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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELA


EJE GEOPOLÍTICO REGIONAL CACIQUE MARA
PROGRAMA DE FORMACIÒN DE GRADO: ESTUDIOS JURIDICOS
UNIDAD CURRICULAR: LIDERAZGO PRODUCTIVO I
SECCION: LDP-SD-26A

MÓDULO N° II
SISTEMA ECONOMICO COMUNAL

Alumno.: Eglee Perez


C.I.: 12217849
Correo:
perezeglee02@gmail.com
INTRODUCCION

EL PRESENTE TRABAJO TIENE COMO METAS Y FINALIDAD, HACERNOS VER


COMO CIUDADANOS VENEZOLANOS PRESENTARON LOS PROYECTO SOCIO-
PRODUCTIVOS DE NUESTRO PAIS, CON MAYOR IMPACTO SOCIAL, SU FORMA DE
ORGANIZACIÓN Y EL MARCO DEL NUEVO MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA AL
IGUAL COMO LO SON SUS TERMINOLOGIAS DEL, NUEVO MODELO PRODUCTIVO,
ASI MISMO HABLA, DEL PROCESO POLITICO Y CONSTITUYENTE QUE SE TUVO
CON LA RUPTURA DEL AÑO 1999. A CONTINUACION VISUALIZARAN EL
CONTENIDO CON UN ANALISIS ESTRUCTURAL DE LO QUE HA VENIDO
SUCEDIENDO EN LOS ULTIMOS AÑOS HASTA NUESTROS DIAS DE GOBIERNO
REVOLUCIONARIO.
INDICE

1-> PROCESO POLITICO Y CONSTITUYENTE, RUPTURA DE 1999


2-> MODELO ECONOMICO CAPITALISTA, LIBERAL, BURGUES, Y EL MODELO
ECONOMICO PRODUCTIVO SOCIALISTA.
3-> TERMINOLOGIA BASICA ASOCIADA AL NUEVO MODELO PRODUCTIVO
SOCIALISTA.
4-> BASES LEGALES Y SOPORTE INSTITUCIONAL DEL SISTEMA ECONOMICO
COMUNAL Y EL MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA.
5-> FORMAS DE ORGANIZACIÓN EN EL MARCO DEL NUEVO MODELO
PRODUCTIVO SOCIALISTA.
6-> PROYECTOS SOCIO-PRODUCTIVOS Y LA NUEVA ECONOMIA COMUNAL.
7- ANALISIS ESTRUCTURAL PARCIAL DE LA LEY ORGANICA DEL SISTEMA
ECONOMICO COMUNAL.
DESARROLLO
1-> PROCESO POLITICO Y CONSTITUYENTE, RUPTURA DE 1999.

Conferencia dictada en el II Encuentro Iberoamericano de Academias de Ciencias


Morales y Políticas: “Desafíos de la Democracia en el siglo XXI: Fortalezas y
riesgos políticos, económicos, sociales, culturales e internacionales”, celebrado en
la ciudad de Buenos Aires, Argentina. 7 de junio de 2018.

Resumen: 

Exponemos la progresiva ruptura del orden constitucional en Venezuela


producida a partir de 1999, cuando un militar que había intentado llegar al poder
por vía de la fuerza, 1992, ganó las elecciones y cómo, desde las instituciones del
estado democrático y de derecho, acabaron con él para regir ahora una oprobiosa
dictadura, que pretende, sin éxito, tener fachada democrática.

 Desde 1999, con la llegada de Hugo Chávez al poder, se ha producido en


Venezuela el debilitamiento progresivo del estado de derecho y de la democracia.
Cuando el discurso iba dirigido al rescate y fortalecimiento del estado de derecho,
se desmontó paulatinamente y mutó a una dictadura, hoy censurada por casi toda
la humanidad.

El objetivo militar era, sin duda, terminar con los 40 años de vida civil y
[1]

democrática en Venezuela. Los 40 años más prósperos, pacíficos y de desarrollo


social, político y económico que ha tenido Venezuela en todo el siglo XX. Ese
mismo había sido el objetivo del fallido intento de golpe de estado, liderado por
Hugo Chávez Frías la madrugada del 4 de febrero de 1992.  

Ya en el poder, desde el 2 de febrero de 1999, la primera misión fue dibujar una


nueva historia, una nueva República.  Para ello se ha pretendido acomodar la
historia y borrar y confundir el pensamiento. Se viene a imponer un gobierno
militar y a someter a los civiles, con la consigna de que se representa a Bolívar y
su ideario

Para situar lo militar por encima de lo civil  era necesario, en primer lugar,
satanizar el Pacto de Punto Fijo, pacto de gobernabilidad y de  convivencia civil
para hacer frente común en la defensa del gobierno constitucional [2].  El acuerdo
político que sirvió para la aplicación práctica de la división de poderes y
alternabilidad política en su ejercicio, mediante el compromiso de los partidos
políticos de adecuar su acción y responsabilidad a los principios de defensa de la
constitucionalidad y del derecho a gobernar conforme al resultado electoral;
gobierno de unidad nacional como instrumento de lucha contra la tiranía; de
cooperación durante el proceso electoral y de colaboración durante el gobierno
constitucional electo[3].

Consecuencia fundamental del Pacto de Punto Fijo fue la aprobación de la


Constitución de 1961 y la sucesión ininterrumpida de 8 gobiernos
democráticamente. La Constitución nacida del Pacto de Punto Fijo permitió por
primera vez en la historia constitucional venezolana la sucesión ininterrumpida de 
presidentes en un lapso de casi 40 años, así como la posibilidad de que se juzgara
a un presidente en funciones, se designara a un presidente interino y se pusiera
en práctica el régimen de faltas absolutas en la presidencia, sin que se produjeran
rupturas en el orden constitucional[4].

La democracia quedó indefensa frente a sí misma, hasta convertirse en una


auténtica y vergonzosa dictadura: dictadura con Constitución, pero con derechos
civiles, sociales, económicos y políticos disminuidos, bloqueados y limitados;
dictadura con separación de poderes, pero todos ellos secuestrados en un único
pensamiento y propósito: mantenerse en el poder.

Dictadura con Asamblea Nacional, destinada, cuando la revolución tuvo la


mayoría, a dictar leyes antidemocráticas, restrictiva de los derechos, y a ceder sus
facultades de legislación al mesías, quien solo, sin deliberar ni consultar, tendría
mejor criterio para hacer la ley.

Dictadura con Asamblea Nacional, cuando en manos de la oposición, bloqueada


por la acción del gobierno y por el juez constitucional.

Dictadura con jueces constitucionales comprometidos políticamente y destinados


solo a garantizar la permanencia del gobierno, pero sin estado de derecho.

Dictadura con defensor del pueblo y Fiscal General, pero con perseguidos
políticos, torturados y asesinados por los órganos de seguridad del estado y por
grupos para militares creados y sostenidos por el estado.

Inicio de la ruptura del Estado de derecho: Proceso constituyente de


1999 y legislación antidemocrática

 
1.      Nueva Constitución

El primer año de gobierno del Presidente Chávez se utilizó, no para gobernar con
respeto de la separación de poderes y de los órganos constituidos, antes y por el
contrario el objetivo sería preparar las bases para crear el orden de cosas que le
permitirían, luego, tomar verdaderamente todo el poder. El uso del derecho a la
medida y servicio  de la revolución comenzó con Decreto No. 3 del 2 de febrero de
1999, dictado por el recién juramentado Presidente Chávez, por medio del cual
solicitó referendo popular para convocar  a una Asamblea Nacional Constituyente
(ANC) que tenía por finalidad  “transformar el Estado”, para “consolidar el Estado
de derecho” y crear una “base jurídica que permitiera la práctica de una
democracia social y participativa”[5].

