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Señores
JUZGADO TERCERO PROMISCUO MUNICIPAL DEL GUAMO.

E. S. D.

REFERENCIA: ACCION DE TUTELA

RADICADO: 73319-40-89-003-2023-00108-00
ACCIONADO: INSTITUCIÓN EDUCATIVA TÉCNICO COMERCIAL CALDAS -
SEDE “LAS GARZAS”

ASUNTO: IMPUGNACION AL FALLO DE TUTELA DEL 13 DE ABRIL DEL 2023.

Respetado Señor Juez:

El abajo firmante, mayor de edad, domiciliado y residente en la ciudad de Guamo Tolima


vereda Serrezuela sector “Las Garzas” identificado como aparece al pie de mi firma, dentro
del término legal me permito efectuar la siguiente IMPUGNACIÓN al fallo de Tutela
precitado, en los siguientes términos:

OPORTUNIDAD Y PROCEDENCIA

El Artículo 31 del Decreto Nacional 2591 de 1991 establece: “Dentro de los tres días
siguientes a su notificación el fallo podrá ser impugnado por el Defensor del Pueblo, el
solicitante, la autoridad pública o el representante del órgano correspondiente, sin
perjuicio de su cumplimiento inmediato.”

El Juzgado Tercero Promiscuo Municipal , profirió el fallo


de Tutela el 13 de abril 2023 , y el segundo día hábil, es decir, el
día 17 de abril 2023 , a través de correo electrónico notificó al suscrito, por lo
tanto, el término para efectuar la impugnación transcurre en los días
_14, 17 y_18 de abril dee 2023 , lapso dentro del cual se radica el
presente escrito.
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LA SENTENCIA IMPUGNADA

El Juzgado El Juzgado Tercero Promiscuo Municipal del Guamo, mediante


sentencia de 1 3 d e a b r i l 2 0 2 3 , resolvió negar el amparo solicitado por el
accionante por verificar un hecho superado, toda vez que la entidad accionada respondió
dentro del término, argumentando que aunque “que la educación es un servicio público que
tiene una función social en la que los padres de familia tendrán derecho a escoger el tipo
de educación para sus hijos menores y que en los establecimientos del estado ninguna
persona podrá ser obligada a recibir educación religiosa” con lo cual no disentimos.

Igualmente, “que la ley general de educación estableció entre los grupos de áreas
obligatorias de enseñanza, la educación religiosa y que le corresponde al Ministerio de
Educación Nacional diseñar los lineamientos generales para la enseñanza de la educación
religiosa”. Para ratificar tal afirmación habría que revisar el PEI (Plan Educativo
Institucional) y verificar si existe concordancia entre este y el plan de clase de la maestra
en función.

De otro lado “manifestaron que la institución educativa ubicada en la vereda “las garzas”
cuenta actualmente con 13 estudiantes matriculados, a quienes se les ha asignado una
sola docente llamada Rosa Marleny Carvajal y a quienes se les ubica en un solo salón
dotado con pupitres y archivadores y demás elementos necesarios para recibir sus clases
y para garantizar su seguridad y aprendizaje” Lo argumentado en esta líneas no
corresponde a la realidad, ya que en vista realizada por una de las coordinadoras
(BLANCA DIVA HERNANDEZ LOZANO), el secretario de gobierno municipal (CARLOS
ALFREDO MENDOZA) y la J.A.C (Junta de acción comunal de la vereda Serrezuela
Garzas) el día 12 de abril se pudo evidenciar que las vigas que soportan el techo del salón
se encuentran deterioradas por la humedad presentando un inminente riesgo para la
integridad no solo de estudiantes y profesora, sino de quienes puedan estar en dicho
recinto. Evidencia de esta visita quedo en acta que generó la coordinadora representante
de la Institución Educativa Técnica Comercial Caldas sede “las Garzas” presente.

