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PALABRAS DEL PROFESOR

Antes de adentrarnos en la información y los datos relacionados con la


Escritura, necesitamos reenfocar nuestra mente, para que no solo conozcamos
hechos o circunstancias, sino que veamos la mano de Dios, la voluntad de Dios en
cada acción y decisión tomada por los hombres.

Es necesario entender que aquello que nos hace vivir una realidad diferente
en relación a su Palabra, es verlo a Él interviniendo en cada circunstancia,
permitiendo otras, para mantener puro su mensaje.

Debemos asumir que ningún hombre, por más capacitado que esté, por más
conocimientos que tenga, por más consagración y devoción por Dios que manifieste,
tiene autoridad para decidir alterar un punto o una coma de las Escrituras.

Ninguna circunstancia tiene autoridad legal en el universo para modificar lo


que El dispuso para el amor fraternal, el amor conyugal, la relación con los demás, el
valor de la vida, de las riquezas, de la familia, la sexualidad. Ningún aggiornamiento,
o actualización tiene autoridad para adaptar la Palabra al pensamiento de hombre.

Porque no fue escrita por el hombre, Dios no consultó con su criatura para ver
su parecer, y es el espíritu de pecado, de independencia de Dios y de relativismo, el
que opera atentando desde el principio contra su Palabra, porque busca desplazar a
Dios de la vida del hombre, para llevarlo cautivo a cárceles de oscuridad. Porque eso
es una vida sin Dios, una perpetúa oscuridad.

Es por esto que hombres (porque eso somos), ya sean científicos, psicólogos,
eruditos, doctores o entrenados, buenos predicadores; solo pueden producir a
través de sus conocimientos algunos cambios en una persona, pero ninguno, por
mas disposición y buenos deseos que tengan pueden revelar el propósito de Dios,
como Él mismo y producir la transformación sobrenatural que posiciona al ser
humano en el Reino de los Cielos.

Él se revela en su Palabra, y solo el vivir una relación permanente de


revelación, nos hará entender y, por sobre todo, vivir conforme a Ella, sin cuestionar
ninguno de sus aspectos. Porque su Palabra es Él, y es tan viva como su Voz. Si la
escuchas de Él es imposible que la cuestiones.

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Por esto cuidó tanto que llegue a nuestras manos como hoy, porque al abrir
nuestros ojos a su lectura, abrimos nuestra alma para estar con Él.
Qué más hermoso y Sobrenatural… Él quiere estar con cada uno de nosotros.
El que hizo el cielo y la tierra, quiere estar eternamente a nuestro lado.

Cada pasaje de la Biblia revela miles de realidades de Dios al mismo tiempo,


cada palabra ubicada correctamente en particular, produce una revelación de su
grandeza inabarcable en nuestra mente natural, pero inexplicablemente
comprensible en nuestro espíritu.

Quien anhela una vida Sobrenatural, no tiene que enfocarse solo en eventos
milagrosos, ya sea sanidades, prosperidad, liberación, heridas del alma cicatrizadas...

Nuestra vida natural de por si es una milagro, y aun así es un evento, porque
tiene principio y tiene fin, pero la vida impartida por Jesús, prometida en su Palabra
y cumplida en su sacrificio, es Vida Eterna, Sobrenatural, cuya experiencia no
comienza cuando uno recibe a Jesús en su corazón, sino cuando se nos revela la
maravilla de vivir fuera de los condicionamientos del mundo. Es ahí donde los
eventos milagrosos serán constantes y masivos.

Lo Sobrenatural comienza a ser natural cuando a través de su Palabra Jesús


nos introduce en su Reino del cual no deseamos salir, más que para establecerlo en
la tierra, eso es la Vida Eterna, no momentos Sobrenaturales, porque en lo Eterno no
hay momentos, es un continuo ahora.

Si nos proponemos profundizar en el conocimiento de La Palabra de Dios, en


todo tiempo nos encontraremos con Él. Espero caminemos juntos y lo disfrutes
tanto como yo.

Pr. Juan Antonio Gambini

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INSTITUTO SUPERIOR DEL MINISTERIO SOBRENATURAL

Materia: Introducción a la Bibliología


Profesor: Juan Gambini
Programa de Nivelación – Materia semipresencial

PROGRAMA DEL CURSO

I-OBJETIVOS

1- Conocimientos:
1- Conocer la importancia de la Palabra de Dios para la humanidad.
2- Conocer los orígenes, la necesidad y la inspiración de la Biblia.
3- Comprender el propósito de Dios a través de la Revelación de las Sagradas Escrituras.

2- Habilidades:
1- Desarrollar una mayor destreza en el uso de las Escrituras.
2- Defender argumentalmente las características sobrenaturales de la Palabra de Dios.
3- Reconocer fácilmente las divisiones y los libros que la componen.

3- Actitudes:
1- Desarrollar una sed y pasión por conocer La Palabra de Dios
2- Decidir aplicar la revelación divina en todas las áreas de su vida.
3- Moverse en los principios Sobrenaturales del propósito de Dios.

II- REQUISITOS DE LA MATERIA:

1- Observar la clase de multimedia en forma consiente.


2- Realizar las lecturas bíblicas que se requieran.
3- Entregar las respuestas al cuestionario de verificación en forma completa.

III- SISTEMA DE CALIFICACIONES

1- Esta materia será visada en cumplimiento del programa de nivelación.


2- El cumplimiento de los requisitos de la materia habilita a la inscripción en el cursado de
materias.

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Tareas:

a- Lea atentamente las notas auxiliares proporcionadas.

b- Confeccione un listado completo de los textos bíblicos que se indican como


apoyatura a las definiciones.

c- Realice un cuadro de los tiempos bíblicos relacionándolos con la historia de


los imperios. Destaque algunos hechos sobrenaturales que mostraron la
intervención de Dios.

d- Defina la Biblia conforme al concepto de inspiración.

e- Detalle la necesidad del Canon en la antigüedad y hoy.

f- Diferencie entre traducción literal y dinámica.

g- Defina qué son los libros apócrifos.

h- Presente razones para no reconocerles autoridad.

i- Enumere algunas controversias con la Palabra de Dios.

j- De su opinión del material recibido.

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Bosquejo de la Materia

Introducción

1- La esencia sobrenatural de La Biblia.


1.1 -Revelación del plan de Dios.
1.2 -Inspiración divina.
1.3 –Inerrancia.

2- La formación sobrenatural de la Palabra de Dios.


2.1- Antiguo testamento.
2.2- Nuevo testamento.
2.3- Escritores, tiempos e idiomas.

3- Composición de la Biblia.
3.1- Relatos históricos.
3.2- Principios espirituales, filosóficos y morales.
3.3- Principios legales del Reino de los cielos.

4- Canon.
4.1 Por qué fue necesario.
4.2 Como se formó y con qué reconocimiento.
4.3 Cierre del Canon.
4.4 Libros deuterocanónicos.

5- Transmisión en el tiempo.
5.1 Manuscritos.
5.2 Traducciones – Versiones – Revisiones – Paráfrasis.
5.3 Comparaciones.

6- Referencias y posturas críticas.


6.1 Falsas argumentaciones.
6.2 Conflictos racionales.
6.3 Ediciones erróneas para apoyar falsas doctrinas.

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Introducción:

El propósito de esta materia es comenzar a llevarnos, desde un principio a un


mismo nivel de conocimiento de aquella, que en nuestras manos, es la mayor fuente
de revelación que Dios nos ha entregado.

Un error en nuestra vida cristiana es tomar a la Biblia como si fuese un


manual de información dado por Dios para conducirnos en la tierra.
Todos sabemos que lo primero que un fabricante advierte a sus usuarios es
que no usen el producto sin antes haber leído el manual. La realidad es que todos
encienden el artefacto sin haber abierto una hoja del instructivo, y cuando el
producto falla, ahí recién buscan el libro para ver “porque esta cosa no funciona”, o
en el peor de los casos, echan la culpa a quien lo diseñó.
Si tomáramos la Biblia como ese manual de nuestro fabricante, seguramente
nos daríamos cuenta que al no interesarnos en ella, usamos nuestra vida sin la más
insignificante idea de cómo hacerlo correctamente. Vemos entonces la practicidad
de que Dios nos dé instrucciones para una vida correcta, pero…

Este enfoque es muy limitado, pobre, escaso, centrado solo en el interés de


tener una vida mejor, más cómoda.

La Palabra de Dios, no solo nos revela quiénes somos, sino por sobre todo
nos revela quién es Él.

Dios no se revela a sí mismo para que seamos buenos, honestos, buenas


personas. Lo hace para que logremos lo que nos es imposible si Él no toma
la iniciativa: conocerle en toda su magnitud, conocer su carácter, sus
propósitos y sobre todo su Santidad, su Justicia y su Amor.

Por esto, nuestro Dios y su Reino se hacen comprensibles a través de su Palabra


revelada, llevándonos ya no a cuestionarnos si hay o no un dios, como lo hace gran
parte de la humanidad, sino a comprender que este Dios real, Poderoso y Creador de
todas las cosas, no es un soberano ocioso esperando pleitesía, ni tampoco un lacayo
listo a complacernos con todos nuestros caprichos, sino que Él quiere tener una
relación íntima con su creación más esmerada.

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Conocerlo implica apreciar su sustento, su amor, su preocupación constante, su
compañía permanente, y nos induce a agradarle, honrarlo y servirle en
agradecimiento, con temor reverente.

