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Abril cerró el diario y no pudo evitar entrar en llanto nuevamente.

Tras esto tomó sus pastillas


antidepresivas e ingirió dos.

VICTOR

¿Está bien que tomes tantas de esas?

Victor señaló el frasco y observó como Abril secaba sus lágrimas. Ella por su parte solo respiró
profundo y le observó con una cara de molestia y desdén.

ABRIL (Confundida)

¿Por qué sigues persiguiéndome?

Victor la miró fijamente con nostalgia pero antes de decir una palabra ella continuó.

ABRIL

Sabes que, no importa. Creo que al final estoy tan loca como estaba ella.

VICTOR

No creo que estés loca. Solo tienes miedo.

Abril guarda el diario en su bolso, se levantó del asiento y se acercó rápidamente a Victor.

ABRIL (Gritando)

¡No sabes nada de mí!

VICTOR

Pero se lo que es sentir que vales menos que nada.

Abril absorta en las palabras de Victor lo miró por un segundo y luego giró el torso para secar
sus lágrimas.

VICTOR

Ciertamente no estoy vivo, o eso creo. Pero por alguna razón estoy aquí, y creo que tú eres esa
razón.

ABRIL (Triste)
¿Qué sentido tendría? No tengo nada especial.

Abril caminó hasta una ventana y observó la luna. Esa sensación de soledad invadía su cuerpo y
el temor a ser solo una carga para toda su familia se hacía más grande.

VICTOR

Quizás es eso.

Victor caminó hasta su lado y posó su mano encima de la de ella, atravesándola. Abril por su
parte giró el rostro sorprendida, pero sin miedo.

VICTOR (Decidido)

Debemos hacer que tu vida sea especial.

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