilización. Esta violencia debe escribirse momento se caracterizó como los '’imaginarios sociales". Pues bien, en contra de una objeción
entre comillas para designar, al mismo tiempo que un término por completo similar y que sospecharía de la significación de la paz -específicamente para los derechos
distintodel sentido primero de la palabra, esto es, de aquel contra el cual existen humanos-, hay que decir, primero, que la paz no es un mito, sino tarea, ideal. De ella depende
lavida humanay también, debido a los desarrollados de latécnica, la vida entera sobre el planeta.
los derechos humanos, para designar igualmente el estricto carácter
Y en segundo lugar, hay que señalar que el mito del progreso desapareció efectivamente, pero
comprometido, sin ambages ni ambigüedades y que exige de tomas de no así el problema del ser humano; o mejor, la crisis que se presentó y se presenta es la crisis
posición claras con respecto a la vida, que caracteriza a los derechos humanos. de un mito, pero no así la crisis (ontològica) del ser humano. O también, para decirlo más
El lenguaje se torna corto en este punto; pero lo que se quiere es trazar el propiamente, presenciamos el tránsito de un tipo de racionalidad -la razón moderna, incluyendo
sus mitos y propuestas-, a otro (y que no es precisamente la llamada ''postmodernidad '). En qué
sentido absoluto de la vida que no permite ninguna ambigüedad: la afirmación
consista esta nueva razón que se anticipa en el horizonte y que constituye la tarea central de la
de la vida, la voluntad de vida, el derecho a la vida son algo que no admite en humanidad en nuestro tiempo, es tema de otro trabajo; aquí queda como nota al márgen. -cfr.
manera alguna otra alternativa diferente. Precisamente por ello el absoluto ético C E. Maldonado. La posibilidad de la razón, Ponencia presentada en el XIII Congreso
-y ontològico- es la vida. Interamericano de Filosofía. Universidad de los Andes, julio de 1994.

69
68
todo adquiere significación precisa, es la vida, y si la tarea de la vida es hacerse exige ser tematizada y desplegada conceptual mente. O bien, al revés, la
posible, solamente se hace posible en condiciones de paz. Es la vida misma la preocupación por los derechos humanos nos conduce inevitablemente, más
que exige de la paz, para que ella, la vida, pueda desarrollarse de la manera pronto o más tarde, a una discusión y un análisis acerca de las posibilidades
más efectiva. Es el reconocimiento de la vida lo que exige de parte nuestra de la vida humana hacia adelante, en el orden del tiempo; y ello nos introduce,
políticas y acciones, planes y programas de paz. No en vano para Kant, por por lo tanto, en los dominios de una filosofía de la historia. En caso contrario,
ejemplo, la paz constituye el ideal de la política de los estados, ideal que debe los derechos humanos se reducirían a una mera técnica o instrumentación
concordar con la ética^"^. política, con algunos visos morales, sin ningún peso teleológico. E! telos de los
derechos humanos es, pues, el de la paz. En efecto, la preocupación por la
En efecto, en el horizonte -próximo- de los derechos está el de eliminar la dignidad de la persona, tanto como por una calidad de la vida nos conduce a
violencia. Ahora bien, ello no significa ciertamente que los derechos humanos ver en la denuncia de las diferentes formas de violencia y en el esfuerzo por
se propongan la eliminación absoluta de la violencia; ésto sólo puede alcanzar un estado cada vez más generalizado de paz, de concordia y demás,
proponerse {por lo pronto) como ideal. Antes bien, el sentido de los derechos una afirmación de la vida.
humanos no es otro que, dicho negativamente, el de que los mecanismos
responsables, las personas responsables de esos mecanismos, y en general, En consecuencia, no es necesario que exista un estado de guerra declarada o
que de la vida social se suprima al máximo posible la violencia. Primero, la sucia, ni tampoco un estado de terror psicológico generalizado para hablar
violencia militar de todo tipo, luego la violencia física, posteriormente la entonces de los derechos humanos y de la necesidad de la paz. La dignidad
violencia psicológica, la económica y otras. Con todo, decir "primero”, "luego", de la persona manifiestamente no se agota en la posibilidad de hacer o de no
"posteriormente" no tiene aquí más que un carácter meramente ilustrativo y hacer, de desplazarse de un lugar a otro, de expresarse o no expresarse, como
jamás normativo o jerárquico. La concreción de la forma como se aborde la tampoco en la simple supresión de la violencia que antes atentaba en contra
supresión de la violencia depende en cada caso, de las circunstancias suyo. La dignidad de la persona consiste en los contenidos mismos de la vida
específicas en un país o en una región determinadas. que vive esa persona, y por ello también es un problema de paz el de defender
derechos como al trabajo, a la vivienda, a la libertad de credo religioso, y otros,
Que la filosofía de los derechos humanos implica una ontología y una ética debe pues, como lo ilustra suficientemente la historia, los atentados contra la
ser complementado, en relación específicamente con el tema de la paz, por dignidad de la persona, y por tanto, contra un estado de paz social, se generan
una filosofía de la historia. De esta suerte, la ética, la ontología y una filosofía siempre a partir de la violación de estos otros derechos (humanos). Por ello
de la historia se revelan como los presupuestos fundacionales de los derechos mismo, los derechos humanos son una ética material y, repetimos, una
humanos. No de otro modo se puede comprender que la paz tenga el sentido ontología (de la vida).
de una condición necesaria para que la historia de los individuos y de las
sociedades, pero en el fondo también para que la historia de la humanidad,
pueda desarrollarse de la manera mejor y más digna. Que la paz sea a la vez §13. Del error
condición de una historia abierta y rica en posibilidades y que se la pueda
concebir -a la paz- también como uno de los modos mismos de una historia Los derechos humanos no son una preschptiva acerca de los contenidos ni de
mejor, es decir, en donde la vida sea más plena, es la prueba más evidente de los modos de la existencia humana. En verdad, nadie experimenta qué es la
que los derechos humanos tienen en su base una filosofía de la historia que vida, sino a través de la vida. En efecto, es al interior de la vida como cabe hablar
de ella y hacer de ella una preocupación. No es posible tomar una distancia
34. cfr. I. Kant. La paz perpetua, Ed. Espasa-Calpe, Madrid 1972.

