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Última revisión: 17/03/2023.

Tema03. La diversidad del medio geográfico en el planeta. La interacción de factores
ecogeográficos.
INTRODUCCIÓN
Una de las principales características del medio geográfico del planeta Tierra es su diversidad. Sus
principales elementos son el biotopo, la biocenosis y el clima. La combinación de estos tres elementos
constituye los diferentes ecosistemas. La interacción de distintos factores ecogeográficos da lugar a la
clasificación de los diversos paisajes terrestres. Este tema tiene un valor fundamental en el estudio de la
geografía. El conocimiento de la formación de la Tierra, su historia geológica, además de sus principales
formaciones y diversidad constituyen la base de conocimiento geográfico sobre la que se sustenta el
estudio de los diferentes elementos que componen la disciplina geográfica, tanto físicos como humanos.
Durante su desarrollo realizaremos un breve repaso de la historia geológica de nuestro planeta,
analizaremos cuáles son las principales formas de relieve y las unidades morfoestructurales que lo
componen, y estudiaremos los factores que determinan la variedad de entidades biogeográficas y
ecosistemas del mundo.
El desarrollo de este tema seguirá el siguiente esquema:
1. Evolución de la actual formación del relieve del planeta

1.1. La estructura terrestre
1.2. Los procesos geológicos
1.3. Historia geológica de nuestro planeta
2. Principales formaciones del relieve actual
2.1. Las áreas sumergidas: el relieve oceánico
2.2. Las áreas emergidas: los continentes
2.3. El modelado y sus morfologías
2.4. Unidades estructurales del relieve
3. La interacción entre el relieve y los diferentes factores ecogeográficos
4. Tipología de la diversidad del medio físico geográfico
4.1. Las grandes unidades biogeográficas
4.2. Los diferentes medios geográficos del planeta
5. Unidades morfoestructurales dominantes
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ecogeográficos.
1. EVOLUCIÓN DE LA ACTUAL FORMACIÓN DEL RELIEVE

DEL PLANETA
1.1. LA ESTRUCTURA TERRESTRE
La historia geológica de nuestro planeta comenzó hace aproximadamente 4600 millones de años.
Inicialmente, la Tierra no era más que una gran masa desprendida del Sol y fundida por las elevadas
temperaturas. Los gases desprendidos durante el proceso de formación dieron lugar a la atmósfera, y el
enfriamiento paulatino del conjunto favoreció la creación en superficie de la corteza terrestre. De esta
forma, la Tierra quedó dividida internamente en tres partes: corteza, manto y núcleo. A finales del siglo
XIX, momento en el que empezaron a realizarse los primeros estudios sismológicos, se comenzó a conocer
el interior de la Tierra y se diferenciaron sus partes.
La corteza es la capa rocosa externa, y tiene un espesor que varía de los 7 km en el fondo oceánico,
hasta 70 km, en las zonas montañosas de los continentes. Puede ser de dos tipos: corteza oceánica y
corteza continental. La corteza está limitada en su base por la discontinuidad de Mohorovičić, que es la
zona de transición entre la corteza y el manto externo. El manto es la capa de la Tierra que se encuentra
entre la corteza y el núcleo. Representa el 84% del volumen y el 69% de la masa total del planeta. Se
extiende desde la corteza hasta los 2900 km, punto de transición al núcleo o discontinuidad de Gutenberg.
Se divide en dos partes: manto interno y manto externo. El núcleo –o endosfera– terrestre ocupa desde
los 2900 km de profundidad hasta el centro de la Tierra. Aquí se origina el campo magnético terrestre. La
presión en su interior se multiplica por millones con respecto a la registrada en la superficie, y la
temperatura puede superar los 6700 °C. Según la mayoría de los científicos, consta de núcleo externo
líquido y núcleo interno sólido, compuesto por metales pesados, hierro y níquel principalmente, aunque
sus características albergan aún hoy en día numerosos interrogantes.
Nuestro planeta es un cuerpo terrestre, lo que significa que está compuesto en su mayoría por
materiales rocosos. Las rocas son elementos formados por asociación variable de minerales. Se agrupan
en tres clases: ígneas –eruptivas, como los granitos y los basaltos–, sedimentarias –originadas por la
meteorización, como las rocas silíceas, las calizas o las areniscas– y metamórficas –procedentes de la
transformación de otras rocas, como la pizarra, la cuarcita y el gneis–. Todos estos tipos de rocas se
relacionan entre sí, por lo que cualquiera de ellas puede transformarse. Es lo que se conoce como el ciclo
de las rocas, que demuestra que los materiales terrestres ni se crean ni se destruyen, solo se transforman
(Aguilera et al., 2020)
Todas ellas forman la parte sólida de la Tierra. A la capa rígida exterior del planeta formada por rocas
se denomina litosfera; constituye una lámina sólida de entre 50 y 100 km de espesor que está compuesta
por la corteza y la parte más superficial del manto; en la litosfera tienen lugar los fenómenos geológicos
y la orogénesis.
1.2. LOS PROCESOS GEOLÓGICOS
El relieve actual de la Tierra es el resultado de un largo proceso evolutivo. Alfred Wegener (1880-1930),
en 1912, planteó la idea de que todos los continentes formaban, en su inicio, una única masa continental:
el continente Pangea. Al inicio de la era secundaria –hace 230 millones de años– la Pangea empezó a
fragmentarse; primero en dos supercontinentes, Gondwana, al sur, y Laurasia, al norte; y a continuación
en los continentes actuales, que empezaron progresivamente a separarse. Este proceso se conoce como

