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CONDUCTAS DE RIESGO Y

VIOLENCIA ESCOLAR EN
LA I. E. I.
“SAN LORENZO”-
CONCHAMARCA
.

conchamarca- perú

2020
RESPONSABLES:

DIRECTOR DE LA I.E.I. “SAN LORENZO” – Conchamarca.


Prof. Lic. MAYHUA MAMANI, Miguel

CONVIVENCIA ESCOLAR
Prof. Victor Matos Villanera
Prof. Jenny Luz Huaman Erazo

COORDINADORA DE TUTORÍA DEL NIVEL PRIMARIA


Prof. Edith Villanueva Cardich

COORDINADORA DE TUTORÍA DEL NIVEL SECUNDARIA


Prof. Lic. Miriam Flor Céspedes Cruz

ORIENTACIÓN A LAS FAMILIAS


Prof. Resp.Tutores

PSICÓLOGA DE LA I.E.I.SAN LORENZO


Lic. Diana Carolina Aquino Trujillo

Huánuco - Ambo

2020
ÍNDICE

I. INTRODUCCIÓN
II. FINALIDAD
III. JUSTIFICACIÓN
IV. ALCANCE
V. OBJETIVOS
5.1 Objetivo General.
5.1 Objetivo Específico.
VI. BASE NORMATIVA
VII. BASES TEÓRICAS
7.1 Acoso o Agresión Escolar
7.2 Conductas de Riesgo
7.3 Factores de riesgo
7.4 Violencia y agresión
VIII. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN ANTE SITUACIONES DE RIESGO Y
VIOLENCIA ESCOLAR EN LA I.E.I. “SAN LORENZO”
8.1 En la Institución Educativa:
8.2 En el aula:
8.3 Padres de Familia
8.4 En la Comunidad
IX. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN ANTE SITUACIONES DE RIESGO Y
VIOLENCIA ESCOLAR EN LA I.E.I. “SAN LORENZO”
9.1 Intervenir inmediatamente.
9.2 Identificar con claridad a los implicados/as.
9.3 Ayudar y acompañar a quien fue agredido/a.
9.4 Ayudar y acompañar a quien cometió la agresión.
9.5 Apoyar y recopilar en forma prudente, información de quienes
Presenciaron el hecho.
9.6 Las sanciones.
9.7 Informar a la familia.
9.8 Realizar el seguimiento y acompañamiento de los compromisos
asumidos.
9.9 Derivar el caso a una Institución especializada para su posible tratamiento
X. ORIENTACIONES DIVERSAS
10.1 Orientaciones dirigidas a los adultos de la comunidad educativa para
manejar conflictos:
10.2 Factores medioambientales que suscitan respuestas agresivas.
10.3 Situaciones que pueden desencadenar comportamientos agresivos.
XI. ANEXOS
PLAN DE SANA CONVIVENCIA Y DISCIPLINA ESCOLAR ANTE CONDUCTAS DE
RIESGO Y VIOLENCIA ESCOLAR EN LA I. E. “SAN LORENZO” DE CONCHAMARCA

2020

I. INTRODUCCIÓN

En el Perú la violencia escolar sigue siendo muy alta. Según datos oficiales del
Ministerio de Educación, desde Setiembre del 2013 hasta junio del 2019 el sistema
especializado en reporte de casos sobre violencia escolar (SISEVE) registró 31,216
casos aproximadamente, el reporte ha aumentado de forma progresiva desde el
lanzamiento de la plata forma lo que significa que en el último año 2020 hubo un
incremento del 80%.

Por esto, es necesario que nuestra Institución Educativa Integrada “San Lorenzo”,
cuente con un plan de prevención y lineamientos claros para actuar frente a conductas
de riesgo y violencia escolar que impliquen acosos y malos tratos pues nuestro deber es
propiciar una adecuada Convivencia Escolar en nuestra institución. Así mismo, es
importante destacar que, en el proceso de generación de dichos lineamientos,
participarán integrantes de diferentes estamentos del colegio lo que indica que el
resultado obtenido es producto de un trabajo en equipo entre estudiantes, docentes,
personal administrativo, equipo directivo y padres de familia.