La Biblia es Palabra viva, proveniente de la boca de nuestro Dios, y como Él, es


Sobrenatural. Todo aquel que en ella abreva entra en esa dimensión, que va más allá
de la comprensión intelectual, que supera las limitaciones de tiempo y espacio que
las leyes de la física imponen.

El que acepta la invitación de Dios y vive la experiencia de encontrase con Él,


habita con Él, y disfruta su existencia eterna en el Reino sobrenatural de los Cielos.

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La esencia Sobrenatural de la Biblia

La Revelación del Plan de Dios


Su Perfecto Plan

Dios es Sobrenatural, su naturaleza espiritual y su deidad lo llena todo en


todos, y en esa dimensión El desea revelarse al ser humano, y a través de su Palabra
escrita, hacernos partícipes de todo lo que Él es y lo que ha hecho o hará, desde el la
eternidad y por la eternidad.

Este supremo propósito es la manifestación de su Gloria y la exaltación de


Jesucristo. Con este fin se nos revela la creación celestial, el comienzo del diseño del
universo y su ejecución, el cuidado en crear un lugar majestuoso y perfecto como
reflejo de su Gloria; para en él insertar un ser único y sobrenatural, creado a su
imagen y su semejanza.

El hombre como creación divina es el testimonio mayor de la Gloria de Dios.


Todo lo creado fue a través de su Palabra, pero el ser humano fue engendrado por
una acción íntima y personal de Dios, por medio de sus manos y adquiriendo vida a
través del soplo de su Espíritu, pues su propósito con él es que éste lo adore a través
de su propio deseo, a causa de un conocimiento íntimo y una unidad espiritual
Sobrenatural por medio de una constante revelación. Debido a esto, el hombre
contó desde el principio con una capacidad de decisión personal inalterable, y una
sabiduría espiritual acorde a la imagen impregnada en él.

En su sabiduría, que va más allá de nuestro limitado entendimiento, y su


voluntad que es buena, agradable y perfecta, Dios previó la posibilidad del pecado y
proveyó la redención por medio de Jesucristo como un camino hacia el
cumplimiento de su perfecto Plan.

Para Dios, el manifestar su Gloria es expresar y revelar su perfección y exaltar


la obra de redención del hombre por medio de Jesús. También revela al hombre, la
posibilidad que tiene de recibir bendición por medio de una relación personal con Él.

Al ser Dios infinito y de una perfección absoluta en el cual confluye la Trinidad


divina, Él merece la Gloria eterna, y es justo que su creación más especial le
proporcione sin escatimar tal honor y exaltación.
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La manifestación de su Gloria no es para alabarse a sí mismo y mucho menos
buscando algo para sí, sino más bien para mostrar los beneficios de la obra
redentora de Jesucristo y la realidad del Reino, proporcionando a su creación el
conocimiento de su magnificencia.

El objetivo es llevar al hombre a reconocerlo y relacionarse con Él a través del


amor y la devoción; para ello también lo ha capacitado por medio de la fe a una vida
de confianza y paz en el alma, dándole la seguridad de la salvación desde este
tiempo y por la eternidad. Cuanto más comprenda el hombre la gloria de Dios,
mayor será la experiencia de los beneficios destinados a su existencia y que están a
su disposición por medio del Reino.

La Biblia es el mensaje de Dios revelado al hombre, y su propósito supremo es


que éste, a través de la revelación del plan de Salvación, glorifique a Dios por medio
de la exaltación de Jesucristo.

Dios Revelado

La Revelación es el accionar de Dios por medio del cual nos da a conocer lo


que era desconocido y que no podríamos haber descubierto por nosotros mismos.

Lo ha hecho por medio de una revelación general o natural, que es el


testimonio que da de sí mismo a los hombres, y viene a través de la comprensión de
todo lo creado. De esta manera el hombre queda sin excusas delante de Dios, pero
es insuficiente para conocerlo en profundidad y comprender su propósito eterno.

La revelación general opera cuando el hombre percibiendo de forma natural la


creación recibe una comprensión Sobrenatural de que en ella subyace la Gloria de
Dios.

Tanto las cosas creadas en la naturaleza (Ro.1:19-20), Los cielos (Sal.19:1-4), la


providencia (Hch. 14:16-17), la historia (Sal.105) y su propia conciencia (Ro. 2:14-15),
proporcionan al hombre señales reveladoras de la Gloria de Dios.

Esta revelación sería suficiente para apreciar la grandeza de Dios y adorarlo


por ello, pero el pecado limita su eficacia. El pecado ha inhabilitado la capacidad de
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discernir el mensaje de Dios a través de la creación, e intenta hacer condenar al
hombre porque ante tan poderoso testimonio, el rechazo del mismo desencadena
la ira de Dios (Ro. 1:18-32).

Es por esto que Dios avanza en una revelación especial, que venza la
corrupción del pecado y presente en forma directa su propósito.

Dios entonces decidió revelarse directamente a personas en particular o a


grupos específicos para plasmar su propósito, que es revelar su plan salvador (Jn.
6:63) a través de la persona del Señor Jesucristo dándolo a conocer por medio de su
Palabra. (He. 1:1-4; 1Jn. 5:9-12)

Para la revelación de su Palabra, utilizó medios comunes, como sueños


mediante la acción del Espíritu para dar a conocer su voluntad, o por medio del
uso de distintos instrumentos, se echaban las suertes para discernir la voluntad
de Dios en algunos asuntos y El intervenía providencialmente. (Pr. 16:33). Ejemplo
de ello eran el Urim y el Tumim. (Ex. 28:30; Lv. 8:8.) cuyo uso era solo permitido al
sacerdote y formaba parte del efod.

Muchos sueños usados por Dios trajeron visiones reveladoras a hombres


escogidos para ello, pero también se recibieron estando ellos despiertos o en vigilia.
Estas visiones revelan Sobrenaturalmente a Dios, pues trascienden de manera
absoluta el plano natural y la voluntad del hombre.

La presencia de Dios misma revelada en forma visible ante el hombre como en


los casos de Moisés, Abraham, Agar, Jacob, Isaías y muchos otros, se reconoce como
Teofanía y es indudablemente Revelación Sobrenatural y dada con un propósito
eterno, así como lo son las manifestaciones corpóreas de ángeles con mensajes de
parte de Dios.(Gn.19.1, Zac. 6:5).

Los milagros, prodigios y señales también revelan a Dios y su propósito.


Muchos de ellos quedaron plasmados en su Palabra revelando su poder
Sobrenatural, venciendo toda lógica y comprensión humana.

La sanidad divina, la liberación de endemoniados y la resurrección de muertos


forman parte de la unción con que Dios capacitó a los redimidos para manifestar su
Gloria y cumplir su plan.

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Estas revelaciones mencionadas anteriormente, fueron proporcionadas
específicamente para que quedaran en su Palabra. Esto no quiere decir, como
erróneamente se puede presuponer, que Dios dejó de revelarse al hombre al
cerrarse el Canon, porque toda la revelación está en la Biblia.

Por el contrario hoy se muestra aún más que antes, y al acercarse su segunda
venida urge que los hombres conozcan el plan de salvación de Dios.

Por eso el Señor sigue revelándose en persona, visible y audiblemente en


ocasiones, otras a través de milagros en un constante accionar sobrenatural.
También revela en mensajes proféticos y fundamentalmente se manifiesta y
da a conocer a través de su Iglesia. Por medio de la gracia de sus dones espirituales y
por la manifestación del establecimiento del Reino de los Cielos en la tierra. Pero
siempre basándose en la Palabra y respaldada por élla.

Todo hombre y mujer de Dios, que ha recibido al Señor Jesucristo en su


corazón puede y debe ser un instrumento de revelación de la Gloria de Dios.

La manifestación de la Gloria de Dios no es privativa de algunos ungidos, sino


que está disponible para todos aquellos que habiendo nacido de nuevo conforme a
las Escrituras, del agua y del Espíritu, ven y entran al Reino de los Cielos, y se sientan
en lugares celestiales junto al Señor Jesús.

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Inspiración Sobrenatural de la Biblia

Un aspecto muy discutido por los críticos y estudiosos de la Biblia es la llamada


“inspiración”, porque según lo que se entienda por inspiración será la credibilidad de
la Palabra de Dios escrita.

Algunas teorías presentan cuestionamientos racionales y justificaciones


naturales para creer o dudar de la veracidad de las Escrituras.

Inspiración Natural
Esta teoría afirma que los escritores sagrados fueron inspirados en el mismo
sentido que otros escritores generales de la literatura universal. La Biblia es quizás la
obra más famosa pero tan humana en su origen como el Coram, la Divina Comedia,
la Odisea o el Quijote de la Mancha.
Para revalidar esta teoría deberíamos dar respuestas a algunas preguntas:
¿Cómo pudieron hombres limitados inventar un Dios ilimitado? ¿Cómo pudieron
imaginar un ser tan perfecto como Jesús y un plan de redención inmejorable para el
hombre? ¿Cómo explican la unidad de la Biblia si fue escrita por tantos y diversos
autores, desde tantos lugares y tiempos diferentes?

Inspiración Parcial
Según sus defensores la Biblia es inspirada sólo en partes y el resto está
constituido por conceptos propios de la época y la cultura en que vivían los
escritores. La Biblia no es la Palabra de Dios sino que contiene la Palabra de Dios.
Esta teoría es propia de los teólogos liberales contemporáneos. Pero qué valor
tendría la escritura si dependiera del lector discernir cuál parte es inspirada y cuál
no. Esta postura permite al hombre imperfecto juzgar al Dios perfecto.

