Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Marzo 24 de 2016
MONICIÓN INICIAL
El presbítero se inciensa, como lo prevé el Ritual del Culto Eucarístico fuera de la Misa, la forma
consagrada contenida en la custodia.
Presidente: Bendito, alabado y adorado sea Jesús en el Santísimo Sacramento del altar.
Escuchamos ahora las palabras del Papa en la Bula sobre el Jubileo Extraordinario
“Misericordiae Vultus” (1, 2):
Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece
encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su
culmen en Jesús de Nazaret…su palabra, sus gestos y toda su persona revela la
misericordia de Dios. Siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la
misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra
salvación.
Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad.
Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro.
Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando
mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida.
Por los que tienen hambre, que reconozcamos y respondamos a tantos hambres
de nuestro mundo, oremos ... R/
Por los que tienen sed, que reconozcamos y respondamos a la necesidad de agua
limpia y saludable en todas partes del mundo, oremos ... R/
Por los que no tienen ropa, que reconozcamos y respondamos con compasión a
todas formas en que a personas se les roba su dignidad, oremos … R/
Por los peregrinos, que reconozcamos y les demos la bienvenida a todas personas
buscando pertenecer a una familia o a una comunidad, oremos … R/
Oración conclusiva:
“Eterna es su misericordia”: es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136
mientras se narra la historia de la revelación de Dios. En razón de la misericordia,
todas las vicisitudes del Antiguo Testamento están cargadas de un profundo valor
salvífico. La misericordia hace de la historia de Dios con Israel una historia de
salvación. Repetir continuamente “Eterna es su misericordia”, como lo hace el Salmo,
parece un intento por romper el círculo del espacio y del tiempo para introducirlo
todo en el misterio eterno del amor. Es como si se quisiera decir que no solo en la
historia, sino por toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada
misericordiosa del Padre.
Oración:
Señor Jesús, infunde en nuestros corazones el afecto de tu amor, para que, amándote
en todas y sobre todas las cosas, consigamos el cumplimiento de tus promesas, que
superan todo deseo. Que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Coro:
Hasta la locura te amo Señor ya no quedan dudas
en mi corazón de que te amo, de que te amo, Señor.
Despedida
Señor, ha llegado el momento, para algunos, de la despedida.
Pero aquí, junto a tu Sagrario, como lámpara encendida en tu amor,
quedará nuestro corazón.
Antes de partir, queremos agradecerte las inspiraciones y enseñanzas
que ha suscitado en nuestras almas esta Hora feliz.
Señor, bendice a nuestros familiares, amigos y bienhechores.
Bendice de una manera especial a los que estamos aquí presentes, y que,
formando comunidad cristiana, deseamos que todos los hombres te conozcan,
te alaben y te amen y te confiesen como Redentor y Señor. Amén.