 El 25 de abril de 1999 se convocó la ANC. El 25 de julio se eligieron sus


miembros  y  el 15 de agosto se instaló.

 Esa ANC que tenía por misión redactar un proyecto de constitución, no


aceptó, desde el principio,  someterse a derecho ni atender a límites. Desde el
primer momento mostró su verdadero talante. No respetó las reglas del derecho
existentes: Constitución y todo el bloque de legalidad.

La Corte Suprema de Justicia en Pleno, que ya comenzaba a cambiar su


perfil de actuación, por virtud de la renuncia de su Presidenta, a través de la
sentencia del 14 de octubre de 1999 [6], declaró que las actuaciones de la ANC
eran de carácter “supra constitucional”[7], que sus facultades eran “originarias,
ilimitadas e indivisibles”.

Eso permitió que la ANC, se atribuyera el poder de limitar o hacer cesar las
actividades de las autoridades que conformaban los órganos del Poder Público,
reorganizar o intervenir los poderes constituidos, en usurpación de las funciones
atribuidas al Congreso.

En efecto, la Presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Dra. Cecilia Sosa


Gómez, valioso miembro de nuestra Corporación Académica, renunció en fecha
24 de agosto de 1999 a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia,
denunciando la muerte de la independencia del poder judicial luego que la ANC
dictara, 14 de agosto de 1999, un decreto “supra-constitucional” de reorganización
del poder judicial.

Otras actuaciones en ejercicio de la “supra-constitucionalidad” fueron el Decreto


de Reorganización de todos los órganos del Poder Público del 13 de agosto de
1999, el Decreto de Regulación de las Funciones del Poder Legislativo del 25 de
agosto de 1999 y el Decreto de Suspensión de las Elecciones Municipales del 28
de agosto de 1999.

El 17 de noviembre de 1999 la Constitución fue finalmente aprobada por la ANC y


el 15 de diciembre sometida a la aprobación del pueblo, mediante referéndum.
Finalmente fue publicada la nueva Constitución el 30 de diciembre de 1999.

Ese  “Decreto del Régimen Transitorio” dispuso: la eliminación del Congreso y el


nombramiento de una Comisión Legislativa Nacional; la disolución de las
Asambleas Legislativas de los Estados y el nombramiento de Comisiones
Legislativas Estadales; el control de Alcaldías y Concejos Municipales; la
eliminación de la Corte Suprema de Justicia, la creación del Tribunal Supremo y
de sus Salas, la designación de los Magistrados y la creación de la Comisión de
Funcionamiento y Reestructuración del Poder Judicial; la designación de los
titulares de los órganos del Poder Ciudadano; la designación de los miembros del
Consejo Nacional Electoral[8].

El 24 de marzo del año 2000 se publicó nuevamente la Constitución en la Gaceta


Oficial No. 5.453 extraordinario “por error material del ente emisor”. Nunca se dio
cuenta de cómo ni quiénes cambiaron 182 artículos y13 disposiciones transitorias.
Es decir, el texto finalmente en vigencia era distinto al aprobado por la ANC y por
el pueblo mediante referéndum.

2-> MODELO ECONOMICO CAPITALISTA, LIBERAL, BURGUES, Y EL


MODELO ECONOMICO PRODUCTIVO SOCIALISTA.

Capitalismo
Sistema económico en el que los individuos privados y
las empresas de negocios llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes y
servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los precios y
los mercados. Aunque tiene sus orígenes en la antigüedad, el desarrollo del
capitalismo es un fenómeno europeo; fue evolucionando en distintas etapas, hasta
considerarse establecido en la segunda mitad del siglo XIX. Desde Europa, y
en concreto desde Inglaterra, el sistema capitalista se fue extendiendo a todo el
mundo, siendo el sistema socioeconómico casi exclusivo en el ámbito mundial
hasta el estallido de la I Guerra Mundial, tras la cual se estableció un nuevo
sistema socioeconómico, el comunismo, que se convirtió en el opuesto al
capitalista.
El término capitalismo fue acuñado a mediados del siglo XIX por el economista
alemán Karl Marx. Otras expresiones sinónimas de capitalismo son sistema de
libre empresa y economía de mercado, que se utilizan para referirse a
aquellos sistemas socioeconómicos no comunistas. Algunas veces se utiliza el
término economía mixta para describir el sistema capitalista con intervención
del sector público que predomina en casi todas las economías de los países
industrializados.
Se puede decir que, de existir un fundador del sistema capitalista, éste es el
filósofo escocés Adam Smith, que fue el primero en describir
los principios económicos básicos que definen al capitalismo. En su obra
clásica Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las
naciones (1776), Smith intentó demostrar que era posible buscar la
ganancia personal de forma que no sólo se pudiera alcanzar el objetivo individual
sino también la mejora de la sociedad. Los intereses sociales radican en lograr el
máximo nivel de producción de los bienes que la gente desea poseer. Con una
frase que se ha hecho famosa, Smith decía que la combinación
del interés personal, la propiedad y la competencia entre vendedores en el
mercado llevaría a los productores, "gracias a una mano invisible", a alcanzar un
objetivo que no habían buscado de manera consciente: el bienestar de la
sociedad.