Inspiración Mecánica o Dictado


Aquí se especula con que los escritores de la Biblia fueron elementos pasivos,
simples amanuenses de Dios que solo se encargaron de escribir las palabras que Dios
les dictaba.
No hay duda que algunos de los libros de la Biblia fueron escritos por dictado,
pero quienes dictaban eran hombres dirigidos por Dios a sus secretarios. El caso de
Pablo es uno de ellos. (Ro.16:22).

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Es muy probable que Dios dictara específicamente su Palabra por razones
fundamentales como la Ley a Moisés en el monte Sinaí, o las siete cartas a las
Iglesias a Juan.

Pero hay evidencias abrumadoras del toque personal de los escritores en los
diferentes libros sagrados para suponer que Dios dictó su Palabra.
Hombres como el Apóstol Juan describen verdades idénticas en sus escritos a
los Apóstoles Pedro y Pablo pero su redacción y expresiones son claramente
diferentes. Al especular no se tiene en cuenta la intervención ni la influencia
humana de los autores.

Inspiración Dinámica-Conceptual

Esta teoría sostiene que lo inspirado no fueron las palabras de la Biblia sino los
pensamientos de los autores. Es decir que hombres falibles extractaron el sentido
de lo que Dios hablaba y lo escribieron con sus propias palabras.
Lamentablemente en la actualidad muchas corrientes de revisionismo bíblico
con el afán de actualizar el lenguaje de las ediciones de la Palabra de Dios, apelan a
este método de traducción de los originales. En muchos casos influenciados por
deseos de minorías de justificar sus desvíos y en otros casos en un afán netamente
lucrativo.
Sin embargo, esta es imposible ya que la palabra e idea no pueden separarse;
Dios empleó palabras para comunicar sus pensamientos a los autores. Por lo tanto
no hay ninguna seguridad de veracidad si hombres se arrogan la autoridad de
interpretar el mensaje de Dios y lo explican con sus propias palabras

Inspiración Divina, Verbal y Plenaria

Esta es la postura respetada por el cristianismo verdadero y la única que


concuerda con los hechos y las enseñanzas de la Biblia.
La Biblia es inspirada por Dios y no por los hombres, esta inspiración abarca las
palabras y no tan solo los pensamientos de los escritores sagrados.
Todas las partes de la Biblia son igualmente inspiradas, incluyendo su historia,
poesía, profecía y su doctrina.

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El Espíritu Santo guió a los escritores bíblicos, utilizando sus temperamentos
de tal modo que cada uno escribió con su personalidad, exactamente lo que Dios
quería que escribieran.

Esta supervisión del Espíritu se extendió a la mente y el escribir de los autores,


capacitándolos para pensar como Dios quería que lo hicieran.
Ellos pudieron recordar fielmente las revelaciones divinas, extractar la verdad
de las diversas fuentes de información y redactar sus obras sin errores ni omisiones.

Por lo tanto la Biblia es (Divina) de origen divino, así pues es el Libro de Dios.
A su vez es (Verbal) hablada y entregada por Dios y por último (Plenaria) la totalidad
de la Escritura es inspirada y no tan solo una parte.

Definición correcta de Inspiración

La inspiración es la cualidad sobrenatural que tienen las Escrituras como


resultado de la obra del Espíritu Santo al guiar a los escritores humanos, sin anular su
personalidad, a consignar sin error la revelación divina en las palabras de los
manuscritos originales. (L. S. Chafer).

Textos que revelan la Inspiración en la misma Palabra de Dios

“Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para
corregir y para instruir en la justicia,” (2 Tim. 3:16)(NVI)

En el original griego se lee

sssss


s

 s, Theopneustos. Solo aparece una vez en el N.T. significa soplado, insuflado,
salido de la boca de Dios. Esta idea se deriva de Gn. 2:7; lo que se quiere expresar en este
versículo es que Dios es el autor de la Biblia, dicho en relación con el texto citado de 2 de
Timoteo es que el espíritu es el efecto del soplo de Dios en el hombre, así también la
Escritura es el efecto del soplo de Dios en la Biblia.

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“Porque la profecía no ha tenido su origen en la voluntad humana, sino que los
profetas hablaron de parte de Dios, impulsados por el Espíritu Santo.” (2 Pe. 1:21)(NVI)



s,

 , Pherómenos. Esto significa movido, impulsado, dirigido. Tomado de la idea del
viento cuando hacía mover la embarcación a través de sus velas. El texto muestra que el
mensaje divino no se originó en los hombres sino en el Espíritu Santo que los impulsó a
escribir.

Por su Inspiración la Biblia:

Es la Palabra de Dios.
No puede errar o equivocarse.
No tiene errores.
Tiene autoridad.
Es irrevocable, no puede quedar sin efecto.
Es inalterable.

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Inerrancia
Definición:

El término define la inexistencia e imposibilidad de contener errores.


Por lo tanto definimos a la Biblia como que está libre de errores. Tal como se veía en
la definición de inspiración, esta ausencia de errores denota el aspecto sobrenatural
que se da en los manuscritos originales.
Se utiliza el término inerrante en lugar de infalible porque este último lleva a
confusiones.
La iglesia católica, usa el término “infalible” para hacer referencia a las
encíclicas papales o a toda declaración dogmática de la iglesia apostólica romana.
Ellos no le dan este nivel a la Biblia que para ellos es un Libro con autoridad
compartida con el Catecismo, las costumbres, etc.
En algunos círculos evangélicos, “infalible” se usa para la Biblia cuando se
quiere hacer referencia a una inspiración parcial, en estos círculos significa que la
Biblia puede tener errores en aquellos temas que no tienen que ver con la fe o la
doctrina , como puede ser la historia, la geografía, la ciencia o la moral social.

Que la Biblia es inerrante quiere decir que la Biblia es la verdad.

Trascendencia Sobrenatural

La Biblia nos muestra a través de la Revelación, la Inspiración y la Inerrancia


su innegable carácter Divino y Sobrenatural.

La evidencia de la intervención Sobrenatural de Dios en las Escrituras hecha


por tierra todo intento de las tinieblas de minar la autoridad de los Escritos Bíblicos.

Cualquier cuestionamiento a la Revelación, la inspiración e Inerrancia de la


Biblia, cuestiona el carácter de Dios, su poder, su gobierno y su autoridad.

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Al conocer las Escrituras, podemos observar que las verdades bíblicas nos
revelan la cualidad de la Palabra de Dios.

La veracidad de la Biblia está demostrada cuando se nos revela a través de su


Palabra el carácter de Dios, él no puede mentir, “Él no puede negarse a sí mismo”
(2 Ti. 2:13). “Dios es veraz” (Ro.3:4); Dios inspiró las Escrituras (2 Ti. 3:16); por lo
tanto, las Escrituras son veraces (Jn. 17:17).

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La formación sobrenatural de la Palabra de Dios
La Biblia tal cual la conocemos hoy y a través de la cual Dios nos ministra de
manera Sobrenatural, llego a nosotros luego de atravesar un proceso de miles de
años. Desde el principio Dios se propuso revelarse al hombre y tener una relación
personal con él.

Podemos diferenciar el trato inicial con Adán y su pacto personal, luego con su
descendencia y la rebelión de aquellos hombres, al punto de arrepentirse de
haberlos creado.

Nuevamente un trato personal con Noé deriva en la destrucción del hombre a


excepción de Noé y su descendencia, con quien hace un nuevo pacto. Y así de éste
nace el llamado a un hombre de Ur, que por su fe es escogido para ser padre de
multitudes y el origen de una nación apartada para Dios.

Toda la historia de Israel comienza de patriarcas a tribus, de ellas a nación y


de nación a reino, para finalizar en la revelación suprema y completa de la redención
en Jesucristo y el establecimiento de su Reino.

Esta es en definitiva la progresión de la revelación de Dios y se puede


diferenciar perfectamente en dos divisiones, el pacto de Dios con Israel y el pacto de
Dios con la humanidad a través de la obra de Jesús.

La palabra latina "testamento" se usa para traducir el término griego "diateke"


que significa: última voluntad de una persona, y también, pacto o alianza.

Como vemos el trato de Dios a través de sus alianzas se reflejan en estas


divisiones. Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento, tratan de un pacto.

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El Antiguo Testamento:
Los escritos del Antiguo testamento fueron paulatinamente coleccionados y
agrupados.

La agrupación hebrea difiere de los conocidos treintainueve libros del Antiguo


Testamento en castellano que hoy encontramos como parte de nuestra Biblia,
aunque son los mismos escritos.

La agrupación hebrea contiene una agrupación de veinticuatro libros.


Los doce profetas menores son contados como un sólo libro. Lo mismo sucede con
Reyes, Crónicas, Samuel y Esdras y Nehemías.

La Biblia Hebrea se conoce como Tanaj y comprende tres divisiones:

La Ley: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Los Profetas:
Anteriores: Josué, Jueces, Samuel, Reyes
Posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Los doce Profetas menores

Los escritos: Salmos, Proverbios, Job, Cantares, Rut, Lamentaciones, Ester,


Eclesiastés, Daniel; Esdras-Nehemías, Crónicas.

