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RESPETABLE LOGIA

“EUGENIO MATTE HURTADO”

N° 193

VALLE DE CHILLÁN

TEMA: “DÍA DEL MAESTRO PATROCINADOR”

AUTOR: PABLO TAJ-TAJ CABALLERO GRADO 3°

MARTES 5 DE JULIO AÑO 2021 E.V.


A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U

INTRODUCCION:

V:M:. y Q:.Q:.H:.H:. la confección de esta plancha ha sido para mí distinta de


otras que he realizado, pero al mismo tiempo interesante, novedosa y de
remembranza. Cuando me informé del título, me llamó la atención porque no tenía
conocimiento de la existencia de un día que conmemorara al Maestro Patrocinador,
lo que me llevó a buscar información y enterarme que no existen planchas previas
o bibliografía especifica, sobre la cual apoyarme.
Hechas las averiguaciones del caso, me di cuenta que su contenido tendría
que ser en parte más bien vivencial y basado en recuerdos de mi vida masónica, lo
que terminó siendo inmensamente gratificante.
Lo sentí como un viaje en el tiempo, recorrer en mi memoria y recordar a
algunos queridos hermanos, así como revivir mi propia insinuación e iniciación, hace
ya algunos años.
La Gran Logia de Chile, por primera vez en su historia estableció para este
año 2022 el “Día del Maestro Patrocinador” mediante el decreto del Gran Maestro
n° 142 del 15 de diciembre del año 2021 e.v.
La finalidad y objetivo de establecer este día fue, que forme parte del plan
anual de actividades oficiales y de docencia para el año 2022, con el propósito de
“dar la importancia institucional que merecen aquellos Maestros que proponen a
profanos para ser iniciados”. Se estableció como fecha el mes de Julio y “se
realizará mediante una plancha a desarrollarse en primer grado y reconocer de esta
forma a aquellos Maestros que nos presentaron a golpear profanamente las puertas
del templo”.
Espero que a todos y cada uno de los Hermanos presentes les traiga a la
memoria el recuerdo de su respectivo Maestro Patrocinante, como me ocurrió a mí,
así como también todo el proceso que los acercó a la Orden y que finalizó con la
noche de su Iniciación Masónica.
DESARROLLO:

