Universidad de Lima

Facultad de Derecho

Carrera de Derecho

Trabajo Final Grupal

Deng Xiaoping y la liberalización de la economía en la China
comunista

Nombres y códigos de los alumnos:

Fernando Jose Abad Palacios…….código: 20220001

Jose Julian Bravo Lossio…….código: 20210378

Daniel Anderson Camargo Bobadilla…….código: 20223236

Ariana Valeria Gallo Saavedra…….código: 20223030

Walter Gustavo Serquen Maldonado…….código: 20215339

Profesor:

Josef Martin Zielinski Flores

Lima – Perú

noviembre 2022

Deng Xiaoping y la liberalización de la economía en la China comunista

Biografía de Deng Xiaoping

China es uno de los países más importantes y con mayor influencia alrededor del mundo,
que, cuando pensamos en dicho Estado no podemos omitir el gran poder económico que
tiene y su política estricta. Lo raro – si lo queremos llamar así – de China es que puede
confundir a muchos con respecto a la política ideológica por la que se rige. De ser un país
comunista/maoísta, en la cual la mayoría de las personas eran agricultores y existía mucha
pobreza (Visualpolitk, 2018), pasa a tener una política económica abierta; pero que aún se
rige al interior por una política socialista; la República Popular de China se rige por un
sistema manejado por el Partido Comunista Chino[1]. La cuestión es, cómo un país que cae
bajo un régimen comunista/maoísta, pasa de ser un Estado de extrema izquierda a
flexibilizar su política económica y abrirse al libre mercado; pues todo inicia con una sola
persona, Deng Xiaoping. En palabras breves, la reforma inicia en 1978, cuando Xiaoping es
elegido presidente, “[…] un sistema político caracterizado como “socialismo con
características chinas”, que se basa, desde el punto de vista económico, en una economía
mixta - economía de mercado, pero con predominio de la propiedad pública […]” (Ministerio
de asuntos exteriores y de cooperación, España, 2022). El foco de atención aquí, es saber
¿quién es realmente Deng Xiaping?, y cómo pudo cambiar todo un régimen comunista
luego de 30 años.

Deng Xiaoping nace en 1904, en China, específicamente en la provincia de Sichuan. Nació

en una familia de funcionarios, muy acomodada. Su padre, hombre muy educado y con una
visión de modernización[2], mandó a Deng a estudiar a Francia; se menciona que dicho
pasaje fue pagado con la venta de algunos de los terrenos que su padre poseía (Frank
Dikötter, 2015). En Francia 1920, Deng empieza a trabajar, por cortas temporadas, en una
fábrica de jebe y fundiciones de acero; prácticamente se envolvió en actividades comunistas
muy rápido. Posteriormente, Xiaoping se compromete completamente con el comunismo, y
en 1926 rompe lazos con su familia y se va para Moscú. La estadía en Rusia no sería de
mucho tiempo, pues en 1927 este se regresa a China. Lo curioso en todo el transcurso de
esos 7 años que Xiaoping estuvo fuera de su país, es que, no aprendió ninguno de los dos
idiomas de los dos países en los que estuvo[3]; se pasó la mayor parte del tiempo
estudiando obras de contenido marxista-leninista, lo cual demuestra que quería marcar la
diferencia dentro del partido comunista chino, al cual se uno en 1924. Luego de su regreso,
Deng participó en varias diligencias políticas junto con el partido en el que militaba, por
ejemplo, se mantuvo firme en la conocida como “la larga marcha” durante 1934-1935. En la
guerra contra Japón (1937-1945), Deng Xiaoping tuvo un rol característico, tenía el puesto
como comisario político del ejército; posteriormente en 1945 empezaba a ascender en

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cargos importantes, pues es así como en ese año ingresó al Comité Central del Partido
comunista.
En el libro “Deng Xiaoping: A revolutionary Life”, del historiador ruso Alexander V. Pantsov,
junto con otros autores, se recogen varios datos acerca de Deng Xiaoping, mencionando
que incluso este era un hombre reservado y de pocas palabras. En el capítulo 2, “El
maoísta”, hace referencia a la vida de Deng, en su regreso a China y su progreso político.
Cuando Mao tomó el poder y empezó la “caza” de opositores, Deng se mostró firme,
decidido y feroz; empezó a fulminar a todo supuesto contrarrevolucionario, es tanto así que
se menciona en libro, “[…] el presidente se sintió obligado a escribirle para explicarle que “si
matamos demasiados, perderemos la simpatía pública y surgirá una escasez de fuerza de
trabajo” ”(Pantsov & Levine, 2015). Apreciamos pues que Xiaoping no eran tan flexible que
digamos, igual era parte del partido Comunista y tenía una visión sangrienta – si era
necesario – con tal de cumplir los objetivos; en 1957 envió a más de medio millón de
personas hacia el “Gulag”, que eran como los campos de concentración para los opositores
en China.
Está claro que como miembro importante del PCCH, Deng tenía que apoyar toda decisión
que Mao – presidente del partido – tomara, es así como apoyó con “entusiasmo” uno de los
impulsos dados por Mao, “El Gran Salto hacia Adelante”; a propósito de dicho “entusiasmo”
está claro que Xiaoping era un comunista más, pero reformista. Nunca protestó contra el
radical maoísmo, salvo su crítica con la famosa frase “gato negro o gato blanco, poco
importa si caza ratones”, aunque él tenía bien en claro que el sistema radical aplicado en
China simplemente no funcionaba y solo llevaba al país a la miseria. Para los años sesenta,
Deng ya era secretario general del partido comunista chino, por eso, entre 1962 y 1965 tuvo
que arreglar la catástrofe económica que había dejado Mao durante su mandato, y en 1966
surge la “Revolución Cultural”. Durante este evento social, Deng Xiaoping fue denunciado,
acusado de practicar políticas capitalistas, lo que le costó su cargo y fue destituido en 1967,
enviado posteriormente a trabajar como obrero en una fábrica en 1970 [4]. Aun así, Frank
Diköter menciona que, “[…] el presidente protegió a Deng. A diferencia de muchos de sus
colegas, Deng rara vez fue sometido a sesiones de confrontación con los Guardia Rojos,
pero pasó muchos años en el campo, protegido de los caprichos de la Revolución Cultural”.
(Frank Diköter, 2015). Fue largo el tiempo que Deng Xiaoping permaneció fuera de la
influencia política, aunque siempre pegada a ella, y no es hasta 1973 que los llamados
“aperturistas”, rehabilitaron a Deng, convirtiéndose en Viceprimer ministro en ese año.
Curiosamente, en 1975, en el cargo de jefe del Estado mayor del Ejército de Liberación
Popular, Xiaoping tomó medidas algo extremas contra un grupo de musulmanes albergados
en Yunnan, asesinando a más de 1600 personas[5].

