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Los ecosistemas evolucionan hacia una asociación de plantas que finalmente está en
un clímax que es estable. No obstante, una asociación en clímax y estable puede sufrir
cambios a lo largo del tiempo.
Las características mostradas por las plantas son la resultante de la interacción de los
genes con el ambiente. Los genes están sometidos a continuos cambios debido a
factores externos (ejemplo: irradiación) como internos (replicación y reparación del
ADN). Un atributo que se desarrolló muy pronto durante la evolución de las plantas
ha sido la capacidad de intercambiar material genético entre individuos. a través de la
reproducción sexual.
Las plantas cultivadas han evolucionado en paralelo con las sociedades humanas y la
mayoría de nuestros cultivos mayores se han diseminado con el hombre a través de
grandes superficies del globo. Ellos se han diferenciado en un gran número de
variedades de la tierra que son equivalentes a los ecotipos de las especies silvestres (o
salvajes). Esta fase de dispersión y diferenciación duró aproximadamente unos 10.000
años y culminó con la máxima expresión de la diversidad genética. Durante los
últimos 1000 años el proceso se ha detenido y revertido por la intervención de los
mejoradores quienes descubrieron cómo producir variedades más uniformes y más
productivas. Estas variedades que rápidamente se utilizaron reemplazaron a las
variedades de la tierra en cultivo y llevaron a la erosión y pérdida de la diversidad
natural de las plantas cultivadas.
Los orígenes de la agricultura se remontan a unos 10.000 años. Antes del surgimiento
de la misma el hombre subsistía como cazador y recolector de raíces, brotes y frutos
silvestres.
La domesticación hizo que las formas cultivadas fueran menos adaptadas a sobrevivir
en el campo como las especies silvestres y de esta forma se hicieron más dependientes
de la agricultura. Las sociedades humanas, las plantas cultivadas y los animales
domésticos evolucionaron conjuntamente tanto en sus orígenes como en su desarrollo.
Los primeros cultivadores utilizaron las plantas que parecían más adecuadas de la
flora natural. Conforme la agricultura se expandió de los centros primarios las
primeras plantas domesticadas se diseminaron y con ellas nuevas especies silvestres
(que se desplazaron juntas) se domesticaron también. Es importante resaltar que de la
enorme diversidad de plantas existente en cada centro se domesticaron muy pocas de
ellas y que en todo el mundo de un total de 200.000 especies con flores sólo 300 se
han utilizado en agricultura. De éstas 20 o 30 proveen de alimento a la humanidad.
Algunos cultivos como trigo y maíz se han distribuido por todo el mundo, otros han
permanecido muy localizados como la quinoa en los Andes peruanos. Las razones
probablemente subyacen en diferencias innatas en la productividad y en diferencias en
la adaptabilidad de estas especies a nuevos hábitats. Los cultivos varían en el grado de
domesticación. Ejemplos contrastantes son la remolacha azucarera un cultivo
moderno hecho por el hombre y muchos árboles frutales tropicales los cuales difieren
muy poco de las especies silvestres.
Cuando una especie cultivada alcanza los límites de su rango adaptativo, otra especie
que había estado previamente asociada a la primera como mala hierba se convierte en
el componente dominante en la mezcla mala hierba- planta y evoluciona como un
nuevo cultivo sustituto. Esto parece haber ocurrido en las avenas y en los trigos del
Nor-Este de Europa donde el componente avena medró en condiciones de mayor
temperatura y humedad que el trigo el que se infestaba fácilmente.
1.- Adaptación de las semillas para que sea más fácil su siembra por ejemplo pérdida
de pelos y espinas de la cubierta seminal.
2.-Mayor uniformidad en el crecimiento del cultivo y en la maduración de frutos y
semillas resultante de uniformidad en la germinación.
Los cambios producidos por la domesticación parece que han sido mayores en
cultivos que se han desarrollado para producción de semillas que en raíces y vegetales
como patatas y ñame. En todos los casos los cambios reflejan las necesidades del
cultivador y del consumidor. Cuanto mayor es el grado de domesticación mayor es el
cambio que experimenta un cultivo respecto de sus formas silvestres y mayor será la
dependencia del cultivo hacia el hombre para su desarrollo y de éste para su obtención
para alimento.
Las diferencias entre ecotipos son muy sutiles y difíciles de detectar. Cada ecotipo no
es uniforme desde el punto de vista genético. Las plantas cuando forman parte de
poblaciones naturales son alógamas por tanto retienen su diversidad genética y la
población mantiene su heterogeneidad. Esta diversidad genética residual ofrece a las
plantas del ecotipo la oportunidad de responder en caso de que las condicones
ambientales cambien.
En muchos cultivos la iniciación de la floración está disparada por la longitud del día.