70 71
con respecto a ella, ni considerarla positivamente; por ello, con respecto a ella
Sin embargo, a esta concepción dei error hay que contraponer una
es un sin-sentido hablar de método. El drama grande de la existencia humana
comprensión más fuerte -por cuanto es de impiicaciones éticas más radicales-
es el de la violencia que se ejerce contra ella, en nombre de banderas, de ideas
acerca del error. Esta otra comprensión se funda en el desarrollo de la historia
y de programas que en realidad son negación de la vida humana, esto es. de
real, tal cual ha tenido lugar en ios tiempos más recientes. En efecto, los
su dignidad. Es en este marco como surge un problema adicional que se hace
desarrollos de la historia vienen a poner de manifiesto un fenómeno
preciso comprender. Se trata de lo que podemos llamar (epistemológicamente)
perfectamente desconocido para la historia anterior, y por tanto para una
como el error, y que se plantea, por ejemplo, desde posiciones que sostienen
filosofía de la historia precedente. Se trata del hecho de que en el mundo no
que equivocarse es normal, y que el error es constitutivo de la razón y de la
son solamente los individuos quienes se equivocan, sino también, y
naturaleza humana. Con ello se justifica, desde sus efectos, el error, poniendo
fundamentalmente -por razones de tipo sociológico, político y cultural que
así en grave riesgo la vida misma, como observaremos a continuación.
habría que examinar con mayor detenimiento-, grupos humanos. Una lectura
semejante de los fenómenos sociales no la puede hacer el derecho positivo,
El error es específicamente un acto de violencia. Lo que en términos de
por ejemplo, para el cual el culpable o el inocente será siempre el individuo.
conocimiento llamamos error o verdad es, en términos efectivos, un acto de
Esta afirmación tiene consecuencias fundamentales para una filosofía de los
violencia o un acto de respeto y de dignificación de la persona humana,
derechos humanos - y para los derechos humanos mismos, naturalmente.
respectivamente.

El hecho de que no sean simplemente individuos quienes se equivocan sino


Tradicionalmente se ha dicho que ei error es esencialmente un problema
igualmente grupos humanos tiene como consecuencias el que puedan elevarse
individual . Sólo los individuos se equivocan y por consiguiente, la
acusaciones y sanciones contra grupos enteros de individuos, esto es. contra
responsabilidad es fundamentalmente individual. Sobre esta concepción
organizaciones y contra instituciones enteras. Sólo que estas acusaciones no
descansa to d o el derecho p o sitivo desde sus com ienzos, y más
se sitúan ya en el plano de! derecho positivo, por ejemplo, y que con respecto
particularmente el derecho penal; todas las Instituciones carcelarias, de
a las sanciones, éstas sean de envergaduras mayores. El espacio de las
corrección y punitivas, están justificadas a partir de una comprensión individual
acusaciones y las sanciones en casos en los que se puede reconocer el error
-e individualista- del error. Pero también hay toda una filosofía de la historia que
en organizaciones y en instituciones, por ejemplo, es por excelencia, el espacio
se funda en el hecho de que el error es de naturaleza individual. (Se trata de
de la ética. De este modo, se tratará siempre y esencialmente de sanciones
esa que en términos generales podemos llamar como la filosofía clásica de la
morales o éticas^®, y porque se trata de sanciones éticas, entonces cabe
historia y de la cual forman parte concepciones tan disímiles entre sí como la
también hablar de y recurrir a sanciones de tipo económico, cultural, y otros.
de Vico, Kant, Hegel o Marx, para citar las fuentes más importantes).
Como se aprecia claramente, ésto tiene implicaciones singularmente nuevas
para la filosofía mora! esto es, para la ética, y desde ella, ulteriormente también
para la teoría política y del derecho, o acaso también para la religión.
35. Los orígenes de esta interpretación del error se derivan claramente de la tradición
judeo-cristiana, para la cual, en efecto, el error -que se denomina entonces pecado- es exclusivo
d e l individuo- pues es en el interior del individuo en donde se dirime toda la problemática del Que es perfectamente legítimo e incluso absolutamente necesario elevar los
pecado. La razón que explica esta comprensión individual del error -y correlativamente de la niveles de comprensión y de análisis acerca del error desde la esfera individual
verdad- se encuentra en et "corazón" o en la "conciencia", que son el escenario real y último del
hasta las esferas de lo común y de lo general, es algo que puede apreciarse
error (y/o de la verdad). Con E.R. Dodds diremos que ello es típico del tránsito de una civilización
de la vergüenza a una civilización de la culpabilidad, que es en laque nos encontramos: cfr, E.R.
Dodds, Les Grecs et L'Irrationne! (Trad. Francesa) Ed. Flammarion, 1975. 36. Dejamos aquí de lado, por lo pronto, las diferentes entre ambos términos, y lo asumimos,
provisionalmente (mientras establecemos distinciones más precisas), como sinónimos.

72
73
con claridad suficiente al interior de los países, pero sucede con una validez tales apuntan, a diferencia del derecho positivo, a responsabilidades
similar también en el caso de las relaciones entre países (y/o entre sociedades compartidas, colectivas. Ello hace que, como resultado, los Estados Políticos
enteras). Es decir, se hace imperativo comprender que la responsabilidad, que sean reacios hacia los comités de y los juicios sobre los derechos humanos.
es en realidad el correlato ético de la conciencia de culpabilidad, es asimismo Se trata, para los derechos humanos, de reconocer lo universal -la vida- en lo
un problema colectivo, y que, por lo tanto, se puede y se debe hablar con particular -cada sociedad, régimen o estado políticos- y de juzgar y de criticar
propiedad de responsabilidad compartida, o de responsabilidad colectiva - con lo particular en nombre de lo universal, que es en verdad lo más concreto y lo
respecto a organizaciones e instituciones, cualesquiera que sean sus formas, real mismo. En contraste, las instituciones, los grupos y los gobiernos que en
objetivos, orígenes o funciones. uno u otro caso pueden ser objeto de acusaciones y de denuncias por
violaciones de los derechos humanos pretenden justificar su propia realidad a
Un ejemplo de errores colectivos es el de la Orden de los Templarios, por partir de lo particular, que es en últimas su propia constitución política y el
ejemplo, quienes fueron ubicados y eliminados en una sola noche, o también derecho positivo que se sigue de ella y que se vincula estrechamente a la
el de los descubridores y los primeros conquistadores de América, quienes Constitución. Que el error no sea simplemente un fenómeno individual, sino
creyeron haber arribado a las Indias Orientales. Sin embargo, el ejemplo más además de grupos, de organizaciones y de sociedades enteras podría
evidente al respecto es el de la elección de Hitler como canciller del Tercer hacernos pensar igualmente que, en últimas, también el género humanos
Reichstag por parte del pueblo alemán, y de los subsiguientes actos que se podría estar equivocado o podría estar equivocándose. Podríamos pensar que
derivaron y que son suficientemente conocidos. Uno de los ejemplos más la especie humana en su totalidad haya estado equivocada o que pueda llegar
claros en la historia reciente es el del error del Partido Comunista; no se a equivocarse en su totalidad. La seriedad de una hipótesis semejante nos
equivocó solamente un Secretarlo General, sino también, debido a sus instruye bastante acerca de la ética y de la filosofía de la historia en el sentido
estructuras organizativas e ideológicas, se equivocó todo el Comité Central y como aquí queda mencionado, a la vez que nos revela una serie de problemas
en general todo el Partido Comunista. Ello condujo ulteriormente a la muerte que no pueden ser dejados de lado.
del Socialismo Real, etc.
Ahora bien, si la violencia no es solamente un problema individual, sino además
Pues bien, el hecho de que podamos verificar en la historia reciente, cada vez y -por razones sociológicas y culturales manifiestas- cada vez más un problema
más, equivocaciones comunes, colectivas, nos impone reconocer que el error esencialmente grupal, colectivo, genérico, el análisis de esta violencia, y lo que
es además patrimonio de grupos enteros, y que pueden equivocarse tanto es aún más importante, el análisis y las propuestas de solución a la violencia
grupos e instituciones como sociedades enteras. La gravedad de un juicio desborda por completo los marcos de las concepciones tradicionales. De este
semejante no puede escapársenos: también pueden equivocarse sociedades modo, la ética viene a ocupar, una vez más. pero en un marco completamente
enteras. Sin embargo, el recurso a los ejemplos (los que hemos elegido al azar diferente al de cualquier otro momento de la historia anterior, un lugar central.
anteriormente u otros) en manera alguna debe interpretarse como un El modo como este lugar de la ética se destaca es bajo el título que designa en
argumento de felix culpa. Por el contrario, estos y otros ejemplos son los que general el problema de los «derechos humanos».
nos exigen una elevación de nuestro nivel de comprensión de los problemas,
y por lo tanto, de nuestra sensibilidad hacia los mismos. Es precisamente esta Así, frente a la lógica del terror, por ejemplo, se impone un principio de
situación la que define la importancia y la enorme significación ética de los responsabilidad común y de lucidez mental total. El modo como aquella
derechos humanos. Las condenas de los Comités y de las Organizaciones de responsabilidad y esta lucidez mental se articulan es, en términos de
Derechos humanos son siempre fundamentalmente condenas éticas, y como conocimiento, en la forma de un llamado a y de una exigencia de (la) verdad.

