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Elanciano deluniversomaya:unadimensión
unitariaenlareligióndelosantiguosmayas
Simon Martin

L
os antiguos mayas dejaron como legado una enorme gama convención, pero las metáforas difieren en la medida en que co-
de expresiones religiosas. Tanto a través del arte como a optan objetos e ideas pre-existentes y las imbuyen de nuevos
través de la escritura o en interacción entre ambos, con significados. Para distinguir este significado extraordinario de su
cada uno de estos medios se buscó convertir a lo trascendente en modelo ordinario, suele ser necesario marcarlo de alguna manera,
tangible, a lo invisible en visible. Si bien las representaciones de lo añadiendo signos identificativos especiales o colocándolo en
sobrenatural generalmente no son sino sucedáneos de este ámbito— algún contexto que sirva para revelar lo que se busca comunicar.
elementos orientadores que conectan a los creyentes con panoramas Los esfuerzos por capturar la sobrenaturalidad de lo numinoso
mentales de una abstracción infinitamente más grande—, son éstas con frecuencia recurren a lo transgresivo y anti-intuitivo, una
el producto de sistemas simbólicos y, por lo tanto, están sujetas a “extrañeza calculada” que separa lo metafísico de lo físico. Sin
reglas, códigos y convenciones. Valiéndonos de una amplia gama embargo, independientemente de qué tan fantásticas sean las formas
de enfoques iconográficos y epigráficos, es nuestra intención llegar resultantes, éstas no son nunca creaciones espontáneas y ad hoc, sino
a entender estos sistemas y restablecer las antiguas relaciones entre el resultado de aplicar fórmulas y plantillas existentes.
imágenes, palabras y artefactos, por una parte, y los conceptos que Las imágenes del cuerpo humano forman una categoría
éstos buscaban comunicar, por la otra. Tenemos la fortuna de contar particular de metáforas religiosas, arquetipos que se valen de
con fuentes literarias más recientes: los recuentos sobre las creencias nuestra comprensión colectiva de las propiedades físicas y
mayas recogidos durante el período colonial, tanto en el siglo XVI mentales.1 El antropomorfismo es siempre mucho más que un
como posteriormente. Se trata de fragmentos de una cultura en el modo de representación; abarca todo el proceso mediante el cual se
proceso de atravesar una profunda transformación que nos ofrecen adscriben personalidades a los agentes no humanos poseedores de
un frágil pero invaluable puente entre el mundo prehispánico y el pensamientos, emociones y motivaciones complejos (Guthrie, 1993;
moderno. Boyer, 2001: 161-164) y los ubican en mundos sociales similares a los
Las representaciones del mundo natural se basan en la humanos. Se distingue del zoomorfismo y del simbolismo animal
iconicidad, en la apariencia basada en los principios compartidos y, más allá de qué tan humanos puedas ser sus atributos, siempre
de la vista. Dado que el ámbito sobrenatural no tiene una presencia evoca algo ajeno y externo a nosotros.
material, puede representarse sólo a nivel simbólico. El simbolismo Las formas idealizadas de muchos dioses mayas, siempre
tiene dos ramas principales: una de ellas consiste en signos
arbitrarios, en tanto que la otra se vale del poder de la metáfora. 1
Ver Houston et al., 2006 para un estudio integral del cuerpo de arte y
Figura 1. La edad avanzada En ambos casos, el significado debe establecerse mediante una cultura maya.
como atributo divino en
el arte maya. Escultura de
2015 Traducción de “The Old Man of the Maya Universe: A Unitary Dimension to Ancient Maya Religion,” publicado en Maya Archaeology 3, editado por Charles
estuco de Toniná, México. Golden, Stephen Houston y Joel Skidmore, pp. 186–227; Precolumbia Mesoweb Press, San Francisco. Esta traducción: www.mesoweb.com/es/articulos/Martin/
Foto: Javier Hinojosa. ElAnciano.html
jóvenes y bellos, pueden leerse como expresiones de su 1. Los atlantes del mundo 276-280) de que se trataba de los atlantes que sostenían el cielo
vitalidad y de su fuerza como agentes sobrenaturales. Pero El arquetípico Dios N es un anciano con que registraron los cronistas de principios de la colonia, como
existen otros códigos corporales y no menos importante es una gran nariz y ojos almendrados; su rostro Diego de Landa (Tozzer, 1941: 135-136):
el fuerte contraste de la decrepitud divina (Figura 1). Las arrugado y cansino es correspondido por un Entre la multitud de dioses que esta gente adoraba,
figuras de dioses cuyas carnes añejas cuelgan de cuerpos cuerpo gastado y hundido (Schellhas, 1904: adoraban a cuatro, cada uno de los cuales llevaba por
casi cadavéricos comunican un mensaje diferente, en el nombre Bacab. Se decía que eran cuatro hermanos a quienes
37-38; Thompson, 1970a; Coe, 1973: 14-15; Dios había colocado en las cuatro esquinas del mundo
que los signos externos de deterioro señalan no tanto Hellmuth, 1987a: 371-372; Taube, 1992b: 92- cuando lo creó, para que sostuvieran el cielo de manera
decadencia, sino una migración de la fuerza, que pasa del 99; Bassie-Sweet, 2008: 132-139). En ocasiones que éste no cayera… Dieron otros nombres a cada uno de
cuerpo a la mente. En donde alguna vez hubo atletismo, lleva una barba rala, aunque esto es común ellos y con éstos indicaban en qué rumbo del mundo lo
ahora hay inteligencia, en donde hubo fuerza, ahora hay sólo en sus representaciones más tardías. había colocado Dios para sostener el cielo y le asignaron a
poderes sobrenaturales. El presente estudio se concentra uno de los cuatro cargadores del año a cada uno… (Landa,
Su vestimenta es humilde y generalmente traducción en Thompson, 1970b: 276)
en el personaje más notable de este tipo, el arrugado se reduce a un taparrabos y a una concha
personaje al que los estudiosos conocen como Dios N. Hay que pende de un collar, siendo la parte En la iconología maya, los cielos se representaron con una
cada vez más evidencia que sugiere que tuvo un papel más Figura 2. Retrato del Dios N más distintiva de su atuendo una especie “banda celeste”: una secuencia de emblemas celestes que incluye
profundo en la antigua religión maya que lo que se había con su tocado de mascada de de pañoleta de red anudada sobre la frente a los emblemas del sol, la luna y las estrellas, o bien con un
supuesto hasta ahora. Las secciones iniciales del presente red diagnóstico anudado en gran monstruo cocodriliano. Esta bestia rodea la parte superior
(Figura 2). Entre las formas más comunes del
estudio describen cuatro de los principales contextos en los la frente. Concha sin prove- del Altar 4 de Tikal, cuyos lados muestran las cuatro montañas
niencia. Fotografía K3245 © Dios N se cuentan aquellas en las que aparece
que aparece este ser, seguidas de un resumen de los datos asociado con un carapacho de tortuga o una a personificadas sobre las que la bestia descansa; cada una de estas
Justin Kerr.
epigráficos relevantes y luego de una discusión más amplia concha de molusco, si bien ocasionalmente montañas está perforada por una cueva, dentro de la cual vemos
de las implicaciones que surgen de todo esto.2 aparece en telarañas o bien lleva las alas de un murciélago (Figura 3). A a un Dios N sentado con el dorso formado por un caparazón de
menudo se le representó en forma cuadripartita, recurso que se utilizó en tortuga (Jones y Satterthwaite, 1982: fig. 58) (Figura 4). Volvemos
2
Las ideas centrales de este artículo se han presentado en toda Mesoamérica para implicar una alineación con los puntos cardinales. a encontrar este longevo concepto cuadripartita en las cuatro
varios simposios (Martin, 2006c, 2006d, 2007b) y una versión Algunas escenas en las que aparecen estos ancianos con los brazos alzados figurillas de piedra que muestran al Dios N en su carácter de
escrita de las mismas circuló entre colegas en 2007. por encima de sus cabezas persuadieron a J. Eric S. Thompson (1970a, 1970b: tortuga que se excavó en el interior de la Estructura H-17 de
Mayapán y que se talló unos mil años más tarde que el altar
mencionado arriba (Thompson, 1955: 282; Proskouriakoff, 1962:
fig. 2a-c). La asociación del viejo dios con las montañas cósmicas
Figura 3. Variedades del Dios vuelve a enfatizarse en Chichén Itzá, en donde se le muestra
b
N y su papel como cargadores irguiéndose, con los brazos levantados, desde la cúspide de estas
cuadripartitas del mundo: (a) Figura 4. El Dios N y las montañas que cargan el mundo en el montañas (Taube, 1992b: 94, fig. 48a). Con mucha frecuencia,
Columna de la Esquina Sureste, Altar 4 de Tikal: (a) fotografía de William R. Coe; (b) detalle del su piel está marcada con motivos rocosos, estableciendo así su
Templo Inferior de los Jaguares, Dios N con un caparazón de tortuga en la espalda, en el interior
Chichén Itzá (dibujo de Linda papel como pilar y soporte del mundo (Figura 5).
de una cueva.
Schele); (b) detalle de una vasija El concepto de soporte del mundo se usó en representaciones
sin proveniencia (conforme a una arquitectónicas y en metáforas políticas. Las estructuras
fotografía publicada en Coe, 1973: designadas como modelos cósmicos muestran al Dios N como
124); (c) Columna de Serpiente, El soporte del techo en cada una de las esquinas visibles —algo que
Castillo, Chichén Itzá (conforme a
una calca hecha por Merle Greene b
Robertson). Todos los dibujos son
del autor, a menos de que se apunte
otra cosa.

c
a b
a

Figura 5. El Dios N como piedras esquineras del cosmos: (a) soporte de banca del grupo Sepulturas,
en Copán; (b) detalle de vasija sin proveniencia K1485 (conforme a Robicsek y Hales, 1982: 19).

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b

Figura 7. El Dios N
Figura 6. El Dios N como cuadripartita y el colap-
cargador del cielo y del so del cielo. Página 22
mundo en una represen- del códice de París.
tación arquitectónica y
como metáfora política:
(a) Altar 5 de La Corona
(“Altar de Dallas”); (b) vemos tanto en las ilustraciones de edificios como en esculturas
“Tablero de Laxtunich,” monumentales (Tozzer, 1957: figs. 195, 196, 615; Schele y Miller,
sin proveniencia (con- 1986: 122; Mayer, 1989: lám. 96; Houston, 1998: 352-355) (Figuras
forme a Mayer, 1995: lám. 6a y 48). Como extensión de este concepto, se creía que la lealtad c
121). que un señor subordinado le debía a su amo era el reflejo de la
responsabilidad que tenía un cargador celeste. De conformidad
con esto, los vasallos solían identificarse como encarnaciones del
Figura 8. Representaciones del Dios N como Tortuga Terrestre: (a) plato sin proveniencia (Robicsek y Hales, 1981: fig.
Dios N en sus textos identificatorios y aparecen sosteniendo a sus
57); (b) detalle de un plato sin proveniencia (Robicsek y Hales, 1981: 91) (K1892); página 37a del códice de Dresde.
amos en tronos marcados con simbolismo del monstruo celeste
a (Taube, 1988: 198; Houston, 1998: 355-356) (Figura 6b).3
Los recuentos de la época colonial no sólo describen la sus brazos cruzados, en pose de patente inactividad. La escena mismo modo la figura de este dios (Figura 8b). Esta sustitución es
manera en que los cargadores hacían posible la vida mortal al de color rojo sangre que los rodea está dominada por serpientes importante, pues de otro modo podría leerse el surgimiento del
separar el cielo de la tierra, sino que también describen la manera gigantes —identificadas por jeroglíficos como agentes de anciano del interior de las fauces de la tortuga como un acto de
en que destruyeron el mundo anterior al permitir la caída del eclipses— con dioses de la muerte entre sus fauces. surgimiento mítico. En lugar de ello, mostrar su cabeza dentro de
cielo (Roys, 1933: 99-100). Una escena del códice de París —que Los vínculos que tiene el Dios N con el agua y con la piedra la fauces de la tortuga en este caso no significa más que el hecho
data del período Postclásico (900–c. 1542)— que durante algún son igualmente fuertes. Su pañoleta de red puede intercambiarse de que dos entidades se encuentran, de algún modo, unidas, y es
tiempo se creyó era una imagen de la creación del mundo (Freidel o combinarse con la hoja o la flor de un lirio acuático, a menudo equivalente a las versiones más plenamente antropomorfas (Figura
et al., 1993: 100) o un mapa del mundo de los espíritus (Love, mordisqueada por un pez (Figuras 3a, 5a, 5b, 6b, 9a). Esto 8c).
1994: 82-83) probablemente sea una ilustración de esta catástrofe evidentemente alude a una conflación (fusión) con la Serpiente La descripción que hace Landa de los cuatro Bacabs es
(Martin, 2005b) (Figura 7). Aparece en una página que introduce del Lirio Acuático, lo que ocasionalmente se enfatiza al agregar apoyada por el trabajo que hizo David Stuart en un tablero
al Año Nuevo —posición llena de escenas de inundaciones del una cresta emplumada a su espalda (Figura 4) o un hocico o pico procedente de Pomoná, en México (2004a: 4) (Figura 9a).
mundo y eclipses en secciones equivalentes de los códices de alargados (Figura 5a) (comparar con Hellmuth, 1987a: figs. 321, Actualmente está partido en varios fragmentos, pero originalmente
Madrid y de Dresde, que datan de fechas parecidas— en donde 322). Esta dimensión acuática alude a la gran poza primigenia en este tablero mostraba a cuatro personajes adornados con tocados
vemos a los cuatro ancianos cargadores, identificados por sus el que nada la tortuga del Dios N. Esta última se considera como hechos con la flor del lirio acuático y nombrados en los textos
pañoletas anudadas. Están sentados en una postura anormal, el centro de un quincunce de cinco puntos, así como la unión del identificatorios como encarnadores más señoriales de las antiguas
ya que no están bajo la banda celeste, sino encima de ésta, con cuarteto de tortugas, constituyendo así un punto o foco central
del mundo. El Dios del Maíz surge de una fisura en su caparazón, 4
Tlaltéotl, la versión masculina del monstruo de la tierra en el centro de
3
El ejemplo ilustrado aquí tiene las máscaras de las tres piedras simbolizando la germinación del maíz (Figura 8a). En estas México, lleva en la espalda el símbolo de xíhuitl, “turquesa/año,” un diseño
personificadas colocadas a lo largo de su cuerpo, como si formaran una escenas, surge a través del jeroglífico k’an, que generalmente se que se asemeja mucho al signo k’an de los mayas (ver Taube, 2000: 312-313).
funda a través de la cual pasa el monstruo cuyo cuerpo es una banda entiende como “amarillo, precioso, maduro,” pero que es también Esto se diferencia de los chalchíhuitl “jade/piedra preciosa” que son el
celeste. Esto podría servir para indicar una fusión entre el cielo y a tierra una referencia más general a la fecundidad, así como un emblema símbolo de la versión femenina de la que nacen las deidades (Nicholson,
b (más adelante, se abunda sobre el tema) y subraya que estos tres sostenes de centralidad en este caso.4 La cabeza del Dios N a menudo 1967a: 82). La idea de la centralidad en las formas mayas se enfatiza en
son comparables con los “cargadores del cielo-tierra” que se describen emerge de la parte frontal de la concha, ya sea solo o dentro de un ejemplo, mostrado como Figura 15c en el presente estudio, en el que
en varias comunidades mayas contemporáneas (ver Taube, 1992b: 94; las fauces de la tortuga, aunque también existen casos en los que la marca normal k’an es reemplazada por un quincunce (en vista lateral),
también Holland, 1963: 92; Gossen, 1974: 22; Vogt, 1976: 13). diseño que representa al eje del mundo rodeado de las cuatro direcciones.
la tortuga lleva la pañoleta de red en la cabeza para subrayar del

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Figura 9. El Dios N y el
Año Maya: (a) Tablero 1
de Pomoná (conforme a
foto de Carlos Pallán); (b)
página 48a del códice de
Dresde (junto con los glifos
nominales que sustituyen);
(c) Tablero de los 96 Glifos
de Palenque, posición D1a.

c
a
b
Figura 11. Monstruo
piedras esquineras de soporte. Cada uno de ellos sostiene el glifo de cocodrilo fantástico. Cada uno de ellos se asocia con un complejo Cósmico del Cielo
representado sobre
un día del calendario con todo y su coeficiente, y cada una de estas conjunto de elementos y formas corporales, que suelen combinarse
una orejera de jade
fechas representa a uno de los cuatro días del calendario ritual de en formas que desafían la posibilidad de separar a unos de otros.
sin proveniencia.
260 días en el que podía comenzar el haab/ha’b o “año vago” de 365 Un par de orejeras de concha cortada, de proveniencia desconocida Fotografía K3166 ©
días, lo que los convierte en análogos directos de los cargadores del —que probablemente daten del período Clásico temprano (250–600 Justin Kerr.
año que describió Landa. La íntima relación que tenía el Dios N con d.n.e.)— ilustran con gran claridad las dos diferentes versiones: uno
el año maya no puede estar más clara que cuando se le ve llevando de ellos se asocia con la tierra (Figura 10a), en tanto que el otro se
el jeroglífico de este período sobre la cabeza (Figura 9b, c). El tiempo asocia con el cielo (Figura 10b).5
mismo era una de las cargas que debía llevar. A la versión celeste se le ha abordado usando media docena o
Para recapitular, hasta ahora hemos visto al Dios N como más de apodos para describirlo, incluyendo “Monstruo Celeste,”
representación del centro de la Tierra, y también como cargador “Dragón Celeste” y “Cocodrilo-Venado Estrellado” (Spinden, 1913:
del cielo y del año en su forma cuadripartita y alineada con los 53-56; Thompson, 1970b: 216-224; Stone, 1985: 39-48; Freidel et al.,
puntos cardinales, todos los cuales están vinculados con las aguas 1993: 90-91; Milbrath, 1999: 275-282; Velásquez García, 2002: 419-
primigenias y con la piedra de la que están hechos los soportes 432, 2006; Stuart, 2003, 2005c: 70-75) (Figura 11). Su cuerpo suele
cósmicos. Las secciones que siguen habrán de llevarnos más allá adoptar la forma de la ya mencionada banda celeste (Figura 12a)
de este ámbito terrestre y mostrarán como el Anciano (apodo que y, en el período Clásico (250–900 d.n.e.) sus ojos generalmente
utilizaremos fuera de estos contextos) también aparece en otras consisten en símbolos de estrella, parcialmente cubiertos por
partes del universo maya. pesados párpados (Figura 13b). En algunos raros ejemplos, esta
criatura presenta astas de venado, pero es más común verlo
2. Cocodrilos encima y debajo de nosotros representado con las largas orejas del venado, mismas que aparecen
Ahora nos ocuparemos del Monstruo Cósmico, un término que marcadas con signos de estrella. Puede haber más signos de estrella a
realmente abarca a dos bestias distintas, ambas basadas en un repartidos por su cuerpo e incluso estos signos pueden a veces
definir el espinazo de la criatura. En ocasiones, lleva la concha de
un bivalvo detrás de las mejillas, del tipo asociado con Chahk, el
dios de la lluvia. Sus patas acaban en pezuñas, en las que a menudo
aparecen hachuelas pulidas, y sus articulaciones están marcadas
con un elemento rizado que se asocia con el agua. En ocasiones b
un flujo de líquido surge de su boca, que a menudo contiene los
mismos elementos presentes en las ceremonias reales “de esparcir”
y que parecen aludir a joyas. En el códice de Dresde, este flujo
representa la inundación que destruye al mundo (Figura 12b), en
tanto que en los monumentos tallados suele aparecer con marcas
de achurado que indican que su color era oscuro, lo que hace Figura 12. Monstruo Cósmico del Cielo: (a) Estela 11
pensar en la sangre o en la lluvia resinosa que termina con la tercera de Piedras Negras (dibujo de David Stuart, Corpus
creación en el Popol Vuh, escrito épico colonial de los mayas k’ichés c de Inscripciones Jeroglíficas Mayas, Museo Peabody,
(Tedlock, 1996: 71; Christenson, 2003: 87). En donde sería de esperar Patronato de la Universidad de Harvard); (b) página
a b 74 del códice de Dresde; (c) escultura interior del
Templo 22 de Copán (dibujo de Linda Schele).
Figura 10. Cocodrilos contrastantes, representados en un par de orejeras 5
Este objeto se designa como K7544 en la sección de Portafolio del
de concha: (a) Cocodrilo Terrestre; (b) Cocodrilo Celestial. Fotografía archivo fotográfico de Justin Kerr, a la que puede accederse en esta dirección:
K7544 © Justin Kerr. research.mayavase.com/kerrportfolio.