Esto también se aplica a la formación del tubérculo en la patata. Las patatas se
trajeron por primera vez a Europa por los portugueses y españoles que regresaban de
los viajes a tierras de América. Las especies encontraron su destino final en los
jardines botánicos antes que se utilizaran para la alimentación. La falta de interés de
los agricultores por la patata se debió a las limitaciones naturales impuestas por el
cultivo. Se trata de un cultivo procedente de regiones ecuatoriales donde los días son
cortos. Así, el material introducido desde Sud-América no produjo tubérculos hasta el
otoño europeo cuando se produce el acortamiento de los días. El rendimiento era bajo
y los tubérculos eran pequeños Por otra parte la distribución de la semilla entre
botánicos europeos permitió la dispersión de material genéticamente diferente el que
se pudo utilizar posteriormente para iniciar programas de selección con el fin de
obtener plantas capaces de iniciar la formación del tubérculo bajo días largos es decir
durante el verano.
Con el correr del tiempo la producción agrícola está basada en unas pocas variedades
muy productivas y esta tendencia ha aumentado en los últimos años permitiendo la
comercialización de semillas de variedades aprobadas oficialmente.
Existe una tendencia generalizada en todas las partes del mundo a la obtención de
variedades uniformes y con alto rendimiento que reemplazan a las variedades de la
tierra que son tan diversas en su comportamiento. La tasa de recambio varía de cultivo
a cultivo y de región a región, pero las consecuencias son las mismas para toda clase
de cultivo, ésto es una pérdida progresiva de diversidad genética que habla
evolucionado en no menos de 10.000 años.
La pregunta que a menudo nos hacemos es la siguiente, ¿por qué nos debe preocupar
perder variedades que producen menos o que tiene a campo un comportamiento tan
dispar? Actualmente las variedades modernas de alto rendimiento representan el
cúlmen de la adaptación de unas plantas a las necesidades actuales. Sin embargo,
sabemos que lo que es bueno hoy puede no ser lo suficientemente bueno mañana. Así,
los objetivos de los mejoradores están cambiando continuamente en función de las
necesidades de los agricultores, del mercado y de los nuevos desafíos impuestos por el
ambiente.
De este trabajo práctico realizado por Vavilov se introdujeron una serie de conceptos
que han perdurado. Vavilov pensaba que el área donde la diversidad de un cultivo era
mayor era su centro de origen y de su domesticación y propuso 8 centros de origen de
las plantas cultivadas.
Para especies que se distribuyen en áreas geográficas muy extensas es muy difícil
identificar los individuos o genotipos que pertenecen a una población o a otra.
Las semillas contienen toda la información genética dentro de sus embriones. Por
ejemplo: las semillas de habas, judías, y de árboles forestales son capaces de
conservarse a tempertatruas muy bajas peroocupan mucho espacio. Las semillas como
tales no nos hablan de las caracterísitcas fenotípicas. Los rasgos fenotípicos de las
plantas portadoras de semillas lo que nos 44 1» información de la especie a la que
pertenece, pero no sabemos nada acerca de su constitución genética, ni de los genes
que segregan en ella ni de las características de su progenie.
Dos plantas de la misma especie tendrán un gen determinado en el mismo sitio. Sin
embargo, ambas pueden diferir en sus alelos y éstos a su vez diferir en la calidad y en
la cantidad (o en ambas) de alguna proteína que producen.
Las diferencias entre poblaciones de la misma especie son debidas a diferencias en las
frecuencias de alelos diferentes de sus genes. Los alelos pueden tener una determinada
frecuencia en un ambiente y otra diferente en otro ambiente como resultado de la
diferente selección natural o artificial.
Se han identificado tres niveles de diversidad genética: entre alelos de un gen único,
entre combinaciones de alelos de diferentes genes en el genotipo (diferencias entre
individuos dentro de poblaciones) y entre poblaciones en diferentes hábitats
(diferencias entre complejos alélicos adaptados).
Es muy difícil decir qué será útil y qué no ya que teniendo en cuenta que las
necesidades del sector agrario y del mercado cambian continuamente lo que puede ser
útil hoy puede no serlo mañana. No obstante, es conveniente saber que en la mayoría
de los cultivos de importancia en agricultura se desconoce el número de alelos
presentes en cada genoma y, aun cuando se disponga de la información la presencia ó
ausencia de un determinado alelo no puede ser deducida del aspecto fenotípico de la
planta en el momento de recolección de la semilla. En una población las diferencias
entre individuos pueden ser debidas a factores ambientales. Diferencias locales en
fertilidad del suelo o de humedad del mismo puede producir fenotipos variables.
Cuando se quiere recolectar material se debe recolectar en forma "ciega" sin conocer
cuántos alelos hay o donde están razón por la cual el tamaño de la muestra debe ser
grande. Es verdad que los alelos raros se perderán si la recolección se hace a ciegas,
pero también es verdad que la importancia de ellos en la población no será
trascendental si su frecuencia es baja. Los alelos raros en una población son tales
porque no ofrecen ventaja alguna a sus portadores, pero, los mismos alelos pueden
conferir alguna ventaja a los individuos portadores de los mismos en otro ambiente.
