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RESEÑA CRÌTICA

ESTUDIANTE Carol Sofía Guzmán Alfonso CURS 1002


O
TÌTULO Las venas abiertas de América Latina… La fiebre del oro, Fiebre de la plata
AUTOR Carol Sofía Guzmán Alfonso
PALABRAS CLAVE

Carecer, decidir, colonizar, invadir, riqueza, tierras, oro, vida, plata, dominar, propiedad,
necesidad, mercantilismo, comercio, conquista.

RESÙMEN

El signo de la cruz en las empuñaduras de las espadas

Cuando Cristóbal Colon decidió atravesar los grandes espacios vacíos al oeste de la
Ecúmene, había aceptado el desafió de las leyendas. Solo faltaban mil años para que los
fuegos purificadores del juicio final arrasaran el mundo, según creían los hombres del
siglo XV, y el mundo era entonces el mar Mediterráneo con sus costas de ambiguas
proyecciones hacia África y Oriente. América no solo carecía de nombre. Los noruegos
no sabían que la habían descubierto hacia largo tiempo, el propio colon murió, después de
sus viajes, todavía convencido de que había llegado al Asia por la espalda.

Los reyes católicos de España decidieron financiar la aventura del acceso directo a las
fuentes, de la pimienta, el jengibre, el clavo de olor y la canela tan codiciados como la sal
para conservar la carne, para liberarse de la onerosa cadena de intermediarios y
revendedores que acaparaban el comercio de las especias. España vivía el tiempo de la
reconquista. 1492 no fue solo el año del descubrimiento de América, el nuevo mundo
nacido de aquella equivocación de consecuencias grandiosas. Tres años después del
descubrimiento, Cristóbal Colon dirigió en persona la campaña militar contra los
indígenas de la dominicana.

Un puñado de caballeros, doscientos infantes y unos cuantos perros especialmente


adiestrados para el ataque diezmaron a los indios. Más de quinientos, enviados a
España, fueron vendidos como esclavos en Sevilla y murieron miserablemente. América
era el vasto imperio del Diablo, de redacción imposible o dudosa, pero la fanática misión
contra le herejía de los nativos se confundía con la fiebre que desataba, en las huestes de
la conquista, el brillo de los tesoros del Nuevo Mundo. Colon quedo
deslumbrado, cuando alcanzo el atolón de San Salvador, por la colorida transparencia del
Caribe, el paisaje Verde, la dulzura y la limpieza del aire, los pájaros esplendidos y los
mancebos.

A los indígenas les mostró las espadas. Mientras tanto el Almirante buscaba oro y vida
que algunos de los indígenas traían un pedazo colgado en un agujero que tenían en la
nariz y por señas pudo entender que yendo al sur o volviendo a la isla por el sur, había un
rey que habitaba allí que tenía grandes vasos bellos y tenía mucho oro. Una sola bolsa de
pimienta valía, en el medioevo, más que la vida de un hombre, pero el oro y la plata eran
las llaves que el renacimiento empleaba para abrir las puertas del paraíso en el cielo y las
puertas del mercantilismo capitalista en la tierra. El espejismo del «cerro que manaba
plata» se hizo realidad en 1545, con el descubrimiento de Potosí.

Había si oro y plata en grandes cantidades, acumulados en la meseta de México y en el


altiplano andino. Hernán Cortes revelo para España en 1519 la fabulosa magnitud del
tesoro azteca de Montezuma y quince años después llego a Sevilla el gigantesco
rescate, un aposento lleno de oro y dos de plata, que Francisco Pizarro hizo pagar al Inca
Atahualpa antes de estrangularlo.

Retornaban los dioses con las armas secretas

Fue como un presagio de todo lo que vendría después en las inmensas tierras nuevas iban
a interrumpir la ruta occidental hacia el Asia. América estaba allí, la conquista se
extendió, en oleadas, como una mareada furiosa. Los conquistadores ganaron cómplices
entre las castas dominantes intermedias, sacerdotes, funcionarios, militares, una vez
abatidas, por el crimen, las jefaturas indígenas más altas. Los caballos extinguidos en
estas tierras fueron introducidos en Europa por los jinetes Árabes, habían prestado en el
Viejo Mundo una inmensa utilidad militar y económica.

Cuando reaparecieron en América contribuyeron a dar fuerzas mágicas a los invasores


ante los ojos atónitos de los indígenas. Contados caballos, cubiertos con arreos de
guerra, dispersaban las masas indígenas y sembraban terror y la muerte. Entonces se
difundió la epidemia, los indios morían como moscas, sus organismos no oponían
defensas ante las enfermedades nuevas.

Como unos puercos hambrientos ansían el oro

Los enviados regalaron a los españoles collares de oro y banderas de plumas de


quetzal. Los españoles estaban deleitándose. Pedro Alvarado y sus hombres se abatieron
sobre Guatemala y eran tantos los indios que mataron, que se hizo un río con su
sangre, que viene a ser el Olimptepeque. Antes de que Francisco Pizarro degollara al inca
Atahualpa, le arranco un rescate en andas de oro y plata que pesaban más de veinte mil
marcos de plata fina y 326.000 escudos de otro finísimos.

