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La narración y los tiempos verbales.

Hay, básicamente, dos formas de narrar: en pasado y en presente.


Tradicionalmente la narración se da en pasado (y lo que se comenta en
presente), pero narrar en presente es factible.

¿Cuál es el problema con los verbos?

No se puede usar cualquier tiempo verbal, ya que, si los tiempos necesarios


están mezclados, se desorienta al lector (porque el verbo, justamente, nos
marca el tiempo). En narración se suele usar el modo indicativo. El subjuntivo
e imperativo aparecen pero por otras razones. En el esquema de la narración
los vamos a dejar de lado.

¿Entonces cómo hacemos?

Hay un esquema muy sencillo que es de gran ayuda:

Pasado:

Yo caminaba por el parque al anochecer cuando un hombre me gritó que le diera todo
mi dinero. Yo tenía la plata que me había dado mi tía. Se la entregué con amargura
porque sabía que en el futuro la necesitaría.

Presente:

Yo camino por el parque al anochecer cuando un hombre me grita que le dé todo mi


dinero. Tengo la plata que me ha dado mi tía. Se la entrego con amargura porque sé
que en el futuro la necesitaré.
Es hora de poner en práctica lo que hemos visto. Determinad en qué
forma de narración se encuentran los siguientes fragmentos y sustituid
los tiempos para que, si alguno está en presente, se convierta en
pasado y, de lo contrario, si está en pasado, se convierta en narración
de presente:

a) Salomón compró un objeto robado. Siempre lo hacía: compraba joyas a los


ladrones, y luego las revendía. También él mismo, alguna vez, había robado.

b) Sabíamos los tres que mi trabajo no se realizaría.

c) En los 22 años que vivo aquí con Paloma, nunca ha habido un día más
tranquilo.

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