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a
b
Figura 14. Monstruo Cósmico de la Tierra tallado en concha. Fotografía K8750 © Justin Kerr.

hallar la cola, a menudo hallamos otra cabeza, que es esquelética y aparece invertida. Se
trata de la base personificada de una vasija marcada con el signo del “sol” y que contiene
a
una espina de raya, una concha y un pectoral precioso, elementos que en su conjunto
se conocen como el Signo Cuadripartita (“Quadripartite Badge” en inglés; Robertson,
1974). Este tazón o brasero de sacrificios se asocia fuertemente con el Oriente y con el sol
naciente (Stone, 1985: 48; Stuart, 2005c: 167-168) y según un análisis reciente bien podría Figura 15. El Monstruo de la Tierra en el Zoomorfo P de Quiriguá: (a) vista
simbolizar una entrada al útero (Taube, 2009: 99-106). frontal, conforme a Maudslay, 1889-1902, 2: lám. 58c; (b) vista superior, conforme
Los múltiples elementos estelares sugieren con claridad que se trata de una criatura a Maudslay 1889-1902, 2: lám. 58b; (c) nombre jeroglífico en los Tableros C y D,
nocturna. Su cabeza e incluso un ojo estrellado semicerrado puede usarse como sustituto conforme a Maudslay 1889-1902, 2: lám. 63c, d. c
b
del signo regular de estrella que se conoce como Lamat, el octavo día del calendario
ritual maya (Figura 30a). Hay una identificación más específica que proviene de Copán,
elemento) para identificar al Anciano en el sistema de escritura del celestial, aunque también están ausentes las astas, orejas y pezuñas
Honduras, en donde existe un friso tallado dentro de la Estructura 22 que muestra el
mismo modo en que se le identifica en sus representaciones artísticas. de venado. Generalmente, su hocico se curva hacia arriba y en la
cuerpo de esta criatura —apropiadamente sostenido por un par de cargadores ancianos
El equivalente terrestre del cocodrilo celeste comparte mucho punta aparece la concha multilobulada del signo yax (Figura 14, 15a),
que llevan pañoletas y motivos pétreos— compuesto por un tipo de volutas en forma
de su anatomía básica con éste, pero difiere en varios aspectos. Esta elemento que alude a su capacidad de exhalar niebla y nubes (Taube,
de “S,” que en otros contextos representan nubes, lo que sugiere que se trata de una
segunda criatura sirve como metáfora maya del cuerpo material de 2003: 426-427). Sus ojos llevan un elemento de bandas cruzadas
representación del gran arco “nuboso” de la Vía Láctea (Stuart, 1984: 15-16, 2003;
la tierra, el equivalente a Cipactli y a Tlaltéotl, que son monstruos que es propio de las criaturas cocodrilianas sobrenaturales; otro de
Houston y Stuart, [1990]1992; Freidel et al., 1993: fig. 2:20). En la época moderna, los
que juegan papeles muy similares en la mitología del centro de sus elementos diagnósticos lo constituye la presencia de parches
mayas chortís describen al cielo como un gran océano invertido (Girard, 1952: 27) y no
México (Martínez Hernández, 1913: 165-166; Hellmuth, 1987a: ovoides que encierran líneas de puntos. Con frecuencia se le asocia
resulta inverosímil considerar que el listón plateado de la noche bien pudiera sugerir el
276-277; Taube, 1989a, 1992b: 128-131). En una leyenda del centro con foliación de maíz, símbolo del maíz naciente y, por extensión del
cuerpo sinuoso de un cocodrilo que flota.6
de México, los dioses creadores transforman a Cipactli, que es en concepto de sitio (Stuart and Houston, 1994: 21; Tokovinine, 2013:
Lo que resulta más importante para nuestros fines, es que el monstruo celeste
parte pez y en parte cocodrilo, en Tlaltéotl, en tanto que en otro 9-10). Esto presenta una analogía muy cercana con las imágenes de
con frecuencia lleva una pañoleta en la cabeza (Stone, 1985: 39, 46) (Figura 13a) o bien
mito matan a Tlaltéotl para formar con su cuerpo la primera tierra Cipactli, cuyo espinoso dorso muestra tallos de maíz que simbolizan
muestra al Anciano surgiendo de sus quijadas (Figura 13b). En el códice de Dresde
(Garibay, 1965: 26, 108).7 Los mayas del Yucatán colonial llamaban a la tierra fértil (ver página 2 del Códice Borgia). Asimismo y al igual
puede verse otra variante de esta criatura: un dios anciano de cuerpo completo aparece
esta criatura Itzam Cab Ain (itzam kab ahiin) o “Cocodrilo de la Tierra que Cipactli, sus patas traseras pueden estar totalmente ausentes y
sentado en un trono compuesto por la banda celeste; puede verse asimismo su pañoleta
Itzam.” Esta criatura juega un papel muy prominente en las historias la parte posterior del cuerpo puede adquirir características de pez,
asomándose bajo su tocado sauriano (Figura 13c). Su glifo nominal combina la cabeza de
de la creación del mundo en los documentos del Chilam Balam, rematando en una aleta caudal emplumada. Estas características
un cocodrilo con la pañoleta; este último elemento funge como un recurso pars pro toto
en donde también se le mata y se usa su cuerpo para constituir la
c (es decir, una representación parcial que cubre la función de representar la totalidad del Se describe a Cipactli en Historia de los mexicanos por sus pinturas como:
primera tierra firme (Roys, 1933: 101). Ha sobrevivido un vestigio 7

de esta historia en el Popol Vuh, en el que los Gemelos Heroicos “…un gran pez...que era como un lagarto y la tierra se hizo con este pez...”
6
Siguiendo las ideas de Spinden (1928: 23), otra tradición de estudiosos ha caracterizado a (Garibay, 1965: 26; Taube, 1989a:2). Esta entidad se remonta hasta tiempos
engañan al monstruo acuático llamado Zipacná, convenciéndolo de
esta bestia como “el Monstruo de Venus,” cuyo ojo estrellado representa a este planeta (uno de los olmecas. La capa que lleva una figurilla de cerámica hallada en Atlihuayán,
términos nativos de Venus es Ah Noh Ich, “el Gran Ojo”; Joyce et al., 1927: 317). Otros intérpretes
que entre en una cueva, en donde queda atrapado y convertido en
México, consiste en un ser sauriano con una cola parecida a la aleta de un
Figura 13. Monstruos Celestiales unidos con han visto el movimiento de Venus en la forma del cocodrilo (Closs et al., 1984), o la ruta solar de piedra. La relación que existe entre los nombres Zipacná y Cipactli pez (Joralemon, 1976: fig. 4a). Además, la figura temprana del “Señor Joven,”
el Anciano: (a) friso interior de la Estructura la eclíptica (Velásquez García, 2002), visión que es congruente con su asociación con el alba en el brinda un apoyo claro a la relación existente entre estas dos criaturas hecha de piedra verde, lleva la representación de dos bestias invertidas
22 de Copán; (b) Banca de la Estructura 9N-82 Oriente. El descenso de Venus tras la puesta del sol se ve como la caza que da el monstruo al disco (Tedlock, 1996: 240; Christenson, 2003: 95 n. 168). en sus muslos: una de ellas es un cocodrilo; la otra, un pez parecido a un
de Copán (detalle del extremo izquierdo); (c) solar, alcanzándolo y luego devorándolo y llenando el cielo de oscuridad (Schele y Miller, 1985: 45; Las imágenes del monstruo terrestre naturalmente carecen de tiburón (ver Reilly, 1991: 159-162; Joralemon, 1996b), ambos de los cuales
página 46a del códice de Dresde. Ignacio Cases, comunicación personal 2007). los signos de estrella y de banda celeste que aparecen en la versión parecen simbolizar a árboles cósmicos (Martin, 2006a: fig. 8.4, n. 16).

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dimensiones. La cabeza del Dios D puede ser elongada,
acuáticas son enfatizadas mediante su asociación con lirios acuáticos y otros y lleva un corte de cabello tonsurado como el que
elementos de ambientes acuáticos, como la tortuga; se trata de una criatura generalmente se asocia con el Dios del Maíz. Su corona se
de la poza primordial. La ocasional inclusión de motivos pétreos en su piel
embellece con una joya de orejera que apunta hacia arriba,
presumiblemente expresa su relación con el rocoso cuerpo de la Tierra (ver
Maudslay, 1889-1902, 1: lám. 68a). Zipacná se declaró a sí mismo “hacedor de de la cual emerge la concha lobulada del elemento yax. En
montañas” y su dorso serrado se comparó con una cordillera (Christenson, el cuerpo lleva marcas que representan al jade o, de manera
2003: 101 n. 168). más específica, el concepto de “brillo/pulido” —punto
Existía también una dimensión cuadripartita de la versión terrestre de al que hemos de volver—, además de llevar un medallón
esta criatura cocodriliana, representada por otra forma de soporte celeste: trilobulado suspendido de un collar de cuentas.
los Árboles Cósmicos. Al igual que en el centro de México, estos grandes Todas estas características, con excepción del rostro
árboles que se encontraban en las esquinas del mundo eran encarnaciones del y el cuerpo humanos, los comparte con otra entidad: la
a monstruo cocodriliano de la tierra y se les representaba con el torso levantado llamada Deidad Ave Principal (Hellmuth, 1987a: 254-262,
para formar el tronco, en tanto que su cola se dividía para formar las ramas y 362-367) (Figura 19). Descrita por primera vez por Lawrence
las hojas (Hellmuth, 1987a: 282, figs. 595-599). Es este aspecto foliado el que se Bardawil (1976), esta criatura lleva además las alas de
enfatiza en la bestia terrestre representada en las orejeras de concha (Figura
cabeza de serpiente propias de las aves sobrenaturales
10a). Ocasionalmente, los árboles cósmicos conservaron sus aletas caudales
de pez, mismas que pueden dar frutos, lo que resulta un tanto incongruente —que algunas veces llevan los emblemas opuestos de
(ver Martin, 2006a: fig. 8.8a). k’in, “día, luz” y ahk’bal, “noche, oscuridad”— y el pico
Una característica que la criatura terrestre comparte con su primo celeste curvo de un ave de presa, con el que a menudo sostiene
es su asociación con el Anciano mítico. El gran leviatán representado en el una serpiente bicéfala. El Ave Deidad Principal cuenta
Zoomorfo P de Quiriguá, en Guatemala (Figura 15a), lleva una pañoleta de con una larguísima historia en la cultura maya y puede
b redecilla, visible desde la parte superior (Stone, 1985: 39) (Figura 15b). Las seguírsele la pista durante casi dos milenios, primero
escamas de su rostro están llenas de jeroglíficos y hay dos en secuencia que mediante representaciones artísticas y luego mediante
muestran primero a un Dios N con dorso de tortuga y luego a un cocodrilo textos (Lowe et al., 1982: fig. 2.2; Parsons, 1983: 155; Stone,
con cola de pez, como si estuvieran combinados para dar el nombre de esta 1983: 216; Cortez, 1986; Hellmuth, 1987a: 227-270, 364-365;
compleja criatura (Figura 15c).8 Otros ejemplos de la bestia con el elemento Taube, 1987; Guernsey, 2006: 95-117; Taube et al., 2010:
yax en la nariz que también llevan pañoletas en la cabeza (Figura 16a)
29-57). Los precursores más tempranos de esta gran ave
muestran la presencia del Anciano dentro de sus fauces (Figura 16b); también
existen versiones de cuerpo completo del Anciano, llevando un tocado pueden reconocerse por primera vez entre los olmecas
cocodriliano (Figura 16c), este último en correspondencia con la variante (Cortez, 1986; Joralemon, 1996: 54-55), en tanto que
celeste antropomorfa que ya hemos visto en el Códice de Dresde (Figura 12c). Figura 17. El Dios D examina un códice abierto en una vasija sin versiones existentes de esta criatura entre otras culturas
Así pues, se repite el juego de tres formas equivalentes de expresar la relación proveniencia. Pintura de Mary Louise Baker, cortesía del Museo de mesoamericanas dan fe de su prolongada importancia
con el Anciano. Hay una cuarta forma, más sutil, que muestra a un cocodrilo Arqueología y Antropología de la Universidad de Pennsylvania. panregional (Nielsen y Helmke, 2015). Desde alrededor
con manos humanas en lugar de patas, con lirios acuáticos atados a las del 300 a.n.e. en adelante, los mayas del período Preclásico
mismas en forma de pulseras (ver Maudslay, 1889-1902, 2: lám. 95; Meskell y 3. El Anciano y el Ave tallaron su imagen en monumentos, la pintaron en
Joyce, 2003: 91). Un último caso podría existir en los cuerpos humanos de los murales y la modelaron en estuco para hacer los grandes
cocodrilos de orejera, que muy posiblemente constituyan más que un sencillo Paul Schellhas (1904: 22-23) le asignó la nomenclatura de Dios D a una
mascarones “de largos labios” que se usaron en las fachadas
caso de antropomorfismo y sean una quinta manera de expresar esta unión prominente deidad anciana que aparece en los códices del período
de los edificios. Durante el período Clásico posterior, se le
(Figura 10). Postclásico, al que Nicholas Hellmuth reconoció también en el arte y la
representó con frecuencia parado sobre bandas celestes o
escritura del período Clásico (1987a: 303-312) (Figura 17).9 En las vasijas
8
Nótese aquí el ornamento de oreja con tres puntos que lleva el Anciano, un como el conjunto de mascarón central alado que aparece en
policromas, es común verlo sentado en un trono constituido por una banda
elemento que en otros contextos aparece sobre las membranas timpánicas de tortu-
celeste —a veces compartido con la Diosa de la Luna—, desde donde
gas y sapos en el arte maya. Junto con los lirios acuáticos, se trata de una referencia
muy congruente a la dimensión acuática del personaje. preside una corte celestial (Figura 18). Le visitan varias otras deidades, cada 9
El texto que acompaña a este personaje parece ser sólo
una de las cuales adopta una pose de deferencia. Bajo el nombre de Itzamná parcialmente un texto verdadero, pero después de u-ba-ji/hi,
ubaah, “la imagen de,” hallamos un signo achurado que podría
—término que habremos de examinar aquí—, al Dios D se le ha considerado
equivaler a un tocado de red y luego una clara cabeza de ave que
durante mucho tiempo la más importante deidad maya del cielo (Seler, alude a la Deidad Ave Principal; ver la explicación que sigue.
Figura 16. Monstruos Terrestres unidos con el [1887]1990: 98; Thompson, 1970b: 228-229; Taube, 1992b: 31-41). 10
Ver el proto cholano *ahk’äb’ “noche” en Kaufman y Norman,
c Anciano: (a) Escalón III de la Escalinata Jeroglífica El Dios D típico lleva una diadema que muestra un elemento en forma 1984: 115 (Marc Zender, comunicación personal 2015).
3 de Yaxchilán (conforme a dibujo de Ian Graham); de flor con borlas que, al mostrarse de frente, lleva en el centro el glifo
11
Hay algunos retratos del Dios D en los que aparece joven
(b) bloque esculpido sin proveniencia (según Mayer, y atractivo (por ejemplo, en K2026 y K8008). Algunos de ellos
ahk’ab, ”oscuridad/noche.”10 Su rostro es el de un anciano, con una nariz
1984: lám. 52); (c) plato policromo sin proveniencia parecerían ser personajes humanos que lo encarnan o posibles
(conforme a una fotografía de Stephen D. Houston). prominente y una quijada prácticamente desdentada y arrugada.11 Sus fusiones con una deidad joven como la del Dios del Maíz, pero
ojos son grandes y tienen una pupila cuadrada en una de sus esquinas, existe otra posibilidad: que la imagen arquetípica del gobierno, la
característica que parecería hacerlo bizco cuando se le representa en tres del ajaw, pueda sustituir a la del Anciano.

Maya Archaeology 196 197 Simon Martin


una vasija del período Clásico temprano de Kaminaljuyú aparece
un grupo de cuatro de estos danzantes alados (Kidder et al., 1946:
fig. 207e) —una escena que recuerda al conjunto cuadripartita
de Aves Deidad Principales que se posan sobre árboles en los
murales de San Bartolo (Taube et al., 2010: 52, passim). A la Deidad
Ave Principal se le ha descrito como “manifestación,” “avatar,”
“aspecto” o “mensajero” del Dios D, si bien la naturaleza precisa
de su relación sigue sin estar del todo clara.13
Hasta hace poco, no había mucho que sugiriera una relación
con el Anciano en este ámbito; su papel es, sin embargo,
fundamental. Las imágenes del Dios D normalmente aparece
acompañada por un solo jeroglífico: su cabeza-retrato (ver Figura
31b). Existen, sin embargo, algunas excepciones que resultan
cruciales. En uno de éstas, el texto comienza con yaljiiy, “él lo
dijo,” seguido de las cabezas tanto del Anciano (en primer lugar),
como del Ave Deidad Principal (en segunda posición) (Figura
20a, ver también Figura 32). Entre las ilustraciones del personaje
aviar se cuenta al menos una en la que lleva el elemento de
a
red (Figura 20b, comparar con la Figura 32d), aunque existe
un vínculo aún más claro en el que muestra al rostro humano
arrugado con el que ya nos hemos familiarizado (Figura 20c).14
Karen Bassie-Sweet (2002:29, 2008:139) ha propuesto una solución
radical pero convincente de estas conjunciones. Identifica al Dios
D como una fusión del Dios N con la Deidad Ave Principal: del
primero provienen la nariz ganchuda, la quijada demacrada y
Figura 18. El Dios D en su corte celestial; vasija sin proveniencia. Detalle de fotografía “desenrollada” K504 © Justin Kerr. el flácido cuerpo; de la segunda provienen el “ojo de deidad”
cuadrado, la diadema con borlas y la joyería característica.15
los tocados ricamente emplumados que llevaban los gobernantes. b
La unión que presenciamos en las representaciones gráficas se
También existen ejemplos del período Postclásico y aún del período refleja en la forma glífica regular, en la que se acusa una fusión
colonial, en los que corresponde, al menos parcialmente, a la común entre hombre y ave que une con éxito sus identidades
maligna criatura llamada Vucub Caquix “Siete Guacamaya” en el independientes. Más adelante habremos de ocuparnos lo
Popol Vuh.12 que esto significa, pero por ahora baste notar el valor de esta
El vínculo visual que existe entre el Dios D y el ave es quizá observación, que abre la puerta a nuevas ideas sobre el Dios D y
más claro cuando los brazos del gobernante celestial aparecen su importancia en la religión maya.
emplumados, a guisa de alas (por ejemplo, consultar Hellmuth,
1987a: fig. 585; Houston et al., 2006: 236-241). En algunos de estos
ejemplos, la cabeza del gobernante es reemplazada por la del ave; en 13
Por ejemplo, Taube, 1992b: 36; Schele y Mathews, 1998: 268;
Bassie-Sweet, 2002: 29, 2008: 140; Boot, 2004: 2, 2008: 14; Zender, 2005: 9;
12
Dos episodios de la carrera de Vucub Caquix, el ataque con cerbatana Houston et al., 2006: 236, 238; Taube et al., 2010: 30.
de parte de Hunahpu y la represalia que toma el ave al arrancarle el brazo
14
En algunas ocasiones, el nombre del Dios D es antecedido por
a Hunahpu, tienen antecedentes en fuentes mucho más tempranas, aunque muut, “ave.” Más que un descriptivo general o un elemento fijo de su
el tipo de ave difiere en cada una de ellas. La Deidad Ave Principal recibe nombre, esto parece aludir a su encarnación en el cuerpo de un ave,
el impacto del proyectil de la cerbatana, en tanto que es una guacamaya la distinguiéndola de su forma abiertamente antropomórfica que es mucho
que arranca el brazo de Hunahpu, ya sea que aparezca representada como más común. El ave con la cabeza del Anciano que aparece en la Figura
tal o que se le nombre en un texto que acompañe a la escena (Hellmuth, 20c se posa sobre un signo ti que funge como sufijo fonético de MUUT.
1987a: 365; Zender, 1999: 40, 2005: 9; Bassie-Sweet, 2002: 31-34; Chinchilla Hay ortografías más completas del nombre de esta versión del Dios D en
Mazariegos, 2010: 125). Esta discrepancia sugiere una mayor complejidad el sitio de Xcalumkín (Houston et al., 2006: 236), en tanto que probable-
c
en la historia o historias originales. Con base en las escenas que aparecen en mente haya un ejemplo adicional en el Monumento 160 de Toniná, en los
el Códice Borgia, resulta posible ver a la guacamaya como un aspecto direc- bloques glíficos G3–H3 (Graham et al., 2006: 96-97). Consultar las vasijas
cional del dios solar aviar (Martin, 2006b). Sin embargo, la consistencia con K3413 y K4143 para ver otras versiones de la Deidad Ave Principal con la
la que esta ave aparece en las versiones del relato en el México central (ver Figura 20. El Dios D como Deidad Ave Principal fundida cabeza del anciano.
Nielsen y Helmke, 2015: figs. 6, 11, 18), incluyendo un caso en el área maya con el Anciano: (a) vasija sin proveniencia (conforme 15
Michael Coe (1978: 46) se adelantó a esta investigación cuando
que muestra claramente una iconografía teotihuacana (Fash y Fash, 1996: a la fotografía de K7727, de Justin Kerr); (b) vasija de identificó al personaje que ultimadamente habría de demostrarse era el
Figura 19. La Deidad Ave Principal en una vasija sin 132, fig. 3), podría apuntar a la existencia de diferentes tradiciones regionales estilo Escuintla (tomada de Hellmuth, 1987a: fig. 488); (c) Dios D como una forma del Dios N, con base en sus características de
proveniencia. Fotografía K3863 © Justin Kerr. que se adaptaron y mezclaron con el correr del tiempo. tablero en el museo de sitio de Toniná. edad avanzada.