ORIGENES
Tanto los mercaderes como el comercio existen desde que existe la civilización,
pero el capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en
Europa sustituyendo al feudalismo. Según Adam Smith, los seres humanos
siempre han tenido una fuerte tendencia a "realizar trueques, cambios e
intercambios de unas cosas por otras". Este impulso natural hacia el comercio y el
intercambio fue acentuado y fomentado por las Cruzadas que se organizaron en
Europa occidental desde el siglo XI hasta el siglo XIII. Las grandes travesías y
expediciones de los siglos XV y XVI reforzaron estas tendencias y fomentaron el
comercio, sobre todo tras el descubrimiento del Nuevo Mundo y la entrada en
Europa de ingentes cantidades de metales preciosos provenientes de aquellas
tierras. El orden económico resultante de estos acontecimientos fue un sistema en
el que predominaba lo comercial o mercantil, es decir, cuyo objetivo principal
consistía en intercambiar bienes y no en producirlos. La importancia de la
producción no se hizo patente hasta la Revolución industrial que tuvo lugar en el
siglo XIX.
El camino hacia el capitalismo a partir del siglo XIII fue allanado gracias a
la filosofía del renacimiento y de la Reforma. Estos movimientos cambiaron de
forma drástica la sociedad, facilitando la aparición de los modernos Estados
nacionales que proporcionaron las condiciones necesarias para el crecimiento y
desarrollo del capitalismo.
MERCANTILISMO
Desde el siglo XV hasta el siglo XVIII, cuando aparecieron los modernos Estados
nacionales, el capitalismo no sólo tenía una faceta comercial, sino que también dio
lugar a una nueva forma de comerciar, denominada mercantilismo. Esta línea
de pensamiento económico, este nuevo capitalismo, alcanzó su máximo desarrollo
en Inglaterra y Francia.
El sistema mercantilista se basaba en la propiedad privada y en la utilización de
los mercados como forma de organizar la actividad económica. A diferencia del
capitalismo de Adam Smith, el objetivo fundamental del mercantilismo consistía en
maximizar el interés del Estado soberano, y no el de los propietarios de los
recursos económicos fortaleciendo así la estructura del naciente Estado nacional.
Con este fin, el gobierno ejercía un control de la producción, del comercio y del
consumo.
La principal característica del mercantilismo era la preocupación por acumular
riqueza nacional, materializándose ésta en las reservas de oro y plata que tuviera
un Estado. Dado que los países no tenían grandes reservas naturales de
estos metales preciosos, la única forma de acumularlos era a través del comercio.
Esto suponía favorecer una balanza comercial positiva o, lo que es lo mismo, que
las exportaciones superaran en volumen y valor a las importaciones, ya que los
pagos internacionales se realizaban con oro y plata. Los Estados mercantilistas
intentaban mantener salarios bajos para desincentivar las importaciones, fomentar
las exportaciones y aumentar la entrada de oro.
Más tarde, algunos teóricos de la economía como David Hume comprendieron que
la riqueza de una nación no se asentaba en la cantidad de metales preciosos que
tuviese almacenada, sino en su capacidad productiva. Se dieron cuenta que la
entrada de oro y plata elevaría el nivel de actividad económica, lo que permitiría a
los Estados aumentar su recaudación impositiva, pero también supondría un
aumento del dinero en circulación, y por tanto mayor inflación, lo que reduciría su
capacidad exportadora y haría más baratas las importaciones por lo que, al final
del proceso, saldrían metales preciosos del país.
Sin embargo, pocos gobiernos mercantilistas comprendieron la importancia de
este mecanismo.
Inicios del capitalismo moderno
Dos acontecimientos propiciaron la aparición del capitalismo moderno; los dos se
produjeron durante la segunda mitad del siglo XVIII. El primero fue la aparición en
Francia de los fisiócratas desde mediados de este siglo; el segundo fue la
publicación de las ideas de Adam Smith sobre la teoría y práctica del
mercantilismo.
Los fisiócratas
El término fisiocracia se aplica a una escuela de pensamiento económico que
sugería que en economía existía un orden natural que no requiere la intervención
del Estado para mejorar las condiciones de vida de las personas. La figura más
destacada de la fisiocracia fue el economista francés François Quesnay, que
definió los principios básicos de esta escuela de pensamiento en Le Tablea
économique (1758), un diagrama en el que explicaba los flujos de dinero y de
bienes que constituyen el núcleo básico de una economía. Simplificando, los
fisiócratas pensaban que estos flujos eran circulares y se retroalimentaban. Sin
embargo la idea más importante de los fisiócratas era su división de la sociedad
en tres clases: una clase productiva formada por los agricultores, los pescadores y
los mineros, que constituían el 50% de la población; la clase propietaria, o clase
estéril, formada por los terratenientes, que representaban la cuarta parte, y los
artesanos, que constituían el resto.
La doctrina de Adam Smith
Las ideas de Adam Smith no sólo fueron un tratado sistemático de economía;
fueron un ataque frontal a la doctrina mercantilista. Al igual que los fisiócratas,
Smith intentaba demostrar la existencia de un orden económico natural, que
funcionaría con más eficacia cuanto menos interviniese el Estado. Sin embargo, a
diferencia de aquéllos, Smith no pensaba que la industria no fuera productiva, o
que el sector agrícola era el único capaz de crear un excedente económico; por el
contrario, consideraba que la división del trabajo y la ampliación de los mercados
abrían posibilidades ilimitadas para que la sociedad aumentara su riqueza y su
bienestar mediante la producción especializada y el comercio entre las naciones.
Así pues, tanto los fisiócratas como Smith ayudaron a extender las ideas de que
los poderes económicos de los Estados debían ser reducidos y de que existía un
orden natural aplicable a la economía. Sin embargo fue Smith más que los
fisiócratas, quien abrió el camino de la industrialización y de la aparición del
capitalismo moderno en el siglo XIX.
La industrialización
Las ideas de Smith y de los fisiócratas crearon la base ideológica e intelectual que
favoreció el inicio de la Revolución industrial, término que sintetiza las
transformaciones económicas y sociales que se produjeron durante el siglo XIX.
Se considera que el origen de estos cambios se produjo a finales del siglo XVIII en
Gran Bretaña.
La característica fundamental del proceso de industrialización fue
la introducción de la mecánica y de las máquinas de vapor para reemplazar la
tracción animal y humana en la producción de bienes y servicios; esta
mecanización del proceso productivo supuso una serie de cambios
fundamentales: el proceso de producción se fue especializando y concentrando en
grandes centros denominados fábricas; los artesanos y las pequeñas tiendas del
siglo XVIII no desaparecieron pero fueron relegados como actividades marginales;
surgió una nueva clase trabajadora que no era propietaria de los medios de
producción por lo que ofrecían trabajo a cambio de un salario monetario; la
aplicación de máquinas de vapor al proceso productivo provocó un espectacular
aumento de la producción con menos costes. La consecuencia última fue el
aumento del nivel de vida en todos los países en los que se produjo este proceso
a lo largo del siglo XIX.

El desarrollo del capitalismo industrial tuvo importantes costes sociales. Al


principio, la industrialización se caracterizó por las inhumanas condiciones de
trabajo de la clase trabajadora. La explotación infantil, las jornadas laborales de 16
y 18 horas, y la insalubridad y peligrosidad de las fábricas eran circunstancias
comunes. Estas condiciones llevaron a que surgieran numerosos críticos del
sistema que defendían distintos sistemas de propiedad comunitaria o socializada;
son los llamados socialistas utópicos. Sin embargo, el primero en desarrollar una
teoría coherente fue Karl Marx, que pasó la mayor parte de su vida en Inglaterra,
país precursor del proceso de industrialización, y autor de Das Capital (El
capital, 3 volúmenes, 1867-1894). La obra de Marx, base intelectual de los
sistemas comunistas que predominaron en la antigua Unión Soviética, atacaba el
principio fundamental del capitalismo: la propiedad privada de los medios de
producción. Marx pensaba que la tierra y el capital debían pertenecer a
la comunidad y que los productos del sistema debían distribuirse en función de las
distintas necesidades.
Con el capitalismo aparecieron los ciclos económicos: periodos de expansión y
prosperidad seguidos de recesiones y depresiones económicas que se
caracterizan por la discriminación de la actividad productiva y el aumento
del desempleo. Los economistas clásicos que siguieron las ideas de Adam Smith
no podían explicar estos altibajos de la actividad económica y consideraban que
era el precio inevitable que había que pagar por el progreso que permitía el
desarrollo capitalista. Las críticas marxistas y las frecuentes depresiones
económicas que se sucedían en los principales países capitalistas ayudaron a la
creación de movimientos.

3-> TERMINOLOGIA BASICA ASOCIADA AL NUEVO MODELO PRODUCTIVO


SOCIALISTA.