74 75
Contra el error, la verdad se hace imperativa, y ella se asume al mismo tiempo §14. Democracia y libertad
como una capacidad de anticipación de nuevos errores posibles. Tal es la
lógica entera de los derechos humanos. Contra una idea vacía, meramente formal de la democracia, cabe recordar un
argumento formulado por Sartre; "Jamás fuimos tan libres como bajo la
Por otra parte, en contra de una forma de vida -y, traducido política, económica ocupación alemana"^^. De este modo, la democracia se vincula estrechamente
y socialm ente-, de una form a de gobierno, de planes económ icos, al concepto de responsabilidad. Centrémonos, por lo pronto, en la idea de
administrativos y demás centrados en la forma ensayo/error, el respeto a la vida democracia que se deriva de y se funda en los derechos humanos; en el
y la defensa del derecho absoluto a la vida exige particularmente de parte de próximo parágrafo hablaremos más ampliamente acerca de la responsabilidad.
los gobernantes, de las personas responsables de grandes de decisiones que
afectan o que pueden afectar a grupos más o menos amplios de individuos, de La tesis sartreana acerca de la libertad implica dos problemas. En primer
responsables militares, empresariales y otros, comprender a la vida con el término, se trata de la implicación de la libertad: es una libertad de situaciones.
mayor de los respetos posibles. Ninguna otra cosa puede tener un estatuto más Situación es el término que designa un sentido testimonial de la democracia, y
elevado. Por ello mismo el abandono de las prácticas de ensayo/error deben más ampliamente, de la vida política. En efecto, es desde cada situación
ser eliminadas a la mayor brevedad. En la esfera social, humana, la vida no específica desde donde cabe hablar de la democracia, y no simplemente desde
puede ser asumida como un experimento de laboratorio. En otras palabras, y una definición o desde una comprensión formal. En otras palabras, la
para decirlo más concretamente, los derechos humanos quieren decirnos que democracia es un estado que se verifica constantemente y por parte de los
no nos equivoquemos, y más radicalmente, que no tenemos el derecho a individuos según los lugares geográficos y situacionales, precisamente, que
equivocarnos, o cuando menos, a equivocarnos lo menos posible. La vida no ocupan. Por tanto, es a partir de las descripciones dadas por tas personas en
puede ser asumida como un juego, la democracia no es un juego. El error, los lugares de trabajo, de estudio, de vivienda y demás acerca de las
queda dicho, es el nombre abstracto de la violencia, y contra la violencia, la condiciones en que viven y del modo como viven, más rea! o más ficticio y
única posibilidad para un desarrollo y un respeto de la vida es un principio de distante, como cabe hablar, con fundamento, acerca de un estado de
verdad. Los derechos humanos son al mismo tiempo el resultado y la exigencia democracia o no; y correlativamente, acerca de la existencia de libertades o
de un principio de verdad. Pero de cuál verdad? La verdad que, desde las no. La democracia no nos interesa en este contexto como criterio para definir
un régimen determinado de gobierno o una forma de estado cualquiera; ello
vivencias y las experiencias de cada uno, hace posible y dignifica la existencia
humana. En otras palabras, la verdad de los derechos humanos es una verdad
37. J.-P. Sartre, La república del silencio (Situations III), Ed. Losada, Buenos Aires, 1960.
para la vida; se trata de toda aquella verdad que contribuya a afirmarla y a Aunque largos, nos permitimos citar apartes de este texto de Sartre, a fin de hacer claridad el
hacerla posible. contexto de lo que sigue a continuación. Dice Sartre: "Jamás fuimos tan libres como bajo la
ocupación alemana. Habíamos pérdido todos nuestros derechos, y ante todo, el de hablar... Las
circunstancias a menudo atroces de nuestro combate nos obligaban, en suma, a vivir, sin
fingimientos ni velos, aquella situación desgarrada, insostenible, que se llama la condición
humana... Segundo a segundo vivíamos en su plenitud el sentido de esta frase trivial: "Todos los
hombres son mortales". Y la elección que cada uno hacía de sí mismo era auténtica puesto que
la realizaba en presencia de la muerte, puesto que ella siempre habría podido expresarse bajo
la forma: "Antes la muerte que...".. La misma crueldad del enemigo nos lleva hasta los extremos
de nuestra condición, forzándonos a formularnos las preguntas que se suelen eludir en tiempos
de paz. . Una sola palabra bastaba para provocar diez, cien arrestos. Semejante responsabilidad
total en la soledad total, no descubre acaso nuestra libertad?" págs ^ ^ - ^ 2