Se establece que este plan debe ser revisado y actualizado continuamente, pues la
convivencia en las comunidades escolares es dinámica y se va modificando
dependiendo de las personas y de las circunstancias.

II. FINALIDAD

La convivencia democrática tiene como finalidad proporcionar procesos de


democratización en las relaciones entre los integrantes de la comunidad educativa,
como fundamento de una cultura de paz y equidad entre las personas, contribuyendo de
este modo a la prevención de situaciones de riesgo y otras formas de violencia entre los
integrantes de la comunidad educativa.

III. JUSTIFICACIÓN

Dar cumplimiento a lo establecido en la Ley N° 29719, Ley que promueve la convivencia


sin violencia en las Instituciones Educativas y su Reglamento aprobado por el Decreto
Supremo N° 010-2012-ED, en la elaboración de un Plan de Sana Convivencia y
Disciplina Escolar ante situaciones de riesgo y violencia escolar.

Nuestra Institución Educativa está comprometida en la prevención y protección de los


derechos de los niños y adolescentes, así mismo a la solución de conflictos desde la
escucha y el diálogo.
IV. ALCANCE

Comunidad Educativa de la I. E. I. “SAN LORENZO” del Distrito de Conchamarca,


Provincia de Ambo y Región Huánuco.

V. OBJETIVOS

5.1. Objetivo General.

Promover en nuestra Institución Educativa, la convivencia sin violencia para garantizar


condiciones adecuadas de Convivencia Democrática y Cultura de Paz que permitan el
adecuado desarrollo socio emocional y mejora de los aprendizajes de los estudiantes,
estableciendo acciones de responsabilidad formativa, de identificación, prevención,
intervención y de atención integral ante casos de conductas de riesgo y violencia entre
estudiantes ,docentes y Administrativo.

5.2. Objetivos Específicos.

1. Educar en valores, el respeto a la dignidad, integridad, intimidad, las diferencias


entre los estudiantes, ideas y creencias de toda persona.
2. Inculcar los principios que sustentan una cultura de paz.
3. Crear un clima acogedor y seguro, para el aprovechamiento de enseñanza –
aprendizaje.
4. Capacitar a los estudiantes, padres de familia y docentes de la Institución Educativa
en técnicas y estrategias de resolución de conflictos.
5. Fomentar una convivencia pacífica, desarrollar habilidades sociales y el respeto al
reglamento interno.
6. Involucrar a los padres de familia en los procesos de reflexión y acción que ayuden
a prevenir conflictos de convivencia en la Institución Educativa.

VI. BASE NORMATIVA

1. Convención de los Derechos del Niño.


2. Ley N° 27337, Código del Niño y del Adolescente.
3. Ley N° 29944, Ley de Reforma Magisterial.
4. Ley N° 29719, Ley que promueve la convivencia sin violencia en las Instituciones
Educativas.
5. Resolución Directoral N° 0343-2010-ED, Normas para el desarrollo de las acciones
de tutoría y Orientación Educativa en las Direcciones Regionales de Educación,
Unidades de Gestión Educativa Local e Instituciones Educativas.

VII. BASES TEÓRICAS

7.1 Acoso o Agresión Escolar

Según UNICEF (2012), para que el Acoso Escolar sea reconocido como tal, es
necesario que exista una víctima atacada por uno o un grupo de personas, con
desigualdad de poder entre el más débil y el más fuerte, siendo la acción agresiva,
repetida durante un período largo de tiempo y de forma recurrente. La intimidación se
puede ejercer en solitario o en grupo, sin embargo, la víctima corresponde a un sujeto
individual, nunca a un grupo. El Acoso Escolar se puede manifestar como maltrato
físico, psicológico o verbal. Estas agresiones pueden ser presenciales o no
presenciales, mediante el uso de medios tecnológicos como mensajes de textos,
amenazas telefónicas o a través de redes sociales, entre otros. En situaciones de Acoso
Escolar se produce una dinámica relacional en la que se involucran los agresores, los
agredidos y los espectadores. Se considerarán constitutivas de Acoso Escolar, entre
otras, las siguientes conductas:

 Proferir insultos o garabatos, hacer gestos groseros o amenazantes u ofender


reiteradamente a cualquier miembro de la comunidad educativa.
 Agredir físicamente, golpear o ejercer violencia en contra de un alumno o de
cualquier otro miembro de la comunidad educativa de manera reiterada en el
tiempo.
 Agredir verbal o psicológicamente a cualquier miembro de la comunidad educativa
de manera reiterada.
 Amedrentar, amenazar, chantajear, intimidar, hostigar, acosar o burlarse de un
alumno u otro miembro de la comunidad educativa de manera reiterada (por
ejemplo: utilizar sobrenombres hirientes, mofarse de características físicas, etc.).
 Discriminar a un integrante de la comunidad educativa de manera reiterada, ya sea
por su condición social, situación económica, religión, pensamiento político o
filosófico, ascendencia étnica, nombre, nacionalidad, orientación sexual,
discapacidad, defectos físicos o cualquier otra circunstancia.
 Amenazar, atacar, injuriar o desprestigiar a un alumno o a cualquier otro integrante
de la comunidad educativa de manera reiterada a través de chats, blogs, fotologs,
Facebook, twiter, mensajes de texto, correos electrónicos, foros, servidores que
almacenan videos o fotografías, sitios webs, teléfonos o cualquier otro medio
tecnológico, virtual o electrónico.
 Exhibir, transmitir o difundir de forma reiterada por medios cibernéticos cualquier
conducta de maltrato escolar.
 Realizar acosos o ataques de connotación sexual, aun cuando no sean constitutivos
de delito. Es de vital importancia que se tome conciencia de que se trata de una
situación de violencia y que hay que reaccionar oportuna y eficazmente.