Esta agrupación se mantiene hasta la actualidad.

La agrupación griega del Antiguo Testamento fue traducida del hebreo en


Alejandría, Egipto, en un proceso de varios años que terminó antes del 150 a.C.

La Septuaginta, o Versión de los LXX o Alejandrina, es la primera traducción


extensiva del AT, del hebreo al griego. El bibliotecario de Alejandría persuadió a
Ptolomeo Filadelfo a traducir la Tanaj al griego para los judíos que vivían en
Alejandría.

Se le llama la versión de los setenta porque para traducirla se dice que


participaron seis doctores de la ley miembros de cada tribu de Israel.

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Los libros inspirados fueron agrupados de acuerdo al tema que trataban. En
vez de ser triple, la agrupación es cuádruple:

La Ley: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.

Los libros Históricos: Josué, Jueces, Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1Reyes, 2Reyes,
1 Crónicas, 2 Crónicas, Esdras-Nehemías, Ester.

Los libros Poéticos: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares

Los Profetas:

Mayores: Isaías
Jeremías
Lamentaciones
Ezequiel
Daniel

Menores: Oseas - Joel - Amós - Abdías


Jonás - Miqueas – Nahúm - Habacuc
Sofonías – Hageo – Zacarías - Malaquías

Entre los escritos incluidos en la Septuaginta, se encuentran los


deuterocanónicos, que son textos y pasajes del Antiguo Testamento que no están
incluidos en el Tanaj judío hebreo-arameo.

Este texto fue utilizado por las comunidades judías e israelitas de todo el
mundo antiguo más allá de Judea, y luego por la iglesia cristiana primitiva de habla y
cultura griegas.

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Los deuterocanónicos del Antiguo Testamento son:

 El Libro de Tobías o Tobit


 El Libro de Judit
 Las "adiciones griegas" al Libro de Ester
 El Libro de la Sabiduría
 El Libro del Eclesiástico
 El Libro de Baruc
 La Carta de Jeremías (Baruc 6)
 Las "adiciones griegas" al Libro de Daniel
 La Oración de Azarías (Daniel 3:24-50)
 El Himno de los tres jóvenes (Daniel 3:51-90)
 La Historia de Susana (Daniel 13)
 La Historia de Bel y el Dragón (Daniel 14)
 El Libro I de los Macabeos
 El Libro II de los Macabeos

El Nuevo Testamento:

A partir de la encarnación de Cristo, la humanidad comenzó a transitar una


nueva era, la Era Cristiana.
Los hechos y las enseñanzas de Jesús no hicieron más que reafirmar la
revelación que hasta ese momento había hecho Dios de sí mismo.
Pero el mensaje de Jesús, dado por su propia boca, era el la revelación
completa y total de Dios a los hombres, ya no a un pueblo escogido, sino a toda la
humanidad.
Una vez cumplida su misión redentora, Cristo retomó su trono, pero la
revelación de Dios por medio de Él debía permanecer inalterable para “que ninguno
se pierda”. De esta manera, y como lo hiciera desde el principio, escogió hombres
que escribieran bajo el poder del Espíritu Santo le revelación del Nuevo Pacto en su
Sangre.

21
Estos escritos, confeccionados muy pocos años después de su partida, son el
testimonio dejado por Dios, que conocemos como Nuevo Testamento.
Al principio fueron libros y cartas escritas para la vida de la Iglesia primitiva,
pero pronto adquirieron su real valor. Es la Palabra de Dios revelando a Cristo y su
Reino.

Originalmente los escritores de los evangelios, lo hicieron con el propósito de


hacer llegar la vida y las enseñanzas de Jesús a destinatarios particulares, Mateo a
los hebreos, Marcos a los romanos, Lucas a los griegos y Juan a los cristianos
dispersos.
Pero como fueron inspirados por Dios, estos evangelios comenzaron a ser un
instrumento de fe para los nuevos cristianos.
La enseñanza de Cristo se esparcía, como Él lo había profetizado, y era
necesario que los apóstoles mantuvieran la doctrina pura, por esto comenzaron a
escribirse cartas a las iglesias que iban naciendo a través de la predicación del
evangelio. Estas cartas por lo general eran normativas para la vida de las iglesias y se
propagaban de una a otra.
Dios intervino en la escritura de las cartas por medio de la inspiración, y sus
escritores plasmaron palabra por palabra lo que Él deseaba quedara revelado.
Aunque se sabe, circularon muchos escritos entre las iglesias, solo los
inspirados por Dios adquirieron aceptación y respaldo por parte de los cristianos
guiados por el Espíritu Santo a discernir lo que venía de parte de Dios.

Finalmente a esta revelación, se le añadió la palabra profética escrita por el


apóstol Juan, a quien ya en el final de sus días en la tierra, viviendo en el Espíritu, le
fue concedido el privilegio de escribir la visión del Reino de los Cielos y el
cumplimiento del tiempo para la tierra. A modo de corolario, Dios revela sus planes
finales para esta tierra y las consecuencias de no acercase a Él, como así también
muestra cómo es nuestra morada celestial.
Este escrito, cuestionado por las ambiguas interpretaciones humanas, tiene
tanto valor como todos los demás escritos aceptados sin cuestionamientos.
Es revelado, inspirado y inerrático, y por lo tanto es Palabra de Dios.

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Los textos inspirados fueron agrupados en:

Los Evangelios: Mateo – Marcos – Lucas – Juan

Histórico: El Libro de los Hechos de los Apóstoles

Epístolas Paulinas

A las Iglesias: Romanos,


1era y 2da Corintios
Gálatas
Efesios
Filipenses
Colosenses
1ra y 2da Tesalonicenses

Pastorales: 1era y 2da de Timoteo


Tito
Filemón

Epístolas Generales
Hebreos
Santiago
1ra, 2da de Pedro
1ra, 2da, y 3ra de Juan
Judas

Profético El Apocalipsis de Juan

23
Escritores de la Biblia

Sin duda, podemos afirmar que por su carácter revelado, inspirado e


inerrático, la Biblia fue escrita por Dios, pero debemos reconocer a aquellos que
fueron un instrumento en sus manos para dejar su Palabra por escrito.

La idea tradicional, basada en la transmisión cultural de ideas y principios de


fe, nos muestra una lista de más de cuarenta escritores interviniendo desde
diferentes lugares en la conformación de las escrituras.

En el Antiguo Testamento se adjudica a Moisés la escritura de los libros del


Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio) a Josué su libro
autobiográfico, luego a Samuel relatando el tiempo de los Jueces, la historia de Rut y
su propio ministerio.

La historia del Reino de Israel y su división, se le adjudica posiblemente a


Jeremías como así también su libro y el de Lamentaciones. El libro de Crónicas de los
reyes, el segundo libro de Samuel, más su propia historia se infieren escritos por
Esdras; Nehemías y los libros de los quince profetas restantes se entienden escritos
por cada uno de ellos en forma personal.

El libro de Ester por Mardoquéo, no se sabe con seguridad el escritor de Job,


pero gran parte de los salmos son de David, aunque Dios usó varios autores al igual
que Salomón en el libro de proverbios, así como el de Cantares y Eclesiastés.

Muchos de ellos escribieron desde diferentes naciones de Palestina, desde


Asiria y otros desde Babilonia. Lo hicieron en tiempo de paz, en tiempo de
prosperidad, y también en tiempos de guerra, en tiempos de cautiverio, en etapas
de hambre. Corriendo peligros, y desafiando poderes terrenales.

Estos hombres de Dios, vivieron y sirvieron escribiendo la Palabra de Dios en


un segmento que va desde el 1600 al 400 a.C.

Por lo general no fueron contemporáneos entre sí y si lo fueron, como en el


caso de los profetas estaban a grandes distancias unos de otros. No había correos, ni
medios de comunicación como los que hoy disfrutamos, como para poder
consensuar sus escritos.
24
Aun así, el hilo de sus historias tiene una progresión sobrenatural donde
ninguno contradice al otro, sino que complementa el relato y enriquece la
Revelación. Los profetas lo hacían desde diferentes lugares, pero el mensaje
coincidía. Ver esto nos asegura la intervención poderosa y Sobrenatural de Dios,
hablando a sus vidas y a través de ellas.

Los escritores del Nuevo Testamento, por el contrario a los del Antiguo
Testamento, si fueron contemporáneos, y testigos presenciales de la obra de Jesús.

Algunos de ellos fueron sus discípulos directos, como el caso de los Apóstoles
Mateo, Pedro y Juan, otros como Lucas o Marcos, habiendo sido testigos del
accionar de Jesús, adquirieron el conocimiento íntimo por medio de sus maestros,
los Apóstoles Pablo y Pedro respectivamente.

Las Cartas o epístolas que conforman el Nuevo Testamento también son


contemporáneas al período inicial de la Iglesia, datan del siglo I d.C., y circulaban
conjuntamente. Los escritores tenían autoridad apostólica, y por sobre todas las
cosas fueron inspirados para su tarea.

Salvo el libro de Hebreos, en todos mencionan a su autor. Aun en el caso de


Judas y de Santiago, ambos medio hermanos de Jesús.

