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INTRODUCCIÓN

Las empresas y organizaciones situadas fuera del sector público y del sector privado capitalista tienen hondas raíces en la
historia, pero ha sido a partir del último tercio del siglo XX cuando, no solo han conocido un importante crecimiento en todo el
mundo, sino que se están configurando como un polo de utilidad social en el sistema económico que es objeto de creciente
atención por parte de políticos y científicos sociales.

Las empresas y organizaciones a las que nos referimos adaptan diversas formas y estatutos jurídicos, siendo las más conocidas
las cooperativas, las asociaciones, las mutuas y las fundaciones, conjunto de entidades que se suelen agrupar bajo la
denominación común de Economía Social (ES). Esta denominación, de raíz francesa y acuñada en el siglo XIX es la más divulgada
en amplias regiones europeas y en algunos países latinoamericanos de Asia y del continente africano.

En las postrimerías del siglo XX se ha abierto paso en la literatura económica anglosajona el concepto de sector no lucrativo, que
identifica un amplio grupo de organizaciones no lucrativas (non profit organization, NPO) cuya característica más relevante e
inequívoca es la de que en virtud de sus reglas constitutivas, no distribuyen beneficios entre las personas que las controlan
(Weisbrod,1975,1977).

La mayoría de estas organizaciones adoptan el estatuto jurídico de asociación o de fundación, aunque pueden existir también
con otras denominaciones. Todas ellas se reconocen integrantes del non profit sector (Estados Unidos) o de su equivalente
británico voluntary sector. Los conceptos de economía social y de non profit sector describen realidades con amplios
espacios comunes aunque, como se comprobará más adelante, no son totalmente coincidentes y junto a características similares
compartidas, también presentan rasgos diferenciales bien contrastados.

Junto a los conceptos de economía social y de non profit sector se utiliza la denominación tercer sector para referirse
indistintamente a cualquiera de ellos. En Estados Unidos fue Levitt (1973) uno de los primeros en utilizar la expresión tercer
sector identificándolo con el sector no lucrativo, coincidiendo con el inicio, en 1973, de la investigación patrocinada por la
Fundación Rockefeller sobre la importancia económica, social y política del sector no lucrativo.1

En Europa también se utiliza el término tercer sector para describir un sector situado entre el sector público y el sector
capitalista que se identifica con el concepto de economía social. Diversas investigaciones sobre la economía social de ámbito
internacional se han desarrollado bajo la denominación de “Tercer sector” (Defourny et Monzón, 1992) o de “Tercer Sistema”
(CIRIEC, 2000).

En resumen, cabe concluir que tercer sector es una especie de “punto de encuentro” de diferentes conceptos,
fundamentalmente el de non profit sector y el de economía social, sobre los que resulta necesario indagar las similitudes y
diferencias que presentan, si se quiere poner orden en el barullo terminológico actualmente existente que dificulta la
identificación institucional de dicho tercer sector.

1. TERCER SECTOR DE LA ECONOMÍA.

Cuando hablamos del tercer sector de la economía, son necesarias algunas aclaraciones tendientes a comprender a qué sector
dedicaremos nuestras reflexiones.

Es una costumbre muy difundida definir este sector por lo que no es, pero a poco de profundizar en el tema encontramos con
que es difícil dar una definición que comprenda a todas las organizaciones de diversa índole que se hallan involucradas en este
peculiar concepto.

Según Arturo Prins, Director Ejecutivo de Fundación Sales y uno de los más prestigiosos especialistas en el tercer sector, afirma:
"Cualquiera sea su origen, lo cierto es que ONGs define a las instituciones de bien público (IBP) negativamente, por algo que no
son. Como las empresas también son organizaciones no gubernamentales, el término es a la vez ambiguo.”

En la misma línea de definir por lo que no somos, se nos llama "organizaciones no lucrativas". La ambigüedad persiste pues el
Estado tampoco tiene fines de lucro.
Si somos "no gubernamentales" o "no lucrativas", se está designando en relación con el gobierno o con las empresas: "No somos
gobierno, no somos empresas". En ese sentido podríamos agregar muchas cosas más que no somos. Es como si al varón lo
llamáramos "no mujer" o al gato "no perro"."

A riesgo de considerar parcialmente el tema, podemos sostener que comprenden a “Un grupo de personas que en forma
voluntaria se agrupan para cumplir un fin determinado o cubrir una necesidad de la sociedad, estableciendo ellas mismas sus
objetivos, actividades y la forma de su accionar a través de un estatuto, cuyo funcionamiento será sin fines de lucro. (Naciones
Unidas, Carta Orgánica de 1945).

Por otra parte la Unión Europea ha definido a estas organizaciones como “Aquellas entidades no pertenecientes al sector
público, con funcionamiento y gestión democráticos e igualdad de derechos de base de los socios. Practican un régimen especial
de propiedad y distribución de ganancias, empleando los excedentes del ejercicio para el crecimiento de la entidad, y la mejora
de los servicios a los socios y, a las sociedades”. (DO C 388 del 31 de diciembre de 1990).

Jorge Coque Martínez, de la Universidad de Oviedo (España), expresa que las empresas del tercer sector son alternativas a las
empresas de carácter público y a las de mercado, “son empresas alternativas que han surgido frente a las capitalistas para
superar algunos problemas y dar una respuesta más social de creación de empleo, de mayor participación del socio y para
fomentar el desarrollo económico y social de áreas locales y regionales…” (Coque Martínez, pág. 57 y siguientes, 2002).

En cuanto a la definición académica, quizás el más avanzado intento ha sido el Proyecto Internacional Comparativo sobre el
Sector sin Fines de Lucro de la John Hopkins University liderado por Lester Salomon. Esta definición postula “que el conjunto de
entidades que pertenecen al denominado Tercer Sector deben poseer al menos 5 características esenciales: Ser organizadas e
institucionalizadas en gran medida, ser privadas, o sea institucionalmente separadas del gobierno, ser no distribuidoras de lucro,
ser autogobernadas, y por último, ser voluntarias en gran medida.”

Una última característica, aunque no esencial es que la gran mayoría comparte su carácter no religioso ni político partidario.

Por lo tanto a partir de lo anteriormente expuesto, podemos decir que más allá del énfasis sobre la responsabilidad total o
parcial del Tercer Sector con respecto al desarrollo de la sociedad y de su relación de complementación o reemplazo del Estado,
éste aparece definitivamente como un nuevo protagonista de la vida social y como expresión de una nueva configuración de lo
público y de lo privado, advirtiéndose un consenso sobre su valor estratégico, tanto en los procesos de construcción de
identidades y de canalización de solidaridades, como en la superación de los problemas más apremiantes de las sociedades
actuales.