7.2 Conductas de Riesgo


Para entender con precisión sobre las conductas de riesgo, primero tenemos que definir
lo que implica dicha conducta. De acuerdo con Dina Krauskopf (2002), el riesgo implica
la probabilidad que la presencia de una o más características o factores incrementen la
aparición de consecuencias adversas para la salud, el proyecto de vida, la
supervivencia personal o de otros.
Según Weinstein (1992) citado por Krauskopf (2002), el concepto de riesgo en el
período juvenil se ha destacado por la posibilidad de que las conductas o situaciones
específicas conduzcan a daños en el desarrollo que pueden afectar tanto al conjunto de
sus potencialidades como deteriorar su bienestar y salud.
La adolescencia es un periodo que puede considerarse “de riesgo” dadas las
numerosas crisis y conflictos que derivan en angustia y sufrimiento, por este motivo los
adolescentes están propensos a actuar de forma riesgosa si los factores de riesgo
predominan ante los factores protectores.
¿Qué son las conductas de riesgo? Son “aquellas acciones voluntarias o
involuntarias realizadas por un individuo o comunidad que puede llevar a consecuencias
nocivas. Son múltiples, y pueden ser biopsicosociales. El estudio de ellas ha
demostrado que son particularmente intensas en la adolescencia” (Corona & Peralta,
2011).
Ulriken de Viñar (2003) plantea que las conductas de riesgo, son conductas
adolescentes que ponen en jaque la vida, la salud, la integridad física y psíquica,
bordeando la muerte y enfermedad, conjugan la violencia psíquica de la transformación
inaugurada por la pubertad, con la sujeción a una violencia difusa e indiscernible con
relación al derrumbe de los lugares simbólicos familiares y grupales que sostienen la
filiación y la transmisión intergeneracional.
Jessor (1991) citado por Krauskopf (2002), propone dos tipos de conductas de riesgo,
aquellas que comprometen el aspecto del desarrollo psicosocial o la supervivencia de la
persona durante su desarrollo juvenil buscando el peligro en sí mismo; y aquellas
conductas que involucran riesgos, que son propias de los jóvenes que asumen cuotas
de riesgo conscientes de ello y como parte del compromiso y la necesidad de un
desarrollo enriquecido y más pleno.
En relación a esta crisis, Le Breton (2003) propone el surgimiento de las conductas de
riesgo, y dice que son formas ambivalentes de mostrar una dificultad, un sufrimiento y
de realizar llamados de atención a las personas que rodean al adolescente, en un
intento de probar, indirectamente, el valor de estas personas. Son también un camino
semi-clan destino para construirse una identidad enfrentando los límites individuales y
sociales. Requieren ritos oraculares, una ordalía personal en la que se interroga a la
muerte para saber si la existencia vale la pena ser vivida o no.
Ulriksen de Viñar (2003) manifiesta que las conductas de riesgo se producen en un
intento de calmar la angustia por el período de la vida por el que se está atravesando.
Aparecen como violencia, tanto hacia sí mismos como hacia los demás, son expresión
de un sufrimiento, entendido muchas veces como “actos sin palabras”. El adolescente
se ve atrapado ante el sufrimiento y la angustia es por esto que sucumbe a la
impulsividad, lo que genera que actúe y se haga daño.
7.3 Factores de riesgo
Los factores de riesgo son, cualquier característica o circunstancia detectable de una
persona o grupo de personas que se sabe asociada con un aumento en la probabilidad
de padecer, desarrollar o estar especialmente expuesto a un proceso mórbido. Estos
factores de riesgos (biológicos, ambientales, de comportamiento, socio-culturales,
económicos) pueden, sumándose unos a otros, aumentar el efecto aislado de cada uno
de ellos produciendo un fenómeno de interacción. (Pita, Vila, & Carpente, 2002)
Krauskopf (2002) menciona que por medio del enfoque de riesgo se ha hecho foco en
las conductas de riesgo. Plantea que como consecuencia las conductas de riesgo
pueden provocar morbilidad y mortalidad en los adolescentes.
7.4 Violencia y agresión
La Organización Mundial de la Salud define la violencia como “el uso deliberado de la
fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daño
psicológico, trastornos del desarrollo o privaciones” (O.M.S., 2002). Las conductas de
riesgo tienen violencia, que puede ser ejercida en sí misma, y otras veces contra otros.
La O.M.S., clasifica la violencia dentro de tres categorías: violencia dirigida contra sí
mismo, violencia interpersonal, y violencia colectiva. Me remitiré a exponer la violencia
dirigida contra sí mismo, ya que considero que es la que más relación guarda con las
conductas de riesgo en la adolescencia. “La violencia dirigida contra uno mismo
comprende los comportamientos suicidas y las autolesiones, como la automutilación. El
comportamiento suicida va desde el mero pensamiento de quitarse la vida, al intento de
matarse y la consumación del acto” (O.M.S., 2002)
También se entiende por violencia auto infringida “las acciones que provocan daño en
las personas, pero que han sido producidas por ellas mismas” (Arévalo-Mira, 2011, p.
20).

VIII. ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN ANTE SITUACIONES DE RIESGO Y VIOLENCIA


ESCOLAR EN LA I.E.I. “SAN LORENZO”

8.1. En la Institución Educativa:

1. Explicitar en los instrumentos de gestión, objetivos y acciones que fortalezcan la


convivencia escolar democrática, el buen trato y el respeto mutuo.
2. Realizar círculos de estudio con los docentes en aspectos relacionados a la cultura
de paz, convivencia democrática mediación escolar y solución de conflictos.
3. Elaborar las normas de convivencia institucional y los acuerdos de convivencia por
aulas, en forma consensuada y difundirlas entre los integrantes de la comunidad
educativa estableciendo mecanismos para su cumplimiento.
4. Involucrar a los estudiantes en el diálogo, reflexión y prevención de situaciones
de maltrato, promoviendo entre ellos una actitud vigilante.
5. Reconocer como espacios comunes de convivencia democrática: las aulas,
pasillos, patios, servicios higiénicos, quioscos, entre otros. Así como poner en
práctica estrategias de acompañamiento a los estudiantes a la hora de entrada y
salida.
6. Motivar a los estudiantes y a toda la comunidad educativa a comunicar y rechazar
situaciones de acoso y maltrato.
7. Implementar y realizar el seguimiento de los cuadernos “Registros de Incidencias”
del área de Tutoría y Dirección.
8. Promover sistemas de denuncias directas o anónimas a la Dirección de la
Institución Educativa de posibles casos, a través de buzones informativos.