25
Tiempos Bíblicos:

Para una mayor comprensión de la historia bíblica, necesitamos ubicarnos en


los tiempos en que ésta se desarrolla. Si bien narran el comienzo de la Creación, es a
partir de siglo XV a.C., en que podemos involucrar los primeros escritos.
Los escritores bíblicos desarrollaron sus ministerios en los períodos en que
grandes imperios dominaban su mundo.
Durante cientos de años los hebreos convivieron con el imperio Egipcio, su
vecino y frecuente lugar de refugio a sequías, hambrunas o persecuciones. (Gosén)
Egipto también representó tiempo de cautiverio y esclavitud. Nunca fue un aliado
confiable. (Influencia siglos XV a.C. / III d.C.)

El Imperio Fenicio, su característica colonizadora y naviera fue el arma más


peligrosa de los Cananeos, su influencia no era el poder militar, sino la gran cantidad
de deidades paganas que adoraban, debido a que adquirían las costumbres de los
pueblos con que comerciaban. Astarte, Moloc, Dagón, Baal, hicieron tropezar a los
hijos de Israel. (Siglo XIII a.C. / VI a.C.)

El Imperio Asirio. Si bien Asiria fue un territorio dominado por guerras tribales
internas, tuvo etapas de esplendor en diferentes momentos de la historia. Israel fue
víctima de su poderío bélico durante dos siglos, que marcaron su identidad. (Siglo
VIII a.C. / VII a.C.)

El Imperio Medo-Persa, fue el usado por Dios para hacer efectivo el castigo
ejemplificador a los reyes de Judá. (Siglo VI a.C.)

El imperio Griego-Macedonio de Alejandro Magno cambió


por completo la cultura y costumbres de Asia Menor, y con una breve conquista de
treinta años desterró siglos de valores culturales de la época. Tras su muerte su
reino se dividió y Palestina quedó anexada al dominio de los Seléucidas. Se
enfrentaron en guerras libertarias con los Macabeos (Siglo IV a.C.)

Finalmente el Imperio Romano tomó el control militar de toda Asia Menor,


incluido Egipto, Siria, y hasta Babilonia. Si bien ejercieron el gobierno, no lograron
desterrar la influencia cultural de Grecia. (Siglo IV a.C. / siglo V d.C.)

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Idiomas originales de la Biblia:

Los idiomas originales de la biblia son:

El hebreo que con el transcurso de los siglos sufrió modificaciones.

Hebreo bíblico arcaico, del siglo X a.C. al siglo VI a.C. correspondiéndose con el
período monárquico hasta el exilio en Babilonia.

Hebreo bíblico tardío, del siglo V a.C. al siglo III a.C. que corresponde con la
dominación persa.

Hebreo de los rollos del Mar Muerto, entre los siglos III a.C. y el siglo I d.C.
correspondiéndose con el período helenístico y romano.

El arameo: este dialecto comenzó a usarse luego que la región de samaria


fuera repoblada con pueblos conquistados por los asirios, entre ellos los primitivos
descendientes de Aram (sirios), diseminados por toda Asia Menor. Algunos escritos
del AT están es este idioma y siete dialectos de arameo se hablaban en Palestina en
los tiempos de Jesús.

El griego Koiné: este idioma difiere del griego clásico, pues surge de la
influencia helenística en medio oriente, tras las conquistas de Alejandro Magno.
Es un dialecto menos pulido y con el uso repetitivo de palabras dándole
modismos semíticos. En este idioma se encontraron escritos lo manuscritos del NT

27
Composición de la Biblia
Relatos históricos

La narración de historias de la Biblia tienen por objetivo mostrarnos a Dios


interesado en relacionarse con una persona, una tribu, un pueblo o una nación,
mostrando su intervención en el desarrollo de sus vidas, mostrándose como Padre,
Protector, Sustentador, Vencedor, Sanador, etc.
A través de la historia bíblica, vemos a Dios permitiendo al hombre escoger su
manera de vivir, pero guardando para sí, siempre un remanente que lo escoja a Él
para cumplir su propósito.
Los libros históricos nos van a mostrar secuencias de hechos que revelan la
intervención de Dios para guiar al hombre a su salvación, y en contraparte el
accionar del pecado en la mente caída de la humanidad, oponiéndose
constantemente al amor de Dios. También revelan las consecuencias de una vida
apartada de Dios, ya sea en forma personal, como familia en sus generaciones, o
como pueblos y naciones enemigos de Dios.

Las historias son siempre objetivas, pero siempre Sobrenaturales, y cobran su


mayor esplendor en los Evangelios, donde toda la narración demuestra lo
Sobrenatural de Dios encarnado con un propósito de redención.

Podemos distinguir los relatos históricos del Pentateuco, principalmente


Génesis y Éxodo, las conquistas de Josué, La vida en los tiempos de los Jueces, la
transformación de nación a reino, la sucesión de reyes y la división del reino.

Los cuatro evangelios hacen un enfoque histórico del ministerio de Jesús.

El libro de los Hechos muestra en nacimiento y desarrollo de la Iglesia


cristiana.

Cuánto debemos aprender de la historia bíblica. Cuántos errores nos


evitaríamos y cuánto más fáciles y efectivos serían nuestros aciertos.
El vivir confiadamente en que Dios está en el gobierno de todas las cosas,
también es producto de revelación a través de la historia.
“Si Él lo hizo una vez en la historia, seguro lo puede volver a hacer.”

28
Principios espirituales, filosóficos y morales.

La entrega a Moisés, por parte de Dios mismo, de diez mandamientos básicos,


muestra la voluntad del Señor de proporcionarnos herramientas para disfrutar de la
vida que nos regaló. (Ex. 20:1-17)

Podemos profundizar en esta revelación, pero si solo comprendiéramos los


principios de esa primera legislación nos daríamos cuenta que encierra todo lo
necesario para transformar no solo la vida del hombre, sino la de todas las naciones
de la tierra.
El área más importante de nuestro ser es nuestro espíritu, derivado de ese
soplo que nos distinguió de todo ser creado. (Gn. 2:7)
Dios es espíritu y como tal se relaciona con el hombre a través de él. La
prioridad siempre la tiene que tener Él.
Dios es amor, y este el primer mandamiento, amarlo por sobre todas las cosas,
si amamos a nuestros hijos, nuestra esposa/o, a nuestros seres queridos debemos
amarlo a El primero y así nosotros y los nuestros serán bendecidos.
Otro principio espiritual es apartarnos de toda forma de idolatría. El que algo
ocupe el lugar que Dios merece, y el dar prioridad a relaciones con otros espíritus,
tiene condenación por parte de Él. Muchas formas de idolatría esconden tras de sí
espíritus de las tinieblas.
Idolatrar personas, bienes, posiciones, roles y no solo a dioses ajenos, ofende
a Dios.
También nos presenta principios filosóficos de vida y principios morales para
tener una comprensión de cuál es nuestra identidad, resolver nuestros conflictos y
vivir una vida integrada en la sociedad.

Por supuesto que al penetrar a mayores niveles de Revelación, su Palabra nos


presenta demandas y nos entrega promesas. Porque así es nuestros Dios, Dios de
Pactos y de Promesas.
Al recibir la revelación Plena por medio de Jesucristo, sabemos que todos los
pactos y promesas se cumplieron en Él, y a partir de ese momento comienza nuestra
vida eterna de Reino.

29
Necesitamos destacar, que la revelación de la Palabra de Dios, no fue dada
para que nos transformemos en religiosos, sino todo lo contrario, en gente de reino.
Dios dispuso como vivir agradándole, es nuestra elección si lo hacemos o no.
Las palabras de Dt. 28 y Dt. 30:15-20 tienen hoy tanta vigencia como ayer,
pero las bendiciones son hoy aún mayores, porque Jesús cumplió la ley que nos era
imposible de cumplir y con el somos más que vencedores. (Romanos 8:37.39)

Principios legales del Reino de los Cielos

A través de los pactos que Dios hizo con Israel, iba anticipando nuestra
posibilidad de una vida de reino. Promesas de sustento, de prosperidad, de sanidad,
estaban disponibles para todo aquel que se acercara a Dios conforme a sus estatutos
y mandamientos.
Pero faltaba aún la obra redentora de Cristo, sin Él, los hombres siempre
seguían siendo deudores, la paz con Dios en realidad era una tregua, no porque el
Señor no lo quisiera, sino porque el pecado reinaba en el corazón del hombre y lo
llevaba a enfrentarse con Dios, a causa de sus hechos.
Por lo tanto la vida del hombre transitaba “debajo del sol”, el autor de
Eclesiastés, sabía de vivir en la presencia del Altísimo, y de caer a los lugares más
profundos, y veía que la vida de esa manera era vana. El identificaba esta situación
como consecuencia de vivir “debajo del sol” o sea una vida natural y terrenal.

Cristo vino no solo a redimirnos, sino también a llevarnos a una vida


Sobrenatural, “más allá del sol”, a una vida de reino.
Su mensaje siempre estuvo enfocado en que conociéramos Su Reino, las leyes
que lo rigen, y sobre todo la necesidad de identificarnos con su muerte para
resucitar juntamente con El en el Reino.
Nuestro hombre natural no puede percibir el Reino, no lo puede hallar, porque
está imposibilitado para verlo.
En todos los Evangelios, Jesús nos presenta Su Reino, mostrándonos lo valioso
que es, lo sencillo que es pertenecer y disfrutar de sus beneficios.
El sermón del monte esta entendido como principios de comportamiento para
estar en esta tierra, sin embargo son las cláusulas para adquirir la ciudadanía en Su
Reino. Ya no son solo estatutos que rigen la vida en la tierra, son principios
constitucionales de su Reino.

