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Universidad Rafael Landívar

Maestría en Administración de Empresas


Cultura de la Globalización

GRANDES PROBLEMAS GLOBALES


PANDEMIA, POPULISMO, POBREZA

Integrantes grupo 4:
Edgar Daniel Juarez Rojas - Carné: 2365921
Karla Yadira Culajay Escobar - Carné: 1255516
Ingrid Marisol Pérez Sequén - Carné: 2273122
José Eduardo Martínez Muñoz - Carné: 2626311

Guatemala, 08 de febrero 2023


INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación asignado al equipo cuatro presenta el análisis de


problemas globales en el mundo empresarial y los impactos que han tenido en la economía
global y consecuencia para Guatemala.
Los temas asignados: pandemia, populismo y pobreza fueron abordados considerando
diferentes referencias bibliográficas para definir las desventajas que provocan a nivel global
así también se consideró encontrar alguna ventaja de estos temas según las instrucciones,
sin embargo, es poco viable considerar en estos problemas sociales una ventaja al
desarrollo global cuando se abordan las consecuencias negativas que han tenido en cada
las economías que viven con estas condiciones.
El trabajo se encuentra segmentado de acuerdo a la distribución de temas y a final se
presentan las principales conclusiones del análisis realizado.
PANDEMIAS
En esta sección se presenta el análisis del impacto de las pandemias en el desarrollo global.
Se debe considerar que las pandemias son enfermedades epidémicas que se extiende a
muchos países y que afecta a la mayoría de los individuos de cada región, un claro ejemplo
es el actual estado médico que afecta al mundo con la pandemia COVID-19, situación que
paralizó globalmente las actividades sociales, económicas, religiosas y todas aquellas
reuniones por mínimas que fueran. Las restricciones consideradas por cada gobierno para
minimizar los impactos y resguardar a los pobladores, ya han tenido consecuencias que se
estarán abordando en este apartado.

La globalización en tiempos de pandemia


Resumen
En los últimos meses se ha publicado un gran número de estimaciones y proyecciones
acerca del comportamiento del comercio e inversión mundiales y de los movimientos
internacionales de migrantes, turistas y estudiantes en este año de pandemia. Tanto es así,
que, a fecha de hoy, se dispone de predicciones de los registros, en 2020, para casi todas
las variables que componen el Índice Elcano de Presencia Global (o, en su defecto, para
proxies de las mismas).

Estas nuevas estadísticas han permitido actualizar el análisis del impacto del COVID-19 en
la globalización (vista desde el valor agregado del Índice Elcano de Presencia Global) que
publicamos en abril de este año (Olivié y Gracia, 2020b). Ahora sí, en lugar de suponer las
consecuencias de la pandemia para las relaciones internacionales sobre la base del impacto
que tuvo la Gran Recesión, podemos basarnos en el comportamiento real o estimado del
comercio, las capacidades militares, los turistas o la cooperación al desarrollo en los
primeros meses del año, o incluso en los primeros tres trimestres.

Con este mayor nivel de certeza, se eliminan los escenarios que dibujábamos en abril para
la globalización económica y militar. El valor agregado de la proyección económica mundial
podría contraerse en un 12,0% y el de la militar aumentar en un 7,6%. En el caso de la
dimensión blanda se mantienen los escenarios dado el impacto, aún incierto, de la
pandemia en la tecnología, la cultura y la información. Con previsiones o proyecciones para
el resto de las variables de esta dimensión, ésta podría contraerse entre un 9% y un 14,3%
en este año. Como resultado, podríamos asistir, con la pandemia global, a una
desglobalización de entre el 7,5% y el 8,8%, la mayor variación negativa anual que
observaríamos en toda la serie del Índice Elcano de Presencia Global, incluyendo los años
de desintegración de la Unión Soviética o la Gran Recesión.