Maya Archaeology 198 199 Simon Martin


22). Anteriormente se pensaba que se trataba meramente de una
variante, pero podría tener un significado mayor. Este señor
del Inframundo aparece en los códices del período Postclásico,
por ejemplo el de Dresde, en donde sus atributos diagnósticos
permanecen sin cambios en relación con sus representaciones más
tempranas (Figura 23a). En el período Clásico, su glifo nominal ha
resultado muy difícil de entender, pero en el Postclásico consiste en
un ícono de lluvia que cae, unido a una cabeza-retrato ennegrecida,
con una gran nariz y un ojo de deidad en espiral.16 En otras secciones
del mismo manuscrito, vemos a un personaje que lleva la cresta de
un búho y la fina capa asociada con el Dios L, aunque su rostro es
el de un anciano de pálida piel (Figura 23b). Es importante destacar
que sobre la cabeza lleva el jeroglífico haab/ha’b, que es el emblema
del Dios N como cargador del año (comparar con la Figura 9b). El
glifo nominal de esta figura está ausente, pero cualquier duda sobre
si éste sigue siendo un retrato del Dios L se ve despejada gracias a
una tercera imagen que aparece en el códice (Figura 23c). En ella
tenemos a la misma deidad anciana de piel pálida que lleva el búho
y el elemento “de año” sobre la cabeza, pero en esta ocasión el texto c
a b
que la acompaña la identifica explícitamente como el Dios L (ver
Thompson, 1970a: 479).17
Si una combinación así puede representar a un Dios L singular Figura 23. El Dios L, fundido con el Anciano en el período
en el período Postclásico, ¿podrían sus características de anciano, Figura 22. El Dios L con el rostro de Postclásico: (a) página 14c del códice de Dresde; (b) página 23c del
presentes en el período Clásico, aludir a otra unión semejante? Es un anciano en el “Vaso de Princeton” códice de Dresde; (c) página 14b del códice de Dresde.
posible hallar apoyo para esta sugerencia tanto en el campo de la (conforme a fotografía de K511 de Justin
iconografía como en el de la epigrafía. Un vaso identificado como Kerr).
K1398 en el archivo de Kerr —conocido de manera menos formal
como la “Vasija del Conejo Real”— muestra dos escenas de una
Figura 21. El Dios L como gobernante del Inframundo maya en la narrativa en la que el Dios L es despojado de sus ropajes y de sus
“Vasija de los Siete Dioses,” que carece de procedencia. Fotografía insignias (Kerr 1989:81).18 En la primera de ellas, un Dios L casi Figura 24. El Dios L, fundido con el Anciano en
K2796 © Justin Kerr. desnudo es objeto de las burlas de un conejo que se ha apropiado el período Clásico: (a, b) detalles de vasija car-
de su cayado, su sombrero, su capa y sus joyas (Figura 24a). En la ente de procedencia (según fotografía de K1398,
4. Los ancianos señores del Inframundo segunda, el Dios L se arrodilla de manera sumisa ante el Dios Solar de Justin Kerr).
Las fusiones entre el Anciano y los principales seres sobrenaturales y acusa al conejo del hurto (Stuart, 1993a: 170-171) (Figura 24b). En
no terminan aquí y hay razones para pensar que el Dios L, el señor esta ocasión, el Dios L lleva la pañoleta de red, atada sobre la frente.
principal del Inframundo maya, también está relacionado con este Esta asociación con el Anciano encuentra eco en lo que el conejo
complejo. Algunas características esenciales del Dios L provienen le dice al Dios L en la primera escena, que concluye con un glifo
del jaguar: este personaje lleva con regularidad una oreja del felino nominal compuesto por una pañoleta de red sobre un pene humano
o bien parches de piel moteada en el cuerpo, especialmente en torno convencionalizado (ver Figuras 24a y 35b).
a la boca (Figura 21). Por lo general, se le representa con un gran El mismo término se emplea para aludir al Dios L en una
ojo de deidad con una espiral en el interior y su piel es negra o bien 16
La referencia a la lluvia en la versión del período Postclásico del
está marcada con glifos ahk’ab, “oscuridad.” En la cabeza lleva un nombre del Dios L podría relacionarse con una inundación que destruyó al
sombrero de ala ancha decorado con plumas y en este sombrero mundo y de la que esta deidad fue una de las víctimas principales (Martin,
aparece un búho coronado con simbolismo relativo al maíz. El Dios 2005b). Para el período Clásico, la mejor pista aparece en la vasija K5359,
L también lleva una fina capa hecha de tela o de piel de jaguar y donde podemos hallarlo acompañado de un texto que se lee 13-mu? yu-
lleva un cetro con la serpiente de hocico cuadrado. Éste último CHAN-na, que quizá se lea uxlajuun muy chan, “Trece Nube Cielo.” Para una
puede convertirse en el largo cayado de los mercaderes y cuando mayor discusión del nombre que el Dios L tuvo durante el período Clásico,
se le representa en este papel, también suele llevar el paquete que consultar Miller y Martin (2004: 281 n. 17) y Martin (2006a: 182 n. 23).
llevan los mercaderes sobre la espalda. Fumador empedernido, se le
17
Thompson (1970a: 479) notó que Mictlantecuhtli, el señor del
ve fumando delgados cigarrillos o bien gruesos cigarros formados Inframundo en el centro de México, también era cargador del cielo. Poste-
riormente, en su comentario al Códice de Dresde, Thompson retoma algo
de manera un tanto burda, o bien sosteniendo un ramo de hojas
de sus propias conclusiones anteriores e identifica tanto al segundo como al
de tabaco (Schellhas, 1904: 34-35; Coe, 1973: 91, 107, 1978: 16-21; tercero de estos ejemplos como Bacabs, que es lo mismo que decir el Dios N
Hellmuth, 1987a: 297-298; Taube, 1992b: 79-88; Miller y Martin, 2004: (Thompson, 1976: 40, 60). Señala la similitud de la cresta con la que lleva el
58-63, 281; Houston et al., 2006: 114; Martin, 2006a: 169-172, 2010, Dios L, pero no se aventura a definir si se trata de un ave o de un pez.
2013: 534-537). 18
Las designaciones que llevan un prefijo K aluden al archivo de b
El Dios L es siempre una deidad con características de anciano a
imágenes fotográficas de Justin Kerr, en este caso la Base de Datos de Vasos
y en ocasiones adopta una apariencia totalmente humana (Figura Mayas, a la que puede accederse en research.mayavase.com/kerrmaya.

Maya Archaeology 200 201 Simon Martin


Figura 25. La humillación del Dios L; vasija carente de proceden-
cia (según fotografía de K1560, de Justin Kerr).

vasija en la que se muestra un episodio relacionado (Figuras 25 y 35a). Dicha vasija es de “estilo
códice,” se identifica como K1560 y muestra tres escenas en las que el Dios del Maíz y sus
acompañantes: un enano y unos enanos jorobados, asaltan y desnudan a deidades ancianas
(Kerr, 1989: 98). Además del Dios L, las deidades conocidas como el Remero de la Raya y el
Remero del Jaguar son las víctimas en esta escena. Los nombres de este par de deidades se
derivan de las escenas en las que transportan al Dios del Maíz sobre un gran cuerpo de agua
primigenio, en un episodio clave en el viaje de éste último hacia la muerte y la oscuridad. Cada
una de las escenas que aparecen en la vasija K1560 está acompañada de uno o más textos que
representan lo que dice la deidad del maíz; en éstos, se alude a las tres víctimas usando el mismo
glifo de la pañoleta y el pene, como si se tratara de un término colectivo empleado para todos
ellos. El Remero Jaguar es el más conocido de los dos dioses remeros y en la mayoría de las
ocasiones es difícil distinguirlo del Dios Jaguar del Inframundo. Los elementos diagnósticos
principales de esta otra deidad clave del inframundo son su diente único de tiburón, el ojo en
espiral y el rostro de anciano, a menudo coronado por un tocado de jaguar (ver Schele, 1987:
3; Martin, 2013: 535-537, fig. 11.11).19 Al igual que en el caso del Dios L, las características de
anciano de los Dioses Remeros podrían representar grados de proximidad pictórica con el
Anciano.
En este punto, debemos recordar también un importante hallazgo hecho en el sitio de
Holmul, en Guatemala (Estrada-Belli, 2011: 92-95). En ese sitio, las excavaciones practicadas en
la Estructura B revelaron dos mascarones monumentales de estuco; ambos consisten en una gran
cabeza de jaguar con el rostro y las manos de un anciano dentro de sus fauces (Figura 26). Estos
19
El glifo del tocado de mascada y pene también se asocia con el Dios Jaguar del Inframundo en una
vasija incisa fina que se excavó en el complejo de Mundo Perdido, en Tikal (ver Stuart et al., 1999: 20). Su
escena muestra a un señor muy elegante, ataviado con un tocado y zarpas de jaguar —atributos comunes
en esta deidad— y entronizado en el interior de la monstruosa boca de una cueva. Más allá de un suplicante
ahora borrado, mira hacia dos filas de bestias antropomorfas y ancianas, entre las que se incluyen al menos Figura 26. El Anciano sentado
dos variantes del Dios N. El señor jaguar tiene una “voluta de habla” y sus palabras se registraron en la dentro de las fauces de un jaguar
inscripción adyacente, compuesta en primera persona. Después de ya-la-ji-ya, yaljiiy, “el lo dijo,” hallamos y rodeado de simbolismo del
su larga frase nominal, que concluye con el compuesto del tocado de mascada y pene. Inframundo: Estructura B de
Holmul, Fase I. Fotografía: Jesús
López, cortesía del Proyecto
Maya Archaeology 202 Arqueológico de Holmul.
la lejana Copán (Figura 27d). En dicho ejemplo lleva
un prefijo i, en un contexto en el que sólo puede estar
funcionando como complemento fonético, estableciendo
así que el jeroglífico del Anciano representa una
palabra que comienza con el sonido i. Para Stuart, estas
c
características llevan a la comparación con la capital a b
de los mayas chontales que Hernán Cortés visitó en
1524, llamada Ytzamkanac (itzam k’an ahk, con sus
componentes y ortografía adecuados para el período Figura 29. Nombre de las cuatro
a b Clásico), lo que sugiere la lectura ITZAM tanto para piedras esquineras del Dios N: (a)
el glifo de retrato del Anciano como para su forma Tablero 1 de Pomoná (conforme a una
abreviada simplemente como la pañoleta que éste usa.23 foto de Carlos Pallán); (b) Tablero de
En apoyo de esto, puede ser importante mencionar “Laxtunich,” posición E1 (conforme
que el manuscrito colonial del Ritual de los Bacabs habla d a Mayer, 1995: lám. 121); (c) página
f 56b del códice de Dresde; (d) glifos
de cuatro Ytzam Kan (itzam k’an), cada uno de ellos
en concha de Cancuén (conforme a
adscrito a un rumbo cardinal, siguiendo una división
Demarest et al., 2006: fig. 9).
cósmica convencional de cuatro rumbos (Roys, 1965:
64-65, 108-109). Puede decirse que una característica
c e y la carga del año combina al Anciano con los signos 4, chan “cuatro” y TUUN
d de este documento es que presenta con frecuencia
“piedra(s),” en referencia a las cuatro piedras angulares del universo (Figura
nombres abreviados: en otras de sus secciones al lagarto
Figura 27. Nombres de la tortuga del Dios N: (a) posición U3 en el Tablero 3 de Piedras Negras; (b) posición X10 en el Tablero 2 de 29a–c, ver también Figuras 6b, 9a, 9b).27 No hay gran certeza en lo tocante al
Piedras Negras (dibujo de David Stuart); (c) pedacería de terracota incisa de Paqal, fase Yaxché, Operación 24B-1-4 de Piedras Negras terrestre Itzam Cab Ain se le menciona meramente
orden de lectura en estos casos, ya que los escribas podían colocar el número en
(conforme a Houston et al., 1999: fig. 7); (d) posición S1a, Escalón 2 de la Estructura 2 de Copán; (e) vasija carente de procedencia (con- como Ytzam Cab (Roys, 1965: 49-50, 59-60, 99-100,
el borde izquierdo de los glifos por razones estéticas, ignorando así la secuencia
forme a fotografía de K8763, de Justin Kerr); (f) tablero originalmente tomado de Pomoná (conforme a Mayer, 1978: lám. 53). 105-106). Coincidencia o no, sabemos que el nombre
que lleva la tortuga podía abreviarse de manera casi
idéntica durante el período Clásico, ya que en una
23
Si ITZAM fuera el valor correcto, sería de esperarse que el prefijo i– presente en
mascarones están flanqueados por cráneos humanos y huesos largos actualmente estamos obligados a buscar alternativas.21
Copán pudiera hallarse en algún momento con el sufijo –ma correspondiente. De hecho,
cruzados, representados en el interior de los perfiles escalonados de En 1994, David Stuart presentó una nueva propuesta, derivada vasija policroma que probablemente date del siglo VI
otro monumento de Copán, el Altar K, probablemente muestra precisamente eso. En
montañas. Este sitio del inframundo, junto con el motivo “dentro de las inscripciones de los sitios de Piedras Negras, Copán y d.n.e. aparece el Dios N con un texto identificatorio este monumento, la cabeza del Anciano aparece entre dos signos ma bien conocidos:
de las fauces,” que indica identidades unidas, podría sugerir que Xcalumk’in.22 El rastro comienza en Piedras Negras, Guatemala, que consiste en la pañoleta de red sobre un signo único T74 y T142 (ver el catálogo de signos de Thompson de 1962). Aunque en circunstancias
el personaje central es uno de los jaguares del inframundo en su en donde varios gobernantes tomaron el nombre del Dios N con K’AN (Figura 27e).24 En un tablero dañado —que normales esto podría apuntar a dos valores fonéticos (como si se tratara de complementos
encarnación como Anciano. Independientemente de si es correcta o caparazón de tortuga (Kelley, 1976: 72) (Figura 27a, b). Un ejemplo originalmente provenía de Pomoná—, existe otra versión para una palabra como MAM), el silabograma ma es un caso especial porque su forma
no esta sugerencia, la primera fase constructiva de estas esculturas que aparece en una vasija excavada en el sitio define con gran del nombre que lleva la tortuga, en donde aparece con completa es un trigrafo (un signo que consta de tres elementos) en el que con frecuencia
se ha fechado en el año 400 a.n.e., a inicios del período Preclásico claridad el orden de lectura: comienza con la pañoleta del Anciano, un prefijo 4, chan, “cuatro” (Houston, 1998: 355) (Figura aparece un elemento superpuesto sobre su porción central. La ortografía más común
tardío, lo que hace de éstas las primeras imágenes conocidas del seguida de K’AN-na, k’an, y luego a-ku, ahk, “tortuga” (Houston 27f).25 Evidentemente, alude a los cuatro Dios N-tortuga de este tipo aparece en el alto título kaloomte’, en el que las partes superior e inferior del
et al., 1999: fig. 7) (Figura 27c). Precisamente la misma variedad de que aparecen en Tikal y en Mayapán. signo ma completo generalmente están visibles, pero denotan un solo sufijo. Es probable
Anciano en el arte maya.
Cada una de las formas de Dios N tiene su propio que el espacio elongado de que se disponía en el Altar K hiciera de la superposición la
Dios N aparece como parte de otro nombre real, en esta ocasión en
mejor táctica de utilización del espacio, por lo que el “doble ma” en realidad sólo produce
Lectura del Anciano jeroglífico nominal, que combina ya sea al retrato del
ITZAM-ma.
Anciano o a su pañoleta de red con el objeto o animal 24
La falta del elemento habitual ahk “tortuga” en este caso puede verse reflejada en la
Antes de seguir avanzando, necesitamos abordar las cuestiones 20
En la página 74 del códice de Dresde, hallamos la ortografía ba-ka-bi
específicos de que se trate (Zimmermann, 1956: 164-165)
epigráficas que continúan sin resolverse y examinar los nombres con en un texto que trata de la destrucción del mundo. Es probablemente la ausencia del carapacho en la espalda del dios anciano.
primera ocasión que tenemos en la que el término bakab se usa para aludir (Figura 28). En general, existe una fuerte continuidad 25
Este jeroglífico aparece en un fragmento que actualmente se encuentra en el Museo
las que los antiguos creyentes identificaban al Anciano y sus formas entre las formas de los períodos Clásico y Postclásico,
a los cargadores del cielo (Taube, 1988: 145). Ver Houston et al. (2006: 62-63) Rietburg, de Zurich, Suiza (Mayer, 1978: lám. 53). David Stuart (2007b) recientemente
unidas con otros seres. La naturaleza fragmentaria de la evidencia si bien la variante que lleva el signo “de año” HAAB/ se dio cuenta de que puede unirse con otros dos fragmentos de tablero excavados en
para una discusión más detallad del término bakab.
existente significa que la tarea no es sencilla y la interpretación a HA’B adopta un papel más activo como glifo nominal Pomoná, México (García Moll, 2005: láms. 6-10, 6-25a).
21
Es la presencia del término tuun, “piedra,” en ambos pawahtuun y en
menudo depende, un tanto dubitativamente, de un puñado de uno de los nombres glíficos más comunes para el Dios N, lo que provocó la en versiones tardías, haciendo referencia aparentemente 26
En el período Clásico, esta forma del Dios N que lleva el “año” sirve como personi-
ortografías y contextos. Nos ocuparemos de cada uno de los ámbitos idea de que pudiera existir una conexión. Esto necesariamente equiparaba a la identidad de los Dioses N como cargadores de ficación del número “5” (Figura 9c) y, de manera más rara, del glifo mismo para HAAB/
cosmológicos en los que está presente el Anciano. al componente pawah con la mascada anudada. Floyd Lounsbury señaló que año.26 La versión que se asocia de manera más estrecha HA’B, “año.” Tiene una relación muy estrecha con la forma TUUN, “piedra,” que se ve
(1) Landa registró varios nombres que se daban a los cargadores las palabras paw y paw’o significan “bolsa de red” en maya yucateco (Barrera con las responsabilidades relativas al sostén del cielo
de la manera más clara en las Tablas de Venus, en las páginas 24, 47 y 48 del Códice de
del cielo, pero enfatiza uno de ellos: Bacab (bakab). A raíz de la Vásquez et al., 1980: 635), en tanto que el diseño de red se asemeja al signo Dresde (Kelley, 1976: 72, fig. 28) (ver Figura 9b). Aunque durante mucho tiempo se le in-
investigación que hizo Thompson (1970a) sobre el tema, este término silábico pa, en lo que constituye potencialmente una clave fonética (Coe, terpretó como una alternancia fonética, es más probable que su naturaleza sea semántica.
se convirtió prácticamente en el nombre por defecto del Dios N. Pero 1973: 15). El elemento central de la mascada se interpretó posteriormente En la página 37 del mismo manuscrito, una ilustración de la tortuga del Dios N aparece
como el lexema WAH “pan de maíz” (Taube, 1989b: 36, 1992b: 92), lo que acompañada de la forma HAAB/HA’B, lo que sugiere que tiene una función genérica que
en tanto que bakab es un término que aparece en las inscripciones
sugiere una lectura completa de pa[WAH]-TUN, pawahtuun. No obstante, se aplica a todas las variantes de cargador del año de este dios.
del período Clásico, aparece únicamente como título asociado con 27
Las variantes de tortuga y de piedra de esquina aparecen juntas en el llamado
estas lecturas han sido cuestionadas por evidencias fonéticas más recientes,
los gobernantes y nobles de alto rango y nunca aplicado a seres “Vaso de los Nacimientos,” un recipiente de cuatro lados pintado con diversas escenas y
como habremos de ver. a
sobrenaturales como el Dios N.20 Buscando descifrar el nombre del 22
Esta sugerencia se hizo en una carta dirigida a Linda Schele, fechada
b textos que las acompañan (Taube, 1994). En el Lado II, el glifo C1 alude al nacimiento de
viejo cargador, la atención recayó en otro personajes mencionado el 14 de noviembre de 1994 (el texto puede consultarse ahora en Stuart, ITZAM[K’AN]AHK en algún tiempo remoto y muestra a un Anciano dentro de imágenes
por Landa llamado Pauahtun (pawahtuun), otra deidad cuadripartita 2007a). La referencia más temprana que se publicó de esta lectura aparece en apropiadas al “nacimiento de serpiente.” El glifo A2 del Lado III menciona a 4-ITZAM-
alineada con los puntos cardinales (Tozzer, 1941: 137-138; Coe, Houston et al., 2000: 104; ver también Stuart, 2005c: 93 n. 32. Debe señalarse Figura 28. Nombres de las versiones con caparazón y de TUUN, en tanto que el Lado VI muestra a los cuatro dioses viejos. Aunque los daños que
1973: 14-15). Si bien la evidencia en apoyo a esta lectura resultó que la misma forma de cabeza tiene un valor diferente cuando aparece como zarigüeya(?) del Dios N: (a) A1 de la página 41b del códice han sufrido las escenas y los textos dificultan cualquier interpretación adicional, se trata
inicialmente convincente, en años recientes se ha visto cuestionada y verbo en frases dedicatorias (Coe, 1973: 21; Stuart, 1998: 409-417). de Dresde; (b) vasija sin proveniencia (Coe y Kerr, 1982: 71). de un raro vistazo a la mitología más profunda que rodea a estos personajes.