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La obra del Espíritu Santo en nosotros, completa la obra de redención y nos
saca de los parámetros naturales para llevarnos a la dimensión sobrenatural del
Reino, nos da leyes de identidad (Ro.8:16), nos da leyes de herencia (Ro.8:17;
Col.1:12-13), nos da autoridad y gobierno sobre toda hueste de maldad, ya no en la
tierra sino en el ámbito sobrenatural del Cielo. (Efe.3:10)
Por supuesto que esto tiene un correlato en la tierra y en nuestro andar en
ella. Pero es de esta forma que vemos que las leyes del Cielo gobiernan la tierra.
(Efe.6:.11-12)

Por medio de la revelación de su Palabra, entendemos y por lo tanto podemos


experimentar el Reino ahora, en esta etapa de nuestra vida, no está reservado para
cuando abandonemos este cuerpo.
La Escritura nos habla del Reino siempre en “presente“, es arrebatado en
presente (Mateo 11:12), se ha acercado en presente (Marcos 1:15), oramos pidiendo
que venga (Lucas 11.2), recibimos un reino (Heb. 12:28), somos reyes y sacerdotes
(Ap.1:6)

La revelación de los principios legales del Reino solo se alcanza cuando se


produce nuestro nuevo nacimiento. Jesús dijo que de otra manera es imposible.
(Juan 3:3-5)

31
Canon
Necesidad del Canon

Para el siglo II de la era cristiana, circulaban innumerables escritos de diversa


autoría declarando ser inspirados por Dios, varios evangelios y cartas a las iglesias
traían confusión en relaciones a las enseñanzas y verdades que contenían. Por esto
fue necesario el análisis de los mismos para confirmar su inspiración y así dar forma
a una colección de libros con autoridad divina.
La palabra canon significaba originalmente una regla de medida. El Canon
bíblico por lo tanto es una normativa por la cual los libros son considerados
autorizados. Los libros canónicos son aquellos que fueron aceptados como
inspirados por los antiguos judíos y por los primitivos cristianos.

En los días de Cristo había en la literatura de la nación judaica un grupo de


escritos, llamados “Las Escrituras”, lo que hoy conocemos como Tanaj en hebreo o
Septuaginta en griego reconocida como la Palabra de Dios. Jesús mismo así lo
reconocía. Se leía y se enseña con regularidad en las sinagogas.

Las Iglesias Cristianas, desde el comienzo mismo, aceptaron estas Escrituras


como la Palabra de Dios, y les daban el mismo lugar que habían tenido en la
sinagoga.
Conforme aparecían los escritos de los apóstoles, se les añadía a aquellas
Escrituras hebreas, y se les tenía en igual concepto. Cada iglesia quería tener, no
solamente aquello que se le había escrito directamente a ella, sino también copias
de los demás escritos dirigidos a otras iglesias.

Dentro del N.T. mismo hay indicaciones de que mientras los apóstoles aún
vivían, comenzaban a hacerse para las iglesias colecciones de sus escritos, que se
colocaban a la par del A.T. Como Palabra inspirada de Dios.

Los apóstoles Pablo, Juan y Pedro daban autoridad divina a sus escritos.
(I Cor. 2:7-13; 14:37; I Tes. 2:13, II Pedro 1:15; 3:1-2,Ap. 1:2)

32
Reconocimiento de la canonicidad:
La Iglesia reconoció como canónicos únicamente aquellos libros que reunieron
las siguientes características propias de todo escrito portador de la Revelación
divina:

- Inspiración divina.

- Apostolicidad.

- Unidad de la doctrina.

- Autenticidad.

En base a estos principios se aceptaron los libros que tenían el reconocimiento


de los primeros padres de la Iglesia, como Clemente de Roma, (95 d.C.), Policarpo,
(110 d.C.), Ignacio(110 d.C.),Papias (70-155 d.C.). Taciano, cerca del 160 d.C., hizo
una Armonía de los Cuatro Evangelios, llamado el “Diatessaron”, demostración de
que las iglesias en general reconocían cuatro Evangelios y solamente cuatro.

Tertuliano (160-220 d.C.) de Cartago, quien vivía mientras los manuscritos


originales de las Epístolas aún existían, habla de las Escrituras cristianas como
“Nuevo Testamento”.

Orígenes (185-254 d.C.) de Alejandría, erudito cristiano de extensos viajes y de


gran saber, dedicó su vida al estudio de las Escrituras. Escribió tan intensivamente
que en una época empleaba a veinte copistas. En sus escritos hoy existentes pueden
hallarse en forma de citas dos tercios del N.T entero. Aceptaba los veintisiete libros
del N.T. tales como los tenemos hoy en día, aun cuando no estaba seguro de quién
era el autor de Hebreos y expresaba dudas acerca de Santiago, 2 Pedro, y 2 y 3 Juan.

Eusebio (264-340 d.C.) obispo de Cesárea e historiador de la Iglesia, llegó a ser


el principal consejero de Constantino en lo religioso. Los libros del Nuevo
Testamento de Eusebio eran exactamente los mismos que forman ahora el Nuevo
Testamento actual nuestro. Mediante amplia investigación, Eusebio se informó de
cuáles libros habían tenido la acogida general de las iglesias.

33
Cierre del canon

En el año 363 el Concilio de Laodicea declaró que sólo el Antiguo Testamento


(junto con la Apócrifa) y los veintisiete libros del Nuevo Testamento fuesen leídos en
las iglesias. El Concilio de Hipona (del año 393 d.C.) y el Concilio de Cartago (del año
397 d.C.) también confirmaron la autoridad de los mismos veintisiete libros.

Libros deuterocanónicos:

Como mencionamos, la versión griega de la biblia Hebrea, adicionó libros a los


reconocidos por los rabinos hebreos en el Tanaj, y es necesario reconocer que la
Septuaginta se confeccionó con un objetivo cultural y no un origen espiritual. Estos
son llamados Deuterocanónicos (Segundo Canon) o apócrifos (Ocultos)

Los libros deuterocanónicos no son citados nunca por el Señor ni por sus
apóstoles en el N.T., teniendo en cuenta que el N.T. cita 280 veces al A.T. y casi
siempre lo hace basándose en la Septuaginta.

Los mismos libros delatan no ser de inspiración divina. Por ejemplo, los libros
de los Macabeos que tienen un cierto e indudable interés y valor histórico,
renuncian a toda pretensión de inspiración:

“Así como no es agradable beber vino ni agua solos, en tanto que beber vino mezclado
con agua es sabroso y agradable al gusto, del mismo modo, en una obra literaria, la
variedad del estilo agrada a los oídos de los lectores. Con esto termino mi relato”.
(2 Macabeos 15:39).

Los apócrifos enseñan doctrinas contrarias a otras enseñanzas bíblicas,


muestran la influencia pagana sobre sus autores, pues toleran la salvación por
obras, los encantamientos mágicos, las oraciones por los muertos, etc.
1La sabiduría protegió al hombre que fue creado primero, al padre del género humano,
después de ser formado solo; ella lo levantó de su caída 2y le dio el poder de dominarlo
todo, 3 Caín, en cambio, dominado por la ira se apartó de ella, y llevado del odio dio
muerte a su hermano. De ese modo, él mismo pereció. 4 Por culpa del hombre, el agua
inundó la tierra, pero la sabiduría la salvó de nuevo guiando al justo Noé en un simple
trozo de madera. (Sabiduría 10: 1-4)

34
Casi todos estos apócrifos fueron escritos mucho después de que se hubiera
cerrado el tiempo del canon del A.T., que duró hasta Malaquías.

Sus autores no pueden ser profetas, ni tener el oficio profético, ni ser, por
tanto, inspirados.
“Fue un tiempo de grandes sufrimientos para Israel, como no se había visto
desde que desaparecieron los profetas” (1Macabeos 9:27)

Cristianos católico romanos , ortodoxos, y cristianos orientales (coptos,


eutiquianos, siríacos nestorianos) incluyen en sus Biblias estos libros, pues solo en
ellos encuentran justificación para doctrinas como el Purgatorio, que lleva la oración
por los muertos, y por supuestos la salvación por las obras. Nacen también aquí
principios de veneración de muertos, como intercesores ante Dios.

Un error que llevo a la iglesia cristiana a su sisma fue el haberse arrogado el


poder para determinar los libros inspirados por delegación de Dios.

El fundamento Católico Romano sostiene que

“La Biblia nos viene de Dios a través de la Iglesia Católica”, que es la que tiene la
autoridad para definir los libros que deben formar parte de la Sagrada Escritura. Y con esa
autoridad dada por el mismo Dios, definió qué libros formaban parte de la Biblia.

Jesucristo dejó fundada su Iglesia, que es la Iglesia Católica. Cuando San Pedro
confesó que Jesús era el Mesías esperado, el Hijo de Dios Vivo, Jesús le anunció: “Tú eres
Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” (Mt. 16, 13-20).

Y prometió a sus Sucesores, los Apóstoles, y a los sucesores de éstos, los


Obispos y los Sacerdotes, que lo que decidieran aquí Él lo aprobaría en el Cielo: “Lo que
ates en la tierra, quedará atado en el Cielo” (Mt. 16, 19). Y que para esto, la Iglesia por Él
fundada tendría la asistencia del Espíritu Santo hasta el Fin de los Tiempos: “Yo estoy
con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo” (Mt. 28, 20).