Marco conceptual que fundamenta el nuevo modelo productivo socialista


1.- La emergencia de lo comunal.
En la actual coyuntura histórica el proceso de construcción de comunas se
inscribe en el marco de un conjunto de finalidades definidas en la Ley
Orgánica de Comunas, donde   se establece:
“Artículo 7. La comuna tendrá como finalidad:
1. Desarrollar y consolidar el Estado Comunal como expresión del Poder
Popular y soporte para la construcción de la sociedad socialista.
2. Conformar el autogobierno para el ejercicio directo de funciones en la
formulación, ejecución y control de la gestión pública.
4. Impulsar el desarrollo y consolidación de la propiedad social.”
Aquí se definen las características básicas de la comuna:
-- Desarrollo y consolidación del estado comunal
-- Forma de autogobierno, concretando el Art 62 de CRBV, que plantea la
integración de las funciones de formulación, ejecución y evaluación de políticas
públicas en manos de los ciudadanos.
-- Desarrollo y consolidación de las nuevas formas de propiedad que apuntan
hacia el patrimonio colectivo.
La propuesta comunal tiene un alcance estratégico que redefine la división
político-territorial del estado que hemos heredado, planteando una nueva
geometría del poder.
Este espacio socio-histórico es definido de esta manera en el Art 8, numeral  8
de la Ley  Orgánica del Poder Popular:
“…La célula fundamental de conformación del Estado Comunal es la
Comuna.”
En la transición al socialismo, hay que desarrollar esta estructura celular del nuevo
estado en construcción, teniendo todas las políticas públicas esta focalización
político-territorial contemplada por Ley, es decir, es de obligatorio cumplimiento.
2.- La relevancia de la educación y el trabajo liberador: articulación saber-
trabajo
Todo proceso de cambio que posea como objetivo superar el régimen de
producción capitalista, tiene obligatoriamente planteado transformar las relaciones
de producción que le son inherentes al capitalismo: formas de apropiación del
producto, relaciones mercantiles y división social del trabajo.
Confrontando esta última relación de producción capitalista, en el Art 12 de la Ley
Orgánica del Sistema Económico Comunal, se  establece una clara referencia a
la propiedad social como base  del  modelo productivo socialista y la eliminación
de la división social del trabajo:
“Modelo productivo socialista: Modelo de producción basado en la
propiedad social, orientado hacia la eliminación de la división del trabajo del
modelo capitalista”.
Este planteamiento está definido de igual manera en el Plan Nacional Simón
Bolívar:
“Enfoque 4
…La producción en la búsqueda de lograr trabajo con significado se
orientará hacia la eliminación de la división social del trabajo, de su
estructura jerárquica actual  y a la eliminación de la disyuntiva entre
satisfacción de necesidad y producción de riqueza.
El modelo productivo responderá primordialmente a las necesidades
humanas y estará menos subordinada a la reproducción del capital…”

Aquí se formulan algunos rasgos de este modelo, el cual apenas está naciendo:
* El trabajo con significado se vincula al combate de la división social del trabajo
capitalista, es decir, se trata del “trabajo liberador”

A.- La agricultura que heredamos y  sus distorsiones


En nuestros campos es relativamente fácil establecer cuáles son sus principales
limitaciones como producto de las insuficiencias estructurales derivadas del
modelo de acumulación capitalista que venimos criticando.
La valorización del capital, la búsqueda de la máxima ganancia en el agro negocio,
ha conducido a un deterioro progresivo del campo, con un impacto específico que
se refleja en los siguientes tópicos:
       Semillas con problemas de calidad y de adaptación a las condiciones del
suelo y a la adversidad del clima.
       Fallas en el control de insectos y enfermedades.
       Inexistencia de sistemas de riego adecuado.
       Alta erosión y pérdida de fertilidad del suelo.
       Limitaciones en la transferencia, adaptación e innovación tecnológica.
       Monocultivo e importación indiscriminada.
       Aplicación de tecnologías inadecuadas, abuso en el empleo de
agroquímicos que dañan el ambiente.
       Monopolio de las aguas y concentración de la propiedad en los suelos
más fértiles y productivos.
       Roscas  en los canales de procesamiento y comercialización de la
producción agrícola.
       Alto nivel de desocupación y pobreza crítica.
       Envilecimiento de los precios. Los pequeños productores o conuqueros
venden muy barato a los diversos Intermediarios, pero al final de la cadena
de intermediación el valor  de los productos agrícolas resulta caros.
       No existen centros de acopio ni cadena de frío que le sirvan a la mayoría
de los productores. Por ello, estos son cuellos de botellas para construir
nuevas cadenas de distribución y comercialización.
 
Resolver estos cuellos de botellas o insuficiencias estructurales que heredamos
de la IV República, implica promover otro enfoque  sobre  desarrollo agrario
sustentable en una perspectiva no capitalista, implica impulsar otra política en el
campo, tal como lo hemos venido promoviendo en el PTMS:
       Confrontación con las relaciones de producción capitalistas: apropiación
privada del excedente, relaciones mercantiles, división social del trabajo.
       Superación del agro negocio que convierte los alimentos en mercancías,
como dijimos anteriormente, en las nuevas asociaciones productivas  hay 
que producir bajo  la tutela de los valores de uso y no de los valores de
cambio, producir para satisfacer necesidades colectivas y no para lucrarse
a costilla del hambre de los demás. En el proceso de transición impulsar las
nuevas relaciones de producción en el campo rumbo al socialismo.
       Desarrollo de la “Ciencia con Conciencia, Tecnología con Pertinencia”,
basado en el dialogo de saberes, con los aportes del conocimiento
ancestral, tradicional, artesanal.
       Agricultura en pequeña escala en rubros tradicionales (hortalizas,
condimentos, caraota, maíz, yuca, carne y leche).
       Énfasis en sectores campesinos  conuqueros y pequeños productores
(entre 0.5 y 4 hectáreas)
       Concepción de redes productivas: producción, procesamiento-
distribución y consumo.
Esta promoción y desarrollo de la agricultura sustentable como base estratégica
del desarrollo rural integral, tiene como propósito básico  garantizar la seguridad  y
soberanía alimentaria de la población a través de una alimentación sana, segura y
soberana.

Desde el punto de vista territorial, se trata de promover la descentralización


desconcentrada de la población nacional, impulsando Comunas donde se
constituyen una diversidad de asociaciones productivas, como actividad
económico–social, político–cultural que incremente la ocupación de la superficie
nacional, a través del incremento de los recursos de apoyo a la producción, en
particular los agro soportes físicos (infraestructura de riego, vialidad rural,
almacenamiento, refrigeración y
B.- La agroecología política como base de la agricultura sustentable
Partiendo de las premisas del modelo productivo socialista fundamentado en  la
economía comunal y en  lo endógeno-sustentable, suscribimos un tipo de enfoque
sobre la  agroecología política que vincula la “armonía y el equilibrio con la
naturaleza” a las relaciones de producción,  la correlación de fuerzas entre
actores oponentes,  los contextos socio-históricos específicos y a
determinados valores culturales, donde se incluye el gusto y la
Gastronomía. Queremos indicar con ello que los principios agroecológicos no
están al margen de la producción, distribución y consumo de los bienes
alimentarios. De la misma forma no están separados de determinados conflictos
entre sujetos sociales que pugnan por el reparto de esos bienes (clases sociales,
naciones, etnias, géneros). Y finalmente, tal conflicto de interés no está en
territorios sino que ocurre en un lugar, en un determinado contexto: zonas
templadas, trópico, valles, cordilleras, costa. Con todo esto queremos enfatizar
que en nuestra sociedad, los “ecosistemas” están condicionados no solo por
aspectos “naturales”, sino que en el régimen de producción capitalista la
valorización o extorsión del trabajo, la acumulación y reproducción del   capital,
definen la relación con la naturaleza. Por ello, el comportamiento de la tasa de
ganancia  determina las prioridades de la inversión y el consumo. Por ejemplo, si
la tasa de ganancia es más baja en la agricultura que en la intermediación
bancaria, el flujo de capital se dirigirá a aprovecharse de la tasa de interés. Igual
ocurre con los rubros banderas, las técnicas y la aplicación de la ciencia, la
imposición de determinados patrones de consumo. Para la lógica del capital poco
importa la preservación del ambiente o la salud pública. Esta precisión teórico-
ideológica nos permite conjurar los peligros del dogmatismo y del reduccionismo,
sea de tipo ecologista o cuentista como la asume la tecnocracia en el campo.
En este caso, planteamos vincular los cambios en las relaciones de producción
capitalista con las transformaciones de la agricultura agro tóxica como un proceso
de transición que no se decreta si no que se construye.
En tal sentido, coincidimos con Altere que define la transición signada por   
pilares,  fases y procesos, considerando que para superar el enfoque y las
prácticas convencionales bajo el dominio del agro tóxico,  hay que orientarse por
los siguientes criterios:
1. Eliminación progresiva de insumos agroquímicos   a través de estrategias
de manejo integrado de plagas, malezas, suelos, etc.
2. Sustitución de insumos sintéticos por otros alternativos u orgánicos.
3. Rediseño de los agro ecosistemas con una infraestructura diversificada y
funcional
En el PTMS hemos venido promoviendo una serie de políticas que apuntan en ese
sentido:

 Recuperación y preservación de la biodiversidad.


 Manejo integral de suelo y agua.
 Manejo Integrado de los cultivos.
 Recuperación de variedades de semillas locales  y construcción de
semilleros comunitarios.
 Empleo de abonos orgánicos y biofertilizantes.
 Reciclaje de nutrientes.
 Manejo ecológico de insectos y enfermedades.
 Crianza apropiada
 Tecnologías socialmente apropiables y ecológicamente apropiadas

C.- El Desarrollo Predial Agroecológico (DPA) y la estrategia de Punto y


Círculo.
 En el marco de la agroecología política, hemos venido impulsando
propuestas teórico-prácticas que establecen diferencias notables con la
agroecología tradicional. En tal sentido, hemos venido conceptuando dicho
proceso como desarrollo predial agroecológico, con algunos rasgos
distintivos que marcan las diferencias:
 1.- El Desarrollo Predial Agroecológico, no es una receta, sino un proceso
continuo y progresivo que funciona bajo los principios de: sinergia,
integralidad, complementariedad, resiliencia,   reciclaje y reutilización.

4-> BASES LEGALES Y SOPORTE INSTITUCIONAL DEL SISTEMA


ECONOMICO COMUNAL Y EL MODELO PRODUCTIVO SOCIALISTA.

El sistema económico comunal: Base del nuevo modelo productivo

socialista

Con la aprobación por parte de la Asamblea Nacional del conjunto de leyes


orgánicas del poder popular el 14 de diciembre de 2010, entre ellas la del Sistema
Económico Comunal, y más recientemente la de su primer reglamento parcial, se
abre la posibilidad, no solo para pensar en una economía alternativa al modelo
capitalista rentístico petrolero, sino para construir la economía comunal desde lo
concreto. Desde el inicio de la revolución, la transformación del modelo productivo
fue y es motivo de múltiples reflexiones y debates acerca de cuál debe ser el
rumbo económico del país. Lo que distingue a éste momento político de las
situaciones anteriores es que ya tenemos más claro el rumbo del proceso
revolucionario en cuanto a consolidar la base material para configurar la vía
venezolana hacia la construcción del socialismo.
Decimos que se abre una gran posibilidad porque consideramos que ambos
instrumentos proponen un marco jurídico alternativo al actual, que si bien fue
objeto de múltiples experimentos con la intención de superarlo, se convirtió
siempre en un obstáculo para el fortalecimiento de cualquier iniciativa contraria a
la lógica capitalista. Nos referimos concretamente al Código de Comercio
Venezolano, por cierto, redactado en 1904 por un tal Nicomedes Zuloaga, abuelo
del especulador actual, y luego reformado en 1955. Esta dificultad, nos llevó en un
principio a sobrestimar a las cooperativas, considerándolas como el sujeto
principal para la transformación del modelo productivo. La evidencia empírica
demostró los límites de éstas pequeñas unidades de producción socializada
cuando se desenvuelven en un contexto capitalista, pues en este orden de ideas
terminan desapareciendo, cuando prevalecen los intereses de los trabajadores, o
asumiendo las leyes económicas de la competencia, cuando se convierten en una
empresa capitalista más, como ya lo señalara la compañera Rosa Luxemburgo
como parte de sus críticas sobre la democracia económica en su libro Reforma o
Revolución.
Una vez dicho lo anterior vale la pena hacer la siguiente reflexión sobre los
principios que motivan el impulso del sistema económico comunal. No se trata
solamente de un plan para que los trabajadores participen en la distribución de la
riqueza social, de la falsa ilusión de convertir a los pobres en ricos.
Es así como en oposición a la propiedad privada se propone la propiedad social
comunal, que por su especificidad en cuanto al carácter social de la propiedad, se
diferencia como forma de apropiación de lo material de otro tipo de asociaciones
para la producción, como por ejemplo las cooperativas, donde la propiedad sobre
medios y factores de producción es colectiva, pero ejercida y por tanto dirigida al
beneficio de un grupo determinado de personas y no al de la comunidad y el
colectivo nacional. En el Sistema económico comunal, la propiedad tiene un
carácter social, y por tanto está dirigida al beneficio de la comunidad, quien la
ejerce a partir del resultado de una relación social de articulación entre la
asamblea de los productores y productoras y la asamblea de ciudadanos y
ciudadanas como expresión de las comunidades organizadas en ejercicio de su
soberanía y el Poder Popular. La propiedad social tiene un ámbito o domicilio,
pero esto no implica en sí mismo una limitación geográfica de sus actividades
económicas. Este ámbito lo determina el territorio del Poder Popular bajo la lógica
de la nueva geometría del poder. Al hablar de sistema económico comunal no
hacemos referencia a la economía de lo pequeño o de la subsistencia, si bien
tiene una base territorial que está determinada por la relación política y social que
establecen los productores con la comunidad y su respectiva instancia del Poder
Popular, sea ésta la del consejo comunal, la comuna en construcción, u otra, no se
trata exactamente de una economía limitada a las dimensiones geográficas de la
comunidad y mucho menos a una escala de producción local. La evidencia
empírica demuestra más bien que las organizaciones socio productivo que vienen
naciendo en el marco del Sistema Económico Comunal, no son solo productivas
en el estricto sentido del término, sino que además su escala de producción se
acrecienta constantemente y arrojan excedentes en una escala que les permite
ser autosustentables.
Un punto de vital importancia para el desarrollo del Sistema Económico Comunal
es identificar que las organizaciones socio productivas bajo formas de propiedad
social comunal son en su concepción espacios para superar las viejas prácticas
propias del modelo capitalista, por tanto,  son incompatibles con la desregulación
laboral, la tercerización de la clase trabajadora, el lucro individual, la jerarquización
del trabajo, la división entre trabajo manual y trabajo intelectual, el afán por
acumular riqueza, la especulación de precios, la usura, el acaparamiento, el
burocratismo y la corrupción. Al contrario, como expresión de la conciencia del
deber social y como compromiso de su servicio en favor del pueblo, los
productores y productoras, realizan trabajo comunitario y participan en acciones
de trabajo voluntario, contribuyendo al desarrollo socialista comunal, de manera
organizada, coordinada y colectiva.