77
76
categorías centrales que caracterizan a las vivencias de que hablamos aquí son
formaría parte, más bien, de la teoría política o de una teoría del estado, o
las de convivencia y solidaridad.
también, inclusive, del derecho constitucional. Por el contrario, y más
radicalmente, democracia designa aquí el título de un problema que se resume
El segundo problema que implica la tesis mencionada es la de la comprensión
en el respeto a o bien en la violación de los derechos humanos.
del individuo. El marco específico en el que una tal comprensión se hace
explícita de la mejor manera es al interior de los parámetros de la cultura
La libertad de situaciones es una libertad que implica al otro y que existe con
liberal^®. El punto más fuerte del concepto liberal de democracia es el individuo:
e! otro. De esta forma, la libertad se constituye en la vivencia conjunta con el
pero ése es también, al mismo tiempo, el punto más débil del liberalismo. En
otro, y siempre en circuntancias concretas, de tal forma que es siempre a partir
efecto, el liberalismo se caracteriza por la defensa dei individuo, de sus
de estas circunstancias y relaciones, con vistas a un desarrollo armónico de la
capacidades y facultades, de tal suerte que el desarrollo del individuo
vida civil por parte de los individuos, como cabe hablar de una libertad racional
constituye, como tal, la finalidad última de la sociedad y de un régimen de
y legítima. En caso contrario, el concepto de libertad que se obtiene es mera
gobierno. Los modos generales de! laissez-faire y el laissez-passer se dirigen
abstracción: ideología. En una palabra, la libertad humana se funda en y se
al mismo tiempo al respeto a las iniciativas individuales, esto es, privadas, y se
legitima a partir de las vivencias específicas de los individuos viviendo en
derivan de ellas. Sin embargo, por este mismo camino, la cultura liberal hace
comunidad. Desde las situaciones, así comprendidas, el individuo puede decir:
"yo soy el otro", o al revés, y ello en razón justamente de las vivencias que manifiesto, al mismo tiempo, e gérmen de anarquismo y de disolución de la
permiten asimilar formas comunes de vida, formas comunes de acción y de sociedad y de la vida política que posee en la realidad, pues la iniciativa privada
posibilidades. De suerte que las posibilidades de un individuo impliquen -la del individuo o la de un grupo de individuos- bien puede encontrarse en
entonces, natural y necesariamente, también las posibilidades de los demás. abierta oposición con los principios generales de gobierno, de afirmación de
Un sistema social y político que permite el desarrollo de esta clase fundamental la armonía y la concordia social. Esto es, el liberalismo conduce desde sí mismo
de vivencias puede ser llamado con propiedad una democracia. a! anarquismo, o bien, dicho inversamente, los regímenes totalitarios y las
dictaduras militares que quieren ser la solución al anarquismo, a los desordenes
sociales y políticos y la imposición de la fuerza y el orden, son en realidad el
Ahora bien, manifiestamente que no se trata de vivencias mudas, sino, por el
producto de la cultura liberal. Todo esto conduce a la cultura liberal a distintas
contrario, de vivencias surgidas al mismo tiempo con un lenguaje, en el cual
paradojas, tales como, por ejemplo, los conflictos entre la ética (o moral) y el
éstas se transmiten y se unlversalizan. El espacio de la democracia es por
consiguiente el espacio mismo del diálogo, de la doxa, de la comunicación, el
39. Hablamos aquí de cultura liberal y no de sociedad o de gobierno liberal, para designar con
debate y de coordinaciones conductuales^®. Como se aprecia claramente, las
ello una caracterización mucho más histórica que estrictamente política, en el sentido técnico
de la palabra. Así, la cultura liberal es manifiestamente la cultura de la modernidad (luego de la
38. El concepto'de coordinaciones conductuales es de H. Maturana, "El lenguaje se constituye caída del Renacimiento) -y, si se quiere, también de la de la postmodernidad-; es decir, se trata
cuando se incorpora al vivir, como modo de vivir, este fluir {de las vivencias, C.E.M.} en de la cultura que gira en torno a y se define por el valor del individuo en la compresión clásica
coordinaciones de coordinaciones conductuales que surgen en la convivencia como resultado que lo sitúa al interior de tres formas genéricas de la existencia: la familia, la sociedad civil y el
de ella; es decir, cuando las coordinaciones conductuales son consesuales", H, Maturana, estado, respectivamente. El mejor "cuadro" de la cultura liberal es, sin lugar a dudas, la filosofía
Emociones y Lenguajes en educación y política, Ed. Hachette/CED, Santiago de Chile, 1991, de Hegel, Es a partir de esta caracterización como cabe hablar, entonces, de un gobierno o de
pág. 55. Es preciso advertir, no obstante, que ni la posición de Maturana ni tampoco la nuestra, un régimen liberal, por ejemplo, Pero en rigor, todas las formas de gobierno y los regímenes
se sitúa al interior de las éticas consesuales o de las éticas dialógicas de Apel, Habermas y A. políticos de la modernidad y la época contemporánea son, a excepción dei régimen del
Cortina, El uso de categorías tales como "consenso" no es exclusivo de una escuela de socialismo real o comunismo (el cual parece haber encontrado un final en los últimos tiempos,
pensamiento, Aquí, su significación se define a partir de las cosas mismas o en función de los en especial luego de la caída del muro de Berlín en 1989), estrictamente el resultado de un
contextos específicos en que usamos categorías semejantes. pensamiento liberal, en esta acepción amplia de la palabra.