Dentro de las actuales discusiones y debates en torno al Tercer Sector, también encontramos inmerso al fenómeno de la
globalización. Si tanto el mercado o el sector privado, como las distintas instituciones y actores estatales se han visto
influenciados por este fenómeno, también debería considerarse cuál ha sido el caso del Tercer Sector. Nuevamente, aquí también
se encuentran algunas divergencias en las interpretaciones.

a) En un primer lugar, hallamos aquellas perspectivas que consideran esta situación como un escenario perfecto en el cual el
Tercer Sector podría llegar a expandirse e interconectarse como nunca antes, entre los distintos lugares del mundo, y así
promover valores que lleven a un mundo más pacífico, solidario y tolerante.
b) La perspectiva contraria teme a la posibilidad de que estas organizaciones se conviertan en instituciones aún más poderosas
que los gobiernos extranjeros (debido entre otras cosas, a que los límites de su accionar aún no están claros), estableciendo
valores como, la preeminencia del mercado sobre el estado, y anteponiendo el mercado sin restricciones como principal
distribuidor de la riqueza y de las oportunidades.

Con referencia simultánea y paradójica a lo mundial y a lo local, el Tercer Sector tendría una doble tarea. Por una parte, debería
desplegar esfuerzos para generar y canalizar la solidaridad en torno a problemas compartidos por las distintas sociedades, y por
otra, fortalecer a los actores que reivindican identidades, preservan atributos amenazados por la universalización de los
mercados y desarrollan particularidades culturales. (Tomado de Caritas- 2001).

También siguiendo estos temas (los riesgos y desafíos) expresa Caritas que “Con respecto a los riesgos y desafíos que se le
pueden plantear a las organizaciones del Tercer Sector, podemos decir que la mayor visibilidad de estas organizaciones, su
correspondiente expansión y la nueva apreciación sobre la magnitud de los recursos ha sido acompañada por reclamos de una
mayor transparencia. La evaluación de los impactos de su acción ha puesto en evidencia que el mundo de las intenciones no
siempre se corresponde con las realidades de los resultados, produciéndose en este nuevo escenario un planteo de mayores
demandas de efectividad.

Parecería entonces imperativa la necesidad de sumar recursos, complementar acciones y establecer alianzas, superando de esta
manera viejos hábitos y antiguas competencias. Una tradición del Tercer Sector consistía en el trabajo aislado y en las relaciones
simbióticas con fuentes de financiamiento y clientelas, procurando con ello preservar la identidad, reafirmar sus valores y
consolidar sus perspectivas. Sin embargo, la naturaleza de los nuevos problemas a enfrentar, la realidad del financiamiento y la
necesidad de hacer más eficiente la gestión conducen a que se requiera un mejor uso de las capacidades analíticas disponibles, a
compartir información, y a fusionar esfuerzos construyendo redes con otras entidades del sector o ajenas a él.”

EN AMÉRICA LATINA
En el caso de América Latina, estas organizaciones surgieron con mucha fuerza en las décadas de 1960 y 1970, con una
preeminencia en la escena pública y con un considerable apoyo de diferentes agencias de cooperación internacional.

Como consecuencia de la democratización en la mayor parte de los países de América Latina, se efectiviza al inicio de la década
de los ’80 y se inicia, en casi todos los países de la región, acompañados por un cambio del contexto socioeconómico.

“Con este cambio de contexto también comienzan a cambiar las organizaciones y la visión sobre las mismas, pues aquella
percepción de un Tercer Sector conformado por dos bloques: uno, histórico, tradicional y conservador, integrado por las
organizaciones de la caridad y beneficencia, volcadas al servicio social; y otro, integrado por las nuevas organizaciones no
gubernamentales guiadas por una lógica política alternativa y moderna, volcadas al desarrollo social sustentable, comienza a
confundirse y a desvanecerse. Es aquí entonces donde comienza a hablarse de un Tercer Sector más allá del mercado y del
estado, conformado por organizaciones de uno y otro bloque. Ya no se consideraba que las organizaciones no gubernamentales
eran sinónimo de sociedad civil, sino que comenzaban a percibirse como un conjunto más amplio y heterogéneo de
instituciones, dialéctico y contradictorio, con intereses y agendas diversas, un Tercer Sector que comenzaba a explorar nuevos
diálogos y una nueva cultura de la participación ciudadana.”

SITUACIÓN ACTUAL NACIONAL Y PROVINCIAL.

EN LA REPUBLICA ARGENTINA
El caso de la evolución y del contexto histórico en la Argentina no dista mucho del caso latinoamericano. El surgimiento y el
desarrollo de las ONGs en el país también jugaron un papel muy importante en la consolidación de la democracia y en la
proposición de alternativas de desarrollo. No cabe duda de que el desarrollo de este sector estuvo influido por el devenir de los
procesos sociales que vivió el país, así como también por las tendencias mundiales cada vez más influyentes en los tiempos de
globalización en que vivimos. Sin embargo, a pesar de la evolución conjunta que han tenido estas organizaciones en la sociedad,
su carácter singular no ha cambiado, y esta singularidad, no radica necesariamente en que “no son parte del Estado” y ni siquiera
en el hecho de que no persiguen fines de lucro;....radica básicamente en su misión. La razón de ser y virtud comparativa y
reconocida de estas organizaciones fue desde su surgimiento, la de proponer algo diferente, algo novedoso. Los espacios y
acciones que construyeron y continúan ejerciendo, tuvieron fuerza y presencia social singular desde los valores humanos que
difunden y practican. Una característica de este sector en la Argentina, es la notable diversidad de organizaciones que lo
componen. Para 1995 en la Argentina existían alrededor de 76 mil centros donde estas organizaciones del Tercer Sector
desarrollaban actividades, siendo educación, salud y recreación, los principales temas de los cuales se ocupan.

Como conclusión podemos considerar que hay que ser prudentes, pues un Tercer Sector más grande no implica directamente
una mejor sociedad o democracia. “El peso económico del Tercer Sector no debe traducirse unidireccionalmente en peso político
y social. Hay que tener en cuenta en el análisis, la razonabilidad y la contabilidad. Todo análisis e interpretación de la realidad del
Tercer Sector debe ser contextualizado.”

La proliferación y rápido crecimiento de las ONGs es un fenómeno de dimensiones mundiales y la Argentina también se suma a
esta tendencia. El mundo ve en estas instituciones una fuerza especial, un motor generador de nuevos empleos y una esperanza
de futuro.
En nuestro país alcanzan a más de 105.000 entidades, que se hallan distribuidas en las 24 Provincias que integran la República.
Se calcula que en Latino América, son muchas más. Si bien el número es incierto en la Argentina (quizás es mayor) debido a que
muchas no tienen un status formal y por ende no son fácilmente identificables.