La Gran Logia de Chile define en su Constitución y Reglamento General a la


Francmasonería como “una Institución universal, esencialmente ética, filosófica e
Iniciática”, a la que se ingresa por medio de la Iniciación en la que invita a hombres
a trabajar en sus talleres luego de un proceso de ingreso y selección establecido.
Lo expresa de manera clara el Ritual de Iniciación “nuestra orden elige
hombres, los educa, los organiza y disciplina; esto es, corrige en ellos, cuanto es
posible, los defectos de herencia; les enseña a seleccionar los elementos útiles del
ambiente en que se desenvuelven, y les indica el rumbo de las evoluciones que han
de llevarlos a su destino”.
En esta elección de hombres que pasarán a formar parte de la Orden, juega
un rol inicial fundamental el Maestro Patrocinador, a quien lo podríamos definir como
aquel Maestro del taller que insinúa y propone a un profano para el ingreso a la
Masonería.
Todos los que nos encontramos esta noche en este templo tuvimos un
Maestro que nos patrocinó, siendo para muchos el primer Masón que conocieron
en su vida y quien que les proporcionó las primeras nociones de lo que es la
Masonería.
Para algunos este Maestro apareció en su vida por intermedio de la amistad,
en para otros fue un compañero de trabajo, o alguien que los conocía y que tuvo la
virtud de visualizar un individuo con un potencial aporte a la institución y a la
sociedad.
El Maestro que patrocina, es por lo general un masón comprometido con su
Logia y que entiende la necesidad de incorporar nuevos integrantes y lo siente como
una forma de fortalecerla y la vez permitir su prolongación a través el tiempo. El
Maestro Patrocinador sabe que una Logia sin nuevos hermanos, está sentenciada
a anquilosarse, envejecer y a la postre a desaparecer.
La búsqueda e incorporación de nuevos hermanos a la Masonería, es una
situación que hay que entenderla como de beneficio mutuo, se beneficia la Logia y
el iniciado. Es como la abeja que se alimentan del néctar de las flores y al mismo
tiempo las polinizan y ayuda a crecer su propia sociedad en su caso constituida por
la colmena. En nuestro caso la institución, la Logia, se nutre de estos nuevos
hermanos y los a su vez se harán más fuertes y robustos mediante el sistema de
educación al que accederán a través de la Masonería y serán un aporte a la Logia
su entorno, a la sociedad y finalmente al país.
Según datos de la Gran Logia de Chile sólo el 20% de los Maestros son
responsables del 80% de las insinuaciones, es un porcentaje bajo, que debería ser
incrementado, pues en la medida que este valor se incrementa, fortalece la columna
de aprendices que es el cimiento de cada Logia. Muchos Maestros pasan toda su
vida sin presentar a ningún potencial insinuado.
En cada una de nuestras tenidas de primer grado, el V:.M:. invita al Q:.H:.
Experto a hacer circular el saco de proposiciones, ese es el momento en que el
Maestro Patrocinador deposita el nombre un profano insinuado, para que siga el
curso establecido para el ingreso a la Orden y que finalizará si cumple con los
requisitos establecidos, en la ceremonia de iniciación.
La incorporación de nuevos hermanos es responsabilidad de todos y cada
uno de los Maestros del Taller y es una tarea permanente y difícil y de implicancias
veces insospechadas para el futuro de la Logia.
La búsqueda exitosa, no es una tarea fácil en el mundo actual, en que existe
un desprestigio generalizado de muchas instituciones y también ausencia de interés
por pertenecer a ellas. También lo dificulta la falta de tiempo de las personas y en
muchos casos carencia de un apoyo familiar. La vida actual es para muchos
hombres padres de familia es dura, los tiempos actuales son aquellos años en que
el rol era eminentemente de proveedor, ahora los padres participamos de muchas
de las labores del hogar y de la crianza de nuestros hijos.
Pero este proceso empezó mucho antes de solo depositar un el nombre de
un en el saco de proposiciones y fue largo y conllevó la búsqueda de un profano
para ser insinuado e implicó un conocimiento acabado de este por parte del Maestro
patrocinante. Debe saber respecto de su comportamiento e intereses, de tal manera
que tener la certeza de la ausencia de duda alguna y que él reúne los requisitos
para acceder a la Orden.
Este conocimiento el Maestro Patrocinador puede lograrlo más fácilmente
manera directa y lo hace compartiendo con el profano de manera habitual. Para ello
el Maestro Patrocinador necesitará compartir una buena cantidad de tiempo con
probable insinuado para conocerlo cabalmente.
Pero también puede establecer el contacto de manera indirecta, como ocurre
en algunos casos, como cuando profano es contactado por la recomendación de
algún otro querido hermano que no están en condiciones de hacerlo, ya sea que
porque su edad masónica no se lo permite, como es el caso de un aprendiz o
compañero o bien por la imposibilidad física de hacerlo, como ocurre cuando el
hermano reside en otro valle.
Tal vez algunos de los requisitos más relevantes del profano para ser
insinuado, son aquellos que tienen relación con el concepto que éste tiene acerca
de lo que efectivamente es la Masonería y de lo que realmente sus miembros
pueden esperar de su pertenencia a ella, ya que las sobre expectativas son
antecedentes a considerar a la hora de la insinuación.
El Maestro patrocinante Idealmente debería buscar hombres que sean
reconocidos como ejemplo social para los demás, informados, con un compromiso
social importante, con interés en el estudio y búsqueda del conocimiento, ojalá con
una buena capacidad de expresión oral y escrita, y que de sus ideas conceptos
como la paz, la justicia, y el cuidado del medio ambiente estén siempre presentes.
Asegurar una mejor información acerca del contenido y sentido de nuestro
trabajo fraternal es indispensable, tanto como la necesidad de fijar en la mente y
espíritu de los nuevos miembros una idea muy concreta acerca de lo que ellos
pueden efectivamente recibir desde la Orden y que podrían entonces esperar de
una membrecía permanente y comprometida.
Si la Iniciación de un profano es llevada a cabo después de un buen proceso
de reclutamiento y selección, él debería permanecer adicto a la Orden, alcanzar la
Maestría e insinuar a otros profanos para multiplicar nuestros Principios hacia los
extramuros.
La identificación de profanos aptos debiera ser una tarea permanente de todo
Maestro Masón, en el sentido de buscar activamente rasgos y características del
comportamiento y de los intereses de quienes conoce y rodean, para sondear
posibilidades de que se incorporen hombres valiosos a la Orden.
Es también responsabilidad del Maestro Patrocinador asegurar que el
profano cuya Iniciación ha sido aprobada, que cumpla con todos los requisitos
necesarios para que se lleve a cabo su ceremonia de manera adecuada. Esto
implica Informarle la fecha, hora y lugar de la Iniciación. Informarle también el
carácter formal de la ceremonia y requerirle que use la vestimenta adecuada Terno
oscuro, idealmente negro, camisa blanca, zapatos negros, corbata, así como
requerirle que haga cancelación anticipada de los derechos de iniciación al Tesorero
de la Logia facilitando de este modo el proceso y ojalá acompañar personalmente
la profano hasta que sea recibido por el Experto.
La responsabilidad de Maestro patrocinador, no finaliza la noche de la
iniciación, todo lo contrario, estarán unidos desde ese día en que comienza la vida
masónica del recién iniciado.
El Maestro Patrocinante después de la ceremonia de iniciación y adquiere
una nueva condición de que la podríamos definir como un “tutor”, el que debería
acompañar, a su apadrinado durante su largo trayecto hacia la Maestría, estando
presente en las Cámaras y tenidas en las que exponga trabajos, así también en sus
aumentos de Grado y sosteniendo conversaciones periódicas sobre sus vivencias
en la Masonería.
El Maestro Patrocinador debe transformarse en la fuente inicial y primaria de
información para su patrocinado, acerca de bibliografía, rituales, deberes y
derechos dentro de la Masonería, complementando con su actuar la labor docente
de los Vigilantes.