78 79
derecho, o entre el derecho y la política, o también en torno a las relaciones
dignidad humana, mayores y más sólidas las experiencias de solidaridad y de
entre centralización y descentralización o entre centralismo y federalismo, entre
convivencia. La convivencia es el proceso de la vida en el que el otro está
otras.
presente inmediatemente como un objeto de respeto y como una posibilidad
para cada uno. Posibilidad es un término que, como ya queda suficientemente
Precisamente en razón de lo anterior, las categorías/vivencias de solidaridad y
explicitado, tiene un carácter abierto y positivo. Desde el punto de vista de los
de convivencia son las que mejor sirven para comprender lo que constituye
derechos humanos, una posibilidad negativa es una expresión puramente
propiamente una democracia. En otras palabras, la convivencia y la solidaridad
lingüística o lógica. Por el contrario, la posibilidad de la vida es siempre y
son el modo mismo como la libertad existe concreta y realmente para los
absolutamente una posibilidad abierta y que permite otras posibilidades. Por
miembros de una sociedad o de un sistema político, de tal suerte que una
tanto, las posibilidades de la vida humana son exactamente las mismas
libertad que no se derive de y no se enraíze en la solidaridad y en la convivencia
posibilidades de solidaridad y de convivencia.
es una libertad formal, vacía; y, consiguientemente, podemos hablar
legítimamente de violaciones de los derechos humanos, o bien, de estados
virtuales de violaciones de los derechos humanos.
§ 15. La responsabilidad
Frente a esta constatación, según la cual el liberalismo contiene elementos que,
Así com o en medicina se comprende mejor lo que es la salud y el
desde sí mismo, conducen a la disolución de un estado de derecho, se hace
funcionamiento normal det cuerpo desde la patología; así como en el derecho,
imperativo el reconocimiento de que la democracia, la libertad y ios derechos
comprendemos con mayor claridad lo que es la justicia y la normalidad jurídica
humanos desbordan los marcos propiamente liberales, en el sentido clásico o
desde el derecho penal y la criminología, por ejemplo, así también, en los
literal de la palabra. {De cara a la fundamentación filosófica de los derechos
derechos humanos comprendemos de qué estamos hablando y de qué se trata
humanos ésto tiene implicaciones de una gran importancia. En efecto, el
verdaderamente, desde el estado de su total negación. La total negación de los
problema de su fundamentación puede abordarse, en consecuencia, con
derechos humanos es, manifiestamente, un régimen fascista (o neo-fascista),
criterios liberales, pero también con criterios distintos a los del liberalismo.
o el régimen nazi (o neo-nazi), es decir, una situación de violencia generalizada
Como se aprecia, el espectro para la fundamentación se amplía en lugar de
y sistemática. A partir de ésto cabe comprender igualmente, aún mejor, el
reducirse a una sola gama).
núcleo de lo que es la libertad como una libertad de situaciones y que se
com pendia, por ejem plo, en la form u la ción sartreana m encionada
Así pues, si los derechos humanos implican la libertad de la persona, también
anteriormente.
ellos se hacen posibles gracias a la libertad real de la persona. La mayor
condición de posibilidad de los derechos humanos es, por lo tanto, la libertad
El principio de responsabilidad de los derechos humanos no es, por tanto, un
- tanto la det individuo como la libertad social. Pero esta libertad es siempre y
asunto impuesto desde afuera ni el resultado de deducciones y demostraciones
absolutamente la libertad que se funda en las vivencias concretas de los
anteriores. La ética de los derechos humanos es una ética de la responsablidad
miembros de una comunidad social o política. Que ello es así, y que por
pero tan sólo debido a que el piso real de los derechos humanos es el de las
consiguiente se da efectivamente un respeto de los derechos humanos, se
experiencias y las vivencias efectivas que los individuos tienen en situaciones
establece legítima y racionalmente en virtud a los estados de convivencia y de
determinadas. La responsabilidad, pues, es en últimas responsabilidad frente
solidaridad que se verifiquen en una comunidad, en una sociedad, o en una
a la vida, y por consiguiente, también frente a la vida de los demás. Cada acto
cultura determinada. En otras palabras, a un mayor respeto de la vida y de la
que adoptemos, cada palabra, cada expresión tienen consecuencias que

80
81
trascienden ese acto o esa palabra. El acto humano es por esencia desde aquí en países y situaciones distantes". Por el contrario, quienes han
trascendente; saie desde sí y se explaya en ei mundo objetivo en donde ya no alcanzado, por distintos caminos, una sensibilización hacia los temas y
nos pertenece más, sino se hace patrimonio de ios demás. Sin embargo, lo problemas de los derechos humanos entienden que se trata siempre del
importante es ia ciase de trascendencia de los actos. Es entonces cuando entra problema de la vida, el cual nos es común a todos, cualesquiera que sean las
en escena la responsabilidad. situaciones y las circunstancias en que nos encontremos. Precisamente por
ello mismo, los Comités y las Organizaciones de derechos humanos se
Puesto que es siempre fundamentalmente un asunto de vida (o muerte), la "entrometen" en políticas nacionales y en instituciones nacionales y/o locales,
responsabilidad es total, o no es responsabilidad. Esto significa que la ética de de un país a otro, y de una región a otra. Por encima de la positividad de la ley
los derechos humanos es absoluta por cuanto no admite una segunda y de la norma se impone la realidad universal del respeto a la vida y de las
alternativa a ella. Incluso por omisión cabe juzgar un acto, un proceso y demás posibilidades de vida.
como atentarlo contra los derechos humanos, esto es, contra el derecho a la
vida. Como se aprecia, los derechos humanos son esencialmente una posición La función negativa de los derechos humanos es la denuncia y la ulterior
optimista y posición de vida; detrás de los derechos humanos hay en realidad eliminación de la violencia contra las personas. Pero esta tarea negativa de los
una profunda voluntad de vida, en los términos como queda ya expuesto. Así, derechos humanos tiene como consecuencia, ai mismo tiempo y por el mismo
la responsabilidad es una situación vivencial, real. Pero veamos con mayor camino, la formación de un sentido de la responsabilidad por parte de todos y
detenimiento cómo se origina y cómo tiene lugar la responsabilidad. cada uno hacia la existencia y la dignidad de las personas. En cuanto tal. la
responsabilidad se opone directamente a y es distinta de la mera justificación
P re c is a m e n te p o rq u e los d e re c h o s hum anos son u n ive rsa le s la de los actos.
responsabilidad frente a la vida es igualmente universal. Así. la sensibilización
hacia los derechos humanos depasa por completo las esferas de la pura Hay tres actitudes generales que se presentan en el plano de la política de los
inmediatez y nos hace comunes problemas de violación de los derechos derechos humanos, esto es, frente a denuncias y críticas por parte de
humanos, de torturas y desapariciones incluso en latitudes y para personas que organizaciones y comités de los derechos hulmanes hacia distintas fuentes,
no conocemos o que incluso jamás llegaremos a conocer. Este estado de Generalmente, frente a denuncias de violaciones de los derechos humanos, los
cosas exige que el compromiso por parte nuestra sea un compromiso individuos, las organizaciones o instituciones, pero también los gobiernos que
incondicionado con la vida y con los problemas fundamentales de dignidad de son objeto de denuncia guardan silencio pretendiendo desconocer las críticas,
la vida. La incondicional idad no significa otra cosa que la elevación de las o bien recurren a una negación plana de las denuncias de que son objeto, o
esferas de interés y de preocupación puramente inmediatas a niveles bien proceden a justificar los actos cometidos a partir de distintas razones. La
universales. Esto hace de quien se ocupe de los derechos humanos un ser crítica de las violaciones de los derechos humanos tienen en el fondo una sóla
ético. y única finalidad; es la de asumirnos plena y absolutamente como seres
responsables y autónom os, es decir, el de asumir nuestras propias
En efecto, quienes son ajenos, por distintas razones, a la problemática de los posibilidades. Si somos seres humanos conscientes y sensibles no nos queda
derechos humanos tenen por lo general una forma de vida vinculada a o sino una sola alternativa: negar los estados de hecho. Tal es la finalidad de la
dependiente de la inmediatez. Esta persona arguye frente a problemas de
derechos humanos en otras geografías y situaciones algo así como lo siguiente:
"Yo no puedo hacer nada por gente que yo no conozco, y nada puedo cambiar