EN LA PROVINCIA DEL CHACO


En cuanto a la Provincia del Chaco, existen inscriptas en la Dirección de Personas Jurídicas 203 fundaciones, 1658 asociaciones
civiles y 107 mutuales (Información del Diario Norte del 13 /7/2006). En relación a las cooperativas que se encuentran
registradas en la Dirección de Cooperativas de la Provincia del Chaco son 801 entidades, de las cuales operan 526 y 275 están sin
funcionamiento, con graves atrasos en la realización de sus memorias y balances. (Información de la Dirección de Cooperativas).

2. ECONOMÍA SOCIAL.

DEFINICIONES

La historia de este término, economía social, se remonta al mutualismo europeo de principios del siglo XIX. En ese momento se
detectan una serie de fenómenos organizativos fruto de la confluencia de la necesidad y la identidad colectiva urbana. Existen
también antecedentes en el área rural.

La primer experiencia en este tema es el desarrollado en una obra de Charles Dunoyer de 1830, titulada “Nuevo tratado de
economía social”. Este tratado es contemporáneo con las experiencias desarrolladas por los socialistas utópicos y otros
pioneros, tales como los del falangsterio de Fourier, el banco mutualista de Proudhon, los talleres sociales de Blanc, la Nueva
Armonía de Owen, la Organización de joyeros de Buchez, la asociación para el pan de Raiffeisen y fundamentalmente la
Cooperativa de los Probos Pioneros de Rochdale, creada en 1844.

Sin embargo los primeros casos modernos vinculados con la economía social se desarrollan en Francia, en la primera mitad del
siglo XIX, con las siguientes características:

● son agrupaciones voluntarias con un comportamiento económico mutualista que se mantienen en función de una
necesidad económica concreta y
● La actividad se ejecuta en común, basándose en la igualdad de los socios.

Esta cuestión, tiene, sin embargo, su primera manifestación integral, en los escritos de Alexis de Tocqueville, quien en el año
1835, y como consecuencia de su viaje a los Estados Unidos de América, escribe su obra “LA DEMOCRACIA EN AMERICA”.

Tal como sostienen en “Organizaciones de la sociedad civil, tradiciones cívicas y cultura democrática: el caso de Buenos Aires,
1912-1976”, los autores Luciano de Privitellio y Luis Alberto Romero, expresan “En 1835 Alexis de Tocqueville, analizó la
democracia norteamericana y encontró en el fuerte desarrollo del asociacionismo voluntario una de las claves más importantes
para explicar por qué en los Estados Unidos la democracia no derivaba en la tiranía de la mayoría o en el “suave despotismo”,
destino inevitable de la democratización en las sociedades europeas. Las asociaciones voluntarias eran la base sólida de la
democracia porque en ellas se construía el espíritu público, la virtud. Las asociaciones no solo formaban ciudadanos calificados
sino que operaban como control para las autoridades electas según el criterio de la voluntad popular. Si el sufragio ampliado
abría las puertas a la mediocridad, aquellas aseguraban el predominio de una aristocracia de las almas, adecuada para que una
sociedad igualitaria pudiera garantizar la libertad política. En suma, bajo un régimen democrático, aseguraban la supervivencia
de la república. “

En la segunda mitad del siglo XIX se producen regresiones de los movimientos sociales, provocando una separación entre la
economía y la política, para dar lugar a la economía de mercado, caracterizada por el auge del capitalismo o liberalismo. En los
hechos esta situación permitió el surgimiento de las sociedades anónimas y la concentración de capitales.

A modo de reacción y para paliar los efectos del capitalismo, la economía social se separa de la economía política, tratando de
conciliar la producción económica y la disminución de la pobreza. Es por eso que Charles Gide expresa como concepto de la
economía social que “estudia las relaciones voluntarias contractuales o legales para perfeccionar el arte de vivir en sociedad, son
instituciones que tienden a procurar una mejora de las condiciones de trabajo de la comunidad, a garantizar la seguridad futura
contra todos los riesgos sociales y a salvaguardar la independencia económica…”
Es interesante destacar que con el advenimiento del capitalismo las rutas que asume la economía social, fundamentalmente el
cooperativismo, a raíz de las diferencias de las formas jurídicas que se utilizan, diverge con las que realizan las “mutuas”.

Tratándose las primeras de sociedades de capital centradas en la producción y que las mutuales se especializan en la asistencia
por los eventuales riesgos que cada persona asume.

Recién confluyen ambos tipos de organizaciones en la década de 1970, cuando Henry Desroche, propone una lógica de
intercooperación entre ambos tipos de instituciones, obteniendo la creación de una Delegación de Economía Social, en Francia.

Por último la denominación de Economía Social le es atribuida a Jacques Delors, quien afirmó que la economía de mercado y las
administraciones coexisten con las cooperativas, constituyendo estas últimas un mecanismo para la inserción de los grupos
económicos menos favorecidos de la población.

BREVE RESEÑA ARGENTINA


Resume con acierto el autor al sostener que “La iglesia católica fue el mascarón de proa del barco conquistador que traía los
conceptos y las prácticas del ejercicio de la caridad en el viejo continente europeo. Como ha sido dicho repetidas veces, América
fue conquistada por la espada y por la cruz. Iglesia y estado colonial, casi confundidos en uno solo, fueron durante siglos socios
en el poder y en la conquista. Pero fueron particularmente las órdenes religiosas, apoyadas por los monarcas españoles, quienes
levantaron conventos, parroquias asilos colegios y universidades: y otro serie de instituciones como las cofradías, que nucleaban
a los miembros más destacados de la sociedad colonial. Así, durante todo el período preindependientista, las primeras
actividades de carácter filantrópico estuvieron profundamente marcadas por las actividades religiosas y se organizaron en torno
a su égida.”

Fueron los jesuitas, a través de la Compañía de Jesús, los que más hicieron respecto a las actividades fundacionales. Teniendo en
cuenta sus afanes civilizatorios y su espíritu emprendedor, fueron los precursores del espíritu organizacional en la República.

Ya en los últimos años del siglo XIX y primera parte del siglo XX, se produce una fuerte inmigración, promovida por la Ley
Avellaneda, la que trae como consecuencia la necesidad de la formación de entidades sin fines de lucro, en particular las
“mutuas”, que tenían por objeto la asistencia recíproca en el caso de enfermedades, los seguros de muerte, la atención de la
salud, así como también, de los ancianos que carecían de medios económicos, etc. Siempre destinados a la inmigración que
carecía de arraigo.