Estos resultados, necesariamente provisionales mientras no podamos observar el impacto


real de la pandemia en nuestra serie, han de tomarse con todas las cautelas necesarias,
como subrayan las fuentes de los datos que empleamos. No obstante, sí apuntan
inequívocamente a una caída abrupta de los intercambios mundiales, en casi todos los
planos. También apuntan, a diferencia de la Gran Recesión, a una fuerte contracción de los
intercambios blandos, que habían sido la punta de lanza de la globalización en los años
previos a esta crisis.

En abril del año 2020, todavía al calor de las primeras semanas de pandemia en Europa,
publicamos un ARI en el que tratamos de adelantarnos al que podría ser el efecto de la crisis
sanitaria mundial (y de sus derivadas económicas, políticas y sociales) en la globalización
(Olivié y Gracia, 2020b).

Para ello nos servimos del Índice Elcano de Presencia Global. Dado que se calcula hoy para
130 países, que contribuyen al 99% de la economía mundial y en los que vive el 94% de la
población del planeta, el valor agregado de la proyección exterior de este grupo de países
puede utilizarse como un proxy de la globalización.

Sin apenas datos o estimaciones oficiales sobre el comportamiento del comercio, la


inversión internacional, los desplazamientos de personas o el impacto en ciencia, optamos,
en aquel trabajo, por tratar de imaginar si esta crisis sería igual, peor o simplemente distinta
de la de finales de los 2000, a efectos de su impacto en el volumen y la naturaleza de los
intercambios mundiales.

Una crisis igual, o incluso peor, que la Gran Recesión hubiese acelerado, naturalmente, las
tendencias mundiales recientes: una globalización económica languideciente, un
estancamiento de la globalización militar (tras la puesta al día de los grandes actores
asiáticos) y una globalización blanda o suave que asume el liderazgo de los intercambios
internacionales.

Pero dibujamos también un tercer escenario, el de una crisis distinta. A nadie se le escapaba
que las restricciones a los movimientos internos e internacionales de personas, que se iban
multiplicando y extendiendo de un continente a otro, frenarían considerablemente el
turismo, las migraciones, los movimientos internacionales de estudiantes universitarios o el
deporte como formas de proyección global. Así las cosas, la dimensión blanda de la
globalización, más dinámica en la globalización post Gran Recesión y post económica,
podría verse súbitamente interrumpida. Mientras el comercio de servicios digitales o
mercancías, las inversiones productivas en el exterior o las innovaciones tecnológicas
podrían seguir desarrollándose, en parte reinventándose, en un contexto de confinamiento
mundial, estas facetas blandas de la globalización son particularmente susceptibles a las
restricciones a los movimientos internacionales de personas. Con una segunda ola de
contagios (y las medidas de control consiguientes) prácticamente inmediata a la primera en
dos de las regiones del mundo que más participan en la globalización (América del Norte y
Europa), la contracción de la globalización blanda que se produjo a raíz de la Gran Recesión
ha quedado ampliamente superada.

Con este texto queremos actualizar nuestro anterior análisis acerca del efecto de la actual
crisis en la globalización, mirada desde el Índice Elcano de Presencia Global. Por una parte,
contamos ya con los datos del Índice para 2019, publicados el pasado verano (Olivié y
Gracia, 2020a), lo que nos ofrece una imagen más actualizada de la globalización pre-
pandemia. Por otra parte, en los últimos meses, diversos organismos internacionales (varios
de ellos, fuente de nuestros datos de presencia global) han publicado datos provisionales,
estimaciones o proyecciones de los intercambios internacionales en 2020.

En el primer epígrafe, retomamos los ya 30 años de datos del Índice Elcano de Presencia
Global para observar las principales características y transformaciones de la globalización
en las últimas décadas. En el segundo epígrafe recogemos los análisis y previsiones acerca
del comportamiento de las variables económicas, militares y blandas del Índice. De este
modo, para muchas de ellas, podemos, en el tercer epígrafe, remplazar los escenarios que
dibujamos sobre la base de la última crisis por las previsiones u observaciones de
comportamiento efectivo de estos indicadores en la actual. El último epígrafe agrega el
impacto en la globalización y concluye.