82 83
una exigencia de razones frente a ios hechos y ios estados de hecho, e incluso
crítica de los derechos humanos, y es justamente esta radicalidad la que por pedirte razones a lo que no lo tiene (aún!). A partir de este rasgo de la vida
diferencia la crítica de los derechos humanos de toda otra crítica'^^. humana, la filosofía de los derechos humanos consiste en la adopción de una
actitud de una radicalidad sin iguales: se trata de la negación de todo estado
Los estados de hecho son, por definición, estados de violencia. Un estado de de hecho, y por encima suyo, de la elevación de la dignidad de la existencia
hecho no se deduce ni se infiere: se lo muestra; y dicho negativamente, se lo humana y de un principio de responsabilidad hacia la dignidad de la persona,
denuncia. Pues bien, el título que reúne todos los estados de hecho es el de la cualquiera que sea su condición. Esto es, la negación de un estado de hecho
violencia, cualquier que sea su forma o su origen. Es propio del principio de la y la consiguiente responsabilidad por la vida es una exigencia absoluta e
violencia que no necesita explicaciones: él se legitima a sí mismo. Esto es lo incondicional, pues no de otro modo puede hacerse posible la vida de las
que tienen en común la violencia con los principios de autoridad y de poder (o personas, ni su dignidad.
con una razón de estado): la autolegitimación. Esto quiere decir que ía violencia,
el poder y una razón de estado no se discuten ni se consultan: se imponen. Es En una palabra, a la filosofía de los derechos humanos le interesan los hechos
justamente este carácter el que los convierte en estados de hecho, y todo sólo negativamente, pues en realidad su interés se concentra siempre,
estado de hecho es siempre, necesariamente, autorreferencial. El temor es definitamente, en la posibilidad. Por eso mismo, se trata de una filosofía que se
autorreferencial, como lo son también la muerte, la violencia o el poder, al igual despliega permanentemente como lucidez, o mejor, como conciencia de
que la autoridad. Sólo la vida misma, y en especial una vida acompañada de lucidez. La conciencia de lucidez coincide exactamente con el principio de
conciencia y de sensibilidad no es autorreferencial puesto que se caracteriza responsabilidad. Para los derechos humanos, no puede existir ninguna "razón"
por estar volcada siempre más allá de sí misma, por estar siempre dirigida hacia ni "principio" que se encuentre por encima de la vida y toda "razón" o "principio"
otra cosa además de a sí misma. Este rasgo intencional es lo que hace de la sólo pueden ser aceptados como racionales o como válidos en función única
vida humana trascendencia, apertura, horizonte'^^ y exclusivamente del desarrollo y de la dignidad de la vida humana.

Desde este punto de vista, la responsabilidad con la vida es una responsabilidad


Frente a los estados de hecho, la vida misma es la que exige razones. Las
total. O bien existe un compromiso abierto y sincero con la vida humana en
razones son los derechos que reclama la vida desde sí misma, frente a todo
general y con la existencia de cada ser humano en particular, o bien no existe.
estado de hecho, y que se expresan en ia fórmula: "Con qué derecho?" {Quid
Las alternativas son, pues, la de un compromiso tota! o, en caso contrario, la
juris?). La razón y el derecho tienen por consiguiente un origen común y una
de complicidad o colaboración con un estado de hecho"^^. Como se observaba
comunidad de esencia'*^. La vida humana se caracteriza ontològicamente por

43. cfr. J.-P. Sartre, "Qué es un colaborador?", en La República del silencio, op.cit.. paos. 31-42.
40. En efecto, la crítica a las violaciones de los derechos humanos, crítica que no quiere sino
La referencia a! colaborador tiene aquí la función de servirrros de ejemplo, desde una situación
conducir a la propia capacidad para negar cualquier estado de hecho, se diferencia de una crítica
específica de guerra, para comprender ia conciencia cómplice o la ausencia de un compromiso
meramente epistemológica, por ejemplo. Los derechos humanos no se quedan simplemente en
con los derechos humanos. La conciencia histórica del colaborador es siempre una conciencia
el nivel del conocimiento. Es ésto lo que hace de ellos, además, un problema fundamentalmente
de justificación, en el cual el juicio siempre sucede a los hechos, El colaborador sólo se preocupa
político.
de sus propios asuntos, y todo lo demás lo tiene sin cuidado. En rigor, el colaborador no es un
41. cfr. J.-P. Sartre, La transcendencia del eoo. Ediciones Calden, Buenos Aires, 1968; E. ser humano, sino una herramienta más en un mecanismo que lo desborda; su psicología es la
Husseri, Ideas relativas a una fenomenología, Ed, F.C.E., México, 1986; M, Heidegger, Ser y
del provecho propio y la de los suyos, pero en la otra cara de esta actitud se esconde una
tiempo, Ed. F.C.E., México, 1978.
psicología del temor. El colaborador como tal no existe: a través suyo existen los hechos: las
42. Desde otro punto de vista, los procesos argumentativos -la lógica- son fundamentalmente
instituciones, los grupos de presión, los partidos políticos, etc. El colaborador es en sintesis un
un asunto jurídico, Lógica y derecho tienen igualmente un origen común y recorren juntos egoísta, o al revés, toda persona que haga primar sus propios intereses por encima de los demás
siempre un solo y mismo camino; cfr. S.E, Toulmin, The Uses of Argument, Cambridge
es un colaborador real o virtual.
University Press, 1964,

