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UNA INFLUENCIA NEGATIVA

Uno de los objetivos de Satanás, como has visto en los antecedentes de cómo opera Satanás,  son
robar y destruir, verás un caso específico en el cual Satanás ha utilizado a Walt Disney y continúa
utilizando a las empresas Disney para atacar a niños específicamente y destruir familias.

No es que Disney haya empezado inocentemente y luego cambió, una investigación diligente
muestra que desde sus inicios Disney ha promovido ocultismo, hechicería, brujería, promiscuidad
sexual, etc.

Por ejemplo el cortometraje de dibujos animados La Casa Embrujada (The Haunted House) de 1929
muestra a Mickey Mouse refugiándose de una tormenta en una casa llena de fantasmas que lo
obligan a participar en su acto musical.
Cuando este tipo de películas son dirigidas a niños, se les va adoctrinando para que vean a los
fantasmas y demonios como algo normal, con lo que se puede convivir y que lejos de ser seres
malos, son seres divertidos.
Abajo el cortometraje de 1937 los fantasmas solitarios, versión remasterizada, en la cual Walt Disney
muestra a fantasmas bailando y en escenas que trata de presentar como divertidas e inocentes
continúa bombardeando a los niños con fantasmas, y mostrándolos como divertidos, adoctrinándolos
así a que los pueden ver como algo normal.

Es el plan continuo, la agenda de Satanás tras de Disney, como se puede ver, crear programas
aparentemente inocentes y divertidos, pero con contenido ocultista y sexual, la estrella se hace de
fans, tanto la estrella como los fans crecen y luego cuando las fans crecen, la estrella infantil que
crecieron idolatrando ahora ya más grande y bien programada, les bombardea ya abiertamente con
mensajes de actos sexuales e inmoralidad sexual, las fans están receptivas a su ídolo y se puede abrir
ahí una puerta a los demonios de sexualidad.  Las fans de Cyrus son prácticamente enganchadas a
practicar el sexo fuera de orden bíblico.

Así Miley Cyrus, puede ser un claro ejemplo de cómo Disney fabricó una estrella infantil y juvenil,
para hacerse de fans, y luego programa a Cyrus para que sea ella quien adoctrine y programe a sus
fans que crecieron junto con ella para involucrarse en actividad sexual y promiscuidad sexual.
No permitas que tus hijos sean engañados por las cosas que puedan ver, ya que en 1 Corintios 10:23
dice «Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.» la vida
espiritual de tu hijo puede decaer si dejas actuar al enemigo en su vida.
Una marca que fue familiar, se encuentra al servicio de la trasformación de las conciencias.
Anticultura, antivalores y control de masas, es como Disney está programando a nuestros hijos;
dentro de su agenda está la ideología de género, el ocultismo y el satanismo.

Disney quiere normalizar y promocionar la agenda gay a nivel mundial, que es el transgenerismo a
través de diferentes maneras, como es el libro para niños llamado Spork cuyo protagonista es parte
cuchara y parte tenedor, este libro es promovido por la diversidad sexual (Celebrate Diversity:
Gender Identidy & expression) para promover la ideología de género desde el preescolar y está
disponible en muchas plataformas.

También puedes ver algo similar en la película Spork, que trata de una adolecente que está tratando
de descubrir su identidad entre el mundo de las niñas y de los niños.
Igualmente el transgenerismo es un tema que los medios del espectáculo y del entretenimiento, han
promocionado en el mundo, como por ejemplo con Miss España, que es un hombre, que triunfa en un
concurso de belleza de mujeres, o como el padre de las Kardashian, un hombre que pasó a ser
mujer.

Todo lo que hace Disney es premeditado para enviar un mensaje a nuestros niños, unas veces de
forma sigilosa  suele introducir “Sigils”, y toda una serie de símbolos sexuales en sus dibujos, de una
forma muy disimulada, casi siempre solo detectable con “Slow Motion”. En varios  dibujos animados
podemos apreciar, como la palabra S-E-X (Sexo), aparece una y otra vez en los rincones más
inesperados.

Símbolos fálicos como en La Sirenita y otras películas famosas, en “Los Rescatadores”, podemos
apreciar perfectamente, como asoma una mujer desnuda por una ventana, mostrando sus pechos, etc.,
etc.

En otras producciones Disney hace la promoción de la ideología de género sin recato alguno y de
forma descarada, por ejemplo Disney Channel introduce una pareja de lesbianas en la serie  Good
Luck, Charlie.

En 1995 se inauguró la serie Toy Story, uno de los mayores éxitos de la factoría Disney/Pixar. Pixar
es una filial de Disney, una marca identificada con lo familiar y lo inocente inmersa desde hace años
en un cambio radical que ya no permite esa identificación inmediata.

En el personaje Spork en Toy Story 4,  que fue estrenada en el mes del orgullo gay, puedes ver uno
de los símbolos más representativos del movimiento LGTBQ en su pie izquierdo la bandera del
orgullo gay, no es casualidad que la pongan ahí, pues Disney como lo anunció en el estreno de la
Bella y la Bestia va a incluir cada vez más personajes a favor del estilo de vida homosexual, para
para que los niños lo vean como normal.

Esto es la oleada de una serie de películas que Disney tiene y que está preparando con mensajes cada
vez más explícitos para corromper a la niñez con la ideología de género. Disney es una sofisticada
maquinaria de propaganda del pensamiento dominante.

El satanismo es otro de los temas recurrentes de Disney, por ejemplo la película  Maléfica, donde se
muestra a la bruja maligna como una víctima y se justifica su adhesión a una especie de satanismo.
Esta bruja-demonio, que seduce y arrastra al lado oscuro a la joven protagonista, practica la magia
negra y lleva cuernos.

Varias generaciones hemos crecido con las series y películas de Disney y hay un abismo de los
contenidos que tradicionalmente veíamos a los cambios que ha venido presentado, con la inclusión
de ideología de género, ocultismo, satanismo y valores anticristianos
Walt Disney, el creador del mundo Disney, fue un hombre apasionado, genial, pero cínico,
perteneció a la secta de la masonería, quizás eso influyó para que en sus obras siempre se observara
la frecuente ausencia de la figura del padre, o de símbolos cristianos, nunca se mencionaba a Dios en
las series de Disney, ni siquiera en Navidad en la cual se substituye la natividad de nuestro
Sr. Jesucristo por un personaje de fantasía, Santa Claus, que convierte la Navidad en una fiesta
cuyo significado es dar regalos a los niños.
Sin embargo, estas obras de Walt Disney, comparadas con las que se producen actualmente, incluso
por parte de la misma Disney, son aceptables, incluso ingenuas: se trata, en su gran mayoría, de
espectáculos para toda la familia, en los que la familia es la protagonista.
Los verdaderos problemas surgen tras la muerte de Walt en 1966, y la de su hermano Roy Oliver, en
1971, que había recibido el legado. A partir de los años setenta, Disney se transforma y es cada vez
más grande para llegar, al cabo de los años, al borde de la quiebra.

El verdadero cambio tiene lugar tras una serie de fracasos y los intentos que hubo de compra durante
la dirección de Roy Edward Disney, sobrino del fundador. En esa época entran en la sociedad
magnates y financieros judíos de Hollywood como Will Eisner y Jeffrey Katzenberg.
Bajo su influencia, entre 1989 y 1999, tiene lugar lo que se denomina la Disney Renaissance, un
cambio total de visión, una transformación en el modo de comprender qué es el espectáculo, y con la
difusión de ideologías anticristianas, panteísmo, relativismo, apertura a la ideología gay y fuerte
crítica a la civilización “blanca”.

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