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LA DECISIÓN

MÁS DIFÍCIL
DÍAZ GARCÍA SABDY RAMSES

9PM2
“LA DECISIÓN MÁS DIFÍCIL”

Personaje: Anna Fitzgerald

El tomar una decisión sobre la vida es más difícil de lo que parece y no todos
llegan a este mundo con un motivo en específico, pero yo sí lo tuve y yo fui una
vida planeada para salvar otra.
Desde que nací a través de un método de reproducción asistida tenía un motivo
y tarea indicada, el cual era mantener con vida a mi hermana, los primeros años
de mi existir no entendía el porqué se me realizaban procedimientos médicos que
me hacían sentir dolor, incomodidad, incluso miedo, pero mi madre siempre
estaba ahí conmigo y con mi hermana, convenciéndome de que debíamos de
realizar estos procedimientos para poder ayudar a mi hermana con su cáncer.
Así crecí toda mi infancia y siempre estuve dispuesta de ayudar a mi hermana,
hacerla sentir mejor, ya que todos veíamos como se deterioraba tanto físicamente
como sistémicamente.
Mi madre seguía insistiendo en que debíamos hacer todo lo posible para que mi
hermana siguiera con vida, sin preguntarme que era lo que yo o mi hermana
sentíamos, aun cuando mi hermana nos decía que ya estaba cansada de todos
esos procedimientos, ella quería que me dejaran tranquila, quería que yo pudiera
vivir de verdad, sin la necesidad de donarle mis células, sin procedimientos que
me generarán dolor y pedía que la dejaran ir de una forma tranquila.
El ultimo diagnostico que nos dieron de ella, nos dijeron que requería de una
donación renal, ya que el suyo estaba deteriorado, por lo que uno de mis riñones,
al ser compatible, sería el que podría salvarla de aquella insuficiencia renal, pero
de todos los procedimientos que me hicieron a lo largo de mi pequeña vida, el
que me hicieran una cirugía en la que iba a perder uno de mis órganos era el que
me causaba más temor y miedo, no quería hacerlo, pero era necesario para
prolongar la vida de mi hermana.
Mi hermana y yo siempre nos la pasábamos genial juntas, amaba estar con ella
en todo momento, pero muchos de las ocasiones que ella requería estar
hospitalizada nos hacia separarnos.
Un día estando en casa, donde una noche antes mi hermana se había puesto
muy mal, me pidió de corazón que no permitiera que me hicieran daño y que me
quitaran uno de mis órganos que a lo largo de mi existencia hiciera que
disminuyera mi calidad de vida, por lo que me hizo prometerle que hiciera todo lo
posible para evitar que me quitaran mi riñón, ya que ella estaba lista para partir
de este mundo, sin embargo, nuestra madre no quería aceptarlo.
Yo no sabía que hacer, pero una promesa de hermanos siempre se debe de
cumplir.
Entre mis 2 hermanos y yo decidimos demandar a mis padres para evitar que
utilizaran mi cuerpo sin mi consentimiento, por lo que pedía emanciparme de mis
padres y que me dieran el poder de tomar todas las decisiones medicas futuras
independientemente del criterio de ellos. Así que mi hermano y yo fuimos con un
juez que ganaba más del 90 por ciento de sus casos y le mostré el mío, el decidió
ayudarnos, ya que tenía una condición médica (epilepsia) y sabía que era no tener
control propio de su cuerpo.
Este caso fue al tribunal y por más que me hacía desgastarme, separarme de mi
madre y que ella se enojara conmigo y descuidara a mis otros hermanos, yo tenía
que seguir.
Mi hermano ya no pudo más con la situación por lo que les conto a todos por qué
estábamos haciendo esto, realmente me sentí muy decepcionada de él, ya que
teníamos que ganar el caso para poder cumplir con la promesa de nuestra
hermana, pero también sentí un alivio ya que no podía seguir estando en contra
de mi madre.
La familia se reunió de nuevo y lo más importante fue que mi madre logro aceptar
que mi hermana un día tendría que irse, acordamos en que se haría la cirugía,
pero yo y mi hermana seguimos con la promesa.
Ese mismo día mi hermana falleció, cumplió su promesa y yo la mía.
Finalmente ganamos el caso, mis padres tendrían mi custodia legal en todos los
aspectos que no estuvieran relacionados con la decisión médica, aceptamos que
todo estaría bien una vez que ella partiera y fuimos mejores personas,
continuamos con nuestras vidas, aprendiendo de todo lo que nos dejó y
recordándola siempre en nuestros corazones.

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