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Años después, al morir Mao Tse-Tung, el PPCH se divide en tres facciones, por un lado
tenemos a los continuistas, radicales y seguidores fieles al pensamiento de Mao, los
seguidores de Hua Guofeng – quien asume la presidencia en el PPCH – caracterizados por
ser uno de los dos grupos reformistas que se originaron con la fracción del PPCH, y los
seguidores de la reforma más extrema liderada por Deng Xiaoping, quien hace frente por el
partido, apoyado por todos[6]. No fue nada complicado para Deng el sobrepasar al sucesor
de Mao, Guofeng; y es así como Xiaoping se lanza a competir por la lucha del poder, con su
gran influencia y poder social, le da inicio a una nueva era en China, conocida como la era
de “La Reforma y Apertura”. Es aquí donde Xiaoping empieza con una serie de reformas
que llevarían a China a salir de la pobreza y llegar a su auge como la conocemos hoy.
Liberalizó la economía china, el mercado se expandió al extranjero, la inversión privada
empezó a llegar al país; el país supo aprovechar toda la mano de obra ansiosa de trabajar.
Fue apodado como “el arquitecto de las reformas económicas”, aunque muchos autores
intentan omitir este sobrenombre, un claro ejemplo es el libro: Deng Xiaoping: A
revolutionary Life.
Aunque Deng no era economista, era lo suficientemente inteligente como para saber que
era inevitable que se inicie una descolectivización, es por eso, por lo que dicho cambio en la
producción agrícola la permitió, pero supo cómo beneficiarse de ello para mantener al
Estado y al partido a flote.
Si bien es cierto, el cambio económico en China fue de muy gran ayuda y muy exitoso, con
Deng Xiaoping a la cabeza, aplicando políticas capitalistas y dándole libertades a la persona
para que desarrolle su autonomía y salir de la pobreza; dicho cambio no se aplicó al 100%
en todas las características de la política China, pues las reformas no llegar a lo social ni al
interior del país, al menos no por completo. Mantiene Deng aún la ideología socialista con la
que iniciaron en un principio, a fin de cuentas, era alguien de izquierda, y a pesar de todo el
cambio que realizó, Deng Xiaoping seguía siendo un dictador. Frank Diköter hace referencia
a lo mencionado por Fang Lizhi, un astrofísico y disidente, que expresó: “El rol de Deng
Xiaoping, cuando lo tuvo, fue impedir la difusión de las libertades”, se demuestra durante las
manifestaciones en la Plaza de Tiananmen, una fracción de la población China pedía
libertad y democracia, un cambio que Deng no estaba dispuesto a hacer; los percibió como
contrarrevolucionarios y en contra del Estado, así que envió al ejército, dando origen a una
masacre jamás vista originada por el mismo gobierno (Frank Diköter, 2015); sin duda alguna
Deng aprendió bastante de Mao, no importa cuanta sangre corra, mientras se mantenga el
poder, el control y se imponga la ideología.
Sin duda alguna, Deng Xiaoping fue un líder único en el momento indicado,
caracterizándose por ser alguien firme, decidido a todo, y con unos principios
inquebrantables. Dispuesto a todo por implantar el modelo de sociedad que él tenía en su

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visión. Un dictador, a fin de cuentas, con altibajos. La reforma económica que él aplicó en el
poder logró salvar a China. Muchas reformas pensadas; la principal fue el capitalismo
“moderado” que se implantó en 1979. Ahora bien, ¿en qué consistió realmente dicha
reforma económica que llevó a China a ser uno de los países más influyentes en el mundo y
manejando una gran parte de la economía mundial?

Liberación de la economía en la China comunista

Para poder comprender la situación que antecedió a las reformas de Deng Xiaoping,
debemos comenzar por definir qué es el comunismo. Según la Fundación MAPFRE (2020),
entendemos al comunismo como una ideología política, social y económica, la cual defiende
una organización social en la que no existan empresas privadas y desigualdad en las clases
sociales. En este modelo de gobierno, el Estado juega un rol fundamental, pues es el
encargado de repartir equitativamente todos los recursos obtenidos por el pueblo. Esto,
sobre el papel, es lo que define al comunismo.

Deng Xiaoping se encuentra con una China consumida casi en su mayoría por el
comunismo extremo ejercido bajo el mandato de Mao Zedong. En tiempos anteriores al
mandato de este, China era un país con una muy marcada desigualdad entre clases
sociales; siendo esta especialmente evidente cuando se hacía la diferenciación entre ricos y
pobres.

Como se menciona en el artículo “Maoísmo”: “Mao empleaba al pueblo principalmente

agrícola chino como base para la aplicación de sus ideas en la formación de un Estado más
descentralizado y necesitado de industrialización” (Galán, 2019). Sin embargo, Mao creía
que su ideología se debía implantar a cualquier costo y, con ello, consideraba que Pekín era
la única que podía decidir sobre los estados y decidir el futuro de todo, como cuánto
producir, cómo repartir lo producido, como distribuir a los trabajadores, etc.

Posteriormente se dieron una serie de campañas como la “campaña de las 100 flores” que
promovía la libre expresión de las críticas contra el régimen de Mao Zedong. Otra campaña,
llamada “campaña anti - derechistas'', se basaba en que cualquier disidencia era un peligro
que debía ser eliminado y erradicado.

