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CÓMO AYUDAR A TUS HIJOS A USAR SABIAMENTE SU TELÉFONO

“¡A mi mejor amiga le dieron uno hace dos años! ¡¿Por qué no puedo tener un
iPhone?!”.

“¡Papá, te envié un mensaje de texto hace cinco minutos! ¿Por qué no me


respondes?”.

“¡Espérate! Necesito tomarme esta selfie primero”.

En algunos hogares parece que hay una guerra con el iPhone, las redes sociales,
y la tecnología. Los padres y los adolescentes no parecen estar en la misma
página. ¿Qué está pasando? ¿Qué está realmente en juego? Para pastorear
sabiamente a los adolescentes, los padres deben entender que esta nueva era de
la tecnología trae muchos beneficios, pero está llena de peligros que no se habían
visto anteriormente.

Los padres de los adolescentes de hoy crecieron en una época en que los valores
cristianos aún se respetaban, y la era de la información tecnológica estaba en su
infancia (computadoras personales y televisión por cable). En contraste, los
adolescentes de hoy enfrentan una cultura que se ha vuelto abiertamente hostil
hacia los estándares cristianos, y donde la comunicación fluye 24/7 a toda
velocidad a través de teléfonos inteligentes en las redes sociales. Parece ser una
batalla campal cuando los padres tratan de enseñarle a sus hijos una cosmovisión
cristiana en medio de mucho ruido nunca antes visto en una época de
pensamiento post-cristiano.

Veamos tres preguntas claves con las que todo adolescente ha luchado desde
Caín y Abel, lo cual nos permitirá ver qué predica la cultura de hoy, qué papel
juega la tecnología en todo esto, y cómo pueden navegar los padres en estas
aguas agitadas.

¿Quién soy? Identidad

o Hijo de Dios. Todos los creyentes han sido elegidos por Dios para
ser sus hijos adoptivos, coherederos con Cristo (Ef. 1:5). Las
respuestas que da el mundo a la pregunta de identidad tienen su raíz
en otro lugar. 
 Mentiras mundanas:

o Yo soy el centro del universo. Los adolescentes obtienen lo que
quieren cuando quieren: pueden ver o escuchar en directo películas,
programas de televisión, y música. Los sitios web, las redes sociales,
y las publicidades satisfacen las preferencias y los gustos del
usuario. Además de eso, muchos hogares se centran en los horarios
de los niños. 
o Yo soy mis logros. La identidad mundana se basa principalmente
en el éxito de un adolescente en la escuela, el atletismo, y otras
actividades; o en la popularidad, apariencia, y habilidades. Los
medios sociales solo refuerzan esta noción a través de un ciclo
interminable de “me gusta” y afirmación que luego conduce a la
creación y ajuste continuo de un yo en línea, idealizado. 
o Soy lo que siento que soy. ¡Una búsqueda reciente en Google
revela que la cultura secular actualmente reconoce 112 géneros y
contando! La verdad objetiva ha sido reemplazada por una emoción
subjetiva y una redefinición de lo que significa ser yo. 
 Soluciones: Crea un hogar centrado en Cristo en lugar de centrado en los
niños. Modela un buen uso de las redes sociales: ¿estás alimentando la
identidad falsa de tu adolescente en lo que publicas de ellos? Háblales de
lo que significa ser creado de manera única, explora el miedo que le tienen
a no ser aceptados, y enséñales una visión bíblica del bien y el mal. Hagan
un ayuno juntos de una red social. Pregúntales qué extrañaron durante el
ayuno y por qué.
¿Por qué estoy aquí? Propósito

Ayuda a tus adolescentes a comprender que lo que están haciendo en las


redes sociales es una extensión de lo que sus corazones buscan.
 