CONCLUSIONES

Los invito a recordar conmigo, así como lo hago yo esta noche a nuestros
Maestros Patrocinadores, aquellos que vieron el potencial y se jugaron y apostaron
por nosotros para ser miembros de nuestra orden y tuvieron la confianza y
generosidad para creer en nosotros que seriamos hombres bien que podríamos
aportar a la Masonería algo de nuestras luces, para la consolidación de nuestra
Logia
Como no recordar y agradecer esta noche tan especial, a mi propio Maestro
Patrocinador, el Q:.H:. Andrés Leal Aros, Tecnólogo Médico, compañero de trabajo
en ese tiempo, quien vio en un joven y recién egresado Cirujano Dentista General
de Zona asignado al Hospital De Rio Bueno, en la actual Región de los Ríos, como
un posible eslabón de esta cadena universal y que a sus ojos podía contribuir a la
Masonería del Sur de Chile.
Recuerdo al Q:.H:. Andrés como un amigo de espíritu afable, cariñoso,
siempre sonriente, responsable, buen profesional, amigo de su amigos, Colocolino,
e inseparable de otro Q:.H:. Carlos Palma, enfermero del mismo Hospital, ambos
me recibieron junto a sus familias muchas veces en sus hogares e hicieron mucho
más fácil mi adaptación a la vida en ese lluvioso y frio el sur del país allá por el año
1997. Ahora pienso que él fue generoso y jugado al momento de ver en mi algunos
de los méritos y requisitos que hicieron posible mi ingreso a la Orden, por lo que le
estoy profundamente agradecido.
Recordar al Q:. H:. Andrés Leal me hace rememorar aquella noche de mi
iniciación en la R:.L:. Logia Educación y Progreso del Valle n°166 del valle de
Osorno un 02 noviembre de 1998, en la que me acompañó a recibir mi primer
mandil, y con el ello también recordar de algunos de los mejores años de mi vida
profesional, personal y masónica.
Nos tocó compartir como compañeros de trabajo tan solo un año, pues luego
vinieron mis traslados a desempeños laborales en las ciudades de Osorno y San
Pablo, tiempo en que mantuvimos contacto, luego vino la especialización en
Santiago y finalmente regreso a Chillán, nos distanciamos. No he sabido de él desde
hace mucho, pero su recuerdo está presente en mi memoria con el cariño fraternal
del Q:.H:. Andrés Leal Aros mi Maestro Patrocinador.
Finalmente Q:.Q:.H:.H:. me permito hacer un llamado para que mantengan y
fortalezcan ese lazo indisoluble que tienen con aquel Maestro Masón Patrocinador
que se las jugó por ustedes, para pertenecer a esta institución y así como el
recuerdo permanente para aquellos como en mi caso se encuentran lejos y el
recuerdo imborrable para aquellos que ya han pasado a decorar el oriente eterno.

S:.F:.U:.

BIBLIOGRAFIA:
Decreto del Gran Maestro n° 142 del 15 de diciembre del año 2021 e.v.
Manual de Captación y Selección de Profanos, Gran Logia de Chile 2018 e.v.
Reglamento General de La Gran Logia de Chile
Ritual de Iniciación de la Gran Logia de Chile
Reflexiones personales

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