Está en la página 1de 1

La dictadura de la felicidad.

Daniel B. Brunelesch

La educación romántica ha creado falsos paradigmas,


aduciendo que el niño debe ser feliz en su aprendizaje. Nada
más alejado de la realidad, pues lo que necesitamos
estudiantes interesados, responsables, comprometidos, alegres
con disposición positiva, entonces son estudiantes que buscan
su realización, su éxito y por ende su felicidad.
La felicidad es un bien intrínseco, es decir depende de cada
uno, no de quienes le rodean, no de las cosas que se tienen, de
los títulos, sino de los logros y satisfacciones alcanzados.
Muchos a esa satisfacción es lo que llaman riqueza, lo otro es
capital, dinero, haberes,,,, podemos tener todo aquello pero no
es una riqueza sino logras sentirte realizado con aquello que
posees.

La felicidad no es el camino, la felicidad es el producto de la


realización humana.
El éxito debe producir satisfacción con uno mismo, con los
demás, con nuestros proyectos, es allí donde reside la felicidad.

ES que un niño debe ser feliz…. No entiende aunque es la


felicidad como realización, puede ser alegre, puede ser
divertido: Lo lúdico implica esos aspectos, la felicidad es mucho
más profunda.
Lo importante es crear una generación comprometida consigo
misma, que tenga sueños, metas y una visión de futuro propia,
solo entonces crearemos personas capaces de buscar su
felicidad, construirla y valorarla.

También podría gustarte