Así se crean distintas instituciones tales como La Alianza Francesa, la Asociación Israelita de Beneficencia, la Sociedad Italiana,
entre otras, que tenían por finalidad prestarse ayuda recíproca ante los avatares de la vida. En este sentido no puede olvidarse
los problemas de expresión por desconocimiento del idioma castellano, que era bastante frecuente, sobre todo para aquellos
inmigrantes que nunca se habían expresado en este idioma.

“Los impulsos para la creación de este tipo de organizaciones provinieron de diversos orígenes: colectividades de inmigrantes,
asociaciones profesionales, partidos políticos, empresas, la Iglesia Católica, los vecinos de los barrios. Desde estos diferentes
sectores, y a partir de los condicionamientos de cada momento histórico, se fueron generando distintos tipos de asociaciones.”
Aquí se puede ver: “Beneficencia, filantropía y justicia social. El “tercer sector” en la historia argentina”, de Andrés Thompson.

En este sentido no puede desconocerse la actividad de la Sociedad de Beneficencia ya que hasta casi mediados del siglo XX se
hará cargo en forma privada, pero en gran parte con fondos públicos, de las tareas de beneficencia y asistencia social.

Otro hito en esta breve reseña histórica es la obra realizada a través de la fundación Eva Perón, más allá de cualquier posición
política o ideológica, que constituía otra institución privada cuasi-gubernamental, que cobró impulso hacia 1950, asumiendo el
estado gran parte de sus tareas y atribuciones a través de la Dirección Nacional de Asistencia Social.

En la actualidad, respecto al "Estudio sobre donaciones y trabajo voluntario” Rifkin, sostiene que “En la actualidad, cuando los
sectores público y comercial han dejado de ser capaces de garantizar alguna de las necesidades fundamentales de las personas,
el ciudadano tiene sólo la opción de empezar a cuidarse por sí mismo, una vez más, mediante el restablecimiento de
comunidades habitables como colchón contra las fuerzas impersonales del mercado global y las autoridades gobernantes
centrales, cada vez más débiles e incompetentes.”
En un estudio realizado por Gallup, referido a la República Argentina, expresa que “Al medir la confianza en una serie de
instituciones para la realización de programas tendientes a resolver problemas sociales, se advierte en la población una alta
confianza en las Instituciones de bien público (6 de cada 10 confían mucho o bastante en ellas). Contrasta con este resultado la
poca confianza de que gozan los partidos políticos donde solo confía 1 de cada 10 personas. Frente a la resolución de problemas
sociales también es baja la confianza en el Estado Nacional (confía el 19%), en las grandes empresas (19%), en el ejército (22%),
las municipalidades (26%) y las pequeñas empresas (31%).” (Estudio realizado por Gallup a pedido del Foro del Sector Social para
medir la cantidad y característica de los trabajadores voluntarios en la Argentina. El tamaño muestral fue de 1.030 casos. Marzo
de 1997).

FORMAS DE ECONOMÍA SOCIAL Y LAS FRONTERAS DEL TERCER SECTOR

Entonces nos preguntaremos ¿cuáles son las fronteras del tercer sector? Mediante el siguiente gráfico delimitaremos las
actividades correspondientes a dicho sector:

A continuación analizaremos el siguiente gráfico

¿A qué instituciones podemos asignarles el carácter de integrantes del tercer sector de la economía?

Se puede señalar que en la estructura jurídica existente en la República Argentina SON ACTORES DEL SECTOR SOCIAL DE LA
ECONOMIA:

❖ Las COOPERATIVAS:

⮚ Alianza Cooperativa Internacional: Declaración sobre la Identidad Cooperativa: “Una Cooperativa es una asociación
autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas,
sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente gestionada”.
⮚ LEY Nº 20.337: “son entidades basadas en el esfuerzo propio y la ayuda mutua para organizar y prestar servicios”.

❖ Las MUTUALES:

⮚ Art. 2 LEY 20.321: “Son ASOCIACIONES MUTUALES las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas
en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar
material y espiritual, mediante una contribución periódica.”
⮚ Art. 4 LEY 20.321: Son Prestaciones Mutuales: “Aquellas que, mediante la contribución o ahorro de sus asociados o
cualquier otro recurso lícito, tienen por objeto la satisfacción de necesidades de los socios, ya sea mediante asistencia
médica, farmacéutica, otorgamiento de subsidios, préstamos, seguros, construcción y compraventa de viviendas,
promoción cultural, educativa, deportiva y turística, prestación de servicios fúnebres, así como también cualquier otra
que tenga por objeto alcanzarles bienestar material y espiritual.”
❖ Las ASOCIACIONES GREMIALES:
⮚ LEY 23.551: “Las ASOCIACIONES que tengan por objeto la defensa de los intereses de los trabajadores.” (Se entiende por
intereses de los trabajadores todo cuanto se relacione con sus condiciones de vida y de trabajo y con la realización
plena del trabajador).
❖ Las FUNDACIONES:

⮚ Art.193 CCC: Las fundaciones son personas jurídicas que se constituyen con una finalidad de bien común, sin propósito
de lucro, mediante el aporte patrimonial de una o más personas, destinado a hacer posibles sus fines.
Para existir como tales requieren necesariamente constituirse mediante instrumento público y solicitar y obtener
autorización del Estado para funcionar.”
❖ Las ASOCIACIONES:

⮚ Art.168 del CCC: “La asociación civil debe tener un objeto que no sea contrario al interés general. Este interés general
se interpreta dentro del respeto a las diversas identidades, creencias y tradiciones, sean culturales, religiosas, artísticas,
literarias, sociales, políticas o étnicas que no vulneren los valores constitucionales. No puede perseguir el lucro como fin
principal, ni puede tener por fin el lucro para sus miembros.”
❖ Las ORGANIZACIONES NO GUBERNAMENTALES (ONGs):

⮚ Son modelos alternativos, que no tienen una regulación jurídica específica, y que se integran por diversos tipos de
organizaciones, algunas de ellas ya reseñadas, y que tienen como característica la finalidad de bien común, gobierno
democrático, la no distribución de excedentes entre los asociados y la autonomía respecto del Estado.

Rasgos característicos de estas entidades:

1- La Asociación Libre de Personas,


2- La finalidad de bien común,
3- La autonomía en relación a la Administración Pública,
4- La no distribución de utilidades entre los asociados y/o beneficiarios,
5- Su carácter democrático,
6- La primacía explícita de las personas sobre el capital,
7- La cobertura de necesidades de la sociedad.