Así mismo, “aducen que no han recibido por parte de los padres de familia o los menores
queja alguna relacionada con los hechos de la tutela máxime teniendo en cuenta que son
tan pocos estudiantes, aunado a que la existencia de la capilla en las instalaciones de la
sede educativa por si sola no vulnera ningún derecho fundamental además de que no
existe prueba alguna que se esté obligando a asistir a los estudiantes o padres de familia a
las actividades religiosas programadas por la comunidad y el área de religión esta se ciñe
conforme a los estipulado en el manual de convivencia sin imponer en ningún momento la
religión católica”. En esta afirmación no se tiene de presente el artículo 13 de la
constitución ya que, como menciona la ley 115 de 1994 en el artículo 6 se es parte de la
comunidad educativa no exclusivamente por ser padre de familia o acudiente, sino que se
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hace parte de la comunidad educativa por ser egresado y, como sociedad, tal como lo
menciona el artículo 8 de la misma ley, agregando que “es responsable de la educación
con la Familia y el Estado y que colaborará con éste en la vigilancia de la prestación del
servicio educativo y en el cumplimiento de su función social”.

Concluyen, aseverando que “la inconformidad del accionante está relacionada con el
manejo de las llaves del salón, desdibujando la labor social que realiza la institución con la
comunidad al facilitar ciertos espacios para la realización particular de ciertas actividades,
perdiendo de vista que las instalaciones son de la institución educativa y no de la junta de
acción común al o de un particular, y su préstamo no lleva implícita la obligación de facilitar
el acceso indefinido de terceras personas sin una autorización previa, pues ello pondría en
riesgo la seguridad e integridad de los menores” Lo mencionado aquí y, como se sugirió a
la coordinadora y a la respectiva docente de aula del establecimiento “sede las Garzas” por
parte del Secretario de gobierno y de la JAC en reunión del 12 de abril de 2023, es
trabajar articuladamente con los organismos oficiales y legalmente establecidos para el
beneficio de la comunidad. Acontecimiento que no se viene realizando ya que existe
privilegio por la religión mayoritaria (católica) al punto de permitirle a un grupo especial de
adoradores la adecuación de uno de los salones apropiados para la enseñanza
convirtiéndolo en lugar de adoración obviamente, transgrediendo el principio de igualdad y
quitando de tajo la esencia misma del establecimiento educativo que no debe ser otra que
el de la enseñanza.

Por último, el accionado hace referencia “a que el accionante no se encuentra en sus


registros como padre y/o acudiente de los estudiantes adscritos a la sede educativa, y ellos
son ajenos al manejo de la junta de acción comunal saliente o entrante o de las actividades
que se desarrollan por terceras cuando se les facilita en calidad de préstamo el espacio a
la comunidad, siendo este el primer inconveniente de este tipo”. En este apéndice de su
argumento, el accionado, desconoce que como egresado de la institución educativa hago
parte de la comunidad educativa (Ley 115/94 art. 6) y hago parte de la sociedad en
contexto la cual es Vereda Serrezuela sector “Las Garzas” y como tal, y hasta donde lo
permita la ley, puedo velar por el buen funcionamiento de la institución y estar atento en la
vigilancia de la prestación del servicio educativo y en el cumplimiento de su función social.
(Ley 115/94 art.8)

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RAZONES DE INCONFORMIDAD

Si bien las Instituciones Educativas pudieran promocionar, promover, respaldar o tener


acciones de expreso apoyo respecto de manifestaciones que, incluyendo algún contenido
religioso, tuvieran un claro e incontrovertible carácter de manifestación cultural para un grupo
o comunidad de personas dentro del contexto de la comunidad educativa, la instauración y
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denominación de Capilla Señor de Los Milagros dentro de una institución educativa tiene un
sentido predominantemente religioso que desdibuja la esencia propia de la instituciones
educativas del estado, que no es otra que la educación. Esta situación desconoce el
principio de laicidad del estado colombiano representado aquí en la institución educativa
“Sede las Garzas”, pues sus directivas permiten la promoción de una determinada religión y
el desconocimiento de las exigencias derivadas del principio de neutralidad estatal que inhibe
cualquier tipo de motivación o fundamentación religiosa en las actividades de los órganos
públicos cualquiera que sea el ámbito competencial en que éstas se realicen.

