Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Light se ríe de L para luego decirle con firmeza: ¿Qué piensas hacer ahora?
¿Vas a matarme aquí mismo? – Se lo dice riéndose de forma burlona. – Oh,
L, no me andes con tonterías. Sé que no vas a dispararme.
¿No dijiste que me conocías bien? Creía que ya sabrías mi respuesta, así te
hubieras ahorrado hacer esa pregunta en primer lugar. Sabes que eso nunca
sucederá. Sin importar lo que pase, yo nunca me asociaría con alguien que
ha tomado la vida de tantas personas como si fuera un juego. Crees que
podrás escapar de esta gracias a tu habla y forma de manipular a los otros.
Crees que no necesitas armas para someter a las personas a tus mandatos,
porque tu mente es tu arma más letal. Pero hay algo que has pasado por
alto: Yo no me dejo llevar por las cursilerías de la gente, y menos sabiendo
lo que en verdad intentan hacer. Tú no eres un justiciero, eres un asesino
despiadado que ha perdido todo sentido de la moralidad y la empatía.
¿Justicia? ¿Realmente crees que ese sistema que tantas personas defienden
es tan justo como lo pintan? Estamos hablando un sistema que que muchas
veces permite que aquellos que cometen el mal queden impunes por sus
actos o reciben sentencias leves por sus crímenes atroces. ¿A eso le llamas
justicia? ¿A un sistema que deja sufrir a las personas inocentes por tener
que vivir aterrorizadas por el mal? ¿En verdad?
- Es increíble cómo puedes ser tan indiferente ante el sufrimiento que has
causado a tu propia familia. Tu falta de empatía es desconcertante. No
entiendes el dolor que has infligido a quienes te aman y confiaban en ti. -
Tú debes saberlo bien: La gente tan estúpidamente recta, leal y con ese
sentido de la justicia acaba mal. El amor y la confianza son conceptos
irrelevantes en el mundo que estoy creando. La verdadera justicia solo
puede ser alcanzada a través del sacrificio y la determinación sin
restricciones.
No puedo dejar de sentir lástima por ti, Light. Te has perdido en tu propia
arrogancia y ambición desmedida y, al final, eso terminó tu perdición.
- L, deberías saberlo mejor que nadie: Aquellos que se aferran a una
rectitud absurda, a la lealtad ciega y a un sentido de la justicia rígido,
acaban pagando un alto precio. –
- ¿Por qué me miras de esa forma, L? ¿¡Crees que alguien más habría sido
capaz de llegar tan lejos y de seguir con ello hasta el final!? ¡Solo yo puedo
crear un Nuevo Mundo...! -
- ¡No! No eres más que un vulgar asesino y esa libreta es la peor arma de
destrucción masiva en la historia de la humanidad. -
Light solo se queda aún más perplejo unos instantes al ver que su plan
había sido arruinado. Y L se vuelve a dirigir a Light con esta corta, pero
interesante frase:
- No te olvides… Que estamos juntos en esto, Light… Si yo caigo, tú
caerás conmigo.