ecogeográficos.
la Teoría de la deriva continental y se fundamenta en que la litosfera se halla compuesta de una serie de
bloques sólidos en movimiento. Esta teoría se incluye en la actualidad dentro de la Teoría de la tectónica
de placas, expuesta entre 1962 y 1975 por varios científicos, entre los que cabe destacar a Frederick Vine
(1939) y Drummond Matthews (1931-1997), y que hoy en día se sigue investigando. Según esta teoría, la
litosfera está constituida por unas placas rígidas que se mueven flotando por encima de una zona de
materiales plásticos en el manto superior, denominada astenosfera. En esta capa, las corrientes de
convección provocan movimientos en las placas litosféricas, dando lugar a fenómenos geológicos y
orogénicos –como la actividad sísmica y volcánica–, especialmente notables en los bordes de las placas.
Se han identificado siete grandes placas tectónicas, Euroasiática, Africana, Indoaustraliana,
Norteamericana, Sudamericana, Pacífica y Antártica, además de la existencia de unas cuantas decenas
más de placas de menor tamaño. Las placas se mueven unas con respecto a las otras, en ese movimiento
se basa la actividad orogénica y las deformaciones de la superficie de nuestro planeta (Alfaro et al., 2019).
La orogénesis hace referencia a todo un conjunto de fenómenos geológicos que tienen como
consecuencia la actual configuración del relieve. La palabra orogénesis proviene del griego oros, que
significa montaña y génesis significa creación, por lo que se deduce que la orogénesis es el mecanismo
principal por el que se forman las montañas o cordilleras. El plegamiento, fragmentación o deformación
de los estratos de la corteza terrestre da lugar a cadenas montañosas, valles, arcos insulares y otros
elementos del relieve terrestre. La mayor parte de la actividad orogénica se produce en los bordes de las
placas tectónicas. Podemos distinguir tres tipos de bordes entre placas:
 Los bordes divergentes, constructivos o zonas de expansión: son zonas donde las placas se separan
unas de otras. Se sitúan en las dorsales oceánicas y en los rifts continentales. La emergencia de magma
de las capas inferiores y su consecuente enfriamiento determinan la formación de nueva corteza, y
provoca el ensanchamiento de los fondos oceánicos y la separación progresiva de placas adyacentes.
Sirvan como ejemplo la gran dorsal Mesoatlántica y el valle del Rift.
 Los bordes convergentes, destructivos o zonas de subducción: son límites de colisión entre placas
oceánicas y continentales. Pueden darse tres situaciones.
Convergencia oceánica-continental, en esta situación la corteza oceánica, más ligera y de menor
espesor, se hunde debajo de la continental generando una zona de subducción. Este fenómeno
produce un rozamiento, que puede ocasionar actividad sísmica y volcánica al ascender parte de los
materiales fundidos provenientes de la litosfera subducida.
Convergencia oceánica-oceánica, una de ellas subduce por debajo de la otra, formándose arcos
insulares y grandes fosas abisales –como ocurre en Japón–.
Convergencia continental-continental, la consecuencia es un plegamiento muy acusado de los
sedimentos acumulados entre ambas –que da lugar a cadenas montañosas–. Así, por ejemplo, la
formación del Himalaya fue debida a la colisión de la masa continental del subcontinente indio contra
el margen meridional de la gran placa euroasiática
 Los bordes pasivos o fallas transformantes: son límites entre placas tectónicas, en las que se produce
un desplazamiento lateral de una placa respecto a otra, sin producir ni destruir litosfera, es decir, las
placas no colisionan, sino que se deslizan a lo largo de una falla de transformación. El roce generado
puede dar lugar a seísmos. Ejemplo de este tipo de borde es la falla de San Andrés, en California.

ecogeográficos.
1.3. HISTORIA GEOLÓGICA DE NUESTRO PLANETA
La historia geológica de nuestro planeta se estudia en función de las siguientes divisiones: eones, eras,
periodos, épocas, edades y crones. Las eras en las que tuvieron lugar los principales fenómenos
orogénicos son las siguientes:
 Era arcaica o Precámbrico (de 4600 a 540 millones de años). Es una época larga y mal conocida. La
Tierra fue consolidándose en un solo continente, Pangea, rodeado por un mar, Panthalasa. De esta
época conservamos restos, muy erosionados, en el Escudo Báltico y en las Tierras Altas de Escocia
(Highland)–.
 Era primaria o Paleozoico (de 541 a 250 millones de años). Diferentes movimientos tectónicos, que
formaron parte del plegamiento caledoniano, terminaron consolidando el continente Pangea. De las
formaciones caledonianas se conservan vestigios en Escocia, península Escandinava, Canadá, Brasil,
norte de Asia y Australia. A finales de la era primaria, durante el Carbonífero, se produjo una segunda
gran orogenia, el plegamiento herciniano, de alcance mucho más general que el anterior. Este
plegamiento afectó a gran parte de Europa centro-occidental, los Urales, los Apalaches, los Andes,
Tasmania, etc. Como consecuencia de este movimiento Pangea empezó a dividirse en dos grandes
continentes: uno al norte, fragmentado, llamado Laurasia, y otro al sur, ensamblado, llamado
Gondwana. Ambos quedaron separados por el mar de Tetis.
 Era secundaria o Mesozoico (de 250 a 66 millones de años). Es una época de calma orogénica, sin
movimientos importantes de placas, aunque Pangea se fragmentó. La erosión actuó sobre el relieve y
depositó los materiales en los mares circundantes –como el Atlántico y el mar de Tetis–, que se
ensancharon con el desplazamiento de las placas.
 Cenozoico. Esta era se divide en dos periodos, el Terciario y el Cuaternario. El Terciario, término que
ya no utiliza la Comisión Internacional de Estratigrafía, se subdivide en Paleógeno y Neógeno, tuvo
lugar hace aproximadamente 66 millones de años. En la época del Oligoceno se produjo el
plegamiento alpino, las placas volvieron a juntarse y el mar de Tetis se cerró y dio origen al
Mediterráneo. En este plegamiento se formó, entre otros, el sistema alpino-himalayo –que se
extiende desde los Pirineos y los Alpes hacia el este, pasando por el Cáucaso, hasta enlazar con el
mayor núcleo orogénico de esa edad, el Himalaya–. También tienen su origen en esta orogénesis las
cordilleras mediterráneas meridionales –como las Béticas y el Atlas–, sin olvidar las montañas Rocosas
y los Andes, en el continente americano. El Cuaternario se inició hace aproximadamente 2,5 millones
de años; se trata de un periodo de calma orogénica donde la erosión ha jugado un importante papel.
Los fondos de las depresiones siguieron colmatándose, los ríos labraron sus terrazas y las costas se
fueron formando.
2. PRINCIPALES FORMACIONES DEL RELIEVE ACTUAL

Este complejo proceso formativo ha tenido como resultado el actual relieve de nuestro planeta. A
continuación, analizamos sus principales formaciones.
2.1. LAS ÁREAS SUMERGIDAS: EL RELIEVE OCEÁNICO

ecogeográficos.
El relieve oceánico es aquel que se localiza bajo la superficie marina. Se inicia en los bordes de los
continentes y consta de los siguientes elementos:
 Plataforma continental: es la prolongación hacia el océano de la superficie continental y, por lo tanto,