Podemos pues, caracterizar del siguiente modo, cuáles son las entidades del tercer sector:

TIPOS BASICOS ENTIDADES REPRESENTATIVAS

Empresas no financieras Sociedades cooperativas de trabajo asociado, de consumidores y usuarios,


de Viviendas, agrarias, de servicios, de enseñanza, electrificación rural, etc.

Instituciones de crédito Cooperativas de créditos, secciones de créditos en Cooperativas de otros


tipos (ej. Cooperativas agrarias)

Cajas de Créditos (Ley 25.782)


Bancos Cooperativos

Empresas de seguros Cooperativas de seguros

Mutualidades con este objeto

Empresas capitalistas dirigidas por agentes de Sociedades anónimas cuyo capital pertenece a cooperativas
la economía social

SRL
Instituciones privadas sin ánimo de lucro Asociaciones, Fundaciones gremios, clubes, organizaciones no
gubernamentales

Rigen a este respecto los enunciados de la Voluntary Activity United del departamento de salud y servicios sociales (enunciados
en Belfast en el año 1996) y que constituyen los diez pilares para construir la cohesión social a través de la participación
comunitaria, a saber: “Los cuatro primeros pilares se refieren al “apoderamiento (enpowerment) de la comunidad para afrontar
los cambios necesarios. Los otros seis puntos dependen de las autoridades y de los investigadores. La mejora de la calidad de
vida depende en parte de lo que una comunidad pueda hacer por sí misma, y en otra parte de lo que sea capaz de influir en las
decisiones de los investigadores y de los políticos.

1. Una comunidad que aprende, donde la gente y los grupos sociales adquieren conocimientos, habilidades y
confianza a través de la actividad comunitaria.
2. Una comunidad justa, la cual respeta los derechos civiles, igualdad de oportunidades y reconoce las diferencias
entre culturas.
3. Una comunidad activa y organizada, en la cual la gente esté totalmente implicada, y tenga una profunda valoración
de la fuerza de las organizaciones locales.
4. Una comunidad influyente, la cual sea consultada y tenga una voz fuerte en la toma de decisiones de los asuntos
que le interese.
5. Una comunidad con una base económica, la cual disponga de una serie de recursos económicos explotables, capaz
de crear oportunidades de empleo y capaz de conservar esos recursos tanto como sea posible (sostenible).
6. Una comunidad solidaria, consciente de las necesidades de todos sus miembros, en la cual los servicios y los apoyos
a los más necesitados son de buena calidad y satisfacen sus necesidades.
7. Una comunidad ecológica, la cual valora la riqueza medioambiental y estimula su conservación y responsabilidades
con la naturaleza.
8. Una comunidad segura, donde la gente no sienta temor por la violencia, el crimen u otros delitos.
9. Un buen lugar para vivir, donde la gente se sienta a gusto, feliz y no sienta la necesidad de marcharse.
10. Una comunidad perdurable, la cual esté bien asentada y pueda sobrevivir.” (citado en el trabajo: Tendencias
cooperativas europeas: El desarrollo local y la desmutualización escrito por Inmaculada Buendía Martínez).

Ahora bien tratándose todas las formas enunciadas de entidades comprendidas en el tercer sector, tenemos que analizar cómo
delimitar su objeto.

Del mismo surge que existen diferencias claras respecto del primer sector, o sea de la administración Pública, así como también
del sector privado con funciones comerciales, repetimos:

❖ Si bien son privadas y tienen fines públicos, se distinguen tanto del Estado como de las empresas. Es decir, no pertenecen al
ámbito gubernamental ni al empresarial. Sin embargo, Estado (primer sector), las empresas (segundo sector) las ONG y las
entidades involucradas (tercer sector), se interrelacionan mutuamente.
❖ Estas organizaciones pueden asumir distintas formas, de derecho o simplemente de hecho. Pueden ser fundaciones,
asociaciones civiles, mutuales, ONGs, cooperativas, cooperadoras, organizaciones de la sociedad civil. Todas formas
distintas, con estatutos, normas y prácticas distintas: por la manera de constituirse, de disolverse, de elegir autoridades, de
conducirse, de confeccionar balances, etc.
❖ Aunque asume parte de las limitaciones de la economía de mercado, sus aspiraciones se diferencian cualitativamente de la
misma, pues agrupan a personas excluidas del mercado de trabajo, persiguen una combinación de objetivos sociales y
económicos, se gestionan asociativamente y mantienen perspectivas de empresariado colectivo.
❖ Se materializa en iniciativas locales de inserción, redes socioeconómicas donde se combinan la dimensión mercantil y no
mercantil en el seno de las actividades económicas. La fortaleza básica de estas redes se fundamenta simultáneamente en la
pertenencia social a una comunidad y en la creación de empleo.
❖ Necesitan dinero para motorizar sus acciones, pero, nunca ese dinero es distribuido entre los directivos de las instituciones,
sino reinvertido en la propia misión.
Conforman un nuevo estilo de desarrollo, que está basado en tres elementos:

1) Movimientos asociativos, por ej. Cooperativas, mutuales, que son los catalizadores locales.
2) Comunidades locales, que constituyen espacios básicos de interacción y movilización.
3) Economía Social son los instrumentos estratégicos de gestión y educación.

3. EL DESARROLLO LOCAL Y LA INTERDEPENDENCIA COOPERATIVA – DESARROLLO LOCAL.

El escenario de los últimos años ha ido cambiando vertiginosamente, revalorizando lo local, lo regional, lo territorial.

A mediado de los ´70 comenzó a implementarse el modelo neoliberal que perseguía el crecimiento económico, equiparándolo al
concepto de desarrollo, midiendo el éxito a través de un solo indicador el Producto Bruto Interno (PBI), indicador que no
contempla otras dimensiones como la salud, la educación, el empleo, las diferencias de género.

El concepto de desarrollo fue cambiando, inicialmente se lo asociaba a crecimiento, centrando el análisis en dimensiones
económica,

❖ en la producción de excedentes y

❖ su re-inversión en la unidad productiva, como fuente de crecimiento.

Es así que en la búsqueda de definir un concepto más completo, que contemple no solo lo económico, sino también aspectos
como

❖ la educación,

❖ lo cultural,

❖ lo social,

❖ lo político,

❖ las características propias del territorio,

Es que se lo ha utilizado con diferentes adjetivos a veces redundantes y otras confusas, y así proliferan diferentes “desarrollos”:

1- desarrollo territorial,
2- desarrollo rural,
3- desarrollo local,
4- desarrollo humano,
5- desarrollo endógeno.

A fin de utilizar una definición que permita comprender el marco conceptual nos adherimos a las siguientes:

(….)”desarrollo local como un “proceso de prácticas institucionales participativas que, partiendo de las fortalezas y
oportunidades de un territorio determinado (en función de los recursos naturales, económicos, sociales, culturales y políticos),
conducen a mejorar los ingresos y calidad de vida de su población de manera sostenible y con niveles crecientes de equidad”.