Índice Elcano de presencia global


Ventajas y desventajas
La tecnología nos permite interactuar con personas que se encuentran a kilómetros de
distancia sin siquiera movernos de nuestros hogares. Hacer transacciones en cualquier
parte del mundo es tan sencillo como dar un click. La globalización nos ofrece un mundo
interconectado en el que es posible satisfacer nuestras necesidades y perseguir nuestros
objetivos de manera más sencilla.

La información disponible del mundo entero y en tiempo real puede estar en la palma de
nuestras manos. Todo esto es producto de años de la creatividad humana que propone
soluciones a los problemas de siempre; y el ingenio de otros que nos permite soñar con la
posibilidad de un nuevo y mejor futuro.

Ahora bien, la historia es testigo de que en la medida en la que el mundo se ha vuelto más
complejo, sus problemas también se han intensificado. Juntos hemos enfrentado amenazas
comunes como las pandemias, las guerras y los desastres naturales. Este año, y de manera
inesperada, nos enfrentarnos a una de ellas.
La peste negra, la cólera y la gripe española -por mencionar algunas de las peores
pandemias- provocaron la muerte de varios miles de millones de personas. Pero la
experiencia acumulada y la innovación nos han permitido hacerles frente de manera más
efectiva. Una tendencia consistente es que en la medida en la que la razón humana y la
tecnología se combinan, se produce una reducción gradual en las tasas de mortalidad para
estas enfermedades.

La expansión de nuestras redes sociales y comerciales implica responsabilidad en muchos


aspectos. La libertad de interactuar con personas en otras partes del mundo es – y debe
ser- inseparable de la responsabilidad de las acciones en lo individual para hacer de nuestro
mundo un lugar mejor.

Ante la amenaza global que enfrentamos, muchos gobiernos han cerrado sus fronteras.
Cientos de noticias con desinformación han viajado a través del mundo provocando pánico
para quienes las leen. Ese miedo nos ha arrojado a creer que la interconectividad que
disponemos hoy nos ha vuelto más vulnerables. No quedan dudas que hay algunos riesgos
en las múltiples transacciones que ocurren a diario, sin embargo, los beneficios los superan
por mucho y en todo caso, es la misma globalización la que nos ofrece alternativas para
ellos.

La globalización no nos hace más débiles, por el contrario, más fuertes. Es a través de esa
capacidad de generar más y mejor conocimiento que se logran encontrar soluciones a
problemas complejos como el que hoy enfrentamos. Es unidos, como siempre lo hemos
hecho- y con el intelecto de muchos individuos trabajando al unísono para dar respuestas a
las encrucijadas de los tiempos que lograremos sobreponernos una vez más a esta amenaza
común.

La globalización no debe ser vista como un enemigo, sino, como lo que es y debe seguir
siendo, nuestro mejor aliado.

En sentido económico es importante mencionar que las principales desventajas que se


manifestaron por la pandemia COVID-19 fue el freno de las relaciones comerciales a nivel
global, algunas industrias fueron favorecidas sin embargo, en la mayoría se dio un paro de
global de actividades, lo cual permitió vivir tasas de inflación nunca vistas en los últimos 50
años, en consecuencia el pico de la reactivación económica con lo cual se vieron afectadas
las tasa de interese globales, donde los bancos centrales tuvieron que aumentarlas para
reducir la velocidad con que la economía se empezó a recuperar, ritmo que puede llevar a
una crisis económica a muchas naciones del mundo.

POPULISMO
"Populismo" no es un término muy preciso, al menos en la forma en que se usa a menudo
en los medios de comunicación y el discurso político. Se ha atribuido a partidos de derecha
e izquierda, así como a políticos individuales.