la zona más próxima a la costa. Su profundidad es inferior a 200 m, y su pendiente suave; su extensión
puede ser variable en función de la distancia entre la línea de costa y el talud continental. Distinguimos
dos tipos de bordes continentales: bordes de tipo atlántico o asísmicos, y bordes de tipo pacífico o
sísmicos.
 Talud continental: es una pendiente de fuerte inclinación que separa la plataforma continental de la
llanura abisal.
 Llanura abisal: es la superficie plana o con ligera pendiente que se localiza en el fondo de la cuenca
oceánica. Es una zona muy profunda y apenas explorada, con una profundidad variable entre los 2200
y los 5500 m. Supone, aproximadamente, el 40 % del fondo del océano y suele ser la principal zona de
sedimentación del planeta.
 Dorsales oceánicas: son grandes elevaciones submarinas situadas en la parte central de los océanos.
Constituyen una cadena continua de 60 000 km de longitud, con una anchura entre 1000 y 4000 km y
una altitud media de 2000 a 3000 metros sobre las llanuras abisales. Generalmente, muestran un valle
central causado por el movimiento divergente de las placas oceánicas. Su expansión es contrarrestada
en los bordes, al encontrarse con una placa continental que frena su avance, dando lugar a una fosa
oceánica y a elevaciones de la placa continental a lo largo de la línea de convergencia. La cordillera de
los Andes es un ejemplo de este tipo de fenómeno.
2.2. LAS ÁREAS EMERGIDAS: LOS CONTINENTES
Las tierras emergidas constituyen la corteza continental, formada, principalmente, por escudos,
plataformas, orógenos (elevaciones montañosas) y volcanes. Los escudos o cratones (del griego kraton:
cuenco muy plano) son las masas continentales más antiguas, han llegado a tal estado de rigidez en un
lejano pasado geológico que, desde entonces, no han sufrido fragmentaciones o deformaciones al no
haber sido afectadas por fenómenos orogénicos de relevancia. Las rocas que componen un cratón son
frecuentemente arcaicas (de edades superiores a 570 Ma), por lo general granitizadas o metamorfizadas.
Se caracterizan por su estabilidad y rigidez, por eso, ante la acción de las fuerzas tectónicas se fragmentan,
al contrario de lo que sucede con los orógenos que se pliegan. Las plataformas se localizan en zonas
cratónicas y son llanuras estructurales recubiertas por una cobertera sedimentaria que se halla en
posición horizontal. Los orógenos, por su parte, son regiones de plegamiento reciente cuya cobertera
sedimentaria está relativamente poco erosionada. Y los volcanes son las estructuras geológicas por las
que emerge el magma proveniente del interior de la Tierra.
2.3. EL MODELADO Y SUS MORFOLOGÍAS
 La erosión
El relieve terrestre es modificado por una serie de agentes externos mediante la erosión, que consta
de tres procesos. El primero es el desgaste de los materiales, que provoca la pérdida de sustancia del
relieve y por lo tanto una disminución del volumen. En un segundo momento se produce el
desplazamiento de los materiales que han sido desgastados, que implica el transporte. En tercer lugar, se

ecogeográficos.
produce la acumulación y sedimentación. Por lo tanto, podemos decir que el proceso de erosión lleva
implícito una destrucción y una construcción del relieve.
La erosión puede ser de tipo areolar –donde se disgregan los materiales rocosos en forma de
partículas– o diferencial –que actúa de manera selectiva, con mayor intensidad en las rocas blandas que
en las duras–. Veamos los principales agentes erosivos.
 La acción del agua puede erosionar el relieve de numerosas formas: la lluvia, la nieve y el hielo
(glaciares) arrancan la tierra del suelo y de la cima de las montañas y la arrastran hacia zonas bajas;
los ríos desgastan los lugares por los que pasan formando valles; la fuerza del mar actúa sobre las
costas formando acantilados y playas; el agua puede disolver algunas rocas, como las calizas, dando
lugar a cuevas y otras formaciones, o romperlas.
 La acción del viento favorece el transporte de partículas de tierra que desgastan las rocas contra las
que golpean. En las zonas desérticas, modela la superficie al perfilar las dunas y ripples, y da forma a
los desiertos de piedras. En las zonas húmedas y áridas, transporta materiales finos como el loess,
originando relieves planos, ligeramente ondulados. Sin embargo, el viento, como agente erosivo, no
llega a producir formas con la magnitud de las que se deben a las aguas corrientes y a los glaciares. En
general, su actividad es más intensa en las regiones áridas.
Otros agentes erosivos menores son la gravedad –que se produce por la caída de materiales en zonas
con pendientes–; la vegetación –que afecta al modelado del terreno, debido a que las raíces pueden
fracturar las rocas–; y la acción de los seres humanos –que influye en la configuración del relieve de muy
diversas formas como son el crecimiento de las ciudades, la construcción de carreteras y ferrocarriles, la
roturación de amplias extensiones de tierras de cultivo, las repoblaciones forestales, el desarrollo de la
actividad minera, etc.–.
 Formas de modelado
Con todo ello, identificamos en el relieve actual un conjunto de formas características determinadas
por los procesos geológicos y por los agentes erosivos que les han afectado. Este conjunto de formas se
conoce en geomorfología como modelado, el cual varía en función del tipo de roca sobre el que actúan
los procesos geológicos y la erosión. En geomorfología, el modelado se entiende como un conjunto de
formas de relieve que se producen por un proceso de erosión particular. Se forma por la sucesión de la
erosión, el transporte y la sedimentación. Los tipos de modelado más comunes son:
 El modelado granítico: es el que se forma por la erosión de los estratos sedimentarios que descubre
las rocas ígneas que lo forman (generalmente, granito). La erosión en el granito es areolar y el principal
agente erosivo es la gelifracción. Las formas fundamentales de este tipo de modelado son los domos,
berrocales o caos de bolas, tor, piedras caballeras y agujas alpinas.
 El modelado kárstico: surge como resultado de la erosión de carácter químico de determinadas rocas
como la caliza –compuesta por minerales solubles en agua (carbonato cálcico)–. Las aguas
superficiales y subterráneas van disolviendo la roca, dando lugar a formas características como los
lapiaces, poljés, dolinas, gargantas, cuevas, hoces o simas.

ecogeográficos.
 El modelado arcilloso: se produce en zonas de acumulación de materiales sedimentarios como las

depresiones orográficas, cuencas sedimentarias y llanuras costeras. Las arcillas son materiales muy
blandos, propios del Cenozoico, que por su escasa resistencia a la erosión dan lugar a formas del
relieve tan diversas como las cárcavas y los paisajes de badlands –barrancos estrechos y profundos en
terrenos muy secos y carentes de vegetación, erosionados por el viento y por los torrentes de agua–,
los páramos –superficies planas y elevadas, de estratos calizos duros, resistentes a la erosión– y las
campiñas –llanuras bajas, suavemente onduladas, recorridas por los ríos–.
 El modelado glaciar: se forma en áreas donde hay acumulación y desplazamiento de grandes

cantidades de nieve. El hielo en movimiento levanta bloques de roca (arranque glaciar) y se desliza,
puliendo la superficie situada debajo. Las principales formas que componen este tipo de modelado
son, entre otras, el circo glaciar, los drumlins, los derrubios de ladera, los ibones o lagos de deshielo,
las morrenas y los horns.
 El modelado volcánico: aparece en estructuras volcánicas originados por fenómenos de vulcanismo