Por esta razón para disponer de toda la diversidad genética de un cultivo se deben
muestrear ambientes diferentes y obtener de esta forma numerosas introducciones del
mismo material.
El recolector parece ser que deben tener en cuenta también otros factores cuando
deciden el número de plantas que deben recolectar. El tamaño de la muestra debe ser
adecuado para poder realizar todas las pruebas pertinentes tales como: viabilidad,
capacidad de germinación etc. Además, se debe tener un número considerable de
semillas para realizar análisis descriptivos y para tener muestras en bancos de
germoplasma de diferentes sitios del mundo. Las razones descritas anteriormente
llevaron al IBPGR a recomendar que el tamaño mínimo de la muestra debía ser de
4000 semillas. Cuando se recolectan semillas de variedades de la tierra este tamaño
puede ser fácilmente obtenible pero cuando se recolectan plantas pertenecientes a
poblaciones pequeñas y aparte parte de la muestra debe utilizarse y el resto guardarse
ésto se hace difícil.
Los problemas que presentan las especies silvestres surgen de la variabilidad presente
en las poblaciones. Los cambios observables de año en año en las poblaciones hace a
veces difícil la recolección. Un rasgo característico que presentan la mayoría de las
especies silvestres es la de poseer semillas fácilmente dispensables por el viento y en
algunas plantas anuales la dispersión ocurre rápidamente cubriendo áreas extensas.
Por tanto, el momento en que se hace la recolección es crítico ya que demasiado
temprano las semillas están inmaduras y demasiado tarde las mismas han caído o se
han dispersado razón por la cual la recolección de un número adecuado de semillas se
hace imposible.
Las semillas que se conservarán por largo tiempo se conservan en las colecciones base
y están separadas físicamente de las colecciones activas que se renuevan con cierta
periodicidad. La regeneración se hace obteniendo semilla fresca con un alto índice de
viabilidad y sustituyendo la semilla vieja de la colección base. El proceso de
multiplicación se debe hacer con sumo cuidado para no alterar la diversidad genética.
Las semillas de las colecciones activas se usan para las actividades de todos los días
del banco de germoplasma que incluyen: documentación, caracterización, pruebas de
viabilidad, multiplicación de la semilla, y distribución para propósitos de
investigación y mejora.
La mayoría de los recursos genéticos que se colectan hoy en día son recursos
procedentes de cultivos de interés agronómico (hortícolas, forrajes, etc) y la mayor
parte de ellos se conserva como semillas. Dos factores son los responsables de la
perdurabilidad de la semilla en conservación: el contenido de humedad de la semilla y
la temperatura de conservación. Harrington (1970) ha dicho que por debajo del 14%
de contenido de humedad las reducciones sucesivas del 1% extienden la vida de la
semilla al doble. Del mismo modo temperaturas ambientes que oscilan entre 50 C y 0
C con reducciones sucesivas de 5 C extienden al doble la vida de la semilla. Estas
reglas generales se han ido refinando un poco durante los últimos años.
Aunque los procedimientos pueden variar de una especie a otra en general puede
decirse que si una semilla se seca lentamente a un contenido de humedad bajo (de
entre el 5-8%) y posterionnente se sella en un ambiente libre de humedad y se
mantiene a - 18C puede permanecer viable entre 30 y 100 años según las especies y
hasta 30 años cuando se las conserva a 0 C.
Las temperaturas bajas son recomendables para períodos de conservación largo de las
semillas de la colección de base y también por conveniencia y economía. Las
colecciones activas generalmente se conservan entre 0 y 5C.
La mayoría de las especies pueden conservar sus semillas utilizando los métodos de
conservación tradicionales (conservación ex-situ) pero hay algunas en las que no se
puede. Estas especies se llaman recalcitrantes y se Caracterizan porque la viabilidad
de sus semillas desciende notablemente o incluso se pierde si se deshidrata o se
conservan a temperaturas bajas. Ejemplo: la semilla del cacao, del coco, del árbol de
la goma y las semillas de muchos árboles frutales tropicales como el aguacate, el
mango etc. Las semillas recalcitrantes pueden conservarse sin desecación sólo por
unos pocos días, meses o años.
Los bancos genéticos "a campo" constituyen una necesidad para alguna especie.
El aumento del intervalo de tiempo que media entre dos repiques puede hacerse
bajando la tasa de crecimiento. Hay dos formas de hacerlo: disminuyendo el
crecimiento del cultivo y quizás también aplicando compuestos químicos que lo
retrasen. o bien mediante criopreservación, método mediante el cual el tejido se
conserva en nitrógeno líquido a una temperatura de -197 C. A esta temperatura los
procesos celulares y el crecimiento se detienen completamente. La criopreservación
tiene que ser seguida de una fase regenerativa del cultivo en condiciones donde está
estimulado el crecimiento y puede verse este tipo de conservación como una clase
especial de conservación "in vitro".