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En los principios sobrenaturales, Dios ha mostrado siempre su intervención
Divina para mantener la Revelación viva.
Cuando el hombre intentó ponerle una mordaza de religiosidad, aunque su
plan duró mil años, mantuvo siempre ese remanente de hombres que estuviesen
dispuestos a ser usados en su plan.
A principios del siglo XVI comienza un movimiento que vuelve a poner a Su
Palabra como centro de Fe y Doctrina.

Hoy debemos recordar que no son los hombres, ni la Iglesia, ni las


denominaciones quienes determinan la autoridad de la Palabra.

Ningún concilio primitivo determinó el contenido del canon. Fue Dios, y Dios
solamente, quien determinó cuáles libros pertenecían a la Biblia.

Como todo lo que proviene de Él, Sobrenaturalmente llevó a los creyentes a


hacer lo que Él ya había decidido.

El proceso humano de reunir los libros de la Biblia fue imperfecto, pero Dios,
en Su soberanía, a pesar de nuestra ignorancia, guio a la iglesia primitiva al
reconocimiento de los libros que Él había inspirado. Y nos guía a nosotros a
reconocerlo en ellos y no en otras fuentes.

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Transmisión en el tiempo

Con una revelación fresca podemos entender que la Palabra de Dios es tan
sobrenatural como Él, y que no está sometida a tiempo humano, porque procede de
un Plan eterno, ejecutado a la perfección en la tierra.
Es por esos, que atravesó civilizaciones, culturas, intentos de destrucción,
oposiciones, manipulaciones y sin embargo aquí la tenemos hoy tal como fue
inspirada en su comienzo.
Lo demuestra el simple hecho de que al entrar en ella, nos encontramos con
Dios, cada vez en un mayor nivel de revelación y sabiduría conforme a su deseo, para
conocerlo aún más. (Efesios 1:17)

Manuscritos

Es una realidad que los escritos originales, de la propia mano del autor
(autógrafos) no llegaron a nuestras manos, así como no llegaron las tablas de la ley,
ni el arca del pacto, ni la vara de Aarón, por ejemplo.
Dios cuidó hasta estos mínimos detalles para evitar que estas herramientas se
convirtieran en objeto de veneración y desviaran el propósito de su plan. Pero sí
cuidó que fueran transmitidos de generación a generación a través de copias
absolutamente fidedignas de los originales, las cuales Él se ocupó que llegaran a
nuestros días de manera Sobrenatural.

Existen manuscritos antiguos del Antiguo Testamento tanto del Tanaj hebreo,
como de la versiones griegas del mismo, la Septuaginta.
Hasta la aparición de los Rollos del mar Muerto, los manuscritos en hebreo
databan de los años 900 al 1000 de la era Cristiana.
El Códice de Alepo (920 d.C.) y el Códice de Leningrado (1008 d.C.) son los
manuscritos completos más antiguos en lenguaje hebreo del Tanaj, pero el
descubrimiento de estos rollos llevó la historia 1000 años hacia atrás, pues se
encontraron textos en hebreo fechados entre los años 200 a.C. y 100 de nuestra era.

37
En relación a la LXX (Septuaginta) encontramos copias del AT en griego
completas, más tempranas que las del hebreo, manuscritos como el Códice Vaticano
y el Códice Sinaítico de aproximadamente los siglos III al V d.C.

Pero sin duda la mano de Dios guardó los rollos hallados en Qumrán entre
1947 y 1958, éstos son los manuscritos más antiguos conocidos, y su valor está dado
porque se hallaron más de 200 copias fragmentadas de todos los libros del Tanaj
hebreo, cuya comparación daba la fidelidad de cada una de ellas.

En cuanto a manuscritos del nuevo testamento se han hallado miles, la


mayoría de una antigüedad no mayor de 200 años de su original, existen fragmentos
de Juan que datan del año 100 casi al mismo tiempo que circulaba el original
autógrafo.
El valor de estos es que mantienen una fidelidad entre ellos Sobrenatural del
99,5% teniendo más de 5.800 manuscritos griegos completos o fragmentados,
10.000 manuscritos en Latín y 9.300 manuscritos en muchos otros lenguajes
antiguos.
Las fechas de esos manuscritos oscilan desde los años 100 al 1500. Pero hasta
hoy se van descubriendo nuevos manuscritos que estuvieron guardados en
monasterios, en bibliotecas, los estudios de teólogos y eruditos de la antigüedad.

Traducciones – Versiones – Revisiones - Paráfrasis

Es fundamental comprender qué tipo de texto tenemos en nuestras manos,


entendiendo que una traducción es la expresión en un idioma de algo que se ha
dicho o escrito en otro.
Una traducción literal es una traducción en que se procura conservar lo más
posible el significado exacto de las palabras originales.
Una traducción dinámica es una traducción donde se pone énfasis en
transmitir al otro idioma más que el sentido de cada palabra, el sentido de una
expresión.
Una transliteración es la escritura de una palabra de un idioma con los
caracteres de otro. Por ejemplo la palabra bautizo es una transliteración del griego
baptizo.

38
Una versión es una traducción de un idioma a otro.
Una revisión es el cuidadoso examen de una versión ya existente, usualmente
a la luz de los idiomas originales.
Una paráfrasis es una traducción explicativa que trata de hacer más
comprensible el sentido del pasaje.

Traducciones antiguas:

La Septuaginta, Versión de los LXX o Alejandrina, es la primera traducción


extensiva de la Biblia, del hebreo al griego.
Por el año 100 d.C., los eruditos judíos produjeron una edición revisada del
texto hebreo, cuyo resultado es el hoy conocido como “texto masorético”.
Como resultado de esta revisión se realizaron cuatro versiones (traducciones),
la Versión de Aquila hebreo al griego. 130-50 d.C.; la Revisión de Teodosio (al. 150-85
d.C.) es
una revisión de la LXX; La Versión de Símaco (al. 185-200 d.C.) es una traducción más
dinámica que literal.
Orígenes de Alejandría (185-254 d.C.) produjo una obra llamada la Héxapla
(séxtuple). En ella Orígenes contrasta el texto hebreo en letras hebreas y griegas con
las tres nuevas versiones griegas existentes y su propia versión del texto de la LXX.

La Vulgata Latina es una versión realizada por Jerónimo (340 al 420 d.C.) quien
tradujo el Antiguo Testamento del hebreo al latín y revisó el Nuevo Testamento de
una traducción de griego al latín llamada la Antigua Latina. Su obra se convirtió en el
texto oficial de la iglesia católica.

Traducciones al español:
La primera traducción completa de la Biblia al castellano a partir de los idiomas
originales es nuestra Reina-Valera, La llamada Biblia del Oso (por la estampa en su
carátula) fue la primera versión española completa. Fue publicada por Casiodoro de
Reina en Basilea, en el año 1569.
En 1602 Cipriano de Valera hizo una revisión. Desde entonces, la Biblia del Oso
se conoce como la versión de Reina-Valera.
Se han hecho revisiones de esta traducción en 1909, 1960, 1977, 1989, 1995.
En 2010 se editó la RV Contemporánea, pero la más usada dentro de las iglesias
evangélicas es la revisión de 1960.

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Conviven otras versiones como la Biblia de las Américas.

La Nueva Versión Internacional pensada originalmente para el inglés, comenzó


a traducirse en 1964 pero se editó por primera vez en 1978, para sus 50 años (2014)
su empresa editora publicó:

“Lingüísticamente estructurada para traducir la palabra de Dios en el idioma de actual, la NVI consignó el
trabajo a la "sofisticación de los eruditos bíblicos evangélicos," lo que significa que exactamente traduce griego y
hebreo en inglés.” http://www.biblica.com/

La Versión en castellano es traducida del inglés. A diferencia de la RV, la NVI es


una traducción de distintos manuscritos, más antiguos que los del Texto Receptus de
del siglo XVI sobre los que se basa la Reina Valera y gran parte de las Biblias
Evangélicas.

Las primeras versiones católicas, fuera de las llamadas Biblias políglotas


(1573) fueron hechas a partir de la Vulgata Latina, y aparecieron luego en 1823, la
de Félix Torres Amat; y en 1833, la de Rivera.
En el siglo XX han aparecido muy buenas versiones a partir de los idiomas
originales. La Nácar-Colunga apareció en 1944, luego vinieron la de Bover-Cantera,
Nueva Biblia Española y La Nueva Biblia para Latinoamérica.

Dios Habla Hoy (DHH), también conocida como Versión Popular, está escrita
en un lenguaje sencillo, es una traducción ecuménica de la Biblia hecha por biblistas
de diversas confesiones cristianas.

Se usó como base textual para el Antiguo Testamento el texto masorético.


Para el Nuevo Testamento se emplearon como fuente varias ediciones críticas en
griego. La técnica de traducción es dinámica.

La llamada Versión del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras de los


Testigos de Jehová es una traducción manipulada. Ha sido hecha a la medida de las
necesidades de la secta para dar apoyo a sus falsas enseñanzas, especialmente a la
negación de la deidad absoluta de Cristo.

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Comparaciones:

Es útil y muchas veces necesario comparar versiones, y si es posible acercarse


al griego o al hebreo a través de diccionarios o interlineales.