que han dado lugar a volcanes y coladas. Los volcanes son las estructuras más características sobre las
que aparece este modelado; están formados por la acumulación de productos sólidos alrededor de
una boca eruptiva. Ejemplo de este tipo de modelado son los conos volcánicos, las calderas y los
pitones.
 El modelado desértico: se ve ampliamente afectado por procesos erosivos que dan lugar, en función
de su intensidad y tipo, a diferentes tipos de desiertos: desierto arenoso (erg) con presencia de dunas;
desierto pedregoso o rocoso (hamada); desierto menos pedregoso (reg). En ellos podemos encontrar
cauces secos de ríos (wadis), lagos salados y oasis.
 El modelado litoral: surge como consecuencia de la acción geológica del mar a través de las mareas y
de las olas, principalmente. Estas erosionan los materiales de la costa y transportan sedimentos,
dando lugar a diversas formas de relieve. Los principales elementos del modelado litoral son los
acantilados, las playas, las lagunas, las marismas, los cordones litorales, las flechas y los tómbolos.
 El modelado fluvial: es el que llevan a cabo los ríos. Todo río posee la facultad de erosión de las rocas
por las cuales discurre, así como la capacidad de transportar y depositar los materiales erosionados.
Las formas del modelado fluvial generadas son las gargantas, hoces, desfiladeros, cataratas y cascadas,
meandros, terrazas, llanuras aluviales, deltas y estuarios.
2.4. UNIDADES ESTRUCTURALES DEL RELIEVE
Las unidades estructurales del relieve son las que se han ido originando por la acción de las fuerzas
tectónicas. Desde el punto de vista estructural, podemos diferenciar cuatro tipos de sistemas: estructuras
horizontales, inclinadas, plegadas y falladas.
 Las estructuras horizontales son aquellas en las que la tectónica de placas apenas ha actuado; son
típicas de las cuencas sedimentarias y están afectadas por la erosión. Las formas topográficas debidas
a la erosión de los relieves horizontales son las plataformas horizontales, mesas, muelas, páramos,
cerros testigo y antecerros.

ecogeográficos.
 Las estructuras inclinadas o monoclinales se encuentran en los bordes de las cuencas sedimentarias
y en las zonas donde hay alternancia de rocas duras y blandas inclinadas en una sola dirección. Las
formas topográficas derivadas son las cuestas, las crestas y las barras monoclinales o hogbacks –estas
últimas con un buzamiento muy pronunciado–.
 Las estructuras plegadas son aquellas que han sufrido deformaciones de pequeño radio de curvatura
como resultado de la tectónica de compresión sobre rocas blandas. Podemos encontrar dos tipos de
pliegues: pliegue anticlinal –curvatura convexa de los estratos– y pliegue sinclinal –con curvatura
cóncava–. El modelado resultante de las estructuras plegadas varía en función de la tectónica, de la
litología y de la erosión. Encontramos los siguientes tipos de relieves estructurales plegados: relieve
conforme –en el cual la topografía concuerda con la estructura–; relieve derivado de estilo jurásico –
donde la erosión ha actuado más, dando lugar a formas estructurales y erosivas de la misma altitud
que el relieve–; relieve invertido –en el cual las zonas topográficamente más elevadas se corresponden
con las zonas deprimidas tectónicamente y a la inversa–; relieve apalachense –que surge como
resultado de una larga historia geológica, tras un plegamiento sobre el que actúa la erosión, aparece
un nuevo levantamiento y, posteriormente, una nueva erosión; así, las rocas más resistentes quedan
en resalte formando alineaciones rectilíneas denominadas crestas, y las rocas blandas forman los
surcos o valles–.
 Las estructuras falladas de estilo germánico son fácilmente alterables por los agentes erosivos. El
accidente geomorfológico que las determina, la falla, implica una ruptura y desplazamiento de
bloques entre masas rocosas. Generalmente, se originan bloques elevados, denominados horst, y
bloques hundidos, denominados graben o fosas tectónicas.
3. LA INTEREACCIÓN ENTRE EL RELIEVE Y LOS DIFERENTES FACTORES

ECOGEOGRÁFICOS
Para comprender la dimensión ecogeográfica y biogeográfica del medio natural se hace necesario, en
primer lugar, definir ambas disciplinas. La biogeografía es entendida como la parte de la geografía cuyo
objeto de estudio es la explicación causal de la distribución de los seres vivos en la superficie terrestre
(Fernández et al., 2007). La Real Academia Española completa esta definición al indicar que la biogeografía
es la parte de la biología que se ocupa de la distribución geográfica de animales y plantas. Su gran impulsor
fue Josias Braun-Blanquet (1884-1980), tras la Segunda Guerra Mundial. La ecogeografía, por su parte, es
el ámbito científico que adopta un punto de vista ecológico –relación entre el medio físico y los
organismos– y a la vez geográfico; se considera que es una parte de la biogeografía, y difiere de ella en
una aplicación más práctica (Fernández et al., 2007).
Los elementos que dan lugar a la diversidad del medio geográfico desde su perspectiva de espacio
natural son el biotopo, el clima y la biocenosis.
 El biotopo –del griego bios (vida) y topo (lugar)– es un espacio que ofrece unas condiciones
ambientales uniformes y adecuadas para el desarrollo de la vida de ciertas especies. Comprende una
parte de la superficie terrestre (el relieve), una parte de la hidrosfera (constituida por las aguas
saladas, dulces, estancadas y corrientes) y una parte de la atmósfera (troposfera). Es la fuente de
energía de la biocenosis.

ecogeográficos.
 La biocenosis es una porción de la biosfera constituida por moléculas orgánicas; se subdivide en

fitocenosis (vegetación), zoocenosis (mundo animal) y microbiocenosis (conjunto de
microorganismos). La importancia de la vegetación radica en que son las formaciones vegetales las
que conforman el medio geográfico y el paisaje.
 El clima es el comportamiento de la atmósfera en periodos de tiempo relativamente largos. Los

factores que determinan los distintos tipos de climas sobre la superficie terrestre pueden ser de tres
tipos: astronómicos –latitud, principalmente–, geográficos –influencia marítima u oceanidad,
continentalidad y relieve– y termodinámicos –circulación general atmosférica–.
El término ecosistema surge con la aplicación de la Teoría General de Sistemas al campo de las ciencias
naturales y sociales. Esta teoría propone estudiar los principios aplicables a los sistemas en cualquier nivel
y en todos los campos de la investigación (Ludwig von Bertalanffy, 1976). Un sistema está compuesto por
una serie de elementos dotados de unas características concretas. La asimilación de esta teoría en la
geografía física ha dado lugar a una renovación conceptual del análisis integrado del medio físico, al
introducir el concepto de geosistema (Giner y Díaz, 2012).
Según la dinámica de los ecosistemas, el sistema biocenosis se relaciona con el sistema biotopo y con
otros sistemas, de manera que todos ellos constituyen el ecosistema, entendido como un sistema de
sistemas. En él, las relaciones entre los seres vivos se establecen en términos de intercambio de energía.
Los ecosistemas no son estáticos, sino que están sometidos a una constante transformación a través de
situaciones de equilibrio dinámico; tampoco son autosuficientes –dependen de los próximos–, y, además,
sus dimensiones no son concretas –los hay grandes, como las taigas y las selvas, y pequeños ecotopos–.
Desde el punto de vista de la geografía el medio natural se entiende como un ecosistema. Los
elementos constitutivos del medio natural son el relieve –continental y submarino–; la circulación general
atmosférica –que determina las realidades bioclimáticas del planeta–; la acción de los seres vivos –
plantas, animales y microorganismos–; y la acción de los agentes erosivos. El resultado de la interacción
de todos estos elementos y agentes es la diversidad del medio geográfico.
4. TIPOLOGÍA DE LA DIVERSIDAD DEL MEDIO FÍSICO GEOGRÁFICO
4.1. LAS GRANDES UNIDADES BIOGEOGRÁFICAS
El intento de realizar una jerarquización biogeográfica del planeta no es nuevo. Uno de los primeros en
intentarlo fue el español José Acosta (1540-1600), con la publicación de su obra Historia natural y moral
de las Indias. Pero no fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX cuando surgieron las clasificaciones
de Carl Georg Oscar Drude (1852-1933) en 1890 y Friedrich Ludwig Emil Diels (1874-1945) en 1908,
cuando el planeta quedó dividido en seis reinos. A partir de aquí, se generalizó la teoría de los seis reinos,
aunque en la clasificación del biogeógrafo Miklos Dezso Ferenc Udvardy (1919-1998) de 1975 aparecen
ocho (Díez San Andrés, 2020). En esta división también influyen otros factores como la historia geológica,
la climatología o la acción de los seres vivos, los factores edafológicos y la distribución de las especies
vegetales. Vamos a estudiar aquí la clasificación más aceptada y generalizada.