o Para adorar a Dios. Los cristianos son salvos para vivir una vida de
adoración a Dios (Ro. 12:1). Esto implica ser diferente, vivir
sacrificialmente, y mostrar un amor poco común. Sin embargo, los
adolescentes de hoy enfrentan desafíos específicos para vivir esta
vida, desafíos con los que sus padres pueden no estar
familiarizados.
 Influencias mundanas:
o Los adolescentes revisan sus iPhones a los pocos minutos de
despertarse y generalmente antes de pasar tiempo con Dios. Revisar
las publicaciones de amigos en las redes sociales es una distracción
constante, a diferencia de cualquier adicción con la que hayan
luchado en el pasado. 
o La cultura que predomina predica una tolerancia que abarca todos
los estilos de vida y opciones. De lo contrario, uno es considerado
intolerante. Los cristianos de hoy enfrentan hostilidad abierta y son
rápidamente tachados de intolerantes cuando defienden la verdad.
Los medios sociales no solo fomentan este tipo de “tolerancia”, sino
que también son un entorno configurado para que una persona sea
fácilmente perseguida (a través de acoso cibernético y trolling). 
 Soluciones. Crea límites para un uso sabio: no tener teléfonos en la
habitación por la noche, limitar el tiempo de ocio diario, elegir juntos qué
sitios sociales valen la pena. Mantente involucrado: conoce los sitios que
visitan tus adolescentes y revísalos. Pero lo que es más importante, ayuda
a tus adolescentes a comprender que lo que están haciendo en las redes
sociales es una extensión de lo que sus corazones buscan (comodidad,
escape, seguridad, etc.). Finalmente, continúa enseñando sobre vivir para
Dios, lo que significa hablar la verdad en amor, y cómo utilizar las redes
sociales como una herramienta para el Reino.
¿Qué me hace feliz? Contentamiento

El gran temor que deberían tener los adolescentes es perderse la eternidad.


 

o Disfrutar a Dios. Estamos más satisfechos cuando adoramos y


vivimos para Dios y en su presencia; eso es alegría plena (Sal.
16:11). Esta generación tiene tasas más altas de depresión,
ansiedad, soledad, y suicidio que las generaciones anteriores de
adolescentes. ¿Por qué?
 Ansiedades mundanas:
o Perderse de algo. El miedo a perderse de algo y el miedo a parecer
desconectado amenazan la alegría y se incrementan
dramáticamente en un mundo ahora siempre conectado. Un corolario
de esto es el estrés que se desarrolla a partir de las comparaciones
inevitables con las vidas perfectas que se publican en línea. 
o Una cultura de “lo quiero ya y lo quiero fácil”. Preguntarle a Siri,
comprar el mismo día, transmisión instantánea: la tecnología ha
logrado que la vida cotidiana sea más eficiente que nunca.
Lamentablemente, la falta de paciencia y la incapacidad de poner
atención a menudo puede llevar a la ansiedad, cuando lo que se
requiere es perseverancia.

o Amenazas percibidas. Cuando los sentimientos determinan lo que


es ofensivo en lugar de que la verdad lo determine, el resultado es
una generación de adolescentes frágiles e hipersensibles. Los
fenómenos recientes en las universidades incluyen demandas de
“espacios seguros” (para que los estudiantes puedan recuperarse de
amenazas percibidas), advertencias de triggers (cuando un texto
puede incluir lenguaje potencialmente desagradable), y eliminar
profesores y oradores si sostienen alguna opinión que puede causar
molestia. 
 Soluciones. ¡Saca a los adolescentes de sus dispositivos! En lugar de que
se preocupen por lo que hacen los demás, sácalos afuera, juega juegos de
mesa o vayan una noche al cine. Ten más tiempo cara a cara. Esto significa
tiempo sin dispositivos: apila los teléfonos en el centro de la mesa o en la
guantera del automóvil y pasen tiempo conectados entre ustedes. Invita a
sus amigos a la casa (¡y quítales sus dispositivos!). Ayúdalos a pensar a la
luz de la eternidad; el gran temor que deberían tener los adolescentes es
perderse la eternidad. Dejen de ser padres sobreprotectores. Déjalos
equivocarse, hazlos esperar, dales más tiempo para jugar afuera.
Enséñales a comprender bíblicamente sus sentimientos. Las redes sociales
prosperan porque están diseñadas para dar ráfagas de felicidad mundana a
corto plazo que nos hacen volver por más. Enséñales que el verdadero
gozo eterno se encuentra solo en Dios.
Del mismo modo que no le darías las llaves del auto a tus hijos adolescentes sin
primero enseñarles a conducir, dejemos de darles a nuestros hijos iPhones y
cuentas de Instagram sin antes ocuparnos del uso inteligente del corazón.

Preguntas para reflexionar

Cuando se trata de la tecnología y sus peligros potenciales, ¿qué problemas


específicos del corazón debemos abordar como padres? Sabiendo que los
adolescentes son nativos digitales cuyo tejido social está envuelto en tecnología,
¿de qué manera debemos ser más sensibles y comprensivos en esta área?

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