85
84
anteriormente, o bien la libertad es total o no lo es: el carácter total de ia libertad Los términos de moral y de ética han sido empleados en diversas oportunidades
consiste y se funda en la responsabilidad total, y siempre exclusivamente a aquí, por parte nuestra, como términos sinónimos. Pero en realidad son dos
partir de las situaciones concretas de la existencia. En consecuencia, todos cosas distintas. La moral se formula siempre en términos de deber, de máximas,
somos responsables de todo, y la totalidad es la realidad absoluta de la vida en de preceptos, leyes o mandamientos. Como tal, la mora! es siempre normativa,
general. y su contenido es esencialmente negativo, puesto que consiste en el conjunto
de normas que debemos seguir para evitar caer en la injusticia, en la infelicidad,
El derecho a la vida es, pues, el derecho a ser sí mismo irremediablemente en en la maldad y demás. Si bien la moral quiere conducirnos hacia contenidos
eí sentido de ser, con un sentido responsable, sus propias posibilidades. Ser sí positivos (el bien, la felicidad, etc.), el modo como ella se estatuye es siempre
mismo es asumir la propia vida con la conciencia clara de que las situaciones como un cuerpo de máximas cuyo peso es generalmente negativo, y que se
de la vida dependen en últimas única y absolutamente de sí mismo. "No importa sitúan por excelencia en el nivel del fuero interno.
lo que han hecho de tí, sino lo que tú haces con lo que han hecho de Lo
contrario es mera justificación; los derechos humanos se definen, por tanto, Sin embargo, en el momento de justificar o de fundamentar aquel conjunto de
como la negación tota! de toda justificación. Lo contrario de la justificación es máximas y de preceptos que constituyen a la moral, nos salimos de la esfera
la conciencia de responsabilidad, y ella, como se aprecia, no admite otras de la estricta normatividad para entrar entonces en el de la fundamentación. Es
alternativas. Es ésto lo que hace de los problemas y temas de los derechos el topos propio de la ética, o también, de la filosofía moral. Sin esta
humanos algo tan sensible desde el punto de vista de las confrontaciones fundamentación es perfectamente posible actuar moralmente, y sin embargo,
políticas. ser un cochino desde el punto de vista ético. En términos muy agudos: se puede
muy bien actuar moralmente y sin embargo violar tos derechos humanos, ser
un traidor, un colaborador, un torturador o un cómplice de violaciones de los
§ 16. El objetivo final: el reconocimiento
derechos humanos'^^.
El espacio de los derechos humanos es el de la ética, y sin embargo, los
derechos humanos no son en el sentido exacto de la palabra, una ética. Al Si la moral prescribe normas que inciden directamente sobre los actos, la ética
hablarde la ética de los derechos humanos lo hemos hecho en el sentido amplio retrocede un paso y se interroga por el derecho, los criterios, las justificaciones
del término. Sin embargo, los derechos humanos sí forman parte de la y los fundamntos de esas normas. Este es manifiestamente el núcleo ético que
estructura o de los temas generales de la razón práctica. En este sentido, se tienen los derechos humanos. En otras palabras, para la filosofía de los
encuentran en el mismo nivel que el derecho, la política, la ética y la religión, derechos humanos no existe absolutamente ninguna norma que deba ser
los otro cuatro grandes temas o las cuatro estructuras generales de la razón reconocida como válida y necesaria a priori y el cuestionamiento acerca de la
práctica. Esto es, de la razón que se ocupa de los modos de la acción humana, validez y de la racionalidad de cualquier norma se deriva de y se funda en lo
o también, de los modos generales de la libertad humana. único que es verdaderamente absoluto: la vida humana. Si la ética se ocupa
del valor de los actos humanos, por su parte, los derechos humanos se
44, J.-P. Sartre, San Genet. Comediante v mártir. Ed. Losada, Buenos Aires, 1967, supra. Por
consiguiente, la dignidad humana no es un problema de ideales, en el sentido banal de la 45. El mejor ejemplo en la historia reciente de la humanidad es. sin dudas, el de los soldados
palabra, sino, por el contrarío, es un problema de existencias auténticas, con sus problemas, sus alemanes durante ta segunda guerra mundial, quienes, como se sabe, en el tribunal de
límites, sus trabas, sus alegrías y sus esperanzas. Es ésto loque sígnificajustamente ser sí mismo Nüremberg argüyeron actuar siempre en conformidad con la Constitución alemana. En América
irremediablemente: esto es, responsablemente, y asumiéndose a sí mismo siempre como ta Latina conocemos también el caso de militares que. acusados de torturas y desapariciones, se
única alternativa que se tiene: ser sujeto - sujeto de sí mismo y de sus propias situaciones, con defienden afirmando que actuaban siempre bajo órdenes de sus superiores, cumpliendo así su
los demás. obligación hacia el cuerpo de tas fuerzas armadas, etc.

86 87
ocupan del valor total de los actos humanos, o también, del valor del conjunto
Toda ética se realiza en el momento en que llegamos a un reconocimiento"*^.
de los actos humanos: y eso es la vida humana.
En efecto, la finalidad de la ética de los derechos humanos es la de lograr el
Vivimos en una época de mucha moral, pero de muy poca ética"*®; reconocimiento puesto que sin reconocirriiento no es posible la solución de los
análogamente y por esa misma razón podemos decir que vivimos una época conflictos; o también, la condición para la solución de los conflictos es el
de mucha normatividad pero de poco respeto por los derechos humanos. Se reconocimiento. Decir eliminación de los conflictos no es sino el título genérico
habla mucho de los actos humanos, pero poco acerca de la dignidad de los que apunta hacia el problema fundamental de la vida humana: la violencia, y la
actos humanos: se habla mucho de funcionalidad de (a vida, pero poco acerca consiguiente degradación de la dignidad y de la reducción de las posibilidades
de la posibilidad o del sentido que tiene la vida. Pues bien, el presupuesto que para el desarrollo y la afirmación de la persona humana. La finalidad de toda
se encuentra en la base de las pre-ocupaciones éticas es exactamente el mismo moral es hacerse universal, lo cual significa, precisamente, que somos morales
que yace en la base de la preocupación por los derechos humanos. Se trata porque (aún) no somos universales. Pero la universalización de la moral implica
del hecho de que tiene sentido hablar del ser humano porque el ser humano al mismo tiempo que su realización, su supresión. La universalización de la ética
es un ser cargado de posibilidades, o bien, inversamente, es porque en la base confluye, por tanto, en el reconocimiento de la vida humana como un abanico
existe una creencia en el ser humano y en sus posibilidades, por lo que entonces abierto e ilimitado de posibilidades, posibilidades en las cuales están también
cobra sentido ocuparse de los derechos humanos. En efecto, quien no creyera comprometidas, por distintas vías, las posibilidades de todos y cada uno de
-o no crea- en el ser humano como tal, poco o nada se ocuparía de los derechos nosotros. Ciertamente el reconocimiento es un acto recíproco y el resultado de
humanos, o de la ética. Aquí también se aprecia claramente el entrelazamiento experiencias comunes; pero el reconocimiento es a la vez la prolongación de
entre racionalidad y sensibilidad propio de un determinado nivel en el desarrollo la existencia de cada uno en la existencia de los demás, a partir de sus propias
espiritual de quienes se ocupan de ética y/o de derechos humanos. La vida posibilidades. El derecho a la vida es el derecho a una vida universal, al mismo
humana tiene un sentido, y lo más fundamental (= básico) que se puede decir tiempo que a la vida propia. La vida universal de que aquí se trata es la vida que
es que ese sentido se cifra en sus propias posibilidades: tai es la creencia que, existe también en el otro y desde el otro; la vida propia se realiza cuando escapa
no siempre enteramente tematizada ni hecha explícita, se encuentra en la base
de todas las preocupaciones propias, aquí, de los derechos humanos.

