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Sociedad y naturaleza
Por lo que surge la siguiente pregunta a la que se va a dar respuesta, ¿Cuál ha sido la
respuesta del capitalismo ante la distribución desigual de los costos e beneficios
ecológicos en América latina?
El sistema económico capitalista, ha condicionado a nuevos modos de apropiación de la
naturaleza, como lo es el Neoextractismo que hace referencia a un modelo de desarrollo
más reciente y específico surgido en el siglo XXI. Según Svampa (2019) el
Neoextractivismo es un modelo de desarrollo basado en la sobreexplotación de bienes
naturales, cada vez más escasos, en gran parte no renovables, así como en la expansión
de las fronteras de explotación hacia territorios antes considerados como improductivos
desde el punto de vista del capital, sin contemplar el agotamiento de estos recursos a
largo plazo.
Los países latinoamericanos entre el año 2000 hasta aproximadamente el año 2013,
persiguieron una ilusión desarrollista de una economía que hasta ese momento era
favorable, por lo que se puso en juego la exportación bienes primarios sin límites.
Según Svampa (2019) todos los gobiernos latinoamericanos, más allá del signo
ideológico, habilitaron el retorno en fuerza de una visión productiva del
desarrollo lo que, junto con la ilusión desarrollista, conllevó la negación y
escamoteo de las discusiones de fondo acerca de los impactos sociales,
ambientes, territoriales, políticos, del Neoextractivismo, así como la
desvalorización de las movilizaciones y protestas socioambientales emergentes.
Ahora bien, ante la crisis ecológica, el capitalismo y sus seguidores han intentado
minimizar los daños provocados, a través de un estado que tenga mayores herramientas
y capacidades institucionales como actor regulador, por lo que se ha implementado más
normas ecológicas que van destinadas a un desarrollo sostenible y responsabilidad
social corporativa, sin embargo la adopción de políticas de uso eficiente de recursos
naturales, sigue enfocada en la destrucción para luego buscar formas de reducir el daño,
es decir las medidas de protección ambiental va por detrás de los impactos negativos, en
busca de un daño “aceptable” y a su vez se busca anteponer la conciencia económica
antes de la conciencia hacia los problemas ambientales.
Los procesos colonizadores en América latina han arrasado con la identidad cultural y la
apropiación de los recursos naturales de la región, provocando la sobreexplotación y
degradación del medio ambiente, producto de un modelo económico egoísta que
prioriza el crecimiento económico a expensas del medio ambiente, como ocurre con el
Neoextractivismo que ha dejando en evidencia que solo los países del norte y la Elite
económica son los mayores beneficiados. Lo cual ha provocado una distribución
desigual ecológica de los costos y beneficios de los países de América Latina,
generando una crisis ambiental en donde han existido nulas estrategias de parte del
capitalismo para la reparación y reforma, y no se han entregado soluciones reales que
sean compatibles con la sostenibilidad ambiental a largo plazo, en conclusión se ha
priorizado el crecimiento económico y la mercantilización de la naturaleza.
Bibliografía