8.2.- En el aula:

El docente tutor, docente de área y todo el personal involucrado deberá promover el


desarrollo de una cultura de respeto a las diferencias entre estudiantes que favorezcan
las actitudes solidarias, tolerantes y de cooperación, orientada a propiciar la
responsabilidad y la reflexión sobre las consecuencias de las acciones propias o ajenas
reconociendo la importancia de las normas para el logro del bien común y teniendo en
cuenta el desarrollo evolutivo del estudiante, esto a través de conversatorios frecuentes
de forma personal y grupal con los estudiantes. El objetivo de esta actividad es tomar
conciencia sobre violencia escolar y poseer claridad de las consecuencias que puede
traer.
8.3. Padres de Familia:

1. Orientar a los padres de familia que constituyen factores de riesgo para el acoso o
maltrato entre estudiantes, la excesiva permisividad o uso del castigo o maltrato
como método de disciplina.
2. Definir claramente las normas, comportándose los adultos de manera coherente con
éstas.
3. Mantener con sus hijos e hijas una comunicación continua, reflexionando con ellos
sobre su vida cotidiana en la escuela: qué es lo que más le gusta, lo que no les
gustó, con quienes de sus amigos compartió, como se siente, etc.
4. Conversar con sus hijos e hijas sobre los mensajes que reciben a través de los
medios de comunicación y las nuevas tecnologías para la orientación sobre los
valores que se quieren transmitir.
5. Conocer y conversar con sus amigos, compañeros de aula de hijo e hija.
6. Estar atentos ante los cambios de comportamiento que pueden ser consecuencia de
acoso o maltrato.
7. Practicar (niños y adultos) habilidades alternativas para afrontar y expresar la
tensión y resolver los conflictos sin recurrir a la violencia.
8. Firmar el Acta de Compromiso de Honor.

8.4 En la Comunidad en General

1. Desarrollar y fortalecer el respeto a las diferencias de los demás, las habilidades


sociales como la autoestima, empatía, comunicación asertiva y la solución pacífica
de conflictos, éstos con cada uno de los miembros de la comunidad.
2. Crear un clima positivo, promoviendo relaciones adecuadas entre amigos y vecinos
donde prima la cooperación, identificación con su grupo-clase y el respeto por las
autoridades y las normas.
3. Brindar al niño y adolescente oportunidades de compartir sus pensamientos y
sentimientos con personas que se identifiquen con valores positivos, fomentando
que descubran coincidencias y puedan sentirse únicos y especiales, sin necesidad
de poner en riesgo su desarrollo ni el bienestar de otras personas.
4. Estar atento a las situaciones de conflicto que involucran a todos los miembros de
la comunidad, para mediar o fomentar su solución pacífica.

IX. ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN ANTE SITUACIONES DE RIESGO Y VIOLENCIA


ESCOLAR EN LA I.E.I. “SAN LORENZO”

9.1. Intervenir inmediatamente.


El Director, Docentes, Docentes Tutores, Auxiliares de Educación, personal
Administrativo, y Padres de Familia deben tener en cuenta los siguientes criterios:

1. Observar ciertas señales de alerta que pueden indicar el acoso entre estudiantes.
2. Promover su colaboración en la identificación de situaciones de maltrato y
denuncia de los agresores a las autoridades de la Institución Educativa.
3. Fomentar la responsabilidad para comunicar a las autoridades de la Institución
Educativa para poner alto a estas situaciones. Cualquier integrante de la
Comunidad Educativa debe informar bajo responsabilidad a las Autoridades de la
Institución Educativa.
4. El Director adoptará las medidas necesarias para detener la violencia entre
estudiantes.
5. El Director y el equipo responsable efectuará la investigación respectiva y la toma
de decisiones para realizar las medidas correctivas que deben estar en función a la
gravedad de la falta, considerando que deben resguardar la dignidad de los
estudiantes y su derecho a la educación.