Igualmente y “En coherencia con el principio establecido por el artículo 1º de la


Constitución, el artículo 19, también de la Constitución, consagra la libertad de cultos
como derecho fundamental protegido en nuestro ordenamiento jurídico, de cuyo
contenido se deriva una garantía cierta y determinada para las personas y, en
consecuencia, un deber correlativo de parte del Estado relacionado con la amplitud y
profundidad que las acciones que afecten la libertad religiosa, pues en desarrollo de sus
funciones no cabe la promoción, patrocinio o incentivo religioso, que implicaría un
favorecimiento contrario al papel que debe jugar la actividad pública respecto de las
confesiones religiosas. Una garantía esencial de la libertad religiosa será la laicidad
estatal, adquiriendo esta última el carácter de elemento esencial dentro del Estado
democrático en cuanto componente axial en el proceso de concreción de principios
como el pluralismo ideológico y religioso, base conceptual de la tolerancia inclusiva
que se predica en toda democracia sustancial. (Sentencia C-766/10)

De otro lado se indica que “La jurisprudencia constitucional ha deducido de la libertad


religiosa que sustenta la laicidad del Estado no simplemente garantías para los
particulares, sino los correlativos límites y obligaciones para el Estado,
estableciendo principios como la neutralidad estatal ante las confesiones
religiosas, la obligación de generar un contexto de garantía a la libertad religiosa y el
mantenimiento de la igualdad y consiguiente prohibición de discriminación por motivos
religiosos. Ha sostenido la Corte Constitucional que la neutralidad estatal en materia
religiosa es contraria a la actividad de patrocinio o promoción estatal de alguna religión,
pues en un Estado laico el papel que debe esperarse de las instituciones públicas,
de acuerdo con las competencias asignadas a cada una, consiste en proporcionar
todas las garantías para que las distintas confesiones religiosas cuenten con el marco
jurídico y el contexto fáctico adecuado para la difusión de sus ideas y el ejercicio de su
culto, sin que en dicha difusión y práctica tenga intervención directa el Estado. Así
pues, la neutralidad estatal comporta que las actividades públicas no tengan
fundamento, sentido u orientación determinada por religión alguna –en cuanto confesión
o institución-, de manera que las funciones del Estado sean ajenas a fundamentos
de naturaleza confesional.
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Finalmente, En coherencia con el principio establecido por el artículo 1º de la


Constitución, el artículo 19, también de la Constitución, consagra la libertad de cultos
como derecho fundamental protegido en nuestro ordenamiento jurídico, el cual nutre su
significado con el silencio que el constituyente guardó respecto de privilegios a alguna
iglesia. La mencionada disposición establece

“Se garantiza la libertad de cultos. Toda persona tiene derecho a profesar libremente su
religión y a difundirla en forma individual o colectiva. Todas las confesiones religiosas e
iglesias son igualmente libres ante la ley.”

Estos principios se ampliaron y especificaron en la sentencia C-1175 de 2004, en la


que, luego de un abundante recuento jurisprudencial, la Corte concluyó

“13.- Lo anteriormente expuesto presenta el desarrollo, no sólo del artículo 19 de la