Maya Archaeology 204 205 Simon Martin


lineal de lectura de la palabra, lo que da como resultado alternativas como cartuchos. Solo se puede estar seguro de haber hallado el entonces EK’, “estrella” y CHIJ, “venado,” serían elementos activos; no
chan itzam tuun o itzam chan tuun para la expresión 4-ITZAM-TUUN.28 Un nombre propio del monstruo celeste cuando esto ocurra en obstante, en aquellos casos en los que tenemos un sufijo complementario,
descubrimiento hecho en Cancuén, Guatemala (Demarest et al., 2006: 764) contextos no calendáricos (Figura 30b). Una clave fonética que éste es ma (en la Escalinata Jeroglífica 3 de Yaxchilán, Escalón IV, B1;
(Figura 29d), podría ser de utilidad para resolver este problema. A pesar de apunta a su lectura la encontramos en un ejemplo poseído Graham, 1982: 170). Este sufijo o apunta a un valor muy diferente o bien
haberse hallado desarticulados, dos glifos hechos de concha bien podrían ser que carece de la mascada en la cabeza, pero tiene una estrella indica la presencia de un elemento ITZAM de manera no explícita. En la
partes de un par, indicando que el Anciano debe leerse en primer lugar.29 Por dentro del ojo y lleva un prefijo ya. Éste último brinda tanto el versión entronizada en el cielo que aparece en el tardío códice de Dresde,
el momento, no nos ocuparemos del significado de itzam, si bien volveremos a pronombre posesivo y- como el sonido de la primera vocal de las características de estrella y de venado han desaparecido, quizá para
b este asunto clave un poco más adelante. una palabra con la letra a- inicial, lo que implica que AHIIN, representar en ese caso sencillamente el elemento itzam ahiin (Figuras 30c
(2) Ninguna de las dos versiones del Monstruo Cósmico aparece con “cocodrilo” constituye la siguiente parte de la lectura (Stuart, y 13c).
a 2005c: 71, 88). Si la iconografía ha de leerse de manera literal,
mucha frecuencia en las inscripciones; como resultado de esto, nuestra Tratándose de la variedad terrestre, el nombre más claro aparece en
comprensión de sus nombres es limitada. El término para decir “cocodrilo” se el contexto de una serie de nombres de deidades tallados en una vasija
representó en el sistema de escritura mediante el logograma AHIIN, lectura del período Clásico Temprano (Hellmuth, 1987a: 284) (Figura 30d). En
deducida gracias a la frecuente presencia del sufijo na y de una sustitución este caso, el cocodrilo con el elemento de bandas cruzadas en el ojo lleva
fonética parcial de a-hi (Stuart, 2005c: 64 n. 16). Esta bestia a menudo se el signo apropiado de yax en la nariz, así como el elemento de maíz
representó con bandas cruzadas en los ojos y, por lo tanto, pertenece a naciente en su corona, éste último con una joya personificada y brillante,
una categoría conceptual de animal, más que a una categoría de animales lo que señala sus cualidades preciosas. En la mejilla del monstruo
representados de forma natural (ver Houston y Martin, 2012). Si bien es ahiin el aparece un signo de piedra, completándose la combinación de elementos
c d término base de ambos seres, la versión celestial generalmente se distingue por con el rostro del Anciano en las quijadas del animal. Es posible que los
la presencia de estrellas en su cuerpo o asociadas con él, así como por las orejas elementos TUUN, “piedra” y NAL, “mazorca/lugar de maíz” se unieran
b c
de venado, en tanto que la versión terrestre incluye elementos relacionados a AHIIN durante el período Clásico, aunque la lectura bien podría ser
con la piedra y el maíz. No está claro si estas partes denotan palabras en algo muy distinto.
Figura 30. Nombres para los Monstruos del Cielo y
combinación o si actúan como pistas para señalar lecturas completamente (3) El nombre del Dios D presenta un reto igualmente complejo.
la Tierra: (a) Bloque 593 de la Escalinata Jeroglífica
diferentes. En los casos en los que cualquiera de estas formas se combina con el Históricamente, nuestra comprensión del mismo se apoya en una
de Copán; (b) Texto 9 Misceláneo de Tikal, posición
Anciano es razonable suponer, con base en los elementos mencionados arriba, página del Códice de Dresde en la que el Dios D aparece como una de
B; (c) posición D4 de la página 50 del códice de
Dresde; (d) vasija carente de procedencia, posición E que el nombre de éste debe pronunciarse primero. Esto resulta congruente cuatro deidades que se rotan el patrocinio del incipiente Año Nuevo
con nuestro monstruo terrestre de la época colonial: Itzam Cab Ain, que forma d (Figura 31a). En el relato que hace Diego de Landa de las ceremonias de
(conforme a Hellmuth, 1987a: fig. 604).
parte de la argumentación que hace Stuart a favor de la lectura ITZAM. a Año Nuevo, en el que describe las ceremonias correspondientes que se
Ya hemos señalado la sustitución del monstruo celeste por el glifo de observaban en el siglo XVI, la posición equivalente en la secuencia la
estrella en el nombre del día Lamat (Figura 30a), alternación que se repite y en Figura 32. Nombres del Dios D que separan a la Deidad Ave asume Yzamna (Itzamná), personaje claramente identificado en las fuentes
la que la bestia funge como patrono del mes Yax dentro del Glifo Introductorio Principal del Anciano: (a) vasija sin proveniencia, posición coloniales como uno de los dioses nativos más importantes. El primero en
de la Serie Inicial. Resulta tentador leerlo sencillamente como ek’, “estrella,” en zG2-3 (conforme a fotografía de K7727, de Justin Kerr); (b) notar esta relación fue el gran Eduard Seler y por más de cien años el Dios
ambos casos, pero no existe ningún día maya conocido que tenga este nombre vasija sin proveniencia (conforme a una fotografía de Raphael D se ha asociado con este poderoso personaje (Seler, [1887]1990: 98-99;
y el término Lamat parece ser arcaico (Thompson, 1950: 77; Kaufman, 1989: Tunesi); (c) posición B12 de la Estela C de Quiriguá; (d) máscara Tozzer, 1941: 145-146).
21). Esta suposición es respaldada fuertemente por la presencia de sufijos ta en sin proveniencia, posiciones C4–D4 (conforme a un boceto de El jeroglífico nominal del Dios D, al igual que sus representaciones de
David Stuart).
dos ejemplos del signo de estrella que datan del período Clásico (Marc Zender, cuerpo entero, combina retratos del Anciano y de la Deidad Ave Principal
comunicación personal, 2015). Dadas sus sustituciones, podríamos imaginar (Figura 31b). En las raras ocasiones en las que aparecen separados, el
que la palabra lamat bien podría ser el nombre de este monstruo, pero los anciano —tanto en cuerpo completo como en forma abreviada— aparece
valores de los signos que aparecen en el interior de los cartuchos calendáricos en posición inicial, seguido de la cabeza del ave (Bassie-Sweet, 2002: 29-
no necesariamente son los mismos de los del mismo signo fuera de dichos 30, 2008: 139) (Figura 32a–c).30 Esta ortodoxia escrituraria nos permite
identificar pares similares como nombres del Dios D, aún en aquellos
28
La Figura 29a emplea el principio de superposición: coloca la cabeza del Dios
casos en los que no existe ilustración alguna que acompañe al texto (Figura
N sobre el signo TUUN, de manera que sólo el complemento ni permanece visible. 32d). Los ejemplos del período Postclásico siempre están fundidos (en
b lo que se conoce como conflación) y su énfasis varía entre el hombre y el
Esto podría estar motivado, al menos en parte, por el hecho de que sus valores no son a
secuenciales en la lectura, lo que podría estar implicado de manera errónea por las otras ave, sin que ello afecte su significado (Figura 33a, b). A la evidencia de
a
formas de combinación como infijación o fusión (conflación). la lectura del Anciano como ITZAM podemos agregar dos grafías que
29
La cabeza del Anciano en el texto de la concha parece ser ITZAM, pero queda la aparecen en el Códice de Madrid: una en la que la diadema borlada del
Figura 31. Nombres del Dios D que posibilidad de que se trate del verbo T’AB sin su sufijo –yi habitual. El agrupamiento Dios D es sustituida por un prefijo complementario i y otra en la que este
funden a la Deidad Ave Principal 4-TUUN-ni resulta persuasivo porque aparece dentro del término colectivo que se usa complemento aparece infijo y aparece con un complemento tzi que no es
con el Anciano: (a) página 27c del para el Dios N en otro texto de Cancuén, en esta ocasión un tablero saqueado de la el convencional (Stuart, 1987a: 16; Nikolai Grube, comunicación personal,
códice de Dresde; (b) posición D7 en misma época (Mayer, 1995: lám. 169). En él, podemos ver el término chumlaj, “sentarse”
1999; Boot, 2008: 19).
el costado sur de la Plataforma del de 4-ITZAM-TUUN (en las posiciones M6–N6), que probablemente deba entenderse c
como la designación de señores lugartenientes como cargadores simbólicos del cielo. Es
Asociados al nombre del Dios D aparecen no menos de tres diferentes
Templo XIX de Palenque. d
posible que el texto de la concha —que originalmente estuvo unida a alguna prenda— sufijos. En el ejemplo que aparentemente es el más temprano de los
se refiera a alguien que ha asumido el mismo papel. Resulta interesante constatar que Figura 33. Nombres del Dios D en los códices del período
la ceremonia de “sentado” del tablero no tiene uno, sino dos sujetos, pudiendo leerse Postclásico: (a) página 7b, posición A2 del códice de Dresde; (b) 30
La misma ortografía del nombre aparece en la vasija K2026, en donde apa-
b el segundo (en la posición M7) como 4-xi?-wa-TUUN-ni (ver, asimismo, Stuart, 2007a). posición A2 en la página 15a del códice de Dresde; (c) posición rece en un pasaje junto con uno de los Gemelos Heroicos que puede traducirse
Esto se refiere a un grupo independiente de cargadores que está especialmente asociado A2 de la página 80c del códice de Madrid; (d) posición A2 de la como “Juun Ajaw dijo al Dios D.” Ver Tunesi (2008) si se desea consultar el
con el acuoso Inframundo (ver Martin, 2012: 72 n. 12). página 110b del códice de Madrid. ejemplo ilustrado como Figura 32b.

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significado para naaj. Tentativamente, se ha ligado esta forma a la palabra De hecho, si estos contextos se toman en sentido itzam había adquirido un sufijo –na adicional, elemento cuyo significado no está
“orejera” (recordando la presencia de este artículo en la cabeza de la gran ave y literal, tendríamos que suponer que el elemento claro, pero que podría haber constituido algún tipo de amplificación. Para la época
que se deriva del protomaya *na’ “saber” [Kaufman, 2003: 214]) (Houston et al., na no juega ningún papel en el nombre del ave, colonial, o quizá incluso durante el período Postclásico, el nombre del ave que
2006: 236).33 Por último, llegamos al sufijo temprano ma, que puede explicarse para la que tendríamos que suponer un valor originalmente le seguía dejó de usarse y el nombre itzamna pasó a denotar por
recordando la composición bipartita del nombre del Dios D. Si la primera parte completamente diferente que termina en –j.34 Resulta sí solo al Dios D. Requeriremos de más datos antes de poder estar seguros de la
a se lee ITZAM, entonces ma sería un complemento de esa palabra, señalando de interesante que ciertas fuentes tempranas en maya exactitud de esta situación hipotética o de si existe alguna otra que ofrezca una
manera apropiada su terminación en un sonido –m. yucateco vinculan a Itzamná con un ave llamada solución apropiada para este asunto.
Parece lógico analizar el compuesto completo como itzam (el Anciano) más Yax Cocah Mut (yax kokaj muut) (Roys, 1933: 153 n. (4) Podemos ahora pasar a ocuparnos de las descripciones glíficas del Dios
na/naaj (la Deidad Ave Principal), pero algunas ortografías dificultan mucho 5; Thompson, 1939: 161; Tozzer, 1941: 145 n. 695; L y su séquito del Inframundo. No hay pistas adicionales relativas a la lectura
b sostener esto. El sufijo na aparece por primera vez en el sitio de Xcalumkín, en Thurber y Thurber, 1959) y resulta lógico extender del Anciano a partir de estas limitadas muestras, pero es posible identificar el
México, alrededor del año 750 d.n.e., en un ejemplo señalado por Stuart (Figura esa liga a la Deidad Ave Principal (Boot, 2004: 2). signo pareado como el logograma AAT, “pene” (Figura 35a). En la vasija K1398,
34b). En él, vemos al Anciano y a la Deidad Ave Principal separados una vez La terminación original en –j de ese nombre abre esta lectura es reforzada con el elemento ti, que es el complemento disarmónico
Figura 34. Sufijos para –ma
más, aunque en esta ocasión llevan los complementos na y ji, respectivamente. la posibilidad de que existiera una conexión entre apropiado que lo mismo confirma la terminación en –t como el hecho de que la
y –na en el nombre del Dios Cualquier lejana posibilidad de que el elemento na fuera un prefijo las fuentes literarias y su forma jeroglífica, que es
D: (a) “Estela de Hauberg,” complementario del ave se ve debilitada por un segundo ejemplo proveniente mucho más temprana (Martin 2006c, 2006d).35 34
En este contexto, el sufijo na —que posiblemente significa “primero”— reflejaría algún
posición E1; (b) posición del mismo sitio, en el que retiene su asociación con el Anciano, si bien el Dado que los ejemplos más tempranos y tipo de reforzamiento del nombre del Anciano que aparece en la escritura tan sólo después
A2 de la Columna 5 de nombre aparece dividido entre dos bloques glíficos (Figura 34c). Las ortografías más tardíos del nombre glífico del Dios D están del año 750 d.n.e. Si la correspondencia de los patronos del Año Nuevo se sostiene, esto
Xcalumkín; (c) posición U–W utilizadas en el período Postclásico en el nombre del Dios D presentan su propio separados más de mil años, quizá no resulte implicaría que el nombre del Dios D (es decir, del Anciano más la Deidad Ave Principal)
c enigma. En las fusiones (conflaciones) entre hombre y ave, idénticas a las del sorprendente constatar que dicho nombre se fue originalmente más largo y se truncó a itzamna sólo de manera tardía. Se deduce que si
en el fragmento misceláneo 5
de Xcalumkín. período Clásico, resulta difícil ver por qué es necesario el signo na, cuando modificó a lo largo del tiempo. Las diferencias bien Itzamná era el nombre por el que en última instancia llegó a conocerse al Dios D, éste se
la cabeza de la Deidad Ave Principal ya se encarga de suministrar ese valor. podrían reflejar nuevas estrategias ortográficas, derivó totalmente o en gran medida del nombre del Anciano.
35
El Diccionario de Viena describe una serie de prominentes dioses o “ídolos” nativos,
tres, en la llamada “Estela de Hauberg,” que data de innovaciones en su composición o una combinación
31
En el maya lacandón existe itzan en lugar de itzam, como puede verse en los incluyendo a una alta deidad de forma incorpórea de la que todo se derivaba y a la que se
principios del período Clásico temprano, el sufijo es de las dos. Tampoco debe descartarse una evolución llamaba tanto Hunab Ku como Colop u Uich Kin. La entrada que sigue dice lo siguiente:
nombres de deidades Itzan Noh K’u e Itzanal (Baer y Bae, 1952; Bruce, 1967: 96), pero aquí en la naturaleza básica del mismo Dios D. Las ideas
ma (Figura 34a). Sin embargo, esta ortografía es única y se trata claramente de una mutación local y no existe evidencia alguna de que tuviera una “Ídolo del que se dice era de este: Hun Ytzamná. Yax Cocah Mut.” Aún cuando aparecen
durante el resto del período Clásico es el signo ji el que religiosas pueden mostrar una estabilidad notable, separados por un punto, el texto se dirige a ellos en singular. Dado que Mut (muut) significa
distribución más amplia.
aparece siempre que el nombre aparece con un sufijo 32
Resulta interesante constatar que existen algunos nombres más desarrollados del pero también pueden cambiar, especialmente en “ave,” la naturaleza aviar de Yax Cocah Mut siempre ha estado clara (Roys, 1933: 153 n. 5).
(Figuras 31b y 32c). Al llegar al período Postclásico, el Dios D en el período Clásico que aparecen con un prefijo naah: NAAH en la Estela C de tiempos de transformación o ruptura social. La Además de su veneración en Yucatán, los itzáes del siglo diecisiete adoraban a este personaje
sufijo vuelve a cambiar, esta vez por na (Figura 33a, b, Quiriguá (en la posición B12) (Figura 32c) y YAX-NAAH-hi, en el costado sur de la Plata- evidencia disponible nos permite especular sobre bajo el nombre Ah Cocah Mut y Avendaño vio su máscara como parte de una efigie del yax
forma del Templo XIX (C7–D7, V1). Naah tiene dos sentidos en la escritura maya: “casa” y el modo en que pudieron haber ocurrido estos che’el kab, “Primer Árbol de la Tierra” en Noj Petén (Tayasal) en 1696 (Means, 1917: 135-136).
d). Cualquier lectura satisfactoria del nombre del Dios
“primero,“ y son representados por el mismo logograma (T4 en el sistema de Thompson). cambios. Hacia el año 750 d.n.e., el componente Thompson (1939:161) sugirió que Yax Cocah Mut podría estar relacionado con las “aves
D debe poder explicar estas variaciones. celestiales” de los cuatro rumbos del mundo. Esta idea nació de la mención de Ek Cocah Mut
Tomándolas en orden inverso, sería de esperarse Interpretando yax como “primero/nuevo/verde,” yax naah podría interpretarse como
“primera casa” o simplemente como una forma amplificada de “primero” (Stuart, 2005c: (ek’ kokaj muut), una versión “negra” del ave en el Chilam Balam de Chumayel (Roys, 1933:
un sufijo na como complemento de una palabra que 153). Dado que el color negro se asocia con el Poniente, esto hizo surgir la probabilidad de que
66). Resulta tentador reconocer en este término el origen de la enigmática terminación –na
termina en –n (como en el caso de la palabra ahiin).31 en itzamna (Martin, 2006c, 2006d). Existen escasos antecedentes de un cambio de posición existieran cinco aves de diferentes colores en la concepción original, cuatro de ellos asignados
Sin embargo, dado que esto entraría en conflicto con el semejante, pero esto no evitó que Barrera Vásquez et al. (1980: 272) exploraran esa posibi- a cada uno de los cuadrantes del mundo y Yax Cocah Mut en el centro. Podría muy bien ser
nombre itzamná que se indica en los registros de Año lidad, inspirados por el honorífico namak, “cosa alta y soberana.” La mejor analogía glífica relevante que el mural de reciente descubrimiento del Muro Poniente de San Bartolo muestre
Nuevo, Floyd Lounsbury (1984: 176-177) sugirió que podría ser el comportamiento del término aj “persona,” que a menudo se utiliza como cuatro árboles del mundo con Deidades Ave Principales posadas en cada uno de ellos, con
en este caso tiene una función distinta y apunta a una sufijo en el período Clásico temprano pero aparece casi de manera exclusiva como prefijo b una quinta ave representada en vuelo (Taube et al., 2010: 52-56, fig. 7).
terminación en –na o la refuerza. Por desgracia, nuestra en el período Clásico tardío. a
La palabra Cocah (kokah en la ortografía actual) no aparece en ningún otro contexto en
Es interesante y potencialmente importante que el –na también aparezca en el nombre yucateco, si bien en este idioma existe ko’koh para aludir a las aves llamadas trogones (Barrera
comprensión incompleta de la estructura de itzamna nos
de Zipacná. No existe ninguna fuente conocida para el mismo en k’iché —el idioma del Vásquez et al., 1980: 330) y en tzeltal existe kok mut para aludir al águila arpía, una de las
obstaculiza en este punto. Dado que la terminación –na mayores aves de presa del mundo (Hunn, 1977: 142; Boot, 2004: 2; Harri Kettunen, comuni-
no es un marcador gramatical conocido, se le considera Popol Vuh—, ni en ninguna otra de las lenguas de las tierras altas, y esto sugiere que tanto
la raíz como el sufijo son importaciones, aunque evidentemente provienen de diferentes cación personal, 2006). El maya yucateco tuvo originalmente la misma distinción velar-glotal
generalmente como una palabra independiente y la aspirada (j/h) de las lenguas cholanas, pero las fuentes coloniales la registraron sólo
idiomas.
opción favorita de los investigadores desde hace ya 33
El mejor argumento en apoyo de esta lectura surge de la vasija estilo códice K1226 parcialmente y en el caso de las terminales aspiradas transcribieron la forma velar como –h,
bastante tiempo es la palabra yucateca na, “casa” (Seler, (Kerr, 1989: 68). En ella, puede verse un nombre estándar del Dios D, seguido de una omitiendo la terminación glotal (ver Ola Orie y Bricker, 2000: 304; Marc Zender, comunicación
[1887]1990: 98; Thompson, 1970b: 214). Aunque no variante del glifo T511, signo cuyo valor es desconocido (no obstante, consultar Martin, c d personal, 2006). Esto significa que el nombre kokah del siglo dieciséis se transcribe con mayor
se expresa en la ortografía colonial del yucateco, este 1996: 225), con un sufijo ji. Dado que ji es un sufijo regular del glifo del Dios D, surge la exactitud como kokaj. Aún no podemos estar seguros de que esta palabra sea igual al nombre
término habría tenido originalmente una aspirante sospecha de que el papel que cumple el glifo T511 consiste en proporcionar una ortografía de la Deidad Ave Principal y su sonido –j final, aunque resulta notable que una de las raras
glotal final –h (Ola Orie y Bricker, 2000: 304) que sería más expandida de su nombre. El signo mismo ilustra una orejera orientada hacia arriba referencias textuales al ave por sí misma incluye el prefijo yax (Tablero Poniente del Templo
Figura 35. Nombres que combinan al Anciano de las Inscripciones de Palenque, en la posición M7). Una forma similar a ITZAM[KOKAAJ]-
congruente con el término naah, “casa” presente en —dibujada de manera muy cursiva en este caso—, que es precisamente la orientación
con un pene: (a) vasija estilo códice, posición S3 ji, itzam kokaaj sería posible para el Dios D, pudiendo observarse la inserción más tardía en
las inscripciones del período Clásico.32 Los signos ji vista en la cabeza de la Deidad Ave Principal. Dado que la cabeza del Dios D ya incluye
(conforme a fotografía de K1560 de Justin Kerr); Xcalumkín, convirtiéndola en itzamná kokaaj, en tanto que el ave por sí sola podría ser yax
que aparecen como sufijo del nombre del Dios D en la diadema florida del ave, esta posibilidad hace necesario un nombre que consista en dos
partes para la deidad ave (Bassie-Sweet, 2002: 30 n. 10). A menos de que consideremos la
(b) Vasija del Conejo Real, posición X2 (conforme kokaaj (Martin 2006c, 2006d). Estas reconstrucciones en realidad son conjeturas y la nota de pie
el período Clásico son complementos que marcan a fotografía de K1398 de Justin Kerr); (c) costado de página número 52 cita otros datos que podrían ser relevantes para resolver su lectura.
posibilidad de un error del escriba o una reiteración redundante del nombre, esto presenta
una velar aspirada terminal contrastante –j (Grube dificultades para leer el signo T511 como NAAJ. Una explicación alternativa del papel del poniente de la Plataforma del Templo XIX, B3 Erik Boot (2008: 17-19) desarrolló lecturas similares pero diferentes para este complejo,
2004b:74-77). Su uso se concilia con el término itzamna glifo T511 podría residir en sus usos locativos (como puede verse en la posición A11b de (conforme a fotografía de Jorge Pérez de Lara); tomando al Dios D como la unidad básica de análisis y a la Deidad Ave Principal como su
sólo si se plantea la existencia de una forma ancestral la Estela C de Quiriguá). Entre paréntesis, fue el error de identificación de T511 como T512 (d) Templo del Sol de Palenque, Tablero Norte del manifestación aviar. Conforme al desarrollo de la idea en este estudio, considero al ave como
itzamnaaj, interpretación que debilita la hipótesis de YE’/ye en esta vasija lo que llevó a leer el nombre de la Deidad Ave Principal como Itzam Santuario, posición B5 (conforme a fotografía de intrínseca a la identidad compuesta del Dios D, un personaje que, conforme lo ha sostenido
“casa” y nos pone en búsqueda de otra raíz y otro Yeh (Freidel et al., 1993: 70, 412). Merle Greene Robertson). Bassie-Sweet, depende igual de la inclusión del Anciano/Dios N.