ecogeográficos.
 Holártico: incluye las tierras al norte del trópico de Cáncer, tanto en Norteamérica como en Asia y
Europa. Este reino se subdivide en tres subreinos y nueve regiones florísticas.
 Paleotropical: se sitúa al sur del continente asiático, la mayor parte del continente africano y parte de
los archipiélagos de los océanos Índico y Pacífico. Es un reino caracterizado por su riqueza faunística y
florística, que es debida, principalmente, a las altas temperaturas y a la humedad que dominan en
todo el territorio.
 Neotropical: se localiza en el subcontinente suramericano, salvo en la Patagonia. En general, es un

territorio dominado por la alta luminosidad, por las lluvias abundantes y las altas temperaturas.
 Capense: localizado en el extremo sur de África. Es una zona de clima templado y cálido, parecido al
clima mediterráneo de Europa; presenta lluvias en invierno y veranos secos. A escala biogeográfica, el
reino Capense actúa como una isla, puesto que, entre otros factores, al norte se encuentran los
desiertos de Namibia y Kalahari, que limitan la dispersión natural de muchas especies a modo de
barreras naturales.
 Australiano: incluye el territorio australiano y Tasmania. Se distingue del resto de los reinos terrestres
por el elevado número de endemismos y el arcaísmo de su flora.
 Antártico: afecta a la Antártida y al extremo sur de Suramérica. Sus principales características son la
extrema pobreza y homogeneidad florística –debida a las condiciones climáticas–, la riqueza de su
fauna marina y costera, y el alto número de endemismos.
 Reinos de transición: entre unos reinos y otros aparecen zonas de transición con características
comunes pertenecientes a los reinos adyacentes.
A su vez, cada reino se subdivide en regiones biogeográficas, y estas en provincias y sectores. Otro
concepto que debe tenerse en cuenta al tratar los medios biogeográficos del planeta es el de territorio,
entendido como una forma objetivada y consciente del espacio, administrativamente organizado, en el
que se desenvuelve una sociedad (López et al., 2015). En ocasiones, se asimila la palabra territorio a
paisaje, por en lo que tiene de visual para el ser humano. Sin embargo, en un sentido más amplio, se
entiende por paisaje aquella porción de superficie terrestre donde se combinan elementos de tipo
geográfico (físicos y biológicos) en continua interrelación; aunque esta definición varía en función de la
corriente, escuela o persona que la interpreta. En cualquier caso, puede afirmarse que existe una gran
diversidad de territorios y paisajes, que configuran el medio geográfico actual. A continuación,
presentaremos los principales.
4.2. LOS DIFERENTES MEDIOS GEOGRÁFICOS DEL PLANETA
Hay muchas formas de realizar las clasificaciones biogeográficas, del paisaje y del medio natural –de
hecho, existen tantas como distintos enfoques se den al concepto de paisaje y medio natural–, de tal
modo que pueden clasificarse por tamaño, por funcionalidad, por criterios sociales, económicos, políticos
o histórico-culturales, por las características del medio físico, etc. Sin embargo, los principales criterios
que se utilizan en esta clasificación son cinco: por dominancia de elementos; por sus características
espaciales; según la escala temporal; según su funcionalidad; y según sus características bioclimáticas.

ecogeográficos.
 Clasificación por dominancia de elementos
Esta clasificación se fundamenta en el análisis de elementos estructurales del paisaje y en el estudio

de la dinámica que generan en el geosistema. Existen tres tipos de elementos estructurales: abióticos –
elemento mineral–; bióticos –flora y fauna–; y antrópicos –el ser humano y sus construcciones–, y están
interrelacionados, por lo que puede haber tantos paisajes posibles como combinaciones de estos
elementos. Las principales categorías son estas:
 Paisajes con predominio de elementos abióticos: entre ellos, hay paisajes con predominio casi
exclusivo de elementos abióticos (desiertos, glaciares, canchales, altas cumbres, playas, etc.); a partir
de ahí, la presencia biótica y antrópica estará presente en mayor o menor medida dando lugar a
diferentes configuraciones.
 Paisajes con predominio biótico: podemos citar como ejemplos característicos las selvas y los
manglares.
 Paisajes con predominio del elemento antrópico: en ellos, las variaciones del medio están en función
de las características socioculturales y los medios materiales del grupo humano que los ocupa; por
ejemplo, las ciudades y las autopistas.
 Clasificación por sus características espaciales

Los medios geográficos se pueden clasificar por su zonalidad. La zonalidad se define como la
disposición regular de unidades, en cualquiera de las diferentes escalas espaciales, en relación con un
gradiente de cualquier tipo –de energía, agua, etc.–. Así, distinguimos una zonalidad latitudinal, con
variaciones climáticas y de vegetación en función de la latitud, y una zonalidad altitudinal, con variaciones
motivadas por el aumento de la altitud y la formación de pendientes. Existen también factores que afectan
a la configuración del paisaje con un carácter no zonal o azonal, nos referimos a las diferencias
litogeomorfológicas o a la correlación entre la superficie topográfica y el nivel freático de las aguas.
 Clasificación según la escala temporal
La escala temporal presenta unidades de paisaje de rango diferente según sea su distancia, en el
tiempo, con respecto al presente. Encontramos paisajes precuaternarios –los más antiguos–-, paisajes
cuaternarios –del Pleistoceno y del Holoceno– y, por último, paisajes históricos, que utilizan una escala
mucho más reducida (microescala), ya que los cambios y modificaciones introducidas por el ser humano
se dan en periodos muy pequeños de tiempo.
 Clasificación según su funcionalidad

Según la función del paisaje encontramos:
 Paisaje rural: resultado de la transformación de un medio natural en otro proveedor de productos

agrícolas, ganaderos y forestales que satisfaga las necesidades humanas primarias.
 Paisaje urbano: resultado de una transformación del medio natural a nivel profundo, de modo que
satisfaga las necesidades humanas secundarias y terciarias (industriales, comerciales, administrativas,
terapéuticas, militares, religiosas, etc.).