La vida humánale pone sentido a todo lo demás, y ello siempre, absolutamente, 47, Que uno de los problemas para la posibilidad de una ética contemporánea es el del
de acuerdo con las vivencias y los modos mismos de estas vivencias ( = consenso y el de una puesta en claro de los términos, las categorías, los significados y los
experiencias): naturalmente, hablamos de experiencias comunes, de vivencias sentidos de las palabras con las cuates se trabaja, y, asimismo, que la acción comunicativa, ya
sea de tipo pragmático, o trascendental, por ejemplo, se constituyan en condición de posibilidad
intersubjetivas, sin importar por lo pronto la extensión de la intersubjetividad:
para una acción y una convivencia pacíficas, es algo que la historia de la humanidad no había
lo esencial aquí es la presencia del otro, pues es ella la que define el valor de presenciado nunca antes, hasta el momento. De estas puestas en claro depende por completo,
tos actos de cada quien, y así para todo el mundo. Los criterios de racionalidad cada vez más, las posibilidades de entendimiento y de acciones comunes. Sin embargo, la
evidencia pragmática de emprender estos caminos no los convierte por ello mismo en algo
de los actos humanos son, consiguientemente, finalmente, problema de una
necesario sin más. Para decirlo con las palabras de A. Cortina, llegamos por este camino a una
voluntad política, esto es, de una voluntad de sociabilidad y de socialización. ética de mínimos, pero con ello {no todavía}, a una moral fundamental, a una ética definitiva o
De esta forma se hace claro el objetivo final y e! topos mismo de la ética; se "de máximos", Los derechos humanos se encuentran ciertamente en el centro de este debate,
trata del reconocim iento. pero no por ello se convierten en la piedra de toque del debate. Antes por el contrario, los
derechos humanos tienen una finalidad más universal, más fundamental: el reconocimiento de
la unidad (de la vida humana) en la diferencia (de las formas de vida), o también, de la unidad
46. c fr . A. Cortina, Etica mínima, Ed. Tecnos, Madrid, 1992, y Etica sin moral, Ed. Tecnos,
(del valor y del sentido de la vida humana) en la multiplicidad (de vivencias, de opiniones, de
Madrid, 1992.
credos y de acciones).

88
89
de sí misma para realizarse en una existencia armónica con los otros. Hacer INDICE ONOMASTICO
efectivamente posible estos niveles de conciencia y de sensibilidad, pero
también hacer posible efectivamente actos y existencias en estos términos es
el sentido de los derechos humanos. Atleg, H,
Apel, K.'O.
Arendt, H.
Aristóteles

Benjamin, W.

Cortina, A.

Dawkings, R,
Dodds, E. R.

Fanon, F.

Gorki, M.

Habermas, J.
Harth, E.
Heidegger, M.
Hegel, G. W. F.
Hitler, A.
Husserl, E.

Kamiah, W.
Kant, I.
Kaufmann, A.

Lorenzen, P.

Madrid-Malo, M.
Maldonado, C. E.
Marcuse, H

90 91
Marx, K. PUBLICACIONES DEL AUTOR
Maturana, H.

Patocka, J. Fenomenología y conciencia det tiempo. El problema de la constitución del


Platón tiempo en la fenomenología de E. Husserl. Ediciones Universidad de la
Sabana. Bogotá, 1994.
Sartre, J.-P.
Sócrates La p osib ilid a d de la razón, ponencia presentada en el XIII Congreso
Internamericano de Filosofía. Universidad de los Andes. Bogotá, julio de 1994.
Toulmin, S, E.
"Notas para una fundamentación filosófica de los Derechos Humanos", en
revista Administración y Desarrollo, ESAP (en prensa).

"El comienzo de la fenomenología trascendental: La idea de la fenomenología


de E. Husserl, en revista "Ideas y Valores", Universidad Nacional de Colombia
(en prensa).

"Para una fenomenología de la vida", en revista Universitas Philosófica,


Pontificia Universidad Javeriana (en prensa).

El pensar como origen, Ponencia presentada ante el X Congreso de la Sociedad


Chilena de Filosofía y I Congreso iberoamericano de Capitales de la Cultura,
Santiago de Chile, Septiembre, 1993

La idea del mundo en Husserl. Método y objeto en la fenomenología estática


(1900 - 1917) Tesis Doctoral * (en proceso de publicación)

Introducción a la filosofía del derecho de Hegel (libro inédito).

La pedagogía como proyecto de construcción filosófica, cuadernos del


Seminario, Centro de Investigaciones Universidad Pedagógica Nacional, Marzo
de 1988

92 93
Tiem po y suje to en la fenom enología, Ponencia para las XXV Reuniones
Filosóficas, Universidad de Navarra, 1988

Idea d e la fo rm a c ió n d e la co n cie n cia hum ana, "Criterio", Revista de la


Fundación Universitaria Autónoma de Colombia, No. 10, Septiembre 1987

La ética d e K ant y la P edagogía, dentro del Ciclo de Conferencias "Etica y


Educación", Universidad Distrital Francisco José de Caldas, Octubre 1987

La filosofía d e l d e re c h o en la fo rm a ció n d e l jurista, Conferencia Universidad


Libre, Junio de 1986.

Los e scé p tico s, Ponencia para el Seminario "Etica Antigua", Centro de


Investigaciones de la Facultad de Derecho, Universidad Ubre, Julio 1986

De B o sch a B eckm ann, Revista del Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario, No. 533, Enero-Marzo, 1986

Para una m o ra l d e la am bigüedad, Revista del Colegio Mayor de Nuestra


Señora de! Rosario, No, 533, Enero-Marzo 1986

El p ro b le m a m o ra l d e la estética tra sce n d e n tra l d e Kant, Revista de la


Universidad Libre, 1986

La filosofía d e l d e re ch o en la fo rm a ció n d e l jurista. Actas y Ponencias, IV


Congreso de Filosofía Latinoamericana, Universidad Santo Tomás de Aquino,
Bogotá, 1986

Tratado d e P edagogía, de I. Kant, Ed. Rosaristas, (traducción Carlos E.


Maldonado), Bogotá, 1985.

K ant y la Pedagogía, Boletín Centro de Investigaciones, Fundación Universidad


Autónoma de Colombia, No.1, 1984

R adiografía d e una transnacional: Philips, autores varios, (traducción Carlos


Eduardo Maldonado). Ediciones CEIS. Bogotá, 1984.

94
m

Este libro se terminó de imprimir


en los Talleres del Centro de Publicaciones de ia ESAP
en el mes de diciembre de 1994

LA ESAP
Es Candad H u m oM
Gerencia y Gestión Publica
al servicio del

Diagonal 40 No. 46A-37 C.A.N. Santafé de Bogotá D.C.


Teléfonos: 222 47 00 - Fax: 222 43 5b

También podría gustarte