Maya Archaeology 208 209 Simon Martin


última vocal es alargada (Figura 35b). Los ejemplos de los que mucho más amorfas y adoptan con facilidad distintos nombres En lugar de ello, el neologismo “teosíntesis” se presta mejor para se representa como una figura antropomórfica de Vishnu, que emerge
disponemos emplean únicamente la mascada por sí sola en los y apariencias, con límites que a veces son tan permeables que nuestros fines (Martin, 2007b). Podemos definir esta palabra de la boca o del caparazón de esa criatura, aunque también puede
glifos, pero dos ortografías que aparecen en un contexto no mítico pueden fundirse unos con otros. Aún dentro de una misma en términos muy amplios, sin que esto emita prejuicio alguno representarse como una tortuga completa que lleva la corona o las
y el nombre de un personaje humano que lleva parcialmente el tradición, generalmente hallamos diferentes clases de seres en cuanto a su significado, como la convergencia pictórica de joyas del dios. De manera similar, el tercer avatar, el jabalí Varaha,
mismo nombre ofrecen la alternancia esperada entre la forma de sobrenaturales, cada uno con sus propias cualidades, capacidades una deidad con otra deidad, criatura, objeto o material. En este aparece como un ser humano con cabeza de jabalí y cuatro brazos,
red y el anciano que es propietario (Figura 35c, d). La aplicación y ámbitos de acción. Por definición, estos sistemas distribuyen sentido, su propósito es más descriptivo que analítico. aunque también puede representarse como un jabalí completo,
de la putativa expresión itzam aat a un trío de personajes enfatiza la acción divina entre una serie de personajes. Sin embargo, Entre los ejemplos prominentes que provienen del antiguo adornado con emblemas divinos. De manera menos común, tanto la
el hecho de que opera más como un título o designación de frente a una multitud de personajes que en algunas ocasiones Egipto se cuentan aquellos en los que la deidad solar Re se tortuga como el jabalí pueden aparecer sin marcas, pudiendo leerse
grupo que como un nombre personal, lo que difiere de los casos pueden ser miles, suelen desarrollar principios de organización representa fundida con Amun para producir a Amon-Re, o su simbolismo como manifestaciones de Vishnu únicamente por el
examinados hasta ahora. No podemos más que especular sobre su en los que las deidades se acomodan conforme a jerarquías, bien con Horus, para producir a Re-Harakhte.38 En este caso, contexto.
significado, aunque podría ser relevante la naturaleza libidinosa grupos o equivalencias. Los esquemas politeístas generalmente la presencia de Re se señala generalmente mediante un disco Entre los vecinos mesoamericanos de los mayas podemos ver
de Rilaj Mam, deidad contemporánea de los mayas tz’utujiles presentan altos dioses con poderes específicos; algunos de ellos solar que las deidades citadas llevan a manera de cresta. Las estrategias representativas muy similares entre las culturas del centro
asociada con el Inframundo (por ejemplo, ver Tarn y Prechtel, de naturaleza remota e intangible, otros similares a gobernantes inscripciones que acompañan a estas representaciones en de México del período Postclásico. En estos casos tenemos fuentes
1997: 283; Christenson, 2001: 178) o, en su defecto, podría tratarse o a patriarcas conforme a los modelos humanos. En los casos ocasiones aluden al concepto de “habitar,” en el que un dios toma relativamente abundantes pero, lo que resulta aún más significativo
de una asociación deliberadamente burda o burlona. Al igual más extremos, las relaciones entre ellos pueden ser equivalentes residencia en el cuerpo de otro (Bonnet, [1939]1999).39 Puede para nuestros fines, tenemos las descripciones de sus significados,
que el Dios L, los dioses Remeros tienen sus propios nombres a una forma de “panteísmo,” en los que lo que aparenta ser un entenderse que las uniones resultantes funcionan de manera recogidas por los españoles, quienes se interesaron mucho por la
personales, si bien sus retratos, que son siempre personajes gran número de dioses resulta no ser sino diferentes aspectos similar a la de los compuestos químicos, al combinar deidades filosofía religiosa que deseaban erradicar. Las deidades de esta
ancianos y arrugados, podrían delatar una identificación o manifestaciones de un solo ser o esencia divina. Algunas particulares para lograr efectos divinos específicos (Hornung, tradición tenían diferentes identidades, aunque no se restringían a
subyacente similar con el Anciano.36 versiones más matizadas combinan perspectivas singulares 1982: 97). Esto no necesariamente implica un estatus equivalente. un solo nombre o representación y a menudo adoptaban diferentes
y plurales, en las que muchos dioses contribuyen a un todo De hecho, mediante el orden nominal y la preponderancia apariencias y apelativos, dependiendo del papel que estuvieran
Discusión espiritual. Si somos capaces de entender mejor al Anciano y el visual, estas a menudo codifican jerarquías muy claras (Baines, jugando. Asimismo, podemos atestiguar aquí procesos aditivos, que
significado que tienen su formas fundidas con otras podríamos 2000: 36).40 No todos los casos de teosíntesis presentes en el se ponen en evidencia tanto en las combinaciones de sus nombres
Las observaciones hechas hasta este punto subrayan el
arrojar algo de luz sobre el lugar que ocupan las creencias mayas arte religioso egipcio significan la unión de dioses diferentes. como en las de sus representaciones, en las que ciertas partes del
involucramiento del Anciano en una serie de contextos
en este espectro. Por ejemplo, el disco de cresta de Re también se utiliza para cuerpo, vestimenta o emblema diagnósticos se trasplantan o se funden
cosmológicos clave. Describir un patrón es una cosa, pero
identificar sus diferentes manifestaciones, como en el caso del (consultar, por ejemplo, a Seler, [1905]1993: 236-239; y a López Austin
explicarlo es ciertamente muy distinto y quedan sin responderse
escarabajo Khepri. Las representaciones de este personaje, al 1993: 149-151, 1997: 22-26).44
muchas preguntas relativas tanto al sentido que hay detrás El Anciano y la teosíntesis igual que las de otros personajes de esta tradición iconográfica,
de estas fusiones (conflaciones) corporales, como a la peculiar
Nuestro primer desafío constituye en comprender las diferentes pasan con facilidad de lo zoomórfico a lo antropomórfico
contribución a las mismas que puede tener el anciano. Aunque las 38
La mutación en la vocalización entre Amun y Amon en este contexto
apariciones del Anciano y la manera en que éstas funcionan en diferentes contextos, sin que esto tenga efecto alguno en queda demostrada por las transcripciones griegas; ver Baines, 2000: 32 nº 47.
implicaciones de fondo de estos temas, que en última instancia
para definir su papel más amplio en el universo maya. En el su significado, de tal manera que la visualización de Khepri 39
Hans Bonnet ([1939]1999: 189) lo describe así: “...[L]as fórmulas
tienen que ver con la naturaleza misma de la divinidad entre los
presente estudio, se han utilizado los términos “combinación,” como un escarabajo completo equivale completamente a la sincretísticas deberían entenderse en términos de “habitar.” Del mismo modo
mayas, no pueden abordarse más que de manera somera en el
“fusión,” “unión” y los sinónimos de éstos para describir la representación de un humanoide con cabeza de escarabajo. Las en que cualquier dios puede residir en un fetiche o en un animal o incluso en el
contexto del presente, es posible aislar los problemas principales y
interacción de cuerpos y motivos pictóricos, sin abordar aún formas variantes y combinadas de Re son similares, en el sentido rey, también puede habitar en el cuerpo de otra deidad. La fórmula Amon-Re
explorar ciertas interpretaciones.37 no significa que Amun es lo mismo que Re o que un dios se ha fundido con el
su sentido teológico. ¿Qué significa fundir el cuerpo de una de que expresan aspectos particulares de la identidad solar, que a
Las religiones pobladas por varios seres o deidades otro. Simplemente observa que Re se encuentra en Amun.”
entidad sobrenatural con el cuerpo de otra y qué nos dice esto menudo se asocian con etapas específicas del paso del sol por el
suprahumanas —es decir, las religiones politeístas— presentan 40
Aunque no están aparejadas en los compuestos visuales, las secuencias
sobre la producción de la identidad divina entre los mayas? cielo. Así, por ejemplo, Khepri se asocia con el alba, Re-Harakhte
diversos matices. Aún el examen más superficial del tema revela nominales podrían funcionar haciendo que una deidad calificara o determinara
De manera más específica, los casos de que disponemos, ¿(a) con el mediodía y una manifestación adicional, Atum, con el
cuánto difiere el concepto de “dios” entre una tradición y otra. el carácter de otra deidad, a la que estaba ligada (Kurth, 1977, citado en Baines,
constituyen diferentes manifestaciones de un mismo Anciano, crepúsculo.41
En algunas de ellas, los dioses son entidades diferenciadas, con 2000: 34). Como resultado de esto, la relación entre identidad y papel se hace
(b) apuntan a su confluencia con seres, objetos y materiales El hinduismo de la India ofrece otra rica vena de formas un tanto borrosa:
identidades relativamente estables; en otras, sus características son
genuinamente diferentes entre sí, o (c) funcionan para especificar teosintéticas, que expresa unidades entre seres divinos Es como si el proceso de personificación ocurriera en reversa: en lugar de que un
alguna característica o cualidad que comparte el grupo de dichas particulares o revela personalidades que permanecerían ocultas concepto poderoso se convierta en una deidad, a una deidad se le reduce de ser
36
La Estela 2 de Copán alude a los Dioses Remeros como los mam k’uh,
entidades? en otros tipos de representación. Uno de los ejemplos principales una “persona” completa a pasar a ser un concepto o designador de una cualidad.
“dioses ancestrales,” empleando el signo MAM “abuelo/ancestro” que
identificó primeramente David Stuart ([2000]2007). Su rostro ajado bien
La combinación de deidades, que a menudo se atestigua en es aquel en el que las deidades primarias Vishnu y Shiva se (Baines, 2000: 35)

podría derivarse de igual manera de este signo (Martin 2014). secuencias o uniones de nombres, así como en representaciones funden para formar a Harihara.42 La naturaleza dual de esta 41
Consultar Assmann (1995) para una síntesis importante de la teología
37 Un desacuerdo clave sobre el tema de la divinidad maya se da entre mixtas, se da en muchas religiones de todo el mundo, en las que entidad se hace explícita mediante una representación bilateral, solar egipcia.
quienes identifican un “panteón” de múltiples dioses, en la tradición de crea relaciones especialmente íntimas entre dos, tres o más seres en la que una mitad es Vishnu y la otra es Shiva, subrayada 42
Hari y Hara son nombres alternativos de Vishnu y Shiva, respectiva-
Schellhas y quienes perciben fuerzas naturales y ancestros deificados distintos entre sí. Si bien su significado preciso varía de un caso por los colores oscuro y claro de las respectivas pieles de esas mente. Su unión también se conoce como Shankaranarayana, en donde
encarnados, donde la mutación a dioses verdaderamente antropomórficos a otro, siempre expresa formas en las que un ser sobrenatural se deidades.43 Esta unión se hizo especialmente popular entre los Shankara alude a Shiva y Narayana a Vishnu.
apenas tuvo lugar durante el período Postclásico y bajo influencia relaciona con otro, o bien es calificado o expandido por él. Al khmers del sureste asiático, en donde funciona para combinar 43
Debe señalarse que no todas las uniones sagradas reciben en el hindu-
extranjera (Proskouriakoff, 1978; Marcus, 1978: 180, 1992: 270-271; Baudez, unir los atributos de sus respectivas identidades, surgen algunas concepciones alternativas de la soberanía real y para promover ismo un tratamiento teosintético. Cuando Shiva y Vishnu aparecen combinados
2002a). El desciframiento del signo glífico K’UH aportó evidencia de una combinaciones como entidades singulares, diferentes de la suma una agenda tanto política como religiosa (Lavy, 2003). También con el dios Brahma para formar el Trimurti, concepto de unidad divina, se les
fuerte continuidad histórica en la existencia de diversas divinidades; los muestra como tres seres separados.
de sus partes (Hornung, 1982: 97; Porter, 2000b: 235-239). Los los dashavatara se caracterizan por uniones pictóricas; son
primeros lexicógrafos españoles tradujeron universalmente las formas 44 “Esta interacción de cambios, atributos, fusiones y separaciones tiene sus
descendientes de dicho término, k’u y ch’u como “dios” (Ringle, 1988;
egiptólogos, quienes quizá se enfrentan al mayor inventario de éstos los distintos avatares que Vishnu adquirió en sus diez propios códigos. Uno de ellos es iconográfico. Prendas y atributos específicos
Houston and Stuart, 1996; Stuart in Stuart et al., 1999: 41; Prager, 2013). este tipo de formas, aluden al fenómeno como “sincretismo.” encarnaciones en la Tierra. En este caso las representaciones en los retratos identifican a los dioses en un momento determinado de poder,
Sin embargo, dado que no todos los personajes supra humanos aparecen Este término sería difícil de adoptar en nuestro campo, dada la también adquieren forma humana o animal por obra de una en un punto de su camino… Los dioses atraviesan niveles, caracterizando las
etiquetados como k’uh en la escritura maya, los dioses “verdaderos” se dominancia de este término en otras disciplinas para describir la decisión estética, más que por un cambio de significado. Así, diferentes regiones del cosmos en una enorme cantidad de funciones, pero
distinguen de una gama de otras categorías y tipos. asimilación de ideas religiosas provenientes de distintas culturas. tenemos que el segundo avatar, la tortuga Kurma, generalmente siguen siendo los mismos dioses” (López Austin, 1993: 150-151).

Maya Archaeology 210 211 Simon Martin


Se trata de dioses individuales con fuertes
personalidades, pero su individualidad no era
permanente. No hay contradicción en esto. Los dioses
se fundían entre sí o se dividían, y en cada unión o en
cada una de las partes divididas, adquirían una nueva
personalidad. (López Austin, 1993: 146)
Esta hibridez tuvo una amplia gama de fines y efectos,
incluyendo la representación de fenómenos naturales. Así,
cuando el dios solar Tonatiuh desaparece al crepúsculo,
tiene la cara del dios de la lluvia Tláloc, para simbolizar
al acuoso inframundo al que está descendiendo (López
Austin, 1993: 150). De este modo, los distintos elementos se
distribuían más allá de la deidad con la que normalmente se
asociaban de manera más estrecha. En una descripción muy
esclarecedora, Alfredo López Austin (1997: 23-26) distingue
cuatro cualidades de la sustancia de la que están hechos
los dioses: esta sustancia podía dividirse, podía volver
a su origen, sus componentes podían separarse y podía
mezclarse para producir nuevas formas divinas.
En lo que toca a la teosíntesis entre los mayas, los casos
relativos al Anciano ciertamente no son únicos. A lo largo
de los años, varios especialistas han señalado este fenómeno
(por ejemplo, Stuart, 1984: 17; Taube, 1992b: 148-149), sin
que de ello se haya derivado una investigación sistemática.
Los vemos, por ejemplo, en la triple unión (conflación)
de Chahk, K’awiil y Yopaat —que normalmente son
dioses distintos de la lluvia y el relámpago— para formar
una deidad compuesta de las tormentas (Kerr, 1990: 286
[K2772]). Dado que estos personajes aparecen en otros
contextos como individuos que colaboran entre sí, su unión
pictórica probablemente vaya más allá de la afinidades
conocidas entre estos agentes de las tempestades, con Figura 36. El Anciano sobre el lomo de la Deidad Ave Principal:
(arriba) tapa de una vasija sin proveniencia (fotografía de K2131 ©
el fin de denotar una acción concertada. La fusión es
Justin Kerr); (página opuesta) vasija con tapa (fotografía © Museo de
especialmente frecuente entre seres divinos asociados con
Arte de Denver, Colección del Museo de Arte de Denver: Adquirida
la mitología del maíz y el ciclo agrícola, en las diversas en honor de Jan y Frederick Mayer con fondos del año 2001 de la
combinaciones del Dios del Maíz, la Deidad Ave Principal Selección de los Coleccionistas, 1998.34A-B).
y K’awiil, quienes intercambian elementos distintivos con
regularidad. Por ejemplo, hay ejemplos de la Deidad Ave
Principal con la cabeza de K’awiil (por ejemplo, en Schmidt, ninguna forma fija específica. Como hemos visto, las representaciones no
2007: fig. 20) o con la cabeza del Dios del Maíz (por ejemplo, favorecen una prioridad visual entre los componentes; así, un cocodrilo
en Métropoles Mayas, 1993: núm. 43). La mayoría de las con una mascada de red en la cabeza funcionaba igual que su opuesto,
veces, estas combinaciones aparecen abreviadas; en el una deidad anciana de cuerpo completo con un tocado de cocodrilo; o,
primer caso, el único elemento que vemos es el hacha o para los mismos efectos, el anciano mismo emergiendo de la garganta
antorcha flamígera en la frente del ave y en la segunda, de la bestia. Lo que importaba no era la configuración específica, tanto
un estilo tonsurado de cabellera. Las amalgamas entre el como la inclusión de un grupo de elementos, cada uno de los cuales era la
Dios del Maíz y K’awiil son especialmente comunes, dando visualización de un componente nominal. Los compuestos teosintéticos
preponderancia visual a uno o a otro según el ejemplo de tienen mucho en común con el potencial gráfico de los jeroglíficos, que
que se trate. Una vez más, el propósito de la teosíntesis de igual manera se insertan unos en otros y se funden entre sí.45 Esto a su
podría hallarse en unir a agentes individuales para lograr vez podría llevar a una comprensión textual de los retratos divinos como
un cierto efecto sobre un tema o actividad común —en forma de nomenclatura encarnada, en la que las imágenes no fungen tanto
los que la última unión mencionada se asocia de manera como retratos de los dioses, sino como representaciones de sus nombres.
especial con la germinación generada por el efecto de los Si bien sus respectivas visualizaciones pueden variar, las secuencias
relámpagos en el Inframundo (Martin, 2006a: 179). nominales que describen a estas entidades combinadas siguen un orden
Dado el grado de variación, inusual aún para las
normas del arte maya, los creyentes de la antigüedad
Para consultar sobre muchos aspectos de lo jeroglíficos mayas como
45

claramente no asociaban estas uniones conceptuales con encarnaciones corpóreas, ver Houston, 2014: 102-123.