ecogeográficos.
 Paisaje natural: aquel donde la transformación causada por los seres humanos ha sido mucho menor.
Suelen corresponderse con paisajes con unas condiciones físicas poco aptas para el hábitat humano
como los desiertos, las zonas montañosas o las selvas; su función es la protección del medio natural.
 Clasificación según sus características bioclimáticas
Las zonas bioclimáticas se agrupan en bioclimas de tipo forestal –tropicales, templados y fríos– y
bioclimas no forestales –áridos y fríos–. Veamos cuáles son los conjuntos bioclimáticos más relevantes:
 Bioclimas forestales tropicales húmedos: se caracterizan por su regularidad térmica (temperaturas

medias superiores a 18 °C) y la abundancia y constancia de precipitaciones, que son superiores a la
evaporación. La vegetación es frondosa y permanente. Predomina el bosque ombrófilo y la selva
ecuatorial o evergreen. Se localizan en el área ecuatorial, Amazonia, costa del Golfo de México,
Antillas, cubeta del Congo, costa oriental de Madagascar, Mozambique e Indonesia.
 Bioclimas forestales tropicales de estación seca: las precipitaciones son inferiores a las de los
bioclimas tropicales húmedos. Existe una gran variedad en relación con la latitud, cuanto más alejados
del Ecuador, menores precipitaciones presentan y mayor es la duración de la estación seca. El paisaje
típico es la sabana. Lo encontramos en Sudamérica, parte de América Central, en África (sobre todo
África oriental), Asia meridional y norte de Australia.
 Bioclimas no forestales áridos: la evapotranspiración es superior a las precipitaciones que reciben.

Carecen de árboles, y la escasa vegetación es xerófila (especies adaptadas a la sequedad). La ausencia
de vegetación facilita la erosión. Además de las formaciones rocosas, destacan la formación de dunas
y extensiones arenosas (erg) y las grandes llanuras de suelos pedregosos (reg). La oscilación térmica
diurna es grande. Los grandes conjuntos desérticos se sitúan al norte y sur de la zona tropical.
 Bioclimas forestales templados subtropicales: son bioclimas variados. Está el tipo chino, que carece
de estación seca, y el tipo pampeano, cuya estación seca se localiza en invierno. Las temperaturas son
templadas; más cálidas cuánto más cerca del Ecuador. La vegetación es variada, se pasa del bosque
subtropical húmedo frondoso del bioclima chino, al bosque tropical templado durifolio del bioclima
pampeano. El subtropical húmedo se localiza en China, Japón, Argentina, piedemonte de los Andes,
sureste de Australia y sureste de la costa atlántica de los EE. UU. El subtropical de invierno seco, en la
península Índica, regiones interiores de Argentina, India, China y Sudáfrica.
 Bioclimas forestales templados mediterráneos: se caracterizan por la fuerte alternancia estacional.

La sequía estival y las altas temperaturas veraniegas dan lugar al bosque esclerófilo de perennifolias,
que alternan con matorral de maquia y garriga. Se localiza en las regiones circundantes del mar
Mediterráneo y determinadas áreas subtropicales de la fachada occidental de los continentes,
California, zona media de Chile, suroeste de Australia y Sudáfrica.
 Bioclimas forestales templados oceánicos: son climas de inviernos cortos y fríos, y veranos cálidos. El
total de precipitaciones es abundante; no se percibe estación seca. La abundante pluviosidad y las
temperaturas invernales suaves dan lugar a bosques de frondosas caducifolias. Lo podemos ubicar en
Europa occidental, costa noroccidental de los EE. UU, sur de Chile y Nueva Zelanda.

ecogeográficos.
 Bioclimas forestales fríos: se encuentran en la zona templada más septentrional, en regiones donde
la continentalidad modifica los parámetros climáticos latitudinales. Los inviernos son muy fríos. La
cobertura vegetal es muy densa pero pobre a nivel florístico, y se caracteriza fundamentalmente por
la presencia de especies adaptadas al frío, a la nieve y a la evaporación veraniega, como las coníferas.
Se localizan en Europa central, septentrional y del este, Asia central y septentrional, América del Norte
y central.
 Bioclimas no forestales fríos: se localizan en latitudes altas y su característica fundamental son las
bajas temperaturas durante todo el año. Distinguimos entre paisajes polares, donde el frío y la sequía
son extremos, la precipitación escasa cae en forma de nieve y hielo, y el subsuelo está
permanentemente helado (permafrost); y paisajes periglaciares o circumpolares, caracterizados por
un largo invierno al que le sigue una breve primavera y un verano corto y lluvioso, que producen un
recalentamiento general y el consecuente deshielo, su paisaje característico es la tundra. Se localizan
en las zonas polares y circumpolares.
 Bioclimas no zonales de montaña: presentan abundantes precipitaciones y temperaturas muy frías,

especialmente en invierno. La temperatura disminuye con la altitud, y las oscilaciones térmicas diarias
son muy fuertes. Existen diferencias también en función de la exposición a la zona de solana o de
umbría. La vegetación varía con la altitud. Este tipo de bioclima lo encontramos en los Andes, los Alpes
o la cordillera del Himalaya, entre otros muchos lugares.
5. UNIDADES MORFOESTRUCTURALES DOMINANTES
Para terminar el desarrollo de este tema, estudiaremos las unidades morfoestructurales más
relevantes del relieve terrestre –atendiendo a su extensión e importancia–, agrupadas en escudos,
macizos antiguos, cuencas sedimentarias y cordilleras recientes (orógenos) levantadas durante el
Cenozoico. Las unidades morfoestructurales son estructuras del relieve que han sido modificadas por la
acción de los agentes erosivos, es decir, es la forma y disposición que adopta el relieve.
 Los escudos o zócalos: constituyen las formas de relieve de formación más antigua que existen. Se
formaron durante la era primaria por rocas magmáticas y metamórficas, y fueron arrasados por la
erosión durante la era secundaria. Constituyen los núcleos de los actuales continentes, sobre los que
se ha ejercido una erosión muy larga e intensa, y, en algunos casos, también han sufrido fuerzas
internas que realzaron y rejuvenecieron su relieve. Los actuales escudos se agrupan en dos conjuntos:
septentrional, que incluye los escudos báltico o escandinavo, ruso-siberiano y canadiense, entre otros;
y meridional, que comprende los escudos sudamericanos (guayano-brasileño), africano, arábigo y
australiano, principalmente.
 Macizos: son grandes formaciones de materiales silíceos; montes de la era primaria, endurecidos y
arrasados en la era secundaria, y fracturados y elevados de nuevo en el Cenozoico. Están fallados y
configurados por horst y graben. Su relieve está suavizado por la erosión. Son grandes formaciones de
materiales silíceos, pues muchos macizos están formados a partir de rocas ígneas plutónicas. Estas
rocas se han formado por la cristalización paulatina del magma que se encuentra debajo de la tierra y
que luego fueron elevadas por movimientos tectónicos. Entre los principales macizos del mundo