Constitución sino de las normas de la Carta Política de 1991, que a diferencia de las de
la Constitución de 1886, establecen la separación del Estado y la Iglesia en atención
al carácter pluralista que se garantiza y se promueve para la sociedad, a partir de los
principios de igualdad, libertad y convivencia propios de un Estado Social de
Derecho (C. P. Artículo 1). Ahora bien, el estudio de constitucionalidad que emprende
ahora la Corte, se basa en los principios que precisamente encuadraron los distintos
pronunciamientos jurisprudenciales citados. Estos son: (i) separación entre Estado e
Iglesias de acuerdo con el establecimiento de la laicidad del primero (C-088/94 y C-
350/94), (ii) prohibición de injerencia alguna obligatoria, que privilegie a la religión
católica o a otras religiones en materia de educación (C-027/93), (iii) renuncia al
sentido religioso del orden social y definición de éste como orden público en el marco de
un Estado Social de Derecho (C-088/94 y C-224/94), (iv) determinación de los asuntos
religiosos frente al Estado, como asuntos de derechos constitucionales fundamentales
(C-088/94), (v) prohibición jurídica de injerencia mutua entre Estado e Iglesias (C-
350/94), (vi) eliminación normativa de la implantación de la religión católica como
elemento esencial del orden social (C-350/94) y (vii) establecimiento de un test que
evalúa si las regulaciones en materia religiosa están acordes con los principios de
pluralidad y laicidad del Estado colombiano (C-152/2003).” (Sentencia C-766/10).

La señora Juez menciona la ley 133 del 94 artículo 6 donde se establecen algunas
especificaciones propias del ámbito religioso, pero en ninguna de ellas menciona que
esta libertad involucre a las instituciones educativas como lugares de culto y adoración.
El artículo 7 menciona el derecho “de establecer lugares de culto o de reunión con fines
religiosos y de que sean respetados su destinación religiosa y su carácter confesional
específico” pero no infiere ni aduce que estos deban ser ubicados en las instituciones
educativas lo cual iría contra el principio de laicidad e igualmente vulneraria el
principio de igualdad (CP art 13) pues, desconocería los derechos de los demás
miembros de la comunidad y eventualmente el de los futuros estudiantes que llegasen
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a disponer del servicio educativo en la institución.

De otro lado, y para concluir la señora juez aduce que “no se ha presentado
vulneración alguna a la libertad de cultos, ya que el papel de la institución frente a la
realización de actividades religiosas, se circunscribe a la posibilidad de facilitarle a la
comunidad educativa, si esta última así lo desea, los espacios de lugar y tiempo para
realizarlo” frente a lo anteriormente mencionado sería plausible si el facilitar los
espacios de la escuela no implicara la modificación de la planta física con
construcciones propias de la religión predominante y mensajes alusivos a exaltar su
fe (Capilla Señor de los Milagros), eliminando emblemas propios de la institución
educativa como su nombre, escudo, banderas entre otros los cuales representan la
esencia de la escuela que no es otra como ya lo había mencionado que: la educación.
Finalmente, sería plausible sino se solicitara el espacio para generar provocación
convocando a una ceremonia religiosa (misa) para festejar el fallo dado a la tutela.
Situación que ocurre un día después del fallo. Evidencia de esta situación radica en la
Institución Técnica Comercial Caldas, solicitud de permisos para eventos de la
comunidad “Sede las Garzas”.

SOLICITUD

Por tal motivo, se solicita respetuosamente al superior jerarca que conozca la presente
impugnación al fallo de tutela, que revise y detalle los hechos fácticos planteados y así
determine configurados los presupuestos necesarios para que se REVOQUE el Fallo de
tutela del 13 de abril de 2023 proferido por el Juzgado Tercero Promiscuo Municipal
de Guamo - Tolima
y como consecuencia, se ampare el derecho a la igualdad, la libertad de
conciencia, la libertad de culto, se le otorgue a la Institución educativa técnico comercial Caldas sede
“Las Garzas” su esencia y se traslade a otro lugar el espacio de culto y adoración impuesto
arbitrariamente y, a quienes hacemos parte de la misma como egresados y como sociedad, la
capacidad plena para ejercer nuestros derechos como lo reza la CP en el artículo 16 sin más
limitaciones que las que imponen los derechos de los demás y el orden jurídico.

NOTIFICACIONES

Vereda Serrezuela sector “Las Garzas” Guamo -Tolima


Teléfono celular: 3105771174
E-mail: jorenraga2@gmail.com

JORGE ENRIQUE RAMIREZ GALLARDO


CC 93.082.772 Guamo - Tolima

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