Las ideas “revolucionarias” que tenía Mao Zedong resultaban peligrosas, pues una persona
con tanto poder y con tanta obstinación podrían traer graves consecuencias y, de hecho, lo
hicieron; tales como la muerte de 70 millones de personas por hambruna, persecución

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políticas y pobreza extrema, debido al régimen que Mao Zedong impuso. Las muertes por
hambruna fueron ocasionadas porque supusieron que los gorriones estaban comiéndose el
grano y, por lo tanto, se tuvo que exterminar a más de 1000 millones de gorriones. Este
exterminio dio lugar a sucesivas plagas que comenzaron a afectar al cultivo de los
trabajadores, llevando a las muertes por inanición y pobreza extrema (Academia Play,
2021).

Mao intentó también, implementar un proyecto llamado “El gran salto adelante”, este se
basaba en que Mao Zedong deseaba convertir China en un exportador principal de hierro y
acero mundialmente, con esto lo que se buscaba era el crecimiento económico de China.
Los campesinos fueron los que comenzaron a hacer la producción masiva de estos
recursos, con una tasa de ingreso muy baja, esto lo que generó fue hambruna y desastres.
Es por ello que se intentó capacitar a personas en las ciudades, jóvenes y profesionales.
Pero el problema radica en que la calidad del hierro que producía China no era tan buena y
eficiente en comparación con la de otros productores a nivel mundial. Esto resultó en un
malgasto de tiempo y dinero.

A esto se le llamó Revolución Cultural, la cual fue, también, un hecho sociopolítico en el que
se basaba en eliminar la cultura capitalista y las tradiciones chinas. Debido a esto, Mao
comenzó a perseguir a los líderes políticos que se le oponían. En el gobierno se instauró un
grupo de jóvenes violentos llamado “La Guardia Roja”. Ellos se dedicaban a humillar
públicamente a sus detractores, apresándolos y obligándolos a hacer trabajos forzados en
el mejor de los casos, y siendo ejecutados en el peor de ellos, según indica Etecé (2020).
También, como parte de su Revolución, demonizó las viejas costumbres, los viejos hábitos,
las ideas tradicionales y la antigua cultura. Toda idea relacionada con estas debía ser
eliminada y sustituída por las ideas de Mao. Se trataba de borrar todo lo antiguo para
establecer lo nuevo, cimentando así un nuevo sistema moral, de lo que estaba bien y lo que
estaba mal.

Sin embargo, esta política de Mao fracasó debido a que, como ya fue mencionado, sus
reformas en el sector agrícola fracasaron y tuvieron una pésima gestión, lo cual generó
hambruna en el sector del campesinado que mató a un aproximado de 30 millones de
personas considerada como el mayor fracaso económico del mundo según Lima (2019).
También deseaba eliminar las jerarquías, pero quedando, a su vez, por encima de todos.
Tenía en mente una suerte de pirámide con una cima muy angosta donde únicamente
estaba él, y una base gigantesca donde se ubicaba todo el resto de personas de su país.

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Podemos dividir el gobierno chino de Mao hasta el momento de su muerte en cinco etapas,
según una investigación de Figueroa (s.f.). La primera es la llamada etapa de
reconstrucción, en la que con el nuevo régimen inicia una época de modernización social,
sin embargo, también existió un sistema autoritario con las bases del modelo soviético, con
una economía liberal. La segunda etapa buscó industrializar el país y se produjo una ruptura
entre lo chino y lo soviético. En la tercera etapa se planteó un arreglo en las políticas
económicas. En la cuarta etapa se da un aumento en la economía de china y en la quinta y
última etapa, con la muerte de Mao, comienza una lucha por la sucesión del poder.

Por lo que luego de la muerte de Mao Zedong en 1976 se dieron 3 grupos reformistas, los
radicales dirigidos por Jian Qing, que fue la viuda de Mao, los reformistas moderados
liderados por Hua Guofeng y los reformistas más extremos liderados por Deng Xiaoping. En
1978 fue el bando reformista de Deng Xiaoping quienes finalmente se quedaron con el
poder. El planteaba que había que había que dejar de lado toda la ideología que había
hecho mucho daño a china, también Deng Xiaoping creía que se debía apostar por la
modernización a esto le llamaron “reforma y Apertura''.

China era, fundamentalmente, un país de campesinos y con la reforma agraria que trajo
Deng Xiaoping se sustituyó el modelo de explotación familiar convencional. Esto significó
que las personas podían ahora decidir sobre sus tierras y cómo trabajarlas, ya fuera
cultivando el alimento que ellos quisieran, las inversiones que debían hacer o las
herramientas a utilizar. En el gobierno de Mao, todas estas disposiciones eran decididas por
el gobierno. También se iniciaron políticas de libre comercio, donde los campesinos ya no
se veían obligados a vender su producto únicamente al Estado, sino que podían poner sus
productos en el mercado y al precio de su elección.

Como menciona en el artículo “70 años del triunfo del comunismo: cómo China pasó de ser
un país pobre y rural a una superpotencia mundial”, “Esto significó una mejoría en el estilo
de vida de los campesinos pues, según cifras oficiales, se logró sacar de la pobreza a 740
millones de personas” según BBC News Mundo (2018) . Gracias a esto, se fomentó,
también, la migración de mano de obra a las grandes y pequeñas ciudades. Se aplicó una
política parecida con las empresas, al pasar la toma de decisiones económicas de los
ministerios a las propias empresas públicas. Además, se legalizaron las empresas privadas
que comenzaron a tener competencia con las empresas públicas. China, antes de la llegada
de Deng Xiaoping, tenía prohibido el comercio exterior. Resultaba un gran problema por la
insuficiencia que tiene un país para producir todos los bienes necesarios en su territorio. Por

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este motivo, China tuvo muchos problemas. Además de una mala gestión de los recursos,
estaban las trabas en las políticas respecto al comercio con el exterior.

China Debido a las políticas implantadas por Mao como la expropiación de los bienes y los
impuestos que se les impuso a las personas de altos recursos y el pensamiento de impulsar
el consumo de los productos nacionales, dejó a china en una situación de pobreza, sin
capital ni tecnología. Para solucionar esto Deng Xiaoping implantó a modo de casi un
experimento las llamadas “Zonas económicas especiales”, ya que China tenía mucha mano
de obra dispuesta a trabajar en mejores condiciones que las del campo. Estas zonas eran
básicamente lugares donde el comunismo dejaba de funcionar, en estas zonas las
empresas extranjeras eran libres de construir e invertir en sus instalaciones, en estos
lugares las empresas poseían bajos impuestos, poca intervención por parte de organismos
estatales o funcionarios públicos, la idea con esto era llevar a china tecnología, capital y
trabajo según (VisualPolitik, 2018).