ecogeográficos.
podríamos citar la cordillera de Paine (Chile), el macizo del Huascarán (Perú), el macizo de Annapurna
(Nepal), el macizo colombiano, el macizo Kondyor (Rusia), el macizo guayanés, el macizo Central
francés, el macizo de Brasilia o el macizo Hespérico, en la península ibérica, entre otros muchos.
 Las cuencas sedimentarias: son terrenos poco accidentados y bastante bajos –que normalmente no
superan los 200 metros de altitud–, sobre los cuales se han acumulado sedimentos procedentes de la
erosión de los escudos. En muchos casos, poseen importantes recursos mineros (yacimientos
petrolíferos), forestales y agropecuarios. Entre los principales ejemplos podemos mencionar el delta
del Nilo, la cuenca del Ganges, el graben del Rin, el mar Muerto o la cuenca del lago Chad.
 Las cordilleras del plegamiento alpino: son series de montañas, enlazadas entre sí, de levantamiento
más reciente y de características geológicas o morfológicas comunes que constituyen una unidad
geográfica claramente delimitada. Fueron levantadas durante el Cenozoico. Se corresponden con las
partes más elevadas del relieve terrestre, debido al corto tiempo geológico en el que ha actuado la
erosión. En América, sobresalen la cordillera de los Andes, las montañas Rocosas y la Sierra Madre
mexicana. En el continente africano, habría que señalar el Atlas. En Asia, el Cáucaso, el Himalaya y los
montes Urales. En Oceanía, los Alpes australianos y la cordillera Central. Por último, en Europa,
destacan los Alpes, los Apeninos, los Cárpatos y los Pirineos.
CONCLUSIÓN
En este tema hemos estudiado la diversidad del medio geográfico del planeta. Hemos hecho un breve
repaso sobre la historia geológica y la evolución de los grandes conjuntos morfoestructurales, desde su
formación hasta la actualidad, así como una aproximación a los conceptos de biogeografía y la
ecogeografía, analizando los principales elementos del medio geográfico: biotopo, clima y biocenosis.
También hemos estudiado las grandes unidades biogeográficas y los principales reinos y regiones, para
terminar con una clasificación de los distintos tipos de paisajes existentes y de las grandes unidades
morfoestructurales del mundo. Todo ello pone de manifiesto la gran diversidad del planeta Tierra,
resultado de la interacción de los distintos factores ecogeográficos, y evidencia la enorme diversidad
geológica y biológica del medio geográfico de nuestro planeta, que es nuestro patrimonio, y la necesidad,
cada día mayor, de conservarla en beneficio propio y de las generaciones venideras mediante un
desarrollo sostenible.
La humanidad, desde la revolución neolítica y la revolución industrial, ha alterado la biodiversidad del

medio geográfico, cuyo equilibrio garantiza el funcionamiento de los ecosistemas del planeta. La
supervivencia de todas las especies, incluida la nuestra, depende de este equilibrio. Respetar la
biodiversidad y trabajar por su mantenimiento es esencial para la vida en el planeta Tierra, porque
garantiza el correcto funcionamiento del sistema que integran los seres vivos junto con el medio en el que
habitan. Por todo ello es fácil deducir la importancia que tiene su estudio, a fin de promover una mayor
conciencia ecológica.
USO DIDÁCTICO DEL TEMA

De acuerdo con la normativa vigente en el curso escolar 2022-2023:

ecogeográficos.
. La aplicabilidad del Real Decreto 1105/2014 por el que se establece el currículo básico de ESO y
Bachillerato en 2.º y 4.º de ESO, y 2.º de Bachillerato, y del Decreto/Orden1 “…” que establece el currículo
en la comunidad autónoma de “…”.
. Y la aplicación del Real Decreto de enseñanzas mínimas 217/2022 en 1.º y 3.º de ESO, del Real Decreto
de enseñanzas mínimas 243/2022 en 1.º de Bachillerato, y del Decreto/Orden “…” que establece el
currículo en la comunidad autónoma de “…”.
Este tema puede trabajarse en la materia de Geografía e Historia en la ESO y en la materia de Geografía
en 2º Bachillerato. En ambas se trabaja en torno a los componentes esenciales del relieve y las unidades
del medio geográfico, en el caso de la ESO de forma más global y a escala planetaria, aunque prestando
especial atención al caso español, y en Bachillerato profundizando en las peculiaridades del medio
geográfico de la península y los archipiélagos. Su estudio permitirá al alumnado conocer la singularidad
del medio físico en el que se desenvuelve y caracterizar las principales unidades de relieve y biogeográficas
del planeta y de nuestro país. Para ello se podrá acudir a la identificación y comparación de mapas e
imágenes sobre aspectos como las formaciones de relieve y la historia geológica, el modelado y su
morfología o los diferentes medios geográficos, entre otras actividades. Todo ello permitirá establecer
una base sólida de conocimiento con la que relacionar otros contenidos del currículo, como son los
vinculados al clima, la hidrografía, la vegetación o las actividades humanas.
Una estrategia de enseñanza y aprendizaje que puede utilizarse en la enseñanza del tema en el aula
parte de la teoría del conocimiento constructivista, donde se entrega al alumnado las herramientas que
le permitan construir sus propios procedimientos para resolver situaciones problemáticas, este proceso
implica que sus ideas se modifiquen y el alumnado siga aprendiendo, es decir “aprender a aprender”. La
persona docente actúa como guía-mediadora y favorece la aparición de aprendizajes significativos en un
clima de aceptación mutua y cooperación. En este marco pedagógico puede utilizar diferentes tácticas en
la enseñanza del tema, como la exposición de contenidos sobre la diversidad del medio geográfico, los
cuestionarios orales en el aula sobre la interacción de los factores ecogeográficos, la lectura y comentario
de imágenes de paisajes, la realización de actividades en el porfolio, la creación de un vocabulario
geográfico de términos específicos, el debate sobre la importancia del mantenimiento de la biodiversidad,
la realización de trabajos grupales de investigación sobre las diferentes teorías que explican la formación
de la Tierra con el uso de las TIC.
Como tareas se puede acudir al análisis e identificación de diferentes imágenes, como el comentario de
bloques diagrama que representen las diferentes unidades morfoestructurales, o los distintos modelados
del paisaje. Otros documentos geográficos a los que se le puede dar uso son los mapas, por ejemplo, los
que reflejan los reinos biogeográficos o los bioclimas, además de diferentes cronogramas que reflejen las
eras geológicas. El uso de las TIC será un complemento esencial para el estudio del tema, ya que las nuevas
tecnologías están ayudando a conservar la biodiversidad en el planeta. Se pueden utilizar diferentes
imágenes tomadas por drones, satélites o cámaras infrarrojas. Google Earth es una herramienta de gran
valor que nos permite visualizar satelitalmente el globo terrestre; MapMaKer, la aplicación de National
Geographic donde crear mapas personalizarlos y editarlos; GeoSapiens, una aplicación que integra
diferentes juegos para estudiar geografía física y humana, en este tema puede servirnos para estudiar el
1
Consultar documento Relación tema – currículo – comunidad autónoma para indicar el currículo correcto de la comunidad
autónoma por la que oposita la persona aspirante.

