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Comentario general sobre el artículo 7

Aluna : Nieves Llacctarimay Palacios 2H

Artículo 7
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley.
Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.
Comentario:
El derecho a la igualdad ante los tribunales y cortes de justicia y a un juicio imparcial es un
elemento fundamental de la protección de los derechos humanos y sirve de medio procesal
para salvaguardar el imperio de la ley. es de naturaleza particularmente compleja y en él se
combinan diversas garantías con diferentes ámbitos de aplicación.
En la actualidad, el tema de la protección de los datos personales en lo concerniente a la
salud y su ulterior consideración como datos sensibles, hace que lo concibamos no como
una especie de “patito feo” en el mundo de la teoría de la protección de datos, sino en todo
caso como la salvaguarda y esperanza posible de un mayor acercamiento a un campo digno
de especial consideración como éste, que el presente artículo titula.
De forma ejemplificativa, la situación mencionada se enmarca dentro de los datos
personales de la salud de las personas físicas con la proliferación de clínicas especializadas
en el campo científico de la cirugía estética y demás cuestiones análogas, como puede ser el
caso de una consultora determinada que representa a uno de estos centros privados; pues
bien, una cuestión en modo alguno carente de relevancia práctica como es la posibilidad de
incluir los datos estéticos a la categoría de datos personales relativos a la salud.
La primera idea que se nos puede venir a la cabeza es un no rotundo: nada tiene que ver un
dato estético con un dato de salud. La estética está completamente reñida con la
enfermedad, si bien lo primero puede derivar en lo segundo. No ha sido, ni es la primera
vez que se han escuchado el caso de personas que estaban completamente interesadas en la
realización de ciertas mejoras físicas y se han visto finalmente abocadas a complicaciones
diversas de cierto calibre, muchas de ellas cuando no, con la propia muerte.
Para poder centrarnos en el tema, opino que los elementos de mayor relevancia serían los
atinentes a los propios servicios que una empresa estética viene realizando desde hace
tiempo y la categoría profesional a la que puede ser encuadrables los profesionales que
atienden y hacen frente en dichos lugares.
Como primer enfoque y mediante una tarea de simple descarte, los datos personales
referentes a las personas, aparecen en el artículo 7.3 de la Ley Orgánica de Protección de
Datos (legislación actual).El presente artículo exige el consentimiento expreso a diferencia
del párrafo anterior en el que dicho beneplácito presenta los rasgos de expreso y por escrito.
Al hablar de datos sensibles, creo que lo mas conveniente a la hora de reforzar su garantía
debida y por tanto elevar la seguridad jurídica, hubiera sido mejor, medir por el mismo
rasero los párrafos segundo y tercero del artículo 7 de la LOPD para evitar sobretodo, dudas
específicas en la labor de interpretación llevada a cabo por los propios órganos judiciales o
bien la posible unificación de ambos párrafos en uno solo con el fin de evitar la existencia
de dos pequeños subgrupos de datos especialmente protegidos. Lo que no cabe duda es que
es una cuestión en la que el legislador, debió prestar en su día mayor atención, como así
dice Vizcaíno Calderón en su “Comentario a la Ley de Protección de Datos”.
Es una idea encomiable por parte del legislador, la consideración de aspectos psicológicos
como la salud mental, los temas genéticos y el alcohol entre otros, para introducirlos en el
articulado de la ley dentro de lo que son los datos sensibles, ciertamente merecen su
injerencia en esta parte y como ejemplo de su utilidad pragmática y para su mejor consulta
tenemos la posibilidad de consultar lo establecido en la Memoria Explicativa del Convenio
108 y la Recomendación número R (97) 5,del Comité de Ministros del Consejo de Europa,
relativo a la protección de datos médicos, siendo éstos mismos ahora los textos de
referencia en esta materia.
¿Pero y los datos estéticos? .¿ Donde los ubicamos, entonces? .Porque alguna cabida por
mínima que sea deben de tener. La LOPD se olvida por completo de ello, no mencionando
el término estética. Es curioso que en ocasiones el legislador tiene la intención de abarcar
un gran número de supuestos pera ser regulados y una cuestión que aparentemente es tan
simple como puede ser lo estético y todo lo que ello conlleva se le olvida o no lo tiene en
cuenta sobretodo en una ley cuyo contexto social refleja una época de considerable avance.
A mi modo de ver, podrían darse dos situaciones: por un lado optar por hacer una
interpretación extensiva sobre lo establecido en la propia ley, con la consiguiente
contrapartida de no obtener el respaldo judicial, basándose los tribunales en sus decisiones
en el tenor literal de los preceptos normativos; por otra en la necesidad de refugiarnos en la
Ley 41/2002 de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de
derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica que “viene a
solventar varias de las interrogaciones suscitadas respecto al tratamiento de los datos de
salud” como muy bien apunta Fanny Coudert en la obra ” Estudio práctico sobre la
protección de datos de carácter personal”.
Esta ley puede ser la que mejor se acerque a las cuestiones que se han planteado sobre datos
de estética; la mayor ayuda ya nos la da el artículo 4 al hablar de “datos, valoraciones e
informaciones de un paciente a lo largo de su proceso asistencial”,no especificando además
el tipo de profesional médico (enfermera, residente, supervisor etc).Debe ser un profesional
cualificado, para una clínica pública o privada, cualificada a su vez y sometido ante todo al
secreto profesional. Estas tres características se dan en el presente caso; de hecho si la
LOPD es de aplicación a todo lo que no regule la ley del 2002, no veo a mi juicio
inconveniente en tener en cuenta, no solo la propia LOPD, sino también la ya mencionada
Ley 41/2002,como estudiar en profundidad la normativa autonómica vasca de la misma
materia, que aunque no tenga la misma extensión que la anterior en lo que a su aplicación
se refiere, creo que podría esclarecer alguna que otra duda así como realizar una tarea de
relleno y complemento con la normativa estatal a efectos de una mejor comprensión.

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