El término es vago porque hay un elemento inherentemente "populista" en las democracias


modernas. La legitimidad de la democracia moderna depende de su capacidad para apelar
a los valores de los votantes, sus identidades o sus intereses materiales y, a menudo, los
tres.

Toda política democrática es "populista" en este sentido, pero para caracterizarse como un
partido o político populista se deben cumplir criterios adicionales. Los populistas se
distinguen de otros políticos porque son antisistema.

Por lo general, contraponen "el pueblo" a "la élite" y culpan a la élite de todos los
problemas, el sufrimiento y la opresión del pueblo. Las élites, en el discurso populista, son
corruptas, no escuchan, están aisladas de la gente y ya no representan sus preocupaciones
ni sus intereses. Tales discursos populistas florecen en regímenes autoritarios, a menudo
de forma encubierta.

Pero también son una característica inherente de las democracias. Los partidos populistas
en las democracias son partidos naturales de oposición, a veces de oposición permanente.
Surgen problemas si llegan al poder. Como partidos antisistema, se dedican a derrocar o al
menos reformar radicalmente el sistema, desplazando a las élites existentes y rehaciendo
el estado y su relación con el pueblo.

Sus seguidores no esperan que se conviertan en parte de la élite misma tan pronto como
obtengan el poder. Si no son absorbidos por la élite existente y el estado profundo, deben
convertirse en el nuevo establishment, lo que generalmente significa moverse en una
dirección autoritaria, restringiendo la democracia, como, por ejemplo, en Turquía, Polonia
y Hungría.

La victoria de Donald Trump en 2016 fue el avance más importante realizado por los
populistas nacionales en los diez años posteriores al colapso financiero. Ganar la
presidencia en el país más poderoso del orden internacional, amenazando con derrocar
muchas de las instituciones y principios que habían construido y sostenido este orden desde
1945, fue un shock.

La victoria de los populistas en Estados Unidos comenzó a desmoronar las redes, alianzas e
instituciones que habían mantenido y profundizado la cooperación internacional.
Ventajas y desventajas
La globalización ha tenido efectos claramente positivos en cuanto a la ampliación de
oportunidades para los exportadores, los inversores, las empresas multinacionales y otros
agentes que participan en el comercio internacional. Ha promovido el crecimiento y
ayudado a reducir la desigualdad en al menos algunos de los países más pobres.
Sin embargo, señala Rodrik, es importante impedir que cobren forma las peores
expresiones de populismo, entre ellas las que erosionan la democracia liberal y la economía
mundial abierta. Y para que eso se pueda impedir, sostiene, tiene que darse alguna medida
de retorno a una mayor autonomía nacional en lo relativo a los asuntos económicos.

POBREZA
El avance de los procesos de globalización genera claroscuros que impiden ver, en su
verdadera magnitud, las dimensiones que alcanzan algunos de ellos. Uno en particular es el
proceso de empobrecimiento de cada vez más personas en el mundo, a las que debemos
sumar las que han nacido en esta condición. De tal suerte que hacia fines del milenio pasado
se estimaba que el 46 por ciento de la población mundial sólo poseía el 1.2 por ciento de la
renta global. En el extremo opuesto el 15 por ciento de la humanidad concentra el 80 por
ciento de la renta global. Ante este panorama es necesario revisar por qué los procesos
globalizadores han generado un gran enriquecimiento de pocos, por un lado y, por otro,
enorme pobreza para la gran mayoría de la población mundial, además de los instrumentos
de políticas que se utilizan en el terreno del “combate a la pobreza”.