Maya Archaeology 212


fijo. Puede tratarse de simples sustantivos compuestos, pero en Entre todas las representaciones del Dios D, destaca una por que el otro le apunta con una cerbatana (Coe, 1989: fig. 14).48 Al
muchas formas gramaticales mayas la posición final la ocupa un el énfasis que hace en la individualidad de sus componentes. La menos tres vasos del período Clásico tardío muestran este mismo
sustantivo de cabeza, lo que hace de ahk, “tortuga,” el foco de tapa de un plato de cerámica negra del período Clásico temprano evento; uno de éstos, la vasija conocida como K1226, lleva un texto
la expresión en itzam k’an ahk, así como tuun, “piedra,” en itzam muestra una representación diminuta pero de cuerpo completo del que fecha la acción en el día 1 Ajaw —ligándola claramente con
chan tuun. En estos casos, los términos anteriores son atributivos Anciano, sentado sobre un signo de “sol” y montado en el lomo la identidad del tirador Juun Ajaw— y su texto descriptivo de la
que modifican o califican al sustantivo de cabeza. Los adjetivos de una Deidad Ave Principal; el artista produjo aquí el equivalente escena muestra la expresión ehm(i) chan “desciende (del) cielo”
son atributivos obvios, pero otros sustantivos cumplen con la escultórico de una “ortografía glífica separada” (Figura 36). El (Zender, 2005: 8-13).49 Es bien sabido que existe una escena de
función de igual manera, y muchas palabras en idiomas mayas anciano lleva el medallón del ave, en señal de su combinación, contenido muy similar en el Popol Vuh, en donde Juun Ajaw (al
caen en ambas categorías gramaticales. Si itzam denota una cierta pero el elemento más revelador es el esfuerzo que se hizo para que en el manuscrito se alude como Hunahpu) dispara a Vucub
cualidad, entonces tanto ahk como tuun compartirían una cierta diferenciarlos. ¿Deberíamos tomar esto como evidencia de que Caquix con una cerbatana, despojándolo después de sus joyas y
itzam-nidad. No obstante, los atributivos no se restringen a la son dos seres que existen de manera independiente? Para poder acabando con sus presuntuosas pretensiones de ser el sol y la luna
expresión de una característica y pueden usarse para describir demostrar plenamente la autonomía de un componente dado, (consultar Christenson, 2003: 97).
una categoría o clase a la que pertenece el sustantivo de cabeza sería necesario mostrar no sólo que es capaz de ser representado Un ejemplo no suficientemente analizado del período
(Kerry Hull, comunicación personal, 2010). Esto implicaría un por separado y con su propio nombre, sino que es capaz de actuar Clásico tardío brinda algo de información adicional, si bien
énfasis diferente, en el que estas versiones específicas de ahk y independientemente y por fuera de sus formas combinadas. aún enigmática, que debe de considerarse en este caso. Hasta la
de tuun son miembros o tipos de itzam. Dado que cualquiera de Ciertamente hay instancias en las que la Deidad Ave Principal fecha, sólo se han publicado dos vistas de este cilindro pintado,
estas lecturas es posible, la sintaxis por sí sola no nos ayuda a o uno de los Monstruos Cósmicos, por ejemplo, se mencionan pero puede verse suficiente como para saber que se trata de
identificar mejor lo tocante al significado. sin mostrar ningún vínculo visual o nominal discernible con el otra escena de caza de aves en la que aparecen los Gemelos
Sin embargo, algo podemos aprender de un ejemplo Anciano.47 Pero resulta difícil excluir la posibilidad de que siga Heroicos, identificables por las puntas de sus cerbatanas (ver
en el que entendemos no sólo un nombre compuesto y su siendo una presencia innata dentro de ellos. Hellmuth, 1987a: figs. 578, 579). La escena muestra un árbol con
representación, sino también algo del sentido teológico Para abordar este punto, debemos considerar más dos imágenes de la Deidad Ave Principal y una del Dios D, éste
subyacente. Algunas imágenes del Dios del Maíz muestran detenidamente la metafísica subyacente a la relación existente último espléndidamente ataviado con brazos y cola emplumados.
marcas “de madera” sobre la piel, así como frutos de cacao que entre el Dios D y la Deidad Ave Principal, así como un problema La escena tiene una cierta cualidad cinematográfica, en lo que
surgen de sus extremidades. Un texto descriptivo que acompaña anterior a las complicaciones que introduce en el problema la parece ser una secuencia en la que un ave primero vuela hacia un
a la imagen la llama ixiim te’, el “Árbol (del Dios) del Maíz.” Un presencia del Anciano. Existe una distinción abrupta entre el a árbol, luego se posa en sus ramas, para emerger luego del otro
análisis iconográfico más amplio indica que esto representa un Dios D como supremo gobernante celeste al que los Gemelos lado, habiéndose transformado.50 El detalle crucial, que resulta
pasaje en el relato de la deidad del maíz cuando pasa a través Heroicos, entre otras deidades, rinden homenaje (Coe, 1989:
del Inframundo y es también una metáfora de la germinación de 174-175, fig. 19-21) y la Deidad Ave Principal como objeto de
plantas que producen frutos (Martin, 2006a, 2012). El sustantivo un violento ataque por parte de estos mismos hermanos (Coe, 48
Esto evidentemente se relaciona con una sección del mural de San
de cabeza te’ —que generalmente aparece en los nombres de 1989: 169-172, fig. 10-14). A este último evento se alude en los Bartolo en la que un personaje con pico de pato habla o canta para atraer
plantas o de objetos hechos de madera— es en este caso una monumentos preclásico de Izapa, aunque su primera aparición la atención de una Deidad Ave Principal en vuelo (Taube et al., 2010: 48-
52). En la vasija K8721, pieza sin proveniencia del período Clásico tardío,
forma o vehículo, en tanto que el atributivo ixiim denota su explícita se da en una vasija de cerámica negra del período
una escena correspondiente lleva el texto identificativo ehm(i), “él de-
carácter vivificante interno. Este árbol no es sencillamente como Clásico temprano, compuesta por cilindros gemelos, en donde sciende,” mismo término que se utiliza cuando la Deidad Ave Principal
la deidad del maíz en un sentido cualitativo, sino que constituye se muestra a uno de los hermanos atrayendo al ave, en tanto es herida con una cerbatana en la vasija K1226 (Zender, 2005: 8-11; para
una transfiguración del dios que es específica en momento y en una consideración de esta última escena, consultar Robicsek y Hales,
lugar. Si consideráramos a itzam chan tuun como un compuesto 1982: 56-57). En San Bartolo, es acto de “atraer” al ave se encuentra en
análogo a grandes rasgos en lo tocante a la estructura, podríamos 46
Aunque se parece y ocasionalmente se funde con la forma de cabeza una posición directamente adyacente a una escena dañada, en la que el
interpretar que es la “piedra” la forma material que adopta o en de K’UH, “dios,” se trata de una forma distinta, que Stuart (1988: 201-203) Dios del Maíz parece alancear a la criatura (Saturno, 2007), deducción
la que habita el Anciano en un contexto cósmico dado. En este identificó por primera vez. El Brillante es un atributo personificado de reforzada por la imagen separada de una deidad ave “muerta” que
supuesto, la aparición de su nombre y de su imagen denotan una divinidad, concebida en términos de la calidad reflejante que se halla pende de la espalda de un joven señor, que probablemente es Juun Ajaw
identidad inherente, que funciona de manera muy similar a la en las piedras pulidas (Saturno et al., 2005: 38-41; Stuart, comunicación (Taube et al., 2010: 19, fig. 12). Si se está entendiendo correctamente, la
personal, 2007; Taube, 2007; Houston, 2014: 92-96). En las representaciones derrota —o las derrotas distintas— son obra del Dios del Maíz y de los
manera en que funciona el disco solar de Re en representaciones
más tempranas de la Deidad Ave Principal, podemos ver el rostro de “el Gemelos Heroicos (padre e hijos putativos). Esta característica encuentra
de Khepri, o a la manera en que funcionan el retrato y los Brillante” en su pecho (ver Parsons, 1983: 152), aunque en ejemplos más un paralelo en la derrota del Dios L, en la que eventos distintos pero
emblema de Vishnu en Kurma. tardíos sus diseños diagnósticos de espejo se combinan más a fondo con muy similares de desnudamiento y humillación los llevan a cabo tanto
Sabemos que las uniones pictóricas pueden significar la el cuerpo del ave. Estos lo señalan como bruñido y parecido al jade en los Gemelos Heroicos como el Dios del Maíz (Miller y Martin, 2004:
presencia de propiedades específicas o de cualidades materiales maneras que corren en cercano paralelo con la descripción de su forma 59-61). Hay una correspondencia implícita aquí entre victorias sobre el
sin que esto contribuya un componente nominal. La Deidad Ave parcialmente descendiente, Vucub Caquix del Popol Vuh (Martin, 2007a). cielo y el inframundo y la humillación o subyugación de los enemigos
Principal ya es una amalgama de este tipo, en la que sus ojos Juega un papel similar entre otras bestias presentadas de forma conceptual b del Dios del Maíz y los miembros de su familia.
cuadrados de deidad y sus marcas de espejo provienen de una y no naturalista —incluyendo tiburones, sapos y águilas— que podría 49
Una vasija, la K4243, identifica a la cayente Deidad Ave Principal
personificación independiente del lustro y el brillo, al que se ha expresar una afinidad percibida entre un brillo reflejante y el lustre de la con su glifo nominal esperado, pero en la vasija K1226 esta misma
dado el apodo de “el Brillante.” Las características diagnósticas piel y las plumas húmedas, así como el brillo cegador del sol. escena aparece identificada con el nombre del Dios D. Esto señala una
47
Un contexto en el que los vínculos visuales con el Anciano están importante equivalencia entre ambas entidades, de lo que habremos de
de estos personajes se combinan con otros seres reflejantes o Figura 37. La compleja relación entre el Dios D y la Deidad Ave Principal:
ausentes puede encontrarse en el episodio mítico del Templo XIX, en el ver más.
brillantes, especialmente el dios solar, K’inich Ajaw. Si bien “el que el monstruo celestial es decapitado (Velázquez García, 2002: 447-448, (a) el emplumado Dios D bajo los disparos de cerbatana de Juun Ajaw 50
Nicholas Hellmuth (1987a: 255-262, 364-367) incluye esta escena en
Brillante” puede aparecer en forma antropomorfa aislada y llevar 2006; Stuart, 2005c: 68-77). La forma poseída del nombre de esta criatura, (conforme a fotografía de Nicholas Hellmuth); (b) el Dios D y la Deidad su interpretación de la secuencia en la que el Dios D se transforma en la
su propio nombre, no hay evidencia de que se haya tratado de un que aparece más adelante en el mismo texto (Stuart, 2005c:88), omite Ave Principal juntos, pero como seres separados (conforme a fotografías de Deidad Ave Principal. Sin embargo, el detalle de la caza con cerbatana
agente mítico existente por sí solo.46 claramente al Anciano en su ortografía, como ya se señaló. Michel Quenon y de Coe y Houston, 2015: lám. 18). favorece más bien una transición en sentido opuesto.

Maya Archaeology 214 215 Simon Martin


553), incluyendo la escena de un vaso la deidad GI, que tiene aspectos de pez, a la
en el que aparecen ambos entronizados, Deidad Ave Principal, a la deidad del Viento
presidiendo sobre deidades en actitud Figura 39. El Anciano en combinación con cocodrilos y a la Serpiente del Lirio Acuático, pero la
suplicante (Boot, 2008: fig. 1a; Coe del cielo/de la tierra: (a) efigie de cerámica de Lamanai imagen está dominada por la de un gran
y Houston, 2015: lám. 18) (Figura (dibujo de Louise Belanger); (b) altar de la Estela M de cocodrilo que combina varias características de
37b). Dichas imágenes nos obligan Copán. la bestia terrestre con una específica, conocida
a aceptar que el ave puede existir como Signo Cuadripartita, que normalmente
independientemente de su abierta distingue al cocodrilo celestial. Varios
hibridación con el Anciano, lo que cocodrilos de estilo terrestre incluyen este
equivale a decir que las dos entidades elemento que tiene un brasero y es concebible
pueden estar simultáneamente separadas que se tratara de un elemento que estos seres
y unidas. Aunque esto está en clara podían compartir.53 Lo más probable, sin
contradicción con lo que es posible en embargo, es que su presencia señale el tipo
el mundo natural, no viola regla alguna de fusión que vemos en las vasijas efigie del
en mundo sobrenatural, uno que esté período Postclásico tardío, como la excavada
tipificado por esencias divinas maleables en Lamanai, Belice (Figura 39a). En este caso,
no conectadas con formas corpóreas, y en las fauces se abren para revelar una vez más el
el que la singularidad y la multiplicidad a rostro del Anciano, pero tanto la cabeza como
coexistan con facilidad. el cuerpo presentan tanto astas de venado
Un ejemplo más extremo de (celestial) como una cola de pez (terrestre). Una
teosíntesis que los hallados hasta ahora versión más temprana de esta combinación
ofrece más claves sobre la coexistencia parece ser lo que tenemos en ciertos cocodrilos
y la mezcla en el ámbito de la divinidad marcados con estrellas, cuyos troncos centrales
maya. Una vasija tallada designada están formados por tres máscaras de piedra
como K6626 en el archivo de Kerr, personificada, tal y como vemos en el altar que
muestra al Anciano en el seno de corresponde a la Estela M de Copán (Figura
una fabulosa fusión entre seis o más 39b), así como en un relieve ya mencionado
personajes sobrenaturales, cada uno de (Figura 6b). Estas mismas máscaras de piedra
ellos contribuyendo partes corporales a componen el cuerpo del Zoomorfo P de
una sola quimera (Figura 38). Es posible Quiriguá (Figura 15b), en donde parecen ser un
discernir elementos que pertenecen a atributo central del gran monstruo de la tierra.54
b Estas uniones cocodrilianas podrían
51
Las Deidades Ave Principales del simbolizar un concepto holístico de cielo-
período Preclásico en Izapa son el resultado y-tierra, o incluso representar una criatura
de fusiones con otro ser divino, cuyo rostro primigenia, antes de que ocurriera separación
aparece dentro de sus fauces abiertas en la alguna en la antigüedad (Martin, 2008). En una
mayoría de los casos. Aunque no es evidente leyenda del centro de México, sólo se ocupó la
que tenga una edad avanzada, este personaje mitad del cuerpo sacrificado de Tlaltéotl para
muy probablemente sea un equivalente
temprano del Anciano (Martin, 2007a).
52
Existe una importante relación aquí 53
Los cocodrilos de estilo terrestre, entre los
Figura 38. El Anciano en combinación con múltiples seres sobrenaturales: detalle tomado de fotografía con las dos escenas que aparecen en la vasija que se cuentan la cabeza esquelética y su Signo
“desenrollada” de vasija sin proveniencia (fotografía de K6626 © Justin Kerr) y dibujo de detalle. K7821. Una de ellas es la atracción del ave por Cuadripartita aparecen en Copán (Maudslay, 1889-
parte del ser con pico de pato que ya menc- 1902, 1: lám. 114a), Quiriguá (Maudslay 1889-1902, 2:
ionamos, acompañada del término ehm(i), “él lám. 12b), Yaxchilán (Graham, 1982: 169) y en el Altar
difícil de ver en la foto, es que una de las cerbatanas aparece en la escena y —sin duda a manos desciende,” y la fecha 1 Ajaw en que al ave se de la Estela M de Copán, que habrán de discutirse en
de Juun Ajaw— dispara un proyectil no contra las aves, sino contra el viejo dios celestial, en la le dispara con la cerbatana (Zender, 2005: 11, breve.
única ocasión que conocemos en la que aparece como objetivo del proyectil (Figura 37a). Este fig. 6). La otra muestra al mismo personaje con 54
Puede aducirse que las máscaras aluden a las
cambio narrativo sólo sirve para plantear más preguntas. ¿Revela el golpe del proyectil el yo pico de pato como suplicante de la corte del tres “piedras de la creación,” un “fogón” cósmico con
“verdadero” del ave, demostrando que la diferencia entre ambos es únicamente una diferencia Dios D, en donde el texto nos informa que el fuertes vínculos celestiales (Taube, 1992b: 37, 1998:
de apariencia? ¿O el disparo del proyectil y el “descenso” que provoca de alguna manera “descenso” que éste supervisó trece años antes 432-446; Freidel et al., 1993: 67). Sin embargo, los sig-
contó con la asistencia de los Gemelos Heroi- nos generalizados de piedra que aparecen sobre los
invoca o hace aparecer al Anciano, transformando al Ave Deidad Principal en el Dios D?51 El
cos (Zender, 2005: 11-12, figs. 7, 8). El nombre monstruos cósmicos, como en el caso del Altar 41 de
punto del relato que hace que el personaje deje de ser la presa y pase a ser preeminente podría del sujeto descendente parece ser el del Dios Copán (Maudslay, 1889-1902, 1: lám. 114a) y dentro
ser sencillo, pero actualmente ignoramos cual es.52 D, aunque lleva un signo ch’a en lugar de la del Templo de la Cruz en Palenque (Maudslay 1889-
Podemos suponer que cada forma pertenece a su propia temporalidad, con una división diadema florida. Esto resulta difícil de explicar 1902, 1: lám. 68a), así como la máscara personificada
entre ave y humano determinada por este decisivo acto de violencia. Sin embargo, tenemos como un error o rareza estilística y opera única que puede verse en la vasija K6626, contradicen
otras escenas en las que el Dios D y el Ave Deidad Principal comparten el mismo espacio y de manera convincente como complemento la idea de que el número tres tiene un significado
tiempo, sin que parezca viable una secuencia de “antes y después” (Hellmuth, 1987a: fig. fonético del nombre de la gran ave. específico en este caso.