NOTA: No hacer excepciones en razón de los lazos de parentesco del estudiante de


cualquier otro criterio que anteponga la conveniencia del docente a la justicia de la
acción y el interés superior al niño.

9.2. Identificar con claridad a los implicados/as.

1. Identificar quien cometió la agresión, quién fue víctima de ella y quiénes presenciaron
en calidad de espectadores.
2. En la Institución Escolar, las Normas de Convivencia y Disciplina Escolar, regula la
organización del tiempo y el espacio, estableciendo los límites en los modos de
interactuar con los otros y estableciendo un sistema de advertencias y sanciones.
Permite conocer y respetar los límites, lo que promueve el desarrollo de una cultura
democrática.

9.3. Ayudar y acompañar a quien fue agredido/a.

1. Garantizarle protección y hacerle ver que no está solo/a, darle a conocer que se
tomaran medidas una vez conocidos todos los antecedentes (un adulto no debe
comprometerse con sanciones sin conocer todas las versiones de los hechos)
2. Para adoptar una medida proporcional a los hechos, verificar si existe algún tipo de
lesión. Estas deben ser revisadas solamente por personal médico en presencia de
los padres, no olvidar que algunas lesiones pueden ser de gravedad, aunque ello no
se advierta externamente.
3. Implementar medidas de protección inmediata, vigilar y garantizar que no se repitan
las situaciones de maltrato.
4. Fortalecer sus habilidades para la autoprotección.
5. Desarrollar sus habilidades sociales: expresión de sentimiento, asertividad,
autoestima, solución de conflictos.
6. Fortalecer su círculo de amigos.
7. Brindar la orientación psicológica y/o soporte emocional a la víctima de forma
individual.
9.4. Ayudar y acompañar a quien cometió la agresión.

1. Tratar de identificar y comprender las razones de su comportamiento ya que algunas


agresiones pueden ser una estrategia de autodefensa o un acto de impulsividad
aislado; conocer las razones.
2. Ayudar a diferenciar los pasos a seguir y las medidas a adoptar; se le debe hablar
de manera cortés, pero con seriedad, sin someterlo a presión ni amenazarlo o
gritarle, recordar que solo el personal policial está autorizado para registrar el
cuerpo, vestimenta o enseres de las y los estudiantes.
3. Fomentar la reparación del daño causado o promoviendo la responsabilidad del
agresor. Ejemplo: pedir disculpas.
4. Proporcionar reflexiones para el reconocimiento de las consecuencias de su acción.
5. Fomentar su participación y compromiso en la búsqueda de soluciones.
6. Desarrollar sus habilidades sociales para resolver conflictos y actitudes alternativas
a la violencia.
7. Transmitir el mensaje claro de que no se tolerarán estas conductas e informar de las
medidas a tomar, si ello continúa.
8. Realizar un seguimiento que implique orientación individual constante.
9. Los padres de familia: deben evitar culpabilizar y castigar al menor debiendo
ayudarlo a establecer límites, estimular sus habilidades y aspecto positivo,
establezca normas familiares de relaciones interpersonales, conozca a sus amigos,
mantener el contacto con la Institución Educativa.

9.5. Apoyar y recopilar información de quienes presenciaron el hecho.

1. Promover su colaboración en la identificación de situaciones de maltrato y de


denuncia a los agresores.
2. Gestionar un espacio de discusión abierta acerca de lo sucedido y consultar acerca
de los roles que cada uno de ellos adoptó.
3. Fomentar la discusión grupal; indagar sobre los antecedentes que conocen y su
visión de los hechos.
4. Tratar la situación con claridad sin ocultarla o minimizarla.
5. Fomentar su responsabilidad para comunicar y poner alto a estas situaciones.
6. Enfatizar que la comunicación no es delatar sino contribuir a la prevención de la
violencia.
7. Evitar que se refuercen comportamientos violentos.
8. Fomentar su participación con actividades de promoción del buen trato.
9. Promover capacidad para la solución de conflictos.