(….) “proceso endógeno registrado en pequeñas unidades territoriales y asentamientos humanos capaz de promover el
dinamismo económico y la mejoría en la calidad de vida en la población. A pesar de constituir un movimiento de fuerte
contenido interno, el desarrollo local está inserto en una realidad más amplia y compleja, con la cual interactúa y de la cual
recibe influencias y presiones positivas y negativas. El concepto genérico de desarrollo local puede ser aplicado a diferentes
cortes territoriales y asentamientos humanos de pequeña escala, desde la comunidad al municipio e incluso micro-regiones de
tamaños reducido”.
Bajo esta concepción, el desarrollo es un proceso sistémico en el que desde lo local se integran elementos económicos, sociales,
culturales, ambientales y políticos para transformar los factores productivos en bienes y servicios; además, genera bienestar
social, eleva la calidad de vida y preserva el medio ambiente.

CARACTERÍSTICAS
De tal forma consideramos que:

❖ El desarrollo local es un proceso de desarrollo endógeno que resulta de la acción proactiva de los hombres y mujeres e
instituciones públicas y privadas que inciden, con su participación y decisión en un territorio determinado. Si bien todo
proceso de desarrollo, por definición, es un proceso endógeno, pero no se lo considera en sentido estricto, ya que se
encuentra inmerso en una realidad más amplia, un contexto que influye tanto positiva como negativamente sobre el
territorio. Las decisiones se toman, no sólo a escala local, sino que algunas se producen en los ámbitos nacional o
internacional e influyen en el desarrollo de un determinado territorio.
❖ Tiene carácter participativo porque convoca a la comunidad, a la generación de procesos de abajo hacia arriba,
identificando y potenciando las fortalezas de un territorio, que busca la mejora de los ingresos pero con niveles de equidad.
❖ Parte de analizar las fortalezas y debilidades de un territorio, generadora de los mecanismos de desarrollo, desde pensar lo
que se tiene, lo que se quiere hacer y lo que se puede hacer.
❖ Posee la capacidad para adaptarse a los cambios y para la construcción de capital social.

❖ Es una construcción social que se da en un espacio geográfico, que puede o no coincidir con los limites políticos definidos
(municipio - departamentos). Al espacio construido mediante las relaciones sociales que originan una identidad cultural,
pertenencia y necesidades compartidas.
❖ Se da en pequeñas unidades territoriales y asentamientos humanos proclives a generar procesos participativos,
cooperativos entre actores, a crear redes de desarrollo productivo y comercial.

Por lo tanto el desarrollo local es un concepto complejo y multidimensional, que comprende como mínimo siete dimensiones:

Otro elemento es la libertad y poder de los actores que participan en un proceso de desarrollo local, que surge desde las
distintas experiencias de socialización e historias de vida de mujeres y hombres. Empezando por el ámbito de la familia y los
papeles que desempeña cada género. Los hogares son un punto clave de toma decisiones y de poder. No se puede ignorar lo que
pasa dentro del hogar para constituir actores autónomos y articulados.

DESARROLLO RURAL TERRITORIAL


El desarrollo local en ámbitos rurales se diferencia del urbano, si bien las múltiples dimensiones que intervienen son las mismas,
la combinación entre ellas no, y dependen justamente de cómo se articulen estas dimensiones los resultados que se obtendrán.
Una estrategia de desarrollo local es el Desarrollo Rural Territorial (DTR), entendido como: un proceso de transformación
productiva e institucional de un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza. La transformación productiva tiene el
propósito de articular competitiva y sustentablemente a la economía del territorio con mercados dinámicos, y el desarrollo
institucional tiene como propósitos estimular y facilitar la interacción y la concertación de los actores locales entre sí, y entre
ellos y los agentes externos relevantes, y de incrementar las oportunidades para que la población participe del proceso y sus
beneficios.

Atendiendo la definición, a la cual adherimos, el desarrollo rural territorial:

❖ Es un proceso que requiere la participación de la comunidad, atendiendo las particularidades de las poblaciones rurales:
distancias físicas entre los pobladores, dificultades de acceso a la comunicación, a los caminos, a los servicios, a la
información.
❖ La intervención de las instituciones como promotoras de desarrollo, facilitadoras de la interacción entre los actores locales e
identificación de oportunidades, a través de procesos participativos.
❖ La transformación productiva a partir de la identificación y gestión de los recursos locales, a fin de obtener productos y
servicios en condiciones de acceder al mercado, lo cual requiere información, identificación de la demanda y necesidades de
la población, diseño y elaboración de productos acordes a las necesidades de la demanda.
❖ Debe entenderse también como un proceso de desarrollo humano. En ningún caso pretende aislar un territorio o población,
sino la gestión armónica de fortaleces y debilidades en busca de la construcción e identificación de oportunidades para
mejorar la calidad de vida de los pobladores de un territorio determinado.
❖ Los pobladores deben considerarse parte y sujeto transformador del cambio que pretende para su región.

❖ Requiere ser entendido como un proceso dinámico de interrelaciones continuas y permanentes con el exterior.

DESARROLLO LOCAL – ESTADO

BREVE RESEÑA

❖ Década de los 90

⮚ Concentración económica

⮚ Falta de equidad en distribución del ingreso

❖ Salida de la convertibilidad

⮚ Desigualdades Sociales (pobreza e indigencia)

⮚ La población pide urgente soluciones de fondo en económico y social.

❖ A partir 2001 se puso una sociedad en movimiento.

La globalización y las políticas públicas implementadas en la década de los `90 concluyo en diciembre de 2001, en una crisis que
puso en evidencia el agotamiento de un modelo, que evidencia que la acumulación de capitales no garantiza el desarrollo
integral de todas las personas, sino la generación de brechas sociales cada vez más grandes y asimetrías territoriales acentuadas.

CRISIS DEL 2001:


Sus efectos afectaron los niveles de desempleo (desempleo estructural), el incremento de la pobreza, mayores niveles de
desigualdad social, inseguridad, situación que llevo al Estado y a la sociedad a re-pensar el rol que a cada uno le corresponde.

La crisis generó en diversos actores la búsqueda de alternativas, y un nuevo modelo que promoviese la generación del empleo y
la reactivación de la economía.
El estado nacional, provincial y algunos municipios comenzaron a definir políticas que procurasen el desarrollo local como
estrategia superadora de los graves problemas de exclusión social y debilitamiento de las economías regionales.

