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SOLUCIONES PARA EVITAR UNA MALA GESTIÓN MUNICIPAL

Evin I. Salazar Rodas

Muchas veces nos preguntamos, ¿Cuándo va prosperar nuestro distrito? ¿Por qué no se

realizan obras? ¿Por qué nuestras autoridades locales no ejercen debidamente su función? Todas

estas incógnitas requieren una urgente respuesta para salir de este gran problema, aunque parezca

poco relevante, repercute en el desarrollo económico, social y cultural de los centros poblados,

caseríos, anexos y del distrito mismo, pues cada autoridad que es elegida por el pueblo solo

apunta para beneficio propio llegando al extremo de considerar que el ser alcalde es otra forma

de ingreso económico dejando de lado el sentido patriótico. Por lo tanto, el presente ensayo

planteará soluciones para evitar una mala gestión municipal. En este sentido, y con la finalidad

de tener una mejor comprensión de la problemática que se busca solucionar, se desarrollará, en

primer lugar, los factores que influyen en una mala gestión municipal para luego plantear las

soluciones.

La psicóloga Paula Muñoz (2005) identifica los siguientes factores:

(i). - Insuficiente capacidad en recursos humanos de las municipalidades más pobres y

pequeñas, tanto por el escaso número de funcionarios como por su insuficiente formación

técnica. (ii). - La ineficiencia administrativa de alcaldes y regidores. Las municipalidades

ubicadas en zonas rurales son instituciones frágiles y débiles cuyos funcionarios violan la

ley a veces sin saberlo, ante la complejidad de los procedimientos. Pero no se puede

negar que persiste una cultura política patrimonialista. La personalización de los cargos

públicos es una constante y los pedidos de rendición de cuentas son vistos como una

intromisión que busca perjudicar a las autoridades o hacerles perder el tiempo. (iii). - La

crisis de representación política que es aún evidente y mucho más en las zonas más
marginadas de los centros de poder: las zonas rurales. Además de las consecuencias de la

dispersión del voto que esta situación genera, como la elección de gobiernos locales con

escasa legitimidad, uno de los efectos más preocupantes es la inexistencia de canales

institucionalizados para la comunicación de demandas hacia el sistema político nacional.

(iv). - Recientes cambios institucionales emprendidos en el marco del proceso de

descentralización, que descuidan y desaprovechan la rica experiencia que las

municipalidades acumularon a lo largo de veinte años de gobierno democrático

ininterrumpido. (v). - Desengaños que el proceso de democratización ha traído consigo.

El desempeño errático e ineficiente del gobierno y la precariedad de nuestro Congreso

han generado un creciente malestar e inconformidad con los magros «resultados» de la

democracia. Es interesante también constatar que la población tiene una concepción

amplia de «corrupción», no relacionada necesariamente con los delitos tipificados por la

ley. La ve, más bien, como un mal social difuso e impregnado en todas las esferas de la

vida. En este sentido, cabría analizar más detalladamente las denuncias de corrupción

contra autoridades. (vi).- Débil capacidad de gestión en gobiernos municipales y

regionales, porque el sistema carece de un verdadero órgano de control por parte del

Ejecutivo. Existen oficinas de control interno en muchas entidades del Estado, las cuales

incluye la Contraloría, pero muchos de los recursos pagados en estos organismos

provienen de las municipalidades y gobiernos regionales. La autonomía política y

económica se ha visto lacerada por la lucha de poderes entre los gobiernos sub

nacionales, pues no se ha definido bien el papel de cada uno teniendo como resultado

superposición de competencias compartidas. (p.2-6)


Por otra parte, Eric Concepción Gamarra (2018), especialista en estudio del aire y vocero de

la campaña Juntos por el Medio Ambiente, en declaraciones a RPP, indicó:

Las municipalidades de los diferentes distritos de Lima tienen que llevar un mayor

control sobre estas empresas, en su mayoría informales, a las cuales se les otorga el

permiso para operar sin verificar las actividades que realizan y la manera en cómo las

ejecutan. En el Perú existen alrededor de 5.7 millones de empresas de las cuales el 80%

es informal. (p.1)

El factor que encontraríamos, en el párrafo antes mencionado, sería el poco control de

procedimientos, requisitos y costos administrativos que una municipalidad exige para otorgar

licencia y autorización a una empresa; pues todo este proceso debe estar incluido y aprobado por

una ordenanza municipal conforme lo establece el numeral 36.1 del artículo 36º de la Ley del

Procedimiento Administrativo General. Además, para ser exigibles a las personas es necesario

que dichos procedimientos se encuentren compendiados y sistematizados en los TUPA de cada

municipio. Adicionalmente, el numeral 36.2 del referido artículo precisa que las entidades

solamente podrán exigir a los administrados y las administradas el cumplimiento de

procedimientos, la presentación de documentos, el suministro de información o el pago por

derechos de tramitación siempre que se cumpla con los requisitos previstos en el numeral 36.1

del artículo 36º de la Ley del Procedimiento Administrativo General.

Además, a lo largo del trabajo realizado en la Defensoría del Pueblo se ha advertido que uno

de los problemas que deben enfrentar algunas de las nuevas autoridades municipales, al inicio de

su gestión, es la falta de información y documentación sobre el estado administrativo, financiero

y presupuestal de la municipalidad que se encontrará a su cargo. En gran medida, esta situación

se debe al incumplimiento o cumplimiento inadecuado del proceso de transferencia de gestión


por parte de las autoridades salientes. La transferencia de gestión es el conjunto de acciones

administrativas que debe efectuar la autoridad, el funcionario o el servidor público saliente para

transmitir a su sucesor la situación operativa y financiera de la entidad o unidad orgánica,

debiendo informar sobre los logros de su administración y facilitando la continuidad de las

actividades o servicios. En ese sentido, la inobservancia del proceso de transferencia de gestión

no sólo dificulta el inicio de una nueva gestión, sino que, sobre todo, trae como consecuencia la

afectación en la continuidad y la calidad en la prestación de los servicios municipales

(Defensoría del Pueblo, 2018)

Sin embargo, esta problemática no es absoluta, pues podemos detener este círculo vicioso de

nunca acabar eliminando gestiones ineficientes con poco beneficio comunitario. Como lo

adelantamos, en este ensayo vamos a desarrollar soluciones que se debe tener en cuenta para no

caer en una mala gestión municipal.

