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Se eleva al Gabinete Ejecutivo del Directorio del Foro Liberal de América Latina, el
presente dictamen, para su estudio, tratamiento y aprobación.
El documento que esta Dirección expone a consideración del Gabinete Ejecutivo del
Directorio del Foro, ha sido ampliamente analizado, llevándose a cabo las oportunas
actualizaciones para garantizar el correcto proceso de sistematización de todos los
escritos del Foro.
Alberto Mansueti.
ÍNDICE
Eventualmente, las elecciones municipales nos brindan la ocasión para hacer unas
indispensables consideraciones acerca de su significación real, que muchas veces no
se toman en cuenta. Pero nuestra obligación y compromiso es decir siempre la
verdad, aunque sea incómoda para algunos. Es por ello que antes que nada,
debemos comprender a cabalidad los siguientes elementos:
(2) Leyes malas. El Congreso Nacional tiene el poder de dictar las leyes, que son de
riguroso acatamiento. Pero desde hace muchas décadas, los sucesivos congresos
nos han dictado una gran cantidad de leyes malas, que perjudican el trabajo, ejercicio
de profesiones y la actividad empresarial, en todos los órdenes: agricultura, comercio,
industria, transporte, crédito y banca, educación, atención médica y jubilaciones.
Obstaculizan la propiedad privada y el libre desenvolvimiento de los mercados, las
claves de la prosperidad y el bienestar. En años más recientes, leyes igualmente
arbitrarias tratan del medioambiente, de la mujer y género, de las comunidades
indígenas, y de los partidos políticos.
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(3) Manos atadas. Muchos alcaldes, con buenas intenciones para sus comunidades
y municipios, no pueden hacer nada frente a las leyes malas. Ni siquiera el presidente
de la república tiene el poder para derogarlas: solo el Congreso. Igual pasa con otras
leyes nacionales que obstaculizan y restringen las capacidades de las alcaldías, como
p. ej. las de ordenación territorial, impuestos, administración municipal y régimen
presupuestario. Los alcaldes tienen las manos atadas.
La derogación de las leyes malas y las 5 Reformas nos enfoca en el nivel nacional;
pero mientras tanto, ¿es posible hacer algo por nuestros Municipios?
Sí es posible, pero sin mentir: son medidas de alivio, parciales, con ventajas
importantes pero limitadas; son pasos en un camino más largo. Dos tipos de políticas
municipales:
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En primer término, así como en el orden nacional de entrada hay que derogar las
leyes malas, en el orden municipal se puede comenzar derogando las ordenanzas
malas, de contenido irracional. Y en algunos casos se les puede “racionalizar”, con
enmiendas o derogaciones solo parciales. De igual modo se pueden reducir
impuestos exagerados, multas caprichosas, y otros arbitrarios costos que se le cargan
a la gente en las ciudades. Son medidas para resolver problemas vistos como
urgentes según las encuestas, y que pueden tomarse a corto plazo, en cinco áreas
claves de la vida municipal.
Hay dos tipos de políticas municipales para tomar en cuenta. Las primeras pueden
darse en el corto plazo; no así las segundas, que requieren algo más de tiempo.
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LAS CINCO SOLUCIONES
Estas cinco soluciones están orientadas a brindar un marco de acción en campañas
electorales que se vinculen a las necesidades elementales de la ciudadanía. No son
ni de cerca el fin de los problemas que padecemos, sin embargo, son nuestras
estrategias programáticas para mejorar la situación actual y conquistar espacios de
poder, demostrando que el liberalismo clásico, aplicado incluso en franca desventaja,
es infinitamente superior a cualquier medida estatista. De esta manera, poco a poco,
podremos incrementar la presión en favor de la ejecución de las 5 Reformas a nivel
nacional.
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Solución 4: Transporte público
Las licencias para autobuses y taxis, así como reglamentos, impuestos, tasas y
multas, en muchos casos pueden y deben ser flexibilizadas, en beneficio de
transportistas y usuarios.
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LOS TRES SERVICIOS BÁSICOS
El caos en las ciudades, a medida que crecen, se hace enorme e incontrolable. Y en
buena parte es porque el Estado está demasiado pendiente de funciones impropias,
que no le competen, sino a los privados, en las áreas de la economía, la educación,
la atención médica y las jubilaciones, y muchas otras. Por esa tal razón el Estado
descuida, desatiende o abandona sus funciones propias, que son la seguridad, la
justicia y la infraestructura física. Esto vale en el orden nacional, y también en el plano
municipal.
Tenemos ofertas para “Los Tres Servicios Básicos”; pero advertimos que es tarea que
requiere algo de tiempo, no puede hacerse de inmediato.
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¿De dónde sacamos estas ocho (8) propuestas en el Centro de Liberalismo
Clásico? Como siempre, trabajamos en base a muchas encuestas serias, tanto
cualitativas como cuantitativas, que nos revelan las necesidades más imperiosas, tal
y como son mencionadas por la gente en general, y asimismo en conversaciones
personales y reuniones comunitarias, en nuestros largos recorridos por las áreas
rurales y urbanas de nuestros países.
Con esta agenda puede hacerse campaña electoral exitosa en ciudades y Municipios,
aunque pasando siempre el mensaje: que las soluciones de fondo a los problemas
del país exceden el ámbito municipal, pues solo el Congreso nacional puede derogar
las leyes malas, y solo el Ejecutivo nacional puede impulsar las 5 Reformas.
Los alcaldes honestos y decentes, una vez electos, y tan pronto comiencen su
gestión, se van a dar de cabeza contra las leyes malas, que les atan las manos para
hacer cosas buenas. Pues entonces, ¿qué mejor ocasión para apoyarnos en nuestra
campaña para derogarlas, presionando para ese fin a los congresistas de sus
departamentos y municipios?
A todos los candidatos a las alcaldías les estamos ofreciendo considerar estos
lineamientos en su campaña electoral y en su desempeño como oficiales públicos, en
caso de resultar electos por el favor popular. De esta manera es que las cosas quedan
claras y el compromiso firme, tanto para ellos, como para nosotros, y lo que es más
importante: para la ciudadanía, cuya “mayoría silenciosa” agobiada por el estatismo
y el socialismo aspiramos a representar. Así es como nosotros los liberales clásicos
entendemos la democracia representativa.
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A todos los líderes municipales y a sus comunidades les pedimos apoyo a nuestro
proyecto, para establecer bases territoriales en sus respectivos vecindarios y
departamentos. Solo así vamos a poder, juntos entre todos y con todos, abrir por fin
las puertas de la prosperidad, el bienestar y el verdadero progreso de cada país, en
toda la completa extensión de su geografía.
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