En la provincia del Chaco la ley 5.174 sancionada en el año 2003, instituye el Sistema Provincial de Planificación y Evaluación de
resultados (SPPER), conformado por el Consejo Provincial de Planificación y Evaluación de Resultados, la Unidad Coordinadora
Central, las Unidades Sectoriales y los Consejos Regionales. También crea las micro-regiones de la provincia del Chaco.

La ley establece que los Consejos Regionales son los órganos del SPPER en las regiones conformadas, los mismos deberán
formular un programa de desarrollo local compatible con las políticas de Gobierno aprobadas por el Poder Ejecutivo y los
lineamentos políticos y estratégicos globales y sectoriales de la acción de gobierno que defina el consejo Provincial, y con las
disposiciones del estatuto.

La actual gestión de gobierno provincial a través del Decreto 35/09 creó 15 Unidades de Desarrollo Territorial (UDT), dentro de
las 8 micro-regiones existentes, como espacio geográfico para la ejecución, seguimiento y la evaluación de los programas.

Las UDT son definidas como un espacio territorial con condiciones y potencialidades para el desarrollo de actividades
productivas y sociales, diferenciales de las UDT vecinas, de donde se obtiene información para la ejecución, el seguimiento y la
evaluación de los programas de gobierno.

Aspectos que debe compartir un territorio para ser identificado como UDT:

❖ El proceso de organización de los actores locales;

❖ El desarrollo de actividades económicas-productivas y comerciales.

❖ La población beneficiaria potencial.

❖ Las actividades económicas-productivas de la zona.

❖ La presencia de instituciones.

❖ La disposición política y capacidad institucional.

❖ Las características ecológicas e identidad étnica.

❖ El desarrollo de experiencias de articulación vinculantes.

La actual gestión de gobierno ha identificado como estrategia de intervención unidades menores a las establecidas por las
micro-regiones. Actualmente forman parte de la estrategia de Desarrollo Territorial de gobierno, pero aún no cuentan con el
consenso de la población.

Dificultades que se observan para la generación de políticas que contribuyan al desarrollo local:

❖ Falta de continuidad en las políticas públicas y la re-organización de las estructuras en el estado nacional como provincial
conlleva la interrupción y/o re ubicación de programas y recursos humanos calificados, genera demoras en la
implementación y/o ejecución de los mismos, y en muchos casos, interrupción de programas, lo cual atenta directamente en
la población objetivo. Situación que genera incertidumbre en las instituciones, aspectos que van en retroceso para generar
desarrollo local.
❖ Se necesita definición de políticas claras a mediano y largo plazo y presupuesto adecuado para su ejecución.

❖ Los programas provinciales tienden a fortalecer y mejorar los procesos productivos, más que procesos de desarrollo local.

❖ Pudo observarse que los procesos de desarrollo local han sido impulsado desde iniciativas del estado y no se ha logrado aún
el empoderamiento en la sociedad civil.
❖ Los programas nacionales no siempre se ajustan a la realidad de los territorios. Se presentan como programas “enlatados”
que no contemplan la realidad local, con requisitos de acceso, generalmente de difícil cumplimiento.
❖ Falta de articulación en los programas a fin intervenir en el territorio en forma conjunta. Se ejecutan en un mismo territorio
programas con objetivos, instrumentos y beneficiarios similares, pero con estrategias de intervención distintas por ser
ejecutados por jurisdicciones estatales diferentes. Lo cual produce desgaste en la población, aprovechamiento de otros y
falta de optimización en la utilización de los recursos públicos.

DESARROLLO LOCAL – COOPERATIVAS

“Una cooperativa es una asociación autónoma de personas que se unen voluntariamente para satisfacer sus necesidades y
aspiraciones económicas, sociales y culturales comunes por medio de una empresa de propiedad conjunta democráticamente
gestionada”.

Se mencionó que en desarrollo local intervienen diferentes dimensiones: económica, social, cultural, política, género entre otras,
las cooperativas en su definición también contemplan estos aspectos, no solo hace referencia a lo económico sino también a lo
social y cultural.

Por su definición y la práctica se pude afirmar que las cooperativas toman especial importancia en la generación de desarrollo
local por tres aspectos básicamente:

❖ Naturaleza empresarial:

⮚ Las cooperativas no persiguen fin de lucro pero para lograr sustentabilidad deben administrar eficientemente los
recursos.
⮚ Los asociados deben capacitarse y actuar como empresarios (actores) locales.

⮚ Finalidad económica y social: creación y mantenimiento del empleo. Integración y cohesión social.

⮚ Desarrollo de actividades productivas o de servicios, que atienden la demanda local.

❖ Estructura democrática:

⮚ Las decisiones la toman los mismos agentes que generan la actividad económica. Participación de los asociados en las
asambleas en igualdad de condiciones, integran el consejo de administración y control. Los asociados organizan y
gestionan las cooperativas.
⮚ Reúnen la condición de productores/consumidores de bienes y servicios.

⮚ La práctica permanente de toma de decisión conjunta, que debe ser respetada y cumplida.

⮚ Diseño de su propio estatuto y reglamento de funcionamiento. Elección de la actividad productiva o servicios que las
cooperativas, por lo tanto los asociados realizarán.
❖ Carácter endógeno:

⮚ Posibilidad de mejorar su propio bienestar actuando directamente sobre los factores que pueden afectarlo, reforzando
el sentido de pertenencia al territorio. (identidad)
⮚ Espacio donde los asociados se encuentran e intercambian ideas, vivencias y se informan. Las cooperativas deben
promover y capacitar para mejorar los servicios y bienes que brindan.
⮚ Lugar donde intercambian y adquieren conocimiento, a través de capacitación y asistencia técnica.

⮚ Articulación con otras cooperativas con las cuales intercambian experiencias y realizan actividades conjuntas. Este
aspecto se considera importante, sobre todo al contemplar el desarrollo territorial, considerando más allá del espacio
definido por una provincia o el municipio, donde permite la creación de redes sociales, con otras organizaciones y/o
personas realizan actividades similares en otros puntos geográficos.
Por lo expuesto las cooperativas pueden ser consideradas motor del desarrollo territorial, tanto desde el punto de vista social
como económico:

1. Desde el punto de vista social, procurar que la población se mantenga en una localidad y pueda alcanzar sus objetivos
económicos y sociales.
2. Desde el punto de vista económico, contribuyen a la riqueza del tejido empresarial de las zonas de desarrollo.

