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Lección 2 sábado 08 de julio de 2023

Un Hijo Fiel
Verso de memoria: Él Jesús fue fiel al que lo nombró, como lo
fue también Moisés en toda la casa de Dios (Hebreos 3:2 NVI).

Lectura bíblica: Éxodo 1:1 — 2:10; Hebreos 3:1-14

Objeto de la lección: Analizar como Dios es fiel a sus

promesas, por lo que solicita de cada uno de nosotros hacer
lo mismo.

Comentario: Al estudiar la fidelidad de Dios hacia Israel en

estas últimas lecciones enfocadas en Éxodo, los hijos de
Jacob se multiplicaron, pero fueron esclavizados en Egipto.
Al comienzo de Éxodo se necesita otro milagro, otro hijo
que libere a Israel y lo lleve a la tierra que Dios le prometió a
Abraham. Éxodo 2 nos introduce a ese hijo milagro: Moisés.

Aquí vemos la fidelidad de Dios protegiendo al niño de un

edicto del Faraón:
- Las parteras desobedecen;
- Una madre lo guarda en secreto;
- Una hermana lo vigila al ser puesto a la deriva en una
canasta;
- Una princesa egipcia lo descubre y lo regresa a su
familia para destetarlo y lo cría como si fuera suyo.
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Todo esto es un milagro, aunque es sólo el primero de
muchos que Dios realizaría a través de Moisés para liberar a
su pueblo.

Este hijo especial, Moisés, nos hace recordar lo que Dios le

dijo a Faraón antes de las diez plagas y la Pascua: “Israel es
mi hijo, mi primogénito” (Éxodo 4:22). Tristemente, si
bien Dios llamaría a su siervo Moisés “fiel en toda mi casa”,
como también lo fue el padre Abraham, el Señor también
hace lamento de su hijo Israel por su persistente
incredulidad: “¿Hasta cuándo no me creerán, con todas las
señales que he hecho en medio de ellos?” (Números 12:7;
14:11). Aun así, Dios permanece fiel.

Al reflexionar en esta historia de los hijos en Éxodo, y de

preguntarnos cómo esto podría aplicarse a nosotros, es
notable cómo Hebreos 3 relaciona a Moisés, a Cristo y a los
creyentes con los Israelitas. Igual que Moisés, Jesús fue “fiel
sobre toda su casa”, aunque “de tanto mayor gloria que
Moisés es estimado digno éste”. Moisés fue un siervo fiel,
pero Jesús fue un Hijo fiel.

Honramos a Cristo por sobre Moisés en la misma medida en

que honramos más al constructor de una casa sobre la casa
misma (Hebreos 3: 1-6). Como Hijo divino, Jesús reveló la
fidelidad de su Padre perfectamente hacia nosotros. En
dirección opuesta, Jesús nació como Israelita y le mostró a
su Padre la fidelidad que Israel no pudo mostrar. Incluso
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siervos fieles como Abraham y Moisés murieron en pecado;
no así Jesús quién fue totalmente fiel y sin pecado.

Como el milagroso Hijo de Dios, y el hijo nacido de la virgen

María, el Capitán de nuestra salvación gustó la muerte para
liberarnos del temor y la esclavitud de dicha muerte.

No descuidemos pues una salvación tan grande como esta

(2:3, 9-15). Esa es, pues la forma en que Hebreos 3 relaciona
a los creyentes con los Israelitas: Como una advertencia
para nosotros. Tal como Pablo escribe en 1 Corintios 10:11 y
como lo aplicaremos en las próximas lecciones en Éxodo,
las cosas que le sucedieron a Israel fueron “escritas para
amonestarnos a nosotros”. Israel cayó en el desierto y no
pudo entrar al reposo prometido a causa de su incredulidad:
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros
corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios
vivo... Porque somos hechos participantes de Cristo, con
tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del
principio (Hebreos 3:12, 14).

Si Moisés fue un hijo de milagro enviado para liberar a

Israel el hijo de Dios, cuánto más Cristo, el Hijo, fue un
milagro para “llevar a la gloria a muchos hijos” (Hebreos
2:10). Su fidelidad no tiene límites. Así que,
¡mantengámonos firmes en la fe y creyendo!
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Preguntas
1.
- ¿Cómo se ve la fidelidad de Dios en Éxodo 1:1 —2:10?
- ¿Cómo se contrasta a Moisés con Israel en Números 12:7
y 14:11?
2.
- ¿De qué manera Hebreos 3 relaciona a Cristo, a Moisés y
a los Israelitas con nosotros?
- ¿De qué manera Moisés, Israel, Cristo, y los cristianos,
son todos hijos especiales de Dios?
- ¿Qué relación tiene la esclavitud con nosotros hoy?
Éxodo 1:14; Hebreos 2:15.
3.
- ¿De qué manera las historias de Israel son ejemplos y
admonición para los cristianos hoy?

Conclusión:
- Medite en la milagrosa e ilimitada fidelidad de Dios,
primero a Israel, y luego a nosotros a través de Cristo.
- Considere cómo Jesús le ha liberado a usted de la
muerte, y cómo le está trayendo como un hijo a la
gloria.