9.6. Las sanciones.

1. Las normas establecen lo permitido, lo obligatorio y lo prohibido en un contexto


determinado, así como las sanciones establecidas frente a la trasgresión de alguna
de ellas.
2. Las normas deben destacar el valor de la dignidad, de la justicia y ayudar a la
autocorrección de conductas que las transgreden, evitando la violencia, la
discriminación y el abuso de poder.
3. Las sanciones deben utilizarse de manera racional y sistemática, sin depender del
estado de ánimo de los adultos que la implementan, sino de la conducta que está
siendo sancionada.
4. Deben resguardar la dignidad y derecho a la privacidad de los y las estudiantes.
5. Deben ser proporcionales a la infracción o trasgresión cometida,
independientemente de cuantas sanciones previas acumule el/al estudiante.

9.7. Informar a la familia.

1. Si es necesario citar a los responsables de los estudiantes (padres, madres y/o


tutores) a la Institución Educativa, poniendo cuidado en separar los espacios de
conversación.
2. Tener claro que existen instancias para conversar entre adultos y otras en que los
niños, niñas y jóvenes puedan estar presentes.
3. Gestionar un primer momento para conversar privadamente, con cada uno de los
adultos a fin de que asimilen la información y sólo después incorporar al niño, niña o
joven de manera de minimizar un revictimización por parte del adulto (que puede
comenzar a castigarlo o reprenderlo en medio de la crisis)
4. No ocultar la información ni minimizar los hechos; fomentar un espacio de
conversación en los que los padres y madres y/o tutores puedan realizar consultas y
conocer lo sucedido.
5. Garantizar estrategias de protección a los implicados y proponer las soluciones
conforme a lo establecido en el Reglamento.
6. El personal directivo, docente y no docente debe entrevistar a los padres sin
distorsionar la información a fin de que tome las medidas correctas con el alumno
agredido o agresor.

9.8. Realizar el seguimiento y acompañamiento de los compromisos asumidos.

1. Orientarlos y establecer compromisos para su colaboración en las medidas


adoptadas.
2. Establecer una comunicación y seguimiento constante de los compromisos.

9.9. Derivar el caso a una Institución especializada para su posible tratamiento

Dependiendo de la gravedad del caso y de los daños ocasionados tanto física,


psicológica y socialmente en la víctima y en el agresor, éstos serán derivados por la
Dirección de la Institución Educativa a una Institución especializada (Hospitales, Puesto
de Salud, Fiscalía, De muna, etc.) para recibir la ayuda y el tratamiento que los
involucrados lo necesiten, debido a que el personal de psicología que labora en nuestra
Institución aborda los casos dando el soporte socioemocional desde una perspectiva
formativa preventiva.

NOTA: Todo acto de violencia y/o agresión escolar serán registrados en los cuadernos
de incidencias implantados en la Institución Educativa, para luego registrarlos en el
SISEVE de acuerdo a la gravedad del caso.

X. ORIENTACIONES DIVERSAS
10.1. Orientaciones dirigidas a los adultos de la comunidad educativa para manejar
conflictos:

1. No ignorar, minimizar o neutralizar situaciones que pueden desencadenar conflictos


entre los estudiantes o entre los adultos. Muchas situaciones son ignoradas o
pasadas por alto como si fueran “algo normal” o algo sin importancia, pero esa
actitud puede llevar a que un conflicto se agrave.
2. Desarrollar y fomentar el diálogo reflexivo, El diálogo reflexivo posibilita la
comprensión del conflicto como un elemento presente en la convivencia y ayuda a
una gestión pacífica y formativa de aquellos en la Comunidad Educativa.
3. Mantener los conflictos en silencio o no fomentar el diálogo, hace que permanezcan
en estado latente lo que podría implicar una expresión posterior de violencia o el
desarrollo e incremento de sentimientos de frustración, lo que también puede
favorecer la emergencia de conductas agresivas.
4. Proporcionar aprendizajes colaborativos. La experiencia de situaciones cotidianas
que impliquen resolver conflictos y situaciones problemáticas en forma pacífica se
favorecen con el aprendizaje en grupo porque promueven relaciones de
colaboración.