ecogeográficos.
relieve; Google Expeditions permite viajar sin moverse del aula y conocer los distintos paisajes naturales.
Con estos recursos digitales motivamos al alumnado y hacemos las clases más amenas y divertidas.
No debemos olvidar la atención a la diversidad y la interdisciplinariedad. Nuestra propuesta por la

equidad debe de estar presente en todo el proceso de la enseñanza aprendizaje de la geografía.
Procuraremos que el alumnado alcance el máximo desarrollo de sus capacidades personales, los objetivos
y competencias establecidas en cada etapa educativa, mediante una atención individualizada en el
proceso de enseñanza aprendizaje que responda adecuadamente a sus necesidades, intereses y
motivaciones promoviendo la igualdad de oportunidades. Trabajaremos la interdisciplinariedad con otras
materias del currículo, como son las ciencias naturales, es decir, Biología y Geología.
Durante todo el proceso de enseñanza, independientemente del tema, trabajaremos la

transversalidad, como la igualdad entre mujeres y hombres; la educación cívica, mediante la conservación
y respeto de la biodiversidad en el planeta; o el análisis crítico de la realidad, al observar los diferentes
comportamientos del ser humano ante la destrucción del planeta.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
 Aguilera, M. J., Borderías, M. P., González, M. P., y Santos, J. M. (2009). Geografía General I (Geografía
Física). Madrid, España: UNED.
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didácticos. https://www.raco.cat/
 Alfaro, P., Alonso-Chaves, F. M., Fernández, C., y Gutiérrez-Alonso, G. (2013). Fundamentos
conceptuales y didácticos: La tectónica de placas, teoría integradora sobre el funcionamiento del
planeta. En Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 21 (2), pp. 168-180.
 Asociación Española de Geografía. https://www.age-geografia.es/site/
 Atlas Nacional de España. Geomorfología. http://atlasnacional.ign.es/
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México D.F., México: Fondo de Cultura Económica.
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 Díaz San Andrés, A. (2019). Biogeografía. https://biogeografia.net/
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 Fernández, A., Muguruza, C., Martín, E. y Pardo, C. J. (2008). Introducción a la Geografía (2.ª ed.).
Madrid, España: Ramón Areces.
 Fernández, A., Pardo, C. J., Martín, E. M. y Cocero, D. (2007). Ordenación del Territorio y Medio
Ambiente. Madrid, España: UNED.
 Franco, T. (2014). Geografía de España (Física, Humana y Económica). Madrid, España: Proyectos
Córydon.
 García, J.C. (2011). Biogeografía. Santander, España: Universidad de Cantabria.
 Giner, M. V. S., y Díaz, M. F. (2012). Paisaje y entorno, reflexiones multidisciplinares. Murcia, España:
Biovisual.
 Gutiérrez, M. (2008). Geomorfología. Madrid, España: Pearson Educación.

ecogeográficos.
 International Commission on Stratigraphy. https://stratigraphy.org/

 Instituto Geográfico Nacional. https://www.ign.es/web/ign/portal/inicio
 López, L., Fernándes, J., y Sposito, E. (2015). Diccionario de geografía aplicada y
profesional. Terminología de análisis, planificación y gestión del territorio. León, España: Universidad
de León, Servicio de Publicaciones.
 Sociedad Española de Geomorfología. https://geomorfologia.es/
 Tarbuck, Edward J., Lutgens F. K., y Tasa, D. (2013). Ciencias de la Tierra. Una introducción a la geología
física. Décima edición. Pearson Educación. Madrid.


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Nota: en color azul se indican los contenidos nuevos del curso 2022-2023.

Última revisión: 17/03/2023.

El desarrollo de este tema seguirá el siguiente esquema:

1. Evolución de la actual formación del relieve del planeta

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1. EVOLUCIÓN DE LA ACTUAL FORMACIÓN DEL RELIEVE

1.1. LA ESTRUCTURA TERRESTRE

1.2. LOS PROCESOS GEOLÓGICOS

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1.3. HISTORIA GEOLÓGICA DE NUESTRO PLANETA

2. PRINCIPALES FORMACIONES DEL RELIEVE ACTUAL

2.1. LAS ÁREAS SUMERGIDAS: EL RELIEVE OCEÁNICO

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 Plataforma continental: es la prolongación hacia el océano de la superficie continental y, por lo tanto,

2.2. LAS ÁREAS EMERGIDAS: LOS CONTINENTES

2.3. EL MODELADO Y SUS MORFOLOGÍAS

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 El modelado arcilloso: se produce en zonas de acumulación de materiales sedimentarios como las

 El modelado glaciar: se forma en áreas donde hay acumulación y desplazamiento de grandes

 El modelado volcánico: aparece en estructuras volcánicas originados por fenómenos de vulcanismo

2.4. UNIDADES ESTRUCTURALES DEL RELIEVE

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3. LA INTEREACCIÓN ENTRE EL RELIEVE Y LOS DIFERENTES FACTORES

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 La biocenosis es una porción de la biosfera constituida por moléculas orgánicas; se subdivide en

 El clima es el comportamiento de la atmósfera en periodos de tiempo relativamente largos. Los

4. TIPOLOGÍA DE LA DIVERSIDAD DEL MEDIO FÍSICO GEOGRÁFICO

4.1. LAS GRANDES UNIDADES BIOGEOGRÁFICAS

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 Neotropical: se localiza en el subcontinente suramericano, salvo en la Patagonia. En general, es un

4.2. LOS DIFERENTES MEDIOS GEOGRÁFICOS DEL PLANETA

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 Clasificación por dominancia de elementos

Esta clasificación se fundamenta en el análisis de elementos estructurales del paisaje y en el estudio

 Clasificación por sus características espaciales

 Clasificación según la escala temporal

 Clasificación según su funcionalidad

 Paisaje rural: resultado de la transformación de un medio natural en otro proveedor de productos

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 Clasificación según sus características bioclimáticas

 Bioclimas forestales tropicales húmedos: se caracterizan por su regularidad térmica (temperaturas

 Bioclimas no forestales áridos: la evapotranspiración es superior a las precipitaciones que reciben.

 Bioclimas forestales templados mediterráneos: se caracterizan por la fuerte alternancia estacional.

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 Bioclimas no zonales de montaña: presentan abundantes precipitaciones y temperaturas muy frías,

5. UNIDADES MORFOESTRUCTURALES DOMINANTES

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La humanidad, desde la revolución neolítica y la revolución industrial, ha alterado la biodiversidad del

USO DIDÁCTICO DEL TEMA

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No debemos olvidar la atención a la diversidad y la interdisciplinariedad. Nuestra propuesta por la

Durante todo el proceso de enseñanza, independientemente del tema, trabajaremos la

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 International Commission on Stratigraphy. https://stratigraphy.org/

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