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formar la tierra; el resto se elevó al cielo (Garibay, 1965: 108; López acto sexual y la idea —que se repite en toda la región— de que el “formadores” del universo, Xpiyacoc y Xmucane, se les dice “Patriarca”
Austin, 1997: 13-16).55 Fue la violenta división de este monstruo lo hombre o la mujer por sí mismos no están plenamente completos y y “Partera” (Tedlock, 1996: 217; Christenson, 2003: 62 nn. 23-26).58 Bassie-
que produjo el material del que se compone el universo actual. Su sólo su unión produce a una persona “entera.” Sweet (1996: 53, 2008: 53-55, 125-130) los llama “los abuelos creadores” y,
forma reconfigurada hizo posible la existencia del mundo mortal, Puede hallarse evidencia de la existencia de estos personajes siguiendo sugerencias que se remontan hasta la época de Brinton (1881:
si bien éste resultó tan inestable que se requirió de los esfuerzos en el área maya en los relatos etnográficos de las tierras altas del 642), los hace análogos de Itzamná e Ix Chel.59
análogos de cargadores y árboles cósmicos para evitar su colapso. Sur durante el siglo dieciséis. Las Casas (1909: 619), quien trabajaba La creadora Ix Chel corresponde a la Diosa O del sistema de Schellhas,
La imagen que aparece en la vasija K6626 difícilmente puede en un lugar no especificado de la región de Verapaz, recogió un si bien la ortografía jeroglífica pone claramente de manifiesto que su nombre
considerarse canónica —no hay nada que sea exactamente como testimonio que sostenía que el mundo fue creado por la pareja fue Chak Chel, o “Gran Arcoiris” (Taube, 1992b: 99). La amenazante anciana
ella en el corpus que ha llegado hasta nosotros— y sin embargo marital de Xtçamna y Xchel, claros equivalentes de los dioses resulta familiar en el arte maya, en donde puede aparecer con las orejas, las
debe comunicar una verdad religiosa significativa. ¿Debemos Itzamná e Ix Chel existentes en el norte de Yucatán.56 Además, garras y el ojo de un jaguar, con una serpiente enroscada por tocado y una
leerla como una concentración de poder en la que muchos dioses Zúñiga y Morán, autores que llevaron a cabo estudios separados falda decorada con huesos largos cruzados y globos oculares desorbitados.
contribuyen a una “unidad” fundamental del mundo espiritual? ¿O entre los mayas poqomames aproximadamente en la misma época, Asume los papeles de partera, nana, hilandera, guerrera y, el más poderoso
debe considerarse al Anciano como jerárquicamente predominante registran el nombre de la deidad fundadora con los nombres de todos, como destructora del cosmos: uniéndose al monstruo celeste y a
y a toda la forma como su cuerpo metafórico, con cada parte combinados IxchelItzam y Xchelitzam, respectivamente (Miles, las deidades de la lluvia para crear un diluvio que destruye al mundo en los
compuesta de un ser perteneciente a un orden menor? Sea como sea 1957: 748). La forma masculina sobrevivió hasta la época moderna códices de Dresde y Madrid (en las páginas 74 y 50, respectivamente) (Taube,
que se interprete, es claramente una abstracción divina más que una entre los mayas lacandones de las tierras bajas de México, entre los 1992b: 99-105, 1994: 657-658; Miller y Martin, 2004: 95-96).
fantasmagoría imaginada para manifestar el cosmos maya. cuales Itzán Noh K’u, “Gran Dios Itzán,” se asocia con los cocodrilos Los relieves del Templo Inferior de los Jaguares en Chichén Itzá (Foster
Resumiendo, las formas fusionadas del tipo en el que aparece el (Bruce, 1967: 98) y entre la comunidad hablante de yucateco del sur and Wren, 1996) (Figura 40) sugieren una sociedad entre la Diosa O y el
Anciano tuvieron una amplia difusión entre las religiones politeístas, de Belice, en donde se dice que Itzam era una deidad creadora y Dios N. Esta estructura, que data del período Clásico terminal o Postclásico
incluyendo otros ámbitos de Mesoamérica. Esta estrategia de cabeza del panteón nativo (Joyce et al., 1927: 317; Thompson, 1930: temprano (entre los años 800 y 1000 d.n.e.), presenta dos columnas
representación, a la que aquí llamamos teosíntesis, no tiene un 58).57 Ahí se le describe adicionalmente como uno de los cuatro Mam cuadradas, cuyas superficies están talladas con un arreglo cuadripartita
significado fijo, pero puede cumplir cualquiera de nuestras tres “Abuelos/Ancestros” pero, de manera significativa, también se de cargadores con uno de sus brazos hacia arriba. Una de estas columnas
opciones interpretativas —combinaciones, manifestaciones o consideraba que tenía dos sexos. presenta cuatro variedades del Dios N, en tanto que la otra muestra cuatro
cualidades— y, de hecho, puede jugar más de un papel, incluso La idea de una pareja creadora o de un concepto dualista versiones de la Diosa O (Tozzer, 1957: figs. 195, 196, 615) (Figura 41).60
dentro de la misma tradición. Lo que puede decirse es que la de “Madre-Padre” se halla entre las sociedades mayas bajo una Cada uno sostiene no al cielo, sino una tortuga-montaña y al Dios
presencia del Anciano en estos compuestos les imparte una amplia variedad de otros epítetos (Núñez de la Vega, [1702]1988: del Maíz que de ella emerge: símbolo de la tierra fecunda que en otras
personalidad distintiva y cada una de ellas sirve para definir un 131; Guiteras Holmes, 1961: 292; Holland, 1963: 113; Vogt, 1976: partes aparece como la tortuga del Dios N. Lynn Foster y Linnea Wren
cuadrante, plano o zona diferente del cosmos. 16; consultar, asimismo, la discusión sobre el tema en Thompson, (1996) fueron las primeras en identificar a este par de cargadores como los
1970b: 200-206) Entre los mayas jacaltecos de las tierras altas, resulta progenitores cósmicos y posteriormente se dijo que estas escenas muestran Figura 41. El Anciano como Dios N, pareado con la Diosa
Hechicero y creador fascinante comprobar que su “Viejo Padre” y su “Vieja Madre” O: detalles de las columnas del Templo Inferior de los
llevan nombres calendáricos equivalentes a 9 Lamat y 9 Imix (La Jaguares, Chichén Itzá.
No podemos ir más allá sin abordar lo que el Anciano mismo
podría significar. Un personaje tan difundido en tantos ámbitos del Farge y Byers, 1931: 114; Thompson, 1970b: 203). Ya hemos visto la
conexión que existe entre Lamat y el monstruo celeste, pero Imix un momento clave en la creación del mundo (Schele y
universo es claramente la encarnación de un concepto profundo Mathews, 1998: 215-218, fig. 6.11).
y tenemos que preguntarnos por qué la edad avanzada resultó la —día con el que inician los veinte días del calendario ritual maya—
corresponde al día Cipactli entre los mexicas. Resulta tentador La asociación entre estas dos deidades tiene sus raíces
manera más apropiada de expresarlo. A diferencia de otros dioses
mayas, la piel arrugada del Anciano normalmente no lleva ninguna ver en estas formas un eco distante de las diferentes variantes del
Monstruo Cósmico. El emparejamiento de dioses ancianos también 58
Los términos literales son mamom “El que ha tenido Nietos” e
marca especial que pudiera señalar su superficie perteneciente al i’yom “La que ha tenido Nietos” (Christenson, 2003: 62 nn. 23-24).
ultramundo; su carne, aunque no sea mortal, al menos se asemeja a es muy prominente en el Popol Vuh de los k’ichés, en donde a los 59
En su estudio sobre los dioses creadores mayas, Bassie-Sweet
la nuestra. De igual modo, nos mira con sus pequeños ojos humanos se une a Stuart en considerar que el Dios N y la Deidad Ave
y no con los enormes ojos de muchas otras de las deidades a las que
55
La Histoyre du Mechique nos dice: “Y la apretaron tanto, que la Principal son “manifestaciones del mismo dios,” situando al Dios
pertenece. No lleva ningún emblema de oficio, ni lleva ornamento hicieron partirse por la mitad, y del medio de las espaldas hicieron la tierra D combinado en la cúspide de una jerarquía divina (Bassie-Sweet,
alguno; no es un gobernante ni un modelo para gobernantes. La y la otra mitad la subieron al cielo, de lo cual los otros dioses quedaron muy 2002: 25, 28, 2008: 128-130; carta de David Stuart transcrita en
corridos” (Garibay, 1965: 108). En su forma femenina, la escultura monu- Stuart, 2007a). Inicialmente, planteó que la cabeza de la Deidad Ave
única marca de su magnitud es su edad manifiesta, con sus atributos
mental de Tlaltéotl combina elementos terrestres con elementos celestiales Principal por sí sola servía para leer Itzamnaah y que la cabeza del
implícitos de experiencia, conocimiento y sabiduría. Todo esto (Nicholson, 1967a: 82, 86-87). La Histoyre du Mechique también nos informa Dios N tenía una función honoraria, que posiblemente debía leerse
ciertamente hace de él un sabio, pero los antiguos mesoamericanos que el hogar original de Tlaltéotl se hallaba en el cielo (Garibay, 1965: 108). Si mam o ama, “anciano” (Bassie-Sweet, 2002: 30-31). De manera más
percibían dones aún más grandes que se derivaban de una larga su desmembramiento puede equipararse con el de Itzam Cab Ain (Martínez reciente, equipara tanto al Dios N como al Dios D con Itzamnaaj y
vida: los poderes místicos del adivino y el hechicero. Dichos poderes Hernández, 1913: 165-166) y éste a su vez se relaciona con el pasaje ya a la Deidad Ave Principal con el “Ave de Itzamnaaj” (Bassie-Sweet,
quedan secamente en evidencia en el contraste existente entre la mencionado del Templo XIX de Palenque (Velásquez García, 2002: 447, 2006; 2008: 139).
prodigiosa fuerza de los cargadores del cielo y su marchito físico. No Stuart, 2005c: 68-77, 180), esto explicaría por qué la criatura en el segundo 60
Esta forma múltiple de la Dios O/Ix Chel no es común, pero
es fuerza bruta sino magia lo que sostiene el cielo en las alturas. caso se identifica de manera explícita como el Monstruo Cósmico del cielo. aparece en el “Vaso de los Nacimientos” (Taube, 1994: 657-658). El
Para los mesoamericanos, el acto por excelencia de hechicería
56
Las fuentes yucatecas que han sobrevivido no están de acuerdo rostro de la diosa en Chichén Itzá es inusual por sus características
era la creación del universo y sus dioses fundadores típicamente entre sí sobre la relación existente entre Itzamná e Ix Chel, aunque un texto esqueléticas, que podrían relacionarla con la diosa mexicana de
publicado en 1595 por Fray Jerónimo Román y Zamora los identifica como la tierra Cihuacóatl (Thompson, 1950: 83) y/o con los cargadores
son una pareja, hombre y mujer, de ancianos hechiceros. Dado que
una pareja casada (si bien traspone sus sexos) (Thompson, 1939: 152). subterráneos de los mayas, los xiiw(¿) chan tuun (ver nota de pie de
la cosmogénesis era un evento de gran antigüedad, en sí misma Itzam se citaba en las plegarias de los mayas mopanes del Sur de Belice
57
Figura 40. Templo Inferior de los Jaguares, Chichén Itzá, mostrando las página n. 29). La influencia de las ideas del centro de México es fuerte
requería que sus instigadores fueran de edad muy avanzada. Su aún en 1970, bajo la forma “Oh, Dios, santo hok, santo witz, santo luum, o columnas cuadradas que llevan las imágenes del Dios N y de la Diosa O. en Chichén Itzá y en ningún lugar está tan clara como en la aparición
unión marital simultáneamente evoca la misteriosa fertilidad del itzam…” (Norman Hammond, comunicación personal, 2015). Foto: Jorge Pérez de Lara. de Tezcatlipoca en otras pilastras del sitio (Thompson, 1942).

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en el período Clásico mismo, como puede entre dioses y humanos, era un viejo
verse en un fino vaso de fondo rojo (Coe, 1978: hechicero al que puede identificarse
106-110; K501 en el catálogo de Kerr) (Figura ya sea por su tocado o por su traje de
42).61 En este vaso, se representó al Dios N en cuerpo completo de cocodrilo, o por
el papel de artista, con una tocado de mascada llevar un glifo de Cipactli; en otras
echada hacia atrás y sosteniendo en la mano ocasiones, se le reconocía por una línea
un recipiente de pintura hecho con una concha roja dibujada alrededor de su ojo y por
seccionada (Figura 43a). La voluta que emerge su hirsuto cabello y barba (Figura 44b).
de su nariz simboliza su aliento divino, en Estas características se expresan en un
tanto que el ornamento de tres puntos que lleva estilo plenamente teosintético en la
en la oreja y su mascada foliada lo vinculan representación de Cipactonal como un
con el aspecto acuoso y la asociación del Dios gran cocodrilo con las fauces abiertas
N con una tortuga como centro del mundo. en el códice Borgia (Seler, 1963, 2: 42;
Aparece yuxtapuesto con una imagen de la c Taube, 1989a: 9) (Figura 44c). Se dice
Diosa O, quien carga en la espalda, ayudada que Cipactonal y su esposa Oxomoco
de un elemento de tela, el brasero conocido son los padres de los primeros seres
como Signo Cuadripartita (Figura 43c). Adopta humanos, así como los inventores del
ahí el papel de un ídolo o de un infante —no a calendario ritual y las artes adivinatorias
son éstas ideas sin relación entre los mayas— (Robelo, 1911: 339-350; Garibay, 1965:
y establece una conexión con el monstruo 25, 110; Guilliem, 1998: 50; Boone, 2007:
b
celeste, vínculo que se ve reforzado por la 24-26, 195). Como adivinos y sabios,
apariencia cocodriliana de la cabeza sobre la médicos y sacerdotes, ambos pueden
que se apoya. Resulta inusual constatar que Figura 43. El Anciano, la Diosa O y la creación de la humanidad: (a) el Anciano; (b) retratarse con recipientes sacerdotales
ambos dioses ancianos llevan marcas de espejo cueva con gente emergiendo de ella; (c) Diosa O (Chak Chel). de tabaco a la espalda (Figura 45).
sobre el cuerpo, lo que les imparte la calidad Ciertas tallas en piedra, situadas entre
brillante que distingue a las deidades positivas, itz, aquel que tiene itz” es un practicante de las artes ocultas que crea hechizos y maldiciones Coatlán y Yauhtepec, en México (Figura
benéficas. Entre ambas figuras podemos ver a petición (Miles, 1957: 751). Estructuralmente, existe algo de evidencia en yucateco de que 46), muestran a la anciana pareja como
la boca de una cueva (Figura 43b). Dentro de el sufijo –am puede funcionar como un elemento de agencia (Swadesh et al., 1970: 34).62 En artistas y adivinos, sentados a ambos
ésta, aparece un hombre que lleva un sombrero este sentido, itzam sería la persona que encarna o manipula el itz, que evidentemente es algún lados de la entrada de una cueva (Figura
de ala ancha, en tanto que apenas fuera de la tipo de fuerza o sustancia. En su revisión de la evidencia lexical, Linda Schele y David Freidel 47), en una composición notablemente
cueva hay una mujer que mira hacia otra parte, (Freidel et al., 1993: 50-51, 411-412) están de acuerdo con las ideas de Alfredo Barrera Vásquez et similar a la de la vasija K501 que ya
como si estuviera partiendo. Stephen Houston al. (1980: 272) y proponen que itzam tiene el sentido de “chamán, mago, hechicero.” hemos visto aquí.64
ha interpretado de manera muy convincente El alcance del complejo Ometéotl
esta escena como un episodio de la génesis Paralelos en el centro de México
Figura 42. El Anciano y la Diosa O: detalle de una vasija sin procedencia,
de la humanidad, con la pareja de creadores La creación universal en el centro de México durante el período Postclásico también se describía
parcialmente restaurada. Fotografía de K501 © Justin Kerr.
presidiendo el surgimiento de los primeros como obra de una pareja anciana, a los que se conocía individualmente como Ometecuhtli y 62
Alfonso Lacadena (comunicación
seres humanos de una cueva primigenia, considerarse como paralela a la de Ixchel con Itzam/Itzamná, tal y como aparece en las Omecíhuatl y en su forma combinada como Ometéotl, el “dios dual.” Diversos textos literarios personal, 2007) ve evidencia del agentivo –am
leyenda que cuenta con una rica historia en fuentes coloniales y etnográficas, tendríamos entonces otra razón para creer que esta aluden a las variadas identidades que adoptan estos personajes, dependiendo de sus papeles en los textos glíficos de Ek’ Balam en Yucatán,
Mesoamérica (Houston, 2001: 337; Houston et última es la identidad correcta del viejo creador/cargador con el tocado de mascada específicamente en tz’i-ba-ma TUUN-ni,
generativos específicos (León-Portilla, 1963: 30-34, 84-99, 1999; Nicholson, 1971: 410-411). Así
tz’i[h]bam tuun, “Piedra del Pintor.”
al., 2006: 53). al que llamamos aquí el Anciano. Las propuestas hechas en este estudio se derivan pues, como proveedores de la vida y el sustento, la pareja divina se convierte en Tonacatecuhtli 63
Michael Coe (1978: 21) ha comparado
Surge una inferencia muy clara de de otras evidencias, muchas de ellas iconográficas, pero la lectura itzam que ha hecho y en Tonacacíhuatl, a los que se representó al menos una vez en una unión andrógina (página al Dios L con Mictlantecuhtli y sugerido que
estas fuentes dispares pero relacionadas. Si Stuart claramente ofrece fuertes sinergias que cubren diversos períodos y abarcan la 61 del códice Borgia). En otra de sus guisas, los creadores adoptan personalidades estelares, comparten relaciones paralelas con Itzamná y
la relación entre la Diosa O y el Dios N en totalidad del ámbito maya, estableciendo conexiones con las ricas fuentes lexicales de expresadas como Citlallatónac y Citlalinicue, productores de estrellas y de la Vía Láctea. De Ometéotl, respectivamente.
la iconografía del período Clásico puede que disponemos.
64
Se dice tradicionalmente que el
igual modo, la pareja habitaba en el Inframundo bajo las temibles formas esqueléticas de
personaje masculino está leyendo un códice
El significado de itzam, hasta donde puede deducirse partiendo de datos Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl.63 A Xiuhtecuhtli, dios del fuego y del tiempo, también se le (Nowotny, 1961: 53, fig. 9), aunque lleva el
61
Las porciones de la base de esta imagen se han etnográficos y lingüísticos, ciertamente sería apropiado para un hechicero-creador. En equiparaba con Ometéotl y a menudo se aludía a él como “Madre de los Dioses, Padre de los hueso afilado que llevan otras deidades del
restaurado mucho y en parte son inventadas y por ello las lenguas de las tierras bajas, itz se utiliza para aludir a los líquidos que forman gotas Dioses, el Dios Viejo” (Sahagún, 1950-1982, libro 7: 41, 88-89). centro de México y que en otras instancias
no son iconográficamente confiables. Si se quiere ver pequeñas —savia, leche y sudor— y aparece como la sustancia etérea y parecida al Resulta significativo que Tonacatecuhtli haya tenido una relación especial con Cipactli, sirven para energizar o animar objetos sagra-
una fotografía anterior a esta renovación, ver Hell- rocío yitz ka’anil o “itz del cielo” que invocan los especialistas rituales contemporáneos dos (Boone, 2007: 183). El personaje femenino
gobernando como patrono del monstruo de la tierra cuando éste servía como nombre del día
muth, 1987a: fig. 126. Está claro a partir de esto, que sostiene una concha con la que arroja granos
las líneas blancas de fractura que se ven hoy fueron
de Yucatán (Sosa 1985: 435, 438). En las tierras altas del Sur, itz es una raíz de amplia y como nombre de la trecena en curso (Figura 44a). Un personaje íntimamente ligado con este de maíz en el rito de adivinación, lo que se
agregadas posteriormente en varios casos (Justin Kerr, distribución en el ámbito de las creencias sobrenaturales y en aquellos relacionados con complejo era Cipactonal (cipac(tli) + tonal “día/calor/espíritu”) quien según algunas versiones, ve más claro en otras representaciones de ella
comunicación personal, 2015). la adivinación y la curación. En muchas comunidades contemporáneas, un Aj Itz, “el de era descendiente de Tonacatecuhtli y de Tonacacíhuatl. Cipactonal, personaje de transición (Boone, 2007: 24, 27).