Las empresas tienen un rol importante en la lucha contra la pobreza. De manera creciente
la sociedad espera y pide al sector empresarial que se implique y participe a través de
actitudes sociales y medioambientalmente responsables. Muestra de ellos son los Objetivos
de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Consensuados por Naciones Unidas,
cientos de estados y organizaciones se implicaron en el desarrollo global, para poner de
manifiesto que lograr un mundo más sostenible y equitativo pasa por una colaboración más
activa de la empresa en los retos que enfrenta la humanidad. Su rol implica acciones muy
variadas entre las que, como se verá, los negocios inclusivos pueden ocupar un lugar
importante por potencial de atender retos sociales con dinámicas empresariales.

¿Y cómo se lleva a cabo la colaboración empresarial?


La colaboración de la empresa en el desarrollo se puede plantear desde tres ejes:
Desde la actividad empresarial: A través de su manera de hacer negocios, sus productos y
servicios, su cadena de valor, sus prácticas de producción, aprovisionamiento o empleo.
Desde la acción social: Con inversiones en desarrollo que pueden estar más o menos
relacionadas con la actividad de la empresa.
Desde el lobby y la sensibilización: Posicionándose ante problemas sociales y promoviendo
la movilización para llegar a cambios legales, institucionales u otros.
La fórmula más tradicional por la que la empresa busca contribuir a objetivos sociales es la
acción social, abarcando desde donaciones puntuales, hasta programas sociales más
estratégicos.
No obstante, se reconoce cada vez más la importancia de la capacidad que la empresa tiene
de incidir en las dinámicas del desarrollo desde su propia actividad empresarial.
La empresa, por su propia naturaleza, repercute en aspectos fundamentales del bienestar
social. Sus inversiones, operaciones y cadenas de valor impactan en:
Generación de empleo.
Desarrollo de capital humano.
Transferencia de tecnologías.
Construcción de infraestructuras.
Creación y distribución de productos y servicios para los consumidores.
Sin embargo, el impacto en estos factores no siempre es positivo y beneficioso para la
sociedad. Es entonces cuando a la empresa se le pide que de un paso adelante para
identificar qué impactos negativos tiene su actividad, para minimizarlos, y qué impactos
positivos podría generar si actuase bajo un modelo y planteamiento de acción distinto,
incorporando criterios de sostenibilidad y beneficio social. Asimismo, la empresa puede dar
un paso más allá de su negocio convencional e impulsar de manera explícita nuevas
actividades empresariales que buscan generar, al mismo tiempo, beneficios sociales
determinados, al tiempo que obtiene beneficios económicos.

CONCLUSIONES
Las pandemias han presentado globalmente un reto en medio de los contagios masivos por
las debilidades que se presenta globalmente al no tener medicamentos para contrarrestar
las afecciones a los humanos, lo cual se convierte en una crisis sanitaria globalmente. Es
importante menciona la pandemia COVID-19 que frenó el desarrollo global en conjunto y
muchos países se encontraron en condiciones más desfavorecidas, principalmente aquellos
que se encuentran en subdesarrollo, porque no solo afectó el modelo de salud, si no
también, el área de educación, economía y turismo. La recuperación de la economía trajo
consigo una crisis inflacionaria y aumento de las tasas de interés. La principal ventaja que
globalmente se evidencio ha sido el uso de comunicaciones masivas por medios
tecnológicos avanzados y el uso de la ciencia para crear vacunas en un tiempo reducido para
mitigar las consecuencias de la pandemia.

El populismo

La pobreza

REFERENCIAS
1. https://www.realinstitutoelcano.org/documento-de-trabajo/la-globalizacion-en-
tiempos-de-pandemia/

2. https://www.fundacionlibertad.com/articulo/globalizacion-en-tiempos-de-
pandemia

3. https://www.deia.eus/opinion/2021/04/13/globalizacion-populismo-
1965552.html
4. https://blogs.iadb.org/ideas-que-cuentan/es/cuando-la-globalizacion-se-cruza-
con-el-populismo/
5. https://www.codespa.org/blog/2021/04/03/reto-de-pobreza-que-pueden-hacer-
empresas/
6. https://dle.rae.es/pandemia

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