Después de la muerte de Mao, algunas regiones no estaban de acuerdo con lo que se

proponía por parte del estado, debido a esto se rebelaron y decidieron poner a funcionar por
su cuenta el sistema de explotación familiar. Además, después de la muerte de Mao
muchos jóvenes que tuvieron que ir al campo a trabajar, regresaron a las ciudades y se
vieron sin trabajo, por lo que empezaron a surgir tiendas privadas, lo que ayudó a acabar
con el monopolio comercial del estado.

En conclusión, Cuando Mao Zedong se hizo con el poder en china, implantó el comunismo
pero con ligeras modificaciones debido a que él veía una desigualdad muy marcada, intentó
aplicar ciertas políticas de mercado que no fueron las más adecuadas para el desarrollo de
china, provocando así una serie de tragedias, en las que se vieron involucradas la vida de
millones de personas. Tomando como ejemplo lo mencionado anteriormente acerca de los
gorriones o las persecusiones políticas.

Hasta la consecución del poder de Deng Xiaoping, quien después de la muerte de Mao
Zedong implantó una serie de reformas con el fin de liberar la economía en china, con el fin
de capitalizar hasta cierto punto a China. Esto lo consiguió implantando políticas como la
política de libre comercio en la que las personas ya no se veían obligadas a vender sus
productos al estado. También las llamadas Zonas económicas especiales las cuales eran
espacios destinados para empresas con bajos aranceles e impuestos para fomentar la
inversión extranjera, además de brindar trabajo a las personas.

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Análisis de la liberación de la economía en la China comunista

En el año 1978 Xiaoping llega al poder y se realiza un acercamiento con Estados Unidos,
dando inicio a la ruptura de las doctrinas de Mao. En primer principio, emite los circuitos
comerciales y financieros internacionales. También, un año después empieza los “Cuatros
Principios Cardinales”, que son más reglas que tenía que seguir; China debía continuar en
la senda de la vía socialista, la dictadura del proletariado, el liderazgo del partido, y el
marxismo- leninismo unido al Pensamiento de Mao(D´Alessandro, Sofía, 2021).

La reconstrucción económica empieza enfocados a la “modernización socialista”. En la cual

era absolutamente necesaria la cooperación internacional, las inversiones del extranjero y
las transferencias de tecnología. Gracias a ello podemos identificar las innovaciones
realizadas por Deng Xiaoping, que consiste en “Las Cuatro Modernizaciones”: Agricultura,
Industria,Ciencia y Tecnología y por último el Ejército. Siguiendo el orden de las
modernizaciones: en cuanto a la agricultura: Se anula el proceso de colectivización y ahora
se permite la propiedad individual familiar. Si bien es cierto, el Estado continuaba siendo el
propietario de la tierra, pero la explotación pasó a los obreros, la cual aumentó la
productividad. El dueño de la propiedad entregaba cierta parte preestablecida al Estado, y
con el resto el propietario podría comerciar en el incipiente mercado libre para así obtener y
gozar de ingresos más elevados. Incluso, se permitía realizar subcontratos de tierras ajenas
empezando un cierto número de trabajadores que fue renovando con el tiempo. En cuanto a
“industria”, se desregularizar de ciertas normas para darle un aumento a la producción
energética, con el fin de mejorar el transporte y, también, incrementar las
telecomunicaciones para así poder agilizar las relaciones económicas internas y, por
consecuencia, también, las exteriores, arriesgándose por el desarrollo de la industria que
estaba ligeramente orientada a la exportación basándose en el principio de “puertas
abiertas”. Continuando con la tercera modernización, “Ciencia y Tecnología”, la cual es un
poco más corta a comparación a sus demás modernizaciones. Empezando por fomentar los
trabajos científicos y tecnológicos, así como la construcción de instituciones que se dedican

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a la investigación. Esta estimulación generó un aumento e hizo más fértil la eficacia de la
economía nacional. Última, pero no por ello la menos importante, modernización del
“Ejército”. La finalidad principal que se le dio a esta área fue de la preparación de personal
calificado, así como la modernización tecnológica y , también, armamentística mediante los
desarrollos tecnológicos previamente logrados. Después de estos acontecimientos, China
comienza a ser más abierta a ideas y prácticas reformistas. Refuerza relaciones y, también,
reanudar relaciones con la URSS y firmar acuerdos de comercio con Estados Unidos.
Formando así un vínculo con las dos potencias mundiales. En consecuencia, la primacía de
la ideología maoísta fue siendo reemplazada.

Deng Xiaoping creó una estrategia que fue aplicada en China durante los últimos 30, la
fórmula contiene tres ingredientes fundamentales: los políticos, los económicos y los
internacionales. Dicha fórmula fue aplicada después de ser el poseedor del poder a finales
de 1978. También, con el pasar del tiempo, sus propios sucesores fueron refinando lo
planteado por Deng Xiaoping. (HERFER, 2016).