SURGIMIENTO DEL DESARROLLO LOCAL

❖ La sociedad argentina comprendió cabalmente que el país necesitaba una estrategia de desarrollo inteligente

❖ El desarrollo local es un proceso de un cambio económico social que viene desde abajo, provocado por una actividad que
motoriza el crecimiento económico del lugar y mejora la calidad de vida

ELEMENTOS DEL DESARROLLO SOCIAL

❖ El perfil de desarrollo (turismo, producción agrícola)

❖ El tipo de municipio

⮚ Comuna hasta 2000 habitantes

⮚ Municipio chico hasta 10.000 habitantes

⮚ Municipio Grande hasta 100.000

⮚ Ciudades intermedia hasta 250.000

⮚ Áreas Metropolitanas más de 250.000

❖ Los circuitos económicos (de Subsistencia, Informal, Formal)

❖ Modelo de Gestión (Los actores, instrumentos técnicos, política gubernamentales.)

❖ Políticas Sociales (Alimentario, socio económico, capacitación, programa de empleo)

❖ El desarrollo social como proceso (la participación de todas las organizaciones Sociales, Económicas, políticas y toda la
comunidad.)

LOS INSTRUMENTOS DE PLANIFICACION

❖ El plan de Fortalecimiento institucional

❖ El plan de Gobierno

❖ El programa estratégico

❖ El plan estratégico

PROGRAMA ESTRATÉGICO
1. Etapa de Diagnóstico:
⮚ Diagnóstico de contexto

⮚ Diagnostico especifico
2. Etapa de Diseño
a. Definir misión, línea de acción, definir metas, quienes son los actores, los recursos, canales de comunicación.
3. Etapa de Ejecución
⮚ Puesta en marcha

⮚ Monitoreo y corrección

4. LA COOPERATIVA ARGENTINA FRENTE AL SIGLO XXI.

Puede afirmarse que las cooperativas, en tanto empresas, operan compitiendo en el mercado en la prestación de servicios, con
las ventajas que le dan sus características básicas, pero como contrapartida suelen tener que enfrentarse a normas legales que,
cuanto menos, no están orientadas a que esas ventajas diferenciales puedan desarrollarse libremente. Más aún, en períodos de
auge de políticas neoliberales, aquella normativa suele entrar directamente en contradicción con las posibilidades de desarrollo
de las entidades cooperativas.

Por otra parte, en tanto organizaciones democráticas, las relaciones horizontales que se tejen entre sus asociados se potencian
en las múltiples relaciones que cada uno de ellos establece con otros miembros de la comunidad en que está inserta la
cooperativa, creando un terreno fértil para el desarrollo local de relaciones y prácticas participativas y democráticas.
Nuevamente, el crecimiento de esta red de relaciones sociales pocas veces cuenta con el visto bueno estatal, y en el caso de
gobiernos dictatoriales, las transforma en un potencial enemigo.

Eso se expresó en nuestro país, en el drástico quiebre de la relación existente entre el Estado y el movimiento cooperativo a
mediados de los ’70, con el surgimiento de un nuevo modelo de funcionamiento de la economía. La relativa protección estatal a
las entidades cooperativas finalizó con el auge de las políticas neoliberales, y estas instituciones se vieron obligadas a jugar en el
tablero del libre mercado en condiciones de inferioridad, que implicaron una disminución significativa de la cantidad de
entidades y asociados en el cooperativismo en general, y particularmente en alguna de sus ramas.

El inicio del siglo XXI muestra un nuevo escenario que tiene como objetivo principal reparar las calamidades de las experiencias
previas, y en los que la promoción del cooperativismo aparece como una de las vías de construcción de sociedades más justas y
equitativas. En ese contexto, el Estado argentino ha desarrollado en los últimos años una activa política de promoción de la
economía social y solidaria, que supone una serie de transformaciones y crecimientos, no exentos de tensiones y desafíos.

En primer lugar, gran parte del crecimiento numérico de las cooperativas se explica por los programas estatales de creación de
cooperativas de trabajo que apuntan especialmente a resolver los problemas de la desocupación y de la informalidad laboral a
partir de la organización colectiva, en el marco de una concepción del cooperativismo como un instrumento sólo de contención,
y no de transformación social y crecimiento económico eficiente. Es significativo en este punto que el INAES se encuentre bajo la
órbita del Ministerio de Desarrollo Social, y no del Ministerio de Economía.

Es un desafío del propio movimiento, entonces, acompañar estos emprendimientos para que logren la participación efectiva de
sus asociados e incorporen en su práctica genuinamente los principios y valores del cooperativismo. La Confederación Nacional
de Cooperativas de Trabajo, creada en mayo del año 2009, es sin duda una herramienta para avanzar en ese camino. Finalmente,
es una tarea urgente reivindicar el papel de las cooperativas en defensa de los intereses de los trabajadores, creando un marco
legal apropiado que reconozca y reglamente la relación asociativa de trabajo -en contraposición a la relación salarial- y que
permita entonces a los trabajadores asociados tener cobertura previsional y de salud apropiadas, así como acceso a otros
aspectos de la seguridad social.

Otros desafíos los debe enfrentar el propio cooperativismo, en especial la articulación de las entidades. La integración federativa
es una característica del movimiento desde sus orígenes. En los últimos años, además, se han dado pasos importantes en este
sentido. La Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar), ha crecido últimamente en número y organización,
nucleando al día de hoy más de 66 entidades de diversos rubros y grados. Así, superando su original tendencia a agrupar
cooperativas urbanas, Cooperar se presenta actualmente como el espacio privilegiado para la integración de todo el
cooperativismo del país. A las federaciones por ramas se ha sumado la integración por vía de federaciones con criterio
geográfico.

Por otro lado, a finales del año 2013 los más altos representantes de cooperativas, mutuales y PYMES conformaron la Mesa
Nacional de la Economía Solidaria, con el principal objetivo de darle unidad al sector. Los trabajos en educación, redes de
comunicación y la elaboración de propuestas legislativas son también tareas que se propuso esta mesa, que además planteó el
principio de considerar lo municipal como eje de reproducción del modelo solidario a escala local.

De todas formas, además de la integración federativa, el movimiento cooperativo necesita avanzar en la interacción económica
de las diversas entidades, utilizando recíprocamente los servicios que cada una provee y desarrollando proyectos conjuntos.

Finalmente, entre los reclamos al Estado, pueden señalarse la necesidad de elevar la jerarquía institucional del organismo
nacional que regula y establece estrategias para el sector y de crear órganos locales en las provincias donde no los hay y el
reconocimiento estatal de la particular situación jurídica, económica y social de las cooperativas de servicios públicos. Se solicita
también la incorporación, en una futura reforma constitucional, del reconocimiento expreso de la función económica y social que
cumplen las cooperativas, tal como se dio en los últimos procesos de reforma constitucional latinoamericanos, desarrollados en
Bolivia, Ecuador y Venezuela.

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