Aquí tenemos el ejemplo de una comparación de la 1era carta de Juan 5:7-8


7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno
8
Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan. RVR 60

7
Tres son los testigos: 8el Espíritu, el agua y la sangre; y tres son los testigos en la tierra. DHH
7 8.
Tres son los que dan testimonio, y los tres están de acuerdo: el Espíritu, el agua y la sangre. NVI

7
Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son
8
uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres concuerdan
B de las Américas

Comparemos
1 2
En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios. Este estaba
3
en el principio con Dios Todas las cosas vinieron a existir por medio de él, y sin él ni siquiera una
cosa vino a existir. (Versión del Nuevo Mundo de las Sagradas Escrituras)

1
En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2Él estaba con
Dios en el principio3 Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a
existir. RVR60

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con
Dios Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. NVI

Otras confesiones falsas añaden al texto bíblico su propia interpretación

El Señor reveló al profeta José Smith muchos cambios con respecto a Juan 1. Esos cambios se encuentran en
“Selecciones de la Traducción de José Smith de la Biblia en inglés”, que forma parte de la Guía para el Estudio de
las Escrituras (págs. 234–235). Es útil leer esos cambios en la Traducción de José Smith.
https://www.lds.org/bc/content/shared/content/spanish/pdf/language-materials/34188_spa.pdf?lang=spa

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Referencias y posturas críticas
Falsas argumentaciones

El enemigo de Dios instala por medio del pecado, fortalezas mentales que se
oponen al conocimiento de la Verdad (2 Co. 10:3-5) y busca hacer de ellas
enseñanzas que desvirtúen la Revelación pura.
Conozcamos algunas de ellas:

La negación de la autoridad absoluta de la Biblia: Existen muchos grupos que


aceptando de palabra la Biblia como la revelación o una revelación de Dios, niegan
en la práctica su autoridad. Apelan a ella siempre y cuando no vaya en contra de sus
presuposiciones filosóficas, sus sentimientos, su teología, o los escritos de otras
personas. ( Teología Liberal)

El racionalismo coloca a la mente humana por encima de la revelación divina.


Por ejemplo, los milagros son rechazados por ir en contra de aquello que es
usualmente conocido para la razón.

El misticismo coloca la experiencia y los sentimientos humanos por encima de


la revelación de Dios. Los extremos del pentecostalismo, por ejemplo, aceptan las
afirmaciones bíblicas hasta donde no contradigan su experiencia.
Cuando la Palabra advierte sobre determinadas experiencias mostrando que
no son guiadas por Dios, se apela a la propia Biblia para desacreditarla, citando
textos fuera de su contexto, (2 Co. 3:6)
Debemos estar atentos a libros o videos con revelaciones por experiencias
personales, que son puestos al mismo nivel de autoridad que la Biblia.

El catolicismo romano, pone a la iglesia por encima de la Biblia. La autoridad


no la tienen las Escrituras, sino la interpretación que la iglesia hace de ellas a la luz
de la tradición y la teología. El examen de las Escrituras enseñado por el Señor Jesús
(Jn. 5:39) y practicado por los de Berea (Hch. 17:11) es, por lo tanto, desalentado.

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Las sectas elevan los escritos de su fundador por encima de las Escrituras.
Estos no se atreven a contradecir la Biblia frontalmente. Sin embargo, de manera
sutil e indirecta, se promueve la falsa enseñanza del fundador de la secta como más
confiable y digna de ser tenida en cuenta.

La neo-ortodoxia dice que la Biblia no es la palabra de Dios, sino que se


convierte en la palabra de Dios cuando habla al corazón del lector. De manera sutil,
se traslada así la autoridad de las Escrituras al lector, quien a la luz de los impulsos
de su corazón determina cuándo Dios le habla en la Biblia y cuándo no.

Otras nuevas Escrituras: Con frecuencia se dice que la Biblia es sólo otro libro
sagrado más.
Se afirma que las otras grandes religiones del mundo también tienen sus
escrituras autoritativas, pero vemos que ninguna de ellas pretende o manifiesta ser
la Palabra de Dios. Son libros filosóficos o históricos que tienen influencia en las
creencias de pueblos o naciones.

Solo el Corán asegura ser la revelación de Dios dada a su profeta Mahoma sin
embargo este libro es una mezcla de pasajes del Antiguo Testamento y del Nuevo
Testamento elegidos a gusto de su escritor y mezclado con sus propias ideas.

Conflictos racionales

La Alta Crítica coloca las presuposiciones de crítico liberal por encima de la


Biblia. Armado de presuposiciones racionalistas, el crítico liberal destruye la
autoridad de las Escrituras reduciéndolas a un libro puramente humano. La falta de
autoridad de estos críticos queda puesta en evidencia en que las afirmaciones
categóricas de uno son destruidas por las declaraciones categóricas de otro.

La Alta Critica cuestiona el Creacionismo, la naturaleza Sobrenatural de los


milagros.

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Por ejemplo presenta argumentos y presuposiciones racionales a la autoría del
Pentateuco, cuestionando que, a causa de la diversidad de modismos literarios y
repetición de datos entre los cinco libros, los mismos fueron escritos por diferentes
personas y en diferentes etapas de tiempo.
Le asignan al Pentateuco el propósito de recolectar tradiciones orales
circulantes entre los siglos XV a.C. y X a.C., previos a la cautividad, y ponerlas por
escrito después del cautiverio en Babilonia, a fin de hacer renacer el nacionalismo
Judío.
Esta postura está cada vez más arraigadas en la conciencia cristiana, quitando
autoridad la Revelación perfecta de Dios.

Ediciones erróneas para apoyar falsas doctrinas.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días conocida como


Mormones, basan su doctrina en un evangelio complementario de Jesús, llamado
así el Libro del Mormón, porque aunque dicen reconocer la Biblia como autoridad de
Fe, se rigen por las interpretaciones que de ella hizo su fundador José Smith hacia
1830.
Rigen su doctrina asimismo por otros escritos de José Smith conocidos como:
Doctrina y Convenios, donde desarrollan la historia de cómo se recibió la revelación
por parte de un ángel llamado Moroni y enviado a José Smith como profeta de este
tiempo. Otro libro con revelaciones sobre escritos de la Biblia es La Perla de Gran
Precio.

Una invitación presentada en el comienzo del libro del Mormón, es una puerta
de entrada al espíritu que guía esta falsa doctrina:

Invitamos a toda persona, dondequiera que se encuentre, a leer el Libro de Mormón, a meditar en
su corazón el mensaje que contiene y luego a preguntar a Dios, el Padre Eterno, en el nombre de
Cristo, si el libro es verdadero. Quienes así lo hagan y pidan con fe lograrán un testimonio de la
veracidad y la divinidad del libro por el poder del Espíritu Santo. (Véase Moroni 10:3–5.)

Aquellos que obtengan este testimonio divino del Santo Espíritu también llegarán a saber, por el
mismo poder, que Jesucristo es el Salvador del mundo, que José Smith ha sido su revelador y
profeta en estos últimos días, y que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es el
reino del Señor que de nuevo se ha establecido sobre la tierra, en preparación para la segunda
venida del Mesías. (Libro del Mormón)

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1 Y AHORA yo, Moroni, escribo algo según me parezca bien; y escribo a mis hermanos los lamanitas; y quiero que sepan
que ya han pasado más de cuatrocientos veinte años desde que se dio la señal de la venida de Cristo. 2 Y sello estos anales,
después que os haya hablado unas palabras por vía de exhortación. 3 He aquí, quisiera exhortaros a que, cuando leáis
estas cosas, si Dios juzga prudente que las leáis, recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los
hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas, y que lo meditéis en vuestros
corazones. 4 Y cuando recibáis estas cosas, quisiera exhortaros a que preguntéis a Dios el Eterno Padre, en el nombre de
Cristo, si no son verdaderas estas cosas; y si pedís con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo,
él os manifestará la verdad de ellas por el poder del Espíritu Santo;
5 y por el poder del Espíritu Santo podréis conocer la verdad de todas las cosas. (Moroni 10.1-5).

Algo similar podemos apreciar en la edición de la Versión del Nuevo


Mundo de las Sagradas Escrituras, conocida como la biblia de los Testigos de Jehová.
Conforme al pensamiento de su Fundador Charles Russell a principios 1870, se
forma La sociedad de La Atalaya de Zion, como un movimiento cristiano con
influencia adventistas.
Su pensamiento giraba en torno a los tiempos escatológicos, impuso el
rechazo a las doctrinas cristianas de la trinidad, la inmortalidad del alma y el infierno
como lugar de tormento.
En 1917 a la muerte de C. T. Russell, le sucedió Joseph F. Rutherford,
conocido como el Juez Rutherford hasta 1943, para sostener sus doctrinas
comisionan a un grupo inexperto de traductores a realizar un versión de las
Escrituras, manipulando los textos.

Son importantes las fallas de la nueva versión.

Los traductores no tenían suficiente conocimiento de los manuscritos


bíblicos
La traducción distorsiona la deidad de Cristo en Juan 1:1; 8:58; Hebreos
1:8 y en otros pasajes para apoyar la doctrina de la Watchtower

Inserta al Nuevo Testamento el nombre de Dios “Jehová” sin el apoyo


del manuscrito

Mientras tanto, y paralelamente a esto, comienzan la edición de publicaciones


como el Atalaya y Despertad, que subsisten hasta hoy.

El emporio económico-financiero de la Watchtower, y su influencia en la


sociedad estadounidense al puesto a esta secta en lugares de poder. Su capital es
significativamente superior a la reserva se los bancos centrales de países
emergentes.

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