I. FUNDAMENTOS DEL SISTEMA ECONÓMICO COMUNAL VINCULADO AL


SOCIALISMO Y AL MODELO DE PRODUCCIÓN SOCIALISTA

En el marco de las leyes relativas al Poder Popular y al Estado Comunal dictadas


en Venezuela en diciembre de 2010, mediante las cuales se ha impuesto al país
un sistema socialista, por el cual nadie ha votado y al contrario ha sido rechazado
popularmente,1 se ha sancionado una Ley Orgánica del Sistema Económico
Comunal (LOSEC),

2 En la cual se ha establecido un Sistema Económico Comunal (SEC), concebido


tal como se lo define en el artículo 2, como: “el conjunto de relaciones sociales de
producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como
de saberes y conocimientos, desarrolladas por las instancias del Poder Popular, el
Poder Público o por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones socio
productivas bajo formas de propiedad social comunal.” Se trata, por tanto, de un
sistema económico que se desarrolla exclusivamente “a través de organizaciones
socio productivas bajo formas de propiedad social comunal” que conforme a la Ley
son solamente las empresas del Estado Comunal creadas por las instancias del
Poder Público, las empresas públicas creadas por los órganos que ejercen del
Poder Público, las unidades productivas familiares o los grupos de trueque, donde
está excluida toda iniciativa privada y la propiedad privada de los medios de
producción y comercialización de bienes y servicios.

Es en consecuencia, un sistema económico socialista que se pretende implantar


mediante ley, violentando completamente el sistema de economía mixta que
garantiza la Constitución donde se establece, al contrario, como uno de los
principios fundamentales del sistema constitucional, por una parte, la libertad
económica (art. 112), es decir el derecho de todas las personas de poder
dedicarse libremente a la actividad económica de su preferencia, sin más
limitaciones que las previstas en la Constitución y las que establezcan las leyes,
por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del ambiente u
otras de interés social, a cuyo efecto, el Estado está obligado a promover “la
iniciativa privada, garantizando la creación y justa distribución de la riqueza, así
como la producción de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la
población, la libertad de trabajo, empresa, comercio, industria, sin perjuicio de su
facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economía e
impulsar el desarrollo integral del país;” .y por la otra el derecho de propiedad
privada (art. 115), al limitarse la materialmente sólo sobre los bienes de uso, es
decir, aquellos que una persona utiliza, sobre los bienes de consumo, que no son
otros que los bienes fungibles, y sobre los medios de producción estrictamente
familiar.

En la LOSEC se regula, por tanto, un sistema económico que cambia la estructura


el Estado y cuya aprobación solo podría ser posible a través de la convocatoria de
una Asamblea Constituyente (ni siquiera mediante reforma o enmienda
constitucional), de un sistema de economía mixta a un

1 El rechazo popular se efectuó mediante el referendo de diciembre de 2007 el el


cual se rechazó la reforma constitucional en la cual se proponía su creación; y en
las elecciones parlamentarias de septiembre de 2010, en la cual el pueblo
mayoritariamente voló contra el Presidente y sus políticas socialistas. 2 Véase en
Gaceta Oficial Nº 6.011 Extraordinario del 21 de diciembre de 2010

5-> FORMAS DE ORGANIZACIÓN EN EL MARCO DEL NUEVO MODELO


PRODUCTIVO SOCIALISTA.

En Venezuela, nuevas y diversas formas de organizaciones de economía social y


solidaria (OES) han venido creciendo y diversificándose desde la aprobación de la
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela (CNRBV), en el
año 2000, al inicio de la gestión gubernamental presidida por Hugo Chávez Frías,
y continúa extendiéndose en el presente, durante la gestión gubernamental del
presidente Nicolás Maduro, mediante un conjunto de políticas públicas y diversos
programas e instituciones. La promoción de las OES se relaciona y forma parte de
más amplios lineamientos de políticas públicas dirigidos hacia la búsqueda de la
inclusión social como vía para reducir la pobreza, mejorar la calidad de vida,
incrementar la suprema felicidad social y construir un modelo de desarrollo
alternativo que brinde efectivo acceso a los satisfactores de necesidades para la
mayoría de la población. Los resultados fueron exitosos en cuanto a la masiva
creación de organizaciones, pero ya es tiempo de revisar el encargo social de las
OES y los programas de promoción desde el Estado, lo cual resumió el entonces
presidente Chávez en 2012 con su lapidaria frase: “¡Eficiencia o nada, Comuna
o nada!”.

Las políticas públicas a través de las cuales se ha realizado la promoción y


acompañamiento a las OES están fundamentadas en la misma CNRBV, en cuanto
a la participación ciudadana, que es un eje transversal y puede ocurrir tanto en lo
político como en lo económico para la creación de riqueza social; es un modo de
ejercer la ciudadanía, de lo cual deriva el compromiso estatal de proteger a las
OES como espacio para el ejercicio de la participación ciudadana protagónica
corresponsable (artículo 70 de la CNRBV). Particularmente se reconoce el
derecho de los trabajadores a desarrollar “cooperativas, cajas de ahorro, mutuales
y otras formas asociativas para mejorar la economía popular y alternativa” (artículo
118 de la CNRBV). Todas forman parte de los tres Planes de la Nación que han
existido en el período desde 2001 hasta 2019.

En el Primer Plan de la Nación (2001-2007) se les asignaron funciones a las


cooperativas en cada una de las dimensiones componentes, llamados los
equilibrios del Plan de la Nación. En este plan fueron las cooperativas la forma
organizativa fundamental para lograr los objetivos del plan en lo relacionado a la
participación ciudadana para construir una economía productiva, competitiva, con
calidad de exportación, socialmente incluyente, y defender la Revolución
Bolivariana. Este aspecto es resaltante luego del sabotaje y paro de la industria
petrolera y el intento de golpe de Estado contra el presidente Chávez. Las
cooperativas, en el equilibrio económico, eran percibidas como instrumento
fundamental para desarrollar la economía productiva. Para alcanzar este objetivo,
el plan consideró seis sus objetivos específicos, uno de los cuales consistía en
“desarrollar la economía social”. A su vez, para desarrollar la economía social en
el equilibrio económico, se contemplaban tres lineamientos principales. Estos
eran: fortalecer la microempresa y las cooperativas; organizar el sistema de micro
finanzas, y democratizar la propiedad de la tierra. En este plan se alcanzó el más
alto grado de elevación del perfil de las cooperativas como empresas de economía
social. Sin embargo, estudios empíricos en ese período encontraron la existencia
de diversas representaciones sociales sobre las cooperativas, extendidas entre
actores y en amplias regiones del país, las cuales pudieron afectar negativamente
los diseños, la ejecución y los resultados de los programas de educación
cooperativa realizados en el período, cuyas consecuencias aún se sienten en el
presente.

En el Segundo Plan de la Nación (2007-2013), autodenominado como el Primer


Plan Socialista y también como Plan Simón Bolívar, se le confirió trato preferente a
las formas de OES vinculadas a la Ley de Economía Popular, las cuales fueron
pronto abandonadas y en su lugar se les otorgó preferencia y protagonismo a las
formas de OES incluidas en la Ley del Sistema Económico Comunal rumbo al
Socialismo del Siglo XXI.