Deng Xiaoping junto a Zhao Ziyang llevarían a China por un camino donde contaban con un
“Socialismo de Mercado” o de “Características Chinas” mediante un proceso de
implementación de una serie de reformas estructurales de apertura tanto económica como
cultural, y también, política. La dirección política del PCCh y una introducción economía al
mercado. Dando así paso a una apertura, la cual se fue formando de manera gradual y en
estrecha relación con el interés nacional, encargado según indicaciones de Deng Xiaoping
para el PCCh. Dicho de otra forma, China aplicó lo que no había hecho 40 años atrás, lo
cual es adaptar recomendaciones de política a sus propias circunstancias culturales,
culturales, sociales y políticas. Finalmente, el Partido Comunista ayudaría a mantener y
direccionar a China hacía la dirección de desarrollo. China logró convertirse en
desarrollador y excelente comercializador de artículos de alta tecnología, logrando así una
escala en la cadena de productividad. El capital extranjero invirtió en China para
beneficiarse de la baratura del trabajo y del mercado pujante para no quedarse fuera del
negocio de una magnitud histórica. (Treacy, M. pág 170, 2020)

En el siglo XIX China entró a un periodo de subdesarrollo económico y decadencia desde

1950 hasta 1976. Tras la creación de la República Popular China que fue liderada por Mao
Zedong, se logró restablecer el poder que ha sido disputado por muchas regiones durante
muchísimo tiempo. Sin embargo, Mao aún no poseía el control total del gobierno y por
consiguiente impulsó muchísimas campañas para ganar credibilidad y apoyo como La
campaña de las cien flores y entre estos el proyecto más ambicioso e importante de su

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gobierno, El Gran Salto Adelante. Este tenía como objetivo convertir la industria y la
agricultura china en la más poderosa e intocable, volviéndose modelo a seguir para muchas
naciones comunistas. Lamentablemente, esta decisión fue errada ya que se perdieron
enormes cantidades de producción agrícola y esto trajo como consecuencia una hambruna
que acabó con la vida de más de 40 millones de pobladores. Tras esto, la República
Popular China perdió credibilidad y poder. Zedong fue sustituído por Liu Shaoqui, quien
recibió ayuda de Deng Xiaoping y así emprendieron la misión de impulsar el crecimiento
económico de China y así poder sobrepasar los tiempos de crisis. Para esto Xiaoping utilizó
reformas capitalistas que prometían un cambio favorable en la economía del país, pero esto
no fue bien visto porque ignoraba por completo la esencia del comunismo. Mao interpretó
esto como un acto de traición y con su enorme influencia en su gente, decidió hacer
movimientos que terminaron castigando a aquellos que tuvieran una forma diferente de
pensar, ignorando por completo la esencia del comunismo. Shaoqui y Xiaoping fueron
destituidos y así fue el primer fracaso de ambos. Posteriormente Shaoqui fallece y Xiaoping
fue aprehendido y se le encomendó la tarea de manejar las relaciones entre China y el
exterior. Más adelante, tras la muerte de Mao y la decadencia del gobierno de Hua Goleng,
Xiaoping ascendió al poder gracias a sus ideas que se consideraban innovadoras y
capaces, ya que hizo que el partido comunista chino viera una oportunidad de prosperidad
en él, apostando el futuro del país en sus ideologías que ya no se verán afectadas por el
pensamiento de Mao.

En la filosofía de Xiaoping se prioriza más los resultados que los mismos medios en sí, por
el cual reformó la economía, para esto aprendieron de otras naciones como Estados Unidos
y la unión europea sobre las novedades en la tecnología y economía, motivo por el cual se
optaron por utilizar medidas capitalistas. Además, hubo una liberalización de la economía,
esto permite que se pueda recibir capital extranjero, esto abrió muchas puertas, ya que
China se volvió una mira para las inversiones extranjeras. En adición, se implementó un
sistema que premiaba a los campesinos con algunas comisiones después de pagar por
completo los bonos que debían pagar al estado, esto los motivó a seguir produciendo,
aumentando drásticamente el comercio de la agricultura en el país ya que hubo una mayor
variedad de productos y enormes cantidades a la espera de ser vendidos. También se
crearon zonas especiales dentro del territorio chino, donde se les facilitaba el ingreso del
capital extranjero y el establecimiento de nuevas empresas, todo esto con el fin de
aprovechar al máximo la mano de obra barata en China. Por ejemplo, el sueldo de un
trabajador norteamericano oscilaba entre los 30 y 40 dólares, mientras que los chinos
podían trabajar tanto como puedan solo para conseguir un plato de arroz.

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En el aspecto político, Xiaoping estableció amistades con naciones extranjeras y motivó a
su gente a aprender de ellos, para esto se les financiaba a los pobladores los estudios en el
extranjero, para que puedan aprender lo máximo posible sobre las grandes empresas, como
hacer negocios, nuevas tecnologías, desarrollo sostenible, etc. Pero esto solo fue el
comienzo del legado que dejó Deng Xiaoping. Una vez fallecido, fue una fuente de
inspiración para nuevos líderes que estaban dispuestos a ponerse en los hombros a una
China que estaba por buen camino para recuperarse de la crisis económica. Gracias a esto,
en la actualidad China se volvió el más grande fabricador y exportador convirtiéndose en
una potencia mundial.

El “milagro chino” no está libre de tensiones y contradicciones. Es más, con dicha

modernización de la economía china se terminó delimitando la seguridad de empleo y,
también, de las prestaciones sociales. También, se agudizó la desigualdad social en el
campo, en la ciudad, residentes y en migrantes rurales sin permiso a la residencia.
Inclusive, la contaminación ambiental fue siendo una realidad imposible de ignorar.
Finalmente, el Partido Chino, lejos de lograr una democratización de sus estructuras,
continúa ejercitando su control ante la población. Dando, así una condición a la libertad
política, religiosa, sindical y, también, de prensa. (Treacy, M. pág 176, 2020)

El rol de Deng Xiaoping en la liberalización de la economía china

Deng Xiaoping nunca ocupó el cargo de presidente de China ni de Secretario General del
Partido Comunista Chino. Sin embargo, desde 1977 hasta sus últimos días, fue la persona
más influyente de la política china y hasta 1992, el líder de facto. Hua Guofeng, el que era el
designado para ser el sucesor de Mao, tenía una visión de la economía bastante fiel a la
maoísta. Su lema era seguir “todas las políticas que Mao realizó y todas las instrucciones
que Mao dió”. Por otro lado, Deng poco a poco había ido formando una visión más
pragmática de la política y, tras la muerte de Mao, alzó su voz para difundir sus ideas de
reforma. En septiembre de 1978, y con miras en la Conferencia de Trabajo del Partido
Central que se daría ese otoño, inició una gira por diversas regiones de China que, según
Hu Yaobang, resultaría clave para convencer a los líderes locales y a la población de sus
ideas, además de consolidar su autoridad y liderazgo(Vogel, pp. 494-495). Alrededor de
esta época también publicó un artículo titulado “La práctica es el único criterio para juzgar la
verdad” y, a pesar de que no atacaba a Hua directamente, criticaba duramente la doctrina
de los “Dos Todos” en favor de un enfoque pragmático. Así, y apoyado por los evidentes
desastres de la Revolución Cultural, Deng empezó a crear un clima crítico entre los
dirigentes comunistas con el status quo. Esto llegaría a su clímax en la mencionada
conferencia, pues diversos políticos con autoridad y prestigio dentro del Partido criticaron

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duramente los “Dos Todos”, a Hua Guofeng y abogaron en favor del pragmatismo. En la
práctica, este evento sirvió para consagrar a Deng como líder, por más que Hua conservase
formalmente sus puestos, y garantizó que China tuviese un giro que la sacaría de la
pobreza.

