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segunda guerra mundial

1939-1945

lima y tadeo

posguerra

La consecuencia más profunda de la Segunda Guerra Mundial fue que


el mundo poste-
rior a 1945 se hizo esencialmente bipolar, dominado por las dos
potencias que habían

tenido una intervención decisiva en el conflicto: Estados Unidos y la


Unión Soviética.
La hegemonía de las grandes potencias europeas había terminado:
Alemania vencida y
agotada por la guerra que el régimen nazi había desencadenado; Gran
Bretaña, aunque
vencedora entre los «aliados» estaba en bancarrota con una deuda
exterior de millones
de libras acumuladas por la guerra –incluso adeudaba a la Argentina– y
sufriría un
importante cambio político al ganar las elecciones parlamentarias el
Partido Laborista
inglés y desplazar al Partido Conservador de Churchill, que había
actuado durante la
guerra. Francia, gobernada en la posguerra por el general De Gaulle, ni
siquiera había
estado representada oficialmente en las conferencias de los aliados,
que decidieron
el orden posbélico.

El futuro de Europa dependía en buena medida del desarrollo de las


relaciones soviético-
estadounidenses, pero en este nuevo orden internacional el viejo
continente conservaba

obviamente una importancia estratégica para las dos nuevas potencias


mundiales.
Al finalizar la Segunda Guerra, Estados Unidos tenía su base

industrial intacta, y una capacidad productiva que le per-


mitiría emprender la reconstrucción económica de Europa.

Aunque los estadounidenses disponían de un superávit

en las finanzas, era necesario crear una reserva de fon-


dos para organizar los pagos y un sistema monetario que

ordenara las relaciones internacionales


Con este propósito en 1944 se reunieron representantes
de 44 países y firmaron los Acuerdos de Bretton Woods,
creando una reserva monetaria común con el nombre
de Fondo Monetario Internacional (FMI). Los Estados
miembros depositarían sus cuotas o ingresos obligatorios
en una cuenta general y una entidad bancaria, conocida
actualmente como Banco Mundial –su nombre completo

es Banco Internacional para la Reconstrucción y Desarro-


llo (BIRD)– canalizaría los préstamos.
Estos acuerdos sentaron las bases de la influencia es-
tadounidense y de su moneda el dólar, en la economía

occidental.
Como parte de la política de conten-
ción, Estados Unidos ofrecieron un

programa de ayuda económica a tra-


vés de préstamos y donaciones a los

gobiernos europeos: el denominado


Plan Marshall. Entre 1948 y 1952 se
destinaron a Europa Occidental un
total de 13.000 millones de dólares.
El programa tenía el propósito de

recomponer la estructura econó-


mica y financiera de las naciones

europeas. La principal beneficiaria


fue Inglaterra, seguida de Francia y
Alemania. Estos créditos permitirían
además recuperar los mercados y
reactivar el comercio, para evitar una nueva Gran Depresión de
posguerra. Estados
Unidos necesitaba la demanda europea de sus bienes para mantener la
producción y
las exportaciones desarrolladas durante la guerra y evitar la amenaza
de crisis en su
propia economía. Es decir: era un plan que «ayudaba» a los países
europeos, pero que
en definitiva respondía a sus propios intereses. Por lo tanto, los Estados
beneficiados

debían, como contrapartida, destinar la ayuda en dólares a la


adquisición de importa-
ciones estadonidenses.
El Plan Marshall fue aprobado por el Congreso de los Estados Unidos
durante la admi-
nistración del presidente Truman y constituyó uno de los mayores éxitos
de la política

exterior estadounidense de posguerra. Las inversiones canalizadas a


Europa no sólo la
salvaron de un posible derrumbe económico, sino que además
significaron una política
de freno, de contención del comunismo y la influencia soviética.

tadeo

El proceso de «sustitución de importaciones», es decir, la producción


local de lo que
antes se compraba en el exterior, que se había dado fundamentalmente
a partir de la

crisis de 1930, se acentuó durante la Segunda Guerra Mundial que


estalló en 1939. Ade-
más, durante la guerra, los países latinoamericanos obtuvieron,
nuevamente, buenos

precios para sus exportaciones de alimentos y materias primas, que


crecieron a un ritmo
inédito durante los seis años de la contienda. El crecimiento industrial se
dio sobre todo
en México, Argentina, Brasil y Chile. En el resto de América Latina fue
muy débil y se
mantuvo más bien la estructura rural y de monocultivo para la
exportación.
la conferencia de rio de janeiro
Durante la Segunda Guerra, la mayor parte de los países de América
Latina se alinearon
con los aliados. A partir del ingreso de Estados Unidos a la guerra, en
1941, el Gobierno
de ese país los presionó para que declararan la ruptura de relaciones
con los países del
Eje (Italia-Alemania-Japón).
En enero de 1942, en la Conferencia de Río de Janeiro, Estados Unidos
recomendó
esta ruptura. Fue acatado por los países del Caribe, México y Brasil,
que declararon la
guerra a Alemania. Brasil además envió 25.000 hombres que
combatieron en el frente
italiano; también México envió tropas. Mientras tanto, Argentina decidió
mantener su
neutralidad en la guerra.
La posición argentina significó un creciente deterioro de las relaciones
con Estados
Unidos, que ejerció una constante presión sobre las naciones neutrales,
no sólo en
América sino también en Europa (Portugal, España y Croacia).
El Gobierno estadounidense alentó todo tipo de sospechas y
acusaciones hacia los
militares argentinos por sus simpatías «germanófilas» (hacia la
Alemania de Hitler) y
«fascistas» (hacia el régimen italiano de Mussolini) y denunció una red
de espionaje
nazi en nuestro país.
Roosevelt calificó de regímenes pro-nazis a gobiernos latinoamericanos
como el de los
generales nacionalistas Gualberto Villarroel en Bolivia (1944-1946) o el
de Juan Domingo
Perón en Argentina (1946-1955).
En enero de 1944, Argentina rompió relaciones diplomáticas con una
Alemania ya en

derrumbe y echó al Embajador alemán. Pero recién en marzo de 1945


Argentina de-
claró formalmente la guerra a Alemania, dos meses antes de que
terminara la guerra.

La medida satisfacía las recomendaciones de Estados Unidos, y era


condición para el
ingreso de nuestro país a las Naciones Unidas.

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