Esplendores del Potosí: el ciclo de la plata

En Potosí la plata levanto templos y palacios, monasterios y garitos, ofreció motivo a la


tragedia y a la fiesta, derramo la sangre y el vino, encendió la codicia y desato el
despilfarro y la aventura. Para arrancar la plata de América, se dieron cita en Potosí los
capitanes y los ascetas, los caballeros de lidia y los apóstoles, los soldados y los
frailes. Potosí contaba con 120.000 habitantes según el censo de 1573. Hacia 1650 se hizo
un nuevo censo adjudicaba a Potosí 160.000 habitantes.

La historia de Potosí no había nacido con los españoles. Era plata pura. El emperador
Carlos V dio prontas señales de gratitud otorgando a Potosí el título de villa
imperial. España tenía la vaca, pero otros tomaban la leche.

El Rush de la plata eclipso rápidamente a la minería de oro. A mediados del siglo XVII la
plata abarcaba más del 99 por ciento de las exportaciones minerales de América
hispánica. Entre 1503 y 1660, llegaron al puerto de Sevilla 185 mil kilos de oro y 16
millones de kilos de plata. Cedía por adelantado casi todos los cargamentos de plata a los
banqueros alemanes, genoveses, flamenco y españoles.

Carlos V, heredero de los Césares en el Sacro imperio por elección comprada, solo había
pasado en España dieciséis de os cuarenta años de su reinado. Sucesivos tratados
comerciales, firmados a partir de las derrotas militares de los españoles en
Europa, otorgaron conexiones que estimularon el tráfico marítimo entre el puerto de
Cádiz, que desplazo a Sevilla, y los puertos franceses, ingleses, holandeses y
ansiáticos. Cada año entre ochocientas y mil naves descargaban en España los productos
industrializados por otros. A mediados del siglo XVI se había llegado al colmo de
autorizar la importaciones de tejidos extranjeros al mismo tiempo se prohibía toda
exportación de paños castellano que no fueran a América.

Era infinita la cantidad de mendigos españoles, pero ello no impedía que también los
mendigos extranjeros afluyeran desde todos los rincones de Europa.

La distribución de funciones entre el caballo y el jinete

Ni España ni Portugal recibieron los beneficios del arrollador avance del mercantilismo
capitalista, aunque fueron sus colonias las que, en media substancial. Proporcionaron oro
y la plata que nutrieron esa expansión. Europa y necesitaba oro y plata. La economía
colonial también financiaba el despilfarro de los mercaderes, los dueños de las minas y
los grandes propietarios de tierras, quien se repartían el usufructo de la mano de obra
indígena y negra bajo la mirada celosa y omnipotente de la Corona y su principal
asociada, la Iglesia.

Ruinas del Potosí: El ciclo de la plata

Potosí brinda el ejemplo más claro de esta caída hacia el vació. Las minas de plata de
Guanajuato y Zacatecas, en México, vivieron su auge posteriormente.
OPINIÒN PERSONAL

A nuestros antepasados les sucedieron tantas situaciones complejas y malas que ahora de
algún modo no tenemos la posibilidad hacer algunas cosas debido a que dependemos de
países que tienen más poder, presentan muchas desigualdades ante países ricos, aquí se
refleja toda la injusticia que existe después de la conquista, de lo que se desea y se pierde
tanto económica como culturalmente.
CONCLUSIONES

Debido a que los europeos pisaron tierra en América Latina, solo había una intención,
enriqueciéndose a sí mismos. En mi opinión, América Latina no es solo víctimas del
colonialismo sino también culpable. El sistema capitalista basado en el sistema
reproductivo económico, cultural y político ha implementado nuevas formas de
colonización "rendición regional, de modo que podamos ver, por ejemplo, Haití, que es la
primera región que se eleva hoy contra la esclavitud francesa" Viven con sumisión total
"dependencia" sobre el imperialismo estadounidense. Estoy muy impresionado con lo que
he leído, pero creo que somos realmente víctimas de varias maneras por parte de los
grandes países, debido a su desarrollo tecnológico "su poder económico, donde los
capitalistas de los países desarrollados usan la riqueza de los Estados Unidos para obtener
beneficios. , porque a mi manera tenemos que cambiar la forma de pensar porque con
nuestra riqueza podemos encontrar el desarrollo de muchas maneras, para no estar más
esclavizados de otros países que son realmente indignos para obtener ese progreso, pero
"o" o "o" o o "o o" o especialmente no estoy de acuerdo con lo que dicen que las
bendiciones de los europeos que hemos desarrollado como continentes, me parece
incorrecto porque tarde o temprano coincidiremos o que los conoceremos "

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