En realidad, ya desde 1964, el entonces primer ministro Zhou Enlai empezaba a formular la
que sería conocida como la política de las “Cuatro Modernizaciones”. Lo volvería a hacer en
1975, con la Revolución Cultural totalmente desacreditada(Bregolat, p.16). Deng Xiaoping
tomaría como base estas ideas para enunciar su política de “Reforma económica y apertura
al mundo exterior” durante el tercer pleno del XI Comité Central del PCCh en 1978. Incluso
diría que “El objetivo principal de todo el trabajo del Partido son las Cuatro Modernizaciones,
nuestra nueva Gran Marcha”(Deng en Bregolat, p. 16). Lo que realmente lo distinguió fue su
manera inteligente de aplicar las reformas que tenía en mente. Por la propia naturaleza de
la empresa, esta resultaba susceptible a constantes críticas y ataques dentro del Partido
que la ponían en peligro. Deng Xiaoping escribió que:

It’s not easy to rectify the “Left” thinking that has prevailed for several decades.(...) Nostalgics
exist because old habits of thinking tend to reassert themselves. At the same time we have
also encountered interference from the Right. Certain individuals, pretending to support the
reform and the open policy, call for total westernization of China in an attempt to lead the
country towards capitalism. If China were totally westernized and went capitalist, it would be
impossible for us to modernize(...) China’s modernization can be achieved only through
socialism, not capitalism(…) There has been interference from both the Right and the “Left”,
the “Left” interference being more dangerous. That’s because people have got accustomed to
“Left” thinking, and it’s not easy to change their ideology. As for some of our young people,
they should be on their guard against Right thinking, especially because they are not clear
what capitalism and socialism are. So we have to educate them about these things. (Deng,
pp. 183-184)

La estabilidad política resultaba de vital importancia para el éxito de las reformas. No solo
por un carácter ideológico, sino en un sentido práctico. Como menciona, sentía que el
programa de cambios peligraba más por el lado de la izquierda dura, pues era un
pensamiento más arraigado en su sociedad y “los nostálgicos” tenían un considerable poder
político. En función de ello, desarrolló los que vendrían a ser conocidos como “los Cuatro
Principios”: El camino socialista, la dictadura del pueblo, el liderazgo del PCCh y el
pensamiento marxista-leninista-maoísta(Bregolat 2015, p. 16). Con esto, se buscaba reducir
las fricciones con el ala dura maoísta y mantener un control sobre ellos. Incluso, según
menciona Bregolat, hubo tres ocasiones en las que las reformas económicas se frenaron en

12
favor de trabajar en la estabilidad política: durante la campaña contra la “muralla de la
democracia” en 1978, en la campaña contra la “contaminación espiritual” en 1983 y
finalmente en 1987 en un contexto de críticas al liberalismo burgués(pp. 17-18). A la par, en
el aspecto teórico desarrolló el concepto de “socialismo con características chinas”, en el
cual tomó conceptos marxistas, leninistas y maoístas para definir su camino como la
búsqueda del desarrollo de las fuerzas de producción(Bregolat 2015, p. 23-24). Este
aspecto ideológico resultaría clave para la legitimidad de sus propuestas y la formación de
los futuros actores políticos.

Este delicado equilibrio entre estabilidad política y reformas económicas también fue
considerado al momento de la aplicación de las mismas. El especialista en China, Andrew J.
Nathan considera que el orden en que se aplicaron los cambios jugó un papel clave en el
balance de la situación. Resalta la decisión de enfocarse en los aspectos económicos y
posponer posibles reformas políticas, así como empezar por aquellas que resultaban de
menor riesgo (Nathan en Andrabi 2014, p. 100). Por ejemplo, Deng empezó la reforma
agrícola en el mundo rural con la introducción del “sistema de responsabilidad familiar”, que
contrastó con las tierras gestionadas por el Estado. Esta medida ya había sido intentada por
las comunas de la región de Anhui en 1962, pero fue prohibida en su momento por las
autoridades. Ahora, con respaldo oficial, iniciar por el sector colectivo brindó tres beneficios:
enseñarle a los civiles y a los altos mandos que los sectores reformados eran más efectivos
que los manejados por el Estado, generar una almohada económica para el desempleo que
se iba a generar una vez que la reforma se extendiese, y motivar los cambios en la
administración debido a la competencia que representaba el sector no estatal (Wu Jinglian
en Bregolat 2015, p. 31). Asimismo, al aperturar el país chino al mercado mundial, empezó
por aquellas zonas que tenían altas probabilidades de encontrar éxito en el comercio
marítimo, es decir, con zonas costeras específicas(Hussain 2014, p. 100). Todo lo
mencionado fue acompañado de un gradualismo en la transición de la planificación
económica estatal al “socialismo con características chinas”, que implicaba una economía
de mercado. Hussain indica que China logró llevar a cabo a un ritmo adecuado las
innovaciones institucionales, como los cambios en las estructuras de las empresa públicas y
las condiciones laborales del sector público, y los experimentos regionales, como las Zonas
Económicas Especiales(p. 100). Esta cuidadosa manera de aplicarse evitó complicaciones
económicas y brindó un crecimiento tangible y controlado.

