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Filosofía y letras
Mundo Liberal: Hobbes, Locke, Spinoza.
Jesús Arredondo
30211009
Spinoza: Sobre la superstición en Colombia y la decadencia en la política.
En semejanza a los tiempos convulsos que vivió Spinoza, hoy la actualidad del país se
asemeja a la Holanda del siglo XVII. Los diversos conflictos religiosos entre protestantes
y católicos son equiparables a las disputas entre opositores políticos. Siendo la búsqueda
por el poder lo que ha sumergido al país en la dinámica de la inestabilidad, cuya
consecuencia más evidente se puede observar en el pueblo, el cual dominado por el
miedo se ve en una constante búsqueda de una respuesta.
Partamos entonces de una verdad aceptada, el miedo colectivo, el cual podemos atribuir
fácilmente, ya sea: al conflicto armado, guerra contra el narcotráfico, corrupción,
delincuencia o todos los males que han azotado este país a lo largo de la historia y que
todos conocemos. Ya que encontramos la posible causa del miedo colectivo,
preguntémonos ¿cuándo, cómo y dónde se manifiesta el miedo colectivo? Para Spinoza
sólo hay dos posibles situaciones en las cuales el miedo se manifiesta: cuando las cosas
van bien o cuando las cosas van mal (p.33). Admitamos la última por obvias razones.
Ahora preguntémonos ¿qué consecuencias son tangibles cuando el miedo gobierna en
una situación desfavorable? En esto es muy puntual Spinoza, y dirá qué, el miedo se
manifiesta en la búsqueda constante de algún consejo, por más absurdo que este pueda
ser (p.33). A lo cual me pregunto si la búsqueda de un consejo es extrapolable a una
figura mesiánica. Ya que, tanto la búsqueda del consejo como la figura mesiánica
comparten la misma función, acabar con el infortunio.
Haciendo uso del análisis de la situación religiosa que hizo Spinoza de su época,
podemos hacer una comparación con la situación política actual. Empecemos entonces
por el mismo punto de partida que Spinoza, es decir, señalando la decadencia en el
ambiente político.
Partamos con que se ha desvinculado de aquellas personas, que se autodefinen como
entes políticos, un concepto fundamental en la democracia. Y este no es otro que el
debate, el cual entiendo como el planteamiento de una disputa, la cual es abordada desde
distintos puntos ideológicos y cuyo fin es llegar a un consenso entre las partes.
Expuesto ya, lo que considero, la decadencia de los políticos pasó ahora al pueblo. El
cual, asemejándose al comportamiento de los senadores, han inventado descalificativos
con los cuales desprestigiar las ideologías contrarias. Así, palabras como progre, en
alusión a la izquierda y facha, en alusión a la derecha, se utilizan como formas de
desvirtuar los argumentos de una persona. Sin embargo, el uso de estos términos no se
limita a la desacreditación, sino el encasillar a un cierto grupo de personas con una
ideología.
Es natural que tópicos de la economía, salud y política creen bandos ideológicos al ser
interpretados desde corrientes opuestas, pero lo que no es natural es olvidar el objetivo
de la discusión y hacer a un lado el problema en cuestión para dar paso al sinsentido de
quien tiene la razón. Y esto es así, no por el hecho de las diversas voces, lo que es
natural en una democracia, sino por olvidar que la función de un debate no es lograr tener
la razón, todo lo contrario, es llegar a un consenso entre las partes, como ya lo he
mencionado anteriormente.
Expuesto entonces la decadencia en la política y siguiendo el análisis que hace Spinoza,
me pregunto ¿cuál es la causa de esta decadencia? Como punto de partida, tomo la
interpretación de Spinoza sobre el origen de la situación religiosa de su época: el vulgo ha
llegado a poner la religión en considerar los ministerios eclesiásticos como dignidades y
los oficios como beneficios y en tener en alta estima a los pastores (p.35). Partiendo de la
cita anterior, ¿el pueblo colombiano no ha sobreestimado la figura de los políticos? ¿no se
ha perdido el objetivo principal de la política? A continuación, intentaré dar respuestas a
estas preguntas.
Tomado apoyo de la primera parte de esta relatoría, traigo de nuevo la figura mesiánica,
la cual considero acorde para la primera pregunta. Como he expuesto anteriormente, el
miedo ha hecho que muchos colombianos busquen amparo en una figura de poder,
siendo entonces, el miedo el primer causante de la sobrestimación política, pero ¿es el
miedo el único causante de esta situación? Considero que el desconocimiento del ámbito
político es otro causante de este problema. El miedo por las razones explicadas en la
parte anterior y con respecto al desconocimiento, diré que la falta de entendimiento
político hace que algunas personas no vean a los políticos como funcionarios elegidos por
un sistema de votación, los cuales deben administrar mediante unas reglas establecidas y
cuyo único fin es el bienestar de las personas, ya sean estas detractores o simpatizantes.
Conclusión
Aunque en toda la relatoría atribuyó al miedo el causante principal de los males aquí
expuestos, no puedo dejar de considerar al desconocimiento como parte fundamental del
problema. Porque es comprensible que personas sin formación y bajo sus emociones
hagan mal uso de su derecho político, pero no puede ser aceptable que las personas
educadas y entendidas en lo que respecta a la política, sigan participando en dinámicas
populistas.
Referencia