Si tengo buenas intenciones eso basta

No hagas cosas que parezcan buenas y que sean pecados

¿Y qué de nosotros los hombres y nuestras excusas ante el pecado?

Se dice que el camino al infierno está lleno de buenas intenciones…a menudo escuchamos decir las
frases: “Es que no era mi intención” “lo siento, pero mi intención era otra”
A veces nos creemos más listos y decimos: “ahh, Dios conoce mi corazón y Él sabe mi verdadera
intención”
Claro que y por supuesto que El conoce nuestras intenciones y nuestro corazón más que nosotros
mismos. No tratemos de jugar a ser más inteligentes que nuestro Dios.
Jeremías 17:10
Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus
caminos, según el fruto de sus obras.
Y Dios nos tiene una noticia: lamentablemente estamos en mayor peligro porque El conoce nuestro
corazón.
Hay una máxima en el derecho:
Existe un principio jurídico absoluto que dice: “La ignorancia de la ley no te exime de su
cumplimiento”. Es una máxima que se ha utilizado durante siglos para recordar a los gobernados
que, lo deseen o no, tanto su persona como su conducta siempre está bajo la lupa del derecho,
regulada y normada aun y cuando no sepan cómo sucede esto, ni cuál es el contenido de las reglas
que les están aplicando.
Y la biblia nos recuerda a nosotros los cristianos:
Todos los que han pecado sin conocer la ley también perecerán sin la ley; y todos los que han
pecado conociendo la ley por la ley serán juzgados.
Romanos 2:12
Entremos en materia veamos el ejemplo:
Recordemos el caso de Nadab y Abiu. Estos personajes no consumen mucha tinta bíblica, pero su
historia ilustra poderosamente lo equivocados que estamos en cuanto a la seriedad que Dios da a
sus propias normas… y como: “mis intenciones eran buenas”, no cuenta
Leamos
Levitico 10: 1-2
Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego,
sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca
les mandó.

A. Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego:
Después de la gloriosa experiencia de santificación (la cual participaron Nadab y Abiú), estos dos
hijos de Aarón buscaron su propia relación con Dios, apartados de la revelación dada a través de
Moisés.

i. No sabemos cuál fue su motivación. Quizás fue orgullo, quizás fue ambición, quizás fueron celos,
quizás fue falta de paciencia lo que los motivó. Cualquiera que fuera su exacta motivación, no fue
santidad hacia el Señor.

ii. Nadab y Abiú tienen un legado de grandes experiencias espirituales. Vieron de primera mano:
· Todos los milagros que Dios hizo al sacar a la nación de Egipto.

· La voz de Dios y vieron el fuego, relámpagos, humo, y sintieron los truenos y terremotos con el
resto de la nación en el Monte Sinaí.

· Subieron con Moisés, Aarón y setenta ancianos para una reunión especial con Dios en el Monte
Sinaí ( Éxodo 24:1-2 ), donde v ieron al Dios de Israel … y vieron a Dios, y comieron y bebieron
( Éxodo 24:9 -11 ).

iii. Esto muestra que aun un legado de grandes experiencias espirituales no nos pueden dejar bien
delante de Dios – solamente una relación permanente fundada en la verdad de la palabra de Dios
puede lograrlo.

b. Que él nunca les mandó : Llegaron por un camino no autorizado, al venir a Dios, pero
demandando llegar por sus propios caminos. Por lo tanto Dios considero esto como fuego extraño
delante de Jehová .

i. Esto fue un mal uso de incienso especial. El incienso era tenido como cosa sagrada para Jehová
( Éxodo 30:35-37 ). No era para ser utilizado como experimento de alguien con Dios.

ii.El fuego extraño era un fuego no encendido del altar del holocausto; era un fuego que no estaba
asociado con la obra de expiación y redención del sacrificio.

iii. El fuego en el altar del holocausto era sagrado debido a que era encendido por Dios mismo.
Nadab y Abiú ofrecieron un fuego que ellos mismos generaron. Quizás pensaron que todo el fuego
era el mismo, y la falta de discernimiento podría bien colaborar con ellos. Pero no todo el fuego es lo
mismo, y hay una gran diferencia entre el fuego encendido por Dios y el fuego conjurado por el
hombre.

IV. También no debemos olvidar que Satanás mismo puede engañar con fuego. En la gran
tribulación el Anticristo y su teniente serán capaces de hacer descender fuego del cielo a la tierra
delante de los hombres ( Apocalipsis 13:13 ). Ellos utilizarán este fuego para engañar a los faltos de
juicio.

v. Peor de todo, la frase delante de Jehová probablemente significa que se atrevieron a pasar el
velo, hacia el Lugar Santísimo. Quizás pensaron que lograron mucho durante su tiempo de
santificación, y que no eran dignos de entrar inmediatamente.

2. El juicio de Dios sobre Nadab y Abiú.

Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y apareció delante de Jehová.

A. Y salió fuego de delante de Jehová : El mismo fuego que manifestó la gloria de Dios en Levítico
9:24 ahora mostró Su juicio sobre estos sacerdotes infieles.

B. Y los quemó : El fuego de Levítico 9:24 fue un fuego de gloria y este era un fuego de juicio. Y en
muchas maneras era el mismo fuego .

i. El fuego es una figura de búsqueda de juicio y purificación. Nuestras obras para Jesús serán
juzgadas por fuego ( 1 Corintios 3:13-15 ), y Jesús es descrito como tener ojos como llama de fuego
( Apocalipsis 1:14 ). El tiene ojos de juicio y discernimiento.

ii. Muchos de aquellos que claman a Dios, “envía tu fuego sobre nosotros” piensan únicamente en un
fuego mencionado en Levítico 9:24 , sin considerar que el mismo fuego está presente para purificar y
limpiar en Levítico 10:2 . Conocida la verdad, muchos de nosotros le rogamos a Dios
desesperadamente que no envíe su fuego, para que la pureza de Sus juicios no sean conocidos
entre nosotros. Dios lee nuestros corazones y no solamente nuestras oraciones piadosas para
mandar fuego de avivamiento.

C. Murieron delante de Jehová: Pudieron bien haber sido heridos de muerte en el mismo Lugar
Santo.

3. (3) La advertencia de Dios hacia Moisés y Aarón.

Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me
santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.

a. Y Aarón calló: Aarón acababa de ver a dos de sus hijos ser heridos delante del Señor. Era natural
para él cuestionarlo o aun el lamentarse – pero Dios no lo permitiría. Más importante que el derecho
de Aarón de afligirse era el aspecto de la santidad de Dios.

b. En los que a mí se acercan me santificaré: Muchos piensan que pueden llegar por sus propios
caminos delante de Dios y hacer lo que quieran en Su presencia. Pero Dios demanda que sea tenido
por santo por todos aquellos que se acercan ante Él.

i. No se equivoquen: Podemos venir a Dios tal como somos, pero no podemos llegar a Él a nuestra
propia manera. Debemos llegar de la manera que Él ha provisto, el camino hecho en Cristo Jesús.

C. Y en presencia de todo el pueblo seré glorificado: Esto nos recuerda que Dios debe ser glorificado
en las reuniones de Su pueblo. El enfoque no debe de estar en el hombre, en su inteligencia, o en su
ingenio. Aquellos que fracasan en glorificar a Dios no serán recompensados.