Para el éxito de la economía china, Deng consideraba como pilar esencial el observar y
aprender del mundo exterior. Admiraba lo logrado por Lee Kuan Yew, dictador de Singapur
que había convertido a esta en una superpotencia económica. La manera en la que había

13
aplicado políticas de crecimiento económico, emprendimiento e incluso control político
resultaba atractiva para los diversos líderes comunistas. Así, bajo el mando de Deng, el
PCCh envió más de 22,000 oficiales a Singapur a que estudiaran sus métodos. Situación
similar ocurrió con los Estados Unidos cuando les hizo expreso su deseo de enviar
estudiantes chinos a las universidades americanas (Vogel, p. 619). También buscó
participar en el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas lo que jugó un papel
relevante en aumentar la expertis de los técnicos y profesionales chinos, pues les permitió
interactuar con la comunidad académica internacional, trabajar con equipos científicos
modernos y aprender diversas metodologías(Andrabi 2014, p. 97). Con todo ello, el capital
humano para llevar a cabo las reformas se iba reforzando y cubriendo las brechas
generadas por el aislamiento de las últimas décadas.

En esa línea, Deng implantó una cultura de meritocracia en el Partido Comunista Chino.
Como menciona Vogel, en la época de Mao se valoraba más la lealtad a su figura que los
certificados de capacidad o de educación. Por el contrario, Deng promovió un sistema
educativo altamente competitivo que iba desde los niveles de educación básica hasta la
universitaria(pp. 1366-1367). De manera evidente, se buscó extender este principio a la
selección de oficiales y puestos de administración. Le resultaba de especial relevancia tener
gente capacitada en las diversas regiones, ya que Deng descentralizó el poder de decisión
total que tenía el Partido. Se brindó un mayor grado de autonomía a los líderes locales para
que tomen decisiones rápidas y adecuadas, aunque ello no implicaba que pudiesen ir contra
las políticas generales(Andrabi, p. 102-103).

Finalmente, otro momento clave para el futuro de China se vivió en 1989. En este año
ocurrieron una serie de revueltas conocidas como las Protestas de la Plaza de Tiananmen.
Este evento, que involucró reclamos económicos, pero también políticos de índole liberal,
volvió inestable el panorama político de China. En el plano internacional, la caída del
comunismo en los países de Europa del Este y la evidente crisis en la URSS desatada por
la Perestroika generó que muchos miembros del PCCh empezaran a cuestionar si se
estaban desviando ideológicamente por las reformas económicas y causaron alarma por la
integridad política socialista. Ante esta situación, Deng Xiaoping se convenció de que las
reformas económicas debían intensificarse para evitar el desenlace de la Unión Soviética .
Esta idea la divulgó en diversos viajes que realizó en enero de 1992 a diversas zonas en
desarrollo en las zonas centrales y sureñas de China. Así, se vio nuevamente en la
necesidad de combatir ideológicamente a las partes más conservadoras del Partido,
quienes ya planteaban un retroceso en cuanto a lo económico se refiere(Bregolat , p. 46). Si

14
las alarmas por una posible inestabilidad política hubieran primado en este desencuentro, la
historia de China no sería como la conocemos.

Afortunadamente para ellos, no resultó así y en el XIV Congreso del Partido Comunista
Chino, en octubre de 1992, se aceptó el punto de vista de Deng Xiaoping y confirmó la meta
de reemplazar la economía planificada por una economía de mercado socialista. El Comité
Central implementó las decisiones del Congreso en noviembre de 1993.

Implicancias en la actualidad de la liberación de la economía en la China comunista

La reforma de China, formalmente dicha, surge en el año 1978, conduciendo a este país a
un cambio radical de su rumbo económico, lo cual puede ser considerado como la mayor
revolución económica de la historia de la humanidad al haber permitido en un período de
tiempo tan corto, de cuarenta años, un cambio tan drástico en las condiciones económicas
de vida de los pobladores chinos.

Esta reforma está estrechamente relacionada a la figura de Deng Xiaoping que se convirtió
en el líder máximo de China después de la muerte de Mao Tse-Tung, dando un giro hacia el
nacionalismo, reemplazando así al marxismo, cambiando el antiguo lema de “Los
comunistas vencerán en todo el mundo” por uno nuevo “El siglo XXI será de China” (Lizhi,
1997). Deng reformó el poder político en el país asiático, pasando de ser gobernado por un
solo hombre como Mao, a ser gobernado por un grupo de hombres con pasados muy
cuestionados.

Deng, al igual que su antecesor, sentía poca simpatía por el imperio de la ley, ya que creía
que podría limitar su poder. Incluso, cuando en 1989 se anunció formalmente su "retiro",
permaneció en la cúspide del poder sin tener que dar cuentas a nadie.

Uno de los objetivos de Deng Xiaoping fue el crecimiento económico de China, para lo cual
adoptó dos reformas importantes. En primer lugar, se genera la liberación del sistema
económico, fortaleciendo las fuerzas del mercado, como por ejemplo, la autonomía de los
agentes económicos y la propiedad privada. Cabe señalar que China, en el campo
económico era absolutamente socialista hasta finales de la década de los setenta,
evolucionando su modelo económico hacia una economía donde el mercado tiene un
creciente protagonismo, aunque manteniendo el intervencionismo en sus empresas
estatales, según lo indica Fanjul (2018). En segundo lugar, se permite una apertura al
exterior, especialmente hacia países capitalistas desarrollados, poseedores de tecnologías

15
avanzadas, con la finalidad de captar inversiones extranjeras que contribuyan a aumentar la
productividad y los nuevos métodos de gestión. La apertura de China hacia el exterior, es
probablemente el cambio más significativo porque rompe la tendencia que China ha querido
mantener durante mucho tiempo.

Estas reformas en el ámbito económico tuvieron como resultado un crecimiento sin

precedentes. Durante 40 años la economía china ha crecido a una tasa media anual del
10%, convirtiéndose en la segunda economía del mundo, trayendo como consecuencia que
haya mejorado también significativamente el nivel de vida de la población, como lo
manifiesta Fanjul (2018). Según estimaciones de Hart-Davis (2010), si China continuaba
con la mencionada tasa de crecimiento, en el año 2030, llegaría a superar a Estados
Unidos, convirtiéndose en la economía más grande del mundo.