10.2. Factores medioambientales que suscitan respuestas agresivas.

1. Conflictos personales que no han sido detectados y acogidos asertiva y


oportunamente en la Comunidad Educativa. Problemas de índole familiar, estrés
laboral en los adultos, insatisfacciones de necesidades básicas entre otros, inciden
en el comportamiento individual y pueden generar respuestas agresivas. Deben ser
considerados por la comunidad para ofrecer alternativas que ayuden al sujeto (sea
estudiante o algún adulto) a sentirse acogido y apoyado.
2. Problemas de comunicación en la Comunidad Educativa. Sea por razones
organizacionales o por dificultades individuales, la falta de diálogo entre los
miembros de la Comunidad Educativa contribuye a generar sentimientos de
aislamiento y frustración que son propicios para la aparición de respuestas
agresivas. Se debe avanzar, por tanto, en la generación de espacios de diálogo y de
una cultura inclusiva en la que todos y todas tengan cabida.

10.3. Situaciones que pueden desencadenar comportamientos agresivos.

1. Consecuencia de un estado de ánimo deprimido.


2. No estimular la agresividad. No se debe agredir psicológica, física, ni verbalmente a
niños, niñas o jóvenes bajo ninguna circunstancia. Las correcciones Sensación de
que se está invadiendo su espacio personal.
3. respecto a este punto se deben centrar en los actos o acciones (las conductas)
teniendo especial cuidado de no descalificarlos/as ni promover sentimientos
culpabilizados.
4. Reducir y controlar la exposición a modelos y situaciones agresivas. Los adultos
deben asumir la responsabilidad de mantener el control sobre los entornos de niños
y jóvenes, respetando su autonomía progresiva, pero asegurando su protección y
desarrollo en entornos saludables. Esto incluye los ambientes físicos (las relaciones
familiares, con la comunidad educativa, con los padres etc.) y también su exposición
a medios virtuales (internet, tv), los que deben ser conocidos, controlados y
supervisados por los adultos. Se tendrá presente que, dado que se trata del
desarrollo de una progresiva autonomía, un joven podrá contar con mayores
espacios de autonomía que un niño/a, pero esto sólo será útil si el niño/a y joven
han incorporado patrones de conducta que le permitan mirar críticamente lo que se
vive en su entorno, es decir, que haya logrado desarrollar, en la medida que
corresponda su capacidad para no imitar automáticamente determinados patrones
conductuales.

FICHA DE COMPROMISO

Yo___________________________________________________ docente de la I;E


San Lorenzo de Conchamarca

Por medio de la presente, me comprometo a cumplir los siguientes lineamientos


para la convivencia democrática en mi Institución Educativa:

1. Tratar de manera respetuosa y con tolerancia a todos los integrantes de la


comunidad Educativa de la I. E. “SAN LORENZO” - CONCHAMARCA

2. Participar activamente de las actividades que estén orientadas a favorecer la


integración y el sentido de pertenencia de los miembros de la Institución.

3. Solicitar el apoyo de la autoridad inmediata en caso una situación de conflicto se


torne muy complicada.

4. Escuchar y acatar las medidas correctivas dadas por la autoridad educativa.

5. Estar atento y denunciar cualquier situación de violencia o acoso escolar que se


pudiera observar.

6. Evitar agredir física o verbalmente a mis compañeros de manera directa o indirecta.

7. Evitar agredir o burlarme de mis compañeros a través de las redes sociales.

8. Respetar la dignidad y las emociones de las personas que tenga a mi alrededor.

9. Ser empático con las necesidades de los demás.

CONCHAMARCA _______de____________________ del 2020


______________________________
NOMBRE:
Nº DNI:

NORMAS DE
CONVIVENCIA DE LA
I.E.I. SAN LORENZO

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