CREATIVIDAD Y VALORES

UNIDAD I. INTRODUCCIÓN.
ÉTICA DE PRIMERA GENERACIÓN
Las generaciones de la Ética
Hablar de generaciones es tan solo una manera de referirnos al alcance que la
Ética ha tenido a lo largo de la historia. Solemos hablar de ética de primera
generación cuando nos referimos a la responsabilidad que la persona tiene de sí
misma; la ética de segunda generación, por su parte, extiende esta responsabilidad
al ámbito de las relaciones con las demás personas; por último, la ética de tercera generación
va más allá hasta incluir el ámbito de la casa común, es decir, la responsabilidad por el ambiente
y todos los seres que la incluyen.

GENERACIONES DE LA ÉTICA

Segunda
generación
Ética social:
Primera Valor: Justo-injusto
Campo de las
generación relaciones sociales
Ética personal: La Ética de 2a generación se
Valor: Bien – mal ocupa del individuo en sus
Campo de las relaciones relaciones con los demás.
inmediatas
El individuo acata las
La Ética de 1a generación se normas morales en cuanto
ocupa de que el individuo sepa representan un beneficio
diferenciar el bien del mal,
para los demás (y, por ende,
desde el punto de vista moral. a sí mismo), con lo que
El individuo acata las normas pretende buscar la Justicia
morales en cuanto representan Social
un beneficio para él o para Ética de los Derechos
evitar el remordimiento. Humanos y del ejercicio
Ética personal profesional
Tercera
generación
Ética global:
Valor: Sostenibilidad-
insostenibilidad
Campo de las relaciones
sistémicas globales
La Ética de 3a generación
se ocupa del equilibrio de
las relaciones que debe
existir entre toda la
comunidad de la vida:
personas, animales, flora y,
en general, el ambiente.
El individuo acata las
normas morales en cuanto
representan un modelo de
vida basado en el respeto y
cuidado de toda la
biodiversidad.
Ética ambiental

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 Nivel de la Ética de primera generación.
ética: Ética personal.
Autor o autores Aristóteles
representativos (384-322 a. C)
Todo ser humano tiende a la
felicidad, pero esta solo
Idea clave:
puede alcanzarse a través
de una vida virtuosa.
Cuando cada ser en este
mundo cumple con su propia
finalidad, decimos entonces
que es perfecto. En el caso
del ser humano dicha
finalidad se identifica con la
felicidad (estamos hechos
para ser felices). Para
alcanzar la felicidad el ser
humano debe aprovechar
sus capacidades propias: el
Síntesis de su
pensamiento y la voluntad,
pensamiento:
de una manera virtuosa. La
virtud es un hábito que
consiste en un término medio
entre dos extremos viciosos:
el exceso y el defecto. Si
cada acción humana se
realizara en su justo medio,
el ser humano sería feliz. Por
esa razón el ser humano
debe esforzarse por superar
los vicios y alcanzar la virtud.
El pensamiento de
Aristóteles nos servirá para
comprender la naturaleza de
Importancia:
la libertad, entendiéndola
como la virtud que hace
posible alcanzar la felicidad.
Ética de segunda generación.
Ética social.
Emmanuel Kant
(1724-1804)
La intención de nuestras
acciones no debe basarse en
el interés propio, sino en el
respeto al deber.
A muchas personas los motiva
la satisfacción o el premio
inherente a una buena acción,
pero el verdadero acto moral
debe ser desinteresado. Kant
distingue entre actuar en
contra del deber (acto
inmoral), actuar conforme al
deber (acto amoral) y actuar
por respeto al deber (acto
moral). Para descubrir cuándo
un acto humano es un
verdadero deber (acto moral),
debemos valernos de ciertos
principios universales
(máximas).
Al convencernos de la
necesidad de respetar los
deberes, estaremos en
condiciones de comprender la
razón de ser de los Derechos
Humanos. De igual manera,
estos conceptos se aplican en
la ética profesional, pues
enfatiza en los derechos y
obligaciones de los
profesionistas.
Ética de tercera generación.
Ética ambiental.
John Stuart Mill (1806-1873) y
Jeremy Bentham (1748-1832)
La felicidad solo se alcanza
cuando el ser humano busca el
mayor bien para el mayor número
de personas el mayor tiempo
posible o cuando se consideran
las mejores consecuencias
(consecuencialismo)
El ser humano tiende a la
felicidad, pero esta solo se puede
alcanzar si procuramos también
la felicidad de los demás, es
decir, cuando buscamos el bien
común. En este sentido, poco
importan las intenciones
personales si al final nuestros
actos no nos conducen al bien
común; por eso para el
utilitarismo lo más importante es
considerar siempre las
consecuencias de nuestras
acciones. Una acción será
moralmente buena si tiene
buenas consecuencias
(consecución del bien común) y
moralmente mala si tiene malas
consecuencias (no se logra el
bien común sino solo el beneficio
para unos cuantos)
Debemos trabajar por el bien
común si es que deseamos ser
felices, pues en la medida en que
nuestro entorno esté bien,
nosotros también lo estaremos.
La intención de la ética ambiental
es justamente cuidar del entorno,
de nuestra casa, y entender que
todos los seres que habitamos el
planeta compartimos un destino
común.
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