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era tan amplio que Hermann Beyer (1910: El primer intento por ligar las nociones maya y del Muchos y uno
116) propuso que la religión mexica era, en centro de México de un creador lo llevó a cabo Seler La “unicidad” de las formas divinas que puede verse en la vasija K6626,
esencia, panteística, que sus muchos dioses a ([1887]1990: 98). En el mismo estudio en el que asoció a con su mezcla de identidades divinas sin relación entre ellas, nos lleva
eran “en verdad, manifestaciones de un Itzamná con el Dios D, Seler señaló las similitudes con a preguntarnos si el politeísmo maya no podría estar ocultando una
solo dios” (ver también León-Portilla, 1963: Tonacatecuhtli, con base en sus papeles compartidos como coherencia subyacente más profunda. En buena parte de la investigación
95-96 y López Austin, 1993: 147-149). Las instigadores de la vida, la cultura y el saber. Seler fue un etnográfica llevada a cabo a todo lo largo y ancho de Mesoamérica, surge
fuentes ciertamente enfatizan las cualidades declarado comparativista y uno de los primeros en concebir a con fuerza la presencia de principios holísticos; muchas tradiciones vivas
de omnipresencia de esta entidad dual, Mesoamérica como un todo interactivo, mucho antes de que describen a numerosos actores sobrenaturales, pero también expresan una
fenómeno al que Miguel León-Portilla alude la región misma se definiera como tal. Son muchas las cosas creencia en la unidad sagrada de todas las cosas (Monaghan, 2000: 26-27).
como “multipresencia” (1963: 93). Al parecer, que diferencian a las distintas religiones mesoamericanas, Los estudios religiosos con frecuencia plantean una perspectiva
era imposible separar a la deidad suprema pero también son muchas las que tienen en común. Las funcionalista, que busca exponer el orden subyacente de los sistemas de
de sus creaciones y de todo lo que de ellas b correspondencias no son sólo el resultado de una herencia creencia. Sin embargo, las tradiciones religiosas tanto modernas como
se derivaba y a través de dichas creaciones compartida, de conceptos que abarcan grandes cantidades antiguas habitualmente contemplan ideas difusas y que se traslapan
operaba un mantenimiento continuo del de tiempo y espacio, sino también de los contactos y el entre sí, cuya racionalización puede ser difícil de esta manera. De hecho,
universo en todas sus dimensiones. intercambio de ideas entre sociedades vivas que tuvieron los misterios que dan a las religiones su carácter ultranatural están
El énfasis en el tiempo y el acarreo de c lugar durante toda la época prehispánica. Es bien conocido el ligados de una forma muy clara con sus inconsistencias, paradojas y
las cuatro estaciones consecutivas del año impacto de las ideas del centro de México en el Yucatán del contradicciones, cosas que “cobran sentido” sólo cuando consideramos
en un circuito cardinal es otra área en la que período Postclásico, por ejemplo (ver Thompson, 1942, 1957; los fines más amplios que cubren las prácticas religiosas y el modo en
son fuertes las resonancias entre los mayas Taube, 1992b: 120-143).67 Sigue sin estar clara la antigüedad que la lógica religiosa funciona a nivel cognitivo. En cualquier momento
y los pueblos del centro de México. En este íntegra del complejo del dios viejo en cada una de estas las tradiciones pueden contener interpretaciones alternas o incluso que
último, son los cuatro hijos de Ometéotl regiones, pero el concepto de los creadores que dieron origen compitan entre sí —lo que podría llamarse “teologías concurrentes”—
—cada uno de los cuales es una versión del al tiempo y al espacio y cuyas identidades impregnan las
dios Tezcatlipoca— los que establecieron diferentes capas y facetas del universo parecen tener hondas
las direcciones cardinales, así como todos raíces en ambas.68
los ámbitos del mundo, del cielo a la tierra Figura 44. Cocodrilos, creadores y hechiceros en el centro de
y al inframundo (León-Portilla, 1963: 33-36; México: (a) Tonacatecuhtli como patrono del signo del día 67
Los murales de Santa Rita Corozal se encuentran entre
Garibay, 1965: 23-25). Esto se equiparaba a Cipactli, página 9 del códice Borgia; (b) Cipactonal como pelota
muchos ejemplos del arte maya del período Postclásico producidos
de hule, página 7 del códice Borgia; (c) Cipactli en combinación
la división del ciclo adivinatorio de 260 días bajo la influencia estilística del centro de México (Gann, 1900: 665-
con las características de Cipactonal, página 39 del códice Borgia. 673). Como lo ha descrito Karl Taube (1989a:4, fig. 2b), hallamos aquí
en cuatro cuadrantes, dando a esta geografía
al monstruo de la tierra fungiendo como línea de horizonte para un
universal una dimensión intrínsecamente Itzam Cab Ain. En Tancah, la bestia forma el enorme tocado del Anciano, en tanto que en grupo de deidades; las fauces abiertas de la bestia se parecen mucho
temporal: una idea que se ha comparado Mayapán carga en la espalda a una figura antropomórfica (ahora ya sin cabeza), en lo que al Cipactli ilustrado en la página 39 del códice Borgia. En Santa Rita
con la del “tiempo-espacio” de la física presumiblemente constituye otra imagen del anciano tal y como aparece en la Figura 36. se funde con atributos de la forma tardía del Dios D, identificada
moderna (Soustelle, 1940: 85).65 La relación por el alto tocado cilíndrico perforado por un hueso afilado (ver
65
El famoso cosmograma que aparece en las imágenes del códice Fejérváry-Mayer muestra la Taube, 1992b: 34), en lugar del Anciano con el tocado de mascada a
entre Cipactonal y este esquema de cosas
división cuadripartita del ciclo de 260 días, con el acto creativo expresado como el desmembramiento de épocas más tempranas. De manera similar, el ser cocodriliano
se refleja en la imagen ya mencionada del sangriento y cuadripartita de un solo Tezcatlipoca. El flujo de su sangre converge en el centro del de las páginas 4 y 5 del códice de Dresde lleva la cabeza del Dios D
códice Borgia, en la que el cuerpo supino mundo, en donde Xiuhtecuhtli preside en su papel del primero de nueve “Señores de la Noche,” con entre sus fauces, en lugar de la del Anciano (Seler, 1902-1923, 4: 650).
del cocodrilo retrata el aspecto terrestre de el resto de la secuencia distribuido alrededor de las direcciones cardinales. Desde mucho tiempo atrás, Ambos ejemplos se relacionan con una mutación más amplia del
Cipactonal, al que circunnavegan los demás a este grupo de deidades se le ha equiparado con un ciclo de nueve patronos del día entre los mayas simbolismo del Dios D durante el período Postclásico, en la cual la
signos de los días (Boone, 2007: 197-199) (Thompson, 1929). Kelley (1976: 90) correlaciona ambas secuencias, y hace corresponder a Xiuhtecuhtli diadema borlada de la Deidad Ave Principal, que alguna vez fuera
con el personaje apodado G9, que es una versión del Anciano con el glifo de IHK’IN, “noche,” sobre la omnipresente, primero se hace más rara para acabar desapareciendo
(Figura 44c). Es posible que tengamos una cabeza. (en el códice de Dresde, sólo 6 de 19 imágenes la llevan y está
versión maya de esta misma idea en un 66
Se ha sugerido que los días del calendario ritual maya de 260 días se consideraban producto de completamente ausente en cualquiera de los 76 retratos de la
dañado friso de estuco de Copán que se un desmembramiento corporal, provocando la comparación con la división de Tezcatlipoca en el códice deidad en el códice de Madrid). Para entonces, la forma borlada se
remonta al período Clásico temprano (Fash, Fejérváry-Mayer (ver nota de pie de página 65). Las ilustraciones tempranas muestran signos de día halla nada más en el nombre glífico, en tanto que la cabeza del ave
1991: 84, fig. 40). Hay ejemplos más claros que gotean sangre, simplificados en el período Clásico a un cartucho envolvente de sangre convencio- puede reconocerse sólo en el códice de Dresde. La evolución de la
nalizada el cual, cuando la imagen tiene color, presenta un vivo color rojo (Stuart, 2005c: 76; Houston et forma bien podría reflejar cambios conceptuales que realinearon el
en los murales del período Postclásico en al., 2006: 93, figs. 2.36-2.38). La aparición de signos del día sobre los cuerpos de los cocodrilos ha hecho papel del Dios D en el período tardío, fundiendo su identidad de
los sitios de Cobá y Tancah, así como en un surgir la idea de que fue el sacrificio de Itzam Cab Ain lo que dio origen al calendario ritual (Houston manera más estrecha con la del Anciano, quizá bajo la influencia de
pequeño altar de piedra de Mayapán, todos et al., 2006: 93). Esto también se ha ligado a un episodio mítico clave que aparece en la plataforma del deidades extranjeras, como Tonacatecuhtli.
los cuales muestran signos mayas de los días Templo XIX de Palenque, en donde el monstruo estrellado celeste es decapitado y su sangre derramada 68
Los dioses ancianos en otras partes y eras de Mesoamérica
(Velásquez García, 2002: 447, 2006; Stuart, 2005c: 68-77). Significativamente, el énfasis se hace ahí menos b
sobre cuerpos de cocodrilo (Proskouriakoff, son un tema demasiado grande para explorarlo aquí; sin embargo,
en el cuerpo desgarrando que en la sangre producto del sacrificio (Stuart, 2005c: 180). Uno se pregunta muestran un interés longevo y panregional en el simbolismo de la
1962: fig. 4e; Taube 1989a: 4-9, fig. 5).66 En si es la materialidad de la sangre misma la que se compara con el tiempo, quizá como un tipo de fuerza Figura 45. Los viejos hechiceros Oxomoco y Cipactonal: (a) página 60 del
edad avanzada. Entre otros, se incluye a los ancianos que aparecen
Cobá, su forma escamada sirve como línea vital que corre a través del universo, un enfoque que también queda implicado en el cosmograma del en caparazones de tortuga hallados en la zona zapoteca en el códice Borgia; (b) página 21 del códice Borbónico.
de horizonte de una referencia explícita a códice Fejérváry-Mayer. período Clásico y en el arte azteca del período Postclásico.

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(Stephen Houston, comunicación personal, 2007), incluso en lo basó en una lectura equivocada, su protagonista
tocante a las cuestiones fundamentales sobre la naturaleza de central fue erróneamente identificado y su
lo divino. Debemos siempre tener en cuenta que las religiones ámbito se sobre extendió, recurrir a una
están sujetas a una dinámica social, cultural e histórica continua analogía arquitectónica no parece ser del todo
y usualmente están bajo la égida de las autoridades políticas, inapropiado.
para las que sirven como herramienta clave de legitimación y de Quizá sea demasiado tarde para saber si esas
control. primeras descripciones de la época colonial de
El politeísmo y el monoteísmo parecen ser antitéticos, pero un ser supremo constituían intentos de presentar
ninguno de ellos parece estar del todo satisfecho en su ámbito las creencias mayas como monoteístas frente a
y ambos sienten una cierta atracción hacia su contraparte. la obligada cristianización o si en verdad aluden
Los sistemas monoteístas pueden incorporar una multitud a un concepto genuinamente antiguo, aunque
de cuasi deidades o semideidades —pensemos aquí en la vago, de holismo divino. La contradicción
gran cantidad de santos y ángeles del catolicismo o en los presente en el calepino de Motul, en el que la
bodhisattvas y devas del budismo mahayana—; quizá percibamos frase “el único dios vivo y verdadero” es seguida
una mayor eficacia cuando las diferentes funciones específicas Figura 47. Cipactonal y Oxomoco flanqueando la boca de una cueva en una roca por “el mayor de todos los dioses” no parece
están asignadas a agentes dedicados a ellas. Lo que distingue tallada, cerca de Yauhtepec (redibujado a partir de Nowotny, 1961: fig. 9). brindar apoyo a una lectura monoteísta en el
al monoteísmo del politeísmo no es el número de agentes argumentó que casi todos los reptiles del arte religioso maya eran una expresión de sentido estricto que se requiere.72 En el mejor de
sobrenaturales de un sistema dado, sino su clasificación más esta deidad omnipresente, visualizado en su forma más alta, la antropomorfa, como los casos, sugiere una jerarquía divina, así como
exclusiva de lo que constituye una “deidad” (Porter, 2000a: 2). el Dios D (Thompson, 1939: 153-160). Posteriormente, utilizando el entonces recién las complejidades que se generan entre una
La atracción funciona en sentido inverso en el politeísmo, ya redescubierto Diccionario de Viena —en donde itzam se traduce como “lagartos, como perspectiva singular y múltiples perspectivas,
que la existencia de múltiples dioses implica una fuente común iguanas de tierra y agua”—, leyó itzamná como “Casa de las Iguanas.” Consideró algo que obliga a los creyentes a barajar ambos
de su divinidad, un poder subyacente que es singular y no que el elemento “Casa” aludía al modelo cuadrilateral del universo basado en una conceptos en la mente de manera simultánea. De
plural. Esto lleva a ideas de universalidad, que aunque no esté vivienda humana, en la que cada uno de sus planos era definido por uno de estos haberse obligado a los mayas a identificar una
plenamente formulada en la práctica cotidiana, ciertamente está saurios cósmicos (Thompson, 1970b: 209-233). contraparte del dios cristiano, habrían tenido
presente como tópico de especulación al nivel más elevado del Sin embargo, el Diccionario de Viena es el único en el que aparece esta definición buenas razones para escoger a itzam/itzamná, cuyo
discurso teológico. Existe, en resumen, una tensión inherente de itzam y Barrera Vásquez et al. (1980: 272) demostraron posteriormente que no es sino papel en la creación sugeriría un paralelo muy
entre la división y la unidad en buena parte del pensamiento un derivado equivocado de Itzam Cab Ain, en el que el único componente que alude claro. Que el nuevo dios estuviera compuesto de
religioso. Dentro de esta concepción, “uno y muchos” no a un reptil es ain (ahiin), “cocodrilo.” Esta concepción fue debilitada ulteriormente tres hipostases o “personas” divinas —Padre, Hijo
resulta una idea en contraposición, sino una formulación por el trabajo posterior de algunos iconografistas, quienes diseccionaron el universo y Espíritu Santo— simultáneamente divididos
complementaria (Hornung, 1982; Porter ed., 2000), en la que reptiliano de Thompson y no hallaron ninguna entidad holística, sino sólo una gama y unificados no habría sido para los mayas ni
cada componente aborda una faceta y percepción diferentes de de diferentes seres y elementos. Como sabemos ahora, el Dios D no tiene afiliaciones extraño, ni novedoso.73
una experiencia divina inefable (Evans-Pritchard, 1974: 316). con reptil alguno, sino con un ave: lo que asesta un golpe mortal al modelo de
La idea de una estructura mayor y una mayor cohesión del Thompson. Los datos de la época colonial sobre los que Thompson basó gran parte de 71
Debiera mencionarse una propuesta de Gabrielle
politeísmo de los antiguos mayas no es una idea muy novedosa, Figura 46. Los fotógrafos Juan E. Reyna y José Escalante Plancarte posan ante Vail (2000), quien reinterpreta los glifos “atributivos”
su argumentación se consideran hoy en día como un fenómeno tardío, distorsionado
en virtud de haber sido uno de los temas más importantes las tres piedras talladas cerca de Yauhtepec (tomado de Robelo, 1911: lám. 4). de los códices descritos primeramente por Günter
por la perspectiva europea o bien simplemente contenida dentro de la idea del Dios Zimmermann (1956: 18-24) no como profecías o nuevas,
de la obra de J. Eric S. Thompson (1939, 1970). Sus puntos de D como un rey de dioses. Desde la década de 1980, casi todos los investigadores
La concepción de Itzam Na es, de hecho, majestuosa. Uno sino como términos que distinguen a los complejos
partida fueron algunas entradas lexicales del Yucatán colonial, han concentrado sus esfuerzos en la individualidad de las deidades que sistematizó divinos subyacentes. Su énfasis en la “fluidez” de los
cobra consciencia de por qué los gobernantes mayas llegaron a
especialmente aquellas que describen a un cierto Hunab Ku considerarlo como el único gran dios, pues parece como si los Schellhas por primera vez a finales del siglo diecinueve, habiendo caído en desfavor conceptos mayas de divinidad evade la rigidez de las
(juunab k’uh), el “dios único,” de quien se dice gobernaba o mayas del período Clásico hubieran desarrollado el culto a Itzam hasta desaparecer la visión unitaria de la religión de los antiguos mayas.71 categorías de Schellhas, aunque aún no han quedado
incluía de algún modo a todas las demás deidades nativas. Por Na hasta llegar a algo muy similar al monoteísmo, en el que todos demostrados los aspectos específicos de su tesis.
¿Podría tentarnos la evidencia más reciente hallada en relación con el Anciano a Consultar a Versnel (2000: 91-112) en relación con
ejemplo, el temprano calepino de Motul habla de “Hunab Ku: los demás seres [eran sus] sirvientes o sus manifestaciones… 72

(Thompson, 1970b: 233). reabrir esta cuestión, al postularlo como un mejor candidato a la entidad unitaria a una formulación similar del filósofo griego Xenofanes,
Único dios vivo y verdadero. Era el más grande de los dioses de la que se alude en los recuentos históricos? Las similitudes con las descripciones del hecha alrededor del año 540 a.n.e., y que muchos con-
Yucatán” (Martínez Hernández, 1929: 404). Resulta notable que Al igual que Seler antes que él, Thompson quedó impresionado concepto de Ometéotl del centro de México ofrecen razones para plantear la pregunta sideran el alba del monoteísmo occidental. Comparte
las Relaciones de Yucatán (2: 161) vinculen a este personaje con con el número de deidades que aparecen en las fuentes coloniales cuyos de si las religiones mesoamericanas compartían la creencia en un creador anciano el mismo tipo de contradicción, que se reconcilia de la
Itzamná: “…adoraban a un solo dios, quien llevaba el nombre nombres incluyen los términos Itzam o Itzamná (Seler, [1887]1990: 103; mejor manera al sostener conceptos simultáneamente
que todo lo abarcaba. Sin embargo, si hemos de mantenernos dentro de los límites unificados y divididos de lo divino.
Hunab e Zamná.” Si bien los informantes mayas bien pudieron Thompson, 1970: 210).70 Comenzando con Itzam Cab Ain, Thompson de la evidencia de que disponemos, la respuesta a esta pregunta debe ser negativa. 73
Al igual que el Trimurti hindú, las ilustraciones
haber concebido a esta divinidad única para complacer o La aparición del Anciano en el arte y la escritura mayas, aunque no enteramente de la Trinidad en el arte cristiano generalmente se
apaciguar a sus interlocutores cristianos, la consistencia en
69
El etnógrafo Ralph Roys era uno que sospechaba que en esto había
confinada a los casos descritos, sí tiene un rango restringido y no ofrece razones separan en sus partes componentes, con imágenes
influencia cristiana (citado en Thompson, 1970b: 203).
estas referencias persuadió a Thompson de que reflejaban una para creer que su identidad sea subyacente a las de todas las deidades del sistema. separadas de un hombre anciano, uno joven y una
70
Entre estos se cuentan no sólo itzam kab ain e itzam k’an, como ya hemos
verdad básica.69 Las tomó como evidencia del carácter unitario paloma blanca. Pero entre los siglos catorce y dieciocho,
visto, sino itzamna itzamtzab, itzamnak’abul, itzamna k’awil, k’inich ajaw itzamna, En lugar de ello, existe un juego de contextos en los que este ser aparece y juega un se le dio la forma teosintética de un “tricéfalo,” la
subyacente a la religión maya, en la que todos los demás dioses k’in chak ajaw itzamna, itzamnat’ul chaak, itzam luk, e itzam pech (e.g., Barrera papel decisivo. Éstos se concentran en el tejido elemental del universo, en formas que imagen de un solo hombre con tres rostros (consultar a
eran meramente aspectos de una entidad que todo lo abarcaba. Vásquez et al., 1980: 272).
no son muy distintas del modelo de casa que sugirió Thompson. Aunque la idea se Rishel y Stratton, 2006: 392).

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Conclusiones carácter supremo en la religión maya al Dios D, pero ahora está
claro que esta forma de pensar debe matizarse. Al considerar
El presente estudio ha examinado los contextos más la naturaleza híbrida de esta deidad en su contexto más
importantes en los que podemos hallar el personaje al que amplio, se llega a la conclusión de que no es sino un miembro
aquí llamamos el Anciano y llega a la conclusión de que o expresión del complejo relativo a la figura del Anciano;
tuvo una importancia inusual dentro de la antigua religión ciertamente, una que es especialmente eminente y poderosa,
maya. Apoya asimismo su identificación como creador pero que no deja de ser parte de una categoría más amplia
y sustentador, expandiendo el análisis para mostrar la de entidades compuestas en forma teosintética. El Anciano
manera en que sus diversas formas definieron la forma y mismo pertenece a un orden diferente. Involucrado en la
la sustancia del cosmos. Estas entidades ontológicamente fundación, mantenimiento y destrucción última del mundo, su
complejas, conformadas mediante la estrategia pictórica y involucramiento presta coherencia a elementos centrales del
nominal de la “teosíntesis,” centran la atención en estados cosmos y, si bien no les da unidad en un sentido panteístico,
duales de existencia, presencias colaborativas y en la cuando menos les confiere una dimensión unitaria.
incorporación de identidades múltiples en la composición Por último, es importante volver a enfatizar que el modelo
de la divinidad maya. Sea cual sea el estatus preciso del que los mayas seleccionaron para encarnar estas cualidades
Anciano en estas uniones, ciertamente es el hilo conductor especiales no fueron ni un paragón de vigor juvenil, ni un
que las vincula con un propósito y un significado mayores. gobernante nacido en la más alta nobleza, sino el sabio de la
En su variante mejor conocida, la del Dios N, comunidad, el adivino: un personaje físicamente débil, pero
determina el centro y las cuatro esquinas del mundo, de mente mágica. Esto coloca al conocimiento mágico como
orientando las dimensiones entretejidas del espacio y el más prominente de los poderes divinos y hace del orden
el tiempo. Su tarea constante en esta función es la de universal tarea del hechicero.
mantener el orden cósmico, específicamente separando
el cielo de la tierra y separando las estaciones en el ciclo Agradecimientos
anual. Sin embargo, ciertamente no se restringía a cumplir Aprovecho para expresar aquí mi agradecimiento a los lectores
estos papeles y estaba igualmente activo en lo tocante y colegas que ofrecieron sugerencias útiles, ayudaron con
a definir los planos celestial y terrestre, en la forma de las ilustraciones o me alentaron en lo general en el largo y
los contrastantes Monstruos Cósmicos del cielo y de la episódico desarrollo de este estudio: John Baines, Karen Bassie-
tierra. Fusiones ulteriores dieron origen al gobernante de Sweet, Elizabeth Hill Boone, Allen Christenson, Michael Coe,
los cielos y a su equivalente subterráneo. Así pues, en su Francisco Estrada-Belli, Barbara Fash, Elizabeth Graham,
contribución al Dios D en su versión aviar, se convirtió en Norman Hammond, John Harris, Stephen Houston (cuyos
el lustroso y enjoyado señor del cielo y como característica comentarios detallados requieren mención especial), Harri
del felino Dios L, presidió sobre la oscuridad húmeda del Kettunen, Kerry Hull, John Justeson, Justin Kerr, Bruce Love,
Inframundo. Antonio Morales, Jorge Pérez de Lara, Alex Pezzati, Matthew
La relación complementaria entre lo singular y lo Robb, Frauke Sachse, Joel Skidmore, David Stuart, Alexandre
múltiple, lo dividido y lo unificado, es esencial para Tokovinine, Raphael Tunesi, Gordon Whittaker, y Marc
estas personalidades y en algunos casos requieren de un Zender; cabe agregar que ninguno de ellos es responsable
realineamiento de nuestro pensamiento. Por ejemplo, de ningún error de hecho o de interpretación que el presente
durante mucho tiempo los mayistas han adscrito un pueda tener.

Figura 48. Cabeza de una escultura monumental del Anciano; una de un par que originalmente aparecían
como cargadores en el programa iconográfico del Templo 11 de Copán. Foto: Ken Garrett.

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