En el Tercer Plan de la Nación (2013-2019), autodenominado también El Plan


de la Patria, en lugar de las cooperativas y otras formas clásicas de la economía
social, ahora se les confiere protagonismo y se les asignan recursos cuantiosos a
otras formas de OES comprendidas dentro de las llamadas Leyes para el Sistema
Económico Comunal. Este Plan 2013-2019, escrito por el mismo Hugo Chávez
como su propuesta de gobierno como candidato a la reelección presidencial,
contiene afirmaciones y metas cuantificadas precisas para las nuevas formas de
OES de tipo comunal, las cuales incluyen las siguientes: “La conformación de
3.000 Comunas Socialistas, considerando un crecimiento anual aproximado de
450 Comunas, de acuerdo a las características demográficas de los ejes de
desarrollo territorial. Estas Comunas agruparán 39.000 Consejos Comunales
donde harán vida 4.680.000 familias, lo que representa 21.060.000 ciudadanos.
Es decir que alrededor del 68% de los venezolanos del año 2019 (30.550.479
personas) vivirán en subsistemas de agregación de Comunas”. Para lo cual se
establece la meta de “conformar 3.000 Bancos de la Comuna que servirán para
consolidar la nueva arquitectura financiera del Poder Popular y promover la
conformación de 3.000 Consejos de Economía Comunal en Comunas de 43.000
Comités de Economía Comunal”.

En el año 2013, en medio de una fuerte escasez de cifras confiables sobre la


cuantía y el desempeño de las OES, se hacía difícil saber cuántas OES estaban
activas, por lo que se organizó un censo de organizaciones comunales en 2014,
cuyos resultados merecen presentarse en un documento separado. Se estimaba
que existían 632 Comunas en construcción y oficialmente se afirmó que “44.410
Consejos Comunales hacen vida en todos los Estados y municipios del país, como
parte de las políticas del gobierno bolivariano destinadas al empoderamiento del
pueblo”.

En relación a las OES creadas y estimuladas en el marco de programas del


Estado para la economía social, tales como las Misiones, se han generado
polémicas por cuanto se ha señalado que la independencia y autonomía son
principios fundamentales de las cooperativas y OES afines, que a veces no se
reconocen o se ven minimizadas desde la acción del Estado en sus programas de
promoción de las OES. Así se han señalado casos en los cuales las OES creadas
no parecen organizaciones socioeconómicas autónomas de los ciudadanos sino
organismos ejecutores de políticas públicas y seguidores de consignas del partido
de gobierno.

Los Consejos Comunales y las OES del Sistema Económico Comunal podrían ser
incluidos dentro de la definición de economía social si cumplen con los principios
propios de estas organizaciones autónomas de la comunidad, especialmente con
los principios definidos en la misma Ley de Asociaciones Cooperativas. Sin
embargo, las prácticas paternalistas por parte del Estado, la falta de reglamentos
de las Leyes Comunales, la deficiente capacitación de las personas participando
en las instancias de gestión de los Consejos Comunales y el cortoplacismo en las
acciones por parte de las instituciones de apoyo a la economía comunal
constituyen una limitación y en algunos casos hasta amenazan el desarrollo
exitoso de los Consejos Comunales y el Poder Popular.

Las Cooperativas y las Cajas de Ahorro de Trabajadores eran las más


importantes, extendidas y robustas entre las OES existentes previo a la
promulgación de la CNRBV en el año 2000. Especialmente las cooperativas,
fueron positivamente impactadas cuando la CNRBV autorizó la creación de
cooperativas en cualquier área de actividad económica y social, y reconoció
expresamente la autonomía de las cooperativas permitiéndoles desarrollar
cualquier tipo de actividad lícita económica y social, en condiciones de igualdad
con las demás empresas sin restricciones legales o de otra índole. Pero con la Ley
Especial de Asociaciones Cooperativas de Venezuela (2001), aunque fue la
primera ley promulgada para el sector de OES luego de la CNRBV, también se
estableció un amplísimo mecanismo público de control y de sanciones que
contradice la autonomía y demás principios reconocidos expresamente en la letra
de la misma ley.

Luego de la CNRBV la promoción de diversas formas OES desde el Estado ha


sido intensa, con movilización masiva de recursos y ha tenido resultados diversos
de corto y mediano plazo. La magnitud del gasto en apoyo del Estado a las
cooperativas y otras organizaciones alrededor de la definición de economía social
ha sido tan amplia que es prácticamente inauditable. El Estado también ha creado
programas nacionales, regionales y municipales para la economía social,
particularmente para el cooperativismo, e instancias con rango ministerial, como el
anterior Ministerio para la Economía Popular luego convertido en el actual
Ministerio del Poder Popular para las Comunas. Una de las figuras más
importantes y controvertidas en este proceso han sido las “Misiones”. Pero las
formas de OES reconocidas o impulsadas desde el Estado han variado conforme
han cambiado las leyes.

Ha habido casos exitosos de resultados de promoción y capacitación de las OES;


sin embargo, se han encontrado casos en los cuales difieren de los fines
buscados. Se ha encontrado que el Estado ha invertido importantes cantidades en
cooperativas que integran los Núcleos de Desarrollo Endógeno (NUDE), pero los
NUDE se encuentran mayoritariamente en franca decadencia con tendencia a la
quiebra. Los asociados recibieron capacitación para trabajar en proyectos que
fueron diferentes a los que se establecieron. No se pusieron en marcha proyectos
conforme a los fines iniciales y por tanto el NUDE poco contribuye al desarrollo
endógeno local. Deben evaluarse los NUDE en las regiones y en todo el país en el
marco de la revisión para la rectificación de las políticas públicas y la
sustentabilidad de las OES.

La Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (2008) definió ocho


formas de organizaciones socio productivas. Pero cuando se promulgó la Ley del
Sistema Económico Comunal (2010), aquellas ocho formas de OES contenidas en
la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Economía Popular (2008) tuvieron que
integrarse entre las cuatro nuevas formas de OES establecidas en la Ley del
Sistema Económico Comunal (2010), las cuales son las siguientes:

1) Empresa de Propiedad Social Directa Comunal (EPSDC). Unidad socio


productiva constituida por las instancias de Poder Popular en sus respectivos
ámbitos territoriales, destinada al beneficio de los productores y productoras que la
integran, de la colectividad a las que corresponden, y al desarrollo social integral
del país, a través de la reinversión social de sus excedentes. La gestión y
administración de las empresas de propiedad social comunal directa es ejercida
directamente por la instancia del Poder Popular que la constituya.
Un ejemplo de empresa de propiedad social directa es el caso de los Voceros
de los Consejos Comunales que son propietarios de la “Empresa de Propiedad
Social Directa de Atención Telefónica de Ejido” (EPSD-ATE), Estado Mérida. Esta
EPSD-ATE, cuyo nombre es “Josefa Camejo”, forma parte del llamado modelo
socio productivo socialista, y fue creada con el objeto de prestar servicios técnicos
a los usuarios y usuarias de Movilnet, la empresa de telefonía móvil de la CANTV,
corporación adscrita al Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e
Industrias Intermedias. Anteriormente este servicio técnico para los clientes de la
empresa telefónica estatal lo podía prestar una empresa privada contratada a este
efecto, pero ahora se pueden crear estos empleos nuevos bajo esta figura.

