La tabla periódica es un registro de todos los elementos químicos conocidos por la humanidad.
Los elementos están
ordenados en forma de tabla según su número atómico (número de protones), su configuración electronica y sus propiedades químicas. Se le llama periódica porque transcurrido un periodo (un cierto número de casillas) los elementos se agrupan en una nueva fila y van formando columnas (grupos o familias) en las que se sitúan elementos con propiedades químicas parecidas. Es una herramienta fundamental para el studio de la química pues permite conocer las semejanzas entre diferentes elementos y comprender qué puede resultar de las diferentes uniones entre los mismos. Los seres humanos siempre hemos estado tentados a encontrar una explicación a la complejidad de la materia que nos rodea. Al principio se pensaba que los elementos de toda materia se resumían al agua, tierra, fuego y aire. Sin embargo al cabo del tiempo y gracias a la mejora de las técnicas de experimentación física y química, nos dimos cuenta de que la materia es en realidad más compleja de lo que parece. Los químicos del siglo XIX encontraron entonces la necesidad de ordenar los nuevos elementos descubiertos. La forma en que decidieron hacerlo fue la de clasificarlos por masas atómicas pero esta clasificación no reflejaba las diferencias y similitudes entre los elementos. El primer intento de clasificar los elementos fue en 1789, cuando Antoine Lavoisier un químico franco-belga, agrupó los elementos según sus propiedades físicas en gases, no metales, metales y tierras. En 1869, Dmitri Mendeléyev un químico y físico ruso fue quien publicó la primera version de la tabla que conocemos actualmente, esta compleja ordenación de los elementos permitió predecir el descubrimiento de nuevos elementos y permitió realizar investigaciones teóricas sobre estructuras desconocidas hasta el momento. Muchas más clasificaciones fueron adoptadas antes de llegar a la tabla periódica que es utilizada en nuestros días.