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Vacuna de la viruela (1796)

No fue hasta 1798 cuando el cirujano Edward Anthony Jenner conocido como el
padre de la vacunación, revolucionó la lucha contra la viruela. El planteamiento de
Jenner fue que, si una persona se infecta con una carga viral inofensiva, adquiere
inmunidad a un agente patógeno similar. En aquel momento utilizó el virus de la
viruela de las vacas para proteger de la viruela humana.
El 1 de julio de 1796, Jenner infectó a un niño de ocho años con el virus de la
viruela, pocas semanas después de haberle administrado el virus de la viruela
vacuna, demostrando su inmunidad ante un virus que durante siglos había sido
una gran amenaza.

“La viruela era una enfermedad altamente prevalente, causante de un gran


problema epidemiológico, distribuida en casi todo el mundo, que no distinguía
edades ni clases sociales, y además causaba alta mortalidad – del 30 al 60 por
ciento en los no vacunados - y producía secuelas significativas”

Vacuna de la rabia (1885)


A finales del siglo XIX (19), el bacteriólogo francés Louis Pasteur revolucionó de
nuevo el mundo de la medicina descubriendo la vacuna contra la rabia a partir de
una cepa atenuada del virus. Esta enfermedad zoonotica viral tiene una letalidad
cercana al 100% y está causada a través de un virus que infecta animales e insectos
y ataca el sistema nervioso central causando una encefalitis aguda. Difundida a lo
largo de la historia por todo el planeta este virus ataca a mamíferos domésticos y
salvajes incluyendo al ser humano se encuentra en la saliva los animales infectados
y se inocula a los humanos cuando estos provocan alguna lesión por mordedura o
hay contacto con las secreciones salivales.

La Organización Mundial de la Salud maneja datos que afirman que en algunas


regiones esta enfermedad aún es un problema de salud pública como Asia o África
donde causa más de 55 000 muertes al año la mayoría menores de 15 años de edad.

La fiebre amarilla

la fiebre amarilla ha sido la causa de epidemias y pandemias devastadoras a lo


largo de la historia, como la que afectó a Barcelona en 1821. La enfermedad era
endémica de África hasta que el tránsito de los esclavos africanos en el siglo XV (15)
la distribuyó al continente americano, donde la falta de inmunidad hacia ella
provocó una pandemia altamente letal que afectó a los colonos europeos en África y
América.
La Organización Mundial de la Salud incluyó en la lista de los medicamentos
permitidos la vacuna contra la fiebre amarilla en el año 1938, tras más de cinco
siglos causando epidemias mortales en el planeta. A día de hoy, aún se registran
cada año 200 000 casos y cerca de 30 000 muertos.

Esta vacuna nació gracias al científico sudafricano Max Thyler, que, siguiendo la
línea de una investigación anterior de la cepa atenuada, logró vacunar a más de un
millón de personas. Por ello, Theiler fue galardonado con el premio Nobel de
Medicina en 1951.

La Gripe Española (1918-1919)

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