Las nuevas formas de OES que están siendo promovidas desde el Estado se
orientan hacia la creación y desarrollo del Estado Comunal rumbo hacia el
Socialismo del Siglo XXI. Particularmente la Ley del Sistema Económico Comunal
(2010) define al Sistema Económico Comunal como el conjunto de relaciones
sociales de producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios,
así como de saberes y conocimientos, desarrolladas por las instancias del Poder
Popular, el Poder Público, o por acuerdo entre ambos, a través de organizaciones
socio productivas bajo formas de propiedad social comunal. Entonces las
organizaciones socio productivas, las OES reconocidas y estimuladas, son
unidades de producción constituidas por las instancias del Poder Popular, el Poder
Público o por acuerdo entre ambos, con objetivos e intereses comunes, orientadas
a la satisfacción de necesidades colectivas, mediante una economía basada en la
producción, transformación, distribución, intercambio y consumo de bienes y
servicios, así como de saberes y conocimientos, en las cuales el trabajo tiene
significado propio, auténtico; sin ningún tipo de discriminación.

Se promueven EPSD y EPSIC en macro y meso proyectos buscando hacer


encadenamientos productivos en el marco de las Misiones Sociales, que no son
directamente productivas, pero generan oportunidades de empleo temporal, como
en el caso da la Misión Vivienda. Así las políticas públicas desde las Misiones
tratan de contribuir a la construcción de la Economía Comunal. Según la Ley
Orgánica del Poder Popular (2010), la economía comunal es un ámbito de
actuación del Poder Popular que permite a las comunidades organizadas la
constitución de entidades económico-financieras y medios de producción, para la
producción, distribución, intercambio y consumo de bienes y servicios, así como
de saberes y conocimientos, desarrollados bajo formas de propiedad social
comunal, en pro de satisfacer las necesidades colectivas, la reinversión social del
excedente, y contribuir al desarrollo social integral del país, de manera sustentable
y sostenible, de acuerdo con lo establecido en el Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación y la ley que regula la materia.

Se han visto casos, con alta frecuencia, en los que empresas del sector público y
del sector privado contratan o subcontratan con cooperativas surgidas en las
Misiones en una relación tercer izada. Se han señalado en ese contexto las
debilidades gerenciales y administrativas de los cooperativistas, los cuales son
capacitados en el desempeño de un oficio y reciben formación sociopolítica pero
no reciben suficiente formación administrativa y gerencial para dirigir con éxito sus
empresas. Todo lo cual debería ser considerado en la elaboración de propuestas
de capacitación y asistencia técnica.

Estos precarios resultados imponen la necesidad de revisar críticamente los que


se ha venido haciendo en función de rectificar los errores cometidos y reimpulsar
así el crecimiento y desarrollo de la economía social y solidaria

6-> PROYECTOS SOCIO-PRODUCTIVOS Y LA NUEVA ECONOMIA


COMUNAL.

El 5to. Motor del Plan de la Patria 2019-2025, La Economía Comunal, Social y


Socialista, ha sido activado por el Ejecutivo Nacional con el objetivo de reimpulsar
el aparato productivo en el país y derrotar el modelo rentista petrolero, impuesto
en Venezuela durante los gobiernos de la IV República.
Las Comunas, los Consejos Comunales y Movimientos Sociales juegan un papel
fundamental, desde sus espacios para desarrollar una Economía Comunal que
garantice la producción nacional de los alimentos de la cesta básica, además de
otros insumos necesarios para dignificar la calidad de vida de los venezolanos .
Para la ministra del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales,
Blanca Eekhout, “la Comuna es uno de los aportes fundamentales de la
Revolución Bolivariana al mundo, el Poder Popular, el pueblo organizado,
consciente, movilizado, garantizando la defensa del territorio, garantiza la
transformación del modelo económico, desarrollando el sistema de
protección socialista y sobre todo en este caso, un nuevo modelo de Estado
basado justamente en la igualdad, justicia y solidaridad en la comunión del
pueblo”,  expresó la titular de Comunas.
5to motor trabaja diversos frentes productivos
El 5to Motor de la Economía Comunal, Social y Socialista, está sostenido por los
demás motores impulsados por el presidente, Nicolás Maduro. Abarca diferentes
frentes productivos como: las panaderías comunales, herrerías, carpinterías,
boqueras, lo textil, agricultura, artículos de limpieza e higiene personal.

A través de la organización entre comunes es posible llevar a cabo proyectos que


permitan el desarrollo local sostenible de comunidades, involucrando en el
proceso a pobladores capacitados profesionalmente o con conocimientos
empíricos en el área a trabajar. Llevando a cabo proyectos socios comunitarios,
socio productivo o socios tecnológicos es posible transferir estos conocimientos a
contextos reales.

Parte de los logros del desarrollo de proyectos socio productivos de vinculación


comunitaria, se encuentran unidos al crecimiento de la presencia de mujeres a
cargo de iniciativas productivas. Los espacios de trabajo de esta naturaleza
permiten avanzar en la participación equitativa de hombres y mujeres en los
procesos de desarrollo alternativos, que apuestan a las mejoras de la calidad de
vida desde una perspectiva social, la búsqueda de la sociedad mejor. 4 La socio
productividad en la vida cotidiana permite la inclusión de actores sociales
históricamente excluidos, dando paso a la renovación de la realidad social,
económica, educativa, cultural e ideológica.

Hablamos de socio productividad para referirnos al modelo de producción


colectiva mediado por la conformación de nuevas relaciones sociales bajo los
principios del trabajo liberador, solidaridad, control social y autogestión. La
implementación de este modelo permite el establecimiento de redes productivas
de intercambio y complementariedad de manera consensuada y endógena. 1
Las organizaciones socio productivas trabajan para la construcción de un nuevo
modelo económico fundamentado en el desarrollo de nuevas fuerzas productivas
alternativas al modelo capitalista.2 

7- ANALISIS ESTRUCTURAL PARCIAL DE LA LEY ORGANICA DEL SISTEMA


ECONOMICO COMUNAL.
En el marco de la Ofensiva Comunal Productiva, el presidente de la República
Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, informó este miércoles, que para
avanzar en la dirección correcta hacia una nueva economía productiva en el país,
es a través de la consolidación de un Sistema Económico Comunal.

La ministra del Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales,
Blanca Eekhout, detalló, que la organización del pueblo es clave para concretar un
nuevo sistema económico productivo.
“El pueblo salva al pueblo, uno de los elementos de la guerra imperialista contra
nuestra nación ha sido el protagonismo del pueblo, del Poder Popular, esa
siembra que hemos hecho en estos 20 años de Revolución, un pueblo organizado
y consciente protagonizando el hecho económico”.
Destacó que en todo el territorio el Poder Popular se encuentra activo produciendo
las tierras, aseguró que es necesario consolidar el Circuito Económico Comunal
para lograr que esta producción vaya directamente a las comunidades.
“Estamos buscando los mecanismos para que esa producción comunera se
distribuya de manera justa, equitativa y solidaria, ahora con la pandemia global de
la Covid-19, vemos que ese Circuito Económico Comunal, está garantizando el
trabajo de las Comunas y de las comunidades urbanas”.

BIBLIOGRAFIA

A- S- CLEY DE CONSEJO FEDERAL DE GOBIERNO

B- LEY ORGANICA DE LOS CONSEJOS COMUNALES

C- LEY ORGANICA DEL PODER POPULAR

D- LEY ORGANICA DE PLANIFICACIÓN PUBLICA POPULAR

E- RODRIGUEZ PEDRO. VENEZUELA DEL NEOLIBERALISMO

F- BREWERARIAS, ALLIAN R. GOLPE DE ESTADO.

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