Una forma que tuvo China para extender su influencia en el mundo y al mismo tiempo
sumar apoyo político fue a través de préstamos de dinero, principalmente a países del
África y América Latina, en el caso de esta segunda región, desde el 2007 China ha venido
financiando a países considerados como estratégicos por sus recursos energéticos, tales
como Ecuador, Argentina, Venezuela, Brasil y Perú, entre otros, por un monto cercano a los
140.000 millones de dólares, según lo indica Moreno (2022). Una de las condiciones de
estos préstamos era el pago con recursos naturales, como petróleo y minerales, así como
mediante contratos con empresas chinas para facilitar su aterrizaje en los países. Después
de 14 años, en medio de varios casos de corrupción e incumplimientos, estos créditos han
entrado en pausa, enfocándose ahora en financiar las empresas con presencia en
Latinoamérica.

Han pasado 44 años desde que Deng Xiaoping desarrolló en China el periodo llamado
“reforma y apertura general” que la transformó de una nación pobre y rural a una emergente
potencia mundial. En el último congreso nacional del Partido Comunista Chino, desarrollado
en octubre del presente año, el gobernante de turno Xi Jinping, según analistas políticos,
terminó con la era emprendida por Deng Xiaoping, ya que se están priorizando planes
basados en el control y seguridad, al margen de lo económico, buscando restaurar antiguas
políticas maoístas. Esta decisión de preferir la seguridad por encima de la prosperidad
económica, traerán consecuencias globales debido a la influencia que China tiene
actualmente y como socio comercial de muchos países emergentes, una desaceleración
prolongada en China puede significar la recesión global y muchos países compartirán el
problema.

16
Otro de los factores que obstaculizan el crecimiento económico chino son las tensiones
comerciales que enfrentan con Estados Unidos y las principales economías mundiales, de
acuerdo como lo explica Tewari (2022). Todo esto está sucediendo en un momento en que
hay mucho en juego para el presidente Xi Jinping, ya que luego de obtener su tercer
mandato sin precedentes, necesita asegurar que sus políticas y propuestas económicas
tienen el propósito de recuperar el crecimiento de la economía de su país.

La economía China actualmente está enfrentando una crisis compleja debido a su

ralentización drástica, al colapso del sector inmobiliario y al desempleo récord de jóvenes.
Estos problemas se han ido agudizando debido a los controles de Covid y la campaña de
“prosperidad común” implementada por Xi para reducir la desigualdad y controlar el
comportamiento monopólico de las grandes empresas tecnológicas a través de medidas
estrictas regulatorias que alarmaron a los inversionistas y provocaron millonarias pérdidas
en las compañías más innovadoras de China.

Una muestra más de la apertura y expansión económica China con el Perú es el hecho de
que en poco tiempo se ha convertido en el principal socio comercial, además de incluirlo en
“la Nueva Ruta de la Seda”, que se materializa en grandes obras de infraestructura, tales
como el mega puerto de Chancay, en el norte de Lima, y el proyecto del tren que unirá a
Perú con Brasil, que buscan reducir los tiempos y costo de sus productos importados en la
región, así como de la materia prima importada por China. Según indica BBC News Mundo
(2019), estos proyectos representan un preocupante aumento de la influencia geopolítica y
estratégica, además de un endeudamiento del país.

Si bien, la obra de Deng Xiaoping se la juzga casi unánimemente desde el punto de vista
económico, se obvia el precio que ha representado dicha prosperidad desde el ámbito
social para el pueblo chino, reflejado en la falta de libertades, represiones militares violentas
de manifestaciones pacíficas, así como el encarcelamiento de miles de prisioneros políticos.
Como explica Lowe (2005), lo ocurrido en la Plaza de Tiananmen en 1989 con las protestas
de los estudiantes chinos que reclamaban reformas políticas, democracia y el fin de la
corrupción del Partido Comunista que los gobernaba, produciéndose una condenable
represión que trajo como consecuencia la muerte de entre mil quinientos y tres mil
estudiantes, así como el arresto y ejecución de incontables líderes estudiantiles.

El gobierno chino, apostó por la estabilidad de un país en base al crecimiento económico, lo

que para algunos analistas optimistas es el preludio inevitable, en un mundo cada vez más
globalizado y sin barreras, al surgimiento de una sociedad estable y democrática. El auge
económico experimentado por la nación, propició, de alguna forma, legitimidad al régimen

17
de Deng Xiaoping, por tener resultados palpables o visibles frente a la situación económica
que atravesaba China, como rezago de las políticas aplicadas por Mao. Sin embargo, el
disidente del Partido Comunista Chino, Fang Lizhi, argumenta que la historia nos ha
enseñado, con la experiencia de Japón y Alemania en el siglo pasado: “que el nacionalismo
combinado con el desarrollo económico conduce al caos y al conflicto tanto en el interior como en el
exterior” (1997). Es decir, no es suficiente un bienestar material si es que este no va a la par
con el ejercicio de los derechos de cualquier ciudadano, especialmente el de la libertad.
Principio que no se reformó con Deng, graficado en la frase: “La pobreza no es socialismo. Ser
rico es glorioso” (Xiaoping, 1979).

Teniendo en cuenta esto, es necesario considerar que el legado de Deng Xiaoping sigue
vigente en el régimen de gobierno chino debido a su gran impacto en la política económica
del país y ya que no existen libertades para los habitantes chinos. Evidenciándose
últimamente, por los controles estrictos de la población frente a la pandemia por Covid 19,
donde se muestran conductas autoritarias y libertades limitadas.

18
Apéndice:

[1]
Ministerio de asuntos exteriores y de cooperación España. (2022). FICHA PAÍS China República
Popular de China– Situación Política (p. 2). España: Ministerio de asuntos exteriores y de
cooperación

[2]
Reseña del libro de Alexander V. Pantsov y Steven I. Levine, Deng Xiaoping: A Revolutionary Life.
Oxford University Press, 610 pp.
[3]
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[4]
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[5]
Pantsov, A. & Levine, S. I. (2015). Deng Xiaoping: A Revolutionary Life. Oxford University Press.

[6]
VisualPolitk. (2018)

19
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