La primera solución consiste en promover acciones de capacitación (seminarios, talleres,

asambleas, etc.) donde participen los diversos actores (gobierno regional, gobierno local,

universidades, ONGs, asociaciones empresariales, organizaciones sociales, colegios

profesionales, etc.) donde se debatan y se definan políticas de participación y trabajo coordinado

para el desarrollo local (Torres, 2005). La segunda solución es evitar la creación de más

municipalidades, pues el Perú tiene más municipalidades de las que puede aguantar, porque su

constitución no ha sido eficiente al contar casi el 50% de ellas con menos de 5,000 habitantes,

por ende, el Ejecutivo debería suspender la creación de nuevos distritos y provincias procurando

incentivar que municipalidades contiguas se asocien y formen un régimen administrativo común

con un directorio encargado (Muñoz, 2014). La tercera solución que se plantea sería la de

promover el desarrollo económico de sus territorios por parte de los gobiernos regionales y
locales, a través de acciones que incentiven la generación de valor agregado, mediante la plena

utilización de sus potencialidades y la eficiente distribución de sus recursos. Para cumplir tal fin,

los Gobiernos Regionales y Locales deben poner en práctica las siguientes medidas: (i). -

Incorporar dentro de los planes de desarrollo económico un diagnóstico técnico de las

potencialidades del territorio, articulado a las prioridades definidas para el ámbito nacional. (ii). -

Promover el clima de negocios e inversión inter e intrarregional, favoreciendo la creación de

micro y pequeñas empresas inclusivas, articuladas a los grandes conglomerados nacionales. (iii).

- Articulación a fin de desarrollar actividades conjuntas con el sector privado. (iv). -

Simplificación de trámites administrativos. (v). - Provisión de infraestructura económica

adecuada (canales de riesgo, carreteras, etc.) (USAID, 2011). La cuarta solución sería el paso de

un modelo de gestión a otro, procurando la construcción de nuevos escenarios donde se observe

la preocupación por mirar el municipio como algo más que la simple delimitación administrativa,

para ver en este territorio un conjunto de dinámicas productivas, sociales, culturales, económicas,

etc., que producen y reproducen distintas y complejas relaciones humanas e institucionales. En

éstas, el gobierno municipal deberá ser capaz de identificar los distintos roles que puede animar

para lograr la movilización de las capacidades y capitales que ha acumulado este territorio. Es

decir, el gobierno municipal no se limita a cumplir solo el rol de animador o promotor, sino que

éste estará condicionado por el escenario que se produzca en cada territorio (Salinas, 2000). La

quinta y última solución sería comprometernos más como ciudadanos, informarnos, saber

nuestros derechos, pues muchas veces elegimos a las autoridades solo porque es buena gente o

porque es allegado nuestro, teniendo como resultado un periodo de gobierno deficiente con

personas incapaces en el poder.


En conclusión, el reto es grande, pasar de gestiones ineficientes a eficientes, de tener un

alcalde poco eficiente a eficiente, será un trabajo arduo de compromiso entre el ciudadano y el

alcalde promoviendo el desarrollo económico, promocionando acciones de capacitación,

evitando la creación de más municipalidades y sobre todo el paso de un modelo de gestión a otro.

Por lo tanto, el cambio empieza desde adentro, desde la localidad más pequeña para así tener una

base firme y lograr que el Perú sea un país descentralizado en todos los sentidos.
Referencias

Defensoría del Pueblo. (2018). ¿Uso o abuso de la autonomía municipal? El desafío del

desarrollo local: Informe Defensorial N° 133. Perú, Lima.

Muñoz, P. (2005). A la sombra de Zalamea, el crimen de Ilave y La Piedra de Santa Anita.

Recuperado de http://www.desco.org.pe/recursos/sites/indice/20/86.pdf

Muñoz. P. (2014). Deficiente gestión en gobiernos municipales demuestra ausencia de un

órgano de control. Recuperado de https://gestion.pe/economia/deficiente-gestion-

gobiernos-municipales-demuestra-ausencia-organo-control-69343-noticia/?ref=gesr

RPP. (2018). Mala fiscalización de autoridades municipales agrava la contaminación en Lima.

Recuperado de https://rpp.pe/lima/actualidad/mala-fiscalizacion-de-autoridades-

municipales-agrava-la-contaminacion-en-lima-noticia-1118700?ref=rpp

Salinas. J. (2000). La gestión local, su administración, desafíos y opciones para el

fortalecimiento productivo municipal en Caranavi, departamento de La Paz, Bolivia.

Recuperado de

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/31519/1/S0010851_es.pdf

Torres, T. S. (2005). Diagnóstico de la gestión municipal: alternativas para el desarrollo.

Recuperado de

https://www.mef.gob.pe/contenidos/presu_publ/documentac/DiagnosticodelaGestionMun

icipal.pdf

USAID. (2011). Aspectos claves en la gestión pública descentralizada. Recuperado de

http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con3_uibd.nsf/E070EC768725C462052578

F700585943/$FILE/ABC_de_la_Descentralizacion.pdf

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